Resumen Alicia por capítulos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Ingreso a 1ero

Resúmen de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol

Capítulo 1: En la madriguera del conejo


En una tarde de calor a la orilla del río, Alicia y su hermana se aburrían. Hasta que
Alicia vió pasar a un conejo blanco con reloj que no paraba de repetir “voy a llegar
tarde”. Con mucha curiosidad, Alicia lo siguió y entró a su madriguera. El pozo era
más grande de lo que esperaba; ella caía y caía sin parar. Mientras caía, se durmió
y vió pasar todo tipo de cosas. Hasta que, súbitamente, se chocó con el piso. Vió al
conejo y nuevamente lo siguió por un pasadizo hasta llegar a un gran vestíbulo1.
Allí, se encontró con muchas puertas, pero no pudo abrir ninguna.
En el centro del vestíbulo, descubrió repentinamente una mesa de vidrio con una
llave de oro. Con ella intentó abrir todas las puertas pero en ninguna funcionaba.
Hasta que descubrió, detrás de una cortina, una pequeña puerta que logró abrir con
la llave de oro. A través de ella, vió un hermoso jardín… pero Alicia era muy grande
para atravesar la puertita. Al volver a mirar hacia la mesa, descubrió algo nuevo:
una botella que decía “BÉBEME”. Alicia decide tomar ese líquido y se encoge hasta
medir 25 cm. Ésto le permitiría pasar por la puerta pero se había olvidado la llave
sobre la mesa. Se siente muy triste ante su situación y comienza a llorar y llorar.
Luego de un rato, encuentra un pastelito que dice “CÓMEME”.

Capítulo 2: El charco de lágrimas


Alicia empezó a crecer por efecto del pastelito hasta medir 2 metros. Agarró la llave
de oro y al darse cuenta de que no podría entrar, volvió a llorar sin consuelo. Tanto,
tanto lloró que formó un charco con sus lágrimas. Vió pasar al conejo e intentó
pedirle ayuda pero él se asustó y se fue olvidando sus guantes y su abanico. Alicia
siguió llorando y ahora también abanicándose. Mientras se abanicaba, se iba
achicando. Sin embargo, ya no se sorprendió de los poderes del abanico ya que
todo allí parecía poder achicar o engrandecer a las personas. Como era tan chiquita,
comenzó a hundirse en su propio charco de lágrimas.
Sintió que alguien se acercaba, era un ratón. Al hablarle en inglés sin obtener
respuesta, le preguntó en francés: “¿dónde está mi gato?” ya que era la única frase
que recordaba. Pero el ratoncito se asustó y le contestó que no le gustaban los
gatos. Alicia no podía creer que no le gusten los gatos, ya que su gatita Dina era
muy buena. Mientras el ratón se ofendía, Alicia le hablaba de sus perros intentando
cambiar de tema aunque sin querer volvía a ofenderlo. El ratón le propuso nadar a
la orilla junto a otros animales que también habían caído en el charco.

1
Sala dentro de una casa que comunica la entrada con las demás piezas.
Capítulo 3: Una carrera loca y una larga historia.
El grupo de animales con aspecto extraño se reunió en la orilla, había pájaros, un
pato, un dodo2, un aguilucho, un loro. Alicia discutió con el loro mientras todos
pensaban caóticamente en cómo secarse hasta que el ratón interrumpió. Dijo que
iba a contar la historia más seca que conocía. Comenzó a narrar la historia de un tal
Guillermo… pero nadie se sintió seco. Entonces el Dodo propuso que tomaran
medidas más radicales como una Carrera Loca. Primero, el Dodo armó la pista con
forma circular, todos se ubicaron en distintas partes y empezaron a correr. Hasta
que pasada media hora el Dodo anunció que había terminado. Todos habían
ganado y Alicia entregaría los premios. Ella encontró unos confites en su bolsillo y
repartió uno a cada ganador.
Luego, todos pidieron por otra historia y, a pedido de Alicia, el Ratón comenzó a
contar un cuento sobre un pleito con una Furia3. Pero como sintió que Alicia no lo
escuchaba con atención, se ofendió. Unos instantes después, Alicia habló de Dina-
su gatita- y nuevamente espantó a todos los pajaritos y animales. Al quedarse sola
otra vez, comenzó a llorar con mucha tristeza.

