El Diseño Inteligente Como Teoría Del Todo

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El Diseño Inteligente Como

Teoría del Todo

Mario A. López
EL DISEÑO INTELIGENTE COMO TEORÍA DEL TODO
Por Mario A. López

Copyright (Derechos de Reproducción) ©


Diciembre 10, 2024 – Mario A. López

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro


puede ser reproducida ni utilizada en manera alguna ni por
ningún medio, sea electrónico o mecánico, de fotocopia o de
grabación, ni mediante ningún sistema de almacenamiento y
recuperación de información, sin permiso por escrito del
editor/escritor.

Fecha de publicación: Noviembre 10, 2024


Filosofía de Ciencia

Diseño de portada e interior: Mario A. López

Organización Internacional para el Avance Científico del


Diseño Inteligente
PROLOGO

Me resulta un privilegio y de gran satisfacción realizar el


prologo del presente libro de Mario A. López Presidente de la
Organización Internacional para el Avance Científico del
Diseño Inteligente. Esta organización, en el ámbito del habla
hispana, a contribuido no solo a presentar al público de hispano
americano los logros e investigación del Diseño Inteligente
desarrollados en habla inglesa, sino que también ha sido el
nodo de convergencia y difusión de investigación teórica y
difusión propia. Gracias a la website original titulada “Ciencia
Alternativa” y la creación del blog “Darwin o DI” que funcionó
desde el año 2010 al 2023, Felipe Aizpún, Fernando Ruiz y
quien escribe, así como otros colaboradores en menor grado,
tuvimos la gran oportunidad de publicar artículos, post y libros
sobre distintos aspectos teóricos y expositivos sobre el Diseño
Inteligente. En este sentido nuestras cuotas de gratitud con
Mario A. López y su loable iniciativa para crear la
organización y el blog son bastante grandes.

Desde los años 90s del siglo pasado la tensión en el campo de


la ciencia entre el discurso oficial materialista y el aportado por
el Diseño Inteligente ha logrado fisuras importantes en el
paradigma dominante en el consenso científico. Este último,
otrora pertinaz en su discurso estrictamente naturalista,
empieza a reconocer, aunque aún de un modo bastante discreto
(casi avergonzado), que la línea discursiva que nació en el siglo
XIX y se consolidó en el XX para refrendar el poder de la
naturaleza para producir la fantástica complejidad de la vida,
no lleva a ninguna parte.

Hoy ya hay muchos científicos que publican libros y artículos


incorporando razonamientos propios del DI. No obstante, se
cuidan de no mencionar en ninguna parte de sus publicaciones
las palabras prohibidas: “Diseño Inteligente” para así no ser
atacados por los defensores del vacilante consenso actual. Pero,
si bien aún existe este pudor, esto no deja de ser una victoria
soterrada del DI en el mundo de la ciencia.

Todo esto no procede de la nada, procede de un trabajo de


desarrollo teórico y de divulgación que ha conseguido penetrar,
pese a un férreo ataque en su contra, a la médula del paradigma
actual sobre los orígenes de la vida y su desarrollo en la Tierra.
En este sentido, la obra de Mario A. López al abrir una ventana
a este esfuerzo en el mundo de habla hispana, ha contribuido de
manera importante a la corriente de trabajo de sus principales
desarrolladores y proponentes en los EEUU.

La presente obra es una colección de los trabajos de Mario A.


López publicados en el blog “Darwin o DI”. Así como una
transcripción de su ponencia “El Diseño Como Criterio de
Demarcación” realizado para el ciclo de conferencias titulado
“Alternativas al Naturalismo Metodológico” organizado por el
The Blyth Institute el 28 de febrero de 2016. También se
incorporan dos entrevistas a dos prominentes teóricos del DI
tales como William Dembski y Guillermo González.

En la presente obra el lector encontrará no solo una exposición


sobre los ejes fundamentales del discurso del DI con respecto
a las prerrogativas del materialismo naturalista, sino también a
cómo el DI y sus métodos pueden constituirse como coherentes
con una teoría global de diseño. Es decir, una teoría del todo
aplicable a cualquier escenario donde la inferencia de diseño
pueda ser encontrada, desde el ajuste fino del universo a las
altamente complejas funciones de las estructuras biológicas.

Cristian Aguirre
Vicepresidente OIACDI
INDICE

Capitulo 1
¿Debería el Darwinismo invocar diseño?............. Página 1

Capitulo 2
¿Qué es la evolución? ........……………................ Página 9

Capitulo 3
Dos paradigmas, una realidad ............................. Página 13

Capitulo 4
¿Qué es el diseño inteligente? Parte I .................. Página 17

Capitulo 5
¿Qué es el Diseño Inteligente? Parte II .............. Página 21

Capitulo 6
El Ateísmo y el DI ......................………................ Página 27

Capitulo 7
¿Por qué imitamos a la naturaleza?.....……........ Página 31

Capitulo 8
El Mimetismo Biológico y sus Implicaciones....... Página 35

Capitulo 9
El Curioso Caso de los “Big Bangs” Biológicos .. Página 39

Capitulo 10
Minimizando el Papel del DI ................................ Página 43

Capitulo 11
El DI y los Mecanismos I ....................................... Página 49

Capitulo 12
El DI y los Mecanismos II ............………….......... Página 55

Capitulo 13
El DI y los Mecanismos III ................................... Página 63

Capitulo 14
Analogías Disteleológicas ....................................... Página 73

Capitulo 15
El Diseño Inteligente Como Teoría del Todo ...... Página 79

Apéndice 1
Un trabajo de Mario A. López:
“Design as a Criterion of Demarcation” ............. Página 85

El diseño como criterio de demarcación ............. Página 91

Apéndice 2
Entrevista con William A. Dembski ................... Página 123

Apéndice 3
Una Entrevista con el Dr. Guillermo González .. Página 139
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Capitulo 1

¿Debería el Darwinismo invocar diseño?

Uno de los objetivos establecidos para la creación del


blog del que procede el contenido de este libro fue tratar de
terminar con el concepto de que el diseño (en un sentido
teleológico) puede ser razonablemente reconciliado con
estrictos procesos darwinianos. Es evidente que nuestra
convicción es que ello no es posible, de ahí el nombre del
mismo: "Darwin o DI" Y no "Darwin y DI". Dicho más
claramente, lo que se afirma es; no que el papel del diseño en la
biología excluya un proceso darwiniano, sino que la pretensión
de que el azar, las mutaciones y la selección natural son parte
inherente del diseño es similar a decir que la lluvia y la
corrosión participaron en el diseño de monte Rushmore. Por
supuesto, la tarea de cerrar el tema a tales nociones no se puede
dejar a mi persona. Este blog estuvo expresamente abierto a
diversos puntos de vista. Aquí voy a intentar hacer clara la mía.
Si examinamos la literatura relativa a este tema, podremos
desprender de su lectura que los teóricos del DI con frecuencia
dicen que el diseño inteligente no es incompatible con la teoría
de la evolución. Sin embargo, el término "evolución" es
bastante amplio y para tratarlo adecuadamente en este capitulo
es necesario entender las complejidades que rodean esta
cuestión. Desde luego, ningún teórico del DI, que yo conozca,
rechaza los cambios evolutivos que se producen como
consecuencia de mutaciones al azar, junto con la selección
natural. Pero dado que la complejidad de las máquinas
biomoleculares están fuera del alcance de la evolución, y las
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distancias morfológicas entre las especies son enormemente


dispares en extensión, la pregunta es:

¿Hasta qué punto puede extrapolarse un cambio genómico?


¿Qué se puede razonablemente atribuir al proceso darwiniano?

El bioquímico y teórico del DI Michael Behe, afirma al


respecto:

"La mutación aleatoria no tiene en cuenta los


"alucinantes" sistemas descubiertos en la célula.
Entonces, ¿Qué? Si la mutación al azar es insuficiente,
entonces, dado que la descendencia común con
modificación parece ser firmemente el caso, la
respuesta debe ser la mutación no aleatoria. Es decir,
alteraciones en el ADN a lo largo de la historia de la
vida en la tierra tienen que haber incluido muchos
cambios que no tenemos derecho a esperar de la
estadística, los que fueron beneficiosos más allá del
alcance de las más salvajes probabilidades. "

Michael J. Behe, The Edge of Evolution pgs. 164-165

Por supuesto, las mutaciones no aleatorias no significan


necesariamente que las mutaciones se obtienen a través de
algunos medios místicos. Como Behe señala:

"¿Qué causó el cambio en el ADN para alcanzar


formas no aleatorias útiles? Uno puede imaginar varias
posibilidades. La primera es la posibilidad de que el
planeta Tierra tuvo una espectacular suerte. Aunque no
tenemos derecho a esperar que todas las mutaciones
beneficiosas que dieron lugar a vida inteligente en
nuestro planeta, hayan ocurrido de todos modos, por
ninguna razón en particular. La vida en la tierra ha ido
La Teoría del DI como teoría del todo |3
comprado un billete de la lotería Powerball sorteo tras
sorteo, y se da la casualidad de que todos los billetes
han sido los ganadores del gran premio. La siguiente
posibilidad es que alguna ley desconocida o leyes
existentes hayan participado en la conformación celular
de una manera mucho más probable que lo que ahora
tenemos razones para suponer. Si finalmente se
determinaran dichas leyes, sin embargo, veríamos que
el mecanismo particular de la vida que hemos
descubierto fue en un sentido escrito basado en dichas
leyes. Una tercera posibilidad es que, aunque la
mutación es en efecto al azar, en muchos momentos
históricos medioambientalmente críticos se
favorecieron ciertas mutaciones que canalizaron la
integración de partes moleculares aisladas en sistemas
coherentes. En este punto de vista, el crédito de la
elegante maquinaria celular, no debe ir tanto al
mecanismo de Darwin sobre el mundo exterior, sino al
medio ambiente en general.

Cada lector debe hacer sus propios juicios acerca de la


idoneidad de estas posibles explicaciones. Yo mismo,
sin embargo, encuentro a todas ellas poco convincentes.

Michael J. Behe, The Edge of Evolution pgs. 165

Observemos que los puntos en los que plantea Behe las


deficiencias de diversos mecanismos, no están motivados
porque ellos no sean una parte integral de la naturaleza, sino
porque no son una parte integral del diseño. Por otra parte, en
el rechazo de Behe a las mutaciones al azar, también esta el
rechazo frontal al proceso darwiniano como un mecanismo
viable. Sin embargo, observamos también que Behe no tiene
ningún problema en aceptar la descendencia común con
modificación. ¿Cómo puede ser esto?
La Teoría del DI como teoría del todo |4

En esta visión de Behe, por lo que parece, las mutaciones al


azar no puede dar cuenta de la complejidad en la célula, pero la
descendencia común con modificación parece
abrumadoramente cierta, por lo que las mutaciones deben ser
no aleatorias. En este sentido, los mecanismos naturales que se
ofrecen para las mutaciones aleatorias no logran persuadirlo y,
por tanto, Behe parece indicar que lo que tenemos es un
generador de mutación inteligente que no es parte de la matriz
natural de los mecanismos posibles. ¿Por qué las supuestas
mutaciones "no aleatorias" que están presentes en el genoma de
cada ser vivo, no pueden simplemente ser parte de la gran
cantidad de mutaciones aleatorias que Behe observa? Si él
acepta la descendencia común con modificación, ¿Por qué la
coyuntura de la modificación debe ser no aleatoria? ¿No puede
la selección natural aliviar la tensión puesta sobre solo las
mutaciones al azar?

Pienso que no. Los problemas que enfrenta la selección natural


son esencialmente los mismos que los contemplados en las
mutaciones al azar. Las mismas son azarosas y la selección
natural es ciega, y con el fin de obtener el tipo de complejidad
específica en la célula, necesitamos una dotación genética no
aleatoria y alguna previsión inteligente. Sin duda, las
mutaciones al azar necesitan adquirir una determinada
propiedad antes que la naturaleza puede ponerla a trabajar. Por
lo tanto, ¿Es infundada la alegación de Behe de diseño
inteligente?
No del todo. Aunque estoy de acuerdo con la conclusión de
Behe en términos de que actualmente no existe un mecanismo
viable, no soy (y sospecho que tampoco lo es Behe)
convencido de que desinflar el proceso darwiniano es
suficiente para concluir que el diseño inteligente es la única
La Teoría del DI como teoría del todo |5

alternativa posible. Eso nos dejaría con la falacia de basar el


conocimiento que actualmente tenemos a nuestra disposición
en un solo lado de la moneda. Quizás la respuesta está en la
búsqueda de los marcadores positivos para el diseño. Es decir,
no lo que falta en términos de mecanismos naturales, pero si lo
que está presente en el diseño real. ¿Qué tipo de características
encontramos si el diseño inteligente es real?

Los marcadores positivos para el diseño puede apreciarse


observando las diferentes características de un sistema. Behe
considera una característica particular muy convincente. Se
postula que la complejidad irreductible de un sistema sugiere
que el sistema no se puede reducir la complejidad y, por esto,
no puede llegar a su estado de complejidad irreducible a través
de numerosas modificaciones. En 1996, Behe escribió que
"cualquier precursor de un sistema irreduciblemente complejo
que le falta una parte es, por definición, no funcional." En otras
palabras, un sistema compuesto de varias partes que
interactúan es irreductible, por definición, si la función de base
cesa por la supresión de cualquier componente esencial. La
implicación es que para llegar a su estado de complejidad
irreducible, un sistema menos complejo debe evolucionar
funcionalmente grado a grado y sin saltos en complejidad a lo
largo de su historia. Este proceso llamado gradualismo, que es
la fuerza motriz de los procesos Darwinianos, es un
componente necesario para la complejidad en un contexto
natural. Los saltos entre estructuras irreductiblemente
complejas no pueden existir si el proceso darwiniano es verdad.
Cada sistema debe ser co-optado por otro sistema funcional
más complejo y cada sistema funcional debe tener un camino
evolutivo que conduce a toda sucesión funcional. Darwin
entendió el problema de los saltos y rechazó esa idea en lo que
él consideró como una base empírica:
La Teoría del DI como teoría del todo |6

"Aunque en muchos casos es muy difícil hasta


conjeturar por qué transiciones han llegado los órganos
a su estado actual, sin embargo, considerando cuan
pequeña es la proporción entre los seres que viven y
son conocidos y los extinguidos y desconocidos, me he
admirado de cuán rara vez puede nombrarse un órgano
sin conocerse algún grado de transición que lleve hacia
él. Ciertamente es verdad que rara vez o nunca
aparecen en un ser órganos nuevos como creados para
algún propósito especial; y bien lo muestra aquel
antiguo cánon de la historia natural, aunque algo
exagerado: "Natura non facit saltum". Nos encontramos
con que se admite este axioma en los escritos de casi
todo naturalista de experiencia, o como Milne Edwards
ha expresado muy bien, la naturaleza es pródiga en
variedades, pero mezquina en innovaciones. ¿Por qué,
según la teoría de la Creación, habría tanta variedad y
tan poca novedad real? ¿Por qué todas las partes y
órganos de tantos seres independientes, cada se supone
que han sido creados separadamente para su propio
lugar en la naturaleza, estarían tan comúnmente
enlazados por pasos graduales? ¿Por qué la naturaleza
no habría de dar un brinco repentino de una estructura
a otra? Según la teoría de selección natural, podemos
comprender claramente por qué no lo hace, pues la
selección natural sólo puede actuar aprovechando
pequeñas variaciones sucesivas; jamás puede dar
nunca un salto grande y repentino, y le es forzoso
avanzar por pasos cortos y seguros, aunque lentos.

Charles Darwin, On the Origin of Species p. 178

La complejidad irreducible no sólo está presente en los seres


vivos, sino también en otros mecanismos no biológicos siendo
La Teoría del DI como teoría del todo |7

totalmente comprobable. Mediante el uso de técnicas de


ingeniería inversa podemos determinar la irreductibilidad de un
sistema. Reduciendo la complejidad de un sistema modular
mediante la eliminación de partes (proteínas) de cada posible
vía evolutiva que condujo a su estructura final, debemos llegar
a un núcleo irreductible, mediante el cual el sistema dejará de
funcionar. La implicación de encontrar sistemas
irreduciblemente complejos, por supuesto, también fue prevista
por Darwin:

"Si se pudiera demostrar que existió un órgano


complejo que no pudo haber sido formado por
numerosas, sucesivas modificaciones, leves, mi teoría se
desmoronaría".

Charles Darwin, On the Origin of Species p. 173

La complejidad irreducible es un tipo de complejidad


específica funcional que se caracteriza por la independencia de
las tendencias naturales. Las mutaciones al azar pueden
producir complejidad en un sentido estocástico, pero no puede
especificar la funcionalidad. Las leyes, por el contrario, puede
producir especificidad, pero no se especifica la complejidad.
De hecho, las leyes pueden fijar patrones específicos,
generalmente simétricos en la naturaleza (como las estructuras
fractales auto-similares), pero que son simples, no complejos.

Así, mientras que Behe afirma descendencia común con


modificación, esta claro que él no afirma que tal descendencia
produce nuevas formas biológicas. Para Behe, el diseño
inteligente es una parte necesaria de las modificaciones
sucesivas de la biología porque la evolución no es eficiente en
La Teoría del DI como teoría del todo |8

la creación de ellas en la medida necesaria para la innovación


biológica.

Aunque parto con Behe en aceptar la ascendencia común, no


creo que se pueda conciliar un proceso darwiniano estricto con
el diseño inteligente. Es decir, creo que el mecanismo
darwiniano está diametralmente en desacuerdo con el diseño
actual.
La Teoría del DI como teoría del todo |9

Capitulo 2
¿Qué es la evolución?

Como he dicho en el capitulo anterior, el término


"evolución" es muy amplio. Aunque existe una extensa gama
de literatura popular sobre este tema desde varias perspectivas,
en su mayor parte, se pretende convencer al público para
aceptar las implicaciones filosóficas que poco tienen que ver
con la ciencia. Aún así, para anotar (y antes que los lectores
rechinen sus hachas), permítanme comenzar afirmando que la
evolución es un hecho de la naturaleza. No hay nada polémico
en decir eso en el contexto adecuado. Ahora, ya que las
observaciones siempre tienen prioridad sobre las teorías, voy a
hacer algunas declaraciones de carácter general acerca de las
observaciones que habitualmente hacen a la evolución un tema
tan controvertible. Permítanme aclarar; en su designación
menos controvertida la "evolución" puede definirse
simplemente como cambio a lo largo del tiempo. Obviamente,
nadie negará que haya cambio durante el tiempo ya que es un
hecho observable que es medible incluso dentro de una
generación. ¿Sin embargo, el cambio en una especie puede
explicar el origen de un organismo totalmente nuevo?

La máquina del cambio biológico se compone de un


conglomerado de datos reales de diversos campos. Estos son
los hechos de la evolución. Los mecanismos pueden variar de
mutaciones, deriva genética, la transferencia de genes
horizontal, poliploidía, especiación, selección y herencia (por
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 10
nombrar algunos). Por supuesto, todos se dicen que
contribuyen a los cambios ventajosos producidos para las
generaciones venideras. Los cambios graduales pasan nuevos
rasgos por lo que las especies se bifurcaran generación tras
generación; y componen el tapiz de toda la vida. El mosaico de
procesos, generalmente reconocido por afectar el cambio
evolutivo micro, se extrapola para explicar todas las nuevas
formas morfológicas (es decir, cambio evolutivo macro).
Según es la historia.

Como se ha señalado, muchos mecanismos conocidos


contribuyen al cambio, y aunque el más ampliamente aceptado
es el de la síntesis moderna (es decir, la acumulación gradual
de mutaciones aleatorias junto con la selección natural), no es
el único. En oposición a un cambio gradual, es la idea que
importantes cambios morfológicos pueden ocurrir en
saltaciones, o en brincos de una generación a la siguiente.
Aunque este punto de vista ha sido descartado (en su mayor
parte), todavía puede tener algún mérito como se ve, por
ejemplo, en las ideas de Carl Woese. Labores recientes en
epigenética también parecen dar a entender que la herencia
Lamarquiana (es decir, la herencia por características
adquiridadas o herencia suave) puede tener cierta validez. La
nueva "síntesis evolutiva ampliada" promete retirar la
centralidad de la genética de poblaciones del paradigma actual
de Darwin, que puede abrir la puerta a varias nuevas formas de
explicar anomalías naturales. Hasta este punto, nada aparece
demasiado debatible.

Aquí es donde la evolución se convierte en un tema candente:


Cuando nos fijamos en la diversidad de la vida, se observa que
los cambios en las frecuencias de gen no parecen explicar las
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distancias morfológicas entre las especies dispares, pasado y
presente. Lo que es más, la estasis morfológica parece ser la
tendencia predominante de la biológica. Como acertadamente
ha admitido Massimo Pigliucci, "algunos patrones de la
macro-evolución son difíciles para llevar en cuenta por simple
extrapolación micro-evolutiva."

No miren al pasado, el registro fósil no es ningún amigo del


proceso darwiniano y no importa cuántos otros procesos se
apilan en los archivos de cambio evolutivo, ninguno han
reunido las exigencias necesarias para explicar los nuevos
planes corporales. Esto no es ninguna exageración; una vista al
los fósiles Cámbricos debería ser suficiente para silenciar a
alguien que dice lo contrario y cualquiera que apele a la
incompletitud del registro fósil debe estar insensiblemente
confundiendo el número de fósiles descubiertos con el patrón
que constantemente revela.

La similitud en los genes tanto como en las estructuras


corporales no significa necesariamente que se encuentran en
alguna manera interconectada por un ancestro común. De
hecho, similitudes entre especies dispares a menudo se
clasifican como convergentes cuando otros factores no
implican divergencia.

El tema sobre la evolución no tiene que ser controvertido.


Admito que sus mecanismos tienen gran poder explicativo. Sin
embargo, si el alcance de la evolución ha demostrado ser
deficiente, ¿por qué es un problema? ¿Estamos interesados en
la ciencia o filosofía? ¿Cuáles son las implicaciones de admitir
que todavía no hemos encontrado un mecanismo adecuado? Te
diré. El núcleo del cambio evolutivo debe ser gradual, si va a
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 12
liberar a la biología de la "apariencia de haber sido diseñada
para un propósito." Darwin hizo este punto explícitamente
claro:

“¿Por qué la Naturaleza no ha dado un salto brusco de


conformación a conformación? Según la teoría de la
selección natural, podemos comprender claramente por
qué no lo hace, pues la selección natural obra solamente
aprovechando pequeñas variaciones sucesivas; no puede
dar nunca un gran salto brusco, sino que tiene que
adelantar por pasos pequeños y seguros, aunque sean
lentos.”

Charles Darwin, El Origen de las Especies, pág. 178

Una abrupta aparición de una estructura totalmente


desarrollada implicaría alguna previsión y la selección natural
no tendría ningún papel que desempeñar en la promoción de
novedades biológicas. La evolución es hecho y ficción. Es un
hecho que cambian todos los seres vivos, pero es mera ficción
asumir que el cambio incesante trae nuevas formas de vida
sobre la tierra. No hay nada en su panoplia de mecanismos que
lo ha demostrado ser verdad.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 13

Capitulo 3
Dos paradigmas, una realidad

En el mundo de la ciencia sólo hay método. No hay


ninguna cosa tal como el materialismo o cualquier otro tipo de
construcción ideológica. Es decir, la ciencia lleva su progreso
agnóstico sin compromisos filosóficos. Deje que la evidencia
hable por sí misma, cierto. Bueno, no exactamente. La ciencia
generalmente está impulsada por una cosmovisión que a
menudo dicta cómo los científicos realizan sus experimentos.
Los científicos se suscriben a los "consensos" de un campo
determinado y generalmente no insisten en un cambio de
paradigma que pueda prometer revolucionar la ciencia. De
hecho, el cambio es resistido y comúnmente desalentado.

El diseño inteligente puede ser buena ciencia, pero la


comunidad científica lo rechaza como tal por razones
puramente filosóficas. Tomemos, por ejemplo, la multitud de
científicos que han perdido posiciones académicas por
simplemente estar en desacuerdo con el "consenso" o la teoría
conocida como Síntesis Moderna. En este marco, las
mutaciones aleatorias y la selección natural se dan el estatus de
un mecanismo de ingeniería literal. Las máquinas moleculares
tales como abrazaderas, poleas, los motores rotativos
bidireccionales y la información se generan para su
funcionamiento a través de un proceso ciego y casual.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 14
Esto me recuerda los avances científicos que han sido hechos
apelando al diseño por un agente inteligente. Tal fue el caso de
las regiones no codificantes de ADN (los intrones y otras zonas
intergénicas) cuyas propiedades asombrosas han desafiado la
designación equivocada de "ADN basura" que originalmente
fue atribuida a ellos por aquellos que se adhieren al paradigma
reinante de Darwin. Aparentemente la información latente, en
un sentido verdaderamente semántico (es decir, significativo),
podría sólo haber sido descubierto en el contexto del diseño
intencional. Es decir, sólo el diseño premeditado (no aparente)
puede suponer las propiedades encontradas dentro de ella. Por
otra parte, la información de Shannon (contingente) no podría
decirnos nada acerca de las propiedades prescriptivas
inherentes en los genes. Es este contenido imprescindible lo
que les reveló a los científicos que determinados mecanismos
dependían del mismo. ¿De qué otra manera podrían los
científicos hacer la correlación entre los intrones y la función
que llevan a cabo? ¿Será el diseño inteligente un enfoque más
heurísticamente fructífero para la ciencia?

Está claro que hay más de una forma de mirar al mundo que
nos rodea. ¿Es el mundo un producto de diseño intencional, o
es simplemente un subproducto de procesos naturales? Hay una
realidad que trasciende nuestros compromisos filosóficos,
entonces ¿cuál es? ¿Realmente importa lo que creemos si los
hechos no están a nuestro alcance? Si, en definitiva, se diseñó
el universo, los científicos no van a cambiar ese hecho por sus
obstinadas predisposiciones a negarlo. Esto, por supuesto,
puede ser cierto para quienes insisten en el diseño inteligente,
si el diseño es una gran ilusión cósmica.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 15
Durante los años, los científicos han aprendido que
conclusiones aparentemente sólidas pueden estar equivocadas y
que los avances científicos revelaran una realidad más segura,
no objetiva, pero una que está obligada a cambiar. Sin duda,
parece que hay un anarquismo epistemológico que se refleja a
lo largo nuestra historia del conocimiento. Entonces, ¿por qué
es el darwinismo un fenómeno tan arraigado en nuestra cultura
científica? La respuesta es obvia. No es ciencia lo que se ha
establecido, es un compromiso ideológico previo. Siempre que
la ciencia se niegue a reconocer otras maneras de mirar el
mundo, otras perspectivas de cómo hacer ciencia, es el
momento de preguntarse por qué esto es así.

