186120610-No-Temais-Manada-Pequena-doc
186120610-No-Temais-Manada-Pequena-doc
186120610-No-Temais-Manada-Pequena-doc
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ST, 26-04-1899.
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The Watchman: 24-04-1902
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Special Testimonies on Education:173-174
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ST, 15-06-1891
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ST, 05-12-1892
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formidable sacrificio fue traernos la libertad de hijos e hijas de Dios. Pero si acariciamos iniquidad en
nuestros corazones, frustramos el propósito de nuestro Salvador, y robamos a Dios el servicio que está
en su derecho recibir de nosotros. Jesús vino no para salvar a los hombres en sus pecados, sino de sus
pecados. “El pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4), y si no logramos obedecer la ley, no
aceptamos a nuestro Salvador. Nuestra única esperanza de salvación es a través de Cristo. Si su Espíritu
permanece en el corazón, el pecado no puede habitar allí.6
Debemos meditar sobre la misión de aquél que vino para salvar a su pueblo de sus pecados. Por lo
tanto, si contemplamos los temas celestiales, nuestra fe y amor crecerán más fuertes, y nuestras
oraciones serán más y más aceptables a Dios, porque estarán mezcladas con fe y amor. Serán
inteligentes y fervientes. Habrá una confianza más constante en Jesús, y una experiencia viva y diaria
en su poder de salvar hasta lo sumo a todo aquel que viene a Dios mediante él.7
¿Por qué no elevar vuestras mentes para que puedan permanecer en el Dador divino, y a través de
Cristo, llegar a ser hombres y mujeres vencedores? ¿Por qué no decir: “Dios ha prometido el poder, y
restauraré en mí la imagen moral del Creador y Redentor”? No permitan que la mente tenga comunión
con el enemigo. No mencionen su poder para desalentarles. Hablen de Cristo, de que es capaz de salvar
hasta lo sumo a todo aquel que se allega hasta Dios mediante él. Tenemos un Salvador íntegro, y por lo
tanto, tengamos una fe completa en aquél que murió por los pecados de los hombres, y para expiar mis
pecados. Cuando tomemos esta posición, encontraremos paz y descanso en nuestro Salvador.8
rehusamos la presencia del único que puede hacer nuestro camino resplandeciente y alegre.
Necesitamos cultivar la fe que obra por el amor, y purifica el alma. 10
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ST, 11-11-1880
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CS:361
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RH, 06-02-1879
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RH, 09-10-1913
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Él es nuestro modelo. Muchos niños y jóvenes desperdician el tiempo que hubieran podido usar para
llevar las cargas del hogar, y así mostrar un interés afectuoso por sus padres. La juventud podría cargar
sobre sus hombros jóvenes y fuertes muchas responsabilidades que alguien debe llevar.
Jesús no dedicó su tiempo a diversiones, como muchos jóvenes. Se aplicó diligentemente al estudio de
las Escrituras; porque sabía que debía estar lleno de preciosas instrucciones para todos los que
requirieran su consejo. Era fiel en el cumplimiento de sus deberes domésticos; y las primeras horas de
la mañana, en lugar de ser desperdiciadas en la cama, lo encontraban a menudo en un lugar retirado,
meditando e investigando las Escrituras, y en oración. Cada profecía concerniente a su obra y
mediación le era familiar, especialmente aquellas que hacían referencia a su humillación, expiación e
intercesión. En la niñez y juventud el objetivo de su vida estaba siempre ante él....
Jesús realizó su obra con alegría y tacto. Requiere mucha paciencia y espiritualidad llevar la religión
bíblica en la vida doméstica y en el trabajo, soportando la tensión del comercio mundano, y sin
embargo, mantener la vista en la gloria de Dios. Aquí es donde Cristo se transforma en un auxiliador.
Nunca estuvo tan lleno de cuidado mundanal como para no tener tiempo o dedicar pensamientos para
los asuntos celestiales.... Mantenía comunión con el cielo cantando; y cuando sus compañeros se
quejaban de cansancio, eran animados por la dulce melodía de sus labios.14
"En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando
dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas". (Mateo
3:1-3).
Juan el Bautista era un hombre lleno del Espíritu Santo desde su nacimiento. Si alguien podía
permanecer inafectado por las influencias corruptoras de la época en que vivió, con seguridad ese era
él. Sin embargo, no se aventuró confiando en su propia fortaleza; se separó de sus amigos y parientes,
para que sus afectos naturales no pudieran resultarle una trampa. Él no se colocaría innecesariamente
en el camino de la tentación ni donde los lujos o aun las comodidades de la vida le llevaran a gozarse
en el bienestar o satisfacción de su apetito, disminuyendo así su fortaleza física y mental. Mediante un
curso de acción semejante, la importante misión que había venido a desempeñar habría sido frustrada
en su cumplimiento.
Se sujetó a sí mismo para una vida de privación y soledad en lugares agrestes, donde podía preservar el
sentido sagrado de la majestad de Dios, mediante el estudio del gran libro de la naturaleza, llegando así
a conocer acerca de su carácter según se manifiesta en sus maravillosas obras. Era una atmósfera
planeada para perfeccionar la cultura moral, manteniendo el temor del Señor continuamente delante de
él. Juan, el precursor de Cristo, no se exponía a las malas conversaciones e influencias corruptoras del
mundo. Temía sus efectos sobre su conciencia, que el pecado no le pareciese así sumamente
pecaminoso. Eligió más bien tener su hogar en el desierto, donde sus sentidos no podrían ser
pervertidos por el ambiente circundante. Debemos aprender una lección del ejemplo de alguien a quién
Cristo honró, y de quién dijo: Entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el
Bautista.17
La preparación de Juan no estaba de acuerdo con las costumbres ordinarias de la sociedad. Iba a
contribuir decisivamente para dar una nueva dirección al pensamiento de sus contemporáneos,
despertándoles la necesidad de un tipo noble de dignidad. Dios quería moldear el carácter de su siervo
de acuerdo al modelo divino. El desierto era su aula. . . . Sus hábitos de vida eran tan puros y naturales
que sus ideas no eran pervertidas, y su carácter no estaba torcido por las malas influencias con las que
tendría que enfrentarse.18
Juan vinieron a él quejándose que toda la gente estaba siguiendo al nuevo maestro, Juan demostró cuán
claramente había comprendido su relación con el Mesías, y cómo alegremente le daba la bienvenida....
Mirando con fe al Redentor, Juan se elevó a la altura de la abnegación. No trató de atraer a los hombres
hacia sí mismo, sino elevar sus pensamientos más y más alto, hasta que se fijaran en el Cordero de
Dios. Él había sido sólo una voz, un clamor en el desierto. Ahora aceptó con alegría el silencio y la
oscuridad, para que los ojos de todos se fijaran en la Luz de la vida.
Aquellos que son sinceros a su llamado como mensajeros de Dios, no busquen honor para sí mismos.
El amor propio será consumido en el amor por Cristo. Reconocerán que ésta es su obra, la de
proclamar, como lo hizo Juan el Bautista: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
(Juan 1:29).19
La obra de Juan el Bautista es nuestra obra.20
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RH, 28-11-1907
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The Central Advance, 08-04-1903
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ST, 31-07-1884
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degradación. Solo, anduvo el camino de la tentación y ejercitó el dominio de sí mismo más allá del
hambre, la ambición o la muerte.22
Cristo conoce las pruebas del pecador; conoce sus tentaciones. Tomó sobre sí nuestra naturaleza; fue
tentado en todos los puntos como lo somos nosotros. Él lloró, fue hombre de dolores y se familiarizó
con el dolor. Como hombre vivió sobre la tierra. Como hombre ascendió al cielo. Como hombre es el
substituto de la humanidad. Como hombre vive para interceder por nosotros. Como hombre vendrá otra
vez con poder y gloria reales para recibir a aquellos que le aman, y para los cuales está preparando
ahora un lugar. Debemos regocijarnos y agradecer que Dios "ha establecido un día en el cual juzgará al
mundo con justicia, por aquel varón a quien designó". (Hech. 17:31.)
Aquellos que sostienen que no era posible para Cristo cometer pecados, no pueden creer que él tomó
sobre sí la naturaleza humana. Cristo fue realmente tentado, no sólo en el desierto, sino durante toda su
vida. Fue tentado en todos los puntos como lo somos nosotros, y porque resistió exitosamente las
tentaciones bajo todas sus formas, es para nosotros un ejemplo perfecto. Por las amplias provisiones
hechas en nuestro beneficio, podemos convertirnos en participantes de la naturaleza divina, y escapar
de la corrupción que está en el mundo entero por la concupiscencia.23
¿Puede el hombre asirse de este poder divino que ha sido puesto a su alcance, y con determinación y
perseverancia resistir a Satanás, así como Cristo dio el ejemplo en su conflicto con el enemigo en el
desierto de la tentación? Dios no puede salvar al hombre contra su voluntad del poder de los artificios
de Satanás. El hombre debe obrar con su poder humano, ayudado por el poder divino de Cristo, resistir
y triunfar a toda costa. En resumen, el hombre debe vencer como Cristo venció. Cristo fue un perfecto
vencedor; y debemos ser perfectos, sin deficiencias, sin manchas e intachables....
Él es el modelo que, como sus discípulos, debemos seguir el ejemplo de Cristo, que murió por nosotros
para expiación.24
11 de Enero Apetito
"Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está:
No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". (Mateo 4:2-4).
La gran prueba de Cristo en el desierto sobre la cuestión del apetito dejó al hombre un ejemplo de
abnegación. Este largo ayuno se realizó para convencer a los hombres del carácter pecaminoso de
muchas cosas en las cuales consienten los profesos cristianos.25
Aunque Cristo estaba sufriendo los más agudos dolores de hambre, resistió la tentación. Resistió a
Satanás con las Escrituras, las mismas que él había dado a Moisés en el desierto para repetir al rebelde
Israel cuando su régimen fue restringido, y clamaron por carne: "Escrito está: No sólo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". (Mateo 4:4). En esta declaración, y también
por su ejemplo, Cristo demostró al hombre que el hambre de alimento temporal no es la mayor
desgracia que pueda sucederle.26
Una de las tentaciones más fuertes para el hombre es sobre el tema del apetito. Entre la mente y el
cuerpo existe una relación maravillosa y misteriosa. Reaccionan mutuamente. Mantener el cuerpo en
una condición saludable para desarrollar su fortaleza, que cada parte de la maquinaria viva pueda actuar
armoniosamente, debe ser el primer estudio de nuestra vida. Descuidar el cuerpo es descuidar la mente.
Dios no puede ser glorificado por sus hijos que tienen cuerpos enfermizos o mentes no desarrolladas.
Satisfacer el paladar a expensas de la salud es un abuso nocivo de los sentidos. Aquellos que participan
22
The Bible Echo, 15-11-1892
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The Bible Echo, 01-11-1892
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The Bible Echo, 01-01-1893
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The Health Reformer, 01-09-1878
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RH, 18-08-1874
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en cualquier forma de intemperancia comiendo o bebiendo, derrochan las energías físicas y debilitan la
fuerza moral. . . .
El Redentor del mundo sabía que la indulgencia del apetito produce agotamiento físico y debilita los
órganos perceptivos de modo que los asuntos sagrados y eternos no sean discernidos. Cristo sabía que
el mundo se entregaría a la glotonería y que esta indulgencia pervertiría la fuerza moral. Si la
indulgencia del apetito fue tan fuerte sobre la raza humana para requerir al divino Hijo de Dios un
ayuno de casi seis semanas en favor del hombre, para romper su poder, ¡qué tarea está delante del
cristiano a fin de que él pueda vencer, así como Cristo venció!27
12 de Enero Presunción
"Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres
Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te
sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás
al Señor tu Dios" (Mateo 4:5-7)
En la primera tentación de Satanás sobre el apetito, él trató de insinuar dudas con respecto al amor y
cuidado de Dios por Cristo como su Hijo, presentando su hambre y el lugar donde se encontraba como
evidencia de que no gozaba del favor de Dios. Fracasó en esto. Después probó de aprovecharse de la fe
y la confianza perfecta que Cristo había demostrado en su Padre celestial para incitarle a la
presunción....
El pecado de la presunción está cerca de la virtud de la perfecta fe y confianza en Dios.... Muchas
almas han sido arruinadas sobre este punto. Satanás intentó engañar a Cristo mediante la adulación.
Admitió que Cristo tenía razón en el desierto al tener fe y seguridad que Dios era su Padre, aun bajo las
mayores circunstancias de prueba. Entonces instó a Cristo para que le dé otra prueba más de su
completa dependencia de Dios. . . .
El Redentor del mundo no vaciló en su integridad y mostró que tenía una fe perfecta en la promesa de
protección de su Padre. Aunque estaba en las manos del enemigo, no podía exponer a una prueba
innecesaria la fidelidad y el amor de su Padre colocándose en una posición de extrema dificultad y
peligro. . . .
Cristo sabía que Dios en realidad le sostendría si él le hubiera pedido para arrojarse del templo. Pero
hacer esto espontáneamente, y experimentar sobre él el amor y cuidado protector de su Padre, porque
Satanás le había desafiado, no era mostrar el poder de la fe. . . .
En la victoria aquí obtenida, nuestro Redentor dejó al hombre un modelo perfecto, enseñándole que su
única seguridad está en la sólida e inquebrantable confianza en Dios en todas las pruebas y peligros. Se
negó a abusar de la misericordia de su Padre exponiéndose a un peligro que haría necesario a su Padre
celestial demostrar su poder para salvarle del mismo. Esto sería forzar la providencia para provecho
propio: y entonces no habría podido dejar a su pueblo un ejemplo perfecto de fe y firme confianza en
Dios.28
27
The Health Reformer, 01-08-1875
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RH, 18-08-1874
Pág. 9
Esta última tentación fue la más seductora de las tres. Satanás sabía que la vida de Cristo debía ser una
vida de dolor, privaciones y conflicto. Y pensó que podía aprovecharse de este hecho sobornando a
Cristo para ceder su lealtad. Satanás vino con todo su poder para esta última tentación, para este último
esfuerzo en decidir su destino, acerca de quién debía ser el vencedor. Reclamó el mundo como su
dominio, diciendo ser el príncipe de las potestades del aire. Llevó a Jesús a la cima de una montaña alta
en extremo, y entonces presentó ante él en una vista panorámica todos los reinos del mundo que hacía
mucho estaban bajo su dominio, y se los ofreció como un gran presente. Le dijo a Cristo que podría
entrar en posesión de los reinos del mundo sin sufrir o sin peligro de su parte. Satanás prometió cederle
su cetro y su dominio, y Cristo sería el legítimo gobernante mediante una concesión de su parte. Todo
lo que él requería a cambio de colocarlo sobre los reinos del mundo que le había presentado ese día
ante él, era que Cristo le rindiera homenaje como su superior.
Los ojos de Jesús descansaron por un momento en la gloria presentada ante él; pero lo rechazó y se
negó a mirar el fascinante espectáculo. No pondría en peligro su firme integridad entreteniéndose con
el tentador. Cuando Satanás solicitó adoración se despertó en Cristo una divina indignación, y ya no
pudo tolerar la suposición blasfema de Satanás o incluso permitirle permanecer en su presencia....
Las palabras de rechazo de Cristo: "Vete, Satanás" (Mateo 4:10), evidenciaron que él le había conocido
desde el principio, y que todas sus artes engañosas habían sido infructuosas sobre el Hijo de Dios.29
"Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a
Jesús. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el
Cristo.) Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado
Cefas (que quiere decir, Pedro)". (Juan 1:40-42).
Cristo, el Camino, la Verdad, y la Vida, tuvo que pasar por alto a los engreídos fariseos, y elegir a sus
discípulos de entre pescadores indoctos y hombres de humilde rango. A éstos, que nunca habían estado
con los rabinos, que nunca se habían sentado en las escuelas de los profetas, que no habían sido
miembros del Sanedrín, cuyos corazones no estaban limitados a sus propias ideas—tomó y educó para
su propio uso. Podría hacer de ellos como las nuevas botellas para el nuevo vino de su reino. Eran
niños a quien el Padre podría revelar temas espirituales; pero para los sacerdotes y gobernantes, los
escribas y fariseos, que pretendían ser los depositarios del conocimiento, no podría haber lugar en los
principios del cristianismo, luego enseñados por los apóstoles de Cristo. La cadena de la verdad,
eslabón tras eslabón, se dio a aquellos que comprendían su propia ignorancia, y estaban deseosos de
aprender del gran Maestro.
Jesús sabía que los escribas y fariseos no tenían ningún valor, a menos que fueran vaciados del orgullo.
Él eligió envases nuevos para su nuevo vino de doctrina, e hizo de pescadores e indoctos creyentes los
heraldos de su verdad para el mundo. Y aunque su doctrina parecía nueva para la gente, de hecho no
era una doctrina nueva, sino la revelación del significado de lo que se había enseñado desde el
principio. Era su plan que sus discípulos tomaran la verdad, pura y sencilla, como guía de su vida. No
debían agregar nada a sus palabras, o dar un significado adulterado a sus declaraciones. No debían dar
una interpretación mística sobre las sencillas doctrinas de las Escrituras, o extraer de los graneros
teológicos alguna teoría hecha por hombres....
El Espíritu Santo entrará en el corazón que no puede jactarse de nada. El amor de Jesús llenará el vacío
producido al vaciarse de sí mismo.33
Nuestro Redentor hizo el mayor sacrificio posible por la raza humana. Así demostró la estimación que
tiene por nosotros. ¿Deseas trabajar de la mejor forma posible para agradarlo? Ciñe la armadura, y
lucha valientemente las batallas del Señor. Cristo dará gracia a aquellos que son cazadores y pescadores
de hombres.34
la boca de Dios". (Mateo 4:4.) Tampoco habría aceptado un desafío para poner en peligro su vida
lanzándose abajo del pináculo del Templo para demostrar que era el Hijo de Dios. En respuesta al
desafío, dijo: "Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios". (Versículo 7). Pero en ocasión de la
fiesta de boda realizó un milagro para manifestar que el matrimonio no está prohibido por Dios.
El amor divino que emana de Cristo nunca destruye el amor humano, sino que lo incluye. Mediante él,
el amor humano es refinado y purificado, elevado y ennoblecido. El amor humano nunca puede
producir su precioso fruto hasta que esté unido con la naturaleza divina, y educado para crecer hacia el
cielo. Jesús quiere ver matrimonios felices, hogares felices.35
se renuncian a las malas acciones, y el amor, la paz y la humildad toman el lugar del enojo, la envidia y
los conflictos. Ese poder que ningún ojo humano puede ver, ha creado un nuevo ser a la imagen de
Dios....
El corazón debe ser limpiado de su corrupción natural por el Espíritu de Dios antes que pueda ser apto
para el reino de los cielos. . . . [Cristo] había estado ocupado limpiando el Templo, ahuyentando de sus
sagrados atrios a aquellos que lo habían degradado a un lugar de tráfico y extorsión. Ninguno de los
que habían huido ese día de la presencia de Jesús estaba preparado por la gracia de Dios para
relacionarse con los sagrados servicios del Templo. En verdad, había algunos hombres honorables entre
los fariseos que lamentaban profundamente los males que corrompían a la nación judía y profanaban
sus ritos religiosos. Ellos también se daban cuenta que las tradiciones y las formas inútiles habían
tomado el lugar de la verdadera santidad, pero eran impotentes de prevenir estos crecientes males....
La gran necesidad del pueblo era un nuevo nacimiento moral, una separación de los pecados que los
contaminaron, una renovación del verdadero conocimiento y la genuina santidad. Esta purificación del
Templo ilustra la obra que debe llevarse a cabo en todos los que desean asegurarse la vida eterna. Jesús
reveló pacientemente el plan de salvación ante Nicodemo, mostrándole cómo el Espíritu Santo trae la
luz y el poder transformador a cada alma que nace del Espíritu. Tal como el viento, que es invisible—
aunque los efectos del mismo se ven y sienten claramente—es el bautismo del Espíritu de Dios en el
corazón, revelándose en cada acción de aquel que experimenta su poder salvador.38
cuán bienvenido fue el llamado que oyeron: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". (Juan 7:37). Era
el mismo mensaje que había alegrado el corazón de la mujer samaritana, en el pozo de Jacob [se cita
Juan 4:13, 14] Solamente Cristo puede satisfacer ese sentido de necesidad en el alma humana. Su
amable invitación llega incluso hasta nuestro tiempo. De la Fuente de Vida todavía se oye el clamor a
un mundo perdido: "Venid a mí y bebed".46
Cristo, en el pozo de Jacob, descubrió la vida pecadora y el carácter de la mujer de Samaria.
"Innecesario, poco amable," dirían muchos. Jesús sabía que ésta era la única manera de acercarse.47
En su charla con la mujer samaritana, en lugar de desacreditar el pozo de Jacob, Cristo presentó algo
mejor.... Llevó la conversación al tesoro que él tenía para dar, ofreciéndole a la mujer algo mejor de lo
que ella poseía, el agua viva, la alegría y esperanza del Evangelio. Ésta es una ilustración de la manera
en que debemos trabajar. Sería de poca utilidad ir a los amantes de placeres, aficionados al teatro,
borrachines y jugadores, y reprenderlos mordazmente por sus pecados. Esto de nada serviría. Debemos
ofrecerles algo mejor de lo que ellos poseen, la paz de Cristo, que excede toda comprensión. Debemos
hablarles acerca de la santa ley de Dios, la transcripción de su carácter, y una expresión de lo que él
desea que lleguen a ser.48
46
RH, 28-02-1882
47
ST, 15-06-1876
48
ST, 23-03-1904
49
ST, 15-06-1876
50
The Youth`s Instructor, 04-12-1902
Pág. 15
"Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.... Jesús le dijo: Levántate,
toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de
reposo aquel día". (Juan 5:5, 8-9).
Su enfermedad [del hombre paralítico] era en gran parte resultado de sus malos hábitos y considerada
como castigo de Dios. Solo y sin amigos, sintiéndose excluido de la misericordia divina, el enfermo
había sufrido largos años.51
Jesús no había dado al paralítico seguridad alguna de ayuda divina.... Podría haberse detenido a dudar,
y haber perdido su única oportunidad de sanar. Pero no; él creyó en la palabra de Cristo; creyó que
había sido sanado; inmediatamente hizo el esfuerzo, y Dios le concedió la fuerza; quiso andar, y
anduvo. Al obrar de acuerdo con la palabra de Cristo, quedó sano.
El pecado nos ha separado de la vida de Dios. Nuestras almas están paralizadas. Somos tan incapaces
de llevar una vida santa como lo era el paralítico para andar. Muchos se dan cuenta de su desamparo;
desean con ansia aquella vida espiritual que los pondrá en armonía con Dios, y se esfuerzan por
conseguirla; pero en vano. Desesperados, exclaman: "¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del
cuerpo de esta muerte?" (Romanos 7:24.) Alcen la mirada estas almas que luchan presa del
abatimiento.... Él os invita a levantaros llenos de salud y paz. No esperéis hasta sentir que sois sanos.
Creed en la palabra del Salvador. Poned vuestra voluntad de parte de Cristo. Quered servirle, y al obrar
de acuerdo con su palabra, recibiréis fuerza. Cualquiera que sea la mala práctica, la pasión dominante
que haya llegado a esclavizar vuestra alma y vuestro cuerpo, por haber cedido largo tiempo a ella,
Cristo puede y anhela libraros.52
Si el hombre hubiera contestado: "¡Es imposible! ¿Cómo puede esperarse ahora que use mis miembros
que no han obedecido mi voluntad durante treinta y ocho años?" Desde un punto de vista meramente
humano, tal razonamiento parecería consistente.... Pero no; sin preguntar, se aferró a su única
oportunidad. Cuando intentó hacer lo que Cristo había ordenado, fuerza y vigor le fueron
suministrados; estaba sano.
¿Habrías tú, lector dubitativo, recibido la bendición del Señor? Deja de cuestionar su Palabra y
desconfiar de sus promesas. Obedece la orden del Salvador, y recibirás la fuerza. Si dudas, entrando en
controversia con Satanás, o consideras las dificultades e impedimentos, tu oportunidad pasará, y quizás
nunca regrese.53
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MC:54
52
MC:56-57.
53
ST, 08-06-1882
54
PE:154
55
15ML:261
56
ST, 17-09-1896
Pág. 16
Cristo no promete a sus seguidores un camino llano y fácil, pero tampoco les pide que viajen solos por
la senda cristiana. "Pero cuando venga el Consolador," dijo él, "a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Estas cosas os he
hablado, para que no tengáis tropiezo". (Juan 15:26-16:1.) Cristo dijo la verdad a sus discípulos con
respecto al futuro, para que al llegar las pruebas, no cayeran en el desánimo y la duda. Cuando Juan el
Bautista fue decapitado, sus discípulos fueron impulsados a reprochar a Cristo porque no había
realizado un milagro para salvar a su siervo. Así también existe hoy el peligro que estemos
descontentos porque Cristo no realiza un milagro en nuestro favor, y humilla a nuestros enemigos.
"Os expulsarán de las sinagogas". (Juan 16:2.) ¿No ha hecho esto ya? ¿No fueron aquellos que
aceptaron la luz con respecto a las demandas obligatorias de la ley de Dios, que se decidieran a
observar concienzudamente el Sábado del cuarto mandamiento, echados de las iglesias? Pero ellos eran
preciosos a la vista de Dios.57
Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de
él. Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu
purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos". (Lucas 5:12-14).
La obra de Cristo al limpiar el leproso de su terrible enfermedad es una ilustración de su obra al limpiar
el alma del pecado. El hombre que vino a Jesús estaba "lleno de lepra". Su veneno mortal se había
extendido completamente en su cuerpo. Los discípulos trataron de prevenir a su Maestro de que le
tocara, porque quién tocaba a un leproso se volvía inmundo. Pero poniendo su mano sobre el leproso,
Jesús no fue contaminado.
Su toque impartió vida—poder dador. La lepra fue limpiada. Así sucede con la lepra del pecado—
profundamente arraigada, mortal e imposible de ser limpiada por el poder humano. "Toda cabeza está
enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino
herida, hinchazón y podrida llaga". (Isa. 1:5, 6). Pero Jesús, habiendo venido para vivir con la
humanidad, no recibe contaminación. Su presencia tiene virtud curativa para el pecador. Quienquiera se
postre a sus pies, diciendo con fe: "Señor, si quieres, puedes limpiarme", oirá la respuesta: "Quiero; sé
limpio". (Mat. 8:2, 3.) El Salvador nunca pasó de largo por un alma, hundida en el pecado, que estaba
deseosa de recibir la preciosa verdad del cielo.59
El Señor sabía que al sanar el enfermo, al efectuar milagros para restaurar la vista de los ciegos, y
limpiar a los leprosos, estaba poniendo en peligro su propia vida; porque si los sacerdotes y
gobernantes no habían recibido las evidencias que él les dio de su divina misión, interpretarían
equivocadamente, falsificarían y harían cargos contra él. Es verdad que hizo muchos milagros
abiertamente, sin embargo, en algunos casos pidió que aquellos a quienes había bendecido no debían
decir a nadie lo que había hecho por ellos. . . . Era una traición a la sagrada confianza tomar aquello
que Jesús había designado que debía guardarse como confidencial, y publicarlo a otros, trayendo
reproche e injuria a la causa de la verdad.60
estar en la presencia de Cristo, para aprender la sabiduría y bondad de sus labios, contemplar su obra
maravillosa y llegar a ser un colaborador con él en su arduo trabajo.
Mateo era un acaudalado, pero estaba dispuesto a sacrificar todo por su Maestro. Tenía muchos amigos
y conocidos a quienes ansiaba convertir en seguidores de Jesús, y estaba deseoso que tuvieran una
oportunidad de encontrarse con él.61
61
2The Spirit of prophecy:186-188.
62
ST, 23-06-1898
Pág. 19
No es posible dar a Cristo más servicio de lo que es debido. Si tienes, como tenían los fariseos, un
espíritu de satisfacción propia, si te cubres con la vestimenta de la justicia propia y dejas a los
pecadores en la oscuridad y transgresión, das evidencia que no eres convertido; y los que consideras
como publicanos y pecadores entrarán en el reino de los cielos delante de ti. Los que cuestionarían
comer con los publicanos y pecadores deben criticar rigurosamente su propio curso de acción. . . .
El seguidor de Cristo no debe vivir para él. Quién vive para sí mismo no es un cristiano. No ha sido
creado nuevamente en Cristo Jesús. Desde el momento que el pecador ve a Cristo en la cruz, cada
barrera es derribada. Ve el pecado en su carácter ofensivo, y ejerce arrepentimiento hacia Dios y fe
hacia el Señor Jesucristo....
El discípulo que ama a Cristo amará las almas por quienes Cristo murió, y se consagrará sin reservas a
Cristo. Trabajará como Cristo trabajó; hará como Cristo hizo. Irá donde está el pecador. Educará todas
sus facultades, su tacto y su habilidad para llegar a ser un obrero junto con Dios. Sostendrá el secreto
de la cruz ante los que no conocen a Dios. Cada alma que está realmente unida con Cristo será un
obrero junto con Dios para la edificación y salvación de la humanidad. Ningún otro ser en el mundo
podrá reclamar sobre nuestro servicio. Cada parte de nuestra naturaleza, cada momento de nuestra
existencia ha sido comprado con la sangre preciosa del Hijo de Dios.63
63
ST,
64
ST, 30-11-1876
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RH, 03-08-1897
Pág. 20
Señor quiere que manifiestes en tus costumbres, en tu vestimenta, en tu espíritu, que has sido
bendecido. Él quiere que demuestres que la línea de demarcación entre el mundo y los seguidores de
Cristo es una línea inconfundible, porque la distinción que diferencia entre los que sirven a Dios y los
que no le sirven no siempre es apreciable. Si las personas del mundo no ven que eres diferente de
aquellos que están a su alrededor, no serán influenciados por tu profesión de religión; por lo que no
tendrás el sabor de Cristo, y no ganarás ninguna alma para el servicio de Dios. Pero no habrá nadie en
el cielo con una corona sin estrellas. Si eres salvo, habrá algunas almas en las cortes de gloria que
fueron admitidas allí por tu intermedio. Entonces ¿por qué no ruegas al Señor para que te dé su
Espíritu, a fin de poder despertar interés por la verdad en las mentes de los que están a tu alrededor?70
corazones necesitan ser purificados. Necesitan experimentar el arrepentimiento genuino por el pecado.
¿Tienen algo de que lamentarse? Deben lamentarse sobre su inclinación para pecar, sobre el peligro en
que están de la corrupción interior y de la tentación exterior. Deben temer porque tienen tan débil el
sentido de la pecaminosidad del pecado, y tan pequeña idea acerca de lo que constituye el pecado.
Cuando te arrepientes verdaderamente del pecado, no te satisfará reconocer simplemente que eres
pecador, y dejar descansar el asunto allí. ¿Piensas permanecer como pecador mientras dure la vida?
¿Tienes pensado violar tu conciencia? ¿Deseas hacer siempre el mal? ¿Qué dice el Señor a aquellos que
han tenido luz, y todavía no viven de acuerdo con ella? "Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le
es pecado". "Humillaos delante del Señor, y él os exaltará". (Sant. 4:17, 10).... "Y todo aquel que tiene
esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro". (1 Juan 3:3).... Él tiene un principio
permanente en el alma, que le permite vencer la tentación. "Todo aquel que permanece en él, no peca".
(Versículo 6.) Dios tiene el poder para guardar el alma que está en Cristo, cuando esa alma está bajo
tentación.73
Bienaventurados aquellos que se dan cuenta de su pobreza, su condición perdida e incompleta, y
lamentan acerca de sus pecados y errores. Aunque el Señor dice que el doliente será confortado, no es
para que se exalte, como hizo el fariseo. Él se lamentaba por sus pecados sabiendo que no había mérito
en él. Contemplaba en Jesús al "señalado entre diez mil", "y todo él codiciable" (Cant. 5:10, 16), y
centraba sus afectos en Cristo. Si Jesús es el centro de atracción para ti, el único en quien están puestos
tus afectos, ¿esconderías este amor en tu corazón, sin revelarlo jamás? No, hablarías de su amor,
captarías su espíritu e imitarías su ejemplo.74
poco amable y diferente de Jesús sea conquistado. Ellos se asimilan al Modelo divino, hasta que
pueden obedecer la orden inspirada: "Sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse". (Sant.
1:19).76
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RH, 18-01-1881.
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ST, 05-09-1895
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The Bible Echo, 15-06-1892
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cuidando al necesitado, al huérfano y las viudas, son los frutos genuinos, y crecen naturalmente en un
árbol bueno.
La religión pura y sin mancha delante del Padre es esta: "Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo". (Sant. 1:27). El principio de obrar es el fruto que
Cristo nos exige que llevemos; haciendo hechos de benevolencia, hablando palabras amables y
manifestando tierna consideración con los pobres, necesitados, afligidos. Cuando el corazón de alguien
simpatiza con otros cargados con el desaliento y las penas; cuando su mano viste al desnudo, y el
forastero es bienvenido a su hogar y a su corazón, los ángeles llegarán muy cerca, y una contestación se
oirá en el Cielo. Cada acto, cada hecho de justicia, misericordia y benevolencia, produce música en el
Cielo. . . . Cada acto misericordioso al necesitado o al sufriente, es como si se hiciera a Jesús. Quien
socorra al pobre, o simpatice con los afligidos y oprimidos, y ofrezca su amistad al huérfano, será
llevado a una relación más íntima con Jesús.79
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RH, 16-08-1881
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1Sermons and Talks:271.
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ST, 03-10-1895
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The Youth`s Instructor, 09-01-1896
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Si la mente que tenía Cristo Jesús también está en ti, practicarás las enseñanzas de Cristo, y al apreciar
su gran misericordia y amor, serás pacificador. Mirarás a Jesús y recibirás alimento de él, la Vid
viviente, y como el pámpano, llevarás el mismo tipo de fruta que la cepa principal. El enemigo de toda
justicia estará listo a llevarte en una dirección que será muy opuesta de la que el pacificador debe
tomar. Aquel que ama la discordia y el conflicto tratará de tentarte para desempeñar un papel en
relación con el mismo provocando la contienda. Te llevará a pensar que ves en algún hermano o
hermana algo que está equivocado, y Satanás te impulsara a ir y decirlo a otros; pero Cristo te ha dicho
que vayas a tu hermano y "repréndele estando tú y él solos". (Mat. 18:15) ¿A qué líder obedecerás? No
está de acuerdo con el corazón natural tratar uno al otro sincera y fielmente. Parece más fácil comentar
la falta de tu hermano a alguien más que decirle solamente a él; pero es únicamente su oído el que debe
oír tu acusación. Aquel que se aparta de la clara luz que Cristo hizo brillar en su sendero pierde el
privilegio de llegar a ser un misionero de Cristo, y se hace agente del enemigo. ¡Cuántas pruebas en la
iglesia podrían ser evitadas, cuántos resentimientos e ira podrían ser esquivados, si los profesos
seguidores de Cristo obedecieran sólo sus palabras! [Se cita Mat. 5:9] Los bendecidos son aquellos que
trabajan en armonía con Dios, que son obreros junto con Cristo. La gracia que el Espíritu de Dios
imparte es una fuente de vida al alma, y refrescará a todos los que entran en contacto con el
pacificador.
