TEMA 1 y 2

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1 La Constitución Española de 1978

Origen
Como resultado de las Elecciones Generales del 15 de junio de 1977 se formaron las Cortes
Generales, las cuales aprobaron el 31 de octubre de 1978 la Constitución Española.
Posteriormente, fue ratificada por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978 y fue promulgada
por S. M. el Rey el día 27 de diciembre de 1978. Su publicación en el «Boletín Oficial del
Estado» tuvo lugar el 29 de diciembre de 1978, entrando en vigor el mismo día de su
publicación.

Concepto
La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico elaborada por el poder
constituyente, el pueblo, en el ejercicio de su soberanía. Establece los principios fundamentales
que deben regir el orden social, político y económico de la sociedad. En este sentido, contiene,
las reglas de funcionamiento básicas de una sociedad que se dota a sí misma de una norma
superior. Delimita los poderes del Estado, su distribución de competencias entre las distintas
administraciones que lo integran y las relaciones entre las mismas.

1.1 Características.

1. Es rígida, es decir, sólo puede ser reformada por un procedimiento específico


expresamente previsto en la Constitución.
2. Es la más larga y extensa de todas las constituciones anteriores, a excepción de la de
1812. Contiene 169 artículos.
3. Se trata de una Constitución que instaura un régimen político democrático
parlamentario clásico o de democracia occidental, concibiendo a las Cortes Generales
no como soberanas, sino como representación del pueblo español.
4. Es una Constitución consensuada.
5. En ocasiones, resulta ambigua e imprecisa, al remitirse a sus normas de desarrollo.
6. Es de aplicación directa, ya que se trata de la norma primaria que establece el sistema
de fuentes del derecho.
Se estructura en:
 Un Preámbulo.
 Título Preliminar (Art. 1 al 9)
 Título I. De los Derechos y Deberes Fundamentales (Art. 10 a 55)
 Título II: De la Corona (Art. 56 a 65)
 Título III. De las Cortes Generales. (Art. 66 a 96)
 Título IV. Del Gobierno y la Administración. (Art. 97 a 107)
 Título V: De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales. (Art. 108 a 116)
 Título VI. Del Poder Judicial. (Art. 117 a 127)
 Título VII. Economía y Hacienda. (Art. 128 a 136)
 Título VIII. De la Organización territorial del Estado. (Art. 137 a 158)
 Título IX. Del Tribunal Constitucional. (Art. 159 a 165)
 Título X. De la Reforma Constitucional. (Art. 166 a 169)
 Cuatro Disposiciones Adicionales.
 Nueve Disposiciones Transitorias.
 Una Disposición Derogatoria.
 Una Disposición final.

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De su contenido, cabe destacar:

El Preámbulo: Contiene los principios y valores que son desarrollados posteriormente, los
fundamentos del orden constitucional y los objetivos que persigue la Constitución.

El Título Preliminar, que contiene en 9 artículos, los principios, caracteres y valores


fundamentales:
 el artículo 1 con la definición de cómo se constituye el Estado español
 el artículo 2 con el fundamento de la misma
 el artículo 3 la lengua oficial
 el artículo 4 con la bandera
 el artículo 5 con la capitalidad
 el artículo 6 con la definición de partidos políticos
 el artículo 7 con los sindicatos y organizaciones empresariales
 el artículo 8 con la definición y exigencia en la regulación para las Fuerzas Armadas,
 el artículo 9 con los principios de funcionamiento y la exigencia de someterse a la
legalidad de todos los ciudadanos y los poderes públicos de la nación española,

El Título Primero, donde se recogen los derechos y deberes fundamentales. Este Título I se
divide en:
 El artículo 10: introductorio de todos los derechos y libertades fundamentales.
Reconoce la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el
libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son
fundamento del orden político y de la paz social. Asimismo, establece que las normas
relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce,
se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y
los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por
España.
 El Capítulo I: “De los españoles y extranjeros” (artículos 11, 12 y 13)
 El Capítulo II: “Derechos y Libertades” (artículos 14 a 38)
Artículo 14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social. A partir de este artículo, el capítulo se
divide en dos Secciones:
o “Derechos fundamentales y libertades públicas” (Sección 1ª, artículos 15 a 29)
o “Derechos fundamentales y deberes de los ciudadanos” (Sección 2ª, artículos
30 a 38)
 El Capítulo III: “Principios rectores de la política social y económica” (artículos 39 a
52)
 El Capítulo IV: “Garantías de las libertades y derechos fundamentales” (artículos 53 y
54)
 El Capítulo V: “Suspensión de derechos y libertades” (artículo 55)