Los científicos del pasado como Newton, y los actuales


proponentes del DI, han mirado al universo apelando al diseño
intencional. Sus sospechas de diseño en el universo no están
sin razón. Los científicos a menudo vienen a sus conclusiones
por la introspección y sabiendo cómo sus propias mentes
afectan al mundo natural. Si es cierto que la naturaleza aparece
diseñada, entonces ¿por qué no utilizar principios de diseño
para extraer de la naturaleza sus maravillas de ingeniería?

Aquí hay dos hipótesis concurrentes:

1)Un mundo que provino de diseño intencional.

2)Un mundo sin diseño.

No siempre es evidente sobre qué es el debate. Tampoco es útil


poner a la ciencia en un callejón sin salida distorsionando el
lenguaje en términos metafísicos como ciencia contra la
religión. La cuestión no es si existe un agente inteligente
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implicado en el origen del universo y los seres vivos, la
cuestión es sobre si el diseño, una propiedad totalmente
empírica y detectable, es un hecho en la naturaleza o es un
producto de un mecanismo puramente natural. Diseño
intencional contra diseño aparente. Dos paradigmas en
contradicción con una realidad por la cual contender.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 17

Capitulo 4
¿Qué es el diseño inteligente? Parte I

Para aquellos de ustedes que no han leído toda o alguna


de la literatura pertinente sobre el diseño inteligente (DI), les
doy la bienvenida a leer este capitulo antes de envolverse en
cualquier debate acerca de su mérito científico o la falta del
mismo.

Hay muchas malas críticas acerca el DI que se publican en la


red y en el medio de la impresión, y a pesar de que muchos
pueden ser honestos y sin la intención de mal informar a los
lectores, en su mayor parte la desinformación se remontan a
unos cuantos materialistas enojados que viven para adoctrinar a
mentes crédulas. Por lo tanto, antes de seguir adelante, supongo
que debo explicar lo qué el DI no es.

Reclamación # 1
El DI es simplemente otra forma de creacionismo.

Aunque la teoría del DI claramente implica un acto de


creación; el creacionismo (independientemente de su tipo)
responde a preguntas sobre los orígenes, que no es parte de la
teoría del DI. Por ejemplo, algunos creacionistas bíblicos creen
que Dios creó al universo y todo lo que hay en el por solo
enunciar su existencia en seis días de 24 horas literales. Otros
creen que Dios creó al universo en el tiempo consistentes con
el consenso científico actual (hace aproximadamente 13.700
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 18
millones de años) y, a continuación, creó toda la vida en un
pasado más reciente. Sin embargo, otros creen que Dios creó
primero al universo, en un momento en consonancia con las
estimaciones actuales y, a continuación, empleó a la evolución
biológica para desarrollar la diversidad de toda la vida.
Observe que todos estos puntos de vista invocan un acto de
creación o de un mecanismo para obtener el curso de la vida.
Por el contrario, cuando los teóricos del DI hablan de orígenes,
argumentan que el alcance del diseño tiene más que ver con los
patrones/secuencias (es decir, información compleja
especificada) inherente en los componentes químicos
necesarios para originar y producir la vida. Ellos no deducen
un mecanismo de montaje o el "modus operandi" de una
inteligencia diseñadora; aunque compatible, simplemente están
intentando descifrar el patrón o rastro que agentes inteligentes
han dejado. Sin duda, el origen de la información biológica
exhibe una especificidad no reducible a procesos materiales,
sino mas bien manifiestan ser el producto de una agencia
inteligente. Aunque las leyes mismas pueden considerarse que
llevan la marca de una causa inteligente, las leyes en sí no
están dotadas con habilidades creativas.

Reclamación # 2
El DI es un argumento de ignorancia.

Esta crítica supone que los teóricos del DI se apoyan en el


conocimiento incompleto de la función y la estructura del
mundo para desacreditar a causas naturales de la explicación
científica. Es decir, si no se ha comprobado una proposición,
entonces no puede considerarse verdad, por lo tanto, debe ser
considerada falsa. El DI no asume que una explicación natural
es falsa sobre la base de no dar plenamente a conocer todos los
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 19
detalles del proceso que trata; sin embargo, los proponentes del
DI apuntan a marcadores positivos para inferir el diseño. En
consecuencia, para hacer una teoría sobre la mejor explicación
entre varias opciones, un científico debe demostrar por qué
hipótesis en competencia no se sostienen a luz de la
preponderancia de la evidencia construida en su contra. Por
otra parte, el científico debe mostrar razones positivas para
aceptar una teoría sobre otra, incluso aunque sea solo
provisionalmente verdad. Como se hará claro en mi tesis, el DI
no es un argumento de ignorancia, sino un argumento de lo que
sabemos acerca de cómo funciona la naturaleza y también de
cómo agentes inteligentes la afectan.

Reclamación # 3
El DI es un argumento negativo contra causas naturales.

El DI intenta identificar marcadores positivos para el diseño;


sin embargo, como con todas las teorías, para hacer al DI la
"mejor" explicación, debe eliminar o descartar explicaciones
competidoras. El DI es muy amplio; de hecho, el DI puede
decirse que es una teoría del todo en el sentido de que es
aplicable en cualquier terreno que el diseño se pueda encontrar
(no necesariamente donde existe). Por eso, colecciones de
observaciones tales como el ajuste fino del universo y métodos
como, por ejemplo, el filtro explicativo, pueden decirse que son
coherentes con una teoría global de diseño. Sin embargo, como
todas las cosas que se entienden a través de mecanismos
materiales son limitadas a causas no teleológicas, igualmente el
diseño inteligente sólo es atribuible a una agencia inteligente.
El DI, como un programa de investigación científica, intenta
dejar claro donde terminan razonablemente los mecanismos
naturales, y donde se puede inferir razonablemente el diseño
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 20
intencional. Eso no quiere decir que un mecanismo es
expresamente antitético al diseño, pero que los mecanismos
tienden a hacer la idea de un diseñador superflua.

Reclamación # 4
El DI es un argumento de analogía.

En otras palabras, simplemente porque las cosas "aparentan"


ser diseñadas, eso no significa que realmente fueron diseñadas.
La teoría del DI no simplemente asume que algo está diseñado
en virtud de su mera "apariencia". Sin embargo, tomemos
como ejemplo el flagelo bacteriano. A pesar de que los
proponentes del DI han utilizado el concepto de la complejidad
irreducible para inferir su diseño, sería un error grosero el decir
simplemente que el DI argumenta de analogía, debido a que el
flagelo se ve y funciona como un motor. El flagelo bacteriano
no simplemente se parece a un motor. ¡Es un motor!

Las características del motor bacteriano incluyen:

1.) Auto ensamblaje y reparación


2.) Motor rotativo con refrigeración de agua
3.) Unidad de sistema con fuerza Protónica
4.) Cambios hacia delante y hacia atrás
5.) Velocidad de 100.000 rpm
6.) Reversión de capacidad dentro de 1/4 de vuelta
7.) Sistema de transducción de señal de cable con memoria de
corto plazo

Los proponentes del DI afirman que el diseño deliberado es


una característica detectable del mundo y que existen métodos
científicos que pueden utilizarse para poder detectarlo.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 21

Capitulo 5
¿Qué es el Diseño Inteligente? Parte II

Reclamación #5 – El DI no es ciencia porque no se adhiere


al método científico.

La teórica del DI es el esquema más general de lo que implica


la frase "diseño inteligente". Este sub-campo busca patrones en
la naturaleza que se explican mejor por una inteligencia. El
diseño inteligente busca encontrar objetos naturales o eventos
que contienen las mismas condiciones finales, o historias
físicas, que objetos que se sabe en la ciencia que fueron
diseñados inteligentemente. Este punto de vista de la propuesta
teórica del DI se basa en la observación científica de la acción
inteligente y sus efectos únicos (diseño) en el mundo natural.
La teoría del DI sostiene que ciertos procesos y patrones son
únicos para una causa inteligente.

Además de un estudio de la inteligencia y el diseño, los


investigadores del DI están descubriendo cómo la ciencia
puede ejercer estos conocimientos para derivar nuevas
aplicaciones científicas. En el contexto de la ciencia, el diseño
inteligente es un trabajo científico hipotético por el cual datos
insólitos, hipótesis, información, explicaciones, experimentos y
tecnologías se derivan. Estas distintivas contribuciones
científicas resultan de hipotéticamente ver los fenómenos en el
universo como diseñados, aunque el investigador sostenga que
los objetos bajo estudio sean realmente diseñados o no.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 22
Mientras los teóricos del DI, tratan de entender la inteligencia y
sus efectos observables de una manera general, la detección del
DI es la derivación de métodos sistemáticos para hacer una
inferencia razonable de que un objeto o evento fue diseñado en
realidad. El diseño inteligente primero pregunta cómo la
ciencia puede determinar si los fenómenos físicos específicos
en el mundo natural fueron diseñados por la inteligencia. Esto
se logra mediante la detección de los tipos de efectos físicos
que se sabe son producidos por agentes inteligentes que actúan.
El objetivo es entender la relación entre la inteligencia y el
mundo físico, e identificar la actividad inteligente mediante la
observación y el análisis de datos. Cuando la historia causal de
un evento de diseño se conoce, hay ciertas características y
patrones que (aunque no necesariamente presentes en todas las
cosas diseñadas) nunca se presentarán en las cosas que son
observacionalmente conocidas por ser el resultado de la
regularidad natural o el azar. Este hecho lleva a proponer a los
teóricos del DI que la ciencia puede identificar
observacionalmente al diseño, aunque la historia causal sea
desconocida.

Mike Gene, autor de The Design Matrix: A Consilience of


Clues, observa:

"Ahora bien, si estamos acostumbrados a pensar sobre


la historia natural sólo en términos de regularidades,
nuestro pensamiento acerca de los mecanismos
adquiere una forma particular. Aquí queremos saber lo
que la interacción de la ley y el azar trabajan para
traer sobre algunos fenómenos particulares. Y puesto
que las regularidades se producen todo el tiempo,
podemos estudiarlos en el trabajo en el aquí y el ahora
y extrapolar hacia el pasado o futuro. Pero si la mente
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 23
se ha impuesto sobre algún aspecto de nuestra historia
biológica, todo el concepto de mecanismo toma un
sabor diferente. La mente no se impone como una ley de
la naturaleza ni tampoco lo hace como un suceso
fortuito. Usted no encontrará las huellas de la mente
congelada extrapolando a partir de las regularidades.
Usted los encontrará como discontinuidades
intercalados entre las regularidades, y que tal vez
constituyan un conjunto coherente. (Un buen ejemplo de
una discontinuidad no teleológica es una máquina.
Como Michael Polanyi señaló en una ocasión, sin
hombres, no habría máquinas.)

No trate de pensar en detectar mecanismos teleológicos


en términos no-teleológicos. Los mecanismos no-
teleológicos son detectados por el estudio y la
extrapolación de las leyes naturales y el azar, en el
único lugar donde no vamos a encontrar mecanismos
teleológicos. Para poder detectar mecanismos
teleológicos se exige una nueva forma de pensar... "

En pocas palabras, el DI pregunta: "¿Puede la ciencia detectar


si algo ha sido diseñado por la inteligencia?" Los
investigadores del DI se ven obligados por la evidencia física,
vista a través de la aplicación de la inferencia, la probabilidad
estadística, y las premisas lógicas que detectan diseño, que
dicha detección es una posibilidad científica.

El método científico es un proceso de cuatro fases que implica


observaciones, hipótesis, experimentos y la interpretación de
los resultados. El diseño inteligente comienza con la
observación de que los agentes inteligentes son capaces de
producir información compleja y específicada (ICE). Hacen
comparaciones entre las hipótesis contrapuestas de cómo esos
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 24
fenómenos observados podrían concretarse. Los teóricos del
diseño plantean la hipótesis de que si un objeto natural fue
diseñado, contendrá gran complejidad e información
especificada. Luego los mismos a continuación realizan
pruebas experimentales sobre los objetos naturales para
determinar si contienen información compleja específicada.
Algunos ejemplos comprobables de ICE incluyen:

PRUEBA I

1.) Determinar si un sistema biológico exhibe


complejidad irreducible (CI)

2.) Determinar el núcleo irreductible del sistema

3.) Determinar si existen posibles mecanismos para la


generación de CI

La complejidad irreducible es una forma de complejidad


específicada, que existe en sistemas compuestos por varias
partes interactuantes que contribuyen a la función básica, y
cuando la extracción de cualquiera de las partes esenciales hace
que el sistema cese funcionalmente. Debido a que la selección
natural sólo conserva las estructuras que le confieren una
ventaja funcional a un organismo, se argumenta que dichos
sistemas son poco probables que evolucionen a través de un
proceso darwiniano porque no existe un camino evolutivo en el
que podían permanecer en funcionamiento durante cada
pequeño paso evolutivo. Según los teóricos del DI la
complejidad irreducible es un patrón de información que puede
ser tomado como un indicador fiable de identificación debido a
que "En todos los sistemas irreductiblemente complejos en los
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 25
que se conoce la causa del sistema sea por la experiencia o por
la observación, el diseño inteligente o la ingeniería han
desempeñado un papel en el origen del sistema. "

La complejidad irreducible se puede probar experimentalmente


mediante técnicas de ingeniería inversa sobre estructuras
biológicas a través de experimentos genéticos que determinan
si son requieridas todas sus partes para funcionar. Cuando el
trabajo experimental descubre complejidad irreducible en la
biología, un científico puede concluir razonablemente que
dichas estructuras fueron diseñadas.

PRUEBA II

1.) Crear un algoritmo de reconocimiento de ICE

2.) Determinar la cantidad de ICE en distintas


estructuras biológicas

3.) Definir las relaciones entre los mecanismos


evolutivos y la ICE

4.) Determinar si existen mecanismos posibles de


generar la ICE, que no sean producto de inteligencia.

Hay un debate en la literatura estadística sobre cual método es


más efectivo para evaluar la evidencia estadistica, el enfoque
de comparación o el enfoque de eliminación. El enfoque
fisheriano, atribuido a Ronald Fisher, infiere una hipótesis
como válida por la eliminación estadística de otras. Este es el
enfoque estadístico preferido por la ciencia moderna, y de más
fácil identificación de acuerdo a Dembski. Un enfoque
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 26
fisheriano al DI sería inferir diseño por eliminación de otras
hipótesis (probabilidad y/o fuerzas naturales).

El enfoque Bayesiano, formulado por Thomas Bayes, infiere


una hipótesis como válida por la comparación decidiendo cual
de las posibles hipótesis es la más probable. Este enfoque es
similar a "la navaja de Occam" y es utilizado por las ciencias
naturales en determinadas investigaciones. El método
bayesiano es menos amistoso con el DI de acuerdo a Dembski.
Una inferencia de diseño que emplea el método bayesiano se
llevaría a cabo mediante la comparación del diseño con el azar
y/o las fuerzas naturales y decidiría cuál de ellas es
estadísticamente más probable.

Muchos de los métodos actuales utilizados en el estudio de


fenómenos complejos sólo toman en cuenta el azar y las leyes
naturales. Estos enfoques anti-teleológicos constantemente
enfrentan frustración y se ven obligados a admitir virtualmente
el agnosticismo con lo que se refiere a gran parte de la
complejidad en la naturaleza, como el origen de la vida. Si el
diseño es intrínseco a la naturaleza, pero no se está
considerando, es una variable que se desecha. La inclusión del
diseño como una variable en la investigación podría conducir a
nuevos descubrimientos que antes eran inalcanzables por el
sesgo anti-teleológico que ha oscurecido posibles predicciones,
explicaciones y soluciones que dependen de una investigación
teórica de diseño.

La información en este capitulo fue tomado de ResearchID.org


L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 27

Capitulo 6
El Ateísmo y el DI

Algunos críticos del DI dicen que sus proponentes


tienen motivaciones religiosas detrás de su trabajo, incluso que
en su núcleo el DI es simplemente un concepto sumamente
religioso. Sin embargo, el DI tiene un grupo muy diverso de
simpatizantes, incluyendo ateos.

Por lo tanto, podría estar inclinado a preguntar, ¿cómo puede


ser esto? ¿Qué no implica el DI un diseñador? Bueno, así es,
pero siga leyendo.

La mayoría de la gente parece que encuentra realmente difícil


el separar las premisas de sus implicaciones, así que
permítanme ver si puedo aclarar un par de cosas para ustedes
aquí.

Al tratar de determinar causas apropiadas para efectos


señalados a través de los patrones de la naturaleza, las
propuestas del DI son efectivamente seculares y
inherentemente agnósticas. Aunque lo que resulta tenga
implicaciones teleológicas, y por extensión teológicas, las
propuestas mismas nunca parten de lo material y sus propias
características. El DI investiga los efectos (diseño), descarta
explicaciones invalidadas (mecanismos), y propone la única
explicación viable (diseño intencional). El paso lógico es de
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 28
aceptar al DI como una teoría con merito científico, aunque
uno no esté de acuerdo con sus conclusiones. Así parece ser el
caso de los ateos que apoyan al DI.

La mayoría de la ciencia está gobernada por la filosofía del


naturalismo metodológico, cuyo enfoque está en efectos
observables que son prácticos para formar una hipótesis sobre
causas naturales. Pero el naturalismo metodológico no puede
ser parte del marco epistémico de la ciencia, simplemente
porque no se puede declarar que todo lo que existe se
desarrolló por consecuencia de un nexo de leyes fijas o
inviolables. Tampoco se debe utilizar si la ciencia realmente
participa en la búsqueda de la verdadera esencia de la
naturaleza. Para eso se requiere adoptar un agnosticismo
metodológico que no pretende tener el conocimiento sobre la
causa responsable por anomalías cuyo mecanismo no se ha
descubierto. Noté que no estoy proponiendo lo que el filósofo,
Del Ratzsch, llama diseñismo metodológico. Mi propuesta es
más sencilla. La raíz de la ciencia no debe de engendrar
filosofías, sean materialistas o metafísicas, solo debe alimentar
a la verdad sobre sus investigaciones. Sin embargo, una teoría
tampoco se debe descartar por sus implicaciones, sino solo
cuando se ha comprobado ser falsa.

La definición de ciencia que nos da la prestigiosa Academia


Nacional de las Ciencias (National Academy of Sciences) dice:

“La ciencia es una forma particular de saber sobre el


mundo. En la ciencia, las explicaciones están
restringidas a lo que puede deducirse de datos
comprobables—los resultados obtenidos a través de
observaciones y experimentos que pueden justificarse
por otros científicos. Todo lo que puede ser observado o
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 29
medido es susceptible a la investigación científica. Las
explicaciones que no pueden basarse en datos
empíricos no forman parte de la ciencia.”

Como cualquier cosa disponible a la investigación, el diseño


intencional y sus características son medibles, observables,
detectables y completamente al alcance de la ciencia. La
inferencia de diseño se justifica a través de datos empíricos y
experimentos basados en nuestra experiencia como agentes
inteligentes.

Los ateos que respaldan al DI y que son honestos con sus


propuestas reconocen que, aunque puede ser peligroso el DI
para su cosmovisión materialista; en sí, el DI no es una
propuesta sobrenatural.

Pero ahora, ¿cómo se puede falsificar el DI? La pregunta sobre


la falsificación de una teoría es muy importante para toda la
ciencia, aun cuando un mecanismo se conoce ser la causa de un
efecto bajo investigación. No obstante, cuando uno da una
explicación sobre algo, la pregunta que persiste es ¿Qué fue lo
que pasó antes? Los científicos se dan el lujo de sostener que el
mecanismo es puramente indeterministico. Es decir, solo es así
y no es necesario considerar más explicaciones. Esta
implicación científica—aunque valida—no determina el merito
científico de una teoría. Los críticos del DI argumentan que el
DI no explica nada si sus propugnadores no exponen un
argumento que responde a las diatribas sobre el origen del
diseñador. Pero esta es una falacia común. ¿Por qué se admiten
propuestas materialistas con propiedades indeterminantes?
¿Acaso no se puede decir lo mismo sobre un agente diseñador?
Aunque el alcance del DI no abarca este tema, la respuesta
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 30
podría ser igual, no es necesario considerar más explicaciones,
ad infinitum.

El ateo se justifica respaldar al DI porque la meta del DI es


solo de encontrar patrones en la naturaleza que exhiben
características del diseño intencional. Para hacer esto no se
necesita ser teísta, religioso, o místico, solo se requiere tener la
mente abierta. Si el diseño intencional es determinable, ¿Será
posible también descubrir el diseño en la biología?

La tecnología de hoy utiliza diseños ya encontrados en la


naturaleza, y parece ser que la ingeniería descubierta en la
naturaleza es mucho mejor que la ingeniería humana. ¿Acaso
sabe algo la naturaleza sobre el diseño que nuestra ingeniería
no puede resolver?

El ateo, tanto como el teísta, debe reflexionar más en tales


preguntas. No porque las respuestas validan su cosmovisión,
sino porque la verdad científica (aunque los desacomode) es
mejor que una buena mentira.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 31

Capitulo 7
¿Por qué imitamos a la naturaleza?

La Naturaleza es un sistema con maquinaria


profundamente avanzada, que ni nuestra ingeniería más
desarrollada ha podido alcanzar. A pesar de lo que dicen los
Darwinistas, el diseño en la Naturaleza no refleja una ineptitud
en el diseñador, y tampoco refleja ser los restos más aptos de
un mecanismo ciego y sin propósito. Efectivamente, el diseño
de la vida exhibe la supremacía de un gran ingeniero.

El campo científico llamado Biomimética (o Biomimésis) es un


campo que toma su inspiración de la Naturaleza para resolver
problemas tecnológicos de la humanidad.

El enfoque de este campo no tiene nada que ver con procesos


no dirigidos, solo con patrones/diseños que se encuentran en la
ingeniería natural (aunque sus practicantes buscan la
oportunidad de inculcar su ideología, como verán más
adelante). Así, la innovación tecnológica que se deriva de los
sistemas biológicos no son innovaciones para la Naturaleza,
sino solo para la humanidad.

Indiscutiblemente, mirar al mundo con una perspectiva de


diseño e ingeniería es una manera más heurísticamente valiosa
que pensar de la Naturaleza como un sistema sin diseño, o
como el resultado del azar y de leyes fijas.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 32
Desde las maquinas moleculares hasta una concha del mar, el
diseño en la Naturaleza nos da más aliento sombre nuestro
propio futuro tecnológico, ya que la Naturaleza resuelve
muchos de los retos que enfrentamos. Varios de los diseños
inspirados por la Naturaleza incluyen:

Autoensamblaje - Sistemas que pueden aprovechar de la luz


del sol o el lente óptico que puede crearse a temperatura
ambiente

CO2 como materia prima: la contaminación se convierte en


alimento para otros sistemas

Transformación solar - Células de combustible que son más


eficientes

Poder de forma - Protuberancias que se colocan en el fuselaje


de un avión como los de las aletas de una ballena pueden
mejorar la eficiencia de combustible en un 32 %

Sin pigmentos de color: Crear colores y hacerlos cambiar


simplemente cambiando la forma estructural

Limpiar sin detergentes - Sistemas de autolimpieza

Saciar la sed - Sacando agua de la niebla o aire húmedo,


donde no existe el agua superficial

Metales sin minería - Extracción de metal de aguas residuales

Química verde - Usando sólo lo que la naturaleza ha creado


para diseñar y construir
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 33

Degradación Cronometrada - La capacidad de


autodegradación

Capacidad de recuperación y curativas - Vacunas secas que


no necesitan refrigeración

Hay algo curioso en el diseño intencional. Sistemas


recientemente dados a luz, tal como el motor del flagelo
bacteriano, tiene características de algo diseñado por humanos;
pero el diseño humano no pudo ser el resultado de inspiración
por su equivalente biológico porque todavía no se había
descubierto. Esto indica que el diseño humano y el diseño
biológico llegaron a sus resultados similares por coincidencia.
Entonces podría uno preguntarse, ¿Cómo podría la Naturaleza
crear un sistema que exhibe todas las características de
nuestros propios diseños, pero mas avanzados, y no atribuirlo
también a la intencionalidad y el propósito?

Plagiando el diseño natural muchos presumen que han


diseñado algo de alta calidad pero sin darle crédito a la fuente
de su inspiración. O más bien, al diseñador mismo. Vean como
unos desafían sus propias intuiciones:

A través de la evolución, la naturaleza ha "experimentado" con


diversas soluciones a los retos y ha mejorado en las soluciones
de éxito. Los organismos que creó la naturaleza, que son
capaces de sobrevivir, no son necesariamente óptimos para su
rendimiento técnico. Efectivamente, todo lo que necesitan
hacer es sobrevivir el tiempo suficiente para reproducir. Los
sistemas vivos archivan la información evolucionada y
acumulada por la codificación en los genes de la especie y la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 34
transmisión de la información de generación en generación a
través de la autorreplicación. Por lo tanto, a través de la
evolución, la naturaleza o biología ha experimentado con los
principios de la física, química, ingeniería mecánica, ciencia de
materiales, movilidad, control, sensores y muchos otros
ámbitos que reconocemos como la ciencia y la ingeniería.

Es decir, un proceso ciego y sin propósito está dotado con una


creatividad que excede la ingeniería humana. ¿Sera posible
ejecutar tal complejidad con el proceso evolutivo? ¿Que sería
la tasa de mutación de tal hazaña? y ¿Cómo podría superar los
límites de conservación de la información biológica? En mi
opinión, lo más problemático para el proceso evolutivo es de
incrementar la información compleja especificada. El proceso
evolutivo será algo oportunista para elegir las mejores
adaptaciones, pero no puede diseñar a través de la acumulación
de las mismas, al menos que también pueda producir la
información necesaria para nuevas estructuras morfológicas. Si
no hay un proceso adecuado, los científicos de la Biomimética
están plagiando de un diseño intencional.

