ACCIÓN INCONST 155-2007

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

PROMOVENTE: PROCURADOR GENERAL DE


LA REPÚBLICA.

MINISTRO PONENTE: SERGIO SALVADOR AGUIRRE ANGUIANO.

ENCARGADO DEL ENGROSE: JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.


SECRETARIOS: RAÚL M. MEJÍA GARZA Y
LAURA PATRICIA ROJAS ZAMUDIO.

México, Distrito Federal. Acuerdo del Tribunal Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
siete de febrero de dos mil doce.

Visto Bueno.

V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Por oficio presentado el nueve de julio de dos mil


siete, en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora
Icaza, en su carácter de Procurador General de la República,
promovió acción de inconstitucionalidad en la que solicitó la
invalidez de los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V, de la Ley
de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, emitida y
promulgada por el Congreso y Gobernador de dicho Estado,
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

respectivamente, publicada en el Diario Oficial de la entidad el


ocho de junio de dos mil siete. Dichos preceptos establecen lo
siguiente:

“Artículo 72. Corresponde a la Secretaría de Salud la


imposición de sanciones por la comisión u omisión de
los supuestos previstos en las fracciones IV, VI, IX, X,
XII y XIII del artículo 68 de esta Ley, y que serán las
siguientes:
[…]
V. Al padre o tutor responsable que incumpla lo
previsto en la fracción XII del artículo 68, será acreedor
de una amonestación con apercibimiento, en caso de
reincidencia dentro de un período de un año, será
acreedor a la realización de trabajos en favor de la
comunidad.
Serán considerados en esta Ley como trabajos en
favor de la comunidad, los que se realicen para la
prestación de servicios no remunerados, en
instituciones públicas, educativas o de asistencia
social, o en instituciones privadas asistenciales. Este
trabajo se llevará a cabo hasta en 100 jornadas, en
horarios distintos al de las laborales que representen la
fuente de ingresos para la subsistencia del sujeto y de
su familia, sin que pueda exceder a la jornada
extraordinaria que determine la Ley Laboral y bajo la
orientación y vigilancia de la autoridad que la
Secretaría de Salud determine;

Artículo 73. Corresponde a la Secretaría de Salud y al


juez calificador municipal, y a falta de éste, al
presidente municipal, de acuerdo al ámbito de su
competencia, la imposición de sanciones por la
comisión u omisión de los supuestos previstos en las
fracciones V, VII, VIII, XI y XIV del artículo 68 de esta
Ley, que serán las siguientes:
[…]
V. A quien o quienes incumplan lo señalado en la
fracción XIV del artículo 68, se le impondrá una multa
de entre 20 hasta 300 veces el salario mínimo, en caso

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de reincidencia se le impondrá como sanción la


realización de trabajos a favor de la comunidad.”

SEGUNDO. El promovente de esta acción estima que las


disposiciones legales impugnadas son violatorias de los artículos
5º, 16, 21 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

TERCERO. En sus conceptos de invalidez, el Procurador


General de la República argumenta lo siguiente:

1. Las disposiciones impugnadas facultan a autoridades


administrativas para imponer una sanción consistente en obligar a
los infractores a la realización de trabajos en instituciones
públicas, educativas o de asistencia social, o en instituciones
privadas asistenciales. Lo anterior contraviene el artículo 21 de la
Ley Fundamental, que señala que la imposición de las penas es
propia y exclusiva de la autoridad judicial, máxime que la propia
Constitución, en relación con su artículo 18, distingue entre la
imposición de penas, que corresponde constitucionalmente a la
autoridad judicial, y la ejecución, a través de la autoridad
administrativa.

Igualmente transgrede el artículo 5º de la Carta Magna que


establece que nadie podrá ser obligado a prestar trabajos
personales sin justa retribución y sin su pleno consentimiento,
salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial. Es
decir, para que una persona sea obligada a prestar un servicio
personal es necesario que, mediante un proceso, se emita una
resolución dictada por autoridad judicial, donde califique, primero,

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

al enjuiciado como responsable de una conducta ilícita y,


segundo, establezca como pena la obligación de prestar un
servicio a favor de la comunidad.

De acuerdo con los artículos 28 y 69 del Código Penal para


el Estado de Yucatán, los trabajos a favor de la comunidad son
considerados como una sanción o medida de seguridad, la cual
puede ser impuesta como substitución de penas o de manera
autónoma por la comisión de actos ilícitos tipificados como delitos.
De ahí que la prestación de servicios personales a la sociedad no
puede ser impuesta para reprimir una falta administrativa, pues
esa potestad está reservada a la rama judicial, lo cual se traduce
en una garantía de seguridad a favor de los individuos, además
de las de imparcialidad y seguridad jurídica que son consecuencia
del ejercicio de la función jurisdiccional.

Los trabajos a favor de la comunidad establecidos el


ordenamiento impugnado no cumplen con el principio de
individualización de la pena, pues independientemente de la
gravedad del hecho o los daños, siempre se aplicará la sanción
de cien jornadas, sin que exista un rango entre mínimos y
máximos.

2. El Congreso del Estado de Yucatán, al facultar a las


autoridades administrativas a imponer una sanción que tiene el
carácter de pena (que es competencia de la autoridad judicial) se
extralimita en sus funciones, contraviniendo lo dispuesto en el
artículo 16 de la Constitución Federal.

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Igualmente, ello violenta lo dispuesto por el artículo 133 del


Máximo Ordenamiento del País, pues pretende ubicarse por
encima de la Carta Magna.

CUARTO. Mediante proveído de diez de julio de dos mil


siete, el Presidente de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ordenó formar y registrar el expediente relativo a la
presente acción de inconstitucionalidad, a la que correspondió el
número 155/2007 y, por razón de turno, designó al Ministro José
Fernando Franco González Salas para que actuara como
instructor en el procedimiento.

Por auto de once de julio de dos mil siete, el Ministro


instructor admitió la acción relativa, ordenó dar vista al órgano
Legislativo que emitió las normas y al Ejecutivo que las promulgó,
para que rindieran sus respectivos informes.

QUINTO. Las autoridades emisora y promulgadora de las


normas generales impugnadas, al rendir sus informes
manifestaron, en síntesis, lo siguiente:

Poder Legislativo del Estado de Yucatán, a través de la


Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado:

1. La ley en análisis no quebranta la garantía de legalidad


que establece el artículo 16 de la Constitución Federal, ya que
para su aprobación se observaron las formalidades esenciales del
procedimiento legislativo, previstas en la Constitución del Estado
de Yucatán y la Ley Orgánica del Poder Legislativo de la entidad,

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

por lo cual fundó y motivó el Decreto que contiene los preceptos


combatidos.

2. La facultad sancionadora en materia administrativa no se


limita a la multa y al arresto.

Poder Ejecutivo del Estado de Yucatán (Gobernador


Constitucional):

La acción de inconstitucionalidad es improcedente en cuanto


a quien suscribe este informe, pues la promulgación y publicación
de la ley impugnada se realizó en cumplimiento a una obligación
que debe realizar el Gobernador Constitucional.

SEXTO. Una vez que se pusieron los autos a la vista de las


partes para la formulación de sus alegatos, se declaró cerrada la
instrucción y se procedió a la elaboración del proyecto de
resolución correspondiente.

SÉPTIMO. El asunto se sometió a consideración del


Tribunal Pleno y en sesión de cuatro de octubre de dos mil diez,
se decidió el returno del asunto al Ministro Luis María Aguilar
Morales para la elaboración del proyecto correspondiente.

OCTAVO. En sesión de veintiuno de junio de dos mil once,


el asunto se sometió nuevamente a consideración del Tribunal
Pleno, el cual quedó en lista para verse en la sesión del veintitrés
siguiente. En dicha sesión, a propuesta del Ministro Presidente, el
Tribunal Pleno acordó continuar el análisis del asunto en la sesión

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subsiguiente. En sesión del Tribunal Pleno de veintisiete de junio


de dos mil once se decidió returnar el asunto al señor Ministro que
correspondiera, conforme el turno que se lleva en la Sección de
Trámite de Controversias Constitucionales y de Acciones de
Inconstitucionalidad de este Alto Tribunal.

NOVENO. Por acuerdo dictado por el Presidente de esta


Suprema Corte de veintinueve de junio de dos mil once, se
decidió returnar el asunto al señor Ministro Sergio Salvador
Aguirre Anguiano.

DÉCIMO. En la sesión de siete de febrero de dos mil doce,


el Tribunal Pleno desecho la propuesta presentada y, conforme al
turno correspondiente, designó al Ministro José Ramón Cossío
Díaz para la elaboración del engrose.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Este Tribunal Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
resolver la presente acción de inconstitucionalidad, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 105, fracción II,
inciso c), de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, y 10, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, toda vez que el Procurador General de la
República plantea la posible contradicción entre los artículos 72,
fracción V, y 73, fracción V, de la Ley de Prevención de
Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Tabaco del Estado de Yucatán, y la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos.

SEGUNDO. Oportunidad. En primer lugar se analizará si la


acción de inconstitucionalidad fue presentada oportunamente.

De conformidad con el artículo 60 de la Ley Reglamentaria


de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos1, el cómputo del plazo de
treinta días naturales para ejercitar la acción de
inconstitucionalidad debe hacerse a partir del día siguiente al que
se publicó en el medio de difusión oficial la norma impugnada, con
la salvedad de que si el último día del plazo fuese inhábil, la
demanda podrá presentarse el primer día hábil siguiente.

Ahora bien, el Decreto por el que se dieron a conocer los


preceptos impugnados fue publicado en el Diario Oficial de la
Entidad el ocho de junio de dos mil siete. Por tanto, el plazo para
ejercer esta vía inició el nueve de junio y concluyó el ocho de julio
de dos mil siete, pero por ser inhábil (domingo), la demanda podía
presentarse el primer día hábil siguiente, de conformidad con el
artículo 60 antes referido (nueve de julio de dos mil siete).

Toda vez que el oficio de la acción de inconstitucionalidad se


recibió en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia
de este Alto Tribunal el nueve de julio de dos mil siete, según se

1
“Artículo 60. El plazo para ejercitar la acción de inconstitucionalidad será de treinta días
naturales contados a partir del día siguiente a la fecha en que la ley o tratado
internacional impugnado sean publicados en el correspondiente medio oficial. Si el último
día del plazo fuese inhábil, la demanda podrá presentarse el primer día hábil siguiente.
En materia electoral, para el cómputo de los plazos todos los días son hábiles.”

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advierte de la certificación que obra al reverso de la foja dieciocho


de autos, es evidente que su presentación fue oportuna.

TERCERO. Legitimación. A continuación se procede a


analizar la legitimación del promovente, por ser presupuesto
indispensable para el ejercicio de la acción.

Suscribe la demanda Eduardo Medina Mora Icaza en su


carácter de Procurador General de la República, lo que acredita
con la copia certificada de su designación en ese cargo por parte
del Presidente de la República.

De acuerdo con lo previsto por el artículo 105, fracción II,


inciso c), de la Constitución Federal2, si en el caso se plantea la
inconstitucionalidad de los artículos 72, fracción V, y 73, fracción
V, de la Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo
de Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán,
ordenamiento que tiene el carácter de estatal, el Procurador
General de la República cuenta con la legitimación necesaria para
hacerlo.

2
“Artículo 105. La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que
señala la ley reglamentaria, de los asuntos siguientes:
(…).
II.- De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible
contradicción entre una norma de carácter general y esta Constitución.
Las acciones de inconstitucionalidad podrán ejercitarse, dentro de los treinta días
naturales siguientes a la fecha de publicación de la norma, por:
(...).
c) El Procurador General de la República, en contra de leyes de carácter federal, estatal y
del distrito Federal, así como de tratados internacionales celebrados por el Estado
Mexicano; (…).”

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Apoya la conclusión anterior la tesis de jurisprudencia


número P./J. 98/20013, de rubro y texto siguiente:

“ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. EL
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA
TIENE LEGITIMACIÓN PARA IMPUGNAR
MEDIANTE ELLA, LEYES FEDERALES, LOCALES O
DEL DISTRITO FEDERAL, ASÍ COMO TRATADOS
INTERNACIONALES. El artículo 105, fracción II, inciso
c), de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos faculta al procurador general de la
República para impugnar, mediante el ejercicio de las
acciones de inconstitucionalidad, leyes de carácter
federal, estatal o del Distrito Federal, así como tratados
internacionales, sin que sea indispensable al efecto la
existencia de agravio alguno, en virtud de que dicho
medio de control constitucional se promueve con el
interés general de preservar, de modo directo y único,
la supremacía constitucional, a fin de que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación realice un análisis
abstracto de la constitucionalidad de la norma. En otras
palabras, no es necesario que el procurador general de
la República resulte agraviado o beneficiado con la
norma en contra de la cual enderece la acción de
inconstitucionalidad ni que esté vinculado con la
resolución que llegue a dictarse, pues será suficiente
su interés general, abstracto e impersonal de que se
respete la supremacía de la Carta Magna.”

CUARTO. Improcedencia. El Gobernador Constitucional


del Estado de Yucatán, al rendir su informe, sostiene que la
presente acción de inconstitucionalidad es improcedente en
cuanto a dicha autoridad se refiere, porque al promulgar y publicar
la ley impugnada sólo cumplió con la obligación que le imponen
distintos ordenamientos de la entidad, guardando las
formalidades que señalan las normas de la materia. Por ello

3
Tesis P./J. 98/2001 del Tribunal Pleno, visible en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, tomo XIV, septiembre de 2001, página 823.

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

considera que tales actos no vulneran los artículos 5º, 16 y 21 de


la Constitución Federal.

Sobre el particular debe señalarse que el extremo hecho


valer por la autoridad referida como una improcedencia, en el
sentido de que sólo cumplió con las disposiciones jurídicas
relativas al proceso legislativo de la ley impugnada –en el ámbito
de su competencia–, no encuentra cabida en alguna de las
causales que al efecto se prevén por el artículo 19 de la ley
reglamentaria de la materia, al cual remite el diverso artículo 65
del citado ordenamiento, en materia de acciones de
inconstitucionalidad4.

En cambio, el artículo 61, fracción II, de la ley referida


dispone que en la demanda por la que se ejercita la acción de
inconstitucionalidad deberán señalarse los órganos legislativos y
4
“Artículo 65. En las acciones de inconstitucionalidad, el ministro instructor de acuerdo al
artículo 25, podrá aplicar las causales de improcedencia establecidas en el artículo 19 de
esta ley, con excepción de su fracción II respecto de leyes electorales, así como las
causales de sobreseimiento a que se refieren las fracciones II y III del artículo 20.
La (sic) causales previstas en las fracciones III y IV del artículo 19 sólo podrán aplicarse
cuando los supuestos contemplados en éstas se presenten respecto de otra acción de
inconstitucionalidad.”
“Artículo 19. Las controversias constitucionales son improcedentes:
I. Contra decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;
II. Contra normas generales o actos en materia electoral;
III. Contra normas generales o actos que sean materia de una controversia pendiente de
resolver, siempre que exista identidad de partes, normas generales o actos y conceptos
de invalidez;
IV. Contra normas generales o actos que hubieren sido materia de una ejecutoria dictada
en otra controversia, o contra las resoluciones dictadas con motivo de su ejecución,
siempre que exista identidad de partes, normas generales o actos y conceptos de
invalidez, en los casos a que se refiere el artículo 105, fracción I, último párrafo, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
V. Cuando hayan cesado los efectos de la norma general o acto materia de la
controversia;
VI. Cuando no se haya agotado la vía legalmente prevista para la solución del propio
conflicto;
VII. Cuando la demanda se presentare fuera de los plazos previstos en el artículo 21, y
VIII. En los demás casos en que la improcedencia resulte de alguna disposición de esta
ley.
En todo caso, las causales de improcedencia deberán examinarse de oficio.”

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

ejecutivo que hubieren emitido y promulgado las normas


generales impugnadas; en tanto que el artículo 64, primer párrafo
del citado cuerpo legal, señala que el Ministro instructor dará vista
a los órganos legislativos que hubieren emitido la norma y al
órgano ejecutivo que la hubiere promulgado, para que dentro del
plazo de quince días rindan un informe que contenga las razones
y fundamentos tendientes a sostener la validez de la norma
general impugnada o la improcedencia de la acción de
inconstitucionalidad.

