1986 12 21 En el Monte de Sion. SL

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EN EL MONTE

DE SIÓN

21 de Diciembre de 1986
Cayey, Puerto Rico
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de
este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquier
error en este escrito es estrictamente error de audición,
transcripción e impresión; y no debe interpretarse como errores
del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificado
con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
EN EL MONTE DE SIÓN
Rev. William Soto Santiago
21 de Diciembre de 1986
Cayey, Puerto Rico

uy buenos días, amados amigos y hermanos; es para mí un


M privilegio muy grande estar nuevamente con ustedes en esta
ocasión; era en la República Dominicana que tenían planificado,
pero se confirmó que íbamos a estar aquí, por lo cual yo me alegro
mucho en esta mañana, y espero que lo que se ha estado hablando
aquí, llegue a la República Dominicana también.
Bueno, cuando escuchamos todo esto que nuestro hermano
Bermúdez ha estado hablando, nos preguntamos: “¿Dónde nos
vamos a meter? ¿Hacia dónde nos vamos a ir?” Y si ustedes
quieren saber, pueden tomar asiento para que sepan qué es lo que
se hace en un tiempo de persecuciones.
Hace mucho tiempo, quizás unos diez años, cuando tomaron la
letras de mi apellido, las primeras letras, para atacarme; yo les
expliqué que quién usaba las letras de mi apellido para atacarme
era el que estaba haciendo esas letras al revés; por lo tanto, era la
serpiente. Cada vez que se levanten a atacar a un mensajero de
Dios, y usen su nombre, sus letras, estará identificándose esa
persona, que hace el ataque, con esa serpiente.
Por lo tanto, ya ustedes estaban al tanto de todo eso desde como
diez años atrás. Así que no será nuevo para ustedes cuando
nuevamente la serpiente en cualquier momento trate de hacer lo
mismo, utilizando las letras de mi apellido. Ya ustedes saben que
ella estará, al utilizar esas letras, identificando a la persona que
quiere atacar.
¿Qué es lo que siempre hacen los que van a atacar a una
persona? Usan su nombre o sus apellidos para desprestigiarlo,
hablar mal en contra de la persona. Pero aquí tenemos una promesa
bíblica: el cuarto Elías oró por esa persona que estarían
persiguiendo y utilizando las letras de su apellido para atacarlo.
4 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

Según el hermano Branham, dice, será un ataque a muerte, y esto


involucra todos los sentidos, si podemos observar esa visión. Pero
la alegría nuestra es que ya en la visión el hermano Branham dice
que él oró por esa persona y pidió misericordia, y la serpiente no
pudo llevar a cabo el propósito que tenía contra esa persona que
estaba persiguiendo.
Así que, en esa parte estaremos tranquilos, pero las pruebas
siempre son duras, aunque después uno salga de ellas victorioso;
pero no hay victoria sin una batalla, sin una lucha; la lucha siempre
es dura, pero la victoria es lo que llena a uno de alegría, luego de
terminada la batalla. Ahora, ya sabemos estas cosas, sabemos que
ya en el programa de Dios todo esto fue visto; a Dios no le
sorprenderá nada, y yo espero que a nosotros tampoco. Dios en Su
programa todo lo tiene diseñado para que Su programa no sea
destruido, aun con todos los ataques que reciba en edades o
dispensaciones.
Así que, viendo que Dios tiene un programa y que de ese
programa dependemos todos nosotros, y que de lo que vio la madre
del hermano Branham (esas palomas también haciendo esas letras),
dependerá la salud del Cuerpo Místico del Señor; porque dice
Malaquías [capítulo 1, verso 2]: “A los que temen mi Nombre,
nacerá el Sol de justicia; y en Sus alas traerá salud.” Y el último
mensaje vendrá sobre las alas de un águila blanca. Y ya ustedes
conocen lo que son las alas, y lo que todo eso significa para los
escogidos del fin del siglo.
Estas cosas estaban encerradas en el misterio del fin del siglo,
en el misterio del séptimo Sello que los truenos apocalípticos dan
a conocer a todos los escogidos, llamando a los escogidos con gran
Voz de Trompeta. Será un mensaje de redención, un mensaje que
traerá salvación, salud en sus alas, en ese doble ministerio para
todos los escogidos; traerá la transformación de los cuerpos de los
escogidos que estén sobre la Tierra, y que estén ordenados para no
ver muerte. Ahí vendrá toda esa salud, porque Moisés representa
a los muertos que han de resucitar, y Elías a los vivos que serán
transformados y raptados. Por eso en el Monte de la
Transfiguración aparecieron con Jesús, el Hijo que estaba siendo
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adoptado, y mostrando allí la Segunda Venida del Hijo del Hombre


en el fin del siglo, aparecieron con Él, Moisés y Elías.
Ahora, la pregunta nuestra es: “¿Dónde nos vamos a esconder?”
Porque tenemos que trabajar, tenemos que llevar a cabo todas las
cosas que todo ser humano lleva a cabo en esta Tierra, y no
podemos dejar de trabajar. ¿Dónde nos esconderemos?
En una ocasión Moisés salió huyendo de Egipto, porque quiso
libertar a su pueblo y mató a un egipcio; y eso representaba la
muerte para Moisés, porque cualquier persona que matara a un
egipcio tenía la pena de muerte. Moisés no había nacido para morir
en las manos del faraón, de la ley de faraón, de las cortes del
faraón, sino para libertar al pueblo hebreo.
Se fue huyendo, y cuarenta años después subió a un monte, al
monte Sinaí, porque vio allí a una zarza que ardía, una zarza que
ardía, un arbusto que ardía y no se quemaba, no se consumía; y
cuando llegó allí, una voz salió del fuego y lo llamó. Le dijo el
motivo por el cual estaba allí esa luz, y también le dijo el motivo
por el cual Moisés estaba vivo; había llegado el tiempo para la
liberación de Israel y por esa causa Dios había aparecido a Moisés
para libertar al pueblo hebreo.
Luego que llevó a cabo la liberación del pueblo hebreo a través
de Moisés, en el cual Dios estaba y en el cual puso la Palabra
divina, el mensaje de liberación en los labios de ese profeta, de
Moisés, y a través del cual salía ese mensaje; luego le dijo: “Te
será dada esta señal, cuando los hayas libertado, tú los traerás
aquí.” [Éxodo 3:12].
Moisés llevó al pueblo al lugar en donde Dios le apareció, al
monte Sinaí, el Monte de Dios. Ahí el pueblo hebreo recibió la
Ley, ahí el pueblo hebreo vio otra dimensión manifestada en ese
monte, vio la Presencia de Dios en forma de fuego, escuchó
truenos, sintió aquel tremendo terremoto, bocinas y todas estas
cosas; y fue tan grande lo que allí aconteció, que Moisés dijo:
“Estoy asombrado y temblando, lleno de temor (estaba
temblando).”
Y si Moisés estaba temblando, ¿cómo estaría el pueblo? El
pueblo dijo: “No hable Dios más con nosotros, hable Dios contigo,
6 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

y tú hablas con nosotros, porque no vayamos a morir nosotros.”