(Biomimetics: Biologically Inspired Technologies, Editado por


Yoseph Bar-Cohen, CRC Press, 2006.)
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 35

Capitulo 8
El Mimetismo Biológico y sus Implicaciones

En el capitulo anterior escribí sobre la Biomimésis (bio


- vida y mimesis - imitar), o la ciencia que estudia a la
Naturaleza como fuente de inspiración para crear innovaciones
que resuelven los obstáculos tecnológicos de la humanidad.
Aquí se expone otro tipo de “inspiración” mimética que
resuelve otro tipo de dificultad, es decir, la de la supervivencia.
Aquí las especies imitantes no plagian diseños para formar
nuevas tecnologías, sino imitan el diseño de otras especies en sí
mismas como disfraz para el gran baile de la vida.

Aunque hay mucha conjetura, el mimetismo biológico sigue


siendo un misterio en términos evolutivos. Estas especies, los
mímicos, perciben características de un modelo o especie
distinta y se asemejan a tal para adquirir alguna ventaja
funcional sobre su depredador. El enfoque de este articulo no
es de distinguir entre el mimetismo batesiano o mulleriano,
sino para demostrar que el fenómeno mimético en si implica
una evolución dirigida y por extensión una implicación
teleológica.

Unos de los ejemplos del mimetismo biológico más


sorprendentes incluyen, orugas que imitan el excremento de
aves, insectos que imitan hojas de árbol (sus huevos asemejan
semillas), insectos que imitan espinas, y los que imitan ramitas
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 36
de eucalipto. Tales ejemplos se dicen haber evolucionado, pero
su evolución elude nuestra comprensión porque no existe un
mecanismo adecuado para explicar la complejidad y la
apariencia de propósito en estos insectos. Las propuestas que
según pueden explicar este fenómeno del mimetismo son:

Convergencia evolutiva: el fenómeno de la evolución de


características semejantes en especies distintas y
evolutivamente alejadas.

Coevolución: la evolución mutua entre especies distintas


influenciada por relaciones recíprocas para sincronizar la
adaptación de ambas.

Selección natural: la reproducción de genotipos favorecidos


en una población marcada por cambios evolutivos.

Lo primero que se debe notar es que no hay leyes fijas en la


evolución; más bien, no tiene una regularidad que garantice la
estructura deseada. Tanto como la evolución por convergencia
y la coevolución trabajan a través de mutaciones aleatorias que
se tamizan a través de la selección natural. La selección, siendo
ciega, tampoco garantiza reservar aquellas mutaciones que
llevaran al organismo a sus finales características apetecidas.
Lo único que garantiza la selección natural es de preservar las
adaptaciones más aptas para sobrevivir en su ambiente.

La convergencia evolutiva entre distintos organismos sigue un


trayecto común debido a las presiones ambientales similares,
¿pero cómo se supone que la presión del ambiente dirige la
mímica de un insecto a una planta, o más, del excremento?
Esta explicación no tiene base científica. El mimetismo es un
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 37
tipo de cripsis en la cual se supone que la evolución del insecto
cambia fortuitamente sin algún patrón predeterminado, aun la
suborden Euphasmatodea fue capaz de evolucionar su
capacidad de imitar dos formas totalmente diferentes de
vegetación. Esto no indica que las mutaciones que llevaron a
cabo su forma final fueron aleatorias, sino que hubo un
propósito en la imitación de la vegetación.

La coevolución tampoco tiene algo que decir en este caso.


Aunque sería posible que hubiera una relación reciproca entre
los insectos mímicos y las plantas que imitan, no deja de ser
una dificultad para la imitación a través de mutaciones
aleatorias elegidas por la selección en cualquier ambiente.

Richard Dawkins toma la susceptibilidad a la victimización de


estos insectos como la fuerza de tras de la selección natural.
Dice:

“Tal vez una especie de depredador sólo nota el color,


otra sólo la forma, otra sólo la textura, y así
sucesivamente. A continuación, un insecto que se
asemeja a una ramita en sólo un respeto escaso engaña
a un tipo de depredador, a pesar de que se come por
todos los otros tipos de depredadores. Cuando progresa
la evolución, más y más características cada vez más
semejantes se le agregan al repertorio de los insectos.
Así, el final de la perfección multifacética del
mimetismo se ha elaborado por la suma selección
natural proporcionada por muchas especies diferentes
de depredadores.”

Richard Dawkins, El Relojero Ciego, p83.


L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 38

Así que la selección natural no solo tamiza las aventajas del


mimetismo resultando de las presiones ambientes, también
afecta al mimetismo por presiones del depredador. Claro,
Dawkins no explica como tal insecto se protegería de Koalas u
otras especies de dieta herbívora, pero no importa porque al
menos sabemos como el insecto llego a ser ramita.

El registro fósil exhibe una abrupta aparición de estas especies,


y además, sin algún cambio evolutivo subsiguiente. Esta
ausencia de cambio evolutivo es un ejemplo sobresaliente de
estasis morfológico. ¿Pero entonces de donde proviene el
mimetismo biológico? Dong Ren y sus asociados de Capital
Normal University en Beijing han desenterrado dos fósiles de
insectos hoja (Bellinympha filicifolia y Bellinympha dancei) de
los finales del período Jurásico Medio (hace 165 millones de
años).

Varios científicos han propuesto un teleomecanismo que según


explica la aparente evolución impulsada por el propósito. Es
decir, una evolución dirigida por propiedades internas del
organismo que gravan sus historias evolutivas. ¿Puede ser esto
posible? Esta explicación de la autonomía inherente trata de
demarcar la diferencia entre un sistema implicado por la
teleonomía y uno implicado por la teleología. ¿Será entonces
una afinidad bioquímica predeterminada por la grabación que
existe ya en el organismo? ¿Si fuera así, cómo adquirió la
habilidad de reconocer/grabar al objeto que imita?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 39

Capitulo 9
El Curioso Caso de los “Big Bangs” Biológicos

En la literatura científica, el decir que Big Bangs


ocurrieron en la historia de la vida no necesariamente quiere
decir que no hubo un trayecto evolutivo, sino que los eventos
de cambio sucesivos transcurrieron en un corto tiempo
geológico según el registro fósil. La autoridad científica
siempre proviene de los datos de los hechos que se
desarrollaron en la historia, y consecuentemente el registro
fósil nos cuenta una historia completamente diferente de la
historia que Darwin elaboro en su Origen de las Especies.
Stephen J. Gould explica:

“La historia de la mayoría de las especies fósil incluye dos


características particularmente incompatibles con el
gradualismo: 1. Estasis. La mayoría de las especies no
exhiben ningún cambio direccional durante su tenencia en la
tierra. Aparecen en el registro fósil característicamente
igual que cuando desaparecen; cambios morfológicos son
limitados y sin dirección. 2. Aparición repentina. En
cualquier área local, una especie no se plantea
gradualmente por la constante transformación de sus
antepasados; parece toda a una sola vez y ‘plenamente
formada’.”

Stephen J. Gould, El Paso Errático de la Evolución, Natural History


L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 40
Estos cambios, que no solo se ven en las categorías
taxonómicas superiores, se dicen ser “abruptos” por la inmensa
complejidad morfológica que se exhibe de una generación a
otra, o en el caso del registro fósil, de una etapa sedimentaria a
otra. No obstante, el gradualismo persiste como el mecanismo
favorecido por los “elite” del paradigma neo-darwiniano.

Según Charles Darwin, las especies deben de demostrar una


acumulación de complejidad gradual:

“Es, sin duda, extremadamente difícil aun como conjetura de


que gradaciones fueron perfeccionadas muchas estructuras,
más todavía entre rotos y fallos grupos de seres orgánicos;
pero vemos tantas gradaciones extrañas en la naturaleza,
como es proclamado por el canon, \'Natura non facit saltum,\'
que deberíamos ser extremadamente prudente al decir que
cualquier órgano o instinto o cualquier ser entero, no podría
haber llegado a su estado actual por muchos pasos aforados.”
Charles Darwin, Origen de las Especies

Antes de Darwin, e incluso hasta mucho después de la


formulación de la síntesis moderna (1936-1947), el
saltacionismo biológico sigue como una reliquia en la ciencia
que no se ha podido abandonar por completo. Aun, la síntesis
moderna pretende superar la aparente disparidad biológica del
registro fósil con la de la variación en poblaciones a nivel local.
¿Pero acaso la evidencia a favor del gradualismo no se ha
confirmado como la mejor explicación de las innovaciones
biológicas en la historia de la vida? ¿Por qué no se abandona el
saltacionismo por completo? Veamos.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 41
Como ya había comentado anteriormente; el microbiólogo
estadounidense Carl Woese propuso que la ausencia de la firma
continúa del ARN entre dominios de bacterias, arqueas y
eukarya constituye una indicación principal que los tres linajes
primarios se materializaron a través de una o más saltaciones
evolutivas de algún estado ancestral universal que implicó un
cambio dramático en la organización celular. Tanto como la tal
explosión Cámbrica (o Big Bang biológico), los científicos
están descubriendo a través de sus investigaciones mas
evidencia que respalda la idea de que la vida no se formo de
una manera gradual, sino de una manera abrupta. Ahora los
genes, los virus, los parásitos, aves terciarias, las plantas de
flor, los murcielagos, los humanos, y hasta el lenguaje se dicen
pasar por una evolución tan abrupta que derrumbe
indiscutiblemente los pilares que sostienen al edificio
darwiniano, es decir, el gradualismo.

Pero esto no es un fenómeno nuevo o recientemente


descubierto. En los tiempos de Darwin, casi todos los
evolucionistas, incluyendo a Karl Ernst von Baer, Richard
Owen, Georges Cuvier, y William Bateson entre otros,
sostenían la posición saltacionista.

¿Pero por qué tanta inquietud sobre el mecanismo evolutivo


gradual? ¿Por qué es tan importante que el gradualismo sea
verdad? Darwin nos pone esto a luz en lo siguiente:

“En plantas monstruosas, recibimos a menudo pruebas


directas de la posibilidad de un órgano que se transforma en
otro; y realmente podemos ver en crustáceos embrionarios y
en muchos otros animales y flores, que órganos, cuya
madurez se forma muy diferente, se encuentran en una etapa
temprana del crecimiento exactamente igual.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 42
¡Qué inexplicables son estos hechos en la cosmovisión
común de la creación!”
[Énfasis mío]

Darwin descartó toda la evidencia a favor del saltacionismo y


adoptó al gradualismo por su propia cosmovisión contra-
teleológica, o quizá disteleologica. Darwin no podría
imaginarse como reconciliar los patrones de la vida con la idea
de una creación que demostraba alguna similitud evolutiva. El
gradualismo era su escape de los “abruptos” y aparentemente
milagrosos cambios morfológicos cuyos procesos eludían su
comprensión.

Ahora, los gradualistas insisten que los cambios morfológicos


abruptos se deben a cambios graduales genéticos, aunque la
evidencia diga lo contrario. Los cambios genéticos se
acumularan gradualmente, pero la selección natural solo
trabaja con aquellos cambios ventajosos que se manifiestan
como cambios funcionales abruptos. Aunque no sea el
mecanismo más popular, el saltacionismo está aquí para
quedarse. La pregunta que surge de este tema es: ¿Implica el
saltacionismo biológico propósito o un mecanismo fortuito?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 43

Capitulo 10
Minimizando el Papel del DI

Una búsqueda del término “diseño inteligente” (DI) en


curso a la blogósfera científica del ciberespacio comprueba la
gran ignorancia que flota sobre el tema a un nivel mundial. Sin
duda, hay tanta confusión sobre el tema, que lo más prudente
es de invitar un discurso más constructivo y someterse un poco
a las implicaciones que inquieta al lector común.

En efecto, los propugnadores del DI afirman que tienen


métodos de base científica que los permite descifrar señales
que demarcan algún designio o diseño de origen inteligente.
Como los métodos propuestos del DI se dicen abarcar todo
diseño intencional, su aplicación tiene alcance universal y
consecuentemente no se limita solo al designio humano. ¿Pero
qué tal si la propuesta fuera un poco mas agnóstica? Es decir,
¿qué tal si la propuesta no fuera de afirmar que hay métodos,
sino que aun no sabemos si los hay? Esta manera de minimizar
el papel del DI pretende ayudar al lector decidir si el DI tiene
algún lugar en el discurso científico. Como verán, mi propuesta
no derrota completamente al DI; más bien, abre las puertas a
discusiones todavía más productivas sin prejuicios sobre su
merito científico.

Indiscutiblemente, la ciencia se supone tomar el papel de una


disciplina con el propósito de engendrar el afán para el
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 44
descubrimiento, así que si hay algún diseño intencional cuyas
características son discernibles entre algún diseño de causa
natural, la ciencia debe de animar tales nociones con brazos
abiertos. ¿No?

Digamos entonces por ahora que no hay una manera de saber si


se puede distinguir el diseño intencional del diseño guiado por
leyes fisicoquímicas. En la ciencia se puede proponer lo
siguiente sobre el descubrimiento del diseño intencional:

a) No hay diseño intencional


b) Si hay diseño intencional
c) No es posible saber si hay diseño intencional
d) No sabemos si hay diseño intencional pero es posible
descubrirlo

La posición agnóstica o más conservativa seria tomar la opción


d). Es decir, “No sabemos si hay diseño intencional pero es
posible descubrirlo.”

Aun si se admitiera que todavía no existen métodos para


detectar el diseño intencional, la ciencia no debe impedir que
una obra o programa de investigación persiga tales nociones
del diseño intencional en la naturaleza. Veamos ahora las otras
opciones.

No hay diseño intencional

Claramente, la noción de que no hay un diseño intencional


abarca demasiado. Simplemente no hay manera de decir que no
hay diseño intencional con los datos que cubren nuestro
conocimiento actual. Aun con toda la conjetura, la ciencia no
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 45
explica las coincidencias antrópicas del universo, el origen de
la vida, la inmensa complejidad biológica, la aparición
repentina de organismos en el registro fósil, la información
codificada en el ADN, o cualquier otra anomalía que desafían
las leyes que gobiernan nuestro mundo. Si en realidad no hay
diseño intencional, pero tampoco existen mecanismos que
expliquen la “apariencia” de diseño, una nota promisoria no
basta. Es decir, no sería prudente invocar solo mecanismos de
sentido reduccionista antes de investigar todas las
posibilidades.

Si hay diseño intencional

Según el canon científico, en la ciencia no hay nada final o


concluido. Por ejemplo, las ideas de Albert Einstein superaron
las de Isaac Newton, las de Newton de Johannes Kepler, las de
Kepler de Galileo Galilei, las de Galileo de Nicolás Copérnico,
y las de Copérnico las de Claudio Ptolomeo. Lo mismo sucede
con las ideas de Darwin, Russell, Lamarck, Erasmus, etc. Así
que en cuanto uno se pone la idea de que ya concluyo todo
conocimiento racional, tan pronto emerge una teoría que
derrumba todo el trabajo anterior. En fin, se puede decir que la
ciencia es irremediablemente provisional.

Admito que aunque toda la evidencia parece concluir que el


diseño intencional existe en la naturaleza, no puedo decir con
absoluta certeza que así lo es. Mi posición es provisional y
admito no tener la última palabra sobre el tema. Seguramente,
si hay diseño intencional, la última palabra será la del
Diseñador mismo si así lo desea. Lo que sí puedo decir,
revalidando lo que muchos materialistas reduccionistas dicen,
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 46
es que la naturaleza exhibe toda la apariencia de haber sido
“diseñada para algún propósito.”

No es posible saber si hay diseño intencional

Esta proposición es demasiado negativa y además prohíbe el


desarrollo científico. ¿Cómo puede la ciencia limitarse de tal
manera sin afirmar también poseer el conocimiento total de
todo fenómeno? La posibilidad de que exista un diseño
intencional en la naturaleza sigue siendo una pregunta abierta.

Los científicos de hoy reconocen que el conocimiento de los


principios de la ingeniería son clave para investigar y entender
la complejidad en la maquinaria molecular que existe en cada
célula. Si es así, proponer que hay diseño intencional en la
biología no es una proposición irracional. En sí, el hecho de
que la ingeniería es útil en tales sistemas justifica la propuesta
del diseño inteligente.

Esta cosmovisión teleológica tiene el poder de fermentar una


revolución científica. Claro, aunque uno no acepte
conclusivamente que hay un diseño intencional, esta
cosmovisión tiene la ventaja de asumir nuevas propuestas al
conocimiento científico.

No sabemos si hay diseño intencional pero es posible


descubrirlo

Regreso a la posición minimalista del DI. Si es posible crear


algún método para detectar patrones intencionales entre
aquellos sin propósito, la ciencia puede seguir cualquier
trayecto a su alcance para llegar a alguna conclusión. Quizá no
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 47
sabemos si hay algún diseño intencional en la naturaleza, pero
no hay nada en la ciencia que indique la imposibilidad de
descubrirlo.

Como ensayo, ¿qué métodos utilizaría para detectar algún


diseño intencional?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 48
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 49

Capitulo 11
El DI y los Mecanismos I

Uno de los cargos contra el diseño inteligente (DI) se


relaciona a su supuesta falta de rigurosidad científica por no
tener algún mecanismo al cual recurrir para hacer predicciones
o para aplicar al desarrollo de la investigación científica.
Consecuentemente, el no tener un mecanismo el DI no se
presta a la falsificación, y de acuerdo al criterio de Popper, no
califica como ciencia. Bien, el DI no tiene mecanismo. ¿Pero,
es ciencia?

Isaac Newton, reconocido como el padre de la mecánica


clásica, describió la ley de gravitación universal sin recurso al
mecanismo de la misma, admitiendo:

"Hasta ahora he explicado los fenómenos de los cielos y de


nuestro mar por la fuerza de gravedad, pero aún no he
asignado a una causa a la gravedad."

Aun, los mecanicistas del pasado como Isaac Newton no


tomaban a los mecanismos mismos como algo independiente
de un diseñador. Ellos sostenían la idea de que la naturaleza fue
dotada con leyes y una orden por un ser inteligente:

"El sistema más bello del sol, planetas y cometas sólo podría
proceder del juicio y dominio de un ser inteligente. Toda la
variedad de objetos creados que representan el orden y la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 50
vida en el universo podría pasar sólo por el razonamiento
deliberado de su creador original…”

La cosmovisión de los teóricos del diseño inteligente es similar


a la de Newton, pero más moderna. Ellos proponen que el
universo fue dotado con leyes ajustadas para permitir la vida, y
sostienen que es posible distinguir patrones que implican al
diseño intencional de aquellos que se forman a través de algún
mecanismo. Las aportaciones científicas de sus propugnadores
provienen de varios campos, así que los datos permiten hacer
inferencias de diseño utilizando más de un tipo de
razonamiento.

Efectivamente, la ciencia trabaja con varios criterios


epistemológicos que delinean para nosotros el margen de lo
que se puede inferir de los datos. Para ilustrar mi punto seguiré
con tres procesos de razonamiento filosófico-científico:

En la ciencia, cada tipo de razonamiento es válido, aunque la


conclusión no necesariamente lo sea. Este punto tiene que ver
con los tipos de datos que se presentan para inferir alguna
conclusión. Por ejemplo, la ciencia forense no determina sus
conclusiones a través de un mecanismo o propiedad en el
objeto bajo investigación, sino en la evidencia empírica que
señala alguna clave (“datos proxy”), que en conjunto de otras
claves se infiere o construye una hipótesis. Así, los científicos
del la teoría del diseño inteligente hacen uso de varias claves o
rasgos indicativos de alguna acción deliberada para inferir que
la “apariencia” de diseño es realmente intencional y no el
producto del azar o necesidad. Esta inferencia es abductiva
porque los eventos bajo investigación se comparan como
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 51
eventos antepasados cuyos efectos son idénticos al presente, y
por lo tanto, la inferencia a la mejor explicación.

Regla: La información prescriptiva solo proviene de


agentes inteligentes

Caso: La vida contiene información biológica que es


prescriptiva

Abducción: La información biológica proviene de


algún agente inteligente

Es importante notar, sin embargo, que la ciencia forense no


solo depende de eventos que ya ocurrieron. La ciencia forense,
tanto como otros tipos de ciencia histórica puede evaluar sus
conclusiones reconstruyendo el evento bajo investigación. Es
decir, utilizando razonamiento deductivo. El DI, como teoría,
investiga patrones complejos en la naturaleza tomando en
cuenta la presencia de un fondo de leyes y propiedades
fisicoquímicas. La pregunta que se dirime de tales
investigaciones es de que manera, si la hay, los mecanismos
iluminan un trayecto de formación totalmente independiente
del diseño intencional. Tomando algo del criterio de Darwin,
reclamo: “Si se pudiese demostrar que existió un órgano
complejo que pudo haber sido formado por modificaciones
pequeñas, numerosas y sucesivas, la teoría del DI se
destruiría por completo; pero no puedo encontrar ningún
caso de esta clase.”

Claro, comprobar la ausencia de un mecanismo no comprueba


al diseño intencional, por el contrario la presencia de un
mecanismo si comprueba que no es necesario postular al
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 52
diseño intencional. El diseño inteligente se teoriza sobre los
rastros de acción deliberada, no a través de un mecanismo, sino
a través de una acción consciente. Así, el designio, como en
cualquier otra acción deliberada, no hace uso de mecanismos
(aunque se desarrolle entre ellos) para llevar a cabo su forma
final. Más claro, cuando un agente inteligente actúa en la
naturaleza, actúa en conjunto a las leyes que gobiernan a
nuestro universo, y además, sus actos (diseños) se manifiestan
como discontinuidades entre los procesos naturales en los
cuales actúan. Así, lo que distingue al diseño inteligente de
algún mecanismo es la arbitrariedad de las formas/patrones
cuya estructura sirve a algún propósito final, no por alguna
afinidad o ley sino por intención. Igualmente, el diseño
intencional no puede trabajar independiente de lo material o de
las leyes naturales, excepto en el curso de una instauración
inicial en un vacío (tal como se plantea sobre el del origen del
universo), porque el diseño se impone a la materia en la
presencia de las leyes que la sostiene.

Ahora, un mecanismo se define como una técnica, proceso o


sistema que logra algún resultado. Así, al explicar fenómenos
naturales, se puede decir que el “mecanicismo” se utiliza como
la doctrina materialista que sostiene que todo el universo está
mecánicamente decidido a través de sus propiedades que,
teóricamente, ofrecen una explicación completa de todo lo que
existe.

“Podemos mirar el estado presente del universo como el


efecto del pasado y la causa de su futuro. Se podría concebir
un intelecto que en cualquier momento dado conociera todas
las fuerzas que animan la naturaleza y las posiciones de los
seres que la componen; si este intelecto fuera lo
suficientemente vasto como para someter los datos a análisis,
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 53
podría condensar en una simple fórmula el movimiento de
los grandes cuerpos del universo y del átomo más ligero;
para tal intelecto nada podría ser incierto y el futuro así como
el pasado estarían frente sus ojos.”

Pierre Simon Laplace, Un ensayo filosófico sobre las


probabilidades

Claro, los mecanismos no desasen por completo alguna


inferencia de diseño intencional, solo que hacen superflua
cualquier explicación que se extiende a tales inferencias. Es
decir, si un agente inteligente utilizó un mecanismo, no
importaría que tan evidente hiciera la presencia del diseño si el
mecanismo ocupa el lugar del diseñador. Por esto, yo opino
que sería un error tratar de atribuir algún mecanismo a la teoría
del diseño inteligente. Como ya he dicho, un agente inteligente
no necesita de algún mecanismo como instrumento para
diseñar, solo requiere el extenso conocimiento de ingeniería y
los materiales con que trabajar.

La evidencia que respalda a la inferencia del diseño inteligente


es abrumadora. La especificación (criterio de Dembski) y la
complejidad irreducible (criterio de Behe) son formas de
arbitrariedad que son comunes en la naturaleza. Como ejemplo,
el ADN no tiene ningún enlace químico entre las bases a lo
largo del eje longitudinal en el centro de la hélice,
precisamente donde la información se almacena y se lee. Este
tipo de arbitrariedad informática no depende de alguna
afinidad, ley, o contingencia. La información codificada en el
ADN tampoco se presenta como una regularidad como se ve en
cristales u otro tipo de estructuras simétricas. La información
es especificada porque produce una función no provocada por
las propiedades que contiene. Indiscutiblemente, esto implica
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 54
que la información biológica no es de origen aleatorio o por
necesidad, sino el producto de un agente inteligente.

Otro ejemplo es el del motor bi-direccional bacteriano cuyo


ensamblaje de partes proteicas (rotor, estator, cojinete, etc.) no
depende de una afinidad entre las partes mismas. El motor, es
literalmente arbitrario en su estructura funcional. Las
características del motor bacteriano incluyen:

1.) Auto ensamblaje y reparación

2.) Motor rotativo con refrigeración de agua

3.) Unidad de sistema con fuerza protónica

4.) Cambios hacia delante y hacia atrás

5.) Velocidad de 100.000 rpm

6.) Reversión de capacidad dentro de 1/4 de vuelta

7.) Sistema de transducción de señal de cable con memoria de


corto plazo.

En el siguiente capitulo tratare de presentar los varios


mecanismos que se dicen tener la capacidad de producir tal
complejidad.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 55

Capitulo 12
El DI y los Mecanismos II

En el capitulo anterior definí un mecanismo como “una


técnica, proceso o sistema que logra algún resultado.” En
otros términos, un mecanismo es el medio por el cual se
produce un efecto o un propósito se lleva a cabo. Noten bien en
la definición que los adjetivos implican que un mecanismo,
como una máquina (de donde proviene la palabra), no
necesariamente requiere intervención externa durante su
funcionamiento. Además, como una máquina, un mecanismo
procede como una regularidad en sus procesos ya
determinados. Ahora, al proponer que un mecanismo “logra un
resultado” no intento argumentar sobre alguna causa primaria,
sino mi interés es solo de confrontar la pregunta sobre los
mecanismos y la “apariencia” de diseño que supone explicar.

Consecuentemente, cuando se habla de un mecanismo, uno no


se refiere a un elemento o componente individuo, sino a un
conjunto o ensamblaje de componentes que funcionan para
producir algún efecto. Así, un mecanismo no es ni materia, ni
las leyes fisicoquímicas que contiene, sino el conjunto de
ambas cuya interacción produce algún resultado. Por ejemplo,
una mutación es el efecto de cambio en el gen que resulta de
otros factores (radiación, químicos, errores de replicación,
etc.). Según la teoría sintética, las mutaciones aleatorias que
producen un cambio beneficioso se seleccionan “naturalmente”
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 56
para la adaptación y supervivencia de las especies. Este
proceso se dice ser el “mecanismo” de la evolución. Así,
cambio sobre cambio de una manera jerárquica y gradual
originan, supuestamente, nuevas formas corporales.