De este modo, lejos de actualizarse una causa de


improcedencia por el hecho de que el Gobernador del Estado de
Yucatán se limitó a cumplir con su obligación de promulgar y
ordenar la publicación de la ley tildada de inconstitucional, a dicho
Ejecutivo Local debe darse vista en términos de ley para que
rinda el informe señalado, por tener injerencia en el proceso
legislativo que dio origen a la norma general impugnada.

En consecuencia, debe desestimarse la causa de


improcedencia planteada, ya que la inejercitabilidad de la acción
no depende de que cumpla con las obligaciones que le imponen
las disposiciones regulatorias de sus funciones y atribuciones. En
apoyo a la decisión se invoca la jurisprudencia P./J. 38/20105 del
Tribunal Pleno que establece:

“ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. DEBE


DESESTIMARSE LA CAUSA DE IMPROCEDENCIA
PLANTEADA POR EL PODER EJECUTIVO LOCAL
EN QUE ADUCE QUE AL PROMULGAR Y

5
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, Abril de
2010, página 1419.

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

PUBLICAR LA NORMA IMPUGNADA SÓLO ACTUÓ


EN CUMPLIMIENTO DE SUS FACULTADES. Si en
una acción de inconstitucionalidad el Poder Ejecutivo
Local plantea que dicho medio de control constitucional
debe sobreseerse por lo que a dicho Poder
corresponde, en atención a que la promulgación y
publicación de la norma impugnada las realizó
conforme a las facultades que para ello le otorga algún
precepto, ya sea de la Constitución o de alguna ley
local, debe desestimarse la causa de improcedencia
planteada, pues dicho argumento no encuentra cabida
en alguna de las causales previstas en el artículo 19 de
la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del
Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, al cual remite el numeral 65 del
mismo ordenamiento, este último, en materia de
acciones de inconstitucionalidad. Lo anterior es así,
porque el artículo 61, fracción II, de la referida Ley,
dispone que en el escrito por el que se promueva la
acción de inconstitucionalidad deberán señalarse los
órganos legislativo y ejecutivo que hubieran emitido y
promulgado las normas generales impugnadas y su
artículo 64, primer párrafo, señala que el Ministro
instructor dará vista al órgano legislativo que hubiere
emitido la norma y al ejecutivo que la hubiere
promulgado, para que dentro del plazo de 15 días
rindan un informe que contenga las razones y
fundamentos tendentes a sostener la validez de la
norma general impugnada o la improcedencia de la
acción. Esto es, al tener injerencia en el proceso
legislativo de las normas generales para otorgarle
plena validez y eficacia, el Poder Ejecutivo Local se
encuentra invariablemente implicado en la emisión de
la norma impugnada en la acción de
inconstitucionalidad, por lo que debe responder por la
conformidad de sus actos frente a la Constitución
General de la República.”

Al no advertirse la actualización de otra causa de


improcedencia o algún motivo de sobreseimiento, se procede al

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

estudio de los conceptos de invalidez que hace valer el


accionante.

QUINTO. Estudio de fondo. Se controvierte la


constitucionalidad de los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V,
de la Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, que
establecen una sanción administrativa por reincidencia,
consistente en trabajos a favor de la comunidad, al padre o tutor
responsable que desatienda los programas terapéuticos de sus
hijos; y, a quienes impidan u obstaculicen la realización de actos
que tengan por objeto verificar el cumplimiento de las
disposiciones de la ley, conforme a lo previsto en el artículo 68,
fracciones XII y XIV, del referido ordenamiento. Dichos preceptos
disponen:

“Artículo 72. Corresponde a la Secretaría de Salud la


imposición de sanciones por la comisión u omisión de
los supuestos previstos en las fracciones IV, VI, IX, X,
XII y XIII del artículo 68 de esta Ley, y que serán las
siguientes:
[…]
V. Al padre o tutor responsable que incumpla lo previsto
en la fracción XII del artículo 68, será acreedor de una
amonestación con apercibimiento, en caso de
reincidencia dentro de un período de un año, será
acreedor a la realización de trabajos en favor de la
comunidad.
Serán considerados en esta Ley como trabajos en favor
de la comunidad, los que se realicen para la prestación
de servicios no remunerados, en instituciones públicas,
educativas o de asistencia social, o en instituciones
privadas asistenciales. Este trabajo se llevará a cabo
hasta en 100 jornadas, en horarios distintos al de las
laborales que representen la fuente de ingresos para la

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

subsistencia del sujeto y de su familia, sin que pueda


exceder a la jornada extraordinaria que determine la
Ley Laboral y bajo la orientación y vigilancia de la
autoridad que la Secretaría de Salud determine;”

“Artículo 68. Para los efectos de esta Ley, se


sancionará a quien o quienes incurran en las siguientes
conductas:
[…]
XII. Al padre o tutor responsable, que desatiendan el
programa terapéutico y de rehabilitación, establecido o
determinado en favor de sus hijos, pupilos o
representados;”

“Artículo 73. Corresponde a la Secretaría de Salud y al


juez calificador municipal, y a falta de éste, al presidente
municipal, de acuerdo al ámbito de su competencia, la
imposición de sanciones por la comisión u omisión de
los supuestos previstos en las fracciones V, VII, VIII, XI
y XIV del artículo 68 de esta Ley, que serán las
siguientes:
[…]
V. A quien o quienes incumplan lo señalado en la
fracción XIV del artículo 68, se le impondrá una multa
de entre 20 hasta 300 veces el salario mínimo, en caso
de reincidencia se le impondrá como sanción la
realización de trabajos a favor de la comunidad.”

“Artículo 68. Para los efectos de esta Ley, se


sancionará a quien o quienes incurran en las siguientes
conductas:
[…]
XIV. Impedir u obstaculizar la realización de los actos
que tengan por objeto verificar el cumplimiento de las
disposiciones de esta ley.”

A fin de dar respuesta a los conceptos de invalidez se


advierte que éstos pueden distinguirse en relación con las normas
constitucionales de las que son violatorias, de acuerdo con la
promovente.

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

1. Infracción a la libertad de trabajo establecida en el


artículo 5°, en relación con el 21 constitucionales, porque se
faculta a una autoridad administrativa a que imponga como
sanción el trabajo a favor de la comunidad, siendo que nadie
podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin justa
retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo
impuesto como pena por la autoridad judicial.

2. Los trabajos a favor de la comunidad que establece el


ordenamiento impugnado no cumplen con el principio de
individualización de la pena, pues independientemente de la
gravedad del hecho o los daños, siempre se aplicará la sanción
de cien jornadas, sin que exista un rango entre mínimos y
máximos.

3. Violación a los artículos 16 y 133 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque el Congreso
del Estado de Yucatán, al facultar a las autoridades
administrativas a que impongan una sanción que tiene el carácter
de pena, se extralimita en sus funciones, contraviniendo lo
dispuesto en los artículos mencionados, ya que dicha facultad es
competencia de la autoridad judicial.

Una vez que fueron precisados los conceptos de invalidez se


procede a su contestación.

Análisis de la violación a la libertad de trabajo (artículos 5º y


21 constitucionales).

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

En el primer concepto de invalidez el promovente argumenta


que las disposiciones impugnadas son inconstitucionales porque
facultan a las autoridades administrativas para imponer una
sanción como pena, consistente en obligar a los infractores a la
realización de trabajos en instituciones públicas, educativas o de
asistencia social, o en instituciones privadas asistenciales.
Considera que ello contraviene el artículo 21 de la Constitución
Federal que señala que la imposición de las penas es propia y
exclusiva de la autoridad judicial.

En este sentido, sostiene que no puede considerarse a las


penas y a las sanciones administrativas como sinónimos, pues el
artículo 18 de la propia Constitución distingue entre imposición de
penas (que corresponde constitucionalmente a la autoridad
judicial) y su ejecución (a través de la autoridad administrativa).

Igualmente, la accionante afirma que las normas


impugnadas transgreden el artículo 5º de la Carta Magna, que
establece que nadie puede ser obligado a prestar trabajos
personales sin justa retribución y sin su pleno consentimiento,
salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial. Es
decir, considera que para que una persona pueda ser obligada a
prestar un servicio personal es necesario que, mediante un
proceso, se emita una resolución dictada por una autoridad
judicial que califique, primero, al enjuiciado como responsable de
una conducta ilícita y, segundo, establezca como pena la
obligación de prestar un servicio a favor de la comunidad.

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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

A fin de dar contestación al primer argumento, esta Suprema


Corte de Justicia advierte que debe responderse a la siguiente
pregunta: ¿es contrario a la libertad de trabajo que las
autoridades administrativas impongan como sanción a los
particulares la realización de trabajos a favor de la
comunidad?

Para dar respuesta a la pregunta anterior debe explicarse lo


que las disposiciones constitucionales establecen en relación con
la libertad de trabajo, para después realizar el contraste
respectivo. En este entendido, se tiene en primer lugar, que el
artículo 123, primer párrafo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos establece que toda persona tiene
derecho al trabajo digno y socialmente útil6. En segundo lugar,
que en relación con tal derecho, el artículo 5° de la Ley
Fundamental establece que:

Art. 5o.- A ninguna persona podrá impedirse que se


dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que
le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad
sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando
se ataquen los derechos de tercero, o por resolución
gubernativa, dictada en los términos que marque la ley,
cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie
puede ser privado del producto de su trabajo, sino por
resolución judicial.

La Ley determinará en cada Estado, cuáles son las


profesiones que necesitan título para su ejercicio, las
condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las
autoridades que han de expedirlo.

6
Art. 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.

18
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales


sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento,
salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad
judicial, el cual se ajustará a lo dispuesto en las
fracciones I y II del artículo 123.
[…]

En lo que se refiere a esta acción de inconstitucionalidad, el


tercer párrafo del artículo transcrito establece que no puede
obligarse a las personas a realizar un trabajo personal sin
retribución y sin su consentimiento. De igual manera, establece
que se exceptúan de tal prohibición los trabajos personales que
las autoridades judiciales impongan a los particulares como
penas, mismas que deberán ajustarse a lo establecido en las
fracciones I y II del artículo 123 constitucional: una jornada
máxima de ocho horas (fracción I) o de siete horas en caso de ser
nocturno; quedando prohibidas las labores insalubres o
peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo
después de las diez de la noche de los menores de dieciséis años
(fracción II).

De lo anterior se desprende, como lo sostiene la accionante,


que ese artículo constitucional únicamente faculta a las
autoridades jurisdiccionales para imponer tales sanciones a los
particulares. Sin embargo, ello no puede llevar a este Tribunal
Pleno a declarar automáticamente que el primero de sus
argumentos resulte fundado, pues debe atenderse a todo el
marco constitucional que se refiere a la libertad de trabajo, aún
cuando no haya sido planteado por la accionante. Lo anterior
parte de la concepción que la norma constitucional no es un
conjunto de normas aisladas, sino un cuerpo normativo que debe

19
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

ser analizado de manera integral y sistemática para lograr su


pleno sentido.

De igual manera, debido a que la acción de


inconstitucionalidad es un medio de control abstracto de
constitucionalidad, este Tribunal ha determinado que, al hacer el
análisis o estudio de validez respectivo, hay que atender al marco
constitucional que se encuentre vigente y no limitarse al estudio
de las normas que lo estuvieran al momento en que la accionante
realizó la impugnación7.

Es por ello que debemos tomar en cuenta que con


posterioridad a la promoción de la presente acción fueron
realizadas dos reformas constitucionales que resultan relevantes
para la resolución del asunto.

La primera se refiere a la que modificó el cuarto párrafo del


artículo 21 constitucional, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el dieciocho de junio de dos mil ocho, a fin de que
estableciera lo siguiente:

Artículo 21.- […]


7
Al respecto, véase la tesis P./J. 12/2002 con registro IUS 187,883, visible en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Instancia: Pleno, Tomo
XV, febrero de 2002, p. 418. El rubro y texto de la tesis son: “ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD. EL ESTUDIO DE LOS CONCEPTOS DE INVALIDEZ QUE
SE HAGAN VALER DEBE EFECTUARSE A LA LUZ DE LAS DISPOSICIONES DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL VIGENTES AL MOMENTO DE RESOLVER. Al ser la acción
de inconstitucionalidad un medio de control de la constitucionalidad de normas generales,
emitidas por alguno de los órganos que enuncia el artículo 105, fracción II, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el estudio de los conceptos de
invalidez que se hagan valer debe efectuarse a la luz de las disposiciones
constitucionales vigentes en el momento de resolver, aun cuando la presentación de la
demanda sea anterior a la publicación de reformas o modificaciones a la Norma
Fundamental, ya que a nada práctico conduciría examinar la constitucionalidad de la ley
impugnada frente a disposiciones que ya dejaron de tener vigencia”.

20
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Compete a la autoridad administrativa la aplicación de


sanciones por las infracciones de los reglamentos
gubernativos y de policía, las que únicamente consistirán
en multa, arresto hasta por treinta y seis horas o en
trabajo a favor de la comunidad; pero si el infractor no
pagare la multa que se le hubiese impuesto, se
permutará esta por el arresto correspondiente, que no
excederá en ningún caso de treinta y seis horas.
[…]

De la lectura del artículo transcrito se advierte que su


reforma está intrínsecamente relacionada con el análisis que esta
Suprema Corte realice para determinar la constitucionalidad de
las normas impugnadas, pues genéricamente faculta a las
autoridades administrativas para imponer como sanción a los
particulares la realización de trabajos a favor de la comunidad.

Es decir, a partir de esta primera reforma se advierte que


nuestro marco constitucional relacionado con la libertad de
trabajo, quedaría establecido de la siguiente manera: nadie puede
ser obligado a prestar trabajos personales sin una justa
retribución y sin su pleno consentimiento, salvo que ocurra alguna
de las siguientes excepciones: primera, que este trabajo sea
impuesto como pena (establecida en la ley) por una autoridad
judicial, en las condiciones a que se refieren las fracciones I y II
del artículo 123 (artículo 5 constitucional); y segunda, cuando sea
impuesto un trabajo a favor de la comunidad como sanción por
una autoridad administrativa, como consecuencia a la infracción
de un reglamento gubernativo y de policía (cuarto párrafo del
artículo 21 constitucional).

21
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Así, tras la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho se


advierte que la Constitución Federal establece excepciones a la
libertad de trabajo, para que tanto las autoridades jurisdiccionales
como las administrativas para que puedan imponer, como
sanción, ciertos trabajos a los particulares en las condiciones que
ya han sido descritas.

La segunda de las reformas que debe ser tomada en cuenta


para determinar la validez de las normas impugnadas es la
publicada en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de
dos mil once, por virtud de la que fueron reformados diversos
artículos de la Constitución Federal. En la parte que a este
estudio interesa, a partir de esta reforma el artículo 1°
constitucional establece que:

Art. 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las


personas gozarán de los derechos humanos reconocidos
en esta Constitución y en los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se


interpretarán de conformidad con esta Constitución y
con los tratados internacionales de la materia
favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección
más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus


competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de
conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar,

22
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

sancionar y reparar las violaciones a los derechos


humanos, en los términos que establezca la ley.

Del artículo transcrito se desprende, en primer lugar, que


todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus
competencias, se encuentran obligadas no sólo a velar por los
derechos humanos establecidos en la Constitución Federal, sino
también por aquéllos contenidos en los instrumentos
internacionales de los que el Estado mexicano sea parte. En
segundo lugar, que al configurar los contenidos de tales
derechos, cualquier autoridad del Estado mexicano debe preferir
la interpretación más favorable al derecho humano de que se
trate.

En este sentido, al resolver el asunto Varios 912/2010, el


Pleno de esta Suprema Corte de Justicia determinó que tal
disposición debe leerse e interpretarse de manera conjunta con lo
que dispone el artículo 133 de nuestra Constitución Federal y, a
partir de ello, estableció la existencia de un parámetro de control
de la regularidad de las normas que integran el sistema jurídico
mexicano8.