[Éxodo 20:18-19]. El pueblo temió en esa ocasión y no quiso más
ver a Dios y escuchar a Dios directamente.
Dios le dijo a Moisés: “Bien han dicho, por lo tanto, yo les
levantaré profeta de entre el pueblo y él le hablará al pueblo,
profeta como tú, y yo pondré mi Palabra en su boca y él hablará
todo lo que yo le mandare; y cualquiera que no escuchare lo que él
hablare en mi Nombre, yo le pediré cuenta, yo le desarraigare del
pueblo.” [Deuteronomio 18:15-19].
Esa es una de las causas por la cual muchas personas son
desarraigadas del pueblo, sus nombres borrados del Libro de la
Vida: porque no escuchan lo que Dios pone en la boca de Sus
mensajeros en las edades o en la dispensación en que viven.
Ahora, preguntando: ¿Dónde nos meteremos? ¿Dónde nos
esconderemos? Aquí hemos estado viendo el Monte de Dios, el
monte Sinaí, en donde Dios se manifestó, en donde otra dimensión
estaba allí presente; y dice la Escritura que Moisés recibió la Ley
por disposición de ángeles, ángeles allí estaban presentes, el Ángel
del Señor estaba allí presente, las huestes celestiales estaban allí;
otra dimensión, otro mundo estaba allí. Y Moisés se metió dentro
de ese mundo, por eso pudo ver el tabernáculo, el templo. Y Dios
le dijo: “Y tú lo vas a hacer conforme al diseño que yo te mostré en
el monte.”
Ahora, allí la Palabra se hizo carne en Moisés, allí Dios se veló
en carne humana, y allí se recibió el mensaje de la primera
dispensación. Luego, más adelante, en los días del profeta Elías,
cuando Elías pidió fuego del Cielo para aquel sacrificio, y
descendió fuego del Cielo, todo el pueblo dijo: “Jehová es Dios.”
Y él dijo: “Ahora tomen a todos los profetas, los ministros de Baal,
tomen a todos esos profetas.” Y los tomaron a todos y Elías los
degolló en el arroyo.
Ahora, Dios había dicho: “No matarás.” Moisés había matado
a un egipcio, y tuvo que huir, pero luego llegó al Monte de Dios,
al monte Sinaí, para recibir la dirección de Dios, la unción de Dios
para libertar al pueblo; y después trajo al pueblo al monte, para ahí
recibir el mensaje de la primera dispensación.
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Luego, Elías había matado cuatrocientos cincuenta profetas por


un lado, y cuatrocientos cincuenta más por otro, unos novecientos
profetas o ministros. Y cuando lo supo la reina Jezabel, dijo: “Si
mañana tú no estás como...”
Vamos a leerlo, dice [Primera de Reyes 19:1-18]: “Y Acab dio
a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo
había matado a espada a todos los profetas (los profetas de Baal).
Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me
hagan los dioses, y aún me añadan, si mañana a estas horas yo no
he puesto tu persona como la de uno de ellos.”
Jezabel quería hacerle a Elías lo mismo que Elías le había hecho
a los ministros o profetas de aquel tiempo, que estaban enseñando
contrario al mensaje de Elías.
“Viendo, pues, el peligro (Elías), se levantó y se fue para salvar
su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado
(lo dejó allá porque era un momento difícil, y caminando con otro,
se hace más difícil).
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó
debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh
Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí
luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él
miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas,
y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse (con
tanto peligro y durmiendo Elías; deseaba morirse).
Y volviendo el ángel de Jehová (era el Ángel de Jehová) la
segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo
camino te resta.
Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella
comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el
monte de Dios (el monte Sinaí).”
Llegó al monte Sinaí, Elías huyendo llegó al monte Sinaí para
esconderse, pero buscó a esconderse en el Monte de Dios, adonde
Dios estaba, donde también estuvo el profeta Moisés para recibir
su comisión, y luego para recibir allí también la Ley.
“Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él
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palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? (Dios


estaba allí, el que había llegado después era Elías).
¿Qué haces aquí, Elías?
Él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los
ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han
derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo
yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida (el último de
los profetas que había quedado, y lo estaban buscando también
para quitarle la vida).
Y Él le dijo (Dios le dijo): Sal fuera, y ponte en el monte delante
de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso
viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de
Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un
terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego.


Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías,
cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la
cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí,
Elías?
El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los
ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han
derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo
yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida (las mismas
palabras dijo nuevamente). Y le dijo Jehová: Vé, vuélvete por tu
camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a
Hazael por rey de Siria.
A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo
hijo de Safat, de Abel mehola, ungirás para que sea profeta en tu
lugar.
Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el
que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se
doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.”
Aquí, después del profeta Elías caminar tanto, cuarenta días y
cuarenta noches después que comió, más un día antes que había
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caminado (el día anterior), un día de camino hasta llegar a aquel


enebro donde durmió, comió, tomó agua, y después siguió
caminando cuarenta días más; o sea, que caminó cuarenta y un día
después que salió corriendo. Luego, cuando se encuentra con Dios
en el Monte de Dios, porque era el mejor lugar para él llegar, para
él huir, para escuchar allí el programa de Dios, para escuchar allí
qué había que hacer en ese momento difícil, en ese momento de
peligro; Dios le dice: “Regresarás y ungirás a Hazael por rey de
Siria, a Jehú por rey de Israel, y a Eliseo por profeta, en lugar
tuyo.”
Ahora, algunas veces usted encuentra en la Escritura ciertas
cosas que son dichas que van a acontecer, y cuando la persona no
comprende, o no es la persona para darle la interpretación a esa
Escritura, o no es la persona a través de la cual se va a cumplir lo
que está ahí prometido, entonces dice: “Dios dijo primero que sería
esto, por lo tanto no puede estar aconteciendo esto segundo, o
tercero, porque Dios dijo que primero era esto.”
Pero vea usted, Dios le dijo a Elías: “Ve y unges por rey de
Siria a Hazael, y por rey de Israel a Jehú, y por profeta en lugar
tuyo a Eliseo.” Y después que le dice así, le dice que van a quedar
siete mil rodillas, siete mil personas dice [verso 19]:
“Partiendo él de allí, halló (¿a quién primero?) a Eliseo hijo de
Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última.
Y él era uno de los doce gallanes. Y pasando Elías por delante de
él, echó sobre él su manto.”
Al primero que encontró fue al último del cual Dios le dijo a
Elías. Es que los primeros son postreros, y los postreros son
primeros. Así que, no hay por dónde decirle a Dios que hace las
cosas diferente a como Él dijo. Lo que sucede es que cuando Dios
dice algo que va a llevar a cabo, en casi todas las ocasiones Él deja
eso encerrado, de tal manera que las personas no lo puedan
comprender, hasta que llegue el momento en que se cumpla eso
prometido; y así nadie pueda interrumpir ese programa que Él va
a llevar a cabo para cumplir esa promesa.
Y en la forma en que se cumpla, esa era la forma, aunque
primero parecía que lo último iba a ser encontrarse con Eliseo, y
10 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

ungir a Eliseo, y fue el primero que él encontró de las tres personas


que Dios le dijo a Elías. Y no solamente eso, después de Eliseo,
Elías no encontró ni a Hazael ni a Jehú. Vamos a ver si es verdad,
no encontró a ninguno de ellos. Segunda de Reyes, capítulo 8,
vamos a ver cuándo se encuentran con Elías, cuando Elías y Hazael
se encuentran, dice (Segunda de Reyes, capítulo 8):

“Eliseo se fue luego a Damasco; y Ben adad rey de Siria estaba


enfermo, al cual dieron aviso, diciendo: El varón de Dios ha
venido aquí.
Y el rey dijo a Hazael: Toma en tu mano un presente, y vé a
recibir al varón de Dios, y consulta por él a Jehová, diciendo:
¿Sanaré de esta enfermedad?
Tomó, pues, Hazael en su mano un presente de entre los bienes
de Damasco, cuarenta camellos cargados, y fue a su encuentro, y
llegando se puso delante de él, y dijo: Tu hijo Ben adad rey de
Siria me ha enviado a ti, diciendo: ¿Sanaré de esta enfermedad?
Y Eliseo le dijo: Vé, dile: Seguramente sanarás. Sin embargo,
Jehová me ha mostrado que él morirá ciertamente.”
Ahora, miren aquí lo que dice este profeta: ese es Eliseo, o sea,
Elías en su segunda manifestación o etapa, porque el espíritu de
Elías pasó a Eliseo en una doble porción cuando Elías ascendió.
Así que, seguía siendo Elías, aunque el hombre era Eliseo.
Ahora, le dice: “Tú le vas a decir que vivirá, aunque Dios me ha
dicho que va a morir.” ¿Verdad que ninguno se atreve a criticar a
Eliseo? Lo hizo bien, él sabía porqué lo decía y porqué tenía que
a Hazael hablar de esa forma. Así que eso es asunto allá de él, que
era el mensajero para ese tiempo; y cómo él dijera, había que
hacerlos, así había que hacer, aunque parecía que le iban a meter
una mentira al rey de Siria.
Eliseo le dijo: “Dile que va a vivir, aunque Dios me ha dicho
que va a morir.”
“Y el varón de Dios le miró fijamente (o sea, se le quedó
mirando a Hazael fijamente), y estuvo así hasta hacerlo
ruborizarse (o sea, un buen rato); luego lloró el varón de Dios
(Eliseo lloró al mirar fijamente a Hazael.
EN EL MONTE DE SION 11