A continuación, se definen los órganos de poder, regulando los órganos constitucionales y


poderes del Estado, así como las relaciones entre los mismos. Incluye:

El Título II: “De la Corona”


La Corona es la institución que da titularidad a la forma política del Estado Español. El Rey es
símbolo de la unidad y permanencia del Estado, arbitra y modera el funcionamiento regular de
las instituciones, y asume todas las atribuciones que la Constitución y las leyes le confieren.
La persona del Rey es inviolable, y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos habrán de ser
refrendados.

El Título III: “De las Cortes Generales”

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Las Cortes Generales representan al pueblo español y se componen del Congreso de Diputados
y del Senado. Ejercen la potestad legislativa, aprueban sus presupuestos, controlan la acción del
gobierno y asumen las demás atribuciones que les confiere la Constitución y las leyes. Sus
miembros son elegidos en elecciones generales cada cuatro años por el pueblo español.

El Título IV: “Del Gobierno y de la Administración”


El Gobierno español ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria, de acuerdo con la
Constitución y las leyes. Se compone del Presidente del Gobierno (elegido en el Congreso de
Diputados) y de los Ministros, elegidos por el Presidente. Además, puede existir, en su caso, la
figura del/los Vicepresidentes.

El Título V: “De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales”

El Título VI: “Del Poder Judicial”


La Justicia, que emana del pueblo, se administra en nombre del Rey por los Jueces y
Magistrados que desempeñan, en los juzgados y tribunales, la función de juzgar y hacer ejecutar
lo juzgado. El órgano de gobierno del Poder Judicial es el Consejo General del Poder Judicial.
El órgano judicial máximo en el poder judicial es el Tribunal Supremo.

Título VII: “Economía y Hacienda”

Título VIII: “De la organización territorial del Estado”


Establece que España se organiza territorialmente en municipios, provincias y CCAA. Todas
estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. Se garantiza el
principio de igualdad de todos los españoles en las distintas partes del territorio español y el de
solidaridad entre territorios. Para ello, existe un fondo de compensación territorial gestionado
por las Cortes Generales que ayuda económicamente a las CCAA.

Título IX: “Del Tribunal Constitucional”


El Tribunal Constitucional está compuesto por 12 miembros nombrados por el Rey (uno de
ellos Presidente). Su función es salvaguardar la Constitución Española. Es competente para
conocer del recurso de inconstitucionalidad, de la cuestión de inconstitucionalidad, del recurso
de amparo, y de los conflictos de competencias entre el Estado y las CCAA, o de los de éstas
entre sí.

Título X: “De la Reforma Constitucional”


La solicitud de reforma de la Constitución podrá solicitarse desde cualquiera de las Cámaras
nacionales o de las CCAA. Puede ser de dos tipos:
 Parcial: Debe aprobarse por mayoría de 3/5 de cada una de las Cámaras en primera
votación. En segunda votación, se requiere mayoría de 2/3 del Congreso y Absoluta del
Senado. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para
su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su
aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras.
 Total o parcial que afecta a las partes esenciales –título preliminar, al Capítulo
segundo, Sección primera del Título I, o al Título II. Se requiere la aprobación por
mayoría 2/3 de cada Cámara, y se procede a la disolución inmediata de las Cortes. Las
Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto
constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de 2/3 de ambas Cámaras.
Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su
ratificación.

Se prohíbe proponer reformar la Constitución en tiempo de guerra, o de vigencia de los


Estados de Alarma, Excepción o Sitio.

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Durante su periodo de vigencia se han producido dos reformas, una en el año 1992 en la
que se añadió en el artículo 13.2, la expresión “y pasivo" referida al ejercicio del
derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales. La segunda de ellas
fue a causa de la modificación del artículo 135 con el objetivo de garantizar el principio
de estabilidad presupuestaria vinculando a todas las administraciones públicas, a
reforzar el compromiso de España con la Unión Europea y garantizar la sostenibilidad
económica y social.