Capítulo 4: La casa del conejo


Alicia escuchó que volvía el conejo a buscar sus guantes y su abanico. Él la
confundió con una tal Mary Anne y la mandó a buscar otros guantes a su casa. Ella,
en la confusión, le hizo caso y fue hacia donde él había señalado. Caminó hasta una
casa donde la puerta decía “Sr. Conejo” y encontró lo que buscaba allí. Antes de
salir, vió una pequeña botella y la bebió. Se hizo tan pero tan grande que no entraba
en la casa.
Cuando el Conejo volvió a su casa, encontró un brazo saliendo por la ventana sin
comprender de qué criatura se trataba. Llamó pidiendo ayuda e intentaron entrar a
la casa o tirar cosas hacia adentro para que la criatura saliese, pero sin éxito. En un
momento, a Alicia se le ocurrió comer unas masitas que le había arrojado; pensó
que quizás así lograría achicarse. Funcionó, pero se hizo muy pequeña y cuando
salió de la casa todos los animales la perseguían sin parar.
Alicia corrió hasta un espeso bosque donde se encontró con un perro. Le dió mucho
miedo por su tamaño pero creyó que, en realidad, él sólo quería jugar.

Capítulo 5: Consejos de una oruga


Alicia se encontró sorpresivamente con una misteriosa Oruga que fumaba sin parar
en su pipa. La Oruga le preguntó quién era y Alicia sintio que era muy difícil
responder ya que había cambiado tantas veces de forma durante ese día que ni ella
misma sabía ya quién era. La Oruga era muy particular, le llevaba la contra en todo
lo que Alicia decía. Cuando Alicia le expresó su frustración por sentirse pequeñita, la
oruga le dió una seta4 y le dijo "un lado te hará crecer y el otro lado te hará
disminuir". Luego, la Oruga se esfumó.
2
El pájaro dodo es una especie de ave extinta.
3
En la mitología griega, son personificaciones femeninas de la venganza.
4
Una seta es un hongo comestible.
Alicia se quedó dubitativa ya que la seta era completamente redonda y no sabía de
qué lado debía comer. Probó con el lado derecho y repentinamente sintió que su
barbilla chocaba con sus pies. Con apuro, probaba el pedazo de seta del lado
izquierdo para volver a crecer… Sin embargo, crecía demasiado rápido y su cuello
se había estirado tanto que no llegaba a ver sus propios hombros. Intentó mover sus
manos pero no las veía, solo veía verde hacia abajo. Logró bajar su cuello para
investigar y descubrió que lo que veía verde desde arriba eran las mismísimas
copas de los árboles.
Una Paloma la golpeó en la cara y la acusó de serpiente, pero Alicia se defendió
aunque la Paloma no parecía querer escucharla. La Paloma hablaba sin parar sobre
su difícil lucha para defender a sus huevos de las serpientes. Alicia trataba de
explicarle que ella era una niña pero también comía huevos así que no pudo evitar
ofender a la Paloma. No lograron entenderse y Alicia volvió a enderezar su largo
cuello hacia arriba.
Alicia intentó recuperar su estatura original mordisqueando de un lado y otro de la
seta. Más aliviada siguió caminando hasta un claro en el bosque donde vislumbro
una casita. Para no asustar a los posibles habitantes, redujo un poco su tamaño.

Capítulo 6: Cerdo y pimienta.