Estaba mirándolo, y estaba como si estuviera viendo en la


televisión todo lo que iba a suceder con Hazael a través de su
vida).
Entonces le dijo Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él
respondió: Porque sé el mal que harás a los hijos de Israel; a sus
fortalezas pegarás fuego, a sus jóvenes matarás a espada, y
estrellarás a sus niños, y abrirás el vientre a sus mujeres que estén
encintas.
Y Hazael dijo: Pues, ¿qué es tu siervo, este perro, para que
haga tan grandes cosas? Y respondió Eliseo: Jehová me ha
mostrado que tú serás rey de Siria.
Y Hazael se fue, y vino a su señor, el cual le dijo (el rey le
preguntó): ¿Qué te ha dicho Eliseo? Y él respondió: Me dijo que
seguramente sanarás.
El día siguiente, tomó un paño y lo metió en agua, y lo puso
sobre el rostro de Ben adad, y murió; y reinó Hazael en su lugar
(como vio el profeta Eliseo).”
¿Y no fue a Elías que Dios le dijo que ungiera a Hazael? no lo
ungió, y lo hizo Eliseo. Es que Eliseo era Elías en cuanto al
ministerio; el espíritu ministerial de Elías continuó en Eliseo; y
aunque el hombre fuera Eliseo, el que tenía el ministerio, la orden
y dirección para ungir a Hazael era el ministerio de Elías. Y fue el
ministerio de Elías el que llevó a cabo esa labor.
Y luego, cuando Jehú más adelante... Eliseo le dice a uno de sus
siervos, a uno de los profetas, de los hijos de los profetas, le dice:
“Toma este aceite, y ve y unge a Jehú por rey en donde tú lo
encuentres.” [Segunda de Reyes 9:2-3]. Y así aconteció, y fueron
ungidos Eliseo, Hazael y Jehú.
Fíjese, si usted mira bien, comenzó por Eliseo, que era el
último; continuó por Hazael, que era el primero, y vino a ser el
segundo; y finalizó con Jehú como último, cuando en la orden
había sido el segundo.
Bueno, eso no hace que usted piense que Dios dijo una cosa, y
Elías, en su primera manifestación y en su segunda, hicieron
diferente. Ellos sabían cómo hacer lo que Dios les dijo. Y en la
forma que lo hicieron, era la forma que tenía que cumplirse. Así es
12 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

toda Escritura: cuando se cumple, aunque usted aparentemente vea


que una cosa se cumple primero que la otra, en el Programa de
Dios estaba así, aunque parecía que no era así.
Por eso muchas personas fallan en ver el cumplimiento de las
cosas que Dios ha prometido, porque toman la letra, y la letra mata,
y la letra para tomarla, hay que tomarla con el cumplimiento de esa
letra; el cumplimiento de esa letra es la interpretación de la letra,
porque ya es la letra, la Palabra vivificada, cumplida conforme a la
promesa de Dios.
Ahora, en ese tiempo de apretura para Elías, que hizo lo mismo
que hizo Moisés (Moisés cuando lo querían matar se fue huyendo),
Elías cuando lo querían matar, se fue huyendo al Monte de Dios,
y allí se encontró con Dios.
Nosotros tenemos Escrituras que dicen que seremos
perseguidos. ¿Y hacia dónde nos vamos a ir? ¿Dónde nos vamos
a meter? ¿Nos iremos al monte Sinaí, en donde fue Moisés y en
donde fue Elías? En una ocasión, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y
a Juan, los subió a un monte alto, y allí se transfiguró delante de
ellos.
Ahora, recuerden una cosa: el primer reto fue en el monte
Carmelo; el segundo, en el Monte de la Transfiguración; el tercero,
será en otro monte. En el monte Carmelo allí estaba Elías
respaldando al mensajero de la primera dispensación: a Moisés,
porque era el mensaje que él respaldaba con el ministerio que
tenía.
Ahora, vean que el ministerio de Elías ha respaldado siempre al
mensajero dispensacional de la dispensación en que él se
manifiesta. Cuando apareció luego en el tiempo de Jesús, estando
Jesús en la Tierra, vino para respaldar a Jesús en Juan.
Juan con el ministerio de Elías estaba respaldando al mensajero
dispensacional: Jesús de Nazaret. Y luego, en el Monte de la
Transfiguración, cuando Jesús muestra la visión de la Segunda
Venida del Hijo del Hombre, aparece en el Monte de la
Transfiguración: Moisés y Elías hablando con Jesús, respaldando
al mensajero dispensacional que estaba siendo adoptado en el
Monte de la Transfiguración.
EN EL MONTE DE SION 13

Ahora, vean ustedes una cosa: Moisés, el ministerio de Moisés


en la primera dispensación, trayendo la Ley; el ministerio de
Moisés en la segunda dispensación, en el Monte de la
Transfiguración, respaldando al mensajero de la segunda
dispensación; y Elías en la primera dispensación respaldando el
ministerio de Moisés allá en el monte Carmelo; y Elías en el Monte
de la Transfiguración, allí con Jesús, respaldando el ministerio de
Jesús para que fuera adoptado ese primer Hijo de Dios que en el
Monte de la Trasfiguración estaba siendo adoptado.
Y para la tercera dispensación tenemos la promesa que el
ministerio de Elías y el ministerio de Moisés estarán también para
la adopción de todos los hijos de Dios, incluyendo el mensajero de
esa nueva dispensación que también será adoptado en un monte.
Cuando llegue el tiempo de apretura, siempre será para una
bendición grande que Dios tiene para Sus hijos que estarán
viviendo en esta Tierra, para Él cumplir lo que Él le ha prometido
a Sus hijos. Si grande es la apretura, más grande es la bendición.
El ministerio de Moisés y Elías pasando por tres
dispensaciones: el ministerio de Moisés y Elías en la primera
dispensación; segunda dispensación en el Monte de la
Transfiguración; y también había estado el de Elías en Juan el
Bautista, para prepararle el camino; y el ministerio de Moisés y
Elías al fin del siglo para llamar con gran Voz de Trompeta a todos
los escogidos, primeramente entre los gentiles y luego de entre los
hebreos.
Y antes de la quinta manifestación, estuvo en su cuarta
manifestación para prepararle el camino al mensajero de la tercera
dispensación, para prepararle el camino al quinto ministerio de
Elías, al segundo ministerio de Moisés y a la Segunda Venida del
Hijo del Hombre con Moisés y Elías, llamando a los escogidos con
gran Voz de Trompeta: para eso vino en su cuarta manifestación.
Esa fue la labor más grande que hizo el ministerio de Elías en
su cuarta manifestación: preparar el terreno a la Segunda Venida
del Hijo del Hombre con Moisés y con Elías para llamar y recoger
a todos los escogidos con gran Voz de Trompeta, con el mensaje
de liberación, con el mensaje que proclama la libertad en toda la
14 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