Cuántas almas se encuentran perdidas porque aquellos que profesan ser seguidores de Cristo han estado
ocupados llevando a cabo los planes de Satanás, y con ello han fomentado las contiendas y desanimado
las almas, conduciéndolas al campo de batalla de Satanás, cuando podrían haberlas ayudado mediante
palabras de bondad y consuelo. Satanás es el que promueve las contiendas. Él perdió el cielo porque
estaba lleno de envidia, celos y malas sospechas, porque deseaba ser igual a Dios. Es importante
considerar que el espíritu acariciado ahora, las obras que hacemos en el tiempo presente, testificarán
sobre nuestra aptitud o ineptitud para la vida futura.83
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del Sol de Justicia. La palabra de Dios debe ser el apoyo de los afligidos, el consuelo de los
perseguidos. El mismo Dios habla al alma creyente y que confía; porque el Espíritu de Dios está en su
palabra, y una bendición especial será recibida por los que aceptan las palabras de Dios cuando su
mente es iluminada por el Espíritu Santo. Es así como el creyente se alimenta de Cristo, el Pan de Vida.
La verdad es vista en una nueva luz, y el alma se regocija como en la presencia visible de Cristo.84
pecado como la transgresión de su ley, pero ellos dicen que son salvados en el pecado, haciendo de
Cristo el ministro del pecado. Estos profesos cristianos están haciendo la misma obra que hizo Satanás
en el Paraíso, están descarriando a las almas por su precepto y ejemplo. Dicen al pecador, al
transgresor: Todo está bien contigo; subirás a un estado más elevado y santo violando la ley de Dios.
La enseñanza que se oye a lo ancho de la tierra es: "Desobedece y vive". Pero cuán diferente es esta
enseñanza de las lecciones de Cristo.88
El gran adversario, el primer rebelde y apóstata, hace guerra a los mandamientos de Dios, "porque por
medio de la ley es el conocimiento del pecado". (Rom. 3:20). Ésta es la razón que presenta para que el
mundo crea que la ley de Dios no es obligatoria, porque entonces puede mantener a los hombres en la
ignorancia del hecho que ellos son pecadores y necesitan de un Salvador.89
Dios pesa a cada hombre en la balanza del santuario. En un plato está colocada la perfecta e inmutable
ley, que exige continua e inquebrantable obediencia; si, en el otro hay años de olvido, de egoísmo o
rebelión y complacencia propia, Dios dice: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". (Dan.
5:27). Pero Cristo ha hecho posible que nosotros guardemos la ley. Él vivió en esta tierra una vida de
obediencia perfecta, para que su justicia nos fuera imputada.90
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12ML:335-336
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nublan, porque el ojo de la mente se dirige hacia la tierra. Las tendencias mundanas, por la naturaleza y
la práctica, se desarrollan más plenamente, y las facultades espirituales se paralizan. . . .
¡Oh, contemplemos el admirable sacrificio que ha sido hecho por nosotros! Intentemos apreciar la labor
y la energía que el cielo está empleando para salvar al perdido, y devolverlo a la casa del Padre. Los
motivos más fuertes y los agentes más poderosos, nunca podrían comprometer la operación—el gozo
del cielo, las recompensas que exceden nuestras buenas obras, la sociedad de los ángeles, la comunión
y el amor de Dios y su Hijo, la elevación y extensión de todas nuestras facultades a lo largo de las
edades eternas; y cosas que "ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para
los que le aman". (1 Cor. 2:9). ¿No son éstos poderosos incentivos y estímulos para impulsarnos a dar
nuestro servicio de amor de corazón a nuestro Creador y Redentor?94
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Deberíamos recordar que los mundanos se sienten en libertad de mirar y criticar a los profesos
seguidores de Cristo. Nuestros planes de acción en asuntos temporales, la conducta entre nosotros, son
comentados con agudeza y severidad. Lo que decimos en la iglesia no es de tan grande consecuencia
como nuestra conducta en el círculo hogareño y entre nuestros vecinos. Las palabras amables, las
acciones consideradas, la verdadera cortesía y hospitalidad, ejercerán constantemente una influencia a
favor de la religión cristiana. No se permita el siguiente testimonio involucrando a cualquiera de
nosotros: "La religión no los ha hecho mejores. Son indulgentes consigo mismos, como los mundanos,
astutos en el comercio, como siempre". Todos los que llevan tales frutos esparcen con Cristo, en lugar
de recoger con él. Ponen obstáculos en el camino de aquellos que mediante una dirección consecuente
podrían haber sido ganados para Jesús. Es nuestro deber como cristianos dar al mundo una evidencia
irrefutable que estamos obedeciendo el gran mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
(Mat. 19:19).98
El criterio de la regla de oro es la verdadera norma del cristianismo, y todo lo que no llega a su altura es
un engaño.
Cuando los que profesan el nombre de Cristo practiquen los principios de la regla de oro, acompañará
al Evangelio el mismo poder de los tiempos apostólicos.99
El yo es un duro tirano, y mientras este poder gobierna en la vida, no podemos hacer a otros lo que
querríamos que ellos nos hicieran. Para cumplir la regla de oro, la vida debe ser transformada, la
naturaleza humana debe volverse participante de la divina....
No es el hablar, ni alguna profesión, o la reivindicación de la piedad y bondad, lo que tiene valor para
Dios, sino las obras de justicia que revelan un carácter semejante al de Cristo. Obedecer la ley de Dios
significa ser rápido en ver las necesidades de nuestros semejantes, y ayudar rápidamente sin detenernos
a preguntar: ¿Creen ellos las mismas doctrinas que yo creo? Obedecer la ley de Dios implica actuar
como la mano ayudadora de Dios auxiliando en las necesidades de la humanidad sufriente, sin importar
la creencia religiosa de los necesitados. Los que hacen esta obra, y que son fieles a los principios de la
verdad de Dios, viven el evangelio.100
carácter del árbol. Decir y no hacer es como un árbol lleno de hojas pretenciosas, aunque estéril e
infructífero. El castigo que espera al hipócrita será sin mezcla de misericordia. Aquellos que profesan
conocer a Cristo y en las obras le han negado haciéndose pasar como si fueran oro, a la vista de Dios
han sido como metal que resuena o un címbalo que retiñe. Al profesar fe en el evangelio, el hipócrita
puede ganar la confianza de los hombres, pero nada menos que las obras dichas por Cristo le permitirán
ser admitido en el camino angosto, en el camino trazado para que los redimidos del Señor caminen—el
único camino que lleva de la tierra al cielo.101
que tienen razón, hasta que llegan a creer que realmente la tienen. Es peligroso pronunciar una palabra
de duda, peligroso poner en tela de juicio y criticar la verdad divina. La costumbre de hacer críticas
descuidadas e irreverentes reacciona sobre el carácter y fomenta la irreverencia e incredulidad. Más de
un hombre cediendo a este hábito ha continuado, inconsciente del peligro, hasta estar dispuesto a
criticar y rechazar la obra del Espíritu Santo.104
Jóvenes y ancianos tienen ante ellos un conflicto, una guerra. No deben dormirse ni un momento. Un
enemigo astuto está constantemente alerta para descarriarlos y vencerlos. Los creyentes en la verdad
presente deben ser tan vigilantes como su enemigo y manifestar sabiduría al resistir a Satanás. ¿Harán
esto ellos? ¿Perseverarán en esta lucha? ¿Tendrán el cuidado de apartarse de toda la iniquidad? Cristo
es negado de muchas maneras. Podemos negarlo hablando contra la verdad, hablando mal de otros,
hablando insensatamente o bromeando, o por palabras ociosas. En estas cosas manifestamos menos
astucia o sabiduría. Nos debilitamos; nuestros esfuerzos son débiles para resistir a nuestro gran
enemigo, y somos vencidos. A través de la falta de vigilancia confesamos que Cristo no está en
nosotros.... ¿Por qué debemos retener la amistad de los enemigos de nuestro Señor, y seguir sus
costumbres, dejándonos llevar por sus opiniones? Debe haber una rendición completa y sin reservas a
Dios, renunciando y volviendo la espalda al amor del mundo y las cosas terrenales, o no podremos ser
discípulos de Cristo.105
"Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y
hermana, y madre". (Mateo 12:50)
Cristo nunca manifestó ninguna falta de respeto por su madre o sus hermanos; pero... él sabía que
algunos de los presentes aceptarían sus palabras, y que esta decisión les acarrearía resuelta oposición de
los padres, madres y parientes. .
Cristo dice: La obediencia a mi Padre en el cielo es obediencia filial. Este es el lazo de unión entre mi y
todos los que serán miembros de la familia celestial. Todos los que aceptan las palabras de la verdad
entrarán en el círculo bendito que me une a todos los creyentes como hermanos o hermanas o madre.107
¡Qué apoyo habría encontrado Jesús en sus familiares terrenales si hubiesen creído en él como enviado
del cielo y hubiesen cooperado con él en hacer la obra de Dios! Su incredulidad echó una sombra sobre
la vida terrenal de Jesús. Era parte de la amarga copa de aflicción que bebió por nosotros.
El Hijo de Dios sentía agudamente la enemistad encendida en el corazón humano contra el Evangelio,
y le resultaba muy dolorosa en su hogar; porque su propio corazón estaba lleno de bondad y amor, y
apreciaba la tierna consideración en las relaciones familiares. Sus hermanos deseaban que él cediese a
sus ideas, cuando una actitud tal habría estado en completa contradicción con su misión divina.
Consideraban que él necesitaba de sus consejos. Le juzgaban desde su punto de vista humano, y
pensaban que si dijera solamente cosas aceptables para los escribas y fariseos, evitaría las controversias
desagradables que sus palabras despertaban....
Con su corta visión, no podían sondear la misión que había venido a cumplir, y por lo tanto no podían
simpatizar con él en sus pruebas. Sus palabras groseras y carentes de aprecio demostraban que no
tenían verdadera percepción de su carácter, y que no discernían cómo lo divino se fusionaba con lo
humano. A menudo le veían lleno de pesar; pero en vez de consolarle, el espíritu que manifestaban y
las palabras que pronunciaban no hacían sino herir su corazón. Su naturaleza sensible era torturada, sus
motivos mal comprendidos, su obra mal entendida.108
Si estamos haciendo la voluntad de Dios, seremos contados como los hermanos y las hermanas de
nuestro Maestro. Debemos recordar esto en nuestra vida diaria. Debemos estar en armonía con Dios,
pero en enemistad con Satanás. Hay demasiado compañerismo con el príncipe de las tinieblas.109
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RH, 26-09-1899
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DTG:293.
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RH, 07-08-1888.
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RH, 02-08-1881
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RH, 25-08-1874.
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"Venid a mí," dice Cristo, "y yo os haré descansar". (Mat. 11:28) ¡Mucho más liviana que la carga de
pecado e iniquidad que debes llevar adelante! ¡Mucho más liviana que la conciencia que
constantemente te hiere y reprocha! Una conciencia violada es difícil de ser soportada... ¡Cuánto más
fácil es el yugo de Cristo que todo esto!
El problema es la falta de mansedumbre; la humildad no está presente. No estamos dispuestos a venir a
la sencillez del evangelio. Queremos ser honrados unos por otros. No estamos dispuestos a sufrir
aflicciones con el pueblo de Dios, como lo hizo Moisés. No estamos dispuestos a, que nuestros
nombres sean tachados como malos. Y aunque todo el cielo nos invita a romper la influencia de la
tierra y fijar nuestros ojos en las cosas de valor inmortal, todavía nos mantenemos sujetos a las burbuja
de la tierra. Somos reacios a tener elevados nuestros afectos. Estamos como una vid extenuada, sus
pámpanos aferrados al tronco inútil. Deja que tus pámpanos se entrelacen alrededor del trono de
Dios.112
Cristo vio a la humanidad, a través de las obras del creciente poder del pecado, posesionada
demoníacamente por el príncipe de las potestades del aire, y presentando un gigantesco poder en
utilizar el mal. Pero también vio que un poder más fuerte encontraba y conquistaba a Satanás. "Ahora
es el juicio de este mundo", dijo él, "ahora el príncipe de este mundo será echado fuera". (Juan 12:31).
Vio que si los seres humanos creyeran en él, les sería dado poder contra la hueste de ángeles caídos
cuyo nombre es legión. Cristo fortaleció su propia alma con el pensamiento que mediante el sacrificio
maravilloso que estaba a punto de hacer, el príncipe de este mundo sería echado fuera, y los hombres y
las mujeres colocados donde, a través de la gracia de Dios, recobrarían lo que ellos habían perdido.114
El egoísmo es un demonio cuyo nombre es legión; en todas las épocas parecería que este demonio
conduce a Cristo y el espíritu de abnegación fuera del mundo. A través de su influencia la iglesia es
débil cuando debe ser un poder...
¿Qué ha hecho Jesús para rescatar a un mundo perdido de la destrucción? No envió un ángel para
redimir al mundo caído; ¡pero por nuestra causa se hizo "varón de dolores, experimentado en
quebranto!" (Isa. 53:3) El amor de Cristo— ¡qué profundo, qué amplio, qué completo! Él planeó salvar
al hombre por su propio sacrificio infinito. La cruz del Calvario fue para los hombres un argumento
convincente que sus intereses y los suyos eran idénticos. . . .
Ahora los que Cristo llama suyos propios, por quienes tanto ha sacrificado, no quieren ni pueden
disfrutar nada egoístamente. Su interés se identificará con el de su Redentor.115
El primer misionero que Jesús envió a la región de Decápolis era el hombre de quien él había echado la
legión de demonios. El hombre había rogado insistentemente para acompañar a Jesús, pero Jesús "no se
lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha
hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti". (Mar. 5:19). Este hombre reveló en su propia
persona la evidencia que Jesús era el verdadero Mesías. Relató su propia experiencia, mientras decía
cuán grandes cosas Dios había hecho por él.116
25 de Febrero Fe Vivificante
"Una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo
cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó [a Jesús] por detrás y tocó el borde de
su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha
tocado?... Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a
sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había
sido sanada. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz". (Lucas 8:43-45,47-48).
Hablar de cosas religiosas de una manera casual, orar por bendiciones espirituales sin un espíritu
verdadero de hambre y fe viviente, de poco sirve. La muchedumbre que había presionado sobre Cristo
no comprendió el poder vital del contacto. Pero cuando la pobre mujer sufriente, en su gran necesidad,
extendió su mano y tocó el borde de la vestimenta de Jesús, sintió la virtud curativa. El suyo fue un
toque de fe. Cristo reconoció ese toque, y decidió dar una lección a todos sus seguidores hasta el fin del
tiempo. Él sabía que la virtud había salido de él, y volviéndose hacia la multitud dijo: "¿Quién ha
tocado mis vestidos?" Sorprendidos con semejante pregunta, sus discípulos contestaron: "Ves que la
multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?" (Marcos 5:30-31).
Jesús fijó sus ojos en quién había hecho esto. Ella estaba llena de miedo. Tenía una gran alegría; pero
¿había ella sobrepasado su cometido? Sabiendo lo que había sucedido en ella, se acercó, temblando, y
se postró a sus pies, diciéndole toda la verdad. Cristo no la reprochó. Le dijo gentilmente: "Vé en paz, y
queda sana de tu azote". (Versículo 34.)
114
RH, 24-11-1904.
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The Bible Echo, 12-02-1894
116
ST, 12-10-1891
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Aquí fue distinguido el contacto casual del toque de la fe. La oración y la predicación, sin el ejercicio
de la fe viviente en Dios, serán en vano. Pero el toque de la fe nos abre la casa de los tesoros divinos de
poder y sabiduría; y así, a través de instrumentos de barro, Dios realiza las maravillas de su gracia.
Esta fe viviente es nuestra gran necesidad hoy. Debemos saber que Jesús es realmente nuestro; que su
Espíritu está purificando y refinando nuestros corazones. Si los seguidores de Cristo tuvieran fe
genuina, con mansedumbre y amor, ¡qué obra podrían llevar a cabo!117
Fue la fe viviente la que impulsó a la mujer... para tocar el borde del vestido de Cristo. Ésta es la fe que
debemos tener, y entonces no hablaremos de nuestras pruebas y conflictos; pero a través de todas ellos,
tendremos indecible alegría y estaremos llenos de gloria.118
117
RH, 13-12-1887.
118
ST, 30-09-1889
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ST, 10-12-1894.
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ST, 25-06-1896.
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muerto en vuestra casa. Cristo dijo: "Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos". (Mat.
8:22)...
Cristo quiso decir algo cuando habló: "Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida
eterna". (Mat. 19:29). Quería impresionarnos con el hecho que debemos hacer de las cosas eternas
nuestra primera importancia, y así relacionarnos nosotros mismos con la causa y obra de Dios para que
no seamos estorbados por asuntos de naturaleza temporal. Todo lo de este carácter debe ser secundario.
La armadura de Dios, una vez puesta, no será quitada por pequeñas excusas.
Lo que necesitamos ahora es incansable energía y perseverancia, para que no interrumpamos el trabajo
por las dificultades y perplejidades del hogar. Si permitimos que nuestro interés sea así apartado, el
enemigo se dará cuenta, y creará problemas en nuestras familias para alejarnos del trabajo. Pero si
tomamos firmemente nuestra posición como obreros de Dios, diciendo: "El Señor nos ha dado un
mensaje, y no podemos ser vigilantes fieles a menos que estemos de pie en nuestra posición del deber;
llevaremos la obra a través de todos los obstáculos", entonces encontraremos que los ángeles de Dios
atenderán a nuestras familias en casa, y dirán al enemigo: "Aléjate". La obra en que estamos
comprometidos es grande y solemne, y Dios ayudará para que la llevemos adelante, si aprendemos a
confiar totalmente en él. . . .
Algunos permitieron que los asuntos temporales se interpusieran entre ellos y la obra de Dios, y
perdieron mucho a consecuencia de esto. Pero, ¿por qué esto? ¿Qué es lo temporal comparado con lo
eternal? Nos hemos alistado en el ejército del Señor, y ahora ninguno de nosotros debe crear tal
condición de cosas al punto que debamos desertar.121
121
Historical Sketches of SDA Missions:127-128.
Pág. 38
persecución. No deseamos estar en una posición dónde no tendremos fuerza para esos momentos.
Entonces conozcamos ahora a Dios.122
No. T. M. P.5
pies en compañerismo con él. Muchos, incluso en sus momentos de devoción, dejan de recibir la
bendición de una comunión real con Dios. Son demasiado apresurados. Con pasos acelerados entran al
círculo de la amada presencia de Cristo, deteniéndose quizás un momento dentro de los sagrados
recintos, sin esperar ninguna orientación. Ellos no tienen tiempo de permanecer con el divino Maestro.
Con sus cargas vuelven a su trabajo.
Estos obreros nunca podrán lograr el éxito más elevado hasta que aprendan el secreto de la fuerza.
Deben darse tiempo para pensar, orar, esperar en Dios por una renovación del poder físico, mental y
espiritual. Necesitan el poder edificante de su Espíritu. Al recibirlo, serán vivificados con vida nueva.
Refrescarán el cuerpo y el cerebro cansados, y el corazón cargado será iluminado y animado.
Descansen en el Señor, y esperen pacientemente por él. Les será como la sombra de una gran roca en
una tierra agotada. Les dará un descanso que el mundo no puede dar ni quitar. Venid a mí, dice él, y el
corazón se llenará con la paz que sobrepasa todo entendimiento.124
124
ST, 06-07-1904
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Confiando completamente en Dios, Jesús tomó la pequeña provisión de panes; y aunque había
solamente un pequeño suministro para su propia familia de discípulos, él no les invitó a comer sino a
empezar la distribución, ordenándoles que sirvan a la gente. El alimento se multiplicó en sus manos; y
las manos de los discípulos, recibiendo de las de Cristo, el Pan de la Vida, nunca quedaron vacías. La
pequeña provisión fue suficiente para todos. Después de que las necesidades del pueblo habían sido
suplidas, se recogieron los restos, y Cristo y sus discípulos comieron de la preciosa comida,
proporcionada por el cielo.
Los discípulos fueron el canal de comunicación entre Cristo y la gente. Éste debe ser un gran estímulo
para sus discípulos hoy. Cristo es el gran Centro, la Fuente de toda fuerza. Sus discípulos recibirán la
provisión de él. El más inteligente, el mejor dispuesto espiritualmente, sólo puede dar cuando recibe.
De ellos mismos no pueden proporcionar nada para las necesidades del alma. Sólo podemos impartir
cuando recibimos, y sólo podemos recibir cuando impartimos. Cuando continuemos impartiendo,
seguiremos recibiendo; y cuánto más impartamos, más recibiremos.126
Cuando proclamemos la verdad para este tiempo, los ángeles de Dios estarán presentes para atender a
los corazones de la gente. Estos ángeles celestiales están alrededor de nosotros, esperando las
oportunidades de impresionar a las mentes de la gente, para que a su vez puedan volverse instrumentos
en llevar la verdad a otras almas.
Hermanos y hermanas míos, necesitamos ser convertidos. Necesitamos que el poder del Dios viviente
venga sobre nosotros.... Empecemos a esforzarnos seriamente para llevar la verdad a los lugares dónde
se la necesita. Busquemos las almas que están pereciendo a nuestro alrededor.... No podemos hacer
nada para ayudarnos a nosotros mismos, porque somos pobres mortales asediados con tentaciones a
diestra y siniestra. Pero con la ayuda que Cristo nos proporcione, podemos establecernos en las
doctrinas de la Palabra, y dar sus enseñanzas a otros. Cuando expliquemos la Palabra de Dios, los
ángeles celestiales estarán presentes para ministrar gracia al portavoz y a los oyentes.127
El tembloroso discípulo se sujeta ahora firmemente de la mano del Maestro hasta que ambos están
seguramente sentados en el barco entre sus compañeros jubilosos. Pero Pedro se encuentra sumiso y
silencioso; no tiene ninguna razón para alardear sobre sus compañeros, porque estuvo muy cerca de
perder su vida por causa de la exaltación e incredulidad. Cuando desvió sus ojos de Jesús para ver la
admiración de los demás, perdió la guía, y la duda y el miedo se apoderaron de él. Así sucede en la vida
cristiana; nada menos que la vista firmemente fijada en el Salvador permitirá que caminemos sobre las
olas tormentosas del mundo.128
128
2The Spirit of Prophecy:269-270
129
RH, 14-04-1891
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del gobierno divino. Deben ser obedientes a leyes más elevadas que las creadas por príncipes de este
mundo, y rendir sumisión a un poder mayor que el de los reyes que ordenan.130
Aquel que primero introdujo la tentación en las cortes celestiales está constantemente trabajando contra
la paz y prosperidad de la iglesia en la tierra. Para aquellos que escuchan sus palabras, Satanás
representa a la autoridad de la iglesia como severa y carente de simpatía, porque trata de librar a los
miembros de influencias corruptoras. El propósito de Satanás en el cielo era destronar a Dios y tomar
para sí el lugar del Altísimo. Falló en este propósito y fue expulsado de las cortes celestiales; y desde
ese tiempo ha intentado inculcar en los corazones de hombres y mujeres la creencia de que Dios es
arbitrario y severo en la relación con sus criaturas.
La iglesia ocasiona una injusticia a Dios cuando permite que existan como parte de sí misma elementos
que traen el deshonor a su causa. En las responsabilidades que Dios ha puesto sobre su iglesia, él da a
cada uno por separado una parte para realizar, con el estímulo de aprovechar la sabiduría de Dios para
su ayuda. Pero existen los que se alejan del camino del Señor, y que toman partido con el tentador y sus
simpatizantes; y debe haber en la iglesia los que en el temor de Dios actúen con justicia, rectitud y
fidelidad administrando la reprensión.131
Por las palabras "Dejadlos" (Mat. 15:14), Cristo no quiso decir que sus seguidores no debían hacer
ningún esfuerzo para corregir sus falsas doctrinas. Él estaba ordenando a sus discípulos para no entrar
en controversia con ellos.132
130
RH, 19-12-1893
131
RH, 19-03-1908
132
ST, 03-01-1900
Pág. 43
Esta acción abrió las mentes de los discípulos más ampliamente a la labor que estaba ante ellos entre
los gentiles. Vieron un extenso campo de utilidad fuera de Judea.133
es entonces positiva que esto no tiene importancia en absoluto. Esta clase no es pequeña; pero aunque
son numerosos, no cambia el hecho que son débiles inclinados a rendirse ampliamente al enemigo,
inexpertos, y siempre serán tan enfermizos como bebés, caminando en la luz que otros encienden,
viviendo la experiencia de otros, sintiéndose como los otros se sienten, actuando como actúan los
demás. Actúan como si no tuvieran individualidad. Su identidad se sumerge en la de otros. Son
meramente sombras de los que ellos piensan que están correctos. Todos ésos fracasarán en la vida
eterna a menos que se den cuenta de su carácter vacilante y lo corrijan. Serán incapaces de arreglárselas
con los peligros de los últimos días. No poseerán la vitalidad para resistirse al diablo; porque no saben
quién es él. Alguien debe estar a su lado para informarles si quien está acercándose es un enemigo o un
amigo. No son espirituales, por consiguiente, no disciernen las cosas espirituales. No son sabios en
aquellas cosas que se relacionan al reino de Dios. Nadie, joven o anciano, está excusado de confiar a
otro para que tenga una experiencia por él.... Una singular independencia es necesaria en la experiencia
y lucha cristiana.136
136
RH, 10-08-1886
137
2The Spirit of Prophecy:328-329.
138
2The Spirit of Prophecy:336
139
ST, 27-11-1879
Pág. 45
"Vino a él (Jesús) un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi
hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.... Y reprendió Jesús al demonio, el cual
salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús,
aparte, dijeron: ¿Porqué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque
de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá,
y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno". (Mat. 17:14-
16,18-21).
Siempre que sea necesario para el avance de la causa de la verdad y la gloria de Dios reunirse con un
oponente, cuán cuidadosamente y con qué humildad deben [los defensores de la verdad] entrar en el
conflicto. Con corazón escudriñador, confesión de pecados y fervorosa oración, y a menudo ayunando
durante un tiempo, deben rogar especialmente que Dios les ayude y les dé su gracia, la preciosa verdad
de una victoria gloriosa, para que el error aparezca en su verdadera deformidad y sus defensores sean
completamente trastornados. Los que batallan por la verdad, contra sus opositores, deben comprender
que no están enfrentándose simplemente con hombres, sino que están contendiendo con Satanás y sus
ángeles, quienes están determinados a que el error y las tinieblas sean retenidos en el campo y la verdad
sea cubierta por el error. Como el error es mayoría según el corazón natural, no aprecia como es debida
la claridad. Los hombres se sienten cómodos amando el error las tinieblas y no manifiestan voluntad de
ser reformados por la verdad... Si los que están de pie en defensa de la verdad, confían en el peso de los
argumentos, con una confianza débil en Dios, y así se encuentran con sus antagonistas, nada será
ganado para el lado de la verdad, sino que habrá una pérdida concluyente.140
Con ayuno y oración ferviente, con profundo escudriñamiento y severo examen de corazón, el alma es
puesta a descubierto; que nadie trate de escapar a su examen crítico. Entonces, estando muerto para ti
mismo y escondiendo tu vida con Cristo en Dios, ofrece tus humildes peticiones. Si guardas iniquidad
en tu corazón, el Señor no te oirá. Si él hubiera oído tus oraciones, habrías sido exaltado.... Oh, ¡cuán
importante es que nuestra vida sea caracterizada por la fidelidad en las cosas pequeñas, para que la
verdadera integridad señale todas nuestras acciones, y que alguna vez tengamos presente que los
ángeles de Dios toman nota de cada acto!141
Cristo dice: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas". "Llevad mi yugo sobre vosotros". (Mat.11:29.) ¿Haremos esto? ¿Llevaremos el yugo de
Cristo? ¿Seremos renovados en el espíritu de nuestra mente, y cultivaremos diariamente la humildad y
la sencillez infantil, y desearemos ser el menor y el siervo de todos? Sin este espíritu nuestra vida no
está escondida con Cristo en Dios. El engreimiento que muchos manifiestan es precisamente opuesto a
la mansedumbre y humildad de Cristo. Los que piensan menos en sí mismos y más en Jesús serán los
mayores en el reino de los cielos.143
"El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo" (Mat. 23:11), declaró Cristo. El que sirve será
humilde, y haciendo así será colocado donde el Señor pueda honrarlo seguramente, porque tiene el
Espíritu de Cristo.144
13 de Marzo Fe Infantil
"Llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y
os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como
este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño
como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar". (Mateo 18:2-6).
No era suficiente que los discípulos de Jesús fuesen instruidos en cuanto a la naturaleza de su reino. Lo
que necesitaban era un cambio de corazón que los pusiese en armonía con sus principios. Llamando a
un niñito ante sí, Jesús lo puso en medio de ellos; y luego rodeándole tiernamente con sus brazos dijo:
"De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos".
(Mat. 18:3). La sencillez, el olvido de sí mismo y el amor confiado del niñito son los atributos que el
cielo aprecia. Son las características de la verdadera grandeza.
Jesús volvió a explicar a sus discípulos que su reino no se caracteriza por la dignidad y ostentación
terrenales. A los pies de Jesús, se olvidan todas estas distinciones. Se ve a los ricos y a los pobres, a los
sabios y a los ignorantes, sin pensamiento alguno de casta ni de preeminencia mundanal. Todos se
encuentran allí como almas compradas por la sangre de Jesús, y todos por igual dependen de aquel que
los redimió para Dios.
El alma sincera y contrita es preciosa a la vista de Dios. Él pone su señal sobre los hombres, no según
su jerarquía ni su riqueza, ni por su grandeza intelectual, sino por su unión con Cristo. El Señor de
gloria queda satisfecho con aquellos que son mansos y humildes de corazón. "Dísteme asimismo —dijo
David—el escudo de tu salud:... y tu benignidad —como elemento del carácter humano— me ha
acrecentado". (Sal. 18:35).145
Cuando los ministros y el pueblo intercambien su orgullo natural de corazón e independencia por un
espíritu infantil y educable; cuando, en lugar de confiar en su propia comprensión, y ajustarse a las
máximas y costumbres del mundo, se sienten a los pies de Jesús, y pregunten fervientemente: "Señor,
¿qué quieres que yo haga?" (Hech. 9:6), entonces su sabiduría los guiará, su Espíritu obrará con sus
esfuerzos, y veremos a la juventud que ahora marcha sin rumbo en las líneas de Satanás servir bajo el
estandarte del Príncipe de Vida.146
143
RH, 14-05-1895
144
RH, 04-11-1902
145
DTG:437
146
ST, 24-11-1881
Pág. 47
milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por
nosotros es". (Marcos 9:38-40).
Algunos... se inclinan a ceder al espíritu manifestado por el apóstol Juan cuando dijo: "Maestro, hemos
visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque
no nos seguía". (Luc. 9:39). Organización y disciplina son esenciales, pero existe ahora un muy grande
peligro de desviarse de la sencillez del evangelio de Cristo. Lo que necesitamos es menos dependencia
de las meras formas y ceremonias, y mucho más del poder de la verdadera piedad. Si su vida y carácter
son ejemplares, hagan todo el trabajo que quieran. Aunque no se ajusten exactamente a sus métodos, no
debe hablarse palabra alguna para condenar o desalentarlos. Cuando los fariseos deseaban que Jesús
impusiera silencio a los niños que cantaban sus alabanzas, el Salvador dijo: "Os digo que si éstos
callaran, las piedras clamarían". (Luc. 19:40). La profecía debe cumplirse. Por lo tanto, la obra debe
hacerse en estos días. Hay muchos departamentos de labor; permítase a todos efectuar una parte como
mejor puedan. El hombre con un talento no debe enterrarlo en la tierra. Dios ha dado a cada hombre su
obra de acuerdo a su habilidad. Los que tienen grandes talentos y capacidades deben comprometerse a
no esforzarse en imponer silencio a otros que tienen menos capacidad o experiencia. Los hombres con
un talento pueden llegar a una clase a la que no podrían acercarse los que tienen dos o cinco talentos.
Grandes y pequeños por igual son vasos escogidos para llevar el agua de vida a las almas sedientas. No
debe permitirse a los que predican la palabra poner sus manos sobre el obrero más humilde y decir:
"Debes trabajar en esta dirección, o no trabajes en absoluto". No interfieran, hermanos. Dejen que
todos trabajen en su propia esfera, con su propia armadura, haciendo cualquier cosa que puedan hacer
en su humilde forma de ser. Fortalezcan sus manos en la obra. No es tiempo de que domine el
farisaísmo. Dejen que Dios trabaje a través de quien él desea. El mensaje debe avanzar.
Todos deben mostrar su fidelidad a Dios por el sabio uso de su capital a ellos confiado, no solamente
en medios, sino en cualquier atributo que promueva la edificación de su reino.... Y mientras sólo unos
pocos están comprometidos en este trabajo, miles deberían estar tan interesados como ellos. Nunca fue
el designio de Dios que los miembros laicos de la iglesia estén excusados de la labor en su causa.147
preguntaremos si nuestros intereses temporales mejorarán al obedecer. Los que aman a Jesús amarán el
obedecer a todos sus mandamientos. Escudriñarán atentamente la Biblia para conocer la doctrina. Nada
a no ser la verdad les satisfará.149
El pecador que ha sentido el poder limpiador de la sangre de Cristo, tiene un profundo y permanente
sentimiento de que debe todo a ese Salvador que lo ha comprado con su propia vida preciosa. Todos los
que tienen este conocimiento y apreciación del amor de Cristo estimarán como el más alto privilegio de
sus vidas consagrar cada facultad de su ser a su servicio. La gracia transformadora de Cristo moldeará
los deseos del corazón, y tendrán una buena voluntad lista para hacer cualquier sacrificio por el bien de
la verdad.150
149
RH, 25-08-1885
150
ST, 13-01-1888
151
ST, 26-06-1884.
152
ST, 06-02-1893.
153
RH, 02-03-1897
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dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado
como este hombre!" (Juan 7:43-46).
"¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! (Juan 7:46), declararon a los funcionarios que
fueron enviados para prenderle. Sus palabras confortaban, fortalecían y bendecían a los que tenían
hambre de esa paz que sólo él podría dar. ¡Oh, cuán tierno y paciente era Cristo! ¡Cuán lleno de piedad
y ternura eran sus lecciones a los pobres, los afligidos y los oprimidos!
A los cultos les cautivaba la enseñanza de Cristo, y los incultos siempre se beneficiaban; porque él
apelaba a su comprensión. Sus ilustraciones eran tomadas de las cosas de la vida diaria, y aunque ellos
eran sencillos, tenían en sí mismos una maravillosa profundidad de entendimiento. Las aves del aire,
las azucenas del campo, la semilla, el pastor y la oveja—con estos objetos ilustraba Cristo la verdad
inmortal....
Cristo usó siempre el idioma más sencillo, aunque sus palabras fueron recibidas por profundos e
imparciales pensadores; porque eran palabras que probaban su sabiduría. Los temas espirituales
siempre deben presentarse en lenguaje sencillo, aunque estén dirigiéndose a hombres sabios; porque los
tales son generalmente ignorantes con respecto a las cosas espirituales. El lenguaje más simple es el
más elocuente. Cultos e incultos necesitan ser dirigidos de la manera más clara y simple, para que la
verdad sea comprendida y pueda encontrar lugar en el corazón. De esta manera Cristo se dirigió a las
inmensas muchedumbres que se agolpaban sobre él; y todos, sabios e ignorantes, pudieron comprender
sus lecciones.
Las palabras de Cristo, que de esta forma confortaron y alegraron a los que las escucharon, son para
nosotros hoy día. Así como un pastor fiel conoce y cuida a su oveja, Cristo cuida a sus hijos. Conoce
las pruebas y dificultades que rodean a cada uno. . . .