Este parámetro se refiere a un conjunto de normas a partir


de cual se determina la regularidad o la validez de las normas que
integran al ordenamiento jurídico mexicano. Adicionalmente, este
parámetro constituye un catálogo normativo que permite a los
juzgadores determinar cuál de ellas resulta más favorable para las

8
Véase los párrafos 27 y ss. del asunto Varios 912/2010, resuelto por el Tribunal Pleno en
la sesión de catorce de julio de dos mil once.

23
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

personas, a fin de ser tomado en cuenta para la circunstancia


particular a la que se enfrenten.

Dicho parámetro está compuesto, tal como ya los sostuvo


este Tribunal en la resolución del expediente varios 912/2010, en
su párrafo 31, de la siguiente manera:

 Todos los derechos humanos contenidos en la


Constitución Federal (con fundamento en los artículos
1º y 133), así como la jurisprudencia emitida por el
Poder Judicial de la Federación;
 todos los derechos humanos contenidos en Tratados
Internacionales en los que el Estado mexicano sea
parte;
 los criterios vinculantes de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos establecidos en las sentencias en
las que el Estado mexicano haya sido parte, y los
criterios orientadores de la jurisprudencia y
precedentes de la citada Corte, cuando el Estado
mexicano no haya sido parte.

La existencia de este parámetro de regularidad


constitucional, de conformidad con lo establecido por la Suprema
Corte, no determina ex ante un criterio de jerarquía entre las
normas que lo integran. Ello es así, debido a que de acuerdo con
el texto del segundo párrafo del nuevo artículo primero
constitucional, cada una de las autoridades debe favorecer la
protección más amplia para cada caso concreto9.

9
“(…)

24
Lo anterior implica la existencia de un objetivo constitucional:
favorecer en todo momento la protección más amplia de los
derechos humanos. A fin de cumplir este objetivo, en cada una de
los casos que se les presenten en el ámbito de sus competencias,
tanto los juzgadores, como las demás autoridades del Estado
mexicano, deberán elegir si son los derechos humanos de fuente
constitucional (así como sus interpretaciones) o los derechos
humanos de fuente internacional, los que resultan más favorables.
Es decir, de las opciones normativas posibles, nacionales o
internacionales, las autoridades deberán elegir y preferir la que
resulte en una protección más amplia de las personas.

En este entendido, es claro que no es procedente establecer


un criterio jerárquico entre los diversos instrumentos normativos
que integran el parámetro de regularidad constitucional que ha
sido descrito. Lo procedente es que los jueces del Estado
mexicano al interpretar el contenido de un determinado derecho
humano, elijan el estándar que resulte más favorable para los
individuos de entre los contenidos en fuente constitucional o
aquellos que se deriven de fuente internacional.

Consecuentemente, corresponde a los jueces, en el ámbito


de sus competencias constitucionales y legales, la realización de
un ejercicio de valoración derivado del mandato contenido en la
parte final del segundo párrafo del nuevo artículo 1° constitucional
para la elección del estándar normativo que integrará el
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales en la materia favoreciendo en todo tiempo
a las personas la protección más amplia.
(…)”
parámetro de regularidad constitucional a aplicar en cada caso
concreto, buscando siempre el objetivo constitucional: aplicar el
que resulte en el mayor beneficio de las personas.

A partir de esta obligación genérica de todos los jueces del


Estado mexicano, ya en el ámbito de sus atribuciones tratándose
de las acciones de inconstitucionalidad, esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación no debe limitarse al texto constitucional, sino
que también debe tomar en cuenta lo establecido en los
convenios internacionales suscritos por el Estado Mexicano, aun
cuando no hayan sido invocados. Así, la integración del
parámetro de control de constitucionalidad en cada caso concreto,
para el posterior ejercicio de valoración derivado del mandato
contenido en la parte final del segundo párrafo del nuevo artículo
1° constitucional realizado por este Tribunal, debe incluir de forma
oficiosa los estándares derivados de las disposiciones
internacionales que establezcan derechos humanos contenidas
en instrumentos internacionales ratificados por el Estado
mexicano10.

Por todo lo anterior, si para la resolución del presente asunto


resulta indispensable determinar si es compatible con el derecho
al trabajo el que las autoridades administrativas puedan imponer a
los particulares la realización de trabajos a favor de la comunidad,
de conformidad con el artículo 1° de la Constitución Federal es
necesario atender a lo que los tratados internacionales suscritos
10
Este punto concreto es resultado de las discusiones del proyecto anterior que dieron
lugar a la presentación del último proyecto de resolución presentado para la aprobación
del Tribunal Pleno, concretamente en la sesión de 23 de junio de 2011 por unanimidad de
votos.
por el Estado mexicano disponen al respecto y no limitarse a lo
establecido en el marco constitucional.

Ello es así, debido a que, como se ha evidenciado, la


incorporación de los derechos de ambas fuentes (la constitucional
y la internacional) es lo que permitirá, en primer lugar, evaluar de
manera integral el derecho al trabajo y, en segundo lugar, definir
su contenido a partir de la interpretación que resulte más
favorable, a efecto de cumplir con el objetivo constitucional que se
desprende del segundo párrafo del artículo 1° que ya ha sido
descrito.

Se advierte que el Estado mexicano ha suscrito y ratificado


tres instrumentos internacionales relevantes para el presente
análisis: 1) el Convenio Relativo al Trabajo Forzoso u Obligatorio
(Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo); 2) el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y, 3) la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo,


publicado en el Diario Oficial de la Federación el trece de agosto
de mil novecientos treinta y cinco, en sus artículos 1° y 2°
establecen:

Artículo 1.
1. Todo Miembro de la Organización Internacional del
Trabajo que ratifique el presente Convenio se obliga a
suprimir, lo más pronto posible, el empleo del trabajo
forzoso u obligatorio en todas sus formas.

2. Con miras a esta supresión total, el trabajo forzoso u


obligatorio podrá emplearse, durante el período
transitorio, únicamente para fines públicos y a título
excepcional, en las condiciones y con las garantías
estipuladas en los artículos siguientes.

3. A la expiración de un plazo de cinco años a partir de


la entrada en vigor del presente Convenio y cuando el
Consejo de Administración de la Oficina Internacional
del Trabajo prepare el informe a que se refiere el
artículo 31 dicho Consejo examinará la posibilidad de
suprimir sin nuevo aplazamiento el trabajo forzoso u
obligatorio en todas sus formas y decidirá la
conveniencia de inscribir esta cuestión en el orden del
día de la Conferencia.

Artículo 2.
1. A los efectos del presente Convenio, la expresión
«trabajo forzoso u obligatorio» designa todo trabajo o
servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una
pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se
ofrece voluntariamente.

2. Sin embargo, a los efectos del presente Convenio, la


expresión «trabajo forzoso u obligatorio» no
comprende:
a) cualquier trabajo o servicio que se exija en virtud de
las leyes sobre el servicio militar obligatorio y que tenga
un carácter puramente militar;
b) cualquier trabajo o servicio que forme parte de las
obligaciones cívicas normales de los ciudadanos de un
país que se gobierne plenamente por sí mismo;
c) cualquier trabajo o servicio que se exija a un
individuo en virtud de una condena pronunciada por
sentencia judicial, a condición de que este trabajo o
servicio se realice bajo la vigilancia y control de las
autoridades públicas y que dicho individuo no sea
cedido o puesto a disposición de particulares,
compañías o personas jurídicas de carácter privado;
d) cualquier trabajo o servicio que se exija en casos de
fuerza mayor, es decir, guerra, siniestros o amenaza de
siniestros, tales como incendios, inundaciones,
hambre, temblores de tierra, epidemias y epizootias
violentas, invasiones de animales, de insectos o de
parásitos vegetales dañinos, y en general, en todas las
circunstancias que pongan en peligro o amenacen
poner en peligro la vida o las condiciones normales de
existencia de toda o parte de la población;

e) los pequeños trabajos comunales, es decir, los


trabajos realizados por los miembros de una
comunidad en beneficio directo de la misma, trabajos
que, por consiguiente, pueden considerarse como
obligaciones cívicas normales que incumben a los
miembros de la comunidad, a condición de que la
misma población o sus representantes directos tengan
derecho a pronunciarse sobre la necesidad de esos
trabajos.”

Como se aprecia de su lectura, este instrumento


internacional exige que los miembros de la OIT que lo ratifiquen
supriman el trabajo forzoso u obligatorio (artículo 1.1),
entendiéndose por éste a “todo trabajo o servicio exigido a un
individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual
dicho individuo no se ofrece voluntariamente” (artículo 2.1).
Excluye de esta categoría, entre otros, al que se imponga en
virtud de una condena dictada por una sentencia judicial (artículo
2.2.c). Es decir, este instrumento proscribe los trabajos forzosos u
obligatorios, al tiempo que determina que no puede considerarse
como uno de éstos al impuesto como pena por parte de una
autoridad judicial.

De ello se advierte que los Estados que sean parte de dicho


instrumento internacional deberán prohibir la imposición de
cualquier trabajo forzado u obligatorio. Sin embargo, los Estados
sí podrán establecer en su legislación interna la posibilidad de
que pueda imponerse a los particulares la realización de un
trabajo obligatorio, con la condición de que ello sea como
consecuencia de pena determinada exclusivamente por una
autoridad jurisdiccional.

Por su parte, el artículo 8º del Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos, que fue publicada en el Diario Oficial
de la Federación el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y
uno, dispone:

Artículo 8.

1. Nadie estará sometido a esclavitud. La esclavitud y


la trata de esclavos estarán prohibidas en todas sus
formas.

2. Nadie estará sometido a servidumbre.

3. a) Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo


forzoso u obligatorio;
b) El inciso precedente no podrá ser interpretado en el
sentido de que prohíbe, en los países en los cuales
ciertos delitos pueden ser castigados con la pena de
prisión acompañada de trabajos forzados, el
cumplimiento de una pena de trabajos forzados
impuesta por un tribunal competente;
c) No se considerarán como "trabajo forzoso u
obligatorio", a los efectos de este párrafo:
i) Los trabajos o servicios que, aparte de los
mencionados en el inciso b), se exijan normalmente de
una persona presa en virtud de una decisión judicial
legalmente dictada, o de una persona que habiendo
sido presa en virtud de tal decisión se encuentre en
libertad condicional;
ii) El servicio de carácter militar y, en los países donde
se admite la exención por razones de conciencia, el
servicio nacional que deben prestar conforme a la ley
quienes se opongan al servicio militar por razones de
conciencia;
iii) El servicio impuesto en casos de peligro o
calamidad que amenace la vida o el bienestar de la
comunidad;
iv) El trabajo o servicio que forme parte de las
obligaciones cívicas normales.”

Como se advierte, el artículo 8º del Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos también proscribe el trabajo forzoso,
e igualmente establece ciertas circunstancias o supuestos que no
se considerarán como tal. Entre éstos se encuentra el
cumplimiento de una pena que sea impuesta por una “decisión
judicial” (artículo 8.3 inciso b y 8.3 inciso c, subinciso i).

Finalmente, la Convención Americana sobre Derechos


Humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el siete
de mayo de mil novecientos ochenta y uno, en su artículo 6º,
prevé lo siguiente:

Artículo 6º. Prohibición de la esclavitud y servidumbre


1. Nadie puede ser sometido a esclavitud o
servidumbre y tanto estas, como la trata de esclavos y
la trata de mujeres están prohibidas en todas sus
formas.
2. Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo
forzoso u obligatorio. En los países donde ciertos
delitos tengan señalada la pena privativa de la libertad
acompañada de trabajos forzosos, esta disposición no
podrá ser interpretada en el sentido de que prohíbe el
cumplimiento de dicha pena impuesta por juez o
tribunal competente. El trabajo forzoso no debe afectar
a la dignidad ni a la capacidad física e intelectual del
recluido.
3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio, para los
efectos de este artículo:
a) los trabajos o servicios que se exijan normalmente
de una persona recluida en cumplimiento de una
sentencia o resolución formal dictada por la autoridad
judicial competente. Tales trabajos o servicios deberán
realizarse bajo la vigilancia y control de las autoridades
públicas, y los individuos que los efectúen serán
puestos a disposición de particulares, compañías o
personas jurídicas de carácter privado;

b) el servicio militar y, en los países en donde se


admite exención por razones de conciencia, el servicio
nacional que la ley establezca en lugar de aquél;
c) el servicio impuesto en casos de peligro o calamidad
que amenace la existencia o el bienestar de la
comunidad, y
d) el trabajo o servicio que forme parte de las
obligaciones cívicas normales.

Como se aprecia, este instrumento internacional establece,


en lo que interesa para efectos de la resolución de este asunto,
una regulación similar a los artículos transcritos anteriormente (8º
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y 2º del
Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo): por
una parte, una prohibición general para la imposición de trabajos
forzados u obligatorios y, por otra, que esta prohibición no incluye
al trabajo obligatorio que sea impuesto por un juez o tribunal
competente en cumplimiento de una pena.

Al ser los únicos instrumentos internacionales suscritos por


el Estado mexicano que se refieren a los trabajos forzados u
obligatorios, se puede afirmar que el marco internacional es
unánime, en primer lugar, en proscribir el trabajo forzado; y, en
segundo lugar, en establecer como excepción a dicha prohibición
que los Estados puedan imponer a los individuos la realización de
tales trabajos, siempre y cuando ello constituya una pena que sea
impuesta por una autoridad jurisdiccional.
Ahora bien, si se compara el contenido de tales instrumentos
con lo establecido en la Constitución federal, se aprecia, por una
parte, que aquéllos y ésta coinciden en la prohibición del trabajo
forzado u obligatorio, aún cuando en su formulación, como es
natural, existan variaciones.

Sin embargo, y por otra parte, se advierte que no existe


coincidencia entre lo establecido en los tratados internacionales y
en la Constitución respecto a las circunstancias en las que
pudiera imponerse un trabajo forzado u obligatorio. Mientras que
los tratados internacionales establecen como única excepción la
posibilidad de que las autoridades jurisdiccionales los impongan
en cumplimiento de una pena, la Constitución Federal establece,
adicionalmente, que las autoridades administrativas también
puedan sancionar a los particulares con la realización de un
trabajo comunitario por la infracción a los reglamentos
gubernativos y de policía.

En efecto, la Constitución Federal permite que las


autoridades jurisdiccionales impongan trabajos como pena por
autoridad judicial, como excepción directa al derecho al trabajo
establecida en el mismo artículo 5º de la Constitución, como
también permite la imposición de la prestación de trabajos a favor
de la comunidad, impuestos por autoridades administrativas como
sanciones por infracciones a reglamentos gubernativo y de policía
en el tercer párrafo del artículo 21 de la misma Constitución. En
contraste, los instrumentos internacionales son claros en
establecer una prohibición genérica para que cualquier autoridad
estatal, salvo las judiciales, puedan imponer a los particulares la
realización de un trabajo no voluntario como sanción.

Precisadas que existen diferencias entre lo establecido en el


marco constitucional y en el internacional respecto a las
posibilidades en las que el Estado puede imponer a los
particulares la realización de un trabajo forzado u obligatorio, es
necesario determinar ¿cuál de estos estándares resultan en
una mayor protección para las personas, a fin de dar
cumplimiento al objetivo constitucional contenido en el
segundo párrafo del artículo 1°? La respuesta a esta pregunta
permitirá determinar, en última instancia, el parámetro de control
sobre las normas que integran el orden jurídico mexicano, en
particular respecto a qué autoridades pueden imponer a las
personas la realización de trabajos obligatorios, parámetro que
será el contraste para el análisis de las normas impugnadas.

Tanto las normas constitucionales como las internacionales


protegen uno de los aspectos del derecho humano al trabajo,
como lo es que los individuos lo ejerzan de manera libre. Ambas
establecen ciertas excepciones en las que se permite que, en
ciertas condiciones, el Estado pueda obligar a las personas a su
realización. Por tal razón, la respuesta a la pregunta formulada en
el párrafo anterior dependerá de cuál de ellas resulte en un mayor
beneficio a la persona humana en relación con la menor
interferencia estatal al ejercicio de tal libertad. Es decir, habrá que
determinar cuál es el estándar que afecta en menor medida la
posibilidad que las personas realicen trabajos únicamente de
forma voluntaria.