Tierra a todos los escogidos en el fin del tiempo; que les habla de
la resurrección de los muertos y de la transformación de los vivos,
en lo que fue el año del jubileo, pero en este tiempo en forma
actualizada; que les habla de todas las cosas que corresponden a
nuestro tiempo.
Y la pregunta es ¿Y dónde estará el Hijo del Hombre con Sus
Ángeles llamando a los escogidos en el fin del tiempo?
Si usted busca en la Escritura, usted encontrará que el profeta
Isaías en una ocasión dijo: “Y vendrá el Redentor a Sión.” [Isaías
59:20]. Sión el Monte de Dios, el monte de Sión. Y también dice
en Isaías 51: “Consolará Jehová a Sión.” Y también dice, hablando
de Sión, dice: “Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión.”
¿Sobre qué monte? Sobre el monte de Sión, de donde tendrá que
venir el mensaje de Dios para llamar y recoger a todos los
escogidos en la cima del monte de Sión; porque ahí es donde se
cumple la Segunda Venida del Hijo del Hombre.
“Y vendrá el Redentor a Sión,” al monte de Sión, que es el
monte espiritual que representa a la Iglesia del Señor Jesucristo; y
ser la cima del monte de Sión es en la etapa final, en la edad eterna
o Edad de la Piedra Angular, porque dice la profecía: “He aquí
pongo en Sión la principal piedra del ángulo, la piedra angular.”
[Isaías 28:16]. O sea, he aquí pongo en Sión la Segunda Venida del
Hijo de Hombre, así como la puso la Primera Venida sobre el
monte.
Así que, es la Venida del Hijo del Hombre, la Venida del Señor,
la venida de esa piedra, la cual es colocada sobre el monte de Sión,
para coronar ese monte, para coronar el edificio de Dios.
Y así como Moisés estuvo sobre el monte Sinaí y como Elías
huyó en el tiempo de apretura al monte Sinaí, al Monte de Dios y
escuchó Su Voz allí, y así como vimos en el Monte de la
Transfiguración al Hijo de Dios, al Hijo del Hombre allí, y también
a Moisés y Elías allí hablando con Él, en la adopción de Jesús de
Nazaret, así como Pedro, Jacobo y Juan, subamos a ese monte.
Si hay que huir, tenemos un monte al cual huir: al monte de
Sión. A ese monte espiritual en donde estaremos escuchando la
Voz de Dios, y en donde estaremos viendo el cumplimiento de las
EN EL MONTE DE SION 15

promesas que corresponden al fin del tiempo, estaremos viendo la


Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, estaremos
escuchando la gran Voz de Trompeta, y siendo preparados para ser
transformados. Elías después que pasó por el Monte de Dios,
después fue raptado.
Es necesario que nosotros sepamos dónde meternos en el fin del
siglo, hay un lugar: el monte de Sión. Hay un lugar para ver la
Segunda Venida del Señor con Sus Ángeles y escuchar la gran Voz
de Trompeta, hay un lugar para estar espiritualmente en reposo con
el cumplimiento de estas promesas. En ese lugar no habrá peligro,
por eso usted encontrará que cualquier ataque que le hagan a los
escogidos en el fin del tiempo, si ellos están en la cima del monte
de Sión, del Monte de Dios, cualquier ataque que le hagan, no
podrá ser en la cima del monte, sino que será desde una edad que
ya pasó.
Desde la séptima edad será que tirarán todo ataque en contra de
los escogidos de Dios, y por esa causa no podrán impedir ni el
mensaje para los escogidos, ni el cumplimiento de las promesas
divinas para el fin del tiempo; no podrán impedir que los escogidos
vean la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, y
escuchen la gran Voz de Trompeta, y sean preparados, y sean
luego transformados, y pasados en el rapto a la eternidad.
¿Dónde está usted? Esa fue la causa por la cual todos esos
ataques de esa serpiente no pudieron llegar a hacerle daño al amigo
del cuarto Elías. ¿Qué mejor amigo podrá tener el cuarto Elías,
sino al que él precursó? ¿Que mejor amigo podrá tener el cuarto
Elías, o la cuarta manifestación de Elías, sino la quinta
manifestación de Elías? Son los dos ministerios más amigos que
puedan encontrarse en la Escritura: la cuarta manifestación y la
quinta manifestación del ministerio de Elías en conjunto con la
segunda manifestación del ministerio de Moisés.
Elías era tan amigo de Moisés, aunque no lo había visto nunca
literalmente aquí en la Tierra cuando estuvo en su ministerio, y era
tan amigo de Moisés que toda palabra que Moisés había hablado,
la creía, la predicaba, y estaba siempre al lado de ese ministerio de
Moisés; porque el ministerio de Moisés era el ministerio
16 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

dispensacional para aquella primera dispensación.


Ahora, vean ustedes que siempre el ministerio de Moisés es un
ministerio dispensacional, el ministerio de Elías nunca ha sido un
ministerio dispensacional, solamente ha sido un ministerio para
respaldar el ministerio dispensacional de cada dispensación.
Respaldó (el ministerio de Elías) el ministerio del primer
mensajero dispensacional Moisés y su mensaje; respaldó Elías en
su tercera manifestación el ministerio de Jesús de Nazaret,
mensajero de la segunda dispensación; y respaldó el cuarto
ministerio, y el quinto ministerio respalda el ministerio
dispensacional en el fin del tiempo del mensajero dispensacional
de la tercera dispensación, conforme a la promesa de Dios.
Respalda el ministerio del Ángel del Señor Jesucristo, que tendrá
el ministerio de Elías y el ministerio de Moisés, para introducir una
nueva dispensación con el nuevo mensaje dispensacional.
Siempre fue difícil cambiar de una edad a otra edad. El
mensajero de una edad luchó fuertemente para cambiar el pueblo
y el mensaje de una edad que ya pasó a una nueva edad: las
personas de la edad que había pasado le malinterpretaron; pero los
escogidos respondieron al mensaje y comenzaron en una nueva
edad, y fueron sellados con el mensaje de ese nuevo mensajero,
con ese nuevo mensaje para esa nueva edad; y así fue sucediendo
edad tras edad.
Los que perseguían siempre a los escogidos fueron los que se
quedaron en una edad que ya había pasado y ya su mensajero había
terminado su labor. Siempre, siempre, los perseguidores han sido
los que se han quedado anticuados, se han quedado en una edad ya
pasada, o en una edad o dispensación que ya terminó, y se quedan
diciendo: “Nosotros tenemos como mensajero a fulano de tal.”
Pero ese fue el mensajero de esa edad donde ellos se han
quedado, pero ya terminó su ministerio, y ya esa edad quedó atrás,
y se quedan esas personas entonces formándole problemas y
pleitos a los que siguen adelante en el programa de Dios a una
nueva edad, o una nueva dispensación, con el nuevo mensajero que
trae las buenas nuevas para llamar y recoger a los escogidos de esa
nueva edad o nueva dispensación, que comienza ese mensajero con
EN EL MONTE DE SION 17

el mensaje que le es dado para ese tiempo.


Ése es el único portavoz y portador de ese nuevo mensaje, y es
el único que puede hacer una nueva edad o dispensación; fuera de
esa persona, de ese mensajero, ninguna otra persona está ordenado
para traer un nuevo mensaje, y para establecer una nueva edad o
una nueva dispensación.
Las demás personas que quieran predicar el nuevo mensaje que
corresponde a una nueva dispensación o nueva edad, lo tienen que
recibir del mensajero que Dios envía para llevar a cabo esa labor;
cualquiera que trate de hacerlo de otra forma se encontrará en
contra del Programa Divino, y se encontrará en una edad que ya
pasó, o una nueva dispensación que ya pasó, persiguiendo al
mensajero que trae el nuevo mensaje y establece la nueva
dispensación o nueva edad.
Así es que acontece siempre con las persecuciones, son los que
se quedan atrás que son influenciados por uno o más líderes
religiosos que no les agrada la forma del nuevo mensajero y del
nuevo mensaje, y ellos entonces comienzan a buscarle faltas y a
decir: “No es ése el nuevo mensajero, ni es ese el nuevo mensaje.”
Y ellos tratan de evitar que el pueblo salga de la edad que ya pasó,
y entonces comienzan a decirle: “El mensajero no es ése que
apareció, sino éste otro.” Y el que le muestran es el que ya había
terminado el ministerio, y ese mensaje ya había terminado; y ese
mensaje solamente puede ser usado correctamente por el nuevo
mensajero para mostrarle al pueblo las cosas que ese mensajero
pasado había dicho de la nueva edad o dispensación que estaba por
llegar.
Él es el único que puede tomar ese mensaje y dárselo al pueblo
en la forma correcta para una nueva dispensación, no para llevarlo
a una dispensación o edad que ya pasó, sino para mostrarle que ya
el mensajero anterior a él había hablado de este nuevo mensaje que
vendría, de ese nuevo mensajero, y de las personas que recibirían
ese nuevo mensaje, y entrarían a una nueva edad o una nueva
dispensación.
No es que lo que habló un mensajero pasado no sirva, sino que
tiene que ser tomado en la forma correcta cuando se usa en otra
18 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

