2 (PÁG. 484, cristanos, pág.485)
2 (PÁG. 484, cristanos, pág.485)
2 (PÁG. 484, cristanos, pág.485)
OBRAS
¡TRABAJADORES DEL MUNDO ENTERO, UNÍOS!
KIM IL SUNG
OBRAS
2
Enero de 1946-Diciembre de 1946
1
CONVERSACIÓN CON RYO UN HYONG, PRESIDENTE DEL
PARTIDO POPULAR DE COREA
11 de febrero de 1946 .......................................................................................... 34
2
LEY DE REFORMA AGRARIA EN COREA DEL NORTE
5 de marzo de 1946 .............................................................................................. 95
LA PLATAFORMA DE 20 PUNTOS
Discurso radial 23 de marzo de 1946 .................................................................. 117
3
SOBRE EL MEJORAMIENTO DE LA LABOR DE
COMUNICACIONES
Discurso resumen pronunciado al concluir la VI sesión del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte 8 de abril
de 1946 ............................................................................................................. 132
4
EL PERIÓDICO ES LA VANGUARDIA DE LA ÉPOCA Y EL
ORGANIZADOR DE LA VERDADERA OPINIÓN PÚBLICA
Carta de felicitación enviada con motivo de la inauguración de la sucursal
general del periódico Phyongbuk Sinbo en la provincia de Phyong-an del
Sur 25 de abril de 1946..................................................................................... 182
5
DISCURSO DE ESTÍMULO PRONUNCIADO EN EL ACTO
INAUGURAL DE LA OBRA DE REGULACIÓN DEL CURSO
DEL RÍO POTHONG
21 de mayo de 1946 ............................................................................................ 214
6
HAGAMOS TODO NUESTRO ESFUERZO POR AMPLIAR Y
POTENCIAR LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS
Discurso de felicitación pronunciado en el Primer Congreso del Partido
Neodemocrático de Corea 26 de junio de 1946 .................................................... 264
7
LOS MÚSICOS DEBEN CONTRIBUIR ACTIVAMENTE A LA
CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA COREA DEMOCRÁTICA
Discurso pronunciado ante los artistas después de asistir al concierto
inaugural de la Orquesta Sinfónica Central 8 de agosto de 1946 ............................. 316
1 ......................................................................................................................... 329
2 ......................................................................................................................... 334
3 ......................................................................................................................... 341
8
SOBRE LAS TAREAS INMEDIATAS DEL PARTIDO DEL
TRABAJO
Discurso resumen en el Congreso Inaugural del Partido del Trabajo de
Corea del Norte 29 de agosto de 1946 ................................................................ 364
9
3. El trabajo electoral y el deber de los militantes del Partido ........................... 409
1 ......................................................................................................................... 413
2 ......................................................................................................................... 421
10
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DEL REPORTERO DEL
PERIÓDICO MINJU JOSON
10 de octubre de 1946 ......................................................................................... 469
11
SOBRE EL BALANCE DE LAS ELECCIONES DEMOCRÁTICAS Y
LAS TAREAS INMEDIATAS DEL COMITÉ POPULAR
Discurso pronunciado en la III Reunión Ampliada del Comité Popular
Provisional de Corea del Norte 25 de noviembre de 1946 ...................................... 520
12
AL PUEBLO DE TODO EL PAÍS
CON MOTIVO DEL AÑO NUEVO
1 de enero de 1946
Compatriotas:
Con motivo del primer Año Nuevo que celebramos después de la
liberación, les envío un ferviente saludo a todos ustedes, compatriotas,
hermanos y hermanas, que tan abnegadamente están entregados a la
construcción del país.
1945 ha sido un gran año que quedará grabado eternamente en la
historia del mundo. En el plano mundial han sido derrotados
definitivamente la Alemania fascista y el Japón militarista, enemigos
acérrimos de los pueblos amantes de la paz y la libertad, y la Segunda
Guerra Mundial terminó en victoria de la Unión Soviética y del campo
democrático.
Nuestra nación, liberada ya de la esclavitud colonial a que la tuvo
sometida el imperialismo japonés a lo largo de treinta y seis años, ha
empezado una nueva vida, libre y feliz, y ha iniciado el camino de
fundación del Poder popular democrático. Así pues, 1945 ha sido
también para nuestra nación un gran año que quedará grabado para
siempre en su historia.
Mas, despidiéndonos de 1945 y evaluando de nuevo el trabajo
realizado durante los casi cinco meses posteriores a la Liberación del
15 de Agosto, nos vemos obligados a reconocer que todavía no hemos
cumplido la tarea histórica que nos planteamos el año pasado.
Tenemos todavía muchos problemas por resolver. No hemos podido
1
constituir todavía del todo el frente unido ni crear el gobierno
democrático unificado que represente la voluntad del pueblo coreano.
Tampoco hemos logrado mejorar la vida de la población ni acelerar
con ímpetu la recuperación de la industria. Sigue sin resolver también
la cuestión del Paralelo 38.
En el Norte de Corea el pueblo ha conquistado la verdadera
libertad. Todo el poder está en sus manos. Pero, en el Sur de Corea el
ejército norteamericano no ha entregado todavía el poder a su
población. Allí actúan a su libre albedrío los traidores a la nación y las
fuerzas restantes del imperialismo japonés, se promueven acciones
fascistas y no se logra la formación de un frente unido nacional.
Ahora bien, ¿qué haremos en este año 1946 que acogemos?
Debemos analizar seriamente la experiencia y la lección que
hemos sacado del trabajo hecho durante los casi cinco meses después
de la liberación en aras de la verdadera independencia de Corea. Nos es
necesario formar un frente unido nacional de sólida estructura en todas
sus instancias, desde las inferiores a las superiores instituir cuanto
antes un gobierno democrático provisional y procurar que nuestro país,
como miembro del campo democrático internacional, desempeñe un
gran papel en el movimiento contra el fascismo y la agresión. Tenemos
que acabar consecuentemente con los remanentes del imperialismo
japonés e implementar medidas democráticas con el fin de asegurar a
las masas populares la auténtica libertad y mejorar efectivamente su
bienestar.
No cabe duda que queden aún numerosos problemas que necesitan
solución, pero en la presente etapa todos estos problemas los podremos
resolver satisfactoriamente a condición de cumplir las tareas arriba
planteadas. Por esta razón, es necesario que todo el patriótico pueblo
coreano sin excepción se movilice como un solo hombre para cumplir
estas sagradas tareas. Sobre todo, el papel de vanguardia en esta lucha
deberán asumirlo los comunistas coreanos.
En la conferencia de cancilleres de los tres países, la Unión
Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña, recientemente celebrada en
Moscú, se ha aprobado una resolución respecto a la cuestión coreana.
2
En esta se considera la institución en Corea de un régimen de tutela de
5 años por cuatro países: la Unión Soviética, Estados Unidos, Gran
Bretaña y China, con el fin de levantar el Paralelo 38 y establecer un
Estado democrático, soberano e independiente. Con todo, el asunto
dependerá de cómo nosotros logremos unirnos formando un sólido
frente unido nacional democrático y de cómo nos esforcemos para
eliminar por completo los vestigios del imperialismo japonés, edificar
un Estado verdaderamente democrático e integrarlo en el campo
democrático mundial. A fin de cuentas, todos los problemas los
resolverá nuestro pueblo con sus propias fuerzas.
Por tanto, todo el pueblo coreano deberá fundirse más
estrechamente en torno al Partido Comunista, el partido más
progresista en nuestro país que aplica fielmente el programa político
democrático en favor de los intereses de nuestro pueblo. El Partido
Comunista, a su vez, deberá formar un sólido frente unido con los
partidos democráticos y trabajar sin desmayo para alcanzar la
independencia completa y la pronta reunificación de nuestro país.
3
TRABAJEMOS CON ENERGÍA
EN LA CREACIÓN DE UN VERDADERO
ESTADO DEMOCRÁTICO, SOBERANO
E INDEPENDIENTE
Queridos compatriotas:
Me siento muy satisfecho de encontrarme hoy con ustedes y hago
llegar, en nombre del Comité Central Organizador del Partido
Comunista de Corea del Norte y de todo el pueblo coreano, un
caluroso saludo de felicitación a los habitantes de los diversos
sectores y capas de la ciudad de Haeju aquí reunidos.
Compatriotas:
Durante el casi medio siglo de ocupación de Corea, los
imperialistas japoneses mantuvieron una bárbara dominación
colonialista que acarreó a nuestro pueblo inenarrables sufrimientos y
desgracias. Esos agresores cubrieron a Corea entera con una red de
tropas, gendarmes, policías, cárceles y fuerzas terroristas para
reprimir brutalmente a nuestro pueblo y recurrieron a todo tipo de
medidas para acabar con la nación coreana.
Pero, con ninguna represión brutal ni furiosa maniobra pudieron
impedir la lucha de nuestro pueblo por la restauración de la patria y la
liberación nacional. Los auténticos revolucionarios y patriotas de
Corea, en prolongada y heroica Lucha Armada Antijaponesa,
4
derrotaron a los agresores imperialistas japoneses y reconquistaron la
patria que les habían arrebatado. Fue así como nuestro pueblo acabó
de una vez para siempre con treinta y seis años de trágica existencia
de esclavo, para ser pueblo soberano y emprender el camino de
creación de una vida nueva y feliz.
Ya han pasado varios meses desde que nuestro pueblo recibiera
con emoción y excitación el día de la liberación. En ese tiempo ha
instituido por sí mismo comités populares en todas las localidades y
alcanzado no pocos éxitos en el restablecimiento del orden social y
restauración de la economía devastada por el imperialismo japonés.
Pero, hasta la fecha, a los cinco meses de la liberación, no hemos
podido llevar a cabo la histórica tarea que tiene nuestra nación de
edificar una patria nueva. No hemos formado todavía un gobierno
central ni tampoco preparado la base para la estabilización de la vida
del pueblo. No funcionan normalmente las empresas de producción y
otros centros de trabajo. Para colmo de males, todavía no hay un
orden establecido.
La principal causa de esto reside en que todavía nuestra nación
no está firme en su unidad y que la fuerza de todo el pueblo no se
moviliza ni se concentra en la labor de construir el país. Nos causa
un profundo sentimiento el que nuestra nación, que fue despojada
del país y arrojada al trágico destino de apátrida a causa de su débil
capacidad de unión, siga manteniéndose desunida hasta el día de
hoy, cuando ya está liberada. Si a raíz de la liberación, a base de una
sólida unidad de la nación, hubiéramos formado un gobierno
democrático en nuestro país, no hubiera sido posible que en la
reciente Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones
Exteriores de los Tres Países se tomara una resolución sobre la
cuestión de Corea. Tengámoslo bien presente.
Nuestra nación, que cuenta con una larguísima historia de cinco
milenios, tiene que unirse cuanto antes y monolíticamente, y
esforzarse por construir un genuino Estado democrático y avanzar
dignamente al lado de otros países democráticos del mundo. Los
obreros, campesinos y las demás fuerzas democrático-patrióticas
5
deben formar el frente unido nacional y luchar activamente por
edificar un Estado de verdadera democracia.
Una vez fundado el Estado democrático, debemos establecer
relaciones amistosas con todas las naciones amantes de la paz que se
opongan al fascismo y traten de igual a igual a nuestra nación. De
modo que en un futuro cercano nuestro país pueda aparecer en el
escenario internacional con iguales derechos que otros países
democráticos del mundo y avanzar a paso firme dentro de las filas
democráticas internacionales.
Para construir el Estado democrático es preciso combatir
radicalmente a los projaponeses y traidores a la nación. Ahora, estos
elementos maniobran para arrastrar a nuestro país por el camino
antidemocrático. Si los dejamos obrar, no podremos construir una
sociedad democrática. Todo el pueblo debe agudizar la vigilancia
ante los complots con que los reaccionarios quieren impedir la
edificación de la nueva Corea democrática, y librar una enérgica
contienda para liquidar a los elementos projaponeses y traidores a la
nación.
Lo que actualmente constituye un gran obstáculo en el
cumplimiento de nuestra tarea de construcción del Estado es el
veneno de la vieja ideología que dejaron los imperialistas japoneses.
Durante su larga ocupación de Corea, ellos inculcaron en la mente de
nuestro pueblo ideas reaccionarias de todo tipo, cuyos vestigios
ponen hoy freno a nuestra lucha por el levantamiento de una nueva
Corea. Debemos empeñarnos en combatir ese lastre ideológico de los
imperialistas japoneses para despejar del todo la mente de los
hombres de tan perniciosa ponzoña.
Al mismo tiempo, tendremos que hacer prosperar la magnífica
lengua y letras de la nación coreana y su espléndida cultura, y
desarrollar una educación de carácter popular y democrático para
promover la conciencia nacional que el imperialismo japonés había
reprimido. De modo que el pueblo entero, imbuido de alto orgullo y
dignidad nacionales, se ponga a trabajar para edificar el país.
Nuestro país se ha liberado de la dominación colonialista del
6
imperialismo japonés, pero no hemos podido construir todavía una
economía capaz de asegurarle al pueblo una vida feliz. En el presente,
un considerable número de compatriotas nuestros viven en malas
condiciones y vagabundean desocupados. De ahí nuestra tarea de
restaurar y fomentar lo más pronto posible la economía nacional.
En primer lugar, tenemos que restaurar y poner a punto pronto las
fábricas y empresas destruidas por los imperialistas japoneses y
desarrollar la industria para acabar con el desempleo y estabilizar la
vida de los obreros. Al mismo tiempo, repartir la tierra a los
campesinos que la trabajan, haciendo realidad su secular anhelo y
dando estímulo al fomento de la agricultura.
Trabajemos activamente todo el pueblo por la construcción de una
economía para la nueva Corea y por la restauración de la industria,
contribuyendo cada uno con lo que pueda, sea dinero, inteligencia,
tecnología o trabajo. Demostremos de esta manera la fuerza de
nuestra nación unida y cohesionada.
Compatriotas, todos los que aman a la patria y a la nación:
Expulsemos del seno de nuestra nación a los elementos
projaponeses, a los traidores y los demás reaccionarios y
antidemocráticos que impiden la unidad de la nación, y formemos
sobre una base de masas un sólido y genuino frente unido nacional
democrático.
Alcémonos todos unidos y dediquemos nuestras energías a la
formación de una república popular democrática, un auténtico poder
del pueblo que represente sus intereses. De este modo alcancemos
cuanto antes la completa independencia de Corea.
¡Apoyemos la resolución sobre la cuestión coreana de la
Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de
los Tres Países!
¡Viva el frente unido nacional democrático!
7
PARA AMPLIAR Y ROBUSTECER
LAS FILAS DEL PARTIDO Y ELEVAR
EL PAPEL DE SUS ORGANIZACIONES
Compañeros:
Transcurrieron ya cinco meses desde que el 15 de agosto
conseguimos la liberación. Durante ese período fue
extraordinariamente complicada la situación política interna y externa.
Pero, en general se desarrolló a nuestro favor.
Hoy, en la arena internacional ha cambiado radicalmente la
correlación de fuerzas entre la democracia y la antidemocracia, el
progreso y la reacción, y las fuerzas democráticas del mundo crecen y
se potencian con rapidez. Si como resultado de la Primera Guerra
Mundial surgió la Unión Soviética, primer Estado socialista, en la
Segunda Guerra Mundial fueron derrotados la Alemania y la Italia
fascistas y el Japón militarista, y en Asia y Europa los pueblos de
numerosos países se han liberado de las cadenas del yugo imperialista
y ahora marchan por el camino de la democracia.
Ahora bien, ¿cuál es la situación actual de nuestro país? Después de
la liberación, nuestro pueblo creó en todas partes los comités populares,
organismos de su poder, y hoy, en Corea del Norte se han fundado y
actúan el Partido Comunista y otros partidos políticos y organizaciones
8
sociales progresistas y democráticos. Pero, las tropas norteamericanas,
desde los primeros días de su desembarco en Corea del Sur, han
impuesto la administración militar, reprimen los comités populares
organizados a iniciativa del pueblo y recurren a maquinaciones de toda
índole para frenar la lucha del pueblo surcoreano por el desarrollo
democrático del país, llevando por delante las fuerzas reaccionarias.
¿Qué debemos hacer y cómo hemos de actuar en el presente ante
esta situación?
Tenemos que luchar por establecer lo antes posible en Corea un
poder democrático y unificado y convertir a Corea del Norte en una
poderosa base democrática para la construcción de un Estado soberano
e independiente, rico y poderoso. Para ello debemos, ante todo,
aglutinar de forma compacta todas las fuerzas patrióticas y
democráticas, creando un sólido frente unido nacional, y extirpar de
raíz las secuelas del imperialismo japonés en todas las esferas de la
política, de la economía y la cultura y efectuar las reformas
democráticas para asegurar al pueblo la libertad y los derechos
auténticos y mejorar su vida.
A fin de cumplir con éxito estas tareas es preciso consolidar el
Partido Comunista. Es el nuestro un partido auténticamente
marxista-leninista, en el que se han unido los elementos progresistas de
la clase obrera y del pueblo trabajador, en aras de la construcción de
una nueva Corea democrática, para culminar la revolución coreana.
Realizar felizmente la revolución coreana al margen de la dirección
acertada de nuestro Partido, resulta inconcebible. Debemos hacer
todos los esfuerzos a fin de ampliar y fortalecer las filas del Partido
Comunista y elevar el papel de sus organizaciones.
Todavía nuestro Partido tiene pocos militantes y una débil
estructuración organizativa y no ha logrado echar profundas raíces
entre las amplias masas, incluidos los obreros y campesinos. En el caso
de Pongsan, hay apenas unos 70-80 militantes en todo el distrito, y en
muchas fábricas, minas y aldeas no se han organizado las células. Con
tal estado de cosas nuestro Partido no puede cumplir con éxito su
misión histórica.
9
Para consolidar el Partido tenemos, ante todo, que ensanchar
rápidamente sus filas. Para ello es preciso eliminar completamente la
tendencia de mantenerse a puerta cerrada en la labor de engrosamiento
de las filas del Partido.
Ahora no se puede admitir a las personas que merecen ser
militantes de nuestro Partido, porque algunas de sus organizaciones
cometen ese error de cerrar las puertas al crecimiento del Partido. Tal
es lo que ocurre también en el distrito Pongsan.
Una expresión de la tendencia de cerrar las puertas al crecimiento
del Partido reside en fijar condiciones de ingreso demasiado
restringidas y no admitir en él mismo a los que deben ser miembros.
Como saben ustedes, por ahora son bajos el nivel político-teórico y el
de conciencia ideológica de la clase obrera y otros sectores del pueblo
trabajador de nuestro país. Porque, bajo la prolongada dominación
colonialista del imperialismo japonés, no pudieron estudiar y, además,
no recibieron preparación político-ideológica, debido a que en el
pasado no había en nuestro país un partido marxista-leninista. Sin tener
en cuenta esta situación es de todo punto injusto pretender enrolar en el
Partido solo a los que tengan una preparación ideológica y
teóricamente completa.
Otra manifestación de la tendencia a mantener cerradas las puertas
al crecimiento del Partido consiste en establecer erróneamente, a
contrapelo con la situación de nuestro Partido, la condición de los
avales, impidiendo de esta manera el ingreso en él mismo de los que lo
merecen. Actualmente, solo los militantes con más de un año de
militancia pueden avalar al que desea entrar en el Partido, lo cual es
injusto. Dada la circunstancia de que nuestro Partido es de reciente
fundación, ¿cómo pueden entrar muchas personas en sus filas, si se
procede como ahora? En última instancia, establecer que tengan más
de un año de vida de Partido los que avalen, equivale a crear
intencionadamente obstáculos a la labor de captación.
Debemos rectificar estas desviaciones de puertas cerradas. Si no
las corregimos, nos será imposible engrosar y fortalecer pronto las
filas del Partido y quienes necesariamente debieran ser militantes de
10
nuestro Partido se incorporarán a otros partidos.
En la labor para el crecimiento del Partido, las organizaciones del
mismo deben observar el principio de admitir con audacia y educar a
las personas de bien que, aun poseyendo bajo nivel político-teórico,
muestran una elevada conciencia de clase y entusiasmo en la
construcción del país. Y en las condiciones de hoy no se debe fijar
indistintamente el período de militancia del que avale al nuevo
miembro, sino facilitarles el ingreso a todos aquellos que reúnan las
condiciones indicadas.
Ante todo, es necesario engrosar continuamente las filas del
Partido entre la clase obrera. Hemos de admitir en él sin titubeos a los
obreros avanzados, forjados durante largo tiempo en el trabajo, aunque
su nivel de preparación sea poco elevado. Solo así podremos
consolidar nuestro Partido y agrupar firmemente en torno suyo a
amplias masas obreras.
Al mismo tiempo, tenemos que seleccionar de entre los peones
agrícolas y campesinos pobres a los que puedan ingresar en el Partido
y, por el momento, admitir en él a los labriegos activos, probados en
la campaña de entrega voluntaria de cereales y en la lucha por el
sistema de pago del arriendo en tres décimas partes de la cosecha.
También entre los intelectuales debemos detectar a los elementos
progresistas y admitirlos en el Partido tras probarlos a través de la
lucha práctica.
Admitiendo en el Partido a numerosos elementos más avanzados
de la clase obrera, el peonaje agrícola, los campesinos pobres e
intelectuales trabajadores debemos organizar las células de nuestro
Partido por doquier, bien sea fábricas, empresas o zonas rurales.
Un problema importante al que debemos prestarle atención en la
labor de engrosamiento de las filas del Partido es el que se refiere a
mejorar su composición. Al analizar la actual composición de nuestro
Partido observamos que hay muy pocos obreros, mientras el porcentaje
de campesinos e intelectuales es mucho mayor. Esto contraviene al
principio básico de la construcción del partido marxista-leninista.
Debemos llevar a cabo correctamente el trabajo de captación al Partido
11
en la dirección de elevar la proporcionalidad de obreros en la
composición de los militantes.
Para mejorar la composición del Partido es importante realizar bien
la labor estadística de sus militantes. Ahora, el Comité del Partido del
distrito Pongsan, igual que otras organizaciones del mismo, no realiza
correctamente este trabajo. Si se limitan, como hacen ustedes, a
registrar el número de miembros sin hacer un análisis de su
composición, es imposible consolidar cualitativamente las filas del
Partido. El comité distrital debe estar siempre atento a la estadística de
sus miembros y examinar su composición, para llevar a cabo
debidamente la captación de afiliados al Partido.
Debemos esforzarnos sobre todo para garantizar la pureza de las
filas del Partido. Tampoco se debe admitir indistintamente a
cualquiera, so pretexto de acrecentar sus filas. A causa de que en el
pasado algunas organizaciones del Partido realizaron incorrectamente
la labor de captación, se infiltraron en sus filas no pocos elementos
lacrados y extraños. Tenemos que expulsar a todos ellos de las filas del
Partido y redoblar la vigilancia para impedir que los elementos
projaponeses y los extraños penetren en él.
Simultáneamente al ensanchamiento incesante de las filas del
Partido, debemos dedicar mayor atención a asegurar su unidad
ideológica y de voluntad. Actualmente, en algunas organizaciones del
Partido de la provincia de Hwanghae han surgido grupos sectarios que
tienden a atraer a su lado a los militantes. Sin eliminar estas tendencias
sectarias será imposible fortalecer nuestro Partido. Debemos
oponernos categóricamente a los elementos sectarios y desarrollar una
intensa lucha ideológica contra todo lo que perjudique la unidad y
cohesión del Partido.
A la vez que fortalecemos organizativa e ideológicamente las filas del
Partido, es preciso cohesionar firmemente en torno suyo a amplias masas.
Nuestro Partido no puede hacer la revolución por sí solo, sino que,
para alcanzar su victoria, es imprescindible movilizar a las amplias
masas populares. Por tanto, debemos esforzarnos siempre por aglutinar
a las masas en torno al Partido.
12
Para ganarnos a las amplias masas debemos enrolarlas
activamente en las organizaciones de masas, tales como las
asociaciones obreras y las campesinas, agrupaciones juveniles y de
mujeres, y realizar un buen trabajo con esas organizaciones.
En primer término, es necesario elevar el papel de vanguardia de la
clase obrera en la construcción de la nueva Corea, incorporando a los
obreros de todas las fábricas y empresas a las asociaciones obreras e
intensificando la dirección sobre ellos. Al mismo tiempo, hemos de
integrar el campesinado en sus asociaciones, organizarlo y movilizarlo
para la lucha por la reducción del pago de arriendos, en un principio y,
después, gradualmente, al combate para confiscar la tierra de los
terratenientes. En el curso de estas luchas prácticas habremos de
reforzar más la alianza de la clase obrera y el campesinado,
aglutinándolos firmemente alrededor del Partido.
También debemos ejecutar eficientemente el trabajo dirigido a unir
los jóvenes en torno al Partido. Estos juegan siempre un importante
papel en la revolución social y en la construcción de la nueva sociedad.
Con miras a educar debidamente a los jóvenes de la nueva Corea, a
organizarlos y movilizarlos para la edificación del país, tenemos que
integrarlos activamente en las organizaciones juveniles. Además, las
organizaciones del Partido deben prestar una profunda atención a la
labor para integrar a las mujeres —que constituyen una fuerza
importante de nuestra revolución— en la organización femenina.
Intensifiquemos la dirección del Partido sobre las organizaciones
sociales y hagamos que sus militantes se compenetren con las masas,
proyectando en ellas más influencia partidista.
Para efectuar con eficacia la construcción de la nueva Corea es
preciso redoblar la labor del frente unido. Las organizaciones del
Partido tienen que formar un sólido frente unido nacional, mediante la
activación del trabajo con todos los partidos políticos y grupos de
carácter patriótico y democrático, organizar y movilizar sus fuerzas
aglutinadas en la lucha para construir un Estado soberano e
independiente, rico y poderoso.
La formación del frente unido no significa, de ninguna manera, que
13
colaboremos también con los elementos projaponeses y traidores a la
nación. En todo caso, este frente unido debemos crearlo solo con
quienes aman al país, la nación y la democracia. No debemos llegar a
ningún compromiso con los elementos projaponeses y los traidores a la
nación, ni depositar en ellos la menor esperanza.
Pero no por ello debemos marginar incluso a los que sirvieron de
manera pasiva en los organismos del imperialismo japonés. Hay que
tener bien claro que cuantas más personas agrupemos en torno a
nuestro Partido, ganando el mayor número posible, tanto más aislados
quedarán los enemigos y más potentes serán nuestras fuerzas
revolucionarias.
Igualmente es necesario intensificar más la labor de propaganda
del Partido.
El trabajo de propaganda del Partido no es una cosa de otro mundo.
La propaganda partidista consiste precisamente en explicar a las
masas, de manera comprensible, cuestiones tales como qué es la
intención de nuestro Partido y qué deberá hacer el pueblo coreano
liberado. Tenemos que dar a conocer bien a los obreros, campesinos,
intelectuales, jóvenes, estudiantes, comerciantes, industriales y
religiosos, en una palabra, a las masas de los diversos sectores, qué tipo
de revolución es la que hacemos, qué problemas debemos resolver en
ella y cómo luchar para establecer un gobierno democrático unificado.
Hoy por hoy, es muy elevado el entusiasmo de nuestro pueblo por
la edificación del Estado. Pero, desconoce el camino que debe seguir
Corea, qué debe hacer y cómo actuar. Además, debido a la propaganda
perniciosa que hicieron los imperialistas japoneses en el pasado contra
el comunismo y a la influencia que ejercieron los actos sectarios de los
fraccionalistas, todavía hay bastantes personas que no tienen una idea
clara de lo que es nuestro Partido; y la parte de las masas poco
politizada aún abre los oídos a la propaganda falsa de los reaccionarios,
entre ellos los elementos projaponeses y proyanquis, que enajenan los
intereses nacionales.
Teniendo en cuenta esta situación, intensificar la propaganda del
Partido adquiere el rasgo de un problema muy importante. Si nuestro
14
Partido no vigoriza esta labor, el pueblo puede ser engañado por la
perniciosa propaganda de los reaccionarios, lo que perjudicará en gran
medida la construcción del país. Debemos, pues, intensificar la
propaganda del Partido para guiar a las masas populares por un camino
acertado. Sobre todo, es preciso mejorar la labor propagandística en la
zona de Sariwon porque en ella existen no pocos religiosos vacilantes,
amén de ser un lugar cercano al Paralelo 38, donde pueden circular
muchos rumores reaccionarios.
En el presente, ustedes prestan poca atención al trabajo de
propaganda partidista y lo realizan sin un objetivo y foco claros, que
son imprescindibles si se quiere lograr éxito en este trabajo. En la
etapa actual, el centro en la labor de propaganda partidista debe
consistir en elevar la conciencia política de las masas de todos los
sectores, haciéndolas comprender claramente la línea política de
nuestro Partido.
La revolución que hoy llevamos a cabo es la revolución
democrática, antimperialista y antifeudal y al pueblo coreano le
corresponde la tarea de establecer un gobierno democrático unificado.
Por tanto, hemos de explicar y difundir ampliamente el carácter de la
revolución coreana y sus tareas inmediatas, tanto entre los miembros
del Partido como entre las masas populares, de modo que se movilicen
para la edificación de la nueva Corea democrática. Junto a ello,
debemos intensificar entre las masas la labor conducente a
desenmascarar y condenar todos los delitos de los vendepatrias y
reaccionarios, para que el pueblo no ponga ninguna esperanza en ellos.
Debemos desplegar una ofensiva de propaganda, movilizando para
este fin a los mejores miembros del Partido y de las organizaciones
sociales. La labor de propaganda partidista puede tener éxito, solo
cuando la realicen conforme a la realidad calando profundamente entre
las masas.
Las organizaciones del Partido deben reforzar su trabajo de
propaganda, ante todo, entre los obreros para que adquieran plena
conciencia de que son los dueños de las fábricas y del país, y para que
defiendan resueltamente las fábricas y empresas contra los actos
15
subversivos del enemigo y dediquen todos sus esfuerzos a la
construcción de la nueva patria. Igualmente es necesario que lleven a
cabo entre los campesinos un intenso trabajo explicativo y
propagandístico en relación con la presente campaña de entrega
voluntaria de cereales, para elevar su patriotismo y, al mismo tiempo,
hacerles tomar una parte activa en la lucha para que paguen como
arriendo tres décimas de la cosecha y, a la larga, por la posesión de la
tierra. Asimismo es preciso aumentar la labor esclarecedora entre los
intelectuales, para que participen activamente en la administración y
gestión de las fábricas y empresas y se movilicen en la obra de educar a
la joven generación.
Las organizaciones del Partido tienen que realizar debidamente su
labor de propaganda entre los comerciantes e industriales. Debemos
hacer que estos cumplan su deber nacional en la construcción de la
nueva patria, concienciándoles de patriotismo nacional. Hay que darles
a conocer claramente la orientación de nuestro Partido encaminada a
garantizarles la libertad en sus actividades empresariales, de modo que
tomen una parte activa en propiciar la prosperidad del país y de la
nación, administrando debidamente sus empresas.
Para lograr éxitos en la propaganda del Partido todos sus militantes
deben enrolarse en este trabajo. Tienen que ponerse siempre a la
cabeza de las masas, para educarlas y conducirlas. De esa manera, cada
miembro del Partido educará a decenas o cientos de personas y las
movilizará en la construcción de la nueva patria, de la misma forma
que una piedrecilla arrojada a las apacibles aguas de un lago produce
ondas circulares en toda su superficie.
Una de las importantes tareas planteadas hoy ante las
organizaciones del Partido es redoblar su dirección sobre los comités
populares para elevar el papel de estos.
Debemos expulsar a todos los individuos extraños y haraganes
infiltrados en los comités populares e integrar los organismos del
Poder popular con gentes de bien que trabajen fielmente en bien del
pueblo. De modo especial, el comité distrital del Partido tiene que
prestar una redoblada atención a la tarea de estructurar bien las filas de
16
los funcionarios del comité popular distrital respectivo. Y estar
siempre alerta para poder impedir en absoluto la infiltración en los
comités populares de elementos projaponeses y traidores a la nación.
El comité distrital del Partido debe dirigir correctamente al comité
popular distrital correspondiente para que concentre toda su energía en
el trabajo actual de estabilizar la vida del pueblo.
Hoy en día, en nuestro país hay no pocos desempleados y es muy
difícil la situación de la vida del pueblo. Sin solucionar este problema,
será imposible realizar con éxito la tarea de edificación del país.
Con miras a estabilizar la vida del pueblo es necesario, ante todo,
restaurar y poner en funcionamiento las fábricas y empresas que
habían destruido los imperialistas japoneses. Así será posible dar
empleo a los desocupados, a los que regresaron del “reclutamiento”, de
la “conscripción de trabajo”, del “cuerpo de servicio laboral al Estado”
o a los repatriados del extranjero, a la vez que producir los artículos de
consumo necesarios a la vida del pueblo.
El comité distrital del Partido debe conseguir que el comité popular
se responsabilice y ejecute a la perfección las tareas como la de
rehabilitar y reajustar las fábricas y empresas, el cumplimiento de la
entrega voluntaria de cereales y la recaudación de impuestos. De esta
manera, debe estabilizar lo antes posible la vida del pueblo, organizar y
movilizar justamente a las masas para la construcción del país.
Espero de ustedes que no escatimarán sus esfuerzos para
incrementar y robustecer las filas del Partido y elevar el papel de su
comité distrital, prestando de esa forma un gran servicio al desarrollo
del Partido y la construcción de una nueva Corea democrática.
17
CON MOTIVO DE LA CONSTITUCIÓN
DE LA UNIÓN DE LA JUVENTUD
DEMOCRÁTICA DE COREA
DEL NORTE
18
Los jóvenes coreanos carecen todavía de una organización extensa.
Ello significa que no disponemos de condiciones para formar el frente
unido nacional, sobre base de masas.
Para formar dicho frente es necesario crear una extensa
organización democrática, unificada de nuestros jóvenes, que se
transformarán en artífices principales de la construcción de una nueva
Corea democrática.
La Unión de la Juventud Democrática, que hemos organizado tras
disolver la Unión de la Juventud Comunista, debe presentar su propio
programa, y no el de ésta. No pocos jóvenes se hallan todavía fuera de
la Unión de la Juventud Democrática; ello se debe a que la Unión no
explica bien su programa democrático entre las masas juveniles. Si la
Unión de la Juventud Democrática hubiera presentado el programa
democrático, y dado una explicación exhaustiva, la totalidad de los
jóvenes habría ingresado en ella.
La Unión de la Juventud Democrática tiene que estructurar, ante
todo, sus propias fuerzas y lograr la unidad ideológica de todos sus
integrantes.
El defecto principal que existía en el pasado movimiento
revolucionario de Corea era la riña sectaria. Los fraccionalistas se
aferraban a la lucha sectaria en beneficio exclusivo de sus intereses
personales. En el pasado, nuestro país se vio arruinado por luchas de
secta entre los gobernantes feudales; también durante la lucha
antijaponesa de liberación nacional sufrimos graves daños a
consecuencia de la riña de los fraccionalistas. Estos recurrían a estas
peleas sectarias en lugar de combatir a los imperialistas japoneses.
Estas luchas de secta influyeron de manera muy nefasta en nuestros
jóvenes.
Nuestros jóvenes no deben admitir ningún tipo de tendencia
sectarista en sus filas; deben luchar resueltamente por descubrir y
aniquilar a los fraccionalistas.
En el seno de la Unión de la Juventud Democrática debe haber una
férrea disciplina. La lucha sectaria proviene también de la falta de una
estricta disciplina. Si dejan de la mano a aquellos que no cumplen las
19
resoluciones y directivas de la Unión, es posible, a fin de cuentas, que
aparezca la fracción. Lo mismo que un ejército, que sin una disciplina
férrea no puede salir triunfante en el combate, tampoco la organización
juvenil indisciplinada puede desempeñar misión alguna.
Otra cosa importante es formar cuadros jóvenes. Ahora sentimos
gran falta de cuadros. Debido a ello nos encontramos con grandes
dificultades en la construcción estatal.
La falta de cuadros se debe principalmente a que nuestros jóvenes
se criaron bajo la dominación del imperialismo japonés y, también, a
que después de la liberación, la Juventud Democrática no ha llevado a
cabo un trabajo activo para formar cuadros.
Sería erróneo pensar que solo a los institutos docentes les incumbe
preparar a los cuadros. Es de singular importancia formar y forjar a los
cuadros en la práctica. Por consiguiente, hay que establecer para los
jóvenes un sistema de estudio y trabajo simultáneos. Se pueden
proporcionar materiales didácticos a los trabajadores para que puedan
estudiar por su cuenta o llamarlos una vez cada equis meses al
seminario de estudios sobre la rama respectiva, volviéndolos luego a su
trabajo. Si se estudia sin pausas, combinando estos métodos, será
posible elevar, en medida considerable, el nivel político y profesional
de las personas. Para ayudar en el trabajo a los compañeros destinados
a las fábricas y al campo, hay que examinarlos a tiempo y criticar sus
defectos. Criticar quiere decir, precisamente, educar. Al margen de la
crítica, no puede haber desarrollo. La crítica es un método importante
para educar a los cuadros. No hay que destituir a la ligera a los hombres
que cometieron errores, sino explicarles con claridad cuál es la causa
de sus defectos y educarlos bien, para que podamos trabajar juntos.
La Unión de la Juventud Democrática necesariamente debe
disponer de un instituto para formar sus propios cuadros. En primer
lugar, es mejor que organicen un centro de formación de cuadros de
corta duración, para seleccionar y dar curso a los jóvenes prometedores.
Asimismo, debe establecerse un sistema de dirección y control, para
inspeccionar sin cesar el trabajo de las organizaciones locales de la
Unión de la Juventud Democrática. El comité provincial de la UJD
20
debe delegar a sus miembros de dirección a los distritos, para que
enseñen el método de trabajo a los cuadros de las organizaciones
distritales de la UJD. Estos, a su vez, deben ir a los cantones para
educar, con el mismo método, a los cuadros de allí y consolidar sus
organizaciones.
Luego, es preciso manejar bien las estadísticas. Un gran defecto de
la Unión de la Juventud Democrática es carecer de estadísticas. En lo
futuro, deberá hacer una correcta estadística en la que, junto al registro
de los miembros, deberá incluir datos sobre diversas actividades y,
sobre esta base, elaborar un concreto plan de trabajo y ejecutar todas
las labores de forma planificada.
Además, la Unión de la Juventud Democrática debe expulsar sin
contemplaciones a los elementos projaponeses infiltrados en sus filas.
Este trabajo no debe ser considerado como labor de algunos cuadros,
sino planteado como tarea importante de toda la Unión.
Al mismo tiempo, debe ayudar al Partido Democrático a expulsar a
los elementos malintencionados infiltrados en su seno. Debe acercarse
a los miembros progresistas del Partido Democrático e influenciar
sobre ellos, ayudándoles activamente a que los mismos expulsen a los
elementos malsanos infiltrados en el Partido, y contribuyan con ello a
su propio desarrollo.
Para terminar, quisiera subrayar una vez más que nuestros jóvenes
deben marchar firmemente a la cabeza de la lucha por erradicar de raíz
a las fuerzas que quedan del imperialismo japonés y construir una
nueva Corea democrática.
21
EL COMITÉ POLÍTICO POPULAR
DEBERÁ SER UN GENUINO ÓRGANO
DE PODER DEL PUEBLO
22
pago del arriendo en tres décimas partes de la cosecha.
En todos estos éxitos vemos los resultados del esfuerzo hecho por
el Comité Político Popular y por ustedes, que están trabajando en
diversas regiones.
En el curso de la lucha por la democracia, el Comité Político Popular
frustró el sabotaje de la banda de Jo Man Sik y aseguró la victoria de las
fuerzas democráticas. Esta banda degeneró en reaccionaria cuando se dio
a conocer la resolución de la Conferencia de Moscú de los Ministros de
Relaciones Exteriores de los Tres Países. El señor Ri Ju Yon y otros le
aconsejaron tomar una actitud justa respecto a dicha resolución, pero se
opuso a todo trance, acabando por pasarse al campo de la reacción.
Ahora, fresca todavía la tinta en la resolución de la Conferencia de
Moscú, los círculos reaccionarios de los Estados Unidos la están
repudiando.
Bailando al son de las fuerzas agresivas estadounidenses, los
reaccionarios internos atentan criminalmente contra esta resolución,
identificando el Estado democrático con el Estado imperialista agresivo.
Todo el pueblo coreano con el Partido Comunista al frente apoya
plenamente la resolución de la Conferencia de Moscú de los Ministros
de Relaciones Exteriores de los Tres Países.
Solo cuando se muestre que la totalidad de nuestra nación apoye
esta resolución y la está poniendo activamente en práctica, se podrá
acortar el período de cinco años de tutela y acelerar la formación de
nuestro Estado soberano e independiente.
A esta reunión ampliada asisten numerosos delegados de diversos
sectores y capas. Puede decirse, pues, que esta reunión tiene, de hecho,
el carácter de asamblea representativa de la población de la provincia
de Phyong-an del Sur.
Debemos tener presente que aquí no es permisible ninguna
controversia sectarista. Y en cuanto a la divergencia de opiniones en
algunos asuntos, someterlos al debate para encontrar una solución
imparcial. Solo entonces esta reunión ampliada podrá ser una asamblea
representativa del pueblo, con inclusión de todos los partidos políticos
y organizaciones sociales.
23
El Partido Comunista no tiene ni la mínima ambición de acaparar
todos los puestos de miembros. Deseamos sinceramente que muchos
dirigentes de diversos partidos y organizaciones sociales
democráticos sean designados para dichos cargos.
En el Partido Democrático hay quienes decían que en el Comité
Político Popular había demasiados cuadros procedentes del Partido
Comunista, pero renunciemos esas manifestaciones de egocentrismo
de su partido, y unámonos y esforcémonos todos para hacer realidad
nuestra plataforma política común en bien del pueblo.
En el pasado, el Comité Político Popular no pudo cumplir del todo
bien con su trabajo, porque tuvo infiltrados en su seno a muchos
burócratas corrompidos y a elementos reaccionarios que promovían
actos perjudiciales.
No prestó atención a cuestiones urgentes de la vida del pueblo ni
resolvió el problema de la entrega voluntaria de granos.
Los reaccionarios que penetraron en dicho Comité se dedicaron
solo a calumniar a nuestros órganos de seguridad, al Partido Comunista
y al Ejército Rojo, a difamar a cierta persona; no practicaban la política
en su debida forma.
El Comité Político Popular permitió a su ex-miembro encargado de
finanzas malversar o malgastar el presupuesto hasta agotarlo, lo que
obligó a organizar una campaña de donación de fondos. Lo justo sería
responsabilizar del mal resultado de la entrega voluntaria de granos no a
una persona, sino al Comité Político Popular. Ciertas personas
consideran erróneamente que el cargo de miembro del Comité lo inviste
de una alta jerarquía, y se lanzan al desfalco y a la malversación.
El Comité Político Popular tendrá que acabar de una vez para
siempre con toda corrupción y convertirse en verdadero órgano de
Poder popular al servicio de los intereses del pueblo.
Para terminar, reitero una vez más que debemos poner ingentes
esfuerzos en organizar el frente unido que abarque todos los sectores y
capas de las fuerzas democráticas e instaurar cuanto antes el gobierno
democrático provisional de Corea.
24
SOBRE LA ACTUAL SITUACIÓN POLÍTICA
EN COREA Y LA ORGANIZACIÓN DEL
COMITÉ POPULAR PROVISIONAL
DE COREA DEL NORTE
Estimados delegados:
Hoy, nos hemos reunido aquí para encontrar una solución a los
importantes problemas concernientes al desarrollo de la política, la
economía y la cultura en Corea del Norte.
Han transcurrido ya cinco meses desde que nuestro pueblo fue
liberado de la dominación colonialista del imperialismo japonés.
Corto es este período de cinco meses, pero en Corea del Norte se han
registrado grandes cambios. Corea del Norte ha entrado con toda
firmeza en el camino de un desarrollo genuinamente democrático.
Hasta hace cinco meses, Corea era colonia del imperialismo
japonés. Esta dominación colonialista de los imperialistas japoneses,
que duró cerca de medio siglo, dejó a nuestra nación una industria y
transporte deformados, una atrasada economía rural y la ignorancia y
miseria de varios millones de personas. El imperialismo japonés
impidió intencionalmente el desarrollo de la economía coreana. Las
25
consecuencias de la dominación de los agresores japoneses se ven
claramente en todos los aspectos de la situación de cada provincia de
Corea del Norte.
Desde hace años, los imperialistas japoneses empezaron a construir
la industria en Corea del Norte, elaborando el plan de agresión al
continente. Las fábricas, minas y centrales hidroeléctricas construidas
por los agresores japoneses no fueron para desarrollar la economía de
nuestro país ni mejorar la vida del pueblo coreano, sino para la
producción de los materiales de guerra que convenían al imperialismo
japonés. Año tras año, el imperialismo japonés sustrajo de Corea
enormes cantidades de materias primas industriales y granos. De esta
manera, Corea le aseguró las materias primas a la industria de guerra
de Japón y alimentó sus tropas vandálicas.
Como consecuencia de la política de agresión del imperialismo
japonés, la industria nacional no logró desarrollarse aunque Corea
tenía condiciones favorables para fomentar una industria moderna, y la
economía rural se quedó también en un estado de atraso increíble.
La guerra, que duró varios años, arrojó al pueblo coreano,
especialmente a los campesinos, en la mayor miseria. Los campesinos,
en su mayoría, perdieron la tierra debido a la política de saqueo rural
del imperialismo japonés. Fue por eso que un 80% del campesinado de
Corea lo constituían arrendatarios, semiarrendatarios y peones
agrícolas. Al mantener intacto el sistema feudal de arriendo, los
agresores imperialistas japoneses frenaron al máximo el desarrollo de
las fuerzas productivas agrícolas e hicieron que varios millones de
campesinos padecieran pobreza y hambre.
Los japoneses monopolizaron la industria y el comercio. De todo
el capital industrial, el de los coreanos representaba solo un 5%, y el
85% del capital comercial pertenecía a los japoneses.
Todo el poder estaba completamente en manos de los bandoleros
japoneses.
Los coreanos sufrieron la horrible opresión y humillación por su
nacionalidad. A los coreanos se les aplicaban una ley especial y un
juicio especial y recibían salarios inferiores a los de los japoneses.
26
Más de la mitad de nuestros niños no podían ir a la escuela. A los
jóvenes coreanos les estaba casi vedado el camino de la universidad y
las escuelas técnicas especializadas. Nuestro idioma nacional sufrió
afrentas y violaciones. Los agresores imperialistas japoneses trataron
de extirpar nuestra propia cultura y conciencia nacionales, y de
“convertir en súbditos del imperio japonés” a nuestra nación.
Pese a esta opresión de los bandidos japoneses, el pueblo coreano
tuvo la convicción de que expulsaría a los agresores japoneses y
alcanzaría así la independencia nacional. El pueblo coreano libró sin
tregua una valerosa lucha contra el imperialismo japonés. El
Levantamiento Popular del 1 de Marzo de 1919, las Manifestaciones
Independentistas del 10 de Junio de 1926, la huelga general de los
obreros de Wonsan de 1929, las insurrecciones campesinas que se
continuaron de 1930 a 1932 en varios lugares y la Lucha Armada
Antijaponesa que se libró furiosamente desde comienzos de la década
de 1930 en el interior y exterior del país, muestran con claridad que
nuestro pueblo libró una indomable lucha contra el imperialismo
japonés.
Después de la derrota del imperialismo japonés y la liberación de
Corea, la situación de nuestro país cambió radicalmente. El pueblo
coreano, que logró la libertad y la liberación, vio ante sí un futuro
luminoso y emprendió con vigor la construcción de un Estado
democrático e independiente.
Hoy, en el Norte de Corea se han organizado y actúan libremente
los partidos políticos y organizaciones sociales. El Partido Comunista,
el Partido Democrático y la Unión por la Independencia de Corea
emprendieron su labor, y se han formado diversas organizaciones
democráticas de masas tales como las asociaciones obreras, la Unión
de Mujeres, la Unión de la Juventud Democrática, asociaciones
campesinas, la Asociación de Cultura Corea-URSS, etc. Las
asociaciones obreras y campesinas y demás organizaciones sociales
integran a más de dos millones de personas.
En Corea del Norte ya se publican más de 30 periódicos y se editan
en nuestro idioma manuales para las escuelas de todos los niveles y
27
otros libros, así como las emisiones radiales se efectúan también en
coreano. Asimismo, en la escuela se enseña en coreano, y por
dondequiera, en todos los organismos y en las calles, se oye hablar
nuestro idioma coreano. Los cuerpos artísticos, antes oprimidos y
pisoteados, han resurgido y realizan animadamente sus actividades.
Todo esto demuestra el elevado entusiasmo político de las masas y
el ardoroso patriotismo del pueblo coreano, y prueba que la cultura
nacional está resurgiendo.
Todos los partidos políticos y organizaciones sociales de Corea del
Norte se propusieron como objetivo común formar un frente unido
nacional democrático y construir sobre esta base un Estado libre,
democrático e independiente.
Al liberarse el país, el pueblo norcoreano se dio a organizar los
comités populares, órganos locales del poder soberano y democrático.
Los comités populares emprendieron, ante todo, la tarea de mantener el
orden social y estabilizar la vida del pueblo.
Luego, para dirigir todos los sectores de la economía nacional y
establecer las relaciones económicas entre todas las provincias de
Corea del Norte, hemos organizado varios departamentos, tales como
el de industria, transporte, comunicaciones, agricultura y silvicultura,
comercio, finanzas, educación, salud pública, justicia y seguridad.
Durante el período a que nos referimos, todos los departamentos y
comités populares locales lograron no pocos éxitos en su labor por
normalizar la vida económica.
Sin embargo, no podemos decir que los trabajos que hemos
realizado hasta la fecha sean suficientes. Actualmente, todos los
departamentos y comités populares locales tienen muchas dificultades
y deficiencias en su trabajo.
Lo más grave, sobre todo, es que aún no se ha organizado en Corea
del Norte un organismo del Poder central.
Hasta ahora, Corea del Norte no ha llegado a disponer de un
organismo único del Poder central norcoreano que les señale las
directrices de trabajo a todos los departamentos y los guíe. Esto
constituye un gran obstáculo para desarrollar en forma unificada y
28
planificada la vida política, económica y cultural de Corea del Norte.
Cada departamento actúa solo dentro de su respectiva rama de la
vida económica y cultural. Sin embargo, las labores de todos los
departamentos están íntimamente relacionadas entre sí. La vida
práctica demuestra que surgen cada vez más problemas que los
departamentos particulares no pueden resolver por sí solos.
Por ejemplo, la restauración de la industria es tarea del
Departamento de Industria, pero a su vez esta tarea se relaciona con el
trabajo de todos los demás departamentos. El Departamento de
Transporte tendrá que asegurar la labor de acarreo para cooperar en el
desarrollo de todas las demás ramas de la economía nacional. Los
asuntos del Departamento de Finanzas tienen relaciones estrechas con
el trabajo de todos los dominios de la economía nacional, tales como la
industria, la agricultura, el comercio, el transporte, la enseñanza, la
salud pública, etc. El Departamento de Educación tendrá que formar a
los cuadros que se necesitan en todos los campos de la economía
nacional.
Todo esto confirma la apremiante necesidad de crear un
organismo central que, manteniéndose a la cabeza de los
departamentos, sintetice y dirija sus labores. Establecer el organismo
del Poder central en Corea del Norte es una tarea madurada por entero.
Nosotros consideramos que el Comité Popular Provisional de
Corea del Norte debe hacer las veces de este organismo hasta
establecer un gobierno unificado en nuestro país.
La constitución del organismo del Poder central es una medida que
conviene a los intereses de las masas populares y corresponde por
completo a la tarea de establecer el orden democrático en Corea. La
proposición de formar el organismo del Poder central, es decir, el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, la hicieron los
dirigentes de los partidos políticos y organizaciones sociales de
carácter democrático. Con el objeto de crear el organismo del Poder
central, los dirigentes de los partidos políticos y organizaciones
sociales de carácter democrático de Corea del Norte organizaron un
comité iniciativo.
29
Es así que convocamos hoy la reunión de los representantes de los
comités populares de las seis provincias y de los partidos políticos y
organizaciones sociales de carácter democrático en Corea del Norte,
para elegir a los miembros del Comité Popular Provisional de Corea
del Norte y discutir las importantes tareas inmediatas.
¿Cuáles son las tareas que confronta actualmente el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte?
Primero: tiene que hacer más firmes los órganos locales del Poder y
liquidar por completo de sus organismos a los elementos projaponeses
y antidemocráticos. Esta es la tarea inmediata de mayor importancia
del Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Para construir una nueva Corea democrática, libre e independiente,
debe, ante todo, liquidar por completo a las fuerzas reaccionarias,
librando una lucha activa contra los elementos projaponeses y
antidemocráticos, que son los enemigos del pueblo. Si dejamos que los
traidores y renegados permanezcan impunemente en los órganos del
Poder, nos será imposible construir una nueva Corea democrática. Por
eso, todos los comités populares de provincia, ciudad y distrito y todos
los partidos políticos y las organizaciones sociales de carácter
democrático deben denunciar sin falta y cabalmente a los traidores a la
nación y expulsarlos de nuestras filas.
Segundo: mediante la reforma agraria, debe confiscar la tierra a
los imperialistas japoneses, a los traidores a la nación y a los
terratenientes coreanos, y distribuirla gratuitamente a los campesinos
que la laboran, así como nacionalizar los bosques.
En nuestro país la economía rural es una rama fundamental de la
economía nacional. Bajo el dominio del imperialismo japonés la
mayor parte de la tierra se hallaba concentrada en manos de los
japoneses y los terratenientes coreanos y la abrumadora mayoría de los
campesinos disponían de poca tierra o de ninguna. En la actualidad, el
sistema feudal de arriendo sirve de base económica a las fuerzas
reaccionarias. Los terratenientes tratan de mantener intacto el sistema
feudal de arriendo y se oponen a cualquier reforma democrática.
Sin llevar a efecto la reforma agraria es imposible rehabilitar y
30
desarrollar la economía rural, ni construir un Estado democrático,
soberano e independiente. La realización de la reforma agraria
significa el cumplimiento del deseo secular de nuestros campesinos.
Tercero: debe restaurar y desarrollar las empresas de producción.
Solo cuando se rehabiliten y se desarrollen las empresas de
producción podremos poner fin al desempleo, elevar el nivel de vida
del pueblo y, al mismo tiempo, desarrollar la economía nacional.
Cuarto: debe restaurar el transporte ferroviario y el acuático.
El transporte ferroviario y el acuático constituyen las arterias del
Estado. Sin uno u otro es inconcebible el desarrollo normal de la
economía estatal. Todas las provincias de Corea del Norte se encuentran
ligadas económicamente entre sí y debemos desarrollar aún más estos
lazos. Además de las relaciones económicas, también se necesitan lazos
políticos y culturales entre las provincias. Pero, ahora nuestro transporte
se halla en estado de desorden. Debemos restaurar sin falta, y lo más
pronto posible, el transporte destruido. Esto permitirá acelerar en gran
medida la restauración y el desarrollo de nuestra industria y comercio.
Quinto: debe poner en orden el sistema financiero y bancario y el
de circulación mercantil.
Sin que se organice el sistema financiero y bancario, sin que se
desarrolle el comercio ni se realice un activo intercambio de
mercancías entre la ciudad y el campo y entre las provincias, será
imposible restaurar y desarrollar la economía nacional.
Debemos procurar que se busquen sin limitación todas las fuentes
de ingreso, que se hagan las inversiones de fondos más correctas, que
se asegure una adecuada cantidad de circulación monetaria y que se
libre la lucha contra los especuladores.
Sexto: debe asegurar la libre actividad de los empresarios y
comerciantes y fomentar las empresas de tamaño mediano y pequeño.
Haciéndolo así, se puede solucionar el problema de los artículos de
consumo necesarios para la vida del pueblo.
Séptimo: debe ayudar al movimiento obrero y hacer que se
organicen ampliamente los comités fabriles en todas las fábricas y
empresas.
31
Si queremos convertir a Corea en un Estado democrático,
soberano e independiente, debemos incorporar activamente a las
grandes masas populares, sobre todo a los obreros, en la vida política.
Las asociaciones obreras y comités fabriles son las organizaciones
de masas que representan los intereses de los obreros y, al mismo
tiempo, introducen a la clase obrera en la actividad social.
Fortaleciendo las asociaciones obreras y organizando ampliamente los
comités fabriles en las empresas y en el sector del transporte,
elevaremos de un modo extraordinario el entusiasmo político de los
obreros y aceleraremos aún más nuestra construcción económica.
Octavo: debe reformar el sistema de enseñanza de acuerdo con el
desarrollo democrático del país.
Como consecuencia del sistema de enseñanza de esclavitud
colonial del imperialismo japonés, muchos coreanos vegetaban en la
ignorancia y la oscuridad, y nuestros jóvenes y niños se hallaban
influidos por las nocivas ideas reaccionarias del imperialismo japonés.
Debemos reformar a cabalidad el sistema de enseñanza e implantar
un nuevo sistema de enseñanza popular y democrático para, de este
modo, abrirles el camino del estudio a los hijos e hijas de los
trabajadores y erradicar de la mente de los jóvenes y niños los vestigios
de las ideas del imperialismo japonés.
Noveno: debe educar a las masas populares en la ideología
democrática y desplegar ampliamente entre ellas la labor de ilustración
cultural. Solo así se podrá elevar la conciencia política y el nivel
cultural del pueblo y desarrollar nuestra cultura nacional.
El trabajo que hemos realizado hasta ahora en esta rama no es más
que un paso inicial, y aún tenemos por delante muchos trabajos que
hacer. Este es también un trabajo importante que debe cumplir
puntualmente el Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Décimo: debe divulgar ampliamente entre las masas populares el
verdadero sentido de la resolución sobre Corea de la Conferencia de
Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países.
Los elementos reaccionarios intentan tergiversar la resolución de
esta Conferencia de Moscú, en particular la noción de la tutela. Ellos
32
tratan de impedir que Corea se convierta en un Estado genuinamente
democrático e independiente, procurando que nuestro pueblo entienda
erróneamente dicha resolución, destruyendo su unidad y
desorganizando el frente unido democrático.
Por eso, la labor de divulgar profundamente entre las masas
populares el verdadero sentido de la resolución sobre Corea de la
Conferencia de Moscú ha llegado a ser una importante tarea inmediata
de los comités populares a todos los niveles.
Estas son, en líneas generales, las tareas inmediatas que se le
presentan al Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Sin un organismo del Poder central, es decir, sin un organismo que
dirija la labor de nuestros comités populares locales y todos los
departamentos de administración, de ninguna manera podrán
resolverse tareas tan enormes y complicadas. Por consiguiente, estoy
seguro de que los representantes de todos los departamentos de
administración, los comités populares a todos los niveles, los partidos
políticos y las organizaciones sociales de carácter democrático,
participantes en esta reunión, tendrán una clara comprensión de la
necesidad de organizar el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte.
Permítanme hacer la proposición de que en esta reunión se discuta
el problema de la organización del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte y se adopte una resolución adecuada y concreta al
respecto.
33
CONVERSACIÓN CON RYO UN HYONG,
PRESIDENTE DEL PARTIDO
POPULAR DE COREA
11 de febrero de 1946
¿Cómo está usted, señor Ryo? Con el frío de estos días debe haberle
sido bastante penoso el largo viaje. Debe mantener una buena salud,
pues le espera mucho trabajo para construir una Corea nueva.
He leído sus cartas y he recibido en varias ocasiones las noticias
que usted enviara a través de otras personas.
Deseaba mucho entrevistarme con usted; estoy muy contento por
su visita. En una ocasión, cuando luchábamos en las montañas contra
los imperialistas japoneses, enviamos a un agente para entrar en
contacto con usted. Lamentablemente, no fue posible lograr este
objetivo por un suceso imprevisto.
Usted, señor Ryo, ha dicho que nosotros sufrimos mucho en el
pasado combatiendo al imperialismo japonés en las montañas; pero fue
duro también el padecimiento de quienes lo hicieron en el interior del
país. Nosotros sabemos bien que usted conservó la entereza nacional y
luchó por la independencia de Corea a pesar de la represión del
imperialismo japonés.
Nos enteramos de la fundación en el Sur del país del Partido
Popular de Corea en octubre del año pasado. Aunque lleva poco
tiempo de creado, este cuenta ya con el apoyo de numerosos
habitantes surcoreanos, lo que, a mi parecer, es algo bueno. Deseamos
que en el futuro el Partido Popular de Corea, que usted dirige, haga un
34
gran aporte a la construcción de la nueva Corea.
Al cabo de una prolongada y dura Lucha Revolucionaria
Antijaponesa, nuestro pueblo derrotó al imperialismo japonés y logró
la restauración de la patria. Ahora, nos enfrentamos al problema de
cómo vamos a construirla. Como ha dicho usted también, ahora
numerosas personas hablan ruidosamente presentando cada cual su
idea con respecto al camino que ha de seguir la Corea emancipada.
Ciertas personas, bajo la consigna de “democracia”, tratan de
arrastrar a nuestro pueblo por el camino de la anacrónica
“democracia” norteamericana, pero este no es, en mi opinión, el
camino que debe recorrer Corea. La “democracia” al estilo
norteamericano concede ilimitada libertad y derechos a una minoría
privilegiada, pero priva de toda libertad política y derechos
elementales a las grandes masas de trabajadores, entre otros, a los
obreros y campesinos. Resulta que esta “democracia” no pasa de ser un
mero camuflaje para encubrir el carácter reaccionario del régimen y el
poder de la burguesía. Si seguimos esta vía, será imposible lograr la
prosperidad de la patria y la nación, ni tampoco la plena independencia
del país. De ninguna manera debe tomar nuestro pueblo la vía de la
“democracia” norteamericana, como vociferan ciertos personajillos.
Entre los surcoreanos hay quienes insisten en la pronta realización
de la revolución socialista en nuestro país. Esta es un planteamiento
equivocado que desconoce nuestra realidad y trata de saltar etapas del
desarrollo de la revolución. El carácter y el deber de la revolución no se
definen según los deseos subjetivistas de los individuos, sino según la
exigencia legítima del desarrollo de la sociedad. No hay que ignorar la
realidad de Corea ni tratar de saltar arbitrariamente las etapas del
desarrollo de la revolución. No podemos menos de calificar de
“infantilismo de izquierda” la idea de quienes insisten en emprender de
inmediato la revolución socialista en nuestro país. Si no nos
sobreponemos a esta “infantilismo de izquierda” ultrarrevolucionaria,
perderemos a numerosas personas y en consecuencia, no lograremos
llevar a feliz término la revolución coreana.
Nuestro país, emancipado de la dominación colonialista del
35
imperialismo japonés, no debe seguir mecánicamente el camino de
otro. En todo caso, debemos ir construyéndolo a la manera coreana. A
los coreanos no nos quedan bien los trajes norteamericanos ni
soviéticos. En vez de ponernos trajes ajenos que no nos quedan bien,
debemos confeccionar la ropa al gusto de los coreanos.
Como usted sabe, señor Ryo, si bien nuestro país se liberó, aún
tiene profundamente arraigados en todas las esferas sociales los
nefastos residuos del imperialismo japonés y del feudalismo porque
durante largo tiempo fue colonia de ese imperialismo. Sin erradicarlos
será imposible lograr la plena independencia del país ni tampoco el
progreso democrático de la sociedad. Por esta razón, nosotros
definimos el carácter de la revolución coreana en la etapa actual como
revolución democrática, antimperialista y antifeudal.
Partiendo de este carácter de la revolución coreana, nosotros
debemos avanzar por el camino de la democracia de estilo coreano
para que se avenga a la realidad que impera hoy en nuestro país. Esta
democracia es una democracia genuina que convierte a las masas
populares en dueñas del poder, que concede a todo el pueblo iguales
derechos políticos y defiende consecuentemente sus intereses.
Únicamente siguiendo este camino, nuestro pueblo podrá alcanzar la
plena soberanía e independencia del país, lograr su ilimitada
prosperidad y disfrutar de una verdadera libertad y felicidad.
A fin de lograr la democracia coreana, será preciso liquidar los
nefastos vestigios del imperialismo japonés y el feudalismo y oponerse
rotundamente a la política colonizadora de los imperialistas
extranjeros. Conforme a las exigencias de la democracia coreana, el
pueblo coreano deberá establecer un poder verdaderamente popular y
llevar a feliz término la revolución democrática, antimperialista y
antifeudal para construir un Estado democrático, soberano e
independiente, rico y poderoso.
Mi opinión es que no debemos en ningún caso depositar nuestras
esperanzas en fuerzas ajenas en cuanto a la construcción del país. Los
norteamericanos no traerán a nuestro pueblo la plena independencia.
En cualquier circunstancia, no debemos confiar en las fuerzas foráneas,
36
sino en las fuerzas unidas de la nación coreana. Creemos que usted,
señor Ryo, ha procedido muy bien al renunciar hace poco al cargo de
asesor en la administración militar norteamericana. Para justificar su
gobernación militar reaccionaria en Corea del Sur y frenar el avance de
la población patriótica hacia la democracia, los norteamericanos
nombraron asesores a personas como usted. Se puede considerar un
duro golpe para los norteamericanos el hecho de que usted se haya
percatado a tiempo de ese infame designio y dimitido del cargo de
asesor en la administración militar norteamericana. Estoy seguro que
en el futuro usted seguirá manteniendo la misma firme posición.
Para realizar con éxito la construcción del país, toda la nación debe
unirse como un solo hombre. Independientemente de que sean
comunistas o nacionalistas, que tengan o no diferencias de criterios
políticos, todos los sectores y capas del pueblo patriótico que se
opongan al imperialismo y el feudalismo, que amen al país y la nación
y deseen la democracia, deberán aglutinarse monolíticamente para
poder levantar una nueva Corea democrática.
A fin de agrupar estrechamente a todas las fuerzas patrióticas y
democráticas de diferentes capas y sectores, es necesario formar un
sólido frente unido democrático.
Después de la liberación, en nuestro país aparecieron y siguen
apareciendo numerosos partidos políticos y organizaciones sociales
democráticos que representan los intereses de diferentes clases y
sectores. En Corea del Norte ya se han formado y emprendido
actividades el Partido Comunista, el Democrático y el Chong-u y
organizaciones sociales democráticas, y en Corea del Sur también se
crearon partidos y organizaciones sociales progresistas. No obstante,
actúan por separado, cada uno a su manera, por lo que no han logrado
constituir un poderoso frente unitario ni movilizar eficientemente a las
masas populares de diferentes sectores y capas a la tarea de la
construcción del país.
Los partidos políticos y las organizaciones sociales de carácter
democrático de nuestro país, todos los patriotas de diferentes sectores y
clases aspiran todos a la construcción de un Estado democrático,
37
soberano e independiente, próspero y poderoso, y, creo yo, tienen
todas las posibilidades para unirse y formar un poderoso frente unido.
Nuestra tarea es esforzarnos con todo empeño por integrar este frente
unido democrático que abarque a esos partidos y organizaciones y a
todas las demás fuerzas patrióticas y democráticas del Norte y el Sur de
Corea.
Sobre todo, es una tarea muy urgente crear a pie firme este frente
en Corea del Sur. Dada la situación imperante allí, donde los elementos
projaponeses y traidores a la nación, resurgidos bajo el amparo del
ejército norteamericano, perpetran toda clase de maquinaciones
antidemocráticas, es imposible evitar la atomización de las fuerzas
patrióticas y democráticas y guiar a las masas populares por el camino
correcto, si no se impulsa la labor dirigida a constituir el frente unido
democrático. La realidad surcoreana exige con urgencia a todos los
políticos que se preocupan por el porvenir del país y la nación
fortalecer el trabajo encaminado a formar cuanto antes el frente unido y
aglutinar a las masas de todos los sectores y capas. Creemos que
personalidades como usted que gozan de influencia entre la población
surcoreana, deben asumir un importante papel en este trabajo.
Asunto importante en la creación del frente unido democrático es
tener una correcta comprensión de lo que este significa y realizar bien
el trabajo que le corresponde.
Actualmente, ciertos personajillos de Corea del Sur tratan, sin
ningún principio, de dar cabida en el frente unido hasta a elementos
projaponeses y traidores a la nación, lo que, a mi juicio, es, en esencia,
un acto que permite allanar el terreno a dichos elementos.
El frente unido a que nos referimos es para llevar a cabo la
revolución democrática, antimperialista y antifeudal y establecer una
sociedad genuinamente democrática en Corea. De ahí que no se deba
en ningún caso admitir en él a elementos projaponeses y traidores a la
nación, que obstruyen la construcción de una nueva sociedad
democrática. A él deben incorporarse —a excepción de tales
elementos—, todas las fuerzas patrióticas de diferentes clases y capas,
entre otras, los obreros, campesinos, intelectuales y religiosos que
38
aspiran a la construcción de una Corea democrática.
Usted, señor Ryo, ha preguntado si los capitalistas también pueden
integrarse al frente unido. Yo opino que es necesario diferenciarlos con
rigor como capitalistas entreguistas y capitalistas nacionalistas. Los
primeros constituyen el blanco de lucha, porque fueron fieles lacayos
de los imperialistas japoneses; pero los segundos con buena fe deben
ser incluidos en el frente unido. Ellos sufrieron bancarrotas y ruinas
debido al imperialismo japonés y los capitalistas entreguistas, por lo
cual tienen un sentimiento antinipón y antimperialista. Además, están
interesados en la revolución democrática, antimperialista y antifeudal.
Es nuestro deber ganarlos para el lado de la revolución. Personalidades
como usted, señor Ryo, deberían jugar un gran papel en la agrupación
en el frente unido de los capitalistas nacionalistas y de otras fuerzas de
capa media de Corea del Sur.
Para constituir un poderoso frente unido democrático en Corea del
Sur, es necesario acabar resueltamente con las pugnas sectaristas.
Estas son un mal crónico en la historia de nuestro país. ¿No es
cierto que nuestro pueblo ha tenido que soportar enormes desgracias y
pruebas por este mal crónico? Los sectaristas que en el pasado
causaron enormes daños al movimiento antijaponés de liberación
nacional de nuestro país, han vuelto a las pugnas aun después de la
liberación, poniendo trabas a la unidad del pueblo. De veras, es
doloroso que en Corea del Sur no se logre la unidad de las fuerzas
democráticas debido a las riñas de los sectaristas. Estas riñas solo
ayudarán a los elementos projaponeses y traidores a la nación, que
quieren frustrar la construcción de la nueva Corea.
Hoy, lograr la unidad o no, constituye una cuestión de suma
importancia de la que depende el éxito o el fracaso en la construcción
del país. Quienes se preocupan sinceramente por la patria y la nación,
por el porvenir de las generaciones venideras, tienen que renunciar a
las pugnas sectarias y esforzarse por la unidad. Pienso que ahora,
cuando los elementos projaponeses y traidores a la nación están
urdiendo una serie de maquinaciones dirigidas a dividir las fuerzas
democráticas y guiar a nuestro pueblo por el camino antidemocrático,
39
es el momento en que todos los partidos y grupos democráticos, y
personalidades demócratas de todos los sectores deberían unirse
firmemente, renunciando a su mentalidad mezquina.
Tenemos muchas esperanzas en sus actividades, señor Ryo,
dirigidas a poner fin a las disputas sectarias y lograr la unidad de las
fuerzas democráticas en Corea del Sur. Espero que usted, en su calidad
de dirigente de un partido democrático y para favorecer el
fortalecimiento del frente unido, se esfuerce por corregir a tiempo las
tendencias sectarias que surgen entre los diferentes partidos y grupos,
dándoles consejos de principio. Las estrechas relaciones que usted
mantiene con un gran número de comunistas surcoreanos le permitirán
mancomunar con ellos las fuerzas para ayudar en diversos aspectos a
los cuadros de partidos y organizaciones sociales democráticos.
Es importante integrar un sólido frente unido democrático y elevar
su papel.
El propósito de la formación del frente unido consiste en llevar a
cabo exitosamente la construcción del país. Pero, si después de su
organización no se eleva su papel, se volverá ineficiente e inútil. No
debemos limitarnos solo a su formación, sino desplegar una lucha
enérgica por la construcción de la nueva Corea movilizando a las
masas.
Parece que entre los miembros de los partidos democráticos de
Corea del Sur hay quienes no saben bien que nuestro frente unido lucha
por la construcción de la nueva patria. Dicen que están con el frente
unido, pero se muestran pasivos, sin intervenir en la lucha, tanteando el
ímpetu revolucionario de las masas populares y la reacción de los
enemigos, y eso no está bien.
El frente unido sostendrá siempre una lucha dinámica por hacer
realidad su programa. De ahí que todos los partidos políticos y
organizaciones sociales que lo integran deban trazar programas de
acción conforme a sus características y luchar en diversas formas.
El frente unido democrático debe lanzar consignas combativas
justas de acuerdo con las exigencias de la situación y el grado de
disposición de las masas populares. Por ahora, en Corea del Sur se
40
podría emprender la lucha bajo consignas como esta: “¡Abajo los
elementos projaponeses, traidores a la nación!”.
Elevando constantemente el papel del frente unido democrático
debemos propinar duros golpes al enemigo, acelerar la construcción de
la nueva patria y, en este proceso, afianzar más la unidad de las fuerzas
democráticas.
Parece que por el momento usted tiene varias dificultades debido a
la actitud mezquina de algunos surcoreanos ante el trabajo. Nosotros
comprendemos perfectamente su situación. Creo que en lo adelante
usted encontrará mayores vicisitudes y pruebas en la lucha por la
cohesión de las fuerzas democráticas. Pero, también estoy seguro que
usted, partiendo de los intereses generales de la revolución coreana y
mostrando una gran comprensión, hará esfuerzos ingentes en aras de la
unidad, oponiéndose a la escisión. En estrecha colaboración con los
comunistas surcoreanos debería dar a conocer claramente a los
dirigentes de los partidos y organizaciones sociales democráticos y a la
población las cuestiones de principios que surgen en la formación del
frente unido de modo que se forme cuanto antes un poderoso frente
unido democrático en Corea del Sur, corrigiendo las desviaciones
surgidas en esta labor.
Tengo la firme convicción de que usted, señor Ryo, rechazando
resueltamente cualquier complot de los elementos projaponeses, de los
traidores a la nación, coronará con magnos éxitos las actividades
encaminadas a consolidar la solidaridad de todas las fuerzas patrióticas
y democráticas de Corea del Sur y a levantar un Estado democrático,
soberano e independiente.
Posiblemente, a su regreso a Seúl se recrudecerán las intrigas de las
tropas norteamericanas y de los reaccionarios contra su persona. Por
esta razón, le deseo que esté alerta siempre ante estas crueles
maquinaciones y que vele al máximo por su salud.
41
ACERCA DE LA SITUACIÓN INTERNA
DEL PARTIDO Y LAS TAREAS INMEDIATAS
Compañeros:
Durante el período transcurrido hemos llevado a cabo una lucha por
consolidar y desarrollar el Partido. Sobre todo, después de la III Reunión
Ampliada del Comité Ejecutivo del Comité Central Organizador, hemos
venido trabajando intensamente por mejorar la labor del Partido y
consolidarlo en los planos organizativo e ideológico.
Ahora pasaré a dar lectura al informe sobre los aspectos positivos y
negativos observados en las actividades del Partido después de la
mencionada reunión, y las tareas inmediatas que tiene por delante
nuestro Partido.
1. ACERCA DE LA SITUACIÓN
INTERNA DEL PARTIDO
Compañeros:
Gracias a los esfuerzos hechos para materializar las resoluciones
42
tomadas en la III Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo del Comité
Central Organizador del Partido se lograron bastantes éxitos en la
labor del Partido y mejoró sensiblemente su situación interna.
En este período nuestro Partido llevó a cabo con gran éxito el
trabajo de verificación para otorgar el carnet de militante a los
miembros y a los candidatos a miembro y la labor de inspección sobre
los comités provinciales.
Mediante esta verificación pudimos expulsar del Partido a
elementos espurios que infiltrados en sus filas maniobraban para
obstruirle las actividades y desacreditarlo ante las masas. Estos
elementos expulsados eran sin excepción sujetos extraños, hostiles,
que no tienen nada que ver con la clase obrera. Entre ellos había
terratenientes, capitalistas, projaponeses, especuladores y arribistas
que se habían admitido de modo eventual. Su expulsión de las filas del
Partido fue una medida justa, imperiosamente necesaria, a la vista del
carácter y la misión de nuestro Partido. Si permaneciesen dentro del
Partido, no podríamos consolidarlo y desarrollarlo y huelga decir que
nos sería imposible asegurar la pureza de sus filas. Gracias a la resuelta
medida de expulsar a los elementos hostiles, logramos éxitos
rudimentarios en afianzar la cohesión, la unidad del Partido y asegurar
la pureza de sus filas.
La composición del Partido ha mejorado también de modo
sensible. Nuestro Partido se ha afanado incansablemente en
materializar las resoluciones de la III Reunión Ampliada del Comité
Ejecutivo del Comité Central Organizador de incorporar a sus filas a
los mejores elementos de la clase obrera y a las personas más
conscientes, de ideas más avanzadas, de entre los trabajadores
urbanos y rurales. Como resultado de ello, entre los militantes ha
crecido considerablemente la proporción de obreros, que forman la
clase más progresista, campesinos pobres y peones, que padecieron
más que nadie la explotación y opresión de los terratenientes. Esto
muestra que la tarea de engrosar las filas del Partido se realiza con
acierto.
Se consiguieron relevantes avances en la actividad interna del
43
Partido, como es en la formación de cuadros y en el trabajo entre los
miembros de base.
Grandes logros tuvo además nuestro Partido en la formación del
Poder.
Como es sabido de todos, el pasado 8 de febrero fue creado el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte. Esto constituye una
gran victoria para nuestro Partido. Con su fundación se crearon las
premisas para consolidar el frente unido nacional en Corea del Norte y,
basándose en él o tomándolo por modelo, adelantar la formación de
dicho frente a escala de toda Corea, así mismo se sentaron los
cimientos del futuro gobierno provisional, unificado y democrático.
La creación del Comité Popular Provisional de Corea del Norte
permite estrechar las relaciones entre los comités populares
provinciales y encontrar una solución unitaria y planificada a todas las
cuestiones relativas a la administración y a la vida de la población.
Si bien anteriormente tuvimos muchos éxitos en la labor del
Partido, perduran aún en su seno numerosos defectos que deben ser
corregidos cuanto antes.
El más grave de ellos es la persistencia del sectarismo.
Ya en la III Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo del Comité
Central Organizador del Partido denunciamos la existencia de
elementos sectarios en algunas organizaciones locales del Partido,
advertimos lo peligroso de este hecho y subrayamos con toda
seriedad que era necesario acabar con la tendencia de sectarismo.
Pero, aquellos elementos no solo no han prestado atención a esta
advertencia del Partido sino que continúan sus actos fraccionalistas
para obstruir la labor partidista y descomponer sus organizaciones.
No aceptaron las justas resoluciones de dicha Reunión Ampliada,
sabotearon adrede su cumplimiento e incluso no las hicieron llegar a
las organizaciones de instancias inferiores, lo que no es sino acto
antipartido.
Sobre todo, son muy graves los actos fraccionalistas de los
responsables del comité del Partido en la provincia de Hamgyong del
Sur. Ellos, empecinados separatistas locales, se habían opuesto a la
44
creación del Comité Central Organizador del Partido, y hoy rechazan
la línea y dirección del mismo y siguen enfrascados en actividades de
sectarismo regionalista.
La línea trazada por el Comité Central Organizador del Partido es la
única línea central de nuestro Partido. Esta se elabora mediante un
análisis científico del carácter, la misión de la revolución de nuestro
país, de la correlación de fuerzas entre las clases, así como de la
situación creada en el plano nacional e internacional, y su justeza se
comprueba con nitidez durante el desarrollo de la revolución.
Oponerse a esta línea central de nuestro Partido constituye, a fin de
cuentas, un grave acto antipartido enfilado a dividir y destruir el
Partido, liquidar el estado mayor de la revolución.
Como se reveló durante la inspección recién concluida, los
fraccionalistas amparan a elementos extraños infiltrados en el seno del
Partido, entre otros, a terratenientes, capitalistas y projaponeses, e
insisten en justificar sus errores en lugar de corregirlos. Esto es una
expresión de su punto de vista ideológico no clasista. En vez de poner
en primer plano los intereses del Partido, de la clase, piensan, ante todo,
en sus intereses fraccionalistas, en su promoción y autoridad personal,
de ahí que traten de amparar y reunir en torno suyo a cualesquiera que
les sigan, sin importarles que sean terratenientes o elementos
projaponeses y, apoyándose en ellos, alcanzar objetivos
fraccionalistas.
Otro grave defecto que se manifiesta en el seno de nuestro Partido
es que todavía reina un ambiente confuso, no existe disciplina
partidista y no se ha implantado cabalmente el principio de centralismo
democrático.
En la III Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo del Comité
Central Organizador del Partido se subrayó la necesidad de intensificar
la disciplina partidista, garantía decisiva para consolidar las
organizaciones del Partido y cumplir su línea. Con todo, dentro de
nuestro Partido no se ha establecido aún una firme disciplina de
centralismo democrático.
En la actualidad, numerosas organizaciones del Partido se
45
muestran poco interesadas en establecerla y hacen la vista gorda ante
los actos de liberalismo o de indisciplina de los militantes. En
consecuencia, muchos de sus miembros no participan fielmente en la
vida de célula. Dicho en una palabra, no pocas organizaciones carecen
de la calidad inherente a colectividades de revolucionarios. En ciertas
localidades reina una situación en que estas dejan incluso de ser
revolucionarias, convirtiéndose en algo así como clubes o sociedades
de amigos.
Aprovechando este momento en que las organizaciones del
Partido se muestran inoperantes, sin disciplina organizativa, los
sectarios realizan libremente actos fraccionalistas y, además,
maniobran los elementos extraños infiltrados en el seno del Partido.
Tampoco cumplen como es debida la formación política de los
miembros del Partido y la educación en la vida orgánica.
Nuestros militantes llevan muy poco tiempo como tales puesto que
el Partido se fundó hace solo unos meses y, por añadidura, un gran
número de ellos ingresó muy recientemente, después de la III Reunión
Ampliada del Comité Ejecutivo de su Comité Central Organizador.
Además, su mayoría no ha tenido una preparación organizativa o una
formación política sistemática.
En esta situación, las organizaciones del Partido, como es natural,
deberían intensificar la formación de los militantes, pero esto no se
hace. En consecuencia, el nivel de conocimientos políticos de muchos
miembros es muy bajo.
El bajo nivel de preparación de los militantes constituye uno de
los puntos más débiles que frenan el desarrollo sano del Partido.
Aunque ahora los elementos extraños perturban la disciplina dentro
del Partido y cometen actos antipartido, calumniando su línea y su
política, los militantes, debido a su bajo nivel de preparación, no
pueden distinguirlos claramente ni, por consiguiente, combatirlos a
tiempo.
Uno de los eslabones más débiles en la labor de nuestro Partido es
la falta de propaganda enérgica entre las amplias masas.
Hoy, la tarea central de la propaganda del Partido radica en
46
explicar y propagar su línea y política entre las amplias masas,
educarlas y unirlas estrechamente en torno suyo. No obstante, sus
organizaciones no cumplen como es debida esta importante tarea.
En particular, el Departamento de Propaganda del Comité
Central Organizador no cumple satisfactoriamente con su deber.
Cuando se publican la línea y la política del Partido es deber suyo
propagarlas dinámicamente, pero no efectúa ningún trabajo
organizativo.
Esto está motivado enteramente por la actitud irresponsable de los
dirigentes de este Departamento hacia el trabajo. Su director no tiene
ningún plan detallado para desarrollar actividades propagandísticas
entre la gente; las realiza a ciegas e incluso se le ocurre boicotear
tareas imprescindibles de propaganda.
En la actualidad, el Jongno, periódico que se edita bajo la
responsabilidad de dicho Departamento, adolece de muchos defectos.
Es pobre su contenido y no llega a ser activo propagador de la línea y
política de nuestro Partido. En lugar de insertar trabajos que aboguen
por la línea y política del Partido y las expliquen con claridad, publica
abiertamente artículos que contravienen a aquella política. Además
publica numerosos artículos de difícil comprensión y su contenido
carece de carácter popular y masivo. Resulta pues que el Jongno no es
el periódico querido por las masas. Esto reduce su prestigio no solo
dentro del Partido sino también fuera de él.
Estas deficiencias del Jongno se deben por entero a puntos de vista
ideológicos erróneos y a la actitud de trabajo irresponsable del director
del Departamento de Propaganda del Comité Central Organizador del
Partido. Por estar imbuido de ideas fraccionalistas y de un estilo
burocrático de trabajo, no cumplió las instrucciones del Partido y
saboteó adrede la orientación del periódico del Partido. Debemos
examinar y criticar esto con toda seriedad.
Estos defectos son muy graves y frenan el avance del trabajo de
nuestro Partido. Todas las organizaciones del Partido y sus miembros
deberán esforzarse con afán por corregir cuanto antes los errores que
surgen en el seno del Partido.
47
2. ACERCA DE LAS TAREAS INMEDIATAS
DEL PARTIDO
Compañeros:
Tenemos la importantísima tarea de impulsar la construcción de un
Estado democrático, soberano e independiente. Para llevar a buen
término esta tarea histórica es preciso, ante todo, consolidar nuestro
Partido, estado mayor de la revolución, y elevar su papel rector.
Bien, hablaré de algunas tareas inmediatas que tiene nuestro
Partido.
Primero, llevar a cabo, de manera rigurosa, la actual labor de
verificar a los miembros del Partido y mejorar la composición de este.
Desde la III Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo del Comité
Central Organizador del Partido venimos librando una lucha por
expulsar del Partido a los elementos extraños infiltrados en él, pero no
estamos seguros de que haya sido expulsado hasta el último. El hecho
de que entre los militantes se observen continuamente casos de
calumniar la línea y política del Partido y quebrantar su disciplina, es
una prueba de que todavía algunos permanecen agazapados en el seno
del Partido. Por esa razón, debemos realizar con estricto vigor la
presente verificación de sus miembros para revelar y expulsar de las
filas del Partido a todos los elementos hostiles, entre ellos, a
terratenientes, capitalistas y projaponeses, los cuales, enmascarándose,
siguen en el Partido y obstruyen su trabajo.
En esta labor debe participar personalmente el responsable del
comité provincial del Partido. Como esta es una tarea de suma
importancia para asegurar la pureza de las filas del Partido, no debe
encomendarla solo a funcionarios inferiores, sino encargarse él mismo
de ella y acelerarla, poniendo todo su empeño en cumplirla lo más
brevemente posible.
48
Al llevar a cabo de forma consecuente la evaluación de los
militantes y expulsar de las filas del Partido a los elementos espurios,
debemos asegurar su pureza y afianzar su cohesión y unidad.
Al mismo tiempo, es necesario mejorar sin desmayo la
composición del Partido.
Hasta ahora se han registrado ciertos éxitos en este trabajo, pero no
pasan de ser elementales. Para consolidar y desarrollar a nuestro
Partido como partido revolucionario de la clase obrera, es
imprescindible seguir trabajando con energía para mejorar su
composición.
Hemos de incorporar activamente en el Partido a los obreros, a los
campesinos pobres y a los peones agrícolas que, con todo su ser, se
afanan por construir una nueva patria. Hoy, en ciertas localidades las
organizaciones del Partido, influenciadas por ideas fraccionalistas, han
cerrado sus puertas y no cumplen las resoluciones del Partido de dar
ingreso a elementos progresistas de entre los obreros, campesinos
pobres y peones agrícolas. Debemos combatir resueltamente estas
injustas manifestaciones y consolidar cualitativamente las filas del
Partido llevando a cabo un trabajo correcto en lo que concierne a la
admisión de militantes.
Segundo, hay que activar la vida orgánica de los miembros del
Partido.
Esto viene a ser una importante garantía para forjar a los militantes
como verdaderos revolucionarios y elevar la combatividad del Partido.
Si no se activa esa vida, será imposible forjar un espíritu partidista en
los militantes, implantar una férrea disciplina en el interior del Partido,
y este no se podrá consolidar y desarrollar como partido revolucionario,
cohesionado y unido.
Intensificando la vida orgánica del Partido debemos lograr que
todos sus miembros, orientados por sus organizaciones, desenvuelvan
su vida y actividades. Estas no deben permitir ningún acto
fraccionalista y no partidista, deben combatir resueltamente toda
manifestación de actos de sus militantes que contravengan a la
organización y la disciplina del Partido. Al mismo tiempo, es necesario
49
realizar la labor partidista acatando rigurosamente el principio del
centralismo democrático. De este modo hay que implantar en el
Partido una férrea disciplina y plantear y resolver todos los problemas
por las organizaciones del Partido según el procedimiento
organizativo.
La vida orgánica de los miembros del Partido se desarrolla dentro
de las células. Todo miembro del Partido, sin excepción, tendrá que
llevar a cabo vida orgánica incorporado en determinada célula. Para la
vida en la célula no hay miembros superiores e inferiores. Cualquier
militante está obligado a observar fielmente la disciplina organizativa
del Partido y participar a conciencia en la vida de la célula.
Para intensificar la vida partidista de los militantes es importante
celebrar con eficiencia las reuniones de la célula. En ellas se debe
examinar y revisar seriamente el trabajo y la vida de cada militante y,
sobre todo, criticar duramente las deficiencias surgidas en su vida
partidista. Las organizaciones del Partido tienen el deber de promover
activamente la crítica y autocrítica entre sus militantes.
Solo intensificando así la vida orgánica entre los miembros del
Partido será posible prevenir en su seno las actividades de los
fraccionalistas, descubrir a tiempo a elementos extraños y educar y
entrenar organizativamente a los militantes.
Para fortalecer la vida orgánica del Partido es necesario fomentar
entre los militantes una educación adecuada para elevar su concepto
sobre la organización. Debemos educarlos bien para convertirlos a
todos en militantes firmes de espíritu partidista, poseedores de ese
estilo consciente de vida partidista de trabajar y actuar apoyándose
estrictamente en las organizaciones del Partido, capaces de luchar
enérgicamente por los intereses del Partido poniéndolos por encima de
los intereses personales y consagrarse por entero al Partido.
Tercero, es necesario intensificar, en el seno del Partido, la
formación y la lucha ideológicas.
Nuestros miembros no se han pertrechado todavía con las ideas
marxista-leninistas ni captado profundamente la esencia de la línea y
política del Partido ni tampoco tienen capacidad para analizar y
50
apreciar correctamente las complejas situaciones internas y externas.
Bien conscientes de que estas lagunas de los militantes en el plano
político-ideológico sirven de condiciones favorables a las actividades
sectarias de los fraccionalistas, debemos desplegar una intensa labor de
formación ideológica entre ellos y, de esta manera, pertrecharlos
firmemente con ideas del marxismo-leninismo, con la línea y política
de nuestro Partido.
Junto con una correcta formación ideológica debemos llevar a cabo
dentro del Partido una intensa lucha ideológica.
Para consolidar y desarrollar nuestro Partido tenemos que
combatir tajantemente en su seno el sectarismo, individualismo,
liberalismo, departamentalismo, burocratismo, autoritarismo y todas
otras tendencias ideológicas malsanas. En especial, debemos combatir
implacablemente el sectarismo que hoy surge en grado alarmante en el
seno del Partido.
El sectarismo es una idea fraccionalista sumamente peligrosa que
atomiza y destruye al Partido. Sin eliminarlo no es posible asegurar la
cohesión y unidad del Partido ni construir un partido revolucionario de
la clase obrera. Por esta razón, es preciso concentrar todas las fuerzas,
movilizar a todo el Partido en la lucha ideológica contra el sectarismo.
Para movilizar a todo el Partido a la lucha ideológica antisectaria
es necesario denunciar ante los militantes todas las actividades
sectarias de los fraccionalistas basándose en hechos concretos y
hacerles comprender nítidamente la naturaleza antipartido y la
nocividad de dichas actividades. Entonces, los miembros del Partido
comprenderán profundamente el peligro que supone el sectarismo y
participarán de manera activa en la lucha antisectaria.
Para desplegar con vigor la formación y la lucha ideológicas en el
seno del Partido hay que mejorar e intensificar el trabajo de los
departamentos de propaganda del Comité Central Organizador del
Partido y de los comités del Partido en las provincias, ciudades y
distritos, y elevar decididamente su papel.
A fin de mejorar e intensificar el trabajo del Departamento de
Propaganda del Partido y elevar su papel, es ante todo necesario
51
dotarlo con personal adecuado. Hay que reforzar la plantilla de
funcionarios de los departamentos de propaganda del Comité Central
Organizador del Partido, de los comités del Partido en las provincias,
ciudades y distritos con compañeros que mantengan una firme
posición clasista, sean leales al Partido y tengan una alta capacidad de
trabajo. De este modo el departamento de propaganda debe cumplir a
cabalidad su trabajo y, sobre todo, dirigir acertadamente la formación y
la lucha ideológicas, importante labor interna que hoy tiene planteada
el Partido.
Hay que mejorar el trabajo del periódico Jongno. Para ello
debemos subordinarlo directamente al Secretariado del Comité Central
Organizador del Partido. Tomando medidas eficaces para mejorar y
fortalecer su trabajo elevaremos considerablemente su nivel
político-ideológico.
Cuarto, hay que efectuar bien la política de cuadros del Partido e
intensificar la labor para elevar la capacidad de los cuadros partidistas.
Estos son miembros rectores de nuestro Partido que organizan
directamente el cumplimiento de su línea y su política entre los
militantes y otras personas. Nuestra línea y nuestra política, por muy
buenas que sean, de nada servirán si no hay cuadros que sepan
aplicarlas con acierto. Por eso, debemos prestar siempre profunda
atención al trabajo relacionado con cuadros del Partido.
Lo importante en la política de cuadros del Partido es
seleccionarlos de entre los obreros, campesinos pobres y peones
agrícolas. Nuestro Partido es el partido más revolucionario que lucha
en bien de la clase obrera y de otras amplias masas trabajadoras. Por lo
tanto, es natural que las filas de sus cuadros estén integradas por
personas procedentes de las clases trabajadoras. No debemos vacilar
en seleccionar entre obreros, campesinos pobres y peones agrícolas a
los mejores miembros del Partido para luego promoverlos a los
organismos de dirección del Partido.
La labor de cuadros del Partido hay que realizarla en estrecha
unión con la verificación de los militantes que ahora está en marcha.
En el curso de esta hay que, de un lado, expulsar de las filas del Partido
52
hasta el último elemento espurio y, de otro, buscar a militantes
ejemplares y promoverlos a cuadros del Partido.
Al mismo tiempo, es importante realizar un buen trabajo para
elevar la capacidad de los cuadros del Partido.
Por el momento, es muy bajo el nivel de preparación de nuestros
funcionarios del Partido. Casi todos ellos están débilmente preparados
política y teóricamente y no tienen experiencia de trabajo partidista.
Por ello, no pueden cumplir correctamente con su deber. Dada la
situación, debemos tomar medidas drásticas para formar cuadros del
Partido.
Disolveremos las escuelas políticas que se han organizado
desordenadamente en las localidades y crearemos otras nuevas que
serán orientadas directamente por el Comité Central Organizador del
Partido y por el comité del Partido de cada provincia. Escuelas
políticas se organizarán no solo en el centro y las provincias sino
también en aquellos distritos donde sean indispensables, bajo la
orientación del comité provincial del Partido. En ellas se reinstruirán y
superarán, por una parte, los cuadros del Partido en activo y, por otra,
se formarán de manera concentrada cuadros necesarios para el trabajo
partidista, matriculándose a los mejores militantes.
Quinto, hay que trabajar intensamente con las organizaciones
sociales.
Ya hemos creado las asociaciones obreras y campesinas, la Unión
de Mujeres, la Unión de la Juventud Democrática y otras agrupaciones
democráticas de masas, las cuales están integradas por gran número de
personas. Sin embargo, debido a la débil dirección del Partido sobre
estas organizaciones y a la ineficaz formación política impartida a las
masas afiliadas, no se realiza con éxito la labor de agrupar a las masas
en torno a nuestro Partido, y esas organizaciones sociales no cumplen
debidamente con su deber específico como entidades periféricas del
Partido. Dicho más exactamente, hoy esas organizaciones tienen solo
la configuración sin el contenido adecuado.
Al movilizar a los militantes fieles al Partido debemos intensificar
la orientación de las organizaciones sociales y realizar enérgicamente
53
la labor de educación de las masas afiliadas en ellas.
Lo importante para mejorar el trabajo de las organizaciones
sociales consiste en dotarlas con un plantel de cuadros adecuados y
fortalecer su formación. Las organizaciones del Partido deben invertir
ingentes esfuerzos en la formación y superación de los cuadros de estas
organizaciones.
Sexto, hay que hacerlo todo por consolidar el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte.
Es necesario mejorar la dirección sobre el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte y elevar su función y papel. Tenemos
que reforzar las filas de sus funcionarios y educarlos bien para que sean
genuinos servidores del pueblo. También debemos procurar que este
Comité aplique consecuentemente una política democrática, conforme
a la voluntad y exigencia del pueblo, restaure y desarrolle rápidamente
la devastada economía, estabilice y mejore la vida del pueblo y cumpla
fielmente con sus tareas democráticas.
Debemos intensificar la labor propagandística para elevar la
autoridad y el prestigio del Poder popular entre las masas del pueblo.
Explicaremos y propagaremos activamente entre las grandes masas
cuál es el carácter y las tareas inmediatas del Comité Popular
Provisional de Corea del Norte y las medidas populares que adopte
para que tengan una comprensión correcta del Poder popular y lo
apoyen y respalden enérgicamente.
Séptimo, hay que iniciar el movimiento para ser héroe de trabajo en
fábricas, minas y en el campo.
La construcción de una nueva Corea democrática exige de la clase
obrera y de otros sectores de trabajadores que cumplan sus tareas con
alto fervor patriótico, desarrollando todas sus facultades creadoras y el
espíritu de actividad. Mostrarse activo en la lucha por la construcción
del país es un deber sagrado y honroso de nuestros trabajadores.
Mediante una amplia organización del movimiento para ser héroe
de trabajo en fábricas, minas y en el campo haremos que los obreros y
los campesinos participen activamente en esta emulación
revolucionaria por la edificación de la nueva Corea. De este modo el
54
mencionado movimiento debe convertirse en una gran fuerza
impulsora de la restauración y desarrollo de la economía del país.
Para promoverlo es necesario intensificar la propaganda entre las
masas. Las organizaciones del Partido desplegarán una activa
propaganda para estimular a los obreros, campesinos y otras masas
trabajadoras a luchar abnegadamente y trabajar con ahínco por la
completa independencia del país y la construcción de una patria nueva,
rica y fuerte.
Octavo, debemos empeñarnos en solucionar el problema
alimenticio.
Solucionar el problema alimenticio es una de las tareas más
apremiantes que afrontamos hoy día. Sin encontrar una solución a este
problema no solo no podremos estabilizar la vida del pueblo sino
tampoco restablecer y fomentar rápidamente la economía destruida y
llevar a buen término la construcción del país.
Las organizaciones del Partido deberán tomar parte activa en la
solución de este problema, que hoy se ha tornado muy grave, así como
controlar y dirigir directamente este trabajo. Prestarán seria atención a
la elaboración de estadísticas, entrega y transporte de cereales y harán
que sus militantes participen en él de modo ejemplar y abnegado.
Particularmente hay que desplegar entre las masas populares una
amplia campaña de ahorro de víveres. Es necesario explicarles
claramente la situación que tiene el país con el abastecimiento de
víveres para que hagan todo lo posible por ahorrarlos. Además es
preciso llevar a cabo una campaña de auxilio a la población de las
provincias de Hamgyong del Sur y del Norte y a los obreros de las
ciudades, que padecen actualmente escasez de alimentos.
Noveno, hay que hacer un buen trabajo preparativo para efectuar
la reforma agraria.
Esta es una de las tareas más importantes de la revolución
democrática antimperialista y antifeudal. Solo acabando con el
régimen feudal de propiedad de la tierra mediante la reforma agraria,
será posible emancipar a los campesinos, que suponen las ocho
décimas partes de la población de nuestro país, de la explotación y
55
opresión de los terratenientes, desarrollar rápidamente la atrasada
economía rural, impulsar el progreso democrático del país y construir
con éxito una nueva Corea democrática. Por esta razón, debemos hacer
ingentes esfuerzos por efectuar cuanto antes la reforma agraria.
La reforma agraria hay que realizarla conforme a la situación
concreta de nuestro país. A este fin, es necesario elaborar con la mayor
brevedad una estadística detallada de la superficie de tierras, orden de
su categoría, número de habitantes rurales y mano de obra y estudiar
minuciosamente toda la situación reinante en el campo. Y, al mismo
tiempo, escuchar seriamente la opinión de las masas campesinas
respecto a la cuestión de la tierra. Debemos escuchar con atención las
opiniones de los peones y campesinos pobres, que fueron antaño los
que más sufrieron la explotación y la opresión de los terratenientes,
para resolver la cuestión de la tierra conforme a sus exigencias.
Todas las organizaciones del Partido y sus militantes, conscientes
de la importancia que tiene resolver la cuestión de la tierra, deben
movilizarse activamente para el trabajo relacionado con la reforma
agraria.
Dedicando todos nuestros esfuerzos al cumplimiento cabal de las
resoluciones de la III Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo del
Comité Central Organizador del Partido y a la consecución fiel de las
tareas inmediatas que tiene planteadas el Partido, debemos
consolidarlo y desarrollarlo más e impulsar la construcción de una
nueva patria.
56
DISCURSO PRONUNCIADO EN
LA PRIMERA SESIÓN DEL COMITÉ
POPULAR PROVISIONAL
DE COREA DEL NORTE
20 de febrero de 1946
57
desarrollo de la revolución en nuestro país y a la voluntad de nuestro
pueblo. Es un órgano de poder genuinamente popular, integrado por
las propias fuerzas de nuestro pueblo y que sirve a los intereses del
mismo; es también un arma poderosa para realizar la revolución
democrática, antimperialista y antifeudal y construir un Estado
democrático, plenamente soberano e independiente.
La constitución del Comité Popular Provisional de Corea del Norte
es de gran trascendencia para edificar una nueva patria. Pues al
formarlo se logró poner bajo su dirección todas las actividades de los
10 Departamentos de Administración, organismos administrativos
sectoriales, y también bajo su dirección única las de los comités
populares locales que actuaban de manera dispersa. Su formación
permitió a nuestro pueblo acelerar sensiblemente la revolución
democrática y sentar una firme base democrática en Corea del Norte.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte asume una
misión muy difícil. Tiene que desempeñar el papel vertebral en el
cumplimiento de todas las tareas políticas, económicas y culturales que
se presentan hoy en la construcción de una nueva Corea democrática.
No voy a referirme más a las tareas que le incumben, puesto que ya
fueron explicadas detalladamente en las 11 Tareas Inmediatas,
trazadas el 8 de febrero pasado. Hoy, me limito a mencionar solo
algunos problemas que debe resolver por el momento dicho Comité al
iniciar sus labores.
Con vistas a cumplir con éxito todas las tareas que enfrenta el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, es preciso, ante todo,
estructurar firmemente las filas de sus funcionarios.
58
La creación del Comité Popular Provisional de Corea del Norte,
organismo central de poder, es, por supuesto, una gran victoria nuestra.
Sin embargo, solo por el mero hecho de haberlo creado, el trabajo no
marcha como es debido por sí solo. Que el Comité cumpla bien o no las
tareas asumidas, depende de la plantilla de personal que lo integre.
Solo cuando tenga una sólida plantilla de funcionarios y eleve su papel,
el Comité podrá cumplir su misión como organismo de poder central y
llevar a buen término la construcción de una nueva Corea democrática.
Todos los Departamentos del Comité Popular Provisional de Corea
del Norte deben contar con un buen plantel de excelentes personas
dispuestas a trabajar con abnegación en la construcción del país. De
modo que dicho Comité quede integrado con auténticos funcionarios al
servicio del pueblo.
Un problema que merece especial atención en lo que concierne a la
dotación del personal, es velar por que no se infiltren en su seno
elementos espurios.
Con este tipo de elementos en su seno, el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte no podrá lograr unidad ideológica ni de
voluntad de los funcionarios ni cumplir debidamente sus importantes
tareas. En la actualidad, cuando los reaccionarios se valen de todo tipo
de maniobras para dividirnos desde el interior y frustrar la
construcción de una nueva Corea democrática, es de singular
importancia velar por que no se infiltren en el Comité elementos
espurios.
Antes, en los Departamentos de Administración se observaba la
tendencia de actuar en grupo, quebrantando la unidad en el trabajo,
debido a acciones nefastas de ciertos sujetos malintencionados. Esta
tendencia es expresión del fraccionalismo y cuando crezca
desembocará, a fin de cuentas, en riñas fraccionalistas. En el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte se debe prohibir absolutamente
que surjan altercados entre miembros de distintos partidos sin llegar a
la unidad en el trabajo. Y erradicar las tendencias sectarias y acabar
con los prejuicios partidistas y las disputas para asegurar la unidad de
los funcionarios.
59
Para ello, hay que librar una enérgica lucha ideológica contra toda
tendencia de grupo entre los funcionarios y purificar el personal de
cada Departamento. Basándose en la orientación política del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, cada Departamento debe
expulsar sin vacilación de sus filas a los elementos espurios y extraños
que obstruyen su unidad y cohesión y la construcción del país, y
agudizar la vigilancia para que no se infiltre gente malintencionada.
Los directores de Departamentos deben educar sin tregua a los
funcionarios subalternos en las ideas democráticas, en ideas para
construir el país, de modo que cumplan satisfactoriamente sus deberes.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte debe estructurar
bien la plantilla de su personal y consolidar la unidad interna para
cumplir como es debido las tareas planteadas en todos los dominios de
la política, economía y cultura.
Los funcionarios de los organismos del Poder popular no deben
olvidar nunca que son trabajadores de la nueva Corea democrática y
que sirven al pueblo. Todo el personal del Comité Popular Provisional
de Corea del Norte se esforzará por elevar sin descanso su nivel
político y práctico y asumir un estilo de trabajo popular para hacerse
verdadero y fiel servidor del pueblo que sepa contribuir activamente a
la construcción de la nueva Corea democrática.
Por otra parte es necesario implantar un orden revolucionario en el
trabajo.
Por más positivas que sean las personas que recluten los
Departamentos del Comité Popular Provisional de Corea del Norte, no
podrían alcanzar éxitos en el trabajo sin establecer un orden
revolucionario. Deben hacer frente a toda actitud caduca de indolencia,
relajamiento y negligencia en el trabajo.
Hay que implantar un régimen de trabajo conforme a un plan
determinado.
Los Departamentos no podrán efectuar a la vez las inmensas tareas
planteadas. Como quiera que entre estas hay orden de prioridad y
diferencias de importancia, tienen que planificarlas según ese orden e
importancia. De lo contrario, si se ponen a cumplir cualquier tarea que
60
se presente o que se les antoje, no podrán evitar el desorden en el
trabajo ni cosechar los debidos éxitos y, a veces, esto puede acarrear
graves consecuencias. Todos los Departamentos, pues, tienen que
elaborar un plan y basarse en él en sus actividades.
El plan de trabajo ha de ser elaborado siempre con sentido real. Si
no se ajusta a la realidad, no sirve para nada.
Los Departamentos deben trazar planes mensuales después de
estudiar a fondo las tareas de las ramas a su cargo y evaluar
concretamente todas las condiciones a la luz de la orientación y el plan
generales de trabajo del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte. No estaría mal que tuvieran trazados también los planes de
trabajo anual y trimestral. Una vez elaborado el plan, hay que
cumplirlo, previa aprobación del Presidente.
La totalidad de Departamentos han de confeccionar correctamente,
ante todo, los planes para llevar a cabo las tareas inmediatas del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte y presentarlos hasta el
día 3 de marzo. Deben prestar especial atención a las cuestiones de
alimentos, reforma agraria, restauración de industrias, educación, y
reflejar en los planes medidas concretas para resolverlas.
No solo es importante elaborar como es debido el plan de trabajo,
sino también cumplirlo correctamente y hacer el recuento de modo
oportuno de su cumplimiento. Solo evaluándolo a tiempo será posible
desarrollar el trabajo y elevar la capacidad del personal. Todos los
Departamentos deben establecer un régimen de hacer balance regular
del trabajo. Y así captarán, junto con los éxitos, las deficiencias en sus
actividades para corregirlas a tiempo y seguir impulsando el trabajo.
Los Departamentos deben tomar actas detalladas del balance de
trabajo y también de su historia laboral desde su constitución hasta la
fecha.
Redoblar la disciplina laboral es una de las importantes garantías
para alcanzar éxitos en el trabajo. Solo implantándola con rigor, será
posible elevar el sentido de responsabilidad de los funcionarios, acabar
con el desorden en el trabajo y cumplir con éxito las tareas
revolucionarias planteadas. Por lo tanto, es preciso prestar profunda
61
atención al establecimiento de una rigurosa disciplina laboral en el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Ante todo, hay que evitar la existencia de dos disciplinas en el
trabajo y la vida de los funcionarios. No puede haber diferencia entre
los superiores e inferiores en cuanto a acatar el orden y la disciplina
establecidos; todos, sin excepción, deben obedecer a una sola
disciplina. En el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, todos,
desde el Presidente hasta el empleado inferior, tienen que observar
rigurosamente el orden y la disciplina implantados en el trabajo.
Entre sus funcionarios hay que establecer, ante todo, un buen orden
en cuanto a la entrada y salida del trabajo. Sería bueno definir la hora
de entrada a las nueve de la mañana y la de salida a las seis de la tarde.
Lo que tiene especial importancia para fortalecer la disciplina
laboral es acatar estrictamente los principios del centralismo
democrático. Sin implantar una disciplina basada en este, no será
posible establecer la unidad en el trabajo estatal ni superar el
separatismo local y el fraccionalismo. Si no hay disciplina centralista,
en el trabajo del Estado reinará el caos y surgirán tendencias sectarias.
Al mismo tiempo que darle amplios márgenes a la democracia entre
los funcionarios, tenemos que implantar una disciplina laboral
revolucionaria basada en el principio del centralismo. Debemos
procurar que en su labor todos ellos se habitúen a basarse estrictamente
en las resoluciones e instrucciones del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte, a ejecutarlas de modo incondicional. Los
Departamentos deben combatir de forma rotunda todos los casos de
indisciplina como los de obrar arbitrariamente, desoyendo las órdenes e
instrucciones de la instancia superior, y, en especial, de censurar las
cuestiones deliberadas y decididas sin cumplirlas debidamente.
Intensificar la disciplina laboral no es en sí una meta, sino un
planteamiento para llevar a buen término la construcción de la nueva
Corea. Por consiguiente, para nosotros la disciplina laboral debe ser, en
todo caso, consciente. Solo esa disciplina concuerda con la naturaleza
del Poder popular y puede elevar la responsabilidad de los funcionarios
y activar su espíritu creativo. Los Departamentos deben intensificar la
62
educación para que los funcionarios acaten la disciplina a conciencia.
De manera que todos ellos trabajen, basándose siempre y de forma
estricta en el régimen y orden establecidos y muestren alta
responsabilidad y espíritu creativo en su labor.
Hoy, cuando las maquinaciones de los reaccionarios se han
intensificado, es necesario reforzar la guarnición de la sede del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte: destinarán 30 centinelas a la
custodia del edificio y establecerán guardia nocturna con el personal de
los departamentos.
Debemos esforzarnos por reforzar el Comité Popular Provisional
de Corea del Norte y elevar su papel. Los Departamentos deben
establecer correctamente y cuanto antes el sistema de trabajo y
promover de modo activo las labores de su competencia. Los
funcionarios del Comité Popular Provisional de Corea del Norte,
desplegando plenamente sus fuerzas, deben cumplir de manera
satisfactoria las tareas encomendadas para corresponder a la alta
confianza y esperanza del pueblo.
2. SOBRE EL PROBLEMA DE
LA PRODUCCIÓN DE LÁPICES
63
Pisoteando la nacionalidad de nuestro pueblo, le prohibían estudiar su
lengua y su escritura e incluso le impusieron “nombre japonés”.
Debido a su aviesa política de educación de esclavitud colonialista, la
absoluta mayoría de los coreanos no pudo traspasar el umbral de la
escuela y se vio sumida en la ignorancia y el oscurantismo. Hoy, solo
Corea del Norte cuenta con más de dos millones trescientos mil
analfabetos. Sin alfabetizar a las masas populares, no es posible elevar
su conciencia política ni su nivel cultural ni tampoco llevar a cabo con
éxito la construcción del Estado. Por eso, es menester alfabetizar
pronto a los adultos, desarrollando ampliamente el movimiento de
ilustración cultural.
Debemos afanarnos, en primer lugar, para que todos los niños, que
son millones, puedan estudiar. El porvenir de nuestra nación depende
de cómo formemos a la nueva generación. Facilitar a todos los niños la
enseñanza es tarea apremiante, inaplazable para nosotros, que
luchamos por la patria y la nación. Tenemos que reformar radicalmente
el sistema de instrucción, sistema esclavista y colonialista del
imperialismo japonés, e implantar uno nuevo, popular y democrático,
y despejar el camino de la enseñanza a los hijos de los trabajadores y
formarlos como magníficos cuadros capaces de edificar una nueva
Corea, rica y poderosa.
Uno de los problemas que tenemos para instruir a todos los niños y
alfabetizar a los adultos es que carecemos de lápices.
Los imperialistas japoneses no construyeron fábricas de lápices en
Corea; los fabricaban en su país con las materias primas llevadas de
nuestro país y después los vendían caros en Corea. Esta es la causa por
la que el problema del lápiz es hoy un asunto serio, después de
derrotado el imperialismo japonés y liberada la patria.
En la actualidad, los comités populares a todos los niveles y las
instituciones de enseñanza piden sin cesar la solución de este problema.
La escasez de aulas y maestros la podrán resolver, en cierta medida, los
organismos de poder local por sí solos, en cambio, este problema es de
difícil solución para las localidades si el centro no toma las medidas
pertinentes.
64
Dar solución al problema del lápiz no es una mera cuestión
práctica, es una cuestión política muy importante para formar a los
integrantes de nuestra generación venidera como excelentes cuadros
satisfaciendo así el anhelo abrigado en lo más hondo del corazón de
nuestro pueblo. Bajo la cruel dominación colonialista del
imperialismo japonés, los coreanos no podían aprender ni jota
viéndose obligados a trabajar hasta doblarse el lomo, pero deseaban
que sus hijos por lo menos tuviesen lápices, que estudiaran. Era una
aspiración vehemente de nuestro pueblo, como la que tenían toda
vida nuestros campesinos de cultivar a su gusto su propia tierra. Si le
resolvemos ese deseo, que no podía realizar de ningún modo bajo el
dominio colonialista del imperialismo japonés, ¡cómo no va a estar
contento!
Tenemos que tomar enérgicas medidas para fabricar lápices pronto
y en grandes cantidades.
Actualmente, algunas personas proponen aplazar esta producción
so pretexto de que la tarea es difícil por carecer de experiencia y de
técnica, cosa que no podemos aprobar de ninguna manera; otras dicen
que basta con importar lápices del extranjero, y esto tampoco es
correcto. Si nuestro país no tuviese fuentes de materias primas para la
producción de lápices, sería otra cosa, pero contando con inagotables
recursos de madera y grafito de alta calidad, ¿por qué razón tendríamos
que importar lápices del extranjero? Además, aunque quisiéramos
comprarlos, la situación actual no lo permite.
Debemos producir lápices con nuestras propias fuerzas, técnica y
materias primas. Esto es necesario también para reforzar el orgullo y la
dignidad nacionales de nuestros trabajadores y de nuestros niños.
No cabe duda que en la situación actual es difícil producir lápices
con nuestras propias fuerzas, pero si se pone en acción la inteligencia y
creatividad de las amplias masas y se toman medidas para garantizar
equipos y materias primas, se podrá, sin falta, fabricar lápices con
nuestras manos. Todo depende de los esfuerzos que hagan nuestros
funcionarios.
El Departamento de Industria y los comités populares de provincia
65
deberán realizar de inmediato una labor organizativa para empezar la
producción masiva de lápices.