En el último capítulo también escribí un poco sobre el


razonamiento filosófico-científico que guía nuestras
conclusiones sobre los fenómenos que observamos en la
naturaleza. Aquí, pretendo explicar por qué los mecanismos
(procesos naturales) fallan como la inferencia a la mejor
explicación y también porque la inferencia del diseño
inteligente (DI) tiene el mayor poder explicativo en relación al
diseño de estructuras funcionales e incluso a las nuevas formas
corporales.

Según la ciencia del día, para entender a la maquinaria


biológica se requiere saber bastante sobre ingeniería. Esta
manera de pensar se ha alentado por los estudios más recientes
sobre las estructuras y modularidad de componentes exhibidos
dentro de las células.

“Toda la célula puede verse como una fábrica que contiene


una elaborada red de un enclavamiento de líneas de
montaje, cada uno de los cuales se compone de un conjunto
de grandes máquinas proteicas. … ¿Por qué llamamos el
ensamblaje de proteínas grandes que subyacen la función de
la célula máquinas proteicas? Precisamente porque, como
máquinas inventadas por los seres humanos para tratar de
manera eficaz con el mundo macroscópico, estos
ensamblados de proteínas contienen piezas móviles
altamente coordinadas. ”
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 57
Bruce Alberts, "The Cell as a Collection of Protein
Machines: Preparing the Next Generation of Molecular
Biologists," Cell, 92(February 8, 1998): 291

Para todo esto, un mecanismo requiere tener la habilidad de


producir la información necesaria para construir dichas
maravillas de ingeniería biológica. ¿Será la evolución capaz de
tal proceso? Veamos.

Lo primero que hay que reconocer es que un mecanismo


irregular hiciera imposible realizar predicciones científicas, y
además, hiciera imposible reconstruir escenarios o distinguir
causas primarias de aquellas provocadas por los mismos
procesos aleatorios. En el razonamiento deductivo, cuando
buscamos algún proceso para explicar algún fenómeno natural,
lo primero que hacemos es de proponer una teoría, después
formamos una hipótesis que podremos probar, hacemos
observaciones que confirman nuestra teoría, y finalmente
confirmamos nuestra teoría con los datos. Nunca laboramos
para reconciliar algún proceso aleatorio o alguna ley con el
diseño de algún artefacto diseñado por humanos. De la misma
manera, un científico siempre va a buscar alguna ley
fisicoquímica o afinidad entre los componentes de una
estructura que contiene cierto tipo de orden. El orden, la
regularidad, nos da cierta ventaja para hacer experimentos, y
eso se debe a que las leyes trabajan uniformemente a través de
una gama de interacciones fisicoquímicas. Los copos de nieve,
los fulerenos, cristales de cloruro sódico (sal), y las columnas
basálticas son ejemplos de la bella simetría que puede resultar
de un proceso natural. Los mecanismos son sencillos y también
predecibles. En contraste, la información biológica no tiene un
patrón marcado por el azar ni por la regularidad, sino está al
margen de la aleatoriedad (azar) y el orden (leyes), y además
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 58
logra alguna función. ¿Pero, qué es la información biológica
exactamente?

Para aclarar más bien mi posición sobre la información


biológica, sería bueno hacer un punto sobre el tipo de
información que me refiero cuando escribo sobre la misma. El
punto obvio fuera de proponer que la información cualitativa se
distingue de la información cuantitativa en su contenido. Así,
la Información Shannon (entropía) siempre es una medida de la
disminución de la incertidumbre en un receptor (o máquina
molecular) y es un ejemplo de información cuantitativa.
Aunque este tipo de información puede ser útil para distintos
estudios genéticos (como identificar y predecir centros de
unión) no puede iluminar nada sobre la codificación de la
información semántica que existe en toda la vida. Ahora, la
información semántica tiene dos subconjuntos: el descriptivo y
el prescriptivo. La información prescriptiva (PI) indica a o
produce directamente la función formal. En cambio, la
información descriptiva solo ilumina algún efecto, pero no lo
produce. Por lo tanto, la descripción debe ser dicotomizada de
la prescripción. Esto es importante cuando el tema de la
información biológica se somete a una definición materialista
que implica que la información es lo mismo que la materia
misma. La información biológica no puede ser descriptiva
porque es unidireccional, es decir, el flujo de la información
semiótica corre del “software” al “hardware” y “prescribe” la
función predeterminada en el código. Esto indica que el código
se ubica en la materia, pero no es la materia. Pero la
ineficiencia físico-dinámica de la naturaleza para producir
hasta la información semántica descriptiva se ha demostrado
incesantemente desde el origen de la alquimia y la química
moderna. Simplemente no hay ningún ejemplo en el cual se ha
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 59
demostrado que las leyes, el azar, o el conjunto de ambos
puedan producir información de este tipo. Por estas razones, mi
posición sobre la información biológica es que es prescriptiva y
por extensión, el producto del diseño inteligente.

Ahora, quizá esto baste para confirmar la sospecha que la


materia inanimada no tiene la habilidad o propiedades
emergentes (en términos reduccionistas) que se le atribuye para
crear ni siquiera una hebra de química informática y
autoreplicante, mucho menos la vida. Pero, ¿Qué tal la
evolución? La vida ya contiene procesos, maquinaria para
reproducir cambios bioquímicos y jerárquicamente desarrollar
innovaciones biológicas. ¿Qué no pueden las variaciones
menores construir innovaciones mayores? Mi respuesta es que
no.

Incuestionablemente, el problema principal de la síntesis


moderna tiene que ver con las distancias morfológicas que se
exhiben entre las variedades de especies que existen o han
existido en la historia de la vida. El problema se hace todavía
más claro en las etapas sedimentarias del registro fósil del
periodo cámbrico, donde la emergencia de nuevas formas
organismales se manifiestan como un evento repentino y sin
gradaciones o series de transiciones anatómicas en las especies
fosilizadas. La evidencia de los estratos primordiales demuestra
un patrón universal y sin antecedentes que ocuparían el vació
transicional de un organismo a otro. Desde Chengjiang (China)
a Groenlandia y de Canadá a Suecia, el registro demuestra que
la aparición de nuevas formas es real y no por que el registro es
fragmentario como se ha argumentado. Esto implica que la
abrupta aparición de nuevas formas anatómicas requiere una
nueva programación de los sistemas de adaptación, cuyo
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 60
ensamblaje requiere también una gama de nuevas maquinas
moleculares y instrucciones para llevar acabo todos los
procesos en cascada que sostienen a los organismos. Si la
evolución se va a tomar en serio, tiene que explicar tales
anomalías sin recurso a extrapolaciones gratuitas de límite
particular, y demostrar que el mecanismo evolutivo tiene el
poder de diseñar repentinamente y sin recurso al proceso
gradualista que mantiene el evolucionismo de la síntesis
moderna.

Cuando los neodarwinistas insisten en el gradualismo y tratan


de explicar algún mecanismo que según los mismos incrementa
la información biológica, siempre dependen de mecanismos
que solo incrementan un tipo de información, la información
cuantitativa. Pero para incrementar la información prescriptiva
se requiere que un sistema adquiera nuevas funciones. Más
claro, es posible incrementar la información cuantitativamente,
pero ningún proceso se ha demostrado capaz de introducir
nuevas funciones que logren la evolución sucesiva como el
neodarwinismo declara. El criterio macroevolutivo requiere
que un sistema 1) obtenga más información prescriptiva, 2) que
nuevas funciones se originen sin el sacrificio de otra, 3) y
finalmente que la nueva función sea divergente a la original.

Como una computadora moderna, la única manera de adquirir


una nueva función es de saturar al sistema con nuevo código
que contiene la información necesaria para dicho
funcionamiento. No es suficiente hacerle cambios al código
existente porque eso es sacrificar otra función. En relación a
cualquier sistema que depende de la información, el objetivo es
de crear información de novo, y esto no se ha demostrado que
es posible a través de leyes deterministas. Las propuestas de la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 61
transferencia de genes horizontal, la duplicación cromosómica
y la supuesta creación de nuevos genes del ADN no codificante
fueran, teóricamente, la solución biológica para adquirir
nueva información prescriptiva, pero, como verán en el
siguiente capitulo, estos procesos no lo han logrado.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 62
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 63

Capitulo 13
El DI y los Mecanismos III

Los procesos candidatos que se han ofrecido para


explicar el fenómeno de la incrementación de la enorme
cantidad de información biológica que se manifiesta en la
progresión organismal en la historia de la vida se conocen
como la transferencia de genes horizontal, la duplicación
cromosómica y la supuesta creación de nuevos genes del ADN
no codificante. Aunque estos no son los únicos procesos
candidatos considerados como la “máquina” de la evolución, si
son los más citados en los recientes años. En este capitulo se
expone porque estos procesos, aunque los más probables
candidatos para explicar dicho fenómeno, no son suficiente
para explicar la aparición abrupta de nuevas formas biológicas
en el registro fósil. Para el científico, la pregunta sobre la
evolución debe ser tanto cuantitativa como cualitativa. Es
decir, se debe preguntar cuanta evolución bioquímica ocurre y
como se afecta la progresión de complejidad organismal. Por
ejemplo, ¿Puede la evolución explicar fenómenos que superan
el marco de la variación microevolutiva? ¿Puede la síntesis
moderna (mutaciones aleatorias en conjunto a la selección
natural) explicar nueva información biológica funcional? Estos
interrogantes son de suma importancia porque todo el cambio y
origen de nuevas formas morfológicas que se le atribuye a la
evolución darwiniana depende de la incrementación de la
información biológica. La evolución se supone seguir el paso
siguiente:
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 64

En mi explicación de la información biológica en los capitulos


anteriores, mi enfoque no fue dar una medida de la
complejidad de alguna secuencia de símbolos—o para nuestro
propósito—ácidos nucleicos, sino de distinguir entre diferentes
tipos de información y lo que significa la presencia de la
información prescriptiva en el genoma de los seres vivos.
Concretamente reconocemos que hay teoremas que miden la
complejidad de alguna secuencia de símbolos. Sin embargo, no
fue hasta que se realizo el trabajo del matemático William
Dembski que un teorema para distinguir la información
cualitativa (semántica/funcional=especificación) se había
desarrollado. En relación a la biología, la razón de este hueco
epistemológico quizá fue porque no había manera de descifrar
el significado semántico de alguna secuencia genética hasta
que alguna regla se haya cumplido y algún efecto se haya
llevado a cabo. Francis Crick no presento su “Hipótesis de
Secuencia” hasta 1958 y solo fue confirmada hasta 1964;
después conocida como el principio de colinealidad. Ahora,
solo cinco años después de determinar la última secuencia de
pares de bases del cromosoma 1 humano, todavía encontramos
mas funcionamiento hasta en lugares donde no se esperaba
(i.e., ADN basura).

Efectivamente, el alfabeto tiene reglas sintácticas que producen


un efecto de armonización lingüística que en cambio
“informan” algún mensaje. Precisamente como el lenguaje, la
vida también tiene reglas semióticas que no se miden hasta
cumplir el aspecto pragmático de su secuencia, lo que
llamamos el código genético. Ni la información potencial de
Shannon o la información absoluta de Kolmogorov cumplen
para descifrar tal acontecimiento. La información Shannon solo
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 65
reduce la incertidumbre entre ruido (aleatoriedad) y la
información Kolmogorov describe la información entre la
aleatoriedad (no una secuencia repetitiva) que depende en la
cantidad de recursos computacionales. Según el criterio de
Dembski, la especificación distingue entre efectos naturales y
aquellos formados deliberadamente por un agente inteligente al
eliminar el azar estadísticamente y señalando un patrón
irreproducible por el mismo. Además, la secuencia produce un
resultado no inherente en cualquier secuencia aleatoria (esto es
la prescripción), sino en la acción deliberada. En otras palabras
el resultado/funcionamiento depende de la secuencia y la
secuencia de un agente inteligente. Tal como en cualquier
sistema de comunicación, los aminoácidos que producen
cadenas/secuencias específicas de polipéptidos que se forman
en proteínas contienen un tipo de información, es decir, la
información prescriptiva. En resumen, la información
cualitativa/prescriptiva tiene tres características esenciales:

Sintaxis – las reglas de organización/secuencia


(nucleótidos opuestos y complementarios)

Semántica – lo que los símbolos denotan (el código


genético)

Pragmática – intención de efecto/significado (función


biológica)

Ahora, es importante notar que la especificación no impide que


algún mensaje no pueda adquirir ruido (en este caso
mutaciones) entre su secuencia prescriptiva, si no que el ruido
resaltaría como un defecto de la secuencia original funcional.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 66
El resultado se halla obvio cuando se trata de un sistema que
depende del “software” que mantiene el funcionamiento del
“hardware,” tal como en una computadora. ¿Pero, qué se puede
decir de la información biológica en este respecto? En el caso
de la información biológica, el resultado es igual. Por ejemplo,
secuencias repetidas (elementos dispersos o tándem), casi
siempre resultan en enfermedades. En otros casos, la secuencia
se mantiene completamente neutral, o sin algún
funcionamiento. Aun, lo más problemático no son las
secuencias que contienen información codificante cuando se
trata de explicar la evolución de sistemas sencillos a sistemas
complejos, sino el nivel jerárquico de información requerido
para construir y organizar células, órganos, y nuevas formas
corporales.

Como ya había comentado en mi último artículo, el incremento


de la información cuantitativa es muy común y no tiene nada
sorprendente encontrar organismos menos complejos con más
material genético. La pregunta no es tanto sobre encontrar más
material genético, se trata más bien de demonstrar como el
“nuevo” material genético produce información cualitativa que
explica cada nivel de complejidad jerárquicamente. Sigamos
ahora con los tres procesos candidatos.

Transferencia de genes horizontal (TGH)

Está muy bien documentado que la transferencia de material


genético entre procariotas ayuda en la adaptación a nuevos
ambientes ecológicos, y en unos casos después de un evento de
TGH los organismos hospederos también adquieren alguna
resistencia a antibióticos. Aunque este tipo de selección es
heredable entre estas especies, no contribuye al gran esquema
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 67
evolutivo que se nos presenta para explicar el origen de nuevas
formas morfológicas y tampoco se puede decir que aumenta la
información biológica en el sentido de introducir nueva
información en la biosfera. Lo más que se puede decir es que la
TGH solo reutiliza información genética existente. Incluso, la
mayoría de los genes transferidos (y cambios en general)
resultan en una evolución neutral donde se encuentra solo una
inmensa variación genética sin producir una variación
fenotípica, es decir, de rasgos físicos o conductuales. La TGH
implica todavía más la realización de que el árbol filogenético
se desarraiga cuando la variación genética se desprende de una
cuenta de progresión evolutiva lineal y gradual. Es decir, las
secuencias que no concuerdan con el patrón requerido para
crear relaciones filogenéticas trozan las ramas de ascendencia
común. Esto ha creado el ímpetu de interpretar tales eventos de
TGH como telarañas que unen las ramas del árbol para no
perder el patrón representante del modelo Darwiniano:

“En el enfoque filogenético, cada instancia de


discordancia topológica entre un árbol genético y un
árbol de referencia veraz es tomado como una
instancia prima facie de TGH. La discordancia puede
encontrarse a lo largo de toda la gama de
profundidades nodales dentro de estos árboles, de
recientes (géneros, especies) a antiguos,
presumiblemente reflejando un comercio de material
genético que ha sido constante desde tiempos pre-
genómicos (Woese 2000). Visto de esta manera, cada
genoma tiene TGH en su ascendencia.”

Mark A. Ragan y Robert G. Beiko, Tranferencia


Genetica Lateral: Teams Abiertos, Transacciones
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 68
Filosóficas de la Sociedad Real B, Vol. 364:2241-51
(2009).

Esto también implica que cuando no hay manera de confirmar


un evento de TGH, se infiere para solucionar discordancias
entre datos de supuestas relaciones de ascendencia común,
haciendo solo relaciones imaginarias no sujetas a la
falsificación.

Aun más, una de las preguntas que surge sobre esta propuesta
es de cómo la TGH afecta la línea germinal en organismos
complejos para que los cambios adaptativos que supuestamente
adquieren los organismos hospederos sean heredados por la
siguiente generación al promover el cambio necesario para
explicar la diversidad biológica. Hasta este punto no habido
una respuesta convincente.

Duplicación cromosómica

La duplicación cromosómica ocurre cuando un gen (partes de


un gen, varios genes, parte de un cromosoma, o cromosomas
enteras) se dúplica durante la replicación del ADN. Si se
duplica un gen esencial en una línea germinal, la duplicación
pudiera resultar neutral o adquirir mutaciones que puede,
teóricamente, contribuir como fuente de nuevo material
genético. Casos de duplicación cromosómica han sido
documentados y son especialmente comunes entre plantas. La
teoría, según el genetista Susumo Ohno, es que la duplicación
asumiera un papel divergente y pudiera producir un efecto
ventajoso para el organismo. Este tipo de cambio, se
argumenta, contribuye a la evolución macroevolutiva y es
también un ejemplo de cómo se incrementa la información
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 69
biológica en las especies. El filosofo de ciencia, Niall Shanks,
nos asegura que la “duplicación es la forma en que los
organismos adquieren nuevos genes. No aparecen por arte de
magia; aparecen como resultado de la duplicación.” Aunque
este fenómeno si es común, veremos ahora si es cierto que
produce nueva información biológica y por extensión una
nueva función adaptativa.

Recuerden que la definición de información a la que me refiero


no es cuantitativa, sino cualitativa. Esto implica que el tipo de
información adquirida requiere también una divergencia
funcional sin interrumpir la función del gen de donde originó la
duplicación.

Un ejemplo frecuentemente citado es que la hemoglobina es un


antiguo parálogo de la mioglobina. Es decir, la mioglobina y
hemoglobina se dicen estar ligadas por una duplicación génica
(más claro, la hemoglobina se supone haber derivado de un
duplicado de la mioglobina). Sin embargo, su función básica
(es decir, el transporte de oxígeno) sigue siendo el mismo,
principalmente debido a limitaciones reglamentarias. Aparte de
que este evento de duplicación nunca fue observado, falla
como ejemplo de divergencia funcional. No contribuya nada a
la divergencia funcional y así no se puede decir que aumenta la
información cualitativamente.

Otro ejemplo común es el de las enzimas producidas a través


de la duplicación de genes que son capaces de desbaratar la
RNA dietética con mayores niveles de acidez en nuestro
intestino. Estas también adquirieron la misma función que las
enzimas originales. Las enzimas se pueden clasificar según el
tipo de reacción química catalizada. Por ejemplo, la adición o
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 70
eliminación de agua, la transferencia de electrones, la
transferencia de un radical, o cambiar la geometría o la
estructura de una molécula. La literatura nunca toma en cuenta
la divergencia requerida para llegar a tales funcionamientos,
solo se asumen de los ejemplos más conservativos. Lo que
demuestra esto es que la selección de tales cambios es
excelente para explicar la purificación y preservación de las
especies, no la emergencia de nuevos funcionamientos. En
estos cambios de límite particular, la duplicación no cambia
función sino adopta una variación del mismo funcionamiento
para que el organismo perdure en su nuevo ambiente.

Nuevos genes del ADN no codificante

Uno de los argumentos más recientes en la literatura tiene que


ver con la creación de nuevos genes del ADN no codifícate.
Según esta teoría, el ADN basura adquiere mutaciones que
producen un código funcional para crear nuevas proteínas. En
este escenario, se comparan las secuencias genéticas entre
diferentes especies y se asume una relación ancestral que se
deriva de las diferencias ente las secuencias comparadas. El
problema con este método es que no se puede confirmar si el
nuevo código que supuestamente provino de uno no codificante
tuvo alguna función anteriormente y simplemente volvió a su
función original. Los estudios genómicos demuestran que
ninguna de estas secuencias tiene homólogos codificantes pero
son consistentes con el modelo que se propone si primero se
apropia una relación ancestral. Uno de los estudios más citados
(David G. Knowles y Aoife McLysaght) explica:

“...El origen de nuevos genes de ADN no codificante


es extremadamente raro, y se conocen muy pocos
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 71
ejemplos en eucariotas. Presentamos evidencia del
origen de novo de al menos tres genes humanos de
codificación de proteínas desde la divergencia con el
chimpancé. Cada uno de estos genes no tiene
homólogos de codificación de proteínas en cualquier
otro genoma, pero es compatible con las pruebas de
expresión y sobre todo, de datos proteómicos. La
ausencia de estos genes en el chimpancé y el Macaco
no puede explicarse por lagunas de secuenciación o
error de anotación. Datos de secuencia de alta calidad
indican que estos loci son ADN no codificante en otros
primates. Además, el chimpancé, gorila, gibbon y
macaco comparten la misma diferencia de secuencia
incapacitante, apoyando la inferencia que la secuencia
ancestral fue no codificante y no la posibilidad
alternativa de inactivación de gen paralelo en varios
linajes de primates. Los genes no se caracterizaron
bien, pero curiosamente, uno de ellos fue identificado
como un gen regulado hasta en la leucemia linfocítica
crónica. Esta es la primera evidencia de totalmente
nuevos genes específicamente-humanos de codificación
de proteínas procedentes de secuencias ancestralmente
no codificantes. Estimamos que puede haberse
originado 0,075% de genes humanos a través de este
mecanismo, trasladando una expectativa total de 18
casos de un genoma de 24.000 genes de codificación de
proteínas.” (Énfasis mío)

Como declara este resumen, las conclusiones provienen solo


después de establecer una relación ancestral—y mas—los
estudios no demuestran una evolución favorable al organismo,
al contrarío, los nuevos genes demuestran ser letales para el
mismo. Como ven, aquí se han expuesto los tres mecanismos
candidatos que se han ofrecido para explicar la incrementación
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 72
de la información biológica. Los mecanismos propuestos,
aislados o en conjunto, nunca se han comprobado demostrar
algún cambio vertical sobre la historia de la vida.

Ahora, si los datos empíricos nos dicen que la información


prescriptiva solo proviene de alguna agencia inteligente y los
mecanismos no han logrado producir la misma, diga usted
lector…¿cuál es la mejor explicación de tal fenómeno?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 73

Capitulo 14
Analogías Disteleológicas

En la literatura científica es muy común encontrar


analogías entre diseños humanos y aquellos que se encuentran
en la naturaleza; aquí me refiero a sistemas biológicos y
nuestros avances tecnológicos. En este capitulo pretendo
brevemente criticar una proposición aportada en el año 2010
por David J D’Onofrio y Gary An, titulada: Un enfoque
comparativo para la investigación del procesamiento de
información biológica: Un examen de la estructura y función
de unidades de disco duro de una computadora y el ADN.

Es claro que las analogías nos ayudan a comprender mejor al


mundo al relacionar cosas comunes para nosotros y aquellas
que se nos revelan solo después de nuestras comparaciones.
¿Pero que implican tales analogías si se interpretan sin una
cosmovisión disteleológica? ¿O quizá, sin la pretensión de que
sabemos algo sobre los procesos que engendraron los sistemas
complejos de la vida? Efectivamente, los científicos nunca
empiezan su labor tratando de investigar el funcionamiento de
sistemas biológicos recurriendo a mecanismos fortuitos, sino
empiezan con principios de ingeniería y derivan sus
conclusiones sobre el funcionamiento solo al recurrir a
patrones lógicos que fácilmente superan la misma ingeniería
humana. Además, la complejidad de estos sistemas biológicos
existió mucho antes que la invención humana por miles de
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 74
millones de años. ¿Entonces por qué negar lo obvio? Hasta este
punto, no hay mecanismo que explique tales anomalías y la
única experiencia que tenemos con sistemas de dicha
complejidad provienen de agentes inteligentes.
Innegablemente, las analogías sirven para el progreso de la
ciencia y el entendimiento sobre los sistemas complejos
biológicos (ya había comentado que el diseño biomimético
utiliza analogías biológicas como fuente de inspiración). Pero
estos sistemas biológicos no solo procesan información como
una computadora, los sistemas biológicos son un sistema de
computación aun más avanzado que nuestras tecnologías y
almacenan mucha más información:

Aquellos aspectos de la secuencia de ADN que


codifican la estructura y funcionamiento de la
maquinaria molecular de la replicación del ADN, la
transcripción del ARN y asamblea de proteínas a través
de la traducción, puede considerarse análoga a las
instrucciones de software de una computadora en
relación a su sistema básico de entrada/salida (BIOS) y
sistema operativo. El campo de la semiótica molecular
sugiere que existe un lenguaje celular para el conjunto
de instrucciones para estos procesos celulares y que
este lenguaje es manifiesto en la secuencia del ADN. La
información de ADN consiste de un código genético
cuádruple de bits Quad (Qbits) de los nucleótidos de
adenina (A), la citosina (C), la timina (T) y la guanina
(G) que representa un sistema base de 4.”

David J D’Onofrio, Gary An, Un enfoque comparativo


para la investigación del procesamiento de información
biológica: Un examen de la estructura y función de
unidades de disco duro de una computadora y el ADN.
2010.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 75
Nuestras comparaciones indican algo muy interesante que se
hace inmediatamente evidente en lo que sigue:

Cuando dos sistemas (A y B) se comparan entre sí, se


dicen ser funcionalmente equivalente si hay alguna
función mínima intrínseca al sistema A, que también
puede identificarse en el sistema B. Si puede
demostrarse esta funcionalidad en ambos sistemas, a
continuación, los sistemas son funcionalmente
equivalentes incluso aunque sean físicamente
diferentes.” (ibid.)

En el ejemplo inicial, resulta que el funcionamiento del sistema


A (que depende de la información requerida para desarrollarlo)
no es solo análogo al sistema B funcionalmente, sino
computacionalmente también porque en ambos sistemas se
requeriría que se cumpla una relación linear de planos a su
estructura funcional. ¿Por qué hemos de asumir que tales
planos solo son necesarios en el sistema A y no en el sistema
B? ¿Acaso no se puede confirmar un patrón análogo como
producto de algún agente inteligente de la misma manera?
¿Qué nos permite afirmar conjeturas a lo contrario?

Para los Darwinistas, la solución para resolver tales anomalías


“teleonómicas” fuera de encontrar una ley que pueda crear la
información prescriptiva que es “análoga” a los sistemas de
computación creadas por seres humanos:

La proporción final de toda estructura teleonómica y


funcionamiento de los seres vivos así está entre las
secuencias de los residuos que componen las fibras
polipéptidas...En un sentido, un sentido muy real, es en
este nivel de organización química que se encuentra el
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 76
secreto de la vida, si de hecho hay tal secreto. Y si uno
pudiera no sólo describir estas secuencias sino
pronunciar la ley por el cual se montan, uno podría
declarar que penetraron el secreto, la proporción final
descubierta". (Énfasis mío)

Jacques Monod, El Azar y la Necesidad. 1972.