A juicio de esta Suprema Corte de Justicia, los estándares


internacionales son los que establecen la protección más amplia
del derecho humano al trabajo, ya que restringen las posibilidades
y las modalidades en las que el Estado puede interferir con tal
libertad en mayor medida que el estándar constitucional. En
efecto el estándar internacional establece, como ya se ha dicho,
que serán únicamente las autoridades jurisdiccionales quienes
puedan imponer como pena a las personas la realización de
ciertos trabajos que deberán realizar aún sin su consentimiento –
es decir, de manera obligatoria–, proscribiendo que sean las
autoridades administrativas las que puedan establecer este tipo
de trabajo como sanción. Esto implica, además, otra limitación
formal al Estado incluida en el estándar internacional referida a la
fuente normativa de la pena: si el trabajo obligatorio solamente
puede ser impuesto por autoridad jurisdiccional y como pena, esto
forzosamente implica que las violaciones cometidas tienen que
estar en Ley y no por violación a reglamentos gubernativos y de
policía.

De este modo, dado que el estándar internacional establece


una mayor protección a la persona humana que el contenido de la
Constitución Federal respecto al derecho humano a la libertad de
trabajo, esta Suprema Corte determina que el parámetro de
validez las normas que integran el ordenamiento jurídico
mexicano es el siguiente: sólo podrán imponerse como penas a
los particulares la realización de trabajos forzados u obligatorios,
mediante una condena que derive de una autoridad jurisdiccional.

Consecuentemente, en el caso concreto que nos


corresponde analizar, debemos aplicar el estándar internacional
antes aludido a los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V, de la
Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán
impugnados, que establecen una sanción administrativa, por
reincidencia, consistente en trabajos a favor de la comunidad, al
padre o tutor responsable que desatienda los programas
terapéuticos de sus hijos; y, a quienes impidan u obstaculicen la
realización de actos que tengan por objeto verificar el
cumplimiento de las disposiciones de la ley, conforme a lo
previsto en el artículo 68, fracciones XII y XIV, del referido
ordenamiento.

De la aplicación de este estándar como parámetro de control


se concluye que debe declararse la invalidez de los artículos
impugnados por resultar contrarios a la interpretación más
favorable que se desprende de los artículos 1°, párrafo segundo
en relación con el 5º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, interpretado conforme a los artículos 8º del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 2º del
Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo y 6 de
la Convención Americana.
Por lo tanto, es fundado el concepto de invalidez en el que
se aduce que los artículos 72, fracción V, primer párrafo, y 73,
fracción V, de la Ley impugnada, vulneran la libertad de trabajo,
en los términos explicitados en los párrafos precedentes.
Consecuentemente, se declara la inconstitucionalidad del
artículos 72, fracción V, primer párrafo, y 73, fracción V, de la Ley
de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, en las porciones
normativas que indican, respectivamente, “en caso de
reincidencia dentro de un período de un año, será acreedor a la
realización de trabajos en favor de la comunidad”; y “en caso de
reincidencia se le impondrá como sanción la realización de
trabajos a favor de la comunidad”.

En atención a lo establecido en el apartado anterior, se


estima que resulta innecesario el análisis de los restantes
conceptos de invalidez formulados por el Procurador General de
la República, en el entendido de que al haberse declarado la
invalidez de la sanción relativa al trabajo a favor de la comunidad
prevista en el mismo artículo 72, fracción V, en su primer párrafo,
lo conducente es extender la invalidez a su segundo párrafo,
según el cual aquélla debe llevarse a cabo hasta en cien jornadas
en horarios distintos al de las laborales que representen la fuente
de ingresos para la subsistencia del individuo y su familia, sin que
pueda exceder a la jornada extraordinaria que determine la ley
laboral, y bajo la orientación y vigilancia de la autoridad que la
Secretaría de Salud determine, lógicamente. Esto es así, en la
medida en que se trata de una previsión complementaria e
inescindible de la sanción prevista en el primer párrafo ya
declarada inválida, y sería incongruente que del análisis que se
hiciera del segundo párrafo se llegara a la conclusión de su
validez autónoma.

En este sentido, al haberse declarado la invalidez de la


sanción relativa al trabajo a favor de la comunidad, establecida en
el primer párrafo de la fracción V del artículo 72, se declara la
invalidez del segundo párrafo, del citado precepto de la Ley de
Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, en la medida en que
en su totalidad está referido a las características de esa sanción e
integra un sistema regulatorio necesariamente unitario.

Finalmente, por vía de consecuencia, debe declararse la


inconstitucionalidad del artículo 70, fracción VII del mismo
ordenamiento, que establece igualmente la imposición de trabajos
a favor de la comunidad.

Tiene aplicación a lo anteriormente concluido, la


jurisprudencia plenaria que enseguida se cita:

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. SUPUESTO


EN EL QUE SE JUSTIFICA LA DECLARATORIA DE
INVALIDEZ Y CONSECUENTE EXPULSIÓN DE
TODO EL SISTEMA NORMATIVO IMPUGNADO, Y
NO SÓLO DE LAS PORCIONES NORMATIVAS
DIRECTAMENTE AFECTADAS DE
INCONSTITUCIONALIDAD. Si bien es cierto que el
principio federal de división de poderes y de certeza
jurídica fundamentan que la regla general en la
determinación de los efectos de las sentencias
estimatorias consista en expulsar únicamente las
porciones normativas que el Tribunal determina
inconstitucionales a fin de afectar lo menos posible el
cuerpo normativo cuestionado; sin embargo, existen
ocasiones en que se justifica establecer una
declaratoria de inconstitucionalidad de mayor amplitud,
lo que puede suceder en el supuesto de que las normas
impugnadas conformen un sistema normativo integral,
en el que cada parte encuentra una unión lógica
indisoluble con el conjunto, puesto que, en tal caso, es
posible que la expulsión de una sola de las porciones
relevantes del sistema termine por desconfigurarlo de
manera terminante o de rediseñarlo, creándose uno
nuevo por propia autoridad jurisdiccional, lo que
implicaría una mayor intervención del Tribunal en la
lógica del ordenamiento jurídico controvertido,
generando el riesgo de intersección de las facultades
del Tribunal Constitucional con las que corresponden
exclusivamente a otros poderes públicos11.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Es procedente y fundada la presente acción de


inconstitucionalidad.

SEGUNDO. Se declara la invalidez de los artículos 72,


fracción V, en la porción normativa que indica: “en caso de
reincidencia dentro de un período de un año, será acreedor a la
realización de trabajos en favor de la comunidad”, así como su
párrafo segundo; 73, fracción V, en la porción normativa que
indica: “en caso de reincidencia se le impondrá como sanción la
realización de trabajos a favor de la comunidad”; y, en vía de
consecuencia, de la fracción VII del artículo 70, todos de la Ley de
Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, publicada en el
11
Tesis jurisprudencial P./J. 85/2007, con registro IUS: 170877, emitida por el Tribunal
Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena época, Tomo XXVI, diciembre de 2007, página 849,
Diario Oficial de dicha entidad, el ocho de junio de dos mil siete,
en los términos del último considerando de esta ejecutoria.

TERCERO. La declaratoria de invalidez surtirá efectos a


partir del día siguiente de la legal notificación de la presente
ejecutoria al Congreso del Estado de Yucatán.

CUARTO. Publíquese esta sentencia en el Diario Oficial de


la Federación, en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de
Yucatán y en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

Notifíquese; haciéndolo por medio de oficio a las partes y,


en su oportunidad, archívese el expediente como asunto
concluido.

Así lo resolvió el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación:

En relación con el punto resolutivo Primero:

Por unanimidad de once votos de los señores Ministros


Aguirre Anguiano, Cossío Díaz, Luna Ramos, Franco González
Salas, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Aguilar Morales,
Valls Hernández, Sánchez Cordero de García Villegas, Ortiz
Mayagoitia y Presidente Silva Meza, se aprobó la determinación
consistente en que es procedente la presente acción de
inconstitucionalidad.

Por mayoría de nueve votos de los señores Ministros Aguirre


Anguiano, Cossío Díaz, Luna Ramos, Franco González Salas,
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Valls Hernández,


Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Silva Meza, se
aprobó la determinación consistente en que es fundada la
presente acción de inconstitucionalidad. Los señores ministros
Aguilar Morales y Ortiz Mayagoitia votaron en contra.

En relación con el punto resolutivo Segundo:

Por mayoría de nueve votos de los señores Ministros Aguirre


Anguiano, Cossío Díaz, Luna Ramos, Franco González Salas,
Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Valls Hernández,
Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Silva Meza, en
cuanto a la determinación consistente en declarar la invalidez de
los artículos 72, fracción V, en la porción normativa que indica:
“en caso de reincidencia dentro de un período de un año, será
acreedor a la realización de trabajos en favor de la comunidad”,
así como su párrafo segundo; 73, fracción V, en la porción
normativa que indica: “en caso de reincidencia se le impondrá
como sanción la realización de trabajos a favor de la comunidad”;
y, en vía de consecuencia, de la fracción VII del artículo 70, todos
de la Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, publicada
en el Diario Oficial de dicha entidad, el ocho de junio de dos mil
siete. Los señores Ministros Aguilar Morales y Ortiz Mayagoitia
votaron por la validez de los preceptos mencionados.

Por mayoría de seis votos de los señores Ministros Cossío


Díaz, Franco González Salas con salvedades en el sentido de
que de una interpretación conforme de los artículos 5°, 21 y 133
constitucionales, los trabajos a favor de la comunidad pueden
considerarse constitucionalmente válidos siempre y cuando estén
establecidos en ley, sean impuestos por autoridades

41
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

administrativas o jurisdiccionales, exista la posibilidad de


permutarlos por otro tipo de sanciones y, principalmente, cuando
puedan ser aceptados voluntariamente por el sujeto infractor,
Zaldívar Lelo de Larrea, Valls Hernández, Sánchez Cordero de
García Villegas y Presidente Silva Meza, se aprobaron las
consideraciones que sustentan la determinación contenida en el
punto resolutivo Segundo. Los señores Ministros Aguirre
Anguiano, Luna Ramos y Pardo Rebolledo votaron en contra de
dichas consideraciones. Los señores Ministros Aguilar Morales y
Ortiz Mayagoitia no participaron en la votación relativa a las
consideraciones que sustentan el punto resolutivo Segundo de
este fallo.

Los señores Ministros Aguirre Anguiano, Luna Ramos,


Zaldívar Lelo de Larrea y Pardo Rebolledo reservaron su derecho
para formular sendos votos concurrentes, y los señores Ministros
Aguilar Morales y Ortiz Mayagoitia, para formular sendos votos
particulares.

En relación con los considerandos tercero y cuarto:

Se aprobaron por unanimidad de once votos de los señores


Ministros Aguirre Anguiano, Cossío Díaz, Luna Ramos, Franco
González Salas, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo,
Aguilar Morales (vinculado por la decisión mayoritaria), Valls
Hernández, Sánchez Cordero de García Villegas, Ortiz Mayagoitia
(vinculado por la decisión mayoritaria) y Presidente Silva Meza.

La siguiente votación no se refleja en puntos


resolutivos:

Por unanimidad de once votos de los señores Ministros


Aguirre Anguiano, Cossío Díaz, Luna Ramos, Franco González
Salas, Zaldívar Lelo de Larrea, Pardo Rebolledo, Aguilar Morales,

42
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Valls Hernández, Sánchez Cordero de García Villegas, Ortiz


Mayagoitia y Presidente Silva Meza, se determinó que en una
acción de inconstitucionalidad es posible, al estudiar la
regularidad de una ley, acudir a tratados internacionales en
materia de derechos humanos, aunque no hubieren sido
invocados por la parte actora.

El señor Ministro Presidente Juan N. Silva Meza declaró que


el asunto se resolvió en los términos precisados.

Firman el Ministro Presidente, el Ministro Ponente y el


Secretario General de Acuerdos que autoriza y da fe.

MINISTRO PRESIDENTE:

JUAN N. SILVA MEZA.

MINISTRO PONENTE:

JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.

SECRETARIO GENERAL DE ACUERDOS:

LIC. RAFAEL COELLO CETINA.

43
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Esta hoja forma parte de la acción de inconstitucionalidad 155/2007, promovida por el Procurador General de
la República, fallada el siete de febrero de dos mil doce, en el sentido siguiente: “ PRIMERO. Es procedente y
fundada la presente acción de inconstitucionalidad. SEGUNDO. Se declara la invalidez de los artículos 72,
fracción V, en la porción normativa que indica: “en caso de reincidencia dentro de un período de un año, será
acreedor a la realización de trabajos en favor de la comunidad”, así como su párrafo segundo; 73, fracción
V, en la porción normativa que indica: “en caso de reincidencia se le impondrá como sanción la realización de
trabajos a favor de la comunidad”; y, en vía de consecuencia, de la fracción VII del artículo 70, todos de la Ley
de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán,
publicada en el Diario Oficial de dicha entidad, el ocho de junio de dos mil siete, en los términos del último
considerando de esta ejecutoria. TERCERO. La declaratoria de invalidez surtirá efectos a partir del día
siguiente de la legal notificación de la presente ejecutoria al Congreso del Estado de Yucatán.
CUARTO. Publíquese esta sentencia en el Diario Oficial de la Federación, en el Diario Oficial del Gobierno del
Estado de Yucatán y en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.”. Conste.

44
VOTO CONCURRENTE QUE FORMULA EL SEÑOR MINISTRO
JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO, EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007, PROMOVIDA POR EL
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA.

En el asunto señalado en el acápite, se impugnó la


constitucionalidad de los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V,
de la Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, que
establecen una sanción administrativa por reincidencia,
consistente en trabajos a favor de la comunidad, al padre o tutor
responsable que desatienda los programas terapéuticos de sus
hijos; y, a quienes impidan u obstaculicen la realización de actos
que tengan por objeto verificar el cumplimiento de las
disposiciones de la ley, conforme a lo previsto en el artículo 68,
fracciones XII y XIV, del referido ordenamiento.

La mayoría de los Señores Ministros integrantes del Pleno


consideraron que la invalidez de dichos preceptos se debe a lo
siguiente:

En primer lugar, que el artículo 123, primer párrafo, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece
que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente
útil. En segundo lugar, que en relación con tal derecho, el tercer
párrafo del artículo 5° de la Ley Fundamental establece que no
puede obligarse a las personas a realizar un trabajo personal sin
retribución y sin su consentimiento. De igual manera, establece
que se exceptúan de tal prohibición los trabajos personales que
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

las autoridades judiciales impongan a los


particulares como penas, mismas que deberán
ajustarse a lo establecido en las fracciones I y II del artículo 123
constitucional: una jornada máxima de ocho horas (fracción I) o
de siete horas en caso de ser nocturno; quedando prohibidas las
labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y
todo otro trabajo después de las diez de la noche de los menores
de dieciséis años (fracción II).

Que de lo anterior se desprende, que ese artículo


constitucional únicamente faculta a las autoridades
jurisdiccionales para imponer tales sanciones a los particulares.
Sin embargo, la reforma al cuarto párrafo del artículo 21
constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
dieciocho de junio de dos mil ocho, genéricamente faculta a las
autoridades administrativas para imponer como sanción a los
particulares la realización de trabajos a favor de la comunidad.

Es decir, a partir de esta primera reforma se advierte que


nuestro marco constitucional relacionado con la libertad de
trabajo, quedaría establecido de la siguiente manera: nadie puede
ser obligado a prestar trabajos personales sin una justa
retribución y sin su pleno consentimiento, salvo que ocurra alguna
de las siguientes excepciones: primera, que este trabajo sea
impuesto como pena (establecida en la ley) por una autoridad
judicial, en las condiciones a que se refieren las fracciones I y II
del artículo 123 (artículo 5 constitucional); y segunda, cuando sea
impuesto un trabajo a favor de la comunidad como sanción por
una autoridad administrativa, como consecuencia a la infracción

2
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

de un reglamento gubernativo y de policía (cuarto


párrafo del artículo 21 constitucional).