En vista de que no es posible construir ahora mismo una fábrica
estatal, debemos encomendar esta misión a empresas privadas. Si
incorporamos a esta tarea a los artesanos y a medianos y pequeños
empresarios de Pyongyang, Hamhung, Sinuiju, Wonsan y Chongjin,
podremos satisfacer, en cierto grado, la demanda nacional de lápices.
El Estado prestará una activa ayuda a las empresas privadas que
fabrican lápices. El Departamento de Industria buscará y encuadrará
técnicos para destinarlos a dichas empresas, y el Departamento de
Agricultura y Silvicultura les proporcionará parcelas de bosque y el
permiso de tala. El Departamento de Finanzas debe prestarles los
fondos necesarios y estudiar además la posibilidad de reducirles o
eximirles de pagar contribución. Si tuvieran dificultades de local,
deberán resolverlas mediante la redistribución de los locales existentes
y si tienen problemas de transporte, facilitarles camiones.
Dichas empresas privadas han de prestar profunda atención a la
calidad de los lápices. Hay que fabricar buenas prismas de madera y
sólidas barritas de grafito.
Más adelante, cuando se acumule experiencia en ese curso
productivo de lápices y se resuelva el problema técnico y de equipos, el
Departamento de Industria construirá fábricas estatales de lápices. No
estaría mal construir después de 2 ó 3 años una de gran envergadura en
la región de Kanggye, donde existen condiciones favorables para la
extracción de materias primas.
Por último, voy a referirme sucintamente a la organización del acto
conmemorativo por el 1 de Marzo.
Pronto celebraremos el 1 de Marzo por primera vez después de la
liberación. Es una fecha significativa en que nuestro pueblo desplegó
en todo el ámbito nacional la lucha contra el imperialismo japonés. Por
eso, debemos organizar bien el acto conmemorativo por ese día. Hay
que trazar detalladamente el plan del acto y hacerlo público.
66
FELICITACIÓN CON MOTIVO
DEL ACTO INAUGURAL DE LA ESCUELA
DE PYONGYANG
Compañeros:
Hoy, cuando el pueblo coreano lleva a cabo la gigantesca tarea de
erigir en la patria emancipada un Estado democrático, libre, soberano
e independiente, celebramos este acto para inaugurar la Escuela de
Pyongyang, primera institución central de formación de cuadros que
contribuirá a levantar una nueva patria y a formar las fuerzas armadas
revolucionarias y regulares de nuestro pueblo.
Permítanme, con motivo de este día significativo, felicitar
calurosamente y expresar mi gratitud a los cuadros y estudiantes de la
Escuela de Pyongyang, que consagraron todos sus esfuerzos y su
entusiasmo sincero a la labor preparativa para crear la Escuela,
superando grandes dificultades, cuando se carecía de todo.
La Escuela de Pyongyang la fundamos con el propósito de formar
cuadros muy necesarios para la construcción de nuestro país, en
especial cuadros político-militares, que hacen falta para constituir las
fuerzas armadas revolucionarias y regulares.
Para levantar un país nuevo hay que contar con diversos recursos:
fondos, materiales y cuadros. Sobre todo, con muchos cuadros aptos
para la construcción estatal. Los cuadros es lo más importante para
67
nuestra obra de construcción de una nueva patria. Lo cierto del
aforismo que dice “los cuadros lo deciden todo” fue comprobado en el
proceso de nuestra larga lucha. Si hay cuadros excelentes, podremos
resolver cualquier problema.
Para construir un Estado democrático, soberano e independiente,
nuestro pueblo debe tener cuadros nacionales propios. Empeñado hoy
en la construcción de una nueva patria, tiene mucho que hacer. Por eso
necesitamos cuadros en todos los dominios político, económico,
militar, etc. Sin embargo, tenemos gran escasez de ellos no solo en el
ámbito político, económico, militar sino también en la ciencia,
educación, cultura y arte. Eso se debe a que anteriormente los
imperialistas japoneses no permitían a los coreanos aprender
libremente ni una letra impidiéndoles por todos los medios cursar
estudios técnicos, para oprimirlos y explotarlos brutalmente,
manteniéndolos en la ignorancia y el oscurantismo.
Para construir una nueva Corea, debemos tener nuestro propio
ejército. Sin él, no podemos ser un Estado plenamente soberano e
independiente. Por eso, nuestro Partido, en noviembre del año pasado,
fundó la Escuela de Pyongyang para formar cuadros militares y
políticos necesarios para crear un ejército regular propio; la Escuela
empezó a funcionar a comienzos del año en curso y hoy celebramos el
acto de su inauguración.
¿Tuvimos alguna vez una escuela como esta para formar nuestros
cuadros nacionales? Jamás. Los jóvenes, ya libres, de nuestro país,
podrán ahora cursar estudios a su gusto.
En adelante, la Escuela de Pyongyang tiene que formar excelentes
puntales, por decirlo así, llamados a contribuir a la construcción del
país y, teniendo esta Escuela como centro matriz, debemos construir
otras escuelas militares. Para ello, hay que ampliar poco a poco la
Escuela de Pyongyang, instaurando un sistema de formación de
cuadros para todas las tropas y armas. Debemos también formar con
nuestros propios medios las fuerzas aéreas.
Se puede decir que la Escuela de Pyongyang es un brote del
ejército regular que crearemos en el futuro. He oído que viéndoles
68
marchar formados por la calle, muchas personas dicen con alegría
“nuestro ejército”, lo cual es una prueba de que el pueblo anhela con
impaciencia tener su propio ejército.
Como todos saben, el pueblo coreano tuvo su primer ejército
revolucionario cuando los comunistas coreanos iniciaron la Lucha
Armada Antijaponesa. La Guerrilla Antijaponesa, creada a principios
de la década de 1930, fue un auténtico ejército del pueblo coreano,
ejército revolucionario marxista-leninista. El compañero rector y otros
cuadros responsables de la Escuela de Pyongyang lucharon junto a
nosotros con las armas en la mano contra el imperialismo japonés. Los
guerrilleros antijaponeses estaban pertrechados de una firme idea
revolucionaria, y provistos de magníficos métodos de combate y
técnicas militares. Por eso, todos los estudiantes han de aprender de los
precursores revolucionarios antijaponeses y seguir su ejemplo para ser
excelentes cuadros.
Dicen que los estudiantes están muy deseosos de saber qué
revolución estamos realizando y cómo se desarrollará la revolución
coreana en adelante; sobre ello voy a explicar algunas cosas.
Es bueno que ustedes sientan deseos de saber y discutan mucho
esa cuestión. Es importante conocerla a fondo puesto que la Escuela de
Pyongyang es un centro docente militar-político y los alumnos, al
graduarse, serán todos cuadros políticos o militares. En adelante,
deberán estudiar mucho estas cuestiones políticas, debatirlas,
preguntar lo que no entiendan para tener una idea clara al respecto.
Pues, ¿qué revolución estamos realizando ahora?
Nuestra orientación no consiste en edificar de inmediato la
sociedad comunista en Corea. Además, no podríamos construirla de
repente. A raíz de la liberación, ciertas personas propagaron que la
revolución coreana era socialista, afirmando que en Corea se debía y
podía construir de inmediato el comunismo. Estas gentes desconocen
las condiciones socio-económicas y la situación política actual de
nuestro país, no saben bien lo que son las etapas de desarrollo social.
Si se pudiera construir ahora mismo el comunismo, no habría, por
supuesto, nada mejor. El comunismo es el ideal supremo de la
69
humanidad y la mejor sociedad para que todos los trabajadores puedan
vivir, por igual, felices. Pero, construir la sociedad comunista no es
cosa nada fácil, además no es posible edificar el comunismo saltando
etapas de la revolución. Por consiguiente, en nuestro país no se debe
plantear la orientación de construir de inmediato el comunismo.
Años atrás, los imperialistas japoneses desataron entre los coreanos
una propaganda reaccionaria tan brutal contra el comunismo que ahora
muchos no saben bien lo que es este e incluso hay personas que lo
consideran malo y otras que lo repudian. En tal situación, aunque
lancemos ahora la consigna de construir el comunismo, esta no
encontrará apoyo entre las masas.
Si nuestro Partido Comunista no plantea la consigna de construir
de inmediato el comunismo en Corea, no solo se debe a que haya
tantas personas que todavía no conocen bien lo que es el comunismo
sino que además esta consigna aún no es oportuna teniendo en cuenta
las condiciones socio-económicas de nuestro país.
Anteriormente, nuestro país fue durante 36 años colonia de los
imperialistas japoneses y, además, las fuerzas feudales fueron muy
poderosas en Corea a lo largo de la historia. Los imperialistas
japoneses han sido ya expulsados de Corea, pero sus fieles lacayos, los
elementos projaponeses, traidores a la nación y reaccionarios que se
oponen a la democracia, no fueron erradicados por completo. Los
terratenientes, que en otros tiempos explotaban y oprimían cruelmente
a los campesinos, persisten, así como los nefastos capitalistas
projaponeses. Por esta razón, lo primero que debemos hacer es
arrancar de cuajo los vestigios del imperialismo japonés en todos los
dominios político, económico y cultural; expropiar la tierra a los
imperialistas japoneses y terratenientes y distribuirla gratis a los
campesinos, que la trabajan; nacionalizar los bosques. Debemos,
además, confiscar y nacionalizar todas las fábricas, empresas, el
transporte ferroviario, comunicaciones, bancos, comercios y
organismos culturales pertenecientes a los imperialistas japoneses y
traidores a la nación. Solo cuando llevemos a buen término esta tarea
podremos liquidar completamente las fuerzas supervivientes del
70
imperialismo japonés y acabar con las fuerzas feudales. Si no
planteamos hoy esta orientación, si no cumplimos en primer lugar esta
tarea, no podremos desarrollar nuestro país como Estado democrático,
soberano e independiente.
Como ven, actualmente llevamos a cabo una revolución
democrática por aniquilar las fuerzas que restan del imperialismo
japonés y las fuerzas feudales. Solo después de culminada tal
revolución, será posible construir el socialismo y el comunismo. Pero
ahora mismo no podemos edificar el comunismo.
Es cierto que el Partido Comunista se propone construir en el
futuro, a toda costa, el comunismo en Corea, porque su programa
supremo es realizarlo. Sin embargo, en este momento no difunde
ampliamente este propósito.
La orientación actual de nuestro Partido Comunista es liquidar por
completo las fuerzas del imperialismo japonés que quedan en Corea y
adoptar medidas democráticas, tales como la reforma agraria, la
implantación de la jornada laboral de 8 horas, etc., logrando así que
todo el pueblo participe con entusiasmo en la construcción de un
Estado democrático, soberano e independiente y vaya edificando con
diligencia un país nuevo. Ustedes, teniendo bien presente esta
orientación del Partido Comunista sobre nuestra revolución, deben
consagrarse por entero a erigir un nuevo país rico y poderoso.
Asimismo, aprovechando todas las oportunidades, aclarar
ampliamente a nuestro pueblo la clase de revolución que está
realizando ahora, qué debe hacer y, en particular, explicarlo
detalladamente a los campesinos que viven cerca de la Escuela.
Ahora voy a referirme a algunas tareas que ustedes deben cumplir.
Sobre todo, compañeros, deben convertirse en combatientes que
sirvan fielmente al pueblo, puesto que serán en adelante cuadros de
nuestro Ejército Popular.
Cuando nuestra Guerrilla Antijaponesa luchaba contra los
imperialistas japoneses, lo hacía en nombre de los intereses del pueblo
contando con su activo apoyo y por eso pudo librar la lucha guerrillera
nada menos que durante 15 años en circunstancias tan difíciles.
71
Siguiendo el ejemplo de la Guerrilla Antijaponesa, deben ustedes
respetar, siempre y dondequiera que estén, los intereses del pueblo,
luchar de forma activa por defender su vida y sus bienes y aprender
modestamente de las masas sin apartarse del pueblo en ningún caso.
Además, los alumnos deberán aplicarse en los estudios
político-militares. Antes de la liberación, todos ustedes, siendo como
son hijos de obreros y campesinos, no podían recibir enseñanza. Hasta
la escasa instrucción que tienen algunos compañeros es totalmente
japonesa y no puede servir hoy para la construcción de un Estado
democrático e independiente. Los conocimientos que ahora
asimilamos son, absolutamente, para servir al pueblo, para la
construcción de una nueva Corea. De ahora en adelante ustedes deben
adquirir tal clase de saber. Tienen que aprender, aprender y aprender.
Entonces, ¿qué y cómo aprender en concreto? “Combinar la teoría
con la práctica y hacer realidad lo estudiado”, esto es la orientación
formativa en la Escuela de Pyongyang.
La doctrina “Lunui” o “Mencio” que nuestros antepasados
aprendieron en colegios privados durante varios años e incluso
decenios, o lo aprendido durante el dominio del imperialismo japonés
era para inspirar servilismo a las grandes potencias y se necesitaba para
servir a la sociedad feudal y al imperialismo japonés. Ahora, esos
conocimientos ya no son útiles. Por el momento tenemos que aprender
materias que sean de provecho para la construcción de una nueva
Corea democrática. La Escuela de Pyongyang debe impartir al
alumnado, conforme a esta orientación formativa, conocimientos
político-militares.
Para ser militares del ejército revolucionario tienen que
pertrecharse con firmeza de las ideas revolucionarias y, sobre esta base,
prepararse en tres aspectos: primero, preparación física; segundo, tiro,
y tercero, táctica. Y para ser cuadros políticos del ejército deben poseer,
además de conocimientos militares, profundos conocimientos teóricos
y políticos. Por eso, tienen que ser aplicados tanto en los estudios
políticos como en los militares. No vale aplicarse solo en los estudios
políticos descuidando los estudios militares o viceversa. Solo
72
preparándose por igual en el aspecto político y en el militar, podrán ser
excelentes cuadros del ejército revolucionario.
En el futuro, la Escuela deberá combinar estrechamente la
educación política con la instrucción militar. Pues, tanto lo militar al
margen de lo político como este al margen de aquel no nos servirán
para nada. Lo uno y lo otro forman una unidad inseparable.
Con los estudios políticos deben forjarse el indoblegable espíritu de
luchar resueltamente por liquidar las secuelas del imperialismo
japonés y del feudalismo y construir una nueva patria, así como
pertrecharse firmemente con la idea revolucionaria del
marxismo-leninismo. Además deben dotarse de manera sólida con la
idea del patriotismo, de odio al enemigo y de fervoroso amor a la patria,
elevar más su sentido de orgullo nacional y cultivar la confianza de
hacerlo todo con nuestras fuerzas para extirpar el hábito de esclavitud
consistente en desconfiar de las fuerzas y talentos propios, hábito que
adquirieron antes al vivir oprimidos.
Si a través de los estudios políticos intensifican su forja ideológica
y autocultivan fecundamente el patriotismo y el orgullo nacional,
sentirán ganas de hacer la revolución y se esforzarán por adquirir
excelentes métodos de combate y arte de tiro. Por este motivo, las
organizaciones del Partido Comunista y de la Unión de la Juventud
Democrática en la Escuela de Pyongyang deben prestar especial
atención a intensificar la formación ideológica del alumnado.
En lo que a adiestramiento militar se refiere, hay que conceder
mucha atención a asimilar métodos de combate modernos y maestría
de tiro. Si sudan mucho durante el adiestramiento, verterán poca
sangre en el combate. En la preparación militar hay que realizar, en
cierta medida, estudios teóricos, pero mucho más movimientos
prácticos. En particular, hay que realizar constantes maniobras en
regiones montañosas para aprender formas de combate y habilidad de
tiro apropiadas a ellas, ya que nuestro país es un país muy montañoso.
Lo más importante para el militar es tener una destreza de tiro
infalible. No hay secreto para cultivarla. Para ser buen tirador hay que
realizar muchos ejercicios de tiro, en particular, de puntería con el odio
73
al enemigo clasista, estar al tanto de las cualidades de sus armas y tener
confianza en sí mismo. Cuando disparan el fusil no deben considerar el
blanco como un simple objeto sino como el corazón mismo del
enemigo. Entonces, harán diana sin lugar a dudas. Ustedes han
colocado muchos blancos de tabla, en los márgenes de la cancha, lo
que es muy positivo. Deberán hacer mucha práctica de puntería,
aprovechando cualquier momento libre, para perfeccionar cuanto antes
el arte de tiro.
No son muy buenos los fusiles que tienen ustedes. Pero, son los
que arrebataron los guerrilleros antijaponeses, al precio de su vida, a
los imperialistas japoneses. Al comenzar la Lucha Armada
Antijaponesa no teníamos siquiera estas armas, por lo que numerosos
revolucionarios se vieron obligados a derramar sangre por ser dueños
de un fusil. En adelante poseeremos armas mejores, pero por ahora
hemos de apreciar y querer, como a la niña de los ojos, estas armas
bañadas con la sangre de los precursores antijaponeses, así como hacer
muchos ejercicios para adiestrarnos a abatir de un tiro al enemigo.
Es preciso hacer mucha instrucción de orden cerrado y
entrenamientos deportivos. Para contribuir a la construcción de una
nueva Corea, hace falta fortaleza física. Y la instrucción de orden
cerrado es muy importante para reforzar la disciplina en el ejército,
darle aspecto regular y para la preparación física de los militares.
Intensificando, en particular, la instrucción de orden cerrado, el
ejército se ve como tal. La realizábamos mucho durante la lucha
guerrillera en montañas.
Luego, hay que reforzar la disciplina militar. Esta es, para el
ejército, la vida y la fuente de su capacidad combativa. De ahí que para
elevar la capacidad combativa del ejército es preciso implantar en él
una rigurosa disciplina revolucionaria.
Antes, la disciplina del ejército del imperialismo japonés era
coercitiva, pero la de nuestra Guerrilla Antijaponesa era revolucionaria
y consciente. En nuestra Guerrilla, aun reinando una disciplina muy
rigurosa, había excelentes relaciones de camaradería, por las cuales los
superiores amaban a los inferiores y estos respetaban a aquellos y todos
74
se ayudaban y apreciaban mutuamente. Precisamente en esto residía la
fuente de la inquebrantable fuerza que permitió a la Guerrilla
Antijaponesa combatir y vencer con escasos recursos al ejército
agresor del imperialismo japonés. En la Escuela también, como en la
Guerrilla Antijaponesa, se debe implantar una disciplina militar
rigurosa, pero consciente, para todos que consista en obedecer
incondicionalmente al orden establecido y observarlo a conciencia.
Todo el personal docente y empleados, todos los estudiantes de la
Escuela se esforzarán para crear ambiente cultural en el local. Crear la
cultura de la nueva Corea forma parte importante de nuestra labor de
construcción del país. Ustedes deberán organizar eficazmente la
explotación de la sala de educación para la construcción del país, la
publicación de periódicos murales y carteles y otras actividades
culturales masivas. Deben hacerlo de tal modo que en el futuro, en
Pyongyang y en las localidades tomen ejemplo de esta Escuela. Deseo
que habiliten lo mejor posible la Escuela en el aspecto cultural, vivan
con decencia y sean modelo para todo el país.
Y tienen que mantener siempre una alta vigilancia revolucionaria.
Ahora, los reaccionarios, en diferentes lugares, fraguan siniestras
maquinaciones para destruir nuestra labor de construcción
democrática. Jo Man Sik, que usurpó el cargo de presidente del comité
popular en la provincia de Phyong-an del Sur, era uno de estos
elementos reaccionarios y lacayo de Syngman Rhee. Al publicar la
resolución de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Exterior de
los Tres Países sobre el problema de Corea, dicho sujeto mostró su
verdadera faz oponiéndose abiertamente a nosotros. Además, los
agresores imperialistas yanquis, ocupantes del Sur de Corea, y su
lacayo, la camarilla de Syngman Rhee, introducen espías y
saboteadores en el Norte de Corea, quienes perpetran bárbaros
asesinatos, incendios y destrucciones. No sabemos qué gente malvada
queda oculta a nuestro alrededor. Debemos estar siempre vigilantes
para descubrir y liquidar a tiempo a los reaccionarios, espías y
saboteadores.
Por último, hay que fortalecer las organizaciones del Partido
75
Comunista en la Escuela y elevar el papel de vanguardia de sus
militantes. En particular, hay que combatir resueltamente las
venenosas ideas burguesas y pequeñoburguesas como el regionalismo,
nepotismo, liberalismo anarquista, canteras del fraccionalismo, y
fortalecer la unidad organizativo-ideológica del Partido. Las
organizaciones del Partido deben orientar correctamente a sus
militantes para que puedan desempeñar un papel de vanguardia, y
deben admitir en su seno a los compañeros que se destaquen en los
estudios político-militares y en el servicio militar, y con ellos engrosar
sus filas incesantemente.
Muy grande es la esperanza que el Partido y el pueblo cifran en los
estudiantes de la Escuela de Pyongyang.
Espero que ustedes, profundamente conscientes de la enorme
responsabilidad que asumen ante la patria y el pueblo, se conviertan
en fieles cuadros político-militares dispuestos a contribuir activamente
a la construcción de una nueva Corea.
76
QUE SEAN VERDADEROS MIEMBROS
DE LA SEGURIDAD AL SERVICIO
DEL PUEBLO
77
En primer lugar, los miembros de la Seguridad deben llevar a buen
término la lucha contra los reaccionarios.
Actualmente, estos se empeñan obstinadamente en destruir el Poder
popular e impedir nuestra obra de construir una nueva patria. En
especial, los reaccionarios estadounidenses, ocupantes del Sur de
Corea, y sus lacayos, la pandilla de Syngman Rhee, al mismo tiempo
que perpetran allí toda clase de maquinaciones para estrangular las
fuerzas democráticas, infiltran continuamente espías, elementos
subversivos y saboteadores en el Norte. Ante esta situación, si no se
intensifica la lucha contra los reaccionarios, no se podrán defender las
conquistas de la revolución ni construir una nueva Corea democrática.
Los miembros de la Seguridad tienen que combatir con tesón a los
elementos projaponeses y pronorteamericanos, traidores a la nación,
terratenientes, capitalistas entreguistas y otros reaccionarios, para
descubrir y derrotar a tiempo sus conspiraciones.
Además, deben luchar sin cuartel contra los delincuentes comunes.
Hoy, en la ciudad de Pyongyang se cometen muchos delitos de
diversa índole que dañan los recursos del Estado, la vida y los bienes
del pueblo y perturban el orden social.
Los miembros de la Seguridad deben combatir enérgicamente a los
desfalcadores y los usurpadores de bienes estatales, a los estafadores y
tramposos, controlar estrictamente a los especuladores, usureros y
productores clandestinos de licor. Además, deben intensificar la lucha
contra los asesinatos, desvalijos, robos y otros actos que afectan la vida
y los bienes del pueblo.
Particularmente, tienen que acabar por completo con el abigeato y
sacrificio ilícito de ganado bovino perteneciente a los campesinos. En
la actualidad, sujetos malintencionados se llevan y matan a hurtadillas
bovinos de las aldeas lindantes con la ciudad de Pyongyang, lo que
produce gran inquietud entre los campesinos. Si se llevan reses del
campo y las sacrifican, ¿cómo van a cultivar los campesinos sus tierras?
Deben ustedes descubrir de inmediato a estos delincuentes y controlar
con rigor los actos de sacrificio de ganado bovino.
Los miembros de la Seguridad deben velar de manera especial por
78
que no ocurran actos negativos en la aplicación de la política para los
bienes que pertenecieron al enemigo.
Los bienes que poseían los imperialistas nipones, projaponeses y
traidores a la nación, fueron creados en su totalidad a costa de la
sangre y sudor de nuestro pueblo. Los miembros de la Seguridad deben
procurar que los organismos del Poder popular confisquen de modo
consecuente los bienes del enemigo y dispongan de ellos de manera
justa; y libren una lucha intransigente contra el desfalco y el robo, pues
todos los bienes del enemigo pertenecen al país, al pueblo, y deben ser
aprovechados con eficacia en la construcción de la nueva Corea, en la
estabilización y mejora de la vida del pueblo.
Al intensificar la lucha contra los delitos comunes, deben proteger
activamente la hacienda del Estado, la vida y los bienes del pueblo,
establecer de modo estricto el orden social para prevenir obstáculos a
nuestra obra de construcción estatal y a la vida del pueblo.
Para realizar con éxito esta labor, los miembros de la Seguridad
deben poner en acción a las masas. Solo con la fuerza de su organismo
no podrán llevar a buen término la lucha contra los reaccionarios y los
delincuentes de toda laya, sino cuando se apoyen en la fuerza de las
amplias masas populares. Si las masas populares se incorporan con
ardor a esta lucha, ningún delincuente podrá permanecer oculto, será
descubierto de inmediato. Los miembros de la Seguridad deben, pues,
compenetrarse siempre estrechamente con el pueblo, fortalecer los
vínculos con él, organizar y movilizar activamente a las masas en la
lucha contra los delincuentes.
Además de combatir con rigor a los delincuentes, deben hacer
también ingentes esfuerzos para prevenir los delitos. No deben
dedicarse solo a la búsqueda de delincuentes, sino también prestar
atención a la vida del pueblo y darle una adecuada educación para que
ninguna persona viole la ley.
Actualmente, en Pyongyang hay muchos desempleados errantes,
huérfanos y ancianos desamparados. Si no los atendemos y los
dejamos abandonados, seguirán llevando una vida irregular y, además,
llegarán a perturbar el orden social. Por eso, en coordinación con los
79
órganos de poder, deben censar a los desocupados y recomendarles
empleos, así como tomar medidas para ofrecer una vida estable a los
huérfanos y ancianos sin amparo.
Los integrantes de la Seguridad tienen que dar a conocer al pueblo
las leyes y el orden establecido y formar en una concepción
democrática a las personas que no estén concientizadas. Solo entonces
podrá el pueblo respetar debidamente las leyes del Estado, movilizarse
activamente en la lucha contra los delincuentes y realizar con éxito la
construcción de una nueva patria.
Para efectuar, como es debido, estas importantes tareas planteadas
ante los órganos de la Seguridad y ser verdaderos hombres al servicio
del pueblo, ustedes deben poner fin al estilo de trabajo de la policía
imperialista japonesa y establecer un estilo de servicio al pueblo.
Nuestros órganos de la Seguridad son entidades que luchan por el
pueblo. Por lo tanto, los que trabajan en ellos no deben infringir los
intereses del pueblo, gritarle ni ordenarle, sino ser sus fieles servidores.
Hay algunos miembros de la Seguridad que, lejos de hacer un leal
servicio al pueblo, lesionan arbitrariamente sus intereses, perpetrando
actos injustos al arrestar ilegalmente y golpear a la gente. Tales actos
no difieren en nada de los de la policía imperialista japonesa. Dañar
los intereses del pueblo y golpear a su antojo a las personas es una
expresión del espíritu de omnipotencia policíaca del imperialismo
japonés, un estilo burocrático de trabajo.
Antaño, este dictó infames leyes fascistas, imputó “casos” a los
coreanos por la fuerza y perpetró atrocidades al pisotear incluso el
derecho a la existencia de nuestro pueblo. La policía del imperialismo
japonés detuvo y encarceló a troche y moche a coreanos inocentes por
cualquier cosa que le desagradara; los torturó y asesinó ferozmente.
Si bien los polizontes del imperialismo japonés golpearon sin ton
ni son al pueblo y violaron sin piedad sus derechos humanos, nuestros
hombres de la Seguridad jamás deben proceder de esta manera. En
nuestra sociedad el pueblo es el dueño del país y se respeta la
personalidad y el honor de los individuos y, por consiguiente, el deber
de nuestros órganos de la Seguridad es protegerlos bien. Sin embargo,
80
si los miembros de la Seguridad lo ignoran y actúan como los
gendarmes y policías del imperialismo nipón, el pueblo no nos seguirá
de buen grado.
Los integrantes de la Seguridad deben tener esto bien presente y
trabajar siempre desde la posición de servir al pueblo.
Para obrar como fieles servidores del pueblo, tienen que saber
distinguir claramente al amigo del enemigo. Si no, confundirán al
amigo con el enemigo y perjudicarán a personas inocentes.
Así pues, ustedes deben saber indagar con precisión el origen
clasista de la gente, su vida pasada y actual. Cuando, por ejemplo,
hayan recibido una acusación contra una persona, deben averiguar si
pertenece o no a la clase reaccionaria, qué hizo bajo el régimen del
imperialismo japonés —y si se supone que trabajó en organismos de
este—, qué servicios prestó a los imperialistas nipones y cómo trataba
a los coreanos, además de constatar qué posición y actitud mantiene
hoy respecto a la construcción de una nueva Corea. Procediendo así,
deben eliminar consecuentemente a los reaccionarios que obstaculizan
la construcción de una Corea democrática y no perjudicar ni a una sola
persona inocente.
Los miembros de la Seguridad no deben detener y encarcelar
indiscriminadamente a las personas. Cuando traten de arrestarlas,
deben basarse, sin falta, en datos fehacientes. No pueden detener ni
encarcelar a nadie sin más ni más por haber sido acusado de malo. Es
posible que gente malintencionada acuse de reaccionarias a buenas
personas para perjudicarlas y que algunos, dejándose llevar por
sentimientos personales, exageren los hechos al denunciarlas. Por eso,
los miembros de la Seguridad han de analizar siempre, de modo
concreto, los casos antes de tomar alguna decisión.
Además, no deben dejarse llevar por sentimientos personales al
tratar los problemas de la gente. Si actúan de esa manera y se apartan
de las posiciones de principio, puede que perjudiquen a personas
inocentes.
Los integrantes de la Seguridad, además de evitar arrestos
arbitrarios, deben acabar definitivamente con la práctica de golpear a
81
las personas. Ni con los delincuentes deben tratar de resolver el
problema por medio de golpes. Respecto a estos, tienen que indagar
detalladamente el motivo de su delito y explicarles bien su gravedad
para que se arrepientan de corazón de su delito y no vuelvan a incidir.
Para acabar con la violación de los derechos humanos por parte de
los organismos de la Seguridad, debemos redactar nuevas leyes.
No podemos usar códigos anticuados como el “compendio de
leyes”, confeccionado por el imperialismo japonés. Las leyes de este,
cualesquiera que fueren, estaban todas destinadas a oprimir a nuestro
pueblo.
Nos hacen falta leyes para el pueblo. Solo así será posible combatir
con éxito los delitos y proteger de modo consecuente los intereses de
nuestro pueblo. Tenemos que abolir todas las leyes nefastas que regían
bajo el dominio colonialista del imperialismo japonés y crear nuevas,
acordes con la voluntad y los intereses del pueblo, estableciendo
órdenes legales, democráticos y populares.
Los miembros de la Seguridad tienen que esforzarse por eliminar
las reminiscencias de la policía del imperialismo japonés, no solo en
la vista de causas, sino también en cada actitud suya. Se dice que
algunos andan por la calle arrastrando largos sables colgados del
cinturón, como hacían los polizontes imperialistas japoneses. No es
correcto. Si bien estos trajinaban dándose aire de importancia con los
sables para oprimir a los coreanos, ¿por qué habrán de portarse así,
ustedes, miembros de la Seguridad al servicio del pueblo? Si andan
con largos sables como los polizontes del imperialismo japonés, el
pueblo les tendrá miedo, se alejará de ustedes, los desdeñará
acusándolos de actuar como la policía del imperialismo japonés. Los
integrantes de la Seguridad, servidores del pueblo, no deben proceder
de esta manera.
Al abordar cualquier problema, deben pensar primero en los
intereses del pueblo. Sin embargo, ahora sucede que disparan sus
fusiles sin razón alguna en la ciudad a altas horas de la noche, y esto
hay que evitarlo. Si disparan a menudo por la noche cuando la gente
duerme, esta se desvelará por la inquietud. Los miembros de la
82
Seguridad, conscientes de que les incumbe la responsabilidad de velar
por el tranquilo descanso del pueblo por la noche, no deben disparar a
su antojo, aun teniendo que intensificar el control nocturno.
Los miembros de los órganos de la Seguridad deben ser un espejo
para el pueblo. Si se les plantean tareas difíciles y arduas, deben
acometerlas con abnegación y ser ejemplos para las masas en cada una
de ellas. Vestirse siempre con decencia, ser corteses y modestos.
Especialmente, no deben incurrir en actos como atentar contra la
propiedad del pueblo impelidos por la codicia ni recibir sobornos. Si
proceden así, gozarán de la confianza y del respeto de las masas
populares.
Por otro lado, los miembros de la Seguridad deben asimilar a
fondo las ideas democráticas.
Pertrechados con ideas avanzadas podrán desplegar una dinámica
lucha contra los reaccionarios, defender con firmeza las conquistas en
la construcción de la nueva Corea democrática y educar debidamente a
las masas.
Intensificando los estudios políticos, los miembros de la Seguridad
deben estudiar y asimilar a fondo la línea y política de nuestro Partido
y las medidas democráticas del Poder popular. Al mismo tiempo,
deben librar una lucha enérgica por liquidar los vestigios de las
caducas ideas del imperialismo japonés. De esta manera, todos deben
trabajar con el genuino espíritu democrático de servir fielmente a las
masas populares.
Lo que sigue en importancia es asegurar estrictamente la pureza de
las filas de los miembros de la Seguridad.
Con la presencia de elementos nefastos en estas filas no será
posible asegurarles la unidad ideológica y de voluntad ni cumplir
satisfactoriamente con la importante misión que incumbe a sus
organismos.
Los órganos de la Seguridad deben erradicar a todos los elementos
espurios agazapados en su seno y estar alerta para que no se infiltre
gente malintencionada. Al admitir a nuevos miembros al cuerpo de la
Seguridad, hay que elegirlos de entre hombres de bien que acrediten
83
una alta conciencia clasista y firmes ideas democráticas. Hay que
ayudarlos mucho para que no cometan errores.
Para terminar, vuelvo a insistir en la tarea de elevar la vigilancia
revolucionaria.
Los miembros de la Seguridad no deben ser jactanciosos,
indolentes ni blandengues, en lo más mínimo, por los éxitos ya
logrados, sino incrementar constantemente la vigilancia.
En estos días circulan infundíos y rumores reaccionarios entre la
gente y a ello le deben prestar atención. Tanto unos como otros son
muy peligrosos, ya que perturban la opinión pública, le privan de una
vida tranquila al pueblo e, incluso, obstaculizan la construcción del
Estado. Por lo tanto, los miembros de la Seguridad, elevando la
vigilancia, deben analizar minuciosamente esos infundíos y rumores
reaccionarios y descubrir con prontitud a sus promotores.
Los miembros de la Seguridad deben guardar rigurosamente los
secretos de trabajo. Los enemigos recurren a toda clase de
maquinaciones para averiguar nuestros secretos. Si carentes del
sentido de vigilancia, descuidamos el secreto, podrán caer en las
manos del enemigo importantes secretos del Estado. Por eso, los
miembros de la Seguridad deben tomar medidas pertinentes y evitar
rigurosamente la divulgación de los secretos internos.
Luchar para proteger los recursos del Estado, la vida y la hacienda
del pueblo, y defender sus derechos e intereses no es, de ninguna
manera, una tarea fácil. Es posible que afronten muchas dificultades y
obstáculos en su trabajo. Pero, por muy grandes que sean, no cabe duda
que los vencerían, si luchan con la firme decisión de servir hasta el fin
a la patria y al pueblo.
Los miembros de la Seguridad tienen que trabajar de manera
tesonera, con la disposición revolucionaria de servir abnegadamente al
pueblo, por la construcción de una nueva patria, próspera y poderosa,
sin vacilar ante las dificultades y los obstáculos.
Les deseo que se conviertan en verdaderos miembros de la
Seguridad al servicio del pueblo al dedicar todos sus esfuerzos para
cumplir, de la mejor manera, la honrosa misión que han asumido.
84
ACERCA DE LA SOLUCIÓN
DEL APREMIANTE PROBLEMA
DE VÍVERES
85
y de algunos otros funcionarios de la provincia, se dieron casos en que
los terratenientes, valiéndose de chantajes, cobraron de renta más de la
mitad de la cosecha de los campesinos arrendatarios. La aplicación
indebida del mencionado sistema de pago del arriendo pone obstáculos
a la entrega voluntaria de granos por parte de los campesinos. Además,
entre estos surge la tendencia a pagar en efectivo una parte del arriendo
y vender a hurtadillas cereales así retenidos sin participar
honestamente en la entrega voluntaria de granos.
Las deficiencias en la aplicación del referido sistema de pago del
arriendo de la cosecha y la entrega voluntaria de granos están
relacionadas también con las maquinaciones de los elementos
reaccionarios. Estos perpetran en todas partes un sinfín de
maquinaciones para impedirlas. Tratan de frustrar la entrega voluntaria
de cereales y empeorar la situación de víveres en el país con vistas a
provocar disgustos entre las masas y amotinarlas contra el Poder
popular.
Por esta razón, aún no se ha entregado al Estado esa gran cantidad
de granos que corresponde.
En la actualidad, el racionamiento de granos tampoco se efectúa
como es debido. Para distribuirlos en la forma debida hace falta, antes
que nada, determinar con exactitud a las personas a quienes se los debe
dar, pero no son pocos los casos en que, en lugar de hacerlo así,
reparten estos alimentos a los que no lo merecen. Aun a las personas
con derecho, hay que darles la ración con arreglo a los días de
asistencia al trabajo, pero, ocurre que algunos la dan
indiscriminadamente, sin tener en cuenta siquiera los días de ausencia
injustificada. Por otra parte, existe gran diferencia por provincias en
cuanto a la cantidad de granos que se distribuyen, porque estas la han
definido arbitrariamente. En la provincia de Phyong-an del Sur se da a
un obrero o empleado 500 gramos de grano diarios; en la provincia de
Hamgyong del Sur, 300 gramos; en la provincia de Hwanghae, 700
gramos. Este racionamiento indebido hizo más grave la situación de
cereales en el país.
Debemos eliminar cuanto antes tales fallos en la administración de
86
víveres y tomar medidas estrictas para dar solución al problema.
Lo primero que se debe hacer es asegurar, con precisión, la entrega
voluntaria de granos. Los comités populares locales deben terminar
hasta el día 20 de marzo la recogida de todos los granos que restan de
la cantidad prevista. Los cereales entregados deben ser pagados al
precio fijado.
Para orientar bien la entrega voluntaria de granos es necesario
realizar con eficacia, entre los campesinos, una labor de
esclarecimiento y organización. Al mismo tiempo, hay que desbaratar
totalmente las maquinaciones de los elementos reaccionarios que se
oponen a esa entrega y combatir con energía la tendencia a no
participar en ella, aun teniendo exceso de granos.
Para asegurar el éxito de la entrega voluntaria de víveres, es preciso
organizar en cada cantón una brigada de choque encargada de llevarla
a cabo, es decir, de controlar e impulsar su cumplimiento. Esta brigada
de choque ha de estar compuesta por representantes del comité popular
del cantón y del órgano de la Seguridad, de las asociaciones
campesinas, las obreras y otras organizaciones sociales.
Junto con asegurar el éxito de la entrega voluntaria de víveres, hay
que adoptar medidas para comprarlos en otros países. Aun llevando a
buen término la entrega voluntaria de cereales, nos será difícil cubrir
toda la necesidad de víveres. Por lo tanto, hay que tomar medidas
urgentes: conseguir alimentos en el Nordeste de China a cambio de
artículos confiscados a los imperialistas japoneses, o comprarlos
también con divisas.
El Departamento de Industria y las asociaciones obreras tienen que
organizar la tarea de aumentar la producción de artículos de primera
necesidad en las empresas industriales y adquirir, a cambio, productos
agrícolas para distribuirlos entre los obreros y empleados.
Otra tarea importante es asegurar, como es debido, el acarreo y la
conservación de víveres.
Es necesario organizar bien la tarea para transportar
oportunamente a los lugares de consumo los granos reunidos
mediante la entrega voluntaria. Si no se termina ese acarreo dentro
87
del plazo fijado, puede verse obstaculizado el transporte de abonos
necesarios para la agricultura de este año. De modo que los comités
populares a todo nivel y el Departamento de Transporte deben
esforzarse por terminar el acarreo de cereales dentro del tiempo fijado.
Es preciso tomar las medidas correspondientes para conservar en
buena forma los cereales. Los comités populares a todo nivel deben
poner a punto los almacenes de granos existentes y construir otros
nuevos donde sean necesarios. De este modo, se deberá evitar que los
víveres se echen a perder por putrefacción.
Otra cosa importante es implantar un racionamiento correcto de
los víveres y ejercer un control riguroso en su consumo.
Por muchos víveres que consigamos, si los distribuimos y
consumimos sin tasa ni medida, la situación del país en esa cuestión
seguirá siendo grave. Por lo tanto, mientras desplegamos la lucha por
conseguir víveres, tenemos que efectuar un justo racionamiento y
fortalecer el control del consumo.
Es necesario, antes que nada, confeccionar una estadística correcta
de las provisiones e implantar un sistema adecuado de racionamiento.
No deben permitir, como hasta ahora, a las provincias definir a su
criterio la cantidad de ración y sus destinados, provocando desorden en
el suministro de víveres, sino determinarlos de manera unitaria a escala
nacional y observar lo estipulado en el racionamiento.
La ración de víveres no debe fijarse de manera uniforme sino según
las personas que la reciben. Tiene que haber diferencia entre los que se
dedican a trabajos duros y los que hacen trabajos fáciles, entre los que
se dedican al trabajo intelectual y los que se dedican al trabajo físico.
También diferenciar, en la ración de víveres, a los trabajadores de sus
dependientes. Sería bueno, en mi juicio, que se distribuyera a los
obreros de 500 a 600 gramos de cereales diarios, es decir, a los obreros
ocupados en trabajos duros o peligrosos, 600 gramos y a los demás,
500 gramos. A los empleados, 400 gramos y a los familiares
dependientes de los obreros y empleados, 300 gramos.
No se debe malgastar los granos. Hay que cerrar todos los talleres
de licor que emplean cereales como materias primas y prohibir la
88
preparación individual e ilegal de aguardiente. Solo podrán fabricar
licor con aquellos granos que no se puedan usar como alimentos, o con
frutas. Hay que impedir hacer tok, yot, galletas, etc., con cereales o
usarlos como pienso para el ganado. Además, prohibir la instalación
de nuevos comedores y reducir al mínimo los existentes.
Todos los comités populares provinciales deben promover
enérgicamente entre la población una campaña para ahorrar víveres.
Deberán procurar que todo el pueblo luche tesoneramente contra el
despilfarro de cereales y se esfuerce por ahorrar la mayor cantidad de
granos posible.
Aparte de la lucha por el ahorro de granos es necesario combatir
con más energía contra los especuladores. Actualmente, estos sacan
grano fuera del Norte de Corea y lo venden obteniendo pingües
ganancias; compran para almacenar cuanto cereal pueden,
aprovechándose de que el país atraviesa una situación grave de
alimentos, y logran así el alza del precio. Los organismos de la
Seguridad tienen que vigilar y controlar estrictamente a los agiotistas
que especulan con los granos.
Para solucionar el problema de víveres que tiene el país se debe
organizar en el centro un comité de solución del problema de cereales,
integrado por los jefes de los Departamentos de Agricultura y
Silvicultura, de Comercio y de Seguridad, y también organizarse
análogos comités en las provincias, ciudades, distritos y cantones. Así
se deben tomar de inmediato medidas concretas para resolver el
problema de los cereales.
El Departamento de Seguridad ayudará activamente a realizar
tareas para la entrega voluntaria de cereales y el ahorro de víveres, y el
Departamento de Justicia, elaborar y publicar decretos al respecto.
Si adoptamos diversas medidas y las aplicamos bien, podremos
resolver el grave problema de víveres y abastecer de estos al país hasta
la cosecha de cultivos tempranos.
89
CON MOTIVO DEL XXVII ANIVERSARIO
DEL LEVANTAMIENTO POPULAR
DEL 1 DE MARZO
Queridos compatriotas:
Treinta millones de compatriotas conmemoramos hoy, con la
alegría de sentirnos libres y emancipados, el 27 aniversario del
Levantamiento Popular del 1 de Marzo, que brillará eternamente en la
historia de la lucha de liberación de la nación coreana.
El primero de marzo de 1919 fue un día en que nuestra nación
combatió, a escala de todo el país, al bandidesco imperialismo japonés
gritando a voz en cuello las consignas: “¡Fuera los japoneses y su
ejército!” y “¡Viva la independencia de Corea!”, un día en que asestó
un rotundo golpe a los imperialistas japoneses. Ese día nuestra nación
derramó ríos de sangre preciosa por la libertad. Por esta razón,
conmemoramos ese día y renovamos la decisión de luchar por la
independencia, libertad y dicha de nuestra nación, heredando el
espíritu de entonces.
Debemos seguir el noble espíritu de nuestros antepasados que 27
años atrás, el primero de marzo, se levantaron en todo el país y
lucharon con valentía contra el bandidesco imperialismo japonés, por
90
la independencia y la libertad de nuestra nación. En aquel entonces se
alzaron a la lucha los habitantes de todas las regiones de Corea e
incluso compatriotas emigrados al extranjero.
Nuestros antepasados combatieron con denuedo, derramando la
sangre, sin miedo a las bayonetas de los imperialistas japoneses.
Jamás olvidaremos aquel sublime espíritu de nuestra nación e
inspirados en él nos uniremos firmemente bajo la bandera del frente
unido nacional democrático y nos esforzaremos con abnegación por la
construcción de la nueva Corea democrática, venciendo todas las
dificultades.
Con el Levantamiento Popular del 1 de Marzo nuestro pueblo
demostró a la humanidad entera que la nación coreana no solo vivía
sino que, además, no quería verse subyugada, despojada del país, y
estaba llena de decisión para luchar hasta la victoria, hasta la conquista
de la libertad y la independencia.
Sin embargo, el Levantamiento Popular del 1 de Marzo terminó en
fracaso y nuestra nación no alcanzó la victoria. Tenemos que estudiar
bien la causa del fracaso y extraer de aquí lecciones.
La principal causa que lo hizo naufragar fue la ausencia de una
clase y un partido revolucionarios capaces de dirigirlo.
A la sazón, los obreros tomaron parte activa en la lucha y
demostraron patentemente una tenaz combatividad, pero, debido al
atraso general de la sociedad coreana, todavía no formaban una clase ni
contaban con un partido revolucionario que pudiera dirigir
organizadamente el Levantamiento.
La inconsecuente posición de los nacionalistas burgueses, su
irresistencia y sus especulaciones políticas fueron otra causa grave del
fracaso del Levantamiento.
Si entonces un poderoso partido de la clase desposeída, partido
político democrático, hubiera dirigido de manera organizada el
Levantamiento, la lucha habría tomado mayor despliegue y se habría
asestado un golpe más duro al imperialismo japonés.
La lucha, aun con la participación de amplias masas, fracasó por lo
desorganizada y dispersa que fue.
91
No hay movimiento revolucionario que triunfe si no cuenta con
una poderosa fuerza rectora, con una dirección de la revolución que
proponga un justo programa político y movilice con organización y
planificación a las masas. No triunfará nunca la lucha que se desarrolle
de forma espontánea, desordenada, sin ninguna organización.
Por falta de un partido rector, el Levantamiento Popular del 1 de
Marzo tuvo lugar sin programa ni plan de lucha. A juzgar por el
carácter de la revolución coreana de aquella época, habría sido correcto
que la lucha de liberación nacional contra el imperialismo japonés se
hubiera realizado en estrecha combinación con la lucha antifeudal,
pero ese Levantamiento no había planteado el problema de la tierra,
cuestión vital para los campesinos. Fue por este motivo que no pudo
elevar al máximo su espíritu revolucionario.
Otra causa de su fracaso fue que nuestra nación se vio obligada a
luchar sola contra el imperialismo japonés. Por aquel tiempo, este
contaba con un poderío colosal y gozaba del apoyo de las potencias
imperialistas norteamericana e inglesa. En contraste con esto, nuestra
nación, aunque combatió valientemente al imperialismo japonés, no
disfrutaba de un apoyo internacional que le ayudase a vencer a un
enemigo tan poderoso. El triunfo de la gran Revolución Socialista de
Octubre en Rusia ejerció enorme influencia sobre la lucha de
liberación de nuestra nación. Mas, en aquel entonces la Rusia soviética
estaba librando una dura lucha contra los intervencionistas armados de
países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y los ejércitos
blancos, y no podía brindar una ayuda directa a nuestra lucha.
Después de fracasado el Levantamiento del 1 de Marzo, los
terratenientes y capitalistas de Corea capitularon ante el imperialismo
japonés y traicionaron los intereses de la nación. No obstante, los
obreros, campesinos e intelectuales revolucionarios de Corea, tanto en
el interior como en el exterior del país, continuaron peleando sin
desmayo contra el imperialismo japonés.
Compatriotas:
La nación coreana se ha liberado del yugo colonial del
imperialismo japonés, pero aún no se ha hecho realidad su anhelo de
92
lograr la independencia nacional. Hoy al pueblo coreano se le plantea
la tarea histórica de incrementar sus fuerzas nacionales, aprovechando
todas las condiciones favorables de dentro y fuera del país, para
construir una nueva Corea democrática, libre e independiente.
Para cumplir esta tarea debemos, en primer lugar, limpiar nuestras
filas de todos los elementos projaponeses y otros reaccionarios y
formar un frente unido nacional democrático, sentando así la base para
construir la nueva Corea democrática.
En cualquier organismo u organización hay que librar una lucha
masiva, desde arriba hasta abajo, para eliminar a esos elementos.
En segundo lugar, es necesario poner pronto en marcha las
instalaciones productivas, aportando cada uno lo que pueda, bien
dinero o bien trabajo, y desarrollar un movimiento por el aumento de
la producción para poner fin al desempleo y afianzar la estabilidad de
la vida del pueblo.
En tercer lugar, es preciso resolver el problema de la tierra. La
reforma agraria deberá ajustarse al principio de abolición del sistema
de arriendo feudal y del reparto de la tierra entre los campesinos que la
trabajan.
En cuarto lugar, tenemos que reformar el sistema de enseñanza,
instituyendo otro democrático susceptible de formar especialistas y
técnicos que estén al servicio de los intereses del pueblo en todos los
dominios.
Hay que frustrar de forma consecuente las maniobras de los
reaccionarios en las instituciones de enseñanza excluyendo de ellas a
los maestros y estudiantes reaccionarios que traten de impedir el
progreso de nuestro país conservando la educación esclavizante
implantada por el imperialismo japonés.
En quinto lugar, hay que apoyar activamente la resolución de la
Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de
los Tres Países y explicarla y divulgarla ampliamente.
El pueblo soviético nos ofrece ayuda material y espiritual.
Debemos valernos al máximo de estas condiciones favorables para
edificar un Estado democrático, soberano e independiente.
93
En sexto lugar, tenemos que estrechar lazos de amistad con el
pueblo soviético.
Este es el amigo de más confianza de nuestro pueblo. Por eso,
debemos hacer todos los esfuerzos para estrechar relaciones de
amistad con él.
¡Viva el aniversario 27 del Levantamiento Popular del 1 de Marzo!
¡Gloria a los mártires que cayeron en la lucha antijaponesa de
liberación nacional!
¡Viva el frente unido nacional democrático!
¡Viva la nueva Corea democrática!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte!
94
LEY DE REFORMA AGRARIA
EN COREA DEL NORTE
5 de marzo de 1946
95
c. Todas las tierras de arriendo continuo, independientemente de
su superficie;
d. Las tierras de templos, monasterios y otras comunidades
religiosas que poseen más de cinco hectáreas.
Artículo 4. Las tierras no sujetas a confiscación:
a. Las tierras propiedad de escuelas, instituciones de investigación
científica y hospitales;
b. Las tierras que pertenecen a quienes realizaran hazañas en la
lucha contra los agresores imperialistas japoneses, por la libertad y la
independencia de Corea, y a sus familiares; y también a quienes tengan
méritos especiales en el desarrollo de la cultura nacional coreana, y a
sus familiares. A estas personas las definirá el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte por una resolución especial.
Artículo 5. Todas las tierras confiscadas en virtud de los artículos 2
y 3 pasan gratuitamente a ser propiedad perpetua de los campesinos.
Artículo 6.
a. Las tierras confiscadas se ponen a disposición de los comités
populares para su distribución entre los peones agrícolas y los
campesinos sin o con poca tierra;
b. No se confiscan las tierras de los campesinos que las trabajan
con su propio esfuerzo;
c. Los terratenientes que quieran trabajar ellos mismos la tierra
tienen el mismo derecho que los campesinos a poseerla en virtud de
la presente Ley de Reforma Agraria, pero en otro distrito que no sea
el propio.
Artículo 7. La entrega de la tierra en propiedad a los campesinos
queda avalada por unos certificados de posesión de la tierra expedidos
por el comité popular provincial y su inscripción en el registro de la
tierra.
Artículo 8. La tierra entregada a los campesinos por la presente Ley
queda exenta del pago de las deudas y tributos generales.
Artículo 9. Serán abolidas todas las deudas contraídas por los
peones agrícolas y los campesinos con los terratenientes privados de
las tierras por la presente Ley.
96
Artículo 10. Las tierras distribuidas a los campesinos por la
presente Ley no se pueden vender, comprar, arrendar o hipotecar.
Artículo 11. Los animales de tiro, implementos agrícolas, todos los
edificios de vivienda, terrenos, etc., de los terratenientes desposeídos
de la tierra por el inciso a del artículo 3 de la presente Ley, quedan
confiscados y pasan a disposición de los comités populares, que los
repartirán entre los peones agrícolas y campesinos sin tierra que van a
recibirla en virtud del artículo 6 de la presente Ley. Los edificios
confiscados pueden utilizarse para escuelas, hospitales y otras
instituciones sociales.
Artículo 12. Los huertos y árboles frutales del Estado japonés, de
japoneses y de todas las organizaciones niponas se confiscan y pasan a
disposición de los comités populares provinciales. Huertos y árboles
frutales de los terratenientes coreanos desposeídos de tierra conforme
al inciso a del artículo 3 de la presente Ley, quedan también
confiscados y pasan a disposición de los comités populares.
Artículo 13. Todos los bosques con excepción de bosquecillos de
propiedad de los campesinos se confiscan y pasan a disposición del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Artículo 14. Todos los sistemas de riego pertenecientes a los
propietarios de tierras confiscadas en virtud de la presente Ley pasan a
disposición gratuita del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte.
Artículo 15. La reforma agraria se efectuará bajo la dirección del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte. De su ejecución en las
localidades se encargarán los comités populares de provincia, distrito y
cantón, y en las localidades rurales los comités rurales elegidos por la
asamblea de peones agrícolas y campesinos arrendatarios sin o con
poca tierra.
Artículo 16. La presente Ley entrará en vigor a partir del momento
de su promulgación.
Artículo 17. La reforma agraria concluirá antes de finalizar el mes
de marzo de 1946. El certificado de posesión de la tierra se expedirá
hasta el día 20 de junio del presente año.
97
SOBRE ALGUNAS TAREAS QUE
SE PLANTEAN AL SECTOR
DE LA ENSEÑANZA
98
resuelve este problema, no se puede desarrollar la labor docente ni dar
debida preparación a las jóvenes generaciones.
Tenemos enorme escasez de maestros y es muy baja la calidad de
los que están en servicio activo. Esto impide que en las escuelas de
todos los niveles se enseñe satisfactoriamente a los alumnos.
Esto tiene su origen en las nefastas consecuencias del dominio
colonialista del imperialismo japonés. Debido a la política de la
enseñanza de esclavitud colonial que impusieron anteriormente los
imperialistas japoneses, en nuestro país son muy pocas las personas
que ejercieron entonces de maestros, además de su bajo nivel, y las que
posean los conocimientos requeridos para servir de tales.
Esta realidad nos plantea la apremiante tarea de formar, lo más
pronto posible, gran número de maestros competentes.
Se debe, ante todo, recalificar a los maestros en servicio. Estos son,
en su mayoría, gente que antes había prestado sus servicios a los
organismos de enseñanza de los imperialistas japoneses y, por
consiguiente, en sus mentes perduran, en grado considerable, las
secuelas de la enseñanza de esclavitud colonial impartida por aquellos.
Debemos recalificarlos, convirtiéndolos en auténticos maestros del
pueblo de la nueva Corea democrática.
Al mismo tiempo que recalificar al magisterio en servicio activo,
debemos tomar medidas para formar nuevas promociones de
maestros. Iremos nutriendo y reforzando sus filas con hijos de obreros,
campesinos y de otros sectores del pueblo trabajador y así mejorar,
poco a poco, su composición cualitativa y cubrir la necesidad que las
escuelas a todos los niveles tienen de maestros.
Para prepararlos rápidamente, es necesario organizar, como medida
inmediata, centros de formación. Debemos crearlos cuanto antes y
seleccionar a buenas personas con cierto grado de instrucción para
prepararlas como maestros. En el futuro fundaremos escuelas
especializadas en esta tarea.
No hay que menoscabar la calidad de la formación de maestros por
el hecho de requerirlos con urgencia. Esta es cuestión muy seria de que
depende la calidad de la instrucción de las generaciones venideras.
99
Solo preparando a maestros competentes, se puede educar e instruir
como es debido a los estudiantes y formar a las jóvenes generaciones
como protagonistas de la construcción de la nueva patria. Tenemos que
realizar bien esta tarea, formando nutridas promociones de maestros
progresistas, dispuestos a prestar un activo servicio a la educación de
las generaciones venideras y a la construcción del Estado.
Para realizar con éxito la formación de maestros hace falta que los
organismos correspondientes eleven su papel. Deben esforzarse por
liquidar cabalmente en la mente de los cursillistas los caducos
vestigios ideológicos del imperialismo japonés y pertrecharlos con
firmeza de ideas democráticas, iniciarlos en las ciencias avanzadas en
consonancia con la realidad y, en especial, dotarlos de suficientes
conocimientos sobre nuestro país. De esta manera han de formar
nutridas filas de maestros, preparados en lo político-ideológico y
científico-teórico para que la educación de las jóvenes generaciones
transcurra sin impedimentos.
Segundo, hay que limpiar los centros de enseñanza de todos los
elementos reaccionarios.
En algunas instituciones docentes hay elementos reaccionarios que
se oponen al Poder popular y colocan obstáculos al desarrollo
democrático del país. Repudian el sistema de enseñanza democrática
tratando de mantener el viejo sistema e instigan a maestros y alumnos a
oponerse a las medidas del Poder popular. Sin eliminar a estos
elementos reaccionarios de los organismos educacionales, no es
posible acabar con los residuos de la caduca enseñanza de esclavitud
del imperialismo japonés ni impartir con éxito la enseñanza
democrática.
Los organismos del Poder popular deben prestar profunda
atención a asegurar la pureza de las filas de los maestros. Además de
luchar de forma intransigente contra cualquier elemento ideológico
malsano que se manifieste entre ellos, hay que someterlos en todas las
escuelas a un examen y revisión, para acabar cuanto antes con los
elementos reaccionarios escondidos en las instituciones docentes, y
tomar medidas consecuentes para prevenir que en lo sucesivo se
100
infiltren en dichas filas elementos espurios y extraños.
Tercero, se debe asegurar a los alumnos buenas condiciones de
estudio.
Los alumnos no pueden estudiar bien, si no se les crean las
condiciones materiales necesarias.
Por supuesto que en las condiciones de hoy habrá que superar
muchas dificultades para creárselas a los alumnos. Sin embargo, no se
escatimará nada a las jóvenes generaciones y se asegurará con
prioridad todo lo necesario para que los alumnos no tengan molestias
en el estudio.
Hay que editar con prontitud libros de texto. Hoy, la insuficiente
cantidad de ellos dificulta mucho a los maestros impartir lecciones y a
los alumnos estudiar. Los libros de texto son imprescindibles para
garantizar la unidad en la educación e instrucción, ejecutar con éxito el
programa de enseñanza y elevar el nivel académico de los alumnos.
Lo importante al redactar los libros de texto es reflejar
correctamente en ellos las exigencias de la construcción de la nueva
Corea democrática y la realidad de nuestro país. Si se redactan libros
de texto ignorando esas exigencias y la realidad o traduciendo
mecánicamente los de otros países, tales manuales no servirán para
nada. Es preciso redactarlos conforme a la realidad de nuestro país,
interpretando correctamente todas sus cosas. Solo entonces se podrá
impartir a los alumnos conocimientos vivos, útiles para la construcción
de una nueva patria y darles a conocer bien nuestro país.
Además de redactar libros de texto, hay que abastecer con ingentes
cantidades de lápices, cuadernos y otros artículos escolares. Debido a
la escasez de estas cosas los estudiantes tropiezan ahora con bastantes
dificultades en el estudio. Debemos tomar pronto medidas para
producirlas en grandes cantidades.
También es preciso facilitar con propiedad pupitres, sillas y otros
enseres escolares.
Cuarto, las instituciones docentes deben graduar pronto a los
alumnos que están en el último curso este año, para que se integren en
la sociedad.
101
Por escasez de cuadros nacionales tenemos ahora grandes
dificultades en el restablecimiento y desarrollo de la economía y la
cultura del país, y en la construcción de una nueva Corea democrática.
La actual situación de nuestro país exige que las escuelas brinden con
la mayor urgencia a sus egresados. Por eso, las escuelas de todos los
niveles deben graduar cuanto antes a los estudiantes del último curso
para este año.
Todos los centros docentes prestarán profunda atención a la
educación e instrucción de los estudiantes del último curso,
impartiéndoles lecciones sustanciales. Así terminarán pronto el plan de
estudios para ellos y celebrarán su graduación antes de la fecha prevista.
Quinto, hay que intensificar la labor de dirección sobre las
instituciones docentes.
Lo importante para el desarrollo de la educación es intensificar la
dirección sobre el trabajo escolar. Solo cuando den correctas
orientaciones a las instituciones docentes, será posible implantar
estrictamente el nuevo sistema de enseñanza democrática y materializar
de manera acertada la orientación educativa del Poder popular.
Los organismos del Poder popular, muy conscientes de que
desarrollar la educación constituye su tarea primordial, conocerán y
orientarán constantemente el trabajo en las escuelas de todos los
niveles. De este modo extirparán en el dominio de la educación todos
los residuos de la enseñanza de esclavitud colonial del imperialismo
japonés, reforzarán la base material de las escuelas y elevarán el papel
de los maestros, para asegurar con éxito la instrucción y educación de
los alumnos.
Con miras a este desarrollo de la educación, es especialmente
necesario intensificar la acción directiva del centro sobre las
instituciones docentes. No se debe confiar la enseñanza solo a los
órganos de poder local; también el centro tiene que guiarla y
controlarla constantemente.
Por supuesto, no es posible que el Estado se ocupe directamente
de la orientación de todas las escuelas por reforzar la dirección del
centro sobre los organismos docentes. El centro debe orientar la
102
enseñanza en general y, de modo directo, algunas escuelas. En adelante
es preciso poner ciertas escuelas importantes bajo la guía y
administración directas del centro. De esta manera se podrá formar
debida y planificadamente cuadros nacionales y generalizar a escala
nacional las buenas experiencias acumuladas en la educación.
Sexto, hay que implantar un firme sistema de enseñanza popular
para instruir a todos los hijos e hijas del pueblo trabajador.
La nueva Corea democrática que hoy estamos construyendo es un
país para el pueblo, y nuestro poder es un poder auténticamente
popular. Por eso, es natural que nuestra enseñanza deba estar al
servicio del pueblo, que se imparta a los hijos del pueblo trabajador.
Durante el dominio colonialista del imperialismo japonés, los hijos
de nuestros obreros y campesinos no podían estudiar como era su
deseo, viéndose obligados a vivir en la ignorancia y la oscuridad. A
ellos, que anteriormente estaban marginados de la instrucción,
privados del derecho al saber, les debemos dar el acceso a la escuela.
A este fin, debemos implantar, de forma consecuente, un sistema
de enseñanza popular conforme al desarrollo democrático del país,
abrir muchas escuelas de todos los niveles y crear condiciones reales
para dar posibilidad de estudio a los hijos de las familias de precaria
situación económica. Desde ahora, debemos ir haciendo los
preparativos para poner en vigencia en el futuro la enseñanza
obligatoria general. Desde luego, la tarea es difícil. Pero, si nos
esforzamos, no cabe duda que la cumpliremos.
Los organismos del Poder popular deberán hacer grandes esfuerzos
para llevar a cabo con éxito la educación de las jóvenes generaciones,
de modo que todos nuestros jóvenes y niños puedan asistir a las
escuelas de todos los niveles y aprender según sean sus deseos los
logros más avanzados de la ciencia y la técnica.
Ahora, voy a referirme brevemente a otros asuntos discutidos en la
reunión de hoy.
En ella hemos adoptado los reglamentos referentes a la
composición del Comité Popular Provisional de Corea del Norte. En
los reglamentos están definidos la composición orgánica, la función, el
103
papel y las tareas inmediatas que asume dicho Comité como órgano de
poder central. Todos sus miembros y los jefes de departamentos deben
observar y cumplir rigurosamente estos reglamentos y, en especial,
trabajar con tenacidad para llevar a buen término las tareas inmediatas
que tiene el Comité.
Hoy hemos discutido los principios fundamentales relacionados
con la integración y las atribuciones del Departamento de Justicia, el
tribunal y la procuraduría, lo cual reviste gran significación. El
establecimiento de estos principios es una importante medida para
liquidar todas las secuelas del viejo régimen judicial —que los
imperialistas japoneses implantaron con el fin de mantener su
dominación colonialista en Corea y oprimir y explotar brutalmente a
nuestro pueblo—, y para establecer un sistema judicial democrático
que sirva a la construcción de la nueva Corea democrática y a los
intereses de nuestro pueblo.
Debemos estructurar firmemente los organismos judiciales con
auténticos funcionarios del pueblo y orientarlos a que le sirvan con
lealtad. Al mismo tiempo, impulsar con fuerza la labor para elaborar
cuanto antes nuevas leyes y reglas democráticas adecuadas a la
realidad de nuestro país.
A fin de reforzar la labor del Poder popular debemos crear dentro
del Comité Popular Provisional de Corea del Norte nuevas secciones
encargadas, como por ejemplo, de asuntos generales, planificación y
propaganda. La sección de asuntos generales deberá coordinar el
conjunto de actividades del Comité, atender a sus funcionarios y tratar
los asuntos del personal, mientras que la sección de planificación se
encargará de programar todas las actividades del Estado y elaborar la
estadística estatal. La sección de propaganda, de explicar y propagar
ampliamente la política del Estado entre las masas populares y de
educarlas en ideas democráticas.
Es necesario estructurar bien la plantilla de funcionarios de esas
secciones que se van a crear, para que todas las secciones establezcan
cuanto antes un sistema de trabajo y realicen de modo correcto sus
labores.
104
DEFINICIÓN DE ELEMENTOS
PROJAPONESES Y TRAIDORES
A LA NACIÓN
105
militantes nacionalistas y a combatientes revolucionarios que
participaron en el movimiento de liberación nacional y clasista en el
interior y exterior del país, y sus colaboradores.
8. Miembros del consejo provincial y cuadros de organizaciones
projaponesas y fascistas designados por las autoridades del
imperialismo japonés (Asociación Iljin, Asociación Ilsim, Unión Roky,
Partido Taeui, agrupaciones anticomunistas, etc.) y los individuos
implicados más crueles.
9. Los más duros administradores responsables de la industria
bélica y jefes de abastecimiento de materiales bélicos.
10. Malignos elementos civiles, repudiados por el pueblo por
haber cometido fechorías en colaboración con los organismos de
administración, de justicia y policía del imperialismo japonés.
11. Individuos odiados por la población por haber sido desalmados
funcionarios de la administración, la justicia y la policía del
imperialismo japonés.
12. Individuos empedernidos que actuaron deliberadamente como
dirigentes teóricos y políticos durante la “campaña para convertir al
coreano en súbdito del Imperio Japonés” y la implantación de sistemas
de “voluntarios”, “conscripción estudiantil”, reclutamiento laboral y
militar.
13. Elementos que después de la liberación del 15 de Agosto
tramaron intrigas para destruir las organizaciones democráticas o
atentar contra la vida de sus dirigentes, los que organizaron y
dirigieron en persona grupos terroristas, los que los manipularon
ocultos y los ejecutores directos de actos terroristas.
14. Elementos que se alistaron voluntarios en organizaciones
reaccionarias creadas por traidores a la nación después de la liberación
del 15 de Agosto.
15. Los que a raíz de la liberación del 15 de Agosto sirvieron
voluntariamente de agentes o propagandistas en organizaciones
reaccionarias contrarias a la formación del frente unido nacional,
realizando actos de espionaje o tergiversando demagógicamente los
hechos.
106
Cláusula adicional: Aquellas personas que, estando comprometidas,
según las cláusulas arriba mencionadas, dejaron de cometer más actos
criminales o prestan su activa colaboración a la construcción del país,
podrán ser liberadas parcial o totalmente de la responsabilidad por sus
delitos anteriores.
107
LEY DE REFORMA AGRARIA
SE HA PROMULGADO A FAVOR
DEL BIENESTAR NACIONAL
108
nación, y los demócratas auténticos que aprecian los intereses del
pueblo, apoyarán sin reservas esta Ley y se esforzarán por su
realización.
Segundo: otra importancia de peso de la reforma agraria consiste
en desarraigar del todo a la clase terrateniente, base de apoyo para
elementos projaponeses, traidores a la nación y otros reaccionarios
que intentan impedir el establecimiento de un gobierno unificado
democrático y desmantelar el frente unido nacional en Corea.
Tercero: esta reforma, que entrega la tierra que había pertenecido a
imperialistas japoneses, elementos projaponeses, traidores a la nación
y terratenientes, a los campesinos que la trabajan, fomentará la
economía rural y, más adelante, como fuerza impulsora del desarrollo
industrial, fomentará extraordinariamente la economía nacional en su
conjunto. He aquí otra gran significación de la reforma agraria.
Cuarto: la reforma agraria crea una condición importante para
mejorar la vida de los campesinos, los cuales suponen ocho décimas
partes de la población de nuestro país y que habían sufrido el tenebroso
destino de esclavos durante milenios, para darles posibilidad de
disfrutar de una vida acomodada, así como ofrece una condición
fundamental para que los campesinos puedan instruir a sus hijos y ellos
mismos gozar también de una vida civilizada, libres de una vida
tenebrosa.
Quinto: la reforma agraria es una de las condiciones
fundamentales para incorporar activamente a la construcción
democrática las masas campesinas, una de las fuerzas principales del
movimiento de construcción del Estado democrático, elevar su
entusiasmo político y fortalecer la alianza entre la clase obrera y el
campesinado. Por ello, el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte, para cumplir su tarea principal, la construcción democrática,
acaba de elaborar y publicar la Ley de Reforma Agraria.
Todo el pueblo, los partidos políticos y organizaciones sociales
democráticos de Corea del Norte deberán prestar por entero sus
esfuerzos para materializar a cabalidad esta Ley.
Quienes no sientan amor por los compatriotas y el país se
109
opondrán a la Ley de Reforma Agraria. Y los que se oponen son, sin
excepción, los enemigos de la democracia, los reaccionarios que tratan
de devolver Corea —que avanza por el camino del progreso—, a la
caduca sociedad feudal, los traidores que venden los intereses de la
nación. Solo construyendo una sociedad democrática progresista,
Corea podrá alcanzar plena soberanía e independencia.
Por esta razón, espero que todo el pueblo, unido más firmemente,
alcance el triunfo definitivo de la reforma agraria, movilizándose
unánimemente para poner en práctica la Ley de Reforma Agraria, que
acabará por completo con las bandas de reaccionarios, que repudian al
país y la nación, defenderá los intereses de los campesinos, que
suponen la abrumadora mayoría de nuestra población, mejorará su
vida, desarrollará la economía nacional en general y acelerará el
desarrollo democrático del país.
110
ACERCA DE LA RESTAURACIÓN
Y DESARROLLO DE LAS INDUSTRIAS
Y LAS TAREAS DE LOS FUNCIONARIOS
DEL SECTOR DE LA INDUSTRIA
ELÉCTRICA
Compañeros:
Después de la liberación, nuestro pueblo ha formado por propia
iniciativa los comités populares en todo el país y organizado el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, que dirige de manera
unificada las provincias y los departamentos administrativos. El
CPPCN es el genuino poder del pueblo que representa los intereses de
este y lucha por acelerar la construcción de una patria democrática.
Hace poco, el CPPCN promulgó la Ley de Reforma Agraria, una
de las 11 Tareas Inmediatas. Esta Ley goza del absoluto apoyo de las
masas populares y ahora está aplicándose exitosamente con la activa
participación de los obreros y campesinos.
La reforma agraria es para liquidar para siempre el sistema de
explotación feudal y convertir a los campesinos en dueños de la tierra
en Corea del Norte. La realización de la reforma agraria constituye un
gran acontecimiento de significado histórico para el desarrollo
democrático de nuestro país. Después de terminar rápidamente la
reforma agraria nos proponemos realizar otras reformas democráticas,
111
entre ellas, la nacionalización de las principales industrias, la
implantación de la jornada de ocho horas y la realización de la
igualdad de los derechos del hombre y la mujer.
Pronto daremos a conocer, en nombre del CPPCN, el programa
político del gobierno provisional de toda Corea que deberá crearse en
el futuro. Sobre la base de este programa el CPPCN cumplirá con éxito
sus tareas en todas las esferas de la política, la economía y la cultura,
sentando sólidas bases de la construcción del Estado democrático,
soberano e independiente.
Una de las más importantes tareas que se nos presentan hoy es
restaurar y desarrollar con rapidez la industria del país.
Ahora, la industria de nuestro país es insignificante. En Corea los
crueles imperialistas japoneses no construyeron sino tan solo un
reducido número de fábricas, para saquear sus recursos y hacer la
guerra de agresión al continente y, para colmo, las explotaron con
exceso en el período de la Guerra del Pacífico y, al huir derrotados, las
dejaron casi totalmente destruidas.
A condición de restaurar y desarrollar la industria devastada,
podremos acabar con el desempleo, estabilizar y mejorar la vida del
pueblo e impulsar la construcción de la nueva Corea.
Sobreponiéndonos a todos los obstáculos y dificultades restauraremos
y pondremos pronto en marcha las fábricas y empresas.
Hoy, nos enfrentamos con muchas dificultades en la tarea de
restablecer y desarrollar la industria.
No contamos con los materiales necesarios para reparar las
máquinas y equipos de las fábricas, ni con posibilidades para producir
siquiera un tornillo.
Además, tenemos dificultad de víveres. Los imperialistas japoneses,
para hacer de Corea su “base de retaguardia” de la Guerra del Pacífico,
saquearon sin compasión el campo con vistosos rótulos de “impulsar
paralelamente la agricultura y la industria” y el “movimiento para el
fomento del campo”. Debido a la guerra agresiva y el saqueo de
cereales del imperialismo japonés, los campesinos a duras penas
sobrevivieron al azote del hambre y la miseria y nuestro campo quedó
112
arruinado hasta más no poder. En consecuencia, no tenemos
suficientes víveres para abastecer normalmente a obreros y empleados.
Otra gran dificultad en la construcción de la industria es el escaso
número de técnicos. Necesitamos mucho personal técnico para
recuperar y desarrollar la industria destruida, eliminar el atraso secular
del país y construir una nueva patria, rica y poderosa. Sin embargo,
antaño los coreanos no tenían posibilidades de aprender tecnologías a
causa de la política de extremada discriminación nacional del
imperialismo japonés. Este sometía a los obreros coreanos solo a
trabajos rudos, sin enseñarles la técnica. Guardó en secreto hasta
sencillos procesos técnicos y no dejaba a los coreanos ni acercarse
siquiera a los lugares donde estaban importantes máquinas y equipos.
En consecuencia, hoy el problema del personal técnico se presenta con
mucha gravedad.
Lo mismo pasa con el problema de fondos. En el pasado, industria,
transporte, finanzas y otros principales capítulos de la economía de
nuestro país estuvieron en su totalidad en poder del imperialismo
japonés, el cual gastó sin reservas los materiales y bienes de nuestro
país para llevar a cabo su guerra agresiva. Nos dejó solo las arcas
vacías, razón por la cual hoy no tenemos fondos necesarios para el
restablecimiento y construcción de la industria.
Pero, nosotros no podemos rendirnos ante estas dificultades y
limitarnos a culpar al imperialismo japonés ni tampoco mirar a otros
esperando ayuda. Si desfallecemos ante los obstáculos y dificultades y
no restauramos con rapidez la devastada industria, no podremos
construir un Estado soberano e independiente, próspero y poderoso, y
nuestra nación caerá otra vez en situación de una esclava apátrida
como ocurrió anteriormente. Tenemos que rehabilitar y desarrollar la
industria consagrando todos nuestros esfuerzos, sabiduría y técnica en
bien de la patria y el pueblo.
En la recuperación y desarrollo de la industria los funcionarios del
sector eléctrico asumen una seria responsabilidad.
La energía eléctrica es la principal fuerza motriz de la industria.
Solo con la electricidad se pueden restaurar y desarrollar fábricas,
113
minas y otras empresas industriales y producir artículos necesarios
para la vida del pueblo. Además, la energía eléctrica se necesita
vitalmente para fomentar la economía rural.
Nosotros contamos con muchas plantas hidroeléctricas, entre otras,
la de Suphung y la del río Jangjin. Estas centrales eléctricas son un
valioso caudal para la construcción de la nueva patria. Si las
restablecemos pronto y las administramos de manera eficiente,
contribuirán en gran medida al fomento de todas las ramas industriales
y de la economía rural, así como a mejorar la vida del pueblo.
Todos los obreros y técnicos de la industria eléctrica, bien
conscientes de la importancia de esta industria, se esforzarán por
recuperar sin demora las centrales eléctricas y estaciones de
transformación destruidas y producir gran cantidad de electricidad.
En el presente no todas las centrales eléctricas y estaciones de
transformación funcionan. Después de la liberación se han reparado
numerosos equipos gracias al empeño de los obreros y técnicos del
ramo, pero todavía nos queda mucho por hacer.
Al mismo tiempo que utilizan bien los equipos ya reparados de las
centrales eléctricas y estaciones de transformación, los trabajadores
del ramo harán ingentes esfuerzos por restablecer y poner en marcha
los demás equipos eléctricos. Por supuesto, en las condiciones actuales
no es nada fácil hacerlo con todos los equipos eléctricos. Mas, si
ponemos en ello toda nuestra fuerza e inteligencia, sin duda alguna lo
lograremos.
A su disposición tienen ustedes la técnica de la industria eléctrica y
la experiencia de trabajo en este campo. Tienen que dedicarlas sin
reserva a restaurar y desarrollar la industria eléctrica.
Lo importante para restaurar y reajustar los equipos eléctricos es
resolver el problema de los materiales y fondos. En la situación actual
el Estado no tiene posibilidades de asegurar de manera suficiente
materiales y fondos necesarios para reparar o restaurar dichos equipos.
Los trabajadores de la industria eléctrica deben esforzarse para
solucionar el problema de los materiales con sus propias fuerzas en vez
de esperarlos del Estado. Tendrán que buscar todos aquellos materiales
114
eléctricos que los imperialistas japoneses, al huir después de la derrota,
enterraron o abandonaron, y recoger los materiales que los habitantes
guardan sin necesidad, y utilizarlos en la restauración y reajuste de los
equipos eléctricos. Y, aun así, lo que falta debemos adquirirlo, en
ciertas cantidades, en el extranjero.
A fin de desarrollar la industria de la electricidad hay que resolver
no solo el problema de los materiales y los fondos sino también el
técnico. Dada la situación actual, cuando nuestro país dispone de muy
pocos técnicos eléctricos, es preciso prestar especial atención a
solucionar este problema.
Tenemos que movilizar al personal calificado de la industria
eléctrica para que transfiera la tecnología a los obreros, y tomar
medidas para formar electricistas mediante cursillos. Y de esta manera
elevar con rapidez el nivel técnico y de calificación de los obreros de
este ramo y aumentar el número de especialistas eléctricos.
Para desarrollar la industria de la electricidad es necesario elevar
el nivel de administración empresarial de los funcionarios del sector.
Como quiera que ustedes se ocupan por primera vez de la gestión
empresarial, se enfrentarán con muchas dificultades en el trabajo. Pero
no nos hallamos en tal situación que podamos retirarlos ahora mismo
del trabajo para enviarlos a estudiar. Por este motivo, tienen que
estudiar por sí solos. Las escuelas no es el único medio que hay para
estudiar, pueden instruirse cuanto quieran incluso trabajando. Bien
conscientes de la situación que hoy vive el país, deben ustedes estudiar
con ahínco sin abandonar el trabajo, esforzándose con tesón por
ampliar sus conocimientos sobre el manejo de empresas.
No debemos considerar ninguna tarea como algo misterioso o
difícil de alcanzar, sino impulsarla con audacia. No habrá tarea
irrealizable para nosotros si estudiamos y trabajamos con ahínco,
firmemente decididos a resolver todos los problemas con nuestras
propias fuerzas y con alto fervor patriótico. Si todos ustedes trabajan
conscientes de que son dueños del país y de la industria eléctrica,
podrán resolver, sin duda alguna, los problemas materiales, técnicos y
otros.
115
Cuanto más difícil sea nuestra situación tanto más debemos confiar
en nuestras fuerzas, en las fuerzas y el talento de las masas y,
apoyándonos en ellas, acometer audazmente la solución de los
problemas pendientes.
Otra tarea importante es elevar la vigilancia ante las
maquinaciones de los elementos reaccionarios.
La presente situación nos exige elevar más la vigilancia. Los
círculos reaccionarios de Estados Unidos, los projaponeses y los
traidores a la nación se valen de toda clase de maquinaciones para
aplastar las fuerzas democráticas en Corea del Sur y, por otra parte, no
cesan de introducir a sus agentes, a elementos subversivos y
saboteadores en Corea del Norte para obstaculizar nuestra
construcción democrática. Los elementos reaccionarios escondidos en
Corea del Norte cometen también asesinatos, incendios y otra serie de
crímenes para frustrarnos la construcción de una nueva Corea. En estas
condiciones no debemos dejarnos llevar en lo más mínimo por la
indolencia y flojedad.
Los trabajadores de la industria eléctrica tienen que realizar sus
tareas manteniendo la máxima vigilancia. Si los enemigos perpetran
actos subversivos y de zapa en este dominio, sus consecuencias serán
graves para todas las ramas de la economía nacional. Ustedes deben
elevar más que nadie la vigilancia para desbaratar a tiempo esos actos
del enemigo.
En la industria eléctrica es necesario liquidar por completo los
vestigios del imperialismo japonés, implantar la disciplina y el orden e
intensificar la lucha contra la indolencia y la pereza, para que los
enemigos no tengan donde poner sus plantas.
Por último, estoy seguro que ustedes restablecerán y pondrán a
punto lo antes posible las centrales eléctricas y estaciones de
transformación y las administrarán con habilidad, dedicando todas sus
energías e inteligencia para producir la suficiente cantidad de
electricidad para el desarrollo de la economía nacional y el consumo
popular.
116
LA PLATAFORMA DE 20 PUNTOS
Discurso radial
23 de marzo de 1946
117
reaccionarios y antidemocráticos en el interior del país, y proscribir de
modo absoluto las actividades de los partidos políticos,
organizaciones e individuos fascistas y antidemocráticos.
(3) Otorgar a todo el pueblo la libertad de palabra, de prensa, de
reunión y de creencias religiosas. Asegurar las condiciones para la
libre actividad de los partidos políticos democráticos, asociaciones
obreras y campesinas y otras organizaciones sociales de carácter
democrático.
(4) Obrar de manera que todo el pueblo coreano tenga el deber y el
derecho de fundar los comités populares, órganos administrativos
responsables de todos los asuntos locales, eligiéndolos a través del
sufragio universal, directo, igualitario y secreto.
(5) Conceder iguales derechos en la vida política y económica a
todos los ciudadanos, sin distinción de sexo, creencias religiosas y
posesión de bienes.
(6) Garantizar la inviolabilidad de las personas y domicilios, y
proteger por medio de la ley los bienes de los ciudadanos y las
posesiones de los individuos.
(7) Abolir todas las leyes y organismos judiciales que actuaban en
los años de la dominación del imperialismo japonés y que aún reciben
su influencia; elegir organismos judiciales populares sobre la base de
principios democráticos y asegurar la igualdad jurídica a todos los
ciudadanos.
(8) Desarrollar la industria, la agricultura, el transporte y el
comercio, para el mejoramiento del bienestar del pueblo.
(9) Nacionalizar las grandes empresas, servicios de transporte,
bancos, minas y bosques.
(10) Permitir y estimular la libertad de la artesanía y el comercio
privados.
(11) Confiscar las tierras pertenecientes a los japoneses, al Estado
japonés, a los vendepatrias, y a los terratenientes que continúan
arrendándolas; abolir el sistema de arriendo y distribuir gratuitamente
entre los campesinos todas las tierras confiscadas, dándoselas en
propiedad. Confiscar sin indemnización todas las instalaciones de
118
regadío y ponerlas bajo la administración del Estado.
(12) Combatir a los especuladores y usureros mediante la fijación
de precios de mercado para los artículos de primera necesidad.
(13) Establecer un sistema uniforme y equitativo de impuestos e
introducir un sistema de impuestos progresivos sobre los ingresos.
(14) Implantar la jornada de ocho horas y fijar un salario mínimo a
los obreros y empleados. Prohibir el empleo de niños menores de 13
años e instituir la jornada de seis horas para los muchachos de 13 a 16
años.
(15) Instituir el seguro de vida para los obreros y empleados e
introducir un sistema de seguros para obreros y empresas.
(16) Implantar el sistema de enseñanza general obligatoria y
ampliar en gran escala las escuelas primarias, secundarias y
especializadas y las universidades administradas por el Estado.
Establecer el sistema de enseñanza popular de acuerdo con el régimen
democrático del Estado.
(17) Desarrollar activamente la cultura nacional, las ciencias y las
artes; aumentar el número de teatros, bibliotecas, radioemisoras y
cines.
(18) Establecer un gran número de escuelas especiales para la
formación de los cuadros que requieran los organismos estatales y
todos los campos de la economía nacional.
(19) Estimular el trabajo de las personas que se ocupan de las
ciencias y las artes, y prestarles ayuda.
(20) Aumentar el número de hospitales del Estado, erradicar las
epidemias y proporcionar servicios médicos gratuitos a los pobres.
Solo cuando se realicen las demandas fundamentales ya
mencionadas, podrá el pueblo coreano disfrutar de verdadera libertad y
derechos políticos, mejorar su bienestar y lograr la completa
independencia de nuestro país.
Tan solo el gobierno que cumpla dichas demandas podrá
considerarse como un gobierno auténticamente democrático y tendrá
el apoyo de todo el pueblo.
La Comisión Conjunta Soviético-Norteamericana debe contribuir
119
al establecimiento de un gobierno provisional democrático en Corea,
que sea capaz de satisfacer estas exigencias del pueblo coreano.
Hago un llamado a todo el pueblo coreano y a los que combaten
por la libertad e independencia de nuestra patria para que dediquen
todas sus energías a la construcción de un Estado democrático,
soberano e independiente.
¡Vivan la soberanía y la independencia democráticas!
¡Viva el pueblo coreano liberado!
120
PARA OPTIMIZAR LA GESTIÓN
FINANCIERA DEL ESTADO Y
CREAR EL BANCO CAMPESINO
121
de la inversión, en el presupuesto de 1946 del CPPCN, está destinada a
la construcción económica y cultural y al mejoramiento de la vida del
pueblo y solo una mínima parte se destina a gastos administrativos. En
una palabra, el nuestro es un presupuesto estatal destinado a resolver
todos los asuntos financieros, estrictamente de acuerdo con los
intereses de las masas populares y las exigencias de la gran obra de
construcción del país.
Tenemos que esforzarnos con ahínco por emplear justamente el
presupuesto estatal aprobado en la sesión de hoy. Un presupuesto
estatal, por muy bien elaborado que esté, no servirá de nada si no se
invierte correctamente. Debemos realizar con acierto la gestión de las
finanzas para prevenir desviaciones en el cumplimiento del presupuesto.
Lo más importante en la gestión de las finanzas estatales es acatar
estrictamente el principio de resolver, con nuestras propias fuerzas,
todos los problemas financieros.
Hemos elaborado el presupuesto estatal, pero este no pasa de ser un
mero plan financiero y en el proceso de su cumplimiento es posible que
hayamos de enfrentar muchas dificultades. En particular, surgirán
diversas dificultades en las labores para asegurar el ingreso
presupuestario. El único camino para superarlas y ejecutar
exitosamente el presupuesto estatal del presente año es apoyarnos en
nuestros propios medios. Si no logramos solucionar con nuestras
propias fuerzas el problema financiero, no podremos llevar a feliz
término la labor de edificación del Estado.
Mediante el pleno despliegue del entusiasmo de las masas
populares por la construcción del Estado, debemos hacer todos los
esfuerzos para buscar activamente las fuentes de finanzas, movilizar
las reservas internas en su totalidad y multiplicar el ingreso estatal.
Hoy, gran parte de los bienes materiales que poseían otrora órganos del
imperialismo japonés y ciudadanos japoneses, está pasando a las
manos de especuladores; es necesario hacer un registro de todos estos
bienes confiscados a los enemigos y utilizarlos con eficacia en la
construcción del país. Si nuestros funcionarios saben organizar el
trabajo y movilizar activamente las fuerzas de las grandes masas
122
populares, podrán resolver con certeza los problemas financieros que
se presenten en la construcción de la nueva patria.
Para asegurar los ingresos presupuestarios del Estado y llevar
debidamente la gestión financiera es menester cumplir de manera
rigurosa con la recaudación de impuestos. En el futuro, cuando
afiancemos la base económica del país y desarrollemos nuestra
sociedad, está claro, la situación cambiará, pero, en las condiciones
actuales la recaudación de tributos es un asunto de suma importancia
en la gestión financiera del Estado. Por lo tanto, hay que conceder
singular atención a este trabajo.
Los impuestos en nuestra sociedad de hoy tienen un carácter
radicalmente distinto al de los del período del imperialismo japonés.
Los de antes eran para este imperialismo, mientras que los de hoy están
destinados a la prosperidad del país y el bienestar de nuestro pueblo.
Los funcionarios de los organismos del Poder popular lo explicarán
bien a las masas populares para que conozcan claramente la naturaleza
de los impuestos bajo el Poder popular y participen voluntariamente en
su entrega.
En la resolución referida a la recaudación de impuestos, adoptada
en la sesión de hoy, figuran los problemas que hay que solucionar
inmediatamente, en momentos en que aún no se ha implantado del todo
un nuevo régimen de contribuciones. Es preciso recoger estrictamente
los impuestos según lo fijado en la resolución. El Departamento de
Finanzas y los comités populares a todos los niveles tomarán medidas
concretas para cumplir esta resolución y llevar a cabo con
responsabilidad la recaudación de contribuciones. Los impuestos
deben aplicarse imparcialmente y la recaudación debe organizarse
correctamente de manera que los habitantes no presenten ni una sola
queja y entreguen a tiempo los impuestos.
Además de cumplir al pie de la letra la resolución sobre la
recaudación de impuestos, es necesario implantar cuanto antes un
nuevo régimen tributario democrático, basado en los principios
establecidos en la Plataforma de 20 Puntos y conforme a la realidad de
nuestro país.
123
Lo que deben tener en cuenta, en relación con el trabajo de
recaudación de impuestos, es eliminar todas las prácticas destinadas a
sobrecargar al pueblo con gravámenes extratributarios. Bajo ninguna
forma se habrán de permitir tales prácticas y si sucedieran, se deberán
combatirlas resueltamente. Los organismos de poder, de seguridad y
de procuraduría prohibirán rigurosamente las prácticas ilegales, tales
como imponer a la población cargas extratributarias y la recolección de
monedas y objetos.
Uno de los importantes problemas de la gestión de las finanzas del
Estado es implantar un riguroso sistema de ahorro de finanzas en todos
los dominios.
Hoy, nuestro pueblo, que ha emprendido el camino de
construcción de la nueva patria, tiene por delante muchas tareas
difíciles y complicadas. Debemos restablecer la industria destruida,
consolidar la base económica del país, instalar gran número de
escuelas y hospitales, recuperar y desarrollar la cultura de la nueva
Corea. Para ello necesitamos muchos fondos, pero contamos con poco
dinero. En esta circunstancia es preciso intensificar la lucha por el
ahorro para llevar a cabo felizmente las magnas tareas asumidas en la
construcción del país. La lucha por el ahorro debe seguir aun cuando
mejore la vida económica del país, pero en la situación actual, en que
hay dificultades económicas, es imprescindible un más elevado
espíritu de ahorro para administrar lo mejor posible las finanzas.
Todos los organismos estatales y económicos, así como los
funcionarios deben estudiar a fondo cómo cumplir mejor las tareas
economizando el dinero; gastarlo siempre en base a un cálculo
minucioso y ahorrar las finanzas del Estado. En todos los dominios
deben establecer estrictamente un ambiente de ahorro y de
acumulación de cada centavo.
Para una correcta administración de las finanzas del Estado se
precisa una rigurosa disciplina financiera.
Si esta es endeble podrán surgir actos negativos. Debido a que
ahora no hay una disciplina rigurosa, ocurren no pocos casos de
malversación y desfalco de las finanzas del Estado.
124
Es necesario establecer normas concretas a observar en el trabajo
financiero y que todos los funcionarios las acaten. Hay que organizar
periódicamente la inspección y supervisión de las finanzas del Estado
y controlar a tiempo los casos de violación de la disciplina financiera.
Para fortalecer esta se debe combatir, de manera resuelta, toda clase
de manifestaciones negativas. Los organismos del Poder popular
deben revelar a tiempo los casos de malversación o desfalco de las
finanzas del Estado y tomar enérgicas medidas restrictivas contra los
que cometen tales actos.
Una tarea importante que se presenta hoy día al sector financiero
es implantar con rigor un sistema unificado de operaciones financieras,
basado en el principio del centralismo democrático.
A falta de un correcto sistema financiero, en la actualidad los
comités populares locales realizan de manera deficiente este trabajo y
no logran utilizar con eficacia los fondos en la edificación del país.
Debemos establecer cuanto antes un riguroso sistema financiero
unificado de modo que podamos desarrollar la labor financiera acorde
con la demanda de la construcción de la nueva Corea, y movilizar
activamente las reservas internas para asegurar el éxito de la
construcción del Estado.
En el futuro, cuando se implante cabalmente el sistema de
operación financiera basado en el principio del centralismo
democrático, habrá que redactar un presupuesto estatal global que
incluya todos los presupuestos pormenorizados tanto del centro como
locales y realizar todas las operaciones financieras del país bajo una
dirección unificada desde el centro. Los funcionarios del
Departamento de Finanzas tendrán que estar al tanto del potencial
económico del país y de la concreta situación económica en cada una
de las localidades, poseer profundos conocimientos sobre la
administración financiera, así como estudiar las experiencias de
gestión financiera de los países avanzados para mejorar sin cesar este
trabajo.
En relación con este trabajo, otro punto que quisiera recalcar es el
problema de hacer eficientemente las inversiones estatales y el control
125
financiero para poner fin al caos económico del país y estabilizar la
vida del pueblo.
Hoy, la economía de nuestro país se encuentra en una situación muy
grave. A consecuencia de la dominación colonialista del imperialismo
japonés y las ingentes destrucciones de la industria perpetradas por los
imperialistas japoneses al huir, todavía no podemos producir todo lo
necesario. Por eso escasea todo y en particular los artículos de primera
necesidad. Aprovechando esta situación, los comerciantes deshonestos
se dedican a la especulación, lo cual desestabiliza los precios y hace
mucho más dura la vida del pueblo.
Junto con desarrollar la industria y el comercio estatales, haciendo
convenientes inversiones, debemos organizar cooperativas de
producción y de consumo y fomentar la artesanía y el comercio
privados para aumentar la cantidad de productos y garantizar una
intensa circulación mercantil. Los organismos correspondientes
intensificarán el control financiero para prohibir la especulación de
comerciantes deshonestos.
Ahora, voy a referirme al Banco Campesino.
Considero muy oportuno el que, en la presente sesión, hayamos
debatido el tema de crear un banco campesino.
Hoy, que hemos terminado exitosamente la reforma agraria,
afrontamos la tarea de resolver justamente la financiación rural en
favor de los campesinos, dueños de la tierra. La concesión de fondos
agrícolas a los campesinos por parte del Estado no solo es un
importante factor para facilitar sus faenas agrícolas, sino que también
tiene un significado importante para consolidar los éxitos de la reforma
agraria y seguir desarrollando rápidamente la economía rural.
Mediante la creación del Banco Campesino debemos conceder fondos
agrícolas a los campesinos, afianzar y desarrollar aún más los éxitos de
la reforma agraria.
El capital del Banco Campesino llegará en total a más de 200
millones de wones, procedentes de los bienes requisados a las
cooperativas financieras, antaño establecimientos de saqueo del campo
del imperialismo japonés, y del dinero que depositen las amplias masas
126
campesinas sobre la base del principio de voluntariedad.
El Banco Campesino debe efectuar todas sus gestiones como
organismo cooperativo de crédito que comprende a un gran número de
campesinos.
Para cumplir fructíferamente con su deber, como entidad
cooperativa de crédito de los campesinos, el Banco trabajará arraigado
en las áreas rurales, estableciendo allí una extensa red de sucursales.
Tendrá que proporcionar suficientes fondos agrícolas a los campesinos
y, más adelante, ocuparse hasta de financiar el desarrollo agrícola.
El Banco Campesino deberá promover el ahorro y organizar
ampliamente la suscripción de accionistas con miras a preparar, por sí
mismo, suficientes fondos de préstamo. Por el momento, debe facilitar
satisfactoriamente los fondos agrícolas a los campesinos, que son hoy
dueños de la tierra, a fin de que el primer laboreo primaveral después
de la reforma agraria sea todo un éxito y así, impedir por todos los
medios la penetración de capital usurero en el ámbito rural. El Banco
Campesino, siendo como es, a la letra, una entidad cooperativa de
crédito de los campesinos, debe saber organizar minuciosamente sus
actividades conforme a la realidad del campo.
Para terminar voy a hablar brevemente sobre la convocación de la
primera sesión ampliada del CPPCN.
En el pasado mes de marzo realizamos con éxito la histórica
reforma agraria. Hacer un balance detallado de cómo se realizó esta y
tomar las medidas pertinentes para consolidar sus éxitos, tiene gran
significación para asegurar la victoria de la revolución democrática en
todos los aspectos. Por eso, nos proponemos convocar el 13 de este
mes la primera sesión ampliada del CPPCN para examinar cómo
transcurrió la reforma agraria.
Los presidentes y los jefes de secciones de agricultura y
silvicultura de los comités populares de todas las provincias y otros
funcionarios que participarán en la sesión y, naturalmente, los
miembros del CPPCN deberán prepararse perfecta y previamente. En
esta sesión se revisarán los éxitos logrados durante la reforma agraria y,
al mismo tiempo, se estudiarán y analizarán a fondo las experiencias
127
que pueden servir de lección a trabajos posteriores, y los errores
cometidos.
Las secciones correspondientes del CPPCN se ocuparán
minuciosamente de las cuestiones organizadoras de la sesión.
Completando los preparativos debemos procurar que la primera sesión
ampliada del CPPCN se lleve a cabo con éxito.
128
DISCURSO DE FELICITACIÓN
PRONUNCIADO EN EL CONGRESO
INAUGURAL DEL SINDICATO
DE MAESTROS DEL PUEBLO
DE COREA DEL NORTE
5 de abril de 1946
Maestros:
Ante todo, saludo calurosamente a este congreso que ustedes,
representantes de los maestros de todas las provincias de Corea del
Norte, han convocado para constituir el Sindicato de Maestros del
Pueblo.
Durante los últimos 36 años, los imperialistas japoneses, atroces
sin igual, no solo reprimieron en lo político al pueblo coreano y lo
explotaron en el plano económico, sino también lo maltrataron en el
aspecto cultural. Particularmente, en la educación trataron de mantener
en la sima del analfabetismo a la nación coreana, poseedora de una
historia de 5 mil años y una brillante cultura, y le impusieron una
enseñanza de esclavitud colonial que solo servía a sus intereses.
Trataron incluso de privarla de su lengua y alfabeto que usaban
diariamente para suprimir hasta sus rasgos peculiares. Así fue
precisamente la política de educación para la “conversión de los
coreanos en súbditos del Imperio Japonés” tan vociferada por ese
imperialismo.
Por aquel entonces, hubo maestros progresistas que lucharon
valientemente contra esa política y fueron encarcelados. Sin embargo,
129
la mayor parte de los maestros la siguió dócilmente, e incluso algunos
reaccionarios, convertidos en lacayos del imperialismo japonés, la
aplicaron fielmente.
Los maestros que obedecieron dicha política, aunque no lo hicieron
por voluntad propia sino para ganarse la vida bajo la cruel represión,
deberán hacerse una autocrítica. Esto es vitalmente necesario para
ustedes, que han de jugar en el futuro el papel de vanguardia en la
educación democrática y progresista.
La liberación del 15 de Agosto tiene implícita la emancipación de la
enseñanza. Debemos liquidar totalmente cuanto antes el sistema de
enseñanza y educación esclavista y colonial del imperialismo japonés
y establecer uno nuevo para las jóvenes generaciones, sobre la base de
principios democráticos y progresistas.
Nuestra sociedad todavía no se ha librado por completo de los
vestigios feudales ni tampoco de las secuelas de lo implantado por el
imperialismo japonés durante 36 años. Particularmente en la esfera de
la enseñanza perviven muchas lacras del imperialismo japonés y,
además, se observan graves maquinaciones reaccionarias de los
elementos projaponeses y traidores a la nación.
Sin liquidar los remanentes del imperialismo japonés y del
feudalismo en todas las esferas de la sociedad, no se puede promover el
desarrollo democrático del país ni construir un Estado soberano e
independiente, próspero y poderoso.
Hoy día, el Comité Popular Provisional de Corea del Norte,
auténtico Poder popular, realiza con éxito, una tras otra, las tareas
democráticas. En Corea del Norte el régimen feudal de posesión de la
tierra ya se sustituyó por otro más democrático, con el resultado de que
los campesinos, que constituyen el 80% de la población, se han
liberado para siempre de la explotación y opresión feudales. Sin
embargo, la construcción de la Corea democrática y progresista no
termina con la reforma agraria. Para edificar la nueva Corea, es preciso
afianzar aún más los logros de la reforma agraria y, sobre esta base,
llevar a cabo otras reformas democráticas en todas las ramas de la
política, economía y cultura.
130
En la enseñanza, sobre la base de la Plataforma de 20 Puntos
promulgada por el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, hay
que eliminar todos los residuos feudales y del imperialismo japonés y
establecer una enseñanza genuinamente democrática que no sea para
una clase privilegiada, sino para las amplias masas populares.
Los miembros del Sindicato de Maestros del Pueblo de Corea del
Norte deben convertirse en combatientes al servicio del pueblo en el
campo de la educación, y, más adelante, pilares medulares que
acometerán con valentía la tarea de construir un Estado democrático
progresista.
Para terminar, deseo que el Sindicato de Maestros del Pueblo de
Corea del Norte tenga muchos éxitos en su trabajo.
131
SOBRE EL MEJORAMIENTO DE
LA LABOR DE COMUNICACIONES
132
comunicación, además de las empresas industriales y las instalaciones
de transporte, destruidos salvajemente por el imperialismo japonés.
Sin embargo, en el presente hay deficiencias en este servicio
debido a que el personal del Departamento de Comunicaciones no ha
trabajado como corresponde. Por ejemplo, no ha podido normalizarse
el enlace telegráfico y telefónico entre el centro y las provincias, ni
tampoco está en el orden debido la red de servicios postales. En
realidad, hasta la fecha este Departamento no ha hecho nada digna de
mención, excepto el haber esbozado tres o cuatro modelos de sello
postal y subido innecesariamente la tarifa telegráfica.
Estos hechos prueban que o bien sus funcionarios poseen una
escasa capacidad dirigente, o bien sabotean adrede la construcción del
país.
Hay que superar lo más pronto posible las deficiencias en el trabajo
del Departamento de Comunicaciones e imprimir decididas mejoras a
este servicio.
Para mejorar las comunicaciones es preciso, en primer lugar,
reforzar las filas de los trabajadores del sector.
Esta es una garantía decisiva para asegurar el normal
funcionamiento de las comunicaciones. Por magníficas que sean las
medidas que implementamos para elevar el nivel de este servicio, no
las podremos llevar a cabo, si no mejoramos la plantilla del personal
del sector. Por eso, hay que prestar primordial atención a esta tarea.
Es preciso reajustar la plantilla de los trabajadores de
comunicaciones. En este sector no habrá progreso alguno mientras
persistan elementos espurios y saboteadores del trabajo. Tenemos que
comprobar la calidad de los funcionarios del Departamento de
Comunicaciones, de los de correos y de los demás trabajadores del
ramo y eliminar a todos los elementos reaccionarios, saboteadores y
holgazanes. Hay que sustituir al subjefe de dicho Departamento y a
otros funcionarios que hasta la fecha no han cumplido fielmente su
misión. No estaría mal que se traslade para otros dominios a más de 60
personas que está empleando fuera de la necesidad la oficina de gestión
de ahorro, dependiente del Departamento de Comunicaciones.
133
Junto al reajuste del personal de comunicaciones, hay que
incorporar en este sector a personas honestas que trabajan con
entusiasmo en la construcción del Estado. Asimismo, se debe tomar
medidas para formar sistemáticamente los empleados de
comunicaciones en el futuro.
Es necesario, además, que estos trabajen con responsabilidad.
Hoy contamos con escasos equipos y personal técnico para las
comunicaciones. En tales condiciones, estas funcionarán en forma
debida solo cuando sus trabajadores se esfuercen con ahínco por
cumplir con su tarea, manifestando elevado fervor por la edificación
del país.
Una de las tareas principales que debe cumplir el Departamento de
Comunicaciones es normalizar el funcionamiento de telégrafos y
teléfonos. Tiene que explicar bien a los trabajadores respectivos la
importancia que tienen estos servicios para que los aseguren con
responsabilidad. En particular, debe desplegar enérgicos esfuerzos
para elevar su nivel técnico y de calificación de modo que dominen el
manejo de los equipos y máquinas que operan. Así, hacer que las
comunicaciones telegráficas y telefónicas funcionen con rapidez y
exactitud.
Además, es importante que los trabajadores de los servicios
postales cumplan debidamente con su tarea.
En la actualidad, dichos servicios dejan bastante que desear. Por
esta razón, las cartas se entregan con mucho retraso y el pueblo siente
incomodidades. Esto demuestra, a fin de cuentas, que los empleados
del sector no trabajan desde la posición de dueños.
Para mejorar los servicios postales es preciso implantar una buena
red de distribución de correspondencia y, al mismo tiempo, combatir
enérgicamente los fenómenos negativos en la administración de
correos. Hay que sancionar con severidad a los trabajadores que
sabotean esta tarea, ya sea con tratamientos negligentes de los envíos o
bien demorando su distribución.
Una de las tareas principales para mejorar las comunicaciones es
dotar los servicios con buenos equipos.
134
Todavía sus instalaciones no han sido restablecidas y ordenadas del
todo. Las imperfecciones, en particular, de los equipos telegráficos y
telefónicos acarrean no pocas dificultades a la construcción del país. Es
preciso rehabilitar y poner en orden, lo antes posible, todos los medios
de comunicación.
El Departamento de Comunicaciones debe centrar sus fuerzas en
completar a escala nacional las instalaciones telegráficas y telefónicas.
Debe tender pronto líneas telefónicas directas entre el centro y las
provincias. Al mismo tiempo, terminar el restablecimiento de líneas
telefónicas entre las provincias, entre las provincias y los distritos, así
como instalarlas entre los distritos y los cantones. Asimismo, debe
tomar medidas para ordenar las redes de los servicios postales y
dotarlos de rápidos medios de transporte para la distribución de los
envíos.
Hay que dispensar una profunda atención a la preparación de
aparatos de radiodifusión. El Departamento de Comunicaciones debe
esforzarse por arreglarlos y reforzarlos y aumentar su potencia. Debe
estar así en condiciones de anunciar y propagar ampliamente al interior
y exterior del país la correcta política del Poder popular y los éxitos
conquistados por nuestro pueblo en la construcción de la nueva patria.
Es preciso cuidar con esmero las máquinas y equipos del sector.
Las instalaciones de comunicaciones y de radiodifusión, por muy
buenas que sean, no podrán funcionar debidamente si no se mantienen
con cuidado. Por eso, el Departamento de Comunicaciones tiene que
establecer un eficiente sistema de mantenimiento de máquinas y
equipos, revisarlos y repararlos a tiempo. Guiará a los trabajadores del
ramo a cuidarlos y protegerlos rigurosamente de sabotajes del
enemigo.
Dicho Departamento debe averiguar y registrar los aparatos de
radio de particulares y organismos e inscribir y tener bajo control
estricto la totalidad de emisores y receptores de hondas cortas.
Con miras a mejorar la labor del Departamento de
Comunicaciones hay que elevar el rol de su jefe y de otros
responsables. Del papel que desempeñen ellos depende en gran
135
medida la prontitud en la rectificación de las deficiencias surgidas en
las actividades del Departamento. Deben pues realizar sus trabajos no
de manera desordenada sino de modo planificado, trazando un plan
detallado. Y siempre han de deliberar sobre su trabajo e intercambiar a
menudo opiniones con los trabajadores de las unidades inferiores para
resolver problemas pendientes. Por no haber experimentado antes
actividades políticas y por comenzar hace poco la edificación del país,
podrán cometer errores de diversa índole en el trabajo. Pero,
estudiando con aplicación, deliberando a fondo sobre el trabajo y
reuniendo buenas opiniones, pueden rectificar a tiempo los errores y
hacer que las comunicaciones funcionen normalmente.
Para encauzar el trabajo de este ramo es necesario intensificar la
dirección e inspección sobre él y, de manera especial, el control
financiero. El Departamento de Finanzas debe formar un grupo de
control e inspeccionar, hasta el 20 de abril, la gestión financiera del
Departamento de Comunicaciones. Al mismo tiempo, los comités
populares de todas las provincias deberán examinar y conocer el
trabajo de los centros de comunicaciones de su área e informar de sus
resultados al Comité Popular Provisional de Corea del Norte antes del
15 de abril. Este, por su parte, analizará en todos los aspectos el trabajo
del Departamento de Comunicaciones hasta el primero de mayo y
tomará las medidas correspondientes para fomentar las
comunicaciones.
Estoy seguro de que los trabajadores del Departamento de
Comunicaciones, bien conscientes de que asumen una difícil misión,
harán grandes esfuerzos por cumplirla con éxito, mejorando y
fortaleciendo a la brevedad las comunicaciones.
136
EL BALANCE DE LA REFORMA
AGRARIA Y LAS TAREAS FUTURAS
Compañeros:
En vista de las exigencias maduras del desarrollo de nuestra sociedad
y de la situación interna y externa, el Partido decidió efectuar la reforma
agraria en Corea del Norte y concentró todas sus fuerzas en esta labor.
Todas las organizaciones y miembros del Partido han desplegado
una lucha activa a fin de dar cumplimiento a la decisión de este. En
consecuencia, la reforma agraria, una gran reforma democrática, la
hemos podido llevar a cabo victoriosamente y sin complicaciones
dentro del tiempo previsto.
A través de la reforma agraria, nuestro Partido ha comprobado lo
correcto de su política, e hizo comprender claramente a las masas
populares que solo él es el genuino representante de los intereses del
pueblo. Todo el pueblo, que clama por la independencia y el desarrollo
democrático del país, respaldó de modo entusiasta la política de
nuestro Partido.
Confiado en el apoyo de las amplias masas populares, el Partido,
sin arredrarse, llevó a cabo esta tarea democrática, destruyendo toda
clase de maniobras frenéticas y obstáculos de los traidores al pueblo y
de los reaccionarios.
137
1. SIGNIFICACIÓN HISTÓRICA
DE LA REFORMA AGRARIA
138
convertir a Corea del Norte en una poderosa base democrática en todos
los dominios de la política, la economía y la cultura. Esta tarea no
podrá cumplirse si los campesinos, que constituyen la abrumadora
mayoría de la población de nuestro país, no son emancipados del yugo
de los terratenientes, y nuestra atrasada economía rural no se desarrolla
con rapidez.
La reforma agraria que hace poco hemos llevado a cabo,
aumentará grandemente el entusiasmo político de los campesinos en la
lucha por edificar un país independiente y democrático, próspero y
poderoso, y acelerará la democratización de Corea del Norte. También
desarrollará las fuerzas productivas agrícolas, mejorará la vida del
campesinado y facilitará la pronta recuperación de la industria. Esto le
servirá de gran fuerza estimulante al pueblo surcoreano que lucha por
construir una Corea democrática reunificada y robustecerá más las
fuerzas democráticas de Corea del Sur.
Todo el pueblo coreano exige un gobierno provisional del mismo
tipo que el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, que sea
capaz de llevar a cabo transformaciones democráticas como la reforma
agraria, y considera que el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte, que ha implantado con audacia esta reforma, debería ser el
núcleo de un gobierno provisional unificado de Corea y servirle de
modelo.
En tercer lugar, esta reforma agraria tiene una gran significación
internacional.
A raíz de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, la lucha de
liberación de los pueblos asiáticos está logrando un auge
extraordinario. El pueblo coreano ha efectuado una reforma agraria a
cabalidad, la primera de su género en Asia.
Por ello, la reforma agraria que hemos realizado no solo viene a
constituir un gran acontecimiento en la historia de Corea, sino que es
también un suceso de enorme trascendencia para la lucha de liberación
de los pueblos del Oriente. Ella inspirará grandemente a los pueblos
oprimidos del Oriente en el combate emancipador contra el
imperialismo y las fuerzas feudales interiores.
139
2. PROCESO DE LA REFORMA
AGRARIA Y SU ÉXITO
140
activistas surgió del seno del campesinado en el transcurso de la
reforma agraria.
Los funcionarios y propagandistas de todos los partidos políticos y
organizaciones sociales realizaron la labor de explicar y difundir la
Ley de Reforma Agraria entre las masas campesinas y todo el
campesinado se movilizó e hizo el censo de los terratenientes, de sus
tierras y otros medios de producción. Al censo siguió luego la
distribución de las tierras, proceso que, en general, también se efectuó
sin complicaciones.
Los campesinos conocen la situación del campo mejor que los
investigadores de los asuntos rurales, encerrados en sus escritorios y,
por lo tanto, pudieron censar y distribuir con exactitud las tierras sin
ninguna ayuda de estos últimos.
Nuestro Partido aplicó de modo más acertado su línea de masas en
la ejecución de la reforma agraria, y el resultado fue que así pudo
ganarse a las vastas masas populares y unirlas fuertemente en torno
suyo. A través de esta labor las masas populares llegaron a considerar a
nuestro Partido como el verdadero defensor de sus intereses y
depositaron una ilimitada confianza en él. Esto lo prueban plenamente
decenas de miles de cartas —algunas escritas con sangre—, enviadas
por los campesinos al Comité Central Organizador del Partido y al
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, y en las que describen
la emoción y felicidad que sintieron al recibir la tierra. Después de la
reforma agraria, el campesinado se ha unido más estrechamente
alrededor de nuestro Partido y le da el más caluroso apoyo a su política.
En el proceso de la reforma agraria nuestro Partido afilió a los
mejores elementos de entre los campesinos pobres y los peones
agrícolas, con lo cual afianzó su posición en el campo, mejoró su
composición y se amplió y robusteció más.
Durante la realización de la reciente reforma agraria, las
organizaciones del Partido de la provincia de Phyong-an del Norte
incorporaron a 3 272 personas en sus filas; y las organizaciones del
Partido de las provincias de Hamgyong del Norte y del Sur, de
Phyong-an del Sur, Hwanghae y Kangwon, recibieron un total de 9 058
141
nuevos miembros, un tercio de los cuales proviene del campesinado
pobre. Todo esto demuestra que con la reforma agraria el prestigio de
nuestro Partido aumentó entre las amplias masas campesinas, y que el
Partido tiene echados ya firmes cimientos en las zonas rurales.
Después de la reforma agraria el aspecto de nuestro campo ha
cambiado radicalmente. Los campesinos trabajadores son ahora los
dueños de nuestro campo. En cada comuna y en cada cantón los
terratenientes y campesinos ricos han sido expulsados del Poder
popular y el campesinado trabajador, con los labriegos pobres y los
peones agrícolas como núcleo, retiene firmemente el Poder en sus
manos.