Pero la distinción entre sistemas análogos, nos aseguran, es


obvia porque:

Una de las discrepancias más inmediatamente


evidentes en cualquier comparación entre un equipo
digital y una célula biológica es el hecho de que las
computadoras digitales son sistemas de ingeniería y
las células son sistemas evolucionados. Hay una
imposición implícita de estructura y diseño en una
computadora digital, y aunque que siempre va a haber
una tendencia hacia la eficiencia en el diseño de
equipos, el paradigma evolutivo coloca restricciones de
componente centro y frente.” (Énfasis mío)

David J D’Onofrio, Gary An, Un enfoque comparativo


para la investigación del procesamiento de información
biológica: Un examen de la estructura y función de
unidades de disco duro de una computadora y el ADN.
2010

Pero noten también que las distinciones:

“…surgen en gran medida porque las especificaciones


del disco duro de una computadora se imponen de una
fuente externa y está construido con recursos externos
y maquinaria, mientras que el disco duro del ADN debe
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 77
contener y poner los medios para su propia
construcción y mantenimiento.” (ibid.) (Énfasis mío)

¿Cómo es esto? ¿Acaso ya encontramos el mecanismo o ley


que incrementa la información biológica? ¿El gran “secreto de
la vida”? Aun cuando los autores afirman que “…el complejo
centralizado de procesamiento de la información de una
célula, compuesta por el ADN y la maquinaria molecular
asociada, puede considerarse análoga a la unidad de un disco
duro de una computadora digital y su sistema operativo,” y
además que “…la célula representa un nivel de complejidad
con órdenes de magnitud mayores que el más sofisticado
sistema informático,” siempre se “debe ejercerse precaución al
realizar estas analogías.” (ibid.) ¿Por qué? Porque,

La equivalencia funcional de estos componentes


proporciona una visión de ambos el proceso de diseño
de sistemas de ingeniería y las soluciones
evolucionadas que dirigen los requisitos de un sistema
similar.” (ibid.) (Énfasis mío)

Es decir, la evolución es un mecanismo que diseña sin planos.


La evolución es, en las palabras de Richard Dawkins, “el
relojero ciego.” Olviden el hecho que no hay algún proceso
que se haya comprobado incrementar la información
biológica. La evolución encuentra todas las salidas de nuestros
problemas de ingeniería. Claro, tuvo miles de millones de años
para lograrlo.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 78
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 79
Capitulo 15

El Diseño Inteligente Como Teoría del Todo

Es indiscutible que al fondo de todo fenómeno existe la


información. No solo es, como muchos suponen, una idea que
se utiliza para respaldar alguna cosmovisión teleológica que
carece de utilidad en la ciencia. Es mas, la ciencia depende de
la información incrustada en todo fenómeno para hacer sus
descubrimientos e incluso, sus predicciones. Del mismo modo,
la información, en su sentido semántico funcional, nos impulsa
a preguntar si tal fue el producto de fuerzas puramente físicas,
o si hay algo mas. Wheeler, que dentro de unos cincuenta años
fue uno de los teóricos de la física mas destacados nos dice:

“No es irrazonable imaginar que la información se


sitúa en el núcleo de la física, tal como se encuentra en
el núcleo de una computadora. Puede ser que la
información no solo sea lo que aprendemos sobre el
mundo. Puede ser lo que hace al mundo.”

Wheeler, John A., and Kenneth Ford. 1998. Geons,


Black Holes & Quantum Foam. New York: W. W.
Norton.

Esta idea de información cósmica no solo es una metáfora,


también nos recuerda el físico, Seth Lloyd, como las
propiedades del cosmos fueron delineadas empíricamente:
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 80
“De hecho, la demostración científica que todos los
átomos y las partículas elementales registran trozos de
información, y que cada vez que dos partículas chocan
aquellos trozos son transformados y procesados, fue
dada al fin del siglo diecinueve, mucho antes de que las
computadoras ocupaban las mentes de la gente.”

Seth Lloyd. 2011. El Universo Computacional, (La


Información y la Naturaleza de la Realidad: De la Física
a la Metafísica), Cambridge University Press.

Aun mas asombroso es que el universo parece seguir un patrón


arbitrario hacia la vida. El universo consiste de leyes que están
dotadas con un ajuste fino, “justo a punto” para producir
agentes inteligentes quienes lo pueden observar. Este
“principio antrópico” también ilumina para nosotros el
requisito de la información que produce un ‘it’ de cada ‘bit.’
John Wheeler lo describe de esta manera:

“It (‘algo’) de un bit. Dicho de otra manara, cada \'it\':


cada partícula, cada campo de fuerza, incluso el
continuo espacio-tiempo propio — deriva de su función,
su significado, su existencia enteramente — aunque en
algunos contextos indirectamente — de las respuestas a
las preguntas de sí o no, las opciones binarias,
suscitado por el aparato de bits. El ‘it de un bit\'
simboliza la idea de que cada elemento del mundo físico
tiene a fondo — un fondo muy profundo, en la mayoría
de los casos, un origen e explicación inmaterial; lo que
llamamos realidad surge en el último análisis de posar
preguntas si–no y el registro de las respuestas evocadas
por equipos; en definitiva, que todas las cosas físicas
son teóricas de información en origen y que se trata de
un universo participativo.”
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 81
John Archibald Wheeler, 1990: 5 citado en Carl
Friedrich von Weizsäcker, 1980. The Unity of Nature
(La Unidad de la Naturaleza) . New York: Farrar Straus
& Giroux.

No es necesario citar a todos los científicos quienes reconocen


el fenómeno de la información cósmica, y obviamente este
capitulo solo intenta dar una breve introducción al tema. Quizá
el enfoque mas importante sería preguntar de donde proviene la
información misma que nos hace y nos rodea. En el universo
participativo de Wheeler se asume que la realidad proviene del
mismo observante. Esto implica que habitamos un universo en
cual su realidad existe por nuestras propias observaciones.
“Genesis por observancia” como Wheeler le designó, supone
crear tanto la realidad presente tanto como la del pasado a
través de “bucles de realimentación,” o una realidad creada por
la relación reciproca que existe entre la realidad misma y su
observador. Wheeler demostró a través de experimentos en
cuales un fotón se demuestra tomar dos trayectorias distintas
simultáneamente, y en cuales la observación del
experimentador afecta el resultado; implicando que nuestras
observaciones si afectan nuestra realidad.

Aunque es muy interesante, este esquema circular nos deja con


mas preguntas que respuestas. ¿Que se puede decir del origen
del universo y de su observador? Claramente uno no surgió del
otro. ¿Acaso hay otra realidad que nos tuvo en mente?

No es difícil encontrar el error de Wheeler, ya que la física


depende del tiempo, y el tiempo (o su medida) depende de la
física. Es decir, cada unidad de la física observable requiere
una unidad de tiempo, y vise versa. Así, la relación entre el
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 82
tiempo y la física solo se puede manifestar como resultado de
alguna propiedad, condición, o agente externo. Es decir, uno no
proviene del otro, solo que su relación es inseparable.
Evidentemente, la existencia de ambos la física y el tiempo no
proceden de un nexo de causa y efecto en algún vacío. ¡Debe
de haber algo mas!

El DI intenta dilucidar las limitaciones de la naturaleza e


identificar de forma fiable señales de agencia inteligente. Así,
el DI se identifica como otro campo de la informática. Es decir,
la inferencia del diseño es lo mismo que identificar o distinguir
la información prescriptiva o información compleja
especificada, de aquella que deriva de algún proceso natural.
Claro, la introducción de “inteligencia” sobre la naturaleza en
el discurso científico es impermisible entre el dogma
reduccionista, pero para aquellos que siguen la evidencia a
donde los lleve, es fácil reconocer que al distinguir al diseño
(patrones generales) del designio (patrones teleológicos), la
teoría del diseño inteligente solo depende de un fenómeno
ubicuo, es decir, el fenómeno de la información, no de enanitos
verdes o algún ente fuera de nuestro alcance. No es necesario
postular algo místico o ajeno a la experiencia humana. Aun, la
información y la inteligencia, aunque no sinónimas, si son
relacionadas. Se puede decir que fundamentalmente el núcleo
del DI es otra teoría de la información. Información
prescriptiva/funcional para ser mas preciso.

Pero la ciencia es mucho mas aprensiva y al hablar de la


información se demanda que se presente una definición clara e
independiente de presupuestas metafísicas. Esto me parece
razonable. ¿Pero entonces que es la información prescriptiva si
no esta confinada a los medios físicos en cuales se almacena?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 83
Consecuentemente, el reduccionista tiene que adoptar un
determinismo institucionalizado de todo fenómeno, y aun mas,
sin la posibilidad de que existan bifurcaciones o alguna
imprevisibilidad de causas (p. ej. como sucede en la física
cuántica). Algo que por cierto hace imposible la investigación
científica.

Las ideas de Dembski tanto como el trabajo de Hazen y


Szostak (Functional information and the emergence of
biocomplexity) nos da nuevas formas de pensar sobre los tipos
de información que existe, pero aun en la ausencia de una
definición clara para el escéptico, nuestra propia intuición y
experiencia con la información prescriptiva nos dice que hay
una distinción entre sus varias formas, y que es tal distinción
que nos da la habilidad de estudiar al diseño inteligente. No
hay nada en la ciencia que nos impide de investigar distintas
formas de la información, ni tampoco de investigar donde se
ubica.

La teoría del DI es muy amplia y se puede decir que a fondo es


una teoría del todo. Mas bien dicho, de todo lo que exhibe
características apropiadamente atribuidas al diseño inteligente.
Claro, la teoría del todo es una teoría hipotética que, según los
que buscan realizarla, define todo fenómeno natural en un solo
teorema matemático en la física cuántica. Aun, las
descripciones matemáticas de fenómenos físicos solo extienden
el entendimiento del que, pero nunca del como o el porque.
Esto es porque los teoremas son descriptivos y no intentan
definir una serie de eventos que acumulan la complejidad
jerárquicamente hasta llegar a nuestras propias mentes
conscientes. Ahora, si el origen del universo y sus propiedades
afinadas consisten de información que no se puede
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 84
razonablemente atribuir a una serie de eventos que suceden a
través del azar y la necesidad, ¿puede ser el DI un modelo
candidato para explicar todo fenómeno?

Parece que entre mas crece nuestro entendimiento, vemos que


no es la física que explica a la consciencia, sino la consciencia
que explica a la física.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 85
APENDICE 1

Un trabajo de Mario A. López: “Design as a


Criterion of Demarcation”

Por Felipe Aizpún


Mario A. López es fundador y Presidente de la OIACDI y nos
presenta en un artículo reciente (escrito en inglés cuya
traducción al castellano presentamos a continuación) una
perspectiva de gran interés sobre la forma en que el Diseño
Inteligente puede jugar un papel relevante en la epistemología
contemporánea. El artículo forma parte de las ponencias
participantes en la conferencia (aquí hiperlink conferencia)
sobre biología de 2016 dedicada a explorar alternativas al
naturalismo metodológico y puede ser descargado por los
lectores que se interesen por el tema en este enlace
(aquíhiperlink).

El título del artículo es “Design as a Criterion of Demarcation”


(“El Diseño como Criterio de Demarcación”) y en su resumen
inicial López nos anuncia una toma de posición que bien
podemos calificar de osada, al menos en lo que representa de
desafío a la forma en que el método científico es considerado
en la actualidad como marco de aceptación para la
construcción del conocimiento de la realidad.

El autor nos propone dejar de lado, al menos en cuanto corsé


de obligado acatamiento, el naturalismo metodológico
imperante para abrir la puerta a intuiciones que considera
pueden enriquecer y ensanchar nuestra visión del mundo real y
del valor y significación que el mismo puede encerrar.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 86
Tiene razón López al recordarnos que definir adecuadamente el
trabajo de la ciencia, su significación y el alcance e
interpretación de los datos obtenidos y en definitiva, asumir
una correcta epistemología, no es en sí mismo una tarea
científica. Por eso, la propuesta de superar el naturalismo
metodológico y sus inevitables ligaduras con el naturalismo
ontológico no puede ser rechazada en nombre de la ciencia,
como los partidarios del cientificismo imperante por doquier
podrían pretender.

El problema de la demarcación de la actividad científica, nos


dice López, está inextricablemente ligado al problema
epistemológico de la forma de adquisición del conocimiento,
entendido este como el conjunto de convicciones (“justified
beliefs”) que asumimos acerca de la realidad. De esta forma, el
trabajo de López se concreta en dos propuestas fundamentales.
La primera es que el mundo físico presenta rasgos inequívocos
de diseño, es decir, de orden estructural como elemento
constitutivo y por tanto como fundamento de la realidad. La
segunda, que podemos captar el orden, en cuanto seres
racionales, de forma intuitiva o directa, sin necesidad de
mediar en ello un proceso inferencial. Es por eso, nos dice, que
desde los albores de la ciencia esta se ha centrado en
desarrollar formulaciones racionalmente estructuradas
(esencialmente matemáticas) de dicho orden.

Se hace necesaria aquí una precisión. El concepto de “diseño”


recibe, según el contexto, significados diferentes. Behe emplea
el concepto de diseño para referirse a una característica
constitutiva de los objetos materiales como es el caso del
flagelo bacteriano: una disposición orientada a fines
(funcionalidad) de un entramado de 40 proteínas diferentes.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 87
Dembski, en su teoría del filtro explicativo opone el concepto
de diseño a la idea de azar o necesidad; nos habla por tanto en
términos de causalidad. Pues bien, López deja claro que su
reivindicación del diseño como elemento de orden presente en
la Naturaleza se restringe estrictamente al concepto de
elemento constitutivo del mundo físico y que deja totalmente
abierto por tanto el problema de la causación. Quiere de esta
manera reivindicar el diseño como criterio de demarcación para
el quehacer científico, como intuición inspiradora para el
progreso de la ciencia, liberando así a esta de una constricción
atenazadora como es el naturalismo metodológico en su
expresión mecanicista y reduccionista habitual. Si el trabajo de
la ciencia consiste, nos dice López, en encontrar y describir
propiedades estructurales del mundo físico que nos ayuden a
predecir los efectos previsibles a partir de condiciones iniciales
determinadas, entonces el reconocimiento del diseño (orden,
estructuras, patrones, complejidad en los procesos funcionales
etc.) se convierte en un sine qua non para la ciencia.

Resulta interesante hacer alguna consideración sobre el encaje


de la propuesta de López en el seno de las teorías del Diseño
Inteligente. Las dos acepciones que veíamos antes podría
encerrar el concepto de diseño (la de Behe y la de Dembski) se
corresponden lógicamente con los dos pasos en los que se
conforma tradicionalmente el argumento teleológico o de
diseño. El primer paso es la afirmación de la existencia de
orden (diseño o finalidad) en la Naturaleza como un dato
objetivo e inherente a los objetos naturales. El segundo es la
inferencia de que toda forma de orden requiere una causa
inteligente en el origen. López se sitúa de manera explícita y
rotunda en la primera parte del argumento dejando abierta la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 88
consideración de la segunda parte, como inferencia
fundamentalmente filosófica.

Esta estrategia concuerda con la tendencia cada vez más amplia


entre muchos de nuestros intelectuales a reconsiderar las
explicaciones mecanicistas imperantes en el último siglo como
insuficientes o inadecuadas y a reconocer lo inevitable: la
existencia en los procesos de la vida (especialmente) de una
teleología y un diseño inherentes que se intentan encuadrar en
todo caso en una visión, si no materialista sí al menos
estrictamente naturalista, rechazando en todo caso la necesidad
de recurrir a una inteligencia personal como referencia última
de la realidad. No me extenderé al respecto, basta con recordar
los trabajos del biólogo de la Universidad de Chicago James
Shapiro en torno al estatus cognitivo y sintiente de las células y
los procesos de ingeniería genética natural o a las aportaciones
del filósofo Thomas Nagel y del científico Stephen Talbott.
Teleología, sí, pero entendida como un dato fundamental de la
realidad que no exige una explicación trascendente. Naturalizar
la teleología y el diseño, es sin duda una empresa problemática,
pero esta es una disputa de la que López decide mantenerse, al
menos de momento, totalmente al margen.

Creo que vale la pena mencionar que el trabajo de Mario A.


López conecta en todo caso de forma evidente con dos
importantes trabajos publicados este último año en el seno del
movimiento del Diseño Inteligente. Por una parte con el libro
de Michael Denton “Evolution: Still a Theory in Crisis”.
Denton recoge de la tradición estructuralista anglosajona la
idea de que las formas vivas responden a patrones o esquemas
ideales que se repiten fuera del alcance de los procesos
darwinistas de formación gradualista y fortuita de fenotipos por
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 89
adaptación al medio. Formas, por tanto, patrones y estructuras
funcionales que se nos hacen presentes de manera evidente e
intuitiva. Por otra parte, con el libro recientemente publicado
del profesor Douglas Axe “Undeniable: How Biology
Confirms our Intuition that Life is Designed”, que reinvindica
la intuición universal de diseño como manifestación de lo que
él denomina “common science”, algo así como la ciencia del
sentido común al alcance ce cualquier ciudadano de a pie.

En definitiva, un ejercicio muy interesante el que nos propone


Mario A. López de reivindicación de la existencia de rasgos en
la Naturaleza que ponen de relieve la existencia de una
significación (cualquiera que sean sus implicaciones) o valor
detectable en la Naturaleza y de la necesidad de asumir su
existencia en el ejercicio de la actividad científica.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 90
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 91
APÉNDICE I

El diseño como criterio de demarcación


Mario A. López
The Blyth Institute
Alternativas al Naturalismo Metodológico
28 de febrero de 2016
Resumen

El naturalismo metodológico, aunque inexplícito en la


negación del propósito, opera exclusivamente bajo los
principios del naturalismo ontológico1 y, por lo tanto, procede
sólo a través de lo empírico y naturalista. Una epistemología
más neutral es menos presuntiva y permitiría que la ciencia
florezca sin las restricciones de tal compromiso filosófico. La
tarea de divorciar la ciencia del naturalismo metodológico
requiere el abandono de la idea de que la estructura del
conocimiento o la creencia justificada no requiere fundamento
epistémico2 y que la justificación inferencial posee en las
ciencias un estatus epistémico excepcionalmente superior al
que se conoce de manera no inferencial. A mi modo de ver, el
persistente problema de la ciencia y, por tanto, el criterio de
demarcación que la sustenta, tiene dos vertientes. En primer
lugar, se supone que sólo el conocimiento inferencial está
genuinamente justificado y, en segundo lugar, que las teorías
deben ser, como mínimo, teóricamente falsables.

Aquí pretendo proporcionar un criterio de demarcación de la


ciencia que sea práctico y heurísticamente útil para estimular el
progreso científico. Mi proposición no presupone los poderes
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 92
causales del azar y la necesidad; en cambio, obliga al científico
a apreciar las características ontológicas de la naturaleza y deja
completamente abierta la cuestión de la causalidad, evitando
así los escollos que el naturalismo ontológico y su fiel aliado,
el naturalismo metodológico, habitualmente imponen a la
ciencia.

Introducción

La historia de la ciencia está repleta de ideas sobre lo que


debería ser la ciencia y cómo debería funcionar; sin embargo,
delimitar qué es la ciencia ha resultado ser una tarea difícil. Sin
duda, aunque las definiciones generalmente no han
interrumpido lo que sucede en un laboratorio, para que el
conocimiento del mundo progrese necesitamos una distinción
clara entre lo que significa hacer ciencia y simplemente
pretender hacer ciencia. Claramente, necesitamos comprender
lo que estamos buscando y una metodología sobre cómo
buscarlo. La afirmación estándar (y me atrevo a decir,
ambigua) es que la ciencia se dedica a resolver problemas y
que lo hace utilizando el mundo físico observable como base
para resolverlos y, a su vez, aumentar nuestra comprensión del
mundo mismo. Todo esto está bien, pero seguramente no
creemos que el mundo físico sea nuestra única fuente de
conocimiento. El problema es que parece haber una
dependencia profundamente arraigada del naturalismo
ontológico en la medida en que los criterios de demarcación
previos (que se supone están libres de sesgos ideológicos), así
como los métodos de investigación, están inevitablemente
influenciados por él y la investigación. los resultados
finalmente fueron defectuosos. Irónicamente, quienes no ven
las implicaciones lógicas suponen que la justificación
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 93
inferencial informa nuestro conocimiento no inferencial. En
otras palabras, se supone que es el mundo natural el que obliga
a nuestro compromiso con el naturalismo ontológico y no al
revés.3 Una deficiencia de esta racionalización simplista es tal
vez que no logra ver el verdadero punto de partida. En
consecuencia, la ciencia no puede prescindir de algún
compromiso ontológico,4 ya que nuestras observaciones y
metodologías son tan buenas como nuestras presuposiciones.5
¿Cuáles podemos decir que son nuestras fuentes de
conocimiento al interpretar el mundo natural? ¿Existe
suficiente justificación para creer en un marco de referencia
sobre otro? Estas preguntas están cargadas de implicaciones y
no queremos que meros compromisos ideológicos sean los
guardianes del ámbito científico. Si realmente queremos saber
de qué está hecha la naturaleza y, de hecho, qué busca
desentrañar la ciencia, debemos tener cuidado con la forma en
que buscamos las respuestas a estas preguntas fundamentales.

Del criterio a la demarcación

En mi opinión, el problema de la demarcación en la filosofía de


la ciencia está estrechamente relacionado al Problema del
Criterio6 en epistemología. Al desarrollar un criterio adecuado
de demarcación para la ciencia, primero debemos identificar
nuestras fuentes de conocimiento y de creencia justificada.
Generalmente se piensa que la ciencia es un sistema completo
y autosostenible que depende de nada más que el llamado
método científico de observación, construcción de hipótesis,
hacer predicciones y pruebas. Pocas veces se reconoce que
nuestras herramientas de observación producen
representaciones que exigen una interpretación subjetiva. No
estoy adoptando una posición escéptica aquí, pero creo que es
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 94
de vital importancia para la salud de la ciencia reconocer
cuándo estamos anteponiendo el carruaje al caballo, por así
decirlo. Un criterio que no cumple con el requisito previo de
identificar nuestras fuentes de conocimiento no es ningún
criterio para la ciencia; porque ¿qué hace la ciencia sin
declaraciones iniciales de hechos?.

Dado nuestro problema de establecer un criterio que pueda


abarcar toda la gama de disciplinas científicas, la metodología
puede ser de poca utilidad aquí.7 ¿Cómo podríamos aplicar
nuestra criterio para disciplinas tan diversas como la física y la
paleontología? El antiguo “Problema del Criterio”
(generalmente atribuido a Sextus Empiricus, alrededor de 160-
210 d.C.) proviene de nuestro intento de descubrir si las cosas
que percibimos son realmente lo que parecen. El problema se
puede resumir con estas dos preguntas:

1. ¿Qué sabemos?

2. ¿Cómo lo sabemos?

Para comprender nuestras percepciones y distinguir las


apariencias verdaderas de las falsas, debemos emplear un
criterio (o método) que sirva como ayuda para distinguir la
verdadera apariencia de los falsos; sin embargo, para
desarrollar un criterio debemos depender de apariencias que
presuponemos como verdaderas. La circularidad no es difícil
de discernir. Para la mayoría de las cosas, cuando nos
preguntan cómo llegamos a ciertas conclusiones, comenzamos
a explicar nuestras inferencias a medida que se desarrollaron a
través de las experiencias que condujeron a ellas. Rara vez
pensamos alguna vez en las presuposiciones implantadas antes
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 95
de que nuestras explicaciones comenzaran a funcionar echando
raíces. Esta estrategia del primer método para adquirir
conocimiento es una práctica común para la ciencia empírica,
pero ¿es correcta? Los propios movimientos estratégicos de Sir
Karl Popper pasaron por alto o ignoraron el problema, pero al
hacerlo también excluyeron de la consideración la ciencia
genuina. Trataré esto brevemente más adelante en el artículo.

Para resolver la paradoja epistémica tal vez se podría


identificar un caso particular de conocimiento que no requiere
ningún método para su justificación. En otras palabras,
comenzamos con el primera pregunta sobre qué sabemos, a
diferencia de la segunda pregunta sobre cómo lo sabemos.
Cuando comenzamos con un marco de referencia particular, no
estamos rechazando un criterio para posteriores
investigaciones; de hecho, lo estamos desarrollando. ¿Necesito
una justificación adicional para creer que tengo dolor o veo
luz? ¿Necesito un criterio para justificar tales creencias?
Claramente no. En ambos casos empíricos, el tema está prima
facie justificado. Sin embargo, comenzando con un caso
particular de conocimiento, o creencia justificada, no
constituye en sí mismo ciencia. Nosotros de hecho, hemos
identificado una fuente de conocimiento, pero la ciencia
requiere un criterio que mueva instancias de conocimiento a
hipótesis de trabajo. Además, debemos aprovechar los casos de
conocimiento para estructurar ese conocimiento en un criterio
funcional que pueda funcionar en todas las diversas disciplinas.