Otras disposiciones
 Cuatro disposiciones adicionales y nueve disposiciones transitorias, sobre ordenación
territorial.
 Una disposición derogatoria que deroga expresamente las leyes Fundamentales y,
genéricamente, cuantas disposiciones se opongan a la Constitución.
 Una disposición final que establece la vigencia inmediata y la publicación en las demás
lenguas españolas aparte del castellano.

1.2 Principios constitucionales y valores superiores.

1.2.1 Principios constitucionales

1.2.1.1 Estado Social y Democrático de Derecho


El artículo 1.1 de la Constitución Española establece que: “España se constituye en un Estado
social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”
 Estado social
Significa que el Estado debe asumir la obligación de garantizar el bienestar y la satisfacción de
las necesidades individuales y colectivas de los ciudadanos.
“Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad de los individuos y de los grupos en que se integren, sean reales y efectivas, resolver
los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social” (art.9.2 CE)
 Estado democrático
Es aquel en el que la soberanía reside en el pueblo, del que emanan todos los poderes del Estado
y participa en los asuntos públicos.
El término democracia se repite a lo largo del articulado y así al tratar sobre los partidos
políticos, sindicatos de trabajadores, asociaciones empresariales, colegios profesionales, etc. se
refiere a que su estructura interna y funcionamiento deben ser democráticos.
De esta forma, la democracia está interrelacionada con el término participación, consecuencia
de que la soberanía reside en el pueblo español. Según el artículo 23.1 los ciudadanos tienen
derecho a participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes
elegidos en elecciones periódicas mediante sufragio universal.
Por último, democracia también significa una norma de convivencia al estar unida a la igualdad
y a la libertad de expresión.
 Estado de Derecho

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Existe Estado de Derecho cuando existen normas que regulan los derechos y libertades de los
ciudadanos, tutelando el bienestar común.
La idea de Estado de Derecho supone que los poderes públicos y los ciudadanos están
sometidos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, así como a una serie de
principios de actuación como el principio de legalidad, jerarquía normativa, seguridad,
publicidad de las normas, irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables y
restrictivas de derechos individuales, interdicción de la arbitrariedad y responsabilidad de los
poderes públicos.
1.2.1.2 Monarquía Parlamentaria
El artículo 1.3 de la CE establece que “la forma política del Estado español es la monarquía
parlamentaria”, lo que conlleva la colaboración entre los poderes legislativo y ejecutivo, sin
que el Rey participe en la toma de decisiones gubernamentales, sino sólo como árbitro y
moderador en el funcionamiento regular de las instituciones.
1.2.1.3 Estado Autonómico
Regulado en el artículo 2 al establecer que:
“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad del Estado español, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.
Este artículo recoge los principios básicos de la organización territorial del Estado: unidad,
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que integran el Estado, solidaridad e
igualdad.

1.2.2 Valores superiores

El artículo 1.1 de la Constitución Española indica que: “España se constituye en un Estado


social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Por lo tanto, los valores superiores propugnados en nuestra CE son:
• La libertad
• La justicia
• La igualdad
• El pluralismo político.
1.2.2.1 La Libertad
Desde un punto de vista objetivo, la libertad es fundamental. Cuestiones como la soberanía
popular, la legitimación de los gobernantes por medio de elecciones periódicas, el sometimiento
de los gobernantes y gobernados a la ley, la separación de poderes o el ejercicio de los derechos
fundamentales, únicamente son posibles en el marco de la libertad.
Este valor superior se encuentra plasmado en la Constitución en diversos artículos.
• Artículo 16: libertad ideológica, religiosa y de culto
• Artículo 17: libertad y seguridad
• Artículo 19: libertad de residencia y circulación
• Artículo 20: libertad de expresión
• Artículo 23 en relación con la participación de los ciudadanos en el poder público al
establecer que “los ciudadanos tienen derecho a participar en los asuntos públicos,
directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones
periódicas por sufragio universal. Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones
de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes”.