Así, tras la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho se


advierte que la Constitución Federal establece excepciones a la
libertad de trabajo, para que tanto las autoridades jurisdiccionales
como las administrativas puedan imponer, como sanción, ciertos
trabajos a los particulares en las condiciones que ya han sido
descritas.

Por otra parte, en el Diario Oficial de la Federación el diez de


junio de dos mil once, se publicó la reforma al artículo 1°
constitucional que establece, en primer lugar, que todas las
autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se
encuentran obligadas no sólo a velar por los derechos humanos
establecidos en la Constitución Federal, sino también por aquéllos
contenidos en los instrumentos internacionales de los que el
Estado mexicano sea parte. En segundo lugar, que al configurar
los contenidos de tales derechos, cualquier autoridad del Estado
mexicano debe preferir la interpretación más favorable al derecho
humano de que se trate.

En este sentido, derivado de lo determinado por el Tribunal


Pleno al resolver el asunto Varios 912/2010, se señala que
corresponde a los jueces, en el ámbito de sus competencias
constitucionales y legales, la realización de un ejercicio de
valoración derivado del mandato contenido en la parte final del
segundo párrafo del nuevo artículo 1° constitucional para la
elección del estándar normativo que integrará el parámetro de

3
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

regularidad constitucional a aplicar en cada caso


concreto, buscando siempre el objetivo
constitucional: aplicar el que resulte en el mayor beneficio de las
personas.

Así, la integración del parámetro de control de


constitucionalidad en cada caso concreto, para el posterior
ejercicio de valoración derivado del mandato contenido en la parte
final del segundo párrafo del nuevo artículo 1° constitucional
realizado por este Tribunal, debe incluir de forma oficiosa los
estándares derivados de las disposiciones internacionales que
establezcan derechos humanos contenidas en instrumentos
internacionales ratificados por el Estado Mexicano.

Por todo lo anterior, para la resolución del presente asunto


resulta indispensable determinar si es compatible con el derecho
al trabajo el que las autoridades administrativas puedan imponer a
los particulares la realización de trabajos a favor de la comunidad,
de conformidad con el artículo 1° de la Constitución Federal, es
necesario atender a lo que los tratados internacionales suscritos
por el Estado mexicano disponen al respecto y no limitarse a lo
establecido en el marco constitucional.

Ello es así, debido a que, como se ha evidenciado, la


incorporación de los derechos de ambas fuentes (la constitucional
y la internacional) es lo que permitirá, en primer lugar, evaluar de
manera integral el derecho al trabajo y, en segundo lugar, definir
su contenido a partir de la interpretación que resulte más
favorable, a efecto de cumplir con el objetivo constitucional que se

4
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

desprende del segundo párrafo del artículo 1° que


ya ha sido descrito.

Se advierte que el Estado mexicano ha suscrito y ratificado


tres instrumentos internacionales relevantes para el presente
análisis: 1) el Convenio Relativo al Trabajo Forzoso u Obligatorio
(Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo); 2) el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y, 3) la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

El Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo,


publicado en el Diario Oficial de la Federación el trece de agosto
de mil novecientos treinta y cinco, en sus artículos 1° y 2°,
establece que los Estados que sean parte de dicho instrumento
internacional deberán prohibir la imposición de cualquier trabajo
forzado u obligatorio. Sin embargo, los Estados sí podrán
establecer en su legislación interna la posibilidad de que pueda
imponerse a los particulares la realización de un trabajo
obligatorio, con la condición de que ello sea como consecuencia
de pena determinada exclusivamente por una autoridad
jurisdiccional.

Por su parte, el artículo 8º del Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos, que fue publicado en el Diario Oficial
de la Federación el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y
uno, también proscribe el trabajo forzoso, e igualmente establece
ciertas circunstancias o supuestos que no se considerarán como
tal. Entre éstos se encuentra el cumplimiento de una pena que

5
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

sea impuesta por una “decisión judicial” (artículo


8.3 inciso b y 8.3 inciso c, subinciso i).

Finalmente, la Convención Americana sobre Derechos


Humanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el siete
de mayo de mil novecientos ochenta y uno, en su artículo 6º,
prevé, en lo que interesa para efectos de la resolución de este
asunto, una regulación similar a los artículos convencionales
citados: por una parte, una prohibición general para la imposición
de trabajos forzados u obligatorios y, por otra, que esta
prohibición no incluye al trabajo obligatorio que sea impuesto por
un juez o tribunal competente en cumplimiento de una pena.

Sin embargo, y por otra parte, se advierte que no existe


coincidencia entre lo establecido en los tratados internacionales y
en la Constitución respecto a las circunstancias en las que
pudiera imponerse un trabajo forzado u obligatorio. Mientras que
los tratados internacionales establecen como única excepción la
posibilidad de que las autoridades jurisdiccionales los impongan
en cumplimiento de una pena, la Constitución Federal establece,
adicionalmente, que las autoridades administrativas también
puedan sancionar a los particulares con la realización de un
trabajo comunitario por la infracción a los reglamentos
gubernativos y de policía.

Tanto las normas constitucionales como las internacionales


protegen uno de los aspectos del derecho humano al trabajo,
como lo es que los individuos lo ejerzan de manera libre. Ambas
establecen ciertas excepciones en las que se permite que, en

6
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

ciertas condiciones, el Estado pueda obligar a las


personas a su realización. Por tal razón, el criterio
a seguir dependerá de cuál de ellas resulte en un mayor beneficio
a la persona humana en relación con la menor interferencia
estatal al ejercicio de tal libertad. Es decir, habrá que determinar
cuál es el estándar que afecta en menor medida la posibilidad que
las personas realicen trabajos únicamente de forma voluntaria.

A juicio de esta Suprema Corte de Justicia, los estándares


internacionales son los que establecen la protección más amplia
del derecho humano al trabajo, ya que restringen las posibilidades
y las modalidades en las que el Estado puede interferir con tal
libertad en mayor medida que el estándar constitucional. En
efecto el estándar internacional establece, como ya se ha dicho,
que serán únicamente las autoridades jurisdiccionales quienes
puedan imponer como pena a las personas la realización de
ciertos trabajos que deberán realizar aún sin su consentimiento –
es decir, de manera obligatoria–, proscribiendo que sean las
autoridades administrativas las que puedan establecer este tipo
de trabajo como sanción. Esto implica, además, otra limitación
formal al Estado incluida en el estándar internacional referida a la
fuente normativa de la pena: si el trabajo obligatorio solamente
puede ser impuesto por autoridad jurisdiccional y como pena, esto
forzosamente implica que las violaciones cometidas tienen que
estar en Ley y no por violación a reglamentos gubernativos y de
policía.

De este modo, dado que el estándar internacional establece


una mayor protección a la persona humana que el contenido de la

7
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Constitución Federal respecto al derecho humano


a la libertad de trabajo, esta Suprema Corte
determina que el parámetro de validez de las normas que integran
el ordenamiento jurídico mexicano es el siguiente: sólo podrán
imponerse como penas a los particulares la realización de
trabajos forzados u obligatorios, mediante una condena que
derive de una autoridad jurisdiccional.

Consecuentemente, en el caso concreto que nos


corresponde analizar, debemos aplicar el estándar internacional
antes aludido a los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V, de la
Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán
impugnados, que establecen una sanción administrativa, por
reincidencia, consistente en trabajos a favor de la comunidad, al
padre o tutor responsable que desatienda los programas
terapéuticos de sus hijos; y, a quienes impidan u obstaculicen la
realización de actos que tengan por objeto verificar el
cumplimiento de las disposiciones de la ley, conforme a lo
previsto en el artículo 68, fracciones XII y XIV, del referido
ordenamiento.

De la aplicación de este estándar como parámetro de


control se concluye que debe declararse la invalidez de los
artículos impugnados por resultar contrarios a la
interpretación más favorable que se desprende de los
artículos 1°, párrafo segundo en relación con el 5º de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
interpretado conforme a los artículos 8º del Pacto

8
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Internacional de Derechos Civiles y Políticos,


2º del Convenio 29 de la Organización
Internacional del Trabajo y 6 de la Convención Americana.

Por lo tanto, es fundado el concepto de invalidez en el que


se aduce que los artículos 72, fracción V, primer párrafo, y 73,
fracción V, de la Ley impugnada, vulneran la libertad de trabajo,
en los términos explicitados en los párrafos precedentes.
Consecuentemente, se declara la inconstitucionalidad del
artículos 72, fracción V, primer párrafo, y 73, fracción V, de la Ley
de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, en las porciones
normativas que indican, respectivamente, “en caso de
reincidencia dentro de un período de un año, será acreedor a la
realización de trabajos en favor de la comunidad”; y “en caso de
reincidencia se le impondrá como sanción la realización de
trabajos a favor de la comunidad”.

Ahora bien, en el caso, si bien comparto la declaratoria de


invalidez de las normas impugnadas, no comparto las anteriores
consideraciones, pues los motivos por lo que considero que
dichas normas son inválidas son las siguientes:

En primer término, debe recordarse que el artículo 123,


primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, establece que toda persona tiene derecho al trabajo
digno y socialmente útil. Por su parte, el artículo 5° de la Ley
Fundamental consagra la libertad de trabajo; asimismo, establece
diversas garantías en relación con la libertad de trabajo, que

9
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

abarca la industria, profesión, comercio o cualquier


ocupación laboral, siendo lícitos.

En relación con la interpretación del primer párrafo del


artículo 5º constitucional, este Alto Tribunal ha sostenido que la
libertad de comercio no es absoluta, irrestricta e ilimitada, sino
que requiere que la actividad que emprenda el gobernado sea
lícita, es decir, que esté permitida por la ley. Asimismo, su
ejercicio sólo puede limitarse en dos supuestos, a saber, por
determinación judicial, cuando se lesionen los derechos de
tercero, o bien, por resolución gubernativa en los casos
específicos que lo determine la ley, siempre y cuando se ofendan
los derechos de la sociedad.

Es así que la libertad de trabajo entraña el derecho de toda


persona a elegir libremente la profesión, industria, comercio o
trabajo lícitos, e impone a la autoridad el deber de abstenerse de
impedir u obligar a la persona a realizar trabajos personales (sin
comprender servicios públicos ni profesionales de índole social,
de los que se ocupa el cuarto párrafo del precepto en mención).

Por otra parte, la reforma al cuarto párrafo del artículo 21


constitucional de dieciocho de junio de dos mil ocho,
genéricamente faculta a las autoridades administrativas para
imponer como sanción a los particulares la realización de trabajos
a favor de la comunidad.

Así como se señala en la sentencia, a partir de esta primera


reforma se advierte que nuestro marco constitucional relacionado

10
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

con la libertad de trabajo, quedaría establecido de


la siguiente manera: nadie puede ser obligado a
prestar trabajos personales sin una justa retribución y sin su pleno
consentimiento, salvo que ocurra alguna de las siguientes
excepciones: primera, que este trabajo sea impuesto como pena
(establecida en la ley) por una autoridad judicial, en las
condiciones a que se refieren las fracciones I y II del artículo 123
(artículo 5 constitucional); y segunda, cuando sea impuesto un
trabajo a favor de la comunidad como sanción por una autoridad
administrativa, como consecuencia a la infracción de un
reglamento gubernativo y de policía (cuarto párrafo del artículo 21
constitucional).

Es decir, de la reforma de dieciocho de junio de dos mil ocho


se advierte que la Constitución Federal establece excepciones a
la libertad de trabajo, para que tanto las autoridades
jurisdiccionales como las administrativas puedan imponer, como
sanción, ciertos trabajos a los particulares en las condiciones que
ya han sido descritas.

Atendiendo a una interpretación sistemática de las


disposiciones relevantes, se tiene que el párrafo tercero del
artículo 5° constitucional, contiene dos restricciones, previstas en
la parte final de dicho párrafo, y en el cuarto párrafo del artículo
21, reformado el dieciocho de junio de dos mil ocho12, que son:
12
“Artículo 5º. […]
[…]
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento,
salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a lo dispuesto en las
fracciones I y II del artículo 123.”

“Artículo 21. […]


[…]
La imposición de las penas, su modificación y duración son propias y exclusivas de la autoridad judicial.

11
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

a) La primera restricción a la libertad


fundamental en estudio la establece el
párrafo tercero del artículo 5° constitucional, que autoriza
a establecer como pena la prestación de trabajos
personales, ajustándose a la duración de la jornada
máxima de ocho horas, siete si es trabajo nocturno, con la
prohibición de las labores insalubres o peligrosas, el
trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo después de
las diez de la noche, de los menores de dieciséis años, en
términos de lo previsto por las fracciones I y II del artículo
123 de la Ley Fundamental.

b) La segunda restricción a la libertad dispuesta en el tercer


párrafo del artículo 5° constitucional, deriva de la reforma
al artículo 21 constitucional de dieciocho de junio de dos
mil ocho, pues a partir de esa fecha se establece la
facultad, de establecer el trabajo a favor de la comunidad
como sanción administrativa por infringir reglamentos
gubernativos y de policía.

La lógica que permeó en los trabajos del Órgano reformador


de la Constitución al concretar la mencionada reforma de junio de
dos mil ocho, fue impulsar el trabajo como base del sistema
punitivo mexicano, criterio que llevó a modificar el sistema
penitenciario referido en los artículos 18 y 21 constitucionales, y a
impulsar penas sustitutivas de prisión, como el caso destacado en

Compete a la autoridad administrativa la aplicación de sanciones por las infracciones de los reglamentos gubernativos y
de policía, las que únicamente consistirán en multa, arresto hasta por treinta y seis horas o en trabajo a favor de la
comunidad; pero si el infractor no pagare la multa que se le hubiese impuesto, se permutará esta por el arresto
correspondiente, que no excederá en ningún caso de treinta y seis horas.”

12
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

el presente asunto, que es el trabajo en favor de la


comunidad. Dicha intención llevó también a incluir
como sanción administrativa la consistente en trabajo a favor de
la comunidad en el párrafo cuarto del artículo 21.

La sanción administrativa consistente en el “trabajo a favor


de la comunidad” guarda congruencia con el trabajo socialmente
útil a que se refiere el primer párrafo del artículo 123
constitucional, pues tiene como finalidad que las infracciones
administrativas puedan ser sancionadas con servicios benéficos
para la sociedad, cuyo interés se afectó con motivo de la
conducta sancionada.

Igualmente, la sanción administrativa consistente en el


trabajo a favor de la comunidad, resulta acorde con las
restricciones a la libertad de trabajo deducidas del artículo 5° de
la propia Constitución, pues en los supuestos que menciona se
deduce el interés social que justifica la restricción a la libertad de
trabajo, lo que también debe tenerse presente al analizar el
trabajo a favor de la comunidad, pues así se comprende que las
labores obligatorias retribuirán al conglomerado social, con motivo
de la infracción cometida por el sancionado.

Por otra parte, debe atenderse a la reforma de diez de junio


de dos mil once, al artículo 1° de la Constitución Federal, cuyos
primeros tres párrafos establecen:

“Artículo 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado

13
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Mexicano sea parte, así como de las garantías


para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

(ADICIONADO, D.O.F. 10 DE JUNIO DE 2011)


Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

(ADICIONADO, D.O.F. 10 DE JUNIO DE 2011)


Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos
que establezca la ley.
…”

De lo que se advierte que si bien, todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución
y en los Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte, así como de las garantías para su protección, lo cierto
es que puntualiza en el propio primer párrafo de dicho precepto
que su ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en
los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.

Asimismo, que todas las autoridades del país, dentro del


ámbito de sus competencias, se encuentran obligadas no sólo a
velar por los derechos humanos establecidos en la Constitución
Federal, sino también por aquéllos contenidos en los instrumentos
internacionales de los que el Estado mexicano sea parte,
favoreciendo en todo tiempo la interpretación más amplia de los
derechos humanos.