edad u otra dispensación. Se toma y se muestra lo que fue hablado


para una nueva edad o una nueva dispensación, y con eso se
muestra que era una promesa divina lo que está aconteciendo para
las personas que están viviendo en un cambio de edad o de
dispensación.
Y es eso mismo: ese cambio, esa nueva edad o esa nueva
dispensación, y ese nuevo mensaje y ese nuevo mensajero, es a él
con su nueva edad y dispensación y mensaje y pueblo al cual
persiguen, porque ellos no creen que esté correcto el cambio, el
mensaje, el mensajero, y el pueblo que camina hacia adelante en el
programa de Dios; pero el programa de Dios sigue adelante.
Ninguna persona puede desarrollar una persecución en contra
de una edad o dispensación, a menos que se quede en otra edad que
ya pasó o en otra dispensación que ya pasó; si está dentro de una
nueva dispensación, de un nuevo mensaje, con un nuevo
mensajero, no puede llevar a cabo una persecución. Solamente lo
que puede hacer es, después que está un tiempo, es salirse fuera y
decir: “Yo no creo.” Y ya está fuera de esa edad y de esa
dispensación, cayó a la edad o dispensación que había pasado.
Y entonces, como ya no cree, entonces dice: “Las cosas son
como eran antes,” en la edad y dispensación anterior que había
pasado; pero los que están firmes en la nueva edad o dispensación,
con el mensaje y el mensajero, no se pueden mover.
Ahora, ¿qué pasa con los que se mueven y se van hacia atrás?
Lo que sucede es una sola cosa: Jesús lo mostró en una parábola
cuando dijo que llegó a la cena, y vio allí a todos los invitados, y
vio a uno que no estaba vestido de boda y lo sacó fuera; ese no era
su lugar. Por eso usted tiene que estar firme, vestido con el vestido
de boda, usted tiene que estar firme en lo que usted ha creído;
porque si no, cualquier persona como Datán y Coré que formen
una rebelión, una persecución en contra de la edad o dispensación
y mensaje en donde usted se encuentra, usted si no está firme, si no
sabe dónde está parado, si no sabe lo que usted ha creído, usted se
uniría a una rebelión con un Datán o Coré que se levante
persiguiendo la nueva dispensación, el nuevo mensaje y el nuevo
mensajero.
EN EL MONTE DE SION 19

Usted tiene que saber dónde usted se encuentra, usted tiene que
saber en qué edad o dispensación usted se encuentra, y cuál es el
mensaje para esa edad o dispensación, y cuál es el mensajero para
esa edad o dispensación. Después que la persona sabe cuál es la
edad o dispensación que le ha tocado vivir, cuál es el mensaje para
esa edad o dispensación, y cuál es el mensajero, mire, no se mueve
para otra edad ni para otra dispensación, aunque los demás digan:
“Nosotros tenemos a Abraham y tenemos a Moisés.”
Los escogidos dicen: “Eso está bien, pero eso fue para la
primera dispensación, nosotros estamos en la tercera, y ustedes
tuvieron a Moisés en su primer manifestación o ministerio. Así
que, si ustedes lo tienen allá, nosotros tenemos la promesa de
tenerlo acá en su segunda manifestación actualizándonos la ley. No
para llevarnos a la primera dispensación, sino para colocarnos en
la tercera dispensación, la dispensación del Reino de Dios. Y
tenemos también la promesa de tener a Elías por quinta vez.”
Cualquiera que le diga: “Tenemos que creer en Elías en su
primera manifestación.” Usted y yo tenemos que decirle solamente
una cosa: “Elías en su primera manifestación solamente nos podía
enseñar la ley de Moisés sin actualizar; y si nosotros queremos y
tenemos a Elías, lo queremos predicándonos, trayéndonos, la
Palabra, el mensaje de Moisés, la Ley de Moisés en forma
actualizada.”
Y el único que predicará la Ley actualizada, la única
manifestación de Elías que predicará la Ley actualizada será la
quinta manifestación de Elías; y con esa Ley actualizada será que
le predicará a los escogidos de entre los gentiles y a los escogidos
de entre de los hebreos; y la Ley actualizada será el mensaje del
Reino, la gran Voz de Trompeta, el mensaje de la tercera
dispensación.
Por eso en la tercera y cuarta manifestación el ministerio de
Elías no pudo llamar al pueblo hebreo y convertirlos a Dios, y
establecer el Reino de Dios en Israel y comenzar el gran milenio,
porque no tenían la Ley actualizada para la tercera dispensación.
Nos pueden llamar en el tiempo final, como aconteció en los días
de Jesús: llegó el precursado, Jesús de Nazaret, algunos discípulos
20 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

de Juan pasaron a ser discípulos de Jesús, pero no todos los


discípulos de Juan se fueron con Jesús. Catorce años después,
Pablo se encuentra con unos discípulos de Juan y todavía no sabían
que Jesús de Nazaret era el Mesías, el precursado de Juan, y que
había comenzado una nueva dispensación, con un nuevo mensaje
y un nuevo mensajero.
En aquel tiempo, si lo llamaban a usted para recibir el mensaje
de Juan, cuando ya Jesús había vivido en esta Tierra, había muerto,
había resucitado y estaba sentado en los Cielos haciendo
intercesión por los escogidos, ¿hubiera usted aceptado ir al
mensaje de Juan cuando ya tenían el mensaje de Jesús, el mensaje
dispensacional de la segunda dispensación? En ninguna manera,
pero había discípulos todavía de Juan, en el mensaje de Juan, y en
la edad de Juan, que era la séptima edad de la Iglesia Hebrea.
Como hoy en día, estarán sobre la Tierra en el tiempo final
personas que estarán en el mensaje del precursor de la Segunda
Venida del Señor, y otros en el tiempo del complimiento de la
Segunda Venida estarán en el mensaje de la Segunda Venida del
Hijo del Hombre, viendo la Segunda Venida del Hijo del Hombre
con Sus Ángeles, y escuchando la gran Voz de Trompeta en el
monte de Sión, en el Monte de Dios.
¿Y dónde está usted? ¿A dónde usted ha ido en el fin del tiempo
para escuchar la Voz de Dios, el silbo apacible? Sólo en el monte
de Sión estará ese silbo apacible, por eso usted encuentra que los
escogidos son llamados por la gran Voz de Trompeta a la cima del
monte de Sión; y también usted encuentra que los ciento cuarenta
y cuatro mil hebreos que han de recibir el mensaje de la tercera
dispensación, el mensaje del Reino bajo el ministerio de Moisés y
Elías, el ministerio de los Dos Olivos, que es el ministerio que
llama y coloca a los escogidos de entre los hebreos en el Monte de
Dios, usted encuentra que esos escogidos son colocados en el
mismo monte en donde los escogidos de entre los gentiles estarán
escuchando la Voz de Dios, el silbo apacible, y recibiendo todo lo
que Dios tiene para el fin del tiempo.
Es en el Monte de Dios donde el Cordero que cambiará de
Cordero a León estará cumpliendo Su Segunda Venida y
EN EL MONTE DE SION 21