Cristo fue sobrecargado con cada aflicción y dolor humano. Llevó el peso del yugo por cada alma que
acepta su yugo. Conoce los dolores que sentimos en lo profundo de nuestro ser, y que no podemos
expresar. Si ningún corazón humano es despertado para compadecerse de nosotros, no necesitamos
sentir que estamos sin compasión. Cristo lo sabe; y dice: Miradme, y vivid.154
154
RH, 18-05-1897
Pág. 50
del Salvador eran para ella; la sangre que fluyó de sus heridas era para borrar su registro de pecado; los
gemidos que escaparon de sus labios agonizantes fueron causados por su transgresión....
No es un verdadero seguidor de Cristo el que deja a los errantes en el frío, que aparta sus ojos,
dejándolos seguir libremente su rumbo descendente. La caridad cristiana es lenta para censurar, rápida
para descubrir el arrepentimiento, lista para perdonar, animar, llevar al errabundo al camino de la
virtud, y mantener allí sus pies.... Los que se adelantan para acusar a otros, que son rápidos para
descubrir el mal en ellos, y celosos para llevarlos a la justicia, son a menudo más culpables en sus
propias vidas que aquellos a quienes acusan.155
Satanás, con toda su confederación del mal, trató de vencerlo; pero no encontraron nada en lo que
pudieran obtener alguna ventaja.158
Cristo era el Hijo unigénito de Dios, sin embargo él se hizo un siervo.... Se le ordenó hacer una obra
que ni siquiera los ángeles del cielo podrían lograr. Sólo a él podría confiarse la obra requerida para la
redención de un mundo completamente afectado y arruinado con la maldición. Y en este don el Padre
dio todo el cielo al mundo.
¡Qué cambio fue esto para el Hijo de Dios, quién era adorado por los ángeles, la Luz del cielo! Él
podría haber ido a los agradables hogares de los mundos no caídos, a la atmósfera pura dónde la
deslealtad y rebelión nunca se habían introducido; y allí habría sido recibido con aclamaciones de
alabanza y amor. Pero era un mundo caído el que necesitaba al Redentor. No he venido a llamar a
justos", dijo él, "sino a pecadores". (Mar. 2:17). Él vino para representar al Padre trayendo el mensaje
de esperanza y salvación a nuestro mundo. No vivió para sí mismo; no buscó su propia comodidad y
placer; no se rindió a la tentación; y se dignó a morir para que los hombres pecadores pudieran ser
redimidos, y vivir eternamente en las mansiones que él iba a preparar para ellos. Su misión era enseñar
las almas que estaban pereciendo en sus pecados.... Mientras el hombre se niegue a hacerse puro, santo,
e incorrupto, tal como la ley de Dios le exige que sea, está caminando lejos de Cristo....
El hombre debe vivir sólo para la realización de la misma obra dada al Hijo de Dios. Él es honrado al
ser un obrero junto con Dios; y el Señor aprecia sus habilidades. Dios no ha dejado nada por hacer que
pudiera haber hecho por nosotros. Dio un ejemplo perfecto de su carácter en el carácter de su Hijo; y es
deber de los seguidores de Cristo, al mirar la excelencia incomparable de su vida y carácter, crecer a su
semejanza.159
158
Pacific Union Recorder, 17-12-1903
159
RH, 15-02-1898.
160
The Health Reformer, 01-02-1877
161
ST, 25-02-1897
Pág. 52
saber lo que es el deber, sino al Señor Jesús, la Fuente de toda sabiduría. Investiga la Palabra de Dios,
para indagar qué norma debe ser elevada.162
Al caer sobre Cristo, estás cumpliendo su propósito para contigo. Ya no estás bajo la ley. Pero ninguna
violencia es ejercida sobre tu voluntad y tu libertad de acción. La mente es puesta bajo la autoridad de
una nueva ley. Pero es la ley real de la libertad. El ser entero es entregado a Dios. El corazón es
transformado.163
La verdad nunca lleva el alma a la esclavitud. Volverse de la verdad al error es lo que lleva el alma a la
cautividad. Aquel que se une en íntima relación con Cristo está libre de la esclavitud del pecado.164
162
RH, 29-03-1906
163
Battle Creek Letters:66
164
ST, 22-08-1900
165
ST, 29-08-1900
166
PP:15.
167
PP:16-17.
168
Healthful Living:17
169
ST, 06-08-1914.
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Muchos que podrían trabajar no están haciendo nada. Ellos son la diversión de las tentaciones de
Satanás. Se espera que cada miembro de iglesia que conoce la verdad trabaje mientras dura el día;
porque la noche viene, cuando nadie puede trabajar. No tardemos en entenderlo que significa la noche.
El Espíritu de Dios está alejándose de la tierra. Las naciones están irritadas entre sí. Se están haciendo
extensos preparativos para la guerra. La noche está cercana. Que la iglesia despierte y realice el trabajo
designado. Cada creyente, educado o indocto, puede llevar el mensaje.
La eternidad se extiende ante nosotros. El velo está a punto de ser alzado. ¿En qué pensamos, al
aferrarnos a nuestro amor egoísta por la comodidad, mientras a nuestro alrededor las almas perecen?
¿Se han vuelto nuestros corazones completamente insensibles? ¿No podemos ver y comprender que
tenemos una obra para hacer en beneficio de los demás? Hermanos y hermanas míos, ¿están ustedes
entre los que, teniendo ojos, no ven, y teniendo oídos, no oyen? ¿Es en vano que Dios les ha dado
conocimiento de su voluntad? ¿Es en vano que él les ha enviado advertencia tras advertencia sobre la
proximidad del fin? ¿Creen en las declaraciones de su palabra concernientes a lo que sobrevendrá al
mundo? ¿Creen que los juicios de Dios están por caer sobre los habitantes de la tierra? ¿Cómo,
entonces, pueden sentarse cómodamente, descuidados e indiferentes?
Cada día que pasa nos acerca más del fin. ¿Nos acerca también de Dios? ¿Estamos velando en oración?
Aquellos con quienes nos asociamos día tras día necesitan nuestra ayuda, nuestra dirección. Pueden
hallarse en tal condición mental que una palabra pronunciada en sazón podrá ser enviada por el Espíritu
Santo a sus hogares como un clavo puesto en lugar certero. Puede ser que mañana algunas de esas
almas se hallen donde no se las pueda alcanzar. ¿Qué influencia ejercemos sobre esos compañeros de
viaje? ¿Qué esfuerzo hacemos para ganarlos a Cristo?170
El fin está cerca, robándonos furtiva e imperceptiblemente, como el acercamiento silencioso de un
ladrón en la noche. Que el Señor nos ayude a no dormir como los demás, sino vigilar y ser sobrios. La
verdad está lista para triunfar gloriosamente, y todos los que ahora escogen ser obreros junto con Dios
triunfarán con él. El tiempo es corto; la noche pronto vendrá cuando ningún hombre puede obrar. Que
todos los que se regocijan ahora en la luz de la verdad presente se apresuren para impartir la verdad a
otros.171
170
9T:26-27
171
9T:135.
172
ST, 23-10-1893
Pág. 54
Cristo hizo uso de simples agentes naturales. Aunque no favorecía la medicación por drogas,
sancionaba el uso de remedios sencillos y naturales.
Cuando hayamos orado por el restablecimiento del enfermo, no perdamos la fe en Dios, cualquiera que
sea el desenlace del caso. Si tenemos que presenciar el fallecimiento, apuremos el amargo cáliz,
recordando que la mano de un Padre nos lo acerca a los labios. Pero si el enfermo recobra la salud, no
debe olvidar que al ser objeto de la gracia curativa contrajo nueva obligación para con el Creador.
Cuando los diez leprosos fueron limpiados, sólo uno volvió a dar gracias a Jesús y glorificar su
nombre. No seamos nosotros como los nueve irreflexivos, cuyos corazones fueron insensibles a la
misericordia de Dios.173
Cada alma es tan plenamente conocida por Jesús como si fuera la única por la cual el Salvador murió.
Las penas de cada uno conmueven su corazón. El clamor por auxilio penetra en su oído. El vino para
atraer a todos los hombres a sí mismo. Les invita: "Seguidme," y su Espíritu obra en sus corazones para
inducirlos a venir a él. Muchos rehúsan ser atraídos. Jesús conoce quiénes son. Sabe también quiénes
oyen alegremente su llamamiento y están listos para colocarse bajo su cuidado pastoral.... Cuida a cada
una como si no hubiera otra sobre la haz de la tierra....
El alma que se ha entregado a Cristo es más preciosa a sus ojos que el mundo entero. El Salvador
habría pasado por la agonía del Calvario para que uno solo pudiera salvarse en su reino. Nunca
abandona a un alma por la cual murió. A menos que sus seguidores escojan abandonarle, él los
sostendrá siempre.
En todas nuestras pruebas, tenemos un Ayudador que nunca nos falta. El no nos deja solos para que
luchemos con la tentación, batallemos contra el mal, y seamos finalmente aplastados por las cargas y
tristezas. Aunque ahora esté oculto para los ojos mortales, el oído de la fe puede oír su voz que dice:
No temas; yo estoy contigo. ... He soportado vuestras tristezas, experimentado vuestras luchas, y hecho
frente a vuestras tentaciones. Conozco vuestras lágrimas; yo también he llorado. Conozco los pesares
demasiado hondos para ser susurrados a ningún oído humano. No penséis que estáis solitarios y
desamparados. Aunque en la tierra vuestro dolor no toque cuerda sensible alguna en ningún corazón,
miradme a mí, y vivid....
Jesús nos ama porque somos el don de su Padre y la recompensa de su trabajo. El nos ama como a hijos
suyos. Lector, él te ama a ti. El Cielo mismo no puede otorgar nada mayor, nada mejor; por tanto,
confía.175
positivamente infieles.... Si hubiéramos hecho fervientes esfuerzos para alcanzara aquellos que. si se
convirtieran, darían una verdadera representación de qué haría la verdad presente en los seres humanos,
cuánto más adelantado estaría nuestro trabajo ahora.178
servicio parcial; pero desea solamente un servicio voluntario, la entrega voluntaria del corazón, bajo la
compulsión del amor. No puede haber una evidencia más concluyente de que poseemos el espíritu de
Satanás que el deseo de dañar y destruir a los que no aprecian nuestro trabajo u obran contrariamente a
nuestras ideas.181
Vemos a muchos que estiman el carácter de sus hermanos y hermanas por a manera en que ellos les
tratan. No estamos aquí para hacer mucho, sino para ser útil a otros; y no debemos medir el estado
religioso de otros por su buena, voluntad de servirnos. Amamos a las personas que son agradables, y
que no tienen costumbres desagradables; entonces, recojamos para nuestras almas las gracias del
Espíritu de Cristo, y llevémoslas en nuestra vida, para que Dios no se vuelva sobre nosotros con la
misma aversión con que nosotros nos volvemos sobre los demás. A menudo, los defectos de carácter
cierran nuestros corazones a los que necesitan estímulo para superarlos. El Señor cerrará su corazón a
quienes son rebeldes, desagradables, irrespetuosos, desobedientes, irreverentes y que se olvidan de él
como un invitado a quien debemos honrar. ¿Requeriremos de otros esa deferencia, ese respeto, ese
honor, que negamos a dar a Jesús en cortesía cristiana? Dejemos que nuestro orgullo y nuestro egoísmo
sean humillados en el polvo. Dejemos que nuestro yo sea escondido con Cristo en Dios, y recordemos
que si tenemos un espíritu rencoroso hacia los que yerran, el Señor no perdonará nuestros pecados.182
El gobierno bajo el cual Jesús vivía era corrompido y opresivo; por todos lados había abusos
clamorosos: extorsión, intolerancia y crueldad insultante. Sin embargo, el Salvador no intentó hacer
reformas civiles, no atacó los abusos nacionales ni condenó a los enemigos nacionales. No intervino en
la autoridad ni en la administración de los que estaban en el poder. El que era nuestro ejemplo se
mantuvo alejado de los gobiernos terrenales. No porque fuese indiferente a los males de los hombres,
sino porque el remedio no consistía en medidas simplemente humanas y externas. Para ser eficiente, la
cura debía alcanzar a los hombres individualmente, y debía regenerar el corazón.
No por las decisiones de los tribunales o los consejos o asambleas legislativas, ni por el patrocinio de
los grandes del mundo, ha de establecerse el reino de Cristo, sino por la implantación de la naturaleza
de Cristo en la humanidad por medio de la obra del Espíritu Santo....
Ahora, como en los días de Cristo, la obra del reino de Dios no incumbe a los que están reclamando el
reconocimiento y apoyo de los gobernantes terrenales y de las leyes humanas, sino a aquellos que están
declarando al pueblo en su nombre aquellas verdades espirituales que obrarán, en quienes las reciban,
la experiencia de Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en
mí. (Gál. 2:20).184
El reino de Dios no viene con manifestaciones externas. Viene mediante la dulzura de la inspiración de
su Palabra, la obra interior de su Espíritu, y la comunión del alma con Aquel que es su vida. La mayor
demostración de su poder se advierte en la naturaleza humana llevada a la perfección del carácter de
Cristo.
Los discípulos de Cristo han de ser la luz del mundo, pero Dios no les pide que hagan esfuerzo alguno
para brillar. No aprueba los intentos llenos de satisfacción propia para ostentar una bondad superior.
Desea que las almas sean impregnadas de los principios del cielo, pues entonces, al relacionarse con el
mundo, manifestarán la luz que hay en ellos. Su inquebrantable fidelidad en cada acto de la vida será
un medio de iluminación.
Ni las riquezas, ni la alta posición social, ni el costoso atavío, ni suntuosos edificios ni mobiliarios se
necesitan para el adelanto de la obra de Dios; ni tampoco hazañas que reciban aplauso de los hombres y
fomenten la vanidad. La ostentación mundana, por imponente que sea, carece enteramente de valor a
los ojos de Dios.185
egoístas; si usted estimula en ellos el amor a la vestimenta, y desarrolla la vanidad y el orgullo, hará
una obra que decepcionará a Jesús, el cual ha pagado un precio infinito por su redención. Él desea que
los hijos le sirvan con afectos íntegros.186
Jesús está atrayendo a los niños y nos ordena: "Dejad los niños venir a mí". Es como si nos dijese:
Vendrán a mí si no los impedís. No permitamos que nuestro carácter diferente del de Cristo le
represente falsamente. No apartemos a los pequeñuelos de él por nuestra frialdad y dureza. No les
hagamos nunca sentir que el cielo no sería un lugar agradable para ellos si nosotros estuviésemos allí.
No hablemos de la religión como de algo que los niños no pueden entender, ni obremos como si no
esperásemos que ellos acepten a Cristo en su infancia. No les demos la falsa impresión de que la
religión de Cristo es una religión lóbrega, y que al venir al Salvador deben renunciar a todo lo que llena
de gozo la vida.
A medida que el Espíritu Santo mueve los corazones de los niños, cooperemos con su obra.
Enseñémosles que el Salvador los 1lama, que nada puede darle mayor gozo que el hecho de que ellos
se entreguen a él en la flor y frescura de sus años.187
"[Jesús] clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió". (Juan 11:43-44).
En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra.189
Si Cristo hubiera estado en la habitación del enfermo, Lázaro no habría muerto; por lo tanto, Satanás no
habría tenido poder sobre él. En presencia del Dador de la vida, la muerte no podría apuntar su dardo a
Lázaro. Sin embargo, Cristo permaneció lejos.... Le permitió a Lázaro pasar bajo el dominio de la
muerte, y las sufrientes hermanas vieron a su hermano puesto en la tumba. Cristo sabía que cuando
vieran el rostro de su hermano muerto, su fe en su Redentor sería duramente probada. De este modo,
estaba podando las ramas, para que pudieran producir más frutos. Sabía que debido a la lucha por la
cual estaban pasando ahora, en adelante su fe brillaría con mucho más poder. Él sufrió cada punzada de
dolor que ellas soportaron. No porque se había quedado atrás les amaba menos; pero sabía que por
ellas, por Lázaro, por él y por sus discípulos, debía ganarse una victoria.190
Era el propósito de Cristo permanecer donde se encontraba hasta que ocurriera la muerte de Lázaro,
para así poder dar a la gente una evidencia de su divinidad, no simplemente restaurando a un hombre
agonizante, sino volviendo a la vida a un hombre que había sido sepultado.
Éste debe ser un estímulo para nosotros. A veces somos tentados a pensar que la promesa, "Pedid, y se
os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá" (Mateo 7:7), no se cumple a menos que la, respuesta
llegue inmediatamente luego de hacerse el pedido. Es nuestro privilegio pedir bendiciones especiales, y
creer que ellas nos serán dadas. Pero si las bendiciones pedidas no son concedidas inmediatamente, no
debemos pensar que nuestras oraciones no fueron oídas. Aun cuando la respuesta se tarde durante un
tiempo, la recibiremos. Al llevar a cabo el plan de la redención, Cristo ve lo suficiente en la humanidad
como para desanimarle. Pero no se desanima. En misericordia y amor continúa ofreciéndonos
oportunidades y privilegios. Por lo tanto, debemos descansar en el Señor, y esperar pacientemente por
él. La respuesta a nuestras oraciones podrá no venir tan rápidamente como deseamos, y tampoco de la
manera en que le hemos pedido; pero él, que conoce lo que es mejor para sus hijos, nos dará mucho
más de lo que hemos pedido, si no nos volvemos infieles y desanimados.191
193
2The Spirit of Prophecy:370-371
194
ST, 09-071896.
Pág. 62
"Los gobernantes de las naciones" eran ambiciosos, y buscaban posición y poder; pero su sentido a éste
respecto era el resultado de falsas ideas de grandeza y orgullo del corazón humano. Entre los discípulos
de Cristo debía existir un estado de cosas completamente diferente. Ninguno debía aspirar al dominio
sobre sus hermanos, o buscar ser el señor sobre la herencia de Dios....
[Cristo] les había dejado un ejemplo de cuidado desinteresado por otros. Él era Señor del cielo, y los
ángeles obedecían su palabra; sin embargo, se dignó tomar sobre él las debilidades y enfermedades de
la naturaleza humana, vivir como ejemplo para el hombre y morir en sacrificio. Mientras estuvo en la
tierra no eligió para sí mismo riqueza, honor y compañías agradables; sino que su vida fue empleada
entre los campesinos humildes atendiendo a las necesidades de los necesitados y los afligidos....
La enseñanza que Cristo dio no fue designada simplemente para el pequeño grupo que escuchó sus
palabras, sino que fue registrada para beneficio de todos sus seguidores hasta el fin del tiempo. Las
verdades que él reveló... nunca se necesitaron más que en la actualidad....
El pueblo de Dios debe unirse firmemente en amor, fortaleciéndose entre sí contra las tentaciones y
pruebas; pero cuán a menudo Satanás desvía la mente hacia objetivos egoístas. Él conoce nuestros
malos rasgos de carácter, y aprovecha cada oportunidad de despertarlos a la actividad. Él provoca la
contienda, y lleva a los profesos cristianos a buscar la supremacía, mientras a través del orgullo y amor
propio ciega sus ojos a sus propios defectos de carácter. Mientras los discípulos contendían entre ellos
acerca de quién de ellos debía ser el mayor, no pensaban que Jesús los había oído; pero él leía sus
corazones, y comprendía sus deseos ambiciosos. Lo mismo sucede en la actualidad. Jesús está pesando
el carácter de cada individuo. Si nuestros motivos no son puros, si nuestro deseo de agradar el yo es
más fuerte que nuestro deseo hacia la justicia o la glorificación de Dios, podemos estar seguros que
nada está oculto de su vista, y que los deseos de nuestros corazones, así como los actos de nuestras
vidas, serán considerados en el juicio.195
no conocieron ningún otro o ningún mejor camino, de donde se irradiaran rayos de luz. Así como la
palabra de Cristo llegó a Zaqueo, "Hoy es necesario que pose yo en tu casa", así la palabra deberá
llegar a ellos; y el que se suponía ser un pecador endurecido será hallado poseedor de un corazón
enternecido como el de un niño, porque Cristo se ha dignado fijarse en él.197
obreros; pero se abstuvo de exponer el verdadero carácter de Judas. No lo reprochó, y así evitó darle
una excusa para su futura traición.
Pero reprendió a los discípulos.... Jesús, mirando al futuro, habló con certidumbre.... Reinos surgirían y
se caerían; los nombres de los monarcas y conquistadores serían olvidados; pero el recuerdo del acto de
esta mujer sería inmortalizado en las páginas de la historia sagrada.202
La mirada que Jesús lanzó sobre el egoísta Judas le convenció que el Maestro había penetrado su
hipocresía, y leído su carácter vil y despreciable. Ésta era la reprensión más directa que Judas hubiera
recibido antes. Se sintió irritado por la misma, y así se abrió una puerta a través de la cual Satanás entró
para controlar sus pensamientos....
En espíritu y práctica muchos se parecen a Judas. Con tal de que haya silencio con respecto a las
manchas en su carácter, ninguna enemistad abierta es vista; pero cuando son reprendidos, el rencor
llena sus corazones.203
Judas valoró a Jesús en el precio por el cual le vendió; su alma mezquina comparó la vida del Hijo de
Dios con una vil suma de dinero. El mismo espíritu frío y calculador es manifestado hoy por muchos
que profesan a Cristo. Dan de mala gana sus ofrendas a su causa o las retienen completamente bajo
diversas excusas verosímiles. Una pretensión de amplia e ilimitada filantropía por la iglesia o la
creencia, no es infrecuente en algunos de ellos, y alegan, como Judas, que es bueno darlo a los pobres.
Pero los verdaderos cristianos demuestran su fe invirtiendo en la causa de la verdad; son conocidos por
sus obras, porque "la fe sin obras está muerta'. (Sant. 2:26).204
202
ST, 09-10-1879
203
The Youth`s Instructor, 12-07-1900
204
ST, 09-10-1879
Pág. 65
colocado en nuestras frentes! ¿Quién puede soportar el pensamiento de ser pasado por alto cuando el
ángel selle a los siervos de Dios en sus frentes?205
205
RH, 28-05-1889
206
RH, 10-06-1852.
207
RH, 21-03-1878.
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Los cristianos fructíferos estarán unidos con Dios, e inteligentes en las cosas de Dios. La verdad y el
amor de Dios son su meditación. Han banqueteado sobre las palabras de vida....
Todos los que están en conexión con la luz permitirán que su luz brille para el mundo, y en sus
testimonios, alabarán a Dios, a quien fluirán sus corazones en gratitud. Los que tienen una unión vital
con Cristo se regocijarán en la seguridad de su amor. Nada del mundo puede entristecerlos cuando
Jesús les alegra por su presencia.... Es el privilegio de cada hijo de Dios guardar su mente con la verdad
divina, y cuánto más haga esto más vigor y claridad de mente tendrá para sondear las cosas profundas
de Dios. Será más sobrio y vigoroso, a medida que los principios de la verdad se apliquen en su vida
diaria.
Todos debemos estar trabajando junto con Dios. Ningún ocioso es reconocido como su siervo. Los
miembros de la iglesia deben sentir en forma individual que la vida y prosperidad de la iglesia son
afectados por su curso de acción...
Dios desea no sólo que den de sus medios, sino que ustedes mismos se entreguen a él. Él lo quiere.
Exige el interés personal, los talentos. Los mejores y más vigorosos pensamientos deben consagrarse a
su causa y a glorificar su nombre.208
¿Desearán aquellos cuyos nombres están en los libros de la iglesia, que pretenden ser hijos e hijas de
Dios, considerar su relación con Dios y sus semejantes? ... ¿Podemos lanzar la primera piedra en
condenación de un hermano cuando Dios extiende su misericordia sobre nosotros y perdona nuestras
transgresiones contra él? Si Dios debiera juzgarnos nuestra deuda sería hallada inmensa, sin embargo,
nuestro Padre celestial perdona la deuda. Los hombres deben tratar con Dios, no según la opinión que
tienen de sí mismos, no según su confianza propia, sino de acuerdo al espíritu que ellos revelan hacia
sus hermanos que erraron. No somos perdonados porque perdonamos, sino cuando perdonamos.210
Hermanos, consideren, cuán inclementes somos entre nosotros, cuán despiadados; cómo ofendemos y
herimos, cuando debiéramos amar como Cristo nos amó. Cambiemos completamente. Cultivemos la
preciosa planta del amor, y deleitémonos ayudándonos unos a otros. Debemos ser amables, tolerantes,
pacientes con los errores unos de otros; debemos guardar nuestras críticas agudas para nosotros
mismos, esperando todo de nuestros hermanos.
Algunos parecen estar buscando fervientemente el perdón de los pecados, la libertad en Dios. ¿Merecen
el perdón que están buscando? No, no lo merecen; aun así, Dios está dispuesto a concederlo libremente.
¿Y se atreven a retener el perdón y el afecto de sus hermanos porque creen que no son dignos? ¿Qué
harían si Dios les tratara así? Traten a sus hermanos como desean que Dios proceda con ustedes. Si
esperamos que nuestras oraciones pidiendo el perdón sean oídas, ofrezcámoslas con un espíritu
perdonador. Perdonemos a otros de la misma manera, y en la misma proporción en que esperamos ser
perdonados. La dureza de corazón que manifiestan entre sí los profesos cristianos no es asemejarse a
Cristo, sino a Satanás. Todos deben abrir sus corazones de par en par al amor de Jesús, y fomentar la
piedad y afecto hacia nuestros hermanos....
En vista del inmerecido amor y misericordia [de Cristo] hacia nosotros, ¿cómo podemos acariciar la
malicia, o incluso sentirnos faltos de amabilidad hacia nuestros hermanos, la adquisición de su sangre?
Guardemos toda sospecha y odio, y todo sentimiento de amargura, aun hacia nuestros peores enemigos,
aquellos que buscan hacernos daño.211
210
The Home Missionary, 01-01-1892
211
Bible Training School, 01-08-1912
212
RH, 06-12-1892
213
MC:91.
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En el tiempo del fin, ha de ser restaurada toda institución divina. . . . [El pueblo remanente de Dios]
constreñidos por el amor de Cristo, cooperarán con él para la edificación de los lugares desiertos. Serán
reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar.214
Los últimos rayos de luz misericordiosa, el último mensaje de clemencia que ha de darse al mundo, es
una revelación de su carácter de amor. Los hijos de Dios han de manifestar su gloria. En su vida y
carácter han de revelar lo que la gracia de Dios ha hecho por ellos. La luz del Sol de Justicia ha de
brillar en buenas obras, en palabras de verdad y hechos de santidad.
En torno de nosotros, por todas partes se oyen los lamentos de tristeza del mundo. Por doquiera están
los necesitados y afligidos. A nosotros nos toca ayudarlos a aligerar y suavizar las durezas y la miseria
de la vida.... Si Cristo habita permanentemente en nosotros, nuestros corazones estarán llenos de divina
simpatía. Las fuentes selladas del amor fervoroso, semejante al de Cristo, serán abiertas.215
214
PR:501
215
PVGM:342-343
216
CS:417
217
CS:415
218
RH, 30-03-1897.
219
Lake Union Herald, 03-11-1909
220
RJ:180
Pág. 69
menos atento contigo mismo y más ferviente en consagrar todo a Dios, serás aceptable a él y
beneficiado por su rica gracia.
Dios no ha repartido tu porción solamente para que la observes y cuides para ti mismo. Se exige que
cuides y protejas a otros, y en este ejercicio manifestarás los males en tu carácter que necesitan
corrección, y fortalecerás esos puntos débiles que debes fortalecer. Ésta es la parte de la obra que
tenemos a realizar; no con impaciencia, malhumorados, de mala gana, sino alegremente, de buena
gana, para alcanzar la perfección cristiana. Quitar de nosotros todo lo que no es precisamente agradable
no es imitar a Cristo.224
No podemos obedecer la ley a menos que esté escrita en el corazón. Sólo la verdad tal como es en Jesús
puede iluminar el alma, permitiéndonos hacer el bien y sólo el bien a aquellos con quienes nos
relacionamos.225
los profesos seguidores de Cristo. Muchos manifiestan indiferencia hacia quienes Dios ha puesto entre
ellos con el propósito de probar, demostrar y desarrollar lo que está en sus corazones. Dios lee. Señala
cada acto de egoísmo, de indiferencia hacia los afligidos, las viudas y el huérfano; y escribe contra sus
nombres: "Culpable, deficiente, infractor de la ley". Seremos recompensados según hayan sido nuestras
obras. Cualquier incumplimiento del deber hacia el necesitado y los afligidos es un incumplimiento del
deber a Cristo en la persona de sus santos.
Cuándo los casos de todos entren en revisión ante Dios, no se hará la pregunta, ¿Qué profesaron ellos?,
sino, ¿Qué han hecho ellos? ¿Han sido hacedores de la palabra? ¿Han vivido para sí mismos, o se han
ejercitado en obras de benevolencia, en hechos de bondad y amor, prefiriendo a otros antes de ellos, y
negándose a sí mismos para poder bendecir a otros? Si los registros muestran que ésta ha sido su vida,
que sus caracteres han sido marcados con ternura, abnegación y benevolencia, recibirán la bendita
seguridad y bendición de Cristo: “Bien hecho”. “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mat. 25:21, 34). Cristo fue afligido y herido
por tu señalado amor egoísta y tu indiferencia a las desgracias y necesidades de otros.
Muchas veces nuestros esfuerzos por los demás pueden ser ignorados y aparentemente en vano. Pero
ésta no debe ser una excusa para que nos cansemos de hacer el bien. ¡Cuán a menudo vino Jesús para
buscar frutos en las plantas a su cuidado y no encontró nada más que hojas! Podemos decepcionarnos
acerca del resultado de nuestros mejores esfuerzos, pero esto no debe llevarnos a ser indiferentes a los
infortunios de otros y no hacer nada....
Debemos animar los pacientes y diligentes esfuerzos. Se requiere de valor ahora, no de perezoso
desaliento e irritable murmuración. Estamos en este mundo para trabajar por el Maestro y no para
estudiar nuestra inclinación y placer, para servir y glorificarnos a nosotros mismos.227
227
3T:524-526.
228
RH, 29-08-1899.
Pág. 72
cerrar. ¿No existen hoy maestros que buscan cerrar, si es posible, la puerta de la comprensión? Ellos no
entrarán en la luz, ni permitirán a otros llegar a ella.229
Cristo destinó que sus hijos creyentes deben ser la luz del mundo, la sal de la tierra. La vida santa, el
ejemplo cristiano, de un hombre bueno en una comunidad, derrama una luz que se refleja en otros.
Cuán grande, entonces, sería la influencia de una compañía de creyentes caminando todos en los
mandamientos de Dios.230
Deben tener el temor del Señor siempre ante sus ojos; porque el temor del Señor es el principio de la
sabiduría. Es mejor obtener un conocimiento de la voluntad de Dios revelada a través de una
comprensión de su palabra que tener la alabanza de hombres, los honores del mundo y gran
complacencia. La palabra de Dios nos asegura que en guardar sus mandamientos hay una gran
recompensa. Ninguna distinción terrenal debe ser considerada siquiera por un momento como un
incentivo para volverse de los mandamientos de Dios y negarse a alzar la cruz. Los cristianos deben
considerar la riqueza, la comodidad, el placer y los honores mundanos, como cosas que son
representadas por la madera, el heno y el rastrojo, que perecerán en el fuego del último día.
Que ninguno de los que han representado el deber de guardar los mandamientos de Dios, busque
encontrar alguna objeción por la cual puedan parecer excusarse de la obediencia. Recuérdense que el
gran corruptor de la palabra de Dios es un mentiroso desde el principio de su rebelión en el cielo y
sepan que él está listo para vendarles los ojos alejándoles de las notorias declaraciones de la palabra de
Dios, y haciendo de lo que es claro y distinto algo incierto y cuestionable. Su obra es engañar y
deshacer el efecto de las palabras de Jehová. Apoya tus pies en la plataforma de la verdad eterna. Sigue
cada rayo de luz que ves, y lo que es oscuro se hará claro a tu comprensión a medida que camines en la
luz. . . .
Cuando Moisés llevó los israelitas a las aguas del Mar Rojo, la orden de Dios fue: "Adelante".... ¿Qué
lección debemos aprender de esto? Seguir adelante, caminando en la luz que Dios permite que brille en
nuestra senda, y no deteniéndonos para cuestionar y dudar.233
233
ST, 24-01-1895
Pág. 74
representantes de Cristo? . . . El Líder misionero vino a nuestro mundo, y ha ido delante de nosotros
para mostrarnos el camino”.234
234
RH, 21-07-1896
235
RH, 31-10-1878
236
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PE:121
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La nación judía no aceptó ninguno de los consejos de Cristo; despreciaron todas sus reprensiones. No
vinieron a él, para que tuvieran vida. Por lo tanto les declaró: Vuestra destrucción está en su propia
puerta; ustedes mismos son responsables.238
Así como la luz y la vida de los hombres fue rechazada por las autoridades eclesiásticas en los días de
Cristo, ha sido rechazada en toda generación sucesiva. Vez tras vez, se ha repetido la historia del retiro
de Cristo de Judea. Cuando los reformadores predicaban la palabra de Dios, no pensaban separarse de
la iglesia establecida; pero los dirigentes religiosos no quisieron tolerar la luz, y los que la llevaban se
vieron obligados a buscar otra clase, que anhelaba conocer la verdad. En nuestros días, pocos de los
que profesan seguir a los reformadores están movidos por su espíritu. Pocos escuchan la voz de Dios y
están listos para aceptar la verdad en cualquier forma que se les presente. Con frecuencia, los que
siguen los pasos de los reformadores están obligados a apartarse de las iglesias que aman, para
proclamar la clara enseñanza de la palabra de Dios. Y muchas veces, los que buscan la luz se ven
obligados por la misma enseñanza a abandonar la iglesia de sus padres para poder obedecer.239
“[Jesús dijo:] Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de cierto os
digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”
(Juan 12:23-25).
Año tras año los hombres preservan su grano tirando sus aparentemente más seleccionadas muestras.
Durante un tiempo éstos deben esconderse bajo el surco, para ser vigilados por el Señor. Después
aparece la hoja, luego la espiga, y entonces el maíz en la espiga. Pero este desarrollo no puede tener
lugar a menos que el grano se entierre fuera de la vista, oculto y, según todas apariencias, perdido.
La semilla enterrada en la tierra produce fruto, y a su tiempo se plantan las semillas de este fruto. Así la
cosecha se multiplica. Así la muerte de Cristo en la cruz del Calvario llevará fruto hacia la vida eterna.
La contemplación de este sacrificio será la gloria de los que, como sus frutos, vivirán a través de las
edades eternas.
Con esta lección Cristo relaciona la abnegación que todos deben practicar. . . . "Si alguno me sirve,
sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le
honrará". (Juan 12:26).
Ésta es la única honra que debemos buscar. Y debemos buscarlo con una determinación y una seriedad
proporcional al valor del tesoro que tenemos en vista—vida eterna en el reino de Dios. Cristo exige la
completa consagración del hombre a él. Ésta es la condición mediante la cual el hombre es exaltado.
Cuando él somete su mente, su cuerpo y su alma a Dios, entonces será honrado. La renuncia al yo es la
gran ley de la supervivencia, y la supervivencia es la ley de la autodestrucción.
Quién vive para el yo, y consagra su vida a servirse a sí mismo, perderá su vida. Puede acumular
mucho, pero imparte poco. Como los tales es el grano que se come. Los que piensan y planean sólo
para sí mismos, que desean todo para atender a sus ideas y hacer progresar sus intereses, siguen una
dirección de egoísta idolatría. Dios dice de ellos: Efraín es dado a ídolos; déjalo". (Oseas 4:17). Los
que aman tanto esta vida temporal que forman proyectos para ellos, y trabajan en planes mundanos,
encontrarán finalmente que están en quiebra; porque se han quedado sin las riquezas eternas. Pero los
que odian esta vida, que eligen la muerte en lugar de una vida sin Cristo, ganarán el cielo.243
243
ST, 01-07-1897.