14
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Es esta interpretación del artículo 1º


constitucional que desde mi punto de vista es
relevante, pues no hay duda que se está ampliando el ámbito de
reconocimiento de derechos humanos también a los tratados
internacionales, pero también hay una mención específica, en la
que la Constitución se reserva la potestad de establecer
restricciones a esos derechos reconocidos en tratados
internacionales.

De lo anterior, considero que la Constitución Federal se


sigue colocando por encima de los tratados internacionales en
este tema, pues el artículo 133 de la propia Carta Magna, no ha
sido reformado en cuanto establece que los tratados
internacionales deben ser acordes con la Constitución, y desde
luego la Constitución nos obliga a hacer una interpretación
extensiva, pro persona, progresiva, pero sin que ello implique
llegar al extremo de inaplicar un precepto de la propia
Constitución Federal en aras de llevar a cabo la aplicación de un
tratado internacional.

Ahora bien, tomando en cuenta lo establecido por el


analizado artículo 1º constitucional, debe tomarse en
consideración que en este tema el Estado Mexicano ha suscrito y
ratificado tres instrumentos internacionales relevantes para el
presente análisis, a saber: el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, el Convenio relativo al Trabajo Forzoso u
Obligatorio (Convenio 29 de la Organización Internacional del
Trabajo), y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

15
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Los cuales, como precisa la sentencia,


establecen una prohibición general para la
imposición de trabajos forzados u obligatorios y, por otra, que esta
prohibición no incluye al trabajo obligatorio que sea impuesto por
un juez o tribunal competente en cumplimiento de una pena.

No obstante tal previsión que se establece en los tratados


internacionales, la cual es acorde con lo establecido por el artículo
5º de la propia Constitución Federal; considero que –como dije-
no puede llegarse al extremo de simplemente inaplicar o
declarar la inconvencionalidad de lo previsto en el artículo 21
de la Constitución Federal cuya reforma de dieciocho de junio
de dos mil ocho, instituyó la facultad de establecer el trabajo a
favor de la comunidad como sanción administrativa por infringir
reglamentos gubernativos y de policía.

Por tanto, atendiendo a la previsión establecida en el


multicitado artículo 1º de la Constitución Federal, considero que
debe realizarse una interpretación sistemática de los artículos 5° y
21 de la Constitución Federal; entendiendo que, las restricciones
que ésta expresamente impone a los derechos fundamentales
son limitaciones legítimas al ejercicio de éstos, pero, cuando las
normas de la Constitución no encuentren exacta coincidencia con
los límites o restricciones que los instrumentos internacionales
suscritos y ratificados por México imponen a determinado derecho
humano o libertad pública, ello no impide que las restricciones
expresas de la Constitución Federal deban también armonizarse
en una dirección favorecedora para las personas.

16
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

Así, si en el caso las restricciones


constitucionales a la libertad de trabajo no
coinciden exactamente con las establecidas en los instrumentos
internacionales destacados, y además, suponen una restricción
mayor a la libertad de trabajo que la reconocida en la Constitución
Federal; entonces aplicando el principio pro persona en materia
de libertad de trabajo, las restricciones constitucionales expresas
deben interpretarse en el sentido más restrictivo, en beneficio de
la más extensa protección a la libertad de trabajo de las personas
que ofrece el ordenamiento constitucional.

Lo determinado significa que, ante una situación en la que


las restricciones internacionales a los derechos humanos se
manifiestan como de menor intensidad a las establecidas en las
normas constitucionales, ello no impide que dichas restricciones
deban ser interpretadas restrictivamente, lo que significa que a las
disposiciones constitucionales que formulan derechos humanos
también debe serles aplicada una interpretación sistemática
orientada hacia un criterio pro persona, en estricta aplicación del
segundo párrafo del artículo 1º de la propia Constitución Federal.

Así, debe establecerse que si el artículo 21, cuarto párrafo,


de la Constitución Federal, dispone que: “Compete a la autoridad
administrativa la aplicación de sanciones por las infracciones de
los reglamentos gubernativos y de policía, las que únicamente
consistirán en multa, arresto hasta por treinta y seis horas o
en trabajo a favor de la comunidad; pero si el infractor no
pagare la multa que se le hubiese impuesto, se permutará esta
por el arresto correspondiente, que no excederá en ningún caso

17
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

de treinta y seis horas”. En aplicación de una


interpretación que favorezca a la protección más
amplia a los titulares de la libertad de trabajo, tomando en
consideración lo establecido en el artículo 5º, primer párrafo, de la
Constitución Federal, y el reconocimiento internacional de esta
libertad en los ordenamientos relevantes, que establecen una
aplicación del trabajo forzoso u obligatorio a casos
verdaderamente excepcionales y estrictamente necesarios desde
un punto de vista social o cívico, el artículo 21, cuarto párrafo, de
la Constitución Federal, debe entenderse en el sentido de que
las infracciones reglamentarias que las leyes están
autorizadas a establecer como las que las autoridades
administrativas pueden imponer, deben ser única, exclusiva y
alternativamente las de multa, arresto hasta por treinta y seis
horas, o trabajo a favor de la comunidad, tal como está
establecido en ese precepto constitucional.

Lo que permitirá además a la autoridad administrativa


graduar la sanción dependiendo de la gravedad de la falta;
atenuándola o agravándola según sea la infracción en el caso
particular.

En este tenor, si los artículos 72, fracción V, y 73, fracción V,


de la Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de
Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, que
establecen una sanción administrativa, por reincidencia,
consistente en trabajos a favor de la comunidad, al padre o tutor
responsable que desatienda los programas terapéuticos de sus
hijos; y, a quienes obstaculicen las visitas de verificación y la labor

18
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

de los inspectores, conforme a lo previsto en el


artículo 68, fracciones XII y XIV, del referido
ordenamiento; no contemplan la sanción de trabajo a favor de la
comunidad como una sanción alternativa u opcional, entre el
conjunto de las autorizadas por el artículo 21, cuarto párrafo, de la
Constitución Federal, sino que la consideran como una sanción
aislada, susceptible de imponerse en caso de reincidencia en la
conducta ilícita, sin hacer posible que la Secretaría de Salud
pueda valorar la imposición alternativa del trabajo obligatorio
referido, y así pueda, con base en la eventual aplicación de
tratados internacionales en los casos concretos, considerar la
aplicación solamente excepcional de dicha sanción, pues los
preceptos impugnados la compelen a la aplicación irrestricta de
una única sanción consistente en el trabajo a favor de la
comunidad, al actualizarse una reincidencia de la conducta ilícita.

Es por ello que considero que los artículos 72, fracción V,


primer párrafo, y 73, fracción V, de la Ley de Prevención de
Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y
Tabaco del Estado de Yucatán, impugnados, en cuanto prevén
como sanción, en caso de reincidencia, la “realización de trabajos
a favor de la comunidad”, resultan contrarios a la interpretación
orientada al principio pro persona que se desprende de lo
establecido en los artículos 1º, segundo párrafo, 5º y 21, cuarto
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Son estas razones por las que difiero de las consideraciones
que se sostienen en la sentencia relativa a la acción de
inconstitucionalidad 155/2007, aun y cuando coincido con la

19
VOTO CONCURRENTE QUE SE
FORMULA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

declaratoria de inconstitucionalidad de las normas


impugnadas.

MINISTRO

JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.

SECRETARIO GENERAL DE ACUERDOS

LIC. RAFAEL COELLO CETINA.

20
VOTO CONCURRENTE QUE FORMULA EL MINISTRO
SERGIO SALVADOR AGUIRRE ANGUIANO EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007, PROMOVIDA POR EL
PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA, RESUELTA
POR EL TRIBUNAL EN PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN, EN SESIÓN PÚBLICA DE SIETE DE
FEBRERO DE DOS MIL DOCE.

El que suscribe votó a favor la resolución pronunciada por el


Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el
asunto especificado, sin embargo, formulo el presente voto al no
coincidir con todas las consideraciones que sustentaron la
determinación de este Alto Tribunal.

En la resolución plenaria se determinó la invalidez de los


artículos 72, fracción V, y 73, fracción V, de la Ley de Prevención
de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y
Tabaco del Estado de Yucatán, que establecen una sanción
administrativa por reincidencia, consistente en trabajos a favor de
la comunidad al padre o tutor responsable que desatienda los
programas terapéuticos de sus hijos, y a quienes impidan u
obstaculicen la realización de actos que tengan por objeto
verificar el cumplimiento de las disposiciones de esa Ley,
conforme a lo previsto en su artículo 68, fracciones XII y XIV. Los
artículos impugnados disponen lo siguiente:

“Artículo 72. Corresponde a la Secretaría de Salud


la imposición de sanciones por la comisión u
omisión de los supuestos previstos en las
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

fracciones IV, VI, IX, X, XII y XIII del artículo 68 de


esta Ley, y que serán las siguientes:
(…)
V. Al padre o tutor responsable que incumpla lo
previsto en la fracción XII del artículo 68, será
acreedor de una amonestación con apercibimiento,
en caso de reincidencia dentro de un período de un
año, será acreedor a la realización de trabajos en
favor de la comunidad.
Serán considerados en esta Ley como trabajos en
favor de la comunidad, los que se realicen para la
prestación de servicios no remunerados, en
instituciones públicas, educativas o de asistencia
social, o en instituciones privadas asistenciales.
Este trabajo se llevará a cabo hasta en 100
jornadas, en horarios distintos al de las laborales
que representen la fuente de ingresos para la
subsistencia del sujeto y de su familia, sin que
pueda exceder a la jornada extraordinaria que
determine la Ley Laboral y bajo la orientación y
vigilancia de la autoridad que la Secretaría de Salud
determine;”

“Artículo 73. Corresponde a la Secretaría de Salud


y al juez calificador municipal, y a falta de éste, al
presidente municipal, de acuerdo al ámbito de su
competencia, la imposición de sanciones por la
comisión u omisión de los supuestos previstos en

2
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

las fracciones V, VII, VIII, XI y XIV del artículo 68 de


esta Ley, que serán las siguientes:
(…)
V. A quien o quienes incumplan lo señalado en la
fracción XIV del artículo 68, se le impondrá una
multa de entre 20 hasta 300 veces el salario
mínimo, en caso de reincidencia se le impondrá
como sanción la realización de trabajos a favor de
la comunidad.”

“Artículo 68. Para los efectos de esta Ley, se


sancionará a quien o quienes incurran en las
siguientes conductas:
(…)
XII. Al padre o tutor responsable, que desatiendan
el programa terapéutico y de rehabilitación,
establecido o determinado en favor de sus hijos,
pupilos o representados;
(…)
XIV. Impedir u obstaculizar la realización de los
actos que tengan por objeto verificar el
cumplimiento de las disposiciones de esta ley.”

Como se observa, los artículos transcritos establecen una


sanción administrativa por reincidencia, consistente en trabajos a
favor de la comunidad al padre o tutor responsable que
desatienda los programas terapéuticos de sus hijos, así como a
quienes impidan u obstaculicen la realización de actos que tengan

3
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

por objeto verificar el cumplimiento de las disposiciones del


mismo ordenamiento combatido.

Al respecto, debo apuntar que en la resolución plenaria se


asume que para determinar la compatibilidad del derecho al
trabajo con el postulado que afirma que las autoridades
administrativas pueden imponer a los particulares la realización
de trabajos a favor de la comunidad, es indispensable atender a
lo que disponen los tratados internacionales suscritos por el
Estado mexicano y no limitarse a lo establecido en el marco
constitucional, sobre la base de que la incorporación de los
derechos de fuente constitucional e internacional es lo que
permite evaluar de manera integral el derecho al trabajo, así como
definir su contenido a partir de la interpretación que resulte más
favorable, para así cumplir con lo señalado por el segundo párrafo
del artículo 1° constitucional.

El artículo 1º de la Constitución Federal dispone lo siguiente:

“Artículo 1. En los Estados Unidos Mexicanos


todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en
los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para
su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse
ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se
interpretarán de conformidad con esta Constitución

4
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

y con los tratados internacionales de la materia


favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá
prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley.”

En esa tesitura, la mayoría de los Ministros determinaron


que es el estándar internacional el parámetro de control aplicable
para analizar la validez o invalidez de los artículos impugnados,
bajo el argumento de que los instrumentos internacionales
establecen una prohibición genérica para que cualquier autoridad
estatal, salvo las judiciales, puedan imponer a los particulares la
realización de un trabajo no voluntario como sanción.

Así pues, por una parte concluyeron que los artículos 1 y 2


del Convenio Relativo al Trabajo Forzoso u Obligatorio (Convenio
29 de la Organización Internacional del Trabajo), el artículo 8 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el diverso 6
del Convención Americana sobre Derechos Humanos, al prohibir
el trabajo forzado u obligatorio fijan como única excepción la
posibilidad de que las autoridades jurisdiccionales los impongan
en cumplimiento de una pena; y por otra, razonaron que la

5
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Constitución Federal permite que las autoridades jurisdiccionales


los impongan como pena, como excepción a lo establecido en el
artículo 5º constitucional, y que, además, el artículo 21, párrafo
tercero, de la Ley Fundamental autoriza a las autoridades
administrativas a imponer la prestación de trabajos a favor de la
comunidad como sanciones por infracciones a reglamentos
gubernativos y de policía.

El Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo


establece lo siguiente:

“Artículo 1.
1. Todo Miembro de la Organización Internacional
del Trabajo que ratifique el presente Convenio se
obliga a suprimir, lo más pronto posible, el empleo
del trabajo forzoso u obligatorio en todas sus
formas.
2. Con miras a esta supresión total, el trabajo
forzoso u obligatorio podrá emplearse, durante el
período transitorio, únicamente para fines públicos
y a título excepcional, en las condiciones y con las
garantías estipuladas en los artículos siguientes.
3. A la expiración de un plazo de cinco años a partir
de la entrada en vigor del presente Convenio y
cuando el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo prepare el informe a que
se refiere el artículo 31 dicho Consejo examinará la
posibilidad de suprimir sin nuevo aplazamiento el
trabajo forzoso u obligatorio en todas sus formas y

6
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

decidirá la conveniencia de inscribir esta cuestión


en el orden del día de la Conferencia.”

“Artículo 2.
1. A los efectos del presente Convenio, la expresión
«trabajo forzoso u obligatorio» designa todo
trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la
amenaza de una pena cualquiera y para el cual
dicho individuo no se ofrece voluntariamente.
2. Sin embargo, a los efectos del presente
Convenio, la expresión «trabajo forzoso u
obligatorio» no comprende:
a) cualquier trabajo o servicio que se exija en virtud
de las leyes sobre el servicio militar obligatorio y
que tenga un carácter puramente militar;
b) cualquier trabajo o servicio que forme parte de
las obligaciones cívicas normales de los
ciudadanos de un país que se gobierne plenamente
por sí mismo;
c) cualquier trabajo o servicio que se exija a un
individuo en virtud de una condena pronunciada
por sentencia judicial, a condición de que este
trabajo o servicio se realice bajo la vigilancia y
control de las autoridades públicas y que dicho
individuo no sea cedido o puesto a disposición de
particulares, compañías o personas jurídicas de
carácter privado;
d) cualquier trabajo o servicio que se exija en casos
de fuerza mayor, es decir, guerra, siniestros o

7
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

amenaza de siniestros, tales como incendios,


inundaciones, hambre, temblores de tierra,
epidemias y epizootias violentas, invasiones de
animales, de insectos o de parásitos vegetales
dañinos, y en general, en todas las circunstancias
que pongan en peligro o amenacen poner en
peligro la vida o las condiciones normales de
existencia de toda o parte de la población;
e) los pequeños trabajos comunales, es decir, los
trabajos realizados por los miembros de una
comunidad en beneficio directo de la misma,
trabajos que, por consiguiente, pueden
considerarse como obligaciones cívicas normales
que incumben a los miembros de la comunidad, a
condición de que la misma población o sus
representantes directos tengan derecho a
pronunciarse sobre la necesidad de esos trabajos.”

