PROCESO DE SACRIFICIO EN CUYES

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PROCESO DE SACRIFICIO EN CUYES

El cuy (Cavia porcellus) fue criado en cautiverio desde la época precolombina y es


una fuente importante de proteína para el poblador andino. Esta actividad pecuaria
es de interés económico en la región alto-andina, costa y selva en América del
sur1,2. Además, se conoce que esta especie posee propiedades anti-cancerígenas
debido a la enzima L-asparraginasa presente en su sangre, lo cual promueve su
producción comercial3,4. Esta cultura se realiza mayormente de forma
tradicional5 aprovechando residuos de cosecha y algunos forrajes disponibles en la
región. En consecuencia de esto son observados bajos índices productivos y
reproductivos6, características que están influenciadas por factores ambientales 7 y
genéticos8,9. Estos factores tienen influencia especialmente sobre características de
peso, crecimiento, calidad de carcasa y valor nutritivo10.

En la producción comercial de carne, el crecimiento representa el aumento en


tamaño del individuo como consecuencia de la multiplicación, incremento en
dimensión, regeneración e interconversión celulares; así como la incorporación de
componentes específicos en los tejidos 11,12. Luego, el desenvolvimiento ponderal es
la modificación de la conformación del cuerpo del animal conforme sus funciones
fisiológicas consigan autonomía completa13. De modo práctico, el crecimiento es
uno de los componentes responsables del éxito productivo de la granja; por lo
tanto, existe necesidad de producir carne con individuos de mayor velocidad de
crecimiento. Esto puede ser obtenido con un adecuado sistema de alimentación.

Los sistemas de alimentación están constituidos por diferentes fuentes nutritivas de


acuerdo al sistema de producción de carne. Estos proporcionan cantidades
adecuadas de nutrientes para mantener la productividad del de éste. En granjas
comerciales de Cuy, el sistema de alimentación puede variar desde el uso de
productos comerciales especializados, hasta el empleo de forraje verde,
principalmente alfalfa, o la combinación de ambas.

Con la necesidad de mejorar la producción y productividad de la carne de cuy, es


preciso evaluar alternativas económicas en función del sistema de alimentación que
beneficie al productor14. De la misma forma15, destacan que monitorear y encontrar
el tiempo adecuado para el sacrificio de los animales, en función de su crecimiento
y del costo del alimento, es relevante; ya que estos factores influencian
directamente al sistema productivo siendo, no solo en la producción comercial de
carne de cuy, dificultades que actualmente enfrenta el productor. Cuando este es
encontrado, la eficiencia biológica y económica del sistema se incrementan
optimizando el retorno monetario. Investigaciones anteriores han demostrado que
mediante el análisis del desenvolvimiento del animal en función de su peso vivo, es
posible establecer la edad ideal de sacrificio16,17.

Particularmente, modelar matemáticamente estas informaciones estudiando la


edad óptima de sacrificio depende no solo del peso vivo del animal, sino también
del mercado. Estos aspectos conciernen a la precocidad del individuo para ser
sacrificado y comercializado siendo que, al mismo tiempo, pueden ser controlados
mediante la aplicación de un determinado sistema de alimentación 18. En este
contexto, el presente trabajo busca determinar el momento óptimo de sacrificio
comercial en cuyes criados en sistema semi-intensivo bajo tres sistemas de
alimentación.

MATERIALES Y MÉTODOS
Esta investigación se realizó en una granja comercial de cuyes, ubicada en el
distrito de San Sebastián, Provincia del departamento del Cusco a una altitud de
3.110 m.s.n.m. (Latitud: 13°33'06.9"Sur.; Longitud: 71°53'01.2" Oeste). Con una
temperatura anual media que oscila entre 5°C y 18°C. El estudio tuvo una duración
de 15 semanas.

Fueron utilizados 96 cuyes de la línea genética Perú, machos, recién nacidos con
peso entre 95 y 110 gr provenientes de partos dobles y triples de hembras
primíparas y multíparas, las cuales fueron fertilizadas en empadre continuo y
tomando en cuenta la relación de 8:1. Estas hembras fueron distribuidas en 12
cubículos experimentales, construidos a base de madera y malla metálica con
medidas de 1,50 x 1,00 x 0,40 m. Cada cubículo fue higienizado con una solución
de hipoclorito de sodio (4%) una semana antes de colocar a los cuyes. Finalmente
fue colocada una cama de viruta de madera en cada cubículo experimental para
mayor confort térmico.