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•El artículo 9.2 establece que “corresponde a los poderes públicos promover las
condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se
integre sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política,
económica, social y cultural”.
1.2.2.2 La Justicia
La justicia es el instrumento mediante el que se consigue que la libertad y la igualdad
sean de aplicación a todos los ciudadanos.
El artículo 24.1 dispone que:
“Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse
indefensión”
En cumplimiento de lo anterior, la Constitución en su artículo 117 establece que:
• La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y
Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles, responsables y
sometidos únicamente al imperio de la ley.
• El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo
ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales
determinados por las leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las
mismas establezcan.
1.2.2.3 La Igualdad
El artículo 14 dispone que “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social”
El concepto de igualdad viene plasmado en otros artículos de la Constitución como son el 31.1,
32, 35 39.2, 139, 149, entre otros.
1.2.2.4 El pluralismo político
Tiene su principal manifestación en el artículo 6 de la Constitución Española que establece que:
“Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación
política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres, dentro del respeto a la
Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”
En este mismo sentido, el artículo 7 indica que “Los sindicatos de trabajadores y las
asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses sociales y
económicos que le son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del
respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser
democráticos”
Además, el texto constitucional contiene diversas referencias al pluralismo político como en los
artículos 10 (libre desarrollo de la personalidad), 14 (no discriminación por razón de opinión),
16 (libertad ideológica y religiosa), 20 (libertad de expresión, de pensamiento, de ideas, etc.),
21, 22 y 23 (derechos de reunión, asociación y participación en asuntos públicos).

1.3 Derechos y deberes fundamentales.

Se regulan en la sección 1ª del Título I, “De los Derechos y Deberes Fundamentales”.

1.3.1 Derechos fundamentales y libertades públicas


 Artículo 15. Derecho a la vida y a la integridad física y moral
 Artículo 16. Libertad ideológica, religiosa y de culto
 Artículo 17. Derecho a la libertad y seguridad
 Artículo 18. Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, a
la Inviolabilidad del domicilio y el secreto de las comunicaciones

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 Artículo 19 y 20. Derecho a libre elección de residencia, el derecho a expresar y
difundir las propias ideas
 Artículo 21. Derecho de reunión pacífica
 Artículo 22. Derecho de asociación
 Artículo 23. Derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o a través de
representantes libremente elegidos, y el derecho a acceder en condiciones de igualdad a
funciones y cargos públicos
 Artículo 24 y 25. Derecho a la tutela judicial efectiva de Jueces y Tribunales
 Artículo 26. Prohibición de los tribunales de honor en el ámbito de la Administración
civil y de las organizaciones profesionales
 Artículo 27. Derechos de educación y a la libertad de enseñanza
 Artículo 28. Derechos de libertad sindical y de huelga
 Artículo 29. Derechos de petición individual y colectiva

1.3.2 Derechos y deberes de los ciudadanos


 Artículo 30. Derecho y deber de defender España
 Artículo 31. La obligación de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos
 Artículo 32. Derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica
 Artículo 33. Derecho a la propiedad privada y a la herencia
 Artículo 34. Derecho de fundación para fines de interés
 Artículo 35. Derecho al trabajo y deber de trabajar
 Artículo 36. Régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el ejercicio de las
profesiones tituladas.
 Artículo 37. Derecho de negociación colectiva laboral
 Artículo 38. Libertad de empresa en el marco de la economía de mercado

1.4 La protección de los derechos.

Se regulan en el Capítulo IV del Título I, artículo 53 de la Constitución.

• Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo II del Título I, en concreto, en los


artículos 14 al 38: o Vinculan a todos los poderes públicos.
o Sólo por ley podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades
• En relación con las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección 1ª
del Capítulo II, cualquier ciudadano podrá recabar su tutela ante los Tribunales
ordinarios por:
o un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad
o a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, previsto en el
artículo 161.1.b) del texto constitucional.
• Para los derechos reconocidos en los artículos 39 a 52, estos derechos sólo podrán ser
alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que
los desarrollen.

Por último, es importante señalar que puede existir una suspensión de los derechos
fundamentales y libertades.

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2 La Jefatura del Estado: La Corona

Regulación.
El Titulo II de la Constitución Española, en sus artículos 56 a 65 regula “la Corona” utilizando
también el término del “Rey”.
La define como la Institución suprema regulada por la Constitución y define al Rey como la
persona que encarna o materializa la institución.

