VIRGINIA HENDERSON

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VIRGINIA HENDERSON

Biografía:

Nacida en Kansas City, Missouri, Estados Unidos, el 30 de noviembre de 1897 y muere el 19 de


marzo de 1996 en Connecticut, Hospice, Branfrod, Connecticut, Estados unidos.

Desarrollo su interés por la enfermería a partir de la primera guerra mundial, es ahí donde se
destacó por asistir a sus semejantes.

Estudio en Washington D. C. en 1918, a la edad de 21 años, inicia sus estudios de enfermería


en la escuela de enfermería del ejército.

Se gradúo en 1921 y trabajo en Henry Street Visiting Nurse Service de New york como
enfermera visitadora, interesada en la docencia e investigación profesional, realizo un Máster
y se especialización.

Recibió nueve títulos doctorales honoríficos de las siguientes Universidades.

Universidad Católica de América.


Universidad Pace.
Universidad de Rochester.
Universidad de Ontario Occidental.
Universidad Yale.
Universidad Old Dominion.
Boston College.
Universidad Thomas Jefferson.
Universidad Emery.
Universidad de Barcelona España.

En 1995 reviso un libro de enfermería escrito por Bertha Harmer que había definido la
enfermería en 1922, diciendo que estaba basada en la ayuda a la humanidad en aquel año
formulo una definición propia sobre la enfermería, esta definición fue un punto de partida
esencial para que surgiera la enfermería como una disciplina separada de la medicina

Teoría: 14 Necesidades Básicas

1- Respirar con normalidad.


El intercambio gaseoso del cuerpo es esencial para la salud paciente y para la vida misma.
La enfermera debe familiarizarse con la función respiratoria de la persona y saber identificar
los posibles inconvenientes de este proceso.
Esto incluye ayudar con las posturas correctas del cuerpo, estar atento a ruidos extraños
durante la respiración y estar pendiente de las secreciones nasales y mucosidades.
También debe vigilar la frecuencia y el ritmo respiratorio, chequear que las vías no estén
obstruidas, observar la temperatura y la circulación del aire de la habitación, entre otros
aspectos.

2- Comer y beber adecuadamente.


Todo organismo requiere de fluidos y nutrientes para la supervivencia. La enfermera debe
estar en conocimiento del tipo de dieta e hidratación, según los requerimientos
nutricionales del paciente y del tratamiento mandado por el médico.
Se debe tomar en cuenta el apetito y el ánimo, los horarios y cantidades, la edad y el peso,
creencias religiosas y culturales, capacidades de masticar y deglutir, entre otros.

3- Eliminación normal de desechos corporales.


Parte del correcto funcionamiento del organismo es la normal eliminación de las heces,
orina, sudor, flema y menstruación.
Se debe conocer muy bien el nivel de control y efectividad del paciente con respecto a sus
funciones excretoras. Este punto incluye la especial atención a la higiene de las partes
íntimas.

4- Movilidad y posturas adecuadas.


Un paciente se sentirá más o menos independiente en la medida en que pueda moverse por
sí solo para realizar sus actividades del día a día.
La enfermera debe ayudar a la mecánica corporal de la persona y motivarlo a realizar
actividad física, ejercicios y deporte.
Al motivarlo debe tomar en cuenta las diferentes limitaciones dadas por la enfermedad
particular, el tratamiento, la terapia o las deformidades del cuerpo.

5- Dormir y descansar.
El descanso es muy importante para la pronta recuperación de la persona. Todo organismo
recobra fuerzas físicas y mentales mientras duerme.
El reposo tranquilo e ininterrumpido del paciente debe ser una prioridad, sobre todo en las
noches.
Se debe conocer los hábitos de descanso y también las dificultades para conciliar el sueño,
como sensibilidades a los ruidos, a la iluminación, a la temperatura, entre otros.

6- Vestirse y desvestirse con normalidad.


Poder seleccionar y usar la ropa que se desea también influye en el sentido de
independencia de un paciente.
La vestimenta representa la identidad y personalidad, pero también protege contra los
elementos y cuida la intimidad individual.

7- Mantener la temperatura del cuerpo en los rangos normales.


La temperatura normal del cuerpo está entre los 36,5 y 37 °C. La enfermera debe estar
consciente de los factores que influyen en que el paciente tenga frío o calor.
La termorregulación del organismo siempre va acompañada de los cambios de ropa, el uso
de sábanas y cobijas, la apertura de ventanas y puertas, beber agua, el uso de ventiladores
o aires acondicionados y hasta la toma de una ducha.

8- Mantener una buena higiene corporal.


La manera como se vea, sienta y huela el cuerpo del paciente son signos externos de su
higiene.
Este factor no solo es una manifestación fisiológica; en la enfermería también es
considerado un factor con mucho valor psicológico.
Al bañar a una persona, la enfermera debe considerar la frecuencia de la limpieza del
cuerpo, los medios y utensilios que se utilicen, el nivel de movilidad e independencia del
paciente, entre otros factores.

9- Evitar los peligros en el entorno y evitar poner en peligro a otros.


Es importante que se conozca y evalúe muy bien si el paciente puede dejarse solo por mucho
tiempo, con la suficiente confianza de que no vaya a lastimarse al moverse o al intentar
realizar actividades, ni tampoco comprometer la seguridad de los demás.

10- Comunicar emociones, necesidades, temores y opiniones.


La enfermera debe ser capaz de promover y motivar la comunicación sana y adecuada del
paciente, para ayudar a su equilibrio emocional.
Es importante que la persona se mantenga en interacción social con los demás para
garantizar también la salud mental.

11- Actuar o reaccionar de acuerdo con las propias creencias.


Se debe respetar los valores y creencias particulares del paciente. Con base a estos toma
sus decisiones y ejerce ciertas acciones o pensamientos.
La cultura y religión forman parte de la identidad de la persona. Este factor casi siempre
influye en la actitud frente a la muerte.

12- Desarrollarse de manera que exista un sentido de logro.


Es importante que la enfermera promueva en el paciente el alcance de metas y logros con
su propio esfuerzo.
Si un paciente se siente productivo y útil tendrá un sentido de realización personal que le
influirá en su autoestima y salud mental.

13- Participar en actividades recreativas o juegos.


La salud del cuerpo y de la mente también se logra con actividades que entretengan al
paciente.
La enfermera debe conocer los gustos e intereses de la persona y motivarlo a que participe
en actividades que sean motivadoras.

14- Aprender, descubrir o satisfacer la curiosidad personal.


Este punto es similar al anterior, pero se basa en el sentido de la productividad mental de la
persona al momento de adquirir conocimientos nuevos.
Mantener al paciente desarrollando habilidades, destrezas y conocimientos es favorable
para la salud.
En el caso de pacientes niños o jóvenes, es importante que mantengan activos sus estudios
académicos en la medida de lo posible.
Opinión personal:

Pienso que Henderson ha sido una de las figuras más importantes en la enfermería,
aportándonos una de las cosas más importantes con su teoría y así poder desarrollar nuestras
actividades como las desarrollamos en la actualidad

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