Podría decirse que uno de los ejemplos más exitosos de la


ciencia, la Revolución Científica, fue uno que apreció y
explotó el diseño característico de la naturaleza para proponer
teorías que, hasta cierto punto, todavía nos impactan hoy. Por
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 96
supuesto, los primeros filósofos ya escribían sobre el diseño de
nuestro universo como algo evidente por sí mismo. 8
Reconocieron que existe una dependencia epistémica natural
del orden y la estructura del mundo, y, por lo tanto,
propusieron ideas que era coherentes con el orden natural en el
lenguaje de las matemáticas. Ellos reconocieron que es, de
hecho, la aprehensión del orden en la naturaleza lo que
determina cómo la naturaleza es comprendida. Dos filosofías
en competencia sobre cómo llegamos a entender el mundo en
el teoría del conocimiento, el racionalismo y el empirismo,
debaten si el conocimiento podría ser justificado a priori o a
posteriori. Los empiristas basan el conocimiento en la
experiencia sensorial y la inducción, mientras que los
racionalistas basan el conocimiento en la razón y la deducción. 9
Curiosamente, Algunos empiristas (es decir, los positivistas
lógicos) rechazaron una ontología realista y optaron por una
subjetiva y desprovista de cualquier imagen verdadera de la
realidad. Nuestras descripciones, argumentaron, son meros
artefactos de convenciones humanas.10 Sin embargo, ninguna
proposición puede funcionar sin primero presuponer otras
creencias sobre la realidad y no se puede continuar ad infinitum
asumiendo que toda creencia es inferencial. Por lo tanto, es
lógico proponer que todo conocimiento inferencial está
subordinado al conocimiento fundamental. Esto, creo, es el
núcleo de ciencia. De hecho, cuando intentamos responder a
una pregunta sobre cómo llegamos a un punto concreto
conclusión, queremos saber la premisa en la que se basa la
conclusión. Sin embargo, cualquier Una premisa que no es
básica se verá afectada por su propia necesidad de justificación.
Es decir, por cualquier sujeto S esté justificado para creer en
una proposición P sobre la base de la evidencia E, uno debe
estar justificado creer E1 sobre la base de otra proposición E2,
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 97
y E2 sobre la base de otra proposición E2. otra proposición E3
y así sucesivamente. Si toda justificación epistémica es
inferencial, entonces terminamos encontrándonos con una
regresión epistémica, o algo circular que no hace nada para
reforzar nuestras propuestas. Para ilustrar, puedo afirmar que
estoy justificado al creer que cuando libero una manzana de mi
alcance no quedará suspendida en el aire, ni ascenderá. Estoy
justificado a creer que descenderá debido a otros factores
conocidos, a saber, las leyes de la física. Pero para justificar mi
creencia en las leyes de la física es necesario que sepa algo
sobre el funcionamiento interno de la física, y que algo también
puede depender de algo aún más fundamental, de modo que
todo conocimiento es parásito de cómo justificamos la
creencia. El conocimiento fundamental, entonces, sirve como
base sobre la cual construir nuestros pilares proposicionales.

El diseño como criterio de demarcación

El diseño como criterio de demarcación, la propuesta expuesta


en este trabajo, afirma que el diseño en la naturaleza es una
creencia propiamente básica 11 y que para hacer ciencia no se
puede escapar de sus limitaciones. Es decir, la ciencia está
confinada a los límites de los patrones, orden, estructura y
regularidad que componen el mundo. Dicho claramente, el
diseño cierra el abismo entre la ontología (lo que es) y la
epistemología (cómo lo conocemos). Esto significa que toda
inferencia a posteriori debe su justificación al conocimiento a
priori. Para ser claros, no estoy usando el término diseño para
referirme a artificialidad, plan o propósito. Simplemente estoy
usando el término para denotar orden, función, ley, regularidad
y características similares. Utilizar el diseño como un criterio
de demarcación de la ciencia es simplemente dejar que las
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 98
características de diseño de la naturaleza proporcionen los
parámetros de la investigación. En consecuencia, no tiene
sentido (al menos para el avance del conocimiento) preguntar
si las cosas en la naturaleza tienen la “apariencia” de diseño
cuando esto es casi universalmente reconocido explícita o
tácitamente en la comunidad científica. Este criterio de
demarcación centrado en el diseño afirma el diseño como una
característica ontológica12 del universo, pero no presupone
causalidad. Dado que esta visión de la ciencia es
epistémicamente preteórica, se podría decir que es una filosofía
de la ciencia eutaxiológica13. Para que la ciencia florezca, la
cuestión del propósito debe permanecer abierta, aunque no
afirmada presuposicionalmente. Como tal, el diseño como
criterio de demarcación se preocupa más por lo que es y no
necesariamente por reglas particulares para demarcar la
ciencia. La única regla (y por tanto, nuestro criterio), que
implica la búsqueda del grado de orden y complejidad de
procesos o estructuras,14 se establece por la coherencia en las
características ontológicas de la naturaleza. En otras palabras,
la actividad de los científicos se distingue por la búsqueda
incesante de comprensibilidad, de patrones, de cosas que
reconocemos inmediatamente sin un raciocinio profundo.
Cómo surgieron estos atributos es lo que las teorías pretenden
resolver y, por lo tanto, el diseño es la condición sine qua non
de la ciencia. Como acertadamente lo expresó Popper: "El
objetivo [del investigador científico] es encontrar teorías
explicativas (si es posible, teorías explicativas verdaderas); es
decir, teorías que describan ciertas propiedades estructurales
del mundo y que nos permitan deducir, con con la ayuda de las
condiciones iniciales, los efectos a explicar.15 Esta forma de
razonamiento coloca las explicaciones teleológicas en pie de
igualdad con las teleonómicas, donde ambas pueden proponer
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 99
una causa para el efecto en cuestión.16 El diseño como criterio
de demarcación crea la frontera por el cual la ciencia debe
operar. No debe considerarse simplemente como una teoría,
sino como un determinante a partir del cual deben operar todas
las teorías. El profesor de geología del siglo XIX y crítico de
los argumentos del diseño teleológico, Lewis Ezra Hicks,
escribió:

"La ciencia física es un conocimiento clasificado de


naturaleza externa; pero la posibilidad de clasificación, y por
tanto de la ciencia, reside en el hecho de que existe primero
un orden natural, externo, de donde surge el orden lógico,
interno, en la disposición de los hechos y principios. , que
constituye la verdadera ciencia. El orden externo existía
antes de la ciencia que se basa en él. Hubo armonía celestial
antes de que se construyera la ciencia de la astronomía
mediante la formulación de las leyes y principios recogidos
de la observación de los cielos...

Este argumento eutaxiológico, entonces, parece no tener fin;


porque el orden es universal por naturaleza." 17

Lewis Ezra Hicks, Una crítica de los argumentos del diseño,


pág. 17f.

Aquí vemos cómo esta idea de identificar el diseño y buscar el


grado de orden y complejidad de procesos o estructuras puede
servir para desarrollar un programa de investigación científica
riguroso que no esté comprometido ni con presuposiciones
teleológicas ni teleonómicas. Como tal, los diferentes enfoques
ofrecidos por ambos lados del pasillo son bienvenidos. Si
nuestras presuposiciones nos obligan a comprometernos con
una perspectiva (una forma de abordar la misma pregunta), ya
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 100
no estamos haciendo ciencia sino que, más bien, nos
involucramos en la segregación del pensamiento. Una
característica de los criterios de demarcación anteriores es la
incapacidad de proporcionar una dirección y una estructura a
partir de la cual se puedan desarrollar metodologías alternativas
y se pueda evitar la inconmensurabilidad. De hecho, han sido
más restrictivos que progresistas en sus intentos de proteger a
la empresa de compañías no deseadas. Por ejemplo, el criterio
de falsabilidad de Popper sólo limita a los científicos en cuanto
a los tipos de teorías que pueden someter a escrutinio, pero no
implica que otras teorías no sean verdaderas. Ésta es otra
manera de decir que la ciencia debe proceder
metodológicamente con ideas comprobables dentro del margen
que han predeterminado. Pero, ¿de qué beneficia a la ciencia si
todo lo que sabemos es lo que se puede someter a métodos de
investigación acordados? ¿Qué otra guía ofrece la falsabilidad
al científico? Parece que se está haciendo mal uso del filtro de
la ciencia. Si el propósito del filtro es separar el empirismo de
otros marcos de pensamiento, entonces también debe
proporcionar orientación sobre lo que la receta de la ciencia
pretende producir.

Adopción de un compromiso ontológico

No me involucraré en los típicos ejercicios mentales de los


filósofos, ni visitaré sus países de las maravillas e intentaré dar
vida a posibles no actualizados, selvas de Meinong u otras
fantasías. Ese tipo de andanzas siempre me parecen extrañas
como realista de sentido común. No estoy interesado en
ninguna forma de realismo modal ni veo su utilidad. De hecho,
he expuesto mi compromiso ontológico con lo que es y quizás,
por extensión, con lo que no es. Pero ¿cómo determinamos si
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 101
nos estamos comprometiendo con una representación adecuada
de la realidad? ¿Qué factores nos ayudarían a llegar a nuestras
conclusiones con confianza? Al adoptar un compromiso
ontológico, nos enfrentamos a la decisión de, como dijo Quine,
embotar el filo de la navaja de Occam o confiar en nuestras
observaciones más crudas. Puede sostener que las limitaciones
del lenguaje (o metalenguaje 18) tienen un impacto en nuestras
descripciones de la realidad, pero nuestras descripciones
continúan produciendo resultados porque apuntan a
características innegables de la naturaleza. A menudo
utilizamos analogías para describir qué es lo que intentamos
dilucidar, pero nuestro lenguaje simbólico no dicta cuál es la
realidad. El lenguaje de la ciencia, cualquiera que sea, nos
ayuda a crear representaciones mentales de nuestras
observaciones. y, por tanto, una representación ontológica de la
realidad.

En ciencia, sin embargo, no basta con identificar una ontología


correcta, sino también una adecuada, ya que eso es lo que
determinará en última instancia nuestro diseño de
investigación. Reconocer la diferencia entre una ontología
correcta y una adecuada determinará cómo pasamos de
nuestras preguntas epistemológicas a las metodológicas. Por
ejemplo, una ontología realista puede ser correcta, pero sería
inadecuada como criterio porque no proporciona el tipo de
información que nos dice cómo proceder con nuestras
investigaciones. Mi propuesta del diseño como característica
ontológica del universo aprovecha las características del
mundo natural como medio para hacer ciencia. No se limita a
definir la ciencia; le proporciona una base. Lo que intento
exponer aquí es una estructura de justificación epistémica que
conduciría a hacer buena ciencia.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 102
En su análisis sobre cómo determinar la mejor manera de
realizar una investigación social, Egon Gotthold Guba esboza
tres preguntas fundamentales (Fig. 1) que ayudan a caracterizar
un paradigma. Para nuestros propósitos, estas son preguntas
que debemos plantearnos cuando intentamos justificar nuestras
teorías. La primera es una pregunta ontológica: ¿cuál es la
naturaleza de lo "cognoscible"? ¿O cuál es la naturaleza de la
"realidad"? Éste es el objeto al que debemos sujetar nuestros
métodos de investigación. )Si no sabemos lo que estamos
estudiando, entonces será mejor que obtengamos conocimiento
tropezando con él en una búsqueda ciega y aleatoria. La
segunda es una pregunta epistemológica: ¿cuál es la naturaleza
de la relación entre el conocedor (el que investiga) y lo
conocido (o conocible)? Aquí, nuestra respuesta ontológica
guía nuestra respuesta epistemológica. ¿Apoyamos el
objetivismo o el racionalismo? ¿Son nuestros sentidos la única
fuente de conocimiento o podemos depender de la razón? La
tercera y última pregunta es una cuestión metodológica: ¿cómo
debe proceder el investigador para descubrir conocimiento?
Una vez más, la respuesta a esta pregunta se encuentra dentro
de los márgenes de la ontología que aceptamos como
verdadera.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 103
El diseño (en el sentido al que me refiero) no se ve en la obra
de Sir Karl Popper, en lo que a mí respecta. Como realista,
realmente quería que la ciencia progresara en la comprensión
del mundo real, pero sin tener nunca la temeridad de hacer
pronunciamientos finales. El escribio:

El sistema llamado ciencia empírica pretende representar un


solo mundo: el mundo real o el mundo de nuestra
experiencia. [Énfasis añadido]

Karl Popper, La lógica del descubrimiento científico p. 16

Pero ¿qué es el mundo real? ¿Cuál es el mundo de nuestra


experiencia según Popper? ¿Qué tipo de preguntas nos
haríamos si el mundo real fuera diferente? Popper era un
anticonvencionalista, por lo que adoptó la teoría del
conocimiento por correspondencia de Alfred Tarski. Para
mayor claridad, la teoría de la verdad por correspondencia,
como se la conoce más comúnmente, afirma que la verdad de
una afirmación o creencia está determinada por cómo se
relaciona con un hecho del mundo y si lo describe con
precisión o se corresponde con él.19 El criterio de Popper
pretendía corregir nuestras interpretaciones de lo observado.
Creía que las afirmaciones no eran simplemente falibles, sino
que, de hecho, estaban cargadas de teoría. Un buen ejemplo de
esto es la posición del filósofo Paul Draper sobre el
naturalismo metafísico. En aras de la brevedad, no cubriré su
punto de vista en detalle aquí, sino que quiero presentarles la
idea del naturalismo metafísico tal como lo definió el propio
Draper (un destacado defensor) durante una entrevista de 2007
para la conferencia sobre el futuro del naturalismo en el Centro
de Investigación de Nueva York. Él dijo,
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 104
"El naturalismo metafísico es la opinión de que la naturaleza
es un sistema cerrado. Que no existen entidades
sobrenaturales".

Por supuesto, el problema más obvio para el defensor del


naturalismo metodológico es que define arbitrariamente qué es
la naturaleza. Una vez más, son nuestras presuposiciones las
que impulsan nuestros métodos de investigación, por lo que
cualquiera que sea nuestro punto de partida, debería ayudarnos
a guiarnos en nuestros intentos de avanzar en el conocimiento.
Entonces, si asumimos que la naturaleza es un sistema cerrado,
como sugiere Draper, ¿qué tipo de preguntas podemos
formular lógicamente? En nuestro intento de responder a la
pregunta ontológica, el naturalismo metafísico realmente no
tiene mucho que decir. En otras palabras, no es muy
informativo decir que la naturaleza es natural, o que la
naturaleza es física, o que opera mediante un nexo de leyes
inviolables. Si vamos a hacer ciencia, debemos centrar nuestra
atención en toda la gama de características de la naturaleza. A
su vez, estas características deberían evocar nuestra
imaginación en cuanto a los métodos que utilizamos en nuestra
búsqueda del conocimiento. Esto nos lleva a otra pregunta:
¿Cómo confiamos en nuestra disposición cognitiva con
respecto a nuestra percepción del mundo natural? Como se
mencionó anteriormente, sólo hay dos maneras de responder a
esta pregunta: o dependemos de nuestros métodos (ignorando
su dependencia de supuestos previos), o dependemos de la
confiabilidad de nuestra disposición interna. Se podría emplear
una solución externalista (fiabilista) y sugerir que no es nuestra
disposición cognitiva independiente en la que confiamos, per
se, sino más bien en cómo funciona realmente la naturaleza.
Por ejemplo, si la naturaleza no tuviera el tipo de
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 105
comprensibilidad en el que pudiéramos confiar, nos estaríamos
engañando al pensar que podemos hacer ciencia. Sólo el orden
produce resultados predecibles. Nuestra creencia fundamental,
entonces, sólo es verdadera si se corresponde con la realidad. 20
Sin duda, no es posible que una mente fuerce la estructura a un
mundo inescrutable o incomprensible. Sin embargo, nuestra
creencia básica es así porque no depende de ningún otro
conocimiento para su justificación. Se justifica porque se
adquiere de forma inmediata, interna y objetiva. Es decir,
podemos reflexionar sobre nuestro conocimiento directo de la
estructura del mundo, que es suficiente como ejemplo objetivo
de conocimiento o creencia justificada. 21

En consecuencia, el problema al que nos hemos enfrentado al


proponer una ontología adecuada y, por tanto, un criterio de
demarcación entre ciencia y no ciencia, es en realidad el
problema de determinar el tipo de explicaciones que estábamos
dispuestos a considerar mientras buscábamos aportar
conocimiento. Personalmente, no veo cómo podemos
desarrollar un criterio sin presuponer una fuente de nuestra
comprensión de las cosas. Para resolver problemas, primero
debemos comprender el mundo. Por lo tanto, si el objetivo de
la ciencia es describir la estructura real del mundo, 22 nuestra
reacción inmediata –nuestra intuición– nos dice que tratar de
desentrañar su diseño es el camino de la ciencia. Mi
proposición23 o visión fundacionalista de la ciencia depende de
la premisa de que el diseño es evidente por sí mismo y, por lo
tanto, una creencia propiamente básica. Esta creencia, que se
forma referencialmente mediante el conocimiento directo del
orden natural, es un buen punto de partida para la ciencia. A mi
modo de ver, es perfectamente adecuado demarcar la ciencia
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 106
por aquello mismo en lo que la ciencia se dedica a descubrir (es
decir, su diseño último).

Mi posición, con respecto a nuestras percepciones del mundo


natural, difiere considerablemente de la de filósofos, como
Alvin Plantinga,24 que sostienen que la creencia en el diseño
teleológico es básica. Mi propia posición es que sólo la
creencia en el diseño eutaxiológico es básica. Es posible que
podamos unir otras creencias básicas sobre el origen del
diseño, pero el orden, los patrones y demás no pertenecen a la
clasificación de diseño teleológico por defecto. Mi opinión es
que, dado que las cuestiones ontológicas tratan de lo que es, el
lugar adecuado para la percepción del diseño está en los
atributos, no en las causas. Por ejemplo, si veo un Ford
Modelo T, puedo intuir inmediatamente que es producto de la
mente, no del azar o la necesidad. Quizás esto se deba a que
conozco bien las mentes y sus artefactos y a que yo también
poseo una mente capaz de producir artefactos. Esto es cierto
incluso si se emplearan causas secundarias. Sin embargo, me
inclino a pensar que este no es el caso del mundo natural.
Puedo apreciar el orden, las leyes, las regularidades y las
hermosas estructuras, pero puedo formar una creencia
teleonómica sobre la naturaleza del diseño, especialmente si ya
estoy predispuesto a ese tipo de pensamiento. Creo que un
compromiso ontológico con los atributos del diseño es menos
problemático que presuponer conexiones causales sin
extraerlas a modo de inferencia. Plantinga et al. habría
promovido (o degradado, dependiendo de su actitud hacia las
inferencias deductivas) los argumentos de diseño teleológico a
creencias básicas. Pero creo que esto es un error. Los
argumentos actuales sobre el diseño tienen un buen poder
explicativo y, con razón, tienen un lugar en la ciencia. El
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 107
problema para los teóricos del diseño no es tanto que no
puedan presentar un buen caso sino más bien que están
llevando su caso al tribunal equivocado. Si los compromisos
ontológicos de la ciencia son con el naturalismo metafísico o el
fisicalismo, entonces el diseño en el sentido teleológico ni
siquiera puede entrar en el tribunal. No hay lugar para ello, ni
siquiera en el jurado.

Un criterio es un medio para juzgar y, por tanto, puede


utilizarse como estándar o como marca caracterizante a partir
de la cual podemos emitir juicios. Entonces, desarrollar un
criterio de demarcación se refiere a cuestiones de cómo
identificar fuentes de conocimiento o creencia justificada. La
estructura de justificación epistémica aquí propuesta, en lugar
de conducir a una regresión infinita de la explicación, nos
obliga inexorablemente a responder a la pregunta ontológica:
¿Qué es? La imagen que tenemos de la ciencia, entonces, no
depende primero de nuestras observaciones sino más bien de
qué tipo de compromisos ontológicos predisponen nuestras
observaciones a una interpretación particular. La siguiente
representación esquemática muestra la estructura lógica de la
ciencia (Fig. 2) tal como opera realmente.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 108

Popper creía que todo conocimiento sigue siendo falible y


conjetural.25 Como tal, no exigir la verificabilidad de las
declaraciones; en cambio, propuso que las declaraciones
tuvieran que tener la cualidad de la refutación. No creía que
tuviéramos la capacidad de dar verdadera descripciones de
nuestras observaciones y, así, desarrolló un criterio para
demarcar la ciencia de lo no científico filtrando los enunciados
falsables de los no falsables. En Al hacerlo, pensó que evitaba
una regresión infinita de la justificación y al mismo tiempo una
manera de mantener la ciencia en movimiento y hacer avanzar
el conocimiento.26 Desde la justificación de las declaraciones
no fueron juzgadas por su verificabilidad, sino por su
falsabilidad, falsificación requerían reglas especiales para
refutarlos. El escribió:

Debemos distinguir claramente entre falsabilidad y falsación.


Hemos introducido la falsabilidad únicamente como criterio
para el carácter empírico de un sistema de enunciados. En
cuanto a la falsificación, es necesario introducir normas
especiales que determinen en qué condiciones un sistema
debe considerarse falsificado.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 109

Decimos que una teoría es falsada sólo si hemos aceptado


afirmaciones básicas que la contradicen (cf. sección 11, regla
2). Esta condición es necesaria, pero no suficiente; porque
hemos visto que los sucesos únicos no reproducibles no
tienen importancia para la ciencia. Así, unas cuantas
afirmaciones básicas extraviadas que contradigan una teoría
difícilmente nos inducirán a rechazarla como falsada. Sólo la
consideraremos falsa si descubrimos un efecto reproducible
que refute la teoría. En otras palabras, sólo aceptamos la
falsación si se propone y corrobora una hipótesis empírica de
bajo nivel que describa tal efecto. [Énfasis añadido]

Karl Popper, La lógica del descubrimiento científico, pág. 66


(Routledge 1992).

Cabe preguntarse qué quiso decir Popper al afirmar que una


teoría se considera falsada sólo si se descubre “un efecto
reproducible que refuta la teoría”. ¿Qué tipo de efecto es
reproducible? ¿Está admitiendo Popper una condición
necesaria que debe cumplirse antes de que se pueda refutar una
teoría? Popper parece estar diciendo, quizás sin darse cuenta,
que la falsabilidad es lo mínimo necesario, y la regularidad (un
atributo de diseño) es lo máximo necesario para falsar una
teoría. Popper evita el problema del criterio mencionado
anteriormente porque no le preocupa un caso particular de
conocimiento; asume que no se puede adquirir ningún
conocimiento aparte de la metodología. Al proponer que un
sistema científico empírico debe ser refutado por la
experiencia, ha dado prioridad al método sobre instancias
previas de conocimiento, que son necesarias para el desarrollo
de su criterio en primer lugar. Va directamente a la segunda
cuestión de la paradoja epistémica. Podemos apreciar el papel
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 110
que juega la experiencia en la justificación de afirmaciones o
afirmaciones, pero la falsabilidad impone una carga innecesaria
a la ciencia. 27

No es difícil ver por qué la falsabilidad no es un buen criterio


de demarcación. Muchos han sido críticos con las ideas de
Popper28 en diversos grados, pero mi propia preocupación es
que su criterio no hace lo suficiente para estimular el progreso
científico. El avance de la ciencia (no sólo su continuidad) no
requiere simplemente una demarcación que establezca los
parámetros o el alcance de la investigación; también debe
guiarnos en cuanto al tipo de características que debemos
buscar en nuestras actividades. Con este fin, mi criterio de
demarcación enfatiza que cada problema de la ciencia debe ser
tratado como un esfuerzo de ingeniería. Si el diseño como
criterio de demarcación proporciona los parámetros de la
investigación, el diseño no puede imponerse (como cuando se
dibuja un blanco alrededor de una flecha), sino que debe
descubrirse, como en la estructura, las regularidades, las leyes,
los mecanismos y otros atributos similares. Esto excluye
inmediatamente a los sospechosos habituales como el
marxismo, el psicologismo, la astrología, las hipótesis del
multiverso y nociones mentales similares que surgen de una
imaginación fértil en lugar de una investigación cuidadosa.
Visto de esta manera, el diseño puede utilizarse como una
manera de refutar las interpretaciones impuestas de la realidad,
del mismo modo que la falsabilidad rebate las teorías a través
de las reglas de la falsación. Además, el diseño como criterio
de demarcación no constituye la noción de que nuestro
conocimiento de la naturaleza nos informa de todas las leyes,
estructuras o regularidades. Simplemente nos brinda el telón de
fondo y, por lo tanto, la confianza para operar dentro de la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 111
naturaleza, encontrando anomalías en el camino, pero
informándonos lo suficiente para no obstaculizar esa confianza.
Las anomalías se tratan como si aprendiéramos de la naturaleza
su diseño y nuestras teorías se reelaboran en el intercambio de
investigaciones. Puede interpretarse que esto significa que la
ciencia no es simplemente una forma sistemática de estudiar lo
que la naturaleza revela fácilmente; también es una forma de
comprender sus secretos y limitaciones.

De Procesos y Mecanismos

Sostengo que las conjeturas, utilizando el término de Popper,


no pueden ser meras especulaciones descabelladas, sino más
bien inferencias estructuradas destinadas a comprender el
efecto en cuestión.29 Las refutaciones, como se señaló
anteriormente, solo surgen cuando se demuestra que nuestras
expectativas están impuestas al mundo natural, en lugar de ser
descubiertas en el mundo natural. Por ejemplo, si comenzamos
con el supuesto de que la naturaleza es un sistema cerrado (es
decir, el naturalismo metafísico), entonces sólo atribuiremos
mecanismos causales a cada pregunta científica. Pero
claramente esta presunción metafísica supone demasiado y
resulta en confundir procesos con mecanismos. Aunque los
términos se usan indistintamente, la confusión de términos
siempre es un obstáculo para la comprensión. Sin duda, cada
evento es el resultado de un proceso, pero no todo evento es el
resultado de un mecanismo. Más claramente, un mecanismo es
siempre un proceso, pero un proceso no siempre es un
mecanismo. En ciencia, es perfectamente admisible exigir
procesos, pero no es admisible exigir un mecanismo,
especialmente cuando los mecanismos no son causalmente
adecuados para el efecto en cuestión. Un mecanismo, un
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 112
término derivado de la máquina30 (un aparato o proceso
autónomo), limita nuestras opciones y se atribuye
erróneamente a cada fenómeno que encontramos. 31 Por
supuesto, esto no implica que debamos invocar inmediatamente
causas que sean de tipo teleológico sino, más bien, que
debemos reconocer las limitaciones impuestas a la ciencia
como resultado de un sesgo filosófico. Un gran ejemplo que
arroja luz sobre la diferencia entre un proceso y un mecanismo
se ve en el trabajo del genetista bacteriano James A. Shapiro.
Su visión sobre la capacidad de una célula para dirigir el
cambio y la reparación genéticos mediante diversas estrategias
muy complejas es algo que fácilmente puede pasarse por alto si
asumimos que sólo están en juego procesos mecanicistas. El
escribio,

Otra percepción errónea común en muchas discusiones


convencionales sobre el cambio genómico es que las células
no pueden evitar la producción automática de mutaciones en
respuesta a agentes que dañan el ADN, como la radiación
ultravioleta o sustancias químicas mutagénicas. Esta
percepción errónea resulta de la ignorancia sobre el
sofisticado aparato que poseen incluso las células más
pequeñas para reparar el daño del genoma y de la
incapacidad de apreciar el poder de la vigilancia del genoma
celular y los regímenes de respuesta.