Así, la reforma agraria se ha llevado a cabo victoriosamente,
gracias a que, bajo la dirección de nuestro Partido, tomaron parte activa
en esta labor nuestros militantes y las grandes masas del campesinado,
particularmente los campesinos pobres y los peones agrícolas.
Como resultado de la reforma agraria, fueron confiscadas 1 000
325 hectáreas de tierras que pertenecían a los imperialistas japoneses,
elementos projaponeses, traidores a la nación y terratenientes,
distribuyéndose 981 390 hectáreas entre 724 522 familias campesinas
sin tierras o con pocas tierras.
¿Por qué ha sido posible tan victorioso cumplimiento de la reforma
agraria?
Primero: por ser esta reforma una tarea ya madura que satisface las
exigencias vitales y la aspiración secular del campesinado. Durante un
largo período los campesinos coreanos han sufrido la explotación
feudal y, sujetos a una doble y triple extorsión y opresión bajo el
dominio del imperialismo japonés, llevaban una miserable vida de
siervos, ganando a duras penas su escasa subsistencia, atenazados por
la pobreza y el hambre.
El más ardiente deseo del campesinado era poseer su propia tierra y
cultivarla en su propio beneficio. Pero, este deseo del campesinado no
podía hacerse realidad bajo el dominio de los imperialistas japoneses,
estando el poder en manos de esos agresores extranjeros.
Después de la liberación, el Partido, con miras a satisfacer este afán
142
de los campesinos por la tierra, los llamó a luchar ante todo por la
aplicación de un sistema de pago de tres décimos de la cosecha como
arriendo y, de esta manera, los preparó ideológicamente para llevar a
cabo la futura reforma agraria. El despertar y entusiasmo políticos de
los campesinos se acrecentaron durante la lucha por la aplicación del
sistema de pago de tres décimos de la cosecha. Los campesinos
comprendieron que habían adquirido el derecho a hablar y luchar por
sus intereses y que tenían que liberarse de la explotación de los
terratenientes.
De modo gradual, las reclamaciones de tierra por parte de los
campesinos fueron manifestándose con mayor insistencia. Poco
tiempo antes de la reforma agraria fueron más de 30 000 las cartas de
campesinos que exigían tierras, si contamos solo las que llegaron al
Comité Central del Partido. Cartas similares se apilan ahora por
montones en el Comité Popular Provisional de Corea del Norte. Hacia
finales de febrero último, más de 300 representantes de los campesinos
de todas las regiones norcoreanas visitaron el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte para dar a conocer la demanda de
tierras de la totalidad del campesinado; y en ocasión del aniversario del
Levantamiento del 1 de Marzo, este año más de dos millones de
campesinos, portando hoces y azadones, realizaron manifestaciones en
todas partes de Corea del Norte reclamando las tierras. El Partido
consideró como una tarea ya plenamente madura la satisfacción de esta
vital demanda de tierras por parte del campesinado.
El Partido sabía que la histórica tarea de la reforma agraria solo
podía llevarse a cabo exitosamente con el activo apoyo y participación
de los campesinos. Por eso procuró que la Ley de Reforma Agraria se
discutiera en las reuniones de los campesinos. Estos le brindaron una
calurosa acogida y lucharon luego con gran dinamismo por su
realización, pues comprendieron a cabalidad que esa Ley reflejaba con
exactitud sus aspiraciones.
Segundo: nuestros campesinos estaban políticamente despiertos y
preparados hasta el punto de poder llevar a cabo la reforma agraria.
Después de la liberación, participaron en el Poder popular como
143
auténticos dueños del Estado y se incorporaron activamente a la labor
de liquidar a los elementos projaponeses y los traidores a la nación que
habían impedido el desarrollo democrático de Corea. También
defendieron sus intereses de clase organizando asociaciones
campesinas, a través de las cuales han llegado a convertirse en una
poderosa fuerza capaz de combatir hábilmente a la clase de los
terratenientes. Las actividades de las organizaciones sociales, tales
como las asociaciones obreras, la Unión de la Juventud Democrática y
la Unión de Mujeres, ejercieron también una gran influencia en la
elevación de la conciencia política del campesinado.
Tercero: la reforma agraria se llevó a cabo sobre las bases de la
formación de un sólido frente unido democrático. Entre los partidos
políticos y organizaciones sociales de Corea del Norte no existen
discordias, como sucede en Corea del Sur, sino que mantienen una
firme unidad de acción. Todos ellos han tomado parte en la reforma
agraria como una fuerza unida y organizada.
En la ejecución de la reforma agraria nuestro Partido se esforzó por
robustecer el frente unido con todos los demás partidos y agrupaciones,
y todas las clases y capas sociales, y por movilizar al máximo sus
fuerzas. Así, los comités rurales no solo contaron con la asistencia de
los miembros de nuestro Partido, sino también con la de más de tres
millones de personas organizadas pertenecientes a la Federación de las
Asociaciones Campesinas de Corea del Norte, con más de 700 000
miembros; a las asociaciones obreras, con más de 350 000; al Partido
Democrático de Corea; al Partido Neodemocrático de Corea; a la
Unión de Mujeres, con más de 300 000; a la Unión de la Juventud
Democrática, con más de 500 000; y también a la Escuela de
Pyongyang, las organizaciones culturales, la Federación de Artistas, la
Unión de Maestros, la Compañía de Teatro del Pueblo, etc. Todo lo
cual significa una victoria para la política de frente unido que sigue
nuestro Partido en forma invariable.
Cuarto: el triunfo de la reforma agraria se vio asegurado por una
sólida alianza entre los obreros y los campesinos. Con el apoyo de la
clase obrera en su batalla contra los terratenientes, los campesinos
144
llegaron a tener una mayor confianza en sí mismos y mostraron su gran
actividad.
La Federación General de las Asociaciones Obreras de Corea del
Norte seleccionó a 1 150 afiliados, los mejores obreros de los
sindicatos de Pyongyang, tales como el minero, el ferroviario, el
metalúrgico y el químico, etc., y los envió a todos los distritos de la
provincia de Phyong-an del Sur para ayudar a los campesinos.
También en todas las demás localidades los obreros ayudaron
activamente a los campesinos en su lucha por llevar a cabo la reforma
agraria. En consecuencia, la alianza obrero-campesina se fortaleció
aún más a través de la realización de la reforma agraria. Esta alianza
será una decisiva garantía para la victoria en la lucha por la
construcción de un Estado democrático e independiente en el futuro.
Quinto: la victoria de la reforma agraria es un resultado de las muy
enérgicas actividades de los comités rurales. Estos comités, como base
de los organismos del Poder en las zonas rurales, estuvieron a la cabeza
de la lucha contra los terratenientes, los elementos projaponeses y los
traidores a la nación.
Todo ello nos permitió alcanzar un gran triunfo en la realización de
la histórica reforma agraria.
145
con éxito la alianza entre la clase obrera y el campesinado.
A través de la reforma agraria, las fuerzas del Partido salieron
robustecidas, y su influencia y prestigio crecieron considerablemente
entre las grandes masas.
Sin embargo, no podemos dejar de admitir que en el transcurso del
trabajo afloraron deficiencias parciales y, en ocasiones, se cometieron
errores. Necesariamente debemos sacar las lecciones al respecto.
Primero: algunos organismos y organizaciones del Partido
cometieron errores de derecha o de izquierda en el transcurso de la
reforma agraria.
En algunas localidades se dio el caso de clasificar como
terratenientes a los que poseían menos de cinco hectáreas de tierra, con
lo cual se multiplicó innecesariamente el número de elementos hostiles;
y hubo también algunos casos de innecesaria confusión al determinarse,
sin principios y arbitrariamente, quiénes eran los elementos
projaponeses, y de violación de las normas estatuidas al actuarse bajo
el impulso de sentimientos personales de venganza. Desde luego, estos
errores fueron rectificados a tiempo.
Algunas organizaciones del Partido cometieron estos errores
porque sus miembros no lograron captar la esencia de la línea política
y las políticas del Partido, y les faltaban experiencia y práctica para
ejecutar esa línea.
Por ello nuestro Partido debe seguir mejorando su composición,
intensificar la lucha contra las ideas de la clase pequeñopropietaria en
su seno y fortalecer la labor educativa de sus miembros con la política
del Partido y el marxismo-leninismo.
También hubo algunos casos de campesinos retrógrados que
simpatizaban con los terratenientes e incluso los apañaban, haciendo
ver como si la tierra de los terratenientes fuera suya. Todo esto ocurrió
por haber sido insuficientes la educación clasista en el Partido y el
trabajo de propaganda para inspirar a las masas el odio a los
terratenientes.
El Partido, por lo tanto, tendrá siempre que oponerse a las
desviaciones, tanto izquierdistas como derechistas, y educar
146
consecuentemente a sus miembros en la ideología de la clase
obrera.
Segundo: el crecimiento de las filas del Partido dejó bastante que
desear. Durante el proceso de la reforma agraria, los comités del
Partido en las provincias de Phyong-an del Sur y Hamgyong del Sur no
tomaron medidas para recibir en sus filas a los mejores y más
avanzados elementos de las masas trabajadoras.
En medio de una lucha de clases tan aguda, las organizaciones del
Partido debieron haber admitido en su seno a los mejores elementos y
organizar así células rurales del Partido. Pero, algunas de las
organizaciones del Partido no hicieron bien este trabajo.
Necesariamente debemos corregir este error, agrandar las filas del
Partido y fortalecer en lo ideológico y organizativo a las
organizaciones del Partido para, de esa manera, establecer sólidamente
su posición en el campo.
Una de las tareas principales que confronta nuestro Partido es la de
reunir, bajo su influencia, a las masas campesinas liberadas de la
explotación de los terratenientes y admitir en el Partido a aquellos
campesinos pobres y peones agrícolas que mostraron su actividad en la
lucha por la ejecución de la reforma agraria.
Tercero: el trabajo de propaganda del Partido ha sido insuficiente.
Sobre todo la labor propagandística de los comités provinciales del
Partido dejó mucho que desear y la organización y actuación de los
grupos de propaganda fueron, en general, débiles. Este defecto se puso
mayormente de relieve en la provincia de Phyong-an del Sur. En
algunos lugares de esta provincia no se colocaron ni consignas, ni
cartelones. Yo, personalmente, fui al distrito de Taedong una semana
después de la promulgación de la Ley y no había allí un solo cartelón o
consigna a la vista.
Lo mismo sucedió en la provincia de Hwanghae. Los periódicos
que publicaban el texto de la Ley de Reforma Agraria no eran
asequibles a los campesinos y estos ni siquiera conocían el nombre del
órgano del Partido. Los periódicos se apilaban por montones en los
comités provinciales y distritales del Partido. Esto es, en verdad, un
147
asunto grave. Como resultado, las masas campesinas no tuvieron un
cabal conocimiento de la reforma agraria.
Por falta de comprensión de la Ley de Reforma Agraria, los propios
cuadros de la provincia de Phyong-an del Norte la interpretaron a su
antojo y la aplicaron erróneamente. El Comité del Partido del distrito
Uiju de la provincia de Phyong-an del Norte no hizo un estudio
profundo de la Ley de Reforma Agraria, ni tampoco de las
instrucciones del Comité Central del Partido con respecto a su
aplicación, de manera que no pudo orientar a los comités populares ni a
los comités rurales en el trabajo, limitándose a crear una absurda
“Comisión para la Ejecución de la Reforma Agraria” dentro del comité
del Partido del distrito, y llegó hasta poner en la puerta una placa con
ese nombre. Esta es una manifestación concreta de la poca energía con
que se llevaron a cabo la labor organizativo-directiva y el trabajo de
propaganda del Partido.
Por haber sido tan débil la propaganda del Partido, los campesinos
no llegaron a entender plenamente la significación política de la
reforma agraria, y solo se interesaron en la distribución de las tierras.
De aquí que, aun después de haber recibido la tierra, algunos de los
campesinos no supieran siquiera de dónde provenía.
Esto se debe a que el trabajo de preparación y movilización
ideológicas de los miembros del Partido no fue satisfactorio y sus
propios funcionarios no tenían un conocimiento cabal de la política del
Partido con respecto a la reforma agraria. Los órganos y
organizaciones del Partido a todos los niveles deben rectificar
prontamente los serios defectos de su trabajo de propaganda e
intensificar su labor política y propagandística entre las vastas masas
del pueblo.
Cuarto: nos falta todavía una mayor vigilancia. Después de la
realización de la reforma agraria, la lucha de clases se ha hecho más
aguda. Los terratenientes hacen los últimos esfuerzos desesperados, y
los reaccionarios continúan sus actividades terroristas.
Durante la reforma agraria fueron descubiertos varios complots de
elementos reaccionarios y projaponeses. En el distrito Jasong de la
148
provincia de Phyong-an del Norte, un terrateniente llegó a ocupar la
presidencia de la Unión de Campesinos del distrito, e intentó frustrar la
ejecución de la Ley de Reforma Agraria; y en el distrito de Anak de la
provincia de Hwanghae, los terratenientes y elementos projaponeses
tenían rifles y ametralladoras enterrados. En Phyonggang, provincia de
Kangwon, se apresó a seis terroristas, y en Yongphyong, un japonés y
dos traidores coreanos fueron cogidos in fraganti cuando trataban de
infiltrarse llevando veneno consigo.
En Hamhung, alumnos de las escuelas especializadas y de
enseñanza media realizaron una demostración contrarrevolucionaria
en contra de la reforma agraria por instigación de los elementos
projaponeses y los terratenientes. Esto demuestra la falta de vigilancia
por parte del comité del Partido de la provincia de Hamgyong del Sur y
de las organizaciones del Partido de la ciudad de Hamhung.
Debemos tener muy presente que aún continúan los complots y las
siniestras maquinaciones de los enemigos que pugnan por socavar
nuestro Partido y el Poder popular y debilitar las fuerzas democráticas
del pueblo. Pese a esto, las organizaciones de nuestro Partido no
despliegan todavía la suficiente vigilancia al respecto. Tenemos que
rectificar cuanto antes este defecto.
Quinto: el trabajo de agrupar a las grandes masas en las
organizaciones sociales no se ha hecho bien. Mediante la reforma
agraria, el prestigio de nuestro Partido creció extraordinariamente
entre las masas populares; y así, organizaciones sociales como las
asociaciones campesinas, la Unión de Mujeres, la Unión de la
Juventud Democrática y otras, al trabajar en las áreas rurales bajo la
dirección del Partido, se granjearon también la profunda confianza de
las masas. Sin embargo, dichas organizaciones sociales no lograron
ampliar suficientemente sus filas.
Muchos activistas campesinos que habían mostrado entusiasmo y
celo en la lucha práctica por la reforma agraria, no fueron admitidos en
las organizaciones sociales. Las asociaciones campesinas aplazaron el
crecimiento de su organización para después de la reforma agraria y la
Unión de la Juventud Democrática, en muchos casos, meramente se
149
limitó a seguir a las asociaciones campesinas y no luchó
vigorosamente para atraer a sus filas a los jóvenes del campo. En lo
sucesivo, las organizaciones del Partido a todos los niveles deberían,
por lo tanto, prestarle profunda atención al fortalecimiento de las
organizaciones sociales en el campo.
4. NUESTRAS TAREAS
150
Los órganos y organizaciones del Partido a todos los niveles deben
tener muy presente que solo asegurando el éxito de la primera siembra
después de la reforma agraria, podrán consolidar la victoria de esta y
solucionar con certeza y triunfalmente todos los arduos problemas
políticos y económicos que puedan surgir en el futuro. Por lo tanto, las
organizaciones y todos los miembros de nuestro Partido en las áreas
rurales deben luchar devotamente y en primera fila por el éxito de la
arada y la siembra de primavera bajo los lemas: “¡Aumentemos la
producción con todas nuestras fuerzas!” y “¡No dejemos las tierras
abandonadas!”.
Segundo: la reciente reforma agraria se ha llevado a cabo en forma
democrática y revolucionaria por medio de los comités rurales,
formados con los campesinos pobres y peones agrícolas como núcleo.
El Partido ya ha echado la simiente de la revolución en el campo.
Debemos proteger y cultivar esta simiente de la revolución.
Con este fin, el Partido debe fusionar los comités rurales con las
asociaciones campesinas para así fortalecer a estas últimas y elevar aún
más su papel. No hace mucho, en algunas zonas se dio el caso de que
los terratenientes y campesinos ricos se introdujeron en las
asociaciones campesinas y se adueñaron de su jefatura, y de este modo
disminuyeron el papel de dichas asociaciones. De ahora en adelante,
debemos seleccionar a los activistas ya probados de entre los
campesinos pobres y peones agrícolas que se incorporaron a los
comités rurales, llevarlos a los puestos dirigentes de las asociaciones
campesinas, y expulsar de allí a todos los reaccionarios para así
fortalecerlas organizativamente.
De este modo, debemos procurar que la posición de nuestro
Partido se consolide en el campo, que se mejore la composición de sus
organizaciones rurales y que sus fuerzas se extiendan y fortifiquen con
los campesinos pobres y los peones agrícolas como base.
Tercero: debemos intensificar la educación política de los
miembros del Partido. Durante el proceso de la reciente reforma
agraria se ha revelado que el nivel político de los funcionarios del
Partido es muy bajo, para no hablar de los miembros de fila. Algunos
151
funcionarios del Partido no conocen bien las tareas de la revolución
coreana en la presente etapa y muchos militantes realizaron sus tareas
de manera burocrática, en vez de explicar y difundir a cabalidad la
política y la línea del Partido entre las masas. Sobre todo no realizaron
la reforma agraria en estrecha combinación con la labor política, es
decir, con las tareas políticas inmediatas —tales como el
establecimiento de un gobierno provisional, la liquidación de los
traidores a la nación y los reaccionarios, y otras por el estilo—, sino
que se ocuparon tan solo del trabajo práctico de distribución de las
tierras.
Es verdad que el nivel político de los miembros del Partido mejoró
notablemente durante el proceso de la reciente reforma agraria. Pero su
nivel ideológico y político sigue siendo aún muy bajo en relación con
las tareas revolucionarias que tenemos por delante y con el creciente
despertar político de las masas. Por lo tanto, el Partido debe hacer
cuanto sea posible para intensificar la educación política de sus
cuadros y todos sus miembros.
En especial, debemos librar una lucha correcta contra las
desviaciones de derecha e izquierda dentro de los cuadros y
miembros del Partido. Los miembros de nuestro Partido aún no han
logrado armarse firmemente con la ideología marxista-leninista. Por
ello, es preciso asumir una actitud prudente con aquellos militantes que
han cometido errores y educarlos con toda sinceridad. No debemos
afligirlos poniéndoles a la ligera el sambenito de “derechistas”, de
“izquierdistas” o de “fraccionalistas”. Desde luego, no podemos pasar
por alto las desviaciones de derecha o de izquierda. En la actualidad,
las desviaciones derechistas son particularmente peligrosas para
nosotros. Porque ocurre que un considerable número de personas que
estaban bajo la influencia de los terratenientes y los campesinos ricos
han ingresado en las filas de nuestro Partido.
Debemos mantenernos siempre en una actitud firme y librar una
lucha de principios contra toda clase de desviaciones de la línea del
Partido, y extirparlas de cuajo antes de que broten. No es un método
correcto de trabajo el abandonar a un miembro del Partido sin haberlo
152
ayudado a rectificar sus defectos a tiempo, y luego expulsarlo de un
solo golpe cuando estos ya se han hecho irreparables. Hay que educar a
las gentes con toda sinceridad para que eviten de antemano los errores,
o por lo menos para que cometan pocos, y, a su vez, quienes han
incurrido en faltas deben comprender claramente su error y
rectificarlo.
Cuarto: tenemos que fortalecer el trabajo de los organismos del
Poder popular.
El Partido aún falla en la labor de dar una dirección satisfactoria a
los órganos del poder. En las localidades, el Partido no guía ni ayuda a
los comités populares en sus labores, sino que los margina y los
sustituye en su trabajo, con lo cual los convierte en órganos incapaces.
En las provincias de Hamgyong del Sur y Phyong-an del Sur, los
órganos del Partido echaron a un lado a los comités populares y
llevaron la batuta en todo, por lo cual estos comités populares
desempeñaron un simple rol auxiliar.
Este método de trabajo utilizado por las organizaciones del Partido
trajo como resultado la paralización de las facultades creadoras del
Poder popular y el debilitamiento del papel dirigente del Partido.
Ya que nuestros órganos del Poder se crearon sobre la base del
frente unido de los partidos políticos y organizaciones sociales de
carácter democrático, nuestro Partido debe colaborar bien con los
partidos amigos dentro de dichos órganos y desempeñar, al mismo
tiempo, el papel medular y conductor, y llevar a cabo toda su política
solo a través de los comités populares.
Con el objeto de fortalecer la dirección del Partido sobre los
organismos del Poder popular, debemos reforzar los grupos del Partido
dentro de los comités populares e intensificar la educación política de
sus militantes, de modo que lleguen a tener un conocimiento correcto
del papel dirigente del Partido en lo que respecta a los organismos del
Poder.
Al mismo tiempo, debemos reforzar el aparato de los comités
populares y colocar allí a los mejores funcionarios.
En no pocas localidades los comités populares son aún muy débiles,
153
y en ellos hay anidados elementos reaccionarios. Así, en el distrito
Kapsan de la provincia de Hamgyong del Sur, el presidente del comité
popular intentó frustrar la ejecución de la Ley de Reforma Agraria al
pretender que se distribuyeran las tierras por medio del sorteo. El
presidente del comité popular del distrito Huchang, provincia de
Phyong-an del Norte, había sido miembro del consejo provincial
oficialmente nombrado, y su vicepresidente había sido un perverso
alcalde de cantón, durante el pasado dominio de los imperialistas
japoneses. En los primeros días de la liberación, ambos se declararon
en contra del sistema de pago de tres décimos de la cosecha como
arriendo y de la entrega voluntaria de granos al Estado. Huelga decir
que esos elementos trataron también de ponerle obstáculos a la reforma
agraria. No son pocos los comités populares en que se hallan aún
terratenientes y burócratas corrompidos.
No obstante ello, estos órganos del Poder no pueden clasificarse
como entidades que protegen los intereses de los terratenientes o de los
reaccionarios. De por sí pertenecen a nuestro pueblo. El problema
consiste en expulsar de ellos a los elementos reaccionarios.
Debemos limpiar los comités populares de elementos espurios
reemplazándolos por los mejores miembros de los comités rurales. Los
órganos y organizaciones del Partido a todos los niveles deben darse a
la tarea de reajustar los comités populares, sin pérdida de tiempo.
Quinto: hay que intensificar la labor de las organizaciones de
masas. Durante la reciente reforma agraria las actividades y el papel
desempeñado por las organizaciones de masas fueron muy grandes,
pero estas no se fortalecieron ni se desarrollaron lo suficiente desde el
punto de vista organizativo. En particular, el trabajo por el desarrollo
de la Unión de la Juventud Democrática, la Unión de Mujeres, y otras
no fue satisfactorio. Hay bastantes distritos donde aún están por crearse
las organizaciones de la Unión de Mujeres. No podemos tolerar por
más tiempo tal cosa.
Los organismos y altos funcionarios del Partido, a todos los
niveles, deben trabajar activamente para incorporar a las masas de
mujeres y jóvenes de las zonas rurales en las organizaciones de masas
154
y unirlas alrededor del Partido y el Poder popular, a fin de movilizarlas
posteriormente, tan pronto como sea posible, para la construcción del
país.
En relación con el trabajo de las organizaciones sociales, me
gustaría recalcar el hecho de que es importante fortalecer el trabajo de
la Unión de la Juventud Democrática en las escuelas y realizar un buen
trabajo para con la juventud estudiantil.
Dondequiera que puedan, los reaccionarios utilizan a los
estudiantes para sus siniestros propósitos. Pero, cometeríamos un
grave error si consideráramos a los estudiantes, en su conjunto, como
elementos reaccionarios. No todos los estudiantes son vástagos de
terratenientes, ni todos son reaccionarios.
No debemos olvidar que los estudiantes pueden desempeñar un
papel progresista en los países coloniales y semicoloniales. Los
órganos y organizaciones de nuestro Partido han ignorado esto y no
han prestado atención a la labor educacional y al trabajo con los
jóvenes estudiantes, lo que dio por resultado que no pocos estudiantes
fueran utilizados por los reaccionarios.
Por tal motivo, debemos comenzar examinando y reeducando a los
maestros, con el objeto de mejorar la enseñanza de manera radical.
Además, debemos ubicar a los mejores trabajadores de la Unión de la
Juventud Democrática como vicedirectores de educación en las
escuelas de todos los niveles, para eliminar de ellas a los estudiantes
reaccionarios y, al mismo tiempo, fortalecer allí el propio trabajo de la
UJD. Debe establecerse un sistema de becas del Estado en los
institutos y escuelas especializadas para ayudar a los estudiantes de
familias pobres, debiendo mejorarse la composición de su
estudiantado.
Sexto: nuestro Partido tiene que fortalecer más sus bases de apoyo
en el campo, consolidando y desarrollando los éxitos de la reforma
agraria. El Partido no solo habrá de organizar sus células en las fábricas
y empresas, sino que debe también penetrar profundamente en la masa
de campesinos pobres y peones agrícolas, y desplegar en gran escala la
labor de crear entre ellos sus células. Ampliar y reforzar sus posiciones
155
es la tarea más importante a que se enfrenta nuestro Partido en su
preparación para los combates venideros.
Nuestro Partido aún no ha arraigado profundamente entre obreros y
campesinos, quienes constituyen las masas fundamentales. Es cierto
que, durante el proceso de la reciente reforma agraria, las posiciones
del Partido se ampliaron y fortalecieron considerablemente en el
campo. Pero esto es solo el primer paso.
De aquí que las organizaciones y funcionarios del Partido a todos
los niveles han de concentrar todos sus esfuerzos en el fortalecimiento
organizativo del Partido y la ampliación de sus filas.
Las organizaciones del Partido deben erradicar completamente
tendencias tales como la de abrir sus puertas sin ajustarse a ningún
principio, con el solo pretexto de agrandar sus filas, y la de dejar a los
nuevos miembros sin educación ni entrenamiento. Hay que impedir
que se introduzcan en el Partido individuos extraños, como
projaponeses, terratenientes u otros, y al mismo tiempo, mantener de
continuo una enérgica lucha para liquidar a los fraccionalistas y
elementos ajenos, con el objeto de asegurar la integridad ideológica del
Partido y su unidad de voluntad.
Por último, la perniciosa propaganda de los terratenientes y las
maniobras subversivas de los reaccionarios de Corea del Sur deben ser
frustradas por completo.
La aviesa propaganda de los terratenientes puede clasificarse,
generalmente, en dos categorías. Una, la del falso rumor difundido en
torno a la cuestión política, concretamente a la cuestión del
establecimiento de un gobierno provisional. Los terratenientes
reaccionarios amenazan a los campesinos diciendo que Syngman Rhee
llegará al poder y entonces ellos se verán otra vez despojados de sus
tierras. La otra está relacionada con la entrega voluntaria de granos al
Estado. Los terratenientes dicen que los campesinos han recibido
tierras, pero afirman que ahora habrán de soportar tributos más
onerosos que antes.
Frente a esta propaganda, ¿cuál debe ser nuestra actitud?
Debemos realizar con toda energía una campaña propagandística
156
para frustrarla mediante la movilización de las mejores fuerzas de
propaganda de todas las organizaciones sociales. Del modo más
convincente debemos propagar que Syngman Rhee nunca podrá
disfrutar del apoyo del pueblo, ya que se opone a la democracia que
con clamor unánime exige todo el pueblo coreano; que los campesinos,
desde este año, se verán libres del pago de los arrendamientos y
múltiples tributos a que los obligaban en el pasado los imperialistas
japoneses y los terratenientes, salvo una muy razonable suma de
impuestos progresivos de acuerdo con el rendimiento de la cosecha; y
que los órganos del Poder popular harán todo cuanto esté a su alcance
para mejorar la vida de los campesinos.
No solo debemos llevar a cabo la labor de propaganda de un modo
altamente efectivo, sino también ayudar a los campesinos a que
realicen una óptima arada de primavera y desarrollar entre las amplias
masas un movimiento de trabajo para la construcción del país.
Al mismo tiempo, debemos librar una poderosa lucha contra las
calumnias y las maniobras subversivas de los reaccionarios de Corea
del Sur.
Hoy día la situación del campo en la parte Norte del Paralelo 38
ofrece un notable contraste con la del Sur. Al Norte del Paralelo 38 ya
se ha resuelto completamente el problema de la tierra. Pero al Sur de él
no se ha establecido ni el sistema de pago de tres décimos de la cosecha
como arriendo, para no hablarse de la reforma agraria, y ni siquiera se
ha dado la menor orientación para tratar de resolver el problema de la
tierra. Al Sur del Paralelo 38, los reaccionarios calumnian
rabiosamente la reforma agraria realizada en Corea del Norte
vociferando: “Esperen y verán. Sin terratenientes no se podrá cultivar
la tierra”. Nosotros tenemos que aumentar la producción agrícola,
haciendo apropiadamente las labores de arada y siembra de primavera,
y mejorar la vida de los campesinos, para poder así aniquilar por
completo su propaganda reaccionaria.
Anteriormente, los reaccionarios de Corea del Sur clamaron por la
eliminación del Paralelo 38, haciendo al Partido Comunista
responsable de su existencia, pero ahora no están en condiciones de
157
proferir una sola palabra acerca del problema de la eliminación del
Paralelo 38. Parece que, no pudiendo dirigir el viento del Sur contra
nosotros, están ahora muy asustados del viento del Norte y los
aterrorizan las reformas democráticas que hemos llevado a cabo en
Corea del Norte y la Plataforma de 20 Puntos que acabamos de
promulgar.
Tras la reforma agraria, anunciamos la Plataforma de 20 Puntos,
que será la base del futuro programa político de un gobierno coreano
unificado, y ya empezamos a llevarla a la práctica en Corea del Norte.
Como resultado, en Corea del Norte las fuerzas democráticas se están
desarrollando con rapidez y el nivel de vida del pueblo se eleva
gradualmente. Atemorizados por esto, los reaccionarios de Corea del
Sur están urdiendo toda clase de maquinaciones y envían terroristas a
Corea del Norte con el fin de destruir nuestros logros.
Así, ni por un momento debemos aflojar nuestra vigilancia contra la
reacción. Sobre todo en las provincias de Hwanghae y Kangwon, el
trabajo político y organizativo del Partido debe fortalecerse en el
campo, para que vastas masas del pueblo intensifiquen su odio y
vigilancia contra el enemigo y aprendan a desenmascarar y barrer ellas
mismas a los espías, destructores y saboteadores.
Compañeros: nuestro Partido ha llevado a cabo victoriosamente la
reforma agraria, aspiración de siglos del campesinado coreano, y con
ello echó sólidas bases para el desarrollo democrático del país. Esta
gran reforma socio-económica constituye una tremenda fuerza que le
dará un gran impulso a la construcción de un Estado democrático e
independiente.
Las organizaciones a todos los niveles y los miembros del Partido
deben dedicarse por entero a la lucha para consolidar los éxitos de la
reforma agraria y resolver exitosamente las tareas democráticas
inmediatas.
158
¡QUE SEAN TODOS HÉROES
DEL TRABAJO EN LA CONSTRUCCIÓN
DE UNA NUEVA PATRIA!
Compañeros:
Hungnam, centro industrial de nuestro país, puede decirse que es
un punto de apoyo de la clase obrera, una base de la construcción de
una nueva Corea democrática y el cordón umbilical de Corea. El
Combinado Popular de la Zona de Hungnam, radicado aquí, se ha
puesto en marcha gracias al tenaz trabajo de los obreros. Esto es un
orgullo no solo para Hungnam sino también para toda Corea.
Permítanme ustedes, obreros de la Fábrica de Fertilizantes de
Hungnam, ocupados a fondo en la construcción del país a pesar de
estar mal alimentados y vestidos, expresarles mi sincera gratitud.
Con la liberación, el pueblo coreano recuperó la patria perdida.
Ahora, por todo el territorio de los tres mil ríes, se desborda la alegría.
Pero, la liberación no vino por sí sola. Ustedes deben saber cuánta
sangre derramaron los mejores hijos e hijas de Corea por la libertad y
liberación de la patria. Y esto no lo deben olvidar jamás. Nuestra clase
obrera tiene que hacer todos sus esfuerzos por salvaguardar
firmemente, desarrollar y hacer próspera a la patria que tanta sangre
preciosa les costó a los precursores de la revolución rescatarla.
Un sinnúmero de obstáculos y dificultades nos salen al paso en la
159
lucha por la construcción de un Estado democrático, soberano,
independiente, próspero y poderoso. Los elementos projaponeses,
traidores a la nación y otros reaccionarios recurren a toda clase de viles
y siniestras maquinaciones, dirigidas a obstruir nuestra construcción de
la Corea democrática. Además, las fábricas y empresas no funcionan
aún a pleno rendimiento debido a que los destrozos causados por los
imperialistas japoneses fueron muy grandes; sufrimos escasez de
cuadros, materiales y fondos para edificar una nueva patria.
Una de las dificultades más graves que tenemos es la escasez de
provisiones. Estamos pasando por una gran prueba en el combate por
la construcción de una nueva patria debido a la aguda situación de
víveres.
Sin embargo, por muy grandes que sean las dificultades que
encaramos, las superaremos sin duda alguna, si todos los coreanos
nos unimos y actuamos en común.
Para la edificación exitosa de la nueva patria no basta con las
fuerzas de algunas personas sino con las fuerzas mancomunadas del
pueblo coreano en su conjunto. Todos, unidos firmemente bajo la
bandera de la democracia, debemos superar a cualquier costa cuantos
obstáculos y dificultades enfrentamos.
Compañeros:
En la Fábrica de Fertilizantes de Hungnam depositan grandes
esperanzas treinta millones de nuestros compatriotas. Ustedes,
profundamente conscientes de la misión que esta Fábrica tiene en la
construcción de una patria democrática, tienen que levantarse como un
solo hombre a la lucha laboral por aumentar la producción, y de esta
manera convertirse todos en héroes del trabajo en la construcción de
una nueva patria.
Una importante tarea que tienen hoy los obreros de la Fábrica de
Fertilizantes de Hungnam es elevar la producción.
Como es sabido, en el Norte de Corea los campesinos, oprimidos
y maltratados, fueron ya liberados de la explotación y subordinación
feudal y convertidos en dueños de la tierra gracias a la reforma agraria.
Con esto se ha creado la condición socio-económica para fomentar la
160
economía rural. Pero, sin proveer de abonos al campo no se podrá
elevar más la moral de los campesinos, excitada por el reparto de la
tierra, ni desenvolver la producción agrícola.
Hoy, cuando son dueños de la tierra, nuestros campesinos piden
grandes cantidades de abonos expresando que desean cultivarla lo
mejor posible. De hecho, sin abonos no se puede imaginar la
producción agrícola; cuantos más abonos haya, tantos más cereales se
producirán. Puede decirse que los abonos son precisamente los
cereales. La lucha por aumentar la producción de abonos es una lucha
por incrementar la producción de cereales y esto, a su vez, una lucha
por consolidar la victoria de la reforma agraria.
Solo cuando se desarrolle con rapidez la agricultura incrementando
la producción de abonos, podremos dar solución al problema de
víveres y frustrar con éxito las maquinaciones de los reaccionarios. Si
hay escasez de provisiones, esto puede dar lugar a las maniobras de los
reaccionarios, sin hablar ya del gran freno que supone para la
construcción del país. El escándalo estudiantil acaecido en Hamhung
lo tramaron también los reaccionarios aprovechándose de la escasez de
víveres. Cuando todavía no había transcurrido un año agrícola después
de la liberación del país, los reaccionarios instigaron a ingenuos
estudiantes a oponerse a las medidas democráticas de nuestro Poder
popular aprovechando las dificultades de provisiones. Esto es prueba
patente de la enorme significación que tiene la tarea de resolver el
problema de los víveres para la lucha contra las fuerzas reaccionarias.
Si nuestra clase obrera produce grandes cantidades de fertilizantes
para el campo, esto tiene gran importancia para fortalecer la alianza
de los obreros y los campesinos, sin hablar ya del fomento de la
producción agrícola. Cuando la clase obrera envíe muchos abonos al
campo, el campesinado podrá cifrar más confianza en ella, elevar su
entusiasmo para incrementar la producción agrícola y suministrar
mayor cantidad de víveres y materias primas industriales a la ciudad. A
través de este proceso se fortalecerá más aún la unidad entre la clase
obrera y el campesinado.
Producir o no grandes cantidades de abonos, tras restaurar la
161
Fábrica, es, además, un importante problema que mostrará a todo el
mundo si nuestro pueblo es capaz o no de sentar, con sus propias
fuerzas, las bases económicas para construir un Estado democrático,
soberano, independiente, próspero y poderoso. Al huir, tras destruir
esta Fábrica de Fertilizantes, los imperialistas japoneses dijeron que
los coreanos jamás la restablecerían con sus propias fuerzas. Tenemos
que reponerla totalmente, cueste lo que cueste, y producir grandes
cantidades de abonos para asestar un contundente golpe a los enemigos
y demostrar patentemente a toda humanidad que podemos, con
nuestras propias fuerzas, construir un Estado soberano e
independiente.
Es un gran éxito el que los obreros de la Fábrica de Fertilizantes de
Hungnam hayan reparado el saturador y otras importantes máquinas y
equipos en tan breve plazo, después de la liberación, produciendo ya
350 toneladas diarias de abonos. A ese ritmo la producción anual
llegará a más de 120 mil toneladas, cantidad nada despreciable. El
fertilizante que produce la Fábrica, levantada de la ruina, es el fruto del
heroico trabajo de nuestra clase obrera emancipada. Es plausible que
los obreros de aquí decidan terminar lo más pronto posible la
restauración de la Fábrica y producir más abonos. Este es el deber de
nuestra clase obrera.
Ustedes tienen que producir cada vez mayor cantidad de abonos.
Luchar con todas sus fuerzas y talento para producir más y más es una
tarea de todos los obreros de la Fábrica de Fertilizantes de Hungnam.
El abono producido hay que mandarlo sin demora a los
campesinos. Así, estos podrán sembrar a tiempo y cultivar bien la
tierra. Es de destacar también el alto significado político que tiene el
efectuar con éxito y a su debido tiempo la siembra primaveral de este
año, por ser la primera después de la reforma agraria.
Según me informaron, en la Fábrica hay amontonadas alrededor de
15 mil toneladas de fertilizantes y si siguen así, no sirven para nada.
Antes, los imperialistas japoneses los acaparaban hasta que pudieran
venderlos a precios más altos sin importarles que los campesinos
cultivaran o no la tierra. Sin embargo, hoy no se puede proceder así. El
162
objetivo que perseguimos al producir abonos no reside en sacar
ganancias como lo hacían los imperialistas japoneses, sino en ayudar a
los campesinos a cultivar bien la tierra. Por eso, hay que organizar bien
la tarea para enviar sin dilación los abonos ya producidos al campo.
Para obtener mayor cantidad de abonos es preciso aplicar métodos
de operaciones susceptibles de elevar la productividad con menos
gastos del trabajo.
Ahora, cuesta bastante transportar el fertilizante en vagonetas
desde el lugar de apilamiento hasta los vagones de carga; hay que
poner fin a esto. Los imperialistas japoneses optaban por explotar a
nuestros obreros como animales de tiro no queriendo instalar incluso
equipos sencillos, de fácil fabricación, pero hoy que el país ha sido
liberado, ¿por qué obligarles a trabajo tan duro? Hay que tender una vía
férrea hasta el lugar de amontonamiento de abono para transportarlo
directamente en vagones. Así será posible elevar la eficiencia del
trabajo sin tener que transportar el abono tan difícilmente como hasta
ahora, y prevenir accidentes.
Es importante cuidar bien las máquinas y equipos de la Fábrica. En
esta planta los hay muchos y de gran valor. En otra época los utilizaron
los imperialistas japoneses para explotar sin compasión alguna a
nuestros obreros, pero hoy se utilizan para incrementar la producción
agrícola de nuestro país y crear una vida feliz a nuestro pueblo. Hoy
han pasado a ser patrimonio de nuestro pueblo y ustedes son sus
dueños, y como dueños deben apreciarlos y cuidarlos bien. Además
deben mantener siempre limpio el lugar de trabajo.
Han de implantar un régimen y un orden riguroso en la Fábrica. Así
podrán prevenir los accidentes laborales y otras desgracias y
normalizar la producción.
Para restablecer pronto la Fábrica y normalizar su producción, es
preciso elevar el papel de los técnicos y obreros calificados. Deben
traer a la Fábrica a los que la abandonaron y se fueron a sus aldeas
natales al liberarse el país. Los técnicos y otros obreros calificados
deben aplicar toda su facultad creadora e iniciativa para, como ejemplo,
inventar nuevos métodos de trabajo y equipos.
163
Para administrar y manejar debidamente la Fábrica todos deben
estudiar con entusiasmo.
La construcción de una nueva patria requiere un gran número de
cuadros técnicos. Pero, los tenemos muy pocos. Los imperialistas
japoneses no solo no enseñaron la técnica a los obreros coreanos, sino
que ni siquiera los empleaban en el dominio en que manejaban la
técnica. Por mucho que lo deseaban, los coreanos no pudieron
aprender la tecnología.
Pero, hoy todos tienen abierto el camino de los estudios técnicos.
A jóvenes y obreros hay que matricularlos en las escuelas, crearles
condiciones para que cursen libremente estudios técnicos. Los
imperialistas japoneses legaron a los coreanos el analfabetismo, pero
nosotros debemos brindarles la civilización.
En el futuro hay que establecer en Hungnam distintas escuelas y
cursillos tecnológicos y, más adelante, un instituto, dando a todos los
obreros posibilidades de estudiar.
Ustedes, además de recibir enseñanza escolar, deben, con paciencia,
estudiar mientras trabajan. En esta Fábrica hay no pocos obreros
veteranos. Son los principales protagonistas de la construcción de una
nueva Corea y los tesoros del país. Ellos deben enseñar la técnica a los
que ingresen en la Fábrica y, en un corto plazo, preparar un buen
número de calificados. Los obreros y dirigentes de la Fábrica,
realizando con aplicación tanto el estudio político como el técnico,
deben llegar a gobernar y manejar la Fábrica de manera excelente y así
contribuir activamente a la construcción de una Corea nueva.
Hay que prestar profunda atención a la seguridad laboral de los
obreros. Hoy en nuestro régimen, donde la clase obrera es dueña del
país, la protección de la salud y la vida de los obreros debe ser
considerada como la tarea más importante.
En esta Fábrica hace falta tomar estrictas medidas para acabar con
los daños que producen los gases y las altas temperaturas que existen
en algunos lugares de trabajo. Antes, a causa de los gases venenosos en
la Fábrica la vida de los obreros se redujo y muchos de ellos perdieron
su preciosa vida. Tenemos que esforzarnos para poner fin a los daños
164
de los gases, para proteger la salud y la vida de los obreros. Esto es un
importante problema directamente relacionado con la salud, no solo de
los obreros de esta Fábrica, sino también de los habitantes de la región
de Hungnam. En adelante, habrá que levantar las viviendas de los
obreros en lugares alejados de la Fábrica, no afectados por los gases.
Para proteger la salud de los obreros, la Fábrica debe tener hospital
propio. Ha de dotarlo bien y cuidar constantemente de la salud de los
obreros.
Los dirigentes de la Fábrica deben preocuparse mucho por el
bienestar de los obreros para que puedan trabajar tranquilamente.
Durante la Lucha Armada Antijaponesa nuestra primordial tarea era
atender la vida de los soldados aun bajo condiciones tan difíciles. Los
dirigentes de la Fábrica deben aplicar el oído a las opiniones de los
obreros y resolverles a tiempo las demandas vitales, para que trabajen
sin preocupaciones.
Compañeros:
Para restaurar y desarrollar la Fábrica cuanto antes y llevar a feliz
término la construcción de la nueva patria, todos los obreros tienen que
pertrecharse firmemente con la idea de la construcción estatal.
Para ello lo más importante es poseer el espíritu de protagonista en
cuanto a la tarea asumida. Todos los obreros deben tener bien en claro
que lo que están haciendo ahora no es, como antes, para los bandidos
imperialistas japoneses, sino para el país y la nación y para su propia
felicidad. Teniendo presente que el Combinado Popular de la Zona de
Hungnam es una base importante para realizar en el futuro la
mecanización de todos los sectores de la economía nacional y la
industrialización del país, ustedes deben cumplir con alta
responsabilidad la pesada tarea que enfrentan.
Todos los obreros deben tener alto orgullo y dignidad nacionales.
Aunque los imperialistas japoneses destruyeron, al huir, las máquinas
y equipos de esta Fábrica, nuestra clase obrera, superando
valientemente todas las dificultades, los restauró por sí sola y produce
abonos. Los imperialistas japoneses pudieron destruir las máquinas de
la Fábrica, pero no el espíritu revolucionario de nuestra clase obrera.
165
Con alto orgullo y dignidad de ser la clase obrera de la Corea
emancipada, deben ustedes trabajar activamente para restablecer y
desarrollar la Fábrica.
Hoy, nuestra clase obrera tiene la tarea de fortalecer, más que
nunca, la unidad y cohesión de sus filas y asegurar su pureza. En las
filas obreras hay elementos extraños. En otras palabras, se han
infiltrado elementos malignos que tratan de organizar un sindicato
obrero amarillo, sembrar la discordia entre los obreros y destruir la
Fábrica.
Los elementos reaccionarios están instigados por los imperialistas
yanquis y la camarilla de Syngman Rhee. Los elementos projaponeses
y traidores a la nación recurren a toda clase de maquinaciones contra la
verdadera democracia y para privar de la vida dichosa a nuestro
pueblo.
Ustedes, siempre alerta, deberán defender firmemente la Fábrica
contra los actos subversivos de los elementos reaccionarios. Si hubiera
sujetos de esta calaña en la Fábrica tendrían que expulsarlos lo más
pronto posible y acabar con todo vestigio pernicioso de su influencia.
Solo así será posible intensificar aún más la unidad de nuestra clase
obrera y desarrollar con acierto la Fábrica.
Por último, es necesario fortalecer la unidad con las fuerzas
democráticas de Corea del Sur. Si se lo logra, podremos construir
triunfalmente un Estado unido, democrático, soberano e independiente.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte hará todo lo que esté
a su alcance para estrechar más los lazos con el frente nacional
democrático de Corea del Sur. Nuestra clase obrera, reforzando la
unidad con las fuerzas democráticas surcoreanas, debe levantarse a la
lucha por la construcción de un Estado unido, democrático, soberano e
independiente.
Espero que la clase obrera de Hungnam contribuya en gran
medida a la construcción de una nueva patria, haciendo todos los
esfuerzos para cumplir la importante tarea que le ha tocado asumir.
¡Viva el frente unido nacional democrático!
¡Viva la plena independencia de Corea!
166
SOBRE LA TRAYECTORIA
DE NUESTRO PARTIDO Y
ALGUNAS TAREAS INMEDIATAS
167
Paralelo 38 constituye un gran obstáculo en el desarrollo democrático
del país. Por ello, en la lucha por realizar las exigencias principales del
Partido no podemos menos que analizar seriamente tal situación.
Si no utilizamos suficientemente las condiciones favorables de
Corea del Norte, será muy difícil lograr la democratización en Corea
del Sur. Sin embargo, si en Corea del Norte, que cuenta con la mitad
del territorio y de la población, fortalecemos las fuerzas del Partido y
asentamos firmemente la base democrática, podremos llevar a cabo la
democratización de toda Corea.
Después de haber fundado el Comité Central Organizador del
Partido Comunista de Corea del Norte, hemos venido desplegando de
modo planificado y por etapas todos los trabajos, logrando de este
modo muchos éxitos.
Entonces, ¿qué hemos hecho hasta hoy?
Organizamos los comités populares en todas las localidades y el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, órgano central
administrativo. En Corea del Norte, a diferencia de Corea del Sur, el
Poder popular fue organizado por los propios coreanos.
Todos los éxitos registrados en Corea del Norte durante el corto
período transcurrido desde la liberación demuestran con elocuencia
que los coreanos pueden gobernar con toda capacidad su país y
construir un Estado independiente y democrático.
Además, dedicamos esfuerzos a constituir las amplias
organizaciones de masas. Creamos las asociaciones obreras y
campesinas, la Unión de Mujeres y las organizaciones juveniles,
agrupando así a casi 3 millones de personas en torno a nuestro Partido.
Esta es una fuerza segura para echar los cimientos democráticos.
No solo hemos establecido los organismos del Poder popular y las
organizaciones sociales en todas las regiones, sino que también hemos
constituido la sólida base del frente unido nacional democrático,
ayudando a la creación del Partido Democrático y el Partido
Neodemocrático. Llevamos a cabo tales trabajos hasta el mes de
febrero de este año.
Después llegó la oportunidad de probar la solidez de nuestra base
168
democrática y la calidad de su preparación. Veamos cómo nuestra base
democrática ha vencido la prueba.
Primero: tras la constitución del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte publicamos las 11 tareas democráticas inmediatas.
Para cumplir estas tareas del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte comenzamos por la lucha contra las fuerzas reaccionarias,
incluyendo a los elementos projaponeses y los traidores a la nación, y
por aplastar el régimen explotador feudal.
De esta manera, con motivo del XXVII aniversario del
Levantamiento del 1 de Marzo, se organizaron en todo el país grandes
manifestaciones donde las amplias masas populares apoyaron
calurosamente la orientación política del Comité Popular Provisional
de Corea del Norte.
Segundo: debemos mencionar la victoria de la histórica reforma
agraria.
La Ley de Reforma Agraria proclamada el 5 de marzo propuso la
tarea de liquidar las relaciones feudales de posesión de la tierra en el
campo, trampolín de los terratenientes, elementos projaponeses,
traidores a la nación y otros reaccionarios. El Partido logró una gran
victoria en la lucha por cumplir dicha tarea.
En todo el curso de esta batalla hemos acumulado experiencias,
sacado lecciones y probado las fuerzas del Partido. Hemos constatado
que en Corea del Norte se asienta firme la base democrática y nuestro
Partido, que dirige la revolución coreana, no es débil. Desde luego, no
debemos exagerar; pero la verdad es que las fuerzas de nuestro Partido
han crecido y se han fortalecido. El hecho de que en Corea del Norte se
afianza la base democrática y se desmorona el basamento
político-económico de los elementos reaccionarios, demuestra que el
trabajo por etapas de nuestro Partido se desarrolla positivamente.
Inmediatamente después de la liberación del 15 de agosto nuestro
Partido era aún joven, tenía poca experiencia de lucha y adolecía de
defectos en su composición, lo que incidía en una complejidad en el
seno del Partido. No había una dirección unificada sobre las
organizaciones del Partido de cada localidad y las relaciones con el
169
movimiento revolucionario internacional eran débiles.
Antes del 15 de Agosto los comunistas coreanos, que no tuvieron
su partido marxista-leninista unificado, en su mayoría actuaron de
manera dispersa en diversas regiones. Como resultado, se formaron
grupos sectarios en torno a una o varias personas y así actuaron liberal
y arbitrariamente.
Inmediatamente después de la liberación, cuando fundamos nuestro
Partido, ingresaron a él elementos de tendencias sectarias,
fraccionalistas y especuladores, dificultándose así en el seno del
Partido la unidad ideológica y su arraigo profundo en las masas. Por
esta razón, se ha presentado al Partido la tarea de eliminar de sus filas a
los elementos espurios.
De acuerdo con la resolución de la III reunión ampliada del Comité
Ejecutivo del Comité Central Organizador del Partido Comunista de
Corea del Norte, el Partido procedió al cambio de carnets y al chequeo
de sus militantes, logrando con ello muchos éxitos en el
fortalecimiento de sus filas. A través del chequeo de sus militantes el
Partido eliminó de sus filas a más de 1 400 elementos malsanos.
Nuestro Partido no solo se ha fortalecido cualitativamente, sino que
también ha crecido cuantitativamente, acogiendo a muchos elementos
medulares de entre los obreros y los campesinos. En vísperas del
chequeo el número total de miembros del Partido era solo de 4 530
personas, pero hoy integran sus filas más de 26 000 militantes.
También en la composición del Partido se registró un gran avance.
El Partido logró echar sólidas raíces entre los obreros y los
campesinos.
Junto con mejorar su composición, el Partido ha luchado de modo
enérgico por fortalecer su disciplina. Nos hemos opuesto
resueltamente a las acciones liberalistas de los militantes y hemos
venido subrayando constantemente que en el interior del Partido no
pueden existir el militante superior y el inferior, que existe para los
militantes igualdad de derechos y deberes ante el Partido, así como que
el Partido debe apoyarse necesariamente en el principio del
centralismo democrático. Como resultado, hemos logrado los primeros
170
éxitos en la lucha por la unidad orgánica e ideológica del Partido.
El movimiento de apoyo a las resoluciones de la Conferencia de
Moscú de los Ministros de Exterior de los Tres Países y la
proclamación de la Plataforma de 20 Puntos han hecho no poca
contribución al logro de la unidad ideológica de nuestro Partido. La
Plataforma de 20 Puntos no solo iluminó el camino a seguir por nuestro
pueblo, que no sabía correctamente la orientación de lucha, sino que
también contribuyó a que nuestros militantes comprendieran más
detalladamente la línea política del Partido.
De esta manera, la tarea de fortalecer a nuestro Partido y crear la
base democrática en Corea del Norte se está realizando con éxito.
A través de la reciente reforma agraria hemos podido conocer
claramente la influencia profunda que el Partido ejerce en el campo. Al
mismo tiempo, hemos observado que el comité popular no es aún
poderoso ya que el Partido adolece de deficiencias en su dirección.
Debemos superar rápidamente esos defectos.
A continuación, voy a referirme a algunas tareas inmediatas que se
presentan ante nuestro Partido en el período actual.
Sobre todo, debemos consolidar la victoria de la reforma agraria,
dedicando a ello nuestro máximo esfuerzo.
¿Cómo pudimos triunfar en la reforma agraria? La reforma agraria
estaba de acuerdo con las demandas urgentes del campesinado y con sus
aspiraciones seculares. Y contamos con las fuerzas políticas preparadas
para llevarla a cabo. Una vez realizada la reforma agraria a base de la
sólida estructuración de la alianza obrero-campesina y del frente unido
nacional democrático, las fuerzas reaccionarias no se atrevieron a resistir
abiertamente bajo la presión de las fuerzas democráticas unidas.
Para efectuar la reforma agraria venimos desplegando
enérgicamente el trabajo de propaganda. Particularmente, enviando a
los mejores obreros a trabajar en el campo, fortalecimos la alianza
obrero-campesina a través de la lucha práctica.
Además, las actividades tesoneras de los comités rurales
constituyen uno de los factores esenciales de la victoria en la reforma
agraria.
171
Gracias a esos factores logramos el gran triunfo en la reforma
agraria.
Consolidar esta victoria constituye para nosotros la tarea
inmediata y de mayor importancia. En el campo ha sido liquidada la
base económica de los terratenientes, enemigos de nuestra revolución.
Sin embargo, no debemos olvidar que si no vigilamos a los
terratenientes, si no tomamos las medidas adecuadas, nos atacarán
para recuperar las tierras perdidas. Por ello es nuestro deber elevar la
vigilancia y continuar luchando resueltamente sin vanagloriarnos de la
victoria.
A fin de poder seguir avanzando, debemos tener plena conciencia,
ante todo, de las deficiencias que aquejan a nuestro Partido. Las faltas
más graves en la labor de nuestro Partido son la insuficiencia de la
preparación política de los militantes, la debilidad de su dirección
sobre las organizaciones sociales y el deficiente trabajo de eliminación
de los elementos projaponeses en los comités populares. De ahí que
hayamos hecho hincapié en este problema en la VI reunión ampliada
del Comité Ejecutivo del Comité Central Organizador del Partido
Comunista de Corea del Norte.
Para robustecer las fuerzas del Partido debemos recibir en él a
muchos activistas que trabajaron con entusiasmo en la realización de la
reforma agraria. De esta manera, es imprescindible que organicemos la
célula de nuestro Partido en cada aldea para defender los éxitos de la
reforma agraria.
Actualmente, los elementos reaccionarios están haciendo una
propaganda maligna, vociferando que “no deben alegrarse quienes
recibieron la tierra, así como no deben entristecerse quienes la
perdieron”. Debemos quebrar esta propaganda reaccionaria
concentrando todas las fuerzas del Partido en el arado y la siembra de
primavera. Terminada la siembra, la confianza de los campesinos se
hará más decidida. Concluidas la siembra, la desyerba y la cosecha, los
campesinos tendrán la firme conciencia de que son dueños de la tierra.
El comité popular debe seguir luchando resueltamente por terminar
con los elementos projaponeses y los traidores a la nación, que
172
entorpecen el trabajo de construcción democrática y constantemente
realizan actividades reaccionarias. Al mismo tiempo, nuestro Partido
debe cuidarse siempre de no monopolizar toda la labor en los
organismos del poder. Debemos fortalecer más el frente unido
nacional democrático, acogiendo incluso a los no afiliados, para no
hablar de la cooperación con los partidos políticos democráticos.
Además, es preciso intensificar el trabajo del Partido.
Sobre todo, hay que elevar la vigilancia de los militantes. No se
debe aflojarla vanagloriándose del triunfo. Es necesario fortalecer la
disciplina del Partido, realizar de manera acertada el trabajo con las
masas y agudizar la vigilancia.
Si nuestros militantes dirigen incorrectamente a las masas, las
consecuencias serán muy graves. Lo mismo que en el combate la
victoria o el fracaso de un ejército dependen considerablemente del
mando del comandante, en el movimiento de las masas el triunfo o el
fracaso dependen de la calidad del trabajo que realicen con estas los
miembros del Partido que desempeñan papeles dirigentes.
Nuestros militantes deben estudiar constantemente el
marxismo-leninismo para elevar su nivel ideológico-teórico y práctico.
Sobre todo los cuadros deben estudiar más diligentemente que nadie.
Con vistas a fortalecer el trabajo de educación del Partido es necesario
organizar el centro de instrucción de los militantes, la escuela y la clase
nocturna del Partido, y realizar normalmente el seminario y el cenáculo
de lectura. Si la organización del Partido descuida la labor educacional
y los militantes no estudian el marxismo-leninismo, el Partido no podrá
dirigir acertadamente a las masas.
El problema de eliminar cabalmente las supervivencias de la
ideología fraccionalista adquiere una importancia particular en la
intensificación del trabajo del Partido. Se debe desplegar una lucha
enérgica por arrancar las ideas fraccionalistas, que han constituido por
largo tiempo una úlcera en el movimiento comunista de Corea. El
fraccionalismo es una idea venenosa que descompone la unidad y la
cohesión del Partido y destruye al movimiento obrero. Es una idea
burguesa que nada tiene que ver con el marxismo-leninismo.
173
Antes de la liberación existían en la provincia de Hamgyong del
Sur muchos movimientos de pequeños grupos, y los grupos sectarios
mantuvieron el hábito de actuar a su antojo; por eso se siente aún una
considerable tendencia fraccionalista. Los arribistas que valoran más
sus intereses personales que los del Partido pueden caer fácilmente en
el fraccionalismo. El militante debe someter en cualquier circunstancia
el interés individual al del Partido. Solo de esta manera se puede
conservar la sólida unidad del Partido.
El no intervenir en la reunión y objetar por detrás, violando la
disciplina organizativa del Partido, es una tendencia liberalista. Si este
liberalismo crece, puede tender al fraccionalismo. Por esta razón, el
Partido no debe tolerar el liberalismo, sino elevar siempre la vigilancia
ante las tendencias fraccionalistas y arrancar de cuajo tales ideas ajenas
al Partido a través de una enérgica lucha ideológica.
Creo que si las organizaciones del Partido de la provincia de
Hamgyong del Sur rectifican sus fallas y materializan cabalmente la
línea del Partido, obtendrán un gran progreso en su futuro trabajo.
174
SOBRE LAS TAREAS INMEDIATAS
DE LOS ÓRGANOS DEL PODER
POPULAR DE LA PROVINCIA
DE HAMGYONG DEL NORTE
Compañeros:
Después de la liberación nuestro pueblo ha tomado el poder en sus
manos y ha venido luchando enérgicamente por el desarrollo
democrático del país. En medio de un encarnizado combate contra los
reaccionarios hemos efectuado triunfalmente la reforma agraria y
llevado a cabo los preparativos para realizar reformas democráticas en
los demás dominios. Pero todos estos trabajos no pasan de ser primeros
pasos en la lucha por la construcción de la nueva Corea democrática.
Hoy día, se nos plantea la histórica tarea de construir un Estado
unificado y democrático, soberano e independiente. Con miras a
llevarla a feliz cumplimiento es preciso sentar una sólida base
democrática en Corea del Norte. Los órganos del Poder popular
deberán canalizar todos los esfuerzos a sentar los cimientos para la
construcción de la nueva Corea democrática.
Entonces, ¿qué tareas deberán realizar por el momento los órganos
del Poder popular de la provincia de Hamgyong del Norte?
Ante todo, consolidar los comités populares a todos los niveles.
175
Ahora, los organismos del Poder popular en esta provincia no están
tan bien formados como para cumplir satisfactoriamente su misión.
Entre sus funcionarios se han infiltrado sujetos projaponeses, traidores
a la nación y holgazanes, los cuales, ocultos en los órganos del poder,
obstruyen la construcción del Estado. Sin liquidarlos no podremos
promover enérgicamente la edificación democrática. Hay que expulsar
pronto a los reaccionarios y holgazanes infiltrados en los comités
populares y poner, en su lugar, a personas honestas, dispuestas a
trabajar con abnegación por la construcción del país.
Es importante que los funcionarios de los comités populares
posean estilo de trabajo popular.
Ahora, entre los funcionarios de los organismos del Poder popular
hay no pocos elementos que practican el burocratismo, imponen a la
población cargas extratributarias y se dan a desfalcos y despilfarros.
Parece que los hay en gran número, sobre todo, en la provincia de
Hamgyong del Norte. Mientras los funcionarios de los comités
populares se comporten así, ¿cómo van a gozar los organismos del
Poder popular de la alta confianza de las masas del pueblo?
Los funcionarios de los comités populares han de tener un
impecable estilo de trabajo y cumplir sus tareas, no como burócratas,
sino como servidores del pueblo, revelando responsabilidad y
entusiasmo por los intereses del país y del pueblo. Así procurarán que
estos comités cumplan su misión como auténticos órganos de poder del
pueblo.
Luego, habrá que esforzarse por restaurar rápidamente las fábricas
y empresas destruidas y consolidar la base económica del país.
Con vistas a construir en esta tierra una nueva sociedad que brinde
una vida grata al pueblo, dueño del país, hay que sentar una sólida
base económica. Solo de esta manera será posible fortalecer el Poder
popular y enriquecer, robustecer y desarrollar el país. Aunque hemos
establecido el Poder popular, si no tenemos una firme base económica,
nuestro poder no podrá ejercer toda su facultad ni mostrar su potencial
ni tampoco edificar, en fin, un Estado democrático, soberano e
independiente, próspero y poderoso.
176
Para afianzar la base económica del país es preciso, ante todo,
producir mayor cantidad de hierro y, para ello, restablecer y desarrollar
fundiciones y acerías. Sin hierro no es posible expandir la agricultura,
ni mucho menos, la industria.
La provincia de Hamgyong del Norte tendrá que dedicar ingentes
esfuerzos para restaurar y desarrollar la Fundición de Hierro y la
Acería de Chongjin. Ahora el trabajo de su restablecimiento marcha
muy lento. Por ejemplo, la Fundición de Hierro de Chongjin no está
todavía plenamente rehabilitada, aunque hace ya 8 meses los
imperialistas japoneses fueron expulsados. Además, debido al
descuido de las máquinas y equipos, la Fundición y la Acería pierden
no pocos de ellos. También los materiales están mal cuidados. En el
recinto de la Acería de Chongjin se ven dispersos muchos pedazos de
hierro, producido a precio de sangre y sudor de nuestros obreros.
Anteriormente, los comunistas y patriotas coreanos lucharon
arriesgando la vida por rescatar al país, usurpado por los imperialistas
japoneses, y convertir en propiedad de nuestro pueblo fábricas y
empresas, construidas precisamente con sangre y sudor de los coreanos.
Y ahora, ustedes administran de mala manera e incluso pierden esos
valiosos bienes del pueblo conquistados tras la sangrienta lucha de los
precursores revolucionarios.
Los revolucionarios tienen que saber promover activamente el
trabajo planteado. Los dirigentes de la provincia de Hamgyong del
Norte deben prestar profunda atención a la tarea de restaurar la
Fundición de Hierro y la Acería, acelerándola intrépidamente.
Para restaurarlas pronto, hay que afincar en ellas los obreros y
técnicos actuales, llamar a los que antes trabajaban allí, pero que se
fueron a otras partes, y complementar la plantilla con nuevas fuerzas.
En Chongjin, me parece, hay muchos jóvenes que no trabajan; hay que
reintegrarlos en la Fundición de Hierro y la Acería.
Los funcionarios de los organismos del Poder popular deberán
prestar atención a la vida de los obreros y técnicos de la Fundición de
Hierro y la Acería para que puedan trabajar sin preocupación alguna y
volcar todas sus energías y entusiasmo en la restauración de sus plantas.
177
Al mismo tiempo que restablecer y poner en marcha cuanto antes la
Fundición de Hierro y la Acería de Chongjin, hay que ir ampliándolas
paulatinamente. En el futuro, con el fin de aumentar la producción de
hierro habrá que explotar en mayor escala la Mina de Musan.
Para el buen funcionamiento de las fábricas y empresas hace falta
mucho carbón. Puede decirse que el carbón es el alimento de la
industria y del transporte. La provincia de Hamgyong del Norte
explotará en gran escala sus inagotables yacimientos de lignito y
deberá enviarlo a fábricas y empresas.
Es necesario restaurar lo más pronto posible las instalaciones del
transporte ferroviario y de las comunicaciones.
Los imperialistas japoneses, al huir, las destruyeron, sin dejar
intacta ni una sola. El depósito de locomotoras de Chongjin es
precisamente un ejemplo de esas destrucciones.
Por ahora, el transporte ferroviario se halla en un estado de gran
caos y atraviesa por una situación difícil. Tiene escasez de equipos
rodantes, no se le suministra normalmente carbón ni se provee de
suficientes víveres a sus trabajadores. Por si esto fuera poco, algunos
técnicos del ramo no muestran entusiasmo y sabotean el trabajo y,
encima de esto, los reaccionarios perpetran actos subversivos,
aprovechando el desorden. En consecuencia, la situación actual del
ferrocarril es pésima. Tenemos que remediarla cuanto antes.
El transporte ferroviario y las entidades de comunicaciones
desempeñan un papel muy importante en la construcción del país.
Teniéndolo bien presente, ustedes aplicarán todos sus esfuerzos para
restaurar, lo más pronto posible, las instalaciones destruidas de dichos
sectores, normalizar su funcionamiento y, además, las habrán de
defender firmemente de los actos subversivos de los reaccionarios.
Es preciso, además, dar solución al problema de los víveres.
Actualmente, nuestro pueblo tiene muchas dificultades de
alimentos. Para resolver esta grave situación es importante, ante todo,
llevar a buen término las labores agrícolas del año en curso. Los
órganos del Poder popular de la provincia de Hamgyong del Norte
deben elaborar un plan detallado e impartir una buena dirección para
178
que los campesinos realicen a tiempo la siembra primaveral. En
particular, deben ayudarles activamente en la preparación suficiente
de ganado de labranza, implementos agrícolas y abonos a fin de
asegurar el éxito de la siembra. Esto consolidará la victoria de la
reforma agraria.
Con miras a resolver el urgente problema de alimentos en esta
provincia hay que organizar la recogida de hierbas y otros
comestibles naturales, y tomar diversas medidas enérgicas.
Por ahora sufrimos la escasez de víveres, pero al fomentar pronto
la economía rural y aumentar la producción de cereales, debemos
lograr sin falta el autoabastecimiento de víveres en un futuro no lejano.
Asimismo es necesario incrementar la producción de productos
marinos.
En el Mar Este abundan los peces y otros diversos recursos. En
nuestro país se necesita capturar anualmente, por lo menos, cientos de
miles de toneladas de pescado, y de una gran parte de esto ha de
encargarse la provincia de Hamgyong del Norte.
Hace falta una adecuada preparación para capturar gran cantidad
de pescado. En la pesca nos vemos seriamente obstaculizados porque
los imperialistas japoneses minaron las costas y, al fugarse, hundieron
gran número de embarcaciones. En la provincia de Hamgyong del
Norte se debe impulsar con rapidez la labor de desactivar esas minas y
rescatar los barcos hundidos. Es necesario reparar pronto las
embarcaciones de pesca y poner a punto los puertos pesqueros. Por
ejemplo, el muelle del puerto de Chongjin está desordenado y muy
sucio debido a la desatención. Hay que tomar medidas para poner
pronto en orden los puertos pesqueros.
La provincia de Hamgyong del Norte cuenta con gran número de
buenos puertos pesqueros. Deberá explotarlos bien para obtener
grandes cantidades de pescado de diversas especies y algas, moluscos,
etc., a fin de suplir la insuficiencia de provisiones y mejorar la vida de
la población.
Luego, es preciso desarrollar el comercio.
En el pasado, los imperialistas japoneses no solo no producían
179
suficiente cantidad de mercancías necesarias a la vida de nuestro
pueblo, sino que, además, restringían en extremo el desarrollo del
comercio en nuestro país.
Con vistas a mejorar la arruinada vida del pueblo es necesario
fomentar el comercio. Es preciso restaurar y construir pronto fábricas
para producir grandes cantidades de artículos de imperiosa necesidad
para la vida de la población. Sin embargo, en las condiciones actuales
no es posible resolver satisfactoriamente el problema de artículos de
primera necesidad para el pueblo solo con las mercancías que
producen las fábricas. La provincia de Hamgyong del Norte debe
fabricarlos y venderlos en gran número, aunque sea con métodos
artesanales, aprovechando diversas materias primas locales, sin que
queden a la espera de obtenerlos de las fábricas.
También hay que esforzarse para desarrollar la educación escolar.
Los organismos del Poder popular deben empeñarse en construir
escuelas de todos los niveles, normalizar la educación y, en especial,
implantar un firme sistema de enseñanza democrático.
Es importante editar buenos libros de texto para llevar a cabo
correctamente la educación de la joven generación. No se deben usar
los manuales de los imperialistas japoneses que imponían una
enseñanza de esclavitud a nuestro pueblo. En cuanto a los libros de
texto de ciencias naturales, pueden utilizarse traducciones de los de
otros países durante un cierto tiempo, pero, respecto a otras asignaturas,
deben publicarse nuevos manuales acordes a nuestra realidad.
La tarea importante que se plantea en la democratización de la
enseñanza es dotar el cuerpo de maestros de personas honestas. Es
preciso purificarlo de modo que en los centros de enseñanza no queden
individuos con ideas antidemocráticas. Pero, por sanear su plantel no
hay que expulsar a todos aquellos hombres que ejercieron de maestros
en la época de dominación del imperialismo japonés. A excepción de
los lacayos del imperialismo japonés y otros elementos espurios, es
necesario reeducar a la totalidad de los maestros para que instruyan
bien a los alumnos.
También hay que reforzar la sanidad pública.
180
En el pasado, debido a la prolongada y cruel explotación y a la
pesada carga de la guerra agresiva del imperialismo japonés, empeoró
en extremo la salud de nuestro pueblo, que ha venido sufriendo
diversas enfermedades. Pero, esos imperialistas no tomaron ninguna
medida sanitaria para el pueblo coreano.
Los organismos del Poder popular deben prestar especial atención a
la salud pública. En este dominio no solo hay que tratar bien las
enfermedades que padece el pueblo sino también intensificar la
profilaxis para protegerlo de diversas enfermedades.
Hay que promover la formación de cuadros.
Preparar los cuadros es el problema más importante en la situación
actual de nuestro país, que siente gran escasez de cuadros nacionales.
Estos se necesitan en gran número para la edificación exitosa de la
nueva Corea democrática. Es preciso, pues, hacer grandes esfuerzos
para formarlos.
Tenemos que preparar cuadros a través del trabajo práctico, por un
lado y, por otro, formarlos en gran escala, según la necesidad que
tenemos, creando y administrando bien diversas instituciones formativas.
Es menester intensificar la lucha contra los reaccionarios.
En la actualidad, los terratenientes privados de sus tierras y otros
reaccionarios aparentan estar conformes con la política del Poder
popular, pero entre bastidores perpetran toda una serie de
maquinaciones para frustrar la construcción de la nueva patria. Cuanto
más rápidamente se impulse nuestra edificación democrática, tantos
más frenéticos esfuerzos harán los reaccionarios.
A fin de llevar a feliz término la construcción del país es imperioso
desbaratar con prontitud cualquier conspiración del enemigo. Los
organismos de seguridad, justicia y fiscalía desplegarán una lucha
enérgica contra la reacción.
Los problemas arriba mencionados deben ser considerados como
importantes tareas a cumplir hoy de inmediato por los organismos del
Poder popular en la provincia de Hamgyong del Norte. Y tendrán que
consagrar todos sus esfuerzos a llevar a cabo con éxito estas tareas que
incumben a su provincia.
181
EL PERIÓDICO ES LA VANGUARDIA
DE LA ÉPOCA Y EL ORGANIZADOR DE
LA VERDADERA OPINIÓN PÚBLICA
182
activa en el cumplimiento de la histórica tarea de crear un mundo
nuevo.
Hoy, en vísperas del establecimiento del gobierno democrático
provisional de Corea, cuando recrudecen las conspiraciones de las
fuerzas reaccionarias de toda laya, le incumbe una misión muy
importante al periódico, que puede considerarse columna vertebral de
los medios de expresión que actúan de ilustradores y propagandistas de
las masas populares. El periódico debe ser, necesariamente, la
vanguardia de la época, el organizador de la auténtica opinión pública.
Su misión primordial debe ser despertarse cuando aún las masas están
dormidas y tocar a rebato anunciando la aurora antes de clarear el cielo
oriental. Por eso, el periódico ha de tener gran sensibilidad, ser capaz
de captar rápidamente las demandas de la época convirtiéndose en ojos
y oídos de la sociedad.
El que yo atribuya gran significado al periódico y espere de él
vigorosas actividades, se debe precisamente al carácter progresista que
emana de esta misión suya.
Me congratulo cordialmente de que ahora, cuando se requiere con
apremio elevar más el papel del periódico en favor de la construcción
de un Estado democrático progresista el periódico Phyongbuk Sinbo
abra una sucursal general en la provincia de Phyong-an del Sur a fin de
cumplir con su misión de vanguardia de la época, de organizador de la
verdadera opinión pública, reportando pronto y correctamente a las
masas populares las medidas democráticas de nuestro Poder popular y
la marcha dinámica de la construcción estatal en Pyongyang, centro de
Corea del Norte.
Espero que esta sucursal general haga en adelante un activo aporte
a la construcción del país cumpliendo su importante misión mediante
el despliegue de enérgicas y audaces actividades.
183
¡QUE SEAN MAGNÍFICOS CUADROS
POLÍTICO-MILITARES!
Compañeros:
Presente hoy en el importante acto de fin de estudios de la primera
promoción de la Escuela de Pyongyang quiero felicitar calurosamente
a todos los graduados que dejan esta Escuela.
Permítanme asimismo expresar mi agradecimiento a los profesores
y empleados que les han enseñado y orientado con abnegación.
Los compañeros que hoy se gradúan en la Escuela de Pyongyang
son los primeros que han recibido en nuestro país educación
político-militar después de su liberación. Por tanto, ustedes
desempeñarán en el porvenir un gran papel en la construcción de una
nueva Corea democrática y en la organización de las fuerzas armadas
populares revolucionarias.
Hoy quisiera hablarles a ustedes, los graduados de la Escuela, de
algunos problemas.
Nuestro ejército, organizado como fuerzas armadas del pueblo con
los hijos e hijas de obreros y campesinos emancipados y heredero de la
tradición revolucionaria de la Guerrilla Antijaponesa, tiene por misión
defender la patria y el pueblo de la agresión del imperialismo
extranjero, así como luchar por la reunificación de la patria y la
184
construcción del Estado democrático, soberano e independiente.
Para convertirse en auténtico ejército del pueblo, nuestras fuerzas
armadas deberán mantener siempre estrechas relaciones con este,
amarlo y servir fielmente a sus intereses, tal como lo hizo la Guerrilla
Antijaponesa. Lo mismo que el pez no puede vivir fuera del agua,
tampoco el ejército del pueblo podrá vivir apartado de este. Una vez
integrados en las tropas, no deberán apartarse nunca del pueblo, al
contrario, deberán ligarse siempre íntimamente a él y realizar un buen
trabajo político entre las masas para agruparlas con solidez en torno al
Partido.
Nuestros comandantes y soldados son todos compañeros
revolucionarios que luchan juntos, por un mismo objetivo. Por
consiguiente, los jefes deben valorar y estimar a sus subordinados y
estos, por su parte, respetar a aquellos, logrando así una firme unidad
entre superiores e inferiores.
Ustedes seguirán estudiando con aplicación cuando ya estén
integrados en las unidades después de haber egresado de la Escuela.
Los conocimientos adquiridos en la Escuela no pasan de ser
elementales. Nunca se mostrarán jactanciosos y altaneros por haber
sido los primeros en adquirir conocimientos militares y políticos en la
Escuela. Basándose en los conocimientos aquí adquiridos, deberán
estudiar mucho más en el decurso del trabajo práctico ulterior. Si
tropiezan con una cosa difícil de entender en el trabajo en las unidades,
deberán consultarla en la Escuela o aprender constante y
modestamente de los antecesores revolucionarios y de los compañeros.
Ante todo deberán estudiar con afán la línea y la política de nuestro
Partido y profundizar en el marxismo-leninismo. Solo así llegarán a
conocer con precisión el camino a seguir, y luchar con confianza en la
victoria. La fuerza estriba en el saber. Sin teoría revolucionaria no hay
práctica revolucionaria y no necesitamos aquella separada de esta. Es
imprescindible combinar las dos cosas mencionadas.
Además, ustedes llevarán a buen término la lucha contra los
reaccionarios con voluntad revolucionaria férrea y ardiente odio al
enemigo de clase. Un enemigo en el seno de las filas es más peligroso
185
que cien enemigos fuera. Aumentarán ustedes la vigilancia
revolucionaria, en cualquier momento y dondequiera que trabajen,
para impedir que se infiltre un solo elemento extraño en nuestras filas.
Es posible que los traidores a la nación y elementos negativos se hallen
todavía encubiertos en las organizaciones del Partido, en los
organismos del Poder popular y en las agrupaciones sociales de
ciertas localidades, razón por la cual ustedes se pondrán con audacia al
frente de la lucha para descubrirlos y liquidarlos.
Es preciso conquistar a las grandes masas para salir victoriosos en
la lucha revolucionaria. Cuantas más personas nos ganemos, aunque
solo sea una más, tanta más fuerza cobraremos. Penetrando
profundamente en las masas, deberán ustedes explicar y propagar con
paciencia entre ellas la línea y la política del Partido, ayudándolas en su
trabajo; y confiando en ellas y mancomunando las fuerzas con las
suyas acabarán con todos los reaccionarios que obstruyen nuestra labor
de construcción de la nueva Corea.
Se necesita intensificar más la disciplina militar. La disciplina es la
vida del ejército. Un ejército sin disciplina equivale a la soldadesca
incapaz de vencer en la guerra. La disciplina de nuestro ejército
revolucionario es voluntaria. Lo más importante en la intensificación
de la disciplina militar es que los oficiales den ejemplo.
Comportándose impecablemente en la vida disciplinaria, los oficiales
implantarán una férrea disciplina en el seno del ejército.
Los militares se ven obligados a respetar los recursos del Estado y
las armas, y estar versados en su manejo. Para ellos el arma es tan
preciosa como la propia vida. Por ello, deben siempre valorarla y
cuidarla como la niña de sus ojos. En especial, tienen que ser tiradores
de alta precisión, tiradores infalibles.
Los militares participarán fielmente en la vida orgánica e
intensificarán la crítica y la autocrítica. Combatirán siempre sin cuartel
cualquier manifestación negativa que observen en el trabajo y en la
vida, procurarán autocriticar francamente su error. Si todos ustedes se
comportan así, nuestro trabajo progresará mucho.
Hay que elevar más el papel de los profesores. Ellos tendrán que
186
seguir empeñándose, ante todo, en mejorar la calidad de las lecciones y
educación. Solo cuando estas se realicen a un buen nivel, la Escuela
podrá formar excelentes cuadros político-militares. A los profesores
incumbe la tarea de pertrecharse cabalmente con la política de nuestro
Partido y la ideología revolucionaria del marxismo-leninismo, estar
versados en la asignatura encargada y asimilar sin cesar los métodos
de enseñanza avanzados. Así es posible elevar aún más la calidad de
las lecciones y educación.
Tengo plena confianza en que ustedes, que hoy acaban de
graduarse en esta Escuela, responderán sin lugar a dudas a las
esperanzas que les han depositado la patria y el pueblo, y les deseo los
mayores éxitos en su futuro trabajo.
187
A LOS COMPATRIOTAS COREANOS
CON MOTIVO DEL PRIMERO
DE MAYO
Compatriotas:
El Primero de Mayo es la fiesta de la clase obrera del mundo
entero. Es la fecha que conmemora la lucha unida de la clase obrera
de todo el mundo para librarse de la opresión, la vejación y el hambre.
En el plano internacional, el Primero de Mayo empezó a celebrarse
en 1890. Ese día, los obreros de muchos países capitalistas se rebelaron
en manifestaciones. Pero, las reprimieron cruelmente los capitalistas.
Especialmente, en ciudades como Viena, Berlín, París y Roma
movilizaron el ejército y la policía para aplastar las marchas de los
obreros y, en varios países, gran número de ellos fue detenido y
encarcelado. Con todo, los capitalistas no pudieron aplastar esa lucha
del Primero de Mayo de la clase obrera con ningún medio represivo.
Desde entonces, se ha celebrado anualmente con más solemnidad ese
día como la fiesta en que se manifiestan las fuerzas revolucionarias de
la clase obrera del mundo entero.
Y ¿qué ocurrió en Corea? El movimiento obrero coreano, que inició
un rápido crecimiento desde el Levantamiento Popular del 1 de Marzo
de 1919, demostró su poderío al mundo con motivo de la huelga
188
general de los obreros portuarios de Pusan en 1921. En 1923 la clase
obrera de nuestro país se dispuso a celebrar como su fiesta el Primero
de Mayo, pero fue brutalmente reprimida por los imperialistas
japoneses, y también en 1924 organizó el acto conmemorativo del
mismo, pero fue disuelto en su plena celebración por la acción
represiva de los polizontes del imperialismo japonés, y prohibida la
marcha planeada. Más tarde, la clase obrera coreana luchó cada año
con bríos por celebrar el Primero de Mayo, pero debido a la feroz
represión y la bárbara política despótica del imperialismo japonés
hasta hoy nunca ha podido realizar debidamente la concentración o
manifestación multitudinaria en el interior del país para conmemorar el
Primero de Mayo. Con la liberación de Corea del dominio colonialista
del imperialismo japonés, el 15 de agosto de 1945, adquirimos por fin
la posibilidad de celebrar libremente este día.
Debemos saber que la celebración del Primero de Mayo antes y
después del 15 de Agosto tiene diferentes connotaciones. La
conmemoración de ese día antes del 15 de Agosto tenía significación
estratégica ya que era parte de la lucha que se libraba no solo para la
emancipación de la clase obrera, sino también para derrocar al
imperialismo japonés y liberar a toda la nación de su yugo mediante la
firme unión de campesinos, intelectuales, pequeñoburgueses, jóvenes,
estudiantes e incluso los capitalistas nacionales de conciencia patriótica
bajo la dirección de la clase obrera. En cambio, el significado de la
celebración del Primero de Mayo hoy, cuando el imperialismo japonés
ha sido derrocado, consiste en perseguir el objetivo de que todo el
pueblo coreano —obreros, campesinos, intelectuales, pequeñoburgueses,
capitalistas nacionales de conciencia patriótica—, se una y se levante al
unísono en la construcción del auténtico gobierno democrático
provisional de Corea, eliminando de raíz toda clase de elementos
projaponeses, traidores a la nación y fascistas que obstruyen esta causa.
Asimismo, debemos percibir la diferencia de significado que tiene
la celebración del Primero de Mayo en el Norte y el Sur de Corea.
En Corea del Norte ya se ha establecido el Comité Popular
Provisional, el poder de nuestro pueblo, sobre la base del frente unido
189
nacional democrático, integrado por partidos y organizaciones sociales
democráticos y, bajo su dirección, se ha dado cima a la tarea secular de
la reforma agraria. Para el pueblo norcoreano, el significado que tiene
la celebración del Primero de Mayo reside en liquidar las secuelas del
imperialismo japonés y del feudalismo, en fortalecer aún más el frente
unido nacional democrático y, al mismo tiempo, en eliminar a
Syngman Rhee y a otros projaponeses y traidores a la nación, uniendo
las fuerzas con las del frente nacional democrático surcoreano, así
como en luchar para establecer el verdadero gobierno democrático
provisional de Corea según la Plataforma de 20 Puntos ya publicada.
Bueno, ¿cómo deberíamos celebrar este Primero de Mayo, que
acogemos por primera vez después de la liberación?
Primero, todo el pueblo deberá desarrollar una enérgica lucha para
constituir el gobierno democrático provisional de Corea.
En este gobierno que se establezca en adelante, no se deberá incluir
jamás a Syngman Rhee y otros fascistas nacionales y traidores al país
que perturban la constitución del frente unido democrático de la nación
coreana, que se oponen a las resoluciones de la Conferencia de Moscú
de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países sobre el
problema coreano tergiversándolas como si propiciaran el “fideicomiso”,
que divulgan noticias falsas contra la Comisión Conjunta
Soviético-Norteamericana, ansiosos de verla frustrada, turbando el
ánimo de la población, que intentan desmantelar el campo democrático,
que tratan de atentar contra la vida de los altos dirigentes y que incitan a
destruir los establecimientos de producción y a prender fuego a las
fábricas. El pueblo entero dedicará todos sus esfuerzos a la creación del
gobierno democrático provisional sobre la base de la Plataforma de 20
Puntos, publicada por el Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Segundo, nuestra clase obrera reconstruirá lo antes posible las
instalaciones productivas que los imperialistas japoneses destruyeron
al huir derrotados.
La clase obrera de Corea ha venido desempeñando el papel de
vanguardia en la lucha de liberación nacional después del
Levantamiento Popular del 1 de Marzo y lo hace también después de la
190
liberación, en la tarea de construir la nueva patria. En la reforma
agraria, recién efectuada, los obreros se fueron voluntariamente al
campo, donde, uniéndose y colaborando con los campesinos,
culminaron victoriosamente esta magna tarea histórica. La reforma
agraria favorece los intereses no solo de los campesinos sino también
de la clase obrera y constituye el primer paso de la liberación completa
de nuestra clase obrera.
Los obreros deben multiplicar considerablemente sus esfuerzos,
respecto al período anterior al 15 de Agosto, superando todas las
dificultades para rehabilitar las instalaciones productivas arrasadas,
fomentar y desarrollar nuestra economía que se halla en estado de
estancamiento y deben ser ejemplares, todos ellos, en la edificación del
país.
Tercero, los campesinos lucharán también en adelante, como
hicieron antaño, en firme alianza con la clase obrera y se esforzarán por
aumentar la producción agrícola.
Es necesario tener en cuenta que la reforma agraria efectuada hace
poco fue posible no solo gracias al esfuerzo del campesinado, sino
también a la extraordinaria cooperación de la clase obrera. Su
cumplimiento victorioso, siendo como es un hecho promisorio en
cuanto al desarrollo vertiginoso de nuestro país, no solo es el orgullo
del campesinado coreano, lo es también de toda la nación coreana.
Sin embargo, no debemos solo sentirnos satisfechos con la reforma
agraria, sino cultivar bien la tierra para hacer efectivo el significado de
esa reforma y hacer aún más brillante su victoria. El campesinado
deberá sembrar a tiempo buenas semillas, sin dejar ni una pulgada de
tierra en barbecho, para incrementar con rapidez la producción
agrícola. Desde el día de hoy, en que festejamos el Primero de Mayo,
los campesinos procurarán que en el campo no haya ningún holgazán
que coma el pan del ocio, ni una pulgada de tierra abandonada, lo que
significa, a mi parecer, celebrar solemnemente esta fiesta.
Cuarto, todo el pueblo se alzará en movilización general para la
construcción del país.
La nueva Corea democrática no se puede construir solo con el
191
esfuerzo de los obreros y los campesinos. Se lo podrá alcanzar solo
cuando el pueblo entero se una y vuelque toda su fuerza. De ahí que no
solo los obreros y campesinos sino también los intelectuales,
pequeñoburgueses y capitalistas nacionales con conciencia patriótica,
en fin, todo el pueblo debe agruparse más compactamente aún,
aportando cada cual a la labor de construcción del país lo que pueda:
trabajo, conocimientos, técnica o dinero.
Quinto, con motivo del Primero de Mayo debemos esforzarnos para
unirnos con la clase obrera del mundo entero, construir lo antes posible
un Estado plenamente soberano e independiente y desempeñar
cabalmente el papel que corresponde a cada miembro del frente
democrático internacional en aras de la paz y la seguridad del mundo.
Compatriotas:
La construcción de la nueva Corea democrática depende únicamente
del establecimiento de un gobierno democrático provisional de Corea.
Tendremos que extirpar el veneno vertido durante los 36 años pasados
por el imperialismo japonés y los vestigios del feudalismo y constituir el
gobierno provisional sobre la base del auténtico frente unido nacional
democrático. Se nos plantea la tarea de oponernos categóricamente a la
camarilla de Syngman Rhee que, afectada en sus intereses particulares y
en su ambición de poder, no piensa en la independencia total del país y
en el bien de la nación coreana, pisotea el espíritu democrático, tratando
de formar un poder despótico, burocrático y feudal.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte ya ha hecho
pública la Plataforma de 20 Puntos, que será el fundamento para el
establecimiento del gobierno provisional de Corea. Con motivo del
Primero de Mayo, juramos ante los compatriotas que seguiremos en
esta dirección hasta el fin, y llamamos a todo el pueblo a luchar
enérgicamente por la materialización de la Plataforma de 20 Puntos.
¡Viva la constitución del gobierno unificado democrático de Corea!
¡Viva el frente unido nacional democrático del pueblo coreano!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte!
¡Viva la unidad de las masas trabajadoras democráticas del mundo
entero!
192
A LOS QUERIDOS NIÑOS
DE LA NUEVA COREA
193
Los niños son el tesoro de nuestro país. El futuro de Corea
pertenece a nuestros niños. Ellos, un nuevo tipo de niños del nuevo
Estado, que se encargarán del porvenir de nuestro país, tienen que
estudiar y trabajar con entusiasmo, gozar de un recreo agradable y
crecer lozanos.
Queridos niños todos de la nueva Corea:
¡Forjaos como niños lozanos del nuevo país!
¡Adelante todos con ánimo en la lucha para acabar con los
projaponeses y los traidores a la nación!
¡Acabad con las consecuencias de la enseñanza de esclavitud
dejada por el imperialismo japonés y recibid activamente la educación
que os da la nueva Corea!
¡Que los niños de la nueva Corea sean aplicados en el estudio,
trabajen con ahínco, forjen un cuerpo sano y mente sana, sean fuertes y
audaces, buenas personas con infinito amor al país!
¡Respetad todos a los auténticos trabajadores del país y aprended de
ellos!
¡Esforzaos por ser buenos amigos de vuestros coetáneos del mundo
y por hacer un mundo radiante!
¡Proclamemos en alto vivas a nuestro maravilloso y gran país, a la
nueva Corea!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte!
194
SOBRE LAS TAREAS ULTERIORES
DE LA UNIÓN DE MUJERES
195
La inhumana opresión y explotación, así como las insoportables
vejaciones consumadas por los fascistas del imperialismo japonés contra
su personalidad fueron la causa de que incontables mujeres coreanas
perdieran sus mejores años juveniles y su vida.
Para llegar a la completa emancipación social de las mujeres y
garantizarles iguales derechos que al hombre, es preciso eliminar
totalmente las secuelas del imperialismo japonés y las costumbres
feudales y construir una verdadera sociedad democrática. La liberación
social de las mujeres y la igualdad de derechos para el hombre y la
mujer son partes de la revolución democrática, antimperialista y
antifeudal, vinculadas posteriormente al cumplimiento de las tareas
que plantea la etapa superior de la revolución.
Los comunistas coreanos, en particular, las guerrilleras
antijaponesas, lucharon con las armas en la mano por la libertad y la
independencia de la patria, por la emancipación de la mujer coreana y
la igualdad de derechos para el hombre y la mujer, y crearon en esta
lucha un magnífico ejemplo del movimiento liberador femenino. En la
Guerrilla Antijaponesa las mujeres gozaban de la completa igualdad
que los hombres y cumplían misiones revolucionarias acordes con su
capacidad y talento.
Las mujeres norcoreanas, liberadas ya del yugo colonialista del
imperialismo japonés, disfrutan hoy de los mismos derechos que los
hombres en la vida social y política. Cuando se llevó a cabo la reforma
agraria, nuestras campesinas participaron en la distribución de las
tierras con los mismos derechos que el hombre, llegando a ser también
dueñas de estas tierras como los demás campesinos. Además, muchas
mujeres ejercen cargos en el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte y en otros organismos del Poder popular a todos los niveles.
Veamos el caso de ustedes, cuadros de la Unión de Mujeres.
¿Hubiesen podido en otro tiempo realizar un viaje de centenares de
kilómetros para poder asistir a una conferencia como esta? Seguro que
sus padres o sus suegros y hasta sus maridos no lo hubiesen consentido.
Hoy día, en cambio, no solo son las propias mujeres quienes
consideran como vergonzoso encerrarse en casa igual que antes, sino
196
que también a sus suegros y maridos no les agrada ver a sus nueras o
esposas marginadas de la vida social. Esto demuestra que en el proceso
de la revolución democrática se producen grandes cambios en la vida
ideológica de la gente.
Así, pues, la Primera Conferencia de la Unión de Mujeres se
celebrará en circunstancias de un cambio radical en la situación de
nuestras mujeres.
La Conferencia debe abordar un orden del día concreto, debatir
ampliamente los problemas que merezcan atención para la labor de la
Unión de Mujeres y adoptar las resoluciones convenientes, para la
construcción de la patria democrática. En particular, se debería
procurar que intervinieran en ella el mayor número de representantes,
basándose en los principios democráticos. Los éxitos de la Conferencia
dependerán principalmente del papel que desempeñen las militantes
del Partido aquí reunidas. Ustedes deben hacer todo lo posible para la
exitosa marcha de la Primera Conferencia.
Ahora paso a referirme a ciertas cuestiones que la Unión de
Mujeres deberá tener en cuenta en su futura labor.
197
sus creencias religiosas y su posesión de bienes, a excepción de la ínfima
minoría de projaponesas, traidoras a la nación y otras reaccionarias, y
aglutinarlas en torno a nuestro Partido y al Poder popular.
Tenemos que hacer de las organizaciones de la Unión de Mujeres
ya constituidas unas poderosas organizaciones centralizadas, reactivar
la vida orgánica de sus integrantes y convertir la Unión de Mujeres en
una organización democrática de masas más fuerte. Pese a muchos
éxitos en su actividad anterior, la Unión de Mujeres tuvo no pocos
fallos debido a su corta historia y la inexperiencia de sus activistas.
Para llegar a ser una poderosa organización de masas la Unión de
Mujeres debe, ante todo, desplegar su actividad principal entre las
mujeres trabajadoras. No obstante, ahora se manifiesta en muchos casos
la tendencia a enfocar su trabajo organizativo en ciudades y calles como
las cabeceras provinciales, distritales y de cantón. Por supuesto que es
necesario también aglutinar en las agrupaciones de esta Unión a todas
las amas de casa y educarlas por cauces organizativos; pero no basta con
esto. Ustedes comprenderán claramente que importa mucho intensificar
esta labor organizativa entre las mujeres trabajadoras, que en nuestro
país odian implacablemente al caduco sistema social y muestran
entusiasmo por la construcción de una Corea nueva y democrática, pues
han venido sufriendo la más cruel opresión y explotación en el período
de ocupación del imperialismo japonés. Por esta razón, cuando las
organizaciones de la Unión de Mujeres arraiguen fuertemente entre las
mujeres trabajadoras, se desarrollarán y se fortalecerán más como
agrupaciones de masas.
Los cuadros de la Unión de Mujeres que son militantes del Partido,
deben dirigirse directamente a las fábricas y los campos y tomar en sus
manos la labor para con las mujeres trabajadoras. Ahora, las
campesinas y obreras esperan que ustedes las enseñen y dirijan en el
propio lugar. El objetivo de su trabajo se encuentra precisamente en las
fábricas y los campos. Pero, como militantes del Partido que son,
deben no solo enseñar y dirigir a las mujeres trabajadoras de allí, sino
también aprender mucho de ellas.
La Primera Conferencia de la Unión de Mujeres debe examinar
198
como el punto más importante del orden del día esa labor para con las
mujeres trabajadoras y luego tomar las medidas concretas al respecto.
199
ocupación del imperialismo nipón, tales como el gobierno general, las
prefecturas provinciales, distritales y de cantón, eran aparatos de la
dominación colonialista japonesa que oprimían y explotaban al pueblo
coreano y representaban los intereses de ese imperialismo, de los
lacayos projaponeses, de los terratenientes y capitalistas. Pero, el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte y los comités
populares a todos los niveles son organismos genuinos del Poder
popular, que protegen la vida y los bienes del pueblo. Nuestro Poder
popular tiene como misión la de barrer todas las caducas
supervivencias y costumbres perniciosas, dejadas por el imperialismo
japonés y el feudalismo, darle a la mujer los mismos derechos que al
hombre y cumplir debidamente las tareas de la revolución democrática.
Por eso, debemos fortalecer la educación entre las mujeres, para que
estas apoyen activamente al Poder popular y cumplan cabalmente sus
leyes y resoluciones.
Tiene una importancia particular la educación dirigida a lograr que
todas las mujeres tomen parte activa en la lucha contra los complots
que urden los enemigos para destruir el Poder popular. Actualmente,
Syngman Rhee y otros lacayos proyanquis y projaponeses, traidores a
la nación, instigados por el imperialismo estadounidense, organizan
abiertamente la subversión contra Corea del Norte. Lo que más temen
ellos es que se haya realizado la reforma agraria en Corea del Norte y
que todo nuestro pueblo se aglutine monolíticamente en torno al Poder
popular. Esto les desespera y les empuja a emplear los métodos más
aviesos y solapados para destruir nuestro Poder popular. En esta
situación, ustedes tienen que elevar la visión política y el nivel de
conciencia de nuestras mujeres, para que puedan descubrir y frustrar a
tiempo las maniobras subversivas de los enemigos.
Las organizaciones de la Unión de Mujeres deben intensificar la
labor de propaganda y educación, sobre todo, entre las obreras.
Prácticamente hasta la fecha no han trabajado bien en este sentido. En
el futuro, los cuadros de la Unión de Mujeres, miembros del Partido,
deben dirigirse a las fábricas y educar persistentemente a las obreras,
explicándoles sucesos de la actualidad e instruyéndolas por medio de
200
cursos políticos. Como se ha comprobado también en la reciente
manifestación del Primero de Mayo, es muy alto el ánimo de las
obreras. Las organizaciones de la Unión de Mujeres estarán en
condiciones de elevar mucho más el entusiasmo de estas obreras por la
construcción del país, si le prestan más atención a la labor de
propaganda y educación entre ellas. Como quiera que las obreras
trabajen generalmente concentradas en centros de producción, se
podría realizar en forma planificada esta labor educativa en los
intervalos del trabajo o después de terminado este.
Además, las organizaciones de la Unión de Mujeres deben dar mayor
impulso a la labor de ilustración, dirigida a terminar con la superstición
y las viejas costumbres que todavía subsisten entre las mujeres.
Hay mujeres que creen aún en las deidades. Cuando caen enfermos
sus niños o los maridos, recurren a los exorcistas o adivinos en vez de
llamar al médico. Estos fenómenos se dan con más frecuencia entre las
campesinas. Las organizaciones de la Unión de Mujeres deben
promover con energía la labor de ilustración entre las mujeres para
extirpar cuanto antes estas manifestaciones del atraso.
Entre algunas amas de casa todavía se manifiestan en grado
considerable los efectos nocivos de la educación de esclavitud colonial
y los remanentes del modo de vida de los imperialistas japoneses. Pues,
hablan el japonés delante de sus hijos y viven al modo impuesto en su
tiempo por los imperialistas japoneses. Es un fenómeno que se observa
más acusadamente entre las amas de casa de la ciudad, y esto ejerce
influencias negativas sobre los integrantes de nuevas generaciones.
Nuestro país tuvo muchos famosos generales y hombres de ciencia
patrióticos y todos ellos fueron educados por sus excelentes madres.
Las madres desempeñan en la educación de los hijos un papel
importantísimo.
Nuestros niños son los futuros pilares y los protagonistas de la
nueva Corea. Solo si se les da una buena formación y se los convierta
en hombres amantes de su país, que posean conocimientos y se
comporten con dignidad, podrá prosperar nuestro país. Debemos
fortalecer la labor educativa entre las mujeres para que eliminen
201
las viejas costumbres y eduquen bien a sus hijos.
Igualmente, es preciso mejorar la educación entre las mujeres para
seguir desarrollando los bellos rasgos morales propios de la mujer
coreana.
Aparte de esto, la Unión de Mujeres debe llevar a cabo
ampliamente la campaña de alfabetización entre las mujeres.
En el pasado bajo la dominación colonialista del imperialismo
japonés, ni los hombres podían estudiar debidamente; excusado es
decir que el estudio para las mujeres era imposible de todo punto. Sin
instruirse no podrán las mujeres participar eficazmente en la
construcción del país ni lograr su emancipación social completa. Hoy,
a diferencia de los tiempos pasados, están en condiciones de trabajar y
estudiar cuanto quieran. La Unión de Mujeres tiene que impulsar con
energía la campaña de alfabetización para que la mujer pueda trabajar
más y mejor.
3. SOBRE LA ORGANIZACIÓN Y
MOVILIZACIÓN ACTIVA DE LAS MUJERES
EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS
202
que componen la mitad de la población de nuestro país, a participar en
esta tarea, tiene un significado muy importante.
Lo más urgente ahora en la construcción estatal es consolidar los
éxitos de la reforma agraria. Debemos aumentar ante todo la
producción agrícola, demostrando así la superioridad del nuevo
sistema de posesión de tierras, en el que no existen terratenientes y los
campesinos son dueños de la tierra. Para esto, las campesinas, que
constituyen la mitad de la población rural, deben participar con mayor
entusiasmo que nadie en la producción agrícola. Esto es una condición
importante, no solo para colocar a las mujeres en la misma situación
que los hombres en el plano económico, sino también para mejorar su
situación política.
Hoy, la participación de las campesinas en la producción agrícola
no es un trabajo forzado en provecho del imperialismo japonés y los
terratenientes como era antes, sino es una lucha para fortalecer,
enriquecer y desarrollar el país y elevar su propio nivel de vida. La
Unión de Mujeres debe explicar detalladamente estas cosas a las
mujeres del campo, con palabras sencillas, para que tomen parte activa
en la producción agrícola, con una actitud completamente distinta a la
del pasado. De este modo debe lograr que siembren toda la tierra sin
dejar ni una parcela libre, cuiden bien los cultivos para recoger
abundantes cosechas.
Lo que importa, además, es hacer que las obreras participen
activamente en la construcción del país.
Como señalé sucintamente arriba, la situación de las obreras
coreanas durante el período del imperialismo japonés era
incomparablemente peor que la de las obreras de otros países. Por eso,
las obreras coreanas lucharon valientemente contra la opresión y
explotación colonialista del imperialismo nipón. La lucha huelguística
de las obreras de la Fábrica de Goma de Pyongyang y de otras fábricas
son páginas brillantes en la historia del movimiento obrero de nuestro
país.
Tras la derrota de los imperialistas japoneses, sus fábricas y
empresas pasaron a manos de nuestro pueblo. Ahora quedan todavía
203
algunas bajo la administración privada, pero la mayoría de ellas
pertenecen a todo el pueblo. Como resultado de ello, cambiaron
radicalmente el carácter del trabajo y la situación de las obreras.
En otros tiempos, el trabajo estaba considerado como lo más
despreciable, mientras que la explotación del trabajo ajeno y el ocio se
consideraban cosa sagrada. Este concepto es erróneo y fue engendrado
por las clases explotadoras. Con el Poder popular el trabajo es
verdaderamente una cuestión sagrada y honrosa. Cuanto más trabajen
nuestros obreros tanto más bienes crearán para el país y, como
consecuencia, tanto más se elevará su nivel de vida. Pese a existir en
nuestro país un pequeño número de empresarios individuales, bajo el
Poder popular no pueden explotar a su antojo a los obreros como en el
período de la dominación colonialista del imperialismo japonés.
Nuestras obreras hoy trabajan en las mismas fábricas donde
trabajaban como esclavas durante la dominación del imperialismo
japonés, pero ya no como entonces, asalariadas, oprimidas y
explotadas, sino que ahora son las dueñas y honrosas protagonistas de
la construcción de su país.
La Unión de Mujeres debe explicar bien sobre esta realidad a las
obreras, invitándolas a participar activamente, con una actitud nueva
ante el trabajo, en la construcción del país. Ustedes, como cuadros de la
Unión de Mujeres y militantes del Partido, tienen que ser las primeras
en penetrar profundamente entre las obreras, animarlas y estimularlas a
trabajar con entusiasmo para construir un país próspero y poderoso. Y
conseguir también que aprendan afanosamente la técnica y laboren
más y muchas de ellas se hagan heroínas del trabajo.
La Unión de Mujeres debe prestar también minuciosa atención a las
condiciones en que trabajan y viven diariamente las mujeres y resolver
a tiempo sus necesidades.
Pienso que entre ustedes se encuentran compañeras que fueron
obreras en el tiempo de la dominación del imperialismo japonés.
¿Cómo era su situación entonces? Para nuestras obreras el matrimonio
era cosa de temeridad y tener hijos, peor aún. Los capitalistas
japoneses explotaban cuanto podían a las solteras, pero cuando se
204
casaban las despedían del trabajo, porque consideraban que en cuanto
fueran madres iban a rendir menos. ¿Puede haber mayor perversidad?
A la mujer no solo debemos darle iguales derechos que al hombre,
tanto en lo político como en lo económico, sino también cuidarla con
afecto, porque es más débil físicamente que el hombre y porque
además cumple obligaciones de madre. Es justo, pues, que se le den
vacaciones antes y después del parto y que se le paguen los salarios
íntegros en este período.
En el futuro, nuestro Poder popular promulgará una ley, que dará a
la mujer los mismos derechos que al hombre en todas las vertientes del
trabajo y la vida social. Pero, estos derechos no podrán concedérsele
como regalo, sino que para gozarlos las mismas mujeres tendrán que
conseguirlos con su propio trabajo y lucha.
También, es preciso movilizar bien a las intelectuales en la
construcción del país.
Ustedes no deben observar con gafas para el sol a las mujeres que
recibieron instrucción en el período de la dominación del imperialismo
japonés. Las intelectuales de nuestro país formadas bajo esa dominación
fueron también objeto de humillaciones por la política de discriminación
nacional del imperialismo japonés y no ejercían ni mucho menos los
cargos acordes con sus conocimientos, sino que trabajaban en
ocupaciones humildes como la de ordenanzas. Por eso, odiaban también
ellas al imperialismo nipón y anhelaban ver a la patria liberada.
Nuestras intelectuales pueden prestar buenos servicios a la labor de
alfabetizar e ilustrar a las mujeres de la ciudad y el campo, y ocuparse
de la enseñanza, la cultura, la salud pública y otras actividades diversas.
Algunas intelectuales progresistas iniciaron ya su labor integrándose a la
sociedad. Sin embargo, todavía existen muchas que vacilan y no se
deciden a participar en las tareas del Estado. Las organizaciones de la
Unión de Mujeres deben fortalecer el trabajo político entre las
intelectuales para que tomen parte activa en las actividades sociales.
Otra cuestión importante es la aportación de las mujeres sin trabajo
y las amas de casa a la construcción estatal. Hoy, cuando todo el
pueblo es dueño del país, ellas no pueden quedar al margen de estas
205
tareas del país por el hecho de serlo; elevar su papel no es menos
esencial que aumentar el de las campesinas y obreras.
Como en tiempos pasados nuestras mujeres coreanas no tenían
posibilidades de participar en las tareas del Estado ni en actividades
políticas, hoy todavía se siguen observando entre bastantes amas de
casa tendencias erróneas en este sentido, o sea, piensan que los asuntos
del Estado son solo cosas de los hombres y que a ellas les bastan
cocinar y lavar en el marco familiar y cuidar a los hijos. Desde luego, la
mujer tiene que ocuparse de las cuestiones del hogar, pero esto no debe
ser un pretexto para quedar marginada de las tareas estatales, porque
entonces no podrá disfrutar de los mismos derechos que el hombre.
La Unión de Mujeres debe organizar y movilizar eficazmente a las
tareas del Estado la población femenina sin trabajo y las amas de casa.
Mediante la intensificación de la lucha contra los atavismos del pasado,
en particular contra la costumbre feudal de tener la mujer encerrada en
la vivienda, hay que conseguir que todas estas mujeres, además de
ayudar a sus maridos en la obra de la construcción del país, educar bien
a los hijos y atender esmeradamente a los quehaceres domésticos,
presten una ayuda laboral directa también a esta empresa estatal.
Para incorporar en masa las mujeres a las tareas sociales es preciso
tomar medidas para la educación de los niños, a expensas de la
sociedad. Los niños que van a la escuela no constituyen gran dificultad
para que las mujeres se dediquen a las actividades sociales. Los que
pueden ser un problema son los niños de edad preescolar. Cuando la
situación del país se mejore, ya se darán los medios para cuidarlos en
casas cuna o en jardines de la infancia. Nuestro deseo es construir
ahora mismo buenos edificios para criar a los niños a expensas de la
sociedad, pero la situación actual no nos permite edificar de una vez
tantas casas cuna y jardines infantiles como nos hacen falta. Además
de esta dificultad económica necesitamos también personal capacitado
para dichas instituciones.
Sin embargo, esto no es una razón para permanecer inactivos hasta
que las condiciones maduren por sí solas. El Estado tomará por su
parte las medidas para resolver este problema, pero hace falta también
206
que la Unión de Mujeres estudie el modo de resolverlo con la
participación de las mujeres. Si la Unión de Mujeres consigue espacios
libres entre las viviendas tanto en la ciudad como en el campo y
moviliza a las madres que tengan experiencia en el cuido de muchos
niños, podrán abrirse casas cuna de pequeña dimensión. Incluso se
podrían instalar los jardines infantiles, si invitáramos a trabajar en esta
ocupación a las amas de casa que tengan cierto nivel de instrucción.
Es aconsejable que la Unión de Mujeres organice y administre un
buen número de casas cuna y jardines infantiles de dimensiones
reducidas. Con el tiempo se irá acumulando la experiencia necesaria y
construyendo, según las medidas del Estado, numerosas casas cuna y
jardines de la infancia en las fábricas y aldeas.
La próxima Conferencia debe discutir ampliamente estos
problemas y buscarles soluciones adecuadas.
Realizando con éxito las tareas mencionadas, las organizaciones de
la Unión de Mujeres conseguirán que la mujer norcoreana dé ejemplos
prácticos del movimiento de emancipación femenina a sus
compatriotas de Corea del Sur, que viven duramente oprimidas y
explotadas por la administración militar norteamericana.
Ustedes tienen que elevar continuamente su propio nivel político y
cultural en medio de la lucha por la construcción de una Corea nueva y
no escatimar esfuerzos para suprimir la línea divisoria del Paralelo 38,
para que las mujeres surcoreanas gocen también de la misma libertad y
los mismos derechos que tiene la mujer norcoreana.
En este momento todas las mujeres de Corea tienen fija su
atención en la Primera Conferencia de la Unión de Mujeres. A través
de esta Conferencia han de demostrar que la mujer coreana, vejada
socialmente en otro tiempo, logró aglutinarse en una fuerza
orgánicamente unida y, con el despertar político, participa en la
construcción del país, junto con los hombres.
Ustedes, conscientes del importantísimo papel que desempeñarán
en la Primera Conferencia de la Unión de Mujeres, tienen que hacer
mayores esfuerzos por su buena marcha, logrando así grandes éxitos.
207
POR EL DESARROLLO
DEMOCRÁTICO Y LA PLENA SOBERANÍA
E INDEPENDENCIA DE NUESTRO PAÍS
208
fuerzas feudales, y por prevenir que nuestro país vuelva a ser una
colonia de los saqueadores imperialistas.
El patriota pueblo coreano ha apoyado plenamente las resoluciones
de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores
de los Tres Países, resoluciones que prevén el desarrollo democrático y
la plena soberanía e independencia de nuestro país. Hemos venido
luchando sin desmayo para materializar estas resoluciones sobre el
problema de Corea estando seguros que todas ellas prevén establecer un
gobierno democrático provisional, partiendo del principio básico de
eliminar pronto las nefastas secuelas del prolongado dominio
colonialista del imperialismo japonés, de restaurar y fomentar la
economía y cultura nacionales en nuestro país, de desarrollar a este
como un Estado democrático, totalmente soberano e independiente.
Al iniciar la Comisión Conjunta Soviético-Norteamericana sus
labores el 20 de marzo pasado en el palacio Toksu de Seúl, todo el
pueblo coreano le deseó éxitos con la esperanza de que se establezca
un gobierno provisional que represente los intereses del pueblo
coreano y sea capaz de luchar por ellos, tal como estaba previsto en las
resoluciones de la mencionada Conferencia de Moscú.
Desde el mismo día de la sesión inaugural de la Comisión Conjunta
Soviético-Norteamericana, la delegación soviética ha venido
esforzándose invariablemente para crear el gobierno democrático
provisional de Corea, basándose en las mencionadas resoluciones. Sin
embargo, la Comisión Conjunta entró en receso indefinido debido a la
actitud deshonesta de la delegación norteamericana, que no deseaba el
desarrollo democrático de Corea, y a las maquinaciones reaccionarias
de la terca y absurda camarilla de Syngman Rhee.
Queridos compatriotas:
¿Quiénes hicieron fracasar esta reunión? ¿Quiénes son los
culpables del fracaso de esta reunión? Sin duda alguna la reacción de
Estados Unidos y la camarilla de Syngman Rhee. A la camarilla
reaccionaria de Syngman Rhee, que solo piensa ávidamente en el
poder y en sus intereses personales, no le importan en absoluto la
nación y el país. La actitud del bandido Syngman Rhee, cabecilla de
209
una horda de asesinos, es la conducta del vendepatria que entorpece
el desarrollo democrático de nuestro país y trata de vender todos los
intereses de la nación coreana a los imperialistas; es la conducta del
traidor, nunca perdonable, que quiere que nuestra nación sea esclava
para siempre de los imperialistas extranjeros.
Los “caballeros” norteamericanos, que amparándose en el rótulo
de “paz” fingían luchar por la “justicia”, han emprendido ahora el
camino de la agresión abierta a nuestro país, arrojando la máscara y
violando flagrantemente el acuerdo internacional concluido entre los
países aliados.
Los norteamericanos, que se autodenominan “defensores de la
democracia” en Corea, han establecido, de hecho, un régimen de
gobernador general norteamericano bajo el título de administración
militar, en sustitución del régimen de gobierno general japonés. Han
reunido a los elementos projaponeses y traidores a la nación, lacayos
de los imperialistas japoneses de la época en que estos asesinaban a
coreanos, los oprimían y explotaban como esclavos, y los han
promovido como consejeros de su gobernador general, teniente
general Hodge, o como servidores en los órganos locales de la
administración militar, implantando de esta manera una política
represiva más brutal que durante el dominio del imperialismo japonés.
Mandan a terroristas a perpetrar a la luz del día atrocidades crueles
asesinando a diestro y siniestro a nuestros compatriotas.