244
ST, 11-08-1890.
245
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santificación a través de su Hijo bien amado. Cuando contempla el Cordero de Dios que quita los
pecados del mundo, crece para amarlo, y mediante la contemplación es transformado a su imagen.246
Cuando el pecador, atraído por el amor de Cristo, se acerca a la cruz, y se postra ante ella, es una nueva
creación. Le es dado un nuevo corazón. Se vuelve una nueva criatura en Cristo Jesús. La santidad
encuentra que no tiene nada más para exigir.247
Jesús está atrayendo a todos los hombres; ¿quién responderá a esta atracción? Muchos serán
grandemente influenciados por la vida y el ejemplo de los que profesan haber respondido a este amor
divino que está atrayendo los corazones de los hombres. Muchos te mirarán a ti, que profesas su
nombre, para ver si ello te hace mejor hombre o mejor mujer. Observarán para ver si eres como Cristo,
amable y cortés en tu familia. El Señor ha dicho: "Por sus frutos los conoceréis". (Mat. 7:20).248
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba
ceñido". (Juan 13:1, 4-5).
Muy pronto Cristo debería ofrecerse como un sacrificio por el mundo. En este momento, en las últimas
horas que los discípulos estarían con su Maestro, Satanás hizo un enérgico esfuerzo para despertar la
discordia entre ellos. El corazón de Cristo se llenó de dolor cuando les vio rendirse al espíritu de
contienda, riñendo acerca de quién debía ser el mayor. Si hubieran estado en un correcto estado de
ánimo, habrían recibido gran bendición. Pero vinieron a la cena con corazones llenos de egoísmo, y con
temperamento exaltado por la contienda.
Cristo oyó sus murmullos, y vio sus irritados semblantes. Sin una palabra, puso su vestimenta exterior a
un lado, y ciñéndose con una toalla, como si él hubiera sido el siervo, procedió a lavar los pies de sus
discípulos. Su acción abrió sus ojos. Estaban demasiado sorprendidos y demasiado avergonzados para
hablar. Amarga vergüenza y humillación llenaron sus corazones. Se vieron a sí mismos en una luz
completamente nueva.250
En el mismo acto de ceñirse con una toalla para lavar los pies de sus discípulos, Jesús les subyugó y
limpió de su enajenamiento, disensión, celos y orgullo. Ninguno de ellos presentaba un estado
aceptable ante Dios, con semejante espíritu de infeliz disensión. El corazón renovado, limpio de toda
contaminación, era de mucha más importancia que la aplicación exterior de agua a sus pies
polvorientos. Jesús no podría darles las lecciones que tanto deseaba impartir a menos que llegaran a
una condición apropiada de humildad y afecto. La disensión siempre crea el odio, pero Cristo lo alejó
en el acto de lavar los pies de sus discípulos. Se produjo un cambio de sentimientos; se promovió la
unión de los corazones y el amor entre sí. Se volvieron mansos, enseñables y afectuosos, y habrían
concedido a cualquiera la posición más alta. Fueron preparados para compartir la última cena con
sentimientos fragantes de amor, profundos y amplios, por su Maestro y unos con otros.251
nunca debería ser llamado humillación en el sentido de que está degradando a la humanidad. Debe
enternecer nuestros corazones unos hacia otros. Aquellos que vienen. . . con sus corazones abiertos a
las influencias del Espíritu de Dios serán grandemente bendecidos.253
Aquél que lavó los pies de sus discípulos era la Majestad del cielo. Tenía el amor eterno atesorado en
su corazón, pero estaba en medio de ellos como al que sirve; y lavando sus pies, él les dio evidencia
que haría cualquier servicio, aunque en humildad, para hacerles herederos junto con él de toda la
riqueza eterna de los tesoros del cielo.254
propia conciencia, para despertarlos a una comprensión de las lecciones simbolizadas, para reavivar su
memoria, para convencerlos del pecado, y para recibirse arrepentimiento penitente. Les enseñaría que
el hermano no debe exaltarse sobre otro hermano, que los peligros de desunión y contienda serían
vistos y apreciados; porque afectaba la salud y la santa actividad del alma.256
¿Es acariciado algún pecado? Que sea cortado del alma por la confesión. La primer mirada, el primer
acto de contrición y arrepentimiento que diriges hacia Cristo, no escapa a su atención. El primer paso
que diriges hacia él te llevará más cerca que un paso hacia ti. Todas las cosas, especialmente en esta
ocasión, están listas para tu recepción. Él unirá tu debilidad, arrepentimiento, quebrantamiento de alma,
con su divina fuerza.257
La reconciliación de unos con otros es la obra para la cual fue instituida esta ordenanza del lavamiento
de los pies. Mediante el ejemplo de nuestro Señor y Maestro, esta ceremonia de humillación se ha
transformado en una sagrada ordenanza. Siempre que sea celebrada, Cristo está presente por su Espíritu
Santo. Es este Espíritu que trae convicción a los corazones. Cuando Cristo celebró esta ordenanza con
sus discípulos, sobrevino la convicción a los corazones de todos excepto Judas. Por lo tanto debemos
mostrarnos convictos cuando Cristo habla a nuestros corazones. Los motivos del alma serán
quebrantados. La mente será movilizada y, surgiendo a la actividad y vida, derribará cada barrera que
ha causado desunión y enajenamiento. Los pecados que han sido cometidos aparecerán con más
evidencia que antes; porque el Espíritu Santo los traerá a nuestro recuerdo. Las palabras de Cristo, "Si
sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis" (Juan 13:17), se revestirán de nuevo poder.258
las almas del pecado al camino ascendente de la santidad. En esta ordenanza se presenta la necesidad
de economizar todos los pensamientos, todas las energías, todos los afectos y facultades, para llevar el
yugo de Cristo, para entrar en relación con él.261
haciendo el servicio de Dios. Él declaró claramente por qué les decía estas cosas mientras todavía
estaba con el ellos—para que cuando sus palabras fueran cumplidas, recordaran que él se los había
dicho antes.... Él fue franco y preciso, para que en sus pruebas futuras, los discípulos pudieran saber
que el Altísimo no se olvidaría ni los desampararía....
El objetivo de la partida de Cristo fue lo contrario de lo que los discípulos temían. No significó una
última separación de él. Les iba a preparar un lugar para ellos, para que pudiera venir nuevamente, y
recibirlos para sí mismo.
No sólo para los discípulos, sino para nosotros, son dichas estas palabras de consuelo. En las últimas
escenas de la historia de esta tierra, habrá guerra sin igual. Habrá pestilencia, plagas y hambre. Las
aguas profundas traspasarán sus límites. La propiedad y la vida serán destruidas por el fuego y el
diluvio. Debemos estar preparados para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para aquellos que le
aman. Habrá un descanso del conflicto de la tierra. ¿Dónde está? "Para que donde yo estoy, vosotros
también estéis. (Juan 14:3). El cielo es donde Cristo está. El cielo no sería cielo para aquellos que aman
a Cristo si él no estuviera allí. ¿Estamos individualmente formando caracteres que podrán encontrarse
en la compañía de Cristo y los ángeles?264
268
The Gospel Herald, 01-03-1901
Pág. 84
quiere que nos eduquemos para que podamos hablar palabras correctas—palabras que serán una
bendición para los demás, que verterán rayos de luz en sus almas.
Supongamos que a veces estamos separados de la alegría que nos gustaría experimentar, ¿no podemos
sentirnos seguros que las promesas de Dios todavía son sí y amén en Cristo Jesús? Las promesas de
Dios no descansan sobre sentimientos. Tienen un fundamento tan distinto como a sensación de la luz y
de la oscuridad. Debemos aprender a actuar por principio, y cuando aprendamos a hacer esto,
actuaremos comprensivamente, y no controlados por las emociones variables.269
¡Cuán necio sería entrar en un sótano y lamentar porque estamos en oscuridad! Si queremos luz
debemos ir a una habitación más elevada. Es nuestro privilegio entrar en la luz, en la presencia de
Dios.270
Oh, educa el alma para creer las promesas de Dios. ¿Haría él tales promesas si no nos amara? Somos su
propiedad comprada; que compró a un precio infinito.271
269
ST, 11-11-1889.
270
ST, 07-05-1896
271
ST, 16-01-1893
272
RH, 18-07-1899
273
RH, 01-04-1880
274
The Gospel Herald, 01-03-1901.
275
6T:92.
Pág. 85
276
RH, 12-04-1898
277
RH, 24-11-1885
278
RH, 16-04-1889
Pág. 86
donde la argumentación habría fallado. Trabajemos en este plan, y oremos unos por los otros, dándose
la razón entre sí en la presencia de Dios mediante una fe viviente. ¡El Señor conoce todos los
pensamientos y sentimientos del corazón; y cuán fácilmente puede él ablandarnos, cómo su Espíritu,
igual que un fuego, puede dominar el corazón de piedra, e igual que un martillo, puede romper la
piedra en pedazos! . . . Y cuando Jesús entre en ti, dirá dulcemente: "La paz sea contigo". No dará la
paz como el mundo la da; sino la paz que sobrepasa toda comprensión. Y con la paz de Cristo en ti,
cuando veas caer a un hermano, estarás capacitado para decir exactamente lo correcto en tiempo
oportuno.284
No siempre podemos estar sobre nuestras rodillas en oración, pero podemos permitir que el corazón
ascienda continuamente a Dios para su bendición, y tendremos ayuda tan segura como cuando
mantenemos este estado de ánimo. Los ángeles malos pueden estar a tu alrededor echando sus tinieblas
sobre ti, pero la fuerza de Dios es mayor que su poder. Y si no avergüenzas a Cristo en palabra o
acción, o de forma alguna, la dulce bendición y la paz de Dios estarán en tu corazón todos los días de tu
vida. . . . Debemos encontrarnos con las dificultades, y para encontrarlas y vencerlas debemos tener a
Jesús con nosotros. Satanás te dirá que eres muy grande pecador, y que no necesitas orar, porque Jesús
no te oirá. Pero puedes decirle que ser un pecador es la misma razón por la cual necesitas orar; porque
Cristo vino a salvar a los pecadores, y murió en la cruz del Calvario para que los pecadores pudieran
venir a él y ser salvos. Construye con las Escrituras una barrera alrededor de ti, y verás que el mundo
no podrá romperla. Memoriza las Escrituras, y entonces cuando Satanás venga con sus tentaciones
arroja sobre él un "Escrito está". Ésta es la manera en que nuestro Señor hizo frente a las tentaciones de
Satanás, y las resistió. Decide que no vivirás sin la presencia y la luz y el amor de Jesús, y entonces
tendrás preciosas victorias, y sabrás quién es la Fuente de tu fuerza.285
284
RH, 28-08-1888
285
RH, 10-04-1888
286
ST, 29-08-1900
287
2The Spirit of Prophecy:88.
288
RH, 06-11-1883
289
ST, 23-03-1888
Pág. 88
Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios que le permitiese ganar la victoria. Cristo guardó los
mandamientos de su Padre y no hubo en él ningún pecado de que Satanás pudiese sacar ventaja. Esta es
la condición en que deben encontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angustia.
En esta vida es donde debemos separarnos del pecado por la fe en la sangre expiatoria de Cristo.
Nuestro amado Salvador nos invita a que nos unamos a él, a que unamos nuestra flaqueza con su
fortaleza, nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra indignidad con sus méritos. La providencia de
Dios es la escuela en la cual debemos aprender a tener la mansedumbre y humildad de Jesús. El Señor
nos está presentando siempre, no el camino que escogeríamos y que nos parecería más fácil y
agradable, sino el verdadero, el que lleva a los fines verdaderos de la vida. De nosotros está, pues, que
cooperemos con los factores que Dios emplea, en la tarea de conformar nuestros caracteres con el
modelo divino. Nadie puede descuidar o aplazar esta obra sin grave peligro para su alma.290
Cristo. Los pámpanos representan a los más jóvenes de los seguidores de Cristo, así como las ramas
incluyen a todos los diminutos pámpanos que pertenecen a él. Jesús es nuestro centro. Él es la vid que
soporta las ramas. Nuestra vida eterna se centra en él. Las palabras que él nos ha hablado son espíritu y
vida, y los que se alimentan y son hacedores de su palabra, le representan en el carácter. Su paciencia,
mansedumbre, humildad y amor llenan sus corazones.292
Todos los que reciben a Cristo por fe se vuelven uno con él. Los pámpanos no se atan a la vid; no se
unen a ella por cualquier proceso mecánico de sujeción artificial. Ellos están unidos a la vid, de tal
modo que hacen parte de ella. Se nutren por las raíces de la vid. Así, los que reciben a Cristo por la fe
se vuelven uno con él en principio y acción. ...
El bautismo puede repetirse una y otra vez, pero de sí mismo no tiene poder para cambiar el corazón
humano. El corazón debe unirse con el corazón de Cristo, la voluntad debe sumirse en su voluntad, la
mente debe volverse una con su mente, los pensamientos deben ser llevados en sujeción hacia él. Un
hombre puede ser bautizado, y ser escrito su nombre en el libro de la iglesia, y aun tener inalterado su
corazón. Las tendencias hereditarias y cultivadas pueden aun obrar maldades en su carácter.
El hombre regenerado tiene una conexión vital con Cristo. Como el pámpano extrae su sustento de la
vid y, debido a esto, lleva mucho fruto, así el verdadero creyente, unido con Cristo, revela en su vida
los frutos del Espíritu. El pámpano se vuelve uno con la vid; la tormenta no puede llevarlo lejos; la
helada no puede destruir sus propiedades vitales. Nada puede separarlo de la vid. Es una rama viviente,
y produce el fruto de la vid. Así sucede con el creyente. Mediante las buenas palabras y las buenas
acciones revela el carácter de Cristo.293
292
RH, 14-01-1896
293
RH, 18-09-1900
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Después de que se ha formado la unión con Cristo, sólo puede ser conservada mediante ferviente
oración y esfuerzo incansable. Debemos resistir, negarnos, conquistar el yo. A través de la gracia de
Cristo, mediante el valor, la fe, la vigilancia, podemos ganar la victoria.294
dije. Me escribió acerca de una silla de ruedas de la cual había oído hablar, pensando que sería una gran
bendición para ella. La había elegido, y escribió con la mayor confianza que yo la compraría. ¿Cómo
fue que ella pudo creer en mi palabra, y sin embargo no podía creer en las promesas de Jesús? Cuando
le escriba, quiero presentar el asunto en su verdadera dimensión.
Una hermana vino a mí en Oakland y dijo:"¿No recuerda que usted prometió darme el Volumen IV
cuándo fuera revisado y mejorado?" "¿Lo hice?" dije yo, "¿y usted realmente creyó que lo
haría?”Ciertamente," contestó. "¿Por qué pensó que sí?" le pregunté. "¿No es extraño que deba pensar
que lo haría, simplemente porque se lo prometí?" Ella me miró con asombro. Se había estado quejando
de su falta de fe en Dios. "Ahora," dije, "¿cómo es que puede confiar en una promesa mía, pero no
puede confiar en la palabra de su Padre celestial? ¿Cómo puede tenerte en un pobre y falible mortal, y
no puede confiar en el Dios invariable? Yo me había olvidado de mi promesa; pero Dios nunca se
olvida. ¿Por qué no puede tomarlo en su palabra, como me tomó a mi palabra?" Honramos a Dios
cuando nos apropiamos de su palabra, y marchamos por fe, creyendo que él quiere decir exactamente lo
que dice. . . . "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas?" (Rom. 8:32).297
297
RH, 19-03-1889
298
Australasian Union Conference Record, 15-11-1903
299
4T:520
Pág. 92
300
The General Conf. Bulletin, 17-05-1909.
Pág. 93
Hermanos, es su privilegio llevar consigo las credenciales que ustedes son de Cristo—amor, alegría y
paz. ¿Buscarán fervientemente tener esta planta celestial del amor arraigada en sus corazones, y en tal
caso la cuidarán tiernamente para que no se marchite y muera? Permitan que Cristo surja. No acaricien
un espíritu de independencia que les llevará a sentir que si sus hermanos no están de acuerdo con
ustedes ellos deben estar equivocados. Las opiniones de sus hermanos son exactamente tan preciosas
para ellos como las suyas lo son para usted. Cristo en ustedes les unirá a Cristo en ellos, y habrá un
dulce espíritu de unión....
Cuando tenemos el espíritu [de Cristo] en nuestros corazones, seremos unánimes en él. No buscaremos
entonces cubrir defectos en nuestros caracteres; sino que nos esforzaremos ardientemente por
superarlos.301
301
Historical Sketches of SDA Missions:125-126.
302
ST, 18-06-1896
303
1T:690-691.
304
2T:510-511.
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No somos nosotros los que hacemos el primer acercamiento hacia Cristo; fue nuestro Redentor quién se
acercó primeramente hacia nosotros. "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo".
(Juan 12:32). Él tocó tu corazón por su gracia, le respondiste y fuiste atraído hacia Jesús. El hombre no
podría hacer el primer movimiento. Cristo fue levantado en la cruz. Fue su amor que lo trajo a nuestro
mundo....
No hay muchos ministros ordenados; esto hace necesario para ti negar el yo, alzar la cruz, y llevar las
cargas de Cristo. ¿Has probado los poderes del mundo por venir? ¿Has estado comiendo la carne y
bebiendo la sangre del Hijo de Dios? Entonces si no han sido impuestas sobre ti las manos ministeriales
en el mundo, Cristo ha puesto sus manos sobre ti y dice: "Tú eres mi testigo; comercia con los talentos
que te he dado. Tú eres la luz del mundo. Una ciudad asentada en una colina no puede ser escondida;
permite que tu luz brille ante los hombres para que puedan ver tus buenas obras y glorifiquen a tu Padre
qué está en los cielos". Habrá una oposición entre la iglesia y el mundo, pero la iglesia debe brillar.
Que ustedes mismos sean los canales vivientes de luz consagrados para el mundo, cualesquiera puedan
ser las consecuencias financieras para ti.
Dejen que aquellos que verdaderamente aman a Dios salgan de dónde hay grandes iglesias de
guardadores del Sábado, y la causa que ellos conocen no es buscada. Hay trabajo a ser realizado en
cada rama que tiene una unión vital con la vid viviente.305
No es debido a nuestras riquezas, conocimiento o superioridad de posición que Jesús nos ama y nos
bendice, sino porque creemos en él como nuestro Salvador personal. Jesús nos amó mientras nosotros
todavía éramos pecadores, pero habiéndonos escogido él dice que nos ha ordenado ir y producir frutos.
¿Tiene cada uno algo que hacer? Ciertamente, todos los que nos unimos con Cristo debemos llevar su
carga, trabajar en sus filas. Los cristianos no deben ser altos de fuerza e indolentes. No. "Vosotros sois
obreros junto con Dios". La fuerza perdonadora del amor de Cristo en el alma es como una fuente de
agua que salta hacia la vida eterna. Si la fuente de agua está en el corazón, entonces la vida entera
revelará el hecho, y la gracia refrescante de Dios será manifestada.306
vigilancia a la puerta de tus labios? ¿Es tu corazón atrayente en simpatía y amor hacia otros fuera de tu
propia familia? ¿Estás buscando diligentemente una comprensión más clara de las verdades bíblicas,
para que puedas permitir que tu luz brille por otros? Puedes contestar estas preguntas a tu propia
alma.308
Toda alma convertida tiene una obra que hacer. Debemos recibir la gracia para poder darla libremente.
Debemos permitir que la luz brille hacia adelante desde el resplandeciente Lucero del alba, para verter
luz en obras de abnegación y sacrificio propio, siguiendo el ejemplo que Cristo nos ha dado en su
propia vida y carácter.309
y los mensajes de advertencia que Dios ha enviado a su pueblo en estos últimos días, habrían, si fueran
sinceros y temerosos de Dios, obedecido los mandamientos de Dios. Nuestros padres no son
responsables por la luz que nunca recibieron, o por los mensajes de advertencia que nunca oyeron; y
¿serán sus hábitos y costumbres considerados dignos de respeto solamente porque han pasado de
generación en generación?...
Verdades especiales han sido adaptadas a las condiciones de las naciones a medida que existieron. La
verdad presente, que es una prueba para el pueblo de esta generación, no fue una prueba para la gente
de generaciones anteriores....
Sólo somos responsables por la luz que brilla sobre nosotros. Los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús nos están probando. Si somos fieles y obedientes, Dios se complacerá en nosotros, y nos
bendecirá como su propio pueblo escogido y peculiar. Cuando la fe y el amor perfectos y la obediencia
abundan, operando en los corazones de los que son seguidores de Cristo, tendrán una poderosa
influencia. La luz emanará de ellos, dispersando las tinieblas alrededor de ellos.312
Los amigos de la verdad de Cristo serán perseguidos alguna vez por una generación contemporánea.
Serán llamados exaltados y fanáticos por los enemigos de la reforma. Las verdades ardientes de la
palabra de Dios, condenando el pecado y amonestando a la justicia no son agradables al hacedor del
mal. Cada verdadero seguidor de Cristo debe tener el espíritu de un mártir, estando listo para sacrificar
algo o todo antes que perder el favor de Dios. . . .
Dejar a [Cristo] es rechazar la verdad infinita, el amor y la justicia, y cerrar la puerta del corazón a toda
iluminación celestial, dando la bienvenida a las tinieblas y la desesperación. Aceptarle es luz, paz y
alegría.313
personas que podrían haber comprendido las profecías pero que no leyeron e investigaron para ver si
eran aplicables a este tiempo, y si les concernía individualmente, serán entrampados, y sufrirán una
pérdida eterna. Serán destruidos de repente, y sin remedio.315
los pámpanos injertados en la Vid viviente, ser participantes de la naturaleza de la Vid. Si eres un
pámpano vivo de la verdadera Vid, Jesús te demostrará mediante pruebas y aflicciones, que puedes
llevar frutos más abundantemente.
La razón por la cual no tenemos más del Espíritu y poder de Dios en nosotros es que nos sentimos
demasiado bien satisfechos con nosotros mismos. Hay una marcada tendencia entre los que se
convierten a la verdad, de hacer un cierto avance, y entonces estabilizarse en un estado de indiferencia,
dónde no se alcanza ningún progreso adicional. Permanecen dónde están, y dejan de crecer en la gracia
y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Pero la religión de Cristo es de tal
naturaleza que exige avanzar constantemente. El Señor no ha designado que sintamos en la vida que ya
hemos alcanzado la medida plena de la estatura de Cristo. A través de toda la eternidad creceremos en
el conocimiento de aquél que es la cabeza de todas las cosas en la iglesia. Si empleáramos su gracia,
deberíamos sentir nuestra pobreza. Nuestras almas deben llenarse de un intenso anhelo por Dios, hasta
que comprendamos que pereceremos a menos que Cristo haga la obra por nosotros.
Cuando lleguemos a sentir nuestra absoluta dependencia de Cristo para salvación, ¿podremos plegar
nuestras manos, y decir: "No tengo nada que hacer; estoy salvo; Jesús lo ha hecho todo?" No, debemos
poner toda energía para que podamos hacernos participantes de la naturaleza divina.317
317
The Bible Echo, 15-05-1892
318
RH, 25-04-1893
319
ST, 17-04-1893
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The Bible Echo, 04-10-1894
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The Bible Echo, 22-05-1899
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RH, 12-04-1906
326
ST, 20-01-1888
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The Watchman, 04-12-1902
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ST, 02-09-1897
329
RH, 12-04-1892
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¿Quieres saber más del carácter de Dios? Entonces ten presente que la Biblia le revela en el carácter de
Jesucristo.330
La suma y esencia de todo el asunto de la gracia y experiencia cristiana es comprendida creyendo en
Cristo—conociendo a Dios y a su Hijo a quien él envió. Pero aquí es donde muchos fallan, porque les
falta la fe en Dios. En lugar de desear ser llevados en compañerismo con Cristo en su abnegación y
humillación, están buscando la supremacía del yo. Como se niegan a caer sobre la Roca y ser
quebrantados, no pueden apreciar el amor o el carácter de Dios. Podemos ser uno con Cristo; pero
debemos estar dispuestos a rendir nuestro propio camino, nuestra propia voluntad, y tener la mente que
estaba en Cristo, para que podamos conocer qué es tener compañerismo con él en la humillación y el
sufrimiento.... Oh, si hiciéramos más para apreciar el amor de Dios, cómo serían engrandecidos
nuestros corazones, desarrollada nuestra limitada simpatía, hasta que fueran rotas las heladas barreras
del egoísmo; y nuestra comprensión fuera más profunda de lo que es ahora, porque veríamos bajo la
superficie.
Es porque no conocemos a Dios, ni tenemos fe en Cristo, que no somos impresionados más
profundamente con la humillación que él soportó en nuestro favor, que su degradación no lleva toda
alma a humillarse a sí misma, para exaltar a Jesús. El Señor te llama a humillarte bajo su poderosa
mano, para que puedas ser partícipe de su santidad. No debes ser más que tu Maestro, sino como él era,
así debes ser en el mundo. Oh, si lo amaras tal como él te ha amado, no retrocederías ante el
conocimiento de los capítulos sombríos de la experiencia del Hijo de Dios.
Para ser participantes con Cristo en sus sufrimientos, debemos contemplar el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo. Cuando contemplamos la humillación de Cristo, mirando su abnegación y
sacrificio propio, nos llenamos de asombro por la manifestación de amor divino hacia el hombre
culpable.331
La obediencia a los mandamientos de Dios es la única evidencia que el hombre puede dar de que posee
un conocimiento genuino y salvador de Dios.332
330
RH, 25-03-1902
331
RH, 24-05-1892
332
21ML:410
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oculto. Ha sido excavada mediante cuidadosa investigación de las Escrituras y a través de mucha
oración.333
El pueblo de Dios tiene íntimas y severas batallas que luchar; pero estas batallas no son contra sus
hermanos. Todo deseo de herir, debilitar y destruir la influencia de incluso el más débil de los obreros
de Dios, es registrado en los libros del cielo como el deseo de debilitar la influencia de Jesucristo. La
guerra que debemos emprender será iniciada contra la confederación del mal que se ha formado contra
el pueblo de Dios. Solamente habrá aflicción sobre aquellos que vuelvan sus instrumentos de guerra
contra sus propios hermanos. Dios nos recuerda que debemos luchar en unión con los ángeles del cielo,
y más que ángeles están empeñados en la lucha.334
Dios y seguir su propio camino según los dictados de corazones no santificados. El Israel moderno está
siguiendo rápidamente sus pasos, y la desaprobación del Señor descansará ciertamente sobre ellos.
Nunca es difícil de hacer lo que amamos hacer, pero tomar una dirección directamente contra nuestras
inclinaciones es llevar una cruz. Cristo oró para que sus discípulos fueran uno como él era uno con el
Padre. Esta unidad es la credencial de Cristo al mundo de que Dios le envió. Cuando la voluntad propia
es renunciada en referencia a cuestiones habrá una unión de los creyentes con Cristo. Todos estos
deben orar y trabajar de manera resuelta, contestando así hasta donde sea posible la oración de Cristo
por la unidad en su iglesia.336
No es una evidencia adicional que necesitamos, pero la impresión de la verdad que ya entendemos es
profundizada y completada mediante una transmisión fiel de ella a otros. Todos debemos dar asistencia
primero al propio caso individual. Entonces podrá actuar en perfecta unidad con sus hermanos. Los
corazones de los creyentes deben ser como el corazón de Cristo. Cada pulsación debe darse en armonía
con el corazón de Cristo. Debemos ser uno con Cristo, y uno entre sí, para que el mundo pueda creer
que Dios ha enviado a su Hijo al mundo.337 Unidad, armonía, unidad de espíritu con el Salvador—éstas
son las señales mediante las cuales los cristianos pueden distinguirse. Así muestran al mundo que
Cristo es el Hijo del Dios viviente, y que puede dar la salvación, incluso la vida eterna, a todos los que
creen en él. . . . Cuando seamos uno con Cristo, nos uniremos unos a otros, y manifestaremos firme
lealtad a Dios, a su Palabra y a nuestros hermanos. El verdadero creyente tendrá confianza en sus
hermanos y hermanas.338
tememos que entendamos algo como lo entiende nuestro hermano, y así estemos en armonía con él?
Dios designó que sus hijos sea uno. Si tan solo existiera esta unidad, hablaría al mundo del poder de
Dios manifestado en sus hijos.340
que estemos dispuestos, no será manifestada en nosotros la gracia transformadora de Dios. Cuando
presentamos nuestra naturaleza vacía ante Dios, él desea, mediante el Espíritu Santo, llenar el vacío
dejado: por la renuncia al yo, y darnos su plenitud. El Señor no nos dejaría perecer. Consagraría a su
servicio todo lo que hay en nosotros; porque desea bendecirnos más de lo que nosotros deseamos ser
bendecidos. Nos haría habitar en Cristo, recibir su bendición, y difundirlo a otros mientras vivimos,
para que podamos disfrutar una bendita eternidad. La vida es corta, pero la eternidad es infinita.345
El Señor está esperando hacer grandes cosas por sus hijos que confían en él. ¿Esperamos morar con
Cristo en el mundo eterno? Entonces debemos morar con él aquí, donde él puede ayudarnos en cada
momento de prueba y tentación, y prepararnos para su venida en las nubes del cielo. Él recompensará a
cada hombre según sus obras, y todo secreto será llevado al juicio. Entonces comprobaremos que sólo
serán salvos los que han vivido de toda palabra que procede de la boca de Dios.... Debemos investigar
cuidadosamente a lo largo de las Escrituras para ver si estamos haciendo realmente las obras de Dios.
La belleza y la gracia de Cristo deben entretejerse en nuestros caracteres. No podemos mantener a
Cristo apartado de nuestras vidas en lo que hacemos, y todavía encontrarnos aptos para su compañía en
el cielo. Él es el todo del cielo, y debe ser nuestro todo en la tierra.346
14 de Junio Getsemaní
345
ST, 21-11-1892.
346
RH, 05-05-1891.
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ST, 06-10-1887.
Pág. 106
"Vinieron, pues; a un lugar que se llama Getsemaní, y [Jesús] dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre
tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.
Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante,
se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las
cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. Vino luego y
los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?" (Marcos
14:32-37).
El Salvador deseaba estar solo con Dios, para que pudiera luchar con él en oración. La agonía que
oprimió su alma no fue por el sufrimiento físico que debió soportar. Sentía el carácter ofensivo del
pecado que debía llevar. Debía sufrir el castigo de la ley quebrantada, y soportar la ira del Padre.
A corta distancia de sus discípulos, Cristo cayó sobre su rostro y oró. "Padre mío", clamó, "si es
posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú". (Mat. 26:39).
En la más profunda oscuridad que le rodeaba, todo apoyo parecía desaparecer de Cristo, y su alma
anhelaba la simpatía humana. Finalmente, oprimido con un inexpresable peso de agonía, se levantó y
caminó en la oscuridad hasta el lugar donde había dejado a sus tres amigos. Pero los encontró
durmiendo....
En ese momento, tan importante en que Jesús había hecho una petición especial por ellos para que
velen con él—los discípulos dormían. Cristo les había llevado con él a fin de que fueran una fortaleza
para él, y que los eventos que presenciaran esa noche, y la instrucción que recibieran, fueran
indeleblemente impresos en su memoria. Esto era necesario para que su fe no fracasara, sino que se
fortaleciera para la prueba que estaba justo ante ellos. Pero en lugar de velar con Cristo, se durmieron.
Incluso el ardiente Pedro, que sólo unas horas antes había declarado que sufriría y, si fuera menester,
moriría por su Señor, estaba dormido cuando Jesús necesitó su simpatía y sus oraciones....
Los poderes de las tinieblas rodeaban al Hijo de Dios; porque el destino de un mundo perdido estaba
sobre la balanza.348
348
The Youth´s Instructor, 11-04-1901
349
The Bible Echo, 01-08-1892
Pág. 107
sufrimientos, muerte y resurrección; y, en medio de la oscuridad de esa terrible hora de prueba, algunos
rayos de esperanza habrían iluminado la oscuridad y sostenido su fe.350
[Muchos hoy] no ven la importancia del conocimiento propio y del autodominio. No velan y oran, para
no entrar en tentación. Si velaran, se darían cuenta de sus puntos débiles, dónde más probablemente
serán asaltados por la tentación. Con vigilancia y oración sus puntos más débiles pueden ser vigilados y
volverse así en sus puntos más fuertes, y podrán enfrentar la tentación sin ser vencidos. Cada seguidor
de Cristo debe examinarse diariamente, para que pueda estar perfectamente familiarizado con su propia
conducta. En casi todos existe un abandono del auto examen.351
sobre la tierra fría. Cristo había tomado la copa de sufrimiento del hombre culpable, ofreciéndose a
beberla él, y en su lugar, dio al hombre la copa de bendición....
Ahora surge ante el Redentor del mundo la historia de la raza humana. Ve el poder del pecado y la
absoluta impotencia del hombre para salvarse. Se levantan ante él los dolores y lamentos de un mundo
perdido, mira su inminente condena, y hace su decisión. Salvará al hombre cueste lo que costare.
Acepta su bautismo de sangre, para que a través de él millones que perecen puedan obtener la vida
eterna. Había dejado las cortes celestiales, donde todo era pureza, felicidad y gloria, para salvar la única
oveja perdida, el único mundo que cayó por la transgresión, y no cambiaría de idea sobre la misión que
escogió.
Habiendo tomado la decisión, se desploma sobre la tierra en condición agonizante. ¿Dónde están ahora
sus discípulos, para colocar tiernamente sus manos bajo la cabeza de su sufriente Maestro, y limpiarle
la frente, desfigurada más que cualquiera de los hijos de hombres? Nuestro Salvador pisó solo el lagar,
y no hubo ninguna persona con él. Los ángeles que habían hecho la voluntad de Cristo en el cielo de
buena gana le habrían consolado. ¿Pero qué podían hacer? Semejante dolor, semejante agonía, estaba
más allá de su poder aliviar. Nunca habían sentido los pecados de un mundo arruinado, y con asombro
miraron a su querido Maestro postrado con dolor.
Aunque el Padre no quitó la copa de la mano temblorosa y de los pálidos labios de su Hijo, envió un
ángel desde su presencia para fortalecer a la Víctima divina. El ángel levanta al Hijo de Dios de la fría
tierra, y lo fortalece con mensajes de amor de su Padre. Él es fortalecido. Tiene la seguridad de estar
ganando eterno gozo para todos los que acepten la redención.353
invenciones de crueldad, pueden matar el cuerpo, pero no pueden tocar la vida que está escondida con
Cristo en Dios.356
sucesión uno tras otro derramarán las copas de la ira sobre los habitantes de la tierra. ¡Qué fácilmente
hubieran podido los ángeles, al mirar la vergonzosa escena de prueba de Cristo, testificar de su
indignación consumiendo a los adversarios de Dios! Pero no se les ordenó que lo hicieran así.360
Cuando los discípulos vieron que Jesús no se liberó de sus enemigos, sino que permitió ser apresado y
atado, se disgustaron porque tuvieron que sufrir esta humillación junto con él. Terminaban de
presenciar una exhibición de su poder al postrar en tierra a los que habían venido para tomarle, y sanar
la oreja del siervo, que Pedro había cortado, y sabían que si él quería podría librarse de la turba asesina.