En este sentido, el artículo 56 establece que:


“1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el
funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado
español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad
histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.
3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán
siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho
refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2”.

La Tutoría
Otra figura regulada en la Constitución Española, en concreto en su art. 60, es la del tutor del
Rey menor de edad.

El tutor es la persona que vela por los derechos e intereses del Rey, en tanto éste no haya
alcanzado la mayoría de edad legal para hacerlo por sí mismo.

El art. 60.1 CE regula un procedimiento para la designación del tutor:


• El tutor del Rey menor de edad será, como regla general, la persona que hubiese
nombrado en su testamento el Rey difunto, siempre que sea mayor de edad y español de
nacimiento.
• Si no hubiese nombrado a nadie, el tutor será el padre o la madre del Rey menor,
mientras permanezcan viudos.
• En defecto de los anteriores, las Cortes Generales designarán al tutor, pero únicamente
podrán acumularse los cargos de Regente y de tutor en el padre, madre o ascendientes
directos del Rey. El apartado 2 del mismo artículo 60 establece una limitación
adicional, al disponer que “el ejercicio de la tutela es también incompatible con el de
todo cargo o representación política”.

2.1 Funciones constitucionales del Rey.

La doctrina suele distinguir entre las funciones simbólicas o representativas del Rey, que recoge
el art. 56 CE, y sus concretas atribuciones, que figuran principalmente en los arts. 62 y 63 CE:

2.1.1 Funciones de carácter simbólico o representativo:


• El Rey como símbolo de la unidad y permanencia del Estado. Se le configura como Jefe
del Estado.
• El Rey como árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones.
• El Rey como máximo representante del Estado en las relaciones internacionales: al
Monarca se le atribuye la más alta representación del Estado español en la acción
exterior.

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2.1.2 Funciones concretas
• Sancionar y promulgar leyes.
• Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones generales.
• Convocar a referéndum los casos previstos en la Constitución a propuesta del
Presidente del Gobierno previa autorización del Congreso de los Diputados. La forma
de realizarlo será objeto de una Ley Orgánica.
• Proponer el candidato a Presidente del Gobierno y en su caso, nombrarlo, así como
poner fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución.
• Nombrar y separar a los miembros del gobierno a propuesta del Presidente.
• Expedir los Decretos acordados en el Consejo de Ministros.
• Conferir los empleos civiles y militares y conceder honores con arreglo a las leyes.
• Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del
Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente del
Gobierno.
• El mando supremo de las Fuerzas Armadas.
• Ejercicio del derecho de gracia, con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos
generales.
• El Alto Patronazgo de las Reales Academias.

Asimismo, el art. 63 CE añade, en relación con la función internacional de la Corona, las


siguientes competencias:

• Acreditar a los embajadores y otros representantes diplomáticos, así como los


representantes extranjeros en España deben estar acreditados ante el Rey.
• Manifestar el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente por medio
de Tratados, de conformidad con la Constitución y las Leyes.
• Declarar la guerra y firmar la paz, previa autorización de las Cortes Generales en ambos
casos.
Por otra parte, se le atribuyen otras funciones, entre las que se pueden citar las relativas al
nombramiento de las máximas autoridades del Estado, entre otras:

• Nombramiento de los 12 miembros del Tribunal Constitucional y de su Presidente.


• Nombramiento de los 20 miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
• Nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ.
• Nombramiento del Presidente del Tribunal de Cuentas.
• Nombramiento de los presidentes de los Consejos de Gobierno de las Comunidades
Autónomas.
Por último, el art. 65 regula las siguientes facultades:

• Distribuir libremente la asignación global contenida en los Presupuestos Generales del


Estado para el sostenimiento de su familia y Casa.
• Nombrar y relevar libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.

2.2 Sucesión y regencia.

2.2.1 La sucesión en la Corona

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Regulada en el artículo 57 de la Constitución establece que la Corona de España es hereditaria
en los sucesores de SM D. Felipe VI de Borbón. La sucesión en el trono seguirá el orden regular
de primogenitura y representación, siendo preferida la línea anterior a las posteriores; en la
misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en
el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.