En la última sesión de la Comisión Conjunta Soviético-
Norteamericana, la delegación norteamericana insistió en consultar con
los reaccionarios encabezados por el traidor Syngman Rhee sobre la
formación del gobierno provisional, negándose a debatir la cuestión con
representantes de sindicatos obreros, asociaciones campesinas, unión de
mujeres y unión de la juventud, organizaciones en las que están
integrados todos los sectores y capas del pueblo coreano. El propósito
que perseguía no era establecer en Corea un poder democrático sino un
poder reaccionario y títere, subyugado y antipopular, que fuera, de hecho,
una mera prolongación de la administración militar norteamericana.
Por esta razón, la delegación soviética, auténtica defensora de los
210
intereses del pueblo coreano, no podía permitir esta vil actitud de la
parte norteamericana.
El traidor Syngman Rhee había vendido ya hace mucho tiempo la
concesión económica de Corea a los capitalistas de Estados Unidos. A
fin de materializar el “acuerdo” vendepatria firmado entonces, los
capitalistas norteamericanos y su lacayo Syngman Rhee obstruyen a
ultranza la formación de un poder democrático, exigido unánimemente
por todo el pueblo coreano, y tratan de crear un régimen despótico,
antipopular y vendepatria, regido por un puñado de traidores a la nación
y elementos projaponeses. Tras la máscara de “democracia” tratan de
implantar en todas las regiones el caduco régimen de superintendentes
provinciales que rigió durante los 500 años de la dinastía feudal de Joson.
Cosa tan estúpida como querer imponer a los civilizados jóvenes
coreanos del siglo XX el sombrero que usaban en aquella época feudal.
El pueblo coreano de hoy no es el mismo de entonces ni tampoco
es esclavo colonial del imperialismo sino un pueblo liberado que
avanza y se desarrolla. Con sus manos creó el comité popular, su
poder, y lucha por la verdadera libertad y derechos democráticos.
Quien está contra el comité popular, está contra el pueblo coreano. El
pueblo patriota coreano, unido firmemente alrededor del comité
popular, despliega la lucha por consolidar su poder.
A fin de acelerar la formación del gobierno provisional democrático
coreano conforme a las resoluciones sobre Corea de la citada
Conferencia de Moscú, lanzo este llamamiento a todo el pueblo coreano:
Primero, apoyemos sin reservas las resoluciones sobre Corea de la
Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de
los Tres Países, reforcemos la unidad y la cohesión de todos los
partidos políticos y organizaciones sociales democráticos de nuestro
país con miras a crear lo más pronto posible un gobierno democrático
unificado, basado en el frente unido nacional democrático.
Segundo, condenemos categóricamente como enemigos de la
nación y liquidemos totalmente a la camarilla de Syngman Rhee, a su
esbirro Jo Man Sik y a otros reaccionarios que obstruyen el desarrollo
democrático del país y la independencia nacional y venden de nuevo a
211
Corea a los imperialistas. Sin eliminar a los traidores a la nación, a los
elementos projaponeses y otros reaccionarios no podremos construir
un Estado democrático, soberano e independiente.
Tercero, prestemos activo respaldo al comité popular y luchemos
tenazmente por ejecutar sus medidas. El comité popular es el órgano de
poder más progresista y democrático del pueblo coreano que
representa sus intereses y lucha por acelerar la construcción de una
Corea democrática. El comité popular ha luchado y está luchando para
dar la tierra a los campesinos, restaurar la industria, desarrollar la
cultura nacional, estabilizar la vida del pueblo y lograr la total
independencia de la nación.
Pueblo coreano entero, unámonos más sólidamente en torno al
comité popular. Emprendamos la marcha general hacia la democracia
bajo la dirección del comité popular.
Cuarto, reforcemos la amistad y la solidaridad con el pueblo
soviético y la unidad con el campo democrático internacional que
lucha por liquidar las secuelas del fascismo y por la paz mundial.
Quinto, divulguemos ampliamente la Plataforma de 20 Puntos,
promulgada por el Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
Esta Plataforma estipula la política fundamental para desarrollar de
manera democrática a nuestro país. Por eso, debemos explicar y
propagar dicha Plataforma entre las amplias masas populares para que
comprendan que nuestra nación podrá alcanzar la verdadera libertad e
independencia solo cuando se establezca un gobierno democrático
capaz de realizar esta Plataforma.
Sexto, hemos de rehabilitar y desarrollar pronto la industria y la
economía rural.
La aplicación de la reforma agraria, aspiración secular de los
campesinos, constituye un gran evento en la lucha del pueblo coreano
por la prosperidad nacional y el desarrollo democrático.
Para afianzar la victoria de la reforma agraria y desarrollar la
economía rural, debemos dedicar todas las fuerzas a la arada
primaveral, siembra y otras faenas para elevar la producción agrícola.
Solo elevándola prácticamente podremos consolidar la victoria de la
212
reforma agraria. De ahí que las masas campesinas deban empeñarse
abnegadamente en cumplir con éxito la siembra primaveral del
presente año y elevar aún más el rendimiento de las cosechas.
El desarrollo de la industria en nuestro país es una de las tareas más
importantes de la construcción de un Estado democrático e independiente.
Superando todas las dificultades debemos restablecer y poner pronto en
marcha fábricas y empresas, proteger los establecimientos industriales de
los atentados de la camarilla de Syngman Rhee.
Séptimo, todos los intelectuales de las esferas de la enseñanza,
cultura, arte y ciencia deben consagrar toda su inteligencia y talento a
acabar con los vestigios ideológicos del imperialismo japonés,
restaurar y fomentar la cultura nacional de Corea y edificar un Estado
democrático independiente.
Queridos compatriotas:
Nuestro pueblo coreano tiene dos opciones. Una de ellas lo llevará
al progreso, a la democracia y la formación de un Estado
completamente independiente; la otra lo arrastrará hacia el atraso, a la
antidemocracia y al destino colonial.
El pueblo coreano reclama progreso y democracia, libertad e
independencia. Todo el pueblo coreano patriótico, bajo la dirección
del comité popular y enarbolando la bandera del frente unido nacional
democrático, luchará más enérgicamente por el establecimiento del
gobierno provisional democrático de Corea.
Todo el pueblo coreano debe luchar contra el traidor Syngman
Rhee y sus lacayos que tratan de convertir de nuevo a nuestra nación
en esclava de los imperialistas.
¡Abajo los traidores a la nación y los reaccionarios que impiden la
construcción de una Corea democrática!
¡Viva el frente unido nacional democrático!
¡Apoyemos totalmente la resolución de la Conferencia de Moscú de
los Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países que garantiza
el desarrollo democrático y la libertad de Corea!
¡Viva el comité popular, auténtico organismo de Poder popular!
¡Viva Corea democrática y libre!
213
DISCURSO DE ESTÍMULO PRONUNCIADO
EN EL ACTO INAUGURAL DE LA OBRA
DE REGULACIÓN DEL CURSO
DEL RÍO POTHONG
21 de mayo de 1946
Queridos compatriotas:
Hoy, cuando todo el pueblo está empeñado en una lucha dinámica
por cumplir las tareas democráticas, iniciamos los trabajos de regulación
del curso del río Pothong, grandiosa obra para transformar la naturaleza.
Nuestro pueblo estuvo otrora sometido a una vida de esclavo bajo
la dominación colonialista del imperialismo japonés, pero ahora, como
pueblo emancipado, está efectuando la construcción democrática, bajo
la dirección del Poder popular. Después de la liberación se alzó a la
lucha por liquidar los residuos feudales y del imperialismo japonés y
edificar una nueva Corea democrática. En la actualidad, en Corea del
Norte el pueblo tiene el poder en sus manos, edifica una nueva vida
feliz y libra una enérgica batalla por implantar la democracia en todas
las esferas de la política, la economía y la cultura.
Ahora, tenemos planteada la tarea de formar cuanto antes un
gobierno unificado provisional y construir un Estado democrático,
soberano e independiente. Con miras a llevar a feliz término esta tarea
histórica, hemos convocado el pasado día 19 una concentración
multitudinaria y cientos de miles de manifestantes allí presentes han
expresado con ardor que se unirían sólidamente en el frente unido
nacional democrático. Hoy, después de aquel acto, venimos a esta
214
obra para proteger a Pyongyang de las inundaciones.
La regulación del curso del Pothong será la primera empresa en la
que los habitantes de Pyongyang podrán contribuir con su trabajo
patriótico a la construcción de la nueva Corea democrática, y una
magna empresa para transformar la naturaleza que por primera vez
realiza nuestro pueblo emancipado. Al terminarla con éxito, haremos
de ella la primera antorcha de transformación de la naturaleza
encaminada a edificar un Estado próspero y democrático, soberano e
independiente.
En el pasado, los imperialistas japoneses solo se ocupaban en
oprimir y explotar con saña a nuestro pueblo, sin prestar ninguna
atención a la protección de su vida y bienes contra los daños de las
inundaciones. Además, es imposible que pensaran en tales cosas.
Hoy, nuestro pueblo es dueño de su país. Y nosotros tenemos el
deber de construirlo mejor para proteger con más seguridad a nuestro
pueblo, ya dueño del país, y hacer que viva en la abundancia. Para
liberarnos lo más pronto posible del atraso y la miseria tenemos que
forjar nuestra felicidad con nuestras propias manos. La felicidad y el
bienestar no nos los regalará nadie. Debemos forjarlos con nuestras
manos y conquistarlos mediante la lucha.
Debemos iniciar la gran obra de transformar la naturaleza de
nuestro país. En primer lugar, hay que terminar cuanto antes el
proyecto de regulación del curso del Pothong para preservar
debidamente la capital democrática, Pyongyang, de los daños de las
inundaciones, proteger la vida y los bienes de sus ciudadanos y
convertir la cuenca del río en un lugar de recreo agradable y bello.
Desde luego, no es nada fácil realizar esta obra en un corto espacio
de tiempo. Nos falta personal técnico, alimentos y materiales
necesarios. De ahí que pueda haber muchas dificultades y
contratiempos durante su realización. Y aun así, no podemos
permanecer con los brazos cruzados hasta que tengamos condiciones
favorables. A toda costa debemos efectuar esta obra. Si todo el pueblo
se esfuerza tesoneramente aunando sus fuerzas, superará con seguridad
las dificultades que surjan en el curso de la obra.
215
El éxito en la construcción de la nueva Corea democrática depende
enteramente de los esfuerzos y del entusiasmo de nuestro pueblo. Los
extranjeros nunca nos construirán la patria. Solo cuando todo el pueblo
coreano se una sólidamente como un solo hombre y consagre por
entero su energía a la edificación del país, logrará vencer todas las
dificultades y vicisitudes y coronar con la victoria la construcción de
una nueva patria.
Aunque tengamos que apretarnos el cinturón, debemos realizar,
uno tras otro y con nuestras propias fuerzas, proyectos como el de
regulación del curso del Pothong. No podemos esperar que otros nos
hagan esta obra, debemos realizarla con nuestras propias manos y
vencer nosotros mismos todas las dificultades que se presenten. He
aquí la importante significación de esta obra.
Una vez terminada exitosamente la obra de regulación del curso
del Pothong, la ciudad de Pyongyang se verá protegida de los daños de
las inundaciones, sus habitantes gozarán de una vida estable y se
elevará la producción de cereales, mejorando, en la misma medida, la
vida del pueblo. Además, si realizamos esta obra con nuestras propias
fuerzas, revelaremos al mundo entero el poderío de nuestro pueblo,
unido en torno al Poder popular, y asestaremos un duro golpe a
Syngman Rhee y a los elementos reaccionarios.
Por eso, debemos impulsar activamente esta obra. Ahora, hay
quienes proponen terminarla en 3 años, pero este plazo es demasiado
largo. Hay que terminarla, a más tardar, antes de la estación de las
lluvias del año en curso. A pesar de ser una empresa difícil podrá
finalizarse con éxito para la temporada de lluvia si todos los habitantes
de Pyongyang se movilizan como un solo hombre.
Los ciudadanos de Pyongyang se movilizarán unánimemente y
librarán una lucha laboral dinámica y masiva para impulsar la obra de
regulación del curso del Pothong. Sudar mucho en esta obra será acto
digno y honroso en pro del país y del pueblo. Los capitalinos deben
acarrear más tierra, aunque sea una palada más, y trabajar con ahínco
para terminar con antelación la obra de levantar el dique, que será el
símbolo de su patriotismo.
216
Ciudadanos:
Pyongyang es la capital democrática de nuestro país. La hermosa
Pyongyang, ciudad de milenaria historia, es el centro político,
económico y cultural de la Corea democrática y fuente inagotable de
fuerzas democráticas. Los habitantes de Pyongyang desplegarán en
alto grado la abnegación patriótica y la iniciativa creadora para
acelerar la obra de regulación del curso del Pothong, construir de modo
magnífico la capital democrática de la nueva Corea, contribuyendo
activamente con ello a la edificación de un Estado democrático,
próspero y poderoso, soberano e independiente.
Estoy firmemente seguro de que todos los habitantes de
Pyongyang, sin excepción, sabrán superar cuantas dificultades
encuentren y desplegar su gran capacidad en esta obra patriótica de
transformación de la naturaleza a fin de construir de manera ejemplar
nuestra capital democrática.
217
LOS HOMBRES DEL SECTOR CULTURAL
DEBEN SER COMBATIENTES
DE ESTE FRENTE
Compañeros:
La principal fuerza motriz del desarrollo de nuestra sociedad la
constituyen los obreros, campesinos e intelectuales. Ustedes luchan
valientemente para transformar la vieja sociedad colonial y
semifeudal en una sociedad democrática avanzada y construir una
nueva Corea democrática.
Es muy grande la esperanza que deposita en ustedes el pueblo
coreano, y su misión en la construcción de una Corea democrática es
enorme.
Ustedes son combatientes que luchan en el frente cultural. Tienen
la responsabilidad de golpear con su voz y su pluma a las fuerzas
reaccionarias que tratan de hacer retroceder la sociedad coreana, así
como la responsabilidad de desarrollar la cultura nacional y educar a
las masas populares en el patriotismo y el espíritu democrático. El que
construyamos o no una nueva Corea democrática aniquilando a las
fuerzas reaccionarias depende grandemente de cómo luchen ustedes en
el frente cultural.
218
Nuestros intelectuales, que habían sido víctimas de la feroz
represión y el desprecio de los imperialistas japoneses, participan
enérgicamente en la construcción del país después de la liberación.
Después del 15 de Agosto hasta la fecha, los intelectuales coreanos
han hecho una gran contribución a la construcción del país. En Corea
del Norte las trasmisiones radiales se hacen en nuestro idioma y se
editan diversos libros de texto con nuestras letras. Se desarrollan con
vigor la propaganda y la educación democráticas entre las grandes
masas populares. Progresan rápidamente el teatro, la música y el cine
coreanos, y se enseña en amplia escala la historia de Corea. Las
fábricas, minas, centrales eléctricas y ferrocarriles los manejan por
entero los coreanos. En todas esas obras nuestros intelectuales han
tenido un papel muy importante.
Las hazañas de nuestros intelectuales no se limitan a esto. Ustedes
participaron y participan activamente en los trabajos para establecer el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, en la lucha por la
reforma agraria, en el apoyo a la Plataforma de 20 Puntos y en el
batallar contra las maquinaciones de la banda reaccionaria de Syngman
Rhee y de los imperialistas que tratan de colonizar de nuevo a nuestro
país. Esto es prueba de que los hombres del sector cultural en Corea
son dignos trabajadores que luchan por la democracia.
Así, la abrumadora mayoría de los hombres de la cultura en Corea
del Norte están firmemente agrupados en torno a nuestro Partido y al
Comité Popular y libran una lucha abnegada por la construcción de una
Corea democrática.
Pero, nuestras instituciones de cultura y propaganda adolecen
todavía de no pocas fallas en su trabajo.
Primero: nuestros propagandistas, trabajadores de la cultura y
artistas no penetran en las masas. Nuestros hombres del sector
cultural, por hallarse separados de las masas, todavía no conocen bien
sus sentimientos y necesidades. Por eso aprovecho esta oportunidad
para rogarles a ustedes que hagan contacto con las masas para poder
hablarles en un lenguaje comprensible para ellas y escribir trabajos que
ellas deseen. Hombres auténticos de la cultura, de las masas y de la
219
democracia serán aquellos que trabajen en favor de las masas,
empleen el lenguaje de las masas por conocer bien sus sentimientos,
escriban los libros que deseen las masas, y las enseñen a la vez que
aprenden de ellas.
Segundo: nuestros hombres de la cultura no saben librar una
batalla propagandística y cultural. En los momentos actuales la lucha
en Corea no es armada sino política, propagandística y cultural.
Debemos ganar esta lucha a toda costa. El sofisma es necesario para el
enemigo que recurre a la mentira, pero no para nosotros que
propagamos la verdad. Debemos esforzarnos por propagar y explicar
bien a las masas la justicia y la verdad, empleando en todo caso un
modo de hablar y escribir que comprenda el pueblo. Con firme
confianza en el triunfo indiscutible de la justicia y la verdad, tienen
ustedes que hacer todos sus esfuerzos para aumentar la conciencia
política de las masas trabajadoras de nuestro país y elevar su nivel
cultural.
Tercero: algunos hombres de la cultura no tienen todavía una
profunda idea de la verdad de la democracia. Por lo tanto subrayo la
necesidad de que lleguen a una perfecta comprensión de esta verdad y
que fortalezcan la unidad y la cohesión ideológicas de sus filas.
Quienes debieran atraer a los hombres de la cultura son precisamente
ellos mismos. Para cumplir la noble misión que asumen en la
construcción de una nueva Corea democrática, nuestros hombres de la
cultura y el arte tienen que luchar más resueltamente, agrupados con
solidez bajo la bandera de la democracia.
Paso ahora a plantearles algunas tareas concretas:
Primero: tienen que organizar la red de propaganda por todas las
aldeas, barrios y talleres. En todas partes de nuestro país, ciudades y
aldeas, nuestros propagandistas deben educar a las grandes masas
populares en las ideas democráticas con un lenguaje hablado y escrito
que les sea comprensible.
Deben organizar espectáculos y conferencias ambulantes para
propagar y explicar lo que hace ahora el Estado y lo que debe hacer
nuestro pueblo.
220
Segundo: deben organizar una red de propaganda exterior y
fortalecer esta labor. Corea ocupa en el Oriente una posición
importante tanto en lo geográfico como en lo político. Linda con países
grandes como la Unión Soviética y China, y muchas naciones
orientales sienten gran interés por nosotros. Debemos dar a conocer a
los pueblos de la Unión Soviética, China y otros países y a las naciones
oprimidas de todo el mundo cómo vivieron antes y cómo viven ahora
los coreanos, qué exigen por el momento y adonde irán en el futuro. De
esta manera debemos lograr establecer relaciones de amistad y
colaboración con los países del campo democrático y granjearnos la
simpatía y el apoyo de la humanidad progresista de todo el mundo.
Por deficiencias de nuestra propaganda exterior, la situación es tal
que incluso los habitantes del Noreste de China, separados por un río de
Corea del Norte, no conocen bien nuestra realidad. Debemos eliminar
pronto el atraso en que se halla la labor de propaganda exterior.
Tercero: deben eliminar totalmente los viejos resabios ideológicos
del imperialismo japonés en el campo de la literatura, arte y ciencia. En
este dominio queda todavía una gran proporción de residuos del
imperialismo japonés; solo con una lucha infatigable pueden estos ser
liquidados completamente.
Los hombres de la cultura deben empezar por liberarse en su
lenguaje y acción de todo lo que huela al imperialismo japonés y
liquidar en las obras sus supervivencias ideológicas.
Cuarto: para el desarrollo de la cultura nacional coreana deben
heredar nuestro magnífico patrimonio cultural y asimilar la cultura de
los países socialistas. Entre nuestros hombres de la cultura se
manifiestan dos tendencias erróneas. Una es la tendencia a apreciar
solo lo propio de nosotros y despreciar todo lo extranjero, y la otra es la
tendencia a despreciar todo lo nuestro y valorar solo lo occidental.
Estas dos tendencias son igualmente erróneas. La primera es la
tendencia chovinista a conservar tal como está lo que se tiene, incluso
lo atrasado, y no admitir lo bueno ajeno; y la segunda es la tendencia
nihilista a negar los aspectos positivos de la cultura nacional y
occidentalizarla a cierra ojos.
221
Para desarrollar nuestra cultura y arte nacionales, nuestros
hombres de la cultura deben heredar lo que haya de bueno en nuestra
propia cultura y eliminar lo atrasado, y adoptar aquellos aspectos
progresistas de la cultura de los países avanzados que sean del gusto
de los coreanos. Este es el camino más correcto para la construcción de
la cultura nacional.
Quinto: tienen que librar una vigorosa lucha por el pronto
establecimiento de un gobierno provisional en Corea capaz de poner
en práctica la Plataforma de 20 Puntos promulgada por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, y luchar con igual vigor contra
la pandilla reaccionaria de Syngman Rhee.
Hoy en día, los imperialistas protegen y amamantan a las fuerzas
restantes del imperialismo japonés en Corea del Sur y reprimen la
lucha del pueblo coreano por la independencia nacional y la
democracia, a fin de convertir de nuevo a Corea en una colonia.
Debemos hacer todos los esfuerzos para agrupar firmemente las
fuerzas democráticas de todo el país y fortalecer como una muralla de
acero la base democrática de Corea del Norte. Solo de esta manera
podremos frustrar todos los complots y maquinaciones de los
imperialistas y alcanzar la soberanía y la independencia completas de
la patria. Con firme convicción en la victoria, debemos seguir
luchando valientemente, unidos con mayor firmeza.
222
TAREAS DE LOS JÓVENES EN
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA COREA
DEMOCRÁTICA
223
democracia y realizó una brillante proeza en la lucha por la
construcción de una nueva patria.
Sin embargo, hay también deficiencias serias en el trabajo de la
UJD. Tendríamos que conocerlas con claridad y corregirlas a tiempo.
Lenin dijo que no había que jactarse de la victoria, que había que
avanzar sin descanso rectificando errores y debilidades. Tengamos
bien presentes estas palabras de Lenin.
Debido a la dominación colonialista del imperialismo japonés y a
su enseñanza de esclavitud impartida a los jóvenes coreanos, en su
mente quedan muchos vestigios ideológicos de este. Por eso,
desarraigar las secuelas de las ideas antidemocráticas de la mente de
los jóvenes y formarlos en la ideología democrática, debería ser el
trabajo más importante de la UJD.
La UJD enroló en sus filas a más de 800 mil miembros, pero
todavía no los forja ni instruye debidamente. Es una gran deficiencia
de su trabajo. Como tarea central debe proponerse intensificar la
educación política de los cuadros y miembros con miras a consolidar
cualitativamente sus filas.
Voy a referirme a algunas tareas concretas que se presentan en el
trabajo de la Juventud.
Primero: ampliar y fortalecer las filas de cuadros de la Unión de la
Juventud Democrática. El que exijamos robustecerlas en las
organizaciones de la UJD a todos los niveles, no significa ni mucho
menos que se expulse a los cuadros poco capacitados. Deben saber que
es posible lograr el objetivo solo cuando se educa bien, primero, a los
cuadros en activo. Es necesario, además, promover audazmente a
jóvenes prometedores para fortalecer las filas de cuadros.
Segundo: las organizaciones de la UJD a todos los niveles deben
intensificar la educación política de sus miembros. De esta manera,
hay que lograr la unidad ideológica, afianzar la cohesión y hacerlos
participar activamente en diversos cometidos políticos y económicos.
Sería necesario orientar a los miembros de la UJD a tomar parte activa
en la labor de agitación entre las masas, en la lucha de contraespionaje
y en campañas como las de siembra, escarda, incremento de la
224
producción en el campo, etc., a fin de elevar su conciencia política a
través de la lucha práctica.
Tercero: los miembros de la Unión deben velar con entusiasmo por
defender los recursos del Estado y los organismos estatales y de las
organizaciones sociales. Estos días, elementos subversivos, enviados
por la camarilla de Syngman Rhee, incendiaron y redujeron a cenizas
un gran aserradero en Manpho y provocaron varios incendios en la
Fábrica de Fertilizantes de Hungnam. Con frecuencia se registran
casos de negligencia respecto a los recursos del Estado, con lo que se
causan muchas pérdidas.
Los jóvenes que todavía no han podido librarse totalmente de los
residuos ideológicos del imperialismo japonés, no aprecian como es
debido los bienes del Estado y del pueblo. Nos es necesario inculcar a
los jóvenes la idea de cuidar y estimar las riquezas del Estado, los
organismos estatales y de las organizaciones sociales, utilizando para
este fin películas, teatro, periódicos murales y consignas, así como
organizar grupos de protección de los recursos del Estado con el fin de
resguardar los ferrocarriles, puentes, caminos y fábricas frente a los
actos subversivos de los reaccionarios.
Cuarto: hay que extender la red de la propaganda de la UJD y
organizar un sistema de propaganda a cargo de sus miembros. Todas
las comunas rurales, fábricas y escuelas precisan propagandistas de la
UJD.
Estos explicarán constantemente a las masas las noticias actuales y
conversarán con ellas. Para ello es muy importante poseer un estilo de
trabajo de masas. Deben realizar propaganda escrita o verbal asequible
para las masas. No hay que emplear sin ton ni son palabras difíciles
para ellas. Hay propagandistas que andan con cuadernillos llenos de
palabras difíciles y pronuncian discursos incomprensibles para los
oyentes; esto es una actitud de menosprecio hacia las masas.
En el campo es bueno trabajar de día con los campesinos y hacer
propaganda en los mismos arrozales o secano, aprovechando los
momentos de descanso. Entonces, los labriegos creerán en los
propagandistas y los acogerán gustosos. Pero, nadie les hará caso a
225
aquellos que se pasean de día por la aldea, cuando todos los
campesinos se van a los arrozales y campos de secano y, de noche,
cuando los campesinos están fatigados, los reúnen para hacerles
propaganda.
Nuestros propagandistas de la UJD deben decir en lo substancial,
aunque pronuncien una sola palabra, y no hacerse “oradores” de
frases hueras. Por eso necesitan estudiar sin descanso para elevar su
nivel teórico y saber analizar correcta y científicamente las realidades
de Corea.
Quinto: las organizaciones de la UJD deben luchar activamente,
ayudando a los organismos de la Seguridad y comités populares a
descubrir y aniquilar a todos los espías y bandas de asesinos e
incendiarios enviados por los reaccionarios surcoreanos. La lucha de
contraespionaje es un deber no solo de los organismos de la Seguridad
y administrativos sino también de todo el pueblo y, en especial, de los
jóvenes. Por eso, los miembros de la UJD deben estar siempre
vigilantes por lo que pudiera suceder.
Sexto: hay que trabajar con energía con los alumnos. Se registraron
casos en que ciertos alumnos, si bien en pequeño número, participaron
en actividades reaccionarias, contra la línea política del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte y contra la reforma agraria.
Esto demuestra con evidencia que todavía nuestra enseñanza
democrática no ha penetrado profundamente entre los alumnos y que
en la mente de algunos subsisten influencias nocivas de la enseñanza
esclavista del imperialismo japonés.
En el pasado, la Unión de la Juventud Democrática cometió
muchos errores en su labor con el alumnado. Con frecuencia
interrumpía las clases y reunía a los estudiantes para echarles un
discurso de dos o tres horas. No lo hará jamás en lo adelante. La UJD
no debe ocuparse de charlatanerías superfluas sino dirigir todas sus
energías a los trabajos más substanciales.
Si pensaran que todos los alumnos son malos, sería un gran error.
Casi en su totalidad son progresistas y apoyan nuestra línea; solo un
reducido número de malintencionados son reaccionarios. Así pues, no
226
traten a todos los alumnos con un mismo cartabón. Es imprescindible
conocerlos individualmente, orientarlos y educarlos, utilizando para
ello diversos métodos según el origen social de cada alumno. Hay que
orientar a los jóvenes estudiantes a estudiar profundamente la Ley de
Reforma Agraria y la Plataforma de 20 Puntos, a prestar una ayuda
activa para establecer un gobierno democrático, a prepararse para ser
mañana hombres de provecho en todas las esferas de la política, la
economía y la cultura.
Séptimo: realizar, en amplia escala, trabajos con las jóvenes. Las
integrantes de la UJD deben ayudar a la Unión de Mujeres en su
trabajo y participar en la alfabetización de las mujeres. La igualdad
entre el hombre y la mujer debe realizarse primeramente dentro de la
Unión de la Juventud Democrática. En particular, la UJD debe aplicar
sus fuerzas a formar cuadros femeninos. Aunque sean de capacidad
limitada, deben promover con audacia a las jóvenes para los
organismos de la UJD a todos los niveles para que desplieguen su
iniciativa.
Octavo: una de las tareas más importantes de la UJD es hacer que
nuestros niños sean excelentes personas el día de mañana, al educarlos
y forjarlos bien tanto espiritual como físicamente.
La UJD debe asumir la responsabilidad por la labor organizativa
de la Organización de Niños y dirigirla siempre con atención. Las
organizaciones de la UJD deben destinar a jóvenes capacitados a
organizar estudios, deportes, juegos y otras actividades que más
agraden a los niños, así como a entablar charlas.
Noveno: la UJD debe fortalecer la solidaridad con otras
organizaciones de masas.
Actualmente, en algunas regiones existen divergencias entre
funcionarios de la UJD, la Unión de Mujeres, los sindicatos y las
asociaciones campesinas. A pesar de sus caracteres diferentes la UJD y
otras organizaciones sociales son todas agrupaciones de masas,
colectividades sociales que luchan juntas por la independencia de
nuestro país y por la victoria de la democracia. Mientras estas
organizaciones sociales no se aglutinen con firmeza ni ayuden
227
mutuamente, es imposible luchar sin reveses por la independencia del
país y la democracia. Por eso, los cuadros y los miembros de la UJD
deben hacer todos los esfuerzos posibles para mejorar las relaciones y
unirse sólidamente con otras organizaciones sociales.
Tal vez ustedes tropiecen en su labor con muchas dificultades. Los
cuadros juveniles deben ser combatientes revolucionarios que sepan
superar audazmente cualquier dificultad, abrigando siempre una fe
segura en la victoria. Un magnífico cuadro al servicio del pueblo
puede forjarse y adiestrarse solamente en la lucha contra las
adversidades.
Para terminar, quisiera reiterarles una vez más que ustedes deben
ser verdaderos amigos de las masas: estar siempre entre ellas, respirar
el mismo aire que ellas respiran, trabajar con ellas y ayudarlas,
aprender de ellas así como saber resolver los problemas de que
adolecen las masas.
228
LA ESCUELA CENTRAL DEL PARTIDO
ES UN INSTITUTO COMUNISTA EN EL
QUE SE FORMAN SUS CUADROS
Compañeros:
Hoy, por vez primera en la historia del país fundamos nuestra
propia escuela del Partido cuyo acto de inauguración estamos
celebrando. Hay motivos para sentirnos muy orgullosos.
Durante la larga lucha contra el imperialismo japonés los
comunistas coreanos sentaron una base firme para crear el partido.
Gracias a ello, inmediatamente después de la liberación, pudimos
fundar el Partido Comunista, partido marxista-leninista capaz de guiar
correctamente la revolución coreana, y hoy hemos llegado a tener
nuestra propia escuela del Partido.
La Escuela Central del Partido es un instituto comunista que forma
a cuadros partidistas, llamados a ser pilares de la construcción de un
Estado soberano, independiente y democrático, al que aspira nuestro
pueblo, y del cumplimiento de nuestra revolución. Su creación es de
suma importancia para el desarrollo de nuestro Partido y para la
construcción de una Corea democrática.
Ustedes tienen el honor de ser los primeros en matricularse y
estudiar en la Escuela Central del Partido. Es motivo de verdadera
alegría el que hombres antes humillados y oprimidos bajo el dominio
229
colonialista del imperialismo japonés puedan hoy estudiar en la
escuela del Partido.
En un breve tiempo de menos de un año después que nos
sacudimos el yugo colonialista del imperialismo japonés, hemos
trabajado mucho. En Corea del Norte, el mismo pueblo ha establecido
comités populares, genuinos organismos del Poder popular, y se han
formado organizaciones sociales que abarcan a vastas masas. Hemos
llevado a su victoriosa culminación la histórica reforma agraria y
hemos librado una dinámica lucha por la democratización en todas las
esferas: política, económica y cultural. Así, hoy Corea del Norte ha
emprendido con paso firme el camino del desarrollo democrático.
No pocos éxitos hemos obtenido también en la labor de engrosar y
fortalecer las filas del Partido. Hemos rectificado gradualmente los
errores derechistas e izquierdistas que se manifestaron en el trabajo de
las organizaciones del Partido a todos los niveles, hemos acogido en el
Partido a gran número de mejores elementos medulares de entre
amplias masas obreras y campesinas, y hemos organizado células en
muchas fábricas y aldeas.
Todo ello es una firme garantía para consolidar la base democrática
en Corea del Norte y para construir un Estado democrático, soberano e
independiente en nuestro país.
No fueron fáciles ni mucho menos los éxitos que logramos después
de la liberación. Los fraccionalistas se opusieron a la línea política y
organizativa de nuestro Partido, obligándole a dirigir buena parte de
sus esfuerzos a hacer abortar esas maniobras. Nuestros éxitos
registrados en el pasado, en la construcción del Estado, ampliación y
fortalecimiento del Partido, se lograron en la lucha por desbaratar las
acciones antipartido de los fraccionalistas.
Mas, no podemos contentarnos con logros alcanzados en el pasado.
Nos incumbe edificar lo más pronto posible un Estado unificado y
democrático, soberano e independiente. Actualmente los reaccionarios
norteamericanos y la camarilla de Syngman Rhee fraguan toda clase de
maniobras para impedir la construcción de una Corea democrática y
unificada. También fraccionalistas y separatistas locales impiden aplicar
230
la línea política de nuestro Partido de construir un Estado democrático,
soberano e independiente. Dada esta situación, si queremos construir
con éxito una nueva Corea democrática, debemos en adelante trabajar
mucho más que hasta ahora y librar luchas mucho más difíciles.
Al mismo tiempo que consolidamos los éxitos de la reforma
agraria efectuada en Corea del Norte, deberemos realizar en adelante
varias reformas democráticas, a saber: nacionalizar las principales
industrias, democratizar la enseñanza, asegurar los intereses de la clase
obrera y proteger los derechos de la mujer. Además, debemos
restablecer y fomentar rápidamente la economía nacional destruida por
los imperialistas japoneses. Para llevar a feliz término estas tareas
democráticas es preciso nutrir y afianzar nuestro Partido, aglutinar
firmemente en torno suyo a obreros, campesinos y a otros vastos
sectores de masas populares, y elevar más el entusiasmo de las masas
trabajadoras para construir el país con el fin de organizarlas y
movilizarlas debidamente en la ejecución de las tareas democráticas.
Para ello se necesitan, antes que nada, muchos cuadros. En el
presente sentimos una aguda escasez de cuadros, especialmente, de
cuadros del Partido competentes. Si de estos tuviéramos por lo menos
500, podríamos enviar unos 100 a cada provincia, y así
solucionaríamos este agudo problema. Pero, no disponemos de tantos
cuadros preparados. Si analizamos a los cuadros que actualmente
trabajan en los comités del Partido de provincia, ciudad, distrito y
cantón, veremos que casi todos ellos carecen de instrucción y
formación sistemáticas. Por eso, no tienen una clara concepción
revolucionaria del mundo y no realizan con acierto el trabajo que se les
encomienda. Dada esta situación debemos adoptar medidas acertadas
para formar sistemáticamente cuadros del Partido.
Solo formando muchos cuadros competentes del Partido será
posible pertrechar a nuestros militantes —que jugarán un papel
vanguardista en la construcción de una nueva Corea democrática—,
con la concepción marxista-leninista del mundo y agruparlos
firmemente bajo la disciplina del centralismo democrático y, de esta
manera, consolidar el Partido. Solo fortaleciendo el Partido será
231
posible potenciar los organismos del Poder popular y económicos,
hacerlos trabajar conforme a la voluntad del Partido y construir
felizmente una nueva Corea democrática.
Para formar rápidamente cuadros del Partido es preciso crear
centros de su formación. Además de formarlos a través de las
actividades prácticas debemos forjarlos asimismo en centros
permanentes de enseñanza.
De ahí que hayamos acelerado los preparativos para crear la
Escuela Central del Partido. A pesar de que es compleja la situación
interna y externa, y difícil la situación económica del país e
insuficientes los preparativos, hoy inauguramos la Escuela Central del
Partido, ya que la cuestión de cuadros es de suma urgencia.
Al fundar esta escuela, nuestro Partido deposita gran esperanza en
ella. La Escuela Central del Partido tendrá que servir en gran medida a
solucionar el asunto de los cuadros, que necesita urgentemente nuestro
Partido.
Ustedes habrán tenido muchas dificultades cuando trabajaban en
las localidades por no haber recibido instrucción en el pasado.
También habrán cometido no pocos errores en el trabajo por falta de
conocimientos. Los fraccionalistas y los separatistas locales trabajaron
mal a causa de su maliciosa ideología, pero ustedes no habrán podido
trabajar debidamente, aunque lo quisieran, por no saber cómo. Para
hacer la revolución hay que estudiar. Al margen de la teoría
revolucionaria no puede haber práctica revolucionaria. Por esta razón,
ustedes deben estudiar con afán en la Escuela del Partido.
Es necesario, ante todo, aprender bien la teoría revolucionaria del
marxismo-leninismo, especialmente, la teoría referente al partido.
El partido marxista-leninista desempeña un papel muy importante
en la lucha revolucionaria. Es el destacamento de vanguardia
organizado de la clase obrera y el estado mayor de la revolución, que
organiza y moviliza a las masas populares a la lucha revolucionaria.
Sin el partido revolucionario de la clase obrera es imposible agrupar
sólidamente a grandes masas populares al lado de la revolución ni
lograr la victoria en la lucha revolucionaria.
232
En el pasado, numerosas luchas antijaponesas desarrolladas por
nuestro pueblo en todas partes del país fracasaron por faltar la
dirección de un partido marxista-leninista. Hasta la liberación nuestra
clase obrera no pudo contar con un partido marxista-leninista debido a
las intrigas de los fraccionalistas, que solo se ocupaban de pendencias
sectaristas; solo después de la liberación fue posible fundar el Partido
Comunista. Ustedes han de comprender claramente esta situación.
Especial importancia tiene el estudio correcto de la orientación en
la construcción de nuestro Partido.
La tarea importante que hoy se nos presenta es incrementar y
desarrollar nuestro Partido como partido masivo de los trabajadores.
Sin desarrollarlo como partido de masas, no será posible llevar la
revolución coreana al triunfo.
Hoy, las organizaciones del Partido realizan mal el trabajo de
ampliar sus filas. Algunas organizaciones tratan de admitir en el
Partido solo a comunistas, teórica y prácticamente preparados, lo cual
es un error. En el pasado, nuestros obreros y campesinos no recibieron
un debido temple político-ideológico al no existir un partido
marxista-leninista en nuestro país. Para colmo, antaño, los
imperialistas japoneses realizaron durante mucho tiempo una aviesa
propaganda contra el comunismo y, como consecuencia, muchos de
nuestros trabajadores no comprenden bien todavía lo que es el
comunismo. Dada esta condición, si tratamos de dar entrada en el
Partido solo a comunistas preparados en lo teórico y práctico, no
podremos ampliar y fortalecer el Partido.
Debemos implantar el principio de admitir en el Partido a los
obreros y campesinos avanzados, aunque tengan una preparación
teórica escasa, y hacer de ellos excelentes militantes. Esto constituye
hoy una orientación importante en la construcción de nuestro Partido.
Ateniéndonos a este principio debemos admitir en el Partido a mucha
gente, crear organizaciones partidistas en todas partes, sin excepción, o
sea, en fábricas, minas, aldeas agrarias o pesqueras, y de este modo
debemos convertir lo antes posible a nuestro Partido en un partido
masivo, arraigado profundamente en las masas. Cuando ustedes sean
233
bien conscientes de esta orientación para construir nuestro Partido,
podrán trabajar en adelante acorde con el propósito del Partido.
A fin de afianzar nuestro Partido hace falta erradicar por completo
toda tendencia fraccionalista y separatista local que impide la unidad
y cohesión del Partido. Hoy, en algunas organizaciones locales del
Partido ocurren graves casos: elementos lacrados y extraños infiltrados
tratan de menoscabar el prestigio del Partido y dividirlo. Sin eliminar
completamente estos fenómenos, no es posible robustecer ni hacer de
nuestro Partido un partido fuerte y prestigioso. Los estudiantes de la
Escuela Central del Partido deben prepararse bien como cuadros que
amen más que nadie a nuestro Partido, combatan aguzadamente toda la
tendencia a debilitar su disciplina organizativa y sepan apreciar como
la propia vida su unidad y cohesión.
Si ustedes quieren obtener éxitos en la lucha contra el
fraccionalismo y separatismo local y para fortalecer y desarrollar el
Partido, deben conocer claramente la justedad de su línea y política.
Después de la liberación, hemos venido materializando la línea y la
política del Partido en medio de la lucha contra toda tendencia
izquierdista y derechista. En aquel entonces, en su seno había gentes
que preconizaban la consigna izquierdista de pasar de inmediato al
socialismo, y capituladores de derecha que insistían en implantar una
república burguesa con Syngman Rhee como “presidente”. Nuestro
Partido se opuso resueltamente a estas tendencias de izquierda y de
derecha y trazó la más certera línea política en consonancia con el
carácter de nuestra revolución. Cuando disolvimos la Unión de la
Juventud Comunista en sentido positivo y organizamos la Unión de la
Juventud Democrática, también tuvimos que aplicar la línea del
Partido en la lucha contra toda clase de tendencias derechistas e
izquierdistas. Si hubiéramos dejado intacta la UJC tal como insistían
los fraccionalistas, y no fundásemos la UJD, no habríamos podido
agrupar a amplios sectores juveniles bajo la bandera de la democracia.
Estos hechos prueban que la línea y la política de nuestro Partido
son correctas. En el curso de sus estudios, ustedes tendrán que aprender
a fondo la justedad de la línea y la política de nuestro Partido.
234
Otra cosa que es importante estudiar bien es la política de frente
unido de nuestro Partido.
Para desempeñar bien el papel de estado mayor de la revolución,
nuestro Partido debe estrechar los lazos con las masas y agrupar
firmemente a grandes masas populares a su alrededor. La
construcción de un Estado democrático, soberano e independiente,
próspero y poderoso, no se puede llevar a cabo solo con las fuerzas de
los miembros de nuestro Partido; es imprescindible ganar a vastos
sectores de masas. Salir victoriosos o no en la revolución depende a
fin de cuentas de que conquistemos o no a gran número de gentes.
Dada la situación en que los reaccionarios traman toda clase de
maquinaciones, el ganar a las masas es, hoy más que nunca, la
cuestión más importante.
Con miras a aglutinar a grandes masas en torno a nuestro Partido
es necesario fortalecer el frente unido nacional que se base en la
alianza obrero-campesina y abarque a los intelectuales, la clase de
pequeños propietarios e incluso capitalistas nacionales.
En estos días surgen varios problemas en algunas organizaciones
locales del Partido debido al mal trabajo que realizan con los partidos
amigos. Es del todo posible que formemos el frente unido con el
Partido Democrático y el Partido Chondoísta Chong-u. La posición
política y la ideología de los partidos amigos pueden diferir de las
nuestras, pero ya que también sus miembros demandan la edificación
de un Estado democrático, soberano e independiente, debemos
marchar hombro con hombro con ellos. Por supuesto, puede haber
militantes que detesten a los empresarios medianos y pequeños
enrolados en los partidos amigos. Pero, ya que también estos se oponen,
partiendo de sus intereses, a la agresión de los imperialistas y al
régimen feudal, no debemos rechazarlos. No debemos cometer el error
derechista de ver solo el carácter antimperialista y antifeudal de los
empresarios medianos y pequeños, ignorando su condición de
explotadores, ni tampoco caer en el error izquierdista de ignorar el
carácter antimperialista y antifeudal mientras vemos solo el carácter
explotador. Debemos marchar hombro con hombro con los miembros
235
de los partidos amigos y si toman rumbos equivocados, criticarlos para
que tomen un camino correcto.
Consolidar el frente unido nacional es, en todo caso, para guiar a
las masas por un correcto camino conforme a la línea de nuestro
Partido, y no para seguir una dirección equivocada, acatando órdenes
de otros. En la labor del frente unido siempre debemos ajustarnos al
principio de unirnos con los miembros de los partidos amigos mientras
combatimos su inconsecuencia y factores negativos, que emanan de su
limitación clasista. Ustedes deberán esforzarse con ahínco por
aprender a fondo esta política de nuestro Partido respecto al frente
unido.
A fin de ganarse a grandes masas es importante intensificar el
trabajo en las organizaciones sociales a la vez que promover con éxito
la labor del frente unido nacional.
Como correa de transmisión, que vincula al Partido con las masas,
las organizaciones sociales desempeñan un gran papel para reunir a
amplias masas en torno a nuestro Partido. De ahí que desde los
primeros días de la liberación, nuestro Partido haya prestado profunda
atención al desarrollo del trabajo de estas organizaciones. Hemos
disuelto la Unión de la Juventud Comunista y fundado la Unión de la
Juventud Democrática, agrupando casi a un millón de jóvenes; además,
hemos fundado la Federación de los Sindicatos, las asociaciones
campesinas y la Unión de Mujeres que aglutinan a grandes masas. Hoy,
las organizaciones sociales difunden la política de nuestro Partido
entre sus miembros y las masas, y luchan por materializarla
acertadamente, cumpliendo de manera satisfactoria su misión como
agrupaciones periféricas de nuestro Partido. Ustedes deben tener clara
conciencia de la posición y el rol de las organizaciones sociales.
Especialmente, deben adquirir correctos conocimientos de la
Federación de los Sindicatos. En vista de que en esta militan no solo
obreros de fábricas y empresas, que pasaron a propiedad del pueblo,
sino también los de entidades privadas, su trabajo es complicado y el
menor descuido puede suscitar errores izquierdistas o derechistas.
Todas las fábricas y empresas que antes pertenecían a los
236
imperialistas japoneses, a los projaponeses y a los traidores a la nación,
pasaron a ser patrimonio del pueblo; los cuadros administrativos que
asumen la responsabilidad de manejarlas y gestionarlas son hombres
que trabajan en bien del pueblo. Por eso son representantes del pueblo,
mas no capitalistas. Si los obreros provocasen conflictos contra los
cuadros administrativos de las fábricas y empresas, que son patrimonio
del pueblo, esto significaría luchar contra sí mismos y un acto que
contraviene los intereses de la clase obrera. La Federación de los
Sindicatos bajo el Poder popular difiere fundamentalmente de los
sindicatos obreros bajo el capitalismo. Las organizaciones sindicales
tienen que educar a los obreros para que se esfuercen por restablecer y
fomentar la economía nacional destruida y construir cuanto antes un
país próspero y poderoso. Tanto los compañeros que vayan a ocuparse
en el futuro del trabajo en la Federación de los Sindicatos como los que
vayan a trabajar en el Partido deben estudiar bien el funcionamiento de
dicha Federación bajo el Poder popular, de modo que estén preparados
para poder guiar a la clase obrera de acuerdo con la voluntad del
Partido.
Otra cosa que importa es conocer bien los actos de barbarie que en
el pasado cometieron los imperialistas japoneses en Corea, y el
carácter reaccionario de la administración militar norteamericana
implantada hoy en Corea del Sur. Durante los 36 años de ocupación de
Corea, los imperialistas nipones perpetraron represiones y saqueos
bestiales, sin precedentes en la historia humana, y asesinaron en masa a
la población coreana. Estos trataron a toda costa de liquidar incluso la
larguísima historia de nuestro pueblo y sus costumbres nacionales.
Hoy, los imperialistas yanquis aplican una política de esclavitud
colonial en Corea del Sur y obstruyen a todo trance el establecimiento
de un gobierno unificado y democrático en Corea. El imperialismo
japonés y el norteamericano son enemigos jurados del pueblo coreano.
Ustedes deben conocer bien estos hechos para concienciar a las masas
populares y levantarlas enérgicamente a la lucha contra los enemigos.
Junto con esto, es indispensable aprender con tesón la larga
historia de lucha del pueblo coreano y el espíritu revolucionario de los
237
mártires de la revolución. El pueblo coreano cuenta con una gloriosa
historia por haber combatido desde tiempos remotos y con bravura a
los agresores del exterior. Particularmente, nosotros, los comunistas,
hemos luchado valientemente por la libertad de la patria y la liberación
del pueblo, arriesgando la vida bajo la represión brutal por parte del
imperialismo japonés. Estudiando la historia de lucha de nuestro
pueblo y el espíritu revolucionario de los mártires de la revolución,
ustedes deben forjarse férreamente en lo político e ideológico.
Además, los estudiantes de la Escuela Central del Partido han de
asimilar el método y el estilo de trabajo populares que consisten en
trabajar por el bien del pueblo y en servirle fielmente.
Debemos asimilar sin falta el método y estilo de trabajo populares
para agrupar sólidamente a las masas en torno al Partido, organizarlas
y movilizarlas activamente en la edificación de una nueva patria. Si
nuestros funcionarios no se compenetran con las masas, sino que de
manera burocrática dan órdenes al pueblo, se alejarán de las masas y no
podrán dirigirlas. Siempre con plena conciencia de que nuestro país es
del pueblo y de que luchamos por construir un país que brinde una vida
feliz a los obreros y campesinos, antaño pobres, los estudiantes de la
Escuela del Partido deberán esforzarse por asimilar el método y el
estilo de trabajo genuinamente populares, es decir, saber respetar las
opiniones de las masas, aprender de ellas, organizarlas y movilizarlas
correctamente para edificar el país.
Ustedes deben estudiar mucho y prepararse bien si quieren
mañana, cuando se diplomen, propagar de forma comprensiva entre el
pueblo la línea y la política de nuestro Partido y conseguir que el
pueblo siga voluntariamente a nuestro Partido. Hoy, la conciencia y el
entusiasmo políticos de nuestro pueblo son altos, pero no sabe
claramente qué debe hacer y cómo. Ustedes deben estudiar con ahínco
para aprender muchas cosas y luego enseñar bien al pueblo.
Sería bueno que el plazo de estudios sea más o menos de dos meses.
Como actualmente nos espera mucho trabajo, no pueden dedicarse
largo tiempo solo a estudiar en la Escuela. Aunque el plazo es breve
deben esforzarse por aprender siquiera algo más. Claro que en ese
238
período no podrán hacerse teóricos. Pero, durante el curso deben
ustedes estudiar a fondo los principios fundamentales del
marxismo-leninismo, la línea política y la organizativa de nuestro
Partido y su principio de trabajo, deben cultivar la aptitud para
distinguir lo correcto de lo incorrecto en el trabajo, y adquirir
conocimientos válidos que puedan servir para edificar el país. Para ello
es necesario organizar muchos seminarios y esforzarse por asimilar
todo lo aprendido en clase.
El objetivo de nuestro estudio no consiste en hacer después gala
del cargo, sino en trabajar mejor por la revolución. Antes, los
seudomarxistas se dejaban el pelo largo, llevaban bastón y gruesos
libros bajo el brazo y se daban aires de importancia, pronunciando
palabras incomprensibles para los demás. Ustedes nunca deben
imitarlos. Deben estudiar con provecho y conocer bien aunque sea una
sola cosa.
En vista de que todavía la situación del país es difícil y ha sido
corto el periodo preparativo para fundar la escuela, no se han podido
crear las necesarias condiciones de estudio y acaso no marche bien el
trabajo de intendencia. Por supuesto, más adelante, el edificio de la
Escuela se acondicionará mejor y mejorarán las condiciones de
abastecimiento, pero en las circunstancias actuales habrá muchas
incomodidades en el estudio y la vida de los alumnos. No obstante,
ustedes, compañeros, han de estudiar con ahínco sobreponiéndose a las
dificultades.
Para hacer de los estudiantes excelentes funcionarios del Partido,
los profesores deben educarlos y enseñarlos bien. En la Escuela del
Partido se deben invertir grandes esfuerzos para que los estudiantes
conozcan claramente la línea, la política y los objetivos del Partido y
asimilen a fondo su ideología.
En vista de que los estudiantes matriculados no pudieron antaño
recibir instrucción, si desde un principio se les imparten lecciones
usando terminología difícil, no las comprenderán bien. Las lecciones
en la Escuela del Partido no deben impartirse en forma difícil, por
encima del nivel de preparación de los estudiantes, sino hay que
239
explicarlas, en todo caso, con palabras accesibles, de conformidad con
el nivel de preparación, y con un espíritu clasista. Es importante
conseguir así que los estudiantes por lo menos comprendan bien las
nociones elementales del marxismo-leninismo. Los profesores,
además de dictar buenas lecciones, deberán atender sinceramente a las
preguntas de los estudiantes y darles respuestas claras que ellos
comprendan.
Además de impartir como es debido la enseñanza y educación a los
estudiantes, es necesario asegurarles óptimas condiciones de estudio.
Ante todo, hay que proporcionarles materiales didácticos. Dado que
todavía es baja la capacidad de imprenta, por algún tiempo los textos
de estudio de la Escuela del Partido deben ser impresos en mimeógrafo.
Con buena organización y aprovechando bien las condiciones
existentes será posible solucionar el problema de los textos de estudio
con el mimeógrafo. Se debe instalar una biblioteca en la Escuela y
dotarla con libros y estanterías necesarios, y hacer también mesas,
sillas y otros enseres escolares.
En la Escuela se debe prestar profundo interés a la vida de los
estudiantes para que se dediquen al estudio sin preocupación alguna.
Para nosotros, que hacemos la revolución, no hay nada más valioso que
el hombre. Y los estudiantes de la Escuela Central del Partido son
hombres valiosos que en el futuro harán un gran aporte a la
construcción del país. Por eso, debemos apreciarlos y cuidarlos como
oro en paño, y atender bien su vida. La Escuela debe asegurarles
alojamiento cómodo y comida nutritiva.
Además, hay que prestar gran atención a la salud de los estudiantes.
Por mucho que se aplicasen los profesores en enseñarles, los alumnos
no aprenderán gran cosa ni tampoco trabajarán como es debido
después de terminar la Escuela, si andan mal de salud. Ahora, que
escasean los cuadros, sería una pérdida para el Partido, si enfermase
siquiera uno y dejara de estudiar. Por eso, la Escuela Central del
Partido debe disponer de medicinas de urgencia y, a partir del siguiente
curso, tener su propio médico.
Hace falta intensificar el trabajo higiénico y cultural entre los
240
estudiantes. Si no se observa la higiene personal y la limpieza
ambiental, no solo surgirán enfermedades, sino que, además, los
estudiantes no tendrán serenidad para el estudio. Solo con una vida
higiénica y cultural los estudiantes podrán, después de terminar la
Escuela, organizar con esmero su vida y cumplir debidamente sus
deberes.
La Escuela Central del Partido debe hacer todos los esfuerzos para
formar muchos cuadros del Partido. Si matriculamos a unas 80
personas en una promoción como en la presente, nos será imposible
solucionar en poco tiempo la carencia de cuadros. A partir del curso
siguiente, deberemos incrementar la matriculación. En el futuro sería
bueno organizar en esta Escuela un curso de tres meses y otro de seis
meses.
A fin de formar excelentes cuadros partidistas, se deberá admitir
en la Escuela Central del Partido a buenas gentes con perspectivas de
desarrollo. No ganaremos nada si se admite e instruye sin ton ni son a
cualquiera. Se debe matricular y educar con perspectiva a los que
sufrieron en el pasado bajo la explotación y opresión de los
imperialistas japoneses, terratenientes y capitalistas, y a los que
lucharon con valentía, sin doblegarse frente a la salvaje represión del
imperialismo nipón. Es menester instruir en la Escuela del Partido a los
que participaron en el pasado en el movimiento comunista en distintas
regiones, ya que no pudieron recibir una educación sistemática. Solo
así podrán cumplir bien la labor revolucionaria, desde la firme posición
del Partido, ante cualquier contratiempo, y defender hasta el fin la idea
revolucionaria de nuestro Partido.
De modo particular, hay que matricular e instruir en la Escuela
Central del Partido a un nutrido número de mujeres.
Las mujeres constituyen la mitad de la población de nuestro país y,
por consiguiente, la labor con ellas tiene suma importancia. Para que
esta labor tenga éxito hace falta formar muchos cuadros femeninos.
Una de las causas principales de que actualmente no marche bien el
trabajo relacionado con la mujer reside en la carencia de cuadros
femeninos. Sin estos será difícil aplicar correctamente la Ley de la
241
Igualdad de los Derechos del Hombre y la Mujer, por más que la
proclamáramos.
En el presente hay quienes creen difícil formar cuadros femeninos,
alegando que las mujeres de la ciudad son de mal origen social o que
las campesinas son unas ignorantes que no conocen nada más que el
azadón. Esta es una actitud muy injusta.
Nuestras mujeres coreanas tienen una gloriosa historia al haber
luchado con valor por emanciparse de la cruel represión perpetrada
por el imperialismo japonés y de la opresión feudal. Cuando la huelga
de los obreros de la Fábrica de Goma de Pyongyang, el Incidente
Estudiantil de Kwangju y otras luchas antijaponesas, que se libraron en
el interior del país, las mujeres pelearon con valentía, enfrentándose a
los imperialistas japoneses. Las mujeres coreanas cumplieron también
dignamente la tarea de proteger al Ejército Revolucionario en las bases
revolucionarias. Especialmente, durante largo tiempo, una buena parte
de nuestras mujeres combatieron heroicamente con las armas en la
mano al imperialismo de Japón.
¿Cómo no se va a formar cuadros con nuestras mujeres que cuentan
con esta brillante historia de lucha antijaponesa? Hay innumerables
mujeres que pueden ser cuadros. Por supuesto, tal vez sea bajo su nivel
de conocimientos, ya que en el pasado no pudieron recibir instrucción.
Pero, esto no es un gran problema. Lo peor es que no saben elegir a
mujeres capaces de ser cuadros. De ahí en adelante hay que admitir en
la Escuela del Partido a gran número de mujeres, entre las mejores, y
hacer de ellas excelentes cuadros. De esta manera será posible
desarrollar también la labor relacionada con las mujeres, eliminar
cuanto antes las supervivencias de la ideología del imperialismo
japonés y los hábitos feudales que aun persisten entre ellas.
En la Escuela Central del Partido se debe formar con visión al
futuro cuadros de procedencia surcoreana.
Dadas las circunstancias actuales de que el Norte y el Sur de
Corea siguen caminos opuestos, el problema de educar con
perspectiva a los cuadros que vayan a trabajar a Corea del Sur
adquiere suma importancia. No pocos de los que ocupan hoy cargos
242
en la dirección del Partido Comunista de Corea del Sur, ni siquiera
conocen bien las etapas de desarrollo de la revolución en nuestro país,
ni realizan debidamente el trabajo para agrupar a grandes fuerzas
democráticas alrededor del Partido.
Esta situación nos exige formar a muchos cuadros del Partido que
sean capaces de llevar a buen término complejas tareas revolucionarias
en Corea del Sur. Debemos admitir y formar en la Escuela del Partido a
los mejores de los oriundos de Corea del Sur.
Esforzándose tesoneramente por forjar gran número de cuadros
conforme a la voluntad de nuestro Partido, la Escuela Central del
Partido ha de responder a lo que este espera de ella.
Para terminar quisiera decir a los compañeros estudiantes que
estudien con tesón y lleguen a ser magníficos cuadros que necesita el
Partido, superando con audacia todas las dificultades, sin olvidar jamás
que este centro, aunque tenga débil la base material y haya
incomodidades para el estudio, es una escuela de nuestro Partido.
243
QUE EL PERIÓDICO MINJU JOSON
SEA UN EXCELENTE GUÍA PARA
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA
NUEVA COREA
244
empezaron a funcionar con dinamismo, las instalaciones de transporte se
van restableciendo en su estado normal y se han alcanzado grandes
éxitos también en la construcción de una cultura nacional y democrática.
El gran desarrollo democrático en Corea del Norte prueba que esta
ya ha echado sólidos cimientos como la base político-estratégica para
construir una nueva Corea, y tiene bien preparadas sus propias fuerzas.
Adhiriéndose a la Plataforma de 20 Puntos, la población del Norte
de Corea centra hoy todos sus esfuerzos en la formación de un
gobierno democrático provisional de Corea.
El gran desarrollo democrático en el Norte de Corea se debe a la
lucha sin cuartel desplegada contra todos los reaccionarios
antinacionales y antipopulares.
Ningún reaccionario podrá atentar contra el Norte de Corea, base
político-estratégica para la construcción de una Corea democrática; las
potentes fuerzas democráticas allí creadas, junto con las del Sur,
cumplirán con su deber consistente en edificar una Corea democrática.
El periódico Minju Joson, órgano del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte, se ha fundado con la importante misión de ser genuino
propagandista, agitador y organizador que sirve al pueblo coreano en su
lucha por la edificación de una nueva Corea, lo educa en la idea
democrática y lo llama a movilizarse para la construcción del país.
Por eso, el Minju Joson, ligado estrechamente a las amplias masas
populares en fábricas, minas, zonas pesqueras, ciudades, aldeas, en fin,
en todas partes, debe ser su verdadero amigo y maestro, reflejar
correctamente su vida y sus exigencias y esforzarse por resolverlas de
modo justo, cumplir fielmente la tarea de llevar la idea y sentimiento
del pueblo a la dirección democrática. Al mismo tiempo, tiene que ser
una poderosa arma en la lucha contra todas las fuerzas reaccionarias
antidemocráticas y antinacionales y su propaganda adversa. Solo
entonces, el Minju Joson podrá ser el correcto guía para la edificación
de una nueva Corea y asegurar nuestra victoria en la batalla
propagandística contra los reaccionarios.
Felicitando al periódico Minju Joson por su nacimiento le deseo
cumplir impecablemente la misión asumida.
245
SOBRE EL PROYECTO DE LA LEY
DEL TRABAJO
Compañeros:
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte ha hecho una
gran gestión para democratizar a Corea y ha obtenido ya notables
resultados en todas las esferas de la política, la economía y la cultura,
bajo las propicias condiciones creadas aquí por la presencia del
Ejército soviético. Hemos realizado triunfalmente la reforma agraria,
lo cual constituye un gran acontecimiento revolucionario en la historia
de nuestro país y sirve de modelo para las reformas sociales
democráticas en el Oriente.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte hace público
ahora el proyecto de una ley del trabajo democrática, la cual, como en
el caso de la reforma agraria, tiene gran significación en la vida del
pueblo coreano y servirá de enorme estímulo a los pueblos oprimidos
del Oriente.
Esta es una ley genuinamente democrática que tiende a emancipar
a los obreros y oficinistas de nuestro país del forzoso y agobiante
trabajo colonial de ayer; una ley que les asegura el mejoramiento de
sus condiciones de trabajo y su vida material y les abre el camino para
construir en libertad una vida nueva y feliz. Es una importante ley que
refleja los intereses vitales de la clase obrera, destacamento principal
246
en la construcción de un nuevo y democrático Estado en nuestro país, y
su ejecución constituye una condición indispensable para el desarrollo
democrático de Corea.
A causa de un bárbaro despotismo y saqueo, de los que
difícilmente hallaríamos otro ejemplo en el mundo, Corea, colonia
exclusiva de los imperialistas japoneses, se hallaba en una situación tal
que se veía privada de todos los derechos políticos, sufría la más
caótica dislocación económica y se encontraba en la oscuridad
cultural.
Especialmente, debido a la política rapaz del imperialismo japonés
por la obtención de mayores beneficios coloniales, los obreros
coreanos, que se hallaban en la más miserable situación, se vieron
obligados durante largo tiempo a realizar labores inhumanas y padecer
de hambre, cosas estas difícilmente expresables con palabras. Los
imperialistas japoneses obtenían utilidades fabulosas chupando la
sangre y el sudor de los obreros coreanos, y soñaban con lograr la
prosperidad del Japón capitalista obligando a trabajar como esclavos a
los trabajadores de Corea.
Los obreros coreanos se veían forzados a realizar diariamente
largas y agotadoras jornadas sin descanso y fueron cruelmente
explotados. De acuerdo con los datos muy disminuidos que publicara
la Oficina de Investigaciones de la Compañía Japonesa de
Ferrocarriles de Manchuria del Sur, en 1937, por ejemplo, las fábricas
en que se realizaba la jornada de nueve horas solo constituían un 6 %
del total; y aquellas que obligaban a una labor de más de doce horas, un
41 %. La jornada era más larga y peor aun las condiciones de trabajo en
la industria doméstica, que producía el 20 % del valor de la producción
industrial. Sobre todo, en las fábricas de armamento rápidamente
desarrolladas durante la guerra de agresión contra China y la Guerra
del Pacífico, la jornada común de trabajo fluctuaba entre 14 y 16 horas
al día. Esta irrestricta prolongación de la jornada de trabajo les
producía cada vez mayores ganancias a los imperialistas japoneses,
pero más enfermedades, hambre y pobreza a los obreros coreanos.
Los imperialistas japoneses explotaban doblemente a los obreros
247
coreanos al someterlos a la discriminación nacional más inicua. Los
obreros coreanos eran insultados y humillados como integrantes de una
“nación inferior” y se les pagaba mucho menos que a los obreros
japoneses por el mismo trabajo.
La jornada de trabajo de los obreros coreanos era siempre una o
dos horas más larga que la de los obreros japoneses. Según las
estadísticas de 1937, la jornada promedio de trabajo para los obreros
coreanos era un 13% más larga que la de los obreros japoneses. Para
los obreros coreanos con 16 y más años, la jornada era un 16% más
larga en comparación con la de los japoneses; y en el caso de los niños
coreanos menores de 16 años, la jornada de trabajo excedía en un 25%
a la de los japoneses de la misma edad.
Con respecto a la escala de salarios, en 1937 el obrero japonés
devengaba un promedio de 2 wones y 3 jones al día mientras que el
obrero coreano solo percibía 1 won y 3 jones, es decir, la mitad del
jornal asignado al obrero japonés. En la Fábrica de Goma de Pusan los
obreros coreanos, hombres y mujeres, recibían salarios de hambre: un
promedio de 46 jones al día y un mínimo de 10 jones. Aún más, se dio
el caso de obreras que llegaban a devengar un mínimo de 6 jones al día.
Incluso en las fábricas de ferrocarriles administradas por el
gobierno y donde se pagaba comparativamente un poco mejor, el
ingreso mensual máximo de un coreano era de 78 wones y 30 jones, el
mínimo de 15 wones y el salario promedio de 48 wones y 28 jones,
contra 111 wones como máximo, 17 wones y 70 jones como mínimo y
un promedio de 72 wones y 57 jones devengados por los japoneses.
Como se ve, los coreanos apenas si recibían como promedio un poco
más de la mitad de la paga de los japoneses. Tan enorme diferencia en
el promedio de salarios confirma el hecho de que la mayoría de los
coreanos solo recibían salarios de ínfima categoría.
También en las escuelas se les pagaba a los maestros coreanos la
mitad del sueldo de los maestros japoneses aunque tuvieran igual
calificación y, además, los japoneses disfrutaban de diversos
privilegios y beneficios materiales.
Así, a consecuencia del trato colonialista discriminatorio dado por
248
el imperialismo japonés, los obreros, los oficinistas y los exponentes
de la cultura de Corea se veían obligados a hacer una labor de esclavos
para que los monopolistas japoneses obtuvieran los más jugosos
beneficios y debían soportar una larga e inaudita jornada de trabajo y la
más feroz intensidad de las labores a cambio de míseros salarios de
hambre. Este era un fenómeno común que se podía ver en todas las
fábricas, minas y empresas de Corea en que regía la “ley de fábricas”
del imperialismo japonés, y un aspecto de la espantosa vida de la clase
obrera en la Corea colonial.
Todas las fábricas, sin excepción, carecían de servicios para la
protección del trabajo. La Hilandería de Tongyang en Pyongyang, por
ejemplo, despidió de inmediato a un obrero sin la menor
indemnización, al perder este uno de sus brazos en una máquina. Solo
se tomaron medidas para asegurar su subsistencia cuando la fábrica
pasó a ser propiedad del pueblo, después de la liberación. Había
algunas sociedades de ayuda mutua e instalaciones sanitarias en los
ferrocarriles y en ciertas empresas administradas por el gobierno,
como las fábricas de tabaco, pero incluso todas ellas no eran sino
instrumentos de una doble y triple explotación de los obreros.
En nuestro país, que era un mercado de fuerza de trabajo del
imperialismo japonés, los obreros no solo sufrían toda clase de
opresiones discriminatorias y brutales explotaciones dentro de su propio
país, sino que también muchos de ellos eran llevados a Japón bajo
distintas etiquetas, tales como “reclutamiento libre”, “recomendación” y
“reclutamiento laboral”, siendo su número superior a 1 500 000. Los
imperialistas japoneses, lejos de tomar algunas medidas para la
protección de los coreanos jóvenes y de mediana edad que se llevaban a
Japón, los sometían al látigo y los explotaban sin límite alguno.
Así los imperialistas japoneses sorbieron ferozmente la sangre y el
sudor de los obreros coreanos, haciendo que muchos de ellos quedaran
lisiados y padecieran de enfermedades. La llamada “ley de fábricas”
del imperialismo japonés no perseguía otro propósito que encadenar a
los obreros coreanos a los grilletes de la esclavitud colonial e
imponerles la pobreza y el hambre.
249
Bajo esas condiciones los obreros de Corea libraron una firme y
tenaz lucha para salvaguardar sus intereses de clase y romper en
Corea el cruel yugo de explotación colonial del imperialismo japonés.
Por ejemplo, solo entre enero y agosto de 1940 —un año de intensa
represión del imperialismo japonés—, hubo 623 conflictos laborales,
en los que tomaron parte 49 000 obreros. Pero, debido a la represión
del imperialismo japonés, la lucha de los obreros se hizo
incomparablemente penosa y, al final, tuvo que transformarse en
movimiento clandestino. Las condiciones de trabajo de nuestros
obreros empeoraron aún más y la situación de su vida material se tornó
más penosa en el período final de la dominación del imperialismo
japonés.
Después de la derrota del imperialismo japonés y la liberación de
nuestro país se les abrieron las perspectivas de una nueva vida al
pueblo y a la clase obrera de Corea.
Actualmente, en Corea del Norte, al pueblo se le garantiza la
completa libertad política y se cumplen, una tras otra, las tareas
democráticas.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte llevó a cabo,
ante todo, la histórica reforma agraria y extirpó así de raíz los restos del
régimen feudal que durante siglos había retardado el progreso social y
económico de nuestro país; eliminó en el campo la clase de los
terratenientes e hizo que los campesinos pasaran a ser los dueños de la
tierra y protagonistas de la construcción democrática.
La realización de la reforma agraria echó los cimientos para que
muy pronto se recuperaran y desarrollaran las fuerzas productivas
agrícolas de nuestro país y dio el paso inicial para una relación
orgánica y un desarrollo equilibrado entre la industria y la agricultura.
La realización de esta gran reforma histórica contribuyó al
afianzamiento de la alianza obrero-campesina y a una mayor
consolidación de las bases del frente unido democrático.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte está haciendo
grandiosos esfuerzos por una rápida reconstrucción de la industria,
componente principal de la economía de nuestro país. Estamos
250
llevando a cabo la labor de transformar la industria de Corea —que
fuera un instrumento de la política de pillaje colonialista y agresión de
los imperialistas japoneses—, en una industria independiente y
pacífica que sirva al desarrollo de nuestra economía nacional y al
mejoramiento de la vida del pueblo, y de reconstruir y arreglar las
fábricas y empresas demolidas por los imperialistas japoneses en su
huida.
En relación con esto, los organismos de nuestro Poder popular se
enfrentan a una tarea de importancia: emancipar a los obreros que
sufrieron la más cruel opresión y explotación en el pasado y
garantizarles una libre vida laboral y derechos democráticos; hacer que
participen conscientemente en la construcción de un Estado democrático
como fuerza dirigente de la nueva sociedad; y estimularlos a que
desplieguen al máximo su entusiasmo y su iniciativa creadora.
Hoy, los obreros liberados del yugo de la esclavitud colonial,
incorporándose activamente en nuestras filas para la reconstrucción de
la industria, realizan grandes hazañas en su trabajo y luchan para
acelerar la construcción de la patria democrática y por la emancipación
democrática de la clase obrera.
Pero, la construcción de un Estado democrático apenas si está
comenzando. Solo una parte de nuestras fábricas, minas y empresas ha
iniciado sus labores y la producción industrial y la construcción, en su
conjunto, todavía no han logrado su ritmo regular.
En el sector de la industria, tenemos la posibilidad de liquidar las
supervivencias del dominio colonialista del imperialismo japonés,
establecer un orden laboral democrático, mejorar las condiciones de
trabajo de los obreros y elevar su nivel de vida, sin embargo, la
emancipación democrática de los obreros aun no se ha efectuado
totalmente. Aun no se ha implantado la jornada de ocho horas, el
empleo de mano de obra infantil sigue muy difundido, el seguro social
y la protección a los obreros en el trabajo están todavía por establecerse,
y las supervivencias del imperialismo japonés en su antigua
administración y gestión de las industrias no han sido del todo
abolidas.
251
Por esta razón, los objetivos de la Ley del Trabajo que será
promulgada en nombre del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte son: mejorar radicalmente las condiciones de trabajo de los
obreros y empleados, acrecentar su bienestar material, eliminar los
vestigios de explotación imperialista en la industria y hacer realidad la
emancipación democrática de la clase obrera.
Ya han madurado las condiciones para realizar la emancipación
democrática de los obreros y empleados. Las principales fábricas,
minas, empresas y bancos están en manos del pueblo; el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, un auténtico Poder
democrático, ha ganado considerablemente en fortaleza; y la alianza
obrero-campesina se ha consolidado aún más bajo la dirección de la
clase obrera.
Es de gran importancia concederles plenos derechos democráticos
en el trabajo y la vida a los obreros, que son el núcleo principal de las
fuerzas democráticas en Corea y están a cargo de las principales ramas
de la economía nacional. Si no se efectúa la emancipación democrática
de los obreros y empleados y no se introducen reformas en su vida
laboral, y si no se movilizan el entusiasmo y la actividad creadora de
los obreros y empleados, la construcción de nuestra nueva vida, a no
dudarlo, se verá demorada y obstaculizada.
Por eso, llevar a la práctica una ley del trabajo que contemple una
jornada de ocho horas y un correcto sistema de salarios y de seguro
social, constituye una importante tarea revolucionaria y una condición
indispensable para el desarrollo democrático de Corea.
Como todos ustedes saben, en la Plataforma de 20 Puntos del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte se definen
explícitamente las tareas para liquidar en Corea los vestigios de la
explotación colonialista dejados por el imperialismo japonés y para
implantar un orden democrático de trabajo. La Ley del Trabajo que
ahora ha de promulgarse será la aplicación, en la vida real, de la
política de nuestro Poder popular acerca del trabajo, claramente
definida en dicha Plataforma y haciendo realidad el sistema de jornada
de ocho horas, el sistema de igual salario por igual trabajo sin
252
distinción de edad o de sexo y el sistema de seguro social para los
obreros y empleados, acelerará aún más la construcción de nuestro
Estado democrático.
Esta Ley del Trabajo, como ley democrática que es, responde
plenamente a las condiciones históricas concretas de nuestro país.
Hoy, nuestro país se halla en la etapa de la revolución democrática.
Estamos liquidando los remanentes del sistema de explotación colonial
y feudal y, hasta cierto punto, estimulando las empresas privadas.
En la actualidad, la construcción económica en nuestro país no es
socialista, pero tampoco, desde luego, se encamina hacia el
capitalismo. Con la abolición de los fundamentos de la explotación
colonial y feudal, estamos en la fase de construcción de un Estado
democrático por la unión de las fuerzas patrióticas y democráticas de
todas las clases y capas sociales.
Por esta razón, nuestra Ley del Trabajo no es del todo idéntica a la
de la sociedad socialista, pero sí es fundamentalmente distinta a las
leyes del trabajo de los países burgueses, que defienden la explotación
capitalista. Esta es una ley del trabajo democrática, que corresponde a
la situación real de Corea. Tenemos que asegurar por medio de la ley el
derecho de los obreros y oficinistas que trabajan a sueldo en las
empresas privadas, para no hablar de los que trabajan en los
organismos y empresas del Estado como sus propios dueños. Nuestro
Poder popular permite y alienta las empresas del capital nacional, pero
no puede tolerar que los empresarios exploten a los obreros sin ninguna
restricción. Lo que caracteriza a la Ley del Trabajo, de próxima
promulgación, es que defiende los intereses de todos los obreros y
empleados y les asegura derechos democráticos.
Puede haber quienes piensen que nuestra Ley del Trabajo defiende
únicamente los intereses de la clase obrera y destruye el Frente Unido
Nacional Democrático; pero se equivocan.
La Ley del Trabajo, que defiende los intereses de los obreros y
empleados, armoniza y concuerda plenamente con los intereses de la
construcción democrática en Corea. Si, en desacuerdo con la realidad
de nuestro país, se hace un hincapié excesivo en los intereses de los
253
obreros y empleados y se desatienden los intereses de la construcción
democrática en su conjunto, ello significaría contravenir el espíritu
fundamental del establecimiento de la democrática Ley del Trabajo.
Pero la Ley del Trabajo que deseamos poner en vigor se ha estipulado
con el propósito de acelerar el desarrollo democrático general de Corea
y, en todo caso, sobre el principio del fortalecimiento del Frente Unido
Nacional Democrático. Pensamos que con la creación y aplicación de
la democrática Ley del Trabajo no solo emanciparemos a los obreros
por vía democrática, sino que también les daremos posibilidades para
una activa participación en la vida política, económica y cultural, y
fortaleceremos aún más la unidad y solidaridad de todas las fuerzas
democráticas, con la clase obrera como núcleo.
También durante el proceso de la reforma agraria fue la clase obrera
la que luchó con más valentía que otras clases contra la camarilla
traidora de Syngman Rhee y las fuerzas feudales. Solo con el
fortalecimiento del papel medular de la clase obrera es posible
consolidar aún más nuestro frente unido democrático.
La nuestra es la primera Ley del Trabajo democrática, no
solamente en la historia coreana, sino también en la historia de las
naciones coloniales y semicoloniales del mundo.
La reforma agraria y varias otras reformas se han efectuado
también en los países democráticos del Este y Sureste de Europa
después de su liberación, sin embargo, no hay todavía ningún país que
haya creado una ley del trabajo democrática.
Aún en nuestro país, por lo que respecta a Corea del Sur, donde la
administración militar norteamericana se ha establecido con el apoyo
de la camarilla vendepatria de Syngman Rhee, los obreros, lejos de
poseer una ley del trabajo de este tipo, tienen que realizar faenas de
esclavos en aterradoras condiciones, lo mismo que en el período del
imperialismo japonés, y están languideciendo en un infierno de
hambre y privación de todos los derechos. Cientos de miles de obreros
sin empleo vagan por las calles, se les niegan los derechos y libertades
democráticos más elementales y sufren toda suerte de persecuciones y
maltratos sin el menor medio de subsistencia.
254
Además, falta todavía una ley democrática del trabajo en Estados
Unidos, país que se precia de “democrático” y cuya clase obrera no
posee genuinos derechos democráticos. Después de la Segunda Guerra
Mundial, Estados Unidos no transformó a su debido tiempo la industria
de guerra en una industria de paz, sino que solo redujo
considerablemente el número de obreros en comparación con el pasado,
y de resultas de esto todas las calles están repletas de desempleados y
los conflictos laborales se suceden sin interrupción.
La Ley del Trabajo que vamos a promulgar es otra notable
demostración del carácter democrático del Comité Popular Provisional
de Corea del Norte e ilustra en forma gráfica la naturaleza de la
verdadera democracia. Esta, pues, es una ley completamente
democrática, inconcebible en los países capitalistas, y una ley del
trabajo progresista que armoniza por entero con los intereses de las
masas trabajadoras y de todo el pueblo. La implantación de esta Ley
apresurará el triunfo de la revolución democrática en Corea del Norte,
constituirá al mismo tiempo una garantía para el impulso de la
democratización de toda Corea y estimulará a la clase obrera de
muchos países del mundo y a los pueblos oprimidos del Oriente en la
lucha por sus derechos democráticos y su existencia.
Debemos explicar y dar a conocer profundamente a las masas
populares el contenido progresista y la gran significación de nuestra
Ley del Trabajo y estimularlas a luchar unánimemente por su cabal
cumplimiento.
En nuestra Ley del Trabajo se expresa el elevado sentimiento de
amor a la patria y a la nación.
Anteriormente, a cambio de un ínfimo salario, los imperialistas
japoneses hacían trabajar a los jóvenes y niños coreanos día y noche
como bestias de carga, dejándolos morir desnudos, hambrientos,
enfermos y en la total ignorancia, o vagar lisiados por caminos sin
esperanza. Los imperialistas japoneses también perseguían y
explotaban cruelmente a nuestras mujeres coreanas, privándolas de los
más elementales derechos maternos.
Pese a esto, la camarilla de Syngman Rhee, que trata
255
frenéticamente de conservar en nuestra patria liberada el mismo
sistema de explotación de los días del dominio imperialista japonés, es
una banda de vendepatrias que traicionan a la nación sin tenerle
siquiera una pizca de amor. Y sus actos —con los que intentan
remacharle de nuevo al pueblo coreano ya emancipado el yugo de la
esclavitud, la humillación y la opresión mediante la conservación de
aquel sistema, regido en otra época, bajo el cual los coreanos
explotaban a los propios coreanos y los imperialistas extranjeros
oprimían y extorsionaban a nuestro pueblo—, son, por entero, actos
criminales, traidores a la nación y vendepatrias.
En total contraste con esto, el Comité Popular Provisional de Corea
del Norte, al promulgar la Ley del Trabajo, tiene el propósito de
liquidar las supervivencias del rudo y forzado trabajo colonial de
antaño e introducir aquí un nuevo orden de trabajo popular para, sobre
esta base, transformar lo antes posible a nuestra patria en un Estado
democrático, próspero y poderoso, haciendo que en fecha cercana
todos nuestros obreros de uno y otro sexo y, en fin, toda la nación vivan
en la abundancia.
¿Quién está en contra de esta Ley del Trabajo y obstaculiza su
implantación? El traidor vendepatria Syngman Rhee, que trata de
convertir a Corea en una colonia de los imperialistas norteamericanos
y sumir a nuestra nación otra vez en la esclavitud. El traidor Syngman
Rhee, incitado por la ambición de establecer su “poder” dictatorial,
hace desesperados esfuerzos para conservar el régimen feudal en
Corea y establecer una base de apoyo de las fuerzas reaccionarias, y se
vuelve rabioso por llegar a ser siquiera presidente títere de la colonia
que vende el territorio y las riquezas de Corea al extranjero.
La administración militar norteamericana, a pesar de la oposición
del pueblo norteamericano, incita a la camarilla de Syngman Rhee en
sus actividades reaccionarias y persigue y explota a los obreros y al
pueblo trabajador de Corea. Esto es lo que acostumbran a hacer los
imperialistas que invaden y saquean a otros países.
Todo el pueblo coreano debe entender claramente que los que se
oponen así a nuestra Ley del Trabajo son los imperialistas yanquis, que
256
proyectan convertir a Corea en su colonia, y los elementos
acaudillados por su lacayo Syngman Rhee: los reaccionarios
vendepatrias y traidores.
Todos los coreanos que aman a su patria y aspiran a la soberanía e
independencia democráticas de la patria aprobarán y apoyarán
unánimemente, como es natural, la implantación de esta Ley del
Trabajo y desenmascararán y destruirán por completo las
maquinaciones traidoras y vendepatrias de la pandilla de Syngman
Rhee contra esta Ley.
Finalmente, me gustaría destacar que el hecho de que el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte haya podido garantizar, a
través de la creación e implantación de la Ley del Trabajo, una genuina
emancipación democrática y una vida de trabajo libre para los obreros,
se debe a las favorables condiciones para un desarrollo democrático
creadas por el ejército soviético en Corea del Norte.
Con la derrota del imperialismo japonés y la liberación de la patria,
nuestro pueblo ha llegado a edificar una nueva vida democrática de
acuerdo con su deseo, formar libremente organizaciones democráticas,
tales como la Federación de los Sindicatos, la Unión de Campesinos, la
Unión de la Juventud Democrática y la Unión de Mujeres
Democráticas, y agrupar ampliamente a todas las fuerzas patrióticas.
Este crecimiento de las fuerzas patrióticas y democráticas constituyó la
base para fortalecer más el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte y realizar exitosamente las tareas de la revolución democrática.
Estoy convencido de que todos los partidos políticos y
organizaciones sociales, los obreros, los campesinos, los intelectuales
y los demás sectores del pueblo consolidarán aún más la victoria de la
democracia en Corea del Norte participando unánimemente en el
perfeccionamiento de esta Ley del Trabajo mediante una seria
discusión de su proyecto que se da a la publicidad, y garantizando su
pronta y completa realización.
257
LEY DEL TRABAJO PARA LOS OBREROS
Y EMPLEADOS DE COREA DEL NORTE
24 de junio de 1946
258
Artículo 2. Se establece la jornada de siete horas para los obreros
ocupados en ramas productivas de condiciones insalubres y en trabajos
del subsuelo.
Nota: La categoría de ramas productivas de condiciones insalubres
y trabajos subterráneos será definida por el Departamento de Industria
y la Federación General de los Sindicatos y sancionada por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
Artículo 3. Se establece la jornada de seis horas para los
adolescentes de 14 a 16 años de edad que trabajan en empresas
productivas y oficinas.
Se prohíbe trabajar a los adolescentes en sectores de la producción
de condiciones insalubres y en subsuelos.
Nota: La categoría de trabajos de condiciones nocivas para los
adolescentes será fijada por el Departamento de Industria y la
Federación General de los Sindicatos y ratificada por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
Artículo 4. Se prohíbe el trabajo con menos de 14 años en todas las
ramas de producción.
Artículo 5. No se permite, en principio, el trabajo fuera de la
jornada laboral establecida.
Nota: El trabajo fuera de la jornada laboral en empresas y oficinas
se permite solo en casos excepcionales, previo acuerdo con la
organización sindical. Las horas extra de cada obrero y empleado no
deben pasar de 250 horas anuales.
Artículo 6. El límite de la remuneración al personal se fija según la
profesión, cargo y técnica que tiene.
a) El salario de obreros y empleados que trabajan en empresas y
oficinas del Estado lo establece el Comité Popular Provisional de
Corea del Norte;
b) El salario del personal que trabaja en empresas y oficinas de
propiedad privada se establece por convenio colectivo o por contrato
de trabajo.
Artículo 7. A quienes realizan igual trabajo y tienen igual técnica se
les paga idéntico salario sin distinción de edad y sexo.
259
Artículo 8. El salario por el trabajo a destajo se determina por la
cantidad de artículos standard producidos.
La norma de producción de artículos standard se establece por
acuerdo de los patronos y la organización sindical.
Artículo 9. La retribución del trabajo fuera de la jornada fijada y en
día de descanso y festivo no puede ser menos de 1,5 veces del salario
base fijo.
Artículo 10. El salario de obreros y empleados se paga dos veces al
mes en empresas y oficinas, dentro del plazo fijado en el contrato.
Artículo 11. Los días feriados al año son: 1 de enero, 1 de marzo, 1
de mayo, 15 de agosto, 31 de diciembre y, como regla general, el
domingo es el día de descanso establecido.
Además de los días festivos y de descanso ya mencionados, el
comité popular local tiene derecho a establecer menos de 6 días de
descanso especial al año, de conformidad con las costumbres locales,
nacionales y religiosas.
Nota: Del sueldo mensual que cobran los trabajadores, no se
descuenta el salario correspondiente al día feriado y de descanso.
Artículo 12. A todos los trabajadores asalariados se les conceden
vacaciones reglamentarias de dos semanas una vez al año por lo
menos.
Para los obreros con 16 y menos años de edad las vacaciones
reglamentarias son de un mes por lo menos.
A los trabajadores de las empresas con condiciones de trabajo muy
perniciosas y arriesgadas, se les conceden, además de las vacaciones
reglamentarias, vacaciones suplementarias de no menos de dos
semanas. El salario que corresponde a la vacación reglamentaria y
suplementaria lo abona el patrono y su cantidad se establece según el
promedio de salario de los 12 meses anteriores.
Nota: Los sectores de producción y las clases de trabajo a los que
corresponden vacaciones suplementarias, serán establecidos por la
Federación General de los Sindicatos y aprobados por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
Artículo 13. En caso de accidente individual, los trabajadores tienen
260
derecho a gozar de vacaciones no retribuidas de corto plazo, de
acuerdo con el patrono.
Artículo 14. Para las obreras y empleadas en estado de embarazo de
todas las empresas y oficinas, se establecen vacaciones prenatales de
35 días y postnatales de 42 días.
Artículo 15. Cuando la mujer grávida requiere pasar a un trabajo
más ligero que antes por su estado de salud, puede hacerlo desde los
seis meses del embarazo hasta las vacaciones prenatales y durante ese
tiempo el salario que se le retribuye supone el salario medio de los seis
meses anteriores.
Artículo 16. A las obreras que tienen niños menores de un año se les
concede dos veces al día 30 minutos para amamantar.
Por este tiempo la madre lactante recibe el promedio de su salario.
Artículo 17. A la mujer grávida o lactante se le prohíbe trabajar
fuera de la jornada establecida y por la noche.
Artículo 18. Se establece un sistema obligatorio de seguros sociales
para los obreros y empleados de todas las empresas, oficinas y otras
ramas de la economía de la siguiente forma:
a) Subsidio para los trabajadores que perdieron temporalmente la
capacidad de trabajo;
b) Subsidio durante las vacaciones por embarazo y parto;
c) Subsidio de ayuda para funerales;
d) Subvención para los inválidos del trabajo y los discapacitados
para el trabajo por enfermedad profesional;
e) Subvención para los familiares que perdieron al sostén de la
familia.
El procedimiento de pago de cuotas para los seguros sociales es el
siguiente:
a) Las empresas estatales y sociales, cooperativas de consumidores,
oficinas y organizaciones deben abonar cuotas de cinco a ocho por
ciento del salario según los sectores respectivos;
b) Las empresas privadas y sus patronos deben abonar cuotas entre
el 10 y 12 por ciento de los salarios que pagan;
c) Los obreros y empleados asegurados deben pagar un por ciento
261
de su salario. Solo los obreros y empleados que pagaron las primas
establecidas durante más de siete meses consecutivos tienen derecho a
percibir el subsidio del seguro social.
Artículo 19. El Departamento de Industria, junto con la Federación
General de los Sindicatos, redactará códigos sobre seguros sociales
para obreros y empleados, estipulando el problema referente a la
recaudación de la prima establecida, el reglamento sobre el subsidio, la
subvención y la asistencia médica y su límite.
Artículo 20. El Departamento de Industria, junto con la Federación
General de los Sindicatos, tomará y aplicará medidas encaminadas a
supervisar y controlar los medios de seguridad y la protección del
trabajo en puntos de peligro en todos los sectores de producción.
Artículo 21. Se encarga al Departamento de Salud Pública la tarea
de adoptar y ejecutar medidas para controlar la higiene y la limpieza en
los sectores productivos.
Artículo 22. Se encarga a la Federación General de los Sindicatos y
a los Departamentos de Finanzas, Industria y Transporte la tarea de
elaborar la tarifa del salario y la escala del salario base para los obreros;
la tabla de salarios a jornal según el escalafón de ingenieros, técnicos,
empleados de empresas estatales, entidades de transporte y otros
establecimientos industriales, así como de los empleados de todas las
instituciones administrativas.
Artículo 23. Los conflictos laborales que surjan entre el patrono y el
obrero los resuelven el patrono y la organización sindical. En caso de
que no lleguen a un acuerdo, el tribunal popular se encargará de dar
solución definitiva al conflicto.
Artículo 24. Todos los obreros y empleados están obligados a
observar la honrosa disciplina laboral en todos los aspectos. Los
directores de empresas, propietarios individuales y responsables de
todas las instituciones tienen derecho a despedir en cualquier momento,
previo acuerdo con el representante del sindicato de la localidad
respectiva, a los que faltan al trabajo sin razón justificada y a los
infractores de la disciplina laboral.
Articulo 25. Con la presencia de la Federación General de los
262
Sindicatos se organizará un comité especial con la misión de estudiar y
elaborar reglamentos sobre seguros para obreros y empleados y
subvención para desempleados, obreros y empleados jubilados. El
plazo de funcionamiento del comité será de 6 meses.
Artículo 26. La presente Ley entra en vigencia desde el día de su
publicación.
263
HAGAMOS TODO NUESTRO
ESFUERZO POR AMPLIAR Y POTENCIAR
LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS
Delegados:
Para mí es un honor pronunciar estas palabras de felicitación por el
Primer Congreso del Partido Neodemocrático de Corea, en que se han
reunido sus representantes para deliberar sobre importantes problemas
planteados en la construcción democrática de Corea.
Después de la liberación, los partidos políticos y organizaciones
sociales democráticos de Corea del Norte han logrado un desarrollo
normal y rápido. Todos han pasado a integrar el frente unido nacional
democrático y han consagrado sin reservas sus esfuerzos a la
construcción de la nueva Corea democrática. Sobre todo, tan pronto
como fue publicada la resolución de la Conferencia de Moscú de los
Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países sobre el
aseguramiento del desarrollo democrático de Corea, le expresaron su
pleno respaldo y lucharon enérgicamente para ponerla en práctica.
A través de la lucha por la edificación de una nueva patria, el
camino a seguir por Corea se ha hecho más evidente, todos los partidos
políticos y las organizaciones sociales se arraigaron profundamente en
las masas, y las fuerzas democráticas crecieron y se consolidaron aún
más.
264
En febrero pasado, los partidos políticos y las organizaciones
sociales democráticos de Corea del Norte establecieron,
compactamente vinculados y sobre la base de un sólido frente unido, el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, genuino Poder
popular.
Todos los partidos políticos y las organizaciones sociales han
apoyado y defendido activamente al Comité Popular Provisional de
Corea del Norte y han dedicado sinceros y abnegados esfuerzos a
cumplir sus medidas. Particularmente, se han mostrado activos tanto
en la lucha por aplastar a los elementos reaccionarios antidemocráticos
durante la realización de la gran tarea histórica, la reforma agraria, y de
otras tareas democráticas, como en la colaboración para asegurar la
siembra de primavera.
Les expreso mi agradecimiento por esto y voy a hablarles a ustedes,
representantes del Partido Neodemocrático, de algunos problemas.
Primero, hay que esforzarse por agrupar firmemente a las fuerzas
democráticas.
Todavía no se puede decir que las fuerzas democráticas de Corea
estén unidas en un íntegro y firme bloque. Para construir con éxito una
nueva patria se requiere aglutinar estrechamente a todas las fuerzas
patrióticas y democráticas. Lograr la unidad de las amplias fuerzas
democráticas es la garantía fundamental para construir una nueva
Corea democrática.
Cuanto más crecen y se afianzan las fuerzas democráticas, con
tanto mayor crueldad Syngman Rhee y otros projaponeses y traidores a
la nación perpetran actos criminales como incendios y asesinatos, y
ponen todo su empeño en dividir a nuestra nación y obstaculizar la
construcción democrática en Corea. Estos individuos, aleccionados
hace mucho tiempo por el fascismo internacional, hoy han evidenciado
su verdadera naturaleza y tratan de establecer en Corea un poder
fascista, reaccionario, y convertir de nuevo a nuestro país en una
colonia del imperialismo.
Para llevar a cabo con éxito la construcción del país, aglutinando
de modo compacto a las fuerzas democráticas, hace falta acabar con
265
los elementos projaponeses, traidores a la nación y otros reaccionarios.
Ahora nadie puede asegurar que los reaccionarios no metan sus
manos en el Partido Neodemocrático. Vuestro Partido debería
agudizar aún más la vigilancia contra ellos y liquidar totalmente de sus
filas a los elementos antidemocráticos.
Debemos extirpar de las filas democráticas hasta el último de los
reaccionarios como los projaponeses y traidores a la nación, y ampliar
y fortalecer las fuerzas democráticas, para establecer, sobre esta base,
un gobierno provisional de Corea, genuinamente democrático.
Segundo, es necesario aplicar todas las fuerzas al cumplimiento de
las tareas democráticas.
En Corea del Norte ha sido efectuada victoriosamente la histórica
reforma agraria. Gracias a ella las relaciones feudales de producción
que vinieron impidiendo largo tiempo el desarrollo social fueron
barridas y se creó una base importante para el progreso democrático
del país.
Después de la reforma agraria, el Comité Popular Provisional de
Corea del Norte promulgó el 24 de junio pasado la Ley del Trabajo
para obreros y empleados. En la aplicación de esta Ley espero de
ustedes, miembros del Partido Neodemocrático, pleno apoyo y ayuda.
Tercero, el Partido Neodemocrático tendría que formar un sólido
frente unido con otros partidos democráticos y, especialmente,
colaborar más estrechamente con el Partido Comunista.
El Partido Comunista es un partido revolucionario que tiene su
profunda raíz histórica en la Lucha Revolucionaria Antijaponesa para
liberar la nación coreana. En la actualidad, este presenta las líneas más
correctas y lucha con audacia por el desarrollo democrático de Corea.
Es por eso que el Partido Neodemocrático, que lucha por la
construcción democrática en Corea, ha de colaborar estrechamente con
el Partido Comunista.
Para terminar mi breve discurso de felicitación, hago votos por un
sano desarrollo del Partido Neodemocrático.
266
LOS CUADROS NACIONALES SON
PILARES DE LA CONSTRUCCIÓN
DE UNA NUEVA COREA
Compañeros:
Hoy, celebramos el acto de inauguración de la Escuela Central de
Cuadros de Alto Rango en medio de la vigorosa lucha que despliega
todo el pueblo por construir una nueva Corea democrática.
La Escuela Central de Cuadros de Alto Rango es un centro de
formación de cuadros destinado a enseñar, de modo sistemático, a
funcionarios capaces de administrar los órganos del Poder popular,
fábricas, empresas y otras entidades económico-administrativas.
El establecimiento de esta escuela tiene suma importancia para
acelerar la edificación de un Estado democrático, soberano e
independiente y fortalecerlo y enriquecerlo. Hasta ahora, en nuestro
país no había existido una institución estatal destinada a formar
cuadros del sector económico-administrativo. Sin embargo, hoy, con
el establecimiento de este plantel directamente subordinado al Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, llegamos a contar, por
primera vez en la historia, con una escuela destinada a formar los
cuadros nacionales que se encargarán de la administración de las
instituciones estatales y económicas. Esto significa que hemos hecho
realidad un deseo que nuestro pueblo acarició por largo tiempo. El
267
que este haya llegado a instruir cuadros nacionales por sí mismo
constituye un motivo de gran orgullo.
Ustedes, compañeros, tienen el honor de ser los primeros
estudiantes de este centro. Guardando en lo hondo del corazón este
honor y orgullo, ustedes deben esforzarse con tesón para ser pilares
de la edificación de la nueva Corea y fieles servidores del pueblo.
Hoy nos empeñamos por levantar en esta tierra patria liberada de
la dominación colonialista del imperialismo japonés un Estado
democrático, soberano e independiente, conforme a las exigencias y
voluntad del pueblo. Mas, esta batalla no ha sido fácil y nos
encaramos muchas dificultades y contratiempos.
Los imperialistas norteamericanos embarcados en Corea del Sur
ejercen un gobierno militar y reprimen cruelmente las fuerzas
democrático-patrióticas, mientras por otra parte, instigando a la
camarilla de Syngman Rhee, se oponen al establecimiento de un
gobierno unificado y democrático provisional y traman tejemanejes
para convertir nuestro país en su colonia. Azuzados por ellos y el
fantoche de Syngman Rhee, los terratenientes, los projaponeses, los
traidores a la nación expropiados y otros sectores reaccionarios en la
parte Norte del país maniobran aviesamente para destruir nuestro
Poder popular, calumnian y denigran los éxitos de las reformas
democráticas y tratan de inducir a las masas por un camino
equivocado mediante la difusión de rumores tendenciosos de corte
reaccionario. Estas maquinaciones de los imperialistas
estadounidenses y demás grupos reaccionarios constituyen grandes
obstáculos para la edificación de la Corea democrática.
Por su parte, los fraccionalistas impiden la construcción del Estado.
En el pasado estos elementos estaban entregados a la riña sectaria por
la hegemonía, causando grandes daños al movimiento revolucionario
del país, y aún hoy, después de liberado el país, sin sacudirse esa
costumbre, siguen perpetrando actos sectarios en perjuicio de la
unidad y solidaridad de las masas populares y ponen obstáculos a la
edificación de la Corea democrática.
Acopiando todos los esfuerzos posibles debemos cumplir de modo
268
exitoso la difícil y enorme tarea de consolidar firmemente la base
democrática en Corea del Norte y levantar un Estado rico y poderoso,
soberano e independiente, rechazando todo tipo de maquinaciones de
los reaccionarios y elementos sectarios del interior y exterior del país.
Para lograr este objeto debemos constituir con firmeza las filas de
los cuadros nacionales que son pilares de la construcción de la nueva
Corea. Concretar esta obra y conseguir el enriquecimiento y la
prosperidad del país hace indispensable contar con muchos cuadros
nacionales. Sin ellos es imposible resolver con éxito los difíciles y
complicados problemas que se presentan en la edificación de la nueva
patria e impulsarla debidamente.
Sin embargo, tenemos muy pocos cuadros, lo cual constituye una de
las más grandes dificultades en la empresa de la construcción del país.
La carencia de cuadros nacionales se debe enteramente a la
dominación colonial de los malignos imperialistas japoneses. En otro
tiempo, bajo la mencionada dominación, nuestro pueblo no pudo
participar en la administración del país ni adquirir conocimientos
científicos y tecnológicos. Por eso, carecemos de personas capaces de
mantener en funcionamiento los órganos del Poder y la economía del
país. Los que ahora se desempeñan en las instituciones administrativas
son poco experimentados en su trabajo. Su nivel es muy bajo.
Ante esta coyuntura, para formar con prontitud a los cuadros es
necesario contar con centros pertinentes. Por supuesto, hemos creado
la Escuela de Pyongyang y la Escuela Central del Partido, pero estas
no son suficientes. Necesitamos, además, otra destinada a capacitar al
personal económico-administrativo. Por esta razón, hemos
establecido la Escuela Central de Cuadros de Alto Rango.
Ahora que se abre este centro, es importante resolver
correctamente los problemas de cómo administrarlo, qué y cómo
enseñar a los estudiantes y de qué manera hacer su forja ideológica.
Dando una respuesta adecuada a estas interrogantes conseguiremos
instruir excelentes cuadros nacionales.
Este centro debe matricular funcionarios en activo que sirven en
las instituciones económico-administrativas y los más destacados
269
obreros y campesinos pobres y braceros que durante la dominación
colonial fueron muy explotados por los imperialistas japoneses, los
terratenientes y los capitalistas. A todos debe darles buena instrucción
y educación para formarlos como funcionarios competentes y útiles
que sepan resolver con tino y de acuerdo con nuestra realidad todos
los problemas que se presentan en la edificación del país.
A fin de formar a los estudiantes como excelentes cuadros
nacionales es necesario, ante todo, prepararlos bien en el aspecto
ideológico.
Debe inculcárseles un ferviente espíritu patriótico y un alto orgullo
nacional, así como un implacable odio hacia los enemigos y la
confianza en la victoria de la causa revolucionaria.
La nuestra es una nación inteligente, con una larga historia y
brillante cultura que en el pasado luchó vigorosamente por la
emancipación y la independencia de la patria sin doblegarse ante todo
tipo de maquinaciones y atrocidades de los agresores extranjeros. En
particular, los comunistas coreanos desplegaron la heroica Lucha
Armada Antijaponesa para expulsar a los agresores imperialistas
japoneses y alcanzar la restauración de la patria. A esta escuela le
compete enseñar de modo sistemático a los estudiantes la historia del
pueblo coreano que luchó valerosamente contra los agresores
extranjeros, en particular los imperialistas japoneses, y todo lo demás
que él tiene de bueno. De esta manera debe imbuir en ellos un
ardiente patriotismo y un alto orgullo nacional.
Al mismo tiempo, realizar una adecuada instrucción de modo que
los alumnos tengan clara conciencia de la naturaleza agresiva de los
imperialistas japoneses y estadounidenses y de las barbaridades que
ellos han perpetrado en Corea. En otros tiempos, los imperialistas
japoneses ocuparon nuestro país, oprimieron y explotaron al pueblo
coreano por diversos métodos astutos y virulentos y detuvieron,
encarcelaron y asesinaron a diestro y siniestro gentes inocentes. Por su
parte, los imperialistas estadounidenses hacían sin cesar, desde hace
mucho tiempo, agresiones y actos de pillaje contra Corea, incluida la
penetración del barco agresor “General Sherman” por el río Taedong.
270
Debemos dar a conocer claramente a los estudiantes esos crímenes. En
especial, debemos explicarles detalladamente la astuta política de
agresión de los imperialistas estadounidenses. Debido a que en tiempos
pasados estos difundieron en Corea la idea de adoración a Estados
Unidos bajo el eufemismo de la religión, no pocas personas se hacen
ilusiones acerca de ellos. En esta escuela hay que enseñar a los
estudiantes con los datos concretos sobre la perversidad y la astucia de
los imperialistas estadounidenses. También, deben impartirles lecciones
bien programadas sobre los crímenes de los projaponeses, proyanquis y
traidores a la nación. De esta manera deben llevar a todos ellos a odiar
a los imperialistas y sus esbirros y a combatirlos resueltamente.
Al propio tiempo, deben dar a tiempo a los estudiantes
informaciones sobre los complots de los enemigos y enseñarles los
métodos de lucha contra estos. Actualmente, los enemigos actúan con
frenesí para frustrar nuestros empeños por la edificación de la nueva
Corea democrática. Los imperialistas norteamericanos y la camarilla
de Syngman Rhee envían muchos espías y elementos subversivos y
saboteadores al Norte de Corea y realizan todo tipo de actos para
impedir la lucha de nuestro pueblo por construir una nueva Corea
democrática. Hay que educar al estudiantado para que, manteniendo
siempre alta la vigilancia revolucionaria, sepa discernir claramente
entre los enemigos y los nuestros y organizar con acierto la lucha
contra los primeros, movilizando activamente a las masas populares
sin vacilar en cualquier situación.
Hay que dar a conocer profundamente a los alumnos la verdad de
que el imperialismo será derrotado y la democracia y la justicia
triunfarán infaliblemente. Se les debe orientar para que adquieran una
clara conciencia de la justeza de nuestra causa revolucionaria y firme
convicción de que el imperialismo estadounidense y sus esbirros
serán derrotados y la lucha del pueblo coreano triunfará, para que se
conviertan en ardorosos luchadores que mantengan la actitud
revolucionaria frente a cualquier tempestad y luchen abnegadamente
por el país y el pueblo, por la construcción de un Estado democrático,
soberano e independiente.
271
Es importante, además, cultivar en los estudiantes el espíritu de
construir la nueva Corea con los esfuerzos propios del pueblo coreano.
En el plantel, al convencer a los estudiantes de que sólo con los
esfuerzos de los propios coreanos, y no con los ajenos, pueden
desarrollar y hacer prosperar la economía y la cultura nacionales y
construir un Estado democrático, rico y poderoso, soberano e
independiente, deben lograr que ellos luchen siempre con vigor para
vencer todas las dificultades a que se enfrenten en la edificación del
país, manteniendo siempre la posición de ser encargados de esta
empresa.
También es necesario dar al alumnado una correcta educación para
que se oponga categóricamente al sectarismo, separatismo local,
heroísmo individualista y arribismo. Actualmente, se dejan sentir
notablemente las tendencias sectarias y separatistas locales, y entre
ciertas personas se observan propensiones de índole arribista y de
heroísmo individualista. La escuela debe explicar claramente a los
estudiantes sobre lo que son el sectarismo y el sectarismo local y
sobre su nocividad, así como también sobre lo pernicioso que son el
heroísmo individualista y el arribismo. De esta manera se evitará que
el alumnado se deje contaminar por esas erróneas tendencias
ideológicas y se logrará que las combatan irreconciliablemente.
Una importante tarea de la enseñanza y educación de los
estudiantes es hacer que asuman el estilo popular de trabajo.
En el pasado, bajo la dominación colonial de los imperialistas
japoneses, nuestro pueblo experimentó únicamente los actos
burocráticos de los oficiales del imperialismo japonés y no oyó más
que sus ucases. Como consecuencia de ello, muchos funcionarios que
ejercen en los órganos del Poder popular y en las fábricas y empresas
imitan esas prácticas y se desempeñan de modo burocrático.
Actualmente, se dan muchos casos de que ellos lanzan órdenes e
injurias contra la gente. Los cuadros de cierta provincia consideran
natural que se comporten como burócratas. Este estilo de trabajo
obstaculiza en gran medida la construcción de la nueva patria. Si los
funcionarios practican el burocratismo bajo el Poder popular, ¿qué
272
diferencias habrá entre ellos y los del tiempo del imperialismo
japonés? Ninguna. Son muchos también los que gustan de presumir.
Esa manera de obrar no tiene nada que ver con la que deben asumir
los funcionarios que sirven al pueblo.
En el plantel se debe dar a conocer con claridad a los alumnos la
nocividad del burocratismo y convencerlos de que quienes obran de
manera burocrática y gustan de presumir no pueden desempeñarse con
eficiencia ni servir fielmente al pueblo. Al educar en los estudiantes la
alta conciencia de que son servidores fieles al pueblo, debemos lograr
que asuman una conducta verdaderamente popular que se manifiesta en
respirar el mismo aire que el pueblo, vivir junto con este, trabajar
confiando y apoyándose en sus fuerzas y saber sacrificarse para él.
Además de preparar firmemente a los estudiantes en lo político e
ideológico y cultivarles un correcto estilo de trabajo, es preciso
formarlos bien en el aspecto profesional. La escuela debe enseñar
adecuadamente a los alumnos para que adquieran conocimientos
necesarios para administrar el Poder popular y la economía del país.
Con miras a formar a los estudiantes como excelentes cuadros
nacionales es indispensable elevar el papel de los profesores, quienes
tienen que hacer todo lo posible para instruir y educar correctamente
a los estudiantes.
Ante todo, deben impartirles lecciones sustanciales. Tienen que
proporcionarles enseñanzas correctas y de profundo contenido, así se
trate de un solo tema para que surtan efecto en la práctica. En el caso
de transmitirles las experiencias de otros países deben hacerlo
teniendo en cuenta la realidad concreta de nuestro país. Y teniendo en
cuenta que los estudiantes se ocupaban anteriormente de distintas
labores en diferentes localidades, se debe prestar atención a dotarlos
de un correcto y unificado criterio sobre todos los problemas que se
presentan en la construcción de la nueva patria.
De modo particular, en el centro se deben impartir lecciones de
acuerdo con el nivel de los estudiantes. Como este es bajo, en los
comienzos deben enseñar cosas simples, como, por ejemplo, qué son
los órganos del Poder, evitando en lo posible temas complicados. No
273
se deben usar palabras provenientes de los caracteres chinos que no
sean de uso común y extranjerismos que los alumnos no puedan
comprender con claridad, tales como “proletariado” y “hegemonía”.
Si no se imparten lecciones de acuerdo con el nivel del estudiantado,
este no aprenderá nada, ya no en tres meses, sino en tres años, ni se
formará como cuadros útiles. Por lo tanto, hay que impartir lecciones
de modo impactante con palabras fáciles y no rebuscadas.
Los profesores deben ser ejemplo para los alumnos en todos los
aspectos. Si no se comportan correctamente ni ejercen influencias
positivas sobre los estudiantes, estos, una vez graduados, no podrán
desempeñarse en debida forma en la realidad. Con su lenguaje y
acción, siempre deben transmitir influencias positivas a estos y hacer
esfuerzos por adquirir un correcto estilo de trabajo. Deben aceptar
con franqueza las opiniones del estudiantado y saber aprender de este.
Por su parte, los estudiantes tienen que prepararse bien en lo
político e ideológico y aplicarse en el estudio durante la etapa escolar.
Es importante, ante todo, forjarse en lo ideológico. La situación
actual del país es muy complicada. Construimos la nueva Corea
democrática en medio de una enconada lucha contra los enemigos del
interior y exterior. Dadas las circunstancias, si los alumnos no se
dotan firmemente con la idea de la edificación del país ni se preparan
bien en lo político e ideológico, pueden vacilar ante las dificultades y
no podrán desempeñarse bien en esa empresa. Por eso, tienen que
esforzarse tesoneramente para adquirir una adecuada formación
ideológica.
Al mismo tiempo, se empeñarán por poseer conocimientos útiles.
Para alcanzar este objetivo deben estudiar principalmente los temas
relacionados con nuestro país y, a la vez, las experiencias ajenas y la
teoría del marxismo-leninismo. Deben conocer más claramente que
otros la historia, la geografía, la economía, la cultura y otros aspectos
de Corea y tener capacidad de aplicar experiencias ajenas a la
realidad del país. Solo cuando hayan estudiado las teorías científicas
y las experiencias de modo que sepan aplicarlas en la construcción
del Estado, estas podrán servirles de conocimientos útiles.
274
Si ustedes, compañeros estudiantes, se preparan sólidamente en lo
político e ideológico mediante la intensa forja en este aspecto, y
llegan a poseer conocimientos útiles para la edificación del Estado y
la administración de la economía mediante el estudio entusiasmado
durante la etapa escolar, podrán cumplir con éxito las tareas
revolucionarias que van a asumir, superando cualquier dificultad.
Los estudiantes de la Escuela Central de Cuadros de Alto Rango
son hombres valiosos que en lo adelante se desempeñarán como
cuadros en los órganos del Poder popular y distintos sectores de la
economía nacional. Por esta razón, la escuela se encargará de crearles
las condiciones adecuadas, de modo que no tengan inconvenientes en
el estudio. En cada cuarto del albergue común se instalarán mesas y
camas, y se les conseguirán artículos de deporte, para que estudien y
descansen de manera apropiada. Del mismo modo, se les
suministrarán suficiente cantidad de alimentos complementarios y
diversos artículos de uso diario, y se abastecerá a la escuela de
medicamentos para casos de emergencia. Además, se debe hacer lo
necesario para que los estudiantes vean películas, cuiden su imagen
personal y tomen baños regularmente.
Las autoridades de la escuela deben prestar atención también a la
vida de los profesores. En particular, conseguirles viviendas cercanas
a la escuela en la medida de lo posible. Entonces, ellos podrán tener
suficiente tiempo para profundizar los programas de enseñanza y el
contenido de las lecciones.
Todos los profesores y empleados del plantel deben hacer cuanto
esté a su alcance para formar la mayor cantidad posible de cuadros
nacionales capaces de administrar hábilmente los órganos del Poder
popular y la economía, para así contribuir decisivamente a la solución
del problema pertinente.
Para terminar, hago votos por que todos ustedes, compañeros
estudiantes, sean los excelentes cuadros nacionales que necesitan la
patria y el pueblo al forjarse bien en el aspecto ideológico y adquirir
muchos conocimientos útiles.
275
MENSAJE ABIERTO
A LOS FERROVIARIOS
7 de julio de 1946
276
En virtud de la lucha heroica de ustedes también el ferrocarril va
restaurándose según desea el pueblo.
Ferroviarios:
¿Podemos sentirnos satisfechos con estos éxitos? No, en absoluto.
Comparada con el cuerpo humano, la circulación ferroviaria es igual
a la circulación de la sangre. Solo si funciona bien el ferrocarril, es
posible asegurar la producción en el sector industrial y agrícola,
acelerar con rapidez la construcción económica en democracia y
garantizar la vida del pueblo.
Con la reforma agraria el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte, auténtico Poder del pueblo, ha hecho realidad el deseo secular
de los campesinos, y el 24 del mes de junio pasado promulgó la
histórica ley de trabajo de carácter democrático, gracias a la cual
desaparecieron los remanentes de la explotación de los obreros y
empleados por los imperialistas y se ha hecho posible mejorar
radicalmente su vida material y cultural. Además, publicó la
resolución sobre el impuesto agrícola en especie para liberar a los
campesinos de la carga de múltiples impuestos de índole colonialista
y asegurar y estabilizar la vida de los obreros y los empleados.