El cobertizo fue construido en 50 m2 considerando criterios técnicos de bienestar


animal, lo cual permitió controlar corrientes de aire, calor y humedad excesiva. Esta
construcción de adobe y techo de teja de cerámica intercalado con planchas
onduladas de polipropileno traslucido, fue adecuada para mejorar la iluminación
diurna; en el caso de la iluminación nocturna, fue instalado un sistema de
iluminación artificial; ambos permitieron el manejo adecuado de los animales
durante la fase experimental. Se colocaron ventanas de malla, las cuales
permitieron regular la temperatura y ventilación del cobertizo. Tanto la temperatura
y humedad del galpón fueron controladas mediante termohigrómetro digital.

El destete de los cuyes ocurrió a los 14 días de edad, momento en que fueron
distribuidos al azar en cada uno de los sistemas de alimentación (SA) diseñados
para esta investigación. Fueron considerados tres SA de acuerdo al nivel de
inclusión de alimento balanceado comercial en la dieta, expresado en materia seca
(MS). El SA1 utilizó en su dieta 100% de alfalfa verde (Medicago sativa) y oreada,
ofrecida ad-libitum durante todo el experimento; para el SA2 fue utilizada
alimentación mixta con alfalfa (Medicago sativa) (50%), a razón del 15% del peso
vivo (PV) del cuy, y alimento balanceado comercial (50%). Finalmente el SA3,
conocido también como alimentación integral, utilizó 100% de alimento balanceado
comercial en su dieta. Los tres SA fueron diseñados considerando las
recomendaciones de la NRC. El análisis químico proximal de las tres dietas
experimentales, fue realizado en el Laboratorio de Nutricion Animal (LNA) del
Departamento Académico de Producción Animal de la Facultad de Zootecnia, de la
Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco - UNSAAC - Perú. Para este
propósito, fueron enviadas muestras de 100 gr de dieta por SA (Tabla 1).

Tabla 1. Composición porcentual de los insumos y nutricional de las dietas experimentales,


expresadas en MS, ofrecidas a cuyes (Cavia porcellus) criados bajo tres sistemas de
alimentación (SA).
I: Sistema de alimentación 1; II: Sistema de alimentación 2; III: Sistema de
alimentación 3; MS: Materia seca; P: Proteína; EE: Extracto etéreo; FC: Fibra cruda;
ELN: Extracto libre de nitrógeno; Ce: Ceniza; EM: Energía metabolizable; Lys: Lisina;
Arg: Arginina; Met: Metionina; Met-Cys: Metionina-cistina; Trp: Triptófano; Thr:
Treonina; Gly-Ser: Glisina-serina; His: Histidina; Ile: Isoleucina; Leu: Leucina; Phe:
Fenilalanina; Phe-Tyr: Fenilalanina-tirosina; Val: Valina; Pd: Proteina disponible; Ca:
Calcio; Na: Sodio; K: Potasio; Cl: Cloro. 1Análisis químico proximal realizado en el
Laboratorio de Nutrición Animal - UNSAAC.
El consumo de la dieta (CD) fue registrado cada 24 horas, durante 10 semanas, en
cada cubículo experimental colectando datos de alimento ofrecido (gr) y alimento
residual (gr) para estimar el consumo semanal. La ganancia de peso (GP) (gr) fue
registrada, en control semanal, de forma individual y en ayunas a las 8:00 a.m. con
el auxilio de balanza digital. La conversión alimenticia (CA) es el parámetro que
indica la cantidad de alimento requerido, el cual fue expresado en materia seca
(MS), para producir un kilogramo de PV mediante la siguiente relación: CA = CD/GP.

La evaluación económica del momento óptimo de sacrificio comercial (MOSC) en


cada SA se efectuó empleando el método de mérito económico adaptado a partir de
la literatura19, en base al costo del forraje y del alimento comercial, considerando
CA y GP de cada individuo. Para determinar propiamente el MOSC, fueron
estimados tres indicadores bioeconómicos (IBE). El primero (IBE1) es el índice
conformado por el precio de un kilogramo de alimento (PA) y el de un kilogramo de
PV de cuy (PP); el segundo (IBE2) está diseñado en función de la CA, cuyo valor es
resultado del índice de GP y CA; finalmente, el tercer IBE (IBE3) es el valor de PP
dividido por IBE2. En este contexto, PA fue utilizado como línea de corte para los
valores predichos de IBE3, cuyo valor inferior determina la semana para el MOSC de
cuyes en cualquier SA. El PA para SA1 fue S/. 1.7; para SA2 fue S/. 1.0 y para SA3
fue S/. 1.1 en MS.