Le culparon de no hacer nada, y avergonzados y aterrorizados por su conducta inexplicable le
desampararon y huyeron. Cristo había previsto esta deserción, y en el aposento alto les había prevenido
de la acción que tomarían en este momento, diciendo: "He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que
seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está
conmigo". (Juan 16:32).361
¡Qué tristeza y aflicción para los ángeles de Dios! Muchas compañías de santos ángeles, cada una con
ángel comandante a la cabeza, fueron enviados para atestiguar la escena.362
preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del
Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo
sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Habéis oído la
blasfemia; ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte". (Marcos
14:60-64).
Cristo sabía que Caifás era indigno de ocupar la posición que ostentaba. Mas conociendo esto,
respondió al apelo del sumo sacerdote. Sabía que había sido señalado para su cometido por Dios, y allí
y entonces podría haber sido glorificado. Podría haber demostrado un poder que habría hecho
acobardarse a sus jueces. Pero un cuerpo de carne había sido preparado para él. Siendo hallado en
forma de hombre, se humilló a sí mismo. El verdadero Sumo Sacerdote estaba de pie ante el sumo
sacerdote falso para ser criticado y condenado....
Comparado con tan grandes resultados, esto fue para Cristo uno de los momentos más maravillosos de
su vida. Comprendió que ahora todo disfraz debía ser eliminado. La declaración de que él era uno con
Dios había sido hecha. Él se había proclamado abiertamente como el Hijo de Dios, a quien los judíos
habían largamente mirado.
"Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes
del cielo". (Mat. 26:64). En ese día Cristo será el Juez. Todo secreto se expondrá a la luz del rostro de
Dios. Qué contraste habrá entonces entre los que han negado a Cristo y los que le han recibido como un
Salvador personal. Entonces los pecadores verán sus pecados sin una sombra que vele o suavice su
fealdad. Tan triste será la visión que desearán ser escondidos bajo las montañas o en las profundidades
del océano, si tan sólo pudieran escapar de la ira del Cordero. Pero aquellos cuya vida fue escondida
con Cristo en Dios pueden decir: "Creo en aquél que fue condenado en el tribunal de Pilatos, y se dejó
crucificar por los sacerdotes y gobernantes. No mires en mí, un pecador, sino mira en mi Abogado. No
hay nada digno en mí del amor que él manifestó por mí: pero él dio su vida por mí. Mírame a través de
Jesús. Él se hizo pecador por mí, para que yo pudiera hacerme justo ante Dios en él".364
364
The Youth´s Instructor, 31-05-1900.
Pág. 112
corriendo hasta el Getsemaní. Empezó a verse como realmente era. El recuerdo estaba vivo, y sus
pecados fueron retratados ante el en toda su aborrecible luz. Pedro se arrojó en el lugar donde pocas
oras antes, Jesús había orado y llorado en agonía, y allí el discípulo oró como nunca antes había orado.
Con profundo arrepentimiento y el terrible remordimiento imploró el perdón, y se levantó un hombre
convertido.365
que estaba haciendo hasta que fue demasiado tarde para deshacer la espantosa labor. Se lamentó por el
resultado del pecado, pero tuvo ningún sentido real de su carácter ofensivo.368
La triste historia de Judas es una lección para todos. Judas fue bendecido con oportunidades
maravillosas. Estuvo con Cristo durante todo el periodo de ministerio del Salvador. Día a día, durante
tres años, escuchó su enseñanza y dio testimonio de sus maravillosas obras. Si hubiera estado dispuesto
de renunciar a todo egoísmo, el Señor le habría usado para adelantar su reino. Pero Judas amaba la
ganancia. Era un especulador. Pensó que podría manejar las finanzas de la iglesia, y ganar dinero. Su
codicia creció más y más, hasta que finalmente vendió a su Maestro por treinta piezas de plata.
¡Cuántos hoy en día son como Judas traicionando a su Señor! ¡Cuántos están sacrificando los
principios por causa de la ganancia mundana! Así crucifican nuevamente a Cristo, y lo exponen a la
vergüenza.
En el más pequeño así como en los mayores acontecimientos de la vida la primera pregunta debe ser:
"¿Cuál es la voluntad de Dios?" Cristo llama a sus hijos para que se libren de todo egoísmo, toda
codicia, toda impureza. "Venid a mí," dice él, "y yo os haré descansar". (Mat. 11:28). Entréguense a
mis enseñanzas. Sometan su voluntad a mi voluntad, su camino a mi camino. Permitan que su vida sea
una con mi vida. Así podrán ganar tesoros que resistirán a la vida eterna.
La verdadera religión no es un experimento. Es una imitación real de Cristo... Dios mantiene una
cuenta personal con cada hombre, probándolo por los resultados prácticos de sus obras. Pronto se oirá
el llamado: "Da cuenta de tu mayordomía". (Luc. 16:2).369
todos estos asuntos; y a su buen tiempo, Cristo tomará venganza de su propia elección. Dios se
encargará de aquellos que defraudan a sus hermanos y a la causa de Dios. "Mía es la venganza," dice el
Señor, "yo pagaré". (Romanos 12:19).372
pizca del dolor y humillación que sufriría el hombre bajo circunstancias similares. Herodes le insistió
para que aclarara que no era un impostor demostrando su poder ante la muchedumbre. Convocó para
dicho propósito a mutilados, personas lisiadas y deformadas y, de una manera autoritaria, ordenó a
Jesús que sane estos individuos en presencia suya, insistiendo que si él realmente hubiera obrado tales
notables curaciones como le habían informado, todavía tenía poder de hacer maravillas similares, y que
podrían ahora revertirse en su propio beneficio al obtener su liberación.
Pero Jesús estaba serenamente en pie ante el orgulloso gobernante como alguien que no veía ni oía.
Herodes insistió repetidamente en su proposición a Jesús, y reiteró el hecho que él tenía poder para
soltarle o condenarle. Incluso se atrevió a jactarse del castigo que había infligido al profeta Juan por
presumir de reprobarlo. A todo esto Jesús no dio ninguna respuesta por palabras o señas. Herodes
estaba irritado por el profundo silencio del prisionero, que indicaba una absoluta indiferencia al
personaje real ante quien había sido convocado. Una reprensión directa habría sido más aceptable al
soberbio y pomposo gobernante que ser así silenciosamente ignorado.374
delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun
Herodes, porque os remitía él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. Le soltaré, pues,
después de castigarle”. (Lucas 23:13-16).
El Salvador, tambaleándose con el cansancio, pálido y herido, llevando una túnica de burla y una
corona de espinas, fue despiadadamente hostigado de regreso a la corte del gobernador romano. Pilatos
estaba muy irritado; porque se felicitaba al librarse de una temible responsabilidad habiendo remitido a
Herodes los acusadores de Jesús. Inquirió ahora con impaciencia a los judíos qué querían que haga. Les
recordó que ya había examinado al prisionero y no había encontrado ninguna falta en él; que sus
acusadores no habían podido sostener un solo cargo contra él.... Pilatos dijo: "Le soltaré, pues, después
de castigarle". (Luc. 23:16).
Aquí Pilatos demostró su debilidad. Había declarado que Jesús era inocente de los crímenes de que era
acusado, sin embargo, estaba dispuesto a sacrificar parcialmente la justicia y los principios para
transigir con una chusma insensible; estaba dispuesto de hacer sufrir a un hombre inocente mediante
azotes, para que su furia inhumana fuera aplacada. Pero el hecho de proponer hacer un trato con ellos,
colocó a Pilatos en desventaja con la muchedumbre ingobernable, que ahora se aprovechó de su
indecisión y clamó más aún por la vida del prisionero. Pilatos se volvió al pueblo, y presentó que los
sacerdotes y ancianos no habían probado en forma alguna los cargos presentados contra Jesús.
Esperaba por estos medios avivar su simpatía por él, para que estuvieran dispuestos a soltarle. Mientras
tanto Jesús se había caído sobre el suelo de mármol, completamente exhausto. Precisamente entonces
un mensajero se abrió paso a través de la multitud, y puso en la mano de Pilatos una carta de su
esposa. . . . Dios le había enviado esta advertencia, para que, a través de ella, impidiera a Pilatos
envolverse en el terrible crimen de entregar el divino Hijo de Dios a la muerte. Pilatos empalideció al
leer el mensaje; pero los sacerdotes y gobernantes habían empleado el tiempo en enardecer más aún las
mentes del pueblo, hasta que fueron llevados a un estado de furia demente.376
dando una falsa representación de Dios y su verdad. En la rica belleza del carácter de Cristo, el celo por
Dios fue siempre apreciable.... Él odiaba solamente una cosa, y ésa era el pecado. Pero el mundo amaba
el pecado y odiaba la justicia, y ésta fue la causa de la hostilidad del mundo hacia Jesús. Si Cristo
hubiera dado a los hombres consentimiento de ejercer sus pecaminosas pasiones, habrían saludado a
este gran hacedor de milagros con voces de aplauso; pero como reprobó el pecado, declarando una
guerra abierta contra en el egoísmo, la opresión, la hipocresía, el orgullo, la codicia y la lujuria, dijeron:
No a éste, sino a Barrabás.378
mundo estaba bajo el negro estandarte de Satanás, e injuriaba y oprimía a su Mesías tan largamente
esperado. Así trajeron la ruina sobre sí mismos. Sus desafiantes declaraciones reaccionaron sobre ellos.
¡Qué tinieblas trajo esta noche sobre los protagonistas principales en la escena! Nunca más se
desvanecería de sus mentes este recuerdo.382
Mediante el sacrificio que Cristo estaba a punto de realizar, todas las dudas serían para siempre
resueltas, y la raza humana sería salva si retornaran a su obediencia. Solamente Cristo podía restaurar el
honor al gobierno de Dios. La cruz del Calvario sería vista por los mundos no caídos, por el universo
celestial, por las agencias satánicas, por la raza caída, y toda boca sería silenciada. Al hacer su infinito
sacrificio Cristo exaltaría y enaltecería la ley. El exaltado carácter del gobierno de Dios sería dado a
conocer, el cual de forma alguna podría ser cambiado para complacer el hombre en su condición
pecadora.
¿Quién puede describir las últimas escenas de la vida de Cristo sobre la tierra, su juicio en el tribunal,
su crucifixión? ¿Quién dio testimonio de estas escenas? El universo celestial, Dios el Padre, Satanás y
sus ángeles. Maravillosos eventos tuvieron lugar en la traición de Cristo. En su falso juicio, sus
acusadores no encontraron nada por lo que pudiera demostrarse su culpabilidad. Tres veces declaró
Pilatos: "Yo no hallo en él ningún delito". (Juan 18:38). No obstante ordenó que fuera azotado, y
entonces lo entregó para sufrir la muerte más cruel que podría inventarse. . . . La enemistad del apóstata
contra el Comandante de todo el cielo debía ser vista. Debía mostrarse que la misericordia de Satanás
es crueldad. ¡Qué batalla fue esta, entre Cristo y Satanás! Fue emprendida en el mismo momento de la
resurrección, sí, el momento de la ascensión. Entonces fue transferida a los seguidores de Cristo, y hoy
Satanás guerrea contra ellos.383
382
ST, 31-01-1900.
383
ST, 12-07-1899.
Pág. 119
señala otro; y la corriente, fuertemente fijada en una mala dirección, arrastra a las densas tinieblas de la
culpa a quiénes se comprometen con el maligno.384
Mientras consideraban qué hacer, Simón, un Cirineo, viniendo de una dirección opuesta, se encontró
con la multitud, fue aprehendido a instigación de los sacerdotes, y obligado a llevar la cruz de Cristo.
Los hijos de Simón eran discípulos de Jesús, pero él nunca se había relacionado con él. Esta ocasión
fue provechosa para él. La cruz que le obligaron a llevar se convirtió en el medio de su conversión. Sus
simpatías fueron profundamente despertadas a favor de Jesús; y los eventos del Calvario, y las palabras
proferidas por el Salvador le hicieron reconocer que era el Hijo de Dios. Desde entonces Simón se
sintió agradecido a Dios por la providencia que lo puso en posición de recibir la evidencia de que Jesús
era el Redentor del mundo.
Una gran multitud siguió al Salvador hasta el Calvario; muchos se mofaban y burlaban, pero algunos
lloraban y contaban su alabanza. Aquellos que él había sanado de varias enfermedades, y a quienes
había resucitado de los muertos, proclamaban sus maravillosas obras con ferviente voz, y exigían saber
qué había hecho Jesús para ser tratado como un malhechor. Sólo unos días antes, habían concurrido a él
con jubilosos hosannas y agitando ramas de palma, cuando entró triunfalmente en Jerusalén. Pero
muchos que lo habían aclamado con sus alabanzas, porque era popular hacerlo, ahora hacían crecer el
clamor de "¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!"387
08 de Julio Gólgota
387
The Present Truth, 07-01-1886.
388
PE:175-177.
Pág. 121
"Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel, pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
Cuando le hubieron crucificado". (Mateo 27:34-35).
La misión de la vida terrenal de Cristo estaba ahora casi concluida. Su lengua estaba reseca, y dijo:
"Tengo sed". (Juan 19:28). Ellos mojaron una esponja con vinagre de hiel y se la ofrecieron a beber; y
cuando él probó, no quiso. Y ahora el Señor de la vida y la gloria estaba muriendo, un rescate por la
raza humana. Era la expresión del pecado, trayendo la ira del Padre sobre él como sustituto del hombre,
lo que hizo tan amarga la copa que él bebió, y destrozó el corazón del Hijo de Dios. La muerte no debe
ser considerada como un ángel de misericordia. La naturaleza retrocede ante el pensamiento de
desintegración, que es consecuencia del pecado.
Pero no era el temor a la muerte lo que causó inexpresable agonía a Jesús. Creer esto sería ponerlo
debajo del coraje y sufrimiento de los mártires; porque muchos que murieron por su fe, entregándose a
la tortura y muerte, se regocijaban de ser considerados dignos de sufrir por la causa de Cristo. Cristo
fue el príncipe de los sufrientes; pero no fue la angustia física que lo llenó de horror y desesperación;
era la sensación de la malignidad del pecado, el conocimiento de que el hombre se había familiarizado
tanto con el pecado que no comprendía su enormidad, que estaba tan profundamente arraigado en el
corazón humano que era difícil desarraigar.
Como sustituto y garantía del hombre, la iniquidad de los hombres fue puesta sobre Cristo; fue contado
como un transgresor para que pudiera redimirlos de la maldición de la ley. La culpa de cada
descendiente de Adán de todas las épocas oprimía su corazón; y la ira de Dios, y la terrible
manifestación de su desagrado debido a la iniquidad, llenó el alma de su Hijo con consternación. El
retiro de la aprobación divina del Salvador, en esta hora de angustia suprema, traspasó su corazón con
un dolor que nunca podrá ser totalmente comprendido por el hombre. Cada punzada soportada por el
Hijo de Dios en la cruz, las gotas de sangre que fluyeron de su cabeza, de sus manos y sus pies, las
convulsiones de agonía que atormentaron su cuerpo, y la angustia indecible que llenó su alma ante el
ocultamiento del rostro de su Padre, hablan al hombre, diciendo: Es por amor a ti que el Hijo de Dios
consintió en llevar sobre sí estos horribles crímenes; para que fuera anulado el dominio de la muerte
sobre ti y abiertas las puertas del Paraíso y la vida eterna.389
389
3The Spirit of Prophecy:162-163.
Pág. 122
salvar a los pecadores perdidos que perecían. Mientras los sacerdotes y gobernantes, en su abominable
justicia propia, no ven su carácter divino, él es revelado al ladrón penitente como el Amigo y Salvador
de los pecadores. Nos enseña así que el más vil pecador puede encontrar perdón y salvación a través de
los méritos de la sangre de Cristo.
El Espíritu de Dios iluminó a la mente de este criminal, que se sostuvo de Cristo por fe.... Mientras los
líderes judíos le niegan, e incluso los discípulos dudan de su divinidad, el pobre ladrón, al borde de la
eternidad, al final de su prueba, ¡llama a Jesús su Señor! Muchos estaban listos para llamarlo Señor
cuando realizaba milagros, y también después que resurgió de la tumba; pero ninguno lo llamó Señor
cuando estaba colgado muriendo en la cruz, salvando al ladrón penitente, que fue salvado en la
undécima hora.390
Majestad del cielo, Aquel a quien los querubines y los serafines resplandecientes se deleitan en adorar
se humilló para levantar al hombre caído; que llevó la culpa y el oprobio del pecado, y sintió el
ocultamiento del rostro de su Padre, hasta que la maldición de un mundo perdido quebrantó su corazón
y le arrancó la vida en la cruz del Calvario. El hecho de que el Hacedor de todos los mundos, el Árbitro
de todos los destinos, dejase su gloria y se humillase por amor al hombre, despertará eternamente la
admiración y adoración del universo. Cuando las naciones de los salvos miren a su Redentor y vean la
gloria eterna del Padre brillar en su rostro; cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad hasta
la eternidad, y sepan que su reino no tendrá fin, entonces prorrumpirán en un cántico de júbilo:
"¡Digno, digno es el Cordero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su propia
preciosísima sangre!" El misterio de la cruz explica todos los demás misterios. A la luz que irradia del
Calvario, los atributos de Dios que nos llenaban de temor respetuoso nos resultan hermosos y
atractivos. Se ve que la misericordia, la compasión y el amor paternal se unen a la santidad, la justicia y
el poder. Al mismo tiempo que contemplamos la majestad de su trono, tan grande y elevado, vemos su
carácter en sus manifestaciones misericordiosas y comprendemos, como nunca antes, el significado del
apelativo conmovedor: "Padre nuestro". Se echará de ver que Aquel cuya sabiduría es infinita no
hubiera podido idear otro plan para salvarnos que el del sacrificio de su Hijo. La compensación de este
sacrificio es la dicha de poblar la tierra con seres rescatados, santos, felices e inmortales. El resultado
de la lucha del Salvador contra las potestades de las tinieblas es la dicha de los redimidos, la cual
contribuirá a la gloria de Dios por toda la eternidad. Y tal es el valor del alma, que el Padre está
satisfecho con el precio pagado; y Cristo mismo, al considerar los resultados de su gran sacrificio, no lo
está menos.392
[Cristo] vio la cruz, la cruel e ignominiosa cruz, con todos sus horrores presentes, resplandeciendo con
gloria.393
gran plan de redención que dependía de la muerte de Cristo, se había llevado a cabo de esta forma. Y
en el cielo hubo alegría porque los hijos de Adán podrían, a través de una vida de obediencia, ser
finalmente exaltados al trono de Dios. ¡Oh, qué amor! ¡Qué maravilloso amor! Que trajo al Hijo de
Dios a la tierra, quien se hizo pecador por nosotros, para que pudiéramos reconciliarnos con Dios, y ser
elevados a una vida con él en sus mansiones de gloria.394
o protegerle usando su influencia en el concilio. Varias veces habían mostrado la falacia de la razón de
su condenación, y protestado contra su arresto, y el concilio se había separado sin lograr el objetivo
para el que habían sido llamados; porque era imposible lograr la condenación de Jesús sin el
consentimiento unánime del Sanedrín. El propósito de los sacerdotes se había obtenido finalmente
llamando a un concilio secreto, al cual no fueron convocados José y Nicodemo.
Los dos consejeros acudieron ahora osadamente en ayuda de los discípulos. La ayuda de estos hombres
ricos y honrados era muy necesaria en ese momento. Podían hacer por su Maestro muerto lo que era
imposible para los pobres discípulos; y sus posiciones influyentes los protegían, en gran medida, de la
censura y protesta. Mientras los discípulos reconocidos de Cristo estaban demasiado desanimados y
acobardados para mostrarse abiertamente como sus seguidores, estos hombres fueron audazmente al
frente y actuaron su noble parte.
Con suavidad y reverencia, bajaron con sus propias manos el cuerpo de Jesús del instrumento de
tortura, derramando sus lágrimas de simpatía en abundancia mientras miraban su cuerpo magullado y
lacerado, el cual lavaron y limpiaron cuidadosamente de las manchas de sangre. José poseía una tumba
nueva, labrada en la roca, que estaba reservando para él; estaba cerca del Calvario, y preparó ahora este
sepulcro para Jesús.397
"Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra
María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo
y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido
blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el
ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que
fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el
Señor". (Mateo 28:1-6).
Entonces, el ángel del cielo, con voz que hizo estremecer la tierra, exclamó: "Tú, Hijo de Dios, tu Padre
te llama. ¡Sal!" La muerte no tuvo ya dominio sobre Jesús. Levantóse de entre los muertos, como
triunfante vencedor. La hueste angélica contemplaba la escena con solemne admiración. Y al surgir
Jesús del sepulcro, aquellos resplandecientes ángeles se postraron en tierra para adorarle, y le saludaron
con cánticos triunfales de victoria.
Los ángeles de Satanás hubieron de huir ante la refulgente y penetrante luz de los ángeles celestiales, y
amargamente se quejaron a su rey de que por violencia se les había arrebatado la presa, y Aquel a quien
tanto odiaban había resucitado de entre los muertos. Satanás y sus huestes se habían ufanado de que su
dominio sobre el hombre caído había hecho yacer en la tumba al Señor de la vida; pero su triunfo
infernal duró poco, porque al resurgir Jesús de su cárcel como majestuoso vencedor, comprendió
Satanás que después de un tiempo él mismo habría de morir y su reino pasaría al poder de su legitimo
dueño.
Rabiosamente lamentaba Satanás que a pesar de sus esfuerzos no hubiese logrado vencer a Jesús, quien
en cambio había abierto para el hombre un camino de salvación, de modo que todos pudieran andar por
él y, ser salvos.399
En esta escena de la resurrección del Hijo de Dios es dada una viva imagen de la gloria que será
revelada en la resurrección general de los justos por ocasión de la segunda venida de Cristo en las
nubes de los cielos. Entonces los muertos que están en sus tumbas oirán su voz y saldrán a la vida; y no
sólo la tierra, sino los mismos cielos, serán conmovidos.400
vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros durmiendo". (Mateo 28:13) Y cuando los soldados
preguntaron qué se les haría por haberse dormido en su puesto, los príncipes les prometieron que
persuadirían al gobernador para que no los castigase. Por amor al dinero, los guardias romanos
vendieron su honor y cumplieron el consejo de los príncipes y ancianos.401
Este engaño se difundió lejos y cerca. Pero había testigos de la resurrección de Cristo a quienes los
sacerdotes no pudieron acallar. Algunos de los muertos que se levantaron con Cristo aparecieron a
muchos y declararon que él había resucitado. Y Cristo mismo permaneció con sus discípulos durante
cuarenta días después de haberse levantado de los muertos, y antes de su ascensión [él] les indicó su
misión, mandándolos que fueran a todo el mundo y predicaran el Evangelio a toda criatura.402
y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor
mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron,
y creyeron". (Juan 20:25-29).
Muchos que tienen una fe débil y vacilante, concluyen que si tuvieran las pruebas que recibió Tomás de
sus compañeros no dudarían como él. No comprenden que no solamente tienen esa prueba, sino el
testimonio adicional acumulado de varias fuentes. Muchos que, como Tomás esperan que sea
suprimida toda causa de duda, no realizarán nunca su deseo. Quedan gradualmente confirmados en la
incredulidad, hasta que no pueden percibir el peso de la prueba a favor de Jesús y, a semejanza de los
judíos escépticos, la poca luz que tienen se extinguirá en las tinieblas que se cierran alrededor de sus
mentes. Rechazar las claras y concluyentes pruebas de la verdad divina endurece el corazón y ciega la
comprensión. La preciosa luz, siendo abandonada, se desvanece absolutamente de la mente que no está
dispuesta a recibirla.
En su trato con Tomás, Jesús dio a sus seguidores una lección acerca de la forma en que debieran tratar
a quienes tienen dudas acerca de verdades religiosas y destacan esas dudas. No abrumó a Tomás con
palabras de reproche ni entabló una controversia con él, sino que se reveló al dudoso con notable
condescendencia y ternura. Tomás había asumido una posición sumamente irrazonable al establecer las
únicas condiciones para su fe; pero Jesús, mediante su generoso amor y consideración, derribó todas las
barreras que Tomás había levantado. La controversia persistente rara vez debilitará la incredulidad,
sino más bien hará que se ponga a la defensiva hallando así nuevos argumentos y excusas. Jesús,
revelado en su amor y misericordia como el Salvador crucificado, arrancará de muchos labios que una
vez estuvieron mal dispuestos, el reconocimiento de Tomás: "¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20:28)405
405
5CBA:1124-1125.
Pág. 129
del rebaño de Dios. El amor de Cristo no es una emoción intermitente, sino un principio vivo, el cual se
manifestará como poder permanente en el corazón.406
cualquier obra que deba ser hecha? El Señor Jesús conoce las necesidades de sus hijos, y los capacitará
para hacer la obra que él les ha indicado hacer. Su profeso pueblo debe estudiar la Palabra, estudiar
cómo pueden introducir mejor la verdad en lugares dónde aún no ha sido llevada.
La palabra de Dios declara claramente que él ha dado a todo hombre su obra. Cada uno debe estudiar
cuidadosamente y en oración para saber cuál es esa obra. Todo el cielo está interesado en la obra de
salvar almas, y los ángeles de Dios irán delante de cada obrero que se ocupe en la obra de dar el
conocimiento de su palabra al mundo.
Cristo debe ser nuestro ejemplo en todas las cosas. El registro que tenemos de sus labores por los
hombres debe enseñarnos nuestro deber hacia nuestros semejantes.... Los ángeles de Dios irán con
nosotros, Cristo será nuestro Maestro supremo, y nuevos caminos se abrirán ante nosotros....
Dios llama ahora a su pueblo para consagrar todas sus fuerzas a su servicio. Desea que cada hogar se
transforme en un hogar iglesia. Cuando los que profesan creer su verdad se conviertan verdaderamente,
tendrán palabras para hablar a todos; y su celo por su causa les hará semejantes a Cristo en propósito y
acción: el verdadero celo es siempre moderado con la mansedumbre y la humildad de corazón.... [Dios]
nos ofrece asemejarnos a Alguien y depender de Alguien que entiende nuestras necesidades, y puede
proveernos de su abundante plenitud.411
411
Australasian Union Conference Record, 14-10-1907
412
TM:190.
413
RH, 15-11-1892.
Pág. 131
Seremos examinados y probados; podemos ser llamados a pasar noches en vela; pero permitamos que
tal tiempo sea usado en ferviente oración a Dios, para que él pueda darnos comprensión, y vivificar la
mente para discernir los privilegios que son nuestros.414
414
RH, 01-04-1909
415
2Sermons and Talks:92-93.
416
5MR, 368
Pág. 132
Estos diez días fueron días de profundo escudriñamiento de corazón. Los discípulos pusieron a un lado
toda diferencia existente entre ellos, y se acercaron juntos en comunión cristiana. Cuando oraron,
comprendieron qué privilegio habían tenido al haber estado tan estrechamente asociados con Cristo. La
tristeza llenó sus corazones al pensar cuántas veces habían afligido su corazón de amor por su
incapacidad de comprender las lecciones que para su bien él había tratado de enseñarles.417
¡Oh, cómo necesitamos la Presencia divina! Para el bautismo del Espíritu Santo cada obrero debe
expresar sus oraciones a Dios. Deben reunirse juntos en compañía para pedir a Dios ayuda especial,
sabiduría celestial, para que el pueblo de Dios pueda saber cómo planear, idear y ejecutar el trabajo.
Los hombres deben orar especialmente para que el Señor elija a sus agentes, y bautice a sus misioneros
con el Espíritu Santo. Durante diez días los discípulos oraron antes de que viniera la bendición del
Pentecostés. Necesitaron de todo ese tiempo para llevarlos a la comprensión de lo que significa ofrecer
una oración eficaz, acercándose más y más a Dios, confesando sus pecados, humillando sus corazones
ante Dios, contemplando por fe a Jesús y siendo transformados a su imagen. Cuando llegó la bendición,
todo el lugar donde estaban congregados fue lleno; y dotados y del poder, salieron para hacer una obra
eficaz para el Maestro. Debemos orar fervientemente por el descenso del Espíritu Santo así como
hicieron los discípulos en el día de Pentecostés.418
417
RH, 30-04-1908
418
The Home Missionary, 01-11-1893.
419
RH, 30-04-1908
Pág. 133
El gran deseo de los intelectos celestiales es que el carácter de Dios, tanto tiempo distorsionado y mal
interpretado, pueda ser debidamente representado ante los que han sido engañados por las estratagemas
del enemigo. Satanás ha imputado a Dios sus propios atributos, y ¿no es ahora el tiempo que el nombre
de Cristo deba ser engrandecido entre los gentiles?...
Cuando las almas son inicialmente convertidas a la verdad, deben ser instruidas acerca de lo que Cristo
espera de ellas en el servicio vivo e incondicional—que él los invita a ser obreros en su viña moral. No
importa cuán temblorosos pueden ser sus esfuerzos, cuán imperfecto su trabajo, deben ser
pacientemente y amorosamente soportados; porque si son mansos y humildes de corazón, el Señor
puede transformar lo que aparenta ser una derrota, en una destacada victoria.422
La liberalidad abnegada provocaba en la iglesia primitiva arrebatos de gozo; porque los creyentes
sabían que sus esfuerzos ayudaban a enviar el mensaje evangélico a los que estaban en tinieblas. Su
benevolencia testificaba de que no habían recibido en vano la gracia de Dios. ¿Qué podía producir
semejante liberalidad sino la santificación del Espíritu? En ojos de los creyentes y de los incrédulos, era
un milagro de la gracia.426
Lo que el Señor hizo por su pueblo en ese tiempo es tan necesario como esencial, y más aún, que lo
haga por su pueblo hoy. Todo lo que los apóstoles hicieron, debe hacer hoy cada miembro de iglesia. Y
nosotros debemos trabajar con mucho más fervor, para ser acompañados por el Espíritu Santo en
mucha mayor medida, así como el aumento de la maldad demanda un más decidido llamado al
arrepentimiento.
Todos aquellos sobre los cuales brilla la luz de la verdad presente deben ser movidos a compasión por
los que están en tinieblas. La luz debe ser reflejada desde todos los creyentes en rayos claros, distintos.
El Señor espera realizar hoy una obra similar a la que hizo a través de sus mensajeros comisionados
después del día de Pentecostés. En este momento, cuándo el fin de todas las cosas está cerca, ¿no
debiera el celo de la iglesia exceder incluso el de la iglesia primitiva? El celo por la gloria de Dios
movió a los discípulos a ser testigos de la verdad con enorme poder. ¿No debiera este celo encender
nuestros corazones con el anhelo de contar la historia del amor redentor, de Cristo y a éste crucificado?
¿No debiera el poder de Dios ser revelado más poderosamente aun hoy que en el tiempo de los
apóstoles?427
Bajo la influencia del Espíritu Santo, miles se convirtieron en un día. La palabra del Espíritu, recién
afilada con poder, y rociada con los rayos del cielo, abría camino a través de la incredulidad. Los
corazones de los discípulos fueron sobrecargados de una benevolencia tan amplia, tan profunda y de
tan de largo alcance, que los impulsó a ir hasta a los confines de la tierra, testificando [de Cristo]....
Ellos estaban llenos de un intenso anhelo de añadir a la iglesia a los que debían ser salvos. Llamaron a
los creyentes a despertarse y hacer su parte, para que todas las naciones pudieran oír la verdad y la
tierra se llenara de la gloria del Señor.428
sacrificios para que sus semejantes puedan oír el evangelio, las verdades proclamadas tendrán una
influencia poderosa en los oyentes. . . . Todos los presentes habían sentido una profunda convicción, y
bajo la influencia directa el Espíritu de Dios, Ananías y Safira habían hecho una promesa de dar al
Señor el importe de la venta de cierta propiedad....
Decidieron deliberadamente vender la propiedad y pretender dar todo el producto al fondo general,
cuando en realidad se guardarían una buena parte para sí mismos. Así se asegurarían el derecho de vivir
del fondo común, y al mismo tiempo ganarían alta estima entre sus hermanos.
Pero Dios odia la hipocresía y la falsedad. Ananías y Safira practicaron el fraude en su trato con Dios;
mintieron al Espíritu Santo; y su pecado fue castigado con un juicio rápido y terrible.429
los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por
dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no
cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo”. (Hechos 5:34, 35, 38-42).
La sabiduría y la alta posición de este rabino eminente [Gamaliel] dio peso a sus palabras. Los
sacerdotes no podrían negar la sensatez de su punto de vista. Con gran disgusto, liberaron a sus
prisioneros, después de azotarlos con varas, intimándoles a no predicar más en el nombre de Jesús o
pagarían con sus vidas el castigo de su intrepidez. Pero los castigos y las amenazas fueron igualmente
desatendidos.432
Jesús está hoy tan dispuesto a impartir valor y gracia a sus seguidores como lo estaba a los discípulos
de la iglesia primitiva. Ninguno debe provocar irreflexivamente una ocasión de lucha con los
principados y poderes de las tinieblas. Cuando Dios les ordene envolverse en el conflicto les dará
suficiente tiempo; entonces le dará coraje y determinación al débil e indeciso, más allá de su esperanza
o expectativa.
El mismo desdén y odio manifestados contra Cristo pueden verse ahora contra los que él ha
evidentemente escogido para ser sus colaboradores. Aquellos cuyos espíritus se levantan contra las
doctrinas de la verdad hacen que el trabajo de los siervos de Cristo sea arduo. Pero Dios transformará
su ira en alabanza; cumplirán su propósito avivando las mentes para escudriñar la verdad. Dios puede
permitirles a los hombres seguir sus propias malas inclinaciones durante un tiempo, en oposición a él;
pero cuando ve que es para su gloria, y para el bien de su pueblo, él detendrá el desprecio, expondrá su
presunto curso, y dará el triunfo a su verdad.433
Hablamos sin reserva de nuestros asuntos temporales, y ¿por qué debemos ser tan reacios a hablar de
nuestros intereses eternos? Ojalá todos los corazones fueran inspirados con santo coraje. Ojalá que
todos podamos elevar a Jesús ante las personas con valentía.434
El martirio de Esteban dejó una profunda impresión en todos los que lo presenciaron. Fue una penosa
prueba para la iglesia, pero produjo la conversión de Saulo, que no pudo borrar de su memoria la fe, la
perseverancia y la glorificación del mártir. El sello de Dios en el rostro de Esteban, y sus palabras, que
alcanzaron las mismas almas de los que oyeron, permanecieron en las mentes de los espectadores, y
testificaron la verdad de la cual él había proclamado.435
apartaron resueltamente de las abrumadoras evidencias que les presentaba en favor de la doctrina de
Cristo. Su asombro frente a la conversión de Pablo se transformó en un intenso odio....
La vida de Pablo estaba en peligro, y recibió una comunicación en el sentido de salir de Damasco por
un tiempo. Se fue a Arabia; y allí, en medio de una relativa soledad, tuvo amplia oportunidad de
ponerse en comunión con Dios y de dedicarse a la contemplación. Quería estar solo con el Señor para
escudriñar su propio corazón, profundizar su arrepentimiento y prepararse mediante la oración y el
estudio para dedicarse a esa tarea que le parecía demasiado grande y demasiado importante para que él
la llevara a cabo. Era un apóstol no elegido por los hombres, sino por Dios....
Mientras estuvo en Arabia no se comunicó con los apóstoles; buscó a Dios fervorosamente con todo su
corazón, decidido a no descansar hasta tener la certidumbre de que su arrepentimiento había sido
aceptado y que había sido perdonado su enorme pecado. No iba a abandonar el conflicto hasta tener la
seguridad de que Jesús estaría con él en su futuro ministerio. Siempre había de llevar en su cuerpo las
señales de la gloria de Cristo, en sus ojos, que fueron enceguecidos por la luz celestial, y deseaba llevar
con él constantemente la seguridad de la gracia sostenedora del Señor. Pablo se puso en íntima relación
con el cielo, y Jesús comulgó con él.437
437
Sketches From the Life of Paul:33-34.