Estos hechos muestran que en Corea del Norte se han preparado
suficientes condiciones para desarrollar por la vía democrática todas
las esferas de la política, la economía y la cultura. La construcción
democrática que se impulsa rápidamente en Corea del Norte exige
apremiantemente el incremento del transporte por ferrocarril.
Ferroviarios:
Analicen la actual situación del ferrocarril. Algunos de ustedes no
aseguran la circulación puntual del tren bajo el pretexto de que es
baja la calidad del carbón que consume la locomotora. Incluso hay
quienes trasladan cargas de los agiotistas y especuladores en lugar de
las mercancías del Estado.
Por este motivo, la administración del ferrocarril no se ha
colocado en su órbita, y por consecuencia la construcción
democrática se ve obstaculizada en gran medida. Ahora, cuando por
la escasez de cereales la población de las provincias de Hamgyong
277
del Norte y del Sur se encuentra en el crítico dilema de sobrevivir o
perecer, la soya despachada con destino a esas localidades como
sustituto del cereal se convierte en “brotes de soya” en las estaciones
y son sustraídos, uno tras otros, los sacos de cereal que se han
enviado desde Pyongyang, por no haberse asegurado el transporte por
ferrocarril. La situación es tan crítica que el fertilizante químico
producido en Hungnam no se traslada a tiempo a las regiones de la
costa occidental y, a pesar de que se ha capturado un montón de
caballas en las provincias de Hamgyong del Sur y de Kangwon, por
no llevarles sal de la costa oeste no pueden hacer nada y tienen que
ver cómo se descomponen.
Estos fenómenos muestran que, si bien hemos logrado grandes
éxitos en la construcción democrática, cometemos crímenes, aunque
parcialmente, ante el pueblo, lo cual viene a ser, a fin de cuentas, un
factor del que se alegran los elementos reaccionarios.
Al conocer esta situación la camarilla de Syngman Rhee, traidor a
la nación, se pone muy contenta y difunde chismes falsos diciendo
que la construcción democrática en Corea del Norte es un cuadro
pintado en el papel, y peor aún, aprovechando esas oportunidades,
perpetra todo tipo de complots para impedir nuestra construcción
económica de carácter democrático.
Compañeros:
Actualmente, los obreros del Combinado Popular de la Zona de
Hungnam, que bien pueden llamarse joya de Corea, marchan
vigorosamente en heroico desafío a todo género de condiciones
desfavorables, manifestando en alto grado el entusiasmo patriótico y
el espíritu creativo, para producir una gran cantidad de abonos muy
importantes para el incremento de la producción cerealera.
Que en este momento el ferrocarril no funcione bien, es algo muy
vergonzoso ante la majestuosa marcha de la construcción
democrática.
¿Dónde está su causa principal?
En primer lugar, algunos ferroviarios, por no haberse desprendido
de los residuos ideológicos de los imperialistas japoneses, se
278
muestran negligentes en el cumplimiento de las tareas asumidas y
realizan actos perjudiciales a la construcción de un país democrático.
En segundo lugar, consiste en que algunos ferroviarios no
observan la disciplina laboral, pensando que basta con cumplir su
jornada laboral, ni emprenden un movimiento de emulación para
aumentar la productividad del trabajo, y entre ellos perviven las
tendencias egoístas institucionales y burocráticas.
En tercer lugar, los ferroviarios carecen del auténtico patriotismo
que les debe incitar a amar al pueblo y a defender y asegurar sus
intereses y los del país.
Queridos ferroviarios que aman y defienden el Poder popular:
Para rectificar cuanto antes los problemas que se detectan en el
transporte ferroviario y normalizar su administración, me permito
presentarles las siguientes tareas:
Primero, los ferroviarios deben observar estrictamente la
disciplina laboral, organizar bien el transporte, en particular la
destinación de vagones, y cumplir con rigor el horario de circulación
del tren. Deben tener siempre en mente que si por no respetar este
horario, el tren se retarda aunque sea un minuto, se producirá un
cambio en la órbita de la gran construcción democrática y se le
pondrá un enorme obstáculo.
Segundo, deben amar, proteger y mantener de la mejor manera los
bienes del Estado. Tienen que aprovecharlo todo con responsabilidad,
aunque sea solo un clavo y un trozo de carbón desperdigado en su
puesto de trabajo. De modo especial, deben prevenir los incendios
accidentales. Un incendio en este sector significa un daño enorme a
los bienes del Estado y, a fin de cuentas, un obstáculo a la edificación
de la nueva patria.
Tercero, deben aprender y estudiar con rapidez la técnica del
manejo de la locomotora y otros vehículos como parte de sus
empeños multifacéticos para colocar la administración del ferrocarril
en su orbita normal.
En el pasado, los imperialistas japoneses no permitieron a los
coreanos aprender la tecnología en el sector ferroviario, lo mismo que
279
ocurrió en otras esferas. Desde ahora, ustedes deben aprender la
tecnología por cuenta propia.
Cuarto, ustedes, estimulándose y ayudándose unos a otros, tienen
que cumplir con honor sus responsabilidades y luchar con denuedo
contra los que no trabajan con responsabilidad, se muestran
negligentes o tratan de trasladarse a otro centro de trabajo y
despilfarran y malgastan a su libre albedrío los bienes del Estado.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte les exhorta,
queridos ferroviarios, a cumplir con éxito las tareas mencionadas.
Envío mi saludo fraternal a los combatientes ejemplares que
mantienen en circulación las arterias del Estado.
280
FELICITO EL PRIMER ÉXITO EN
LA CONSTRUCCIÓN DE LA CAPITAL
DEMOCRÁTICA
281
Pyongyang, centro de la construcción de Corea democrática.
Durante la dominación del imperialismo japonés, Pyongyang
sufrió con frecuencia grandes estragos por las inundaciones. Las
tremendas calamidades que causaron las crecidas del río en los años
1923 y 1942 fueron páginas en la historia que la traen dolorosos
recuerdos a los ciudadanos de Pyongyang. Durante el tremendo
desastre de 1942 perecieron muchas personas, fueron barridas por la
corriente más de 2 000 hectáreas de tierra cultivada, arrasadas más de 1
000 casas y gravemente dañadas las carreteras y los cultivos. Los
agresores imperialistas japoneses sólo reprimían y explotaban
cruelmente al pueblo coreano, y no les importaban en absoluto los
sufrimientos y las desgracias que padecía.
Sin embargo, hoy nuestro pueblo, ya emancipado, se ha puesto a
forjar su destino con sus propias manos. Todos los partidos políticos,
organizaciones sociales y los ciudadanos de Pyongyang,
pertenecientes a distintas capas sociales, hombres y mujeres, viejos y
niños, compactamente unidos bajo la bandera del frente unido nacional
democrático, se incorporaron a trabajar en la obra de regulación del
curso del río Pothong para proteger la ciudad de Pyongyang de las
calamidades naturales y la llevaron a cabo con éxito, consagrando a
ella todas sus fuerzas, su entusiasmo y talento.
Desplegando consciente celo e infatigable paciencia para vencer
todas las dificultades, ustedes, ciudadanos de Pyongyang, terminaron
con mucha antelación, en poco más de 579 000 jornadas —la mitad de
jornadas previstas—, esta gran obra que consistía en levantar un dique
de 5 km de longitud y remover más de 420 000 metros cúbicos de tierra.
Con su trabajo voluntario y entusiasmado los habitantes de Pyongyang,
emancipados, terminaron victoriosamente en un corto período una
obra que los imperialistas japoneses no pudieron acabar ni en diez años
movilizando forzosamente a tres millones de personas.
Con la realización de esta obra quedan protegidos la vida y los
bienes de los 400 mil habitantes de Pyongyang, con lo que pueden
participar tranquilamente en la construcción de un Estado democrático
y en la actividad productiva. En particular, la zona de la comuna de
282
Taetharyong en la llanura Pothong se ha convertido en una región
segura donde se pueden construir fábricas, y en las aldeas de la cuenca
del Pothong la gente ha llegado a realizar cada año las labores agrícolas
en condiciones apropiadas, libre de los estragos de las inundaciones y,
de este modo, consolidar más la victoria de la reforma agraria.
La exitosa realización de la obra de regulación del curso del río
Pothong prueba que en Corea del Norte se han echado los cimientos de
la construcción democrática.
Con la favorable situación creada después de la liberación, la
población norcoreana, de cara a lograr la completa soberanía e
independencia del país y su desarrollo democrático, estableció el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, genuino Poder popular, y
realizó una tras otra las tareas democráticas, que son la causa histórica.
La reforma agraria liberó a los campesinos de la agobiante
explotación feudal durante milenios y la opresión y rapiña del
imperialismo japonés por 36 años, y abrió al campo el camino de
desarrollo democrático. Realizando con éxito la siembra primaveral
del año en curso hemos dado mayor solidez al éxito de la reforma
agraria. Además, con la promulgación de la Ley del Trabajo liberamos
a trabajadores físicos e intelectuales de todo trabajo forzoso y
explotación colonialistas del imperialismo japonés y creamos la
posibilidad de mejorar sus condiciones de trabajo y su vida material.
Mediante la introducción del sistema de impuesto agrícola en especie
creamos condiciones favorables para elevar el nivel de vida de los
campesinos, desarrollar la agricultura y rehabilitar la industria.
Paralelamente a esto, hicimos factible el cumplimiento exitoso de
las tareas democráticas al revelar y frustrar, a través de un movimiento
democrático de masas, todas las conspiraciones reaccionarias y actos
terroristas de los traidores a la nación y los projaponeses como
Syngman Rhee y Jo Man Sik, que tratan de convertir otra vez a Corea
en colonia del imperialismo.
Ustedes, ciudadanos de Pyongyang, capital democrática, han
participado en la ejecución de estas grandes tareas democráticas
manifestando más entusiasmo que nadie. Son, de veras, ustedes,
283
habitantes de Pyongyang, ejemplo para el gran pueblo coreano, que
desea ardientemente la soberanía e independencia del país y trabaja
con abnegación por la construcción democrática. Han llevado a cabo la
obra de regulación del curso del río Pothong trabajando en aguas
cenagosas en la temporada de las lluvias.
En especial, los militantes del Partido Comunista dieron pruebas
claras en esta obra, como en oportunidades anteriores, de que son los
vanguardistas de la construcción democrática, patriotas que aman al
país y al pueblo más que nadie. Entre ellos hubo quien se inscribió
voluntario en la brigada nocturna de choque y perdió la vida arrastrado
por el agua crecida mientras trabajaba día y noche para cumplir con
responsabilidad toda su tarea.
Todos estos hechos testimonian lo entusiastas y ejemplares que
son ustedes, ciudadanos de Pyongyang, en la lucha por la soberanía e
independencia de la patria y la construcción democrática.
Ciudadanos:
Ustedes se han ganado el honor de triunfadores y el título de
patriotas en la edificación democrática y han dejado inscrita una
página bella e inmarcesible en la historia de la construcción
democrática de nuestro país.
El que esta gran obra de construcción democrática marcha con
éxito en Corea del Norte viene a ser una demostración más ante el
mundo de que el Comité Popular Provisional de Corea del Norte,
basado en el frente unido nacional democrático, se está consolidando
con la democracia y es un poder auténticamente popular que lucha por
mejorar el bienestar del pueblo. La feliz marcha de la construcción
democrática es, de veras, una gran victoria histórica de la que deberían
alegrarse y felicitarse ustedes, habitantes de Pyongyang, y todo el
pueblo coreano; además significa anticipar el día esplendoroso en que
se establecerá en nuestro país un gobierno unificado democrático.
En este momento en que los norcoreanos, guiados por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte, han efectuado la reforma agraria
y otras reformas democráticas, promueven una campaña para incrementar
la producción y construyen una vida libre y feliz, al Sur del Paralelo 38 los
284
surcoreanos llevan una vida miserable que no se distingue nada de la de la
época de dominación colonial del imperialismo japonés.
La camarilla de Syngman Rhee, en contubernio con los
reaccionarios norteamericanos, recurre abiertamente a maquinaciones
para vender otra vez a Corea a los imperialistas, para convertir a la
nación coreana en esclavo colonial de los imperialistas yanquis.
En Corea del Sur todos los partidos políticos, organizaciones
sociales y personalidades patrióticas que pertenecen al frente nacional
democrático y combaten en aras de la democracia y los intereses del
pueblo, son víctimas de la represión y estos días han sido prohibidas
todas sus actividades. Los organismos y agrupaciones democráticos
están bloqueados y sus cuadros detenidos y encarcelados; se perpetra
el terror reaccionario en pleno día. La causa de que se cometan, en
Corea del Sur, estas acciones inhumanas y reaccionarias está en que los
imperialistas norteamericanos apoyan a la camarilla de Syngman Rhee,
traidor a la nación, y llevan a cabo una política de gobernación general
mediante su administración militar.
La administración militar norteamericana rechazó por completo la
resolución de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones
Exteriores de los Tres Países, que preveía ayudar al logro de la
soberanía e independencia de Corea y su desarrollo democrático, y
actúa con frenesí para trastornar esa resolución.
Al igual que en la época de la dominación colonial del imperialismo
japonés, los imperialistas yanquis privaron al pueblo surcoreano del poder,
tomándolo directamente en sus manos, y reunieron a projaponeses,
pronorteamericanos, traidores a la nación y otros reaccionarios
—enemigos todos del pueblo—, haciéndolos sus lacayos y los incitan a
perpetrar actos reaccionarios, a reprimir y saquear al pueblo.
Los imperialistas norteamericanos han reprimido y disuelto los
comités populares, que el pueblo estableció con sus propias manos en
todos los lugares de Corea del Sur, han detenido y encarcelado a sus
cuadros, por una parte y, por la otra, se han apoderado de fábricas,
minas, transporte ferroviario, comunicaciones y bancos que antes
pertenecían al Estado y a los capitalistas japoneses y que, como es
285
natural, deberían pasar a posesión del pueblo coreano, y los han puesto
al servicio de su política de expoliación. Como vemos, privaron a los
habitantes surcoreanos de derechos y libertades políticos, les
arrebataron todos los bienes, creados a costa de la sangre y sudor de
nuestra nación y que resultan necesarios para mejorar el bienestar de
nuestro pueblo. ¿No es esto acaso la expresión concreta de la política
de gobernación general que aplica EE.UU.?
Para intensificar más la opresión y el saqueo imperialistas contra el
pueblo coreano, los reaccionarios norteamericanos tratan de fabricar
un gobierno títere poniendo a la cabeza de él a su lacayo, la camarilla
de Syngman Rhee. Todo el mundo sabe que las labores de la Comisión
Conjunta Soviético-Norteamericana no marchan bien debido a estas
aviesas maniobras.
Últimamente, el imperialismo norteamericano y la pandilla de
Syngman Rhee recurren, en contubernio, a maquinaciones para
embaucar al pueblo bajo el rótulo de “sede general de la reunificación
nacional”. Valiéndose de toda clase de intrigas engañosas los
imperialistas norteamericanos intentan arrebatar el poder democrático
y todos los bienes al pueblo coreano y convertirlo en su esclavo
colonial.
Nuestro pueblo no tolerará jamás tales artimañas del imperialismo
norteamericano. No desea en absoluto ser otra vez esclavo colonial de
los imperialistas y está resueltamente decidido a luchar hasta el último
hombre por la soberanía e independencia de la patria.
Ciudadanos de Pyongyang;
Habitantes de Corea del Norte:
Ayudemos a la población de Corea del Sur, que lucha sufriendo bajo
la represión de los imperialistas norteamericanos y su perro de presa, la
camarilla de Syngman Rhee. Todo el pueblo en Corea del Norte,
uniendo sus fuerzas, tiene que oponerse categóricamente a la política de
gobernación general de la administración militar norteamericana, que
oprime a la población surcoreana, y luchar enérgicamente para que el
poder y todos los bienes pasen a manos del pueblo coreano.
Para desplegar una lucha dinámica por la soberanía e
286
independencia de la patria y por su democratización, todo el pueblo
debe agruparse más estrechamente en torno al Comité Popular
Provisional de Corea del Norte y fortalecer más los comités populares.
Tiene que seguir realizando con vigor la construcción económica.
Dentro de poco tiempo hay que poner en marcha todas las fábricas
y empresas, rehabilitar y poner en orden el ferrocarril y las carreteras.
Asimismo, comenzar pronto la obra de riego de Anju.
Es necesario intensificar el trabajo antiepidémico para impedir brotes
del cólera en la ciudad de Pyongyang y socorrer lo más pronto posible a
los damnificados por inundaciones en algunas zonas. En especial, hemos
de tomar medidas urgentes para salvar con nuestros esfuerzos a los
compatriotas surcoreanos damnificados, que desprovistos del Poder
popular, se ven desamparados ante las inundaciones.
Nuestro pueblo debe cumplir con éxito todas estas tareas
mostrando una fuerza decenas de veces mayor que la que desplegó en
la obra de regulación del curso del río Pothong. Todo el pueblo debe
acelerar la formación de un gobierno unificado democrático, mediante
el despliegue de su elevado entusiasmo y abnegación patrióticos en la
enérgica lucha práctica por la construcción democrática.
La victoria será nuestra.
Todos, unidos firmemente alrededor del Comité Popular
Provisional de Corea del Norte, luchemos con dinamismo por la
constitución de un gobierno unificado democrático y por total
soberanía e independencia de la patria.
¡Vivan los ciudadanos de Pyongyang, que realizaron una heroica
hazaña en la obra de regulación del curso del río Pothong!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, poder de
nuestro pueblo!
¡Viva el frente unido nacional democrático!
¡Opongámonos a la política de los imperialistas norteamericanos
para la colonización de Corea!
¡Abajo la banda reaccionaria de Syngman Rhee, traba para la total
independencia de Corea!
¡Vivan la soberanía y la independencia democráticas de Corea!
287
SOBRE LA FORMACIÓN DEL COMITÉ
DEL FRENTE UNIDO NACIONAL
DEMOCRÁTICO
Señores;
Compañeros:
Después de la liberación, en el Norte de Corea nuestro pueblo
realizó exitosamente reformas democráticas de gran significación
histórica. Gracias a los esfuerzos mancomunados de los partidos
políticos y organizaciones sociales democráticos, en el Norte de Corea
fue asentada una firme base para construir en el futuro una Corea
democrática unificada.
Sobre todo, después de publicada la resolución de la Conferencia de
Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países en
torno al problema de Corea, las fuerzas democráticas lograron en el
Norte de ésta un rápido fortalecimiento, incorporándose millones de
personas a los partidos políticos y organizaciones sociales democráticos.
Los títulos de las principales organizaciones sociales con el número
de afiliados:
Sindicatos ............................................350 mil
Unión de Campesinos ........................más de un millón 800 mil
Unión de la Juventud Democrática......casi un millón
288
Unión de Mujeres ..............................más de 600 mil
Federación de Artistas .........................más de 10 mil
En el Norte de Corea establecimos el Comité Popular Provisional
de Corea del Norte, genuino Poder del pueblo, basado en un amplio
frente unido de los partidos políticos y las organizaciones sociales
democráticos.
La primera gran tarea cumplida por el Comité Popular Provisional
de Corea del Norte fue la reforma agraria, que liquidó las relaciones
feudales en la propiedad de la tierra y la explotación, que habían
frenado e impedido el desarrollo social de nuestro país durante siglos,
y distribuyó las tierras entre los campesinos según el principio de “la
tierra para quien la trabaja”. La reforma agraria realizada
intrépidamente mediante la movilización de todo el pueblo, de todos
los partidos políticos y las organizaciones sociales, abrió ancho camino
para la democratización de Corea y el desarrollo de la economía
nacional y trastornó la base social-económica de los projaponeses y los
traidores a la nación.
Todas las instalaciones industriales y equipos de transporte
paralizados debido al prolongado saqueo colonial y a la destrucción
por parte de los imperialistas japoneses van recuperando su estado
normal, y los campesinos, dueños ya de la tierra, libran una enérgica
lucha para el aumento de la producción cerealista.
Asimismo, con el propósito de acabar con las supervivencias de la
explotación colonial y mejorar radicalmente las condiciones de trabajo
y la situación material de los obreros y empleados el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte promulgó la Ley del Trabajo
democrática y la aplica exitosamente. Esta Ley liquidó totalmente la
opresión y explotación coloniales y feudales sobre el trabajo trayendo
a nuestra clase obrera la liberación democrática. Así se ha preparado la
posibilidad para mejorar la condición de trabajo y de vida de los
obreros y empleados, para rehabilitar y desarrollar la industria.
Seguidamente se estableció el sistema de impuesto agrícola en
especie, que liquidó toda clase de tributos impuestos a los campesinos
en la pasada época de dominación del imperialismo japonés, creando
289
así la posibilidad de mejorar con celeridad la vida material y cultural de
los campesinos y dar mayor solidez a la victoria de la reforma agraria
en el campo. La implantación del sistema de impuesto agrícola en
especie incitó a los campesinos a tomar parte más activa en el aumento
de la producción agrícola y en la construcción estatal, motivando una
mayor animación en las áreas rurales. De esta manera, nuestros
campesinos percibieron más profundamente que el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte es un poder que defiende totalmente los
intereses de ellos, del pueblo entero.
En el Norte de Corea nuestra cultura nacional también progresa
rápidamente, como otras ramas. Las instituciones educacionales y
culturales, que antes servían al imperialismo japonés, se reorganizan
hoy en organismos de carácter popular que sirven por entero a los
intereses de nuestra nación, y ha empezado a desarrollarse una nueva
cultura nacional de contenido democrático.
En los días transcurridos hemos establecido en el Centro y en todas las
localidades instituciones de enseñanza popular, diversas escuelas y cursos
para preparar cuadros nacionales y muchas escuelas de adultos. Ya son
más de 4 o 5 las escuelas que funcionan a nivel central figurando entre
ellas la Escuela Central de Cuadros Políticos y la Escuela de Cuadros de
Seguridad. Además, estamos preparando la creación de una universidad y
de 16 escuelas medias especializadas. Próximamente estaremos en
condición de enviar anualmente al frente de la construcción estatal miles
de cuadros nacionales competentes con nueva instrucción.
Fuera de esto, se instalan gran número de establecimientos
culturales como bibliotecas, clubes, teatros, casas de periódico y
editoriales y, fieles a la política del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte, los científicos, artistas y otros muchos intelectuales
multiplican sus esfuerzos para construir una cultura nacional
democrática en la nueva Corea.
Estos hechos prueban palmariamente que en el Norte de Corea se
efectúan con éxito las reformas democráticas y la construcción
económica y cultural, y que se prepara firmemente la fuente de la
nueva Corea democrática.
290
Pero, no podemos dormirnos en los laureles de los éxitos ya logrados.
Tenemos que trabajar mucho más en el futuro y, venciendo los mayores
obstáculos y dificultades, construir sin falta un Estado independiente,
democrático, unificado, rico y poderoso. Para ello debemos unirnos más
compactamente, luchar con más valor y tenacidad.
El hecho de suspenderse la labor de la Comisión Conjunta
Soviético-Norteamericana, convocada recientemente en Seúl, exige
que todos los patriotas y activistas políticos de Corea eleven más la
vigilancia política. El cese de la actividad de dicha Comisión y la
situación creada después en el Sur de Corea evidenciaron con claridad
ante el mundo la tradicional política de colonización de los
imperialistas norteamericanos sobre las naciones débiles y pequeñas y
sus ambiciones respecto a Corea. La camarilla de Syngman Rhee,
cabecilla de las bandas projaponesas y traidoras a la nación, en
contubernio con el imperialismo de EE.UU., caudillo de la reacción
mundial, ha venido oponiéndose con toda clase de métodos viles a la
resolución de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones
Exteriores de los Tres Países, encaminada a asegurar la independencia
nacional y el desarrollo democrático de Corea, impidiendo por todos
los medios el establecimiento de un gobierno democrático provisional
de Corea.
Sin embargo, hoy el mundo se orienta hacia la democracia. Los
pueblos de varios países europeos, emancipados del yugo de la
Alemania fascista, establecieron poderes populares democráticos
rechazando las intrigas de todos los reaccionarios internos y externos
del país y van impulsando enérgicamente la reconstrucción estatal.
También en el Oriente, el pueblo de un país grande como China lucha
con valor por la libertad y la emancipación de su patria rechazando a
los imperialistas y a las fuerzas reaccionarias interiores. En una palabra,
el mundo avanza y progresa bajo la bandera de la libertad, la
independencia nacional y la democracia.
También el problema de Corea debe ser y será resuelto sin falta bajo
esa bandera y por el camino que sigue el mundo entero. El pueblo
coreano jamás tolerará ningún complot agresivo de los imperialistas y,
291
además, acabará desbaratando sin falta todas las maniobras perjuras de
los traidores a la nación, como Syngman Rhee.
El camino a seguir hoy por Corea no es el camino antinacional,
antipopular, antidemocrático que intenta volver atrás la rueda de la
historia, sino el camino que asegura la independencia completa de
nuestra nación, que garantiza un nuevo desarrollo democrático, que
viabiliza la marcha adelante de la historia. Este es precisamente el
camino emprendido por nuestro pueblo en el Norte después de la
liberación para la construcción de una nueva Corea democrática, el
camino dirigido al establecimiento de un gobierno provisional
democrático unificado.
Dirigentes de todos los partidos políticos y las organizaciones
sociales:
Siguiendo este acertado camino hemos de realizar la aspiración
histórica de nuestra nación y lograr la completa soberanía e
independencia democráticas de Corea.
Lo más importante para el cumplimiento de esa gran tarea es lograr
una unidad y cohesión sólidas, una colaboración más estrecha entre
todos los partidos políticos y las organizaciones sociales democráticos.
Hasta la fecha, desde luego, hemos llevado exitosamente a cabo
muchos trabajos sobre la base del frente unido democrático de todos
los partidos políticos y las organizaciones sociales. Pero, no podemos
sentirnos satisfechos con ello. Con miras a construir una nueva Corea
democrática debemos colaborar más estrechamente, unirnos con
firmeza, como los miembros de una familia, y agrupar a todo el pueblo
coreano bajo la bandera del frente unido nacional democrático. Esto
viene a ser precisamente la medida para establecer cuanto antes un
gobierno provisional democrático unificado de Corea, la garantía más
importante para lograr la completa soberanía e independencia y el
desarrollo democrático de Corea.
He aquí el objetivo principal que perseguimos al reunirnos hoy en este
lugar, para formar el Comité del Frente Unido Nacional Democrático.
Sólo organizando este Comité podremos desarrollar en forma
unificada y más dinámica, al frente del pueblo entero, la lucha contra el
292
imperialismo norteamericano y su lacayo, la camarilla vendepatria de
Syngman Rhee. Y, a través de esta lucha, establecer un gobierno
provisional democrático unificado y lograr la total soberanía e
independencia democráticas de la nueva Corea.
Mediante las actividades del Comité del Frente Unido Nacional
Democrático podremos organizar y movilizar más ampliamente las
fuerzas patrióticas y democráticas de diferentes clases y capas del
pueblo, asegurar la colaboración más estrecha y la acción unificada de
todos los partidos políticos y organizaciones sociales, cimentando así
más sólidamente la base democrática en el Norte de Corea.
Es obvio que la tarea que hoy se plantea de construir una nueva
Corea democrática no puede ser cumplida en modo alguno por la
fuerza particular de ningún partido político, sino por la fuerza conjunta,
por la lucha unida de todos los partidos políticos y las organizaciones
sociales democráticos. Tanto en la lucha política como en la
construcción económica y cultural podemos salir victoriosos sólo si
nos responsabilizamos y esforzamos conjuntamente a dicho fin.
La Plataforma de 20 Puntos, que promulgamos en vísperas del
establecimiento de un gobierno provisional democrático ha de ser
naturalmente programa común de nuestro Comité del Frente Unido
Nacional Democrático y guía para todas las actividades que
despleguemos.
La justeza de la Plataforma de 20 Puntos se ha comprobado con
mayor nitidez en la vida práctica, y las tareas planteadas en ella se van
realizando poco a poco en el Norte de Corea. Con objeto de construir
exitosamente una nueva Corea y desarrollarla en dirección
verdaderamente democrática, tenemos que seguir indefectiblemente la
línea expuesta en la Plataforma de 20 Puntos. El gobierno provisional
democrático unificado también debe ser establecido necesariamente
sobre la base de esa Plataforma. Y esto también puede lograrse sólo
con el esfuerzo mancomunado de todos los partidos y organizaciones
sociales, del pueblo entero.
Para mayor fortalecimiento del comité popular, también se necesita
imprescindiblemente un organismo consultivo común de todos los
293
partidos políticos y las organizaciones sociales. Necesariamente
tenemos que responsabilizarnos en conjunto, ayudarnos mutuamente y
esforzarnos al unísono para consolidar más el Poder popular.
Nos enfrentamos hoy a la importante tarea de dar un mayor
impulso a la labor del comité popular, basado en el Frente Unido
Nacional Democrático. Urge que el Comité de este Frente le ayude con
máxima atención y sinceridad en su trabajo.
Para facilitar la ayuda mutua, la discusión y solución oportunas de
los problemas, con una ligazón más estrecha, entre los representantes de
todos los partidos políticos y las organizaciones sociales, nos hace falta
un organismo que enlace orgánicamente la actividad de cada uno, y la
presente situación general exige con urgencia su constitución. Tal
organismo jugará enorme papel en la tarea de influir sobre la población
del Sur de Corea animándola y estimulándola para efectuar allí también,
en un corto lapso, reformas democráticas iguales a las del Norte.
Hasta ahora, los representantes de todos los partidos políticos y las
organizaciones sociales se limitaban a reunirse de vez en cuando, y
examinar algún asunto en caso de que fuera necesario, sin tener un
organismo consultivo permanente como entidad. El comité popular,
por supuesto, se creó sobre la base del Frente Unido Nacional
Democrático, pero, como quiera que sea, es órgano de poder y no
puede ser organismo consultivo de todos los partidos políticos y las
organizaciones sociales.
Partiendo de la necesidad que acabo de mencionar, propongo
formar el Comité Central del Frente Unido Nacional Democrático en
esta reunión de los dirigentes de todos los partidos políticos y las
organizaciones sociales. Y considero necesario organizar sus comités a
distintos niveles en las provincias, ciudades y distritos.
El Comité del Frente Unido Nacional Democrático no debe ser un
organismo manipulado arbitrariamente por algún partido, sino un
órgano consultivo en que todos los partidos podrán opinar desde la
misma posición y con igual derecho. Por eso, propongo que su
presidencia la ocupe en forma rotativa el responsable de cada partido.
294
LA SITUACIÓN POLÍTICA ACTUAL
Y NUESTRAS NUEVAS TAREAS
Compañeros:
La reunión de hoy tiene una significación histórica muy importante.
La actual situación compleja y aguda nos plantea diversas tareas
importantes, en particular, exige urgentemente la fusión del Partido
Comunista de Corea del Norte y del Partido Neodemocrático de Corea.
De ahí que convocamos esta Reunión Conjunta para discutir el
problema de la fusión de los dos partidos.
Nuestra Corea liberada emprende el camino de la construcción de
la nueva sociedad en una situación muy compleja y tirante, tanto en la
palestra internacional como en el interior del país.
Entonces, ¿cuál es la situación internacional de hoy? La victoria del
campo democrático internacional antifascista en la Segunda Guerra
Mundial ha abierto una nueva época histórica. Los pueblos del mundo
que han conquistado la victoria, derrotando al fascismo en la guerra de
liberación antifascista, crean una nueva vida de paz, libertad y
democracia, se amplía y se intensifica hoy aún más el movimiento
democrático de las masas trabajadoras del mundo entero.
El movimiento democrático sostenido por los pueblos de muchos
países del Este de Europa, emancipados de las cadenas del fascismo,
295
arrastra, cual encrespadas olas, a toda Europa. En estos países se han
establecido poderes democráticos de acuerdo con el deseo y la
voluntad de las masas populares liberadas y se llevan a cabo diversas
reformas democráticas tales como la nacionalización de las industrias
clave, del transporte ferroviario, de los bancos y la reforma agraria.
La Europa de hoy no es la de ayer que se movía según la voluntad
de las fuerzas reaccionarias imperialistas y que, dentro de la esfera de
influencia de los imperialistas, gemía bajo el dominio reaccionario de
los imperialistas y sus esbirros.
Los pueblos de los países que todavía permanecen en situación
colonial o semicolonial libran en gran escala el movimiento de
liberación nacional bajo la consigna: “¡Por la independencia y libertad
nacionales!”. Los pueblos de Egipto y de otros numerosos países del
Cercano Oriente, de la esfera de influencia de Inglaterra, están
derramando su sangre en la lucha por expulsar a las fuerzas dominantes
extranjeras y lograr la independencia nacional. También en Asia, los
pueblos de los países como China, Vietnam e Indonesia combaten en
aras de la plena independencia y el desarrollo democrático nacionales.
En una palabra, hoy la historia de la humanidad avanza por la
dirección demandada por las masas populares.
Sin embargo, el crecimiento y desarrollo de las fuerzas
democráticas del mundo de ningún modo se logran llanamente, sin
obstáculo alguno. Las fuerzas democráticas tropiezan por doquier
con la oposición de las fuerzas reaccionarias internacionales y libran
una lucha enconada contra estas. Las fuerzas reaccionarias
internacionales se componen de las fuerzas imperialistas agonizantes
y los restos de fuerzas fascistas internacionales que todavía subsisten
y hacen los últimos y desesperados esfuerzos. A fin de mantener,
aunque sea un día más, su destino ruinoso, ellas recurren sin
escrúpulos a cualquier medio o método de vileza. Incluso, tratan de
desencadenar la Tercera Guerra Mundial antes de secarse la sangre
que los pueblos derramaron en la Segunda Guerra Mundial. Lo
prueba patentemente el hecho de que el exprimer ministro inglés
Churchill y los cabecillas reaccionarios de los EE.UU. pregonan
296
abiertamente la “inevitabilidad de la Tercera Guerra Mundial”.
No sólo en el plano internacional sino también en el nacional el
crecimiento y desarrollo de las fuerzas democráticas se logran a través
de una aguda lucha en la situación compleja. En nuestro país se
desarrollan aceleradamente las fuerzas democráticas de las masas
populares, teniendo a Corea del Norte como base. Aquí se estableció el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, el auténtico Poder del
pueblo, y se impulsa activamente la construcción democrática. Se
restablecen rápidamente todas las industrias, el transporte ferroviario y
los establecimientos bancarios; se ha efectuado victoriosamente la
reforma agraria que ha eliminado el sistema feudal de arriendo de la
tierra y abre el camino al libre desarrollo de la economía rural. Además,
en Corea del Norte se realizaron diversas reformas democráticas como
la promulgación de la Ley del Trabajo democrática y el
establecimiento del sistema de los impuestos agrícolas en especies. De
esta manera se eliminaron gradualmente los residuos feudales y
coloniales en todos los dominios de la política, economía y cultura, se
dejó libre el camino del desarrollo social y se asentó la base material
para la construcción de la Corea democrática.
La lucha encaminada a realizar estas reformas democráticas
fundamentales en Corea del Norte se llevó a cabo por las fuerzas
cohesionadas y unidas de todas las masas trabajadoras, incluidos los
obreros, campesinos e intelectuales. Diferentes partidos políticos y
organizaciones sociales democráticos de Corea del Norte y,
principalmente, el Partido Comunista de Corea del Norte y el Partido
Neodemocrático de Corea crearon un firme Frente Unido Nacional
Democrático que agrupa a 5 millones de personas organizadas.
Las reformas democráticas efectuadas en Corea del Norte fueron
objeto de aprobación y apoyo de las amplias masas populares de Corea
del Sur. Las masas trabajadoras surcoreanas esperan la realización en
Corea del Sur de iguales reformas democráticas que en Corea del Norte
y están luchando por este objetivo.
Este movimiento democrático que se despliega ampliamente en
todo el país tropieza con la empecinada oposición de los grupos
297
reaccionarios internos y externos. Los traidores a la nación como
Syngman Rhee instituyeron la llamada “Asamblea Democrática”, una
guarida de los reaccionarios, bajo el complot de la política de
gobernación general y la “ayuda” de la reacción norteamericana, y
reprimen a todas las fuerzas democráticas de Corea del Sur. Ellos
disolvieron los comités populares que se crearon después de la
liberación según la libérrima voluntad y el deseo del pueblo de Corea
del Sur, y detienen y encarcelan arbitrariamente a sus dirigentes.
Asimismo, arrestan por doquier sin el menor motivo a los cuadros y
militantes de los partidos democráticos incluidos el Partido Comunista
y el Partido Neodemocrático. Bajo la instigación de los imperialistas
norteamericanos, la banda terrorista de la camarilla de Syngman Rhee
asalta impunemente en pleno día los órganos informativos y los locales
de los partidos políticos y organizaciones sociales de carácter
democrático y asesina a sus dirigentes. Realmente, en Corea del Sur,
que está bajo la administración militar norteamericana, son pisoteados
totalmente hasta los derechos democráticos más elementales del
pueblo, como la libertad de palabra, de prensa, de reunión y de
asociación; allí se practica una política colonial imperialista que
somete a las masas populares a la opresión, la explotación y trabajo de
esclavo, permitiendo atroces masacres, como ocurría en los tiempos de
la dominación del imperialismo japonés.
Los imperialistas yanquis intentan eliminar por completo las
fuerzas democráticas de Corea y, de esta manera, ver realizada su
codicia de agresión a Corea. Por otra parte, los grupos reaccionarios de
Corea del Sur recurren a falsedades, calumnias, a cualquier medio
detestable en sus intentos de desbaratar nuestra reunificación nacional,
de dividir las fuerzas democráticas y aislar los partidos políticos
progresistas y, a la larga, liquidarlos. Valiéndose de cualquier método,
los reaccionarios tratan de aplastar todas las justas reivindicaciones y
actividades de las masas trabajadoras coreanas, convertirlas otra vez en
esclavos de los imperialistas y chuparles, a su antojo, la sangre y el
sudor.
¿Qué y cómo debemos hacer en tal situación?
298
Tenemos que crear lo más pronto posible el Estado soberano e
independiente, unificado y democrático. Para este fin debemos barrer
rápidamente todas las fuerzas reaccionarias projaponesas y fascistas y
realizar las reformas democráticas en todo el país. Tal es hoy la
exigencia urgente del pueblo coreano y la magna tarea histórica que
asumimos nosotros. Tenemos que luchar por satisfacer sin falta esta
exigencia fundamental del pueblo.
Corea del Norte constituye la base y la fuerza principal para la
realización de las tareas democráticas en escala nacional. La compleja
situación interna y externa de hoy exige de las masas trabajadoras, es
decir, de los obreros, campesinos e intelectuales de Corea del Norte,
una alianza más amplia y acciones unidas. A fin de hacer realidad esta
exigencia es necesario un partido de masas capaz de aglutinar a la
mayoría aplastante de las masas populares. Este partido de masas
podría constituirse mediante la fusión de los partidos políticos que
representen los intereses de las masas trabajadoras.
El Comité Central del Partido Comunista de Corea del Norte y el
Comité Central del Partido Neodemocrático de Corea ya han llegado
fundamentalmente al acuerdo de fundar el Partido del Trabajo, partido
de masas, mediante la fusión de los dos Partidos. La fusión de estos dos
Partidos es una medida muy justa e indispensable.
La creación de un partido de masas mediante la fusión del Partido
Comunista de Corea del Norte y el Partido Neodemocrático de Corea
no es una medida que se toma porque exista alguna fricción entre las
organizaciones de base de ambos Partidos y sea necesario eliminarla.
Si se diera este caso se resolvería expulsando del Partido Comunista a
los elementos ultraizquierdistas de carácter chauvinista y del Partido
Neodemocrático a los inveterados elementos ultraderechistas, sin la
necesidad de fusionar los dos Partidos en uno solo.
El objetivo de la fusión del Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático consiste en construir en nuestro país un Estado
soberano, independiente, democrático, rico y poderoso.
Tanto el Partido Comunista como el Partido Neodemocrático
plantean en sus programas la meta de construir un Estado soberano,
299
independiente, democrático, rico y poderoso y, por consiguiente,
ambos Partidos tienen toda la razón de fusionarse para realizar el
objetivo común.
El Partido Neodemocrático es un partido progresista que lucha por
los intereses del pueblo trabajador y la democratización del país,
además, en cuanto a su composición, casi en su totalidad son hombres
capaces de combatir hasta el fin por el establecimiento de un Estado
democrático en nuestro país. Por esta razón, el Partido Comunista
puede seguir uniendo sus fuerzas con las del Partido Neodemocrático
no sólo en la etapa actual sino también en el futuro.
Tenemos que triunfar a todo trance en la lucha contra los
reaccionarios internos y externos y a este fin debemos agrupar
firmemente las amplias masas populares en torno a nosotros. Sus
fuerzas son inagotables. Nosotros confiamos sólo en estas fuerzas y
somos soldados que sabremos conquistar la victoria final con estas
fuerzas.
Hoy en día, la clave de la solución del problema coreano está
precisamente en la aglutinación de las amplias masas populares. El
problema más importante que nos plantea ahora nuestra revolución
consiste en quién atrae mayor número de gentes. Quien gane a las
amplias masas, vencerá.
El Partido Comunista no debe quedar como un partido que amplía
sus fuerzas exclusivamente entre los obreros, sino tomar el camino de
desarrollo hacia un partido de masas capaz de atraer a sus filas a gran
número de campesinos progresistas e intelectuales trabajadores que
luchan activamente por construir un Estado soberano, independiente y
democrático. Solamente obrando de este modo podremos vencer en la
lucha contra las fuerzas antidemocráticas y lograr la victoria de nuestra
revolución. Por lo tanto, debemos salir del estrecho cerco clasista y
poner todo nuestro empeño en la aglutinación de la mayoría aplastante
de las masas trabajadoras. Esto se necesita no sólo para el triunfo
inmediato de hoy sino también para emancipar definitivamente a las
masas trabajadoras de toda clase de explotación y opresión.
La fusión del Partido Comunista y el Partido Neodemocrático no
300
significa de ningún modo que el Partido Comunista conquista al
Partido Neodemocrático o viceversa. La fusión de ambos Partidos es,
en todo caso, para construir un poderoso partido masivo de varios
millones de miembros que puedan seguir luchando por el triunfo de
nuestra revolución no sólo en el presente sino también en adelante,
abarcando a las amplias masas conforme a la línea de construcción del
partido masivo, línea que emana de la exigencia objetiva del desarrollo
de la revolución en nuestro país. Por eso, la fundación del Partido del
Trabajo, partido de las masas trabajadoras, de ningún modo es un
“retroceso” o un “decaimiento” sino una estrategia más activa y
revolucionaria.
Nuestra táctica no es una fórmula muerta. Nuestra táctica
revolucionaria es un arma viva que puede cambiar rápidamente a
medida que cambian las condiciones subjetivas y todas las condiciones
objetivas, incluso el medio ambiental, y que puede propiciar un
elevado espíritu creativo.
En este sentido, la fusión del Partido Comunista de Corea del Norte
y el Partido Neodemocrático de Corea es una cuestión de necesidad
imperiosa y de solución imprescindible en la actualidad.
La tarea futura consiste, ante todo, en que todos los cuadros y los
miembros de los dos Partidos tengan una plena comprensión
ideológica y política de que al fusionarse, ambos Partidos se convierten
en el Partido del Trabajo de carácter masivo, y que se preparen
debidamente para su realización. Debemos hacer que todos ellos se
esfuercen activamente para asegurar el éxito de la fusión.
Desde luego, en el proceso de la fusión podemos tropezar con
diversas dificultades. En el seno del Partido Neodemocrático pueden
aparecer quienes se muestren descontentos: “¿Por qué razón el Partido
Neodemocrático se absorbe en el Partido Comunista?”, y en el Partido
Comunista gentes que digan: “El Partido Comunista se hace
oportunista”. Así, pues, es posible que haya oportunistas de derecha y
de izquierda de toda índole que se opongan a la fusión. Además pueden
surgir quienes ambicionen aprovechar la fusión de ambos Partidos para
formar alguna “secta”, así como maniobras de los reaccionarios
301
enfiladas a desbaratar nuestra labor de fusión.
Pero, la justicia triunfa sin falta. Si realizamos cabalmente entre
todos los miembros la labor de explicación y de propaganda del
trabajo de fusión y organizamos correctamente entre las masas la lucha
por aplastar todas las maniobras encaminadas a obstruir esta labor, se
impulsará con éxito la fusión de los dos Partidos.
Los compañeros que participan en esta Reunión deben conocer a
fondo la actual situación interna e internacional y el propósito y la
significación de la fusión de ambos Partidos para hacer comprenderlo
claramente a todos los miembros. De esta manera debemos culminar
rápidamente la labor de fusión y librar la lucha por la conquista de
millones de personas.
A continuación, debemos hacer que los miembros de ambos
Partidos, después de su fusión en el Partido del Trabajo, se confíen y
comprendan mutuamente y, en estrecha unión, luchen activamente por
el crecimiento y fortalecimiento del Partido del Trabajo y por la
realización de su programa.
Para esto es necesario educar bien a los miembros. Sobre todo, a
fin de que los miembros de ambos Partidos se cohesionen
sólidamente en una ideología y una sola voluntad, tenemos que
intensificar su educación para que posean el sano estilo de trabajo de
ayudarse y aprender recíprocamente.
Podemos creer que ambos Partidos tienen sus estilos propios. Es
decir, el Partido Comunista tiene el estilo de la clase proletaria y el
Partido Neodemocrático el estilo de la intelectualidad. Los miembros
de ambos Partidos deben aprender mutuamente. Los militantes del
Partido Comunista han de aprender los conocimientos y la técnica de
los intelectuales, y los miembros del Partido Neodemocrático el
espíritu revolucionario, organizativo y de disciplina férrea de la clase
obrera. Si de esta manera, los miembros se pertrechan firmemente con
el estilo revolucionario de la clase obrera y los conocimientos de la
ciencia avanzada, todos ellos podrán convertirse en excelentes
activistas políticos capaces de trabajar hábilmente entre los obreros,
campesinos, intelectuales, estudiantes y otros sectores de masas. Por
302
supuesto, esto no es cosa fácil. Pero, si todos los militantes aprenden y
trabajan con ahínco, no cabe duda de que podrán resolver este
problema.
Junto con esto, es preciso hacer que todos los miembros se
esfuercen voluntariamente para observar la disciplina unitaria del
Partido.
Al unirse los dos Partidos, podrán aparecer en el seno del nuevo
partido opiniones contrarias en cuanto al problema de la disciplina
partidista. De entre los miembros del Partido Neodemocrático podrá
haber algunos que digan que es difícil porque la disciplina del Partido
es demasiado rigurosa. Pero, nosotros no podemos aflojar esa disciplina.
Si aflojamos la disciplina del Partido, se paralizará su combatividad.
Por supuesto, podrá haber diversas dificultades para fortalecer la
disciplina del Partido, pero tendremos que superarlas. Cualquier cosa,
si se trata de algo justo, hay que llevarla a su encarnación venciendo
todas las dificultades. Debemos librar entre los militantes una lucha
por intensificar la disciplina del Partido de modo que ellos la observen
cabalmente.
Hoy en día, una de nuestras consignas más importantes es:
“¡Dejemos las disputas sectarias!”.
Anteriormente, nuestro país se arruinó a causa de las disputas
sectarias; después también, el movimiento revolucionario tuvo que
afrontar muchas dificultades debido a estas cizañas. Si se repiten en
adelante, será posible arriesgar la existencia misma de nuestro Partido
y llevar al fracaso la revolución.
Actualmente, en el Partido Comunista y el Partido Neodemocrático
existen elementos que aparentan ser los más genuinos marxistas y
luchadores por la construcción democrática, pero, en realidad, ayudan al
imperialismo yanqui y a la camarilla de Syngman Rhee sin abandonar
los hábitos fraccionalistas. Si admitimos las actividades fraccionalistas
de estos elementos, esto destruirá la cohesión y la unidad del Partido,
obstaculizará el fortalecimiento de las fuerzas democráticas y causará
enormes daños a la patria y la nación. Debemos vigilar atentamente las
tendencias fraccionalistas y combatirlas irreconciliablemente. De esta
303
manera tendríamos que agrupar a todos los militantes de ambos Partidos
en un partido de masas, pertrecharlos indefectiblemente con una sola
ideología y organizarlos y movilizarlos activamente para el
cumplimiento de la tarea revolucionaria planteada ante el Partido.
Otro problema al que debemos prestar atención: prevenir las
prácticas que debiliten el frente unido nacional democrático con
motivo de la fusión de ambos Partidos.
Jamás se debe dar un caso en que nos portemos con altanería, como
si estuviéramos por encima de todos los demás, o que abusando de la
autoridad ignoremos el frente unido con diversos partidos y
organizaciones sociales, por la simple razón de que después de la
fusión el Partido se haya desarrollado como un gran partido de masas.
Cuanto más se acrecientan las fuerzas de nuestro Partido, mayores
deben ser nuestra modestia y el esfuerzo para estrechar la colaboración
con diferentes partidos y organizaciones sociales.
Como he dicho arriba, hoy los imperialistas norteamericanos,
llevando por delante a los reaccionarios, recurren a toda clase de
maquinaciones con objeto de dividir las fuerzas democráticas. En
Corea del Sur, ellos intentan socavar el Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático desde el interior, mientras actúan frenéticamente para
aislar al Partido Comunista y dividir y debilitar las fuerzas
democráticas urdiendo, incluso, el complot de la llamada “cooperación
entre la derecha y la izquierda”. Del mismo modo tratan de destruir
nuestras filas enviando a Corea del Norte a elementos saboteadores y
subversivos. Dividiendo y debilitando así las fuerzas democráticas, los
imperialistas norteamericanos tratan de implantar un poder títere y
convertir nuestro país en su colonia.
Tenemos que estar alerta frente a las maniobras de los enemigos y
esforzarnos para agrupar firmemente las fuerzas democráticas. Todos
nuestros militantes no deben limitarse simplemente a apoyar el frente
unido nacional democrático sino luchar enérgicamente por su mayor
fortalecimiento.
La fusión de ambos Partidos debemos realizarla no sólo en Corea
del Norte. También tenemos que ayudar activamente a la unificación
304
de los Partidos Comunista, Neodemocrático y Popular en Corea del
Sur con miras a aglutinar a amplias fuerzas patriotas democráticas.
Tan pronto como termine esta reunión, debemos iniciar los trabajos
efectivos relacionados con la fusión de ambos Partidos. Y realizar una
buena educación entre los militantes de ambos Partidos de modo que
su fusión se efectúe con éxito y en breve plazo, desde las
organizaciones de base hasta el centro.
Compañeros:
La fusión del Partido Comunista de Corea del Norte y el Partido
Neodemocrático de Corea es una labor muy importante, pero, por el
motivo de cumplir esta tarea no debemos cejar en la labor de
fortalecimiento de nuestra base democrática. Al mismo tiempo que
efectuamos la fusión tenemos que cumplir las importantes tareas que
hoy tenemos planteadas.
Quisiera insistir en algunas tareas inmediatas.
Primero, hay que organizar, lo más pronto posible, comités del
Frente Unido Nacional Democrático hasta en las ciudades y distritos.
A fin de agrupar más firmemente a las masas de diferentes capas y
organizarlas y movilizarlas de modo activo a la construcción del
Estado tenemos que intensificar el trabajo del Frente Unido. A este fin
es necesario constituir los comités del Frente Unido Nacional
Democrático a todos los niveles. La organización de estos comités
contribuirá a una mayor consolidación de nuestra base democrática.
Segundo, debemos instituir lo más pronto posible la universidad y
esforzarnos por fundar escuelas técnicas especializadas y de formación
de cuadros.
Con miras a formar rápidamente los cuadros nacionales necesarios
para la construcción de la Corea democrática ya planteamos la tarea de
crear la universidad y diversas escuelas. Pero, hasta la fecha no se
impulsa como es debido este trabajo.
Para establecer escuelas a todos los niveles se necesitan muchos
cuadros. Por eso, debemos formar rápidamente los cuadros necesarios
a la enseñanza y lograr que todos los partidos políticos pongan su
empeño en ese trabajo.
305
Tercero, hay que aplicar toda la energía en la solución del
perentorio problema de la alimentación.
Hoy, la cuestión de los víveres es una de las más importantes que
deciden el éxito de la construcción democrática. Si no resolvemos
correctamente este problema, podrán deteriorarse todos los éxitos
obtenidos en la construcción democrática.
Ahora, en todas las provincias y distritos, las organizaciones del
Partido y los órganos del Poder popular no prestan atención a la
cuestión de los víveres. Por esta razón, todavía no se han entregado los
impuestos en especie de trigo y cebada. Se trata de un caso muy grave.
De nada sirve la existencia de un partido o poder que no presta
atención a este problema ni es capaz de resolverlo. Nuestros cuadros
deben eliminar cabalmente la errónea actitud hacia el trabajo de que
adolecen actualmente y dedicarse con tesón a solucionar el problema
de la alimentación.
El comienzo siempre es importante en todo trabajo. Tenemos que
hacer que los campesinos paguen a tiempo los impuestos en especie
de cultivos tempranos tales como el trigo, la cebada y la patata y que
observen rigurosamente, desde el principio, la disciplina estatal en el
pago de estos impuestos.
Movilizando todos los partidos políticos y organizaciones sociales
debemos intensificar la labor de explicación y de propaganda entre los
campesinos y ayudarlos activamente en sus faenas agrícolas, para que
ellos paguen los impuestos agrícolas en especie antes de que expiren
los plazos. Si los campesinos pagan toda la cantidad fijada de los
impuestos en especie, podremos resolver suficientemente ya para este
año el abastecimiento de víveres a los obreros y empleados.
Cuarto, tenemos que nacionalizar rápidamente las industrias clave.
En la Comisión Conjunta Soviético-Norteamericana, los
imperialistas norteamericanos insistieron en que la Unión Soviética y
EE.UU. compartieran entre sí las fábricas y empresas que pertenecían
anteriormente a los imperialistas japoneses. Pero, la Unión Soviética
rechazó esta propuesta norteamericana e insistió justamente en que
todas estas fábricas y empresas deberían ser entregadas al pueblo
306
coreano. A fin de cuentas, con esta insistencia los imperialistas yanquis
perseguían apoderarse directamente de las importantes industrias de
nuestro país relevando a los imperialistas japoneses.
Si los imperialistas norteamericanos se adueñan de las fábricas y
empresas creadas al precio de la sangre y el sudor del pueblo coreano,
será imposible lograr la plena independencia de Corea, y si de todos
modos se lograra esa independencia sin ninguna base económica no
nos haría falta. Sin embargo, ahora la camarilla traidora de Syngman
Rhee acepta la exigencia bandidesca de los imperialistas yanquis, que
quieren adueñarse de las importantes entidades industriales de nuestro
país.
Debemos rechazar esta maniobra del imperialismo yanqui y de sus
lacayos y tomar medidas para nacionalizar pronto los organismos
industriales que en el pasado poseían los imperialistas nipones y los
coreanos traidores a la nación.
Junto con esto son necesarias las medidas para manejar bien las
fábricas y las empresas. La causa principal de que ahora en ellas no
marcha normalmente la producción consiste en la escasez de cuadros y
técnicos que puedan administrar debidamente las empresas. Por lo
tanto, tenemos que buscar y movilizar rápidamente a los cuadros
administrativos de las empresas y técnicos calificados y, por otro lado,
poner empeño en formarlos en gran número.
Debemos luchar por la realización de las reformas democráticas no
sólo en Corea del Norte sino también en Corea del Sur. En la parte
surcoreana hay que disolver la administración militar norteamericana y
traspasar el poder al comité popular, aplicar las leyes de la reforma
agraria, del trabajo y de la igualdad de derechos del hombre y la mujer,
entregar al patrimonio del pueblo coreano las fábricas y empresas que
pertenecían a los imperialistas japoneses y a los traidores a la nación. A
este fin debemos preparar firmemente las fuerzas democráticas y
acelerar la construcción democrática en Corea del Norte para mostrar
el ejemplo al pueblo surcoreano.
Por último, estoy firmemente convencido de que al realizarse con
éxito la fusión del Partido Comunista y el Partido Neodemocrático, en
307
un futuro próximo, millones de trabajadores se incorporarán al Partido
del Trabajo y decenas de millones de personas se agruparán
sólidamente en torno a él.
¡Viva la construcción del Partido del Trabajo, poderoso partido
masivo que representa los intereses de las masas trabajadoras de
Corea!
¡Viva la sólida alianza de los obreros, campesinos e intelectuales de
Corea!
¡Viva el Frente Unido Nacional Democrático!
¡Viva el establecimiento del Estado democrático de completa
soberanía e independencia!
308
LEY DE LA IGUALDAD DE LOS DERECHOS
DEL HOMBRE Y LA MUJER DE
COREA DEL NORTE
30 de julio de 1946
309
Artículo 2. Las mujeres tienen los mismos derechos que los
hombres a elegir y ser elegidas a los órganos locales y al supremo de
poder.
Artículo 3. Las mujeres tienen los mismos derechos que los
hombres al trabajo, al salario, al seguro social y a la enseñanza.
Artículo 4. Las mujeres gozan igual que los hombres del derecho al
libre matrimonio.
Se prohíbe el matrimonio forzado, que se hace contra la libertad y
sin consentimiento de los contrayentes.
Artículo 5. En el caso de que se deterioren las relaciones
conyugales durante la vida y haya motivos que impidan su
mantenimiento ulterior, las mujeres tienen el mismo derecho que los
hombres al libre divorcio. Se reconoce el derecho de la madre a
reclamar al ex marido por medio procesal los gastos de mantenimiento
de los hijos, y se determina la competencia de los tribunales populares
en el proceso de divorcio y de regulación de los gastos para
mantenimiento de los niños.
Artículo 6. Se determina la edad matrimonial de más de 17 años
para la mujer y de 18 años para el hombre.
Artículo 7. Se prohíben la poligamia, un hábito de las relaciones
feudo-medievales, y la práctica de venta y compra de mujeres como
esposas o concubinas ultrajando sus derechos humanos.
Se prohíbe el sistema de prostitución con licencia y sin ella, el de
cortesanas (alcahuetería y escuela de formación de ellas). Se castiga
con la ley a los individuos que infringen este artículo.
Artículo 8. Las mujeres tienen, lo mismo que los hombres, el
derecho a heredar los bienes y la tierra y, en caso de divorcio, gozan del
derecho al reparto de bienes y de la tierra.
Artículo 9. Desde el momento en que se proclama la presente Ley
se declaran nulos la ley y reglamentos del imperialismo japonés sobre
los “derechos” de la mujer coreana.
La presente Ley entra en vigencia desde el mismo día de su
proclamación.
310
SEAN COMBATIENTES REVOLUCIONARIOS
QUE DEFIENDAN LA POSICIÓN Y
LA IDEOLOGÍA DEL PARTIDO
311
Sin embargo, el imperialismo mundial, ya podrido y en camino de
la derrota, no podrá esclavizar de nuevo a los pueblos, dueños de su
destino, ni hacer retroceder las ruedas de la historia por más
desesperados que sean sus esfuerzos y por más veneno que vierta. Si
los imperialistas vuelven a desencadenar una guerra mundial, serán
aniquilados, huelga decir, por las llamas de la resistencia de los
pueblos del mundo que aman la paz y la democracia.
Con su liberación el pueblo coreano, sometido por el imperialismo
japonés durante largos años, se ha levantado unánimemente a la lucha
por establecer el Estado de soberanía e independencia completas,
conforme a su voluntad. Ha logrado una gran victoria en el combate
por la libertad e independencia de la patria y la democracia y sigue
triunfando. Con todo, son cada vez más aviesas las conspiraciones y
actos subversivos del imperialismo yanqui y la camarilla vendepatria
de Syngman Rhee que atentan contra la justa causa del pueblo coreano.
Syngman Rhee se va de la lengua abiertamente sobre su intención
de provocar una guerra fratricida. Los enemigos del pueblo coreano,
atemorizados ante el cada día más creciente poderío de nuestras masas
populares, actúan como perros rabiosos.
Queridos compañeros: ustedes, que se han armado con la teoría
revolucionaria y van a incorporarse a diferentes frentes de la
construcción de la patria democrática en medio de una lucha tan aguda
y tensa, deben comprender que el Partido cifra en ustedes grandes
esperanzas.
Ahora, nuestro Partido se encuentra en una etapa muy importante,
de grandes cambios políticos. El Partido se desarrolló configurando el
Partido del Trabajo, partido de masas que abarca a los elementos
progresistas de todas las masas trabajadoras.
En estos momentos de vertiginosos cambios en la situación
política, crece aún más el peso de los deberes que asumen nuestros
militantes de Partido. Es ésta la razón por la cual depositamos una gran
esperanza en ustedes, primeros graduados de la Escuela Central del
Partido.
Ante todo, tienen que prepararse como combatientes
312
revolucionarios que defiendan firmemente la posición y la ideología
de nuestro Partido siempre y en cualquier circunstancia por compleja y
difícil que sea.
En el pasado, numerosos mártires nuestros lucharon con valor en
defensa de la posición y la ideología del Partido hasta su último aliento
frente al patíbulo de los enemigos. Sólo si ustedes mantienen con
firmeza la posición de nuestro Partido y defienden hasta el fin los
intereses de la revolución coreana y del pueblo coreano, gozarán del
merecido amor y apoyo por parte del pueblo como auténticos hijos e
hijas de nuestro Partido que heredan la causa de los mártires
revolucionarios. Si, de lo contrario, vacilan lo mínimo ante las
dificultades, se quedarán inevitablemente a la zaga del desarrollo de la
historia.
Ustedes deberán ser funcionarios cuyas conductas coincidan
siempre con las palabras, que sepan relacionar justamente la teoría con
la práctica.
Hasta ahora, ustedes han asimilado muchas y excelentes teorías en
la Escuela. Son las invencibles teorías del marxismo-leninismo y el
arma que hoy se necesita vitalmente para nuestras actividades
revolucionarias. Pero, el problema no estriba sólo en conocerlas, sino
en saber utilizarlas como guía para la acción, materializarlas en la
lucha práctica. Si la teoría no se utiliza como arma eficaz en la lucha
revolucionaria y no se relaciona con la práctica, no pasará de ser una
palabrería. La teoría revolucionaria manifiesta su vitalidad sólo cuando
se une con nuestra práctica revolucionaria concreta y, por otra parte,
nuestra práctica puede abocar en la victoria si está orientada sin falta
por una teoría revolucionaria.
Es preciso que ustedes muestren el ejemplo de cómo unir
justamente la teoría con la práctica y se esfuercen por establecer este
estilo de conducta en el seno de nuestro Partido.
Ustedes deben ser no sólo dirigentes de las masas populares sino
también sus discípulos y fieles servidores.
Debemos ponernos siempre al frente de las masas para
concientizarlas y guiarlas. Pero, no nos debemos olvidar ni por un
313
momento aprender de la inagotable inteligencia y experiencia de las
masas. Además, tengamos siempre presente que somos trabajadores al
servicio de las masas populares, que somos sus servidores.
Nosotros conseguimos siempre la victoria porque sabemos
movilizar a las masas populares confiando en su sabiduría y fuerza y
luchamos por sus intereses. Para nosotros no hay nada más valioso que
los intereses de las masas populares, ni tarea más honrosa que luchar
abnegadamente por la libertad y la felicidad del pueblo.
En vez de situarnos por encima de las masas populares y de
dominarlas, hemos de aprender con modestia de ellas compartiendo
siempre la vida y el riesgo de la muerte, la pena y la alegría y trabajar
con toda energía y entusiasmo en aras de los intereses de todo el
pueblo.
Junto con esto, ustedes han de hacerse políticos magnánimos que
sepan aconsejarse con las masas populares, unirse con ellas y darles la
mano. Ningún éxito tendremos en el trabajo si no sabemos
aproximarnos a las masas populares, atraerlas y unirnos con ellas
aunque seamos capaces de cumplir muy bien otras tareas. Sobre todo,
en la hora actual, cuando nuestro Partido se ha desarrollado
conformando el Partido del Trabajo, vanguardia de las amplias masas
trabajadoras, esto se plantea como un problema de vital importancia.
Nuestra tarea es unirnos no sólo con los obreros, sino también con el
mayor número posible de campesinos e intelectuales y agrupar en
torno nuestro el máximo de gentes. Para esto necesitamos poseer gran
alteza de miras políticas y saber trabajar sagazmente entre las masas.
Hoy, nuestro Partido necesita más que nunca cuadros y militantes
que se lleven bien con las masas, que conozcan a fondo sus inquietudes
y se granjeen su profunda confianza. Espero que ustedes mostrarán un
magnífico ejemplo en el trabajo para con las masas prestando una
especial atención a este aspecto.
Además, necesitamos saber aliarnos y unirnos con otros partidos
políticos democráticos. Es preciso luchar por acrecentar y consolidar a
nuestro Partido y, al mismo tiempo, respetar a los partidos amigos y
prestarles activa ayuda en sus trabajos. La actitud de rechazo y
314
menosprecio a otros, tal como se observa en el trabajo de los
compañeros de cierta localidad, no sólo contribuye a corroer nuestro
Frente Unido Nacional Democrático sino que, además, obstruye de
hecho el desarrollo del trabajo de nuestro Partido. Sólo logrando un
firme frente unido con los partidos amigos y marchando hombro con
hombro con todos los sectores y capas del pueblo podremos conquistar
la victoria en la lucha revolucionaria.
Por último, ustedes lucharán por la cohesión y unidad del Partido,
basándose en los principios, y mostrarán ejemplo también en la
observancia de la disciplina partidista.
Para salir vencedores en la lucha contra los enemigos es de gran
importancia convertir a nuestro Partido en un destacamento férreo, de
unidad monolítica sobre la base de una sola ideología y voluntad. No
debemos permitir ni el menor amago de fraccionismo que pueda
debilitar la unidad del Partido, sino combatirlo implacablemente. Los
fraccionalistas, además de haber obstruido nuestra causa
revolucionaria en el pasado, maniobran hoy también para paralizar la
combatividad de nuestro Partido y desorganizarlo desde adentro. Estos
individuos están ayudando, de hecho, a los enemigos de nuestra
revolución.
Agudicemos al máximo la vigilancia ante las tendencias
fraccionalistas. Y así luchemos resueltamente para construir un
poderoso partido marxista-leninista, totalmente unido tanto en el
sentido ideológico como en el organizativo. Esto es, precisamente, el
deber primordial para la victoria de la revolución coreana.
Presento mi sincero respeto a los compañeros profesores y
personal auxiliar que han trabajado con ahínco día y noche en aras de
la Escuela y deseo los mayores logros en el trabajo posterior a los
compañeros graduados que ya han realizado con éxito sus estudios y
su temple ideológico.
315
LOS MÚSICOS DEBEN CONTRIBUIR
ACTIVAMENTE A LA CONSTRUCCIÓN
DE LA NUEVA COREA DEMOCRÁTICA
Compañeros artistas:
El concierto brindado hoy por los músicos ha sido excelente. Estoy
muy satisfecho de su actuación. Me ha producido honda emoción asistir
a esta audición ofrecida por nuestros artistas en la patria liberada.
Ustedes son un tesoro precioso para nuestro país.
A lo largo de casi medio siglo, los malvados imperialistas
japoneses recurrieron a toda clase de maquinaciones perversas e
infames para suprimir nuestra cultura nacional. En consecuencia,
nuestra espléndida cultura nacional, de tradiciones seculares, fue
pisoteada cruelmente y nuestra música nacional quedó asfixiada.
Sin embargo, los imperialistas japoneses no pudieron quebrantar
las hermosas flores del arte nacional guardadas en lo profundo del
corazón del pueblo coreano. Los artistas patriotas de Corea lucharon
tenazmente contra la represión del imperialismo japonés y defendieron
nuestra preciosa música nacional, a pesar de toda clase de
persecuciones de los enemigos. Así es posible crear hoy, a menos de un
año de la liberación, la Orquesta Sinfónica Central y presentar su
primer concierto.
316
El hecho de que hoy se haya organizado la Orquesta Sinfónica
Central y dado su primer concierto es un precioso fruto de los
esfuerzos entusiastas de nuestros músicos y constituye un evento de
profunda significación en el desarrollo de nuestra cultura nacional. No
hay duda de que este éxito sería una gran aportación para la
construcción de la nueva Corea democrática.
Para cualquier país o nación, el nivel alcanzado en el arte es un
importante patrón estimativo de su grado de desarrollo en la política, la
economía y otras esferas. El fomento de la cultura nacional constituye
un frente importante de la edificación de la nueva patria democrática, y
desarrollar con rapidez el arte y la cultura nacionales es una valiosa
tarea planteada ante nuestro pueblo en su lucha por crear una nueva
vida.
Ustedes, encargados del arte musical de nuestro país, asumen una
misión importante, por lo que el Partido y el pueblo depositan en
ustedes grandes esperanzas.
Ante todo, no deben olvidar que son combatientes de la
construcción de la nueva Corea democrática. Combatientes son no sólo
los que luchan con las armas en la mano, lo son también todos aquéllos
que contribuyen a la construcción de la nueva Corea democrática. Si
los militares son combatientes que baten al enemigo con las armas,
ustedes son combatientes que luchan con el arte como arma por la
construcción de la nueva Corea democrática. Tanto la historia antigua
como la contemporánea, tanto la de Oriente como la de Occidente
prueban que los músicos excelentes han sido fervorosos patriotas.
Nuestros artistas músicos tienen que contribuir activamente a la
construcción de la nueva patria consagrando todo su entusiasmo y
talento.
Hay que desarrollar la música conforme a la exigencia de la
revolución, conservando las peculiaridades nacionales. Nuestra música
tiene que avenirse con el sentimiento, la emoción y la aspiración
revolucionaria de nuestro pueblo, enfrascado en 1a construcción de la
nueva patria; debe ser una música genuinamente popular y
revolucionaria que refleje el júbilo, la alegría, el orgullo, la dignidad y
317
el entusiasmo revolucionario de nuestro pueblo, que ha logrado la
liberación nacional y emprendido la creación de la nueva vida.
Desde la antigüedad, nuestro pueblo ama mucho la música y,
además, tiene talento destacado en este dominio del arte. Hoy, nuestro
pueblo y nuestros jóvenes esperan una música de alta calidad. Ustedes,
como artistas músicos de la nueva Corea democrática, deben crear
numerosas y excelentes piezas musicales que estimulen el impetuoso
avance de nuestro pueblo por el camino de la creación de la nueva vida.
A fin de desarrollar el arte musical es indispensable formar un
sólido destacamento de músicos. De momento, nos faltan gran número
de ellos. Deben ustedes aumentar con rapidez sus filas formando
muchas reservas de manera que el arte musical de nuestro país florezca
plenamente.
En el campo de la literatura y el arte hay que aunar esfuerzos para
erradicar todos los resabios ideológicos del imperialismo japonés y
fomentar un espíritu democrático por la construcción del país. Sólo
entonces, los escritores y artistas podrán crear obras genuinamente
democráticas, patrióticas y populares.
Para terminar, les deseo buena salud.
318
LEY DE LA NACIONALIZACIÓN
DE LAS INDUSTRIAS, TRANSPORTES,
COMUNICACIONES, BANCOS, ETC.
10 de agosto de 1946
319
Todas las empresas, minas, plantas eléctricas, transportes
ferroviarios, comunicaciones, bancos, comercios, centros culturales,
etc., que pertenecieron al Estado japonés, a personas jurídicas y
naturales japonesas y a traidores coreanos serán confiscados sin
indemnización y pasados a propiedad del pueblo coreano, o sea,
nacionalizados.
La presente Ley entrará en vigor desde el día de su promulgación.
320
LA NACIONALIZACIÓN DE LAS
PRINCIPALES INDUSTRIAS ES LA BASE
PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN ESTADO
SOBERANO E INDEPENDIENTE
Queridos compatriotas:
Me gustaría comunicarles a ustedes una feliz noticia de gran
significación en la vida del pueblo coreano.
Hoy, el Comité Popular Provisional de Corea del Norte ha
adoptado y promulgado la Ley por la cual se confiscan sin
compensación y se nacionalizan todas las fábricas, minas, plantas
eléctricas, el transporte ferroviario, las comunicaciones, los bancos, el
comercio, los establecimientos culturales, etc., que eran propiedad del
Estado japonés, de las personas jurídicas y naturales japonesas y de los
traidores coreanos a la nación.
Esta Ley promulgada por el Comité Popular Provisional de Corea
del Norte es una ley de enorme trascendencia histórica. Gracias a ella,
en Corea del Norte todas las fábricas, minas, plantas eléctricas,
transporte ferroviario, comunicaciones, bancos, comercios,
establecimientos culturales, etc., que los imperialistas japoneses
construyeron en esta tierra con el sudor y la sangre del pueblo coreano,
han pasado a ser propiedad de éste, su único y legítimo dueño. Además,
321
todas las fábricas y empresas pertenecientes a aquellos coreanos que
huyeron con los japoneses y a los elementos projaponeses y traidores a
la nación, han sido confiscadas sin compensación y puestas en manos
del pueblo coreano.
Durante su dominación sobre nuestro país, los bandidos
imperialistas japoneses no desarrollaron la industria de Corea en
beneficio del pueblo coreano, sino que construyeron aquí
establecimientos industriales con el propósito de saquear los ricos
recursos de nuestra patria y de obtener jugosos beneficios coloniales
explotando el trabajo de nuestro pueblo. El imperialismo japonés
también hizo uso de muchas fábricas y empresas de Corea, para
abastecerse de los armamentos que necesitaba en su guerra de agresión.
Hasta la víspera de su liberación, el pueblo coreano no había hecho
sino llenarles la panza a los salteadores coloniales del imperialismo
japonés con sus penosas labores, mientras padecía hambre y penuria
extremas.
Pero, ya se le ha puesto fin para siempre a este injusto y
humillante sistema. Ahora, las fábricas, minas de carbón y otras, las
plantas eléctricas, los ferrocarriles y bancos, etc., han pasado todos a
ser posesión del pueblo coreano y a servir así exclusivamente al
enriquecimiento, el fortalecimiento y el progreso de nuestra patria y al
aumento del bienestar de nuestro pueblo.
No hay duda de que todo el pueblo, tanto de Corea del Norte como
del Sur, aprobará y apoyará calurosamente, con el mayor júbilo y
emoción, esta Ley del Comité Popular Provisional de Corea del Norte.
La Ley adoptada por el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte es una nueva e importante medida para la democratización de
Corea y la construcción de un Estado democrático, soberano e
independiente. En un año tras la liberación de Corea del yugo del
imperialismo japonés, hemos dado cumplimiento a varias tareas
democráticas en Corea del Norte. Hemos fundado y fortalecido el
Comité Popular, genuino poder del pueblo; hemos realizado la reforma
agraria, que confiscó la tierra a los imperialistas japoneses y
terratenientes y la distribuyó gratuitamente entre los campesinos;
322
hemos puesto en vigor la Ley del Trabajo y la Ley de la Igualdad de los
Derechos del Hombre y la Mujer, y hemos tomado medidas a fin de
establecer un sistema de enseñanza popular. Así, hemos echado las
bases para la futura construcción de un Estado coreano democrático e
independiente. Hace un año, el heroico ejército soviético ayudó a
nuestro pueblo a derrotar al ejército agresor del imperialismo japonés y
liberar el país. Después de la liberación de Corea, el ejército soviético
ofreció ayuda a nuestro pueblo para que estableciera un genuino Poder
popular y creara una vida nueva y democrática, acorde con sus deseos;
y continuamente nos presta una asistencia desinteresada para la pronta
recuperación y desarrollo de la economía nacional y la cultura en
Corea del Norte.
El pueblo coreano, a través de su vida práctica, ha llegado al
profundo convencimiento de que el pueblo soviético es su más íntimo
y verdadero amigo. Nuestro pueblo nunca olvidará la ayuda sincera del
hermano pueblo soviético.
La indestructible amistad entre los pueblos de Corea y la Unión
Soviética está sellada con la sangre que los hijos e hijas del gran pueblo
soviético han vertido en la batalla por aniquilar a los bárbaros
ocupantes imperialistas japoneses. El pueblo coreano, que venera esta
amistad más que ninguna otra, manteniéndose estrechamente unido al
pueblo soviético, obtendrá sin duda la completa soberanía e
independencia democráticas de Corea, su felicidad y la prosperidad
para sus miles de generaciones venideras.
Pero, en Corea del Sur bajo la ocupación del ejército de Estados
Unidos, la realidad ofrece un aspecto enteramente distinto.
Actualmente, en Corea del Sur se le niegan al pueblo todas las
libertades y derechos políticos. Los comités populares, representantes
de la voluntad del pueblo, han sido disueltos por la fuerza, y todo el
poder se halla en manos de la comandancia del ejército norteamericano.
De palabra, la comandancia del ejército norteamericano ha
manifestado que busca la “amistad” con el pueblo coreano y desea
pronta “independencia” de Corea, pero, en los hechos, practica una
política, de esclavitud colonial en Corea del Sur.
323
La administración militar norteamericana promueve
descaradamente como consejeros suyos a los traidores al pueblo
coreano y a los elementos reaccionarios que en calidad de burócratas
sirvieron al imperialismo japonés antes del 15 de Agosto. Hasta hoy no
se ha tomado en Corea del Sur ninguna medida para eliminar a los
elementos projaponeses, traidores a la nación y terroristas
reaccionarios, ni para ponerle coto a la persecución contra los partidos
políticos y organizaciones sociales de carácter democrático.
Con el activo apoyo de la comandancia del ejército
norteamericano, los capitalistas yanquis y los reaccionarios nativos
están recurriendo a toda clase de ardides para apoderarse de los
establecimientos de producción y bienes que, en Corea del Sur,
antiguamente pertenecían al Estado japonés y a los particulares
japoneses. En especial, la camarilla traidora de Syngman Rhee está
vendiendo a su antojo las industrias y recursos naturales de Corea a
los monopolistas de Estados Unidos. Para nadie es un secreto que,
desde hace mucho, algunas corporaciones mineras norteamericanas
codician las abundantes riquezas del subsuelo de Corea. Estas
compañías han sobornado con dólares a la camarilla de Syngman
Rhee y concluido con ésta un “acuerdo” para la explotación de minas
en Corea. Esto prueba que, con la guía de sus lacayos –la camarilla de
Syngman Rhee–, el capital monopolista norteamericano está tratando
con ahínco de apoderarse de las principales industrias de Corea,
convertir a nuestro país en una colonia de Estados Unidos y
esclavizar a nuestro pueblo una vez más.
El pueblo coreano de ninguna manera tolerará esto, y luchará más
enérgicamente para frustrar el complot del imperialismo
norteamericano y sus perros de presa, los traidores a la nación, y
realizar la independencia política y económica de Corea.
La Ley del Comité Popular Provisional de Corea del Norte sobre
la nacionalización de las principales industrias que en el pasado
pertenecieron a los imperialistas japoneses y a los traidores coreanos,
constituye una severa respuesta y un poderoso golpe del pueblo
coreano a todos los elementos projaponeses y traidores a la nación, a
324
los reaccionarios que obstaculizan la construcción de un Estado
democrático e independiente, al imperialismo norteamericano y la
camarilla vendepatria de Syngman Rhee, que están tratando de
encadenar de nuevo al pueblo coreano con los grilletes de la
esclavitud colonial. Las fábricas, minas de carbón y otras, plantas
eléctricas, ferrocarriles, comunicaciones, bancos, etc., que han pasado
por completo a manos del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte gracias a esta Ley, nunca, más serán propiedad de capitalistas
extranjeros ni de empresarios privados, sino que pertenecerán para
siempre a un Estado donde el pueblo ha llegado a ser el amo, siendo
por lo tanto una propiedad del pueblo coreano mismo.
Las instalaciones industriales recién nacionalizadas son empresas
tan importantes que pueden considerarse como la espina dorsal de la
economía coreana. Estas empresas ya nunca servirán a los
imperialistas como medios para obtener beneficios, lo que sucedía
antes de la liberación, sino que se utilizarán exclusivamente para la
prosperidad de nuestro país y el aumento del bienestar del pueblo
coreano. El hecho de que las principales ramas de la economía
nacional estén en manos del pueblo coreano y funcionen en interés
suyo tiene, realmente, un gran significado en la rápida restauración y
desarrollo planificados de la economía de nuestro país y en la
aceleración de la construcción de un Estado democrático, soberano e
independiente en el futuro.
La nueva Ley promulgada por el Comité Popular Provisional de
Corea del Norte señala nuevas tareas a nuestro pueblo.
Debemos aprender cómo se administra y gestiona mejor una
industria, debemos garantizar el rápido servicio de las empresas que
aún no están funcionando y asegurar los materiales y mano de obra
necesarios. Y, dondequiera, debemos luchar por fortalecer la
disciplina en el trabajo y aumentar su productividad.
Ya no trabajamos para los imperialistas o explotadores, sino que lo
hacemos para nuestro propio bien, por la felicidad de todo el pueblo.
Cuanto mejor trabajemos, tanto más mercancías producirán nuestras
fábricas y empresas, y las ofrecerán al pueblo a precios más reducidos.
325
Por eso, todos los trabajadores físicos e intelectuales deben adoptar
una nueva actitud hacia el trabajo, cuidar mucho y economizar
activamente los bienes del Estado y del pueblo, y esforzarse en
producir más y mejor.
Todos los obreros y técnicos, y en particular los jóvenes, deben
hacer incansables esfuerzos por aumentar sus aptitudes, obtener una
mejor calificación y aprender con ahínco la ciencia y la tecnología.
Sólo con el domino de una ciencia y una técnica avanzadas podremos
administrar mejor y desarrollar con más rapidez nuestra industria y
nuestra economía nacional.
Nuestros campesinos deben luchar por aumentar el rendimiento de
las cosechas, entregar con exactitud y a su debido tiempo al Estado
los impuestos agrícolas en especie, para así proveer de alimentos a los
trabajadores físicos e intelectuales y habitantes de las ciudades en
cantidad suficiente.
Los elementos projaponeses, los traidores a la nación y los
reaccionarios seguramente maniobrarán para impedir la ejecución de
esta histórica Ley. Esos viles y siniestros enemigos podrán destruir
nuestras fábricas y empresas y realizar incluso actividades terroristas y
subversivas.
Sin embargo, ninguna fuerza puede detener el avance de nuestro
pueblo ya despierto y unido, ni nadie podrá darle marcha atrás a la
rueda de la historia que avanza hacia adelante.
Los partidos políticos y organizaciones sociales, los obreros,
campesinos, intelectuales y todas las demás clases y capas del pueblo,
sin excepción, deben dar su apoyo absoluto a la justa medida tomada
por el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, proteger
firmemente de los complots subversivos del enemigo los
establecimientos industriales que han pasado a ser propiedad del
pueblo y, al mismo tiempo, dedicar toda la energía y el entusiasmo a su
normal funcionamiento y a la pronta recuperación y desarrollo de la
economía nacional. Esto, a no dudarlo, contribuirá al mejoramiento de
la vida de nuestro pueblo y a la causa de la construcción de una patria
democrática, rica y fuerte.
326
Desde luego, esta es una tarea difícil y complicada, pero debemos
llevarla a cabo a cualquier precio. La fuerza unida de un pueblo que
trabaja conscientemente para sí mismo y por el bien de su patria puede
superar seguramente cualquier dificultad y contratiempo y ganará sin
falta la victoria.
¡Demostremos ante el mundo entero que el pueblo coreano
emancipado es capaz de construir con acierto un Estado democrático,
libre e independiente y gobernarlo segura y excelentemente!
¡Viva Corea libre y democrática!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, Poder de
nuestro pueblo!
¡Viva el pueblo soviético, el más íntimo amigo y ayudador del
pueblo coreano!
¡Viva el compañero Stalin, gran líder del pueblo soviético y amigo
entrañable del pueblo coreano!
327
INFORME PRESENTADO EN EL ACTO
CONMEMORATIVO DEL PRIMER
ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN
DEL 15 DE AGOSTO, CELEBRADO
EN LA CIUDAD DE PYONGYANG
15 de agosto de 1946
Queridos compatriotas:
Hoy conmemoramos un aniversario histórico: se cumple un año
desde que nuestra nación coreana se liberó de la opresión de los
imperialistas japoneses.
Con motivo del primer aniversario de la liberación hago llegar
calurosas felicitaciones a mis queridos compatriotas. Al mismo tiempo,
rindo un homenaje a nuestros mártires revolucionarios caídos por la
liberación de Corea.
El 15 de Agosto es el gran día de la liberación en que nuestra
nación empezó a forjar una nueva historia. En este preciso día nosotros,
los coreanos, encontramos la aurora tras una larga vida tenebrosa. Por
fin, nuestro pueblo recuperó la libertad de expresión, prensa, reunión,
asociación y creencia religiosa, libertad a la que había aspirado y
anhelado durante largo tiempo. Ahora también nosotros, los coreanos,
tenemos la posibilidad de organizar tranquilamente nuestra vida,
levantar nuestro propio Estado y fomentar nuestra propia cultura
nacional.
Sabemos bien que estas libertades del pueblo coreano se
conquistaron al precio de la sangre de numerosos mártires
328
revolucionarios que derrocharon valentía y heroísmo sin límites en el
largo curso de la lucha contra los enemigos, y a costa de inenarrables
sufrimientos e inflexible lucha del pueblo.
El año transcurrido después de la liberación, si bien es un tiempo
corto, ha sido un período de cambios trascendentales en la historia de
nuestra nación.
Las grandes reformas democráticas realizadas en un solo año por
nuestro pueblo en Corea del Norte representan una realidad magnífica
de lo que no había podido lograr durante siglos.
329
el mercado mundial, convirtiéndola por completo en su apéndice. Para
favorecer la expansión del capital monopolista del Japón frenaron por
todos los medios el crecimiento del capital nacional coreano.
El imperialismo japonés, que había ocupado Manchuria en
septiembre de 1931 para preparar la guerra de agresión antisoviética,
comenzó a crear en Corea bases de metalurgia, industria química y
otra industria bélica, tendió más vías férreas, amplió los puertos y
otros medios de transporte con fines estratégicos y para llevarse las
materias primas. Para efectuar todas estas obras exprimió más
cruelmente la sangre del pueblo coreano.
A causa de esta política saqueadora del imperialismo japonés, la
economía de Corea quedó toda bajo el control del capital monopolista
del Japón, lo que fue confirmado suficientemente por la estadística de
los propios japoneses, según la cual del total del capital interno de
Corea los japoneses disponían del 93 %; otros extranjeros, del 2 %; y
el capital coreano no pasaba de un 5 %.
Los imperialistas japoneses pagaban bajos salarios a los obreros y
empleados coreanos, sobre todo, a las obreras y los niños les pagaban
un salario miserable de 30 a 50 jones a cambio de 12-16 horas de
trabajo forzoso, lo que les permitía obtener pingües e inauditas
ganancias coloniales. En las fábricas, minas y empresas las
condiciones de trabajo eran tan pésimas como en las mismas cárceles,
donde los imperialistas japoneses explotaban a los obreros coreanos
como a los presos. En fin, impusieron al pueblo coreano una
existencia de esclavos en condiciones infrahumanas.
Además, los imperialistas japoneses frenaron al extremo el
desarrollo de la economía rural en Corea. Desde los primeros días de
la ocupación de Corea aplicaron una política encaminada a arrebatar a
los coreanos grandes extensiones de tierra, arruinaron la economía
campesina con métodos de explotación feudal, destruyeron incluso la
artesanía rural, implantaron altas tasas de arriendo, multitud de
tributos, así como usura y trabajos forzados, lo que sumió a los
campesinos a un abismo de hambre. Cada año se llevaban al Japón
más de 10 millones de soks de arroz, fruto del trabajo de nuestros
330
campesinos. De modo que gran número de coreanos se mantenían a
duras penas con hierbas, cortezas de árboles y mijos traídos de
Manchuria, y muchos campesinos, que se quedaron sin tierra, se vieron
obligados a trasladarse a las ciudades y engrosaban la legión de
vagabundos.
Al mismo tiempo, los imperialistas japoneses impusieron una
política de terror medieval inaudita en la historia del mundo por su
ferocidad. Arrebataron todos los derechos y libertades a la nación
coreana, prohibiéndole incluso la más mínima libertad de palabra,
prensa, reunión, asociación y creencia religiosa. Para mantener su
dominación colonial instalaron en más de 2 500 lugares de Corea
organismos policiales y de gendarmería, dislocaron permanentemente
más de 3 divisiones de fuerzas armadas y perpetraron la represión
armada y las matanzas.
El imperialismo japonés llevó a cabo una política nefasta también en
el campo cultural. Su política cultural en Corea perseguía suprimir la
voluntad de lucha y el espíritu patriótico de los coreanos, que se oponían
a la opresión imperialista y feudal, y convertirlos en sus eternos esclavos.
Monopolizó la totalidad de instituciones científicas, educativas y
culturales y, valiéndose de ellas, trató de erradicar las tradiciones, el
idioma, la conciencia y el orgullo nacionales del pueblo coreano. En vez
de divulgar las ciencias y la tecnología difundió el oscurantismo y el
misticismo e inyectó por la fuerza ideas esclavizantes, suprimiendo el
espíritu de independencia con vistas a borrar los valiosos patrimonios
culturales de la nación coreana y hacer de su pueblo, que contaba con
una remota tradición cultural de 5 milenios, una nación ignorante y
bárbara. Además, encarceló y asesinó a troche y moche a los mejores
científicos, escritores y artistas de nuestra nación.
La ferocidad de la política colonial del imperialismo japonés llegó
al grado extremo después del Incidente del 18 de Septiembre de 1931,
sobre todo, tras el inicio de la Guerra del Pacífico en 1941. En este
período impuso al pueblo coreano una cruel opresión y explotación
mediante el reclutamiento forzado, trabajo obligatorio, entrega forzosa
de granos, etc.
331
A pesar de este despotismo político, económico y cultural del
imperialismo japonés, la nación coreana no se sometió, sino que luchó
vigorosamente por la restauración y el honor de la patria.
Al correr del tiempo crecían la aspiración nacional y la voluntad de
lucha revolucionaria de nuestro pueblo de derrotar al imperialismo
japonés, que oprimía y explotaba a la nación coreana, y a las fuerzas
feudales, que constituían el terreno social de este imperialismo,
derrocar el régimen semifeudal y colonial y fundar un Estado coreano,
democrático e independiente. Con nada, ni con bayonetas y cárceles ni
con torturas y matanzas pudo el imperialismo japonés frenar la heroica
lucha de amplios sectores de obreros, campesinos, intelectuales
progresistas y otros patriotas de Corea por la liberación de la patria y la
independencia nacional.
Un duro golpe para los bandidos japoneses fue el movimiento
antijaponés de voluntarios que se desarrolló durante casi 10 años, antes
y después de la ruina del país ocurrida en 1910. Aunque este
movimiento fracasó a causa de la bárbara represión de los enemigos, la
lucha antijaponesa de la nación coreana continuó hasta desarrollarse
posteriormente en Manchuria en un movimiento de tropas de
independencia. Durante los 10 años posteriores a la ruina del país, el
movimiento de liberación nacional se desarrolló incesantemente: en el
interior del país, donde imperaba la política despótica del imperialismo
japonés, se desplegó en forma de asociaciones secretas y campañas
culturales patrióticas, mientras que en el exterior, creando
organizaciones revolucionarias o promoviendo la lucha antijaponesa.
La victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre abrió una
nueva era de concientización, de ascenso de las tormentas
revolucionarias de las naciones oprimidas del Oriente.
También en Corea estalló el Movimiento del Primero de Marzo,
levantamiento antijaponés a nivel de toda la nación, que estremeció
todo el territorio del país. Ese día la nación coreana luchó con heroísmo
por la independencia y libertad de Corea. Este levantamiento, de gran
significado en la lucha de liberación nacional del pueblo coreano,
aunque fracasó a causa de la salvaje represión del imperialismo
332
japonés y la endeblez de nuestras fuerzas internas, asestó rotundos
golpes a la dominación colonial del imperialismo nipón y elevó
extraordinariamente la conciencia nacional de los coreanos.
Después del Movimiento del Primero de Marzo, los dirigentes del
movimiento nacionalista procedentes de la clase propietaria renegaron,
rindiéndose en su mayoría al enemigo debido a su inconsistencia
política, a la política de soborno del imperialismo japonés y, sobre todo,
al pavor que sentían ante una salida revolucionaria de las masas
trabajadoras. De “personalidades patrióticas” pasaron a ser fieles
lacayos del enemigo que dominaba la nación coreana.
Después del Movimiento del Primero de Marzo, la lucha de
liberación nacional del pueblo coreano la prosiguieron principalmente
los hijos e hijas de la clase obrera y otras masas trabajadoras.
La heroica resistencia antijaponesa continuó incesantemente: la
Manifestación Independentista del 10 de Junio de 1926, las
insurrecciones campesinas ocurridas en toda la provincia de
Hamgyong desde finales de la década de 1920 hasta principios de la
década de 1930, la huelga general de los obreros de Wonsan en 1929,
la lucha antijaponesa del estudiantado coreano, a escala nacional, con
motivo del Incidente Estudiantil de Kwangju, ocurrido ese mismo año.
Cuando la represión del imperialismo japonés, después del “Incidente
de Manchuria”, se volvió más cruenta, la lucha de liberación nacional
en el interior del país se vio obligada a pasar gradualmente a la
clandestinidad. Mas, no cesó ni un solo momento la lucha
antijaponesa.
Especialmente en Manchuria y el interior del país, los comunistas
y patriotas coreanos con las armas en la mano desplegaron sin
descanso la lucha guerrillera contra el imperialismo japonés. Seguros
de que lograrían la liberación de Corea, cargaron sobre sus hombros
los destinos de la nación y desarrollaron una prolongada y sangrienta
lucha contra los enemigos japoneses.
Por fin, se alcanzó la liberación de la patria, anhelo de los patriotas
coreanos y de todo el pueblo, que lucharon heroicamente por esta
causa.
333
2
334
privadas de libertad de palabra, prensa, reunión y asociación,
maltratadas despiadadamente bajo la opresión del imperialismo
japonés, entraron en el escenario político planteando exigencias
apremiantes de diversos sectores, formando partidos políticos y
organizaciones sociales y culturales de carácter democrático, en un
ambiente de libertad creado inmediatamente después de la liberación.
Se fundaron el Partido Comunista de Corea del Norte, el Partido
Neodemocrático de Corea, el Partido Democrático de Corea y el
Partido Chondoísta Chong-u; obreros y empleados se encuadraron en
la Federación General de los Sindicatos, los campesinos en la Unión de
Campesinos, los jóvenes en la Unión de la Juventud Democrática, las
mujeres en la Unión de Mujeres y los exponentes de la cultura y el arte
en la Federación de Artistas, con lo cual fue posible agrupar a amplias
fuerzas patrióticas y democráticas en torno al comité popular.
Los obreros, campesinos, intelectuales, artesanos, empresarios,
comerciantes, en fin, la totalidad de las masas populares, salvo los
projaponeses, los traidores a la nación y los reaccionarios, apoyaron y
respaldaron el poder del pueblo, tomando parte activa en la labor del
comité popular.
De esta manera, desde la liberación hasta hoy día, se ha podido
mantener normalmente la seguridad y el orden en todas partes, y la
vida política, económica y cultural del pueblo cobró animación en
todos sus aspectos.
La Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones
Exteriores de los Tres Países, convocada por aquel entonces, adoptó
una resolución justa sobre el desarrollo democrático de Corea liberada.
El proyecto que presentó al principio la parte norteamericana perseguía
el objetivo de privar al pueblo coreano de la libertad de establecer un
Estado independiente, implantar en Corea una administración militar
por un plazo de más de 10 años y convertir finalmente a nuestro país en
su colonia. Pero, gracias a la oposición rotunda de la Unión Soviética
dicho proyecto fue rechazado y aprobada una resolución que proponía
entregar el poder al pueblo coreano, establecer un gobierno
democrático provisional, liquidar las secuelas de la dominación del
335
imperialismo japonés y garantizar el desarrollo democrático de Corea.
Fue una resolución realmente justa y razonable que se avenía con los
intereses de la nación coreana, reflejaba fielmente su deseo y anhelo y
prohibía cualquier acto de agresión a Corea por parte del imperialismo.
Por esta razón, nada más que se dio a conocer la resolución sobre
Corea de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones
Exteriores de los Tres Países, todos los coreanos del Norte y el Sur, que
aspiraban a la libertad y la democracia, la aprobaron con entusiasmo.
La actitud respecto a esta resolución sirvió de piedra de toque para
definir la posición de todas las fuerzas políticas de Corea. En la
situación política de Corea se hizo patente la división entre las fuerzas
patriótico-democráticas de todo el pueblo, que aspiraban a la soberanía
e independencia democráticas de nuestro país que presuponía la
resolución de la Conferencia, y la ínfima minoría de fuerzas
reaccionarias vendepatrias que se oponían a dicha resolución y
trataban de entregar el país al imperialismo de EE.UU.
En Corea del Norte nuestro pueblo creó el 8 de febrero del presente
año el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, organismo
central de Poder, que representa genuinamente su voluntad e intereses.
Se creó con el objeto de sentar las bases necesarias para construir la
nueva Corea democrática conforme a la resolución de la Conferencia
de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países
sobre Corea, acelerar el establecimiento del gobierno democrático
unificado coreano y, al mismo tiempo, orientar de manera unitaria las
inmediatas tareas administrativas en Corea del Norte.
Como primera tarea de las grandes reformas democráticas, el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte efectuó en marzo del
año en curso la reforma agraria, en virtud de la cual fueron confiscados
más de un millón de hectáreas de tierra pertenecientes al Estado y
ciudadanos del Japón, a individuos projaponeses y terratenientes
coreanos, que fueron distribuidos entre más de 720 mil familias
campesinas sin o con poca tierra. Con el paso de la tierra a manos de
quien la trabaja, se hizo realidad el anhelo secular de los campesinos
coreanos, y las fuerzas productivas agrícolas, libres ya del viejo grillete
336
feudal, se encauzaron por el camino de un vertiginoso desarrollo.
Esta gran reforma, de importancia histórica en la vida de nuestro
pueblo, se llevó a cabo bajo la égida de los comités populares de todos
los niveles y con la activa participación de todos los partidos,
organizaciones sociales y masas populares.
Bajo la dirección del comité popular se crearon más de 11 500
comités rurales con la misión de efectuar directamente la reforma
agraria y fueron elegidos más de 90 mil miembros, de los cuales la
mayoría absoluta procedía del campesinado pobre y el peonaje. Las
masas campesinas, respaldadas por la clase obrera, lograron denunciar
y frustrar todos los complots y maquinaciones de los reaccionarios
opuestos a la reforma agraria, y efectuarla consecuentemente en un
breve plazo.
La culminación victoriosa de la reforma agraria aglutinó más
estrechamente al pueblo en torno al comité popular, defensor de sus
intereses que está a su servicio, e hizo posible ampliar y consolidar los
diferentes partidos y organizaciones sociales y crecer más aún las
fuerzas democráticas.
Fue inmenso el júbilo de los campesinos al verse dueños de tierras
gracias a la reforma agraria y se elevó al máximo su entusiasmo por la
producción. Bajo la consigna “¡No dejar baldía ni una pulgada de
tierra!”, terminaron la siembra primaveral en una superficie de más de
1 750 000 hectáreas y realizaron con éxito el trasplante de retoños de
arroz y la deshierba. Se prevé que la cosecha global gramínea de este
año rebasará unas 2 175 mil toneladas, lo que significaría un aumento
de más de 510 000 con respecto a 1945.
En virtud del sistema de impuesto agrícola en especie, adoptado
por el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, los campesinos
entregarán un 25 % de la cosecha para abastecer a los obreros y
empleados como alimentos y podrán disponer a su voluntad del resto.
Así, pues, los campesinos, a los que antes se les arrebataba la mayor
parte de sus productos agrícolas bajo títulos de arriendo,
contribuciones y otros tributos, ahora disponen del 75 % del total de su
cosecha, lo cual les brinda condiciones óptimas para mejorar su vida.
337
Esto será un gran aporte para consolidar los éxitos de la reforma
agraria, fomentar la producción agrícola, intensificar el intercambio
mercantil entre la ciudad y el campo y afianzar la alianza entre la clase
obrera y el campesinado.
Después de liquidar las caducas relaciones feudales,
profundamente arraigadas en el campo, el Comité Popular Provisional
de Corea del Norte promulgó la Ley del Trabajo para poner fin a las
secuelas del trabajo forzado imperialista y mejorar las condiciones
laborales y la vida material de los obreros y empleados. Es una ley
auténticamente democrática que considera implantar la jornada de 8
horas para obreros y empleados, prohibir el trabajo a los menores de 14
años, proteger de manera especial a las obreras con niños y a los
obreros adolescentes y establecer el sistema del seguro social.
Deseosos de corresponder a esta solicitud y benevolencia del
Poder popular, los obreros y empleados se han incorporado
plenamente a la campaña ofensiva para elevar la producción que
consistía en fortalecer la disciplina laboral, elevar la productividad del
trabajo y restaurar rápidamente la industria.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte promulgó,
además, la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la Mujer.
En virtud de la misma las mujeres coreanas, que durante largo tiempo
sufrieron un trato inhumano y humillante y una opresión doble o triple
a consecuencia de los hábitos feudales y la política colonial del
imperialismo japonés, ya pueden participar en la vida política,
económica y cultural de la sociedad con los mismos derechos que los
hombres.
El pasado 10 de agosto fue promulgada la Ley de la
Nacionalización de las Industrias. Gracias a esta Ley, las industrias,
transportes, comunicaciones, bancos e instituciones culturales que el
imperialismo japonés había construido en Corea para explotar a su
pueblo como esclavo colonial y utilizarla como trampolín en la
agresión a otros países asiáticos, así como las empresas industriales
pertenecientes a los traidores a la nación, pasaron a ser patrimonio de
todo el pueblo coreano.
338
La nacionalización de las industrias es una importante reforma que
permite destruir los pilares económicos del yugo colonial y sentar las
bases para edificar una economía nacional independiente. Sin
nacionalizar las industrias no es posible lograr ni la verdadera
independencia económica ni tampoco construir una Corea democrática,
rica y fuerte. Con la promulgación de esta Ley el proceso de las
reformas democráticas ha llegado a una etapa de victorias decisivas y
se han echado firmes cimientos para edificar un Estado independiente.
En otros tiempos, el imperialismo japonés trató de liquidar la
cultura nacional de Corea prohibiendo incluso el uso de nuestro idioma;
quería convertir a todos los coreanos en ciudadanos japoneses
mediante su enseñanza colonial esclavizadora. Sin embargo, nuestra
cultura nacional, que contaba con excelentes tradiciones, se mantuvo
en pie y ha emprendido un nuevo camino de desarrollo después de la
liberación.
Sólo un año se requirió para liquidar en Corea del Norte el sistema
de educación esclavizante implantado por el imperialismo japonés y
para establecer un sistema de enseñanza verdaderamente democrático
y popular. Hemos creado, para liquidar el analfabetismo, nada menos
que 8 061 escuelas de adultos, donde estamos instruyendo a más de
413 000 analfabetos, y hacemos preparativos para aumentar el número
de estas escuelas a 17 200 hasta finales del presente año, donde
instruiremos a más de 535 000 personas. En septiembre abrirán sus
puertas una universidad, un instituto de medicina y otro de maestros, se
establecerán 19 escuelas técnicas especializadas de grado medio y se
llevará a cabo en gran escala el trabajo de formación del personal
técnico.
Como instituciones culturales existen actualmente 83 teatros y
cines, 35 bibliotecas, 8 estaciones de radiodifusión, 83 compañías de
teatro, 91 casas de cultura y el número de jardines de infancia se
duplicó en comparación con la época de dominación del imperialismo
japonés, alcanzando la cifra de 64. Ahora, todos estos centros
culturales sirven al pueblo y al progreso de la nueva cultura nacional
democrática.
339
La población, jubilosa por verse emancipada y ser realizadas las
reformas democráticas, trabaja con entusiasmo en obras de mejora de
terrenos, regulación de ríos y reparación de caminos. Los habitantes de
la ciudad de Pyongyang, movilizados en la obra de regulación del
curso del río Pothong para proteger a la capital democrática de las
inundaciones, trabajaron con tenacidad llevando a feliz término en 55
días esta magna obra, que consistió en levantar diques de 5 km de
longitud y excavar un total de más de 420 000 metros cúbicos de tierra.
Esta obra que los imperialistas japoneses no pudieron realizar en 10
años, nuestro pueblo, emancipado, la terminó tan sólo en dos meses.
Además, el pueblo se ha movilizado conscientemente y está
alcanzando grandes éxitos en obras tales como la construcción de
diques en el río Amnok, regulación del curso del río Ryonghung,
construcción del puerto de Haeju y reparación del puerto de Tanchon y
mejoramiento de las vías férreas Pyongyang-Kyonghung.
Durante la aplicación de las grandes reformas democráticas y
realización de las obras, los partidos políticos y organizaciones
sociales democráticos se solidarizaron más bajo la bandera del Frente
Unido Nacional Democrático, ampliándose y consolidándose más sus
organizaciones mediante la labor práctica. El número de miembros de
cada organización social es, en este momento, el siguiente: 360 000
personas en la Federación General de los Sindicatos, más de 1 800 000
en la Unión de Campesinos, más de un millón en la Unión de la
Juventud Democrática, 600 000 en la Unión de Mujeres, más de 10 000
en la Federación de Artistas; sumando el número de integrantes de
otras organizaciones, en el Frente Unido están incorporadas más de 6
millones de personas.
Este crecimiento vertiginoso de las fuerzas democráticas posibilitó
que los partidos políticos y organizaciones sociales democráticos de
Corea del Norte fundaran comités del Frente Unido Nacional
Democrático a todos los niveles. La estrecha cooperación entre estos
partidos y organizaciones y la consolidación de la unidad y cohesión de
diversos sectores de la población en Corea del Norte constituirán
grandes fuerzas para afianzar el frente nacional democrático de Corea
340
del Sur y conquistar la total independencia democrática de Corea,
frustrando las maquinaciones de las bandas reaccionarias.
Queridos compatriotas:
En este momento en que Corea del Norte marcha por un justo
camino de desarrollo hacia la democracia, Corea del Sur se encuentra
en la grave situación de ser otra vez una colonia imperialista.
Hoy, cuando celebramos el primer aniversario del 15 de Agosto,
día de la liberación, los habitantes surcoreanos no tienen ni siquiera
derechos democráticos tan elementales como son la libertad de palabra,
prensa, reunión y asociación, y ni decir tiene que todavía no han visto
realizado su secular anhelo.
En Corea del Sur no han sido liquidados ni en lo más mínimo los
restos de fuerzas del imperialismo japonés, y sus lacayos, vestidos
ahora con uniforme del imperialismo norteamericano, encuadran
fuerzas reaccionarias introduciéndose abiertamente en todas las esferas
de la vida política, económica y cultural. En esta situación es
inconcebible solucionar el problema de la tierra a los campesinos, y
durante el año transcurrido no se ha podido efectuar ni una sola
reforma democrática, manteniéndose inalterable el régimen que existía
bajo la dominación del imperialismo japonés.
El pueblo coreano, que a lo largo de casi medio siglo fue sometido a
una vida de esclavo, privado de toda libertad bajo la salvaje tiranía del
imperialismo japonés, organizó comités populares en toda Corea del Sur,
liberada la patria. No obstante, el ejército norteamericano, nada más
desembarcar en Corea del Sur y ocupar el territorio meridional de
nuestro país, implantó allí una administración militar, disolvió todos los
comités populares, órganos de Poder popular, y empezó a reprimir
brutalmente a las crecientes fuerzas democráticas del pueblo.
341
Esta actitud de la administración militar norteamericana es
expresión de su ambición imperialista de pisotear el anhelo del pueblo
coreano de construir un Estado independiente y democrático, y de
volver a colonizar Corea y esclavizar a su pueblo. Con el fin de realizar
este ambicioso designio, los imperialistas yanquis reunieron y
convirtieron en sus lacayos a elementos projaponeses, traidores a la
nación y reaccionarios, tan odiados como los imperialistas japoneses
por el pueblo coreano emancipado, y mantienen inalterable el aparato
de dominación general japonés, colocando en él a aquellos elementos.
Incluso promueven como cuadros de la policía de su administración
militar hasta a miembros de la policía política y a agentes del
imperialismo japonés que en el pasado detenían, encarcelaban y
asesinaban a nuestros combatientes patriotas revolucionarios que
luchaban por liberar la patria. Ahora les obligan a vigilar, detener y
encarcelar a los dirigentes de los partidos y organizaciones sociales
democráticos y a los intelectuales progresistas de Corea del Sur.
Los imperialistas de EE.UU. incitaron a los projaponeses,
traidores, terratenientes feudales y capitalistas compradores a crear
partidos y organizaciones sociales reaccionarios, trajeron en avión a
Syngman Rhee y lo hicieron dirigente de las fuerzas reaccionarias
proyanquis. Como todos saben, Syngman Rhee es un individuo que
durante varios decenios llevó una vida lujosa en los EE.UU.
dedicándose a la especulación, y hace ya mucho tiempo que vendió el
derecho a explotar minas y otras riquezas de Corea, sobornado por los
plutócratas norteamericanos. Después de retornar a Corea, promueve
una frenética propaganda antisoviética y antidemocrática por medio de
discursos radiales y conferencias, soñando con ser monarca absoluto
bajo la protección de la administración militar norteamericana. La
camarilla de Syngman Rhee, que baila al son que le tocan los
imperialistas norteamericanos, está urdiendo toda clase de complots y
artimañas para realizar su ambición fascista y ahogar la plena
soberanía e independencia de Corea y su desarrollo democrático,
apoyándose en los restos del imperialismo japonés y las fuerzas
feudales.
342
Así fue como Corea del Sur se transformó, en el estricto sentido de
la palabra, en una tierra tenebrosa, donde a la luz del día se perpetran
actos terroristas y asesinatos contra patriotas demócratas.
Hoy, el dueño en Corea del Sur no es su pueblo sino la
administración militar norteamericana: se ha adueñado de todo el
poder y no sólo prohíbe la realización de cualquier tipo de reforma
democrática, sino que, además, acapara directamente o designa a sus
fieles títeres —bandas de projaponeses o reaccionarios— a administrar
de forma particular las empresas industriales del imperialismo japonés
y de los traidores a la nación, que por lo natural deben pasar a
propiedad del pueblo coreano.
Por ejemplo, la “Compañía de Explotación Colonial del Oriente”
fue una empresa de saqueo del feroz imperialismo japonés, que nunca
se borrará de la memoria de los coreanos. Grandes extensiones de
tierras cultivables y de bosques, importantes fábricas, minas y medios
de irrigación de Corea pertenecían precisamente a esta empresa. Los
imperialistas yanquis no devolvieron al pueblo coreano, sino que
retuvieron directamente en su poder las tierras y establecimientos de
esta empresa, cambiando su viejo rótulo por el de “Compañía de
Nueva Corea”. Además se apoderaron de las empresas, tierras y casas
que antes fueron de la propiedad de los japoneses, pasándolas a la
administración de la “Compañía de Nueva Corea”, lo que aumentó
extraordinariamente la autoridad y los intereses de esta entidad. Al
respecto, crece cada día más el descontento de la población surcoreana.
Los campesinos surcoreanos aún siguen encadenados a la
explotación feudal e incluso el sistema de pago de las tres décimas
partes de la cosecha en concepto de arriendo, —su objetivo elemental
de lucha—, quedó trancado antes de ser realizado, debido a las trabas
interpuestas por la administración militar norteamericana. Así, el
régimen de propiedad feudal de la tierra, traba para el desarrollo
democrático, se arraiga con mayor fuerza aún.
Los obreros surcoreanos son sometidos a jornadas laborales de
esclavos, como en tiempos del imperialismo japonés, en las empresas
administradas por elementos projaponeses, traidores a la nación y
343
reaccionarios. Su lucha por derechos democráticos y por la
subsistencia se reprime cruelmente por las autoridades militares
norteamericanas y por la banda de reaccionarios; se les detiene y
encarcela en masa.
La situación humillante de las mujeres coreanas que persistía desde
tiempos remotos y con raigambre histórica, lejos de mejorar, ha
empeorado todavía más, y al socaire de la administración militar
norteamericana se tornan más virulentas la poligamia, la compra y
venta de personas, la prostitución con y sin licencia y el sistema de
cortesanas.
Aun en este mundo sucio y tenebroso, el pueblo surcoreano, que
no ha abandonado su anhelo de establecer un gobierno democrático
unificado y de conquistar la soberanía e independencia completas,
lucha resueltamente contra las maquinaciones de la reaccionaria
administración militar norteamericana y su lacayo, la pandilla de
Syngman Rhee, y hace los máximos esfuerzos para la cohesión y
consolidación de las fuerzas democráticas. La población surcoreana
admira infinitamente la nueva vida, libre y dichosa, que estamos
construyendo en Corea del Norte, y la victoria de las reformas
democráticas le inspira gran fuerza y ánimo.
Las masas populares de Corea del Norte, unidas firmemente a
todas las fuerzas democráticas surcoreanas, deberán luchar hasta fin
por frustrar los complots reaccionarios del imperialismo yanqui y sus
lacayos, por que el poder en Corea del Sur pase a los comités
populares y el propio pueblo sea el genuino dueño de la política,
economía y cultura del país. Al mismo tiempo, debemos exigir con
energía que también en Corea del Sur la tierra se distribuya a los
campesinos que la trabajan y pasen a propiedad del pueblo las
industrias, los medios de transportes y comunicaciones y los bancos
que poseían los imperialistas japoneses y los traidores a la nación.
Seguiremos avanzando por el camino para establecer un gobierno
unificado democrático y alcanzar la plena soberanía e independencia
de la patria sobre la base de la construcción democrática en Corea del
Norte.
344
* * *
Compatriotas todos:
La fuerza del pueblo, la fuerza del progreso y la democracia,
aplastarán las maquinaciones de los enemigos, de los reaccionarios y
no cabe duda que triunfarán. Ninguna intriga del imperialismo
norteamericano y sus lacayos podrá frenar el desarrollo democrático de
Corea impulsado por la fuerza de todo su pueblo.
Mas, la victoria no llega por sí sola, es preciso conquistarla
indefectiblemente. La total soberanía e independencia democráticas de
nuestro país se lograrán sólo luchando con tenacidad contra los
imperialistas yanquis, asentados en Corea del Sur, y contra su perro de
presa, la pandilla vendepatria de Syngman Rhee.
Nosotros realizamos en Corea del Norte las reformas democráticas
necesarias para construir un Estado plenamente independiente. De esta
manera sentamos aquí las bases para fundar una nueva Corea
democrática, lo que constituye la conquista más preciosa de nuestro
pueblo.
Sin embargo, la solución del problema de Corea es inimaginable
dividiéndola en el Norte y el Sur. Sólo cuando en Corea del Sur el
pueblo sea dueño del país y realice de forma consecuente las reformas
democráticas al igual que en Corea del Norte, será posible crear un
Estado democrático, soberano e independiente, demanda fundamental
del pueblo coreano.
Las fuerzas reaccionarias maniobran para resucitar en Corea del
Sur el aparato de dominación imperialista y colonizar a nuestro país,
pero los enemigos nunca podrán lograr su designio criminal por más
frenéticas que sean sus acciones. Nuestro pueblo, unido firmemente
bajo la bandera democrática y unánimemente dispuesto a luchar hasta
el fin para no volver a ser esclavo colonial, desbaratará los complots
345
enemigos y alcanzará, sin duda alguna, la independencia democrática
de la patria.
Hoy día, nuestro pueblo tiene planteadas importantes y apremiantes
tareas: consolidar más aún la base democrática establecida en Corea
del Norte y acelerar la democratización de toda Corea.
Hemos de luchar, ante todo, por fortalecer más el comité popular,
órgano de poder del pueblo, y pasarle todo el poder a escala nacional
con miras a fundar una república popular democrática.
Haremos ingentes esfuerzos para ampliar los éxitos de la reforma
agraria efectuada en Corea del Norte y realizarla en toda Corea. Otro
tanto harán los campesinos para elevar el rendimiento de la cosecha y
concluir a tiempo la entrega de impuestos agrícolas en especie.