Alicia estaba parada mirando la puerta cuando de pronto vino corriendo un lacayo
de librea5 a golpear enérgicamente la puerta. Abrió la puerta otro lacayo de librea
con ojos de rana y recibió un mensaje: "De la reina. Una invitación para la Duquesa
para jugar al croquet".
Alicia intentó entrar golpeando la puerta pero el lacayo le respondió ridículamente
que no servía de nada golpear. Luego de un absurdo diálogo, Alicia tomó coraje y
sin pedir más permiso, entró a la casa. Allí había una cocina donde estaba la
Duquesa sentada sobre un taburete con un bebé en brazos y la cocinera
devolviendo una gran sopa. También había un gato sonriente que la Duquesa
llamaba gato de Cheshire; según ella todos los gatos podían sonreír, lo cual
sorprendió mucho a Alicia.
De pronto, la cocinera empezó a arrojar objetos sin parar hacía la cabeza de la
Duquesa y el bebé. Ante esto, Alicia se sorprendió y quiso intervenir, pero la
Duquesa le respondió que se metiera en sus propios asuntos. Agregó: “¡Que le
corten la cabeza!".
La Duquesa se fue a jugar al croquet con la reina y le dejó el bebé a Alicia, quien
pensaba que era un pecado dejarlo en esa casa. Por eso, se va hacía el bosque con
el bebé pero descubre que es un cerdito y lo libera.
Repentinamente el sonriente gatito de Cheshire se apareció en una rama del
bosque y Alicia le consultó sobre el camino que debía seguir.
Alicia mantuvo con el mínimo una conversación extrañísima. Él le dijo que hacía un
lado había un Sombrero y hacia el otro una Liebre de Marzo pero que ambos
estaban locos. Luego le afirmó que todos estaban locos, incluso ella misma.

5
Un lacayo era un criado cuya principal ocupación era acompañar a su amo.
Todo confundió mucho a Alicia. El gato le aseguró que se volverían a ver si iba a
jugar al croquet con la reina. Alicia decidió encaminarse a la casa de la Liebre de
Marzo ya que había visto algunos sombreros en su vida. Se acercó hasta una casa
con chimeneas de orejas y techo recubierto de piel.

Capítulo 7: Una merienda de locos


En una mesa bajo un árbol, la Liebre de Marzo y el Sombrerero tomaban el té con
un Lirón6 que dormía profundamente. Alicia se acercó para sentarse pero le dijeron
que no había lugar. Ella se sorprendió ya que la mesa era bastante grande. Así
comenzaban un diálogo muy absurdo que arrancó con el Sombrerero preguntando
qué tienen en común un cuervo y un escritorio. Luego de pensarlo, Alicia se dió por
vencida pero ellos tampoco tenían la respuesta. Alicia se sorprendía de que dijeran
cosas sin sentido y mataran el tiempo en adivinanzas sin solución. Luego de una
larga charla sobre el tiempo, el Sombrerero le contó a Alicia que el pasado marzo
había cantado en una fiesta de la Reina de Corazones, una canción que a ella no le
había gustado. Entonces anunció que por matar al tiempo, le corten la cabeza al
Sombrerero. Desde ese momento, el tiempo se había enojado con el Sombrerero
por matarlo y ya no le hacía más favores. Por eso, todo el tiempo eran las seis de la
tarde, es decir, la hora del té.
Para cambiar de tema, despertaron al Lirón y le pidieron que contara un cuento. Él
empezó a narrar la historia de tres hermanitas que vivían en un pozo y se
alimentaban con melaza7… pero esto trajo muchas preguntas a Alicia ya que le
parecía algo raro. Luego la historia siguió: las niñas dibujaban cosas que
empezaban con la letra "m". Pensaba Alicia que todo aquello era un disparate y
ofendida por el maltrato que recibía, se fue de esa merienda absurda.
Caminó por el bosque hasta ver una puerta en un árbol. Decidió entrar y se encontró
nuevamente en el gran vestíbulo. Allí decidió hacer las cosas mejor: cogió la
llavecita de oro, abrió la puerta que daba al jardín, mordisqueó la seta y se adentró
en la puertecita.