Por su parte, el artículo 8º del Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos dispone:

“Artículo 8.
1. Nadie estará sometido a esclavitud. La esclavitud
y la trata de esclavos estarán prohibidas en todas
sus formas.
2. Nadie estará sometido a servidumbre.
3. a) Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo
forzoso u obligatorio;

8
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

b) El inciso precedente no podrá ser interpretado


en el sentido de que prohíbe, en los países en los
cuales ciertos delitos pueden ser castigados con la
pena de prisión acompañada de trabajos forzados,
el cumplimiento de una pena de trabajos forzados
impuesta por un tribunal competente;
c) No se considerarán como "trabajo forzoso u
obligatorio", a los efectos de este párrafo:
i) Los trabajos o servicios que, aparte de los
mencionados en el inciso b), se exijan normalmente
de una persona presa en virtud de una decisión
judicial legalmente dictada, o de una persona que
habiendo sido presa en virtud de tal decisión se
encuentre en libertad condicional;
ii) El servicio de carácter militar y, en los países
donde se admite la exención por razones de
conciencia, el servicio nacional que deben prestar
conforme a la ley quienes se opongan al servicio
militar por razones de conciencia;
iii) El servicio impuesto en casos de peligro o
calamidad que amenace la vida o el bienestar de la
comunidad;
iv) El trabajo o servicio que forme parte de las
obligaciones cívicas normales.”

Finalmente, la Convención Americana sobre Derechos


Humanos en su artículo 6 prevé lo siguiente:

9
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

“Artículo 6º. Prohibición de la esclavitud y


servidumbre
1. Nadie puede ser sometido a esclavitud o
servidumbre y tanto estas, como la trata de
esclavos y la trata de mujeres están prohibidas en
todas sus formas.
2. Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo
forzoso u obligatorio. En los países donde ciertos
delitos tengan señalada la pena privativa de la
libertad acompañada de trabajos forzosos, esta
disposición no podrá ser interpretada en el sentido
de que prohíbe el cumplimiento de dicha pena
impuesta por juez o tribunal competente. El trabajo
forzoso no debe afectar a la dignidad ni a la
capacidad física e intelectual del recluido.
3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio,
para los efectos de este artículo:
a) los trabajos o servicios que se exijan
normalmente de una persona recluida en
cumplimiento de una sentencia o resolución formal
dictada por la autoridad judicial competente. Tales
trabajos o servicios deberán realizarse bajo la
vigilancia y control de las autoridades públicas, y
los individuos que los efectúen serán puestos a
disposición de particulares, compañías o personas
jurídicas de carácter privado;
b) el servicio militar y, en los países en donde se
admite exención por razones de conciencia, el

10
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

servicio nacional que la ley establezca en lugar de


aquél;
c) el servicio impuesto en casos de peligro o
calamidad que amenace la existencia o el bienestar
de la comunidad, y
d) el trabajo o servicio que forme parte de las
obligaciones cívicas normales.”

Por su parte, los artículos 5 y 21 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos son del siguiente tenor literal:

“Artículo 5. A ninguna persona podrá impedirse


que se dedique a la profesión, industria, comercio o
trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio
de esta libertad sólo podrá vedarse por
determinación judicial, cuando se ataquen los
derechos de tercero, o por resolución gubernativa,
dictada en los términos que marque la ley, cuando
se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie
puede ser privado del producto de su trabajo, sino
por resolución judicial.
La Ley determinará en cada Estado, cuáles son las
profesiones que necesitan título para su ejercicio,
las condiciones que deban llenarse para obtenerlo
y las autoridades que han de expedirlo.
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos
personales sin la justa retribución y sin su pleno
consentimiento, salvo el trabajo impuesto como

11
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a


lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo 123.
(…)”

“Artículo 21. (…)


Compete a la autoridad administrativa la aplicación
de sanciones por las infracciones de los
reglamentos gubernativos y de policía, las que
únicamente consistirán en multa, arresto hasta por
treinta y seis horas o en trabajo a favor de la
comunidad; pero si el infractor no pagare la multa
que se le hubiese impuesto, se permutará esta por
el arresto correspondiente, que no excederá en
ningún caso de treinta y seis horas.
(…)”

Ahora bien, en la resolución plenaria se afirma que es el


estándar internacional el que establece la protección más amplia
del derecho humano al trabajo, al restringir en mayor medida que
el estándar constitucional, las posibilidades y las modalidades en
las que el Estado puede interferir, ya que determina que
únicamente las autoridades jurisdiccionales pueden imponer
como pena la realización de trabajos forzosos u obligatorios, y
proscribe que sean las autoridades administrativas las que
puedan establecerlos como sanción. Además, se sostiene que el
estándar internacional también señala una limitación en torno a la
fuente normativa, debido a que si el trabajo obligatorio solamente
puede ser impuesto por autoridad jurisdiccional y como pena, esto

12
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

implica que las violaciones cometidas tienen que estar en Ley y


no en reglamentos gubernativos y/o de policía.

De este modo, el criterio mayoritario determinó que es el


estándar internacional el parámetro de validez aplicable al
establecer una mayor protección a la persona humana respecto al
derecho humano a la libertad de trabajo, para declarar la invalidez
de los preceptos impugnados por resultar contrarios a la
interpretación más favorable que se desprende de los artículos 1°,
párrafo segundo en relación con el 5º de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, interpretado conforme a los
artículos 8º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, 2º del Convenio 29 de la Organización Internacional del
Trabajo y 6 de la Convención Americana.

Aunque en términos generales convengo con el sentido de


la resolución plenaria, formulo el presente voto porque no
comparto plenamente el razonamiento seguido para arribar a la
decisión adoptada.

Al respecto, conviene tener presente que la parte accionante


refiere que se transgrede el artículo 5º de la Carta Magna, pues
nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales sin justa
retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo
impuesto como pena por la autoridad judicial. Es decir, para que
una persona sea obligada a prestar un servicio personal, es
necesario que, mediante un proceso, se emita una resolución
dictada por autoridad judicial, donde califique, primero, al
enjuiciado como responsable de una conducta ilícita y, segundo,

13
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

establezca como pena la obligación de prestar un servicio a favor


de la comunidad.

Si bien el artículo 123, primer párrafo, de la Constitución


Federal establece que toda persona tiene derecho al trabajo
digno y socialmente útil, el artículo 5° de la Ley Fundamental
consagra la libertad de trabajo, y preceptúa el derecho de los
individuos a seleccionar la ocupación lícita que más les convenga
o interese según sus propias inclinaciones y aptitudes; asimismo
señala que nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales
sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, derecho que
implica una prohibición para el Estado, pues debe abstenerse de
realizar acciones positivas para obligar a las personas a la
prestación de trabajos personales.

En relación con la interpretación de artículo 5º constitucional,


en su primer párrafo, la Suprema Corte ha sostenido que la
libertad de comercio no es absoluta, irrestricta e ilimitada, sino
que requiere que la actividad que emprenda el gobernado sea
lícita, es decir, que esté permitida por la ley. Asimismo, su
ejercicio sólo puede limitarse en dos supuestos, a saber, por
determinación judicial, cuando se lesionen los derechos de
tercero, o bien, por resolución gubernativa en los casos
específicos que lo determine la ley, siempre y cuando se ofendan
los derechos de la sociedad, como ha quedado plasmado en las
tesis que textualmente consignan.

“LIBERTAD DE COMERCIO. ALCANCES DE LO


DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 5o. DE LA

14
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

CONSTITUCIÓN FEDERAL. De la interpretación que


esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
establecido sobre el artículo 5o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
desprende que, por un lado, la garantía de libre
comercio no es absoluta, irrestricta e ilimitada, sino
que requiere que la actividad que realice el
gobernado sea lícita, es decir, que esté permitida
por la ley; y, por el otro, que el propio precepto
establece que su ejercicio sólo puede limitarse en
dos supuestos: por determinación judicial, cuando
se lesionen los derechos de tercero, o bien, por
resolución gubernativa en los casos específicos
que marque la ley, siempre y cuando se ofendan
los derechos de la sociedad. Lo anterior implica
que la garantía en cuestión será exigible en
aquellos casos en que la actividad, aunque lícita,
no afecte el interés público, entendido éste como el
imperativo que subyace frente al derecho de los
gobernados en lo individual que se traduce en la
convivencia y bienestar social. En ese sentido,
cuando a través de una resolución gubernativa se
limite el ejercicio de la citada garantía, se requiere,
necesariamente, que el ordenamiento que la
restringe contenga un principio de razón legítima
que sustente el interés de la sociedad y que tienda
a proteger sus derechos.” (Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Pleno, tomo

15
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

XI, junio de 2000, tesis P.LXXXVIII/2000, página 28


registro 191,691).

En suma, la libertad de trabajo entraña el derecho de toda


persona a elegir libremente la profesión, industria, comercio o
trabajo lícitos, e impone a la autoridad el deber de abstenerse de
impedir u obligar a la persona a realizar trabajos personales sin la
justa retribución.

Así pues, el artículo 5° constitucional contiene dos


restricciones que también están señaladas en el artículo 21 de la
Constitución. La primera restricción a la libertad de trabajo
consiste en la posibilidad de imponer como pena la prestación de
trabajos personales, ajustándose lo previsto por las fracciones I y
II del artículo 123 constitucional. La segunda restricción deriva de
la reforma al artículo 21 constitucional, de dieciocho de junio de
dos mil ocho, pues a partir de esa fecha se establece la facultad
alternativa de establecer el trabajo a favor de la comunidad como
sanción administrativa por infringir reglamentos gubernativos y de
policía.

Sobre el particular, debe tenerse presente que la lógica que


permeó en los trabajos del Órgano reformador de la Constitución
al concretar la reforma, fue impulsar el trabajo como base del
sistema punitivo mexicano, criterio que llevó a modificar el
sistema penitenciario y a impulsar penas sustitutivas de prisión,
como es el trabajo en favor de la comunidad. De ahí que se haya
incluido como sanción administrativa el trabajo a favor de la
comunidad, ya que dicha sanción guarda congruencia con el

16
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

trabajo socialmente útil a que se refiere el primer párrafo del


artículo 123 constitucional, pues tiene como finalidad que las
infracciones administrativas puedan ser sancionadas con
servicios benéficos para la sociedad, cuyo interés se afectó con
motivo de la conducta sancionada.

Ahora bien, por lo que respecta a los tratados


internacionales suscritos por el Estado Mexicano y que se refieren
a la libertad de trabajo, tanto el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, como el Convenio 29 de la Organización
Internacional del Trabajo y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, guardan congruencia con la configuración de
la libertad de trabajo del artículo 5º de la Constitución General de
la República, ya que establecen la prohibición de obligar a las
personas a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio y disponen
que el trabajo que se impone como pena en una condena judicial
no puede considerarse trabajo forzoso, lo que es de suma
importancia dado que implica el reconocimiento de la posibilidad
de que los Estados que lo suscribieron establezcan el trabajo
como una pena.

Aunado a lo anterior, concretamente el Pacto Internacional


de Derechos Civiles y Políticos aclara que esta prohibición no
implica la del establecimiento de delitos que puedan castigarse
con pena de prisión acompañada de trabajos forzados, o el
cumplimiento de una pena de trabajos forzados impuesta por un
tribunal competente, y estipula ciertos supuestos que no se
consideran trabajos forzosos u obligatorios, entre los que cabe

17
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

destacar el trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones


cívicas normales.

Cabe señalar que los instrumentos internacionales


mencionados aluden al juez o tribunal competente, es decir, a la
autoridad judicial como la autoridad facultada para imponer el
trabajo obligatorio, sin que hagan alusión a la autoridad
administrativa; sin embargo, estimo que la facultad de las
autoridades administrativas para imponer como sanción el trabajo
obligatorio a favor de la comunidad que establece el artículo 21
de la Constitución, implica una restricción permisible a la libertad
de trabajo.

Si bien, la pena que obliga a prestar trabajos personales


impuesta por autoridad judicial y la sanción administrativa
consistente en trabajos a favor de la comunidad no son iguales, sí
tienen en común que son impuestas por una autoridad con motivo
de la actualización de los supuestos previstos en una norma, y en
uso de la acción punitiva propia del Estado, para regular la
conducta social. También se advierte la distinción por la labor a la
que obligan, dado que la sanción administrativa sólo puede
consistir en trabajos a favor de la comunidad, en tanto la pena
que obliga a la prestación de servicios personales, no contiene
esta limitante.

En otras palabras, estimo que ambos supuestos tienen por


objeto obligar a prestar trabajos personales sin la justa retribución
y sin pleno consentimiento del sancionado, y tienen lugar como
reacción frente a lo antijurídico, pero se distinguen por la

18
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

naturaleza de la conducta típica que puede dar lugar a ellas, ya


que la pena sanciona una conducta reprochable por el derecho
penal, y la sanción administrativa hace referencia al derecho
administrativo sancionador.

Considero que la elección para el legislador entre sancionar


una conducta en vía administrativa o penal no es del todo
disponible, pues debe atender a criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, para que la aplicación de las sanciones no sea
infamante, cruel, excesiva, inusitada, trascendental o contraria a
la dignidad del ser humano, guardando así la relación debida
entre el bien jurídico protegido, la conducta y la previsión de la
sanción.

En este orden de ideas, la pena consistente en trabajos


personales obligatorios sólo puede ser impuesta por autoridad
judicial, cuando la ley así lo establezca, y debe ajustarse a lo
dispuesto por el artículo 123 de la Constitución General. En
cambio, la facultad de imponer sanciones de las autoridades
admnistrativas por infracciones a reglamentos gubernativos y de
policía, con el fin de salvaguardar el orden público, no obstante
pueden consistir en la prestación de trabajos obligatorios, éstos
tienen el carácter de servicios a favor de la comunidad que, por
mayoría de razón, también deben respetar lo previsto en el
artículo 123 constitucional.

Desde esta óptica, a pesar de que ambas sanciones derivan


de la potestad punitiva del Estado y se traducen en una
restricción constitucionalmente válida a la libertad de trabajo,

19
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

tienen matices propios que las caracterizan; por lo que, de una


interpretación sistemática de los artículos 5º y 21 de la
Constitución Federal, válidamente se colige que esa libertad
puede ser restringida por la autoridad administrativa al
establecerse como sanción el trabajo a favor de la comunidad,
siempre y cuando dicha sanción esté prevista en una norma de
reglamento gubernativo y de policía.

En suma, el artículo 21 de la propia Constitución no faculta a


las autoridades administrativas a que impongan una sanción que
tiene el carácter de pena, como sostiene la parte accionante, ya
que únicamente permite que se pueda establecer como sanción el
trabajo a favor de la comunidad, pues la imposición de las penas
es exclusiva de la autoridad judicial, por lo que está vedada para
la autoridad administrativa, como también lo señala este precepto
constitucional.

Cabe destacar, que el artículo 1º constitucional establece


que las normas relativas a los derechos humanos deben
interpretarse de conformidad con la Constitución Federal y con los
tratados internacionales de la materia, favoreciendo en todo el
tiempo a las personas la protección más amplia, y que las
restricciones que ésta expresamente impone a los derechos
fundamentales son limitaciones legítimas a su ejercicio.
Asimismo, dispone que todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos humanos, de conformidad con
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad.

20
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

Sobre el particular, considero que debe entenderse que


cuando las restricciones establecidas por normas internacionales
fueren más extensas que las constitucionales, deben tenerse por
ilegítimas, en aplicación del principio pro persona, y que las
restricciones a los derechos y libertades fundamentales deben
comprenderse en el sentido de que la totalidad de los poderes
públicos, en sus actuaciones u omisiones, están llamados a
minimizar la manifestación de dichas restricciones.

En esta tesitura, estimo que en el control abstracto de


normas, cuando éstas regulen aspectos de derechos humanos,
debe examinarse que el Poder Legislativo haya cumplido
satisfactoriamente con los citados principios constitucionales de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. De
ahí que, cuando las normas de la Constitución Federal no
encuentren exacta coincidencia con los límites o restricciones que
los instrumentos internacionales imponen a determinado derecho
humano, esto no impide que las restricciones expresas de la Ley
Fundamental deban también armonizarse en una dirección
favorecedora para las personas.