Al propio tiempo, nos es preciso esforzarnos para extender el éxito
logrado en aplicar la Ley del Trabajo, dar una solución progresista a la
cuestión del trabajo en el plano nacional y garantizar derechos
legítimos a las mujeres en todas las esferas —política, económica y
cultural— estableciendo una Ley de la Igualdad de los Derechos del
Hombre y la Mujer a escala nacional. Aplicando en todo el país la Ley
de la Nacionalización de las Principales Industrias, recién promulgada
en Corea del Norte, tenemos que desmantelar las bases de la
explotación imperialista y sentar los cimientos para el autosostén
económico del país. Hace falta trabajar por recuperar y desarrollar con
prontitud las instalaciones industriales nacionalizadas, incorporar a
todos los obreros en la producción y elevar la productividad del
trabajo.
Tenemos que aplicar mayores esfuerzos al fomento de la cultura
nacional, las ciencias y las artes, y empeñarnos en elevar el nivel
cultural del pueblo. Y liquidar en la enseñanza popular todos los
vestigios del imperialismo japonés y dar un enérgico impulso a la labor
de formación de cuadros nacionales.
Fortaleceremos aún más la unidad y colaboración de los partidos
políticos y organizaciones sociales de carácter democrático y
seguiremos ampliando el Frente Unido Nacional Democrático para
aislar a la camarilla vendepatria de Syngman Rhee, títere del
346
imperialismo norteamericano, y dar cima a la causa justa de nuestra
nación.
Marcharemos con paso seguro hacia la paz, la libertad y el
brillante porvenir reforzando la amistad con el pueblo soviético, que
ayuda al pueblo coreano emancipado en la construcción de un Estado
democrático, y apoyándonos firmemente en las fuerzas democráticas
del mundo, que crecen y se consolidan cada día más.
¡Viva el establecimiento de la República Popular Democrática de
Corea!
¡Viva el Comité Popular Provisional de Corea del Norte, Poder del
pueblo!
¡Viva la liberación de la nación coreana!
347
POR LA FUNDACIÓN DE UN PARTIDO
UNIDO DE LAS MASAS TRABAJADORAS
348
esperanza del pueblo coreano y satisfacer las apremiantes exigencias
de las masas populares.
349
la creación de una nueva vida, después de la Segunda Guerra Mundial.
Las reformas democráticas de Corea del Norte brindan un alentador
ejemplo a los pueblos de diversos países del Oriente que aspiran a la
libertad y la democracia. Corea del Norte ha llegado a ser hoy no sólo
la base del desarrollo democrático de toda Corea, sino que también
desempeña el papel de cuna de la democracia en el Oriente.
La reforma agraria puso fin a las relaciones feudales de tenencia
de la tierra, principal causa del atraso y estancamiento de la sociedad
coreana, y echó los cimientos para el desarrollo democrático de Corea.
En Corea del Norte el campesino que labra la tierra ha llegado a ser el
dueño de ésta y los terratenientes y el sistema de arrendamiento han
sido liquidados de una vez por todas.
En Corea del Norte los campesinos trabajan sus propias tierras y
disponen libremente de los productos agrícolas para la mejora de su
nivel de vida y el aumento de la producción, previa entrega al Estado
de sólo un 25% de la cosecha a título de impuesto agrícola en especie.
El impuesto agrícola en especie que recibe el Estado se usa, no para el
disfrute y enriquecimiento de los explotadores, como en el pasado,
sino para el desarrollo de la economía nacional en conjunto, incluida la
economía rural, y para mejorar la vida del pueblo.
La implantación de la democrática Ley del Trabajo ha liberado a los
trabajadores físicos e intelectuales de las crueles labores forzadas de
tipo colonial, asegurándoles derechos fundamentales en el trabajo y en
la vida, lo que ha permitido a las masas trabajadoras poner en juego a
plenitud su actividad y poder creador.
La nacionalización de las industrias ha convertido en propiedad del
pueblo los establecimientos industriales que pertenecían al
imperialismo japonés y a los traidores a la nación, los cuales
constituían la espina dorsal de la economía coreana, y de esta manera
ha suprimido la base de apoyo de la explotación imperialista y echado
los fundamentos económicos para construir un Estado soberano e
independiente. Así esas fábricas, minas de carbón y otras, ferrocarriles,
comunicaciones, bancos, etc., que antes servían a los imperialistas y
capitalistas compradores para exprimir la sangre y el sudor del pueblo
350
coreano, ahora han pasado a ser bienes del pueblo que se destinan a la
prosperidad y desarrollo de nuestra patria y al aumento del bienestar
de las masas trabajadoras. Estas medidas adoptadas por el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte son una prueba elocuente de lo
perfectas y progresistas que son las reformas democráticas llevadas a
cabo en nuestro país.
Además, la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la
Mujer emancipó a la mujer norcoreana del desprecio, del maltrato y de
la doble y triple opresión que sufriera por milenios, capacitándola así
para tomar parte activa en todas las esferas de la política, la economía y
la cultura con iguales derechos que el hombre.
Como prueban palpablemente todos estos hechos, la democrática
Corea del Norte señala hoy claramente a todo el pueblo coreano el
camino a seguir; y la democratización de Corea y su total
independencia sólo pueden obtenerse con el firme apoyo de la base
democrática de Corea del Norte.
Sin embargo, hay muchas dificultades en el camino de la
construcción democrática de la patria y nuestra lucha es muy ardua y
complicada. Esto se debe a que el ejército agresor del imperialismo
norteamericano, que trata de colonizar de nuevo a nuestro país, se ha
estacionado en Corea del Sur, y a que una pandilla de traidores y
vendepatrias, convertidos en sus lacayos, está tratando
desaforadamente de vender otra vez a Corea como colonia al
imperialismo. Actualmente, la administración militar norteamericana
monopoliza todo el poder en Corea del Sur y realiza todo tipo de
frenéticas maniobras para reprimir las fuerzas democráticas y crearle
una base de apoyo a la reacción.
El pueblo de Corea del Sur sufre bajo la bárbara opresión y tiranía
de las fuerzas reaccionarias de dentro y de fuera del país y se consume
en un abismo trágico de miseria y privación de todos los derechos,
igual que en la pasada época del imperialismo japonés.
A las masas populares les son negadas por completo las libertades
elementales: libertad de palabra, de prensa, de reunión, de asociación
y de creencias religiosas, etc. Así, a miles de patriotas se les tortura
351
cruelmente en los calabozos y cárceles por su “crimen” de amar al país,
por su “delito” de haber aclamado la democracia y la independencia de
la patria. A plena luz del día los dirigentes del pueblo caen bajo las
balas de los terroristas reaccionarios, y los partidos políticos y
organizaciones sociales de carácter democrático están destruidos por
las acciones terroristas de la pandilla traidora y vendepatria de
Syngman Rhee, abiertamente patrocinada por el ejército yanqui.
Frente a la puerta de un tribunal, los reaccionarios mataron a tiros a un
alumno de secundaria que exigió que el juicio por el llamado “caso de
falsificación de billetes” fuese público.
Sabios y profesores patriotas son expulsados de las escuelas y
éstas se ven clausuradas una tras otra. Patrióticos exponentes de la
cultura y el arte son también puestos bajo vigilancia, golpeados y
arrojados a las prisiones sin motivo alguno.
Lejos de hablarse de la reforma agraria, la tierra que en el pasado
era propiedad de los japoneses está siendo concentrada en manos de
los norteamericanos y de los especuladores reaccionarios. Los
campesinos surcoreanos gimen bajo el yugo del sistema feudal de
arriendo con rentas muy altas, como en el pasado.
Lejos de hablarse de la implantación de la ley del trabajo, matan a
los obreros con aviones, tanques y ametralladoras sólo por haber
tomado parte en una demostración; y se condena a ocho años de prisión
a quien haga un discurso en pro del movimiento obrero. Ahora, los
obreros surcoreanos se ven obligados a trabajar como bestias de carga,
bajo una cruel explotación y opresión coloniales en nada diferentes a
las que sufrieran en el pasado.
Las autoridades de la administración militar norteamericana, lejos
de nacionalizar las principales industrias, declaran propiedad suya los
establecimientos industriales que antes pertenecieron al imperialismo
japonés; y hablan de restaurar la industria cuando en realidad están
destruyendo aquellas pocas fábricas que aún funcionan, y convierten a
Corea del Sur en mercado para las mercancías norteamericanas. La
camarilla traidora de Syngman Rhee ya les ha hecho a los capitalistas
norteamericanos no sólo concesiones mineras y comerciales en Corea
352
sino que también hoy perpetra acciones vendepatrias y traidoras, como
vender abiertamente a los plutócratas norteamericanos las valiosas
riquezas del país.
Lejos de hablarse de iguales derechos para el hombre y la mujer,
se propagan más los sistemas de poligamia y de prostitución, con
licencia o sin ella, así como de cortesanas, y muchas mujeres sufren la
insoportable humillación de ser juguetes de placer para individuos
adinerados e influyentes.
El verdadero valor de un partido político y de una política debe
medirse, no por sus palabras o declaraciones, sino por sus actividades
prácticas y por los hechos concretos que demuestren de quiénes son los
intereses que representa y defiende esa política. Durante un año
transcurrido, los “políticos” reaccionarios de Corea del Sur hicieron
innumerables discursos, promesas y juramentos ante los micrófonos y
en las tribunas públicas. Mas, en verdad, ¿qué le han traído ellos al
pueblo coreano? La pandilla de Syngman Rhee, pese a todo su descaro,
no podrá ocultar más su verdadera naturaleza, la cual ha sido puesta
hoy completamente al desnudo ante todo el pueblo coreano por la
realidad de las evidencias. La camarilla traidora de Syngman Rhee, en
vez de implantar allí la democracia, no ha hecho otra cosa que tiranizar
a Corea del Sur y vender al país como colonia a Estados Unidos,
cumpliendo los dictados de sus dueños norteamericanos.
Los desempleados vagan en grupos por las calles; gentes
hambrientas, con escudillas en las manos, se apiñan ante los
organismos oficiales exponiendo a gritos sus quejas; jóvenes
estudiantiles caen bajo las balas; se cierran las escuelas; se clausuran
sucesivamente los órganos de palabra como las editoriales de periódicos,
revistas y otros; y los patriotas siguen siendo arrestados, encarcelados y
asesinados, mientras los elementos projaponeses y traidores a la nación
extreman su despotismo y abuso de poder, como si volviesen a encontrar
su mundo; éste es precisamente el verdadero cuadro de Corea del Sur,
una tierra de desorden, donde el ejército yanqui actúa como amo.
En diametral contraste con Corea del Norte, que avanza hacia una
genuina democracia e independencia nacional, Corea del Sur, bajo el
353
dominio del terror fascista impuesto por los imperialistas yanquis y
sus lacayos, la camarilla traidora y vendepatria de Syngman Rhee,
está retrocediendo por el camino de la reacción y la esclavitud colonial.
Así, la dificultad para resolver el problema coreano estriba
exactamente en que la mitad Sur de nuestro país está ocupada y
colonizada por el imperialismo yanqui.
La más importante tarea que confronta hoy el pueblo coreano es la
de frustrar cuanto antes la antipopular y reaccionaria línea de Corea del
Sur, realizar allí cabales reformas democráticas, como se hizo en Corea
del Norte, y construir con ello una nueva Corea democrática, unificada
e independiente.
354
la gran tarea de construir un país democrático. El Frente Unido
Nacional Democrático de Corea del Norte, que une a todas las fuerzas
patrióticas y democráticas, nació y creció en el curso de la lucha
práctica por llevar a cabo las tareas democráticas. Está íntimamente
ligado a las grandes masas populares y ya agrupa a su alrededor a más
de seis millones de personas de las masas organizadas. Esto representa,
en realidad, una gran fuerza y precisamente en ello radica el factor
básico de nuestra victoria.
El hecho de que el Comité Popular Provisional de Corea del Norte
haya podido llevar a cabo segura y exitosamente las grandes reformas
democráticas en un corto período de seis meses a partir de su
establecimiento, también se debe a que se apoyó en la fuerza unida de
todos los partidos políticos y organizaciones sociales, y de todas las
clases y capas sociales del pueblo. Cada vez que se presentó una tarea
democrática, todos los partidos políticos y organizaciones sociales
hicieron pública una declaración conjunta de apoyo absoluto a la
misma, enviaron a todas las zonas locales a sus activistas y no
escatimaron esfuerzos ni entusiasmo para su exitosa realización.
Los órganos de nuestro Poder popular pueden cumplir
exitosamente las tareas democráticas sobre una base de amplias masas,
gracias a que todos los partidos políticos democráticos dan su unánime
apoyo a los comités populares y aúnan sus esfuerzos en la lucha por la
aplicación de su política. Todos los partidos políticos y organizaciones
sociales, todas las clases y capas de las masas populares de Corea del
Norte están estrechamente unidos alrededor de los comités populares,
y les dan un unánime y activo apoyo a las medidas tomadas por los
organismos del Poder popular. Como resultado, las reformas
democráticas en Corea del Norte son y serán realizadas en virtud de la
gran fuerza compacta de las amplias masas populares que se agrupan
en torno al Frente Unido Nacional Democrático.
Todas nuestras experiencias enseñan hoy claramente que la
soberanía e independencia completas de Corea y su desarrollo
democrático pueden lograrse sólo por la fuerza del Frente Unido
Nacional Democrático, que abarca todas las masas populares: la clase
355
obrera, en .primer término, y los campesinos, artesanos, intelectuales,
comerciantes y empresarios.
Por el contrario, la causa de todo el desorden y la desdichada
situación imperantes en Corea del Sur, bajo la administración .militar
norteamericana, radica principalmente en la desunión de las filas de
nuestra nación. En Corea del Sur, según se dice, una vez llegó a haber
más de 200 partidos políticos. Dividirse así en minúsculos partidos y
grupos enanos, y reñir entre sí, es exactamente lo que desean las
fuerzas reaccionarias. Los enemigos de la democracia, enemigos de
nuestra nación, desean, ante todo, ver a nuestro laborioso
pueblo —obreros, campesinos e intelectuales trabajadores, etc.—,
combatirse y morderse dividido en fracciones opuestas. Porque las
fuerzas reaccionarias sólo pueden subsistir y lograr sus fines
antipopulares aprovechándose de esto y valiéndose de la división de
las fuerzas democráticas. Semejante política divisionista es el método
predilecto que aplican corrientemente los reaccionarios en todas partes
del mundo. Nosotros no debemos dejarnos engañar por este ardid ni
caer nunca en él. Sin embargo, en Corea del Sur han caído en él. Los
partidos políticos y organizaciones sociales de carácter democrático de
Corea del Sur están divididos entre sí y enfrascados en disputas
fraccionalistas y rebatiñas por la hegemonía, tal como lo desea el
enemigo. En la actualidad, esto constituye el principal peligro de la
situación en Corea del Sur.
El desarrollo de los acontecimientos que tuvieron lugar en Corea
del Sur durante el año transcurrido nos demuestra de modo
convincente cuan valiosa es la unión de todas las fuerzas patrióticas y
democráticas, y cuan urgente e importante es fortalecer la unidad, en
especial la de las masas trabajadoras del pueblo.
Debemos fortalecer el frente unido de todos los partidos políticos
y organizaciones sociales de carácter patriótico que aspiran a la
libertad, independencia y democracia de la patria, rechazar las fuerzas
reaccionarias y vendepatrias y llevar la revolución democrática a un
final victorioso, apoyándonos en la fuerza unida de todos los
trabajadores y de todo el pueblo.
356
3. LA FUSIÓN DE LOS DOS PARTIDOS
ES INEVITABLE Y LO MÁS ADECUADO
Compañeros delegados:
En el momento actual, la fusión del Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático es, en verdad, de trascendental significación para el
fortalecimiento de la unidad de las fuerzas democráticas en nuestro
país. Particularmente, la integración de los dos Partidos en uno solo
constituye un gran paso hacia una más estrecha unión de las amplias
masas de obreros, campesinos e intelectuales trabajadores.
En el proceso de fusión del Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático fueron expresadas diversas opiniones acerca de qué
clase de partido debía ser el Partido del Trabajo y qué habría de hacer.
El Programa de nuestro Partido del Trabajo estipula
explícitamente cuáles son sus fines, su carácter y sus deberes. Nuestro
Partido es, como se estatuye claramente al comienzo de su Programa,
un partido que representa y defiende los intereses de las masas
trabajadoras de Corea, siendo su finalidad la de construir un Estado
independiente y democrático, poderoso y rico. El Partido del Trabajo
es el destacamento de vanguardia de las masas trabajadoras de Corea y
está enraizado en las amplias masas de obreros, campesinos e
intelectuales trabajadores. Es por esto que el Partido del Trabajo debe
llegar a ser, por supuesto, la fuerza dirigente en la lucha por la
soberanía, independencia y democratización de Corea y debe
desempeñar el papel de núcleo en el Frente Unido Nacional
Democrático. Nuestro Partido lucha por derrotar a los elementos
projaponeses, traidores a la nación, terratenientes y capitalistas
compradores; por emancipar del todo a la patria del yugo del
imperialismo extranjero y por construir un Estado soberano,
independiente y democrático. Estos son los mismos fines que han
357
venido persiguiendo tanto el Partido Comunista como el Partido
Neodemocrático.
¿Cuáles son entonces los deberes del Partido del Trabajo? El deber
básico de nuestro Partido en la presente etapa es realizar a cabalidad las
reformas democráticas, antimperialistas y antifeudales en todo el país
y fundar una república popular democrática, movilizando a las grandes
masas del pueblo. Las actuales tareas programáticas de nuestro Partido
son: confiscar la tierra a los imperialistas japoneses y terratenientes y
distribuirla entre los campesinos; nacionalizar las industrias, el
transporte, las comunicaciones y los bancos, etc., pertenecientes a los
imperialistas japoneses y a los capitalistas compradores, y hacerlos
propiedad del pueblo; establecer la jornada de ocho horas y un sistema
de seguro social para los trabajadores físicos e intelectuales; conceder
a las mujeres iguales derechos que a los hombres; asegurar al pueblo
libertad de palabra, de prensa, de reunión, de asociación y de creencias
religiosas; instituir un sistema democrático de enseñanza popular e
implantar la educación obligatoria, así como desarrollar la ciencia y la
cultura y artes nacionales.
Estas tareas democráticas representan las más imperiosas
demandas de todos los sectores del pueblo trabajador de toda Corea.
Sin llevar a cabo las reformas democráticas es imposible construir un
Estado por completo independiente y democrático, liberar a las masas
trabajadoras de la pobreza y del escamoteo de sus derechos, ni
desarrollar la economía y la cultura de nuestro país.
El Partido Comunista y el Partido Neodemocrático han luchado y
siguen luchando por hacer realidad estas vitales exigencias de las
masas trabajadoras de Corea. Por eso es inevitable la fusión de ambos
partidos cuyos fines y tareas son los mismos.
Hoy, estamos luchando, no por la antigua democracia
parlamentaria de los Estados capitalistas, sino por la verdadera
democracia de la nueva Corea, democracia para las amplias masas
populares, democracia progresista. La lucha por la conquista de los
derechos de las masas populares en la esfera política, económica y
cultural, es una lucha ardua, compleja y prolongada a la que nos
358
enfrentamos. La fusión del Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático es de vital necesidad para el cumplimiento de esa
tarea.
La desunión de las masas trabajadoras en la lucha a vida o muerte
contra el enemigo constituye el peligro mayor. Las masas
trabajadoras deben unirse con más firmeza y mantener una estrecha
cohesión, a fin de cumplir victoriosamente nuestra misión de combate.
Lo más decisivo en la realización de las grandes tareas democráticas
que confronta el pueblo coreano es formar un estado mayor unificado
de las masas trabajadoras, único destacamento militante de vanguardia
del pueblo trabajador. Este problema sólo puede solucionarse con la
fundación del Partido del Trabajo.
Por esta razón, el Comité Central del Partido Neodemocrático
propuso la fusión de los dos Partidos, y el Comité Central del Partido
Comunista también estuvo plenamente de acuerdo con esta
proposición, de modo que oficialmente se decidió en una sesión
conjunta de los Comités Centrales de ambos Partidos el fundirse y
desarrollarse en un Partido del Trabajo de carácter masivo.
Todo el pueblo, para no hablarse de los miembros de ambos
Partidos, saludó calurosamente esta histórica decisión. Y es que estaba
convencido de que la fusión de los dos Partidos contribuiría en mucho
al robustecimiento de las fuerzas democráticas y a acelerar la
construcción democrática.
De este modo, la fusión se efectuó sin dificultades en todas las
provincias, ciudades, distritos y cantones, bajo una atmósfera de
elevado entusiasmo político de todos los miembros de ambos Partidos
y de todas las masas trabajadoras que apoyaron dicha fusión; y así, hoy
hemos podido convocar el Congreso Inaugural del Partido del Trabajo.
Esto es una palpable evidencia de que la integración de los dos
Partidos era inevitable y lo más apropiado.
Sin embargo, en el curso de la fusión hallamos tendencias erróneas
entre algunos miembros del Partido Comunista. He aquí algunos
ejemplos:
Quisiera destacar, ante todo, la actitud presuntuosa y altiva de
359
algunos miembros del Partido Comunista. Ellos dicen: “¿Cómo
podemos fusionarnos con el Partido Neodemocrático?”. Por nuestra
parte nos gustaría preguntarles a ellos: “¿Cuándo han llegado a ser
ustedes Boyi y Shuqi7?” Esta es, sobre todo, una manifestación de
autosuficiencia, de desprecio a los demás; una tendencia exclusivista
de considerarse a sí mismo como el único que hace la revolución. Y tal
defecto deriva de la ignorancia de la línea y la política de nuestro
Partido, y aun de la simple verdad de que el trabajo revolucionario
llegará a obtener la victoria sólo cuando todos los compañeros de la
revolución mantengan la unidad y todas las masas populares estén
cohesionadas. Hablando de un modo más riguroso: esto, por ser una
tendencia fraccionalista, es una peligrosa tendencia contra la cual
debemos armarnos de la mayor vigilancia en interés de la creación de
un partido político de masas. Si se permitiera que una tendencia de este
tipo cobrara auge, nuestra causa podría arruinarse.
Otra grave tendencia se expresa en la afirmación de que nuestro
Partido “se convertirá en un Partido Neodemocrático” o “se
transformará en un partido de la clase de pequeños propietarios”. Esta
es, por un lado, una manifestación izquierdista que no mira con buenos
ojos la fusión; pero considero necesario esgrimir una particular
vigilancia contra el veneno derechista que contiene dicha tendencia.
Debemos combatir resueltamente las desviaciones que
perjudiquen la disciplina organizativa y la unidad ideológica del
Partido y que traten de reducirlo a un simple club de masas
trabajadoras, a una organización de amistad, típica de la clase de
pequeños propietarios. La fundación del Partido del Trabajo, un
partido de masas que defiende los intereses de todas las masas
trabajadoras y puede acoger a todos sus elementos avanzados, no
significa en modo alguno que sea admisible perjudicar la dignidad
política del Partido y debilitar la unidad de sus filas y su férrea
disciplina. El Partido del Trabajo es una unidad de combate organizada
y un destacamento de vanguardia de las masas trabajadoras. En todo
momento debemos defender la unidad, la pureza y la estricta disciplina
del Partido. Si faltan en nuestras filas ideas, voluntad y disciplina
360
únicas, estaremos incapacitados para alcanzar la victoria en la lucha
contra el enemigo.
Otro punto que me gustaría mencionar es el de la mala suposición
de que habrá una “purga en gran escala” en el Partido. Esto también es
una manifestación de la pasividad de aquellos a quienes disgusta la
fusión, una tendencia a desconfiar del Partido.
Es natural que el Partido elimine a los elementos extraños con el
objeto de mantener la pureza de sus filas. Siempre debemos extremar
la vigilancia contra los elementos extraños, evitar totalmente sus
maquinaciones y expulsarlos de las filas del Partido tan pronto como
sean descubiertos. Estos elementos, sin embargo, son muy pocos y por
eso no podrá haber “purga en gran escala” en nuestro Partido del
Trabajo, y todo lo que se diga sobre tal “purga” es completamente
erróneo.
361
combate, lo más importante es hacer de nuestro Partido una fuerte
unidad militante.
Mientras más se amplía el frente unido de las masas populares,
mientras más complicadas se van haciendo las tareas que
confrontamos y más se agudiza la lucha contra el enemigo, se hace
vitalmente necesario robustecer aún más en lo organizativo e
ideológico a nuestro Partido, destacamento de vanguardia de las masas
trabajadoras coreanas.
Debemos fortalecer por todos los medios la unidad de ideas y de
voluntad y la disciplina férrea en las filas del Partido y librar una lucha
implacable contra todo lo que sea antagónico a esto.
Los dos Partidos se acaban de integrar en uno y, por lo tanto,
pueden aparecer en nuestras filas tendencias divergentes. De aquí que
sea necesario armar a todos los miembros del Partido con las mismas
ideas, basadas en e1 Programa de nuestro Partido, fortalecer su unidad
camaraderil de principios y elevar su conciencia política.
Luchar contra todas las tendencias fraccionalistas es hoy de
particular importancia en la vida de nuestro Partido. Debemos
eliminar totalmente los vestigios del abominable fraccionalismo que,
con su larga historia, tantos daños le ha causado al movimiento
revolucionario en Corea, para construir así nuestro Partido como una
tropa unida, poderosa y férrea.
Nuestro Partido debe enraizar profundamente en las masas, y
mantener en todo momento sus vinculaciones consanguíneas con ellas.
Debemos, bajo toda circunstancia, defender los intereses de las masas
trabajadoras, prestar oídos a sus opiniones, aprender de ellas y
educarlas. Debemos dirigir y controlar todas las organizaciones de
trabajadores y, agrupando a todas las masas trabajadoras firmemente
alrededor de nuestro Partido, guiarlas correctamente a la construcción
de una nueva y democrática Corea. El que los miembros de nuestro
Partido lo hagan bien o mal es la clave que decidirá la victoria o el
fracaso de éste.
Luego debe prestarse el mayor interés al asunto de los cuadros. Si
no hubiese cuadros capaces para llevar a cabo exitosamente el
362
Programa y las decisiones de nuestro Partido, tanto aquél como éstas se
convertirían sólo en letra muerta, por más excelentes que fueran. Los
cuadros lo deciden todo. Sin embargo, todavía tenemos deficiencias en
la labor de conocerlos, entrenarlos y promoverlos. Frecuentemente
oímos decir: “Es lástima que no tengamos cuadros”, pero rara vez
oímos hablar acerca de cómo y dónde han sido educados los cuadros y
de cómo han sido promovidos los nuevos. Debemos hacer los mayores
esfuerzos para conocer y escoger a los cuadros, entrenarlos y
promoverlos.
Para terminar, quiero hacer hincapié en la necesidad de dar a
conocer profundamente a las masas populares el Programa, la política
y las decisiones de nuestro Partido. Nuestro Programa, política y
decisiones podrán convertirse en realidad sólo cuando las masas
populares los comprendan y los hagan suyos. Debemos esforzarnos
para que las masas populares sientan como propias las consignas de
nuestro Partido y ellas mismas se movilicen conscientemente para
llevarlas a cabo.
Marchemos vigorosamente hacia adelante por la libertad y la
independencia democrática de la patria, uniendo estrechamente a todas
las fuerzas democráticas alrededor del Partido del Trabajo que ahora
fundamos.
¡Viva el Congreso Inaugural del Partido del Trabajo de Corea del
Norte, representante de los intereses de las masas trabajadoras!
¡Viva el Frente Unido Nacional Democrático!
¡Viva el establecimiento de una república popular democrática!
363
SOBRE LAS TAREAS INMEDIATAS
DEL PARTIDO DEL TRABAJO
Compañeros:
En la sesión de hoy, delegados de todas las provincias intervinieron
con entusiasmo apoyando la fusión de ambos Partidos. Esto corrobora
que nuestra orientación hacia la fusión de los dos Partidos es muy
correcta y todos sus miembros apoyan sin reservas esta unión.
La fundación del Partido del Trabajo la deseaba todo el pueblo
coreano y era vitalmente necesaria en la situación interna y externa de
hoy. Sólo con la formación del Partido del Trabajo será posible agrupar
a las grandes masas trabajadoras en torno a él, desbaratar totalmente
las maquinaciones de los projaponeses, traidores a la nación y de otros
reaccionarios, y llevar a buen término la revolución coreana. La
fundación del Partido del Trabajo tendrá un significado trascendental
en el desarrollo de nuestra revolución y ocupará importantes páginas
en la historia de Corea.
La tarea central que tiene actualmente el Partido del Trabajo es
conseguir lo más pronto posible la soberanía e independencia
completas y democráticas de Corea. Para cumplir esta tarea debemos
luchar tesoneramente y someterlo todo a este fin.
Para lograr la soberanía e independencia completas y democráticas
de Corea, debemos, en primer lugar, consolidar más la base
364
democrática de Corea del Norte y, en segundo lugar, ayudar a los
partidos políticos y organizaciones sociales de carácter democrático en
Corea del Sur a realizar todas las tareas democráticas a escala de toda
Corea.
Ante todo, debemos afianzar los éxitos de las reformas
democráticas efectuadas en Corea del Norte y, al mismo tiempo,
acelerar allí con mayor ímpetu la construcción para fortalecer su base
democrática. Solo así podremos extirpar con éxito toda clase de
maquinaciones de los reaccionarios e impulsar con vigor nuestra
revolución.
Además de consolidar nuestra base democrática, es necesario
desplegar una vigorosa lucha por la democratización de Corea del Sur.
Hoy, el pueblo surcoreano, que abarca más de la mitad de la población
de Corea, gime bajo todo tipo de ensañamientos y la cruel represión de
los imperialistas yanquis y de las bandas reaccionarias, al igual que en
el período de dominación colonial del imperialismo japonés. Sólo
cuando salvemos de la tenebrosa vida de hoy al pueblo surcoreano y
logremos hasta la liberación de Corea del Sur, alcanzaremos la plena
independencia de Corea. Por eso, debemos lograr que también en
Corea del Sur todos los poderes pasen a los comités populares, se
efectúe la reforma agraria, se nacionalicen las empresas industriales
que pertenecían a los imperialistas japoneses, a los elementos
projaponeses y a los traidores a la nación, así como se implanten la Ley
del Trabajo, la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la
Mujer y el sistema de enseñanza democrática, como se hizo en Corea
del Norte.
Para que nuestro Partido del Trabajo cumpla acertadamente estas
tareas históricas, lo más importante es ensanchar y fortalecer sus filas.
Sin robustecerlo y desarrollarlo es imposible realizar con éxito la labor
para consolidar la base democrática de Corea del Norte y la lucha por
la democratización de Corea del Sur y, a la larga ni construir un Estado
democrático, soberano e independiente, rico y poderoso. Por eso,
debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para extender y
consolidar el Partido del Trabajo.
365
Debemos engrosar sin descanso las filas del Partido. Hemos de
admitir a muchas gentes avanzadas de entre los obreros y demás
trabajadores e incrementar así sin cesar las fuerzas del Partido. Al
mismo tiempo, debemos esforzarnos por consolidar cualitativamente
al Partido. Tenemos que impedir la infiltración de espías y elementos
saboteadores y subversivos en las filas del Partido, barrer a todos los
que intentan destruirlo y librar una lucha enérgica por extirpar
completamente el sectarismo en el seno del Partido y por asegurar su
unidad de ideología y de voluntad.
Pero, no debemos sospechar sin ton ni son de las personas y tratar
de expulsarlas del Partido con el pretexto de consolidarlo. Un
compañero dijo en su intervención que en el Partido del Trabajo han
penetrado elementos de toda laya, lo que es erróneo. Para colmo,
algunos compañeros gritan a voz en cuello que hay que iniciar sin
demora una purga en el seno del Partido del Trabajo, lo que es muy
injusto. Tal vez se hayan infiltrado en él espías y elementos
saboteadores y subversivos que traten de socavarlo. No obstante, es
erróneo decir que hay que llevar a cabo una purga en el Partido del
Trabajo cuando sólo acaba de fundarse. En vez de desconfiar sin
fundamento de la gente y tratar de purgarla a ciegas, debemos estar
siempre alertas para impedir penetrar en el Partido a elementos
extraños y luchar por prevenir sus maniobras.
El Partido del Trabajo es un partido revolucionario que encuadra a
los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores avanzados, que
luchan por hacer de nuestro país un Estado democrático, soberano e
independiente y por el triunfo de la revolución coreana. Así es y
seguirá siendo en el futuro también.
A juzgar por la actual situación nacional e internacional debemos
crear, por encima del estrecho cerco clasista, un partido masivo capaz
de agrupar a las grandes masas trabajadoras. No obstante, hay algunos
que se pretenden ser los únicos comunistas verdaderos y se oponen a la
formación del Partido del Trabajo. Hay que decir que no han
comprendido a fondo el marxismo-leninismo.
El marxismo-leninismo no es un compendio de dogmas sino una
366
guía para la acción. Tenemos que saber aplicarlo de forma creadora a la
presente realidad coreana. Sólo orientándonos hacia la construcción de
un partido de masas, ganaremos la victoria de la democracia y sólo con
este triunfo conquistaremos la independencia para toda Corea.
Conseguirla significa precisamente la victoria del
marxismo-leninismo en Corea. El Partido del Trabajo tendrá, en todo
caso, el marxismo-leninismo como teoría rectora. El ingreso de los
comunistas en el Partido del Trabajo no significa que ellos dejen el
marxismo-leninismo, es que, además, ni pueden hacerlo. Al contrario,
sólo pasando a ser miembros del Partido del Trabajo, partido de masas
reclamado por la revolución coreana en la etapa actual, los comunistas
pueden ser marxista-leninistas mucho más consecuentes.
Eso de que nuestro Partido adopte el marxismo-leninismo como
teoría rectora no significa ni mucho menos que sólo los hombres
versados en el marxismo-leninismo tengan acceso al Partido. Si una
persona, aunque no haya comprendido del todo el marxismo-leninismo,
es activa y va a la cabeza de la lucha por la democracia y la revolución
coreana, puede ingresar en nuestro Partido del Trabajo. Porque
también los hombres que no comprenden teóricamente todo el
marxismo-leninismo pueden jugar en la práctica un papel progresista y
hacer un aporte al triunfo del marxismo-leninismo si luchan con
abnegación por la democracia y la revolución coreana. Tenemos que
facilitar la entrada en el Partido del Trabajo a todos los elementos
progresistas y democráticos que luchan activamente por la
construcción de una nueva Corea democrática, de entre los obreros,
campesinos e intelectuales trabajadores.
Actualmente, algunas personas que no han comprendido
claramente todo esto se oponen a la fusión, diciendo, incluso, que la
formación del Partido del Trabajo es una claudicación del Partido
Comunista ante el Partido Neodemocrático. Esta es precisamente una
tendencia izquierdista. Las personas que hoy esgrimen tal consigna
izquierdista no son auténticos revolucionarios sino
seudomarxista-leninistas.
En relación con la fundación del Partido del Trabajo, entre algunas
367
gentes se manifiestan no sólo tendencias izquierdistas, sino también
derechistas. Algunas personas piensan en abandonar el
marxismo-leninismo y debilitar la disciplina interna del Partido y
tratan de alistar en el Partido del Trabajo incluso a individuos híbridos,
considerándolo como una organización del frente unido nacional. Es
una tendencia de derecha inadmisible en el Partido del Trabajo, un
acto muy perjudicial que lo destruye.
Debemos combatir implacablemente tales desviaciones de
izquierda y derecha. De esta manera, debemos ampliar y consolidar
incesantemente el Partido del Trabajo para hacer de él un Partido
revolucionario, invencible y poderoso, capaz de vencer no importa qué
peliagudos contratiempos.
Al mismo tiempo que luchamos por ampliar y consolidar el
Partido del Trabajo, debemos esforzarnos por elevar la función y el
papel de los organismos del Poder popular.
Todavía hay en nuestro Partido miembros que tratan de reemplazar
o monopolizar el trabajo del comité popular. El comité popular no sólo
sirve para el Partido Comunista, sino también para todo el pueblo,
incluidas las gentes encuadradas en los demás partidos políticos y
organizaciones sociales democráticos de Corea del Norte. A pesar de
esto, actualmente, algunos compañeros se muestran reacios a admitir
en el comité popular a gentes de otros partidos. En la etapa actual de
nuestra revolución esta es una actitud injusta y una tendencia muy
peligrosa. Si disponemos que en los comités populares puedan trabajar
sólo nuestros militantes, los de otros partidos no se interesarán por la
labor del Poder popular ni apoyarán al comité popular. Si sólo el
Partido del Trabajo lo respalda, nuestro Poder popular quedará, a fin de
cuentas, cojo y no podrá cumplir debidamente la tarea revolucionaria
que se plantea.
El Partido del Trabajo jamás debe intentar acaparar el trabajo del
comité popular. Los representantes de todos los partidos y
organizaciones sociales pueden trabajar en los comités populares y,
además, están obligados. El comité popular debe basarse en todos los
partidos y organizaciones sociales democráticos. Sólo así nuestro
368
Poder popular podrá fortalecerse y desarrollarse sobre una base firme.
A fin de elevar la función y el papel de los organismos de Poder
popular hay que consolidar las filas de los funcionarios de los comités
populares. En los organismos de Poder popular no deben dejar a
aquellos individuos corrompidos y burócratas que no saben trabajar y
que sólo piensan en “rangos jerárquicos”, so pretexto de incorporar en
el trabajo de los comités populares a los representantes de todos los
partidos y organizaciones sociales. No debemos olvidar que el comité
popular es un organismo de Poder que sirve al pueblo; tenemos que
esforzarnos para reforzar las filas de sus funcionarios. Es preciso que
en los comités populares trabajen los que puedan servir fielmente al
pueblo. Debemos destinar a los organismos de Poder a los elementos
avanzados para que la labor del comité popular se desarrolle
correctamente.
El Partido del Trabajo debe poner en plena actividad a los comités
populares y ayudarles eficazmente para que puedan cumplir a
cabalidad sus deberes. Así, pues, hay que lograr que los organismos de
Poder popular apliquen detalladamente todas las leyes democráticas y
lleven a cabo con éxito las tareas de la revolución democrática.
Es importante desarrollar bien la labor del frente unido.
Esta ya ha sido abordada mucho en reuniones, en varios artículos
del periódico y en las resoluciones del Partido. No obstante, todavía
hay personas que no entienden bien esta labor y cometen actos que
obstruyen el fortalecimiento del frente unido democrático nacional.
Como saben ustedes, todos los partidos de Corea del Norte han
trazado plataformas democráticas y luchan por su cumplimiento. Esto
nos da posibilidades para fortalecer el frente unido con otros partidos y
debemos hacerlo sin falta.
La gran fuerza que tenemos no debe inducirnos a comportarnos
con arrogancia. Si tratamos de darnos importancia y actuamos con
altanería, no marchará bien el frente unido y, en consecuencia, no
podremos desarrollar correctamente la gran empresa de construir el
país. Nuestros militantes deben realizar activos esfuerzos para llevar
bien la labor del frente unido.
369
Con miras a reforzar el trabajo del frente unido, ante todo,
nuestros militantes deben poseer un correcto estilo de trabajo. Como
miembros del Partido del Trabajo tienen que ser modestos, saber
colaborar con los partidos amigos, explicar amablemente a los
militantes de los partidos amigos la política de nuestro Partido,
educarlos con paciencia y marchar al unísono con ellos.
Nuestro propósito de organizar un frente unido con los partidos
amigos consiste, en resumidas cuentas, en construir con éxito una
nueva Corea democrática. Por lo tanto, no debemos dejar que los
partidos amigos den pasos equivocados. Al mismo tiempo que
luchamos por consolidar el frente unido democrático nacional tenemos
que criticar a tiempo y de todo corazón a los partidos amigos si actúan
equivocadamente y orientarlos por un camino correcto.
Nuestro Partido debe prestar profunda atención a la labor de las
organizaciones sociales.
Actualmente, hay compañeros que manifiestan una opinión
equivocada respecto a asegurar la dirección del Partido sobre las
organizaciones sociales, porque no tienen en consideración que en
ellas están incorporados también miembros de partidos amigos.
Nuestros militantes deben realizar actividades más ejemplares dentro
de estas organizaciones para orientarlas por un camino correcto y
hacerlas aplicar cabalmente la línea y política de nuestro Partido. En
estas organizaciones los miembros del Partido del Trabajo deben
trabajar en estrecha colaboración con los militantes de los partidos
amigos, ayudándoles a ejecutar al pie de la letra toda política de
nuestro Partido así como desempeñar un rol de vanguardia en la labor
de aglutinar y educar a las masas.
Hoy, en Corea del Norte, gran número de gentes están encuadradas
en organizaciones sociales. Pero, en éstas todavía no marcha bien la
labor educativa. De esto deben tener una profunda responsabilidad
nuestros militantes, sobre todo, los cuadros que trabajan en dichas
organizaciones.
Tenemos que dedicar grandes esfuerzos a la dirección y educación
de los miembros de la Unión de la Juventud Democrática y de otras
370
organizaciones sociales. Particularmente, debemos educar bien a los
jóvenes.
En este momento, la Unión de la Juventud Democrática de Corea
del Norte cuenta con un millón 300 mil jóvenes, pero no logra
educarlos debidamente. Sólo dando una correcta educación
democrática a los jóvenes, el Partido del Trabajo contará con reservas
fieles y podrá construir con éxito una nueva Corea democrática. Por lo
tanto, nuestros militantes deben interesarse profundamente por el
trabajo de la UJD y esforzarse activamente por educar bien a sus
integrantes.
Luego debemos concentrar grandes fuerzas en la labor económica.
Una de las cuestiones importantes a las que nuestro Partido debe
prestar hoy atención especial es a la recaudación del impuesto agrícola
en especie.
En el presente no estamos llevando a cabo como es debido la
propaganda entre los campesinos sobre el sistema del impuesto
agrícola en especie. Nuestros militantes deben difundir ampliamente
todo lo relacionado con este sistema, a fin de que todos los campesinos
entiendan claramente su esencia y significación.
La aplicación del sistema del impuesto agrícola en especie tiene un
importante significado no sólo para elevar la vida de los campesinos y
desarrollar las fuerzas productivas agrícolas, sino también para
garantizar con éxito la construcción de la nueva Corea. Teniendo en
cuenta la situación económica de Corea del Norte, el Estado no puede
dar solución al presente problema de los alimentos ni asegurar la
construcción democrática si no recauda el impuesto agrícola en especie.
La correcta aplicación del sistema del impuesto agrícola en especie es
hoy en día una cuestión vital para consolidar los éxitos de las reformas
democráticas y restablecer y desarrollar la industria. Tenemos que
orientar bien a los campesinos para que se movilicen voluntariamente
y entreguen a tiempo el impuesto agrícola en especie, asegurando de
esta manera víveres a los obreros y empleados y contribuyendo
activamente a la construcción democrática y al restablecimiento de la
industria.
371
Ahora, voy a referirme a las preguntas hechas en la reunión.
En primer lugar, hablaré de la diferencia de líneas entre el Norte y
el Sur de Corea; es un problema claro. Actualmente, en Corea rigen
dos líneas políticas: una es la democrática, que sigue Corea del Norte,
y otra, la antidemocrática, que rige en Corea del Sur. Es decir, en
nuestro país hay una línea orientada a desarrollar a Corea de acuerdo
con las exigencias y deseos del pueblo y otra que trata de dar marcha
atrás a la historia, a despecho de las demandas y deseos del pueblo.
Hoy, en Corea del Sur existen dos fuerzas: la fuerza progresista,
que sigue la línea democrática, como son los Partidos Comunista,
Neodemocrático y Popular y las organizaciones sociales democráticas,
y la fuerza antidemocrática —como son en este caso los fascistas,
projaponeses y traidores a la nación, acaudillados por Syngman
Rhee—, que, manipulada por los reaccionarios norteamericanos, trata
de arrastrar a Corea a la tenebrosa sociedad feudal, convertir de nuevo
a nuestro país en una colonia del imperialismo y a nuestro pueblo en un
esclavo colonial. Debemos combatir resueltamente las maniobras
antidemocráticas de los reaccionarios.
Por mucho que maniobren febrilmente los projaponeses, traidores
a la nación y demás reaccionarios, no podrán obstruir el camino
democrático por el que avanza nuestro pueblo. La línea
antidemocrática de los reaccionarios será desbaratada por nuestra línea
democrática.
Hay una pregunta acerca de cómo avanza la fusión del Partido
Comunista, el Partido Neodemocrático y el Partido Popular en Corea
del Sur; a ello me referiré en breve, si bien se hará un informe aparte al
respecto.
Ustedes estarían muy inquietos al no conocer bien la situación
surcoreana. Es natural que muestren profundo interés por la situación
surcoreana, puesto que Corea del Sur es la mitad de nuestro territorio,
donde viven nuestros compatriotas y donde luchan nuestros
compañeros contra el enemigo, bajo el régimen militar reaccionario de
los EE.UU. Debemos tener presente lo mucho que sufren en la lucha
los compañeros surcoreanos debido a las febriles intrigas y terror
372
blanco de los imperialistas yanquis y sus lacayos, la camarilla de
Syngman Rhee; a estos compañeros, que luchan valerosamente en pro
de la patria y el pueblo, debemos felicitarles y estimularles con ardor.
En cuanto al trabajo para la fusión de los tres Partidos en Corea del
Sur, allí también los preparativos comenzaron inmediatamente después
de que en Corea del Norte el Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático anunciaron su unificación el 29 de julio pasado. En
Corea del Sur, a propuesta del Partido Popular se organizó el primero
de agosto el comité preparativo para la fusión de los tres partidos y
ahora este comité está luchando por la fusión, haciendo frente a toda
índole de complots y maquinaciones obstruccionistas de los elementos
reaccionarios.
Los círculos reaccionarios de EE.UU. y su lacayo, la camarilla de
Syngman Rhee, están urdiendo toda clase de maniobras para impedir la
fusión de los partidos en Corea del Sur. Lo que nos duele
particularmente es que los elementos subversivos y los fraccionalistas,
infiltrados en el seno de los partidos siguen obstaculizando hasta hoy día,
con sus maniobras divisionistas, la fusión de los tres partidos. Los
elementos reaccionarios infiltrados en el seno del Partido Comunista de
Corea del Sur se opusieron a la fusión de los tres partidos. Kang Jin y
otros elementos incluso dieron a la publicidad una declaración de
carácter antipartido. Estos individuos obstaculizan la fusión instigados
por la administración militar norteamericana y la camarilla de Syngman
Rhee. Desde luego, tal fenómeno ocurre no sólo en el Partido Comunista
sino también en otros partidos donde hay elementos siniestros que
maniobran solapadamente instigados por la administración militar
reaccionaria norteamericana. No obstante, no cabe duda de que pronto
se coronará con la victoria la fusión de los partidos en Corea del Sur.
Para llevar con éxito la fusión de los tres partidos en Corea del Sur,
hay que expulsar lo más pronto posible de las filas del partido a los
elementos subversivos y fraccionistas. Esperamos que los compañeros
surcoreanos rechacen todo género de maniobras obstruccionistas de
los enemigos internos y externos, y funden el Partido del Trabajo,
partido de masas.
373
Compañeros:
Justa es nuestra causa revolucionaria y correcto el camino que
seguimos. Nuestra política es la más popular, la que exige y anhela
todo el pueblo, comprendida la clase obrera, es la política más
inteligente, que aplauden y apoyan las masas populares. Por lo tanto,
no cabe duda de que venceremos.
Estoy firmemente seguro de que nuestro Partido cumplirá con
honor su misión histórica, gracias a la dinámica lucha que librarán
todos los compañeros participantes en este Congreso y todos los
militantes del Partido, por ampliar y consolidar el Partido del Trabajo y
elevar su combatividad.
374
PROGRAMA DEL PARTIDO DEL
TRABAJO DE COREA DEL NORTE
29 de agosto de 1946
375
coreanos mayores de 20 años de edad, independientemente de sus
bienes personales, conocimientos, creencia religiosa y sexo.
8. Otorgar a todo el pueblo coreano la libertad de palabra, prensa,
reunión, expresión pública, manifestación, creación de partidos y
organizaciones así como libertad religiosa.
9. garantizar a las mujeres iguales derechos que a los hombres en
lo político, económico y judicial; liquidar las supervivencias feudales
en las relaciones familiares y en las costumbres, dar protección estatal
a las madres y los niños.
10. Efectuar la reforma popular de la educación, erradicar las
secuelas del sistema docente-educativo japonés en todas las escuelas,
otorgar el derecho a estudiar a todos los coreanos sin distinción de
bienes personales, religión, sexo y, al mismo tiempo, facilitar el
desarrollo normal de la cultura y el arte nacionales y la ciencia de
Corea.
11. Abolir los residuos del sistema de impuestos del imperialismo
japonés que atentaba contra la vida de las masas trabajadoras, e
implantar uno nuevo e imparcial.
12. Organizar el ejército nacional y establecer el sistema de
servicio militar obligatorio.
13. Fomentar una sólida amistad con los países vecinos que luchan
por la paz en el mundo y con todos los países y naciones amantes de
la paz.
376
FELICITO LA FUNDACIÓN DE
LA REVISTA MUJER COREANA
6 de septiembre de 1946
377
las mujeres intelectuales trabajan día y noche por erradicar el
analfabetismo en todos los rincones del país, tanto en las ciudades
como en el medio rural. Al pensar en estos hechos emocionantes, ¡con
qué fuerza latirán y arderán sus corazones, compañeras!
También en el pasado, auténticas hijas de Corea, admirables y
valientes, lucharon por liberar el país y la nación y por conquistar los
derechos de la mujer, bien sacrificando su hermosa juventud en el
interior del país sin temor a la salvaje persecución del enemigo y la
cárcel, o bien vertiendo su sangre roja por las montañas y campos de
extraña tierra de Manchuria.
Estas actividades brillantes y gloriosas de nuestras mujeres, tanto
de ayer como de hoy, evidencian que el movimiento femenino es
parte integrante del movimiento social y que las mujeres pueden
gozar de iguales derechos que los hombres y lograr su completa
emancipación social sólo cuando consagren todo su ser, al lado de los
hombres, a la lucha por liberar la nación y construir un país nuevo.
Las mujeres sólo se emanciparán por completo cuando, como parte
integrante de la totalidad de miembros de la sociedad, promuevan una
lucha enérgica por resolver los problemas planteados, ora en el frente
productivo de fábricas y medio rural, ora en el frente político y cultural,
manifestando la misma devoción y conciencia que los hombres. Este es
precisamente el único camino que deben seguir nuestras mujeres
coreanas.
Conocemos bien las relaciones feudales, que tratan a las mujeres
como esclavas. Bajo el régimen feudal estaban separadas de todas las
actividades sociales, incluso de la producción económica. Si las
organizaciones femeninas hablan a plena voz sobre la emancipación de
la mujer dando de lado las actividades económicas-productivas y otras
tareas sociales relacionadas directa o indirectamente con las primeras,
tales organizaciones se convertirán, sin duda alguna, en clubes de
mujeres ricas.
Al margen de la democracia no puede existir nuestro movimiento
femenino. Además de comprender a fondo cuál es la verdadera
democracia, las mujeres llevarán adelante con energía la lucha contra
378
los projaponeses, proyanquis, traidores a la nación y otros
reaccionarios que se oponen a la democracia. Si las mujeres, por
mucho que trabajen, no tienen conciencia de lo que es la democracia y
no manifiestan entusiasmo por el movimiento democrático, las
organizaciones que las agrupan serán entidades idénticas a la
“sociedad de mujeres patriotas” de los imperialistas japoneses.
Nuestras mujeres han de aunar sus fuerzas, enseñar y aprender
recíprocamente. Precisamente ese es el camino que conduce hacia la
auténtica democracia, conforme a nuestra línea de construcción del
país.
Luchar por la democracia es el problema fundamental en la
edificación de la nueva patria. En el primer artículo del programa de la
Unión de Mujeres se estipula claramente que esta luchará por el
establecimiento de un poder democrático.
Deseo a nuestras mujeres, madres e hijas de Corea que aman
verdaderamente al país, asumir y cumplir la mitad de la tarea de
edificación de la nueva patria democrática, conservando intactos sus
hermosos rasgos como mujer de la Corea democrática.
Felicito la fundación de la revista Mujer coreana, seguro de que
será guía entrañable y certera para ilustrar y formar a nuestras mujeres.
379
SOBRE EL BALANCE DEL CONGRESO
INAUGURAL DEL PARTIDO DEL TRABAJO
DE COREA DEL NORTE
Compañeros:
La fundación del Partido del Trabajo de Corea del Norte mediante
la fusión del Partido Comunista de Corea del Norte y el Partido
Neodemocrático de Corea se concluyó victoriosamente en el corto
espacio de un mes, a través de los debates sostenidos en las reuniones
del Partido a todos los niveles, desde las asambleas generales de
células hasta las conferencias del Partido de ciudad, distrito y
provincia y el Congreso de todo el Partido, después de haberse
adoptado la resolución de fundir ambos partidos, en la Reunión
Conjunta Ampliada de sus respectivos Comités Centrales del 29 de
julio pasado.
De ninguna manera es fortuita la realización triunfal de esta gran
obra. Esto quiere decir que todos los militantes convencidos
unánimemente de que la fundación del Partido del Trabajo mediante la
fusión del Partido Comunista y Partido Neodemocrático, constituía la
medida más justa e históricamente inevitable, participaron de modo
activo y con un elevado entusiasmo político en la labor de fusión de
ambos partidos.
¿Cuál es, pues, la razón que nos permitió cumplir exitosamente el
380
trabajo de fusión en tan breve tiempo y cuáles son los puntos positivos
de esta labor?
Primero: el hecho de que el Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático hayan creado a través de su unión el Partido del
Trabajo que representa los intereses de las amplias masas trabajadoras,
fue lo más apropiado a la situación internacional y nacional de hoy y
una medida enteramente adaptada a la expectativa y exigencia del
pueblo coreano.
La situación internacional de hoy se caracteriza por la poderosa
lucha que las fuerzas de los pueblos amantes de la paz, la libertad y la
democracia libran para liquidar las fuerzas fascistas supervivientes y
para la seguridad mundial y el progreso social por un lado, mientras
por otro levanta su cabeza la reacción internacional que trata de arrojar
otra vez al mundo en la catástrofe de la guerra.
Bajo esta situación internacional, el pueblo coreano, eslabón de las
fuerzas democráticas del mundo, efectuó sus grandes reformas
democráticas en Corea del Norte y echó las bases para la completa
soberanía e independencia, y la democratización de Corea, al tomar
firmemente el Poder en sus manos después de la liberación. Hoy, las
fuerzas patrióticas y democráticas, agrupadas alrededor del Poder
popular, crecen y se fortalecen cada día más aplastando las fuerzas
supervivientes del imperialismo japonés y todas las fuerzas reaccionarias.
En Corea del Norte, donde triunfa la democracia, el pueblo disfruta de
todos los derechos y libertades, y su vida mejora con rapidez.
A diferencia de esto, en la tierra del Sur de Corea el pueblo está
sometido a una dominación más salvaje que la del período del
imperialismo japonés y día tras día crece el peligro de retornar al
destino de la esclavitud colonial.
Por lo tanto, hoy el pueblo coreano tiene que eliminar el peligro
surgido en Corea del Sur y lograr la completa soberanía e
independencia de la patria, a través de una lucha aún más tenaz. Para
ello, lo primordial es aglutinar más firmemente a las amplias fuerzas
democráticas, y asegurar en particular la unidad inconmovible de las
masas trabajadoras.
381
Es por esta razón que la fundación del Partido del Trabajo mediante
la integración de ambos partidos, es la medida más apropiada en vista
de la situación internacional y nacional, y más acorde con la exigencia
de todo el pueblo.
No bien se comunicó la orientación de que se fundieran ambos
partidos, todo el pueblo, para no hablar de sus respectivos militantes, la
aprobó calurosamente, y la labor de fusión se llevó a cabo con éxito
bajo el entusiasmo extraordinariamente elevado del pueblo.
Así, la causa principal del victorioso cumplimiento de la fusión
estriba, ante todo, en lo acertada que fue la línea de la fundación del
Partido del Trabajo de masas.
Segundo: el balance victorioso de esta integración demostró que
los miembros del Partido del Trabajo han crecido y se han templado
considerablemente en el plano político.
Nuestro pueblo, que no había experimentado la participación en la
política durante los 36 años bajo la tiranía colonial del imperialismo
japonés, ha crecido políticamente y ha progresado ideológicamente en
el proceso de las reformas democráticas después de la liberación.
Gracias a esto, nuestros militantes llegaron a comprender
correctamente la presente situación internacional y nacional, y a
convencerse, a través de su experiencia práctica, de la justeza de la
línea y la política del Partido. Los miembros de nuestro Partido
llegaron a conocer bien qué carácter tiene hoy la sociedad coreana y
cuáles son las principales fuerzas motrices en la revolución
democrática, y a comprender también correctamente cuál es nuestro
deber en la etapa actual de la democratización y cómo podemos
cumplirlo victoriosamente. Igualmente, a través de la reciente fusión,
se probó que la confianza de los militantes en el Comité Central del
Partido y en sus organismos directivos de todos los niveles se ha hecho
más profunda.
Todo esto confirma que los miembros de nuestro Partido se han
desarrollado considerablemente en lo político e ideológico, lo cual
constituyó otro factor importante que aseguró los éxitos de la reciente
fusión de los dos partidos.
382
Tercero: nuestro Partido se ha unido y cohesionado
ideológicamente.
Durante ese período, nuestros militantes se han armado con la
ideología del Partido y se han agrupado con un solo propósito y una
sola voluntad a través de toda la lucha en Corea del Norte. La lucha por
la unidad ideológica del Partido asestó un gran golpe a los elementos
espurios y a los fraccionalistas que se escondían en el interior del
Partido, e hizo firmes la unidad y la cohesión de las filas del Partido.
Esta unidad y cohesión constituyen una importante garantía que le
permite a nuestro Partido rechazar con certeza cualquier resistencia de
los elementos reaccionarios y conducir al pueblo hacia la victoria. Esto
lo confirma elocuentemente el éxito del reciente Congreso de nuestro
Partido, en el que los 801 delegados, en representación de unos 370
000 militantes, plasmaron correctamente, dentro de un alma y voluntad
únicas la gran obra de la fundación del Partido del Trabajo.
Si no hubiéramos puesto al desnudo a los fraccionalistas y frenado
previamente sus maquinaciones, ni hubiéramos asegurado con firmeza
la unidad de la ideología y voluntad del Partido, no habríamos podido
efectuar tan fácil y exitosamente el trabajo de fusión de los dos
partidos.
Cuarto: otra causa importante que llevó a término triunfal el
reciente Congreso Inaugural de nuestro Partido es el hecho de que la
Dirección de nuestro Partido fue firme y hábil, y supo organizar y
dirigir de manera correcta el trabajo de fusión de ambos partidos.
En la Dirección de nuestro Partido están reunidos los
revolucionarios probados que durante diez o veinte años desplegaron
el movimiento clandestino o la lucha armada contra el bandido —el
imperialismo japonés— tanto en el interior como en el exterior del país,
y que poseen la firmeza y la teoría revolucionarias, y adquirieron una
rica experiencia a través de la prolongada lucha revolucionaria.
Pudimos obtener enormes éxitos en la realización de las reformas y la
construcción democráticas, en el corto período de un año después de la
liberación, dado que estos revolucionarios, uniendo sus fuerzas,
determinaron claramente, sobre la base del análisis científico de la
383
situación mundial y la realidad concreta de nuestro país, la línea y las
tareas inmediatas para el desarrollo democrático de Corea, y
organizaron y movilizaron confiadamente a los militantes y al pueblo
hacia la victoria. Por tener esta firme Dirección, hemos podido fundar
triunfalmente ahora el Partido del Trabajo, destacamento de
vanguardia de las masas trabajadoras, uniendo capazmente a
centenares de miles de militantes bajo una sola bandera.
Quinto: a través de las reformas democráticas se ha elevado
extraordinariamente entre las masas el prestigio de nuestro Partido.
En los días inmediatos a la liberación, hubo varias ocasiones en
que los elementos espurios infiltrados en el interior del Partido
Comunista perjudicaron la autoridad y el prestigio de este. Pero,
desde que tuvo lugar la III Reunión ampliada del Comité Ejecutivo
del Comité Central Organizativo del Partido Comunista de Corea del
Norte el prestigio del Partido se ha ido elevando considerablemente
entre las masas, porque los elementos malsanos fueron expulsados
del Partido; y este defendió estrictamente los intereses de las masas,
uniéndose con ellas en un solo haz, y en particular desempeñó un
papel de vanguardia en la lucha por la realización de la reforma
agraria y de otras reformas democráticas. El que las masas populares
dieran su absoluto apoyo a la fusión del Partido Comunista y el
Partido Neodemocrático estriba en que estuvieron convencidas de
que si los dos partidos se unían, lucharían más firme y fielmente por
sus intereses.
De esta manera, el nacimiento del Partido unificado de las masas
trabajadoras en Corea del Norte es un nuevo paso de avance del
movimiento revolucionario y un gran triunfo de las fuerzas
democráticas en nuestro país. Esta victoria será también un poderoso
acicate para la agrupación de las fuerzas democráticas y la fusión de
los tres partidos en Corea del Sur.
No obstante estos puntos positivos, surgieron también varias
deficiencias en el curso de la reciente fusión.
Primero: no puedo menos de mencionar que algunos compañeros
militantes no comprenden suficientemente la significación de la
384
fundación del Partido del Trabajo, y que aún en nuestras filas existen
desviaciones de derecha e izquierda.
Algunos piensan que exclusivamente los marxista-leninistas
pueden ingresar en el Partido del Trabajo, y también insisten en que
sólo estos pueden tomar parte en la realización de las tareas
democráticas de la presente etapa. Esta es una desviación de izquierda
sumamente errónea.
Es verdad que hoy los marxista-leninistas son, desde luego, los
más avanzados y activos en la materialización de las tareas de la
revolución democrática, y es cosa natural que estos revolucionarios
armados con el marxismo-leninismo deban ser núcleos de nuestro
Partido. Pero es una gran equivocación pensar que únicamente las
personas versadas en el marxismo-leninismo pueden participar en la
realización de la revolución democrática y alistarse en el Partido del
Trabajo. Nosotros consideramos que cualquiera puede entrar en el
Partido del Trabajo con tal que hoy despliegue su elevado entusiasmo
patriótico y actividad y desempeñe un papel de vanguardia en la
construcción de la patria democrática, aunque no se haya armado con
la ideología marxista-leninista. Asimismo, de entre los campesinos e
intelectuales trabajadores, para no hablar de los obreros, pueden
incorporarse en el Partido del Trabajo todos aquellos que luchan
resueltamente poniéndose a la cabeza de las masas.
Y hay quienes insisten en que el marxismo-leninismo no debe ser
la teoría directiva del Partido y que los comunistas deben abandonar
los principios marxista-leninistas, como quiera que ya se ha fundado el
Partido del Trabajo. Este es el punto de vista derechista más peligroso.
La revolución democrática en Corea se desarrolla sin alejarse jamás
de la ley del desarrollo social que señala el marxismo-leninismo, antes
bien siguiendo estrictamente la ley.
No es que los comunistas coreanos pretendan construir ahora
mismo el comunismo en nuestro país. En el momento actual, nuestra
tarea inmediata es llevar a cabo la revolución democrática,
antimperialista y antifeudal. Nosotros, los comunistas, debemos
participar hoy más activamente en la lucha para transformar por vía
385
democrática la sociedad y completar con rapidez la etapa de la
revolución democrática, en vista de la situación internacional y
nacional y el carácter de la sociedad coreana, y desempeñar el mayor
papel de vanguardia en todos los trabajos de la construcción
democrática.
El marxismo-leninismo es la teoría más científica y revolucionaria
que ilumina el camino futuro de la lucha de los pueblos en cada etapa
del desarrollo social y en cada etapa del desarrollo de la revolución, y
por esta razón constituye también nuestra única guía para llevar hoy a
la práctica las tareas de la revolución democrática en Corea. Por
consiguiente, no tiene en absoluto cabida el problema de que el
marxismo-leninismo no debe ser la teoría directiva de nuestro Partido
por haberse constituido ya el Partido del Trabajo de masas, o de que los
comunistas deben alejarse del marxismo-leninismo, so pretexto de
haberse convertido en miembros del Partido del Trabajo.
Sólo adhiriéndonos más a los principios del marxismo-leninismo y
armándonos firmemente con su ideología y su teoría, nosotros, los
comunistas, podremos realizar con éxito las tareas de la presente etapa
histórica que debemos atravesar sin falta en la lucha por lograr nuestro
objetivo final.
Como mencioné antes, la primera es la tendencia izquierdista y la
segunda es la derechista. Nosotros debemos rechazar totalmente estas
dos tendencias y avanzar según la justa línea que exigen el Partido y el
marxismo-leninismo.
Segundo: en el proceso de fundación del poderoso Partido de
masas mediante la fusión de los dos partidos, se reveló que existe
todavía una estrecha tendencia chauvinista en algunos compañeros.
Esto se debe a que no han comprendido claramente la significación y la
idea esencial de la fusión de ambos partidos.
El Partido del Trabajo, como representante y defensor de los
intereses de las amplias masas trabajadoras, tiene como objetivo
construir un Estado independiente y democrático, rico y poderoso, que
pueda asegurar la libertad democrática de las masas trabajadoras
coreanas y el desarrollo democrático del país. El haber podido
386
constituir semejante Partido político de masas significa que estamos en
condiciones de dirigir mejor y unir más firmemente a las amplias
masas trabajadoras. Sólo organizando y movilizando a las amplias
masas, podremos lograr cuanto antes el triunfo de la democracia y la
completa soberanía e independencia de Corea.
Por lo tanto, debemos superar a todo trance los estrechos puntos
de vista del fraccionalismo y el regionalismo y toda clase de
tendencias chauvinistas, así como luchar para fortalecer y desarrollar
por todos los medios nuestro Partido del Trabajo recién fundado y para
unir a las amplias masas en torno suyo. Tenemos que subordinarlo todo
a la lucha por la democracia y la independencia de la patria.
Tercero: con ocasión de la fundación del Partido del Trabajo se
manifestaron parcialmente acciones que debilitaron la labor del frente
unido, y esta es también una tendencia errónea.
Cuanto más poderoso y grande se hace nuestro Partido, tanto más
modestos debemos ser ante los partidos amigos, tanto más
sinceramente debemos cooperar y mantener con ellos las más estrechas
relaciones en la labor por la construcción democrática.
Algunas organizaciones locales del Partido intentan monopolizar
el trabajo de los organismos del Poder popular y otras labores, con la
arrogante posición de que el Partido del Trabajo es omnipotente; esta
es una tendencia errónea. No podemos tolerar hoy las acciones
encaminadas a debilitar o destruir el frente unido.
Por último, se dice que hay quienes hablan de que esta fusión de los
dos partidos es temporal y que algún día volverán a dividirse
seguramente. Esta es una calumnia falsa de los elementos
reaccionarios que presentan esta fusión de los partidos como un ardid
de los comunistas; y la divulgación de esta calumnia es una acción
hostil que ha derivado de los complots encaminados a destruir nuestro
Partido.
La política de nuestro Partido que une hoy a las amplias masas de
obreros, campesinos e intelectuales trabajadores no es temporal, sino
duradera, por consiguiente, esta fusión de ambos partidos será también
eterna.
387
Debemos saber que la situación de nuestros trabajadores ha
cambiado radicalmente gracias a la realización de las reformas
democráticas en Corea del Norte después de la liberación. Nuestros
campesinos ya están liberados por completo de la explotación feudal.
Las condiciones de vida de los campesinos mejoran, su nivel cultural
se eleva y su conciencia cambia también. Nuestros campesinos
tomaron parte activa en la realización de la reforma agraria y de otras
reformas democráticas, y están desplegando un elevado celo patriótico
en el trabajo de la construcción democrática. Los campesinos
norcoreanos de hoy no son los de la época del imperialismo japonés, ni
los de la época feudal. Actualmente, nuestros campesinos desempeñan
un gran papel en todos los dominios de la política, la economía y la
cultura, y constituyen, junto con la clase obrera, el destacamento
principal de las fuerzas democráticas y patrióticas.
También, el caso de los intelectuales es el mismo. En el pasado, los
intelectuales sirvieron al imperialismo japonés y a las clases
propietarias, pero hoy, en Corea del Norte, la abrumadora mayoría de
los intelectuales, excepto un pequeñísimo número de tipejos, sirven
para los intereses del pueblo, particularmente de las masas trabajadoras.
En el corto espacio de un año y pico que ha seguido a la liberación,
nuestros científicos, técnicos, maestros, médicos, escritores y artistas
han acumulado muchos méritos en la labor de la construcción
democrática. Han participado activamente en la realización de las
reformas democráticas, tales como la reforma agraria, la Ley del
Trabajo, la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la Mujer
y la nacionalización de las industrias, etc., y luchan con abnegación por
el fortalecimiento del Poder popular, la reconstrucción de las industrias
y por el desarrollo de la educación y la cultura.
¿Qué dice esto? Esto quiere decir que los intelectuales de Corea del
Norte, apartados de su posición pasada, con la que sirvieran al
imperialismo japonés y. a las clases propietarias, se han convertido y
están convirtiéndose en los intelectuales del pueblo, que sirven a su
patria y a su pueblo.
Es natural, por lo tanto, que en nuestro Partido del Trabajo puedan
388
ingresar no sólo los obreros sino también todas las masas trabajadoras,
es decir, todos aquellos que son más firmes, más conscientes y más
avanzados entre los obreros, campesinos e intelectuales.
En el futuro, a medida que se desarrolle más el movimiento
democrático en nuestro país y nuestra sociedad progrese a una etapa
superior, las condiciones socio-económicas de nuestros obreros,
campesinos e intelectuales mejorarán aún más, el nivel de su
conciencia se elevará grandemente y sus intereses llegarán a acoplarse
todavía más. Así, la unidad de los obreros, campesinos e intelectuales
trabajadores se fortalecerá más y, en consecuencia, la fusión de los dos
partidos, llevada a cabo recientemente, se consolidará más.
De esta manera, esas porfías sobre si la fusión de los dos partidos
será temporal o si estos se dividirán de nuevo en el futuro, no tienen
fundamento alguno. Debemos tener muy presente que esto sólo es una
calumnia de los elementos reaccionarios, emanada del intento de
destruir la cohesión de nuestras masas trabajadoras y la unidad de
nuestro Partido.
Refiriéndome al resultado de la fusión de ambos partidos, voy a
presentarles a ustedes en esta conferencia de los activistas las tareas
siguientes:
Primero: quisiera subrayar de modo especial que deben ustedes
estudiar profundamente, en combinación con su vida práctica, todos
los documentos del reciente Congreso Inaugural de nuestro Partido y
ejecutar fielmente las tareas presentadas por el congreso. Por muy
excelentes que sean las resoluciones, estas serán inútiles si no se
realizan en la vida práctica.
Segundo: deben canalizar sus mayores esfuerzos en enseñar bien a
todos los militantes el carácter y objetivo del Partido del Trabajo y su
Programa, y agrandar el Partido no sólo numéricamente, sino también
consolidándolo cualitativamente.
Para ello, las secciones de propaganda del Partido no deben dirigir
su fuerza principal únicamente al trabajo de propaganda para con las
masas populares, sino prestar primordial atención, ante todo, al trabajo
de educación ideológica dentro del Partido para elevar el nivel político
389
e ideológico de los militantes y fortalecer el poder combativo del
Partido. De este modo, hay que lograr que todos los militantes posean
la capacidad de dirigir a las masas y ser núcleos de ellas, y que se
conviertan en conductores de masas que sepan agruparlas, organizarlas
y educarlas.
Tercero: los miembros del Partido deben conocer claramente, en
lo teórico, la significación del Frente Unido Nacional Democrático y
desempeñar un papel de vanguardia en el trabajo de ampliar y
fortalecer el frente unido.
Nosotros, siempre en estrecha ligazón con los partidos amigos y las
organizaciones sociales, debemos librar mejor la lucha común de todas
las clases y capas del pueblo en el trabajo de la construcción
democrática, y no avenirnos con ningún acto que perjudique el frente
unido. En consonancia con esto, nuestro Partido debe desempeñar
siempre un rol dirigente sin perder por ningún motivo su
independencia en la labor del frente unido, y rechazar resueltamente la
tendencia a engancharse de la cola de otros.
Cuarto: todos los militantes deben librar una tenaz lucha por
ejecutar correctamente la línea del Partido y fortalecer la unidad
ideológica de sus filas, superando las desviaciones de derecha e
izquierda.
Debemos desplegar diaria y enérgicamente una lucha ideológica de
principios entre los militantes para descubrir y derrotar todas las
acciones fraccionalistas y de pequeño grupo, así como las tendencias
antipartido de apoyar en apariencia pero traicionando por detrás, y para
frenar la infiltración de todo género de ideas hostiles en el interior del
Partido.
Quinto: debemos elevar al máximo la vigilancia revolucionaría,
desenmascarar ante las masas los complots y las acciones subversivas
de los reaccionarios y librar contra ellos una lucha en escala masiva,
movilizando la fuerza unida de las amplias masas populares.
Actualmente, en Corea del Sur la desesperación de la reacción
norteamericana y sus lacayos, la camarilla traidora de Syngman Rhee,
se torna más rabiosa al paso de los días.
390
Ya hace mucho que en Corea del Sur fue suspendido Haebang
Ilbo, órgano del Partido Comunista de Corea del Sur y el 6 de
septiembre pasado fueron clausurados otra vez los periódicos
democráticos Joson Inminbo, Hyondae Ilbo, Jung-ang Sinmun, etc. Es
natural que esto surgiera de la intención de los elementos reaccionarios
que, atemorizados por la fundación victoriosa del Partido del Trabajo
de Corea del Norte, tratan de impedir la fundación del Partido del
Trabajo en Corea del Sur y estorbar la soberanía e independencia en
Corea.
De veras, las patrañas de los reaccionarios surcoreanos son
inefables. Los periódicos reaccionarios Tong-a Ilbo, Taedong Sinmun
y Hansong Ilbo del día 6 de septiembre dieron la información
infundada de que el 29 de agosto, Día de la Vergüenza Nacional, en
Pyongyang más de 5 000 estudiantes asaltaron la comandancia del
ejército soviético, y que más de 2 000 de ellos fueron muertos y heridos
en su choque con las tropas soviéticas.
Compañeros: ¿quién es, de hecho, el que mató e hirió a la población
coreana? ¡No son sino precisamente aquellos reaccionarios que,
lanzando proyectiles con aviones, cañones y fusiles, hicieron derramar
la sangre del pueblo surcoreano que salió a festejar el 15 de Agosto, día
de su liberación! Es que estos malvados inventaron esa falsa
información, alarmados al ver la indignación del pueblo de Corea del
Norte por la espantosa masacre de Kwangju.
No debemos aflojar ni un minuto la vigilancia frente a la reacción.
Estos elementos reaccionarios existen no sólo en Corea del Sur, sino
también en Corea del Norte. Apoyándonos en la fuerza de las masas
populares, en las fuerzas democráticas unidas, debemos aplastar esas
fuerzas reaccionarias y enviar al pueblo surcoreano el máximo apoyo
material y espiritual.
Por último, un problema importante que desearía subrayar es el
fortalecimiento de los comités populares. Decir fortalecimiento de los
comités populares no significa de manera alguna que los miembros del
Partido del Trabajo monopolicen el trabajo de los comités populares.
Los miembros de nuestro Partido del Trabajo deben apoyar más
391
activamente que nadie a los comités populares, agrupar alrededor de
ellos a las amplias masas y ser ejemplos en la ejecución de todas sus
resoluciones.
Marchemos vigorosamente hacia adelante para lograr la completa
soberanía e independencia de la patria y una nueva victoria de la
democracia, manteniendo en alto la bandera del Partido del Trabajo de
Corea del Norte que ha dado su primer paso glorioso con la fusión del
Partido Comunista y el Partido Neodemocrático y uniendo todas las
fuerzas patrióticas y democráticas.
¡Viva el Partido del Trabajo de Corea del Norte!
¡Viva la aceleración de la fundación del Partido del Trabajo de
Corea del Sur!
¡Viva el Frente Unido Nacional Democrático!
¡Viva la completa independencia de Corea democrática!
392
QUE SE FORMEN COMO HOMBRES DE VALÍA
PARA SERVIR ABNEGADAMENTE
EN LA CONSTRUCCIÓN DEL
ESTADO DEMOCRÁTICO
393
Hoy, el pueblo coreano es dueño del país y ha nacionalizado todas
las principales industrias, pero al administrarlas con sus propias manos
choca con dificultades de toda índole. De ahí que hoy nuestra tarea
clave consista en salir, en el plazo más breve, del estado de atraso y
desarrollar altamente nuestra cultura, técnica y ciencia. De lo contrario,
nuestro país volverá a ser colonia de los imperialistas y nuestra nación
no podrá evitar el destino de apátrida lo mismo que bajo el dominio del
imperialismo japonés.
Compañeros:
Para el progreso de nuestra nación y convertir a nuestro país en un
Estado democrático e independiente, necesitamos nuestros propios
hombres de la cultura, artistas, científicos y técnicos. En otras palabras,
se precisan cuadros nacionales capaces de desarrollar todos los
dominios de la política, economía y cultura del país.
Hay una gran escasez de cuadros nacionales, y los que tenemos
están a un nivel inferior del que demanda la realidad, tanto en número
como en calidad. Por lo tanto, inauguramos esta universidad con el
objeto de formar los cuadros nacionales que reclama hoy la Corea
emancipada. El Estado y el pueblo depositan en ella grandes
esperanzas. Confío firmemente en ustedes y les deseo de todo corazón
cumplir con éxito el deber asumido, respondiendo de esta manera a las
esperanzas del Estado y el pueblo.
Espero que ustedes sean hombres de valía que sirvan al pueblo y
participen abnegadamente en la edificación del Estado democrático,
que serán valores humanos con ricos conocimientos y ciencias
avanzadas, necesarios para hacer de nuestro país, atrasado en la
esfera tecnológica y cultural, un país altamente civilizado y
desarrollado.
No deben olvidar ni un solo momento lo importante y grande que
es la misión asumida y las enormes esperanzas que cifran en ustedes el
país y el pueblo.
El pueblo coreano ha de crecer con rapidez en lo político e
ideológico. Todavía pesan sobre nosotros sensiblemente las nefastas
supervivencias de las ideas caducas que sembró el imperialismo
394
japonés a lo largo de 36 años. Es tarea de ustedes erradicarlas del todo
en la actividad docente y en la vida cotidiana.
Ustedes deberán forjarse incesantemente y estudiar con ahínco para
hacerse competentes cuadros nacionales de la nueva Corea
democrática fieles sin reserva a la patria y al pueblo y bien preparados
en ciencias y técnica avanzadas.
395
DESENMASCAREMOS Y FRUSTREMOS
LAS MAQUINACIONES REACCIONARIAS
DEL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO
396
desembarcaron en Corea del Sur inmediatamente después de la
liberación, esta acción no la vimos como normal, hemos desconfiado
del todo en ellas. Hacía mucho tiempo que conocíamos la naturaleza
agresiva de los EE. UU., pero no fue necesario que desde el primer
momento nos opusiéramos abiertamente a la administración militar
norteamericana porque, aunque de palabra, había prometido ayudar a
la independencia de Corea. Sin embargo, hoy, ante la manifiesta
naturaleza agresiva del imperialismo norteamericano en Corea del
Sur, no podemos continuar manteniendo esa actitud.
Las tropas de Estados Unidos han implantado hoy en Corea del
Sur una política extremadamente reaccionaria. Nada más haber
desembarcado en Corea del Sur proclamaron la administración militar,
disolvieron los comités populares organizados por iniciativa del
pueblo y frenaron por todos los medios el movimiento democrático
del pueblo patriótico. La administración militar norteamericana ha
agrupado a los projaponeses, a proyanquis y renegados que vendieron
el país y la nación, convirtiéndolos en fieles lacayos suyos, y permite
a los reaccionarios actuar en plena libertad y perpetrar toda clase de
desmanes contra el pueblo. En Corea del Sur las tropas
norteamericanas están pisoteando cruelmente incluso tan elementales
libertades y derechos democráticos del pueblo como la libertad de
palabra, prensa, reunión, asociación y creencia religiosa, y detienen,
encarcelan y asesinan desenfrenadamente a los patriotas y los
habitantes. Junto con esto, los imperialistas norteamericanos
impusieron su control, bajo título de “bienes del enemigo”, a las
fábricas, minas y otras empresas industriales que naturalmente deben
pertenecer al pueblo coreano, portándose como si fueran ellos sus
dueños.
Estos hechos muestran que los imperialistas yanquis están
tramando toda clase de maquinaciones para convertir a nuestro país
en colonia suya.
No podemos tolerar más los atropellos que ellos están cometiendo
en Corea del Sur. Todo el pueblo coreano debe estar alerta y
oponerles resuelta resistencia.
397
Como todos saben, la política de un Estado no es invariable. Este
tiene que trazar su política según los tiempos y las circunstancias. La
situación de hoy exige de nosotros que luchemos decididamente
contra la administración militar de Estados Unidos. Dada la situación
en que se vuelven más abiertas las maquinaciones del imperialismo
norteamericano encaminadas a hacer de nuestro país su colonia,
nuestro pueblo volverá a caer en la trágica situación de apátrida y
huelga decir que será imposible construir un Estado del todo soberano
e independiente, si dejamos de luchar contra la administración militar
norteamericana. Los treinta millones de coreanos no volverán más a
ser esclavos de los imperialistas yanquis, aunque tengan que morir en
la lucha.
Oponerse a la administración militar norteamericana no impide la
solución del problema coreano, más bien le crea condiciones
favorables. Cuando nos opongamos a ella con energía, podremos
despertar a las masas populares, fortalecer las fuerzas democráticas y
acelerar el desarrollo democrático de nuestro país y la construcción de
un Estado de plena soberanía e independencia.
Hay que desenmascarar y denunciar resueltamente los desmanes
del imperialismo yanqui. Su naturaleza agresiva y los crímenes de la
administración militar norteamericana en Corea del Sur han de ponerse
en buen conocimiento de todo el pueblo. Y es menester organizar
mítines de oposición, de rechazo de las manipulaciones reaccionarias
de esta administración y poner al desnudo ante el mundo entero los
atropellos de los imperialistas norteamericanos en Corea del Sur.
Suscitar de este modo la opinión pública en toda Corea y, a la larga, en
el mundo entero. Intensificando las actividades de
desenmascaramiento y condena de la barbarie del imperialismo
norteamericano hemos de lograr que todo el pueblo se levante a
oponerle resistencia y que todos los pueblos progresistas del mundo
apoyen activamente la justa lucha de nuestro pueblo por la soberanía y
la independencia completas del país.
Tenemos que enviarles a las autoridades de la administración
militar norteamericana una carta de protesta por sus desmanes.
398
Debemos exigirles resueltamente una vez más que entreguen el poder
al pueblo coreano, pongan en libertad a los patriotas, promulguen
pronto en Corea del Sur las leyes de la reforma agraria, del trabajo y de
la igualdad de los derechos del hombre y la mujer y entreguen en
propiedad a nuestro pueblo fábricas, minas, ferrocarriles,
comunicaciones, bancos y todas las demás empresas industriales. Si el
imperialismo yanqui no acepta esta demanda, lucharemos hasta el fin.
Y en el caso de que se reinicie el trabajo de la Comisión Conjunta
Soviético-Norteamericana y tomemos parte en él, protestaremos allí
también en contra del imperialismo norteamericano, actitud de
condena que mantendremos en el futuro.
Para detener y frustrar las maquinaciones reaccionarias del
imperialismo norteamericano es importante, ante todo, alentar a la
población de Corea del Sur a la lucha resuelta. Cuando allí los
imperialistas norteamericanos asesinan a patriotas, arrebatan las
fábricas construidas y las tierras cultivadas con el sudor y la sangre de
nuestro pueblo y nos impiden construir un Estado democrático,
soberano e independiente, ¿por qué estar con los brazos cruzados?
Toda la población de Corea del Sur, incluidos los obreros y los
campesinos, tiene que oponerse más resueltamente a la administración
militar estadounidense.
Es preciso fortalecer las fuerzas democráticas para desplegar con
fuerza la lucha contra esta administración y edificar con buen éxito la
nueva Corea democrática. Los enemigos están recurriendo a toda clase
de maquinaciones para debilitar nuestras fuerzas democráticas.
Debemos agudizar la vigilancia revolucionaria y hacer todo lo posible
para ganarnos a amplios sectores de masas populares y aumentar y
afianzar las fuerzas democráticas.
Importante en el fortalecimiento de las fuerzas democráticas es dar
firme contextura a los partidos políticos y las organizaciones sociales
democráticos y consolidar más el Frente Unido Nacional Democrático.
Estos desplegarán una lucha enérgica para eliminar del todo a los
elementos extraños infiltrados en sus filas, afirmar su constitución
orgánica y agrupar estrechamente a todas las fuerzas patriótico-
399
democráticas en el Frente Unido Nacional Democrático. De esta
manera intensificaremos la lucha contra las atrocidades del
imperialismo norteamericano en Corea del Sur y aceleraremos la
construcción de la nueva Corea democrática con las fuerzas
mancomunadas de todo el pueblo.
La creación de sólidas bases democráticas en Corea del Norte es la
garantía decisiva para cumplir con éxito la gran tarea de la
construcción del país. Sólo cuando consolidemos estas bases seremos
capaces de desbancar a cualquier hora toda clase de conspiraciones de
los imperialistas yanquis y sus lacayos, apresurar el establecimiento
del gobierno unificado y alcanzar la total soberanía e independencia
democráticas. Los partidos y las organizaciones sociales irán
consolidando los triunfos ya alcanzados en la edificación de la nueva
patria y, al mismo tiempo, contribuirán activamente a la colocación de
las bases para la edificación del Estado democrático, plenamente
soberano e independiente en Corea del Norte.
400
SOBRE LAS ELECCIONES DE
LOS MIEMBROS DEL COMITÉ POPULAR
Compañeros:
El 5 de septiembre pasado, en la II Sesión Ampliada del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte se han adoptado, junto con las
reglas sobre el comité popular de provincia, ciudad, distrito, cantón y
comuna, los reglamentos de las elecciones de sus miembros. Conforme
a estos históricos reglamentos de las elecciones, el 3 de noviembre
próximo se convocarán simultáneamente en todas las regiones de
Corea del Norte elecciones de los miembros del comité popular de
provincia, ciudad y distrito. Bien conscientes de la significación y el
contenido progresista de estos comicios, debemos hacer todo lo
posible por garantizarles un buen éxito.
Compañeros:
Estas elecciones democráticas en nuestro país serán otra brillante
401
victoria en el cumplimiento de las tareas democráticas y una inmortal
pirámide de oro que adornará una página nueva en los cinco mil años
de nuestra historia coreana. Las elecciones democráticas en nuestro
país constituirán no sólo un gran acontecimiento que conocerá por
primera vez la historia coreana, sino también un hecho de verdadera
significación histórica mundial que desempeñará un papel precursor
para los países coloniales y semicoloniales del Oriente.
Hasta la fecha el pueblo coreano nunca ha podido participar en las
elecciones. En la larga historia de cinco mil años, que tiene nuestro
país, nuestro pueblo no pudo tener ni una sola vez la oportunidad de
tomar parte en el poder, como tampoco expresar libremente su
voluntad.
En el pasado, la corrompida clase dominante feudal de Corea
reprimía y pisoteaba despiadadamente la voluntad del pueblo,
convirtiéndolo en súbdito ignorante para explotarlo y dominarlo
impunemente. Sobre todo, durante los pasados treinta y seis años en
que el país estuvo usurpado por el bandidesco imperialismo japonés, la
nación coreana fue excluida por completo de la vida política, sin poder
ejercer siquiera elementales derechos y libertades, viviendo
encarcelada, en el verdadero sentido de la palabra, a causa de la
bárbara política de esclavización colonial del imperialismo japonés,
política que difícilmente puede tener parangón en el mundo.
Nuestra nación, cuyos derechos humanos fueron violados y
arrebatada su libertad, hoy ya es dueña del poder y puede celebrar unas
elecciones democráticas en que toda persona puede expresar libremente
su voluntad. A través de estas elecciones el pueblo coreano podrá ejercer
efectivamente verdaderos derechos y libertades políticos y disfrutar de
una vida dignamente humana y de felicidad como dueño del país.
Por su penosa experiencia, nuestro pueblo conoce bien cuan
miserable y humillante es la situación de las personas privadas de
derechos y de libertades políticos. Los verdaderos derechos y
libertades los tiene garantizados el hombre sólo cuando tenga el
derecho a elegir y ser elegido, derecho que le permite participar en la
política. Las elecciones democráticas que vamos a celebrar esta vez
402
son precisamente la prueba real de que los habitantes de Corea del
Norte llegan a poseer por vez primera genuinos derechos y libertades
y a gozar de una vida digna de ser humano.
Compañeros:
Nuestra nación, emancipada de la dominación colonial del
imperialismo japonés, se ha propuesto como inmediata tarea principal
desbaratar todas las fuerzas reaccionarias del interior y exterior del
país, construir un Estado unificado y democrático con completa
soberanía e independencia, sobre la base de la poderosa unidad de las
amplias fuerzas democráticas, y además incorporarse a las filas de la
lucha por la paz y el desarrollo democrático del mundo. Si recordamos
la trayectoria recorrida por nuestro pueblo hasta poder efectuar las
históricas elecciones democráticas en Corea del Norte en su lucha por
el cumplimiento de dicha tarea fundamental, no podemos menos de
enorgullecernos de las proezas realizadas en el tiempo transcurrido.
A sólo dos o tres meses de la liberación hemos organizado comités
populares por iniciativa del pueblo en todas las provincias, ciudades,
distritos y cantones, lo que nos ha permitido salir del caos y de la difícil
situación que existió inmediatamente después de la liberación, e
implantar un nuevo orden, demostrando así ante el mundo la capacidad
de autonomía de nuestra nación. En Corea del Norte se han organizado
y consolidado con el paso del tiempo partidos políticos y
organizaciones sociales democráticos y se ha llevado a cabo una
intensa labor de agrupamiento de amplias masas. Hemos establecido el
Comité Popular Provisional de Corea del Norte apoyándonos en la
base monolítica del Frente Unido Nacional Democrático, en que
agrupamos a todas las fuerzas patriótico-democráticas. El Comité
Popular Provisional de Corea del Norte ha llevado a efecto la reforma
agraria, la Ley del Trabajo, la Ley de la Igualdad de los Derechos del
Hombre y la Mujer, la Ley de la Nacionalización de las Industrias y el
sistema de impuesto agrícola en especie, dando una prueba patente de
que es un organismo de Poder genuinamente popular que representa y
protege los intereses del pueblo.
Si tenemos la posibilidad de convocar unas elecciones
403
democráticas es porque el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte, como organismo de auténtico Poder popular, ha cumplido
magníficamente las tareas democráticas que tenía delante. Después de
la liberación, gracias a la lucha de nuestro pueblo, en Corea del Norte
fueron destruidas las bases de la explotación colonial y feudal y se
operaron grandes cambios sociales y económicos. Vamos a celebrar
unas elecciones verdaderamente democráticas apoyándonos en este
desarrollo socio-económico que hemos alcanzado en Corea del Norte.
A través de las próximas elecciones nuestro pueblo podrá enviar al
comité popular a sus representantes de confianza y, por consiguiente,
fortalecer y desarrollar el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte como el Poder popular más fuerte que represente fielmente la
genuina voluntad del pueblo.
Sea cual sea el poder, el pueblo entero lo apoyará sinceramente
sólo si él mismo lo ha elegido libremente, y sólo así el poder podrá ser
fuerte. Además, es seguro que el poder elegido y apoyado por todo el
pueblo le servirá lealmente. Cuando el comité popular se constituye no
por unas cuantas personas sino por representantes elegidos
directamente por las masas populares, estas pueden intervenir en la
administración del Estado por mediación de sus representantes, y el
comité popular será como “patria chica” de todo el pueblo.
Las próximas elecciones constituirán una verdadera oportunidad de
educación democrática para todo el pueblo. Incluso las personas que
hasta ahora sabían poco de lo que era democracia la experimentarán
ellas mismas en el proceso electoral, el pueblo entero experimentará de
modo directo los beneficios de la verdadera democracia.
Requisito esencial de la democracia es que las masas populares
tomen y ejerzan el poder. Como quiera que en estas elecciones van a
votar todos los ciudadanos de Corea del Norte, nuestro Poder popular,
que se instituyó por la voluntad del pueblo y ha venido sirviendo hasta
hoy a sus intereses, tendrá plena base jurídica y se hará del todo
efectivo ese requisito esencial de la democracia.
Nuestro poder asegura al pueblo todas las condiciones para ejercer
democráticos derechos y libertades no de palabra sino de hecho. Sólo
404
cuando el pueblo disfrute en la vida real de los derechos y libertades
democráticos y de felicidad tomará parte activa y dinámica en la labor
para la independencia completa de Corea y edificar un Estado
democrático.
Para llegar a la reunificación y la independencia completa de la
patria es preciso consolidar el Poder popular en Corea del Norte. Esto
es el camino más corto para implantar un poder unificado democrático
a escala de toda Corea. Porque cuanto más se fortalezca en Corea del
Norte el comité popular, auténtico órgano del Poder popular elegido
directamente y apoyado por el pueblo, tanto más fuertes serán las
fuerzas democráticas, convirtiéndose en fuerzas motrices que
impulsarán el desarrollo democrático de Corea del Sur. El
fortalecimiento del Poder popular en Corea del Norte estimulará con
más fuerza a las amplias masas populares de Corea del Sur en la lucha
contra la reaccionaria administración militar norteamericana, que ha
implantado un sistema antidemocrático con gobernador de distrito y de
provincia, exactamente como la nefasta política de gobernador general
impuesta por el imperialismo japonés, y para obligarle a entregar todo
el poder al comité popular, que es el órgano de poder del pueblo.
Mediante estas elecciones que vamos a celebrar próximamente, los
organismos de Poder popular de Corea del Norte se fortalecerán a paso
largo, y el comité popular consolidado demostrará ampliamente al país
y al extranjero el poderío mancomunado de las fuerzas democráticas,
lo que acelerará más la solución del problema coreano.
2. EL CONTENIDO PROGRESISTA
DE NUESTRO SISTEMA ELECTORAL
Compañeros:
El sistema electoral que pronto instituiremos en Corea del Norte es
un sistema democrático más ventajoso.
405
Su característica importante consiste, primero, en que la labor
electoral se realiza sobre la base del Frente Unido Nacional
Democrático.
Para alcanzar la completa soberanía e independencia democráticas
de Corea, lo que es nuestra principal tarea inmediata, tenemos que
contar con un poderoso frente unido nacional democrático agrupando
sólidamente a todas las fuerzas patrióticas y democráticas. Nuestro
sistema electoral refleja este requisito real y concreto de nuestro país.
En Corea del Norte ya se ha formado un amplio Frente Unido
Nacional Democrático que apoya al comité popular e impulsa
poderosamente la instauración de la democracia. En las próximas
elecciones desempeñarán papeles principales todos los partidos
políticos y las organizaciones sociales democráticos que integran el
Frente Unido Nacional Democrático. Tomarán asimismo parte activa
en ellas no sólo los militantes de los partidos sino también los sin
partido.
El Frente Unido Nacional Democrático examinará y determinará
los candidatos comunes a miembros del comité popular y los elegirá en
lista común. El sistema de nombramiento de candidatos comunes es
factible sólo cuando los intereses personales se subordinan a los
intereses del partido y los de éste a los de toda la nación. Únicamente si
tenemos la voluntad de subordinarlo todo a los intereses de la nación,
podremos elevar el papel de iniciativa del Frente Unido Nacional
Democrático en las elecciones y en el proceso de su celebración se
consolidará más este Frente.
Segundo, otra importante característica de estas elecciones es que
se efectuarán por votaciones secretas sobre el principio de sufragio
universal, igual y directo.
El voto secreto conforme a este principio es el sistema electoral
más progresista y democrático que exige imperiosamente el pueblo
entero.
El sufragio universal significa que en las elecciones participarán
todos los ciudadanos del territorio de Corea del Norte con derecho de
elegir y ser elegidos. Los ciudadanos mayores de 20 años, excluidos
406
los projaponeses, los traidores a la nación, los dementes y los
individuos privados de la ciudadanía por sentencia del tribunal, pueden
participar todos en las elecciones sin distinción de sexo, situación de
fortuna, creencias religiosas, grado de instrucción y plazo de residencia.
El voto igual quiere decir que todos los ciudadanos, sin discriminación,
pueden ejercer el derecho a elegir cada uno con una sola boleta, y el
voto directo, que cada elector votará directamente por el candidato a
miembro del comité popular, a diferencia del voto indirecto en que
personas escogidas votan por los demás electores. Y el voto secreto,
con boleta anónima, significa que la votación será secreta para que el
elector exprese libremente su voluntad. Un sistema electoral
democrático y progresista como éste es del todo imposible en los
países capitalistas. En estos países, sobre todo, en los Estados Unidos y
en Inglaterra se habla mucho de sufragio universal e igual, pero, en
realidad el derecho de sufragio universal no se garantiza y el de
sufragio igual no pasa de ser una formalidad, a causa de las
condiciones de restricción judicial, como la situación de fortuna, grado
de instrucción y tiempo de residencia, etc. Allí las elecciones se llevan
a cabo en circunstancias de discriminación racial, de antagonismo
clasista y de cruel represión por parte de los capitalistas, los
terratenientes y los gobernantes reaccionarios. No puede haber
auténtica igualdad en el sufragio entre el capitalista, que monopoliza
todos los bienes materiales y espirituales, y el obrero, que no tiene más
que manos vacías, como tampoco entre el terrateniente y el campesino.
En los países capitalistas, a las masas trabajadoras no les facilitan ni
siquiera lugares de reunión, imprentas y papel y, por consiguiente, la
libertad de expresión, de prensa y reunión no es más que mera
palabrería. Huelga decir que las elecciones que se efectúan en estas
condiciones no pueden ser democráticas.
Tercero, otra característica es que los projaponeses y los traidores a
la nación serán excluidos por completo del sufragio.
Excluir a los elementos projaponeses y traidores a la nación de
participar en las elecciones tiene como objeto eliminar a las fuerzas
reaccionarias, que son el mayor obstáculo en el camino a la soberanía y
407
la independencia de la patria y a su desarrollo democrático, así como
abrir paso libre a la construcción del Estado. La eliminación de los
projaponeses y los traidores a la nación es premisa para edificar el
Estado democrático con plena soberanía e independencia.
Las elecciones próximas constituyen una jornada nacional, sagrada
y sublime, por la independencia completa de la patria y la construcción
de la democracia. En ellas pondremos a prueba a los miembros de
nuestra nación y eliminaremos a los projaponeses y los traidores a la
nación, impidiendo la penetración de elementos extraños en el seno
del comité popular, lo que será una condición imprescindible no sólo
para asegurar la significación sagrada de nuestras elecciones sino
también para fortalecer el Poder popular.
Elementos projaponeses y traidores a la nación ya vendieron en
otro tiempo nuestra nación a los imperialistas, pero hoy también actúan
con rabia para hacer lo mismo. Sólo excluyendo a estos vendepatrias
del sufragio democrático y apartándolos del cuerpo de nuestra nación,
podremos asegurar la pureza del mismo y hacer que la nación coreana
sea rica y poderosa.
Cuarto, otro punto que caracteriza a las próximas elecciones es la
mucha atención a la creación de buenas condiciones al pueblo.
Los reglamentos de las elecciones tienen especialmente en
consideración el hecho de que el pueblo coreano no pudo participar ni
una sola vez en el sufragio, carece de formación política y está muy
extendido en él el analfabetismo. Para la celebración de las elecciones
hemos previsto procurar condiciones adecuadas, por ejemplo, para los
casos en que el elector no pueda votar debidamente por ser analfabeto
o inválido y que el día de votación el elector se vea imposibilitado de
acudir personalmente a depositar su voto por hallarse enfermo o por su
edad avanzada. Hemos decidido también abrir una circunscripción
electoral para cada quinientos — mil habitantes y, en casos particulares,
incluso en lugares con cincuenta habitantes. Y para darles a los
enfermos hospitalizados la posibilidad de participar también en las
votaciones, hemos decidido crear circunscripciones especiales en
hospitales que tengan más de veinticinco electores. Todas estas
408
medidas muestran patentemente que las elecciones próximas son
genuinamente democráticas para el pueblo.
Compañeros:
Con respecto a las elecciones democráticas que van a efectuarse el
3 de noviembre, acontecimiento sin precedente en la historia de Corea,
a nuestro Partido incumbe el deber de hacer cuanto pueda para la buena
realización de estas elecciones históricas. Teniendo en cuenta su
posición dentro del Frente Unido Nacional Democrático, nuestro
Partido ha de asumir la gran responsabilidad de llevar a cabo con buen
éxito las elecciones.
Por esta razón, en vísperas de las históricas elecciones
democráticas nuestro Partido propone a sus militantes cumplir las
siguientes tareas.
En primer lugar, los mismos miembros del Partido deberán tener
una comprensión justa de lo que significan las elecciones y desarrollar
una enérgica campaña de propaganda electoral.
Esta campaña ha de llegar sin falta a todas las masas. Los miembros
del Partido esclarecerán bien a todo el pueblo el significado de las
elecciones y el carácter progresista de nuestro sistema electoral. Se
conseguirá así que ninguno se abstenga en las elecciones.
En segundo lugar, a través de las elecciones tienen que educar a las
masas para que tengan una comprensión profunda sobre el Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
Hace falta que prenda en la mente de amplias masas la
comprensión de que el fortalecimiento del Comité Popular Provisional
de Corea del Norte es el .camino para acelerar el establecimiento de un
gobierno democrático unificado y garantizar el desarrollo democrático
409
del país. De modo que todo el pueblo apoye activamente al Comité
Popular Provisional de Corea del Norte y se empeñe en consolidarlo
más.
En tercer lugar, deben hacer cuanto puedan para elegir a auténticos
hombres del pueblo como miembros del comité popular.
Nuestro Partido debe prestar una atención especial a la elección
justa de los miembros del comité popular. Los militantes del Partido
tienen que dirigirse al seno de amplias masas para darles a conocer
bien la necesidad de elegir a los mejores de modo que entren en el
comité popular las personas capaces que puedan trabajar con
abnegación en aras de la patria y el pueblo.
En cuarto lugar, deben fortalecer más el Frente Unido Nacional
Democrático y aumentar la influencia de nuestro Partido sobre los
partidos amigos mediante campañas electorales. Al propio tiempo,
esforzarse al máximo para que extensas masas populares vean que el
nuestro es un partido ejemplar y activo, para que se eleve su prestigio
entre ellas.
En quinto lugar, es preciso definir con claridad a los elementos
projaponeses y los traidores a la nación.
Respecto a la cuestión de los elementos projaponeses y traidores a
la nación es menester tomar una decisión justa partiendo de un examen
minucioso y un análisis concreto, pero no tratar este asunto con
ligereza. No interpreten de manera mecánica ni apliquen
uniformemente las normas de definición de los elementos
projaponeses y los traidores a la nación. Juzgando a las personas como
projaponeses o traidores a la nación, es preciso atenerse rigurosamente
a las normas respectivas y, al mismo tiempo, considerar el caso
concreto de cada una de ellas. En cuanto a los arrepentidos
sinceramente por sus delitos y que muestran entusiasmo en la
construcción del Estado, trátenlos con magnanimidad.
En sexto lugar, hay que realizar una amplia labor de educación
democrática entre las masas con motivo de las elecciones.
Es una labor que se debe llevar a cabo necesariamente en estrecha
ligazón con las tareas del Estado. En especial, es necesario que la labor
410
educativa se relacione con el pago de impuestos agrícolas en especie de
modo que tome un gran despliegue la campaña por el éxito de la
presente cosecha.
Los miembros del Partido, compenetrándose profundamente con
las masas, las educarán como corresponde aprendiendo de ellas y las
agruparán estrechamente en torno al Partido.
En séptimo lugar, deben reforzar la vigilancia ante las
conspiraciones de los elementos reaccionarios, que tratan de impedir
las elecciones, y cortarles cualquier posibilidad de realizar sus
atentados.
Todas las organizaciones del Partido y sus militantes asumirán el
deber de movilizar activamente a las masas populares en la lucha por la
victoria en las elecciones democráticas y el fortalecimiento de los
órganos de Poder popular, para así acelerar nuestra obra de edificación
de un Estado democrático con plena soberanía e independencia.
411
SOBRE LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO
DEL TRABAJO DE COREA DEL NORTE
Y EL PROBLEMA DE LA CREACIÓN
DEL PARTIDO DEL TRABAJO
DE COREA DEL SUR
26 de septiembre de 1946
412
los grupos fraccionalistas mediante la infiltración de sus espías en el
seno de los partidos democráticos.
Las acciones criminales de los fraccionalistas le hacen malgastar
un tiempo preciosísimo al movimiento de liberación y ofrecen
condiciones favorables a las fuerzas reaccionarias. Esta es,
precisamente, la causa principal que hace demorar la fusión de los
partidos en Corea del Sur. Nosotros no podemos tolerar de ningún
modo que en Corea del Sur se le ponga trabas a la fusión de los partidos,
ni tampoco permitir la actitud de dos caras de los fraccionalistas.
Porque sólo la unidad y cohesión de las fuerzas democráticas de toda
Corea constituyen la premisa de la construcción de una nueva Corea
verdaderamente democrática, y la garantía más importante para
asegurar el desarrollo político, económico y cultural de nuestro país.
Sólo comprendiendo de modo correcto este problema y apreciándolo
justamente en lo político, podemos lograr la victoria. Para ello, hay que
entender de manera correcta los siguientes problemas:
(1) ¿Qué sucedió en el Norte y en el Sur de Corea durante el año
que siguió a la liberación del pueblo coreano del yugo esclavista del
imperialismo japonés? ¿Cuál es la diferencia?
(2) ¿Por qué es tarea importantísima, inevitable e inaplazable en la
vida política de nuestro país en la etapa actual la integración de los
partidos del pueblo trabajador en el único Partido del Trabajo y la
unión de todo el pueblo trabajador en un solo haz?
¿Cuál es el deber del Partido del Trabajo unificado?
(3) ¿Qué desean los opositores a la unificación y adónde quieren
llevar al pueblo coreano?
(4) ¿Cuál es, en fin, la tarea inmediata en la presente etapa?
413
dominación colonial del imperialismo japonés. En este breve período,
en Corea del Norte se registró un gran cambio en la vida política,
económica y cultural.
Llevamos a cabo en un año las grandes reformas democráticas y
echamos, de este modo, una sólida base para desarrollar a Corea por un
camino verdaderamente democrático y construir una república
popular.
Nuestro pueblo, que ha tomado el poder en sus manos, ha llegado
a gozar de los derechos y la libertad democráticos de que careció en
todas las otras épocas de la historia de nuestro país. Esto lo podemos
ver en la participación activa de todo el pueblo en la vida política y lo
demuestra claramente también la composición social de los miembros
de los comités populares.
La composición social de los miembros de los comités populares
que actúan ahora en Corea del Norte es la siguiente:
Obreros ................................ 5.7 %
Campesinos ......................... 71.8 %
Funcionarios ........................ 15.8 %
Artesanos ............................. 2.1%
Comerciantes ....................... 4.6 %
Así los comités populares, compuestos por los representantes de las
amplias masas populares, mantienen estrechas relaciones con el pueblo
y luchan para asegurar sus intereses. Toda la política y las actividades
de los comités populares tienen como objetivo, ante todo, el desarrollo
democrático de nuestro país y el mejoramiento del bienestar de las
amplias masas populares.
Para la realización de su política, los comités populares se basan en
la firme unidad y en el frente unido democrático de todos los partidos
políticos y organizaciones sociales. Este frente unido incluye a más de
6 millones de personas de todas las clases y capas sociales del pueblo.
Esto quiere decir que abarca la casi totalidad de toda la población
adulta de Corea del Norte.
En un día cercano el pueblo norcoreano elegirá a los miembros del
comité popular según la Ley sobre las Elecciones Democráticas. Estas
414
elecciones ampliarán y fortalecerán aún más nuestro Poder popular y
las fuerzas democráticas unidas a su alrededor.
De esta manera, los comités populares se han creado sobre la base
de las amplias masas populares, y hacen que todo el pueblo norcoreano
participe activamente en el trabajo por la construcción de una nueva
Corea democrática, elevando su entusiasmo político.
Ya en marzo de este año, se efectuó en las áreas rurales de Corea
del Norte la reforma agraria que transformó radicalmente las
relaciones de producción. Gracias a la reforma agraria, la clase de los
terratenientes, la clase más reaccionaria de Corea, recibió golpes
decisivos y su base económica fue liquidada. Los campesinos se han
liberado de la explotación y opresión feudales y convertido en dueños
de la tierra, lo que era su aspiración secular. Los campesinos no sólo
han llegado a cultivar como suya la tierra que les distribuyó
gratuitamente el Comité Popular, sino también a disponer de la
cosecha según su deseo luego de entregar como impuesto en especie
solamente el 25 % de ésta, viéndose emancipados igualmente de la
pesada carga del sistema de entrega forzada al Estado y de los diversos
tributos de la época del imperialismo japonés. De este modo, el interés
de los campesinos por la producción se ha elevado como nunca, y
nuestra economía rural, saliendo de su largo estancamiento, ha entrado
por un camino de rápido desarrollo.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte promulgó el
pasado mes de agosto la ley sobre la nacionalización de las
instalaciones de industria, transporte y comunicaciones y de los bancos
que eran propiedad del imperialismo japonés, de los elementos
projaponeses y de los traidores a la nación. De esta manera
convertimos el armazón de la economía, que constituye la base
material para la edificación de un Estado totalmente independiente y
democrático, en propiedad de la nación, en propiedad de todo el
pueblo.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte promulgó en
junio del presente año la Ley del Trabajo, en virtud de la cual liquidó la
cruel explotación colonial contra los trabajadores físicos e
415
intelectuales e implantó la jornada de 8 horas y el seguro social. Y fue
adoptada también, por primera vez en la historia de nuestro país, la ley
que asegura a las mujeres iguales derechos sociales que a los hombres.
Asimismo, el Comité Popular Provisional de Corea del Norte
abolió el sistema de educación de esclavitud colonial del pasado y
estableció un sistema de enseñanza democrática, así como tomó las
medidas encaminadas a restaurar y desarrollar rápidamente la cultura y
el arte nacionales. El año pasado, los alumnos de uno y otro sexo
estudiaron en 2 387 escuelas primarias y en 91 escuelas secundarias, y
este año se levantaron 126 nuevas escuelas secundarias. Estas cifras
demuestran que el número de escuelas aumentó mucho más que en el
período del imperialismo japonés. Además de esto, si en el período del
imperialismo japonés no existió ni un solo instituto de enseñanza
superior en Corea del Norte, tan sólo en un año después de la liberación
se creó la universidad del pueblo y ahora se establece un instituto de
maestros y uno de medicina, así como se fundan unas 30 nuevas
escuelas especializadas en diferentes técnicas que tienen su centro en
las principales fábricas. En todas las escuelas la enseñanza se imparte
en lengua coreana y se redactaron y se editaron ya en nuestro idioma
más de 50 clases de manuales.
A fin de rescatar a los adultos del analfabetismo y darles
educación general, el año pasado se abrieron más de 8 000 escuelas de
adultos. Además de esto, en Corea del Norte funcionan 83 teatros y
cines, se crearon 717 salas de lectura y se publican más de 30
periódicos.
El Comité Popular realizó grandiosos trabajos para mejorar la vida
material y cultural de las masas populares y asegurarles sus derechos
políticos. En Corea del Norte se organizaron los partidos democráticos
y organizaciones sociales, tales como los sindicatos, la Unión de
Campesinos, la Unión de la Juventud, la Unión de Mujeres, la
Federación de Artistas, etc., y de este modo las masas populares han
llegado a participar libremente en la vida política. Al pueblo se le
aseguran todos los derechos políticos y se le garantiza por completo la
libertad de palabra, prensa, reunión y asociación.
416
Gracias a la implantación de las grandes reformas democráticas, se
transformaron radicalmente la base social y económica y la situación
de todas las clases y capas de Corea del Norte.
La aplicación de la Ley de la Nacionalización de las Industrias
eliminó las raíces de la dominación colonial del imperialismo japonés
y arrebató la base económica de los traidores a la nación que estaban en
contubernio con el imperialismo japonés. Los terratenientes, a quienes
se les confiscaron las tierras, fueron derrocados para siempre como
clase. De esta manera, todas las fuerzas que, confabuladas con el
imperialismo japonés, oprimían y explotaban al pueblo coreano,
perdieron su base económica y fueron derrotadas políticamente.
Conjuntamente con esto, los comités populares protegen la propie-
dad de los capitalistas nacionales y fomentan la gestión de los
empresarios y comerciantes privados. Los comités populares ofrecen a
todos los empresarios y comerciantes que apoyan las reformas
democráticas y quieren contribuir al mejoramiento de la vida del
pueblo, la posibilidad de participar en las principales ramas de la
economía, como la industria y el comercio, y los ayuda en todos los
aspectos. Haciéndolo así, aseguramos la libre actividad de los
empresarios y comerciantes y, al mismo tiempo, movilizamos y
utilizamos todo el capital para el desarrollo de la economía nacional.
Nuestra clase obrera, que estaba sometida a la explotación más
salvaje bajo la dominación del imperialismo japonés, disfruta hoy del
derecho a trabajar en las empresas estatales, que son propiedad del
pueblo, y trabaja en bien de su pueblo y su sociedad. Los obreros han
llegado a tener todos los derechos y posibilidades de participar en la
vida política del Estado. Nuestra clase obrera constituye el núcleo de
las fuerzas democráticas de Corea del Norte, y su espíritu organizativo
y su nivel político e ideológico se elevan con rapidez.
Nuestros campesinos se emanciparon también de la explotación
feudal de los terratenientes y trabajan libremente la tierra, ya de su
propiedad. Los campesinos, convertidos en dueños de la tierra, toman
parte activa en la construcción del Estado democrático e independiente,
y su entusiasmo político aumenta por día.
417
La situación de los intelectuales sufrió también un cambio. La
absoluta mayoría de nuestros intelectuales se ha unido firmemente con
todo el pueblo trabajador. En la actualidad, nuestros intelectuales no
sirven al imperialismo japonés y a los explotadores, como lo hicieron
en el pasado, sino que se consagran fielmente al servicio de su Estado,
su nación y su pueblo trabajador. Ellos consideran el interés del Estado
y del pueblo como el suyo propio. Esto significa que sus puntos de
vista y sus ideas han cambiado y están decididos a trabajar
consagrando todo lo suyo a la patria y al pueblo.
Todos estos cambios fortalecieron aún más la solidaridad política
de los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores. Las fuerzas
unidas de los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores
constituyeron la base del Frente Unido Nacional Democrático en la
lucha por la construcción de una nueva Corea y, al mismo tiempo, una
base inconmovible en la fundación de un partido unificado de las
masas trabajadoras mediante la fusión del Partido Comunista y el
Partido Neodemocrático.
La creación del Partido del Trabajo por vías de la fusión de los dos
partidos adquiere una enorme significación histórica para la
ampliación y el fortalecimiento de las fuerzas democráticas de nuestro
país y para la aceleración de la construcción democrática.
Un partido es la vanguardia de una clase, que defiende los
intereses de una clase determinada y lucha para poner en práctica sus
exigencias y sus aspiraciones. El Partido Comunista, como vanguardia
de la clase obrera, ha venido luchando en representación de sus
intereses. El Partido Neodemocrático actuó como un partido que
defendía principalmente los intereses de los campesinos e intelectuales
trabajadores. Así, pese a que el Partido Comunista y el Partido
Neodemocrático representaban los intereses de clases distintas, ambos
lucharon con un programa común desde los primeros días de su
organización. Lo explica el hecho de que los obreros, campesinos e
intelectuales trabajadores son, todos, masas trabajadoras, y sus
intereses coinciden.
La clase obrera ayudó activamente a la realización de la reforma
418
agraria. Porque los obreros sabían bien que sólo liquidando el sistema
feudal de arriendo y liberando a los campesinos del yugo de los
terratenientes, podrían desarrollar con rapidez la economía rural, así
como sabían que sin el progreso de la economía rural no podrían
desarrollar la industria ni lograr el fortalecimiento, el enriquecimiento
y el avance de la patria, ni la mejora del bienestar del pueblo.