Capítulo 8: el croquet de la reina


Por fin en el jardín, Alicia admiró un gran rosal de rosas blancas. Sin embargo, tres
jardineros se ocupaban de pintarlas de rojo. Éstos discutían sin parar hasta que
descubrieron a Alicia y le hicieron una reverencia. Cuando Alicia preguntó por qué
las pintaban de rojo. El jardinero Dos le respondió que por equivocación habían
plantado un rosal blanco e intentaban pintarlo de rojo antes de que la reina los
descubriera. Súbitamente, descubrieron que venía la Reina.
Primero, aparecieron diez soldados con tréboles en sus escudos. Después, diez
cortesanos con diamantes. A continuación, diez infantes reales saltando y
adornados con corazones. Luego, los invitados, reyes y reinas; entre ellos, el
Conejo Blanco y el Valet de Corazones que sostenía un cojín de terciopelo carmesí

6
Un lirón es un tipo de ratón que duerme durante todo el invierno.
7
Un sustituto del azúcar.
con la corona del Rey. Finalmente, el Rey y la Reina de Corazones. A simple vista
eran todas barajas de póker y Alicia pensó que no debía sentirse intimidada.
La Reina, muy malhumorada, le preguntó quién era y Alicia se presentó. La Reina
mandó a cortarle la cabeza a los tres jardineros cuando descubrió lo que hacían.
Pero Alicia intentó defenderlos y los escondió en una maceta para que no los
encontraran. Luego, la reina invitó a Alicia a jugar al croquet.
Era un campo de croquet muy extraño: estaba lleno de montículos, las bolas eran
erizos vivos, los mazos eran flamencos vivos y los soldados mismos eran los que
debían servir de aros. Cuando comenzó el partido todo era un descontrol: todos
jugaban al mismo tiempo, los flamencos y erizos intentaban desenroscarse y los
jugadores discutían mientras la reina iba de un lado al otro diciendo "¡Que le corten
la cabeza!".
Cuando Alicia ya se sentía incómoda con toda esta situación, apareció el Gato de
Cheshire y se alegró de tener a alguien con quién hablar. Pero cuando el Rey lo
descubrió, se sintió insultado ya que era solo una cabeza que se atrevía a mirarlo a
los ojos. Entonces lo mandó a matar. Pero cuando arribó el verdugo dijo que no
podía cortar una cabeza sin un cuerpo. La reina, por su parte, sentenció que si no
solucionaban el problema haría cortar la cabeza a todos. Todos miraron a Alicia y
ella opinó que como el gato era de la Duquesa debían consultarle a ella. El verdugo
fue a la cárcel en busca de la Duquesa pero cuando la trajo el gato ya había
desaparecido nuevamente. Mientras comenzaban a buscarlo, el resto del grupo
volvía a la partida de croquet.

Capítulo 9: La historia de la falsa tortuga


Alicia se encontró con la Duquesa, quien se alegró de verla y la llevó a dar un
paseo. Pero Alicia se distrajo pensando que la pimienta ponía de mal humor a la
gente, el vinagre las hacía agrias, la manzanilla las hacía amargas y las golosinas
las hacía dulces… por eso no dijo una palabra y la Duquesa la sobresaltó
hablándole muy cerca. A Alicia le molestaba esto porque La Duquesa era muy fea y
apoyaba la barbilla puntiaguda en su hombro.
La Duquesa intentaba buscarle una moraleja a todo y soltaba frases sin sentido que
Alicia refutaba o no, simplemente no podía seguir. Hasta que fueron interrumpidas
por la Reina y la Duquesa salió corriendo. Volvieron al campo de juego donde la
Reina no paraba de gritar a unos y a otros que les corten la cabeza. Cada vez que
condenaba a alguien, quedaba bajo vigilancia de los soldados. Entonces éstos
dejaban sus puestos de aros en el juego y todos los jugadores, excepto el Rey, la
Reina y Alicia, estaban arrestados y bajo sentencia de muerte. Entonces la Reina
abandonó la partida y le preguntó a Alicia si ya había visto a la Falsa Tortuga.
Le contó que la Falsa Tortuga servía para hacer sopa que parecía de tortuga pero
no era de auténtica tortuga. La Reina despertó a un grifo8 que dormía, le ordenó que