Para estimar los efectos fijos y aleatorios sobre las características de peso y
crecimiento de los cuyes, fue aplicado un análisis de varianza con arreglo de
medidas repetidas en el tiempo mediante el siguiente modelo mixto Yijkl = μ + SAi
+ SEj + A(SE)jk + eijkl. El efecto de los factores incluidos en el modelo son descritos
por Yijkl como la observación referente a las variables dependientes del i-ésimo SA,
en la j-ésima semana de evaluación a partir del k-ésimo efecto aleatorio del cuy en
la j-ésima semana, asociado al l-ésimo residuo experimental aleatorio. SAi
representa al i-ésimo efecto fijo asociado al sistema de alimentación (SA = 1, 2 y 3);
SEj es el j-ésimo efecto fijo asociado a la semana de evaluación (SE = 0, …, 9 y 10)
del crecimiento de los cuyes; A(SE)jk es el k-ésimo efecto aleatorio asociado a cada
animal, como subparcela, en la j-ésima semana, la cual fue utilizada como parcela;
por ultimo eijkl es el residuo experimental aleatorio asociado a cada observación
Yijkl. El peso inicial del cuy no fue utilizado como covariable debido a que los
animales pertenecen al mismo grupo contemporáneo y demostraron pesos
similares (p>0,05) en un pre análisis.

Para estimar el MOSC en función de cada SA, o porcentaje de concentrado en la


ración (0, 50 y 100%), cinco modelos de regresión fueron ajustados para los valores
predichos de IBE3, los cuales fueron obtenidos a partir de sus correspondientes
valores observados y con auxilio del análisis de varianza. De estos modelos, tres
fueron de regresión lineal y dos polinomiales, todos con 5% de significatividad
fueron aplicados para seleccionar aquel que se ajustó mejor a estos valores siendo
su representación el siguiente: Modelo lineal de 1º grado: Y1ij = b0 + b1xi + eij (i);
Modelo hiperbólico: Y1ij = b0 + b1xi-1 + eij (ii); Modelo logarítmico: Y1ij = b0 +
b1log10(xi) + eij (iii); Modelo lineal de 2º grado: Y1ij = b0 + b1xi + b2xi2 + eij (iv),
y Modelo raíz cuadrada: Y1ij = b0 + b1xi + b2xi0,5 + eij (v); donde Y1ij representa
el valor predicho de IBE3 observado (Yij) como variable dependiente; b0, b1, b2 son
los parámetros de regresión; xi es el porcentaje de concentrado en la dieta, como
variable independiente y eij representa al residuo aleatorio asociado a cada Y1ij. La
determinación del modelo que se ajustó mejor fue evaluado mediante el mayor
valor del coeficiente de determinación (R2).

El nivel de significatividad adoptado para todos los análisis estadísticos fue de 95%.
El análisis de varianza; la estimación de valores predichos para IBE3; la
comparación múltiple de medias con test de Tukey en caso de p<0,05 para cada SA
y SE; así como la estimación de los coeficientes de regresión para los modelos
lineales y polinomiales propuestos, fueron realizadas con el software R 20. Por
propósito de conversión monetario, fue considerado S/. 1.00 = US $ 0.31.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Estudios anteriores desconsideran el peso al destete y su efecto sobre el


desempeño de los animales, pero se ha demostrado que ellos tienen influencia,
inclusive en otras especies21,22,23 Estudiando el crecimiento en cuyes, los autores
utilizaron individuos de pesos que variaron entre 420,5 a 425,5 gr, confirmando los
valores que fueron observados en el presente trabajo (Tabla 2).

Tabla 2. Los valores se presentan en forma de medias y error estándar estimados a partir de
ANOVA para características de peso y crecimiento, así como la semana y peso del momento
óptimo de sacrificio económico (MOSC) de cuyes (Cavia porcellus) criados bajo tres sistemas
de alimentación (SA).

Letras diferentes en la misma linea difieren estadísticamente entre si por el test de


Tukey (p<0.05).

1
Ecuaciones de regresión del MOSC a partir del IBE3 predicho en función de la edad,
en semanas, de los cuyes para cada SA.