Los campesinos apoyaron activamente la Ley de la
Nacionalización de las Industrias y la Ley del Trabajo. Y fue porque
los campesinos comprendieron que sin eliminar la base económica de
la dominación colonial del Japón y los residuos del cruel trabajo
forzado colonial, era imposible desarrollar la industria, y siendo así
tampoco podrían desarrollar, a la larga, la economía rural.
También, nuestros intelectuales se dieron cuenta de que la
realización de las reformas democráticas se adaptaba enteramente a sus
intereses vitales, y por eso participaron en ella con profundo afán.
De este modo, los intereses comunes de los obreros, campesinos e
intelectuales trabajadores determinaron el objetivo y el deber
comunes del Partido Comunista y el Partido Neodemocrático, y
sirvieron de base en la lucha conjunta de ambos partidos por la
independencia y la democratización de la patria. De ahí que los dos
partidos vinieran luchando conjuntamente, apoyando activamente al
Comité Popular, para llevar a cabo la reforma agraria, la
nacionalización de las industrias y otras reformas democráticas.
Por tener esta comunidad y los mismos intereses, los dos partidos
llegaron a integrarse en el Partido del Trabajo unificado.
En el futuro, mientras más éxito alcance el movimiento
democrático y se desarrolle nuestra sociedad, tanto más se fortalecerá
la solidaridad entre obreros, campesinos e intelectuales trabajadores, y
tanto más se consolidarán la unidad y cohesión del Partido del Trabajo,
surgido de la fusión de los dos partidos. De esta manera, la fundación
del Partido del Trabajo constituye un suceso de gran significación
histórica y política para el fortalecimiento de la unidad y la cohesión
del pueblo trabajador y un mayor desarrollo de nuestro país. El Partido
del Trabajo, como vanguardia de las masas trabajadoras coreanas;
419
obreros, campesinos e intelectuales trabajadores, conducirá a todo el
pueblo a la completa soberanía e independencia de la patria y a la
victoria definitiva de la democracia.
Sin embargo, nuestro Partido no es un partido único en nuestro
país. De ahí que se presente el problema de las relaciones mutuas con
otros partidos y otras clases.
Nuestro Partido apoya de manera activa las exigencias
democráticas del Partido Chondoísta Chong-u y coopera
estrechamente con él para marchar con los mismos pasos. Por más que
este Partido sea de índole religiosa, puede marchar del brazo con
nuestro Partido por la independencia y la democracia de Corea.
En lo que respecta al Partido Democrático, que representa los
intereses de ciertos intelectuales y de los comerciantes y empresarios,
nuestro Partido apoyará su programa democrático. A fin de reconstruir
rápidamente la economía nacional, fomentamos la actividad industrial
de los capitalistas nacionales e incorporamos de manera activa a los
comerciantes y empresarios en la construcción democrática.
De esta manera, nuestro Partido libró y sigue librando la lucha
común en unión de todos los partidos democráticos. Debemos ampliar
y fortalecer continuamente el Frente Unido Nacional Democrático,
estrechando más las relaciones con los miembros del Partido
Chondoísta Chong-u y el Partido Democrático y uniéndonos más
firmemente con ellos bajo la bandera de la democracia.
Ahora se presentan ante nuestro Partido tareas importantes y
complicadas. Ante todo, para poder llevar a cabo exitosamente estas
tareas, hay que consolidar los éxitos de la fusión y fortalecer y
desarrollar organizativa e ideológicamente a nuestro joven Partido.
Debemos inculcar profundamente la línea y las orientaciones
estratégico-tácticas del Partido en todos sus militantes y armar a todo el
Partido con la teoría científica del marxismo-leninismo y la
consecuente ideología revolucionaria. De esta manera, debemos lograr
que cada militante se haga un consciente luchador revolucionario que
combata del modo más valeroso por la libertad y la felicidad del pueblo,
y que nuestro Partido del Trabajo se convierta en un férreo
420
destacamento de núcleo de todas las fuerzas patrióticas y
democráticas.
421
Comunista de Corea del Sur? Estos canallas detienen, encarcelan y
asesinan masivamente a los cuadros dirigentes del Partido Comunista y
sus militantes, y cerraron el periódico Haebang Ilbo, su órgano oficial.
La reacción urdió el llamado “caso de falsificación de billetes” y tramó
su proceso judicial para disminuir el prestigio del Partido Comunista
entre las masas populares, y ahora trata de aislar al Partido Comunista
maquinando la conspiración de la llamada “cooperación de la
izquierda y la derecha”.
No sólo los miembros del Partido Comunista sino también los del
Partido Popular y el Partido Neodemocrático están sometidos a la
represión y a la persecución. Los elementos reaccionarios persiguieron
al señor Ryo Un Hyong, jefe del Partido Popular, e incluso trataron de
ahorcarlo con una ferocidad bandidesca.
Los elementos reaccionarios están cometiendo barbaridades tales
como suspender las publicaciones democráticas, detener a numerosos
miembros de los partidos democráticos y matar a los patriotas en plena
calle, a la luz del día, utilizando grupos terroristas. Las acciones
terroristas de los reaccionarios se vuelven más crueles con el paso de
los días y la represión contra las fuerzas democráticas se hace cada vez
más despótica.
En particular, la persecución a la clase obrera ha llegado a límites
extremos. ¡Recuerden la espantosa masacre de Kwangju el 15 de
agosto pasado! Más de mil obreros de la Mina de Carbón de Hwasun,
que marchaban hacia la ciudad de Kwangju a fin de tomar parte en la
concentración de masas para festejar el 15 de Agosto, fueron atacados
por los tanques, aviones, ametralladoras y bayonetas de los yanquis,
con el saldo de un minero muerto y 109 heridos entre graves y leves.
¡Cuán trágico es esto! Semejantes barbaridades de los enemigos,
severamente condenadas por toda la nación, se han elevado a decenas y
centenares de casos. Este es precisamente el llamado “orden
democrático” de la camarilla de Syngman Rhee y el “apoyo
humanitario” a Corea que tanto cacarean los norteamericanos.
El problema de la tierra no se ha resuelto de manera alguna en
Corea del Sur. Los campesinos sufren la cruel explotación de los
422
terratenientes y padecen toda clase de tributos y el sistema de entrega
forzada al Estado como en el período del imperialismo japonés. Si
algún cambio ha habido, es que la tierra que pertenecía a los
terratenientes japoneses pasó a manos de los grandes terratenientes
coreanos y que la “Compañía de Explotación Colonial del Oriente”,
del imperialismo japonés, se ha convertido en la “Compañía de Nueva
Corea”, del imperialismo norteamericano.
Lejos de hablarse de la ejecución de la ley del trabajo los obreros
están sometidos a una explotación más cruel que en el pasado y gimen
a causa del desempleo y el hambre. Los establecimientos industriales
que poseían el imperialismo japonés y los traidores a la nación, lejos de
ser nacionalizados, sirven como medio de enriquecimiento rapaz a los
esbirros projaponeses y a los especuladores.
Las mujeres, para no hablarse ya de su emancipación, se
encuentran en una situación increíblemente espantosa.
Así, todos los hechos confirman que en Corea del Sur está
sucediendo algo completamente distinto que en Corea del Norte. En
Corea del Norte se crea una sólida base de la democracia por el pueblo,
mientras que en Corea del Sur la pandilla traidora de Syngman Rhee
realiza descaradamente una política antipopular y antidemocrática con
la ayuda abierta de la administración militar norteamericana. Estos
descarados, presentando el slogan de “democracia”, intentan en
realidad establecer un aparato de dominación reaccionaria para oprimir
a todo el pueblo coreano.
Frente a esta grave situación, la tarea principal que confrontan
nuestra nación y todo el pueblo trabajador es la de unirse y unirse
todavía más.
¿Cuál es entonces la unidad que reclamamos? Aunque hay varios
planteamientos al respecto, la unidad que sostenemos es la unidad que
se basa en los intereses de las masas trabajadoras, es decir, en los de los
obreros, campesinos e intelectuales trabajadores. Sólo adhiriéndose a
este justo principio podrá haber verdadera unidad.
A diferencia de este, la “cooperación de la izquierda y la derecha”
que intenta la camarilla reaccionaria de Corea del Sur bajo el mando de
423
la administración militar norteamericana o la “unidad” que los
elementos derechistas, dentro del campo de izquierda, tratan de formar
con la fuerza derechista vendepatria, constituyen una “unidad”
enteramente antipopular opuesta al interés de las masas trabajadoras y
de todo el pueblo. Tal “unidad” es la que fomenta la actividad de los
reaccionarios. Nosotros no necesitamos este tipo de “unidad”.
Los verdaderos demócratas tienen que desplegar una lucha
intransigente contra la tentativa de realizar semejante “unidad”. Porque
esta “unidad” debilita las fuerzas democráticas, ayuda a las fuerzas
reaccionarias e impide la democratización de Corea.
Los fraccionalistas y los elementos antipartido, atrincherados en el
interior de los partidos democráticos, vociferan como si la “unidad”
que ellos proclaman fuera por la patria y el pueblo, pero en realidad no
es más que una acción favorable al enemigo, encaminada a dividir a las
masas trabajadoras y ayudar al imperialismo yanqui y su pandilla
traidora.
Nosotros exigimos la unidad de las masas trabajadoras, la cual
permite asegurar las reivindicaciones democráticas de los obreros, los
campesinos y los intelectuales trabajadores. Todos los demócratas
deben luchar resueltamente por la verdadera unidad que defiende los
intereses de las masas trabajadoras.
El hecho de que en Corea del Norte el Partido Comunista y el
Partido Neodemocrático se fundieran en el Partido del Trabajo influyó
sobre Corea del Sur para que allí también germinara un movimiento
semejante de fusión de partidos. El iniciador de este movimiento fue la
Dirección del Partido Popular, y sus dirigentes propusieron
voluntariamente la fusión al Partido Comunista y al Partido
Neodemocrático. Ya ha transcurrido más de un mes desde el inicio de
este movimiento, pero todavía no se desarrolla exitosamente.
Las amplias masas trabajadoras de Corea del Sur se dieron cuenta
de la necesidad de la unificación y la exigen resueltamente. Por
ejemplo, muchas organizaciones sociales de Corea del Sur adoptaron
resoluciones que exigían la unificación de los partidos de trabajadores.
Las resoluciones adoptadas por el Consejo Nacional de los Sindicatos
424
Obreros y la Federación Nacional de los Campesinos destacaron que
todos sus miembros apoyaban plenamente la fusión de los partidos.
Además de esto, la declaración conjunta, publicada por el Comité
Central de la Federación de la Cultura y el Arte, la Unión Nacional de
Mujeres, el Comité de las Cooperativas, la Unión de la Juventud
Democrática y otras, hizo patente su condena a aquellos que recurren
a maniobras divisionistas contra la integración, así como su apoyo
absoluto a la fusión de los tres partidos.
Los cuadros de los organismos inferiores del Partido Comunista,
el Partido Popular y el Partido Neodemocrático y todos sus militantes
comprendieron la necesidad de la fusión de estos tres partidos y se
empeñan activamente por su pronta realización.
Así, el movimiento de fusión que se desarrolla en escala masiva
tiene una gran significación. Este movimiento afirma que la fusión de
los tres partidos es el problema más apremiante y una exigencia
unánime de las grandes masas en la etapa actual. Todos los demócratas
deben prestar la atención requerida a esta exigencia masiva.
Al propio tiempo, en Corea del Sur se organizó el Comité
Preparatorio para la fusión de los partidos, que luego trazó y publicó el
proyecto de programa sobre dicha fusión. Este programa es
democrático y en principio justo. Nosotros respaldamos absolutamente
este programa.
A pesar de esto, el problema de fusión de los partidos no se ha
resuelto todavía, y parece que se tardará mucho en hacerlo si tenemos
en cuenta la situación en su totalidad. ¿Qué impide la solución de esta
importante tarea?
Pues los obstáculos creados por la hostilidad y los complots
subversivos de los elementos reaccionarios, apoyados por la
administración militar norteamericana. Dirigidos por ésta, los
elementos reaccionarios hacen desesperados esfuerzos para frustrar la
fusión de los partidos. Recurren a la persecución salvaje contra los
dirigentes de los partidos y organizaciones sociales democráticos de
izquierda, y suspenden o clausuran a diestra y siniestra las
publicaciones progresistas en Corea del Sur.
425
Además de esto, otra causa cardinal que impide la fusión de los
partidos es la acción sectaria de los elementos antipartido que
maniobran dentro de los partidos que aspiran a integrarse. En el
Comité Central del Partido Comunista de Corea del Sur surgió un
grupo antipartido. Los 6 elementos antipartido que forman este grupo
dicen que respaldan la fusión de los partidos, pero insisten en que tal
fusión sea aprobada obligatoriamente en el Congreso del Partido.
Dicen que la fusión sin la ratificación del Congreso del Partido
constituye una violación de sus principios democráticos. ¿Con qué
razón arguyen que esto infringe los principios democráticos del
Partido?
En Corea del Norte, el trabajo de fusión de los partidos se realizó, en
general, mediante el siguiente proceso: el problema de la fusión lo
decidió primeramente el Comité Central del Partido Neodemocrático, y
luego el Comité Central del Partido Comunista. Después se discutió y
decidió el problema de fusión en la Reunión Conjunta Ampliada de los
Comités Centrales de ambos Partidos, y se llevaron a debate en sus
organizaciones inferiores los proyectos del Programa y los Estatutos del
Partido del Trabajo y la declaración sobre la fusión. Tras la discusión en
sus organizaciones inferiores, fueron elegidos en las conferencias de
ambos partidos en cada provincia, ciudad y distrito los delegados del
Congreso Inaugural del Partido del Trabajo. De esta manera, se logró
definitivamente la fusión de los dos partidos en el Congreso Inaugural
del Partido del Trabajo, realizado por los delegados de ambos.
¿Consideran, pues, los fraccionalistas antipartido que esta manera
de solucionar el problema no se basa en un principio democrático?
Si los grupos antipartido se hubieran unido verdadera y
estrechamente con las masas y hubieran prestado profunda atención a
sus opiniones, no habrían cometido ese grave error antipartido. Si los
grupos antipartido de veras comprendían bien los principios
democráticos y los respetaban, ¿por qué no escucharon la exigencia de
los militantes y las masas trabajadoras que aspiraban a la pronta fusión
de los partidos, sin perder la oportunidad ni prolongar el tiempo en
medio de la peligrosa coyuntura reaccionaria de Corea del Sur? Esto
426
prueba únicamente que los fraccionalistas se apartaron demasiado de
las masas. Por lo tanto, sus acciones antipartido, sin importar que sean
conscientes o no, a la larga se oponen a la propia fusión de los partidos
y ayudan a la actividad escisionista de los elementos reaccionarios.
Esta conducta de los grupos antipartido se derivó, sin duda alguna,
del puro arribismo. El arribismo ayuda a la reacción y desorganiza
desde adentro al partido de las masas trabajadoras. Por eso, es justa la
medida tomada por el Comité Central del Partido Comunista de Corea
del Sur para expulsar a los elementos antipartido de sus filas. De no ser
así, las filas revolucionarias se fragmentarían en pedazos.
Similares elementos antipartido se encuentran también en el
Partido Popular y en el Partido Neodemocrático. Los fraccionalistas de
diversos partidos intentan incluso crear aparte un “partido del trabajo”,
visitándose recíprocamente.
Sin embargo, por mucho que se enrabien los fraccionalistas,
valiéndose de sofismas, intrigas y complots, el partido que ellos
quieren crear no puede ser un partido combativo para las masas
trabajadoras, sino sólo un partido confabulado con los grupos
reaccionarios de derecha y los traidores.
Dicen que los fraccionalistas ya tienen elaborado hasta un
programa de “unificación” y un programa de organización del “partido
del trabajo”. Mas, por mucho que se adorne el programa de los
elementos antipartido, esto no podría encubrir la ayuda que le prestan a
la reacción y los viles objetivos que persiguen.
Parece que los fraccionalistas olvidan que el destino final de la
minoría escisionista, que actúa sin principios contra la mayoría, es
pasarse finalmente al lado de los lacayos vendepatrias y los enemigos
del pueblo. Asimismo, algunos miembros de los partidos democráticos
ponen obstáculos a su fusión por no comprender correctamente, desde
el punto de vista de los principios, la necesidad de la fusión de los
partidos. Por ejemplo, hay quienes consideran porfiadamente que la
presente fusión de los partidos es temporal y provisional. ¿De qué
carácter provisional hablan ellos? Este es un punto de vista muy
erróneo.
427
Ningún partido puede considerarse eterno. Y, es porque los partidos
no existen para sí, sino que son un arma necesaria para realizar los
objetivos de una clase determinada.
Y de todos es sabido que el Partido Comunista, el Partido Popular
y el Partido Neodemocrático son los partidos del pueblo trabajador,
que tienen un objetivo común. ¿Con qué finalidad luchan hoy las
masas trabajadoras de Corea? Luchan para establecer, en un día muy
cercano, el gobierno provisional, unificado y democrático de Corea;
para realizar también en Corea del Sur las verdaderas reformas
democráticas, como las efectuadas en Corea del Norte; para ampliar y
consolidar la victoria democrática ya obtenida, y construir un Estado
rico y poderoso, democrático y completamente soberano e
independiente, como desea el pueblo coreano. De igual modo, aun
después de triunfar en esta lucha, todo nuestro pueblo trabajador tiene
que luchar por un porvenir más brillante. Esta causa histórica de los
obreros, campesinos e intelectuales trabajadores de Corea y sus
intereses comunes definen las tareas comunes de los partidos políticos
de las masas trabajadoras, ofrecen a estos partidos la posibilidad de
fusionarse y unirse, y exponen estas necesidades. Así pues, ¿cómo se
puede decir que la fusión de los partidos políticos del pueblo trabajador
es temporal y provisional?
También ciertas gentes dicen que es imposible lograr la integración
de los partidos porque sus programas son distintos.
¿Es que acaso el programa del Partido Popular coincide con el de
los partidos reaccionarios de derecha? Claro que no. El programa del
Partido Popular se diferencia por completo y se opone radicalmente al
de los partidos reaccionarios de derecha. Sin embargo, ¿cómo se
entiende que ciertos elementos sostengan la llamada “cooperación de
la izquierda y la derecha” e incluso la discutan, dejando a un lado el
problema de fusión de los partidos políticos de las masas trabajadoras?
¿Qué significa decir que es imposible la fusión de los partidos
democráticos que tienen comunidad de programas, afirmando que es
posible la colaboración con los partidos reaccionarios cuyos
programas son por completo diferentes y no tienen nada en común con
428
los de aquéllos? Los que lo dicen, en una palabra, no intentan más que
pasarse al campo reaccionario de derecha, antipopular y
antidemocrático, divorciándose del campo democrático de izquierda.
Desde luego, es verdad que entre los partidos democráticos hay
algunas diferencias en lo que se refiere al programa. Pero, en sus
programas son más los puntos comunes e idénticos. Estos puntos
comunes ofrecen la posibilidad de luchar juntos contra el enemigo
común y de unirse en un solo haz para lograr el mismo objetivo.
¿Venceremos a los elementos reaccionarios en la lucha, alcanzando
con rapidez la unidad de los partidos de trabajadores basados en un
propósito e interés comunes, o sufriremos una grave derrota ante el
enemigo, dividiéndonos en pedazos y actuando de modo disperso? A
esta pregunta responderán todos, al unísono, que la fusión de los
partidos es el único camino justo para la solución del problema.
Todos los demócratas que son verdaderamente fieles al interés de
las masas trabajadoras deben superar las intrigas e impedimentos de las
fuerzas reaccionarias, denunciar y aplastar las acciones escisionistas de
los arribistas, los egoístas avariciosos y los sectaristas, y despertar a
algunos militantes que aún no tienen una clara visión sobre la fusión de
los partidos para, de esta manera, llevarla a cabo en un corto espacio de
tiempo, uniéndose en un solo cuerpo.
* * *
429
democracia. Esto lo prueba la experiencia de Corea del Norte, donde se
llevó a cabo victoriosamente, en breve tiempo, la fusión del Partido
Comunista y el Partido Neodemocrático.
¡Concentremos todas las fuerzas en la lucha por la unidad de las
masas trabajadoras y la fundación de un partido masivo en Corea del
Sur!
La victoria es del pueblo coreano, que aspira a la unidad, la
independencia nacional y la democracia.
¡Marchemos todos adelante con seguridad hacia la victoria!
430
SOBRE LA COMPOSICIÓN DEL HIMNO
NACIONAL Y LA MARCHA DEL
EJÉRCITO POPULAR
431
preocupaciones en la escuela y todo el mundo tiene asegurado el
derecho a recibir asistencia médica cuando la necesite. Así fue como
nuestro pueblo ha emprendido el camino de creación de la nueva vida
bajo la sabia dirección de nuestro Partido.
Es grande el fervor político de nuestro pueblo en la creación de la
nueva vida. Su corazón está colmado de gozo por haber rescatado el
país que le habían arrebatado y encontrarse ahora disfrutando de una
vida de dicha.
Ahora el pueblo desea cantar en alto la alegría y la emoción que le
da ese goce de la libertad y de la felicidad en la tierra patria liberada y
pide un himno nacional. Es un deseo legítimo de nuestro pueblo, que
ha comenzado a crear la nueva vida bajo la dirección de nuestro
Partido.
No obstante, no tenemos todavía el himno nacional que dé
satisfacción a ese ardiente sentimiento y ese anhelo del pueblo. Por eso
el pueblo sigue cantando el anticuado himno del tiempo pasado. Su
contenido no sólo no se corresponde con el sentimiento de nuestro
pueblo sino que es conservador y además su melodía, que fue una
imitación de música extranjera no es una composición lograda. Con
este himno no podemos educar a nuestro pueblo, incorporado a la
construcción de la nueva patria democrática, en las ideas patrióticas.
Es urgente que tengamos cuanto antes el himno nacional. En su
creación participarán todos los escritores y compositores y demás
personas que aun no siendo de estas profesiones, quieran contribuir
con su grano de arena.
Nuestro país es realmente hermoso. Mares por sus tres partes,
imponentes montañas de majestuoso aspecto, campos colmados de
toda variedad de cereales y frutas. Inagotables riquezas en el subsuelo,
que guarda oro, plata y otros tesoros.
Nuestro pueblo, con una larga historia de cinco mil años, es un
pueblo inteligente que ha creado una floreciente cultura. Desde antiguo
tiene renombre en el mundo por su observatorio astronómico
Chomsongdae de Kyongju, por su invento de los tipos metálicos y su
arte pictórico. Es también el nuestro un país de música, rebosante de
432
melodías encantadoras. En fin, que la ciencia, la cultura y el arte de
nuestro país tienen una gloriosa historia.
Desde tiempos remotos ha rechazado nuestro pueblo a invasores
extranjeros, defendiendo su tierra patria a precio de la sangre. Sobre
todo, los guerrilleros antijaponeses lucharon heroicamente con las
armas en la mano quince años contra los invasores imperialistas
japoneses. Hoy, nuestro pueblo trabajador, libre ya de la explotación y
de la opresión, ha tomado con seguridad en sus manos el poder y está
trabajando con toda abnegación en la edificación de una nueva patria,
rica y poderosa.
Tenemos que expresar en el himno la dignidad y el orgullo
nacional del pueblo coreano, un pueblo de hermosa patria y gloriosas
tradiciones de lucha. Ese canto hará en él más profundo el sentimiento
de amor a la patria. Démosle cuanto antes un himno nacional con ese
contenido. Tenemos que componer un canto digno de la patria, el
himno nacional para nuestro pueblo, dueño del país.
El himno nacional contribuirá mucho a agrupar a nuestro pueblo,
puesto en pie para la creación de la nueva patria, en torno a nuestro
Partido y el Poder popular y le alentará a aportar mayores esfuerzos y a
alcanzar más victorias.
En un futuro próximo tendremos ya nuestro propio ejército regular
nacional.
Son incontables los compatriotas nuestros que perdieron la vida,
que quedaron despojados de sus bienes o fueron despiadadamente
pisoteados por no haber tenido en otro tiempo un propio ejército
genuinamente popular. Por carecer de un ejército propio y poderoso,
nuestro país fue a caer en las garras de los agresores imperialistas
japoneses y el pueblo hubo de soportar una desgraciada y durísima
vida de esclavitud colonial. Nuestro país nunca en su historia ha
agredido a otros. Si analizamos la situación internacional de hoy,
veremos que las fuerzas agresoras imperialistas, aun después de
terminada la Segunda Guerra Mundial, siguen alimentando la vil
ambición de agredir a países débiles y pequeños intensificando
incesantemente las provocaciones de una nueva guerra.
433
El ejército que pronto vamos a crear deberá heredar las brillantes
tradiciones revolucionarias de la Guerrilla Antijaponesa y forjarse
como un ejército regular, revolucionario e invencible, capaz de
rechazar la agresión en cualesquier circunstancias. Nuestro ejército se
dotará del inquebrantable espíritu revolucionario, se pertrechará con
armas modernas, salvaguardará firmemente las conquistas de la
construcción de la democracia en nuestro país y protegerá la vida y los
bienes del pueblo como la niña de sus ojos. El nuestro será un ejército
de justicia y contará con el ferviente amor de nuestro pueblo.
La marcha para el ejército de nuestro pueblo deberá inspirarse en
los fervorosos ideales patrióticos, en el odio ardiente al enemigo y en el
noble espíritu revolucionario de la lucha por la reunificación y la
independencia de la patria.
Confío en que los escritores, dignos de su tarea, sabrán componer
un buen canto que inspire ánimo a nuestros militares y fomente su
patriotismo y su fidelidad al pueblo.
434
LA ETAPA ACTUAL DE LA CONSTRUCCIÓN
DEMOCRÁTICA Y EL DEBER DE
LOS HOMBRES DE LA CULTURA
435
En cumplimiento de esta magna tarea, de tan profunda
significación, hemos realizado primero la reforma agraria en marzo del
año presente. Esta realización histórica fue un acontecimiento
trascendental que ha transformado no sólo el campo sino también la
sociedad coreana que se apoyaba en una economía agrícola atrasada.
Hecha con buen éxito la reforma agraria, quedaban suprimidas las
relaciones feudales de posesión de la tierra, mientras que los
campesinos, habiéndose convertido ya en dueños legítimos del campo,
nuevos encargados de la producción agrícola, pueden cultivar
libremente su propia tierra y disfrutar de una vida llena de alegría y
esperanza.
Segundo, hemos implantado el sistema del impuesto agrícola en
especie. Esto hizo posible no sólo abolir los agobiantes tributos que
pesaban sobre los campesinos y normalizarles y mejorarles la vida sino
elevarles también su nivel cultural.
Tercero, hemos aplicado la Ley del Trabajo, que les da a los
obreros el derecho a la jornada de ocho horas y al seguro social. Esta
medida liberó a los obreros de la esclavizante explotación y opresión
colonial dejándoles bien aseguradas una vida civilizada y una posición
social. La Ley del Trabajo estimuló a los obreros a dedicarse en la
producción con gran júbilo y ardor, a desplegar plenamente su
capacidad de iniciativa. La Ley del Trabajo modificó también del todo
el lugar y la importancia del trabajo en nuestro país. Desapareció la
vieja idea de que el trabajo era sólo ocupación de los pobres y de la
gente humilde. Todos los trabajadores han comprendido ahora bien
que el trabajo es condición indispensable para la creación de una vida
nueva y que interviniendo en él están participando en la honrosa tarea
estatal, lo que les anima a trabajar con satisfacción, con ferviente
entusiasmo y júbilo.
Cuarto, hemos promulgado la Ley de la Igualdad de los Derechos
del Hombre y la Mujer. Gracias a esta Ley las mujeres han podido
emanciparse para siempre del yugo feudal y de la desigualdad
esclavizante, convirtiéndose en fuerza impulsora de la construcción de
la democracia al igual que los hombres.
436
Quinto, hemos implantado la Ley de la Nacionalización de las
Industrias, ley que dejaba estatificados las industrias principales y los
organismos económicos que pertenecieron a los japoneses y a los
traidores a la nación. Esta Ley, que junto con la reforma agraria
constituía las dos medidas para la construcción de la democracia, fue
una ley de transcendencia para poner la industria y la economía del
país al servicio del pueblo. Además de esto, para extirpar el veneno del
imperialismo japonés en el ámbito de la cultura y recuperar y
desarrollar rápidamente nuestra cultura y arte nacionales hemos
procurado que el Estado estimulara las actividades de las
personalidades de la cultura y de los artistas, en cuyo centro estaba la
Federación General de Artistas, y asegurara todas las condiciones
necesarias al respecto. Y con el fin de enriquecer y elevar pronto el
nivel de conocimientos y la ideología de la población hemos abierto
institutos, escuelas especializadas, escuelas secundarias y primarias en
número considerablemente mayor que en el tiempo del imperialismo
japonés y hemos creado 717 salas de lectura y más de 12 000 escuelas
de adultos.
Así, pues, en un solo año desde la liberación hemos cumplido
diversas tareas de gran importancia. Partiendo de estos notables
avances en las reformas democráticas vamos a convocar elecciones
democráticas por primera vez en la historia de Corea. Elecciones que
constituirán, por decirlo así, un balance de la construcción de la
democracia durante un año que siguió a la fecha de la liberación.
Todo este trabajo fue indispensable para el desarrollo libre de
nuestra patria y la construcción de un Estado soberano e independiente,
también una tarea de trascendencia para asegurar la soberanía, la
independencia y el desarrollo libre de Corea.
Sin la realización de estas tareas democráticas, que aseguran los
intereses y la vida de nuestro pueblo, no podremos conquistar la
libertad y la independencia de la patria. Lo que hemos hecho hasta hoy
y haremos en el futuro por la democracia son tareas históricas que
consolidan la base social para el desarrollo de nuestro país en un
Estado independiente, rico y poderoso. Por tanto, todos los coreanos
437
sin excepción tienen la obligación de volcarse de lleno al
cumplimiento exitoso de estas tareas, considerándolas como su propio
deber. Contribuirán a llevarlas a cabo con dinero quien lo tenga, con el
esfuerzo quien pueda, con conocimientos los instruidos y manejando
la técnica los que sepan. Sólo cuando el pueblo entero dedique con
unanimidad al quehacer del Estado todo lo que posee, nuestro país se
habrá restaurado y nuestra nación recuperado su honor, su posición y el
derecho a ser otro miembro entre los Estados democráticos del mundo
entero.
Queridos trabajadores de la cultura:
Ustedes son hombres de la cultura de Corea del Norte.
No son trabajadores de la cultura de la Corea feudal y colonial,
como antes, sino de la nueva Corea. En Corea del Norte se han
registrado grandes cambios en el año que transcurrió. Las reformas
democráticas han cambiado por completo la sociedad norcoreana,
originando notables transformaciones en todos los terrenos, sobre todo
en política, economía y cultura. Es decir, en nuestro país surgió una
nueva sociedad de democracia, libertad y felicidad al haber suprimido
todas las relaciones feudales, causa fundamental de que nuestro país se
quedara durante siglos en un estado de atraso, y haber barrido las
consecuencias de la cruel dominación colonial del imperialismo
japonés, que había hundido a nuestro país en un tenebroso abismo de
ruina.
Hoy en día, Corea del Norte se ha transformado en una nueva
sociedad democrática.
En Corea del Norte, el poder ha pasado al pueblo y en el campo
han sido abolidas las relaciones feudales de posesión de la tierra, de la
que son dueños ahora los campesinos que la trabajan. Los principales
establecimientos industriales han pasado a ser propiedad del pueblo, o
sea propiedad estatal, y gracias a la democrática Ley del Trabajo que
proclamó la jornada de ocho horas y el seguro social para los obreros y
empleados, las masas trabajadoras quedaron libres por completo de la
explotación y opresión feudal y colonial. Y las mujeres, que
constituyen más de la mitad de la población, quedaron a su vez libres
438
de todo tipo de humillaciones y maltratos de la vieja sociedad, gozando
de los mismos derechos que los hombres.
Una sociedad como ella no puede ser feudal-colonial. Nosotros la
llamamos sociedad nueva, sociedad democrática.
En el proceso de las grandes transformaciones en Corea del Norte,
todos sus auténticos patriotas y demócratas, su población entera,
dedicaron el máximo de entusiasmo y esfuerzo. Sin duda alguna,
también los hombres de la cultura de Corea del Norte han asumido una
importante misión en este gran proceso de las reformas democráticas.
Los técnicos se han esforzado en las fábricas por la restauración de la
industria, a despecho de toda índole de dificultades, mientras los
artistas han ido a las fábricas y al campo y, cooperando estrechamente
con los obreros y campesinos, han cumplido magníficamente con sus
deberes. Todos los hombres de la cultura han combatido
implacablemente las concepciones de la cultura reaccionaria
projaponesa, consagrándose a la construcción de la nueva cultura
nacional democrática. En pocas palabras, los hombres de la cultura de
Corea del Norte no son los de otros tiempos cuando sirvieron a la
política colonial del imperialismo japonés y a las fuerzas reaccionarias,
sino hombres de nuevo tipo al servicio de su patria y de las masas
populares.
Los hombres de la cultura norcoreanos no sólo han hecho una gran
contribución a la realización de las reformas democráticas sino que,
además, en este proceso ellos mismos han adquirido una nueva
fisonomía. Por eso sería injusto ver a nuestros hombres actuales de la
cultura con la mezquina visión de otros tiempos. O sea, debemos verlos
desde un punto de vista nuevo, apreciarlos como los que en firme
alianza con los obreros y campesinos luchan en aras de la patria y las
masas populares.
Tengamos bien en cuenta que en el tiempo pasado los hombres de
la cultura desempeñaron un gran papel en el período de la revolución,
en el período de las reformas democráticas en todos los países. Sobre
todo, en países otrora atrasados como fue en el caso de Corea, es
preciso apreciar justamente el papel de los hombres de la cultura.
439
Quien menosprecie o ignore el papel que hoy cumplen ellos en la
realización de nuestras reformas democráticas no podrá evitar el
fracaso, le estigmatizarán como elemento opuesto a la implantación de
la democracia.
Los hombres de la cultura participan en todas las reformas
democráticas siempre como ojos, precursores y guías de las masas
populares. Tanto a la luz de las experiencias de la revolución mundial
como a la luz de los hechos acaecidos durante un año pasado en Corea
del Norte y la realidad de hoy, los hombres de la cultura constituyen un
factor valioso y poderoso en nuestro trabajo de edificación del Estado.
Compañeros trabajadores de la cultura:
Así, pues, en la construcción de la democracia asumen ustedes hoy
un gran deber y ocupan una posición de mucho peso. Tanto en esta
obra como en la construcción de la cultura nacional, son trabajadores
de mucha importancia. Pero por la cruel política de esclavización del
imperialismo japonés, nuestro país cuenta todavía con muy pocos
hombres de la cultura. Por eso mismo la misión de ustedes toma mayor
importancia, se ven obligados a trabajar con más abnegación para la
construcción de la Corea democrática.
Hoy quisiera referirme en breve a los deberes inmediatos de los
hombres de la cultura norcoreanos.
Primero, ustedes formarán un firme frente cultural. Aunque residan
en distintas regiones y tengan distintos gustos, los hombres de la
cultura deberán constituir un sólido frente unido, si de verdad aman el
país. En el tiempo presente, los grupos reaccionarios tratan de dividir
las filas de la cultura y formar su propio campo de cultura reaccionaría.
Hoy los hombres de la cultura progresistas de Corea deberán reforzar
al máximo la vigilancia ante este hecho. Tanto en el frente cultural
como en la edificación del país democrático, nuestra única arma en la
lucha para acabar con los reaccionarios es, primero, la unidad, segundo,
la unidad y tercero, la unidad. No deberán perder de vista que esto es
uno de los seguros fundamentos del Frente Unido Nacional
Democrático.
Segundo, es necesario formar cuadros nacionales. En particular,
440
que nos esforcemos al máximo por la formación de cuadros técnicos.
El imperialismo japonés restringió intencionadamente la formación de
nuestros cuadros nacionales. Si carece de sus cuadros, nuestra nación
volverá a arruinarse. Es necesario que colaboren ustedes activamente a
la formación de los cuadros nacionales, que deciden el destino de la
patria. En la actualidad, el problema inmediato, el de más importancia
a resolver por hombres de la cultura consiste en dar formación a los
talentos nacionales. En Corea del Norte se está preparando a los
técnicos y especialistas en la universidad ya creada y a otros talentos
en diversas escuelas técnicas especializadas, pero tendrán que
transcurrir por lo menos cuatro o cinco años antes que puedan trabajar
como técnicos en las fábricas y empresas. Por lo tanto, se precisa
instruir gran número de personas con capacidad para ejercer la
administración de las fábricas y empresas en este período. Preparemos
un buen número de técnicos y especialistas en poco tiempo, bien
directamente en las fábricas o bien organizando cursos nocturnos de
superación. Sólo así será posible restaurar y desarrollar la economía
nacional.
Con miras a lograr la completa independencia del país es preciso
que administremos nosotros mismos las instituciones económicas y
desarrollemos con nuestro propio esfuerzo la cultura, el arte y todas las
demás ramas. Por ahora no hay condiciones bastantes, atravesamos por
diversas dificultades, pero debemos superarlas todas y desplegar la
iniciativa creadora para formar cuanto antes a los cuadros nacionales y
técnicos. Hemos nacionalizado las industrias principales y las
instituciones económicas, pero tenemos todavía muy pocos técnicos.
Se cuentan en total unos cientos. ¿Cómo podemos llevar a cabo
aceleradamente la magna construcción con tan escasos técnicos? Si no
llevamos a cabo con independencia y en poco tiempo la construcción
de la economía, lo que hemos hecho hasta hoy para la edificación de la
democracia será un fracaso y nuestra nación podrá volver a la
condición de esclava.
Hace tiempo, Stalin dijo que “los cuadros lo deciden todo”. Gracias
a que el pueblo soviético entero ha participado con entusiasmo en la
441
asimilación de la tecnología, la Unión Soviética se ha hecho un país
avanzado, con la tecnología y la ciencia más adelantadas del mundo,
demostrando patentemente su gran fuerza durante la guerra antifascista.
Debemos resolver el problema de la técnica para construir a Corea
como país democrático desarrollado. Subrayo una vez más que “la
técnica y los cuadros lo deciden todo”.
Tercero, les diré a ustedes, hombres de la cultura, que deben sentir
una gran responsabilidad por el hecho de que la abrumadora mayoría
de población de nuestro país es analfabeta. Está claro que con tantos
analfabetos no se puede acelerar el desarrollo democrático, además se
enfrentará con diversas dificultades. Ustedes tienen que desarrollar con
variados métodos la campaña de erradicación del analfabetismo,
vergüenza heredada por nuestra nación. Este es un importante deber
que la patria asigna hoy a los trabajadores de la cultura.
Cuarto, los hombres de la cultura deberán superarse constantemente.
Bajo la represión de los imperialistas japoneses, nuestros
representantes de la cultura han estado alejados mucho tiempo de las
ciencias avanzadas del mundo, estaban retrasados de la corriente
mundial de la democracia progresista. Hemos de asimilar lo más
pronto posible los adelantos de la ciencia y seguir la corriente mundial.
Y al mismo tiempo, ustedes deben aprender del pueblo. Nosotros
somos hombres que confiamos en la fuerza y la inteligencia de las
masas populares. Es preciso ir a las masas para conocerlas primero y
comprender todo lo que hacen ellas. Debemos aprender su inteligencia
y capacidad creadora. Hemos de ser no sólo los maestros de las masas,
sino también sus discípulos.
Quinto, los hombres de la cultura deben asistir activamente a las
tareas del comité popular. Ustedes saben bien qué importantes son las
próximas elecciones para consolidar nuestras fuerzas democráticas y
conquistar la completa soberanía e independencia. Esforcémonos al
máximo para asegurar plenamente la realización de estas elecciones,
las primeras en la historia de nuestro pueblo.
Sexto, nuestros hombres de la cultura deberán intervenir
activamente en la lucha contra la política reaccionaria de la
442
administración militar norteamericana en Corea del Sur. Hoy, cuando
está desenmascarada ante todo el mundo la política de colonización
que en Corea del Sur imponen las bandas de reaccionarios
norteamericanos, ¿qué coreano puede soportar esto? En especial los
hombres de la cultura, como ojos y precursores del pueblo que son,
deberán de ser los primeros en desenmascarar y oponerse a la política
reaccionaria de la administración militar norteamericana y luchar sin
piedad para que fracasen las acciones vendepatrias de la camarilla de
Syngman Rhee, lacayo del imperialismo norteamericano.
Por último, les hago llegar mi respeto por los ingentes esfuerzos
que han hecho a lo largo de un año pasado en la construcción
democrática y, al mismo tiempo, les deseo que también en adelante no
sólo participen con más fervor y lealtad en las tareas tan vitalmente
necesarias a nuestro pueblo sino que también se porten decididamente
como activistas llenos de entusiasmo. Nuestro pueblo deposita mucha
esperanza en las actividades de ustedes, los hombres de la cultura y
propagandistas, y les profesa infinito respeto y un profundo
sentimiento de fraternidad. Estoy seguro de que ustedes, como
abanderados de la democracia, enfrentarán con buen ánimo las tareas
de la construcción del Estado democrático independiente, no
defraudando esta esperanza de nuestro pueblo.
443
TAREAS DE LAS ORGANIZACIONES
DE LA UNIÓN DE LA JUVENTUD
DEMOCRÁTICA POR EL ENGROSAMIENTO
Y LA CONSOLIDACIÓN DE LAS FUERZAS
DEMOCRÁTICAS
444
monolíticamente los partidos políticos y organizaciones sociales
democráticos bajo la bandera de la democracia y se debe asimismo
elevar por todos los medios el papel de las organizaciones sociales
que agrupan a las amplias masas. Es vitalmente necesario elevar el rol
de la Unión de la Juventud Democrática, cuyo lugar es muy
importante entre las organizaciones sociales.
Hoy, las filas de esta Unión se han expandido tan ampliamente
que en ellas están afiliados un millón trescientos mil jóvenes. De ahí
se desprende la importante tarea de dar solidez cualitativa a sus
organizaciones.
Si queremos reforzar las organizaciones de la UJD tenemos que
realizar con dinamismo la labor de educación democrática entre la
juventud. Las organizaciones de la UJD deberán volcar toda su fuerza
en la formación masiva de personal joven teóricamente preparado,
activo y combatiente.
Para restaurar la industria norcoreana, destruida por el
imperialismo japonés y eliminar el atraso técnico y cultural
necesitamos la ciencia y la técnica. Pero ahora en Corea del Norte
existen sólo unos cientos de científicos y técnicos. Esta realidad nos
obliga a proponer la formación de personal científico y técnico como
una de las tareas más urgentes.
La realidad de la patria exige que nuevos y mejores científicos y
técnicos surjan en gran número de la juventud. Si los jóvenes no
cumplen el papel de brigada de choque para conquistar la fortaleza de
la ciencia y la técnica, nuestro país y nuestro pueblo se quedarán
rezagados permanentemente en el plano económico y cultural, y
nuestro pueblo puede convertirse otra vez en esclavo colonial de los
imperialistas. Es por esta razón que los jóvenes deben esforzarse
constantemente por hacerse nuevos individuos conocedores de la
ciencia y la técnica, y siempre aprender, aprender y aprender.
Asimismo, todos los jóvenes deben armarse firmemente con la
idea revolucionaria y luchar por fortalecer la unidad ideológica de la
Unión de la Juventud Democrática.
La Unión de la Juventud Democrática debe ser fiel ayudante del
445
Partido del Trabajo de Corea e infinitamente leal a la patria y al
pueblo. Con este fin, todos sus miembros deben pertrecharse con el
indomable espíritu revolucionario de luchar hasta el fin en aras de la
libertad y la independencia de la patria y la felicidad del pueblo, así
como avanzar compactamente unidos en los principios. Sin embargo,
dentro de la Unión de la Juventud Democrática existen todavía
elementos de malas ideas que urden dividir sus filas. Para realizar la
firme unidad ideológica de los jóvenes hay que luchar resueltamente
contra el liberalismo, el individualismo y otras diversas tendencias
ideológicas malsanas. Así, debemos lograr que un millón trescientos
mil miembros de la UJD, unidos con una misma idea y voluntad,
avancen con osadía siguiendo el camino indicado por el Partido del
Trabajo.
Además, con miras a fortalecer nuestras fuerzas democráticas, es
indispensable consolidar más la base democrática preparada en el
Norte de Corea. Por ello, todos los integrantes de la Unión de la
Juventud Democrática deben apoyar y observar de manera activa
todas las leyes promulgadas por el Comité Popular y ocupar siempre
la delantera en la lucha por consolidar los éxitos de la reforma
democrática. También en la construcción económica y cultural,
encaminada a fortalecer la base democrática, los jóvenes deben tomar
para sí siempre tareas difíciles consagrando todo su entusiasmo y
talento para dar su aporte al enriquecimiento, fortalecimiento y
desarrollo de la patria.
Las elecciones de los comités populares de provincia, ciudad y
distrito que se van a efectuar pronto, son democráticas como nunca
antes en la historia de nuestro país y, como tales, revisten una gran
significación en la consolidación de nuestro Poder popular y de la
base democrática. Con su participación entusiasta en la campaña de
propaganda electoral, los miembros de la UJD deben aglutinar
firmemente al pueblo en torno al Poder popular y luchar de manera
ejemplar por el triunfo en las mismas.
Los miembros de nuestra Unión de la Juventud Democrática
deben ocupar la vanguardia en la entrega del impuesto agrícola en
446
especie y en el movimiento de choque por la recolección de cereales.
Ahora nos enfrentamos perentoriamente al problema de los cereales.
El mismo se podrá resolver satisfactoriamente una vez que los
campesinos entregan a tiempo el impuesto agrícola en especie. Por
eso, los miembros de la UJD deben ayudar con toda su fuerza a los
campesinos para que entreguen a tiempo el impuesto agrícola en
especie, trabajando junto con ellos en la cosecha y la trilla.
Asimismo, los miembros de la UJD deben esforzarse activamente
por proteger los bienes del Estado. Hemos nacionalizado las fábricas,
las minas, el trasporte, las comunicaciones y los bancos que
pertenecían a los imperialistas japoneses y a los traidores a la nación.
Todos estos bienes del Estado son propiedad del pueblo y constituyen
un haber importante para el florecimiento de la patria y la felicidad
del pueblo. Proteger estos bienes del Estado del ataque del enemigo,
apreciarlos y cuidarlos, es un sagrado deber de todo el pueblo y en
particular, una de las tareas más importantes de los miembros de
nuestra Unión de la Juventud Democrática. Todos los miembros de la
UJD deben estar profundamente conscientes de esta importante
responsabilidad y mostrar ejemplos en la protección y aprecio, por
encima de todas las cosas, de los bienes del Estado.
Debemos realizar en amplia escala la ayuda material y espiritual a
los jóvenes surcoreanos.
Si nos oponemos a la administración militar norteamericana, no es
por algún prejuicio o prevención. La política que lleva a cabo la
administración militar norteamericana en Corea del Sur, es
enteramente reaccionaria y antipopular. La intención de los
imperialistas yanquis, anidados en Corea del Sur, la pudimos conocer
a las claras a través de la actitud que tomó la parte norteamericana en
la reciente sesión de la Comisión Conjunta Soviético-Norteamericana.
Es obvio que los imperialistas yanquis urden subyugar
económicamente a nuestro país y pisotear la independencia de Corea.
Además, actúan con frenesí para integrar el gobierno provisional sólo
con sus lacayos, excluyendo a los verdaderos representantes de los
obreros, campesinos, jóvenes y mujeres. La razón es que esos lacayos
447
tratan de entregar otra vez nuestro país a manos del imperialismo
norteamericano, tal como vendieron Corea al imperialismo japonés en
el pasado.
Nuestro pueblo no es de manera alguna una oveja mansa ni
tampoco un pueblo tan estúpido y abyecto que pueda permanecer de
brazos cruzados ante la nueva conversión de su patria en colonia
extranjera. En particular, nuestros jóvenes, llenos de entusiasmo
patriótico y sentimientos de justicia, no lo verán nunca con calma.
Todos nosotros, con las fuerzas unidas, debemos rechazar a los
enemigos, que intentan engullirse otra vez a nuestro país. Los
miembros de la Unión de la Juventud Democrática deben
desenmascarar detalladamente los crímenes de la administración
militar norteamericana y sus lacayos, y dar a conocer ampliamente al
pueblo los hechos concretos referentes a la política vendepatria de la
camarilla de Syngman Rhee. A la vez, tienen que luchar con aguda
vigilancia para que los elementos reaccionarios no se infiltren en
nuestras filas.
Estoy firmemente convencido de que ustedes, compañeros, harán
de la Unión de la Juventud Democrática una organización juvenil
combativa, disciplinada y unificada en lo ideológico, revitalizando las
buenas experiencias obtenidas en su trabajo pasado y corrigiendo los
defectos, así como unidos monolíticamente con todas las fuerzas
democráticas bajo la bandera de la democracia, lucharán con
tenacidad por la soberanía, la independencia y la democratización de
la patria.
¡Viva la Unión de la Juventud Democrática, nueva organización
juvenil democrática!
¡Viva el Frente Unido Nacional Democrático!
¡Vivan la completa soberanía e independencia democráticas!
448
POR UN DEPORTE MULTITUDINARIO
Discurso pronunciado en
la Conferencia de los Deportistas
6 de octubre de 1946
449
En tales condiciones el deporte lo practicaba como
entretenimiento únicamente la clase privilegiada y no pasaba de ser
una preparación para el combate con vistas a la guerra de agresión del
imperialismo japonés. Hoy el deporte en la Corea democrática liberada
no puede reducirse sólo a la mera actividad de presentar un número
reducido de deportistas, ni tampoco ser distracción de una minoría de
personas. En lo sucesivo, nuestro deporte debe desarrollarse como un
importante eslabón en la labor de la construcción del Estado al servicio
de la soberanía, la independencia y el desarrollo democrático de Corea.
Esto es, convertirse en una actividad de todo el pueblo, para templarlo
física y espiritualmente, forjando de este modo valerosos combatientes
para la construcción de una Corea democrática.
En este sentido, masificar el deporte tiene especial importancia.
Sólo cuando el deporte sea masivo, parte de la vida diaria y se haya
difundido entre las amplias masas, se podrá asegurar el fomento de la
salud de toda la nación, proporcionar a todo el pueblo una sólida
preparación física aparejada con una mentalidad sana.
Debemos esforzarnos para que todos los jóvenes, estudiantes y
trabajadores practiquen siempre y activamente el deporte y que las
masas hagan de esta actividad parte integrante de su vida diaria.
Compañeros:
En Corea del Norte se ha constituido el Frente Unido Nacional
Democrático y se ha creado sobre esta base el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte, así como se han impulsado con éxito
las transformaciones democráticas de la sociedad. Se ha llevado a cabo
la histórica reforma agraria en el pasado mes de marzo, se han puesto
en vigencia las Leyes del Trabajo, de la Nacionalización de las
Industrias, de la Igualdad de los Derechos del Hombre y la Mujer y se
ha establecido un sistema de impuesto agrícola en especie. En
particular, y gracias a las grandes victorias de las reformas
democráticas, tendrán lugar el próximo 3 de noviembre las elecciones
de los miembros de comités populares de provincia, ciudad y distrito,
que contarán con el caluroso apoyo y la jubilosa acogida de todo el
pueblo. Mediante estas elecciones se afianzarán aún más los
450
fundamentos de la construcción de una Corea democrática y se harán
más fuertes todavía el poderío y la influencia de Corea del Norte,
piedra angular de dicha construcción.
Por estos días en Corea del Sur, la mitad del territorio de nuestra
patria, han recrudecido la política colonialista de la administración
militar norteamericana y las maniobras traidoras y vendepatrias de su
lacayo, la camarilla de Syngman Rhee. De la misma manera, la
represión contra las fuerzas patrióticas y democráticas ha llegado a
extremos. De tal suerte que para los compatriotas surcoreanos la
liberación ha quedado reducida sólo a una palabra: de hecho siguen
sumidos en el abismo de la muerte, en nada distinto del anterior. Hartos
de soportar las extremas dificultades de vida y la brutal represión, los
obreros, empleados y estudiantes surcoreanos, encabezados por los
ferroviarios, declararon el 23 de septiembre pasado la huelga general y
el paro estudiantil, oponiéndose a la política reaccionaria de la
administración militar yanqui, de lo que sabrán bien ustedes por radios
y periódicos.
Los compatriotas surcoreanos, que sufren la privación de derechos
y la miseria más inhumanas todavía que en tiempos del imperialismo
japonés, simpatizan de todo corazón con Corea del Norte, donde
nuestro pueblo tiene el poder en sus manos y crea una nueva vida
dichosa. Ellos claman para que en Corea del Sur, al igual que en Corea
del Norte, el poder pase al comité popular y se realicen las reformas
democráticas.
Levantarse en pro de la justicia y consagrar la vida a la lucha por
la verdad es un deber sagrado y un orgullo para los jóvenes de
voluntad. Todos los jóvenes coreanos deben levantarse hoy como un
solo hombre contra la política de avasallamiento colonial de la
administración militar norteamericana, anidada en Corea del Sur, y las
fechorías antipopulares de los traidores que jamás serán perdonados.
El pueblo norcoreano, aglutinado sólidamente bajo la bandera del
Frente Unido Nacional Democrático, deberá luchar para consolidar
más aún la victoria obtenida en el cumplimiento de las tareas
democráticas y potenciar nuevamente la base democrática con miras a
451
frustrar los complots y maquinaciones de los elementos reaccionarios y
establecer lo antes posible el gobierno democrático unificado. Con este
fin, se plantea con urgencia la tarea de formar trabajadores en buen
estado de salud y vigorosos, aptos para asumir y llevar a cabo con
toda seguridad esta construcción del Estado, y en este orden los
deportes deben desempeñar un gran papel.
Yo deseo que todos ustedes, los aquí reunidos, se conviertan
debidamente en los excelentes y tenaces constructores del Estado que
exige hoy la patria, en magníficos pioneros en la tarea de preparar a
todos los jóvenes, estudiantes, trabajadores, en fin, a todo el pueblo
como constructores democráticos, vigorosos y alegres de la nueva
sociedad, promoviendo masivamente el deporte por doquier.
Los jóvenes constituyen valerosas brigadas de choque dignas de
confianza para la gran obra de la construcción del Estado democrático.
En sus hombros se ha confiado el porvenir de nuestra patria liberada.
Por eso les aconsejo una vez más a ustedes, jóvenes y estudiantes, que
estudien con entusiasmo, con una conciencia cada vez más profunda de
su misión, se templen físicamente y desplieguen una activa lucha,
consagrando todas sus fuerzas y talento a la total soberanía e
independencia de la patria, la felicidad de todo el pueblo, la
prosperidad de la nación.
Por último, estoy firmemente convencido de que la presente
conferencia de los deportistas logrará importantes éxitos y hará una
gran aportación al desarrollo del deporte popular de nuestro país.
452
POR LA CREACIÓN DE UN EJÉRCITO
REVOLUCIONARIO
453
educarlos bien en las ideas marxista-leninistas, las ideas
revolucionarias de nuestro Partido.
Como es sabido por todos, nuestro país fue mucho tiempo colonia
del imperialismo japonés. Nuestros jóvenes han tenido que oír hasta
ensordecer el ruido de la nefasta propaganda reaccionaria de los
imperialistas japoneses, siendo testigos también de multitud de
atropellos por parte de las tropas y la policía del imperialismo japonés.
Los imperialistas japoneses fueron expulsados, pero las secuelas de sus
nocivas ideas sobreviven grabadas en las mentes de la gente. Con estas
reminiscencias de la caduca ideología del imperialismo japonés,
ustedes no pueden ser protagonistas de la construcción de una nueva
sociedad. En particular, es más necesario que los militares, los
llamados precisamente a defender la revolución y combatir al enemigo
con las armas en la mano, extirpen los residuos ideológicos del
imperialismo japonés.
Es preciso que el Centro de Adiestramiento dirija serios esfuerzos
a la tarea de suprimir las secuelas de la vieja ideología del
imperialismo japonés de las mentes de los jóvenes militares. Esto no se
podrá hacer fácilmente, en uno o dos días, ya que estas secuelas han
prendido en la mentalidad de nuestra juventud a lo largo de un
larguísimo período. No basta tampoco con reuniones o discursos. Por
lo tanto, en el Centro de Adiestramiento se deberá intensificar la
formación política e ideológica y desarrollar, a la vez, una incansable y
enérgica lucha ideológica. Tiene importancia para acabar con la
secuela de la vieja ideología que los cuadros den el ejemplo en la
práctica para que los militares lo sigan. En su educación un ejemplo
práctico vale más que diez o cien palabras.
Es necesario también estrechar más los lazos entre el ejército y la
población.
La fuente de la fuerza que el ejército revolucionario tiene para
vencer cualquier enemigo poderoso reside en el apoyo que recibe del
pueblo. Si la Guerrilla Antijaponesa pudo vencer al bandidesco
imperialismo japonés en aquellas difíciles condiciones, fue también
porque gozaba del apoyo y del cariño del pueblo. Un ejército
454
estrechamente unido con el pueblo y que disfruta de pleno respaldo y
cariño, puede vencer a cualquier enemigo.
Sin embargo, les falta todavía a ustedes espíritu de amor al pueblo
y de aprecio por sus bienes. Esta vez, trabajando en la instalación de
los acueductos, han dejado removidas las parcelas de los campesinos.
Así no se puede fortalecer la ligazón con el pueblo. Aunque se trate de
tan sólo una palada de tierra, no deberán darle el mismo trato que al
resto de tierra abundante que forma este gran globo. Sepan ustedes
cuánto aprecian la tierra nuestros campesinos. Si tienen necesidad de
hacer excavaciones en las parcelas para sacar tierra, consulten a los
campesinos y pónganse de acuerdo con ellos antes de empezar las
obras. Tan pronto como termine la presente obra de instalación de
acueductos, el Centro de Adiestramiento deberá restablecer las
parcelas en su anterior estado.
Proteger la vida y los bienes del pueblo y defender sus intereses
cuando y dondequiera que sea debe ser una regla férrea para nuestro
ejército. ¿Quiénes, si no ustedes, hijos e hijas de los obreros y
campesinos, pueden respetar los intereses del pueblo? Los militares
han de ser además verdaderos hijos, fieles servidores del pueblo, que
respeten a la población de todo corazón, como a sus padres, y que la
ayuden en las tareas difíciles y le enseñen lo que no sabe. De este
modo, fortalecer más los lazos consanguíneos entre el ejército y el
pueblo.
La unidad entre el superior y el subordinado es una cualidad
propia del ejército revolucionario y una de sus ventajas esenciales. En
el ejército revolucionario, los comandantes y las masas de soldados
tienen la misma condición clasista y el mismo objetivo de lucha, por lo
que mandos y subordinados están cohesionados fuertemente en
ideología y voluntad. Antes, en la Guerrilla Antijaponesa, los unía
estrechamente el auténtico deber revolucionario. Los comandantes
apreciaban y trataban a los soldados como compañeros revolucionarios,
como verdaderos compañeros de armas, y éstos últimos respetaban a
sus jefes como veteranos de la revolución y los seguían fielmente.
Gracias a esta férrea unidad entre mandos y subordinados y a la
455
identificación de todos los combatientes, la Guerrilla Antijaponesa
pudo sostener su lucha contra el imperialismo japonés durante el largo
tiempo de quince años hasta vencerlo.
El ejército que vamos a crear en el futuro ha de ser un ejército
revolucionario que herede esta valiosa tradición. En otras palabras, nos
proponemos tener un auténtico ejército popular que llevando adelante
la tradición de la Guerrilla Antijaponesa defienda a la patria y al pueblo
de la agresión imperialista y asegure con las armas la revolución
coreana. Por lo tanto, en el seno de nuestro ejército debemos crear
consecuentemente una atmósfera de unidad entre superiores y
subordinados.
Para asegurar la unidad entre mandos y subordinados dentro del
ejército, es necesario, ante todo, que los comandantes se preocupen con
cálido sentimiento de camaradería de los soldados en su vida cotidiana
y en todas sus actividades. En nuestro ejército nunca se deberán tolerar
tanto en la instrucción como en la vida diaria casos en que los
comandantes insulten o peguen a los soldados como en el ejército
imperialista.
Tampoco que los comandantes se impongan sólo mediante órdenes
por intensificar la disciplina. Si a la hora de la comida un comandante
da a los militares órdenes de “comer en cinco minutos”, o “dejar de
comer y levantarse”, esto no difiere nada del estilo de mandar en el
ejército imperialista japonés. Nosotros debemos establecer la
disciplina también en consonancia con el carácter de nuestro ejército,
un ejército revolucionario.
Siendo la primera vez que nuestros jóvenes prestan el servicio
militar y viven una vida colectiva, puede haber aún entre ellos quienes
por torpeza en los movimientos alteren la buena armonía en la
actuación del conjunto, o se queden algo rezagados. Los comandantes
no deberán reprenderlos sin más ni más, sino averiguar qué
dificultades tienen en su vida, ayudarles a resolverlas, si las tienen, o
enseñarles amablemente lo que no sepan. Al soldado lento al
levantarse por la mañana, deberán tratarlo cordialmente, con el
sentimiento de un padre que cuida por su hijo, procurando averiguar si
456
no le ocurrió algo durante la noche si le ha trastornado el sueño algún
pensamiento, ha sido incómoda la cama, se encuentra enfermo o
recibió malas noticias de casa.
¿Cómo miman y atienden los padres a sus hijos en la familia?
Cuando, pongamos por caso, los hijos están comiendo, los padres,
sentados a su lado, les aconsejan, por ejemplo, que acompañen con
agua el arroz para no sufrir indigestión, que no se den prisa, que
mastiquen bien los alimentos para no atragantarse. Con este esmero los
atienden, los cuidan con cariño, a menudo acariciándolos. Con ese
mismo sentimiento de padres tienen que apreciar y tratar los
comandantes a sus soldados. Es así como se conseguirá una verdadera
unidad entre mandos y subordinados, entre compañeros, y se
establecerá una disciplina consciente.
Confeccionar bien el orden del día tiene mucha importancia en la
vida colectiva. Entre los soldados hay jóvenes de diversa condición:
obreros que antes trabajaban por turnos en las fábricas, campesinos que
tienen un relativo desconocimiento de lo que significa observar el
tiempo y otros que gustan de leer libros por la noche acostados. Es
necesario, pues, que los comandantes confeccionen bien el orden del
día con vistas a que todos los soldados corrijan sus costumbres del
tiempo pasado y se adapten pronto a la vida en colectividad.
El orden del día deberá destinar a los soldados el tiempo necesario
para la comida y también para el descanso, para la lectura de periódicos
o libros o escribir cartas a casa. Se fijarán también las horas suficientes
para el sueño, aun destinando mucho tiempo a los ejercicios. El orden
del día dedicará horas asimismo para dar conferencias de la situación
nacional e internacional a los militares. En este sentido es como el
Centro de Adiestramiento ha de fijar pronto el orden del día y
organizar debidamente las actividades diarias.
Los cuadros de la Plaza procurarán instruir adecuadamente a los
soldados, con el mismo sentimiento que un padre profesa a sus hijos e
hijas, explicándoles regularmente, entre otras cosas, qué objetivo tiene
la creación del ejército popular con miras a educar en todos ellos
dignos miembros que formen el armazón del ejército revolucionario.
457
Al propio tiempo, se trabajará para crear mejores condiciones en el
Centro de Adiestramiento.
Hoy, al recorrerlo he visto que todavía se preparaba la comida en
ollas colocadas a la intemperie y que los dormitorios no estaban en las
debidas condiciones. Cuando los soldados estaban en sus hogares
dormían en habitaciones calientes y comían también caliente, aunque
fuera la sopa de pasta de soja. A estos compañeros no les podemos
imponer estas condiciones de vida. Es preciso acondicionar cuanto
antes el Centro de Adiestramiento, asegurarles a los militares buenas
condiciones de vida.
En primer lugar, hay que construir pronto el local para el comedor
y mejorar la alimentación de los cadetes. Es necesario dotarlo de
suficientes baterías de cocina y hacer también cómodas mesas.
Convendría que éstas fueran no grandes sino pequeñas, de tal forma
que puedan sentarse frente a frente unas cuatro o cinco personas. Pues
así podrán saber los gustos de cada cual en cuanto a las comidas, quién
come mucho, a quién le gusta lo salado, a quién lo picante. Conociendo
así el gusto de los demás y satisfaciendo unos a otros las preferencias
en el comer, los soldados, aun entre desconocidos, pronto se sentirán
miembros de una misma familia, se compenetrarán y no se sentirán
cohibidos.
El Centro de Adiestramiento deberá instruir también a los soldados
en el arte de cocinar. Pues así aprenderán a hacer la sopa, por ejemplo,
con rábano cortado no en grandes trozos, como ahora se hace, y a
adobarla sabrosa con sal y otros ingredientes añadidos en la debida
proporción. Y se les debe proveer de más arroz, en lugar de otros
cereales, así como de suficiente cantidad de carne y aceite para mejorar
la calidad de los alimentos.
Indispensable es también procurar comodidad en los cuarteles.
Alegando falta de tiempo, han hecho ustedes las tarimas con tablas
húmedas y mal cepilladas. Esto debe evitarse. Nosotros no lo hacíamos
así ni siquiera en los tiempos de nuestras luchas en las montañas contra
el imperialismo japonés. Pero habiendo ahora como hay condiciones
incomparablemente más favorables que las de entonces, ¿por qué
458
descuidar de ese modo el lugar donde se ha de vivir? No incurramos en
el error de alojar a nuestros estimados soldados en cualquier parte,
procuremos no hacerles ni el menor daño.
Los comandantes deberán cuidar minuciosamente incluso de cómo
hacen las tarimas para el cuartel, a fin de asegurar a los soldados
tarimas resistentes y de buen aspecto. Aquí sería mejor instalarlas no
en extensión sino sobrepuestas, en dos pisos, con capacidad para dos
personas cada una. De este modo, los compañeros de sueño inquieto no
serán gran molestia para los demás, aparte de que costará menos
trabajo moverlas al hacer la limpieza. Es necesario también colocar
bancos delante de las camas para que los soldados se sienten a
descansar, y debajo de ellos, cajones para guardar libros, por ejemplo.
Con tarimas cómodas y los cuarteles bien acondicionados, procurarán
que los soldados, cuando vuelvan de los ejercicios, tengan
alojamientos calientes donde descansar satisfechos sin sufrir
incomodidades.
También es preciso habilitar bien los cuartos de aseo, de baño,
lavanderías y otros servicios de higiene y de intendencia, de modo que
sean cómodos para el uso, que se correspondan con los requisitos de la
cultura sanitaria.
Hay que poner en buenas condiciones las aulas, los gabinetes de
metodología, los aparatos de ejercicios, y preparar pronto y con calidad
las instalaciones en los campos de tiro, de ejercicios tácticos y
deportivos.
Es menester asimismo acondicionar con la mayor brevedad las
salas de educación para la construcción estatal y el auditorio, para
intensificar las actividades políticas y culturales.
Y mejorar también la labor de aprovisionamiento a los militares. El
Centro de Adiestramiento debe organizar lo más pronto posible un
servicio de intendencia para proveer en el tiempo oportuno y conforme
a un plan de todo lo necesario para el funcionamiento del Centro y para
la vida diaria de los militares.
Es conveniente que los cuadros del comité del Partido y del comité
popular de la provincia tengan frecuentes contactos con los
459
responsables del Centro de Adiestramiento para tratar de los problemas
relacionados con la vida de los militares y darles solución a los que la
requieran. Mejor sería que sus presidentes vayan directamente al
Centro para entrar en conocimiento de la vida de los militares y
contribuir a resolver los problemas pendientes. Como éstos son
defensores de nuestro Partido y del Poder popular, las organizaciones
del Partido y los órganos de Poder tienen la obligación de prestarles
ayuda con responsabilidad.
Los jóvenes de nuestro país son todos inteligentes, tienen bríos y
talento. El Centro de Adiestramiento tiene que dar buena formación
político-ideológica y militar-técnica a esta excelente juventud, para
que esté capaz de defender el país y el pueblo con tal firmeza que
agresores extranjeros no intenten más invadir esta tierra para oprimir y
explotar a nuestro pueblo.
Siempre conscientes de la situación en que nuestro país se encontró
en otro tiempo, y del anhelo del pueblo coreano de ser cuanto antes una
digna nación con un ejército regular propio y poderoso, ustedes
dedicarán todos sus esfuerzos a la creación de un ejército
revolucionario.
460
ECHEMOS LOS CIMIENTOS FIRMES
PARA LA EDIFICACIÓN DE UNA COREA
DEMOCRÁTICA
461
Hidroeléctrica de Suphung pasó también a ser propiedad de nuestro
pueblo, quien la dirige ahora con sus propias fuerzas como dueño que
es.
La Central Hidroeléctrica de Suphung es uno de los mayores bienes
del pueblo coreano, una importante base energética para la
construcción de la Corea democrática. Constituye una inapreciable
base material para nuestra obra de construcción de un Estado
democrático. Explotándola con eficacia aumentarán la generación
eléctrica, que servirá para que las fábricas rindan más producción de
bienes necesarios para la edificación de la nueva Corea y la mejora de
la vida material y cultural del pueblo. Realmente pensando en esto no
puedo contener mi júbilo y emoción desbordantes.
Llevado por esta emoción y alegría voy a hablarles brevemente de
la situación internacional y nacional y sobre algunas tareas que hemos
de realizar en adelante.
Hoy la situación internacional se distingue de la que imperaba antes
de la Segunda Guerra Mundial. En el Occidente, la Alemania fascista,
que quiso conquistar y apoderarse de toda Europa y, en el Oriente, el
imperialismo japonés, que después de haber ocupado Corea y
Manchuria se lanzó a devorar el resto de China y otros países del
Sureste de Asia, ya están derrotados y el mundo ha pasado de la guerra
a una vida pacífica. Actualmente, en el mundo las fuerzas de la paz y
de la democracia están creciendo y fortaleciéndose con el paso de los
días, de modo que ninguna potencia imperialista puede agredir
impunemente a países débiles.
Nuestro pueblo coreano, igual que los pueblos de distintos países
de la Europa oriental liberados del yugo fascista, ha emprendido
después de la liberación el camino del desarrollo democrático y se está
esforzando para avanzar en las mismas filas de los pueblo de diversos
Estados del mundo amantes de la democracia.
Pero mientras que las masas populares buscan la democracia y la
libertad y reclaman la paz, existen aún en el mundo, tanto en el
Oriente como en el Occidente, fuerzas restantes del fascismo que
confabuladas con los países agresivos imperialistas obstaculizan el
462
desarrollo de la democracia en todo el mundo. Por ejemplo, en un país
de Europa como Grecia las fuerzas reaccionarias, apoyadas por los
grupos reaccionarios de Inglaterra, han resurgido y están reprimiendo
a las crecientes fuerzas democráticas. También en Asia la camarilla de
Chang Kaishek de China, instigada por los reaccionarios de EE.UU.,
desató la guerra civil contra las fuerzas democráticas, guerra que está
haciendo sufrir al pueblo chino todavía hoy, a más de un año del
término de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora bien, ¿cuál es la situación de nuestro país?
Tras la liberación en el Norte de Corea se han fundado los comités
populares, genuino poder del pueblo, y se han organizado partidos
políticos y organizaciones sociales democráticos que se fortalecen y
desarrollan cada día más. Además se están realizando con éxito las
reformas democráticas para sentar las bases sobre las que vamos a
construir un Estado democrático, soberano e independiente y poner a
nuestro país a la altura de los Estados democráticos del mundo. Así en
todos los terrenos, político, económico y otros, se va eliminando a los
elementos projaponeses y los traidores a la nación y acabando
paulatinamente con el atraso feudal y los vestigios de la dominación
colonial del imperialismo japonés. Se ha hecho posible que el próximo
3 de noviembre el mismo pueblo pueda elegir según su propia voluntad
y mediante el sufragio democrático a los miembros del comité popular
que puedan representarle verdaderamente los intereses.
Pero, en el Sur de Corea, donde viven también nuestros
compatriotas, ocurren cosas completamente distintas. Protegidos por la
administración militar norteamericana, allí los lacayos projaponeses y
otros elementos reaccionarios siguen dominando. Los imperialistas
norteamericanos, los projaponeses, proyanquis y traidores a la nación
reprimen con más crueldad todavía que en la época del imperialismo
japonés a los verdaderos patriotas y demás habitantes del Sur de Corea,
implantando allí una sociedad tan tenebrosa como la del tiempo de la
dinastía feudal de Joson.
Escuchen, ciudadanos. En el Sur de Corea los imperialistas
yanquis y sus lacayos, después de disolver los comités populares,
463
poder del pueblo, reprimieron a la población con métodos
inconcebibles, provocando hasta el masacre del 15 de agosto en
Kwangju, el incidente de la isla de Haui, y últimamente el incidente de
Taegu, donde asesinaron a tiros y sablazos a gran número de obreros y
campesinos, movilizando como amenaza los tanques y la aviación.
Privaron a la población de las libertades de expresión, prensa, reunión
y asociación, clausuraron los periódicos progresistas, arrestan y
encarcelan indiscriminadamente a personalidades demócratas y
patriotas. Por otra parte, en la Comisión Conjunta Soviético-
Norteamericana los imperialistas estadounidenses propusieron a la
parte soviética repartirse como botín todas las fábricas, minas y
empresas de que se habían apoderado antes los imperialistas japoneses,
en lugar de devolver esta riqueza a nuestro pueblo, que la había creado
con su sangre y sudor. La parte soviética se opuso enérgicamente a esta
propuesta del imperialismo yanqui. Esto fue un motivo para que la
sesión de dicha Comisión se suspendiera. Ahora los imperialistas
norteamericanos se hicieron dueños de la economía surcoreana
cambiando el rótulo de la “Compañía de Explotación Colonial del
Oriente” de los agresores imperialistas japoneses por el de “Compañía
de la Nueva Corea”, y explotan despiadadamente, en sustitución de
éstos, a los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores
surcoreanos.
Incapaz para sufrir más esta explotación y opresión del
imperialismo yanqui, la población surcoreana se ha levantado a la
lucha. En todo el territorio surcoreano, desde Pusan hasta Seúl, los
obreros de casi todas las ramas, con los ferroviarios en primera línea,
siguen en huelga general.
Como vemos, en el Norte de Corea la población es hoy la dueña del
país, de las fábricas, y la edificación de la democracia se lleva a cabo
cada día con mayor éxito, mientras que en el Sur, debido al
reaccionario tejemaneje de los imperialistas yanquis y sus lacayos, la
población está cruelmente oprimida y sus reivindicaciones
democráticas pisoteadas sin piedad.
¿Qué tareas nos plantea esta situación?
464
Debemos afianzar los cimientos democráticos en el Norte de Corea,
que es la base democrática para toda Corea. Sólo fortaleciéndolos
podremos frustrar las maquinaciones del imperialismo yanqui y sus
lacayos, desarrollar democráticamente el país, establecer un gobierno
unificado y construir con éxito un Estado democrático, soberano,
independiente, rico y poderoso.
Para reforzar los cimientos democráticos hace falta en primer lugar
que todo el pueblo se una más estrechamente en torno al Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
Nuestra obra de edificación estatal no se puede realizar con el
esfuerzo de aisladas personas ni mucho menos. No puede llevarse a
cabo más que cuando todo el pueblo se una monolíticamente.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte es un auténtico
Poder popular que trabaja por la libertad y la felicidad de nuestro
pueblo. Unirse estrechamente en torno suyo es firme garantía para el
establecimiento de una república popular democrática, el deseo de
todo el pueblo coreano. El pueblo entero tiene que apoyar activamente
al Comité Popular Provisional de Corea del Norte, agruparse
compactamente en torno de él y cumplir de modo consecuente sus
decretos y resoluciones.
Con las próximas elecciones la población del Norte de Corea tiene
por primera vez la oportunidad de participar directamente en la política
del país. Debemos convertir estas elecciones democráticas en una
importante oportunidad para infundir en el pueblo fe en la victoria de la
democracia, alentarle a tomar parte activa en la construcción del
Estado, fortalecer el Poder popular y aglutinar más sólidamente en su
torno a las masas.
La ley sobre las elecciones, redactada recientemente por primera
vez en nuestro país, es más progresista y democrática al establecer que
las elecciones han de celebrarse mediante votación secreta según el
principio universal, igual y directo. Por esta ley, todos los ciudadanos,
con o sin fortuna o instrucción, hombres y mujeres, jóvenes y viejos,
con excepción de los projaponeses, traidores a la nación y personas
alienadas, pueden participar por igual en las elecciones y tienen
465
derecho a ser elegidos como representantes del pueblo. En los
próximos sufragios los partidos políticos no competirán sino votarán
en común por quienes puedan representar fielmente los intereses del
pueblo.
El próximo 3 de noviembre será un memorable día festivo en que
nuestro pueblo ejercerá sus derechos políticos. Todos ustedes deben
participar con entusiasmo con su voto unánime en la elección de los
verdaderos representantes del pueblo.
Es necesario que el pueblo entero se esfuerce para lograr la
transferencia del poder a los comités populares y llevar a cabo las
reformas democráticas en toda Corea.
Las Leyes de la Reforma Agraria, del Trabajo, de la Igualdad de
los Derechos del Hombre y la Mujer, de la Nacionalización de las
Industrias, el sistema de impuestos agrícolas en especie, la ley sobre las
elecciones democráticas, etc., tienen una gran importancia para la
construcción de un Estado completamente soberano e independiente
en nuestra Corea. Debemos esforzarnos para instituir cuanto antes,
mediante las fuerzas unidas de todo el pueblo, estas Leyes
democráticas en el Sur de Corea, como se ha hecho en el Norte, y
prestar toda la ayuda moral y material a la población surcoreana, que
combate por hacer que esto sea realidad.
En segundo lugar, debemos esforzarnos en afianzar la base
económica del país.
Económicamente nuestro país se encuentra todavía en una situación
difícil. Hemos logrado no pocos éxitos en el año pasado después de la
liberación, trabajando para restaurar las fábricas y empresas destruidas
por el imperialismo japonés y desarrollar la economía nacional, pero
las bases económicas del país son todavía débiles. Para consolidar los
cimientos democráticos y construir una nueva Corea rica y poderosa es
preciso intensificar el desarrollo de la economía consolidando su base
en el país.
Obreros, campesinos, intelectuales progresistas y demás
trabajadores deberán contribuir con todo su esfuerzo a la recuperación
y desarrollo de la economía nacional. Los obreros, en cooperación con
466
los técnicos, deben procurar aumentar la producción de ropas, calzado
y otros diversos artículos, terminando cuanto antes la restauración de
las fábricas y empresas destruidas por los imperialistas japoneses, así
como construir una industria desarrollada. Por su parte los campeamos,
que incrementen la producción agraria y paguen a tiempo los
impuestos en especie, asegurando con sentido de responsabilidad
víveres para los obreros y empleados.
Toda nuestra producción actual no ha de ir en beneficio de
extranjeros como los imperialistas japoneses o norteamericanos, sino
precisamente en beneficio de los coreanos, y para la construcción de
una nueva Corea, rica y poderosa. Tenemos que hacer esfuerzos
tenaces para llevar adelante lo más pronto posible la economía
nacional con miras a alcanzar la prosperidad y el desarrollo del país,
mejorar el bienestar del pueblo, asegurándole una vida feliz.
Mediante esta lucha debemos elevar el entusiasmo revolucionario
del pueblo, estimulándole a tomar parte activa en la vida política y
democrática. Procediendo así podremos robustecer nuestras fuerzas
democráticas y cumplir a un ritmo más rápido las tareas democráticas
enarbolando la bandera del frente unido nacional.
En tercer lugar, es preciso elevar la vigilancia frente a las
maquinaciones de los elementos reaccionarios.
Los círculos reaccionarios de los EE.UU. y su lacayo, la camarilla
de Syngman Rhee, por una parte, reprimen en el Sur de Corea las
actividades democráticas de la población y asesinan a los patriotas con
la utilización de grupos terroristas y, por la otra, infiltran a sus espías y
saboteadores en el Norte con la intención de frenar el trabajo de
nuestro pueblo en la edificación de una Corea democrática. Introducen
aquí sus espías en los partidos políticos y organizaciones sociales
democráticos y en los comités populares y, por medio de los elementos
de la subversión y el sabotaje, promueven actos terroristas e incendian
fábricas. Víctimas de los atentados enemigos cayeron asesinados los
hijos de un cuadro del Comité Popular Provisional de Corea del Norte
y fueron incendiados una fábrica de material ferroviario y un
aserradero de Manpho. Puede ser que los enemigos conspiren también
467
para destruir la Central Hidroeléctrica de Suphung, importante base
energética para la edificación de la nueva Corea. Ciudadanos,
imagínense qué ocurrirá si los enemigos consiguen destruirla.
Tenemos que impedírselo por todos los medios.
El pueblo entero, unido firmemente en alma y voluntad y alerta,
debe vigilar atento cada movimiento de los elementos reaccionarios y
desbaratar resueltamente con las propias fuerzas los intentos del
enemigo de obstaculizar y frustrar la construcción de un Estado
democrático, soberano e independiente.
Les deseo mayores éxitos en su trabajo para la edificación de una
nueva Corea democrática.
468
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS
DEL REPORTERO DEL
PERIÓDICO MINJU JOSON
10 de octubre de 1946
469
Las elecciones democráticas a celebrarse en Corea del Norte
ejercerán una influencia política particularmente fuerte sobre la
población surcoreana. A través de este acontecimiento la población
surcoreana verá claramente que precisamente ellas son elecciones
progresistas y democráticas con la amplia participación de las masas
populares y que sólo mediante unas elecciones así podrá implantar un
poder verdaderamente popular que defienda sus intereses.
Estas elecciones ejercerán en la población surcoreana más
influencia que todas las leyes democráticas, como las de la Reforma
Agraria, del Trabajo, de la Igualdad de los Derechos entre el Hombre y
la Mujer, de la Nacionalización de las Industrias, promulgadas y
vigentes ya en Corea del Norte, y constituirán una gran fuerza
impulsora para la reunificación del Norte y el Sur. En otras palabras,
constituirán una gran oportunidad para acelerar más la reunificación de
ambas partes.
470
En el tiempo pasado nuestro pueblo vivió una trágica vida de
esclavo colonial como nación privada del país durante el larguísimo
período de casi medio siglo, razón por la cual hubo bastante gente que
tenía esa tendencia a priorizar la religión. Pero esta atrasada idea no
deberá persistir hoy, cuando está derrotado ya el perverso
imperialismo japonés y nuestra nación coreana emancipada está
levantando un Estado democrático, soberano e independiente. Ahora
todo el mundo debe abrazar la genuina idea patriótica de luchar por
los intereses del Estado y el pueblo y participar activamente en la
construcción de un país soberano e independiente, rico y fuerte.
Los misioneros extranjeros que estuvieron en el pasado en Corea
eran agentes de los imperialistas. Enviar misioneros con fines de
agresión a otros países son prácticas propias de los Estados
imperialistas, pero inimaginables en el mundo democrático de hoy.
Los religiosos tendrán que deshacerse de la errónea idea de
devoción por los misioneros foráneos. Desde ahora la religión debe
subordinarse a los intereses del Estado y del pueblo, servir a los
intereses de nuestra nación. Sólo en una religión que proceda así
podrán creer los coreanos.
Podemos decir que hay cristianos propensos a depositar cierta
esperanza en la administración militar norteamericana en Corea del
Sur y en sus lacayos, pero pensamos que esto no tendrá grandes
consecuencias políticas para las proyectadas elecciones. Porque confío
en que los cristianos, como coreanos que son como los demás, tomarán
parte activa en la campaña electoral, de gran significación en la historia
de nuestra nación, si de veras aman a Corea y quieren que sea soberana
e independiente.
471
importante base energética de nuestro país y su valioso tesoro. Nuestro
país cuenta además con varias otras centrales hidroeléctricas. La
energía eléctrica que producen es una gran base para la restauración y
desarrollo de la industria y la electrificación del país.
La electrificación es uno de los objetivos más urgentes en nuestro
país. Llevando la electrificación a las fábricas y a todos los sectores de
la economía nacional podremos desarrollar rápidamente la economía y
construir un Estado poderoso y próspero.
La tarea más apremiante en la electrificación del país es
introducirla en los ferrocarriles. Por el momento el movimiento de
trenes tropieza con muchas dificultades por no poder asegurar
suficiente cantidad de carbón de calidad a los ferrocarriles. Es preciso,
pues, electrificar este sector en el menor tiempo posible. Nos
proponemos electrificar primero la línea Pyongyang-Wonsan, para lo
que estamos haciendo los estudios necesarios.
No es tarea fácil ni mucho menos la electrificación del país.
Tropezamos con múltiples problemas difíciles y complejos, entre otros,
el de personal técnico y el de materiales. Pasará todavía bastante
tiempo antes de que les encontremos solución. Pero no podemos
permanecer con los brazos cruzados.
Ya desde ahora hemos de formar un buen contingente de técnicos
capacitados para dirigir centrales eléctricas y fábricas. La técnica y el
hombre lo deciden todo.
Hace falta superar en todas las ramas de la economía nacional la
carencia de materiales y de personal técnico, poniendo en pleno juego
la iniciativa creadora, hacer cuanto se pueda para solucionar este
problema. Y de esta manera acelerar la electrificación del país y
restaurar y desarrollar con rapidez la economía.
472
SOBRE LAS TAREAS ACTUALES
DE LOS CIENTÍFICOS Y TÉCNICOS
473
pudo en otro tiempo robar cuanto quiso las riquezas de nuestra patria y
explotar despiadadamente a nuestro pueblo, así como las bases de la
prolongada explotación feudal. Obreros y empleados se han convertido
en dueños de las fábricas y los campesinos en propietarios de la tierra.
También los científicos y técnicos tienen ya posibilidad de
incorporarse de lleno al servicio de la construcción de una patria rica y
fuerte, poniendo para ello toda su inteligencia y capacidad en fábricas,
minas, empresas, ferrocarriles y comunicaciones, que pertenecen hoy
al pueblo. Esto quiere decir que se ha creado una base social sobre la
que en un breve período de tiempo podemos levantar una poderosa
economía nacional independiente y mejorar el nivel de vida del pueblo.
Pero no podemos contentarnos con esto. Como dueños del país que
somos ya, emancipados del régimen de servidumbre, es natural que
adoptemos la actitud correspondiente y nos esforcemos para construir
un magnífico país. El pueblo coreano ha sostenido una prolongada y
dura lucha por la recuperación del patrimonio que le fue arrebatado.
Hoy tenemos el deber de dedicar todo nuestro fervor y energía para
cuidar de la mejor forma este nuevo patrimonio que tenemos en
nuestras manos.
Únicamente dirigiendo con acierto nuestras propias fábricas y
empresas y creando sólidas bases para una economía nacional
independiente, podremos asegurarle al país la verdadera soberanía e
independencia, hacer próspera y desarrollada la patria. Y en este
propósito nos hace mucha falta personal competente en ciencia y
técnica, el fervor extraordinario, el precioso talento y el entusiasmo
creador de ustedes, científicos y técnicos.
Ahora bien, hablaré en pocas palabras de las tareas inmediatas que
tienen delante ahora los científicos y técnicos.
Primero, los científicos y técnicos tendrán que contribuir
activamente a la restauración y desarrollo de la economía nacional y a
la administración de la totalidad de fábricas y empresas basándose en
la planificación.
Ustedes ya saben que nuestra industria ha pasado ya la etapa de
ordenamiento y entrado en la etapa de la plena restauración y
474
desarrollo. Ahora tenemos delante la tarea urgente de trazar el plan
adecuado para la recuperación y construcción de la industria. Sin
contar con un plan detallado para cada fábrica o empresa y un plan
también pormenorizado nacional, no se podrá restaurar y desarrollar
nuestra industria, propiedad de todo el pueblo.
Elaborar un correcto plan de la economía nacional requiere
estudiar a fondo la situación económica de nuestro país y el estado real
de cosas en todas las fábricas y empresas, y disponer de un detallado
cálculo de los equipos, materias primas, materiales, fondos y mano de
obra. El plan debemos confeccionarlo sobre la base de un cálculo
correcto, organizando bien el trabajo de contabilidad y estadística, y
procurar el cumplimiento estricto de este plan.
Aspecto importante en la elaboración del plan estatal es determinar
con acierto la dirección de la construcción económica. Sobre todo
estudiar detenidamente en qué ramas debe concentrar sus esfuerzos en
la reconstrucción y construcción de la industria.
Dando preferencia a la tarea de restaurar pronto las fábricas y
empresas que los imperialistas japoneses destruyeron en su huida, y de
ponerlas en marcha, tendríamos que dirigir mucha atención al
desarrollo de la industria de maquinaria y la industria ligera, las ramas
que teníamos más atrasadas. En cuanto a la industria ligera, hemos de
concentrar el esfuerzo en la producción de gran cantidad de bienes no
de lujo sino de primera necesidad.
Así pues, tenemos que trazar un plan conveniente a nuestra
situación concreta, luego de estudiar detalladamente la realidad y la
disponibilidad de recursos que tenemos, y restaurar y desarrollar
conforme a este plan con rapidez nuestra industria y otros sectores de
la economía nacional, con nuestras propias manos, fuerza y talento.
Segundo, se requiere de ustedes activa participación en la labor de
formación de nuevos técnicos y especialistas.
No hay país que puede autosostenerse económicamente y edificar
una sociedad nueva si no cuenta con su propio personal técnico
nacional. Si la Unión Soviética se ha convertido en una gran potencia
mundial con una industria moderna y una agricultura mecanizada de
475
grandes proporciones es precisamente porque cuenta con gran número
de científicos, técnicos y especialistas bien preparados. Nuestra Corea
también tendrá que preparar desde ahora un nutrido número de
personal técnico competente para poder incorporarse en un futuro
próximo en las filas de los países adelantados en el mundo como un
país rico y fuerte con una base independiente para la economía
nacional, si bien en el presente se encuentra en una situación de atraso.
Urge instruir gran número de técnicos y especialistas, para lo que habrá
que crear institutos y escuelas de enseñanza técnica especializada, y
extender por doquier una red de cursos nocturnos de formación técnica
y centros de superación profesional. En este trabajo tienen un papel
muy importante que cumplir ustedes, hombres con conocimientos de
ciencia y técnica. A la vez que realizar las inmediatas tareas de
investigación y asumir la dirección técnica, dedicarán toda su energía a
la labor de formación de técnicos y calificados.
Al propio tiempo, se empeñarán ustedes mismos en asimilar más
adelantos científico-tecnológicos logrados en escala mundial.
Estudiando no debemos engreírnos lo mínimo, sino mostrar siempre
sinceridad y modestia.
Actualmente se encuentran en nuestro país técnicos extranjeros
para ayudarnos en la restauración de la industria. Procuren aprender y
asimilar pronto sus conocimientos técnicos aprovechando el tiempo en
que están trabajando juntos.
Tercero, el personal científico y técnico deberá forjarse más en lo
político y afirmarse más en las ideas avanzadas.
Como ustedes mismos lo ven en la práctica, en nuestro país ha
cambiado radicalmente la situación de los científicos y técnicos. Hoy
tienen aseguradas todas las condiciones para investigar libremente en
la ciencia y la técnica avanzadas. Liberados ya de la pasada condición
de vasallos, ya pueden servir plenamente a la patria y al pueblo.
El Comité Popular Provisional de Corea del Norte, que representa y
defiende los intereses de todo el pueblo, presta siempre una profunda
atención al mejoramiento de la vida de los científicos y los técnicos y a
crearles la posibilidad de consagrar toda su energía al progreso de las
476
ciencias y la tecnología de nuestro país, libres de preocupaciones e
incomodidades.
Los hombres de ciencia y técnica deberán apoyar totalmente
nuestro Poder popular, que les asegura todas las libertades y derechos,
y unidos monolíticamente en torno al Comité Popular Provisional de
Corea del Norte junto con los obreros, campesinos y los demás
sectores del pueblo patriótico, tienen que ponerse al frente de la obra
de realización de todas sus medidas.
Junto con esto, ustedes cuidarán con esmero y cariño los bienes del
Estado, que son la base del aumento del bienestar del pueblo, y
lucharán resueltamente en defensa de nuestro Poder popular y el
régimen de democracia. Sobre todo, aguzarán la vigilancia ante los
complots de los reaccionarios, que tratan de impedir nuestra
construcción económica, y desenmascararán y frustrarán a cada paso
su labor de zapa.
Se esforzarán, asimismo, incansablemente para librarse de las
caducas ideas asimiladas en la época de dominación del imperialismo
japonés, para inspirarse en las nobles ideas patrióticas y en el espíritu
de servicio abnegado al pueblo.
Queridos científicos y técnicos:
Hoy día, la patria y el pueblo depositan sinceramente en ustedes
muchas esperanzas. En la magna tarea de levantar una nueva patria
democrática son valiosísimos sus conocimientos, su sabiduría y su
experiencia. Tenemos por delante numerosísimas cuestiones que
pueden resolverse sólo por el entusiasmo y el esfuerzo de los
científicos y técnicos.
Les llamo a ustedes, bien conscientes del deber que en la hora
actual asumen los científicos y técnicos, a esforzarse con todo su ser
para acelerar la construcción de la democracia de la patria.
477
SOBRE LA INTENSIFICACIÓN
DE LA DISCIPLINA DEL ESTADO Y
LA CREACIÓN DEL BANCO CENTRAL
DE COREA DEL NORTE
1. SOBRE LA INTENSIFICACIÓN DE
LA DISCIPLINA ESTATAL ENTRE
LOS FUNCIONARIOS Y LA ELEVACIÓN
DE SU CELO POR CONSTRUIR EL PAÍS
Y ESPÍRITU DE SERVIR AL PUEBLO
478
Es imprescindible reforzar la disciplina estatal entre los
funcionarios de los órganos de Poder.
Con vistas a llevar a buen término la edificación democrática y
construir exitosamente el Estado democrático, soberano e
independiente, rico y poderoso, todos los funcionarios tendrán que
observar estrictamente la disciplina estatal y cumplir con
responsabilidad la tarea asumida. Por muy correctos que sean los
decretos y resoluciones que adopte nuestro Poder popular, no tendrán
ningún valor si no se implanta una disciplina férrea para aplicarlos
cabalmente.
Actualmente algunos funcionarios carecen de responsabilidad en
el trabajo, tratando de sustituirlo simplemente por las reuniones. Por
supuesto, hace falta también la reunión para cumplir justamente las
tareas que nos incumben. Sin embargo, no se debe pensar en resolver
todo problema sólo con reuniones. En vez de limitarse a discutir las
tareas planteadas, hace falta cumplir fielmente lo que se decide en la
reunión.
La ausencia de una disciplina férrea entre los funcionarios de
administración para ejecutar cabalmente las medidas del Estado, da pie
a que no se cumplan debidamente sus decretos, resoluciones y
disposiciones. Esto se evidencia bien con sólo echar un vistazo a cómo
se recauda el impuesto agrícola en especie, importante tarea planteada
hoy ante el Poder popular. Algunos de sus funcionarios se limitan a
subrayar en la reunión la importante labor como dicha recaudación y
no adoptan medidas concretas para su cumplimiento cabal. A causa de
esta irresponsabilidad en el trabajo, la recaudación de la gabela
agrícola en especie no marcha ahora satisfactoriamente. Otro ejemplo
de que los funcionarios no acatan la disciplina del Estado y trabajan sin
responsabilidad es que el comité popular de la ciudad de Pyongyang no
cobre a tiempo el impuesto sobre la casa según las directivas del
Estado.
A pesar de que los funcionarios de los órganos de Poder
manifiestan negligencia en el trabajo, no se hace actualmente el
esfuerzo debido para intensificar la disciplina estatal y elevar su
479
sentido de responsabilidad. Si incluso el país socialista que hace
mucho realizó la revolución se empeña en reforzar el sistema de
responsabilidad en el trabajo, cómo no va a ser muy erróneo que en
nuestro país, que ha emprendido recientemente el camino de la
construcción del Estado democrático, no se plantee enérgicamente esta
cuestión.
Es vital combatir con energía toda manifestación de
irresponsabilidad e indisciplina entre los funcionarios de los órganos
de Poder y lograr que a todos ellos les anime el espíritu de cumplir
cabalmente los decretos, resoluciones y disposiciones del Estado. De
modo que se eleve su responsabilidad y se implante entre ellos una
férrea disciplina que impulse a ejecutar puntualmente todas las
medidas del Estado.
Además, es importante elevar entre los funcionarios de los órganos
de Poder el ánimo de construir el país y el espíritu de servir al pueblo.
Actualmente los funcionarios de los órganos del Poder carecen de
ese celo por la construcción del país y del espíritu de servicio al pueblo.
Entre ellos no son pocos los que no trabajan debidamente, mienten en
el informe al superior y actúan de manera burocrática. Según el
informe del jefe de la Fiscalía, la cantidad de impuesto agrícola en
especie fijada para la provincia de Hamgyong del Sur es muy inferior a
la cantidad real que se debe recaudar, debido a que la provincia
informó reduciendo la superficie cultivada y exagerando la de los
predios dañados por la inundación. Semejante ejemplo lo podemos
encontrar también en la provincia de Phyong-an del Sur.
De nuestra conversación con los campesinos se desprende que los
jefes de sección de la producción agrícola del comité popular
provincial no estudian actualmente en detalle el trabajo, sino lo
cumplen de manera burocrática, sentados ante el escritorio. Esto, a fin
de cuentas, prueba que los funcionarios no trabajan con abnegación
para edificar una nueva patria y carecen del espíritu de servir fielmente
al pueblo. Si hubieran amado ardientemente al país y al pueblo y
hubieran poseído la alta responsabilidad de construir el país y de servir
al pueblo, se habrían esforzado para cobrar correctamente el impuesto
480
agrícola en especie y no hubieran mentido al informar sobre la
superficie de la tierra cultivada y los predios dañados por la
inundación.
Otra prueba de que los funcionarios carecen del espíritu de
construir el país y de servir al pueblo es que no aprecian los bienes
nacionales.
Aunque de dientes para afuera expresan el deber de cuidarlos, de
hecho los administran sin conciencia despilfarrándolos. Ciertos
funcionarios van a casa dejando la luz encendida en su oficina, lo que
puede considerarse un ejemplo de la despreocupación por los bienes
del país y por los intereses del Estado y del pueblo. No es posible
denominar patriota ni servidor fiel del pueblo al que no sabe estimar
los bienes del país y el pueblo.
Con miras a reforzar la disciplina del Estado y elevar el espíritu de
construcción del país y de servicio al pueblo entre los funcionarios, es
necesario elevar su educación ideológica. Ahora esta labor no marcha
debidamente. Es preciso redoblar la educación ideológica entre los
funcionarios de los órganos de Poder para que se den perfecta cuenta
de lo difícil de la tarea asumida y pongan al rojo vivo su voluntad y
sentido de responsabilidad en la labor. Los miembros del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte tienen el deber de esforzarse
tesoneramente para rectificar sin demora las deficiencias en su trabajo
y prestar una profunda atención a la educación de los funcionarios de
los organismos del Poder popular local.
Además es importante intensificar la inspección sobre el trabajo
realizado. Sólo verificando periódicamente la labor de los funcionarios
es posible encontrar las faltas, corregirlas a tiempo y cumplir
correctamente las tareas planteadas.
Ahora ciertos funcionarios temen esta inspección o la realizan mal,
porque no tienen una comprensión correcta de la misma. El hecho de
que los órganos del Poder popular no corrijan a tiempo sus deficiencias
en el trabajo se debe, en gran medida, a que algunos funcionarios
todavía tienen miedo a la inspección considerándola igual a la del
tiempo del imperialismo japonés por lo que engañan a los inspectores y
481
éstos, a su vez, embaucados por los subalternos, no la realizan
debidamente.
Todos los funcionarios deberán tener un concepto correcto de la
inspección y en vez de temerla, aprovecharla como una oportunidad
para rectificar sus errores y mejorar su trabajo. Además no tendrán que
efectuar la inspección a tontas y a locas sino de manera bien
organizada y eficazmente. Los funcionarios de organismos superiores
han de inspeccionar periódicamente el trabajo de los subordinados y, a
través de este proceso, ayudarlos y orientarlos debidamente.
Es preciso consolidar las filas de los funcionarios de los órganos
de Poder. Hay que eliminar de estos organismos a todos los elementos
espurios, extraños y negligentes, y colocar en su lugar a personas
dignas, dispuestas a servir fielmente al país y al pueblo.
Los funcionarios de los órganos del Poder tendrán que acatar sin
reservas la disciplina del Estado y manifestar elevado celo para
construir el país y servir al pueblo, cumpliendo satisfactoriamente
todas las tareas que les incumbe.
Como tarea inmediata se debe llevar a feliz término la recaudación
del impuesto agrícola en especie.
La recaudación del impuesto agrícola en especie no debe superar el
25% de la cosecha pero tampoco ser menos. Hay que recaudar
exactamente el 25%. Con la correcta recaudación del impuesto, los
organismos de Poder popular deben reunir incluso 130 mil toneladas
de cereales, cantidad escapada del total de impuesto que debe recaudar
el Estado.
Para llevar a cabo con éxito la tarea de recaudar los impuestos
agrícolas en especie es necesario intensificar la propaganda al respecto.
Hay que clarificar a los campesinos el contenido y significado del
sistema de impuesto agrícola en especie. Sólo así es posible que la
totalidad de los campesinos se preste activamente a pagar a tiempo este
impuesto con elevado entusiasmo político. Cuando se concluyan las
elecciones, todos los miembros del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte se movilizarán para realizar la labor explicativa sobre
el gravamen agrícola en especie entre los campesinos.
482
Hace falta redoblar la inspección y el control sobre la recaudación
del impuesto agrícola en especie. Los jefes de las secciones de asuntos
generales, de cuadros y de administración de víveres del Comité Popular
Provisional de Corea del Norte, se responsabilizarán de esta tarea,
movilizarán a los funcionarios de la fiscalía, los Departamentos de
Seguridad y de Agricultura y Silvicultura de Corea del Norte para
verificar e inspeccionar concretamente cómo se ha fijado la cantidad de
impuestos agrícolas en especie. Y en todas las provincias se investigarán
rigurosamente los casos negativos surgidos en su recaudación y se
informará al respecto. Así, intensificando la explicación y propaganda,
la inspección y el control de esta tarea, lograrán que los campesinos
entreguen dicho impuesto antes del plazo señalado.
483
central. Hoy hemos fundado el Banco Central independiente que
jugará el papel del órgano principal de liquidación y que desempeñará
poco a poco la función de emitir valores.
El Banco Central de Corea del Norte no es una mera sucesión del
banco existente, antes bien su organización constituye una labor
importante encaminada a confiscar todas las sucursales bancarias que
poseían los imperialistas japoneses y los traidores a la nación y crear
un organismo financiero popular que encaje con la realidad de la
construcción de una nueva Corea. Nuestros funcionarios deberán
tener un juicio exacto al respecto y prestar profunda atención a la
organización del Banco Central. En la creación del Banco Central de
Corea del Norte merece atención la solución correcta del problema de
fondos. El futuro banco no tendrá que responsabilizarse de las
relaciones de deudas y créditos de los bancos del pasado. Estas
relaciones fueron contraídas por los imperialistas japoneses antes de
la liberación del 15 de Agosto por lo que no estamos obligados de
ningún modo a responsabilizarnos. Las relaciones de deudas y
créditos bancarios contraídas inmediatamente después de la liberación
del 15 de Agosto no contaban con la autorización del Comité Popular
Provisional de Corea del Norte sino fueron convenidas por individuos,
a su antojo, por lo que el Estado tampoco es responsable. No vale la
pena discutir sobre el hecho de que inmediatamente después de la
liberación, los comités populares provinciales hayan controlado la
labor de los bancos, porque no existe ningún fundamento legal. No
hay que olvidar que si en el pasado dichos comités controlaban un
tanto de la labor bancaria, no pasaba de ser inspección horizontal. Por
eso nos es preciso indagar los depósitos y relaciones de deudas y
créditos de los bancos y aceptar todos los fondos existentes en los
mismos.
El Banco Central de Corea del Norte dependerá del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte y su fondo principal será de
500 millones de wones, que se compondrán de todos los caudales de
las sucursales bancarias nacionalizadas y de la subvención del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte.
484
La sede del Banco Central de Corea del Norte se ubicará en
Pyongyang y no es necesario en la etapa actual crear una red de sus
sucursales sino transformar en las suyas las sucursales bancarias
existentes en el territorio norcoreano.
El control sobre el Banco Central de Corea del Norte lo ejercerá la
Fiscalía de Corea del Norte. Es cierto que ésta sola no podrá
encargarse de la inspección de todas las operaciones bancarias, por lo
que el mismo banco contará con un consejo encargado de velar con
éxito por estas actividades. Se formará el consejo como máximo
organismo del banco central que examinará y decidirá los problemas
importantes relacionados con el trabajo bancario; ese consejo
responderá de su trabajo ante el Comité Popular Provisional de Corea
del Norte. El consejo tendrá presidente y vicepresidente y uno de sus
miembros será el jefe del Departamento de Finanzas, lo que facilitará
la relación de las finanzas con las operaciones bancarias. Las
operaciones diarias del Banco Central se ejecutarán bajo la
responsabilidad de su director general, que asume a la vez la jefatura
del consejo.
Hace poco que organizamos el Banco Campesino de Corea del
Norte. Este, como organismo cooperativo de crédito de los
campesinos, tiene por objeto consolidar los éxitos de la reforma
agraria, acelerar el desarrollo agrícola, en especial, eliminar las
prácticas de la usura en el campo, y cubrir fácilmente la necesidad de
fondos agrícolas de los labriegos empobrecidos.
El Banco Campesino deberá contar en su labor con la dirección
del jefe del Departamento de Finanzas y en lo que se refiere a los
problemas surgidos en la circulación dineraria y el control y
coordinación de los fondos, con la dirección y control del Banco
Central, que será en adelante el órgano pivote con facultad de
liquidación y emisión de valores.
Habiendo ya organizado el Banco Campesino y creando hoy
nuestro primer Banco Central, hemos implantado en nuestro país un
sistema bancario elemental.
En el futuro tendremos que seguir profundizando y desarrollando
485
este sistema conforme al nuevo régimen de la economía nacional.
Por último, voy a referirme a la creación de la sección de
electricidad y a la organización del acto festivo de las elecciones
democráticas.
Ha surgido la idea de fundar la sección de electricidad en el
Departamento de Industria, lo que vale la pena considerar seriamente.
Dado que ya existe ahora la Oficina General de la Electricidad que
dirige este Departamento, creo innecesario crear dicha sección. Si se
creara en dicho Departamento, convendría que se convirtiese en un
aparato de asesoramiento de su jefe. Si se considera imprescindible la
creación de aquella sección para la dirección y administración de la
labor del dominio eléctrico, lo apruebo, pero bajo la condición de
disolver en cambio la Oficina General de la Electricidad.
Con vistas a efectuar exitosamente las elecciones democráticas
deberíamos celebrar actos festivos de las mismas en toda la geografía
de Corea del Norte. El primero de noviembre se celebrará un acto
multitudinario en la ciudad de Pyongyang y, a base del informe
pronunciado aquí se organizarán actos similares el dos del mismo
mes en toda Corea del Norte. De modo que el pueblo entero festeje
las históricas elecciones democráticas y se movilice activamente para
llevarlas a cabo victoriosamente.
486
DESARROLLEMOS EL TRANSPORTE
FERROVIARIO VENCIENDO TODAS
LAS CONDICIONES ADVERSAS
Compañeros:
Ante todo, permítanme expresar mi cálido agradecimiento a los
ferroviarios que se esfuerzan en restaurar y desarrollar las vías férreas
destruidas.
El ferrocarril es la arteria del país. Si el ferrocarril no funciona
normalmente como arteria del país obstruirá en gran medida el
desarrollo de la economía nacional. En todos los países, sin excepción,
las vías férreas desempeñan un papel importante en el desarrollo de la
economía nacional. Si un país no logra desarrollar su economía
debido al mal funcionamiento del ferrocarril, seguirá siendo pobre.
A fin de situar lo antes posible a nuestro país al nivel de los países
adelantados, hay que restaurar y desarrollar el transporte ferroviario.
Hasta la fecha, los ferroviarios han venido explotando
invariablemente el ferrocarril, aun bajo condiciones difíciles,
venciendo múltiples trabas y, sobre todo, desde el pasado mes de abril,
han aumentado considerablemente la capacidad del transporte
ferroviario. Esto confirma de manera elocuente los ingentes esfuerzos
realizados por los obreros, técnicos y empleados del transporte
487
ferroviario para el desarrollo de su rama. Realmente los trabajadores
de este sector realizaron un enorme trabajo en el importante período
de la construcción de una nueva Corea democrática. Es motivo de gran
satisfacción para mí que ellos hagan funcionar los ferrocarriles sin
tregua desplegando diversas iniciativas creadoras, a pesar de sus
limitados conocimientos técnicos.
Los éxitos logrados en el sector ferroviario prueban
fehacientemente que nuestra nación, aunque vivió en el pasado
oprimida sufriendo toda clase de ultrajes y humillaciones bajo la
dominación colonial del imperialismo japonés, hoy puede restaurar y
desarrollar con sus propias fuerzas los ferrocarriles e industrias
destruidos y levantar un Estado soberano e independiente, rico y
poderoso.
Los ferroviarios no deben sentirse satisfechos ni vanagloriarse con
lo realizado hasta ahora. En esta rama ha habido éxitos pero también
bastantes deficiencias.
El servicio de ferrocarriles dificultó gravemente la producción
agrícola por no haber podido asegurar a tiempo el acarreo de los
fertilizantes producidos en la Fábrica de Fertilizantes de Hungnam en
la primavera de este año y también en el sector de la pesca causó
pérdidas de gran cantidad de pescado debido a las deficiencias en el
transporte de sal. Incluso hubo caso en que los obreros del Combinado
Popular de la Zona de Hungnam pasaron grandes apuros por no traerles
a tiempo los víveres.
Hasta ahora en el sector del transporte ferroviario hubo también
frecuentes accidentes. Hace poco se produjo un choque de trenes
resultando destruidas las locomotoras, las vías e incluso muertas
numerosas personas. Estos son hechos graves que obstaculizan la
construcción de la nueva patria.
La causa de que en el sector ferroviario no aumenta la capacidad
de transporte y que ocurran accidentes con frecuencia estriba en que
no se ha establecido una disciplina rigurosa en este dominio y en que
los elementos reaccionarios urden actos de sabotaje y subversión
aprovechando esa falta de disciplina. Otro de los motivos es que a los
488
trabajadores de esta rama les faltan la capacidad organizativa y mayor
dedicación a las labores del Estado.
A través de las deficiencias que surgen en el dominio del transporte
ferroviario podemos constatar que los trabajadores de aquí carecen de
auténtico espíritu patriótico: amar al país y el pueblo. Si los
trabajadores no aman al país y abandonan su lugar de trabajo, errando
sin sentido, en vez de realizar sus tareas con la responsabilidad de
dueño, nos veremos obligados a sufrir otra vez el destino del esclavo
apátrida como en el pasado.
¿Quiénes son los dueños del ferrocarril? El pueblo coreano
emancipado y los ferroviarios que trabajan en él. Hoy, el ferrocarril es
propiedad del país, del pueblo. Por esta razón, el trabajo que cumplen
ustedes no es para los demás sino en beneficio propio, del país y del
pueblo. Cuando comprendan claramente que el trabajo que realizan
redunda en provecho propio, todos desplegarán la creatividad y
actividad laboral. Los campesinos realizan con aplicación las faenas
agrícolas porque saben bien que cultivan su propia tierra, para su
propio bien. También los trabajadores del transporte ferroviario deben
comprender cabalmente que están cumpliendo las tareas que les
corresponden como dueños que son del ferrocarril. Si todos ellos,
profundamente conscientes de que el país y el ferrocarril les
pertenecen, hacen ingentes esfuerzos, mostrando espíritu patriótico,
podrán asegurar satisfactoriamente el transporte ferroviario y acelerar
la construcción de la nueva Corea, rica y poderosa.
En este dominio es preciso hacer toda clase de esfuerzos para
corregir pronto las deficiencias manifestadas y desarrollar el
transporte ferroviario.
Hoy nos presentan numerosas dificultades en el proceso de
construcción de la nueva patria. Es la nefasta consecuencia de la
dominación colonial de los imperialistas japoneses. Estos no sólo
intensificaron el saqueo colonial y reprimieron seriamente el
desarrollo de la economía nacional en Corea sino que, además, al ser
derrotados y expulsados destruyeron hasta los pocos establecimientos
económicos que había en nuestro país. Esa débil base económica del
489
país nos crea no pocas dificultades tanto en la construcción del país
como en la vida diaria. Sus consecuencias afectan ahora a todo el
pueblo, desde los funcionarios del Comité Popular Provisional de
Corea del Norte hasta los niños.
Sin superar las dificultades que estamos afrontando no podremos
desarrollar el transporte ferroviario ni construir un Estado soberano e
independiente, rico y poderoso. Si los trabajadores se proponen llevar
una vida cómoda desde el principio, sin luchar por vencer las
dificultades, esto sería un grave error, una verdadera estupidez. Si no
logramos sobreponernos a las dificultades de hoy, en adelante
tropezaremos con mayores trabas.
Los trabajadores del transporte ferroviario, mostrando un elevado
espíritu patriótico, tienen que emprender una dinámica lucha por
superar todos los obstáculos, restaurar y desarrollar los ferrocarriles y
aumentar su capacidad de transporte.
A fin de fomentar el transporte ferroviario es necesario que su
personal aprenda la técnica.
Hoy nuestro pueblo es dueño del país, pero no puede desempeñar
debidamente su papel por carecer de conocimientos técnicos. En el
pasado, los imperialistas japoneses no enseñaron la técnica a los
coreanos, sino sólo a los japoneses.
Para recuperar y desarrollar la economía de la nueva Corea es
imprescindible elevar el nivel tecnológico. Si ustedes dejan de estudiar
la tecnología, satisfechos de lo que saben ahora, no merecerán llamarse
dueños del país y del ferrocarril. Sin conocer la técnica es imposible
desarrollar el transporte ferroviario y aumentar su capacidad. El
aprendizaje de la técnica constituye una de las tareas más importantes
que se presentan hoy ante los trabajadores del transporte ferroviario.
Ellos deberán poner todo su empeño para asimilarla.
Los trabajadores del transporte ferroviario crearán una
atmósfera general de estudiar trabajando y viceversa, y de transmitirse
unos a otros lo que conocen. Además es necesario esforzarse en
aprender los adelantos tecnológicos y las experiencias positivas de
otros países.
490
Una tarea importante que enfrenta el sector del transporte
ferroviario es la de fortalecer la disciplina.
El ferrocarril debe funcionar siempre de manera ordenada,
lo que exige implantar aquí una disciplina tan férrea como la del
ejército.
A fin de reforzar la disciplina en el sector del transporte
ferroviario es importante, ante todo, establecer el sistema de
obediencia estricta a las órdenes de la instancia superior. Sin
establecer la disciplina de cumplir puntualmente las órdenes del
superior no se puede asegurar la circulación de los trenes. En el
transporte ferroviario se debe implantar un sistema ordenado de trabajo
y una disciplina férrea que conlleve el cumplimiento a tiempo y
estricto de las órdenes y disposiciones del superior.
En el sector del transporte ferroviario es necesario combatir con
firmeza la violación de la disciplina. Respetar las leyes y la disciplina
del Estado es un deber sagrado de todas las personas. Si alguien,
cualquiera que sea, viola la ley y la disciplina establecidas por el
Estado, con ello perjudica los propios intereses del país y el pueblo.
Por lo tanto, se debe combatir intransigentemente las manifestaciones
contrarias a la ley y la disciplina del Estado, aunque se trate de las
cosas más pequeñas. En el futuro es preciso intensificar la disciplina en
el dominio del transporte ferroviario de modo que no se produzca ni un
solo accidente más.
Administrar con esmero los bienes del país y del pueblo es una
tarea importante para los trabajadores del transporte ferroviario.
Ahora algunos de éstos no tienen suficiente espíritu para atenderlos
cuidadosamente.
Hace poco viajamos en tren y vimos que en los vagones de
pasajeros no había ni una lámpara o silla en buen estado. Esto nos hizo
meditar mucho. Sobre todo, al pensar en las incomodidades que el
pueblo debió sufrir durante el viaje, no pudimos contener el dolor en
nuestro corazón.