8
El grifo​es una criatura mitológica, cuya parte frontal es la de un águila gigante, con plumas
blancas, pico afilado y garras poderosas. La parte posterior es la de un león, con pelaje amarillo,
patas musculosas y cola larga.
acompañase a Alicia a escuchar la historia de la Falsa Tortuga y los dejó solos.
Apenas la Reina se fue, el Grifo se rió sobre las fantasías de la Reina. Caminaron
un poco hasta que llegaron junto a la Falsa Tortuga quien dijo que iba a contar su
historia. Pero pasaron unos minutos en silencio y nadie habló… hasta que
finalmente comenzó “hubo un tiempo en que yo era una tortuga de verdad”. La
Falsa Tortuga contó que iba a una escuela bajo el mar con clases especiales y todo
tipo de estudios disparatados como: feificar, histeria antigua, pintura al boleo, patín y
riego. Así continuaron discutiendo… ya que la Falsa Tortuga creía que Alicia no
comprendía nada bien las cosas y era una niña tonta. Hasta que el Grifo le pidió que
contara sobre los juegos.

Capítulo 10: El baile de la langosta


La Falsa Tortuga suspiró profundamente y comenzó a enjuagarse las lágrimas que
caían sin parar. Hasta que se repuso y comentó lo agradable que era el Baile de la
Langosta, el cual Alicia no conocía. Se formaban dos líneas de focas, tortugas y
demás, se daban dos pasos al frente y cada uno con una langosta de pareja. Hasta
que saltaban las langostas en el mar, lo más lejos posible, y los otros nadaban tras
ellas. Luego de esa extraña explicación, el Grifo y la Falsa Tortuga le preguntaron a
Alicia si quería ver parte del baile. Comenzaron a bailar encima de ella, dándole
algunos pisotones y cantando la canción del Baile de la Langosta durante largo rato.
Más tarde le dieron una larga explicación sobre la forma del cuerpo de las
pescadillas y por qué el delfín es una buena compañía entre los animales del mar.
Cuando le preguntaron a Alicia si quería contar sus aventuras, ella dijo que les
contaría su día desde el momento en el que conoció al Conejo Blanco. Así hizo
hasta que llegó a la parte en que recitó el poema a la Oruga y sus oyentes se
sorprendieron tanto que le pidieron que recitara un nuevo poema. Pero cuando
Alicia lo decía salía todo distorsionado… Así que el Grifo le propuso probar otra
figura del Baile de la Langosta o que la Falsa Tortuga le cantara alguna canción.
Alicia eligió sin dudarlo la canción. Comenzó entonces la Falsa Tortuga a cantar
sobre la sopa de tortuga entre sollozos. Pero la interrumpió un grito “¡Se abre el
juicio!” y el Grifo le agarró la mano para salir corriendo sin esperar siquiera que
terminara la estrofa.

Capítulo 11: ¿Quién robó las tartas?


Cuando llegaron, el Rey y la Reina de Corazones estaban sentados en sus tronos, y
había una gran multitud congregada a su alrededor: pajarillos y animalitos junto a la
baraja completa de cartas. También estaban el Valet encadenado y el Conejo
Blanco con una trompeta y un pergamino. En el centro, había una mesa con una
bandeja de tartas que Alicia miraba mientras se le hacía agua la boca. Comenzó a
observar alrededor suyo el juicio: el Rey tenía la peluca del juez, algunas criaturas
formaban el jurado y el Conejo Blanco era el Heraldo que debía leer la acusación.
Dijo: “La reina cocinó varias tartas un día de verano azul, el Valet se apoderó de
esas tartas y se las llevó a Estambul”. Luego, llamaron al primer testigo, que era el
Sombrerero, para que diera su testimonio. Dijo que el hecho fue el catorce de
marzo, pero la Liebre de Marzo dijo que fue el quince y el Lirón corrigió que fue el
dieciséis. El rey ordenó al jurado anotar todo eso y le ordenó al Sombrero quitarse
su sombrero. Pero él respondió que no era suyo y fue acusado de ladrón. Aclaró
que eran para vender, ya que él mismo era Sombrerero, pero en la confusión fue
amenazado por el Rey y se puso muy nervioso.
En el desorden, Alicia dió un mordisco a la taza de té y comenzó a crecer
notablemente. Mientras seguía el conflicto con el Sombrerero, un conejillo de indias
aplaudió y fue reprimido por los ujieres9 que lo metieron en una bolsa y se sentaron
encima suyo. Dejaron ir al Sombrerero ya que no aportó mucho al caso, él se fue
corriendo y no llegaron a agarrarlo cuando la Reina dijo que le cortaran la cabeza.