438
3The Spirit of Prophecy:304-305.
Pág. 140
"Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de
sábado les hablasen de estas cosas. Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los
prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que
perseverasen en la gracia de Dios. El siguiente día de sábado se juntó casi toda la ciudad para oír la
palabra de Dios". (Hechos 13:42-44).
Emprendan dos o tres juntos la obra de evangelización. Quizás los que encabezan la obra no les
prometen ayuda financiera; vayan, sin embargo, adelante, orando, cantando, enseñando y viviendo la
verdad. Pueden empezar a colportar, y de esta manera introducirán la verdad en muchas familias.
Mientras progresan en su obra, adquirirán una experiencia bendecida. Les infunde humildad el sentido
de su impotencia, pero el Señor va delante de ellos y hallan favor y ayuda tanto entre los ricos como
entre los pobres. Aun la pobreza de estos misioneros consagrados es un medio de hallar acceso a la
gente. Mientras siguen adelante, son ayudados de muchas maneras por aquellos a quienes imparten
alimento espiritual. Llevan el mensaje que Dios les dio y sus esfuerzos se verán coronados de éxito.
Serán llevados a un conocimiento de la verdad muchos que, de no ser por estos humildes instructores,
nunca habrían sido ganados para Cristo....
Nuestro pueblo ha recibido gran luz, y sin embargo, muchos de los ministros dedican sus esfuerzos a
las iglesias, enseñando a los que debieran ser instructores, iluminando a los que debieran ser "la luz del
mundo" (Mat. 5:14); regando a aquellos de los cuales debieran fluir ríos de aguas vivas; enriqueciendo
a los que podrían ser minas de verdad preciosa; repitiendo la invitación del Evangelio a los que, . . .
debieran estar dando el mensaje del cielo a los que nunca lo han oído; alimentando a aquellos que
debieran estar en los caminos y los vallados dando la invitación: "Las bodas a la verdad están
aparejadas". (Luc. 14:17).
Aquellos cuyas ligaduras de pecado han sido rotas, que han buscado al Señor con corazón contrito y
han obtenido respuesta a su anhelante petición de justicia, no son nunca fríos ni sin aliento. Su corazón
está lleno de amor abnegado por los pecadores. Desechan de sí toda ambición mundanal, todo egoísmo.
Su trato con las cosas profundas de Dios los hace más y más semejantes a su Salvador. Se regocijan en
los triunfos de él; y se sienten henchidos de su gozo.439
439
7T:23-24.
Pág. 141
Dios tiene sus agencias designadas para la extensión de nuestro círculo de influencia, y para el aumento
del número de obreros que serán verdaderamente misioneros—obreros para salvación de las almas de
sus semejantes....
¿Cómo hicieron su labor Pablo y Bernabé? Visitaron cada lugar donde fueron admitidos, y tuvieron
éxito en la salvación de almas para Jesucristo. Después de que fue trabajado un territorio grande,
visitaron las iglesias que habían establecido, y entonces retornaron a Antioquía, el lugar que les había
sido recomendado mediante oración y consejo para que trabajen.
De la misma manera será llevado a cabo ahora el trabajo. Aquellos que se preparan para ser obreros
deben estudiar Hechos 14. Deben familiarizarse con este capítulo entero, dado que aquellos que serán
obreros junto con Dios en estos últimos días realizarán experiencias similares a las registradas en el
versículo 19.440
440
Important Testimony (1903)
441
MC:240-241
442
The Spalding and Magan Collection:48.
443
2T:64.
Pág. 142
"Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo:
Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la vísíón, enseguida procuramos partir para Macedonia,
dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio". (Hechos 16:9-10)
Se necesitan misioneros de corazón. Los esfuerzos intermitentes harán poco bien. Debemos llamar la
atención [de la gente]. Debemos ser sumamente diligentes.
Mediante una lucha agresiva, en medio de la oposición, peligro, pérdidas y sufrimiento humano, será
llevada adelante la obra de salvar almas. En cierta batalla, cuando uno de los regimientos de la fuerza
atacante retrocedía ante la resistencia enemiga, el abanderado que estaba al frente se mantuvo en su
puesto mientras las tropas retrocedían. El capitán le gritó que regresara con la bandera; pero su
respuesta fue: "Traiga a los hombres hasta la bandera". Este es el espíritu que debemos manifestar.
Corresponde a cada fiel portaestandarte llevar a los hombres hasta la bandera. El Señor pide integridad
de corazón. Muchos profesos cristianos no tienen valor ni energía para elevarse así mismos y a los que
están relacionados con ellos hasta a la altura de la verdadera norma.
De todos los países resuena el llamado macedónico: "Pasa... y ayúdanos". Dios ha abierto los campos
delante de nosotros, y si los instrumentos humanos cooperan con los agentes divinos, muchas, muchas
almas serán ganadas para la verdad. Pero el profeso pueblo del Señor ha estado durmiendo sobre su
obra asignada, y en muchos lugares permanece comparativamente intacta. Dios ha enviado mensaje
tras mensaje para despertar a nuestro pueblo a fin de hacer algo, y hacerlo ahora. Pero al llamado, "¿A
quién enviaré?" pocos han respondido "Heme aquí, envíame a mí". (Isa. 6:8).
Cuando la reprensión de la indolencia y la ociosidad sea quitada de la iglesia, el Espíritu del Señor será
gentilmente manifestado. El poder divino será revelado. La iglesia verá la obra providencial del Señor
de los ejércitos. La luz de la verdad brillará en rayos claros, fuertes, y, como en el tiempo de los
apóstoles, muchas almas se volverán del error a la verdad....
Los ángeles celestiales han estado esperando mucho tiempo por los instrumentos humanos—los
miembros de la iglesia—para cooperar con ellos en la gran obra a ser hecha. Están esperando por ti.444
444
9T:45-46.
Pág. 143
Pablo sabía que aquellos que descuidan el trabajo físico se debilitan rápidamente. Deseaba enseñar a
los ministros jóvenes que, trabajando con sus manos y poniendo en ejercicio sus músculos y tendones,
se fortalecerían para soportar las faenas y privaciones que los aguardaban en el campo evangélico....
No todos los que sienten que han sido llamados a predicar, deberían ser animados a depender
inmediatamente ellos y sus familias de la iglesia para su continuo sostén financiero. Hay peligro de que
algunos, de experiencia limitada, sean echados a perder por la adulación y por el imprudente aliento a
esperar pleno sostén, independiente de todo serio esfuerzo de su parte. Los medios dedicados a la
extensión de la obra de Dios no deben ser consumidos por hombres que desean predicar solamente para
recibir sostén y satisfacer así la egoísta ambición de una vida fácil.445
mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en
muchos ayunos, en frío y en desnudez, y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la
preocupación por todas las iglesias". (2 Corintios 11:24-28).
Los que están comprometidos en la obra de salvar almas son colaboradores con Cristo. La suya fue una
obra de benevolencia desinteresada, de constante abnegación. Aquellos por quienes ha sido hecho tan
grande sacrificio a fin de que pudieran volverse participantes de su gracia celestial deben a su vez
sacrificarse y negar el yo para ayudar en la gran obra de llevar a otros el conocimiento de la verdad. El
interés propio debe dejarse a un lado; los deseos egoístas y de comodidad no deben estar ahora en el
camino de la obra de Dios en salvar almas. Los ministros de Dios están trabajando en el lugar de
Cristo; son sus embajadores. No deben considerar su comodidad, bienestar, placer, deseos o
conveniencia. Deben sufrir por Cristo, crucificarse con él, y regocijarse de que pueden conocer en todo
el sentido de la palabra la asociación con los sufrimientos de Cristo.447
La causa de Dios tiene gran necesidad de hombres fervientes, hombres que abundan en celo, esperanza,
fe y valor.... Tenemos demasiados ministros susceptibles que son débiles en experiencia, deficientes en
las gracias cristianas, carentes de consagración, y que fácilmente se desaniman; que son celosos en
satisfacer sus propias voluntades y perseveran en sus esfuerzos para lograr sus propios propósitos
egoístas. Tales hombres no llenarán los requerimientos para este tiempo. En estos últimos días
necesitamos hombres que estén siempre despiertos. Se buscan hombres en continuo estado de alerta
quiénes sean sinceros en su amor por la verdad y voluntarios a realizar un sacrificio si ello puede
adelantar la causa de Dios y salvar las preciosas almas. Se buscan hombres en esta obra que no
murmurarán ni se quejarán de dificultades o pruebas, sabiendo que ésta es una parte del legado que
Jesús les ha dejado. Deben estar dispuestos a ir sin afectación y sufrir reproches y llevar cargas como
buenos soldados de Cristo. Llevarán la cruz de Cristo sin queja, murmuración o mal humor, y serán
pacientes en la tribulación.448
al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles". (Hechos 21:11). Los
compañeros de Pablo estaban conscientes que con su visita a Jerusalén se corría gran peligro; pero no
habían vislumbrado la total magnitud del peligro. Ahora la sospecha se volvió certidumbre; y a los
peligros encontrados de parte de los judíos se agregaron los horrores de un encarcelamiento romano.
Rogaron encarecidamente a Pablo que se quedara donde estaba, y les permitiera ir a Jerusalén para
entregar las contribuciones de las iglesias gentiles.449
prejuicio contra él, estaban constantemente trabajando para neutralizar su influencia. Sentía que si
pudiera mediante cualquier concesión legal de su parte ganarlos a la verdad, quitaría un muy grande
obstáculo al éxito del evangelio en otros lugares. Pero no estaba autorizado por Dios a conceder más de
lo que habían pedido. Esta concesión no estaba en armonía con sus enseñanzas, ni con la firme
integridad de su carácter....
Cuando consideramos el gran deseo de Pablo de estar en armonía con sus hermanos, su ternura de
espíritu hacia el débil en la fe, su profundo respeto hacia los apóstoles que habían estado con Cristo, y
hacia Santiago, el hermano del Señor, y su propósito de adecuarse a todas las cosas de todos los
hombres hasta donde pudiera sin sacrificar los principios—cuando consideramos todo esto, es menos
sorprendente que fuera constreñido a desviarse de su empresa, del curso de acción decidido. Pero en
lugar de lograr el objetivo deseado, estos esfuerzos por la reconciliación sólo precipitaron la crisis...
privando la iglesia de uno de sus pilares más fuertes, y trayendo dolor a los corazones cristianos en
todo lugar...
Era considerado por los judíos un acto piadoso que un hombre adinerado costeara los gastos necesarios
y ayudara así a sus hermanos más pobres a cumplir su voto. Esto había consentido Pablo de hacer por
los cuatro cristianos nazareos. El apóstol era pobre, trabajando con sus propias manos para su pan
diario, no obstante incurrió en este gasto de buena gana, y acompañó los nazareos.... Aquellos que
habían aconsejado a Pablo para realizar este acto de concesión no habían considerado completamente el
gran peligro a que él sería expuesto.451
451
Sketches From the Life of Paul:212-215.
Pág. 147
Dios injurias?" Pablo contestó, con su cortesía usual: "No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote;
pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo". (Hechos 23:5).452
ningún interés parecido fue manifestado a favor de aquel que era visto como blasfemo contra Moisés,
como maestro de doctrinas peligrosas. Pablo debió su escape, no a los ancianos por cuyo consejo había
sido llevado a esta peligrosa posición, sino a la vigilante simpatía de un pariente.
Un sobrino del apóstol, con quien se encontraba fuertemente encariñado, oyó hablar de la conspiración
asesina, y sin demora informó a su tío sobre el asunto. Pablo llamó inmediatamente a uno de los
centuriones, y le pidió que llevara al joven ante el comandante, diciendo que tenía información
importante que darle. Por consiguiente, el joven fue llevado ante Claudio Lisias, que lo recibió
amablemente.... [En respuesta al joven, el comandante llamó enseguida] "a dos centuriones, mandó que
preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros,
para que fuesen hasta Cesares; y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en
salvo a Félix el gobernador". (Hech. 23:23-24). Lisias aprovechó alegremente esta oportunidad para
librarse de Pablo.454
nunca antes habían oído, que nunca oirían otra vez, y qué, rechazadas, demostrarían ser un hábil testigo
contra ellos en el día de Dios.
Pablo consideró esta oportunidad como dada por Dios, y la aprovechó fielmente. Sabía que el hombre y
la mujer ante él tenían poder de llevarlo a la muerte, o de preservar su vida; sin embargo, no se dirigió a
ellos con alabanzas o lisonjas....
El apóstol comprendía que el Evangelio imponía responsabilidades a cualquiera que oyese sus
palabras.... Sabía que habría de encontrarse con cada uno de sus oyentes ante el tribunal del cielo, y allí
rendir cuenta, no sólo de todo lo que hubiera dicho y hecho, sino aun de los motivos y del espíritu de
sus palabras y hechos.
Tan violenta y cruel había sido la vida de Félix, que pocos se habían atrevido antes a insinuar siquiera
que su carácter y conducta no eran intachables. Pero Pablo no tenía tal temor. Con el debido respeto a
la posición de sus oyentes, declaró abiertamente su fe en Cristo, y las razones para esa fe, y fue llevado
así a hablar especialmente de aquellas virtudes esenciales al carácter cristiano, de la que la arrogante
pareja ante él estaba tan notablemente destituida.
Presentó ante sus oyentes el carácter de Dios—su rectitud, justicia y equidad—y la naturaleza y
obligación de su ley. Mostró claramente el deber del hombre de vivir una vida sobria y temperante,
teniendo las pasiones bajo el domino de la razón, en conformidad a la ley de Dios, y conservando sanas
las facultades físicas y mentales. El día de juicio vendría ciertamente. ... Las riquezas, la posición, o los
títulos honoríficos serían impotentes para conquistarle al hombre el favor de Dios, o para librarlo de la
esclavitud del pecado.... Entonces Pablo se esforzó por dirigir las mentes de sus oyentes al único gran
Sacrificio hecho por el pecado....
Félix tembló, pero no se arrepintió.456
oportunidad te llamaré? ¿Habrá alguna oportunidad cuando podamos dejar el pecado más fácilmente
que en el momento presente? ¿Vendrá el tiempo cuando podamos sostenernos más fácilmente de la
verdad que ahora?458
encontrar todavía en este tiempo. En la gran crisis a través de la cual pronto habrán de pasar, llegarán a
conocer bien la experiencia de Pablo. Entre los profesos seguidores de Cristo, hay el mismo orgullo,
formalismo, vanagloria, egoísmo y opresión que existieron en la nación judía. Antes de que la guerra
finalice y la victoria sea ganada, como un pueblo deberemos experimentar pruebas similares a las de
Pablo. Encontraremos la misma dureza de corazón, la misma determinación cruel, el mismo odio
inflexible.
Hombres que profesan ser representantes de Cristo tomarán una dirección similar a la tomada por los
sacerdotes y gobernantes en su trato con Pablo. Todos los que sirvan sin temor a Dios según los
dictados de su propia conciencia, necesitarán valor moral, firmeza y un conocimiento de Dios y de su
palabra, para permanecer de pie....
Dios tendrá a su pueblo preparado para la crisis que se aproxima. Preparados o desprevenidos, debemos
reunirnos todos con él. Sólo aquellos cuyos caracteres se disciplinan completamente para satisfacer la
norma divina podrán resistir firmes en este tiempo de prueba. Pero cuando los enemigos estén en todos
lados, vigilándolos para el mal, el Dios del Cielo vigilará sus joyas preciosas para el bien.460
"Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano,
comenzó así su defensa: Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante
de ti de todas las cosas de que soy acusado por los judíos". (Hechos 26:1-2).
Todos habían escuchado extasiados el relato que hiciera Pablo de las cosas maravillosas que había
experimentado.462
Por un momento [Agripa] se olvidó de la dignidad de su posición, perdió de vista todo lo que le
rodeaba, y consciente sólo de las verdades que había oído, viendo al humilde prisionero de pie ante él
como embajador de Dios, contestó involuntariamente: "Por poco me persuades a ser cristiano". (Hech.
26:28)....
Todos los que le oyeron se convencieron que Pablo no era un prisionero común. Alguien que podía
hablar como él había hablado, y presentar argumentos como él lo había hecho, que estaba tan lleno con
la exaltación de una fe inspiradora, enriquecida por la gracia de Cristo, tan calmo con la conciencia en
paz con Dios y el hombre; alguien que podía desear que todas esas nobles y distinguidas personas
tuvieran la misma esperanza, confianza y fe que le sostenían, pero que, sin el menor deseo de
venganza, podía orar para que fueran guardados de los conflictos, dolores y aflicciones que él había
experimentado—tal hombre no podía ser un impostor.
Festo, Agripa y Berenice eran los criminales que, verdaderamente, debían haber cargado las cadenas
del apóstol. Todos eran culpables de graves crímenes. Estos transgresores habían oído ese día el
ofrecimiento de la salvación por medio del nombre de Cristo. Uno, por lo menos, casi había sido
persuadido a aceptar la gracia y el perdón....
Ahora que el caso había sido enviado al tribunal [de César], estaba fuera de la jurisdicción de Festo o
Agripa. No obstante, dos años después, el resultado de los procedimientos de ese día salvó esta vida tan
preciosa a la causa de Dios. Festo, encontrando que su propio juicio del caso, en base de la justicia
romana, era mantenerse desde el punto de vista judío como el protector del Templo, envió una carta al
emperador, declarando que ningún cargo válido se podía encontrar contra el prisionero. Y Nerón, cruel
y poco escrupuloso como era, no se atrevió a llevar a la muerte un hombre a quien Lisias, Félix, Festo y
Agripa declararon inocente, y a quien ni siquiera el Sanedrín pudo condenar.463
llevado a la costumbre de encadenar la muñeca derecha de los prisioneros a la muñeca izquierda de los
soldados, que a su vez eran relevados. Así no sólo el apóstol no tenía libre movimiento, sino que estaba
cerca y en constante unión con hombres de los más desagradables y completamente repulsivos
caracteres; hombres que no sólo eran incultos y no refinados, sino que, a causa de la influencia
corruptora de su ambiente, se habían vuelto crueles y degradados. Sin embargo, esta costumbre era
observada menos rígidamente a bordo que cuando los prisioneros estaban en tierra. Una circunstancia
alivió grandemente las penalidades de su destino. Le permitieron disfrutar el compañerismo de sus
hermanos, Lucas y Aristarco. En su carta a los Colosenses, habla de éste último como su "compañero
de prisiones". (Colosenses 4:10.) Pero fue como un acto de su propia voluntad, debido a su afecto por
Pablo, que Aristarco compartió su esclavitud, para servirle en sus aflicciones.464
464
Idem. 261-262.
465
Sketches From the Life of Paul:266-267.
Pág. 154
cualquier momento podría ser el último. La vía de agua aumentaba constantemente, y la nave podría
hundirse en cualquier momento, aun cuando le sostenían las anclas.
Finalmente, a través de la lluvia y la tempestad, se filtró una luz gris sobre sus macilentos y pálidos
rostros. Se podían distinguir débilmente los contornos de la costa azotada por la tormenta, pero no se
reconocía ninguna señal familiar. Los egoístas marineros paganos decidieron abandonar la nave y la
tripulación, y salvarse a sí mismos en el bote que con mucha dificultad había izado a bordo.
Pretendiendo hacer algo más para afianzarla seguridad de la nave, soltaron el barco, y empezaron a
bajarlo en el mar. Si hubieran tenido éxito, se habrían destrozado en las rocas, mientras todos a bordo
habrían perecido por su incapacidad de manejar la nave que naufragaba.
En este momento, Pablo percibió el perverso plan, y evitó el peligro. Con su usual energía y valor dijo
al centurión y a los soldados: "Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros".
(Hechos 27:31). La fe del apóstol en Dios no vaciló; no tenía ninguna duda concerniente a su propia
preservación, pero la promesa de seguridad a la tripulación había sido condicional a su cumplimiento
del deber. Los soldados, al oír las palabras de Pablo, cortaron inmediatamente las sogas del barco,
dejándole caer en el mar.
Les esperaba todavía la hora más crítica, cuando la habilidad, el coraje y la presencia de ánimo de todos
sería probada. Nuevamente el apóstol habló palabras de ánimo, y rogó a todos, marineros y pasajeros,
que coman algo. . . .
Aquellas doscientas setenta y seis almas cansadas, mojadas y desalentadas, que a no ser por Pablo se
habrían vuelto desesperadas y desanimadas, tomaron ahora nuevo coraje, y se unieron con el apóstol en
su primera comida en catorce días.466
30 de Agosto ¡Naufragados!
"Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la
popa se abría con la violencia del mar". (Hechos 27:41).
Pablo y los demás prisioneros fueron amenazados ahora por un destino más terrible que el naufragio.
Los soldados vieron que en esta dificultad sería imposible hacerse cargo de sus prisioneros. Cada
hombre tendría que hacer todo lo posible para salvarse a sí mismo. Sin embargo, si faltara alguno de los
prisioneros, responderían con sus vidas los encargados de su cuidado. Por lo tanto los soldados
deseaban matar a todos los presos. La ley romana sancionaba este cruel recurso, y la propuesta se
habría ejecutado enseguida, si no fuese por aquel hacia el cual soldados y presos debían por igual su
salvación. Julio el centurión sabía que Pablo había sido el medio de salvar las vidas de todos los que
estaban a bordo, y sentía que sería de la más baja ingratitud matarlo; y además, convencido que el
Señor estaba con Pablo, temió hacerle daño. Por lo tanto, dio órdenes para salvar las vidas de los
prisioneros, y ordenó que todos los que pudieran nadar se lanzaran al mar y salieran a tierra. El resto,
sostenidos de tablas y otros fragmentos del naufragio, fueron llevados hacia la tierra por las olas. . .
Los náufragos fueron amablemente recibidos por la gente bárbara de Melita. Una lluvia vino sobre
ellos, mojando y enfriando a la compañía entera, y los isleños encendieron un inmenso fuego de
malezas, y les dieron la bienvenida a todos con su grato calor. Pablo estuvo entre los más activos en
juntar el combustible. Al echar un manojo de ramas en el fuego, una víbora que se había despertado de
repente de su letargo por el calor, se arrojó rápidamente de los leños y se prendió de su mano. Los
espectadores se horrorizaron, y viendo por sus cadenas que Pablo era un prisionero, dijeron entre sí:
"Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir". (Hech.
28:4). Pero Pablo sacudió la criatura en el fuego, y no sufrió daño. Sabiendo de su naturaleza venenosa,
lo miraron de cerca durante algún tiempo, esperando que en cualquier momento cayese al suelo,
retorciéndose en terrible agonía. Pero al no seguirse ningún resultado desagradable, cambiaron su
forma de pensar y, como las personas de Listra, dijeron que era un dios. A través de esta circunstancia
466
Sketches From the Life of Paul:267-269.
Pág. 155
Pablo obtuvo una fuerte influencia sobre los isleños, y la empleó fielmente llevándolos a aceptar las
verdades del evangelio.467
De repente se oye un grito de alegría, y un hombre surge entre la multitud que pasa y se arroja al cuello
del prisionero, abrazándolo con lágrimas y regocijo, como un hijo daría la bienvenida a un padre
largamente ausente. Una y otra vez la escena se repite. Con ojos perspicaces de amante expectativa,
muchos disciernen en el cautivo encadenado al que les habló palabras de vida....
La compañía entera se detiene, a medida que los discípulos de buen corazón se agrupan con
impaciencia alrededor de su padre en el evangelio. Los soldados están impacientes por el retraso,
aunque no tienen ánimo de interrumpir esta reunión feliz; porque también han aprendido a respetar y
estimar a su prisionero. En ese rostro fatigado, dolorido y acongojado, los discípulos ven reflejada la
imagen de Cristo. Aseguran a Pablo que no le han olvidado ni dejado de amarlo; que están endeudados
con él por la esperanza jubilosa que anima sus vidas, y les da paz con Dios. En la devoción de su amor
le llevarían en sus hombros todo el camino hasta la ciudad, si tan solo pudieran tener el privilegio.
Pocos comprenden la importancia de aquellas palabras de Lucas, que cuando Pablo vio a sus hermanos,
"dio gracias a Dios y cobró aliento". (Hech. 28:15). El apóstol alabó a Dios en alta voz, en medio de
aquella condolida y simpatizante multitud, que no se avergonzaba de sus cadenas. La nube de tristeza
que había descansado sobre su espíritu fue barrida. Sentía que sus labores no habían sido en vano.
Aunque su vida cristiana había sido una sucesión de pruebas, sufrimientos y desilusiones, se sentía
abundantemente recompensado en ese momento.472
472
Sketches From the Life of Paul:272-274.
473
Sketches From the Life of Paul:274-276.
474
Sketches From the Life of Paul:278.
Pág. 157
475
Sketches From the Life of Paul:277-279.
Pág. 158
Del punto de vista del juicio humano, la condenación de Pablo ante semejante juez era segura. Pero el
apóstol sentía que no tenía nada que temer, siempre que conservara su lealtad y su amor a Dios. Su vida
no estaba en las manos de Nerón, y si su obra todavía no estaba concluida, el emperador romano sería
impotente para destruirlo. Aquel que había sido hasta ahora su protector aún podría escudarlo de la
malicia de los judíos, y del poder de César.
Y Dios protegió a su siervo. En el interrogatorio de Pablo los cargos presentados contra él no pudieron
sostenerse y, contrariamente a la expectativa general—con un aprecio por la justicia totalmente en
desarmonía con su carácter—Nerón declaró inocente al prisionero. Las cadenas de Pablo le fueron
quitadas, y fue nuevamente un hombre libre.476
Este último periodo precioso de libertad fue aprovechado fervientemente trabajando entre las
iglesias.477
476
Sketches From the Life of Paul:301-302.
477
Sketches From the Life of Paul:304.
478
Sketches From the Life of Paul:276.
479
RH, 17-09-1908
Pág. 159
[Los judíos] medían su santidad por el número y cantidad de sus ceremonias, mientras sus corazones
estaban llenos de hipocresía, orgullo y avaricia. Mientras profesaban ser la única nación justa en la
tierra, la maldición de Dios estaba sobre ellos por sus iniquidades.
Habían recibido las profanas y confusas interpretaciones de la ley dada por Moisés; habían agregado
tradición tras tradición; habían restringido la libertad de pensamiento y acción, hasta que los
mandamientos, ordenanzas y servicios de Dios se perdieron en una incesante ronda de ritos y
ceremonias sin sentido....
Jesús comenzó la obra de reforma acercándose en estrecha simpatía con la humanidad. Era un judío, y
planeó dejar un modelo perfecto de alguien que era interiormente un judío. Mientras mostró la mayor
reverencia por la ley de Dios, y enseñó la obediencia a sus preceptos, reprendió a los fariseos por su
pretendida piedad, y se esforzó por librar a la gente de las exacciones absurdas que les sujetaban.480
La verdad de Dios nunca ha sido popular con el mundo. El corazón natural es siempre contrario a la
verdad.... Debemos renunciar al amor del mundo, y al orgullo de corazón, y todo lo que tiende a la
idolatría, para ser seguidores del Hombre del Calvario. Los que obedecen a la verdad nunca serán
amados y honrados por el mundo. De los labios del Maestro divino, cuando caminó en humildad entre
los hijos de los hombres, se oyeron las palabras: El que quiera ser mi discípulo, tome su cruz, y sígame.
Sí, sigue nuestro Modelo. ¿Buscaba él la alabanza y el honor de los hombres? ¡Oh, no! ¿Buscaremos
entonces el honor o la alabanza de los mundanos?
Los que no tienen amor por Dios no amarán a los hijos de Dios. Escuchen las palabras de instrucción
celestial: "¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!" (Luc. 6:26).481
[Pero] ¡oh cuán preciosa al alma es una palabra de elogio que viene de los labios del Redentor! No
podemos entender todo ahora, pero vendrá el día cuando estaremos más satisfechos, cuando veremos
como somos vistos, y comprenderemos que la prueba obró en nosotros un mucho más excelente y
eterno peso de gloria.482
Jesús? ¿O llamas libertad a la indulgencia egoísta de las bajas pasiones? Tal libertad lleva con ella el
remordimiento más gravoso; es una cruel sumisión.
La verdadera independencia de la mente no es una obstinación. Lleva a la juventud a formar sus
opiniones en la palabra de Dios, independientemente de qué pueden decir o hacer los demás.485
La mente debe ser guardada mediante puros principios. La verdad debe ser grabada en las tablas del
alma. La memoria debe llenarse de las verdades preciosas de la Palabra. Entonces, como hermosas
gemas, estas verdades iluminarán en la vida.
El valor que Dios deposita en la obra de sus manos, el amor que tiene por sus hijos, se revela en la
dádiva que hizo al redimir a los hombres. Adán cayó bajo el dominio de Satanás. Trajo el pecado al
mundo, y a muerte por el pecado. Dios dio a su Hijo unigénito para salvar al hombre. Hizo exactamente
lo que podía hacer, y a pesar de eso, es el justificador de todos los que aceptan a Cristo. El hombre se
vendió a Satanás, pero Jesús volvió a comprar la raza, redimiendo a hombres y mujeres de la esclavitud
de un tirano cruel.
A un costo infinito para el cielo nos ha dado un segundo periodo de probación. Entonces, ¿no debe
Dios estar en todos nuestros pensamientos? ¿No debe su voluntad dominar nuestras acciones?
No eres tuyo propio. Jesús te ha comprado con su sangre. No entierres tus talentos en la tierra. Úsalos
para él. En el cualquier negocio que puedas ocuparte, trae a Jesús en él. Si hallas que estás perdiendo el
amor por tu Salvador, deja tu negocio, y di: "Aquí estoy, Salvador; ¿qué tienes para que yo haga?" Él te
recibirá compasivamente, y te amará libremente. Él perdonará abundantemente; porque es
misericordioso y longánimo, no deseando que nadie pereza. Él es un Redentor amoroso.486
485
RH, 26-08-1884
486
The Bible Echo, 15-10-1900.
Pág. 162
[Cristo] ha demandado siempre de su pueblo que se mantenga alejado, libre de toda influencia impía.
En su amor infinito ha proporcionado las riquezas insondables de su gracia, que puede permitirle
mantener guerra contra las huestes del pecado. A través de esa gracia puede obedecer a cada orden, y
recibir el cumplimiento de cada promesa.487
voluntaria a todas sus demandas. Entonces, con el apóstol, podrá rendir así sus miembros como
instrumentos de justicia hacia Dios. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias". (Rom. 6:12). La libertad que el apóstol describe como privilegio
de los seguidores de Cristo nunca será experimentada por los que se deleitan en pisotear bajo sus pies la
ley de Dios....
El Señor hizo al hombre recto; pero él cayó, y se volvió degradado, al negarse a rendir obediencia a las
sagradas demandas que la ley de Dios tiene sobre él. Todas las pasiones del hombre, apropiadamente
dominadas y debidamente dirigidas, contribuirán a su salud física y moral, y le asegurarán una enorme
felicidad. El adúltero, el fornicario y el indecente, no disfrutan la vida. No puede haber verdadero goce
para el transgresor de la ley de Dios. El Señor sabía esto, por lo tanto restringió al hombre. Él dirige,
ordena y prohíbe positivamente.
Pero muchos hasta ahora han sido engañados por el diablo al pensar que pueden superar el gran Dios en
proveer maneras y medios para la felicidad humana. Echan la culpa de su infelicidad a las
prohibiciones contenidas en la ley de los diez mandamientos; y si en alguna forma pudieran sentirse
libres de las demandas de la ley de Dios, serían realmente libres y felices....
Cuando los hombres y las mujeres reconocen las demandas de la ley de Dios, y plantan sus pies sobre
esta plataforma de la verdad eterna, estarán de pie donde el Señor pueda darles poder moral para dejar
que su luz brille de tal forma ante los hombres que puedan ver sus buenas obras, y glorifiquen a nuestro
Padre que está en los cielos.491
Los cristianos no deben luchar por sus derechos. Están bajo la protección del estandarte de Cristo.
Deben reconocer la autoridad suprema del Rey de reyes y Señor de señores. En materia de dificultades
entre ellos y sus hermanos, no deben apelar a César o a Pilatos. Se guarda un registro de todos estos
asuntos; y en su debido tiempo, Cristo vengará a sus propios escogidos. Dios se encargará de aquellos
que defraudan a sus hermanos y a la causa de Dios. Mía es la venganza", dice el Señor, "yo pagaré".
(Rom. 12:19).
Debe abrigarse el espíritu de perdón; no obstante, el Señor dice: "Si tu hermano pecare contra ti,
repréndele". (Luc. 17:3). La transgresión puede ser contra nosotros, o contra alguna otra alma a quien
Cristo ha comprado con su propia sangre. Estos errores no deben ser pasados por alto. El Señor nos ha
ordenado de no tolerar el mal contra nuestro hermano. Es justo que se sienta indignación contra el mal;
por él Cristo es deshonrado. El pecado debe ser llamado por su nombre, y debe ser puesto
sencillamente ante el pecador.495
495
RH, 03-01-1899.
496
RH, 12-03-1889
Pág. 166
En vista de lo que Cristo ha hecho por nosotros, y de lo que ha sufrido por los pecadores, debiéramos
imitar, en base a un amor puro y desinteresado por las almas, su ejemplo de sacrificio de sus propios
placeres y conveniencias por el bien de ellas. El gozo propuesto a Cristo, que lo sostuvo en todos sus
sufrimientos, fue la salvación de los pobres pecadores. Este debiera ser nuestro gozo, y el incentivo de
nuestra ambición en la causa de nuestro Maestro.... El nos amó primero, y no nos escatimó a su Hijo
amado, sino que lo apartó de su seno y lo dio para que muriera a fín de que nosotros pudiéramos vivir.
El amor, el verdadero amor por nuestros semejantes, pone en evidencia el amor de Dios. Podemos
hacer una gran profesión, pero sin este amor es nada. Nuestra fe puede llevarnos incluso a dar nuestros
cuerpos para ser quemados, pero sin un amor abnegado, como el que vivía en el pecho de Jesús y se
ejemplificaba en su vida, somos como metal que resuena y címbalo que retiñe.497
[Dios] conoce para qué vivimos, y si dedicamos nuestra vida para lo mejor de la pobre y caída
humanidad, o si nuestros ojos son eclipsados por todo menos por nuestro propio interés, y por todos
menos por nuestro propio yo.... Él permanece allí en la persona de los pobres, los huérfanos sin hogar,
y las viudas afligidas que necesitan amor, simpatía, afecto y ánimo. Si no lo haces por uno de éstos, no
lo harías por Cristo....
El beneficio es de ustedes mismos mientras aprovechen todo privilegio de hacer el bien. Estos
privilegios aprovechados son como un aguacero pasajero que les humedecerá y reavivará. Aprovechen
toda oportunidad...
Pocos tienen un verdadero sentido de qué está contenido en la palabra cristiano. Ser cristiano, es hacer
el bien a los demás, ser desposeído de todo egoísmo, y tener nuestras vidas marcadas con acciones de
benevolencia desinteresada. Nuestro Redentor arroja las almas en los brazos de la iglesia, para que las
cuiden desinteresadamente y las preparen para el cielo, y así ser colaboradores con él. Pero a menudo la
iglesia las empuja al campo de batalla del diablo. Un miembro dice, "No es mi deber," y entonces
concibe alguna excusa trivial. "Bien," dice otro, "tampoco es mi deber"; y finalmente no es el deber de
nadie, y el alma es dejada desamparada para perecer. Es deber de todo cristiano comprometerse en esta
empresa abnegada y de sacrificio propio.498
501
4T:378-379.