La responsabilidad por el mal cuidado de los vagones de pasajeros
la tienen ustedes mismos, que trabajan en el transporte ferroviario y
491
nadie más. No se puede decir que aman el país las personas que no
cuidan los bienes del Estado.
Hay que intensificar la labor educativa entre los trabajadores del
transporte ferroviario de modo que administren con mucha atención
los bienes del Estado y del pueblo.
Todos los trabajadores de este sector, cohesionados y unidos
firmemente en lo ideológico, se movilizarán activamente en la lucha
tendiente a descubrir y desbaratar con antelación todas las
maquinaciones de sabotaje y de subversión de los elementos
reaccionarios. Ustedes deberán estar siempre vigilantes para impedir
que ningún elemento reaccionario se infiltre en el sector del transporte
ferroviario.
Los trabajadores de este sector harán todos los esfuerzos para
terminar cuanto antes la restauración de las líneas férreas, normalizar
el transporte ferroviario y aumentar su capacidad y de esta manera
cumplirán a tiempo sus planes de acarreo. Sólo así podremos hacer del
nuestro un país rico y poderoso.
Estoy seguro de que desplegarán una lucha vigorosa para
desarrollar el transporte ferroviario superando valientemente todas las
condiciones adversas y desplegando sin reserva su inteligencia y
entusiasmo.
492
EN VÍSPERAS DE LAS HISTÓRICAS
ELECCIONES DEMOCRÁTICAS
493
Queridos hermanos y hermanas:
Ha transcurrido poco más de un año desde la liberación de nuestra
patria del yugo de dominación colonial del imperialismo japonés.
Este año transcurrido, aunque es un breve período de tiempo, ha sido
una época de grandes cambios que corresponde a centenares de años
de historia, si tenemos en cuenta los diversos sucesos que tuvieron
lugar en Corea del Norte.
Las reformas democráticas realizadas en este período bajo el
activo apoyo y la participación entusiasta de todo el pueblo,
introdujeron cambios radicales en todas las facetas de nuestra
sociedad y echaron sólidos cimientos para establecer la República
Popular Democrática de Corea. Como resultado de la reforma agraria,
fue liquidado en el campo el sistema de explotación feudal y los
campesinos que laboraban la tierra pasaron a ser dueños de la misma.
Con la nacionalización de las instalaciones industriales que eran
propiedad del imperialismo japonés y de los traidores a la nación, se
eliminó la base material de esclavitud colonial. Junto con esto, se han
puesto en práctica la progresista Ley del trabajo para los trabajadores
físicos e intelectuales, la ley sobre la emancipación de las mujeres de
la desigualdad social, la ley sobre la protección de la propiedad
privada y otras, así como se lleva a cabo también exitosamente la
labor para liquidar el sistema de enseñanza esclavizante del
imperialismo japonés y establecer un nuevo sistema de enseñanza
popular.
Todas las clases y capas del pueblo se han aglutinado
estrechamente en torno al Comité Popular y el entusiasmo político de
las masas populares se eleva extraordinariamente.
Si en la vida de nuestro pueblo se pudieron lograr tan grandes
cambios en tan corto espacio de tiempo, ello fue enteramente porque
el Comité Popular, poder del pueblo, defendió con firmeza sus
intereses y condujo con seguridad a todo el pueblo hacia el triunfo de
la democracia.
Desde los primeros días de su emancipación del yugo colonial del
imperialismo japonés, nuestro pueblo tomó el camino dirigido a
494
establecer el comité popular, su propio Poder. La vitalidad
extraordinaria del comité popular reside en el hecho de que este Poder
mantiene estrechas relaciones con el pueblo y ha echado profundas
raíces en las masas populares. A través de su actividad práctica, el
comité popular demostró ser con toda claridad la forma de Poder más
conveniente a la realidad de Corea y la que puede realizar del modo
más espléndido el anhelo secular de las masas populares. Mediante su
vida práctica, nuestro pueblo llegó a convencerse de que sólo el
comité popular es su genuino poder. Por esta razón, ya ha llegado el
tiempo de convertir a los comités populares de provincia, ciudad y
distrito de Corea del Norte, anteriormente órganos provisionales del
poder, en órganos del poder legalmente consolidados.
Inmediatamente después de la liberación se han establecido en
todas las regiones de Corea del Norte y el Sur los comités populares
por iniciativa del pueblo coreano. Este hecho basta, por sí solo, para
darnos cuenta de que el comité popular es la forma de poder que refleja
la aspiración unánime y el deseo ardiente del pueblo coreano. En Corea
del Norte el comité popular demostró claramente su gran ventaja y
vitalidad y adquirió una alta autoridad y confianza entre las masas
populares.
En total contraste con esto, en Corea del Sur los comités populares
fueron reprimidos y disueltos, y el deseo y la aspiración del pueblo no
pudieron realizarse.
Al pueblo surcoreano se le privó del poder y no disfruta de la
misma libertad y los mismos derechos de que goza el pueblo
norcoreano. En Corea del Sur la situación del pueblo no se ha alterado
en nada, aunque se dice que fue liberado del yugo del imperialismo
japonés, ni tampoco se puede pensar en la realización de las reformas
democráticas como las efectuadas en el Norte de Corea. Y sentimos
ese dolor en lo más profundo de nuestro corazón.
La culpa de esta situación no la tiene el pueblo, sino que es
producto de las maniobras criminales de los elementos reaccionarios
que se oponen a la resolución de la Conferencia de Moscú de los
Ministros de Relaciones Exteriores de los Tres Países. A consecuencia
495
de tales maniobras criminales de los reaccionarios, el pueblo coreano
no ha podido establecer todavía su gobierno unificado y democrático y
sigue estando dividido en Norte y Sur.
Pero ninguna maniobra de los enemigos impedirá la lucha del
pueblo coreano por la construcción de un Estado unificado y
democrático, soberano e independiente. Nuestra patria será reunificada
seguramente, y cuando lo esté, todo el pueblo coreano gozará por igual
de todos los beneficios de la libertad y la democracia.
Los comités populares que van a ser electos dentro de poco se
enfrentan a una importante tarea: acelerar aún más la causa de la
construcción de nuestro país.
A fin de convertir a nuestra patria en un Estado independiente,
rico y poderoso, los comités populares tienen que consolidar y
desarrollar aún más todos los éxitos ya logrados en las reformas
democráticas. Ante todo, deben desarrollar con rapidez la economía
rural y mejorar la vida de los campesinos sobre la base de los éxitos
de la reforma agraria. Al mismo tiempo, deben restaurar y desarrollar
la industria y el transporte, que pasaron a ser propiedad del pueblo,
para echar así una sólida base económica de la construcción de un
Estado democrático y elevar considerablemente el nivel de vida de
todo el pueblo. Asimismo, hay que proteger los bienes privados y
fomentar y desarrollar la gestión de los particulares en la industria y
el comercio.
Los comités populares deben asegurar la educación de las jóvenes
generaciones que crecen ahora y el desarrollo de la ciencia, la literatura
y el arte, y liquidar lo más pronto posible las consecuencias nocivas
que nos dejó el imperialismo japonés en estas ramas. En particular,
deben formar un gran número de cuadros científicos y técnicos para
vencer la escasez de los cuadros nacionales, el mayor obstáculo en el
camino de nuestro avance.
Bajo la dirección del Comité Popular, nuestro pueblo debe
fortalecer la amistad y solidaridad con los pueblos de los países del
campo democrático internacional, encabezados por la Unión Soviética,
y desarrollar continuamente la cooperación con los pueblos de todos
496
los países del mundo amantes de la libertad, en la lucha por preservar y
consolidar la paz mundial.
Todas éstas son, en la etapa actual, las tareas más importantes que
se les presentan a nuestros órganos del Poder popular y cuando éstas se
cumplan a cabalidad, se podrá alcanzar la causa histórica de fundar la
República Popular Democrática de Corea, Estado independiente y
democrático, rico y poderoso.
Nosotros tenemos suficientes condiciones para poder cumplir
exitosamente esas tareas. Disponemos de un genuino Poder popular
creado por iniciativa del pueblo, y de las fuerzas de nuestro pueblo, ya
despierto y unido firmemente en torno suyo. En Corea del Norte
nuestro pueblo se hizo dueño del país y todos los recursos naturales
también pertenecen al pueblo. Si todo el pueblo lucha uniéndose más
firmemente alrededor del Comité Popular y consagrándolo todo por la
soberanía e independencia y por el enriquecimiento, fortalecimiento y
desarrollo de la patria, seguramente vencerá cualquier dificultad, por
seria que sea, y obtendrá sin falta una brillante victoria.
Por eso, las elecciones de los miembros del comité popular, que van
a efectuarse esta vez, tienen una significación verdaderamente grande
en la vida política de nuestro pueblo. Estas elecciones, al fortalecer aún
más nuestro Poder popular, consolidarán los éxitos de las reformas
democráticas efectuadas en Corea del Norte y crearán una firme
garantía para la construcción de un Estado democrático e
independiente, rico y poderoso. Participando todos en el sufragio con
elevado entusiasmo político, debemos elegir como miembros del
comité popular a los trabajadores más excelentes, talentosos y
genuinos, capaces de servir con fidelidad a la patria y al pueblo.
Existen hoy personas que propalan toda clase de rumores con la
intención de estorbar la realización normal de las elecciones de los
miembros del comité popular. Debemos agudizar la vigilancia al
respecto.
Hay quienes calumnian las presentes elecciones alegando que un
poder elegido por el pueblo mismo no puede ser genuino y que el
pueblo no puede hacer la política por sí solo. En opinión de tales
497
elementos, resulta que sólo el poder fabricado desde arriba por alguien
o introducido a viva fuerza desde el exterior por otro país puede ser un
verdadero poder. Los que sostienen esto dicen que “también nuestros
antecesores vivieron así”, tomando en general ejemplos de la sociedad
del pasado. Pues bien, ¿cuál es, generalmente, el poder creado desde
arriba? Es el poder de los ricos, establecido sin la participación del
pueblo, es el poder inicuo de la minoría contra la mayoría. De todos es
sabido a lo largo de la historia que semejante poder no ha tenido otra
política que la de oprimir al pueblo y amparar a los explotadores.
También a través de su amarga experiencia, nuestro pueblo sabe mejor
que cualquier otro, cuán brutal y saqueador es el poder fabricado a la
fuerza por otro país.
Por eso, aquellos que niegan el poder que elige el propio pueblo,
son, de hecho, los que quieren retroceder al pasado en que el pueblo
estaba sometido a la opresión y humillación y son los que tratan de
ponerle de nuevo a nuestro pueblo el envilecido yugo de la esclavitud
colonial.
Y otros exigen que se aplacen las elecciones por ser prematuras.
Esto es, desde luego, un error.
El Comité Popular que se organizó en el año transcurrido, aunque
tuvo un carácter provisional, demostró mediante su política y trabajo
que es la mejor forma de poder, la más conveniente a la realidad de
nuestro país y logró así la alta confianza de las amplias masas
populares.
Bajo la dirección del Comité Popular, nuestro pueblo llevó a cabo
las grandes reformas democráticas y echó una sólida base para la
construcción de un Estado soberano e independiente. Sin embargo,
para consolidar y ampliar más los éxitos de las reformas democráticas,
es necesario desarrollar el comité popular de carácter provisional en un
comité popular legalmente consolidado, o sea, en un comité popular
establecido por medio de elecciones. De aquí que tengamos que
realizar las elecciones en la fecha fijada. Actualmente no hay ningún
motivo para aplazarlas.
Los que dicen que las elecciones son prematuras, son aquellos que
498
no confían en el comité popular como un poder del pueblo y son, al fin
y al cabo, individuos que exigen cualquier otro poder que no sea el
popular. Estos son elementos que consideran que el pueblo coreano
todavía no tiene capacidad para ejercer la autonomía y que Corea aún
no puede ser soberana ni independiente, y son enemigos del pueblo que
actúan furiosamente para frustrar nuestras elecciones democráticas.
Asimismo, hay otros que insisten en que los sacerdotes y pastores
no deben ser electos como miembros del comité popular, ni los
religiosos participar en el sufragio. Según la opinión de esa gente, la
participación de los religiosos en las elecciones equivale a renegar de
la religión. Este es un rumor absurdo que divulgan ciertos
reaccionarios con el siniestro propósito de hacer que los religiosos se
opongan a las presentes elecciones.
Ser elegido uno como miembro del comité popular significa llegar
a tener la confianza del pueblo y servirle. No puede haber una religión
tal que prohíba a sus religiosos, sacerdotes y pastores trabajar en bien
de su patria y su pueblo. Considero que los creyentes de cualquier
religión, los pastores y los sacerdotes no sólo pueden trabajar en
beneficio de su pueblo, sino que también deben hacerlo
obligatoriamente, si es que son verdaderos patriotas. Por lo tanto,
cualquier religioso honesto y patriótico puede ser elegido como
miembro del comité popular o elegir a los miembros del mismo, así,
puede y debe participar con entusiasmo en el trabajo del comité
popular.
En Corea del Norte está garantizada la libertad de creencia
religiosa y no se ejerce represión o restricción contra ninguna religión.
Todos los religiosos en Corea del Norte disfrutan de completos
derechos y libertad como ciudadanos y también participan con igual
derecho en las presentes elecciones de los miembros del comité
popular. De este modo, muchos pastores y sacerdotes han sido
presentados como candidatos para miembros del comité popular y la
mayoría de los religiosos toman parte activa en la campaña electoral.
Si algunos activistas religiosos tratan de oponerse a la
participación de los religiosos, sacerdotes y pastores en las presentes
499
elecciones, bajo el pretexto de las tradiciones y dogmas de su religión,
ha de ser porque sobornados por un país extranjero y convertidos en
sus espías, pretenden utilizar la religión en su actividad subversiva.
Con el objeto de perpetrar sus actividades subversivas en el período
electoral, estos malvados tratan de abusar de los bondadosos
sentimientos de los religiosos y engañarlos. Por ejemplo, algunos
pastores protestantes recurren a este tipo de acción; son lacayos del
enemigo que intenta colonizar de nuevo a Corea. Estamos seguros de
que los religiosos mismos denunciarán y eliminarán a esos pastores
vendepatrias que, de veras, son enemigos de los religiosos y enemigos
de todo el pueblo coreano, aunque se hayan puesto la máscara de
“amigos de los religiosos”.
También algunos dicen que no se debe elegir a las mujeres como
miembros del comité popular, ni permitir incluso que participen en las
elecciones. Esta es también una opinión errónea.
Las mujeres constituyen la mitad de la población. Si la mitad del
pueblo no participa en las elecciones de los órganos del poder o en sus
labores, de ninguna manera se podrá considerar ese poder como un
poder genuinamente popular. Las mujeres forman una gran fuerza, y
muchas de ellas, en nada inferiores a los hombres, realizan el trabajo
de restauración de nuestro país. En nuestro país, a las mujeres se les
han otorgado legalmente iguales derechos que a los hombres en todas
las esferas. Por eso, la Ley de la Igualdad de los Derechos del Hombre
y la Mujer tiene que ser materializada totalmente también en las
elecciones de los miembros del comité popular y sólo entonces éstas
podrán considerarse genuinamente democráticas.
Las elecciones de los miembros del comité popular que vamos a
efectuar esta vez son las más progresistas y democráticas. Lo podemos
ver claramente, sobre todo, en la composición social de los candidatos.
Entre los candidatos a miembros del comité popular, presentados en
común por nuestro Frente Unido Nacional Democrático, figuran
representantes de diversos partidos democráticos y personalidades sin
partido, así como representantes de todas las clases y capas del pueblo:
obreros, campesinos, intelectuales, comerciantes, empresarios,
500
artesanos, religiosos, etc. Si no es en una sociedad genuinamente
democrática, en la que el pueblo ya es dueño de su propio destino, es
difícil pensar que los obreros y campesinos puedan elegir a muchos
representantes suyos en el poder. Entre los candidatos existen
igualmente muchos representantes de los intelectuales y ésta es
también, creo, una cosa natural. Nuestros intelectuales, que sirven con
todo su vigor y talento a la construcción de una patria rica y poderosa y
a la creación de una vida dichosa del pueblo, deben desempeñar
naturalmente un importante papel en los comités populares, junto con
los obreros y campesinos.
Las elecciones de los miembros del comité popular son
estrictamente generales e iguales. Todos los ciudadanos de nuestro
país pueden ser electos o elegir con iguales derechos. No hay
diferencia o restricción en el derecho a votar o ser electo desde el punto
de vista de la pertenencia al partido, posesión de bienes, condición de
residencia, creencias religiosas, etc.
Que las presentes elecciones son las más democráticas lo podemos
ver también en el hecho de que el propio pueblo vota anónimamente
por los candidatos y elige directamente a los miembros del comité
popular. Para crear un verdadero Poder popular es totalmente
incompatible el sufragio indirecto, y este método de votación lo
aplican sólo los círculos privilegiados que temen al pueblo, con el fin
de engañarlo.
El verdadero carácter popular de nuestro poder y la gran tarea que
tiene ante sí les asignan deberes muy importantes a los miembros del
comité popular que van a ser electos en breve. Los miembros de
nuestro comité popular deben amar infinitamente a su patria y a su
pueblo, servirle con fidelidad desplegando toda su energía y talento y
luchar hasta el fin sólo por los intereses del pueblo, superando todas las
dificultades con valentía y abnegación, sin dar ni un paso atrás frente a
todos los obstáculos con que puedan tropezar.
El miembro del comité popular es un activista estatal y fiel servidor
del pueblo. Los miembros del comité popular deben siempre adherirse
a los principios y a la justicia en la ejecución de todos los trabajos,
501
organizar y dirigir correctamente al pueblo y esforzarse diariamente
para elevar su nivel político y de conocimientos. Los miembros del
comité popular deben ser trabajadores que mantienen estrechas
relaciones con el pueblo y escuchan con atención sus exigencias; que
no sólo saben enseñar al pueblo, sino también aprender de él; y que
siempre saben revisar su propia labor y rectificar sus defectos. De
veras, el deber del miembro del comité popular es importante y
glorioso.
Nuestros electores deben elegir a estos trabajadores avanzados
como miembros del comité popular; y los miembros electos, cumplir
óptimamente con su deber.
Además, los electores deben examinar siempre el trabajo del
miembro del comité popular que eligieron, y en el caso de que éste no
realice bien su labor o traicione la confianza del pueblo, lo destituirán y
elegirán de nuevo como miembro del comité popular a otro trabajador
que sea fiel al pueblo.
Queridos compatriotas, hermanos y hermanas:
Hoy día, nuestro pueblo considera como un orgullo infinito el elegir
con sus manos a los miembros del comité popular —genuino poder del
pueblo— y acoge el día del sufragio con esperanza y convicción.
Todos los electores, sin excepción, deben participar el 3 de
noviembre en las elecciones de los órganos del Poder popular, y
cumplir así su sagrado deber para con la patria. Los electores deben
votar por los mejores representantes de todas las clases y capas del
pueblo, por los candidatos que presentó el Frente Unido Nacional
Democrático y por los verdaderos patriotas que aman ardorosamente a
su patria y a su pueblo y luchan con abnegación para construir un
Estado democrático e independiente, rico y poderoso.
El día del sufragio se aproxima aceleradamente y la campaña
electoral ha entrado en su etapa más importante. Es posible que surjan
en estos momentos individuos que intenten estorbar nuestras históricas
elecciones. Tenemos que asegurar la brillante victoria del sufragio
democrático, aplastando por completo las maniobras de los elementos
reaccionarios que actúan con rabia para frustrar las elecciones.
502
Nuestro pueblo, libre del yugo de dominación colonial del
imperialismo japonés, ha conseguido ya con sus abnegados esfuerzos
enormes éxitos en la construcción de una vida nueva. Sin embargo,
esto no es más que un paso inicial encaminado a construir una patria
democrática, rica y poderosa y nos enfrentamos a tareas difíciles pero
importantes. En adelante debemos construir un Estado soberano,
independiente y democrático, restaurar y desarrollar con rapidez la
economía nacional, mejorar el bienestar material de todo el pueblo y
hacer florecer y desarrollar nuestra cultura nacional.
A fin de realizar con éxito todas estas tareas, tenemos que
consolidar aún más los organismos de nuestro Poder popular y
fortalecer más la unidad y cohesión de todo el pueblo. En esto tienen
una importantísima significación las presentes elecciones de los
miembros de los comités populares de provincia, ciudad y distrito. Por
eso, la totalidad del pueblo debe asegurar con sus fuerzas unidas, y al
mismo paso, la realización exitosa de las presentes elecciones y
avanzar vigorosamente hacia la nueva y gran victoria, en la causa de la
construcción de un Estado democrático.
Todos los ciudadanos coreanos, sin excepción, que aman a la patria
y desean su propia felicidad y la de todo el pueblo, deben acudir al
lugar del sufragio y votar juntos por los candidatos para miembros del
comité popular.
Estoy convencido de que ustedes, al participar con entusiasmo
unánime en las inminentes elecciones de los miembros de los comités
populares de provincia, ciudad y distrito, demostrarán la voluntad
indoblegable del pueblo coreano, tendiente a lograr la libertad y la
independencia completa de la patria y manifestarán ante el mundo
entero que nuestro pueblo, despierto y unido, es capaz de ejercer la
autonomía y puede hacer seguramente de nuestro país un Estado
avanzado, independiente y democrático.
503
PARA ELEVAR EL PAPEL DE
LOS MIEMBROS DEL COMITÉ POPULAR
504
pueblo coreano rechaza el poder dictatorial de la clase propietaria a la
norteamericana. La forma de poder que nuestro pueblo quiere es el
genuino Poder popular para extensas masas populares, de diferentes
clases y capas sociales, y que represente sus intereses. Sólo el Comité
Popular es la forma de poder que se corresponde plenamente con la
voluntad de todo el pueblo coreano y que favorece la conquista de la
completa soberanía e independencia democráticas de Corea.
Los imperialistas norteamericanos y los elementos reaccionarios
promueven toda clase de maquinaciones para fabricar un poder
antipopular contrario a la voluntad de nuestro pueblo. Pretenden
como si en el poder debieran colocarse unos cuantos capitalistas o
gente privilegiada.
El objetivo que hoy persiguen los imperialistas norteamericanos en
su intento de imponer en nuestro país un poder reaccionario consiste en
realizar sus designios de agresión. Como saben que no podrán convertir
a nuestro país en su colonia si los representantes de amplios sectores del
pueblo, de diferentes clases y capas sociales, participan en el gobierno
provisional de Corea, maniobran para establecer un poder representativo
de unos cuantos grupos reaccionarios.
Todo el tejemaneje del imperialismo estadounidense y sus lacayos
para imponer un poder reaccionario en Corea lo desbarató
rotundamente nuestro pueblo en las elecciones democráticas.
Consolidando por la ley los comités populares, legítimos órganos de
Poder popular, mediante la realización victoriosa de las recientes
elecciones, hemos hecho pedazos las intrigas reaccionarias de los
imperialistas norteamericanos de convertir Corea en su colonia y les
hemos asestado un golpe demoledor. Al haber fortalecido el Poder
popular con el triunfo de las elecciones democráticas, nuestro país se
halla ahora en condiciones para contribuir activamente a la lucha por el
desarrollo democrático y la paz en el mundo, hombro con hombro con
los distintos países de democracia.
Pero el hecho de que en el Norte de Corea se llevaran a buen
término las reformas democráticas y se consolidaran legalmente los
comités populares, no quiere decir que se hayan resuelto ni mucho
505
menos todos los problemas. Los éxitos logrados hasta ahora por
nuestro pueblo en el cumplimiento de las tareas democráticas no son
más que las bases para la conquista de la plena soberanía e
independencia del país. Partiendo de aquí tenemos que construir desde
ahora un país con una vida feliz y digna para todo el pueblo.
Para edificar un Estado democrático, soberano e independiente,
rico y poderoso, tenemos que fortalecer más el Poder popular y dar más
fuerte impulso a la construcción de la democracia. Y esto requiere que
elevemos decisivamente el papel de los miembros del Comité Popular,
los cuales deberán dedicar todos sus esfuerzos al buen cumplimiento
de las grandes tareas que tienen.
Los miembros del Comité Popular procurarán que el Poder popular
siga la política justa que conviene al pueblo.
Nuestro Comité Popular es el órgano de poder del pueblo. Por la
experiencia de la vida en el pasado año, nuestro pueblo sabe hoy bien
que sólo el Comité Popular es el verdadero defensor de sus intereses y
confía todo su destino en él. Así pues, el Comité Popular debe trazar
naturalmente una política justa que asegure una vida feliz a todo el
pueblo.
Con objeto de elaborar una política verdaderamente popular es
preciso conocer qué es lo que exige y quiere hacer el pueblo, y tomar
en buena consideración la voluntad de las masas populares de las
distintas capas y clases. Sólo la política que refleja fielmente la
voluntad del pueblo puede ser popular, y por tanto ser acogida de buen
grado y llevada a la práctica por las masas. Si hemos tenido esta gran
victoria en las históricas primeras elecciones democráticas fue porque
éstas fueron fiel reflejo de los anhelos de amplias masas afiliadas en
cada partido político y organización social.
Para cumplir bien con su papel, los miembros del Comité Popular
deben compenetrarse con las masas. Hallándose siempre entre ellas
prestarán oídos a lo que dicen y captarán a tiempo sus demandas. Si los
miembros del Comité Popular no conocen los verdaderos deseos de las
masas populares y exponen como opiniones suyas los rumores que se
dicen entre bastidores, las doctrinas de un tal “ismo” o citas de una
506
obra de algún hombre, no será ello más que vana palabrería contraria a
la realidad y la voluntad de las masas populares, y de nada servirá en la
elaboración de la política del Poder popular.
Los miembros del Comité Popular, teniendo presente que su
actuación está a la vista de las masas populares, deberán visitar
fábricas y minas, ciudades y el campo, llanuras y aldeas de montaña, en
fin, ir a todas partes donde hay pueblo, dondequiera que sea, para
escuchar la voz de las diferentes clases y capas de amplias masas y
transmitirla al Comité Popular. Los miembros que son de origen obrero
y campesino, que recojan las buenas opiniones entre las masas obreras
y campesinas; las mujeres miembros, entre la población femenina; los
que representan los círculos de cultura y religión, entre los trabajadores
de la cultura y los creyentes, para luego someterlas a discusión en el
Comité Popular. Es así como acertarán en la definición de una política
positiva que interese al pueblo.
Pero los miembros del Comité Popular no deberán aceptar
indeliberadamente las opiniones de aislados individuos sin previo
análisis, por creer que son de las masas. Entre las masas hay todavía
gente que tiene una comprensión errónea de nuestra línea democrática.
Si los miembros del Comité Popular hacen caso sólo de aisladas
opiniones tomándolas como expresión de la voluntad de las masas,
incurrirán en un gran error en su trabajo. Que los miembros del Comité
Popular sepan distinguir bien lo positivo de lo negativo en las
opiniones de las masas y que rechacen lo negativo.
Pero no en todos los que opinan erróneamente se debe sospechar o
repudiar. Desde luego, tenemos que combatir a los que exponen sus
opiniones tergiversando intencionadamente los hechos para entorpecer
la labor del Poder popular, pero entre los que presentan criterios
erróneos por incomprensión de nuestra línea democrática se impone la
necesidad de explicársela. Los miembros del Comité Popular tienen
que explicarle a las claras al pueblo la naturaleza y justeza de la línea
democrática, para que comprenda el verdadero sentido de todos los
problemas.
Los miembros del Comité Popular procurarán que se trace una
507
correcta política del Poder popular, haciendo al mismo tiempo ingentes
esfuerzos para llevarla a la práctica.
La política del Poder popular, una vez trazada justamente como fiel
reflejo de la voluntad del pueblo, tienen que plasmarla en la realidad las
mismas masas populares. Por buena que sea la política que presentemos,
si no se pone en práctica, si se queda sobre papel, de nada servirá.
Para llevar a buen término la política del Poder popular, primero
hay que divulgarla bien entre las masas. Los miembros del Comité
Popular no sólo deben tener ellos mismos buen conocimiento de todas
las políticas del Poder popular sino también divulgarlas entre extensas
masas populares. De este modo conseguirán que el pueblo entero tenga
clara idea de todas las medidas del Poder popular y las haga suyas.
Los miembros del Comité Popular han de ir en primera fila en el
cumplimiento de la política del Poder popular. Tienen que obrar con
acierto en la ejecución cabal de las leyes, resoluciones o indicaciones
del Poder popular, organizando y movilizando activamente a amplias
masas populares, para que la labor de la edificación de la democracia
marche bien.
A fin de desempeñar satisfactoriamente su papel, los miembros del
Comité Popular deben tomar la justa actitud de aprender de las masas
populares.
Los burócratas de la sociedad feudal o de la sociedad capitalista se
ponen por encima del pueblo, lo tratan a base de órdenes y gritos en
vez de apoyarse en las masas populares, pero los miembros del Comité
Popular, como intérpretes que son de los intereses del pueblo, no se
portarán nunca así. Nuestros funcionarios no deben abusar de
autoridad como los burócratas de los organismos de dominación de la
vieja sociedad, sino compenetrarse hondamente con el pueblo y
aprender de él.
Las masas populares quizás no entiendan bien los asuntos
oficinescos ni sepan escribir tan bien como nuestros funcionarios, pero
son más inteligentes e ingeniosas y saben distinguir lo justo de lo
erróneo mejor que nadie. Pues siempre son justas, inteligentes y fuertes.
Precisamente por eso nuestros funcionarios deben hallarse entre
508
amplias masas populares, preguntarles de todo, aprender de ellas.
Los miembros del Comité Popular deberán procurar siempre
aprender de las masas populares. Especialmente de los obreros y
campesinos la fidelidad al Estado y el sentimiento de fervoroso amor a
la patria y la nación. Importa también aprender de su noble virtud de
cuidar el patrimonio del país y del pueblo, patrimonio que costó trabajo,
de esmerarse por la vida económica del país. Los miembros del
Comité Popular deben crear un ambiente de modesto aprendizaje de
las masas populares, trabajar apoyándose firmemente en el pueblo.
Los miembros del Comité Popular deben saber combatir los
fenómenos negativos. Tienen que oponerse a las manifestaciones de
parasitismo, desfalco y derroche de los bienes del país y del pueblo, y
demás tendencias injustas. En particular, averiguar si entre los
funcionarios de órganos de Poder popular no se dan fenómenos
indecorosos y negligentes de perseguir sólo cobrar salario sin trabajar
como fieles servidores del pueblo, y combatir enérgicamente lo
negativo que haya para corregirlo a su debido tiempo.
Pero aprendiendo de las masas populares, luchando contra los
fenómenos negativos, los miembros del Comité Popular tienen que
enseñarles también a ellas. Porque sólo así podrán trabajar acorde con
la justa línea del Poder popular y ser fieles servidores del pueblo.
Ahora quisiera hablarles de algunas tareas inmediatas.
Una de las tareas más importantes que hoy enfrentamos es la de
asegurar buen éxito a la recaudación del impuesto agrícola en especie.
La recaudación oportuna del impuesto agrícola en especie nos
ayudará a resolver el problema de víveres en el país. En el mundo de
hoy todos los países sin excepción tienen dificultades de alimentación,
razón por la que es difícil conseguir granos del extranjero. En esta
situación debemos solucionar el problema de víveres en el país en todo
caso con nuestras propias cosechas de cereales. Sin cobrar el impuesto
agrícola en especie de los campesinos no podremos asegurar el
suministro de víveres a los obreros, empleados y estudiantes, desde
luego, ni siquiera tampoco conseguir la recuperación de la industria
que prevemos para el año 1947.
509
Por eso, uno de los problemas políticos capitales que hoy tenemos
en el Norte de Corea es la política de alimentos, de donde sigue que
tarea esencial a cumplir por nuestros miembros del Comité Popular es
precisamente trabajar con abnegación en el cumplimiento de la política
alimenticia del Estado. Así que, para resolver el problema de los
víveres en el país, los miembros del Comité Popular tendrán que
empeñarse en la recaudación del impuesto agrícola en especie.
Problema que merece atención en la recaudación del impuesto
agrícola en especie es el de la cantidad exacta a cobrar en función del
sistema vigente. No se deberá percibir ni más ni menos que la cantidad
fijada. En la cantidad exacta, el 25% de la cosecha.
Es necesario desarrollar una gran campaña de vanguardia en el
pago total del impuesto agrícola en especie, para su oportuna y exitosa
recaudación. Hace ya tiempo que se decidió desplegarla, pero no se ha
emprendido debidamente la labor organizativa para ello. Si
organizamos bien esta campaña, podemos llevar a feliz término la
recogida del impuesto agrícola en especie. Los miembros del Comité
Popular deben ir a los campesinos a organizar con acierto la campaña
de vanguardia en el pago total del impuesto agrícola en especie y
promover una actividad de esclarecimiento y de propaganda para que
lo entreguen en el plazo fijado. Se conseguirá así que los campesinos
muestren su entusiasmo patriótico mediante el pago total y rápido del
impuesto agrícola en especie.
Los órganos de Poder popular tienen que esforzarse para llevar a
cabo la rehabilitación y desarrollo de la industria.
La rehabilitación de la industria es la base para la construcción de
un Estado soberano e independiente, rico y poderoso, factor clave para
la mejora del bienestar del pueblo. Para el fortalecimiento y el progreso
del país y asegurar una vida feliz al pueblo se necesita aumentar la
producción, lo que se conseguirá reconstruyendo y desarrollando la
industria.
Hoy tenemos una industria muy débil, todavía no produce en gran
cantidad los bienes necesarios para la edificación de una nueva Corea y
para el pueblo. Esto impide no sólo avanzar más en la edificación de la
510
democracia a pesar de la posibilidad que para ello hay, sino también
elevar el salario a los obreros y empleados y suministrar debidamente
artículos de primera necesidad al pueblo.
Para recuperar y desarrollar lo más pronto posible la industria y
producir más es preciso que todos los obreros y empleados trabajen
mejor como encargados que son de la producción. Entre ellos hay
todavía gente que no tiene clara conciencia de que son dueños del país.
Algunos, inconscientes de su condición de dueños de la fábrica o la
empresa, del ferrocarril o del banco, trabajan con espíritu de servir en
casa ajena. En consecuencia no elevan la productividad del trabajo ni
cuidan de los preciados bienes del país, los malgastan.
Tenemos que hacer de tal modo que obreros y empleados
comprendan bien que trabajan para el país y para sí mismos como
dueños del Estado y de las fábricas, de modo que cumplan sus tareas
con el mismo esmero con que se ocupan de los quehaceres de su propia
casa. Que todos los obreros y empleados, con la conciencia de dueños,
trabajen con ahínco para producir más, superando con audacia todas
las dificultades y obstáculos con que tropiecen en el proceso de la
producción.
Hace falta desenmascarar y denunciar resueltamente los crímenes
de los projaponeses y de los traidores a la nación.
La camarilla de Syngman Rhee del Sur de Corea es traidor que ha
renegado del país y de la nación. En el pasado, cuando los auténticos
patriotas de Corea luchaban con las armas en la mano contra el
imperialismo japonés derramando la sangre por la independencia del país,
la pandilla de Syngman Rhee se ocupaba de satisfacer sus intereses
personales en ultramar, cobrando fondos de ayuda so pretexto de que
hacían falta para el “movimiento de independencia”, y cometió el crimen
de vender el país y la nación. Así sigue siendo después de la liberación.
El año pasado, la camarilla de Syngman Rhee se enzarzó en disputa
sectaria y fraguó la división nacional en el Sur de Corea, y obedeciendo
servilmente a la administración militar de EE.UU., cometió el acto nunca
perdonable de cerrar las escuelas democráticas y detener, encarcelar y
asesinar a gran número de patriotas y otros habitantes.
511
La pandilla de Syngman Rhee ha recurrido a todos los medios y
métodos para frenar la construcción de nuestra democracia infiltrando
elementos de subversión y sabotaje en el Norte de Corea. Llegó incluso
a incendiar aserraderos y asesinar a los hijos de un cuadro del Comité
Popular Provisional de Corea del Norte. También durante las recientes
elecciones la camarilla de Syngman Rhee maniobró para destruir ese
sufragio democrático instigando a algunos sacerdotes reaccionarios en
el Norte de Corea. Sin embargo, el pueblo y los sacerdotes progresistas,
lejos de seguir a los sacerdotes reaccionarios, tomaron parte activa en
las elecciones democráticas.
Como hemos visto, en el tiempo pasado la camarilla de Syngman
Rhee no hizo absolutamente nada para el bien del país, y si hay algo no
son más que traiciones a la nación, obrando como enemigo del pueblo.
Todos estos hechos del pasado muestran claramente qué camino siguen
ellos. La pandilla de Syngman Rhee va por el camino de oposición a la
democracia, de impedir la soberanía e independencia total de Corea y
convertir otra vez a nuestro pueblo en esclavo colonial del imperialismo.
Nosotros tenemos el deber de poner al pueblo bien al corriente del
crimen antipopular de los projaponeses y los traidores a la nación y
exhortar convincentemente a las masas populares a la lucha contra
ellos. Si todo el pueblo lucha decidido y bien unido, entonces hará
fracasar todas las conspiraciones de los reaccionarios y construirá con
éxito en Corea un Estado democrático, completamente soberano e
independiente.
Miembros del Comité Popular:
En el Norte de Corea, en la mitad del territorio coreano, ya arraigó
profundamente un verdadero poder democrático. Esto ya confirma
nuestra victoria. Ninguna fuerza es capaz de desbaratar nuestro triunfo.
Apoyándonos en los ya logrados éxitos despleguemos una dinámica
lucha por establecer un gobierno central democrático unificado.
Espero que ustedes, profundamente conscientes del honroso deber
que les toca cumplir, contribuyan eficazmente al fortalecimiento del
Poder popular y a la aceleración de nuestra construcción de la
democracia, elevando su papel como miembros del Comité Popular.
512
EL DEBER INMEDIATO DE
LOS FUNCIONARIOS DE FISCALÍAS
Y ÓRGANOS DE SEGURIDAD
513
combates por el cumplimiento de su importante misión. La noble
fidelidad de quienes murieron luchando por la patria y el pueblo,
quedará grabada eternamente en lo profundo del corazón de nuestro
pueblo.
La brillante victoria de las elecciones de los miembros de comités
populares de provincia, ciudad y distrito, realizadas el 3 de noviembre
pasado, afirma que Corea del Norte se desarrolla, siguiendo la justa
línea democrática y, al mismo tiempo, testimonia que los funcionarios
de fiscalía y órganos de seguridad han venido defendiendo con valentía
todos los éxitos democráticos logrados en Corea del Norte de los
embates de los elementos reaccionarios.
Sin embargo, si revisamos el trabajo de un año de estos órganos en
Corea del Norte, vemos que todavía padecen de muchos defectos. En
comparación con las pesadas tareas que asumen, tanto los funcionarios
de fiscalía como los de la seguridad, dejan mucho que desear en su
capacidad y no han podido responder plenamente a la esperanza y
demanda del pueblo.
Para colmo, hubo casos en que elementos extraños lograron
penetrar en esos órganos y mancillaron el honor de sus filas. Por
ejemplo, cuando la reforma agraria, en las fiscalías se encontraban
algunos sujetos que impidieron la reforma agraria comprometidos con
los complots de los terratenientes reaccionarios y hubo otros que no
aplicaron con el rigor debido las medidas contra los projaponeses y los
traidores a la nación. Además hubo elementos que no podían ejecutar
enérgicamente su deber principal por la inconsistencia de su formación
ideológica democrática y saboteadores que no tomaban parte activa en
la realización de las reformas democráticas.
Además en los órganos de seguridad aparecieron algunos sujetos
que, todavía empapados en la concepción de omnipotencia de la
policía fomentada por el imperialismo japonés, arrestaban y torturaban
ilegalmente a las gentes, confiscaban y disponían de manera arbitraria
de las viviendas y bienes de la población. En ellos se dieron también
erróneas tendencias a actuar a su antojo despreciando el decreto sobre
la defensa de los derechos humanos y las instrucciones de la fiscalía al
514
respecto, que los organismos del Estado democrático debían observar
más rigurosamente.
Debido a que los funcionarios de los órganos fiscales y de
seguridad no lograron comprender correctamente el cargo que se les
había asignado, se observaron entre ellos manifestaciones de
egocentrismo institucional, lo que perjudicó el trabajo general de
dichos órganos y constituyó un gran obstáculo para sus funcionarios en
el cumplimiento de su papel como fieles servidores del pueblo.
Sólo cuando dichas instituciones se ayuden y cooperen, cuando
determinen minuciosamente la asignación de sus tareas y colaboración
operacional, como las dos ruedas de la carreta, pueden asegurar
cabalmente la construcción democrática y la defensa de los derechos
humanos.
Entonces, ¿cuáles son las misiones principales de estos dos
organismos?
La misión de la fiscalía democrática consiste, primero, en defender
la obra de nuestro pueblo por la construcción del Estado democrático,
soberano e independiente y, segundo, en proteger los derechos del
hombre.
Para el cumplimiento de esta misión principal el Comité Popular
Provisional de Corea del Norte definió detalladamente por decreto las
funciones del procurador.
La función de éste no está limitada al registro y acusación de delitos
sino que consiste, principalmente, en velar, a base de los principios
democráticos, cómo se efectúan en los órganos estatales y
organizaciones sociales y entre las masas populares las decisiones y
órdenes del Comité Popular Provisional de Corea del Norte y de todos
sus departamentos y supervisar el cumplimiento de las resoluciones y
disposiciones de los comités populares de provincia, ciudad y distrito.
Y, además, el fiscal tiene el deber de controlar las actividades de los
órganos de seguridad, aprobar o desaprobar las iniciativas de detención
de ciudadanos y constatar si el juicio se realiza o no justamente, no sólo
en los casos criminales, sino también en los casos civiles.
Así, pues, la misión del órgano fiscal del Estado democrático que
515
sirve al pueblo, es muy importante y difiere, en lo esencial, de la del
Estado imperialista. Hemos creado fiscalías en cada ciudad y distrito
para defender el poder y proteger los derechos del pueblo.
Ustedes deben comprender que si la fiscalía no cumple normal y
cabalmente con su tarea, de ninguna manera será posible la
construcción del Estado democrático.
La misión principal del órgano de seguridad popular está en
mantener la seguridad y el orden públicos y defender realmente la
dignidad personal y los bienes del pueblo. En todo caso, nuestro
órgano de seguridad es para el pueblo y debe pertenecerle.
En el Japón imperialista y los demás Estados fascistas son violados
completamente la dignidad personal y el honor del pueblo por la
arbitrariedad policíaca, pero, en nuestro país, donde se ha establecido
el Poder popular, esa dignidad y ese honor de todos los ciudadanos,
siendo más valiosos como son, están preservados por el órgano de
seguridad popular. Nuestro órgano de seguridad popular debe cumplir
fielmente esta misión que le fue asignada.
Para que los órganos fiscales y de seguridad lleven a cabo
plenamente su misión principal es necesario que su sistema orgánico y
los elementos que los componen, así como el contenido y método de su
trabajo, deben ser genuinamente democráticos y observar más
estrictamente los decretos que los concretizan. Los reglamentos
detallados y los procedimientos definidos en esos decretos no son una
mera formalidad sino el método necesario para la realización cabal de
la democracia. Sólo cuando cada cual cumple fielmente con su misión,
a base de estos decretos, será posible reforzar nuestra organización y
manifestar plenamente la superioridad del régimen democrático.
Debemos comprender seriamente que, en la hora actual, la tendencia a
menospreciar todos los reglamentos detallados, definidos en los
decretos, como una trivial formalidad burocrática, es absolutamente
perniciosa, que debilita la organización y demora el trabajo.
Con motivo de la presente reunión llamo a todos los funcionarios
de los órganos fiscales y de seguridad a esforzarse con toda abnegación
para superar los puntos débiles de trabajo arriba mencionados, ser más
516
fieles en el cumplimiento de sus tareas, elevar el prestigio y la función
de sus órganos mediante el trabajo, asegurar la ejecución correcta de
toda la labor del Comité Popular Provisional de Corea del Norte y
defender con más firmeza los logros de las reformas democráticas
realizadas en Corea del Norte.
Ahora bien, pasaré a referirme a algunas tareas inmediatas que se
presentan ante los órganos fiscales y de seguridad.
Primero, es necesario eliminar los residuos del imperialismo
japonés en su trabajo. Para ello hay que cumplir fielmente todos los
decretos promulgados por el Comité Popular Provisional de Corea del
Norte, acabar drásticamente con los actos negativos como los que
perpetraban la fiscalía y policía del imperialismo japonés, tales como
arrestos y detenciones ilegales a los ciudadanos, torturas y sobornos, e
intensificar los reglamentos, el orden y la disciplina.
Segundo, los funcionarios de los órganos fiscales y de seguridad
deben ser entusiastas servidores del pueblo, personas ilimitadamente
fieles al Estado y el pueblo, laboriosas, intachables y valientes, y
esforzarse constantemente para unirse a base de la camaradería y
asegurar la cohesión ideológica de sus filas.
Tercero, cuidarán los bienes del Estado y defenderán la propiedad
privada. Bajo la dominación del imperialismo japonés, todos los bienes
del pueblo coreano estaban fuera de la protección legal, pero, hoy en
día, estimarlos y protegerlos constituye una de nuestras tareas
importantes.
Es importante, sobre todo, la protección de los bienes convertidos
en propiedad del Estado en virtud de la Ley de la Nacionalización de
las Industrias. Es tarea nuestra apreciar todos los bienes nacionalizados,
cuidándolos y protegiéndolos como sus dueños. Los funcionarios de la
seguridad y la fiscalía han de estar particularmente conscientes de su
deber de defender, en primer término todas las instalaciones y
materiales de las empresas estatales, contra las acciones destructivas
de los reaccionarios y las sustracciones de materiales por elementos
extraños.
Cuarto, todos los funcionarios de la seguridad y la fiscalía no
517
deben dormirse sobre los laureles por las victorias conquistadas, sino
elevar la vigilancia, manteniéndose alerta ante la indolencia que pueda
surgir en las condiciones favorables creadas en Corea del Norte, de
modo que estén permanentemente dispuestos a cumplir con su misión,
sin vacilación alguna ante ninguna de condiciones desfavorables,
vicisitudes y confusiones.
Quinto, los funcionarios que trabajan en los organismos de
seguridad y en la fiscalía se empeñarán permanentemente para ampliar
los conocimientos y la capacidad necesarios a su trabajo y elevar el
nivel político y cultural. Intensificarán el estudio político y se
esforzarán de manera incesante para dotarse de cualidades dignas
como auténticos trabajadores fiscales y de seguridad populares.
Asimismo desplegarán dinámicamente la lucha contra todos los delitos
y actos subversivos.
Sexto, colaborarán en las tareas de recaudación de impuestos
agrícolas en especie de modo que ésta se cumpla con éxito. Deben
comprender en su real dimensión la importante significación política y
económica que tienen estos impuestos y ejecutar cabalmente todas las
resoluciones respecto a éstos.
Teniendo en cuenta el hecho de que todavía nuestros trabajadores
de los comités populares locales no cumplen de manera satisfactoria
con sus obligaciones y que algunos campesinos atrasados —en casos
aislados— entregan datos falsos en cuanto a la superficie cultivada, el
rendimiento de la cosecha, los daños naturales y otros, es preciso
combatir fuertemente estas manifestaciones. En particular, se
movilizarán en la tarea de asegurar que los impuestos en especie
fijados sean entregados infaliblemente en la cantidad y el plazo,
observando rigurosamente la “resolución No 110” y, al mismo tiempo,
deberán actuar con energía para asegurar la conservación y el
transporte de los impuestos en especie cobrados y prevenir las
especulaciones de los elementos espurios.
Estas son importantes tareas inmediatas asignadas a los
funcionarios de la seguridad y la fiscalía.
Ustedes son trabajadores que tienen el honor de luchar por
518
defender directamente a nuestro Poder popular, proteger los derechos
humanos y garantizar la labor de construcción democrática en Corea
del Norte. De ahí que ustedes tengan que odiar, más que nadie, a los
enemigos y estar imbuidos de sentimiento de amor a la patria y a la
nación, y asimismo de una alta dignidad nacional.
Estoy seguro de que ustedes poseerán esta noble preparación
espiritual y serán leales hasta el fin a sus deberes como servidores del
pueblo para hacer mayores aportes al desarrollo normal del trabajo de
la fiscalía y la seguridad, cuya significación es de tanta importancia en
la construcción democrática, y, más adelante, a la creación de una base
sólida para la construcción del Estado democrático, soberano e
independiente.
519
SOBRE EL BALANCE DE LAS ELECCIONES
DEMOCRÁTICAS Y LAS TAREAS INMEDIATAS
DEL COMITÉ POPULAR
520
alcanzado nuestro pueblo coreano y la firmeza de su unidad y
disposición. Constituye una clara advertencia de que nadie puede
atentar a su antojo contra los intereses y el poder del pueblo coreano.
El triunfo en las recientes elecciones corrobora una vez más que el
camino que hoy sigue nuestro pueblo es realmente un camino para las
masas populares, para la construcción de un Estado auténticamente
independiente y unificado, un camino que todo el pueblo exige y apoya
calurosamente.
La victoria electoral constituye un ingrediente más de la firme
confianza de nuestro pueblo en sus fuerzas y de su fe inconmovible en
que sus empresas son justas y se coronarán sin falta con nuevas
victorias.
Mientras el pueblo norcoreano participaba en las elecciones
democráticas, los grupos reaccionarios de Corea del Sur montaron el
tablado de la farsa y realizaron las llamadas “elecciones de los órganos
legislativos”. Estas son rechazadas por todo el pueblo surcoreano e
incluso encuentran opositores en los partidos políticos de derecha que
ellos mismos fabricaron y dirigían.
Mediante las recientes elecciones hemos aglutinado más
firmemente a las fuerzas democráticas y consolidado aún más las
realizaciones registradas durante un año.
Compañeros:
Las recientes elecciones conformaron un juicio popular justo y
solemne sobre el trabajo efectuado por nuestro comité popular durante
un año. A través de sus experiencias personales, el pueblo ha llegado a
darse cuenta de que el comité popular es el poder que defiende
realmente sus intereses; que precisamente este poder merece la
confianza y a él puede confiar su destino sin ninguna preocupación. De
ahí que en las recientes elecciones nuestro pueblo manifestara su pleno
apoyo y confianza al comité popular.
¿A qué se deben el prestigio del comité popular y la confianza
profunda que el pueblo deposita en él, demostrados uno y otra en la
vida práctica y, además, atestiguados plenamente por el resultado de
las recientes elecciones?
521
Se deben, antes que nada, a que el comité popular no sólo
representa y defiende los intereses de todo el pueblo sino que además
está integrado por representantes de todos los sectores y capas del
pueblo. Precisamente ahí radica la gran vitalidad del comité popular.
Las siguientes cifras de los resultados electorales muestran con
claridad que nuestro comité popular es un órgano de poder genuino del
pueblo, organizado con sus representantes de todos los sectores. De las
3 459 personas que fueron elegidas miembros del comité popular de
provincia, ciudad y distrito son:
obreros.......................................510.........14.7%
campesinos ................................1 256......36.4%
funcionarios ...............................1 056......30.5%
trabajadores de la cultura...........311.........9.0%
comerciantes..............................145.........4.2%
empresarios................................73...........2.1%
religiosos. ..................................94...........2.7%
ex-terratenientes ........................14...........0.4%
De los miembros de los comités populares 453 son mujeres, cifra
equivalente al 13.1 por ciento del número total.
La clase obrera, que bajo la dominación colonial fue víctima de la
explotación y la persecución más crueles de los bandidos japoneses,
habiendo sostenido una lucha más resuelta contra los enemigos, juega
un papel de vanguardia en la construcción por la vía democrática de su
país liberado. Por eso, es natural que muchos obreros hayan integrado
el Poder popular. Hasta la fecha a los campesinos, aunque componen la
mayoría absoluta de la población, jamás se les reconoció ningún
derecho sino que fueron pisoteados habiendo sido invariablemente
objeto de la explotación y opresión por parte de los privilegiados. Y
también es natural que ellos fueran elegidos en mayor número como
representantes a nuestros órganos de Poder popular. Fuera de ellos,
integran los comités populares empleados, exponentes de la cultura,
empresarios, comerciantes y religiosos.
Las mujeres, que en la Corea caduca, feudal y colonial fueron
pisoteadas, privadas de su legítimo derecho a ser tratadas como seres
522
humanos, hoy, en la Corea nueva, aparecen dignamente en el escenario
político y envían a sus numerosas representantes a los órganos del
Poder popular.
Todo esto atestigua el hecho de que el comité popular posee
estrechas vinculaciones con amplias masas populares y en ellas tiene
echadas sus profundas raíces. Además evidencia que nuestro comité
popular es un tipo de poder democrático que se basa en el Frente Unido
Nacional y representa las exigencias y los intereses de las amplias
masas populares de todos los sectores y capas.
A través del trabajo práctico realizado durante un año transcurrido,
el comité popular ha demostrado palmariamente que sólo un poder así
conformado posibilita la liberación de las masas populares de las
nefastas consecuencias de la dominación enemiga, la elevación de su
nivel de vida material y cultural y la construcción de un Estado
independiente y democrático, rico y poderoso.
El comité popular ha efectuado la reforma agraria y, distribuyendo
la tierra a los campesinos que la cultivan, los emancipó del sistema
feudal de arrendamiento y les ha abierto el camino para crear la nueva
vida. Hoy en día los dueños del campo no son los nobles o los
terratenientes sino los campesinos que trabajan con la azada.
El solo hecho de que los campesinos hayan participado con tal
entusiasmo en las recientes elecciones y las hayan celebrado tan
calurosamente es muy demostrativo de su confianza y su respeto al
comité popular. El ardiente patriotismo y el espíritu voluntarioso que
ellos han manifestado en la campaña de entrega total de los impuestos
en especie que hoy tiene lugar en Corea del Norte, suscitan la
admiración general, y nos proporcionan gran ánimo y fuerza a los
encargados de los asuntos estatales.
Al confiscar y nacionalizar el comité popular las empresas
industriales que estaban en manos del Estado japonés, de los
particulares japoneses y traidores a la nación, todas las industrias se
han puesto a servir para el mejoramiento de la vida material y cultural
de las masas populares y la restauración y el desarrollo del Estado. Al
implantar la jornada laboral de 8 horas, el sistema de protección del
523
trabajo y de seguros sociales, ha emancipado a los obreros y empleados
de la explotación colonial y creado condiciones para elevar
rápidamente su nivel de vida material y cultural.
En virtud de la ley del Estado el comité popular protege los bienes
particulares, fomenta las empresas y el comercio privados y estimula y
desarrolla la iniciativa creadora de empresarios y comerciantes.
Con la finalidad de desarrollar nuestra cultura nacional el comité
popular ha reformado el sistema educativo y ha dedicado todos los
esfuerzos a la creación de un gran número de institutos, escuelas
especializadas y otras instituciones culturales.
En virtud de la ley del Estado la mujer ha llegado a gozar de
iguales derechos que el hombre y participa activamente en todas las
actividades sociales y en la construcción del Estado.
En el curso de su trabajo efectivo en interés de las masas populares,
el comité popular ha establecido íntimas relaciones con todos los
sectores y capas del pueblo, mereciendo entre las masas populares un
prestigio que nadie puede menoscabar.
Podemos decir sin titubeo que ninguna fuerza reaccionaria es
capaz de atreverse a destruir un poder que, arraigándose
profundamente en las masas populares, ha establecido sólidas
relaciones con ellas y conquistado su confianza en la vida práctica.
Es lícito que sintamos un gran orgullo por haber establecido en
nuestro país el comité popular, un tipo de genuino Poder popular.
Compañeros miembros del comité popular:
Mas todas estas victorias no se han sido conquistadas por si solas
sino en una tensa lucha contra los enemigos.
Las bandas de reaccionarios surcoreanos que no ven con buenos
ojos nuestros éxitos, hostilizan a la democracia y se oponen a la
soberanía e independencia de Corea, intentaron frustrar por todos los
medios las recientes elecciones democráticas en Corea del Norte.
También ellos sabían bien de antemano que estas elecciones
tendrían una gran importancia en el desarrollo democrático de Corea y
en la construcción de un Estado unificado, soberano e independiente, y
que dicha victoria les propinaría contundentes golpes. Por esta razón,
524
recurrieron a toda clase de maquinaciones siniestras con el objeto de
frustrarlas.
Los reaccionarios surcoreanos coordinaron organizadamente los
actos de sabotaje a las elecciones. Una vez comenzadas las labores
electorales, ordenaron a sus seguidores divulgar rumores tales como:
“las elecciones no valen nada”, “las elecciones son antidemocráticas”,
“es prematuro para las elecciones”, y con ellos pretendieron propagar
tergiversadas la significación y la naturaleza democrática de las
recientes elecciones entre los habitantes.
Además, los reaccionarios recurrieron a los métodos más viles para
sembrar la discordia entre los diversos partidos políticos y más
adelante deshacer el Frente Unido Nacional Democrático. Ellos decían:
“No hace falta candidato común. La libre competencia, ésa sí que es
verdadera elección democrática”, “Los resultados de las elecciones
harán a un tal partido acaparar el predominio”, “Significará la muerte
para tal partido si no llega al poder en esta ocasión”, y con esas
calumnias y difamaciones de toda laya maniobraron frenéticamente
para deshacer el Frente Unido Nacional Democrático y frustrar las
elecciones.
Los elementos reaccionarios intentaron sobornar a aquellos obreros
que llevaban una vida pobre y hacer fracasar las labores electorales
incitando a los estudiantes. E incluso trataron de atizar a los
exterratenientes con la mentira absurda de que “les rescatarían las tierras”.
Enviaron como espías a unos pastores cristianos malintencionados a
quienes consideraron dignos de su confianza y urdieron toda clase de
maquinaciones para atraer a los religiosos honestos.
Por último, los elementos reaccionarios tramaron la llamada
“campaña de urna negra”. Es decir, había que participar en las
votaciones, pero los votos deberían ser depositados en la urna negra.
En Sinuiju, por ejemplo, andando al acecho por callejones obscuros,
los reaccionarios detenían a las mujeres y las agitaban engañosamente
para que en caso de que apoyaban a los candidatos introdujeran sus
votos en urnas negras. A pesar de las perversas maquinaciones e
intrigas de los reaccionarios, todos los sectores de la población de
525
Corea del Norte se movilizaron unánimemente para celebrar
victoriosamente las elecciones y frustraron por completo los esfuerzos
desesperados de estos reaccionarios ignominiosos.
A través de las recientes elecciones debemos sacar debidas
lecciones sobre las actividades de los grupos reaccionarios. De
ninguna manera debe ser la victoria motivo de que nos durmamos
sobre los laureles o nos vanagloriemos.
Nunca debemos olvidar que cuanto más se agranden las fuerzas del
pueblo y se eleve su conciencia política, cuanto más se consoliden las
bases democráticas, se aproxime el día de la independencia completa y
el fin de las fuerzas reaccionarias, tanto más frenéticos se harán los
esfuerzos reaccionarios. Cuanto más potentes se hagan nuestras
fuerzas y se acerque la victoria final, tanto más deberemos intensificar
la vigilancia y prepararnos para hacer frente a una lucha más aguda y
complicada. La autosatisfacción y la embriaguez de sí mismo
significan de por sí la ruina.
La lucha contra los grupos reaccionarios se hace más aguda al paso
de los días. No debemos conceder a los enemigos ni la menor
oportunidad.
¿Por qué razón hemos registrado la victoria absoluta en las
presentes elecciones, a pesar de todos los sabotajes y complots
planificadamente perpetrados por los grupos reaccionarios?
Ello se debe, primero, a que se han elevado considerablemente la
conciencia política y el entusiasmo de las masas populares que aspiran
a la independencia, la soberanía y la democracia y a la férrea unidad de
todas las masas trabajadoras.
Las masas populares, plenamente conscientes de que el resultado
de estas elecciones constituiría un factor importante en su futuro
destino, pusieron todo empeño en elegir a los representantes capaces
de luchar tenazmente por sus intereses.
Segundo, el Frente Unido Nacional Democrático desempeñó un
gran papel. Así como en todas las reformas democráticas del pasado,
también en estas elecciones el frente unido fue una importante garantía
del triunfo.
526
El Frente Unido Nacional Democrático tiene bajo su jurisdicción a
masas organizadas de más de 6 millones de personas y ha crecido
como una poderosa fuerza capaz de rechazar con presteza cualquier
maquinación reaccionaria. Gracias a sus actividades este frente ya
goza de la confianza del pueblo, y se ha convertido en un factor
fundamental de la reciente victoria electoral.
Tercero, el papel de los propagandistas en la reciente campaña
electoral debe ser apreciado altamente. Casi todos, empezando por los
alumnos de primaria, los de secundaria, los estudiantes universitarios,
los jóvenes, las mujeres, los artistas y los miembros de las diversas
organizaciones sociales, se movilizaron y lucharon celosamente por la
victoria en las elecciones.
Una propagandista de una zona montañosa de la provincia de
Kangwon, por ejemplo, llevó a cabo la labor explicativa sobre las
elecciones andando con su bebé a la espalda por lugares montañosos
distanciados a 30 ó 40 ríes. En todos los lugares y rincones de Corea
del Norte se oyó el canto de los artistas y se organizaron veladas de
teatro y de bailes. En particular, fue grande el rol de los estudiantes.
Ellos realizaron la labor de explicación durante días y noches, tanto en
las calles como en las zonas rurales.
Lo más característico en esta propaganda electoral fue que se
efectuó en una campaña masiva y penetró profundamente entre las
masas populares.
El entusiasmo que manifestaron los propagandistas en las
recientes elecciones quedará eternamente grabado en nuestra historia
de la construcción del Estado como la expresión del patriotismo de
nuestro pueblo.
Todo ello constituyó factor importante en el aseguramiento de
nuestra presente victoria.
Y ahora quisiera referirme a las tareas de los comités populares.
Nuestro deber consiste en afianzar la victoria conquistada y en
canalizarla de modo planificado. Debemos cumplir, ante todo, las
siguientes tareas inmediatas:
Primero, hemos de fortalecer más los comités populares. Como
527
resultado de las elecciones, los comités populares se han consolidado
como poder legal. La tarea que tenemos por delante es elevar su
prestigio y su papel. Debemos mejorar y reforzar sus aparatos y dejar
establecido un correcto sistema de administración. Es preciso eliminar
toda clase de actos ilegales y los de violación de las leyes, observar
estrictamente las leyes del Estado y establecer la disciplina y el orden
en la administración.
Todavía en las labores de los comités populares se manifiesta
persistentemente el estilo burocrático. Los trámites complicados y las
maneras formalistas de trabajo constituyen un gran obstáculo para que
los habitantes se acerquen más y participen activamente en los trabajos
del comité popular. Esto contraviene al carácter esencial del comité
popular como auténtico poder del pueblo y constituye un gran
obstáculo que le impide manifestar plenamente su superioridad.
Además, debo decirles que dentro de los organismos del Poder popular
aún quedan, agazapados, elementos espurios, a causa de cuyas
actividades subversivas el pueblo sufre no pocas pérdidas.
Hay que excluir de los comités populares de todos niveles a las
personas carentes de responsabilidad y capacidad que pasan
cómodamente sin hacer nada, a los burócratas y elementos espurios
ideológicamente inconsecuentes. Debemos eliminar asimismo todo
método de trabajo formal. De esta manera se deberán reforzar los
órganos del poder, elevar su efectividad, simplificar los trabajos
oficinescos y excluir a todo personal innecesario.
Actualmente en el Comité Popular de la Ciudad Especial de
Pyongyang trabajan 1 106 personas, entre las cuales 51 son mozos de
servicio, y los jefes de secciones cuentan con más de un llamado
“ordenanza”. Por añadidura, en muchos organismos de la ciudad de
Pyongyang hay bastantes holgazanes que reciben simplemente el
dinero del Estado sin hacer nada más que ocupar un sitio mirando el
techo.
En cierta localidad se cobran a los campesinos impuestos que
ignora incluso el comité popular del distrito, para no hablar ya del
comité popular provincial. Y para colmo, no se trata de uno o dos
528
impuestos sino de más de diez. Por ejemplo, en la provincia de
Hamgyong del Norte los impuestos que se cobran a los campesinos
llegan a 17-22 tipos. No podemos menos que calificar todo esto como
actividades subversivas de los holgazanes y los elementos espurios,
quienes, al violar intencionadamente las leyes del Poder popular,
pretenden disminuir el prestigio de los comités populares y alejar al
pueblo de éstos.
La tarea más importante que tenemos hoy es la de eliminar todo
personal innecesario, expulsar a los burócratas y elementos espurios de
los comités populares y de esta manera consolidar la autoridad del
poder estatal y el respeto a las leyes. Si no se soluciona este problema
no será posible el mayor desarrollo del comité popular como genuino
poder del pueblo ni tampoco el cumplimiento de las nuevas y mayores
tareas que enfrentamos.
Todos los miembros del comité popular deben saber compenetrarse
con las masas, divulgar la política del comité popular entre ellas e
inspeccionar a menudo si ella se ejecuta correctamente. Debemos
prestar oídos a lo que dicen las masas, aprender de ellas ese buen don
de ser laboriosos y modestos y su inteligencia, para ser miembros del
comité popular que representan genuinamente los intereses del pueblo.
Además debemos ser sus dirigentes probados que no toleren ni pasen
por alto las costumbres caducas y tendencias erróneas que sobreviven
en ciertos sectores sino que sepan combatirlas para su corrección.
Los comités populares a todos los niveles habrán de intensificar la
dirección y control sobre los órganos de seguridad y fiscalía, así como
liquidar entre sus funcionarios toda clase de tendencias burocráticas y
autoritarias que les hacen apartarse de las masas.
Segundo, hay que impulsar a escala nacional y con dinamismo la
Campaña de Movilización Ideológica General para la Construcción del
Estado entre las amplias masas populares y librar la lucha por
transformar las conciencias ideológicas obsoletas.
Trabajen donde trabajen nuestros cuadros, ya sea en los
organismos de administración, industria, cultura, educación o de
seguridad, deben tener cabal conciencia de las circunstancias y
529
condiciones en que luchamos por construir un nuevo país. Muchos
cuadros no ven nuestras dificultades ni deficiencias. De ahí que ciertos
funcionarios tengan todavía hábitos nocivos: se aficionan al lujo y
viven en la corrupción y el libertinaje, persiguiendo el disfrute personal;
en lugar de procurar un avance mancomunado, superando las
dificultades en la ayuda mutua, temen las vicisitudes y se muestran
indolentes y perezosos; no se esfuerzan por crear lo nuevo ni quieren
estudiar. Son todas secuelas que nos dejó el imperialismo japonés
durante su prolongada dominación. Es obvio que no podemos construir
ahora un nuevo país en las difíciles circunstancias que enfrentamos, sin
desechar estos resabios caducos.
Como ustedes saben, hemos heredado del imperialismo japonés
sólo fábricas destruidas, organismos del transporte en estado caótico,
una economía rural en ruinas, cajas de caudales con el solo registro.
Tenemos mucha penuria y obstáculos. Actualmente luchamos en
condiciones muy duras por la edificación de un nuevo país, llevando al
hombro el destino de la nación. Por lo tanto, tenemos que avanzar
venciendo todas las dificultades, con los dientes bien apretados para
fabricar lo que no hay y sobrellevar la escasez.
Si nos inclinamos a la pereza, a la corrupción y al lujo, si nos
venciera el temor a las dificultades y fuésemos presa del afán de
disfrute personal, nuestra patria sería nuevamente victima de un
destino trágico.
Bien conscientes de las circunstancias y condiciones en que se
halla hoy nuestro país, debemos poner en juego más abnegación e
iniciativa creadora en nuestro trabajo.
Ocupando su puesto de vanguardia, los funcionarios de los
comités populares, de los organismos de la industria, la cultura, la
educación y de todos otros dominios han de emprender entre las
amplias masas la lucha contra las ideas obsoletas y pertrecharse con la
nueva ideología de construcción del Estado.
Todos los cuadros y el pueblo deben saber correctamente, ante
todo, cuán difícil es la situación económica que atraviesa nuestra patria.
De modo que todos nosotros, sin excepción alguna, tenemos que
530
trabajar laboriosa y responsablemente, creando un ambiente de trabajo
de cuatro horas, en tanto los otros realizan una jornada de dos, y de diez
o doce horas si otros trabajan ocho horas. Es necesario eliminar a los
perezosos que vegetan ociosamente en centros de trabajo, calles y
rincones oscuros.
Hace falta vigorizar la lucha contra todo tipo de despilfarro, estafa,
desfalco y otros vicios, y desplegar un movimiento masivo de ahorro
en todos los dominios, desde la administración de la economía estatal
hasta la vida privada de consumo.
Es menester eliminar las tendencias a la desorganización, el
desorden, a la flojera y a las nefastas prácticas de la calumnia y la
difamación, así como estimular la ayuda mutua, la unidad y el
desarrollo en conjunto. Hay que combatir resueltamente toda clase de
egoísmo que, pensando sólo en el goce personal, conduce al desprecio
por la comunidad del Estado y la sociedad, al derroche y a la
negligencia con los bienes estatales. Debemos formar una nueva moral
popular, según la cual los intereses sociales se pongan por encima de
los privados, se valoren y se cuiden los bienes del Estado.
Es imprescindible superar con valentía las dificultades en lugar de
temerlas, y criticar despiadadamente los defectos en vez de ocultarlos.
Es nuestro el deber de educar a las masas en la valentía y la paciencia
para que no teman ninguna dificultad ni obstáculo sino que los superen
hasta el fin, así como cultivar en ellas un espíritu de constante crítica y
corrección de los defectos.
Los cuadros han de estudiar pacientemente su trabajo asignado y
esforzarse por aprender los nuevos conocimientos y logros científicos,
combatiendo la errónea tendencia a renegar de la experiencia ajena,
embriagados por la propia autosuficiencia y el envanecimiento. De
modo que deben elevar su nivel profesional, compenetrarse de los
nuevos conocimientos científicos e introducir de modo activo las
experiencias positivas de los países adelantados.
En suma, nos hace falta emprender la revolución ideológica que
cultive el espíritu, los rasgos, la moral y la capacidad combativa
propios de los trabajadores de la nueva Corea democrática. Nos es
531
preciso eliminar todos los hábitos y actitudes de vida pesimistas y
corruptos que nos legó el imperialismo japonés, así como realizar la
gran transformación ideológica que cree un ambiente lleno de vigor y
de vidas latientes, el ambiente nacional de la nueva Corea democrática.
Tercero, hay que esforzarse por llevar a su término fijado la entrega
de los impuestos agrícolas en especie y traducir plenamente en realidad
la política de víveres del Estado. Cualquiera sea el país de que se trate,
la aplicación correcta de esta política tiene una gran importancia. Una
vez que el país posea cereales en abundancia será posible la
restauración y el desarrollo de la industria, la administración de
empresas del transporte ferroviario y el desenvolvimiento de la
educación y la cultura. En particular, como es el nuestro un país recién
emancipado, escasea en todo y carece de reservas de víveres, siendo su
necesidad más urgente la de los alimentos.
La penuria de víveres no aqueja sólo a nuestra Corea. Los pueblos
de todos los países sufren la dificultad de la provisión ya que hace
apenas un año que el mundo se liberó de las llamas de la guerra y hubo,
como si esto fuera poco, calamidades causadas por sequías e
inundaciones. De ahí que nos resulte difícil contar con la ayuda de
otros países en la resolución del problema de víveres. No tenemos otro
remedio que autoabastecernos, por todos los medios, de los cereales
que produce nuestra Corea del Norte.
Para esto, hemos de librar con vigor una campaña de entrega
patriótica de cereales con el fin de que los campesinos, luego de pagar
los impuestos en especie, donen más granos al Estado por amor al país.
Además, movilizando a las cooperativas de consumidores, debemos
realizar un activo acopio de granos cambiándolos por mercancías con
los campesinos. Así, pues, a medida que nuestro país vaya teniendo
cereales en abundancia podremos dar mayor impulso a la ejecución de
todas las políticas. Por lo tanto, enarbolando la consigna de “¡Donar
muchos cereales al Estado por la construcción del Estado democrático
y completamente independiente!”, deberíamos dirigir todas las fuerzas
a la recolección de los impuestos en especie.
Hay que impedir tajantemente que los especuladores lleven
532
víveres fuera de Corea del Norte. Es imperioso considerar como acto
subversivo contra la construcción democrática y como acción de
vendepatria el obligar al pueblo a padecer hambre mediante el desvío
de los víveres estatales para otra parte. Es necesario que todo el pueblo
luche contra semejantes elementos; los comités populares a todos los
niveles y los organismos de seguridad, fiscalía y justicia deben
castigarlos severamente conforme al código.
Luego es preciso dar la voz de partida a un dinámico movimiento
de ahorro de cereales. Comete un gran crimen contra el pueblo quien
sabe sólo recibirlos y no almacenarlos como es debido ni ahorrarlos.
Las secciones de administración de cereales de los comités populares a
todos los niveles y los organismos de seguridad deben encuestar a los
trabajadores físicos e intelectuales para elaborar una correcta
estadística, adoptar medidas severas contra el injusto racionamiento,
racionar más justamente sin el menor desperdicio. Sólo los que laboran
en su centro de trabajo y sus familiares tienen derecho a recibir la
ración de víveres; no deben proporcionar víveres a los ausentistas del
trabajo o los holgazanes que viven sin trabajar, con su solo nombre
registrado en centros de trabajo.
En ciertos campesinos sobrevive la idea errada y el mal hábito de
“comer todo cuanto haya”. Los comités populares deben prestar
especial atención a que los campesinos ahorren granos.
Nuestras labores de construcción del Estado no se coronarán en
uno o dos días. En este camino debemos prever encontrar muchos
obstáculos y vicisitudes. Y estar conscientes de que la situación
alimenticia seguirá siendo difícil por algún tiempo.
Es imperativo que nos opongamos resueltamente a la práctica de
cualquier género de despilfarro y consumo injusto, tales como el
malgasto en el campo de los granos con motivo de las bodas y exequias
o su derroche en la fabricación clandestina de bebidas alcohólicas
caseras.
Los comités populares a todos los niveles han de guardar bien y con
responsabilidad los cereales ya recibidos. Los reaccionarios intentan
recurrir a actividades subversivas siniestras tales como prender fuego a
533
nuestros graneros con el fin de lesionar los intereses de nuestra nación
y frustrar nuestro trabajo. Debemos cuidarnos siempre de tales
acciones perjudiciales de los enemigos y almacenar debidamente los
cereales de suerte que no se pudra ni un solo grano.
En una palabra, es preciso concentrar todas las fuerzas en el
combate por los víveres teniendo en cuenta que la aplicación correcta
o incorrecta de la política alimentaria en nuestra lucha actual viene a
ser un importante problema que determinará que salgamos vencedores
o vencidos.
Cuarto, restaurando y desarrollando cuanto antes la industria y el
transporte, debemos consagrar ingentes fuerzas a echar firmemente
las bases económicas para la construcción de un Estado democrático
soberano e independiente, y a mejorar la vida material y cultural del
pueblo. Los comités populares aún no prestan la debida atención a la
restauración de la industria. Esta y el transporte constituyen la espina
dorsal y la arteria de nuestra economía estatal. El comité popular debe
concentrar todo esfuerzo en la recuperación de la industria.
Habrá que seleccionar con audacia a los combatientes patriotas más
democráticos, a los activistas fieles a la política del Estado que luchan
consecuentemente contra los reaccionarios, así como a los honestos
obreros calificados para promoverlos como funcionarios de
administración fabril, y reeducar a aquellos funcionarios
administrativos indolentes e incapaces, incorporándolos en cursillos
para elevar su capacidad profesional y su nivel de conciencia política.
Es necesario, poniendo en acción al comité fabril, controlar la
gestión de las fábricas y combatir todas las tendencias erróneas que
surjan en ellas. Es decir, luchar resueltamente contra prácticas
malsanas de despilfarrar fondos estatales mediante el egreso injusto,
interceptar los víveres de los obreros y expropiar las viviendas de éstos
para darlas a los holgazanes.
Hay que dar a entender claramente a los obreros y empleados que
hoy las fábricas son suyas y que defenderlas y recuperar la industria
deviene en beneficio del propio país y la propia felicidad, así como
hacer que ellos luchen inexorablemente contra las tendencias a
534
infringir la disciplina de trabajo. De esta manera hay que aumentar sin
cesar la productividad del trabajo y acrecentar la producción superando
todas las dificultades. Todas las fábricas, empresas y organismos del
transporte deben autogestionarse y darle provechos al Estado en lugar
de administrarse con su auxilio.
Los comités populares a todos los niveles, desistiendo cuanto antes
del desinterés por la producción, deben realizar con responsabilidad las
tareas de dirigir y controlar como es debido las fábricas y empresas,
mejorar las condiciones de vida de los obreros, aumentar la
productividad del trabajo y proteger las empresas industriales estatales.
El departamento y la sección de industrias tendrán que organizar
planificadamente la labor, mostrar iniciativa para superar las
dificultades, coordinar y distribuir adecuadamente la mano de obra y
suministrar a tiempo las materias primas y materiales.
Quinto, es menester seguir consolidando en el campo los éxitos de
la reforma agraria y desarrollar a ritmo acelerado la economía rural. Ha
de realizarse el arado otoñal sin pérdida de tiempo y trazarse de
antemano el plan de producción del año próximo, haciendo desde ya
los preparativos completos como animales de tiro, semillas, aperos
agrícolas y abonos.
Sexto, hace falta elaborar la política financiera unificada y
planificada del Estado. Las finanzas constituyen un asunto
indispensable no sólo en el manejo de las fábricas y empresas sino
también en la administración del Estado. Hemos de superar la falta de
planeamiento y la confusión en la gestión financiera, surgidas a raíz de
la liberación, y equilibrar de manera planificada el ingreso y el egreso
según un presupuesto determinado.
Deberá elaborarse la estadística correcta respecto a las finanzas del
Estado y emprenderse esfuerzos por aumentar el ingreso estatal.
En lo sucesivo el comercio exterior se someterá al control y la
administración unificados del Estado. Enormes pérdidas hemos
sufrido hasta la fecha en este dominio por falta de dirección y
administración estatal. En el comercio exterior, las manos de los
agiotistas se llenan de suculentos lucros. Como el comercio se realiza
535
de manera dispersa, en varios lugares ocurren fenómenos intolerables
como el flujo de nuestros artículos de primera necesidad hacia afuera y
la entrada, en cambio, de mercancías inútiles en nuestro país.
En lo tocante a la recaudación de impuestos, la carencia de plan y
la irresponsabilidad de los funcionarios encargados, causan en la
actualidad un grave daño a las finanzas estatales. Hoy, cuando se
aproxima el fin de año, aún no se ha recaudado más que el 60 por
ciento de los impuestos. Ahora, grandes sumas de dinero no están en
circulación en los organismos financieros del Estado sino, antes bien,
se encuentran latentes en el poder de los particulares. De modo que los
fondos que deberían ser canalizados en la recuperación de la industria
están concentrados en las manos de particulares, en especial, de los
agiotistas, lo que motiva el alza del precio de las mercancías. Es una
de las causas principales que originan dificultades a las finanzas
estatales.
Los comités populares de todos los niveles, mediante la propaganda
explicativa y otros métodos diversos, deben lograr que los fondos
privados inactivos se inviertan en la recuperación industrial y se
depositen en los bancos. Hace falta llamar al pueblo a un movimiento
patriótico de ahorro por la construcción del Estado democrático; todos
los organismos de administración y demás órganos estatales y sociales
deben emprender una lucha contra el despilfarro. Hay que prohibir
todo tipo de egresos fuera del presupuesto y concentrar de manera
unificada toda la gestión financiera en su órgano central, imponiendo
rígidas sanciones legales al egreso ilícito y a las prácticas de
desperdicio.
Séptimo, el comité popular ha de esforzarse aún más por el
progreso de la ciencia, las artes y la cultura de nuestro país, y
desarrollar rápidamente la labor de enseñanza desarraigando los
detritos del imperialismo japonés que sobreviven en las instituciones
de la educación popular. Aprovechando el período de menos
atareamiento agrícola de invierno, debe librarse una extensa campaña
de alfabetización y prestarse gran atención al alumbramiento de la
población rural.
536
Los comités populares tienen que invertir grandes energías en la
formación de cuadros. Hay que levantar en diversos lugares escuelas
tecnológicas nocturnas, secundarias nocturnas y, además, distintos
centros de entrenamiento. En nuestra actual construcción democrática
la clave de todos los problemas está, a fin de cuentas, en el asunto de
cuadros. Resolverlo o no constituirá un importante factor que
determine el éxito o el fracaso de nuestro trabajo. Lo es aún más
particularmente en cuanto a la formación de cuadros técnicos. Si no
logramos formar a los cuadros nacionales en breve plazo,
tropezaremos con grandes dificultades en todos los dominios y no
podremos dar ni un solo paso adelante. Los comités populares deben
consagrar ingentes esfuerzos a la formación de cuadros nacionales y al
mismo tiempo saber apreciarlos, conocerlos y seleccionarlos
correctamente para ubicarlos en los puestos adecuados.
Octavo, los comités populares habrán de fortalecer y estrechar más
la amistad y la colaboración con los países socialistas y todas las demás
naciones amantes de la libertad y la democracia, tomando parte activa
en la lucha por la paz mundial y la seguridad de los pueblos.
Tengo la absoluta confianza de que nuestros comités populares
cumplirán exitosamente estas tareas para la rápida constitución de la
república popular democrática unificada, exigencia y objetivo que
apremian a todo el pueblo coreano.
537
POR LA GESTIÓN PLANIFICADA DE
LAS EMPRESAS ESTATALES
538
democrático independiente, rico y poderoso, como tampoco mejorar el
bienestar del pueblo.
Como es sabido por todos, la economía de nuestro país estuvo
durante muchos años subordinada al imperialismo japonés, que la
sometió a un despiadado saqueo colonial. Consecuencia de ello fue que
hemos tenido que emprender el camino de la construcción de la nueva
Corea democrática apoyándonos en una economía muy atrasada y
desequilibrada y, para colmo, devastada. Nuestro país sigue siendo aún
un Estado agrícola atrasado, con muy bajo nivel de desarrollo de la
industria en la economía nacional.
Para obtener la independencia económica del país y alcanzar a los
países avanzados en todos los aspectos, debemos acabar con nuestro
atraso industrial y construir una industria independiente que nos
asegure producir con nuestros propios medios diversos bienes para las
necesidades internas. Sólo desarrollando la industria podremos
fomentar pronto la economía rural y todas las demás ramas de la
economía nacional.
Nuestra tarea inmediata consiste en restaurar la economía nacional,
sobre todo, reconstruir y desarrollar la industria, apoyándonos en los
éxitos de las reformas democráticas. Pero estamos tropezando con
diversas dificultades y obstáculos en este camino.
El mayor obstáculo con que tropezamos en la construcción de
nuestra industria es su carácter colonial de desequilibrio y
unilateralidad.
La industria que nos dejaron los imperialistas japoneses había sido
creada y explotada no para el desarrollo de la economía de Corea, ni
para mejorar el bienestar de nuestro pueblo, sino en provecho
exclusivo de esos saqueadores colonialistas, como apéndice de la
economía japonesa. Razón por la cual la propia estructura de la
industria quedó tan enormemente desequilibrada y tan unilateral. La
industria pesada representa un lugar relativamente grande, pero, en su
mayor parte, es la industria de extracción de riquezas naturales y
carece del sector de construcción de maquinaria y de una serie de otras
ramas importantes. Sobre todo, es insignificante la industria ligera.
539
Son muy débiles también las correlaciones entre los procesos de
producción dentro de una misma rama industrial, y ni que decir tiene
de entre distintas ramas. Por si esto fuera poco, dividido como está el
país, se agravan más la desproporción y la unilateralidad de nuestra
industria.
La gran escasez de materias primas y materiales necesarios para
restablecer y llevar adelante la industria es otro de los grandes
obstáculos con que tropezamos.
Originalmente, el nuestro era un país abundante en recursos
naturales. Pero como el imperialismo japonés los saqueó
despiadadamente y se los llevó a su país, a raíz de la liberación nos
quedaban muy pocas materias primas y materiales para satisfacer las
necesidades urgentes, y para colmo, ahora, al cabo de un año, están
casi agotándose. De ahí que suframos hoy esta escasez de materias
primas, de materiales y combustibles. Especialmente, la seria escasez
de hullas, en primer lugar, las hullas grasas, nos crea dificultades en
todas partes. Sobre todo, dado el estado de destrucción en que
quedaron las instalaciones de muchas fábricas y minas es muy difícil
cubrir con la producción doméstica la cantidad de materias primas y
materiales que nos falta.
Otro de los más graves obstáculos que afrontamos en la edificación
de la economía es la escasez de técnicos y obreros calificados.
Los imperialistas japoneses habían implantado una nefasta
enseñanza de esclavitud colonial en Corea, impidiéndoles así a los
coreanos a acceder a la formación técnica. Como consecuencia de esto
hoy disponemos de pocos científicos y técnicos e incluso de un escaso
contingente de obreros calificados. En nuestro país hay no sólo pocos
especialistas en ciencias naturales y tecnológicas sino también muy
reducido número de economistas capacitados para la gestión en la
industria. Por eso tenemos planteada hoy como una de las tareas más
urgentes la formación de gran número de técnicos y especialistas para
diversos dominios y obreros calificados que puedan hacerse cargo de
los principales procesos de producción en varias ramas.
Carecemos también de fondos para la recuperación y construcción
540
de la industria. Escasea no sólo el capital privado sino también los
fondos del Estado para la gestión de sus empresas. De aquí que la tarea
más importante que tenemos delante sea el resolver el problema de los
fondos indispensables para el desarrollo de la industria al incrementar
la acumulación estatal y movilizar todos los recursos financieros
posibles del país.
Como hemos visto más arriba, en la restauración de la industria
tropezamos con muchos obstáculos y difíciles condiciones, pero no nos
desanimemos nunca. En estas condiciones en que contamos con el Poder
popular y que hemos nacionalizado las principales industrias, podemos
vencer cualquier dificultad, restaurar y desarrollar nuestra industria en
breve tiempo e impulsar con éxito la obra de construcción del Estado, si
todo el pueblo muestra en máximo grado el entusiasmo y la iniciativa.
De decisiva importancia para superar las dificultades que surgen
en la construcción económica es fomentar el ánimo para la edificación
del país entre extensas masas populares. Sin embargo, entre nuestros
funcionarios no se manifiesta todavía el estilo de trabajo abnegado
consagrando todas las fuerzas y todo el talento para construir una
nueva Corea democrática, rica y poderosa. Hoy entre los trabajadores
responsables de las empresas estatales hay muchos que no tienen plena
conciencia de que ellos mismos son los verdaderos dueños de la fábrica
e incluso hay holgazanes que sustraen los bienes del país y del pueblo.
Debemos tener bien presente que sólo poniendo al rojo vivo el
entusiasmo patriótico y la disposición de construir el Estado podemos
restablecer y desarrollar con éxito la economía nacional, venciendo
todas las dificultades.
La Campaña de Movilización Ideológica General para la
Construcción del Estado es un factor que impulsa poderosamente la
construcción del país democrático. Por eso mismo debemos impulsarla
con mayor fuerza procurando que todas las personas se hagan siempre
un examen de cómo están manifestando la disposición para la
construcción del Estado y se hagan críticas mutuas con espíritu de
camaradería.
Para la rápida recuperación y avance de la economía nacional es
541
importante encauzar de forma planificada el desarrollo de las
industrias nacionalizadas y la dirección de las empresas estatales. Sólo
cuando desarrollemos de modo planificado la economía nacional,
sobre todo cuando aseguremos un sólido sistema de administración
planificada de la industria del Estado, podremos desenvolver con éxito
la construcción de nuestra economía y colocar sólidos cimientos para
la fundación del Estado democrático, unificado, rico y poderoso,
venciendo todas las dificultades.
Además de concentrar los esfuerzos en el desarrollo planificado de
la industria estatal, que es hoy propiedad de todo el pueblo, debemos al
mismo tiempo utilizar activamente el capital privado. De esta manera,
articularemos estrechamente las industrias estatales con las privadas,
promoviendo estas últimas a la vez que ampliaremos y fortaleceremos
con rapidez las primeras.
Considerando que los proyectos del plan de producción y de
finanzas para el año 1947, preparados esta vez por el Departamento de
Industria, se han trazado correctamente, en grandes líneas, en esta
dirección espero que para llevarlos a feliz término trabajarán ustedes
con tesón en todas las ramas y empresas.
Para dirigir con acierto la industria estatal guiándose por un plan,
hace falta ante todo conocer a fondo las leyes económicas y los
principios de administración empresarial que rigen en el sector
industrial nacionalizado. Sólo entonces se podrá administrar con éxito
las empresas estatales y mostrar plenamente su superioridad.
Desconociendo la estadística concreta del estado de la producción y
de la gestión es del todo imposible dirigir las empresas estatales de
forma planificada. Únicamente contando con estadísticas exactas de
los equipos, materiales, fondos y mano de obra y conociendo en
detalles la realidad objetiva se puede confeccionar un plan correcto, y
sólo disponiendo de un plan bien pensado y detallado se puede ejercer
la dirección de las empresas con criterios de planificación. Así pues,
nuestra urgente tarea consiste en implantar en todas las empresas un
sistema de cálculo de la gestión y de información de estadística.
Lo principal en la gestión planificada de la industria del Estado es
542
aplicar correctamente el sistema de autofinanciamiento.
No debemos menospreciar el cálculo económico por ser primordial
la producción. Desde luego, el objetivo y los principios de la
administración de la empresa estatal, que es propiedad del pueblo, son
diametralmente opuestos a los de la administración de la industria
capitalista. El objetivo de esta última es sacar ganancias explotando a
los obreros, pero, por el contrario, en nuestra empresa estatal no puede
haber explotación, su único objetivo es aumentar la producción para el
bienestar de los trabajadores. Pero si por eso vamos a permitir una
gestión no rentable e irracional con pérdidas, ello agravará las cargas
financieras del Estado y acabará repercutiendo negativamente en el
mejoramiento del bienestar de todo el pueblo. Por eso es preciso que
cada empresa del Estado aumente su rentabilidad incrementando la
productividad del trabajo, ahorrando materias primas y materiales y
reduciendo sistemáticamente el precio de fábrica de los productos,
para asegurar mayor acumulación estatal.
Espero que ustedes, compañeros directores de las empresas
estatales, confeccionen con acierto detallados planes de producción y
de finanzas para sus empresas conforme a los índices asignados en el
plan estatal que pronto tendrán y los sobrecumplan, poniendo en
acción todos los recursos y posibilidades para contribuir en gran
medida a la ampliación y al desarrollo de nuestra industria y al
mejoramiento del bienestar de los trabajadores.
Otro problema importante en la gestión empresarial consiste en
establecer un riguroso sistema de administración del patrimonio y
pagar debidamente los salarios.
Hay casos en que algunos trabajadores dicen de palabra preocuparse
por las fábricas y los bienes del pueblo, pero, en contubernio con los
especuladores que perjudican la construcción de la democracia,
disponen a su antojo de los bienes de las empresas del Estado en
beneficio propio. Estos robos de bienes estatales son actos antipopulares,
imperdonables en nuestro régimen de hoy. A los culpables de tales actos
se les deberá dar el castigo merecido que impone la ley de
administración de los bienes de las empresas estatales.
543
Por otra parte, hay también trabajadores con tendencias a rendir
menos y cobrar más, interpretando erróneamente el espíritu
fundamental de la Ley del Trabajo. Todos sin excepción deberán ser
retribuidos en función de la cantidad y la calidad del trabajo realizado.
No se puede tolerar que quien rinda menos en el trabajo pretenda
cobrar igual salario que los que trabajan más.
El igualitarismo en salarios, por injusto, debemos rechazarlo.
Hemos de fundamentar científicamente las normas del trabajo por
ramas y profesiones y establecer el principio de pagar más a los
obreros que las sobrecumplan.
Los compañeros directores de empresas tienen que abandonar la
vieja práctica de distribuir la mano de obra sin orden ni plan, emplearla
y organizar el trabajo racionalmente conforme a un plan detallado, y
fortalecer por todos los medios la disciplina laboral para acabar con el
despilfarro de la mano de obra en todas las fábricas y empresas, y que
no aparezca ningún caso de pereza.
Por último, quisiera recalcar que es muy grande la responsabilidad
que tienen ustedes en el ejercicio de la dirección de las empresas del
Estado.
El Estado les ha encargado a ustedes la administración de
empresas que son de propiedad de todo el pueblo, arterias vitales para
la construcción de una Corea democrática. Sólo ejerciendo bien
ustedes la administración planificada de las empresas estatales podrá
nuestra economía nacional restaurarse y desarrollarse con más rapidez
y se acelerará la construcción del Estado democrático y unificado,
soberano e independiente, rico y poderoso. Ustedes harán todo lo
posible para cumplir con ese deber importante que asumen.
Estoy firmemente convencido de que ustedes, que tienen el alto
honor de ser los directores de las empresas del Estado,
sobrecumplirán brillantemente el plan del año 1947, el primer plan de
la economía nacional en nuestro país, movilizando el entusiasmo y la
fuerza creadora de todos los obreros y los técnicos, en cumplimiento
total de las medidas del Comité Popular Provisional de Corea del
Norte.
544
SOBRE LA CREACIÓN DE LA AGENCIA
TELEGRÁFICA DE COREA DEL NORTE
545
exigencia del desarrollo de la realidad, por una parte y, por la otra,
contar sin falta con un organismo de información que reúna los datos
sobre la situación interna y externa y los distribuya de modo unitario
a los organismos de prensa e información. Hoy fundamos la Agencia
Telegráfica de Corea del Norte, precisamente para resolver este
problema.
La Agencia Telegráfica de Corea del Norte será el vocero oficial
de nuestro Poder popular. Una gran esperanza deposita el pueblo en
ella, cuya misión a cumplir es muy pesada.
La Agencia Telegráfica de Corea del Norte asume la misión de
proporcionar, con rapidez y certeza, a las editoriales de periódicos y
las estaciones de radio del centro y las localidades, los datos sobre la
vida política, económica y cultural de nuestro país y la situación
internacional, y de aclarar, al interior y exterior del país, nuestra
posición y opinión a través de informaciones y declaraciones oficiales.
Siendo un órgano del Estado que cuenta con poderosos medios
telegráficos y realiza las actividades de informaciones, es natural que
desempeñe el papel principal en el dominio de la prensa y la
información. En especial, dada la situación actual en que nuestro país
está dividido en el Sur y el Norte, el deber y el rol que ha de cumplir
la Agencia Telegráfica de Corea del Norte cobran una enorme
importancia.
A la Agencia Telegráfica le incumbe el deber de desplegar con
energía las actividades de información destinadas a propagar con
rapidez y certeza todas las medidas del Poder popular entre las
amplias masas populares y llamarlas a su materialización.
Las medidas del Poder popular están orientadas a la libertad y
felicidad del pueblo y a la edificación de un Estado independiente,
próspero y soberano, en nuestro país. Para materializarlas a cabalidad
es preciso movilizar a las amplias masas hacia este objetivo.
La Agencia Telegráfica deberá intensificar la labor de información
sobre las medidas del Poder popular, dar a conocer así, a tiempo y
con certeza, a las masas populares las resoluciones y directivas del
Comité Popular Provisional de Corea del Norte, y movilizarlas
546
activamente para su ejecución. Así también, la Agencia tendrá que
realizar fructíferas actividades informativas encaminadas a presentar
la lucha de las masas populares por construir una nueva Corea
democrática y la realidad de nuestro país que cambia y se desarrolla
de día en día y educarlas con la idea patriótica y democrática.
La Agencia Telegráfica elevará su función y papel combativos
para lograr que todo el pueblo se alce de manera activa en la lucha
por establecer el gobierno unificado democrático y alcanzar la
soberanía e independencia completas del país.
En el presente, los imperialistas norteamericanos que han ocupado
Corea del Sur, están urdiendo maniobras para convertir a nuestro país
en eterna colonia suya y la camarilla vendepatria de Syngman Rhee
hace frenéticos esfuerzos para conducir una vez más a nuestra patria
por el camino de la ruina siguiendo fielmente los dictados del
imperialismo norteamericano en su política de subyugación colonial
de Corea. Los imperialistas norteamericanos y sus lacayos
intensifican en Corea del Sur la represión y matanzas contra los
patriotas por una parte y, por la otra, lanzan calumnias y difamaciones
maliciosas, recurriendo a la demagogia contra Corea del Norte.
Bajo esta situación la Agencia Telegráfica de Corea del Norte
tendrá que entablar, naturalmente, una implacable lucha
propagandística contra los enemigos. En esta lucha los medios de
información de la Agencia Telegráfica de Corea del Norte deben
representar una poderosa arma, y cada frase y cada palabra de sus
informaciones, equivaler a perspicaces balas.
La Agencia Telegráfica debe desenmascarar por completo la
naturaleza agresiva de los imperialistas norteamericanos y sus
maniobras de colonización de Corea así como los actos de traición
reaccionarios y antipopulares de la camarilla de Syngman Rhee. Junto
con esto, ha de replicar y condenar con prontitud la demagogia de los
reaccionarios surcoreanos que calumnian y difaman nuestro régimen
democrático y las correctas medidas políticas del Poder popular. De
este modo hay que asestar duros golpes a los imperialistas yanquis y
sus lacayos y lograr que todo el pueblo despliegue una lucha
547
dinámica contra los enemigos que obstaculizan el desarrollo
democrático del país y la edificación del Estado, de completa
soberanía e independencia.
La Agencia Telegráfica llevará a buen término las actividades de
información en el exterior. Presentará y propagará ampliamente en el
extranjero la nueva y digna vida de nuestro pueblo que hoy se ha
convertido en el dueño auténtico del país y los valiosos éxitos y
experiencias que logra en la construcción de la Corea democrática. En
especial, ha de dar a conocer a los pueblos del mundo, de manera
precisa, la lucha de nuestro pueblo por la conquista de la soberanía e
independencia completas de la patria y la justeza de su causa. De este
modo, deberá hacer un gran aporte en cuanto a procurar el apoyo
internacional para la lucha de nuestro pueblo en la construcción del
Estado democrático, soberano e independiente.
La Agencia Telegráfica debe cumplir con agilidad la tarea de
facilitar los datos de la situación internacional a los órganos de prensa
e información.
El hecho de que la Agencia Telegráfica suministre datos
informativos internacionales a los organismos de prensa e
información tiene enorme importancia ya que permite asegurar la
uniformidad en las actividades informativas sobre la situación
internacional, profundizar la comprensión del pueblo respecto a la
situación política mundial y ampliar la visión política de las masas.
La Agencia Telegráfica deberá recoger oportunamente los datos
informativos de distintos países del mundo y redactarlos
satisfactoriamente con el fin de distribuirlos a los editoriales y
estaciones de radio.
Como la Agencia Telegráfica de Corea del Norte va a representar
la posición del Estado en las actividades informativas, cada palabra
suya ejercerá influencia sobre las actividades del Estado y la vida del
pueblo. Por lo tanto, en este trabajo la Agencia Telegráfica debe
asegurar elevado espíritu político-ideológico, combatividad y también,
máxima rapidez y exactitud.
Para asegurar el éxito en la labor de la Agencia Telegráfica de
548
Corea del Norte es importante consolidar su base material y técnica.
Sólo entonces podrá desarrollar a plenitud sus actividades en el plano
internacional y nacional.
Por este motivo, es necesario prestar una profunda atención a la
creación de la base material y técnica de la Agencia Telegráfica. De
modo particular, hay que dotarla lo más pronto posible con equipos
de radiocomunicaciones. Estos equipos deben instalarse no sólo en el
Centro sino también en las capitales de las provincias, incluyendo a
Hamhung y Chongjin. Y habrá que solucionar el problema de local
para la Agencia Telegráfica. Para ello, el Comité Popular de la
Ciudad de Pyongyang facilitará dentro de pocos días un edificio en
que pueda trabajar la Agencia.
Es preciso integrar las filas del personal de la Agencia Telegráfica
con buenos elementos. Estos deben ser personas con preparación
política y profesional y contar con alto espíritu de responsabilidad.
Por otra parte se deberá seleccionar y colocar a personas dignas como
sus enviados especiales en todas las provincias.
Si la Agencia Telegráfica logra crear su firme base
material-técnica, integrar las filas de su personal con buenos
elementos y desarrollar dinámicas actividades informativas, esto
alentará más enérgicamente al pueblo de Corea del Norte en pie de
lucha por la edificación de la nueva patria, inspirará gran fuerza al
pueblo surcoreano que aspira al desarrollo democrático de la sociedad
y asestará duros golpes a los imperialistas norteamericanos y las
bandas reaccionarias de Corea del Sur.
Mancomunemos nuestras fuerzas para constituir una poderosa
agencia y para que ésta pueda desarrollar pronto su labor de
información.
549
AL COMPAÑERO KIM JE WON Y
A LOS CAMPESINOS DEL DISTRITO
DE JAERYONG, PROVINCIA
DE HWANGHAE
13 de diciembre de 1946
550
compañero Kim Je Won en bien de la patria y el pueblo.
Campesinos como el compañero Kim Je Won son los verdaderos
campesinos de la nueva Corea de hoy. Convencido de que siguiendo
el ejemplo del compañero Kim Je Won ustedes dedicarán todo su
entusiasmo y trabajarán con más ardor en la construcción de una nueva
Corea democrática, deseo al compañero Kim Je Won y a los demás
campesinos del distrito de Jaeryong, provincia de Hwanghae, más
brillantes victorias y éxitos en la construcción del país.
551
AL MILLÓN DE COMPATRIOTAS
RESIDENTES EN JAPÓN
552
podido instituir un gobierno unificado nacional democrático ni está en
condiciones para acoger de inmediato al millón de compatriotas
residentes en Japón, que tantos deseos tienen de regresar a su querida
patria. Y es que, por culpa de las maquinaciones de los projaponeses,
proyanquis y traidores a la nación, que cuentan con el apoyo y ayuda
de la reacción internacional, se demora la aplicación de la resolución
de la Conferencia de Moscú de los Ministros de Relaciones Exteriores
de los Tres Países sobre la soberanía, la independencia y el desarrollo
democrático de Corea.
Hoy día el pueblo surcoreano está derramando sangre en la lucha
por reclamar a toda voz que también en Corea del Sur se lleven a cabo
las reformas democráticas como en el Norte.
Millón de compatriotas residentes en Japón:
Hoy el giro que ha tomado el destino de la patria no dejará de
ejercer influencia también en los destinos de ustedes.
Sólo siendo del todo independiente, con la formación de un
gobierno unificado nacional democrático, nuestra Corea podrá
elevarles el prestigio y extenderles la mano protectora como patria que
es de ustedes.
Millón de compatriotas residentes en Japón:
Basándose en la edificación en nuestra Corea del Norte, la
construcción de un país democrático y unificado de toda la nación será
sin falta una realidad en un futuro no lejano. Entonces, nuestra patria,
con su gran poderío, les dará fuerza, y los protegerá y estará en
condiciones de darles cálida acogida con todo lo necesario. Sé que
ustedes están cooperando con los verdaderos demócratas del Japón
para derrotar al imperialismo japonés.
Hoy día los reaccionarios que ponen obstáculos a la construcción
de la democracia en nuestra patria cuentan con una base internacional
en la que se apoyan en su actuación. Es porque los repudia la
abrumadora mayoría del pueblo coreano. Confío en que el millón de
compatriotas que viven en Japón estén conscientes de la importante
tarea que tienen para debilitar aún más la confabulación internacional
de los reaccionarios y sus cómplices. La fuerza de los reaccionarios de
553
hoy no es de ningún modo una fuerza que avanza y progresa, sino una
fuerza en decadencia y debilitamiento. Estoy seguro de que lucharán
unidos con nosotros hasta el día de la derrota de los reaccionarios en
Asia entera, conquistando aquí para siempre la libertad y la paz, en que
nuestro pueblo va a disfrutar tanto de una como de otra y nuestra
patria sea rica, poderosa y próspera y brille infinitamente con una
cultura floreciente.
¡Viva la independencia completa de Corea!
¡Viva la fundación de la República Popular Democrática de Corea!
554
SOBRE ALGUNOS DEBERES DEL FRENTE
UNIDO NACIONAL DEMOCRÁTICO
EN LA ÉPOCA ACTUAL
555
decir que responsables son Estados Unidos y los elementos
reaccionarios surcoreanos ocupados en vender la patria y en traicionar
a la nación bajo la protección de aquélla. Los reaccionarios internos y
externos, asustados por el inesperado poderío de las fuerzas
democráticas, que tanto han crecido a raíz de la liberación, dándose
cuenta de que si siguen así las cosas no tendrían tierra donde poner los
pies y que las fuerzas democráticas ocuparían sin duda la abrumadora
mayoría en el gobierno provisional que un día se iba a establecer,
hicieron fracasar intencionadamente a la Comisión Conjunta
Soviético-Norteamericana con el fin de reagrupar fuerzas y hacer
frente a las fuerzas democrático-patrióticas.
Como todos saben, tras la ruptura de la Comisión citada, la
administración militar norteamericana y los elementos reaccionarios
surcoreanos que se encontraban bajo el control de ésta, han
promovido y siguen promoviendo toda clase de actos viles para
dividir las fuerzas democráticas. Fomentan abiertamente en Corea del
Sur el terrorismo, la persecución y masacre inauditos contra todos los
partidos políticos, organizaciones sociales y personalidades patriotas,
agrupados en el Frente Democrático, y cierran por fuerza las
instituciones de la prensa democrática, infiltran a espías,
saboteadores, conspiradores y seudodemócratas en el seno del campo
democrático. Los reaccionarios norteamericanos y surcoreanos
trataron de infiltrar a estos lacayos suyos en el Partido
Neodemocrático, en el Popular y hasta en el Comunista para
descomponer desde dentro los partidos democráticos progresistas, y
especialmente tramaron toda suerte de subterfugios para impedir su
fusión.
Los reaccionarios, igual que en el Sur de Corea, conspiran también
en el Norte para escindir nuestro Frente Democrático y debilitar las
fuerzas democráticas infiltrando espías, saboteadores, conspiradores y
seudodemócratas en el seno de diferentes partidos políticos y
organizaciones sociales. Esto es muy grave y exige de nosotros
reforzar la vigilancia.
Hace poco, un tal Kim, expresidente del Partido Democrático de la
556
provincia de Hamgyong del Sur, se opuso abiertamente al comité
popular, desafió al Partido del Trabajo e intentó desmembrar el Frente
Unido Nacional. En las provincias de Hamgyong del Sur y de
Kangwon hubo incluso militantes del Partido Democrático que
insistieron devolver la tierra a los terratenientes y hacer otra reforma
agraria. En el distrito de Ryongchon de la provincia de Phyong-an del
Norte se dio el caso de que se organizara por separado la sección de la
juventud en el Partido Democrático con el fin de dividir la Unión de la
Juventud Democrática, y en Namsi ciertos miembros del Partido
Democrático llegaron a organizar una “unión de no venta” opuesta al
acopio de los cereales. No son actos casuales ni mucho menos.
Los militantes del Partido Democrático que intentan debilitar la
unidad de nuestras fuerzas democráticas y hacer fracasar la
construcción de la democracia no están orientados en realidad por el
Partido Democrático de Corea sino por el de Hanguk. No toleremos
nunca estos hechos.
A juzgar por la situación real en que se están desarrollando
abiertamente los intentos del enemigo de dividir y socavar las fuerzas
democráticas, se nos plantea hoy como tarea sumamente importante
el fortalecer el Frente Unido Nacional Democrático que asume la
honrosa misión de construir una patria democrática, rica y
poderosa.
¿Qué debemos hacer para consolidar el Frente Democrático?
Hay que librar, ante todo, una lucha resuelta para desenmascarar y
eliminar de los partidos políticos y organizaciones sociales
democráticos a los espías, saboteadores, conspiradores y
seudodemócratas infiltrados en nuestras filas, a los que intentan
romper su cohesión. Sean quienes sean los que traten de destruir el
Frente Unido Nacional Democrático, son enemigos de nuestra nación,
enemigos de nuestro pueblo. Por eso no debemos aguantarlos ni un
momento, sino desenmascararlos y expulsarlos sin falta con la acción
de amplias masas.
Quiero hacer hincapié sobre todo en esta reunión en que todos los
partidos políticos intensifiquen aún más entre sus militantes el
557
esclarecimiento y la educación respecto al Frente Unido Nacional
Democrático. Es muy importante, pues, encauzar la educación de tal
modo que todos los militantes sin excepción, por no hablar ya de los
cuadros dirigentes del Centro, tengan buen conocimiento de la
necesidad del FUND, cuál es su tarea inmediata y qué hacer para
fortalecerlo.
Otra cosa a mencionar es que todos los partidos políticos deberían
dejar de admitir indeliberadamente en su seno a los expulsados de otros
partidos. Todos los partidos políticos de Corea del Norte son
democráticos. Se puede considerar, a fin de cuentas, a los que fueron
expulsados de estos partidos como elementos que han traicionado la
democracia y se han opuesto a la política del Poder popular. La
admisión irreflexiva de estos individuos en otros partidos
democráticos daña la labor del Frente Unido y, además, es lógico que
no se puedan esperar éxitos en el trabajo con su presencia.
Quisiera subrayar ahora la necesidad de que todos los partidos
democráticos contribuyan en común activamente al fortalecimiento de
las organizaciones sociales. En ciertos partidos políticos sigue
habiendo elementos que conspiran furtivamente para dividir las
organizaciones sociales.
En Corea del Norte se han constituido organizaciones de amplias
masas de obreros y otros trabajadores, entre ellas, los sindicatos, la
Unión de Campesinos, la Unión de la Juventud Democrática y la
Unión de Mujeres, que toman parte activa en la gran obra de la
construcción del país. Consolidarlas y fortalecer sus papeles debe ser
interés común de todos los partidos democráticos. No obstante, en
algunos partidos políticos subsiste la tendencia de constituir aparte
organizaciones sociales y ponerlas bajo su influencia, con mezquino
propósito malintencionado.
Son actos semejantes a los que realizan con gusto individuos
como Syngman Rhee y Jo Man Sik. En Corea del Sur, a pesar de
que se encuentra en activo el Consejo General de los Sindicatos
Obreros como entidad unida de masas de la clase obrera, los
imperialistas yanquis y los reaccionarios internos han formado
558
aparte una organización reaccionaria como el llamado “sindicato de
Corea del Sur”, mientras Jo Man Sik fingió ponerse de acuerdo
cuando hacía bastante tiempo se estaba creando la Unión de la
Juventud Democrática como organización unificada juvenil en Corea
del Norte, pero tramó un ardid para dividir el movimiento juvenil
constituyendo aparte la sección de la juventud en el Partido
Democrático. Estas maquinaciones divisionistas no favorecen más
que a los enemigos de nuestra nación y de nuestro pueblo, son
acciones imperdonables que perjudican inmensamente a nuestra
construcción democrática.
La política de división nacional es la política habitual de todos los
imperialistas. Ahora en Corea del Sur los imperialistas yanquis
practican precisamente esa política y los reaccionarios coreanos,
convertidos en esbirros de los amos yanquis, se desvelan vendiendo los
intereses de la nación. Tendremos que aislar por completo a estos
renegados, desbaratar resueltamente la astuta política de división
nacional promovida por los imperialistas yanquis, sobre todo
desenmascarar y frustrar a tiempo hasta la más insignificante
maquinación dirigida a socavar la unidad de nuestras organizaciones
democráticas de masas en Corea del Norte.
El camino que seguimos es uno solo y es único también el
objetivo que perseguimos. ¿Por qué dividir nuestras organizaciones
de masas? Si hubiera sujetos que traman esta división, serían sin duda
elementos de otro pelaje que se alimentan de ideas ajenas a la
democracia, individuos que no merecen perdón. Todos juntos
debemos combatir resueltamente todo intento de dividir nuestras
organizaciones democráticas de masas y descomponer nuestro Frente
Unido.
Quiero referirme por último a la necesidad de unificar la consigna
política de todos los partidos democráticos. Si observamos ahora las
consignas que leemos por las calles se encuentran no pocas en que los
partidos se ensalzan sólo a sí mismos, lo que es injusto. Es posible,
por supuesto, que en su interior los partidos procuren su propio
ensalzamiento, que cuelguen consignas independientes y promuevan
559
su propia educación ideológica. Sin embargo, estimamos necesario
que el lema político general que tiene por objeto a las masas
populares tenga un sentido unitario, bajo la aprobación del FUND o
del comité popular.
2. SOBRE LA CAMPAÑA
DE MOVILIZACIÓN IDEOLÓGICA
GENERAL PARA LA CONSTRUCCIÓN
DEL ESTADO
560
habla con frecuencia de la necesidad del ahorro, todavía se observan
por doquier numerosos casos de malversación. Aunque se habla
mucho de reducir el personal innecesario, se dan abundantes casos de
que los empleados que están de más en la plantilla del personal
permanecen ociosos dormitando ante sus mesas y de que
instituciones y organizaciones no tan necesarias ocupan edificios del
Estado. Organismos o entidades tienen cada cual sus respectivas
oficinas en las provincias, ciudades y distritos, en las que mantienen
un nutrido personal profesional. Numerosos funcionarios califican de
injusto este fenómeno, pero ellos mismos no se ponen a
remediarlo.
Abundan los lemas que exigen la expulsión de ladrones que
sustraen bienes del Estado para beneficio personal, y en efecto, en
todos los establecimientos han despedido a muchos desfalcadores,
malversadores, burócratas y holgazanes. Está bien que lo hagan, pero
lo mejor es educarlos, para que sean trabajadores que se entreguen
con abnegación a la causa de la construcción del país.
¿Por qué son pocos los hombres que se arrepienten de su error y dan
esta promesa: “He cometido faltas por ser inconsciente de la idea de
construcción del país, pero de ahora en adelante cambiaré y trabajaré
con abnegación por la patria y el pueblo”? Se puede considerar que
esto se debe, a fin de cuentas, a que el trabajo educativo no marcha
debidamente y que la campaña ideológica por la construcción del país
no prende profundamente en las masas.
Ahora en nuestro país se está desplegando la Campaña de
Movilización Ideológica General para la Construcción del Estado,
pero todavía no ha podido llegar a las amplias masas como un
movimiento de todas ellas, desarrollándose principalmente entre los
trabajadores dirigentes. Así no es posible implantar un nuevo
ambiente nacional.
La Campaña de Movilización Ideológica General para la
Construcción del Estado puede cosechar grandes éxitos sólo cuando se
convierta en un movimiento de todo el pueblo.
561
3. SOBRE EL ACOPIO DE CEREALES Y
EL RACIONAMIENTO DE VÍVERES
562
empleados sino también a toda la población. Sin embargo, como
recaudamos a los campesinos nada más que el impuesto agrícola en
especie que corresponde al 25 % de su cosecha, con esta cantidad no es
posible asegurar el suministro a todo el mundo. En estas condiciones es
natural que se distribuyan los víveres sólo a los funcionarios del
aparato del Estado y al personal de sus empresas.
Por ejemplo, los empresarios privados y los comerciantes de la
ciudad tienen ingresos decenas de veces mayores que los de los
obreros y empleados de las fábricas estatales. ¿Cómo es posible, pues,
suministrarles víveres al mismo precio que para el personal de la
empresa del Estado? Sin este beneficio estas personas tienen toda la
posibilidad de mantenerse con las provisiones compradas a precio de
mercado. No se extenderá el suministro tampoco a los obreros
deshonestos que estando inscritos en las fábricas estatales no trabajan,
tratando de beneficiarse de racionamiento de víveres. Es aconsejable
también utilizar las provisiones como medios para anular o bien
reducir el número de instituciones y organizaciones innecesarias, como
también reducir las plantillas de personal excesivamente grandes. De
todos modos, procuremos que consuman el arroz del Estado
únicamente los que trabajan honestamente para el país y el pueblo.
Deseo que todos los partidos políticos y organizaciones sociales
pertenecientes al Frente Unido Nacional Democrático, unidos con más
firmeza y en estrecha cooperación, cumplan brillantemente las tareas
que ahora incumben al FUND y contribuyan todos juntos a la rápida
construcción de nuestra nueva Corea democrática.
563