La siguiente testigo era la cocinera de la Duquesa quien trajo consigo el pie de


pimienta en la mano. Pero cuando le preguntaron de qué estaban hechas las tartas
respondió de pimienta y enojó al Rey. Decidieron llamar al próximo testigo y para su
sorpresa, el Conejo Blanco pronunció el nombre de la mismísima Alicia.

Capítulo 12: La declaración de Alicia.


Alicia se puso de pie muy decidida cuando escuchó su nombre pero, sin acordarse
de cuánto había crecido, golpeó al estrado y todos los miembros cayeron de cabeza
encima de la gente. Alicia muy preocupada intentó agarrarlos uno por uno para
devolverlos al estrado.
Cuando todo estuvo nuevamente en orden, el Rey le preguntó a Alicia qué sabía del
asunto y ella respondió que no sabía nada…. Luego el Rey leyó de su libreta un
artículo que decía: "toda persona que mida más de un kilómetro tendrá que
abandonar la sala". Si bien Alicia dijo que no estaba de acuerdo en medir tanto, la
Reina insistió en que medía casi dos kilómetros. Alicia contestó que ese artículo
acababa de ser inventado por el Rey y él dijo que era el más viejo del libro.
El Rey quiso escuchar el veredicto del jurado pero el Conejo Blanco dijo que todavía
faltaba analizar las pruebas y de hecho, había encontrado un papel escrito
supuestamente por el acusado. Sin embargo, Alicia dijo que eso no probaba nada
de nada ya que no sabían si había sido escrito por el Valet, ni sabían que decía. El
Conejo leyó unos versos extrañísimos a los cuales Alicia no les encontró ningún
sentido pero el Rey los consideró la prueba más contundente de todas. Comenzó a
decir que todo en el verso tenía sentido y volvió a pedir al jurado que diga su
veredicto. Pero la Reina pidió primero la sentencia, luego el veredicto.
Hasta aquí llegó la paciencia de Alicia que ya no temía a los Reyes porque había
crecido mucho y gritó “¡valiente idiotez!”. La Reina la mandó a callar y luego a que le
corten la cabeza pero nadie se movió. Alicia enfurecida dijo: “¿Quién le va a hacer
caso? ¡No sois todos más que una baraja de cartas!” Al oir esto la baraja se elevó
por los aires y se precipitó contra ella. Alicia dió un pequeño grito e intentó
sacárselos de encima… y se encontró tumbada en la ribera, con la cabeza apoyada

9
Los ujieres son empleados que mantienen el orden durante los juicios.
en la falda de su hermana, que le estaba quitando cariñosamente de la cara unas
hojas secas que había caído desde los árboles.
La hermana de Alicia la despertaba mientras le decía que había dormido mucho
rato. Alicia le contó que había tenido un sueño extrañísimo y le relató tal cual lo
recordaba todas las sorprendentes aventuras que hemos leído. Luego, Alicia se fue
a merendar y su hermana se quedó allí… hasta que ella también se quedó dormida
y soñó con Alicia. Veía a Alicia y poco a poco también a todos los extraños
personajes del sueño de su hermana. La alta hierba se agitó a sus pies cuando
pasó corriendo el Conejo Blanco; el asustado Ratón chapoteó en un estanque
cercano; pudo oír el tintineo de las tazas de porcelana mientras la Liebre de Marzo y
sus amigos proseguían aquella merienda interminable y la penetrante voz de la
Reina ordenando que se cortara la cabeza a sus invitados…
La hermana de Alicia imaginó cómo sería su hermanita cuando se convirtiera en
mujer, y pensó que seguiría para siempre con esa mente soñadora y le contaría a
todos los niños que quisieran un cuento extraño, quizás este mismo sueño del País
de las Maravillas.

FÍN.

También podría gustarte