La Princesa heredera tendrá la dignidad de Princesa de Asturias y los demás títulos vinculados
tradicionalmente al sucesor de la Corona de España.

Extinguidas todas las líneas sucesorias llamadas en Derecho, las Cortes Generales proveerán a
la sucesión a la Corona en la forma que más convenga a los intereses de España.

Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeran matrimonio contra
la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedaran excluidas en la sucesión en
la Corona por sí y por sus descendientes.

Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho de derecho que ocurra en el orden de
sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica.

2.2.2 Regencia

El art. 59 CE prevé dos supuestos en los que se aplicaría el instrumento de la regencia: la


minoría de edad del Rey y su inhabilitación aceptada por las Cortes Generales. Estos son los
supuestos conocidos como de “Regencia legítima”.

Respecto a la minoría de edad del Rey, el art. 59 de la CE establece que el padre o la madre del
Rey y, en su defecto, el pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona, según el
orden establecido en la Constitución, entrará a ejercer inmediatamente la Regencia y la ejercerá
durante el tiempo de la minoría de edad del Rey.

En cuanto al otro supuesto, si el Rey se inhabilitare para el ejercicio de su autoridad y la


imposibilidad fuere reconocida por las Cortes Generales, entrará a ejercer la Regencia el
heredero/a de la Corona, si fuere mayor de edad y si no, se estará a lo dispuesto en el art. 59.1
hasta que lo sea. En este supuesto, la intervención de las Cortes se limita a aceptar la
inhabilitación del Rey, pero no para determinar la figura del regente.

En cuanto a su duración, en el caso de que sea por minoría de edad del Rey, será hasta que éste
cumpla los 18 años y en el supuesto de inhabilitación, hasta que las Cortes aprecien que las
causas de la misma han desaparecido, si bien cuando en este caso no corresponda la regencia al
heredero/a por ser menor de edad, al cumplir los 18 años asumirá la regencia.

En el caso que no hubiera ninguna persona a quien corresponda la Regencia, ésta será nombrada
por las Cortes Generales, y se compondrá de una, tres o cinco personas, siendo necesario que
sea español y mayor de edad.

2.3 El referendo.

Es un instrumento que desplaza la responsabilidad del Rey a quienes refrendan sus actos.
Viene regulado en el art. 56.3 de la CE, “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a
responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo
64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2”.

El refrendo es fundamentalmente una limitación material de los poderes del Rey, puesto que
quien refrenda el acto no sólo asume íntegramente la responsabilidad de este, sino también

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ostenta la competencia efectiva para dictarlo. Es decir, el Rey necesita actuar siempre con el
concurso de otro órgano, que es el que en realidad adopta el acuerdo, salvo en el caso de los
actos exonerados de refrendo.

En este sentido, el art. 64.1 CE establece lo siguiente: “Los actos del Rey serán refrendados por
el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el
nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán
refrendados por el Presidente del Congreso”.

Por tanto, los sujetos legitimados para refrendar los actos del Rey son, de ordinario, el
Presidente del Gobierno, con carácter general, y los Ministros, en el ámbito de sus competencias
específicas.
No obstante, se prevén dos supuestos en que el refrendo corresponde al Presidente del Congreso
de los Diputados: la propuesta y nombramiento de Presidente del Gobierno y la disolución
automática de las Cortes por no haber sido elegido como tal ninguno de los candidatos
propuestos por el Monarca, dentro de los dos meses siguientes a la primera votación de
investidura.

La consecuencia fundamental del refrendo, que es la traslación de la responsabilidad, se


encuentra recogida en el art. 64.2 CE, al señalar que “de los actos del Rey serán responsables
las personas que los refrenden”.

La falta de refrendo de un acto que precise del mismo determina que aquél carezca de validez,
como dispone expresamente el art. 56.3 CE.

Desde el punto de vista formal, el refrendo se manifiesta generalmente a través de la firma del
órgano refrendante junto con la del Monarca, que es quien suscribe el acto en el ejercicio de sus
funciones.

En cuanto a los actos exentos de refrendo, excluidos lógicamente los relativos a la actividad
jurídica privada del Rey, sólo se prevé el nombramiento y relevo de los miembros civiles y
militares de la Casa Real.

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