recibiendo a todos los escogidos y sellando a los escogidos en sus


frentes, o sea, en sus mentes, con el mensaje de la tercera
dispensación, a través del cual les revelará el Nombre eterno de
Dios, les revelará el gran misterio del séptimo Sello, o sea, la
Segunda Venida del Señor con Sus Ángeles.
Por eso, cuando son recogidos los escogidos de entre los
gentiles son llevados al monte de Sión; y cuando son recogidos los
escogidos de entre los hebreos son llevados al monte de Sión; y por
eso en Apocalipsis, capítulo 14, encontramos que dice [verso 1]:
“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el
monte de Sión (porque ese es el Monte de Dios), y con él ciento
cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre
escrito en la frente.”
No hay otro monte a donde ir, no hay otro monte en donde el
Señor tenga para cumplir Su Segunda Venida. “Y vendrá el
Redentor a Sión.” Esa es la promesa, y ahora podemos decir
nosotros: “Asunto nuestro.” Y todos los escogidos escucharán la
gran Voz de Trompeta y vendrán los escogidos a Sión para ver la
Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, llamando
a los escogidos con gran Voz de Trompeta; porque si Él, Su
promesa es venir a Sión, ¿para dónde vamos nosotros? No nos
vamos a ir para otro lugar. Nos vamos al monte de Sión, al Monte
de Dios, para recibir la Ley actualizada, recibir al Señor en Su
Segunda Venida.
El precursor de la Segunda Venida del Señor preparó un pueblo
con su mensaje, porque es su mensaje el que introduce la Segunda
Venida del Señor, y preparó al pueblo con su mensaje para
recibirlo. ¿Y dónde le vamos a recibir? Porque hay que recibirlo en
el lugar en donde Él cumpla Su Venida.
Si Su Venida estuviera prometida para llevarse a cabo en el
monte Sinaí, literalmente, ahí teníamos que estar nosotros; pero
está prometida para ser cumplida en el monte de Sión. Por eso con
la gran Voz de Trompeta somos llamados a subir: “Sube acá.” ¿A
dónde? A la cima del monte de Sión para ver el cumplimiento de
Sus promesas, de Su Venida con Sus Ángeles y recibirle en el fin
del tiempo, y ser así preparados para la transformación de nuestros
22 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

cuerpos.
Cuando estemos viendo lo que vio Pedro, Jacobo y Juan: la
Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, como fue vista allá
en el Monte de la Transfiguración con Moisés y Elías, con esas dos
poderosas alas como dice Malaquías, capítulo 4 [verso 2]:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de
justicia, y en sus alas traerá salvación...”
Las alas ministeriales de Moisés y Elías, cuando los escogidos
estén viendo eso en el fin del siglo siendo realizado, estaremos
viendo la visión del Monte de la Transfiguración realizada para la
adopción y manifestación de todos los hijos de Dios, porque es
sobre el monte de Sión donde se llevará a cabo la adopción, la
manifestación de los hijos de Dios, se llevará a cabo la
transformación de los escogidos, se llevará a cabo la resurrección
de los santos del pasado, se llevará a cabo la Segunda Venida del
Señor conforme a Sus promesas, se llevará a cabo el recogimiento
de todos los escogidos, y se sonará la gran Voz de Trompeta, la
Trompeta de liberación, la Trompeta del año de jubileo espiritual
para todos los escogidos regresar a su familia, regresar a su casa.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay (dijo Jesús); si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar
para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez...”
La Segunda Venida del Señor es una promesa para ser cumplida
cuando esté preparado el lugar para nosotros morar eternamente.
“... vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde
yo estoy, vosotros también estéis.” [San Juan 14:2-3].
Él está en un cuerpo eterno, un cuerpo inmortal, y hemos sido
predestinados para ser conforme a la imagen de Jesús, teniendo
alma (que es lo que somos) en un cuerpo teofánico, en un espíritu
teofánico, y un cuerpo físico glorificado, eterno, porque así Él está;
y así estaremos siempre con Él y le veremos como Él es, porque
estaremos en la misma condición; y seremos levantados para
recibir al Señor en el aire, para verle en ese cuerpo eterno, y
nosotros también estar en un cuerpo igual al de Él. Lo demás que
veremos aquí en la Tierra en Su Segunda Venida con Sus Ángeles
EN EL MONTE DE SION 23

será Su Venida, Su manifestación como el relámpago en el


Occidente, conforme a Su promesa, en Su manifestación conforme
a Apocalipsis 22 y en Apocalipsis 22:16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias...”
Así es que veremos el cumplimiento de estas grandes promesas
y ese mensaje, ese testimonio, será la gran Voz de Trompeta que
nos abrirá el entendimiento para entender todas estas cosas del
Reino de Dios.
Estos son los misterios del Reino de Dios, del Reino de los
Cielos, que estaremos comprendiendo en el fin del tiempo,
exclusivamente a través del mensaje del ángel del Señor Jesucristo
que está prometido para el fin del tiempo, o sea, a través
exclusivamente de la gran Voz de Trompeta. Cualquier persona
que se levante en contra del mensaje final, y alguna persona le
escuche y le siga, estará siguiendo cualquier cosa menos la gran
Voz de Trompeta, estará escuchado cualquier voz menos la gran
Voz de Trompeta; y es la gran Voz de Trompeta la que ha sido
prometida para llamar y recoger a los escogidos.
Cualquier persona que siga otra cosa, o a otra persona con otro
mensaje, y que estén atacando el mensaje del tiempo final que
llama a los escogidos, estará escuchando cualquier cosa menos la
gran Voz de Trompeta; lo recogieron con otra cosa que no era la
gran Voz de Trompeta. Así que no fue recogido como el trigo del
Señor; lo recogieron para atacar al trigo del Señor.
Así que ya las edades han terminado, el tiempo ha llegado a su
final, estamos al final de esta generación, la cual no pasaría sin que
antes acontecieran estas cosas que Él prometió. El tiempo para ser
transformados está tan y tan cerca que casi lo podemos palpar. Y
si nos referimos a edad o dispensación, estamos en la edad y
estamos en la dispensación en que seremos transformados, estamos
en el tiempo señalado por Dios para estas cosas.
Y tenemos que estar bien firmes en lo que hemos oído y hemos
creído. Usted no puede estar pensando si será o no será, porque
cuando una persona piensa si será o no será, viene otra cosa
parecida o contraria a eso, y también entonces dice: “¿O será esto
24 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

otro?” Y se va con otra cosa, porque no estaba firme en lo que


había escuchado. Pero tenemos que estar firmes en la gran Voz de
Trompeta, en una sola Voz, en un solo mensaje, en un solo
mensajero y en una sola dispensación, fuera de eso lo demás ya
pasó, está en edades y dispensaciones ya pasadas.
Y para otras edades y dispensaciones, los escogidos no se
pueden mover. Es mas: los de la segunda dispensación están
deseosos de moverse para nuestra dispensación, porque es una
dispensación eterna.
Y no solamente los de la segunda dispensación, sino que el
mensajero, o el ministerio de la primera dispensación, también se
moverá para la tercera dispensación porque sabe que ya su
dispensación terminó y no puede estar predicando ya la ley, sino
que toma la ley, la actualiza, y sale a la luz en una nueva
dispensación.
Y Elías dice: “Yo no me voy a quedar predicando el mensaje de
la primera dispensación, aunque lo prediqué allá, cuando estaba en
Elías y cuando estaba en Eliseo; y luego, cuando estaba en Juan el
Bautista introduje, hice la introducción del mensajero de la
segunda dispensación; pero no me voy a quedar ni en la primera ni
en la segunda; e hice la introducción también del mensajero y del
mensaje de la tercera dispensación, por lo tanto, yo quiero pasar
también a la tercera dispensación y proclamar el mensaje de la
tercera dispensación. ¡Así que, me voy con Elías, me voy con
Moisés, y me voy con el Hijo del Hombre para la tercera
dispensación, me voy al monte de Sión, a la cima del monte de
Sión!”
Y todos los escogidos decimos la misma cosa: “¡Nos vamos (o
ya nos fuimos) al monte de Sión para disfrutar de la tercera
dispensación, con su mensaje y su mensajero, para ser
transformados y recibir (si recibimos) al Hijo del Hombre en Su
Venida!”
Si recibimos el ministerio de Moisés por segunda vez, y
recibimos el ministerio de Elías por quinta vez, ¿qué nos falta
recibir? ¡Vamos a recibir a los siete mensajeros de las siete edades
con sus grupos cuando resuciten también, y vamos a recibir a los
EN EL MONTE DE SION 25