En este trabajo pudo observarse que el SA2 obtuvo CD superior (p<0,05) al de los
otros SA como se presenta en la tabla 2. Se observó que que cuando existe una
alimentación mixta, los cuyes tienen un consumo superior en comparación a dietas
únicas, tanto de alfalfa (Medicago sativa) o de alimentos balanceados comerciales.
La literatura afirma que este comportamiento alimentario es generado,
probablemente, debido a que tanto la palatabilidad y aceptabilidad de dietas únicas
son reducidas en función a la inclusión de otro insumo en ella 24. Por otro lado, este
comportamiento posiblemente estaría relacionado al mayor consumo de fibra en el
SA, ya que este nutriente ejerce interferencia indirecta sobre el consumo de
alimento25.

Debe considerarse que dependiendo del grado de aceptación del alimento en


función del aspecto, valor y composición nutritiva, será el consumo que se produzca
en los animales26. Otro factor relacionado al consumo voluntario de un determinado
tipo de dieta, está determinado por el aporte energético de la misma 27. Otro
experimento que incorporó harina de achira en dietas para cuyes, como fuente
energética, determinó que incrementar 8% de este producto mejora su consumo
voluntario por demostrar buenas características físico-químicas. Estos resultados
son corroborados en otro estudio que encontró mayor consumo de alimento en una
dieta suplementada con 200 mg de propóleo, frente a otras con menores
cantidades del mismo suplemento, mejorando los rendimientos productivos de
carne de cuy. De la misma forma 28, fue constatado que el incremento de
balanceado comercial en dietas diseñadas para cuyes, resultó en el incremento de
su consumo. Esto, según los autores, proporcionó calidad nutritiva, traduciéndose
en incremento en la eficiencia de utilización del alimento. Finalmente, el SA mixto
evaluado en un patrón cuadrático (Figura 1), indica que la inclusión 36% de
alimento balanceado comercial, produjo el mayor consumo de la dieta presentando
ventajas significativas (p<0,05) frente a los otros SA.

Figura 1. Peso semanal y final (gr) (a), Ganancia de peso y consumo de ración (gr)1 (b) y
conversión alimenticia (kg) (c) para cuyes criados en función de dosis crecientes de ración
comercial aplicados bajo tres sistemas de alimentación (SA).

En el presente trabajo fue observado que la GP semanal fue superior en el SA2


(p<0,05) en relación a los otros SA. De acuerdo con la literatura, en animales en
crecimiento, el incremento de proteína conduce al aumento lineal de la deposición
de proteína muscular y, por lo tanto, mayor ganancia de peso 19,29. Esto puede
atribuirse a que la inclusión de 50% de alimento balanceado comercial en una dieta
mixta, brindará mejor aporte de energía y proteína.

En otro estudio donde se utilizan dietas experimentales para nutrir cuyes y estimar
el MOSC30, se encontró que tanto la dieta conteniendo forraje con 10 gr de cebada
(7,7 gr/día) y otra con 7 gramos de semilla de girasol (8,14 gr/día) fueron las que
ofrecieron mejores GP en relación al forraje y a la dieta conformada solo por
semillas de cebada y de girasol. Los autores concluyen que incluir suplementos
energéticos en dietas compuestas de forraje verde mejora la GP, hecho que
posiblemente ocurrió en la presente investigación donde al incluir 16% de alimento
balanceado comercial, con función cuadrática (Figura 1), ofrece el máximo valor
para la GP. Adicionalmente, la fuente energética en el presente experimento sería
proporcionada por el concentrado comercial el cual, utilizado en alimentación
mixta, ofrece mejores GP31.

En lo que se refiere a la CA, el SA que demostró su mejor índice fue el 3 (p>0,05) en


comparación con los otros. Estos resultados confirman a los encontrados en otro
estudio32 donde fueron suplementados ácidos orgánicos, a dietas formuladas en
base de tres tipos de forrajes, y cuya CA mejoró significativamente con niveles
crecientes de este suplemento, además de demostrar un patrón cuadrático que es
similar al obtenido en este experimento como se observa en la Tabla 2.