James Shapiro, Evolución: una visión desde el siglo XXI,


pág. 14

La distinción, como se ilustra arriba, muestra con qué facilidad


podemos pasar por alto el bosque por los árboles, por así
decirlo, si asumimos que todo cambio celular está determinado
fatalistamente como Crick32 y otros han creído. Un proceso
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 113
como este requiere que los científicos miren más allá del
supuesto mecanismo y observen lo que sucede en tiempo real.
En un escenario de tipo mecanicista, todo lo que un científico
necesita hacer es extrapolar a partir de supuestos de causa y
efecto y, como resultado, perder detalles importantes. Un
proceso que no es mecanicista se pierde en la historia y lo
único que queda es el efecto que el proceso ha dejado atrás.
Los científicos aferrados a la idea de un sistema cerrado han
promovido mecanismos que van desde descripciones de
fenómenos naturales hasta causas últimas de todos los
fenómenos naturales. Esta actitud, que ha cambiado la libre
empresa de la ciencia por el despotismo, ha limitado la ciencia
de tal manera que ha creado enemistad entre quienes abrazan la
teleología y quienes abrazan la teleonomía. Para eliminar el
debate o la confusión sobre la teleología y la teleonomía en
relación con el diseño, primero debemos reconocer la
diferencia entre una causa y un proceso. Si bien ambos son
discernibles empíricamente, un proceso es lo que observamos y
una causa es lo que inferimos. En el caso de procesos no
mecanicistas perdidos en la historia (es decir, causas que están
fuera del alcance de la investigación directa), las únicas
opciones para la investigación implicarían ingeniería inversa o
inferencias extraídas de procesos causales actualmente
conocidos. Esto, por supuesto, es problemático tanto para las
explicaciones teleológicas como para las teleonómicas. La
visión de Shapiro muestra no sólo cómo suponer que los
mecanismos fueron responsables del cambio celular puede
producir resultados erróneos, sino también cómo, en ausencia
de un mecanismo, las suposiciones teleológicas (aparte de la
cognición celular) pueden ser igualmente erróneas. Sin
embargo, hay casos en los que las inferencias de diseño arrojan
conocimiento que no se deriva de mecanismos supuestos.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 114
Tomemos, por ejemplo, el caso del llamado ADN basura. Al
final resultó que, estas secuencias de ADN que no codifican
proteínas en realidad cumplen otras funciones (transcripción,
regulación traduccional, etc.), pero debido a un compromiso
previo con procesos mecanicistas (como en el Dogma Central
de Crick, su función había sido Pasado por alto y sólo más
tarde propuesto por los defensores del diseño comprometidos
con la teleología. El ADN es una molécula interesante. Desde
que Watson y Crick identificaron su estructura en 1953, y la
hipótesis de secuencia propuesta por Crick cinco años después,
los científicos han quedado perplejos por su pura elegancia y
propiedades informativas. Simplemente no existe ningún
mecanismo conocido para explicar la información incrustada
en la molécula a lo largo de su eje longitudinal. Los pares de
bases de nucleótidos que se secuencian para especificar roles
funcionales dentro de la célula son literalmente arbitrarios, ya
que la secuencia no depende de ninguna afinidad. entre las
bases.33 Nuevamente, en ausencia de un mecanismo, el diseño
teleológico se convierte en una alternativa muy atractiva.

En el cuerpo de este artículo sugiero que mi criterio de


demarcación coloca las explicaciones teleológicas en pie de
igualdad con las teleonómicas, donde ambas pueden proponer
una causa para el efecto en cuestión. Escribí esto muy
consciente de cómo estoy enfrentando la ley y la agencia entre
sí; pero hice esto sólo para hacer una distinción entre dos
modos de explicación del diseño ontológico, es decir, la
causalidad primaria y secundaria, los cuales pueden disfrutar
de los beneficios de mi criterio de demarcación para la ciencia.
En el primer tipo de explicación, la naturaleza puede resolverse
racionalmente (a priori), y la ciencia progresa apelando a causa
y efecto. Por el contrario, el segundo tipo de explicación (a
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 115
posteriori) deduce el conocimiento del mundo natural desde los
efectos hasta las causas. 34 El primero puede relacionar las
leyes con la mente (de arriba hacia abajo), mientras que el
segundo puede suponer que las leyes son una mera propiedad
inherente de la naturaleza (de abajo hacia arriba). Al afirmar el
diseño como criterio de demarcación, la distinción aquí
establecida es trivial (por no decir superficial). Lo importante
es que son las leyes, afinidades, regularidades, patrones, etc.,
las que hacen que el diseño ontológico sea evidente por sí
mismo y la ciencia sea posible. Note aquí que ambos términos
(teleología y teleonomía) usan el prefijo teleo de τέ ος - télos:
fin; meta; propósito), y solo difieren en el sufijo, logy de όγος –
logos/lógica) y nomy (de – ό ος, nómos: ley. El diseño no es
una idea abstracta que requiera elaboración; sin embargo, la
defino aquí de manera amplia para evitar los estancamientos
que sólo sirven para sofocar el progreso científico. Al proponer
el diseño ontológico como criterio, ni las proposiciones
teleonómicas ni las teleológicas deben considerarse como
explicaciones privilegiadas y, en este caso, la inmunidad sólo
está reservada para el explicando evidente por sí mismo. Lo
que no queremos hacer en ciencia es marginar ideas con las
que no estamos de acuerdo simplemente porque no se ajustan a
cómo se hacen habitualmente las cosas.

Inconmensurabilidad

La ciencia, tal como la conocemos actualmente, está dividida


no sólo en el enfoque, la práctica y el lenguaje, sino también en
su capacidad de armonizar los fenómenos naturales en todas las
disciplinas. Dado que no existe un método científico único que
se aplique por igual a todas las disciplinas, la estratificación de
la ciencia depende típicamente de las claras discontinuidades
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 116
que existen en la naturaleza (desde la física, la química, la
biología, etc.). Esta esperada división hace difícil encontrar
formas en las que toda la naturaleza pueda converger. 35 Mi
propuesta es que lo único que unifica toda la ciencia es nuestra
dependencia de un atributo particular de la naturaleza; es decir,
diseño. Es fundamental para todas las áreas de la ciencia y es lo
que hace posibles las predicciones. De hecho, otros criterios de
demarcación también dependen de supuestos previos sobre las
funciones y la estructura del mundo, pero estos supuestos
generalmente pasan desapercibidos. Mi propuesta del diseño
como criterio de demarcación también tiene el beneficio de
unificar el lenguaje de la ciencia y resolver
inconmensurabilidades al compartir la nomenclatura científica
con el diseño como fundamento. El lenguaje es, en la mayoría
de los casos, útil para hacer converger ideas. Sin embargo, en
la ciencia, donde la precisión lo es todo, el lenguaje a menudo
se convierte en un impedimento para el crecimiento científico.
Dado que toda la ciencia depende del diseño para comprender e
investigar, también tiene sentido que mi criterio pueda evocar
una unidad de lenguaje científico no sólo dentro de disciplinas
específicas, sino también entre varias disciplinas con objetivos
similares.

Conclusión

Nos hemos alejado mucho de dedicarnos a la ciencia por el


conocimiento que aporta y sólo hemos logrado acumular
relaciones académicas porque prometemos permanecer leales
al consenso tradicional. El objetivo de mi propuesta es reunir
ideas que nos ayuden a comprender mejor el mundo. Los
científicos a menudo no se dan cuenta de que su compromiso
ontológico preferido (quizás inconscientemente) impulsa su
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 117
metodología científica y, en última instancia, el tipo de
resultados que obtienen. Mi criterio de demarcación es una
demarcación fijada por los atributos mismos de la naturaleza,
por lo que el compromiso ontológico es aquel que se
corresponde con la realidad. No importa qué otro bagaje
filosófico podamos traer, aquí hay una perogrullada innegable:

“La mejor manera de explicar la coherencia de nuestra


experiencia es suponer que el mundo exterior corresponde, al
menos aproximadamente, a la imagen que nos proporcionan
nuestros sentidos.“

Alan Sokal y Jean Bricmont. Tonterías de moda (1998). Pág.


55

Si el diseño no fuera un atributo evidente de la naturaleza, la


ciencia simplemente no sería posible. Seguimos nuestro
camino sin pensar en lo que mantiene nuestros pies firmemente
plantados en la tierra mientras atravesamos las llanuras y la
inmensidad del tiempo. Nuestras intuiciones nos informan con
suficiente agudeza que podemos ir con confianza a donde nos
lleve la naturaleza, para comprenderla y dejar al descubierto su
diseño. Esto es ciencia.

Notas
1 Usaré indistintamente naturalismo ontológico y metafísico.

2 Véase Neurath, Otto. 1959. Sentencias Protocolo. En Positivismo


lógico ed. A.J. Ayer Free Press, Nueva York, 199-208.

3 La idea de que la ciencia es el árbitro final en ontología es


fuertemente criticada por la filósofa Yvonne Raley. Véase, por
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 118
ejemplo, Ciencia y Ontología Actas del XXI Congreso Mundial de
Filosofía 12:143-147 (2007).

4 El artículo de Quine titulado On What There Is explica las


confusiones y dificultades al adoptar una ontología particular.
Descripciones de Las cualidades (como un objeto y su representación
en nuestro cerebro) son verdaderas (ontología realista) o no lo son
(ontología subjetivista).

5 Para Popper, el problema de la demarcación era que le parecía que


no puede haber una demarcación tajante entre ciencia y metafísica...
Véase Realismo y el objetivo de la ciencia, pág. 161.

6 Para un tratamiento más completo de este tema, véase Theory of


Knowledge de Roderick M. Chisholm, págs. 6 y siguientes.

7 Demarcar la ciencia por la unidad del método sigue siendo una


mera abstracción que no ha logrado proporcionar un criterio de
trabajo.

8 Véase, por ejemplo, el filósofo griego presocrático Anaxágoras (ca.


500-428 a. C., Apolodoro ap. Diog. Laert. ii. 7); Platón (429-347
a.C., Filebo); Filósofo estoico, Epicteto (55-135 d. C., Discursos
1.6.1-11); y Saulo de Tarso (un filósofo por derecho propio c. 5 – c.
67

9 Popper puso patas arriba el empirismo al proponer que la


experiencia no verifica las teorías, sino que más bien las falsifica.

10 Véase, por ejemplo, La sintaxis lógica del lenguaje de Rudolf


Carnap.

11 Lo que ) entiende por creencia propiamente básica es una creencia


que es fundamental para el conocimiento y, por lo tanto, no depende
de ninguna otra. justificación epistémica. Por ejemplo, el cogito ergo
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 119
sum del propio Descartes es una posición sobre lo que realmente se
puede conocer a partir de la experiencia, reducir la creencia
justificada al ego que revela el cogito, y esto, sin duda, evita una
regresión infinita de las justificaciones. El concepto existe desde
hace algún tiempo, pero Alvin Plantinga lo popularizó notablemente.

12 El diseño ontológico es la contraposición a la aleatoriedad


ontológica y la neutralidad en cuanto a la causa del orden.

13 De la palabra griega 'eutaxia', que significa 'buen orden'.

14 Véase Dios y la nueva cosmología: el argumento del diseño


antrópico, de Michael Anthony Corey, pág. ff.

15 Véanse las notas de Popper con respecto a las explicaciones


causales en La lógica del descubrimiento científico pág. 40.

16 Los científicos comprometidos con el naturalismo ontológico han


tenido el privilegio de monopolizar el conocimiento sin mérito y
persistentemente Tomar prestado del diseño para obtener resultados
predecibles.

17 La preocupación de Hick también era la combinación de


argumentos de diseño teleológico y eutaxiológico. No negó el orden
natural, sino la idea de que el orden era indicativo de un propósito o
una invención.

18 Existe una amplia gama de teorías de la verdad; aquí) estoy


pensando en la formulación de Alfred Tarski en la que las
afirmaciones de verdad están determinadas por su correspondencia
con la realidad.

19 Véase Robert C. Solomon y Kathleen M. Higgins, Las grandes


preguntas: una breve introducción a la filosofía, novena edición.
Glosario pág. 419
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 120

20 Nótese aquí que no estoy diciendo que nuestra creencia no sea


justificable independientemente de la experiencia, sino que no es
verdadera si no se corresponde con ella. Básicamente, se trata de
tener en cuenta el llamado problema de Gettier en relación con
nuestras facultades mentales. Mi propuesta es que nuestra creencia es
básica y también verdadera y está confirmada por nuestro
conocimiento directo.

21 Véase la Teoría del conocimiento de Roderick M. Chisholm, pág.


7.

22 El realismo científico es una posición que rechaza la idea de que


el mundo sea realmente una construcción de nuestra fértil
imaginación. El mundo, según para los constructivistas metafísicos,
es una mera representación de nuestra teorización. (Ver Teoría y
realidad de Peter Godfrey-Smith, Capítulo 12).

23 No voy a intentar defender aquí a fondo el fundacionalismo de


críticas anteriores (es decir, la crítica de Agrippa/Münchhausen
trilema, el problema de Gettier, etc.), ya que creo que académicos
mucho más calificados ya han respondido adecuadamente a ellos.
Véanse, por ejemplo, obras de Olaf Tollefsen, Michael DePaul,
Richard Fumerton, Laurence Bonjour y Timothy McGrew.

24 Alvin Plantinga. Dónde radica realmente el conflicto: ciencia,


religión y naturalismo. (2011) Capítulo 8, págs. 225 – 264.

25 Véase Realismo y el objetivo de la ciencia, introducción, pág.


xxxv.

26 Véase La lógica del descubrimiento científico de Popper, pág. 26.


L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 121
27 Hilary Putnam ilustra la carga que la falsabilidad puede suponer
para una teoría en su capítulo de La Filosofía de la Ciencia titulado
La Corroboración de Teorías, págs. 124 y siguientes.

28 Paul Feyerabend, Thomas Kuhn, Imre Lakatos, Max Houck,


Larry Laudan, Hilary Putnam y Willard Van Orman Quine y Pierre
Tesis de Duhem, por nombrar algunas.

29 Véase la crítica de Ilary Putnam en The Philosophy of Science de


Richard Boyd, Philip Gasper, J D. Trout, pág. 122.

30 Del griego mēkhanē y del latín chamberus.

31 Los filósofos de la ciencia también han hecho distinciones entre


mecanismos y regularidades (es decir, una regularidad puede ser
estadística en lugar de determinista), pero estos matices son
demasiado amplios para abordarlos aquí. Véase, por ejemplo,
Benjamín Barros La selección natural como mecanismo. 2008.

32 Véase "Hipótesis de secuenciación y dogma central" de Francis


Crick en su artículo de 1956 Sobre la síntesis de proteínas.

33 El extenso libro de Stephen C. Meyer, Signature in The Cell, hace


un gran trabajo al arrojar luz sobre el problema.

34 Véase Karl von Prantl Historia de la lógica (iv. 78), sobre el


filósofo alemán Alberto de Sajonia (ca. 1316 – 1390), quien hizo un
distinción entre demonstratio a priori (la prueba de lo que es antes) y
demonstratio a posteriori (la prueba de lo que es después).

35 Los físicos que buscan una teoría unificada del todo pueden haber
dado con algo, pero su enfoque es típicamente reduccionista. noción
que se basa en una concepción mecanicista del mundo. Quizás el
diseño sea una teoría de todo. Es decir, si todos naturaleza exhibe el
tipo de características que son comprensibles, entonces puede que no
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 122
sea que lo que estamos buscando sea la unificación de leyes,
regularidades u orden, sino más bien un meta principio que los
gobierne a todos.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 123

APENDICE II

Entrevista con William A. Dembski

Matemático y filósofo, William A. Dembski es profesor


investigador en filosofía en el Southwestern Baptist
Theological Seminary en Fort Worth. Es también profesor
titular del Center for Science and Culture perteneciente al
Discovery Institute (www.discovery.org), en Seattle y también
director ejecutivo de la International Society for Complexity,
Information, and Design. Ha sido profesor “Carl F. H. Henry”
de Ciencia y Teología en el Southern Baptist Theological
Seminary de Louisville, donde fundó su Center for Science and
Theology. Anteriormente fue profesor asociado de
investigación de fundamentos conceptuales de la ciencia en la
Baylor University, donde también dirige el principal peso
pesado del Diseño Inteligente en una importante universidad: el
Michael Polanyi Center.

William A. Dembski ha enseñado en la Northwestern


University, en la Universidad de Notre Dame y en la
Universidad de Dallas. Ha realizado trabajos posdoctorales en
el MIT, en física en la Universidad de Chicago y en
informática en la Universidad de Princeton. Se graduó en la
Universidad de Illinois en psicología, donde hizo su magíster
en estadística y un doctorado en filosofía. EN 1988 se doctoró
en matemáticas por la Universidad de Chicago y obtuvo su
graduación en teología en el Seminario Teológico de Princeton
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 124
en 1996. Ha obtenido su grado de la Fundación Nacional para
la Ciencia así como diversas becas posdoctorales.

Dembski ha publicado artículos en revistas de matemáticas,


filosofía y teología y es autor y editor de más de 10 libros. En
The Design Inference: Eliminating Chance Through Small
Probabilities (Cambridge University Press, 1998), estudia el
argumento del diseño en un contexto posdarwiniano y analiza
las conexiones que ligan el azar, la probabilidad y la causa
inteligente. La secuela de The Design Inference apareció en
2002, editada por Rowman & Littlefield, como crítica a las
explicaciones darwinianas y naturalistas de la evolución, bajo
el título No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot Be
Purchased without Intelligence. Dembski ha editado varias
antologías influyentes como Uncommon Dissent: Intellectuals
Who Find Darwinism Unconvincing (ISI, 2004) y Debating
Design: From Darwin to DNA (Cambridge University Press,
2004, coeditado con Michael Ruse). Su más reciente libro es un
trabajo en honor a Phillip Johnson titulado Darwin’s Nemesis:
Phillip Johnson and the Intelligent Design Movement.

Con el creciente interés por el Diseño Inteligente en todos los


ámbitos de la cultura, el Dr. Dembski ha asumido el papel de
intelectual público. Además de impartir conferencias a lo largo
del mundo en colegios y universidades, concede con frecuencia
entrevistas a la televisión. Sus trabajos han sido citados en
numerosos periódicos y revistas, incluyendo tres primeras
páginas en The New York Times y una portada de Time
Magazine (15 de Agosto de 2005) dedicada al Diseño
Inteligente. Ha aparecido en la BBC, en NPR (con Diane
Rehm), en PBS (en el programa Inside the Law con Jack Ford
y en el programa Uncommon Knowledge con Peter Robinson),
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 125
en CSPAN2, CNN, Fox News, ABC Nightline y en el show de
John Stewart.

La entrevista que presentamos fue realizada en el 18 de


Julio del año 2007 por Eduardo Arroyo, colaborador de
elmanifiesto.com y por Mario A. López, presidente de
OIACDI (www.oiacdi.org).

ENTREVISTA

OIACDI (Organización Internacional para el Avance


Cientifico del Diseno Inteligente): La Inferencia de Diseño
(The Design Inference, Cambridge University Press, 1998) es
uno de los trabajos más valiosos del movimiento por el diseño
inteligente (DI), un círculo compuesto principalmente de
biólogos, paleontólogos e historiadores de la ciencia. También
es quizás el único editado en una editorial de renombre.
Sorprendentemente, este trabajo seminal procede de un
matemático. ¿Puedes explicarnos como llegó un matemático a
convertirse en un teórico del diseño?

WD (William Dembski): Mi especialización en matemáticas


es la probabilidad y la estadística. Cuando terminé mis estudios
de doctorado en la Universidad de Chicago, comenzó a
interesarme el problema de la aleatoriedad – es decir, qué
significa para una secuencia de números ser aleatorio. Mientras
investigaba en la literatura acerca la aleatoriedad, me di cuenta
de que ésta era siempre una noción provisional; algo era
aleatorio solo cuando no se había descubierto un patrón con el
que vencer la aleatoriedad. Cuando seguí investigando esta
idea, vi que se empleaba comúnmente un tipo de razonamiento
estadístico gracias al cual los patrones que tenían probabilidad
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 126
pequeña eran empleados no solo para vencer el
azar/aleatoriedad, sino para inferir diseño. Hasta hoy, considero
las inferencias de diseño como una extensión natural de ciertas
formas de inferencia estadística.

OIACDI: Dr. Dembski, el DI ha recorrido un largo camino


desde sus comienzos, y sus proponentes están alcanzando
logros en un basto rango de disciplinas como la astronomía, la
biología y la química. ¿De qué manera ha contribuido o
influenciado tu propio trabajo (principalmente The design
inference y No Free Lunch) en el desarrollo de nuevos modos
de hacer ciencia?

WD: Es demasiado pronto para decir cuál es el impacto de mis


ideas en la ciencia. Con toda seguridad, se ha hablado mucho
de mi trabajo y muchos científicos se muestran intrigados
(aunque hay más que se muestran disgustados y quisieran
destruirlos), pero hasta ahora solo unos pocos científicos se han
percatado de cómo asumir mis ideas y aplicarlas. Hay una
razón para tan lentos comienzos. Mi trabajo en La inferencia
de diseño era en esencia un trabajo sobre los fundamentos
filosóficos de la teoría de las probabilidades, que intentaba
comprender cómo interpretar las probabilidades en ciertos
contextos. Naturalmente, esto conduce a algunas ideas acerca
de la información y del tipo de información utilizado para
obtener inferencias de diseño. Mi libro No free lunch (El título
completo es No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot
be Purchased Without Intelligence, Rowman and Littlefield
Eds., 2002. N. del T.) era una revisión semi divulgativa acerca
de adonde pienso que se dirige el movimiento por el DI en el
tema de la información. El duro trabajo de desarrollar estas
ideas para convertirlas en riguroso formalismo de teoría de la
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 127
información, adecuado para hacer ciencia, comenzó realmente
en 2005 con algunos artículos no publicados acerca de los
fundamentos matemáticos del DI, que aparecieron en mi
página web (www.designinference.com). Con la creación del
Laboratorio de Informática Evolutiva de la Universidad de
Baylor este mismo mes y el trabajo llevado a cabo por mi y mi
colega Robert Marks acerca de la conservación de la
información (del cual algunos artículos están disponibles en
www.evolutionaryinformatics.org), creo que el DI está
finalmente en posición de desafiar ciertos supuestos
fundamentales de las ciencias naturales acerca de la naturaleza
y del origen de la información. Creo que esto tendrá un gran
impacto en la ciencia.

OIACDI: En pocas palabras, ¿qué dirías si tuvieras que


explicar lo que es la inferencia de diseño a alguien muy torpe?

WD: La inferencia de diseño dice esencialmente que algunas


coincidencias son demasiado poco probables como para
atribuirlas al azar y por tanto deben atribuirse a una inteligencia
diseñadora. Un ejemplo que empleo a menudo es el de la
búsqueda de inteligencia extraterrestre. Si se detecta una señal
de radio del espacio exterior que proporciona una lista de
números primos (números divisibles tan solo por sí mismos y
por la unidad), podría ser naturalmente atribuida al diseño.
¿Por qué? Por dos razones: es compleja y por tanto no es
fácilmente reproducible por azar; y corresponde además a un
patrón identificable e independiente (en este caso un patrón
tomado de las matemáticas). La inferencia de diseño explota
esta coincidencia entre patrones independientes identificables y
un suceso altamente improbable de otras maneras.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 128
OIACDI: Eres un autor prolífico. ¿Consideras que tus libros
son solo diferentes perspectivas de una misma idea o, por el
contrario, crees que tus ideas iniciales han cambiado
substancialmente?

WD: Hay tanto continuidad como desarrollo. He descubierto


que no he debido retractarme de ninguna de mis ideas sobre la
inferencia de diseño. Pero he tenido que refinarlas y eso ha
llevado a nuevos interrogantes. Actualmente, mi interés se
centra en gran parte en la informática evolutiva, que investiga
la necesidad que tiene la evolución de utilizar la información
existente si quiere lograr algo de interés. Últimamente,
considero que la fuente de esta información es la inteligencia,
pero por razones de indagación científica, es posible investigar
los requerimientos de información de los procesos evolutivos
en sus propios términos. Este trabajo acaba de empezar y puede
consultarse en www.evolutionaryinformatics.org. En cualquier
caso, me veo como una parte de una comunidad investigadora
vibrante y dinámica que está alcanzando rápidamente
perspectivas interesantes.

OIACDI: Se supone que tu trabajo monográfico, todavía


incompleto, Mathematical Foundations of Inteligent Design es
una explicación más completa y rigurosa acerca de cómo
inferir diseño.

WD: Por ahora, este trabajo será publicado como artículos


separados en colaboración con Robert Marks. Espero que
finalmente seamos coautores de una monografía sobre este
tema, aunque no podemos darle ese título debido al clima de
hostilidad contra el DI. El énfasis puesto en este trabajo pasa
desde la detección o la inferencia de diseño hasta la búsqueda
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 129
de la información. Ambos son problemas relacionados ya que
la información que posibilita la búsqueda exitosa puede
conducir a inferir diseño.

OIACDI: Ya has hecho mucho trabajo dentro del DI. ¿Tienes


algo más en camino? Quizás otro modelo teórico para la
inferencia de diseño…

WD: Creo que la informática evolutiva es el núcleo científico


del DI y espero trabajar en este campo durante los próximos
años. Además de este trabajo, en colaboración con la
comunidad de matemáticos e ingenieros, conservo mi interés
por la filosofía y la teología y tengo varios libros en marcha
dentro de estas áreas. Mi primer doctorado fue en matemáticas
y éstas me han dado un deseo de resolver problemas
interesantes, cualesquiera que puedan ser y allá donde se
encuentren. Una de las cosas que me da la convicción de que el
DI va a alguna parte es que he descubierto que una
investigación interesante conduce a otra y que hay más
problemas de interés por resolver que años de los que dispongo
para dedicarles. A pesar de toda la oposición con que me
enfrento, especialmente el ostracismo de la ciencia oficial que
puede resultar doloroso, no me cambiaría por ninguno.

OIACDI: El movimiento por el DI ha sido duramente atacado


por académicos y periodistas. ¿Crees que sus críticas te han
ayudado a mejorar tus propios puntos de vista o piensas que
estos ataques son solo puro fanatismo? ¿Hay alguna crítica
constructiva realizada por algún enemigo del DI?