502
ST, 12-12-1878
503
Historical Sketches of SDA Missions:146.
504
ST, 12-12-1878
Pág. 168
Para correr victoriosamente la carrera cristiana, es indispensable ejercer fortaleza de ánimo, paciencia y
abnegación, como lo era para los competidores en los juegos y carreras de los griegos y romanos. De
igual forma, el cristiano no debe permitir que su atención sea atraída por los espectadores, ni desviada
por entretenimientos, lujos o amor a la comodidad. Todos sus hábitos y pasiones deben someterse bajo
la más estricta disciplina. La razón, iluminada por las enseñanzas de la palabra de Dios y guiada por su
Espíritu, debe sostener las riendas del gobierno. Cada escollo debe apartarse a un lado; ningún peso
debe impedir su marcha. Y después de haber hecho esto, todo esfuerzo posible es requerido para ganar
la victoria.
"Ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible". (1 Cor. 9:25).
La marchita corona de laureles es presentada ante nosotros en fuerte contraste con el perdurable honor
y la corona de gloria inmortal que recibirá quién corra victoriosamente la carrera cristiana, y se
convierta en un vencedor de la lucha espiritual. No debe haber ninguna pérdida de celo, ningún paso
vacilante, ni dejar de esforzarse. Las últimas zancadas de los competidores en la carrera siempre eran
hechas con un esfuerzo agónico a fin de mantener la velocidad constante. Asimismo el cristiano, al
acercarse a la meta, debe seguir adelante con más celo y determinación aún que en la primera parte de
su carrera.
Pablo respalda la ilustración con la preparación necesaria para el éxito de los competidores en la carrera
—la disciplina preliminar, la dieta cuidadosa y sobria, la templanza en todas las cosas. Éstas eran
firmemente practicadas para ganar una pequeña recompensa de honor terrenal. Cuánto más importante
es que el cristiano, cuyo interés eterno está en riesgo, se eduque para imponer el apetito y las pasiones
bajo la sujeción de la razón y la voluntad de Dios. Si los hombres se someten voluntariamente a las
adversidades, privaciones y abnegación para asegurarse la recompensa perecedera de la distinción
mundana, cuánto más el cristiano debe estar dispuesto de hacer y sufrir para obtener la corona de gloria
inmarcesible.505
Somos pequeños hijos [de Dios], y así nos trata él. Cuando nos acerquemos a él, nos preservará
misericordiosamente de los ataques del enemigo. Nunca traicionará a alguien que confía en él como un
niño confía en sus padres. Observa las almas humildes y confiadas que se acercan a él, y en piedad y
amor se acerca a ellas, y levanta un estandarte contra el enemigo. No los toques," dice, "porque son
míos". Los he grabado en las palmas de mis manos. Él les enseña a ejercer fe incondicional en su poder
de trabajar en su favor.508
511
5T:488.
512
4T:543.
513
RH, 28-08-1888
514
5T:490.
Pág. 171
Echad sobre el compasivo Salvador la carga de vuestra propia flaqueza, tristeza y dolor. Abrid vuestro
corazón a su amor, y haced que rebose sobre los demás. Recordad que todos tienen que arrostrar duras
pruebas y resistir rudas tentaciones, y que algo podéis hacer para aliviar estas cargas.... Conservad
vuestro corazón lleno de las preciosas promesas de Dios, a fin de que podáis extraer de ese tesoro
palabras de consuelo y aliento para el prójimo.515
como al borde de un precipicio. Los ángeles del cielo rechazan las huestes del mal que rodean a estas
almas, y las guían hasta que pisen un fundamento seguro. Las batallas entre los dos ejércitos son tan
reales como las que sostienen los ejércitos del mundo, y del resultado... dependen los destinos eternos.
A nosotros, como a Pedro, se nos dice: "Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo
he rogado por ti, que tu fe no falte". (Luc. 22:31-32). Gracias a Dios, no se nos deja solos.519
Debemos hacer de Cristo nuestro refugio ahora, o en días venideros nuestras almas serán abrumadas
con tinieblas y desesperación. Hay un punto más allá del cual la ayuda humana no puede ser útil. Todos
debemos vivir por fe como si estuviéramos forzados en reñido y aparentemente mortal conflicto con los
poderes de las tinieblas. Cada uno debe estar de pie o caer por él. Las flechas del destructor están
siendo lanzadas contra el fiel. ... Pero si nuestros ojos pudieran ser abiertos veríamos a los ángeles de
Dios rodear a los justos, para que ningún daño pueda sobrevenirles. Sólo hemos de confiar en Dios, y
seguir adelante en el camino de la obediencia, y seremos victoriosos.
"Mas el justo vivirá por fe". (Heb. 10:38). Debemos asemejarnos a Jesús, estudiar sus palabras, orar por
su Espíritu. Debemos estar más frecuentemente a solas con Dios en meditación y oración. Debemos
orar más y hablar menos. No podemos confiar en nuestra propia sabiduría, nuestra propia experiencia,
nuestro propio conocimiento de la verdad; debemos ser aprendices diariamente, mirando a nuestro
Maestro celestial por instrucción, y entonces, sin tener en cuenta la comodidad, el placer, o la
conveniencia, debemos ir adelante, sabiendo que fiel es el que nos ha llamado.520
alrededor exactamente como en la prosperidad, cuando la luz y el favor de Dios parecían estar sobre él.
La fe alcanza lo invisible y asegura las cosas eternas.522
522
4T:448.
523
ST, 28-03-1892.
524
5T:578-579.
525
RH, 01-09-1891.
526
RH, 26-06-1900.
Pág. 174
arrepentimiento no tiene ningún mérito en sí mismo, pero prepara el corazón para la aceptación de
Cristo como el único Salvador....
Cuando el pecador mira a la ley, su culpa es hecha evidente y dirigida a su conciencia, y él es
condenado. Su único consuelo y esperanza se encuentra en mirar a la cruz del Calvario. Cuando se
apropia de las promesas, aceptando a Dios por su palabra, llega a su alma alivio y paz. Clama: "Señor,
tú has prometido salvar a todos los que se allegan a ti en el nombre de tu Hijo. Soy un alma perdida,
desvalida, desesperada. Señor, sálvame, o perezco". Su fe se sostiene en Cristo, y es justificado ante
Dios.
Pero a pesar que Dios puede ser justo, y aun justificar al pecador a través de los méritos de Cristo,
ningún hombre puede cubrir su alma con la vestimenta de la justicia de Cristo mientras practique
pecados o descuide deberes conocidos. Dios requiere la completa entrega del corazón, antes de que
pueda tener lugar la justificación; y para que el hombre retenga la justificación, debe haber obediencia
continua, a través de una fe activa y viva, que obra por el amor y purifica el alma.... Para que el hombre
sea justificado por la fe, la fe debe alcanzar un punto donde controle los afectos e impulsos del corazón;
y es mediante la obediencia que la fe es perfeccionada....
A través de la gracia divina, es impartido poder sobrenatural al hombre y obra en la mente, corazón y
carácter. A través de la comunicación de la gracia de Cristo es como se discierne el pecado en su
naturaleza odiosa y es finalmente expulsado del templo del alma.527
527
RH, 04-11-1890.
528
RH, 18-08-1896
529
6T:410.
Pág. 175
Nuestros esfuerzos, nuestra abnegación, nuestra perseverancia, deben ser proporcionales al valor
infinito del objetivo que buscamos. Sólo venciendo como Cristo venció podremos ganar la corona de
vida.530
actividad más públicos, les mostró a los hombres cuál es el carácter de Dios. Animó a todos para que
tuvieran influencia en los intereses reales de la vida; pero no animó la juventud a soñar con lo que
sucedería en el futuro. Les enseñó por sus palabras y por su ejemplo que el futuro es definido por la
manera en que aprovechan el presente. Nuestro destino está señalado por nuestro propio curso de
acción. Aquellos que aprecian lo que es correcto, que desarrollan el plan de Dios aunque estén en una
estrecha esfera de acción, y que hacen lo correcto porque es correcto, encontrarán campos más extensos
de utilidad. Aquellos que son fieles a los santos mandamientos de Dios en un lugar humilde, están
preparándose a sí mismos para servir en alguna posición más alta. El Señor les bendecirá con visiones
de la eternidad, les ayudará a purificar y elevar sus caracteres. Estarán conscientes de la aprobación de
Dios como lo estaba Cristo.532
La obediencia a los mandamientos de Dios demostrará que están predestinados a una herencia gloriosa.
Son elegidos para ser obreros junto con Dios, trabajar en armonía con Cristo, llevar su yugo, llevar su
carga y seguir sus huellas.533
532
The Youth´s Instructor, 02-01-1896
533
RH, 28-09-1897.
534
6T:479-480.
Pág. 177
"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación,
a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención". (Efesios 4:29-30).
Los ángeles están velando sobre nosotros y nos guardan; pero a menudo los agraviamos participando
en conversaciones triviales, en bromas.... Hay una gran falta de fortaleza cristiana y no se sirve a Dios
por principio. No debemos procurar agradar al yo, sino honrar y glorificar a Dios, y en todo lo que
hagamos y digamos buscar sinceramente su gloria. Si permitimos que impresionen nuestros corazones
las siguientes frases importantes, y las recordamos siempre, no caeremos fácilmente en tentación, y
nuestras palabras serán pocas y bien escogidas: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados". "De
toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio". "Tú eres Dios
que ve". (Isaías 53:5: Mateo 12:36; Génesis 16:13).
No podríamos pensar en estas palabras importantes, y recordarlo que sufrió Jesús para que nosotros,
pobres pecadores, pudiésemos recibir el perdón y ser redimidos para Dios por su preciosísima sangre,
sin sentir una santa abnegación sobre nosotros y un ferviente deseo de sufrir por Aquel que tanto sufrió
y soportó por nosotros. Si nos espaciamos en estas cosas, el amado yo, con su dignidad, quedará
humillado, y su lugar será ocupado por una sencillez infantil que soportará los reproches provenientes
de otros y no será provocada con facilidad. No vendrá entonces a regir el alma un espíritu de egoísmo.
Los goces y el consuelo del verdadero cristiano deben cifrarse en el cielo, y así sucederá. Las almas
anhelantes de aquellos que probaron las potestades del mundo venidero y participaron de los goces
celestiales, no se satisfarán con las cosas de la tierra. Los tales hallarán, bastante que hacer en sus
momentos libres. Sus almas serán atraídas hacia Dios. Donde esté el tesoro, allí estará el corazón,
manteniéndose en dulce comunión con el Dios que aman y adoran. Su diversión consistirá en
contemplar su tesoro: la santa ciudad, la tierra renovada, su patria eterna. Y mientras se espacien en
aquellas cosas sublimes, puras y santas, el cielo se acercará, y sentirán el poder del Espíritu Santo.535
intensamente una simpatía amistosa. Dios ha dado a cada uno de nosotros una identidad propia, que no
puede ser fusionada en la de otro; pero nuestras características individuales serán mucho menos
prominentes si de hecho somos de Cristo y su voluntad es la nuestra. Nuestras vidas deben consagrarse
al bienestar y felicidad de los demás, como fue la de nuestro Salvador. Debemos olvidarnos de nosotros
mismos, siempre prestando atención a las oportunidades, incluso en las pequeñas cosas, mostrando
gratitud por los favores que hemos recibido de otros, vigilando las oportunidades de alegrar a otros,
aligerando y aliviando sus dolores y cargas mediante acciones de compasiva bondad y pequeñas obras
de amor. Estas atentas cortesías, que, comenzando en nuestras familias, se extienden fuera del círculo
familiar, ayudan a constituir la suma de la felicidad de nuestra vida; y la negligencia en estas pequeñas
cosas constituye la suma de la amargura y dolor de la vida.538
las victorias ganadas. Cuando bajo todas estas experiencias Pablo no podía hacer nada, entonces fue
cuando la verdad entró en el palacio real. No fueron los magníficos sermones de Pablo ante estos
grandes hombres los que llamaron su atención, sino sus cadenas. A través de su cautividad fue un
vencedor para Cristo. La paciencia y mansedumbre con la que se sometió a su largo e injusto encierro,
llevó estos hombres a ponderar el carácter....
La gracia sostenedora de Dios ministrada a Pablo en su encarcelamiento, le hizo alegre, e incluso pudo
regocijarse en la tribulación. Con fe y seguridad escribió a sus hermanos de Filipos, mostrándoles que
su encarcelamiento promovió el progreso del Evangelio. "Quiero que sepáis, hermanos", escribió él,
"que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal
manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la
mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a
hablar la palabra sin temor". (Filipenses 1:12-14).
Tenemos una lección que aprender de esta historia, que revela la manera en que Dios trabaja. El Señor
puede obtener victoria de lo que a nosotros nos parece confusión y derrota. Su plan siempre es frustrar
al enemigo. Somos inclinados a olvidarnos de Dios, y mirar las cosas que se ven, que son temporales,
cuando debemos mirar las cosas que no se ven, que son eternas. Cuando llegan la adversidad o la
repentina calamidad, estamos listos para inculpar a Dios con crueldad. Si él ve necesario suprimir
nuestra utilidad en algún campo de trabajo, nos lamentamos y murmuramos. No nos detenemos para
considerar que ésta puede ser la manera en que Dios trabaja. Aún tenemos que aprender que la
corrección es una parte del gran plan de Dios; que bajo la vara de la aflicción podemos hacer mucho
más por el Maestro que al estar comprometidos en el servicio activo. . . . Cuando somos oprimidos por
el sufrimiento o la aflicción, Dios envía la ayuda necesaria. Sus promesas han demostrado ser firmes e
inagotables.540
Esta planta de origen celestial, no puede originarse o desarrollarse en el corazón no consagrado, y para
que florezca, debe ser constantemente regada con el rocío del cielo. Sólo puede florecer en el corazón
donde Cristo reina. Este amor no puede vivir y florecer sin la acción; y no puede actuar sin crecer en
fervor, extendiéndose y difundiendo su naturaleza a otros.542
La religión no es simplemente una emoción, un sentimiento. Es un principio que se entreteje con todos
los deberes diarios y las transacciones de la vida. Nada que pueda distraer, ningún negocio en que
pueda ocuparse, podrá impedir el acompañamiento de este principio. Para mantener una religión pura e
inmaculada, es necesario ser obreros, perseverando en el esfuerzo. Debemos hacer algo nosotros
mismos. Nadie más puede hacer nuestro trabajo. Nadie a no ser nosotros puede obrar nuestra salvación
con temor y temblor. Ésta es la obra específica que el Señor ha dejado para hacer.547
El hombre tiene asignada una parte en este gran esfuerzo por la vida eterna; debe responder a la obra
del Espíritu Santo. Se exige esfuerzo para abrirse paso a través de los poderes de las tinieblas, y el
Espíritu obra en él para lograr esto. Pero el hombre no es un ser pasivo, para ser salvo en la indolencia.
Está invitado a tensar cada músculo y ejercer toda facultad en la lucha por la inmortalidad; aunque es
Dios quien proporciona la energía.548
Debemos ser obreros junto con Dios. La vida debe volvernos humildes, obrando fervientemente la
salvación con temor y temblor; y entonces la fe, la esperanza y el amor morarán en nuestros corazones,
dándonos una garantía de la recompensa que espera al vencedor.
Un enemigo implacable y resuelto ha preparado sus artimañas para toda alma que no se afirma para la
prueba, y que no se protege mediante la oración constante y la fe viva. No podemos, individualmente o
como un cuerpo, protegernos nosotros mismos de sus ataques constantes; pero en la fuerza de Jesús
toda tentación, toda influencia contraria, sea manifiesta o secreta, puede resistirse con éxito.549
547
2T:506
548
Special Testimonies on Education:207-208.
549
Historical Sketches of SDA Missions:136.
550
RH, 20-09-1892
551
RH, 05-08-1890
Pág. 182
Señor, y dondequiera que estés los que te rodean comprenderán que una preciosa influencia va contigo.
La luz, el amor y el poder de Dios descansarán en ti.552
552
The Bible Echo, 15-07-1892
553
ST, 26-11-1894
554
Bible Training School, 01-10-1916.
555
ST, 26-11-1894.
Pág. 183
defectos, y canta a Dios en tu corazón. Piensa en todo lo que tienes para agradecer, y entonces aprende
a alabar a Dios.556
Cuando te asalten las tentaciones, como ciertamente lo harán, cuando te rodeen preocupaciones y
perplejidades, cuando, afligido y desanimado, estés casi listo a rendirte ante la desesperación, mira, oh
mira, dónde con el ojo de la fe viste por última vez la luz.... Cuando el pecado luche por el dominio en
tu alma, y abrume la conciencia, cuando la incredulidad nuble la mente, ve al Salvador. Su gracia es
suficiente para dominar el pecado. Él nos perdonará, haciéndonos gozosos en Dios.
Mirando el yo, sólo vemos debilidad, y nos olvidamos del propósito de Dios para nosotros. Nos
olvidamos que nos valoró tanto que dio a Cristo para morir por nosotros. Oh, después de todo lo que se
ha hecho por nosotros, ¿cómo podemos defraudar a Cristo no viviendo la vida que él ha hecho posible
vivir? No hablemos de nuestra ineficacia y falta de poder. Olvidémonos de las cosas pasadas,
prosigamos adelante hacia el camino del cielo. No descuidemos ninguna oportunidad que, si
aprovechada, nos hará más útiles en el servicio de Dios. Entonces como hilos de oro, la santidad
circulará a través nuestras vidas, y los ángeles, viendo nuestra consagración, repetirán la promesa:
"Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre". (Isaías 13:12.) Todo
el cielo se regocija cuando los seres humanos, débiles y defectuosos, se entregan a Jesús, para vivir su
vida.557
556
ST, 27-09-1883
557
RH, 01-10-1908
558
RH, 20-05-1884
559
RH, 22-09-1891
Pág. 184
La paciencia, el contentamiento alegre, es uno de los "mejores dones". (1 Corintios 12:31.) Así también
es el valor para seguir en el camino del deber, incluso cuando este camino nos separa de los amigos.
Pero la valentía de la convicción nunca debe conducir a la obstinación, que lleva a un hombrea
adherirse a sus propias ideas. Que todos vigilen y oren.560
está, y tendrás luz. Habla de incredulidad, y tendrás incredulidad; pero habla de fe, y tendrás fe. De
acuerdo a la semilla sembrada será la cosecha. Si hablas del cielo y la recompensa eterna, te volverás
más y más iluminado en el Señor, y tu fe crecerá, porque es ejercitada. Fija tus ojos en Jesús, estimado
amigo, y mediante la contemplación serás asimilado a su imagen. No permitas que tus pensamientos se
espacien continuamente en las cosas de la tierra, sino mantenlos en las cosas que son celestiales, y
entonces, dondequiera que estés, serás una luz para el mundo.
Vive una vida de fe día a día. No te vuelvas ansioso y afligido acerca del tiempo de angustia,
anticipando el tiempo de angustia. No pienses: Tengo miedo que no pueda estar en pie en el gran día de
prueba. Debes vivir el presente, solamente este día. El mañana no es tuyo. Hoy debes sostener la
victoria sobre el yo. Hoy debes vivir una vida de oración. Hoy debes luchar la buena batalla de la fe.
Hoy debes creer que Dios te bendice. Y a medida que ganes la victoria sobre las tinieblas y la
incredulidad, reunirás los requisitos del Maestro, y te volverás una bendición para todos a tu
alrededor.565
El verdadero santo, que camina con Dios como el Enoc de la antigüedad, no será jactancioso de su
pureza, sino atento, humilde, abnegado, libre del orgullo espiritual y la exaltación. Aquellos que
conocen mucho de Dios, y mantienen sus ojos fijos en el Autor y Consumador de su fe, no verán nada
bueno o grande en ellos. Después de hacer todo a su alcance para ser fieles, sentirán que todavía son
siervos improductivos.566
orilla? ¡Despierta al deber y a la utilidad! Si te lanzas mar adentro y echas tus redes, el Maestro
recolectará la pesca, y verás la poderosa obra de Dios.569
569
Historical Sketches of SDA Missions:138-139.
570
RH, 22-09-1891
Pág. 187
Debemos encontrarnos continuamente peleando la buena batalla de la fe. Debemos mirar a Cristo,
estudiar su carácter a la luz de su palabra con oración ferviente, meditando en sus atributos y virtudes,
hasta que seamos transformados a su imagen. No hay tiempo para detenernos y descansar en la escalera
del progreso. La orden es hacia adelante y hacia arriba, mirando a Dios, que está en el extremo superior
de la escalera. Mirar atrás es marearse, aflojar las fuerzas, perder todo, volver a la oscuridad. Debes
mantenerte aferrado a Cristo tu Mediador, ascendiendo paso a paso, siendo transformado de gloria en
gloria, de carácter en carácter, como por el Espíritu del Señor.575
Hay una fervorosa obra a ser hecha individualmente por nosotros si peleamos la buena batalla de la fe.
Intereses eternos están comprometidos. Debemos vestirnos con toda la armadura de justicia, resistiendo
al diablo, y tenemos la segura promesa que él huirá. La iglesia debe conducir una guerra agresiva,
conquistando para Cristo, rescatando las almas del poder del enemigo. Dios y los santos ángeles están
comprometidos en esta guerra. Agrademos a quién nos ha llamado para ser soldados.
Todos pueden hacer algo en la obra. Nadie será declarado inocente ante Dios a menos que haya
trabajado ferviente y desinteresadamente por la salvación de las almas. La iglesia debe enseñar a la
juventud, por precepto y ejemplo, a ser obreros para Cristo. Hay muchos que se quejan de sus dudas,
que lamentan no estar seguros de su unión con Dios. Esto es a menudo atribuible al hecho que no están
haciendo nada en la causa de Dios. Busquen ayudar y bendecir a otros fervorosamente, y sus dudas y
desaliento desaparezcan.
Muchos que profesan ser seguidores de Cristo hablan y actúan como si sus nombres fueran un gran
honor a la causa de Dios, mientras que no llevan las cargas y no ganan ninguna alma a la verdad. Tales
personas viven como si Dios no tuviera ningún derecho sobre ellos. Si continúan en esta dirección
encontrarán finalmente que no tienen ningún derecho en Dios.
Aquél que ha señalado "a cada uno su obra" (Mar. 13:34), de acuerdo a su capacidad, nunca permitirá
que el fiel cumplimiento del deber quede sin recompensa. Cada acto de lealtad y fe será coronado con
señales especiales del favor y aprobación de Dios.576
de crueldad o de injusticia contra los fieles de Dios será castigado como si hubiera sido hecho contra
Cristo mismo....
La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los
días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe
tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Dios son
miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la
iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego... volverá a encenderse.577
voz de Jesús pidiendo entrar. Con cada llamado desatendido, tu determinación de abrir se debilita más
y más. Si la voz de Jesús no es atendida enseguida, llega a confundirse en la mente con una multitud de
otras voces, el cuidado del mundo y de los negocios absorben la atención, y la convicción se desvanece.
El corazón se vuelve menos impresionable, y se hunde en una peligrosa inconsciencia acerca de la
brevedad del tiempo, y de la gran eternidad del más allá. El Invitado celestial sigue estando de pie
delante de tu puerta, mientras amontonas obstáculos para obstruir su entrada. Jesús está llamando a
través de la prosperidad que te brinda. Te llena de bendiciones para probar tu fidelidad, para que ellas
puedan fluir de ti hacia otros.580
La conciencia es la voz de Dios, oída en medio del conflicto de las pasiones humanas; cuando es
resistida, el Espíritu de Dios es contristado.... No es Dios quien envía un decreto para que el hombre no
se salve. Él no arroja tinieblas ante los ojos que no pueda ser penetrada. Pero el hombre resiste al
principio una acción del Espíritu de Dios, y, habiéndose resistido una vez, es menos difícil hacerlo la
segunda vez, menos la tercera, y menos aún la cuarta....
Cuando la oración secreta y la lectura de las Escrituras son abandonadas hoy, mañana pueden ser
incumplidas con menor reprobación de la conciencia. Habrá una larga lista de omisiones, todas
sembradas como una simple semilla en la tierra del corazón. Por otro lado, cada rayo de luz albergado
rendirá una cosecha de luz. La tentación resistida una vez dará poder para ser más firmemente
soportada la segunda vez; cada nueva victoria ganada sobre el yo allanará el camino para triunfos más
encumbrados y nobles. Cada victoria es una semilla sembrada para la vida eterna.581
580
RH, 02-11-1886
581
5T:120.
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promesas ahora a su pueblo, si hacen lo que él ha mandado en su palabra para preparar el camino para
su bendición.582
¿Por qué no permaneces en el amor de Cristo, y hablas del plan de redención? Debemos estudiar cómo
vencer el apetito, la ambición y el amor al mundo. ¿No hay lo suficiente que hacer para que tengamos
que perder tanto tiempo en asuntos de pequeña importancia?
Cuando Cristo dejó el mundo, asignó una obra a sus seguidores. Vino a representar el carácter de Dios
ante el mundo, y nosotros dejamos de representar a Cristo al mundo. No debemos seguir en el camino
de las tinieblas, tropezando en las tenebrosas montañas de la incredulidad. Hay un camino trazado
donde los redimidos del Señor deben caminar, y allí es donde podemos caminar todos los días en
seguridad. No cortes los cardos, recoge las rosas, los lirios y los claveles. Si debemos comprender los
ricos tesoros de la palabra de Dios, debemos separar nuestras almas de toda iniquidad, a fin de no caer
bajo su condenación. Como fieles soldados debemos marchar bajo el estandarte del Príncipe Emanuel.
Debemos estudiar la Biblia, para saber cómo enfrentar los ataques del enemigo. Cuando Cristo fue
tentado, ¿cómo salió vencedor? Enfrentó al tentador con un Escrito está. Usó palabras de Dios.... Ésta
es la manera en que debemos vencer.585
585
ST, 15-04-1889
586
RH, 01-01-1884
587
RH, 07-01-1902.
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mundo, del orgullo y de la presunción, es un camino precioso, trazado para que los redimidos del Señor
avancen. Aunque sembrado de pruebas y desánimos, a través de la fe y un decidido esfuerzo para
derrotar al enemigo, puede transformarse en una senda victoriosa y triunfante.
Somos peregrinos y extranjeros en este mundo; pero viajamos a un país celestial. Nos encontraremos
con desilusiones; pero es nuestro privilegio convertir cada aparente derrota en una victoria. Satanás
contenderá por nuestras almas a cada paso de la senda; pero si miramos a Jesús, nuestra ayuda presente
en todo momento de necesidad, él levantará un estandarte contra el enemigo. En lugar de quejarnos
ante cada dificultad, debemos pelear la buena batalla de la fe, resistiendo firmemente como buenos
soldados de la cruz de Cristo. Las heridas y cicatrices de nuestra guerra serán para nosotros, como para
Pablo, trofeos de victoria.591
sino piensen sobre la parte buena que poseen. Cada vez que se piensa y habla sobre estos errores,
crecen más. Una montaña está hecha de granos de arena. La hostilidad y falta de confianza son el
resultado.595
Demasiado a menudo los que dicen amar a Jesús, lo niegan por su falta de confianza entre sí.
Frecuentemente se espera el mal, las acciones son vistas de la peor manera, las palabras son mal
interpretadas y mal entendidas. Muchos hablan con afán sobre las faltas de otros, pero sus propias faltas
poco les preocupan. Sería bueno si dedicaran su voz a la confesión de sus propios pecados. Dios
conoce los hábitos de sus hijos. Cada palabra, cada pensamiento, cada motivo, están abiertos ante los
ojos de aquel que ve todas las cosas. Entonces, demostremos que amamos a Jesús entronizándolo en
nuestros corazones, negando el yo en beneficio de los demás. Trabajemos juntos armoniosamente,
como firmes miembros incondicionales de una familia.
Debemos guardar bien cada punto; porque Satanás es incansable en su obra de tentación. Vigila bien
tus palabras; controla bien el espíritu que mueve tus palabras. Permanece como fiel centinela sobre tus
propios atributos de carácter defectuosos, a fin de que no demuestres ser una piedra de tropiezo a tu
hermano. No hagas caminos torcidos para tus pies, caminos que alejarán sus pies de la senda de la vida.
Deseo que todos recuerden que viene el día en que los casos de todos serán revelados. Entonces se verá
la mancha maldita que corrompió tu carácter, la roca de ofensas que arruinó tu barca. Muchos
comprenderán entonces que la lengua, aunque siendo un pequeño miembro, puede hacer un fuerte
daño. Muchos, eternamente perdidos, querrán entonces, en su desesperación, mirar con reproche a los
que sembraron amargura en sus corazones, y plantaron pensamientos de sospecha en sus mentes.
Ninguna provisión ha sido hecha para los cristianos que se apartan unos de otros. A través de nuestra
unidad y amor debemos revelar el carácter de Cristo.596
595
Australasian Union Conference Record, 15-04-1903
596
RH, 27-04-1897.
597
RH, 12-07-1887
Pág. 196
para pelear la buena batalla de la fe. Debemos preguntar diariamente: ¿Cuáles son las órdenes del
Capitán?598
El Señor dice: entra en tu cámara, y en silencio habla con tu propio corazón; escucha la voz de la
verdad y de la conciencia. Nada te podrá dar tan clara visión del yo como la oración secreta. Aquel que
ve en secreto y conoce todas las cosas, iluminará tu comprensión y contestará tus peticiones. Deberes
comunes y sencillos que no deben descuidarse se abrirán ante ti. Haz un pacto con Dios para entregarte
a ti mismo y a todas tus fuerzas a su servicio.599
divina. Tal enseñanza se opone al testimonio de las Sagradas Escrituras. ¿Acaso Cristo y sus apóstoles
no hicieron milagros? El mismo Salvador compasivo vive en nuestros días, y está tan dispuesto a
escuchar la oración de fe como cuando andaba en forma visible entre los hombres. Lo natural coopera
con lo sobrenatural. Forma parte del plan de Dios concedernos, en respuesta a la oración hecha con fe,
lo que no nos daría si no se lo pidiésemos así.601
La oración que se necesita en estos tiempos es la oración ferviente, permanente, continua, no las
oraciones esporádicas, inciertas, vacilantes como las olas del mar. Si algunos deben ponerse juntos de
acuerdo, con corazones agobiados por las almas que perecen, ofreciendo oraciones sinceras y
fervientes, deben mostrarse competentes. Hermanos, ¿por qué no oran más en fe, en la sencillez de los
niños, ya que nuestro legítimo lugar está a los pies de Dios?602
Demasiado a menudo nuestras oraciones son estorbadas por nuestro orgullo de corazón, nuestra
negativa a confesar las faltas y quitar las malas impresiones. Recordemos que nuestras oraciones no son
aceptables a Dios mientras haya un malentendido con un compañero de trabajo. Aunque no seamos
culpables, podemos, quizás, dar una explicación que quitará el mismo. Si somos culpables, si hemos
dejado una mala impresión en la mente de un hermano, estamos ciertamente bajo la obligación de hacer
todo a nuestro alcance para quitar esta impresión.603
La oración ferviente y eficaz será estimada en el cielo. Es privilegio de los cristianos obtener fuerza de
Dios para mantener todo don precioso de su Espíritu. El poder de Dios no ha disminuido. Su gracia y
su Espíritu serán tan gratuitamente otorgados ahora como lo fueron antiguamente. La iglesia de Dios es
la que ha perdido su fe de demandar su energía para luchar, como lo hizo Jacob, clamando: "No te
dejaré, si no me bendices". (Gén. 32:26).604
601
CS:579-580.
602
RH, 23-08-1892.
603
RH, 21-07-1904
604
ST, 18-11-1886.
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3T:262-263
Pág. 198
El cielo no está cerrado a las oraciones fervientes del justo. Elías era un hombre sujeto a pasiones como
nosotros lo somos, sin embargo, el Señor le oyó y sus peticiones fueron contestadas de la manera más
llamativa. La única razón para nuestra falta de poder de Dios se encuentra en nosotros mismos. Si la
vida interior de muchos que profesan la verdad fuera presentada ante ellos, no afirmarían ser cristianos.
No están creciendo en la gracia. Una oración apresurada es ofrecida de vez en cuando, pero no hay una
comunión real con Dios. Debemos orar mucho si queremos progresar en la vida divina.606
606
5T:161
607
RH, 26-05-1891.
608
RH, 09-06-1891
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Sube la escalera del progreso hacia el cielo. Cristo es la escalera cuya base está en la tierra, y cuya
cúspide alcanza el más alto cielo. Dios está arriba en la escalera, y su gloria resplandece en cada
peldaño. Debes subir la escalera aferrándote a Cristo, y alcanzar finalmente su reino eterno.609
Nadie debe imaginar que es cosa fácil vencer al enemigo y que puede ganar una herencia incorruptible
sin esfuerzo de su parte. Mirar hacia atrás puede marearte; dejar la fortaleza es perecer. Pocos aprecian
la importancia de esforzarse constantemente por vencer. Pierden su perseverancia y, como resultado, se
vuelven egoístas e indulgentes consigo mismos. No piensan que la vigilancia espiritual es fundamental.
La sinceridad en el esfuerzo humano no es llevada a la vida cristiana.
Aquellos que piensan permanecer firmes porque tienen la verdad, sufrirán varias caídas terribles, pero
no así los que están en Jesús. El descuido de un momento puede sumergir un alma en la ruina
irrecuperable. Un pecado lleva al segundo, y el segundo prepara el camino para el tercero, y así
sucesivamente. Debemos, como mensajeros fieles de Dios, suplicarle constantemente para ser
guardados por su poder. Si nos desviamos un solo centímetro del deber, estamos en peligro de seguir
adelante en una dirección pecaminosa que acabará en la perdición. Hay esperanza para cada uno de
nosotros, pero sólo de una manera, y esa es uniéndose a Cristo, y aplicando toda energía para alcanzar
la perfección de su carácter.610
609
The Bible Echo, 08-10-1894
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resignación y la oración, y que producirá en el corazón de quienes así lo reciban el efecto que le fue
asignado, con lo cuál Dios quedará honrado y glorificado.611
611
PE:46-47.
612
RH, 10-06-1884.
Pág. 201
Espíritu," y debes volverte hábil en su uso, si deseas abrirte paso a través de las huestes de la oposición
y oscuridad.
Sepárate de las asociaciones perjudiciales. Toma en cuenta el costo de seguir a Jesús, y hazlo, con un
propósito determinado de limpiarte de toda inmundicia de la carne y del espíritu. La vida eterna vale
más que todo, y Jesús dijo: "Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser
mi discípulo". (Luc. 14:33). Aquel que no hace nada, sino que espera ser obligado por algún agente
sobrenatural, esperará en la inacción y las tinieblas. Dios ha dado su palabra. Dios habla en
inconfundible lenguaje a tu alma. ¿No es suficiente la palabra de su boca para mostrar tu deber, e
insistir en su cumplimiento?
Aquellos que humildemente y en oración examinan las Escrituras, para conocer y hacer la voluntad de
Dios, no tendrán duda de sus obligaciones hacia Dios. "El que quiera hacer la voluntad de Dios,
conocerá... la doctrina". (Juan 7:17) Si deseas conocer el misterio de la piedad, debes seguir las claras
palabras de la verdad—con sentimiento o sin sentimiento, con emoción o sin emoción. La obediencia
debe ser prestada desde un sentido de principios, y lo correcto debe seguirse bajo todas las
circunstancias. Este es el carácter elegido por Dios para salvación.613
617
6T:394.
618
6T:395.
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6T:397.