ciento cuarenta y cuatro mil también en el monte de Sión! Tenemos


las puertas abiertas, como decimos, para recibir en la dispensación
eterna a todos los de las edades y dispensaciones pasadas, que no
eran dispensaciones ni edades eternas.
Cuando vemos todas estas cosas, cuando entendemos todas
estas cosas, ¡sí sabemos que las cuerdas nos han caído en lugares
deleitosos y grande es la heredad que nos ha tocado en la cima del
monte de Sión! Viendo todo lo que ha sido prometido para el fin
del tiempo, viendo lo que fue la atracción en el Monte de la
Transfiguración en aquella visión, para verlo sobre el monte de
Sión en el fin del tiempo; para los discípulos la atracción fue la
adopción de Jesús con Moisés y Elías a cada lado, mostrando que
la adopción de todos los hijos de Dios con el mensajero
dispensacional del fin del tiempo de la tercera dispensación será
con la Venida del Hijo del Hombre, y con Moisés y Elías, esos
ministerios en la cima del monte de Sión, en donde serán
adoptados y manifestados los hijos de Dios; por lo cual, toda la
Creación gime a una, esperando la adopción y manifestación de los
hijos de Dios.
Todo está por realizarse, lo que falta, o sea, la transformación
de nuestro cuerpo, porque ya hemos subido al monte de Sión, para
estar viendo las promesas que Él hizo para el fin del tiempo, para
cumplirlas sobre el monte de Sión.
Cuando usted y yo podamos ver y estar firmes, creyendo
firmemente en lo que estamos viendo y entenderlo realmente, usted
podrá tener la seguridad que será transformado, que será adoptado
como hijo de Dios con una nueva vestidura; su vestidura, el nuevo
cuerpo que va a resplandecer como la luz en esa adopción, en la
transformación de los escogidos.
Todo eso estará en la cima del Monte de Dios que fue
representado por el monte Sinaí, por el monte Carmelo, y por el
Monte de la Transfiguración, hoy el monte de Sión, el Monte de
Dios.
“EN EL MONTE DE DIOS.”
El Monte de Dios es la cosa más grande y más importante para
Dios y para los escogidos, y es el único lugar seguro porque ese
26 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

Monte es el Reino de Dios; y el Reino de Dios, en una ocasión


Jesús dijo: “Entre vosotros está.” [San Lucas 17:21]. “El monte de
Sión entre vosotros está.”
Subamos con alegría de corazón al monte de Sión; los que no
han subido todavía, para ver cada una de las promesas que hizo
Jesús siendo llevadas a cabo gradualmente, cada una en el tiempo
asignado por Dios. Estamos esperando una bien grande, pero para
ver esa bien grande, primero tenemos que ver, estar conscientes de
la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles llamando
a los escogidos con gran Voz de Trompeta, que es lo que nos
prepara para la transformación.
Por eso dijo Jesús en una ocasión: “Si dicen está aquí o está allí,
no salgan.” Porque será como el relámpago que sale del Oriente y
se muestra en el Occidente, la tierra de América, ¿dónde? En la
cima del monte de Sión, porque vendrá el Redentor a Sión; es en
Sión, ese monte donde está señalado por Dios todo esto que fue
prometido, la Venida del Señor está prometida para el monte de
Sión.

Cualquier persona que no entienda estas cosas podrá irse a


algún monte para ver la Venida del Señor, y eso en ningún
momento le garantiza que va a ver la Venida del Señor; solamente
hay un monte que tiene la promesa; y los que estén en ese monte
la verán, en el Monte de Dios. Ahí es que queremos estar todos
nosotros: en el Monte de Dios para (como en el monte Sinaí) ver
la gloria de Dios en Su Venida, oír la gran Voz de Trompeta, el
llamado final, los Ángeles del Señor tocando la gran Voz de
Trompeta, y así todos ser recogidos en la cima del monte de Sión.
Ahí vendrán los de las edades pasadas, así que ellos están
esperando por nosotros. Esperamos que los escogidos que falten
por llegar, lleguen lo más pronto posible para que luego lleguen los
escogidos de las edades del pasado en la resurrección.
Así que, ¿ dónde estarán los ciento cuarenta y cuatro mil? En la
cima del monte de Sión. ¿Dónde estarán los muertos que han de
resucitar en el fin del tiempo? En la cima del monte de Sión.
¿Dónde estará el Cordero que se convierte en el León de la Tribu
EN EL MONTE DE SION 27

de Judá en el fin del tiempo? En la cima del monte de Sión. Y


usted, ¿dónde estará usted en el fin del siglo, en el fin del tiempo,
en el cual nosotros vivimos? En el Monte de Dios, en el monte de
Sión, para ser transformados conforme a la promesa de Dios.
“Las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos, y grande es
la edad, la dispensación, la heredad que nos ha tocado.” Es tan
grande que todos los del pasado quieren estar en la cima del monte
de Sión.
Moisés sí sabía lo importante que era eso, y por eso usted ve
que viene para la cima del monte de Sión. Elías sabe lo grande que
es, y viene para la cima del monte de Sión. La Venida del Hijo del
Hombre también para la cima del monte de Sión; los mensajeros
de las edades pasadas con sus grupos también saben lo importante
que es, y vienen para la cima del monte de Sión, para la adopción
de todos los hijos de Dios; y los escogidos que viven en el fin del
siglo saben lo importante que es el Monte de Dios, el monte de
Sión, que todos con el llamado de gran Voz de Trompeta suben al
monte de Sión en el fin del tiempo; porque no hay otro lugar que
tenga la promesa de la Segunda Venida del Hijo del Hombre con
Sus Ángeles.
¿Para dónde vamos a tomar? Sólo para el Monte de Dios, el
monte de Sión. No hay otro lugar para escapar, no hay otro lugar
para escapar de los juicios de Dios que han de caer sobre esta
Tierra, sólo el monte de Sión, porque Él viene para llevarse a los
suyos. “Os tomare a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros
también estéis.”
¿A dónde viene para tomarnos? Al Monte de Dios, al monte de
Sión, a la cima del monte de Sión. No hay otro lugar para nosotros;
si le dicen de otro lugar, no vaya. Sólo hay uno: el monte de Sión,
el Monte de Dios. Es el que tiene la promesa de la Segunda Venida
del Señor con Sus Ángeles, y toda persona que quiera ver la
Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, entonces
que venga al monte de Sión, que suba a la cima del monte, como
subió Pedro, Jacobo y Juan.
Y el que tenga hambre y tenga sed, que venga y coma del maná
escondido, del Pan de Vida eterna, y tome del agua de la Vida
28 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