En contraparte a las otras características estudiadas en este trabajo, el efecto de la


suplementación de alimento balanceado comercial sobre una dieta en base de
alfalfa, fue observado que su máxima inclusión en el SA3 tuvo mejor resultado en
CA (p<0,05) en comparación a los otros SA. Esto fue observado en un experimento
que utilizó alimento concentrado y 10% rastrojo de brócoli (PV-1) (Brassica
oleracea var. itálica) como dieta control, y cuya CA fue ligeramente inferior (3,73)
cuando comparada a las suplementadas con aceite de pescado y de semillas de
Sacha Inchi (3,52) (Plukenetia volubilis)33. En este caso, los autores mencionan que
tanto GP y CA, de tales magnitudes, poseen la capacidad de indicar un
comportamiento eficiente desde el punto de vista productivo comercial de cuyes.
En el presente estudio, el SA3 mostró valores inferiores de CA en comparación a los
anteriormente citados por la carencia de insumos energéticos de asimilación rápida,
como son las semillas oleaginosas.

Resultados similares a los obtenidos en el SA3, fueron encontrados en un trabajo


donde se suplementó Vitamina C a la dieta y se estudió su efecto sobre los
parámetros productivos de crecimiento-engorde34, en el cual todas las dietas no
difirieron entre sí (p>0,05), demostrando elevada CA en las dietas compuestas de
concentrado (4,63), así como la de concentrado + 66mg de Vitamina C/100 gr.
(4,54). De forma similar, otro estudio realizado en la costa peruana 35 encontró CA
de 4,7 utilizando solo alfalfa, resultado que fue superior al del SA1 y similar al del
SA3, cuyas funciones cuadráticas se muestran en la Figura 1. Según los autores,
estos resultados pueden atribuirse al valor nutritivo de los forrajes utilizados y al
medio ambiente donde se criaron los animales.

El PV alcanzado por cuy para cada SA aparece en la Tabla 2. En el SA1, este no


alcanza el valor exigido para su comercialización con fines de consumo; además de
encontrarse una retribución económica baja (25,53%) tal como se muestra en
la Tabla 3.

Tabla 3. Análisis económico al momento óptimo del sacrificio comercial (MOSC) de cuyes
(Cavia porcellus) criados bajo tres sistemas de alimentación (SA).
De la misma manera, el PV alcanzado por los cuyes en el SA2 al MOSC, está dentro
del rango de exigencias del mercado para consumo, con retribución económica de
84,70%, lo que se puede calificar como adecuado. Finalmente, y de forma similar al
SA1, en el SA3, a pesar de obtener cuyes con un peso apropiado para venta
comercial, su retorno económico solo es inferior al del SA2, calificándolos como
ineficientes.

De acuerdo a los resultados obtenidos en el presente estudio, el MOSC para el SA1


fue estimado para la semana 9, para el SA2 en la semana 10 y para el SA3 en la
semana 13. Del mismo modo, fue observado que el SA2 demostró mejor peso al
MOSC y cuyas funciones cuadráticas se muestran en la Tabla 2.

Para el óptimo desarrollo corporal de los cuyes, es necesario cubrir los


requerimientos nutricionales que permitan su correcto crecimiento y desarrollo
corporales. Esto implica que en el SA2 basado en una alimentación mixta,
mejorando los parámetros de crecimiento, optimizando la asimilación de nutrientes
e incrementando la deposición muscular. Al respecto 36 la literatura indica que
cuando se utiliza alimentación mixta en la producción comercial de cuyes, la
ganancia de peso diario varía entre 10 y 12 gramos y el periodo de crianza se
acorta. Asimismo, su rendimiento de carcasa es alto, como consecuencia de la dieta
con base en forraje y alimento balanceado comercial, en comparación al SA1 y SA3.
Este hecho permite una fuente nutricional eficiente para el animal, ya que esta
dieta cubre sus requerimientos fisiológicos de forma completa, repercutiendo en la
eficiencia productiva del cuy y en la elevada productividad de la granja.

CONCLUSIÓN

El presente estudio determinó que el momento óptimo del sacrificio comercial en


cuyes alimentados con alfalfa es a las 9 semanas, con alfalfa y alimento balanceado
a las 10 semanas y para cuyes alimentados con alimento balanceado es a las 13
semanas.
El consumo de alimento, ganancia de peso y conversión alimenticia evaluados al
momento óptimo de sacrificio comercial y en tres sistemas de alimentación, se
encuentran dentro de los parámetros reportados por otros autores.

En la evaluación por mérito económico, el sistema de alimentación 2 promueve


óptimo retorno financiero, superior al del sistema de alimentación 1 y similar al del
sistema de alimentación 3, pudiendo obtener mayor retribución económica con el
uso de un alfalfa (Medicago sativa) y alimento balanceado comercial, logrando más
ciclos de producción por año.

BIBLIOGRAFÍA

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(BSAVA manuals series). [ Links ]

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