WD: Parte de esas críticas son mezquinas y muestran una


enorme ignorancia del trabajo de la comunidad del DI. Pero
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 130
otras críticas han mostrado su valor. En relación a mi propio
trabajo, gente como Jeffrey Shallit, Wesley Elsberry y Ken
Miller han argumentado que no puede inferirse diseño en los
sistemas biológicos porque esos sistemas que mis colegas y yo
atribuimos al diseño pueden ser en realidad explicados por
procesos evolutivos darvinistas. Al plantear sus refutaciones,
me han obligado a examinar más de cerca el poder de los
procesos evolutivos, de ahí mi trabajo en la informática
evolutiva. Al profundizar en sus afirmaciones, me encuentro
con que los procesos evolutivos sin guía no tienen el poder
creativo que mis críticos les confieren y que, de hecho, siempre
requieren tanta información como proporcionan. No siempre
me gusta el espíritu de mis críticos, que no solo consiste en
refutar mis ideas sino en desacreditar mi legitimidad como
especialista. Pero las críticas en sí han sido muy útiles para
motivar, clarificar y extender mis ideas.

OIACDI: Tus críticos (Wein, Perakh, Shallit, Elsberry,


Wolpert y otros) no parecen satisfechos con su trabajo. Te
acusan de ser en cierto modo esotérico y carente de rigor
intelectual. ¿Qué tiene que decir de esta acusación?

WD: La mayoría de estos críticos responden a mi libro No free


lunch. Como expliqué en el prefacio de este libro, el objeto es
proporcionar suficientes detalles técnicos como para que los
expertos queden satisfechos, pero también suficiente contenido
como para que el lector general pueda comprender la esencia
de mi proyecto. El libro parece haberlo conseguido con el
lector general y con algunos expertos aunque principalmente
con aquellos que tienen una buena disposición para con el DI.
En cualquier caso, quedó claro tras la publicación del libro que
necesitaba poner a punto algunos detalles matemáticos, cosa
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 131
que he estado haciendo recientemente (véase mis artículos
contenidos en Mathematical Foundations of Intelligent Design
en www.designinference.com), y que han sido abordados en
profundidad y en colaboración con mi amigo y colega Robert
Marks en el Laboratorio de Informatica Evolutiva
(www.evolutionaryinformatics.org).

OIACDI: ¿Evitas cuestiones difíciles?

WD: Claro que no. Pero lleva tiempo contestar a las cuestiones
difíciles y he sido paciente para hacerlo. Encuentro interesante
que ahora que he respondido a las cuestiones críticas con pleno
rigor matemático (véase
https://web.ecs.baylor.edu/faculty/marks/eil/Publications.html)
ellos guarden, extrañamente, silencio. Por ejemplo Jeff Shallit,
cuando le informé acerca de mi trabajo sobre la conservación
de la información, me dijo que se negaba a hacerlo porque yo
no había respondido de manera adecuada sus anteriores
objeciones, pese a que el trabajo sobre la conservación de la
información del que le estaba informando era precisamente en
respuesta a sus objeciones. Igualmente, he contactado con
Wolpert. Pero una vez que empecé a completar los detalles
matemáticos de mi trabajo, guardó silencio. Quizás el silencio
más sorprendente sea el Thomas Schneider, cuyo artículo sobre
la evolución de la información biológica en Nucleic Acids
Research (2000) afirma refutar a mi colega Michael J. Behe.
Cuando Robert Marks y yo demostramos recientemente que su
programa evolutivo era equivalente a una red neuronal y que
trabajaba peor que el puro azar, también guardó silencio
aunque en el pasado había respondido dentro del mismo día en
su propia página web a cualquiera de mis críticas. Me he
encontrado con que los darwinistas tienen por costumbre
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 132
permanecer inconmovibles ante los problemas de su teoría e
ignorar el mejor criticismo que se le plantea.

OIACDI: Creyentes de la “tierra nueva”, creacionistas, diseño


inteligente… ¿Es todo esto lo mismo? ¿Por qué no?

WD: El creacionismo es una doctrina religiosa acerca de un


Dios creador que crea el mundo de la nada. Normalmente es
también una doctrina acerca de la relación entre la ciencia y la
religión, que afirma que una ciencia correcta debe armonizarse
con una lectura particular de los primeros capítulos del
Génesis. El creacionismo, por lo tanto, tiende a poner en
consonancia religión y ciencia. El DI, por el contrario, busca
señales de diseño en el mundo natural y, como tal, no se
preocupa de la naturaleza última de la inteligencia. Muestra
que existe una inteligencia detrás del mundo, pero no intenta
conectar esa inteligencia con una doctrina religiosa en
particular. Por esta razón, mis ideas han sido calurosamente
recibidas por cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, budistas,
etc.

OIACDI: Ahora que tenemos métodos para inferir diseño (por


ejemplo, el filtro explicativo y la complejidad irreducible de
Behe), ¿se está haciendo algo acerca del modus operandi del
diseñador, más allá del conjunto de teorías evolucionistas?
Estoy pensando en algo en la línea de los términos de von
Neumann, algo como los autómatas autoreplicativos o el
incremento de la especificidad atómica al mismo tiempo. ¿Es
esta una cuestión irrelevante? ¿Por qué?

WD: La implementación del diseño en los sistemas vivientes,


especialmente en el origen de la vida, es una cuestión
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 133
fascinante pero no estoy seguro de que la ciencia esté ahora en
condiciones de responderla. Si la vida está ciertamente
diseñada, representa una tecnología mucho más sofisticada que
nada de lo concebido por los humanos. Puede llevar algún
tiempo antes de que nuestra tecnología pueda determinar el
modus operandi del diseñador. Sin embargo, la investigación
en DI no necesita limitarse a esta cuestión. Gran parte de la
expectación durante estos días está en los límites de la
evolución, una vez dados ciertos tipos de fuentes de
información. Esto es una cuestión interesante de por sí y no se
puede prejuzgar qué teoría podrá salir triunfante, si el DI o el
darwinismo.

OIACDI: ¿Por qué cree que el DI ha despertado esos ataques


vitriólicos, principalmente por parte de académicos que se
supone deberían ser más mesurados en sus opiniones?

WD: El diseño inteligente amenaza no solo una de sus más


queridas teorías científicas (el darwinismo) sino toda su visión
del mundo materialista, que considera la ciencia como una
justificación de la comprensión atea del mundo. Además, al
reintroducir la teleología en la ciencia, el diseño inteligente
amenaza con deshacer la comprensión mecanicista y
reduccionista de la naturaleza que muchos científicos creen que
es la única manera de hacer ciencia. Aunque la comprensión
mecanicista de la ciencia pudo ser adecuada en los días de
Newton, no lo es en la era de la información, en la cual la
inteligencia es, en última instancia, la única fuente conocida de
información.

OIACDI: ¿Cual es la relación, si es que existe, entre la


religión y el DI?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 134

WD: El DI no es una doctrina religiosa pero señala a una


inteligencia detrás del mundo. De este modo, es propicio a la
religión en un modo en el que no lo es la teoría evolutiva, que
siempre ha descansado en la idea de que las fuerzas naturales
sin dirección comprensible pueden llevar a cabo todo lo creado.
El DI muestra que la naturaleza, cuando se comprende en
términos materialistas (es decir, como materia y energía
gobernada por leyes inquebrantables de interacción) es
fundamentalmente incompleta. Considero que el diseño
inteligente está haciendo por la ciencia lo que la prueba de
incompletitud de Goedel hizo por las matemáticas, es decir,
demostrar que ni la naturaleza ni la realidad matemática es
completa en sus propios términos.

OIACDI: ¿Cree que estamos ante la aparición inminente de


una teoría neo-saltacional en el marasmo de las ideas?

WD: No creo que la evidencia apoye un ancestro común


universal, pero hay teóricos del diseño como Michael J. Behe
que sí lo creen. Una teoría saltacionista de la diversificación de
la vida es por consiguiente una opción basada en la teoría del
diseño pero no es la única opción y no espero que dentro del
movimiento del DI una posición cobre ventaja sobre otra.

OIACDI: Una de las críticas más usuales al DI es que sus


autores carecen del suficiente número de artículos revisados
por pares en revistas científicas de nivel. Del mismo modo
dicen sencillamente que “eso no es ciencia”. ¿Pueden refutarse
estos dos prejuicios?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 135
WD: El DI hace muchas afirmaciones comprobables y por
tanto, científicas. Por ejemplo, afirma que ciertos tipos de
cambios evolutivos están más allá del alcance de un
mecanismo basado en el azar (como sucede con el mecanismo
neodarwinista de selección natural que actúa sobre cambios
genéticos aleatorios). Si alguien tiene que justificar que su
teoría es científica es el darwinismo. Tomemos la explosión
cámbrica, durante la cual se originaron los principales diseños
corporales de los animales en un período de 5 a 10 millones de
años hace 550 millones de años. No hay evidencia de que
evolucionaran a partir de un ancestro común, y sin embargo los
darwinistas persisten en decir que tienen uno.

En cuanto al tema de los artículos, hay que tener en cuenta


algunas cosas: (1) Gran parte de los trabajos actuales de
biología molecular son esencialmente ingeniería (es decir,
genómica y proteómica) y por tanto deben ser concebidos con
justicia como investigación en DI, pero a causa de la asfixiante
influencia del darwinismo especulativo, este trabajo no puede
situarse al abrigo del paraguas del DI. (2) En consecuencia el
problema queda para los investigadores del diseño inteligente,
que tienen que investigar cosas que no solo son compatibles o
esperables de una hipótesis de diseño inteligente sino que tan
solo lo vindican. Esto es difícil. Es un trabajo incipiente y hay
ya artículos revisados por pares que han sido publicados o que
están siendo revisados (vease por ejemplo lo trabajos en
www.evolutionaryinformatics.org). (3) Hay un esfuerzo
deliberado de las revistas por excluir cualquier cosa que apoye
abiertamente el DI. El caso de Richard von Sternberg, cuya
carrera ha sido casi arruinada por publicar un artículo de
Stephen C. Meyer favorable al DI en Proceedings of the
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 136
Biological Society of Washington es un buen ejemplo y
demasiado conocido para repetirlo aquí ahora.

OIACDI: Pese a ello, ¿existen importantes universidades que


apoyen a los defensores del DI? Y si no ¿por qué?

WD: No diría que las universidades, como tal, apoyan el DI.


Lo toleran si el personal facultativo que investiga sobre él tiene
una plaza. Pero si no la tiene, la universidad se asegura de que
no la consiga (la denegación de una plaza a Guillermo
González en la Iowa State university es el último ejemplo).
¿Por qué esta oposición? Los darwinistas han tenido un éxito
completo a la hora de demonizar a cualquiera que disienta de
su visión materialista de la evolución. Esencialmente, han
establecido un régimen estalinista sobre el academicismo
occidental.

OIACDI: Yo conozco el Instituto Biológico y el trabajo del


Dr. Minnich. ¿Existen actualmente otros laboratorios
trabajando en DI?

WD: El Laboratorio de Informática Evolutiva de Baylor


(www.evolutionaryinformatics.org). Creo que se está
organizando otro laboratorio sobre DI también en Baylor.

OIACDI: En Europa Occidental, el último libro de Richard


Dawkins –La decepción de Dios- ha sido ampliamente alabado
por la crítica. Mucha gente aquí cree que este libro es la
respuesta de la izquierda europea al “creacionismo” del
“fundamentalismo cristiano” en los EEUU. ¿Conoces las
principales ideas del libro y qué tiene que decir el movimiento
por el DI acerca de ellas?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 137
WD: Dawkins es un materialista científico que busca que la
ciencia se adapte a su ateísmo materialista. Sin embargo, el
hecho es que la presente evidencia científica señala de manera
creciente a una inteligencia diseñadora tras el mundo. Esto
puede verse en el trabajo más reciente de Dawkins, que carece
de ciencia efectiva pero abunda en invocaciones rituales a la
ciencia como denuncia de la religión. Si Dawkins no se viera
amenazado por el DI, dudo que fuera tan agresivo en su
promoción del ateísmo.

OIACDI: En medio de todas estas críticas y de la animosidad,


vertidas por escrito contra su trabajo, ¿qué es lo que te empuja
a continuar este ambicioso programa de investigación?

WD: El trabajo en sí es inmensamente satisfactorio e


intelectualmente estimulante. Además, considero que los que
buscan acallarlo son dogmáticos intolerantes encapsulados
dentro de una tiranía que desprecio. En consecuencia me
considero tanto como un científico investigador como un
combatiente por la libertad, una rara combinación.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 138
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 139

APENDICE III

Una Entrevista con el Dr. Guillermo González

Guillermo González es profesor ayudante de astronomía en la


universidad estatal de Iowa. Se doctoró en astronomía en 1993
en la universidad de Washington. Ha realizado trabajos
posdoctorales en la Universidad de Texas, en Austin, y en ha
recibido cargos docentes, premios y becas de la universidad de
Washington, de la Fundación Templeton, de Sigma Xi (una
sociedad de investigación científica) y de la Fundación
Nacional para la Ciencia.

González tiene amplia experiencia en el análisis de datos de


observatorios en tierra, incluyendo el Observatorio McDonald,
el Observatorio Apache Point y el Observatorio Interamericano
de Cerro Tololo. Es un experto mundial acerca de los
requerimientos astrofísicos para la habitabilidad y las zonas
habitables y es co-fundador del concepto de “Zona Galáctica
Habitable”, que ocupó en octubre de 2001 la portada de
Scientific American (en España, Investigación y Ciencia).
Astrobiólogos y astrónomos de todo el mundo hacen
investigaciones basadas en sus trabajos sobre las estrellas
huésped exo planetarias, la Zona Galáctica Habitable y las
gigantes rojas.

González ha publicado también cerca de 70 artículos en


revistas referenciadas de astronomía y astrofísica como The
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 140
Astrophysical Journal, The Astronomical Journal, Astronomy
and Astrophysics, Icarus y Monthly Notices of the Royal
Astronomical Society. Es también coautor de la segunda
edición de Observational Astronomy, un libro de texto
avanzado dedicado a la astronomía.

En 2004 fue coautor de The Privileged Planet: How Our Place


in the Cosmos is Designed for Discovery (El Planeta
Privilegiado: cómo nuestro lugar en el cosmos está diseñado
para ser descubierto) junto con Jay Richards.

La entrevista que presentamos fue realizada por Eduardo


Arroyo, colaborador de elmanifiesto.com y por Mario A.
López, presidente de OIACDI (www.oiacdi.org) en el mes de
Enero del 2008.

OIACDI (Organización Internacional para el Avance


Científico del Diseño Inteligente): Dr. González, ¿podría usted
explicarnos, de la manera más sencilla posible, cuál es su
especialidad dentro de la astronomía y la física? En su opinión,
¿cuál de estas materias es la más controvertida?

GG (Guillermo González): Soy experto en dos campos


generales dentro de la astronomía: espectroscopía estelar
cuantitativa y astrobiología. La primera implica el empleo de
los espectros de alta resolución para determinar propiedades de
las estrellas, como temperatura y composición química. La
segunda es un programa de investigación multidisciplinar que
intenta determinar las condiciones necesarias para la
habitabilidad.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 141
Además de estos dos campos convencionales de investigación,
también investigo el Diseño Inteligente (ID) en las ciencias
físicas. Este es, con mucho, la investigación más controvertida
que hago. Pero la investigación en astrobiología es también
controvertida. En mi opinión son controvertidas por que a
ciertas personas no les gustan las implicaciones de los
resultados de la investigación.

OIACDI: ¿Ha evolucionado usted desde una “manera


estándar” de hacer ciencia? En otras palabras, ¿cómo llegó
hasta sus actuales posiciones?

GG: Mientras que aquellos que rechazan al DI por no ser una


ciencia legitima dirían que me he desviado del modo estándar o
el modo aceptado de hacer ciencia, yo diría que la
investigación en DI es efectivamente ciencia. Si la ciencia es
un método sistemático para descubrir las verdades del universo
por medio de la observación, entonces el DI es realmente
ciencia. Si, por el contrario, la ciencia queda definida por los
edictos de los cuerpos de gobierno de la organizaciones
científicas, entonces el DI no es ciencia. Entonces, yo diría que
simplemente sigo la evidencia hasta donde me lleva. Y si la
evidencia me lleva a concluir que el universo está diseñado
solo puedo ser honesto y aceptarlo.

Llegué a apoyar al DI primero por la evidencia del fino ajuste


(“fine-tuning”) en la física y la cosmología y más tarde a partir
de la evidencia que presentamos en El Planeta Privilegiado.

OIACDI: ¿Qué le influyó más a la hora de aceptar IET


(Inteligencia Extraterrestre)? ¿Qué le influyó más para cambiar
de opinión?
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 142

GG: El gigantesco número de estrellas de nuestro vasto


universo fue el factor decisivo para mi apoyo original a IET.
Cambié de opinión acerca la IET mientras me estaba
graduando, cuando comencé a examinar muchos factores
relevantes para la habitabilidad del planeta. Aprendí que
muchas cosas deben ir bien para que un planeta sea habitable.
Para determinar la probabilidad de IET, no es suficiente con
comprender que existen vastas cantidades de estrellas y
planetas. También es necesario tener en cuenta los numerosos
“factores de habitabilidad”. En el curso de los años, la lista de
factores de habitabilidad sigue creciendo, de manera que las
probabilidades de IET continúan disminuyendo.

OIACDI: ¿Puede explicarnos el concepto de “Zona Galáctica


Habitable”? ¿Por qué piensa usted que este concepto es
relevante?

GG: El concepto de “Zona Galáctica Habitable” (ZGH)


describe cómo la habitabilidad varía con el lugar y el tiempo en
la Vía Láctea. Sus fronteras quedan definidas por dos clases
amplias de procesos: las amenazas para la vida y los bloques de
construcción planetarios. Las regiones interiores de la Vía
Láctea son más peligrosas mientras que las regiones exteriores
contienen menos bloques de construcción planetarios. Como
resultado de estas tendencias la región de mayor habitabilidad
toma la forma de un anillo en el disco de la Vía láctea.

El concepto de ZGH es relevante tanto para la astrobiología


como para el DI. La ZGH es otro factor que debe quedar
incluido en cualquier cálculo de probabilidades de IET en la
galaxia de la Vía Láctea. Como mostramos en El Planeta
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 143
Privilegiado, la ZGH no es solo la localización más habitable
de la Vía Láctea, también es el mejor sitio para hacer
investigación astronómica. Esto es parte de un patrón de
evidencia de diseño más amplio que discutimos en El Planeta
Privilegiado.

OIACDI: Muchos otros dentro de su campo han admitido que


parece como si un super-intelecto hubiera “jugado con la
física”. ¿Por qué sus ideas son tan controvertidas? ¿No extraen
conclusiones parecidas?

GG: Si, yo saco conclusiones similares a esas que cosmólogos


y físicos han estado llegando desde los años 50. Por esta razón
esperaba que los científicos de las ciencias físicas fueran más
receptivos a mi investigación en el DI. Ciertamente, varios
científicos han respaldado o reseñado positivamente El Planeta
Privilegiado. Creo que mi trabajo en el DI ha sido
controvertido a causa de la controversia general que rodea al
debate sobre evolución, creacionismo y anti-darwinismo. Las
mismas personas y organizaciones que se opusieron
enérgicamente al creacionismo y al criticismo del darwinismo
se oponen ahora al DI. Y a menudo mezclan el creacionismo y
el DI y no aciertan a distinguir entre la investigación del DI
dentro de la biología y la investigación del DI dentro de las
ciencias físicas.

La pasión vertida en la reciente oposición al DI proviene


claramente de ateos militantes. Ellos ven las conclusiones de la
investigación en DI como un desafío a sus creencias
materialistas fuertemente arraigadas, las cuales hacen equivaler
a la ciencia en sí misma.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 144
OIACDI: Usted ha pagado muy caro por su asociación con el
movimiento del DI, ¿ha valido la pena?

GG: Ha sido difícil pero lo volvería a hacer. He hecho un


cierto número de descubrimientos importantes en astronomía
pero ninguno puede compararse en importancia a mi trabajo en
el DI. Así que sí ha valido la pena.

OIACDI: ¿Puede usted explicar al público de habla hispana


cómo ha sido su conflicto con la Iowa State University (ISU)?
¿Cree que existe algún tipo de persecución académica dentro
del sistema educativo americano?

GG: Fui públicamente acusado y la condena comenzó unos


meses más tarde. El Planeta Privilegiado se publicó en marzo
de 2004. Un pequeño grupo de ruidosos profesores ateos de la
ISU comenzaron a criticarme públicamente en los periódicos
locales y en los foros públicos del campus. No me importa que
me critiquen. De hecho, lo espero. Las críticas alcanzaron otro
nivel en junio de 2005, cuando un documental basado en el
libro fue proyectado en la Smithsonian Institution en
Washington D.C. James Randy, un “escéptico” prominente,
orquestó una campaña nacional para conseguir que la
Smithsonian cancelase la proyección.

Dos meses más tarde, unos 100 profesores de la ISU, liderados


por el profesor ateo de estudios religiosos Héctor Ávalos,
firmaron una declaración condenando al DI. Aunque mi
nombre no fue mencionado en la declaración, yo era
claramente el blanco, pues Ávalos había estado criticándome
desde el otoño de 2004.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 145
En el otoño de 2006 me presenté a una plaza. Los profesores de
física y astronomía votaron en contra de mi solicitud en
noviembre, y el presidente de la ISU hizo pública su decisión
final negativa la primavera siguiente. Desde entonces, he
apelado la decisión primero ante el presidente y luego ante el
consejo de dirección. A fecha de hoy, mi apelación está siendo
aún considerada por el consejo de dirección.

Las declaraciones realizadas por el presidente y parte del


profesorado del departamento de física y astronomía dejan
claro que mis investigaciones en el DI (el libro El Planeta
Privilegiado y mi trabajo que fue aprobado por la ISU cuando
llegué en 2001) fue el factor determinante para negarme la
plaza. Esto es claramente una infracción de mi libertad
académica. El profesorado dejó que sus prejuicios contra el DI
influenciaran sus votos en mi solicitud.

Llegados a este punto, creo que no es posible para un defensor


público del DI ser contratado por un departamento de ciencias
de las principales universidad americanas. Existe una abierta
discriminación de los puntos de vista en las universidades
americanas.

OIACDI: Su conflicto con la ISU, ¿será incluido en la


próxima película de Ben Stein Expelled: No Intelligence
Allowed (Expulsado: No se permite la inteligencia)?

GG: Si, fui entrevistado para la película. Entiendo que mi


historia será incluida en la película cuando se estrene en
primavera.
L a T e o r í a d e l D I c o m o t e o r í a d e l t o d o | 146
OIACDI: ¿Puede explicarnos, en una breve sinopsis, su
trabajo en El Planeta Privilegiado?

GG: En El Planeta Privilegiado: Cómo nuestro lugar en el


Cosmos está diseñado para ser descubierto, Jay Richards y yo
aportamos pruebas de diseño empleando datos de las ciencias
físicas. Específicamente, mostramos que las mismas
condiciones en la mayoría de los lugares habitables también
producen las mejores condiciones posibles para el hallazgo
científico. Llegamos a esta conclusión después de examinar las
pruebas provenientes de las ciencias atmosféricas, geológicas y
astronómicas. La correlación entre las condiciones para la vida
y las condiciones para el descubrimiento científico es
improbable y no es necesaria. La correlación es la que uno
esperaría si el universo hubiera sido diseñado para que fuera
descubierto, y no de otra manera.

OIACDI: Peter Ward, co-autor de “Rare Earth” (Tierra Rara)


calificó su trabajo en El Planeta Privilegiado como “una
idiotez”. Considerando que usted fue “clave a la hora de atar
cabos en el argumento de Rare Earth”, ¿qué tal le sentaron los
comentarios del señor Ward? ¿Ha cambiado su relación con él
desde su asociación con el DI? ¿Por qué?

GG: Peter Ward es una persona muy pasional y a menudo


reacciona emocionalmente a las ideas que desafían a las suyas.
Dejó de colaborar conmigo en 2001, justo después de que
supiera que yo era un defensor del DI. Por entonces me dejó
muy claro su intenso rechazo al DI. Esto sucedió mucho antes
de que mi libro fuera publicado, de modo que él ya tenía
prejuicios contra el DI antes de leerlo.
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OIACDI: ¿Cual es su postura acerca de la hipótesis de los
multi-versos? ¿Tiene esto implicaciones para las denominadas
coincidencias antrópicas?

GG: Me considero un escéptico de la hipótesis de los


multiversos. No se como se pueden detectar, de modo
conclusivo y observacional, otros universos u otros dominios
de nuestro universo. Sin embargo estoy abierto a la posible
existencia de universos no observables. Si (y este es un “si”
grande) un gran número de universos alternativos existiera
realmente, entonces estos podrían explicar las coincidencias
antrópicas observadas. Que pudieran explicar los ejemplos más
impresionantes del fino-ajuste (“fine-tuning”) dependería del
número de universos. En principio, este “prejuicio auto-
selectivo” solo explica las condiciones necesarias para la vida.
Lógicamente, no sabemos si tales universos existen, de manera
que esto sigue siendo una explicación especulativa de las
coincidencias antrópicas.

Pero la evidencia que presento en El Planeta Privilegiado va


más allá del fino-ajuste de las condiciones necesarias para la
vida. La evidencia del fino ajuste de las condiciones del
hallazgo científico no puede explicarse apelando a la auto
selección a partir de los multi-versos. Esto no significa que
otros universos no existan, sino solamente que no pueden
explicar las propiedades particulares de nuestro universo. En
otras palabras, vivimos en un universo extravagante, en uno
que tiene algunas propiedades más de las que son necesarias
para nuestra existencia.
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OIACDI: Aparte de todos los ataques ad hominem, ¿ha
encontrado algún desafío formidable contra su trabajo en El
Planeta Privilegiado?

GG: En el capítulo 16, “el alegato escéptico”, aportamos lo


que consideramos las críticas más importantes contra nuestras
tesis (incluyendo algunas no tan importantes). Estas son
críticas que bien las hemos pensado nosotros mismos o bien las
hemos encontrado en científicos y filósofos mientras que
escribíamos el libro e impartíamos conferencias. No hemos
oído ninguna crítica que no esté en el libro. Posiblemente, la
crítica más frecuente sea la relacionada con la hipótesis de los
multi-versos.

OIACDI: ¿Ha hecho usted planes para escribir otro libro


relacionado con el DI?

GG: De momento no tengo planes para otro libro sobre el DI.


Puede que escriba una nueva versión de El Planeta
Privilegiado con un nuevo capítulo de actualización, algo
parecido a lo que ha hecho Michael Behe con La Caja Negra
de Darwin.
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