620
MC:386.
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No debemos permitir que nuestros sentimientos sean fácilmente heridos. Debemos vivir, no para
guardar nuestros sentimientos o nuestra reputación, sino para salvar las almas. Cuando nos interesemos
en la salvación de las almas dejaremos de prestar atención a las pequeñas diferencias que tan a menudo
se levantan en nuestra relación con los demás.621
Los cristianos serán examinados y probados. Pero si están esforzándose sinceramente por servir a Dios,
se les dará fuerza para cada conflicto. No deben dar oídos a falsos informes, sino que deben ir
directamente hacia adelante en el camino del deber. Deben aprender a pensar por sí mismos, y sus
acciones deben estar siempre de acuerdo con la palabra de Dios.
No salgas de tu camino para arreglar cuentas con tu enemigo. Sus palabras de censura y malicia son
como chispas que, si no se soplan, se extinguirán por sí mismas. Olvídate de los malos informes de
aquellos cuyas lenguas están encendidas con el fuego del infierno. Si te detienes a discutir, sólo abrirás
el camino para un maltrato mayor. Con frecuencia las dificultades pueden ser sanadas por el silencio.
Deja que el malvado hable solo. Ocúpate de tu propio trabajo como alguien que tiene una sagrada labor
para cumplir. Cuando seas criticado, haz como que no oyes. Tu corazón podrá ser herido: no obstante,
no permitas ser desviado de tu trabajo. Brinda tu tiempo y atención a los asuntos de interés eterno.622
621
MC:386.
622
The Central Advance, 08-04-1903.
623
RH, 11-12-1888
624
ST, 28-07-1890
625
RH, 07-04-1904
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No somos comprendidos por el mundo, nunca lo seremos; pero no debemos permitir que esto nos
desanime. No debemos mirar las apariencias actuales, ni enojarnos cuando somos juzgados mal, sino
que debemos aprovechar toda oportunidad de hacer el bien.626
Dios, y aprende de él. Las palabras habladas por labios convertidos son acompañadas de un poder que
toca los corazones fríos de los incrédulos; para que incluso los que no conocen a Dios puedan distinguir
entre lo humano y lo divino.629
Debes dar una respuesta a todo hombre que pida una razón de la esperanza que hay en ti, con
mansedumbre y temor; pero ¿qué clase de temor sientes? Es un temor santo, para que no aparezca el
yo, para que los sentimientos de autoestima y superioridad no se mezclen con tu testimonio; porque si
debes representar a Cristo adecuadamente, el yo debe ser escondido en Jesús.
Al relatarte experiencia cristiana, no debes exaltar el yo, sino anunciar las alabanzas de aquel que te ha
convocado de las tinieblas a su luz admirable. Aquellos que han entrado en el servicio de Cristo deben
revestirse con humildad, y a través de la fe en su Maestro, en bondad y amor, hacer todo a su alcance
para atraer las almas a Cristo. No puedes pasar con indiferencia al lado de los que no conocen al Señor.
Debes ser obrero junto con Dios. Cuánto más trabajes en el campo misionero, más aptitud
manifestarás; porque serás colocado en circunstancias dónde sientas tu necesidad de sabiduría celestial,
y te encontrarás en situaciones especiales en las que adquirirás un provechoso conocimiento que te
capacitará para trabajar por las almas que están bajo tentación, separadas de Dios por haberse rendido a
las sugerencias del enemigo. Es necesario que cada seguidor de Cristo se acerque a su lado.630
629
The Church Officers Gazette, 01-09-1914
630
The Youth´s Instructor, 10-11-1892.
631
RH, 12-08-1884
632
MC:373.
Pág. 206
vida de devoción, pruebas y abnegación, por la causa de Cristo. El cielo resultará muy barato frente a
cualquier sacrificio que podamos hacer para obtenerlo.633
633
2T:72-73.
634
RH, 20-06-1907.
635
RH, 19-04-1892.
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hecho un compromiso con los agentes satánicos. La carga de pecados no confesados es la carga más
pesada que puede llevarse. Jesús, el gran Sustentador, te pide que le transfieras tu carga.636
Cuanto más elevada es la opinión que tenemos de nosotros, menos necesidad sentimos de Jesús. La
verdadera bondad nunca eleva al yo; pero la justicia propia siempre extiende la mano hacia el honor y
la alabanza de los hombres. Han colocado una norma falsa, y tienen una opinión demasiado elevada de
sí mismos. Todos los que caen sobre la roca, y son quebrantados, serán edificados por Cristo en
verdadera pureza y santidad. Cada momento de nuestras vidas debemos agradecer por tener tal
Redentor compasivo. La verdadera humildad nos llevará a conocer y confesar nuestros pecados. Nos
hará aceptar a Jesús, como el único que puede perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad.... Su brazo es poderoso para salvar, su gracia es fuerte para redimir. Él nos hará tener un rostro
alegre, y corazones llenos de regocijo....
Tu carácter será probado. Tu paciencia será probada. Sólo la oración, y la fe ferviente, te llevarán a
través de estas cosas como un cristiano.637
los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si
guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él, pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de
Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él". (1 Juan 2:1-5).
A través del ministerio de los ángeles el Espíritu Santo es facultado para obrar en la mente y el corazón
del agente humano y atraerlo hacia Cristo, que ha pagado el dinero del rescate por su alma, para que el
pecador pueda ser rescatado de la esclavitud de pecado y de Satanás. Pero el Espíritu de Dios no
interfiere con la libertad del agente humano. El Espíritu Santo es dado para ser un auxiliador, para que
el agente humano pueda cooperar con las inteligencias divinas; y su función es atraer el alma, pero
nunca forzar la obediencia. Cristo está listo a impartir todas las influencias celestiales. Conoce cada
tentación que sobreviene al hombre, y las capacidades de cada agente humano. Pesa su fuerza. Ve el
presente y el futuro, y expone al entendimiento las obligaciones que deben cumplirse, y exhorta para
que las cosas comunes y terrenales no sean tan absorbentes que lo eterno se pierda de vista. El Señor
tiene plenitud de gracia para impartir a todos los que reciban el don celestial. El Espíritu Santo traerá la
capacidad de la confianza divina en el servicio de Cristo y amoldará y formará al agente humano según
el Modelo divino, a medida que éste desee fervientemente la transformación....
No camines con indecisión, sino firmemente en la fuerza y gracia de Jesucristo. A él es entregado todo
el poder en el cielo y en la tierra. Refúgiate en Jesucristo, y haz un pacto inamovible con él en fe, para
amarle y servirle. Elígelo como tu Abogado; mientras la puerta de la misericordia está ampliamente
abierta para ti. La promesa es que si pedimos algo según su voluntad, nuestra petición será concedida si
lo hacemos con fe. Jesús dice: "Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará". (Juan 16:23).
El alma que descuida el cumplimiento de las condiciones de la salvación será dejada sin excusa; porque
los tesoros de su gracia son completamente ilimitados.639
evidencia de nuestra unión con Dios—que seamos tan misericordiosos como nuestro Padre que está en
los cielos es misericordioso. Si somos suyos, haremos con corazón alegre justo lo que él nos dice que
hagamos, aunque no nos convenga, aunque sea contrario a nuestros propios sentimientos.641
Necesitamos practicar un examen íntimo de conciencia, para ver qué estamos acariciando en nosotros
que aflija el Espíritu de Dios, y para comprender la obra que tenemos para hacer a fin de poder ser una
bendición a otros.642
24 de Noviembre Purificación
"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos
que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel
que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo aquel que comete
pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para
quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él". (1 Juan 3:2-5).
Aquellos que piensan servir al mundo y todavía amar a Dios son de doble ánimo. Pero no pueden servir
a Dios y a las riquezas. Son hombres de doble ánimo, amando el mundo y perdiendo todo el sentido de
su obligación hacia Dios, y sin embargo, profesando ser seguidores de Cristo. No son una cosa ni la
641
RH, 27-06-1893
642
RH, 22-12-1885.
643
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644
2T:294-295.
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otra. Perderán ambos mundos a menos que limpien sus manos y purifiquen sus corazones a través de la
obediencia a los puros principios de verdad.645
La oración fervorosa, humilde y vehemente debe combinarse con la ayuda de Dios, porque las
debilidades y los sentimientos humanos se esfuerzan continuamente por el dominio. Todo hombre debe
purificar su alma a través de la obediencia a la verdad, y con la vista fija en la gloria de Dios humillar
el yo y exaltar a Jesús y su gracia. Avanzando así continuamente hacia la luz llegará a familiarizarse
con Dios y recibirá su ayuda.646
Relacionémonos con Dios en obediencia abnegada y sacrificio propio. La fe en Cristo siempre lleva a
la obediencia voluntaria y alegre. Él murió para redimirnos de toda iniquidad, a fin de purificar para él
a un pueblo peculiar, celoso, de buenas obras. Debe haber perfecta conformidad a la voluntad de Dios
en pensamientos, palabras y hechos. El cielo sólo es para quiénes han purificado sus almas a través de
la obediencia a la verdad. Es un lugar dónde sólo la pureza inmaculada puede habitar....
En la obediencia perfecta hay felicidad perfecta. "Estas cosas os he hablado," dijo Cristo, "para que mi
gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido". (Juan 15:11). El Señor puede bendecirnos, y
fortalecer nuestra fe, y llevarnos hacia adelante a alturas que todavía no hemos ascendido. Él dio a
Cristo para morir por nosotros, para purificarnos de toda iniquidad. Ha prometido derramar su Espíritu
sobre nosotros, santificándonos a través de la verdad. Nos ha dado su palabra, para que a través de la
obediencia a sus enseñanzas, seamos santos. Es nuestro privilegio, nuestro deber, crecer en a gracia.
Ésta es la voluntad de Dios, hasta tu santificación.647
645
1T:530.
646
5T:109-110.
647
Bible Training School, 01-02-1905.
Pág. 211
Los que obedecen la voz de Dios, como hizo Abel, reciben de las manos del desobediente, tratamiento
similar al que Abel encontró.648
Desarráigala en este mismo momento y cultiva en su lugar la planta del amor. Deja que Jesús sea
entronizado en el templo del alma.651
Si Cristo habita en el corazón, su amor se difundirá a otros a través de su poseedor, y unirá corazón con
corazón. El cristiano debe depender únicamente de la gracia de Cristo, y cuando así sea, amará a sus
hermanos como Cristo le amó. Entonces podrá decir: "Vengan", y las almas suplicantes y que necesitan
apoyo, rogarán ser reconciliadas con Dios. Su influencia será cada vez más resuelta, y consagrará su
vida a Cristo, quien fue crucificado por él. Donde el amor se perfecciona, la ley es guardada, y el yo no
halla lugar. Los que aman a Dios supremamente, trabajan, sufren y viven por aquel que dio su vida por
ellos. ... Cuando recibimos el don celestial, la justicia de Cristo, veremos que la gracia divina ha sido
provista para nosotros, y que los recursos humanos son impotentes. Jesús da el Espíritu Santo en mayor
medida en las grandes crisis, ayudando nuestras enfermedades, dándonos fuerte consuelo, iluminando
nuestras mentes y purificando y ennobleciendo nuestros corazones. Cristo se vuelve en nosotros
sabiduría, justicia, santificación y redención. Del principio al fin de la vida cristiana, ningún paso
exitoso puede darse sin Cristo. Él ha enviado a su Espíritu para estar siempre con nosotros, y confiando
en Cristo hasta lo sumo, sometiéndole nuestra voluntad, podremos seguirle doquiera vaya.652
sentimientos. Muchos no tienen más fundamento para su fe que la emoción. Su religión consiste en la
excitación; cuando ésta termina, su fe se ha ido. Los sentimientos pueden ser paja, pero la palabra de
Dios es el trigo. Y "¿qué tiene que ver", dice el profeta, "la paja con el trigo?" (Jer. 23:28).658
Dios siente desagrado hacia nosotros cuando vamos a escuchar el error, sin estar obligados a ir; porque
a menos que nos mande a aquellas reuniones donde se inculca el error a la gente por el poder de la
voluntad, no nos guardará. Los ángeles dejan de ejercer su cuidado vigilante sobre nosotros; y
quedamos expuestos a los golpes del enemigo, para ser entenebrecidos y debilitados por el poder de sus
malos ángeles, y la luz que nos rodease contamina con las tinieblas.659
Más daño puede hacerse por alguien que tiene una mezcla de verdad y error que muchos que enseñan la
verdad completa pueden deshacer y corregir.... El error se enraíza más fácilmente en la tierra del
corazón.660
La doctrina pura será mezclada con obras de justicia; los preceptos celestiales se mezclarán con las
prácticas santas. El corazón que está lleno con la gracia de Cristo se hará manifiesto por su paz y su
alegría; y donde Cristo habita, el carácter será purificado, elevado, ennoblecido, y glorificado.661
658
RH, 25-11-1884.
659
PE:124-125.
660
RH, 29-05-1888.
661
The Youth´s Instructor, 08-11-1894
662
RH, 20-12-1898.
663
RH, 25-08-1885
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prueba, una noche de lloro, una noche de persecución por causa de la verdad. Pero en medio de esa
noche de tinieblas, brillará la luz de Dios.664
obligados a optar entre sacrificar su integridad y aceptar el culto y las ceremonias papales, o pasar la
vida encerrados en los calabozos o morir.667
Dice el profeta: "Vi una de sus cabezas como si hubiese sido herida de muerte". Y además: "Si alguno
lleva en cautiverio, al cautiverio irá; si alguno mata con espada, es preciso que él sea muerto a espada".
(Apoc. 13:3, 10). Los cuarenta y dos meses son lo mismo que "un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de
un tiempo," tres años y medio, o 1.260 días de Daniel 7, el tiempo durante el cual el poder papal debía
oprimir al pueblo de Dios. Este periodo. . . empezó con la supremacía del papado, en el año 538 de J.
C., y terminó en 1798. Entonces, el papa fue hecho prisionero por el ejército francés, el poder papal
recibió su golpe mortal y quedó cumplida la predicción: "Si alguno lleva en cautiverio, al cautiverio
irá".668
667
CS:58.
668
CS:492.
669
CS:353 (1888).
670
CS:381 (1911).
Pág. 217
pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo".
(Apocalipsis 11:18-19).
En santa visión Juan fue llevado al santuario celestial. Él dice: "El templo de Dios fue abierto en el
cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el
cielo el templo del tabernáculo del testimonio". (Apoc. 11:19; 15:5). El santuario que le fue ordenado a
Moisés debía ser hecho según el modelo del santuario celestial. En el arca se colocaron los diez
mandamientos que habían sido escritos por el dedo de Dios. La ley colocada en el arca en la tierra era
una copia de la ley contenida en el arca del testamento en el cielo, y los preceptos de Jehová son
inmutables. Los diez mandamientos constituyen la norma moral de carácter. Dios requiere de parte del
hombre la conformidad perfecta a su ley, y es pronunciada una maldición contra todos los que no
perseveran en hacer todas las cosas escritas en la ley.671
El requerimiento de Dios bajo la gracia es el mismo hecho en el Edén—obediencia perfecta a su ley.
En el juicio, Dios preguntará a los que profesan ser cristianos: ¿Por qué pretendiste creer en mi Hijo, y
continuaste transgrediendo mi ley? ¿Quién requirió esto de tus manos—pisotear sobre mis preceptos de
justicia?. . . El evangelio del Nuevo Testamento no es la norma del Antiguo Testamento rebajada para
cubrir al pecador y salvarlo en sus pecados. Dios requiere obediencia de todos sus súbditos, completa
obediencia a todos sus mandamientos. Exige ahora como siempre perfecta justicia como el único título
para el cielo. Cristo es nuestra esperanza y nuestro refugio. Su justicia sólo es imputada al obediente.
Aceptémosla a través de la fe, a fin de que el Padre no encuentre en nosotros ningún pecado. Pero los
que han pisoteado la santa ley no tendrán ningún derecho de exigir esa justicia. ¡Oh, si pudiéramos ver
la inmensidad del plan de la salvación como hijos obedientes a todos los requisitos de Dios, creyendo
que tenemos paz con Diosa través de Jesucristo, nuestro sacrificio expiatorio!672
las fuentes de agua!" El resultado de la aceptación de estos mensajes está indicado en las palabras:
"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús".
(Apoc. 14:12). Para subsistir ante el juicio tiene el hombre que guardar la ley de Dios. Esta ley será la
piedra de toque en el juicio.674
674
CS:488-489.
675
Historical Sketches of SDA Missions:205-206.
Pág. 219
Cuando las iglesias despreciaron el consejo de Dios al rechazar el mensaje del Adviento, el Señor las
rechazó. El primer ángel fue seguido por un segundo, proclamando: "Ha caído, ha caído Babilonia, la
gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación". (Apoc.
14:8). Este mensaje fue comprendido por los adventistas como un anuncio de la caída moral de las
iglesias a consecuencia de su rechazo del primer mensaje. La proclamación, Ha caído Babilonia, fue
dada en el verano de 1844 y, como resultado, aproximadamente cincuenta mil personas se retiraron de
estas iglesias.
El término Babilonia, derivado de Babel, y significando confusión, es aplicado en las Escrituras a las
varias formas de religión falsa o apóstata. Pero el mensaje que anuncia la caída de Babilonia debe
aplicarse a algún cuerpo religioso que una vez fue puro, y se ha corrompido. No puede ser la iglesia de
Roma la señalada aquí, porque esa iglesia ha estado en una condición caída durante muchos siglos.
Pero cuán apropiada es la figura cuando aplicada a las iglesias protestantes, todos profesando que sus
doctrinas provienen de la Biblia, aunque divididas en sectas casi innumerables.
La unidad por la que Cristo oró no existe. En lugar de un Señor, una fe, un bautismo, hay innumerables
credos contradictorios y teorías. La fe religiosa parece tan confundida y discordante que el mundo no
sabe qué creer como verdad.676
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4The Spirit of Prophecy:231-233.
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2MS:120.
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Cuando los hombres dan poca importancia a la Palabra de Dios y ponen sus impresiones, sus
sentimientos y sus prácticas por encima de la norma divina, podemos saber que no tienen la luz.
La obediencia es la prueba del discipulado. La observancia de los mandamientos es lo que prueba la
sinceridad del amor que profesamos. Cuando la doctrina que aceptamos destruye el pecado en el
corazón, limpia el alma de contaminación y produce frutos de santidad, entonces podemos saber que es
la verdad de Dios. Cuando en nuestra vida se manifiesta benevolencia, bondad, ternura y simpatía;
cuando el gozo de realizar el bien anida en nuestro corazón; cuando ensalzamos a Cristo, y no al yo,
entonces podemos saber que nuestra fe es correcta.684
no cumplamos las palabras de Cristo, y ser unidos así como él y el Padre son uno, y llevando así al
mundo un testimonio decisivo de la divinidad de Cristo. Pero debemos mirar por fe a Jesús, y la prueba
perderá su fuerza, y ninguna artimaña del enemigo podrá ser útil para vulnerar nuestra esperanza en
Cristo; porque comprenderemos que tenemos un Salvador que es poderoso para salvar. A través de las
tenebrosas pruebas y aflicciones, podemos distinguir las marcas de la crucifixión en sus manos, pies y
costado, y oír la voz del Señor de la gloria que dice: ¿Podrá una mujer olvidar a su hijo, no teniendo
compasión del hijo de su vientre? Sí, podrá olvidarse, sin embargo, yo no me olvidaré de ti. Mira, te he
esculpido en las palmas de mis manos; tus muros están siempre delante de mí. Nuestra futura vida
eternal depende enteramente de sí viviremos de tal manera que nuestros nombres permanezcan
grabados en las palmas de sus manos.
Debemos seguir a nuestro Señor en el camino de la abnegación y el sacrificio propio. No debemos
escoger el camino más fácil. El camino en el cual se nos exige que caminemos hará necesario el
ejercicio de una fe viva; porque es por la fe que nos regocijamos en la tribulación, y enviamos claros
rayos de luz hacia las tinieblas morales que nos rodean.... El Señor nos hará recibir ese molde de
carácter que nos capacitará para ser miembros vivientes de la familia celestial. Debemos verter luz
sobre los que están en tinieblas y sombra de muerte. Debemos entregar nuestros talentos a los
banqueros, usando, lo mejor de nuestra habilidad, el poder que Dios nos ha dado. Jesús está observando
para ver cómo te comportas ahora, para ver si puede juzgarte digno de un lugar en las mansiones
celestiales; para que pueda recibirte en su hogar como hijo de su familia, súbdito del Rey celestial.687
687
ST, 28-03-1892.
688
RH, 30-01-1900
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Éste es el tiempo cuando los hombres y las mujeres deben hacer esfuerzos decididos para mantenerse
bien despiertos espiritualmente debido al predominio de la iniquidad. Los que conserven su primer
amor serán salvos.689
vida deben ahora, en los pocos días restantes de su prueba, afligir sus almas delante de Dios con dolor
por el pecado y verdadero arrepentimiento. Debe haber un profundo y fiel escudriñamiento de corazón.
El espíritu liviano y frívolo permitido por tantos profesos cristianos debe ser desechado. Hay una reñida
guerra ante todos los que desean dominar las tendencias malas que se esfuerzan por el dominio. La obra
de preparación es una obra individual. No somos salvos en grupos. La pureza la devoción de uno no
compensarán la necesidad de estas calidades en el otro. Aunque todas las naciones deben pasar en
juicio ante Dios, todavía él examinará el caso de cada individuo tan estricta y cuidadosamente como si
no hubiera otro ser sobre la tierra. Todos debemos ser probados, encontrados sin mancha o arruga o
cosa semejante.
Solemnes son las escenas relacionadas con la obra de conclusión de la expiación. Importantes son los
intereses en juego. El juicio está transcurriendo ahora en el santuario celestial. Por más de sesenta años
esta obra ha estado en marcha. Pronto—nadie sabe cuando—pasará a los casos de los vivos. En la
presencia terrible de Dios nuestras vidas entrarán en revisión. Sobre todo en este momento toca a cada
alma considerar la advertencia del Salvador: "Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el
tiempo". (Mar. 13:33).694
694
The Gospel Herald, 01-08-1890.
695
ST, 06-08-1885
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"Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y
cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.... Estos son los que siguen al
Cordero por dondequiera que va.... y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante
del trono de Dios". (Apocalipsis 14:1, 4, 5).
Debemos participar con Cristo de sus sufrimientos si queremos sentarnos triunfantes con él en su trono.
Siempre que elijamos el camino fácil de la indulgencia propia y nos acobardemos ante la abnegación,
nuestra fe nunca será afirmada, y no podremos conocer la paz de Jesús ni la alegría que viene a través
de una victoria consciente. El más exaltado de la hueste redimida que permanece ante el trono de Dios
y del Cordero, vestido de blanco, conoce el conflicto de vencer, porque han surgido a través de la gran
tribulación.696
¿Qué están haciendo, hermanos, en la gran obra de preparación? Los que se unen con el mundo reciben
el molde mundano y se preparan para la marca de la bestia. Los que son desconfiados de sí mismos,
que se humillan ante Dios y purifican sus almas obedeciendo la verdad—éstos reciben el molde
celestial y se preparan para el sello de Dios en sus frentes. Cuando salga el decreto y el sello sea
colocado, su carácter permanecerá puro y limpio por la eternidad.
Ahora es el tiempo de preparación. El sello de Dios nunca será puesto en la frente de un hombre o
mujer impuros. Nunca será puesto en la frente del hombre o mujer ambiciosos, amantes del mundo.
Nunca será puesto en la frente de hombres o mujeres de lenguas falsas o de corazones engañosos.
Todos los que reciben el sello deben estar sin mancha ante Dios—candidatos para el cielo.697
Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de
Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendrá él para reclamarlos como suyos.
Todo cristiano tiene la oportunidad no sólo de esperar sino de apresurar la venida de nuestro Señor
Jesucristo. (2 Pedro 3:12, margen) Si todos los que profesan el nombre de Cristo llevaran fruto para su
gloria, prontamente se sembraría en todo el mundo la semilla del Evangelio. Rápidamente maduraría la
gran cosecha final, y Cristo vendría para recoger el precioso grano.698
19 de Diciembre ¿Está Cristo Esperando Por Mí?
"Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y
entonces vendrá el fin". (Mateo 24:14).
No quiere decir esto que todos sean llamados a ser pastores o misioneros en el sentido común de la
palabra; pero todos pueden ser colaboradores con él para dar las "buenas nuevas" a sus semejantes. Se
da la orden a todos: grandes o chicos, instruidos o ignorantes, ancianos o jóvenes.
En vista de esta orden, ¿podemos educar a nuestros hijos para una vida de convencionalismo
respetable, una vida de aparente cristianismo pero que carezca de la abnegación del Maestro, una vida
para la cual el veredicto de Aquel que es la verdad sea: "No os conozco"? (Mat. 25:12).
Miles lo hacen. Piensan asegurar a sus hijos los beneficios del Evangelio, mientras niegan su espíritu.
Pero esto no es posible. Los que no aceptan el privilegio de la comunión con Cristo en el servicio,
rechazan la única educación que podría capacitarlos para participar con él de la gloria; rechazan la
preparación que en esta vida da fuerza y nobleza de carácter. Más de un padre y una madre que negaron
sus hijos a la cruz de Cristo, se dieron cuenta demasiado tarde que de ese modo los entregaban al
enemigo de Dios y el hombre.699
Al dar el Evangelio al mundo, tenemos la posibilidad de apresurar la venida del día de Dios. Si la
iglesia de Cristo hubiera llevado a cabo la obra señalada tal como el Señor lo mandó, todo el mundo ya
hubiera sido amonestado y el Señor Jesús hubiera venido a la tierra en poder y grande gloria.
Gran poder debe asistir al mensaje de la segunda aparición de Cristo. No debemos descansar hasta ver
muchas almas convertidas a la bendita esperanza del regreso del Señor. En los días de los apóstoles el
696
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RH, 07-08-1888.
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RH, 07-07-1910.
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mensaje que ellos llevaron produjo una verdadera obra, convirtiendo las almas de los ídolos para servir
al Dios vivo. La obra que tenemos que realizar hoy es igualmente real, y la verdad es igualmente
verdadera; sólo que ahora debemos dar el mensaje con mucho más fervor ya que la venida del Señor
está más cerca. El mensaje para este tiempo es positivo, sencillo y de la más profunda importancia.
Debemos obrar como hombres y mujeres que lo creemos. Esperar, vigilar, trabajar, orar, amonestar al
mundo: he aquí nuestra obra.700
Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se posesione de la iglesia entera.701
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RH, 13-11-1913
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Historical Sketches of SDA Missions:155
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RH, 10-05-1887.
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nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán".
(Mateo 24:6-10).
Todos estos cristianos [primitivos] sufrieron. Padres y madres traicionaron a sus hijos; los hijos
traicionaron a sus padres; los amigos entregaron a sus amigos al Sanedrín....
En la prisión, prueba y encarcelamiento de sus testigos, Dios se manifestó a sí mismo. Les dio palabras
para hablar, y un lenguaje y expresiones con que reivindicar la verdad y reconocerlo como el Hijo de
Dios. ... Al darles muerte, los judíos crucificaron nuevamente al Hijo de Dios.
Así será otra vez. Pero es acerca del Sábado del séptimo día que se reñirá batalla. Las autoridades de
este mundo se ensalzarán en su orgullo e impulsarán leyes para restringir la libertad religiosa.
Asumirán un derecho que es solamente de Dios y, como Nabucodonosor, pensarán que pueden forzar
la conciencia, que sólo Dios puede controlar. Y a ahora están comenzando, y esto lo llevarán adelante
hasta que alcancen un límite del cual no pueden pasar. Entonces Dios se interpondrá en nombre de su
pueblo fiel y guardador de los mandamientos....
Siempre que tenga lugar la persecución, los espectadores toman decisiones a favor o en contra de
Cristo. Debido a la persecución, muchos serán injuriados. Los principios de la verdad están
directamente en contra de su práctica, y tropezarán y caerán, apostatando de la fe que una vez
defendieron. Muchos que han profesado amar la verdad mostrarán entonces que no tienen una unión
vital con la Vid verdadera. Serán separados, como ramas que no llevan fruto, y unidos con los
incrédulos, escarnecedores y burladores.
Los que apostatan en el tiempo de prueba darán falso testimonio y traicionarán a sus hermanos, para
proteger su propia seguridad. Dirán donde están escondidos sus hermanos, poniendo a los lobos tras su
huella. Cristo nos ha advertido de esto, para que no nos sorprendamos de esta acción cruel y antinatural
seguido por amigos y parientes.707
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RH, 20-12-1898.
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diciendo por sus acciones: Dios no puede tenerlo; lo quiero para mí. Han envuelto su único talento en
un pañuelo y lo han escondido en la tierra. Existe motivo para que los tales se atemoricen. Hermanos,
Dios no les ha confiado medios para que permanezcan inactivos ni sean ambiciosamente retenidos o
escondidos lejos, sino para ser usados en el adelanto de su causa, para salvar las almas que perecen.708
tempestades, guerras y derramamiento de sangre—en estas cosas se deleita, y así junta su cosecha. Y
tan completamente engañará a los hombres que éstos declararán que estas calamidades son el resultado
de la profanación del primer día de la semana. Desde los púlpitos de las iglesias populares se oirá la
declaración que el mundo está siendo castigado porque no se honra el domingo como debe ser. Y no
será necesario forzar la imaginación para que los hombres crean esto. Están guiados por el enemigo, y
por lo tanto obtienen conclusiones que son completamente falsas....
Satanás reclama el mundo, pero hay una pequeña compañía que resiste sus artimañas y contiende
fervientemente por la fe una vez dada a los santos. Satanás se propone destruir esta compañía de
guardadores de los mandamientos. Pero Dios es su baluarte de defensa.713
Abstenerse de trabajar el domingo no es recibir la marca de la bestia; y donde esto sirve para el
adelanto de los intereses de la obra, debe hacerse. No debemos dejar nuestros hábitos para trabajar en
domingo.
Después de que el Sábado ha sido observado sagradamente, en lugares dónde la oposición es tan fuerte
que despierta persecución si se hace trabajo en el domingo, que nuestros hermanos hagan de este día
una ocasión para hacer verdadera obra misionera. Visiten los enfermos y los pobres, atendiendo a sus
necesidades, y encontrarán oportunidades favorables de abrir las Escrituras a individuos y familias. Así
puede realizarse una labor más provechosa para el Maestro. Cuando los que oyen y ven la luz sobre el
Sábado tomen su posición en la verdad para guardar el santo día de Dios, se levantarán dificultades;
porque serán hechos esfuerzos contra ellos a fin de obligar a los hombres y las mujeres a transgredir la
ley de Dios. Aquí deben mantenerse firmes, para no violar la ley de Dios.714
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ST, 01-11-1899.
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RH, 06-04-1811.
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con bienes terrenales, les hará llevar una carga pesada y abrumadora para que sus corazones se sientan
recargados con los cuidados de esta vida y que el día de la prueba los sorprenda como ladrón.715
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4The Spirit of Prophecy:442-444.
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RH, 12-08-1884.
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The Present Truth, 01-08-1849
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serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire, para nunca más separarse del objeto de su
amor.718
Todos deben esforzarse ahora para comprender la brevedad y solemnidad del tiempo en que vivimos.
No hay tiempo ahora para ser usado sirviendo al yo, y en la adquisición de posesiones para nosotros y
nuestros hijos. Un cambio debe tener lugar pronto; un nuevo orden de cosas debe comenzar.... No hay
una segunda prueba. La prueba terminará para siempre. Toda incredulidad con respecto a las demandas
de la ley de Dios cesará aquí; porque es por esta norma que todos serán juzgados. Todo ojo lo ve
entonces; y cada alma comprende entonces que ha confirmado su ruina. Entonces ve y reconoce que la
ley de Dios gobierna a todas las inteligencias creadas. No hay nadie para cuestionar su autoridad. Los
burladores ya no dicen, ¿Dónde está la promesa de su venida?, ni tampoco que un pueblo peculiar
creyó en ella, y esperó por su Señor, que está viniendo. La razón de esto es evidente para todos. Su
venida es el mayor evento en la historia del mundo. Los que han manifestado respeto a todos sus
mandamientos, son entonces clasificados entre los fieles y verdaderos, y recompensados con la vida
eterna.719
"El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y
los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas". (2
Pedro 3:10).
Jesús descenderá con los santos en el Monte de los Olivos, y la montaña se partirá en dos,
transformándose en una poderosa llanura para que el Paraíso de Dios descanse allí. El resto de la tierra
no será purificado hasta que los impíos muertos sean resucitados (al final de los mil años) y reunidos
alrededor de la ciudad; porque los pies de los impíos nunca profanarán la tierra hecha nueva. Entonces
bajará fuego de Dios desde el cielo y los devorará; los quemará hasta la raíz y la rama. Satanás es la
raíz, y sus hijos son las ramas. El mismo fuego que devorará los malos, purificará la tierra.722
Al final de los mil años tendrá lugar la segunda resurrección. Entonces los impíos se levantarán de los
muertos y estarán ante Dios para la ejecución del "juicio decretado". (Sal. 149:9). Así el Revelador,
después de describir la resurrección de los justos, dice: "Pero los otros muertos no volvieron a vivir
hasta que se cumplieron mil años". (Apoc. 20:5).
Los impíos reciben su recompensa en la tierra. "Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre
y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos". [Ver Sal. 11:6]. El fuego bajará de Dios desde el
cielo. La tierra es desintegrada. Las armas ocultas en sus profundidades son reveladas. Las llamas
devoradoras estallan de todo gran abismo. Las mismas piedras se están quemando. Ha venido el día que
quemará como un horno. Los elementos se funden con el ardiente calor, al igual que la tierra, y las
obras que están en ella son consumidas. Los impíos "serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha
dicho Jehová de los ejércitos". (Mal. 4:1). Todos son castigados "conforme a su obra". (Sal. 28:4).
En las llamas limpiadoras los impíos son finalmente destruidos, raíz y rama—Satanás la raíz, sus
seguidores las ramas. El castigo pleno de la ley ha sido visitado; su demanda de justicia ha sido
satisfecha; y el cielo y la tierra, al contemplar, declaran la justicia de Jehová. . . .
El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Toda huella de maldición es barrida. Ningún
infierno eternamente ardiente recordará ante los redimidos las horribles consecuencias del pecado.723
En ambos márgenes de este bello río está el árbol de la vida. Y los santos redimidos, que han amado a
Dios y guardado sus mandamientos aquí, entrarán por las puertas de la ciudad y tendrán derecho al
árbol de la vida. Comerán libremente de él, así como nuestros primeros padres lo hicieron antes de su
caída. Las hojas de ese inmortal y gran árbol son para la sanidad de las naciones. Todos sus males se
habrán ido entonces. La enfermedad, el dolor y la muerte nunca jamás se sentirán, porque las hojas del
árbol de la vida los han sanado.725
Aquí en este mundo debemos aprender cómo proceder para tener un lugar en las cortes celestiales.
Debemos aprender las lecciones que Cristo desea enseñarnos, a fin de prepararnos para ser llevados a la
más alta escuela en las cortes celestiales, donde el Salvador nos llevará al lado del río de la vida,
explicándonos muchas cosas que aquí no podríamos comprender, y enseñándonos los misterios de
Dios. Allí veremos la gloria de Dios como nunca hemos visto aquí.726
725
The Youth´s Instructor: 01-10-1852
726
RH, 20-07-1905
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The Gospel Herald: 01-05-1908
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2Sermons and Talks: 10.
729
CS:709.
730
RH, 22-06-1897.
731
ST, 17-03-1890.
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www.eme1888.cl; eme1888@gmail.com