eterna, ¿dónde? En el Monte de Sión, porque el Espíritu y la


Esposa dicen: “Ven.” ¿Desde dónde? Desde el monte de Sión.
Estamos en ese tiempo, usted tiene que saber dónde usted se
encuentra espiritualmente, y si usted no sabe dónde se encuentra,
entonces examine bien y mire bien las promesas del tiempo final;
y vea bien que son para el monte de Sión. Y si usted no estaba
firme, afírmese bien en las promesas de Dios, y si usted no estaba
en el monte de Sión, entonces suba al monte de Sión y colóquese
ahí hasta que sea usted transformado. ¡No salga de ahí, no se vaya
de ahí, no se vaya de donde está la promesa de la Segunda Venida
del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, no se vaya del lugar de
donde está el ministerio de Moisés y Elías, llamando con gran Voz
de Trompeta a los escogidos! Porque no hay otro lugar con
promesa para la transformación de nuestros cuerpos.
San Pablo dijo [Primera de Corintios 15:51-52]:
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero
todos seremos transformados,
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”
Es necesario que escuchemos atentamente la Trompeta final, la
gran Voz de Trompeta en el Monte de Dios, y luego recibiremos
la transformación de nuestros cuerpos. No hay otra forma para ser
transformados, no es asunto de ser religiosos, no es asunto de
pertenecer a alguna iglesia, es asunto de estar en el monte de Sión,
en la cima del monte de Sión escuchado la gran Voz de Trompeta
para luego ser transformados; fuera de eso no hay promesa de
transformación para el pueblo.
Estemos donde dice el Señor que Él estará en Su segunda
Venida con Sus Ángeles: es el mejor lugar para estar. Y si
esperamos que Él nos lleve con Él, tenemos que estar donde Él ha
prometido estar en Su Segunda Venida. ¿Cómo se va a ir usted con
el Señor en Su Segunda Venida si usted no está donde Él esté?
Tenemos que estar en donde Él ha prometido cumplir Su Segunda
Venida y tocar la gran Voz de Trompeta y recoger a los escogidos;
y eso es el Monte de Dios, el monte de Sión.
EN EL MONTE DE SION 29

Y para todos los que en el Monte de Dios, en el monte de Sión,


se han colocado en el fin del siglo, escuchen al apóstol San Pablo
hablando (a ellos les tocó estar en el monte de Sión, pero en la
parte de abajo, porque era la primera etapa o la primera edad de la
Iglesia gentil), dice, tipificando el monte de Sión, o tipificando
(utilizando) el monte Sinaí con el monte de Sión, dice [Hebreos
12:21-29]:
“Y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo (allá en el
monte Sinaí): Estoy espantado y temblando;
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del
Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos
millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los
cielos (sus nombres escritos en el Libro de la Vida), a Dios el Juez
de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que
habla mejor que la de Abel.
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon
aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra (en el
tiempo de Moisés, hablando desde la montaña, desde el Sinaí),
mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde
los cielos.
La voz del cual conmovió entonces la tierra...”
Cuando Moisés estaba en la montaña, aquel tremendo
terremoto, aquel estremecimiento y aquellos truenos y relámpagos
y todo lo que allí se veía fue algo tremendo, conmovió la Tierra.
“... conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido,
diciendo: Aún una vez...”
O sea, una vez más: por segunda vez. Allá, para la primera vez,
estaba el ministerio de Elías por primera vez para la primera vez;
y para la segunda vez estará el ministerio... o sea, estaba el
ministerio de Moisés por primera vez, para la primera vez que Dios
estremeció la Tierra; y para la segunda vez que Dios estremecerá,
no solamente la Tierra sino el Cielo también, estará el ministerio
de Moisés, que es un ministerio dispensacional; y en Apocalipsis,
capítulo 11, dice que tendrá poder para cerrar el cielo, para hacer
30 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

que el sol, la luna y todo baje, si es necesario, para traer todos los
terremotos y todas las plagas que quieran traer el ministerio de
Moisés y el ministerio de Elías. Como verán, no solamente la
Tierra, sino también el Cielo, para renovar la Tierra para el
milenio.
“Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también
el cielo.
Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas
movibles, como cosas hechas...”
Las cosas hechas por el hombre, las construcciones, edificios y
todas las demás cosas hechas por el hombre, todo eso es movible;
por lo tanto, habrá una mudanza como de cosas hechas para que
queden las cosas que son firmes. Así que, tomando el reino
inmóvil, el reino terrenal es movible, Dios lo va a mover, pero el
Reino inmóvil es el Reino de Dios.
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos
gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor
y reverencia;
porque nuestro Dios es fuego consumidor.”
Para consumir las obras terrenales, y que quede el Reino de
Dios, quede el Monte de Dios, el monte de Sión, donde estaremos
nosotros, porque hemos tomado el monte de Sión, el Monte de
Dios, estamos en él y ese es el Reino de Dios, el Reino que no
puede ser movido, el Reino inmóvil. Nadie lo podrá mover.
Así que conociendo estas cosas retengamos la Palabra del fin
del tiempo, del fin del siglo, retengamos la Palabra, el mensaje de
la tercera dispensación, de la gran Voz de Trompeta, esperando la
transformación de nuestros cuerpos en el Monte de Dios, en el
monte de Sión. Es ahí y es desde ahí, que vamos a ser
transformados y raptados, y no lo sabíamos antes, pero ya lo
sabemos. ¡Y no hay quién nos baje del monte de Sión, del Monte
de Dios, y allí en el monte de Sión, en el Monte de Dios; nos
quedamos escuchando el silbo apacible!
Dios les bendiga, Dios les guarde, y muchas gracias por vuestra
amable atención.
Que pasen todos muy buenas tardes.
EN EL MONTE DE SION 31

Así que Dios bendiga a nuestro hermano Bermúdez, y lo use


poderosamente en el monte de Sión, en el Monte de Dios, y sea
instrumento de Dios para con el mensaje de la Trompeta final, que
él conoce muy bien, traer al monte de Sión a las personas que
faltan por llegar (de llegar), para así ser transformados todos los
escogidos y pasar a la eternidad.
Y luego se habrán terminado las persecuciones, los problemas,
y todo se habrá terminado y los perseguidores se habrán quedado
atrás para recibir las plagas apocalípticas, los juicios del
Apocalipsis de la gran tribulación. Que no es porque estemos
enojados, pero que sí se lo merecen.
Bueno, pero ojalá que muchas personas puedan ver el monte de
Sión y escapar al monte de Sión antes que caiga la ira de Dios
sobre la Tierra. No estamos enojados con nadie, sino que con
nosotros se pueden enojar si no entienden el programa de Dios, si
no saben lo que es el monte de Sión, el Monte de Dios, a donde
todos somos llamados en el fin del tiempo.
Pero no vamos a esperar por los que no pueden entender, no
vamos a esperar por los que nos persiguen, sino que hemos subido
al monte de Sión, y estamos ahí seguros; y lo que dijo Jesús lo
tomamos en serio: “No temáis a los que pueden matar el cuerpo,
destruir el cuerpo, y no tienen poder para destruir el alma; temed
a Aquél que puede destruir el cuerpo y también el alma en el
infierno o lago de fuego.” [San Mateo 10:28]. A ése es al cual
nosotros tememos, pero no tememos a nadie más.
Y en el Monte de Dios, en el monte de Sión, estamos seguros en
el fin del tiempo, sabemos que vienen los juicios de Dios, la ira,
pero estamos tranquilos, porque tenemos las grandes promesas del
fin del tiempo. Tenemos la promesa de la transformación de
nuestro cuerpo, que no la tiene nadie más sino los escogidos del fin
del tiempo.
Así que, ¿quién no va a estar así seguro? ¿Quién no va a estar
así tranquilo? Así que, firmes en el Monte de Dios, en el monte de
Sión escuchando el silbo apacible, el mensaje apacible, el mensaje
de gran Voz de Trompeta que nos hace saber dónde estamos, y nos
da la seguridad que necesitamos en el fin del siglo.
32 DR. WILLIAM SOTO SANTIAGO

Ya el próximo domingo espero estar nuevamente con ustedes


para continuar hablándoles, dándoles a conocer el Programa de
Dios para nuestro tiempo y hablándoles de los misterios del Reino
de los Cielos para nuestro tiempo. Bueno, así que estaremos y nos
veremos el próximo domingo, Dios mediante, en la cima del monte
de Sión, del Monte de Dios, para seguir viendo las promesas que
corresponden a la cima del monte de Sión.
Dios les bendiga, Dios les guarde, y que pasen unas navidades
felices y un próspero año nuevo para todos.
“EN EL MONTE DE SIÓN.”

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