De modo que, como ocurre en el presente caso, cuando las


restricciones constitucionales a la libertad de trabajo no coinciden
exactamente con las establecidas en los instrumentos
internacionales destacados y, además, de la lectura de ellos se
colige que sus textos no suponen una restricción mayor a la
libertad de trabajo que la reconocida en la Constitución Federal,
las restricciones constitucionales expresas deben interpretarse en

21
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

el sentido más restrictivo, en beneficio de la más extensa


protección a la libertad de trabajo de las personas que ofrece el
ordenamiento constitucional.

Así pues, ante una situación en la que las restricciones


internacionales a los derechos humanos se manifiestan como de
menor intensidad a las establecidas en las normas
constitucionales, ello no impide que dichas limitaciones deban ser
interpretadas restrictivamente, lo que significa que a las
disposiciones constitucionales que enuncian derechos humanos
también debe serles aplicada una interpretación sistemática
orientada hacia un criterio pro persona, en estricta aplicación del
segundo párrafo del artículo 1º de la propia Constitución Federal.

Sentado lo anterior, la lectura del artículo 21 de la


Constitución Federal debe llevar a significar que el legislador
puede reconocer como competente a una autoridad administrativa
para que ésta aplique sanciones por infracciones de reglamentos
gubernativos y de policía. Sin embargo, en aplicación de una
interpretación que favorezca a la protección más amplia a los
titulares de la libertad de trabajo, tomando en consideración lo
establecido en el artículo 5º, primer párrafo, de la Constitución
Federal, y el reconocimiento internacional de esta libertad en los
ordenamientos relevantes, que aconsejan una aplicación del
trabajo forzoso u obligatorio a casos verdaderamente
excepcionales y estrictamente necesarios desde un punto de vista
social o cívico, el artículo 21, cuarto párrafo, de la Constitución
Federal, debe entenderse en el sentido de que las infracciones
reglamentarias que las leyes están autorizadas a establecer como

22
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

las que las autoridades administrativas pueden imponer, deben


ser única, exclusiva y alternativamente las de multa, arresto hasta
por treinta y seis horas, o trabajo a favor de la comunidad, tal
como está establecido en ese precepto constitucional.

Bajo este prisma, el artículo 21 de la Constitución Federal


debe orientarse hacia una interpretación que se fundamente en el
principio pro persona y la interpretación de las sanciones
administrativas a que se refiere dicho precepto debe ser en el
sentido de que sólo pueden ser válidas si contemplan al trabajo a
favor de la comunidad como una sanción alternativa, que
posibilite su aplicación excepcional por la autoridad administrativa,
y esa aplicación excepcional sólo puede lograrse si dicha sanción
se configura como sanción alternativa u opcional de entre un
conjunto de las previstas en la norma sancionadora, en este caso,
al lado de una multa o del arresto no mayor a treinta y seis horas.

Esto es, si bien los reglamentos gubernativos y de policía


son fuente idónea para establecer las citadas sanciones, dado
que así las considera la propia Constitución Federal, la
delimitación que se ha establecido para autorizar su
establecimiento resulta también obligada para dichos
reglamentos, pues si se trata de un estándar que obliga al
Legislador, con mayor razón obliga a las autoridades facultadas
para expedir reglamentos en sede administrativa, en la medida en
que los reglamentos ven limitado su marco de regulación hasta el
punto en que no contradicen la Ley que les da fundamento, y si
tratándose de un reglamento autónomo existe un ordenamiento
legal cuyo objeto es su contextualización normativa, dicho

23
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

reglamento gubernativo o de policía está constreñido, además de


por la Constitución Federal, también por la potestad legislativa. En
todo caso, el legislador local debe considerarse constreñido a la
interpretación constitucional minimizadora de las restricciones a la
libertad de trabajo en el sentido que he sustentado.

En este tenor, estimo que si los artículos 72, fracción V, y


73, fracción V, de la Ley de Prevención de Adicciones y el
Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y Tabaco del Estado
de Yucatán, que establecen una sanción administrativa, por
reincidencia, consistente en trabajos a favor de la comunidad, al
padre o tutor responsable que desatienda los programas
terapéuticos de sus hijos; y, a quienes impidan u obstaculicen la
realización de actos que tengan por objeto verificar el
cumplimiento de las disposiciones de la ley, conforme a lo
previsto en el artículo 68, fracciones XII y XIV, del referido
ordenamiento; se concluye que los preceptos impugnados no
contemplan la sanción de trabajo a favor de la comunidad como
una sanción alternativa u opcional, entre el conjunto de las
autorizadas por el artículo 21, cuarto párrafo, de la Constitución
Federal, sino que la consideran como una sanción aislada,
susceptible de imponerse en caso de reincidencia en la conducta
ilícita, sin hacer posible que la Secretaría de Salud pueda valorar
la imposición alternativa del trabajo obligatorio referido, y así
pueda, con base en la eventual aplicación de tratados
internacionales en los casos concretos, considerar la aplicación
solamente excepcional de dicha sanción, pues los preceptos
impugnados la compelen a la aplicación irrestricta de una única

24
VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

sanción consistente en el trabajo a favor de la comunidad, al


actualizarse una reincidencia de la conducta ilícita.

Finalmente, y a manera de colofón, estimo que la reforma


constitucional del diez de junio de dos mil once no eliminó el
principio de supremacía constitucional, es decir, la Constitución
Federal mantiene su condición de supremacía o prevalencia
respecto de cualquier tratado internacional, incluso cuando su
materia es la de los derechos humanos, ya que el artículo 1º
constitucional ordena con claridad que su ejercicio no puede
restringirse ni suspenderse salvo en los casos y bajo las
condiciones que la propia Constitución establece, por tanto,
resulta claro que los tratados internacionales siguen estando bajo
la tutela de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

Por lo expuesto en el presente voto estimo que estas


razones son las que debieron prevalecer en la solución del asunto
e invocar como fundamento de la invalidez de los artículos 72,
fracción V, y 73, fracción V, de la Ley de Prevención de
Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas Alcohólicas y
Tabaco del Estado de Yucatán, el artículo 21 de la Constitución
Federal.

MINISTRO

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VOTO CONCURRENTE EN LA ACCIÓN
DE INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

SERGIO SALVADOR AGUIRRE ANGUIANO

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VOTO DE MINORÍA

FORMULADO POR LOS SEÑORES MINISTROS GUILLERMO I.


ORTIZ MAYAGOITIA Y LUIS MARÍA AGUILAR MORALES EN
RELACIÓN CON LA EJECUTORIA PRONUNCIADA POR EL
TRIBUNAL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE
LA NACIÓN, AL RESOLVER LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007.

No compartimos el sentido del proyecto ni tampoco las


consideraciones en las que se sustenta la mayoría para determinar
que los artículos 70, fracción VII; 72, fracción V, y 73, fracción V, de la
Ley de Prevención de Adicciones y el Consumo Abusivo de Bebidas
Alcohólicas y Tabaco del Estado de Yucatán, son inválidos en las
porciones normativas que se indican.

Previamente a exponer las razones por las que no compartimos


la decisión mayoritaria, consideramos necesario citar los preceptos
legales cuestionados y las razones en las que se sustenta la
sentencia. Los referidos artículos estatuyen (se subrayarán las
porciones normativas que se declaran inválidas):

“Artículo 70. Las infracciones a las disposiciones de esta Ley,


previstas en el artículo 68, se sancionarán conforme a lo
dispuesto en los artículos siguientes, dichas sanciones podrán
consistir en:

VII. Trabajos en favor de la comunidad, y”

“Artículo 72. Corresponde a la Secretaría de Salud la imposición


de sanciones por la comisión u omisión de los supuestos
previstos en las fracciones IV, VI, IX, X, XII y XIII del artículo 68 de
esta Ley, y que serán las siguientes:
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

[…]

V. Al padre o tutor responsable que incumpla lo previsto en la


fracción XII del artículo 68, será acreedor de una amonestación
con apercibimiento, en caso de reincidencia dentro de un período
de un año, será acreedor a la realización de trabajos en favor de
la comunidad.

Serán considerados en esta Ley como trabajos en favor de la


comunidad, los que se realicen para la prestación de servicios no
remunerados, en instituciones públicas, educativas o de
asistencia social, o en instituciones privadas asistenciales. Este
trabajo se llevará a cabo hasta en 100 jornadas, en horarios
distintos al de las laborales que representen la fuente de
ingresos para la subsistencia del sujeto y de su familia, sin que
pueda exceder a la jornada extraordinaria que determine la Ley
Laboral y bajo la orientación y vigilancia de la autoridad que la
Secretaría de Salud determine;”

“Artículo 73. Corresponde a la Secretaría de Salud y al juez


calificador municipal, y a falta de éste, al presidente municipal,
de acuerdo al ámbito de su competencia, la imposición de
sanciones por la comisión u omisión de los supuestos previstos
en las fracciones V, VII, VIII, XI y XIV del artículo 68 de esta Ley,
que serán las siguientes:

[…]

V. A quien o quienes incumplan lo señalado en la fracción XIV del


artículo 68, se le impondrá una multa de entre 20 hasta 300 veces
el salario mínimo, en caso de reincidencia se le impondrá como
sanción la realización de trabajos a favor de la comunidad.”

Las razones torales en las que se sustenta el proyecto para


declarar la invalidez de las porciones normativas subrayadas son las
que a continuación se sintetizan:

• Una interpretación sistemática de los artículos 5°, 21 y 123 de


la Constitución General permite establecer que nadie puede ser
obligado a prestar trabajos personales sin una justa retribución y sin su
pleno consentimiento, salvo que ocurra alguna de las siguientes
excepciones: a) que el trabajo sea impuesto como pena (establecida
en la ley) por una autoridad judicial; y, b) que sea impuesto en favor de
la comunidad como sanción por autoridad administrativa como
2
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

consecuencia de la infracción a un reglamento gubernativo o de


policía.

• Del artículo 1° constitucional se aprecia que todas las


autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se
encuentran obligadas no sólo a velar por los derechos humanos
establecidos en la Constitución Federal, sino también por aquéllos
contenidos en los instrumentos internacionales de los que el Estado
mexicano sea parte. Del propio precepto se desprende que al
“configurar los contenidos de tales derechos, cualquier autoridad del
Estado mexicano debe preferir la interpretación más favorable al
derecho humano de que se trate.”

• Al resolver el expediente Varios 912/2010, el Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el artículo 1°
constitucional debe interpretarse de manera conjunta con el diverso
artículo 133 de la propia Constitución de lo que resulta “un parámetro
de control de la regularidad de las normas que integran el sistema
jurídico mexicano.” Dicho parámetro se compone de todos los
derechos humanos contenidos en la Constitución Federal y en los
tratados internacionales, así como de los criterios vinculantes emitidos
por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

• La existencia del parámetro de regularidad constitucional no


determina “ex ante” un criterio de jerarquía entre las normas que lo
integran sino que debe buscarse la norma que favorezca en todo
momento la protección más amplia de los derechos humanos. De
acuerdo con lo anterior, en cada caso debe determinarse si son los
derechos de fuente constitucional o los de fuente internacional los que
resultan más favorables.

3
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

• Para resolver la acción de inconstitucionalidad, es decir, para


establecer si el hecho de que las autoridades administrativas puedan
imponer a los particulares la realización de trabajos a favor de la
comunidad es o no inconstitucional, debe atenderse a los instrumentos
internacionales que sobre la materia ha suscrito el Estado mexicano, a
saber: a) Convenio Relativo al Trabajo Forzoso u Obligatorio
(Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo); b) Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos; y, 3) Convención
Americana sobre Derechos Humanos.

• Los artículos 1° y 2° del Convenio 29 de la Organización


Internacional del Trabajo disponen:

“Artículo 1.

1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que


ratifique el presente Convenio se obliga a suprimir, lo más pronto
posible, el empleo del trabajo forzoso u obligatorio en todas sus
formas.

2. Con miras a esta supresión total, el trabajo forzoso u obligatorio


podrá emplearse, durante el período transitorio, únicamente para
fines públicos y a título excepcional, en las condiciones y con las
garantías estipuladas en los artículos siguientes.

3. A la expiración de un plazo de cinco años a partir de la entrada


en vigor del presente Convenio y cuando el Consejo de
Administración de la Oficina Internacional del Trabajo prepare el
informe a que se refiere el artículo 31 dicho Consejo examinará la
posibilidad de suprimir sin nuevo aplazamiento el trabajo forzoso
u obligatorio en todas sus formas y decidirá la conveniencia de
inscribir esta cuestión en el orden del día de la Conferencia.”

“Artículo 2.

1. A los efectos del presente Convenio, la expresión «trabajo


forzoso u obligatorio» designa todo trabajo o servicio exigido a un
individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual
dicho individuo no se ofrece voluntariamente.

2. Sin embargo, a los efectos del presente Convenio, la expresión


«trabajo forzoso u obligatorio» no comprende:

4
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

a) cualquier trabajo o servicio que se exija en virtud de las leyes


sobre el servicio militar obligatorio y que tenga un carácter
puramente militar;

b) cualquier trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones


cívicas normales de los ciudadanos de un país que se gobierne
plenamente por sí mismo;

c) cualquier trabajo o servicio que se exija a un individuo en virtud


de una condena pronunciada por sentencia judicial, a condición
de que este trabajo o servicio se realice bajo la vigilancia y control
de las autoridades públicas y que dicho individuo no sea cedido o
puesto a disposición de particulares, compañías o personas
jurídicas de carácter privado;

d) cualquier trabajo o servicio que se exija en casos de fuerza


mayor, es decir, guerra, siniestros o amenaza de siniestros, tales
como incendios, inundaciones, hambre, temblores de tierra,
epidemias y epizootias violentas, invasiones de animales, de
insectos o de parásitos vegetales dañinos, y en general, en todas
las circunstancias que pongan en peligro o amenacen poner en
peligro la vida o las condiciones normales de existencia de toda o
parte de la población;

e) los pequeños trabajos comunales, es decir, los trabajos


realizados por los miembros de una comunidad en beneficio
directo de la misma, trabajos que, por consiguiente, pueden
considerarse como obligaciones cívicas normales que incumben a
los miembros de la comunidad, a condición de que la misma
población o sus representantes directos tengan derecho a
pronunciarse sobre la necesidad de esos trabajos.”

• De los citados preceptos se desprende que el trabajo forzoso


debe suprimirse. Además, que por trabajo forzoso debe entenderse
todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una
pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece
voluntariamente. Cabe precisar que no se considera trabajo forzoso
aquel que se impone mediante condena judicial.

• El artículo 8° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos estatuye:

“Artículo 8.

5
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

1. Nadie estará sometido a esclavitud. La esclavitud y la trata de


esclavos estarán prohibidas en todas sus formas.

2. Nadie estará sometido a servidumbre.

3. a) Nadie será constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u


obligatorio;

b) El inciso precedente no podrá ser interpretado en el sentido de


que prohíbe, en los países en los cuales ciertos delitos pueden ser
castigados con la pena de prisión acompañada de trabajos
forzados, el cumplimiento de una pena de trabajos forzados
impuesta por un tribunal competente;

c) No se considerarán como ‘trabajo forzoso u obligatorio’, a los


efectos de este párrafo:

i) Los trabajos o servicios que, aparte de los mencionados en el


inciso b), se exijan normalmente de una persona presa en virtud
de una decisión judicial legalmente dictada, o de una persona que
habiendo sido presa en virtud de tal decisión se encuentre en
libertad condicional;

ii) El servicio de carácter militar y, en los países donde se admite


la exención por razones de conciencia, el servicio nacional que
deben prestar conforme a la ley quienes se opongan al servicio
militar por razones de conciencia;

iii) El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que


amenace la vida o el bienestar de la comunidad;

iv) El trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones


cívicas normales.”

• El precepto legal transcrito proscribe el trabajo forzoso y


establece los supuestos que no se considerarán como tal. Finalmente,
el artículo 6° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
dispone:

“Artículo 6º. Prohibición de la esclavitud y servidumbre

1. Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre y tanto


éstas, como la trata de esclavos y la trata de mujeres están
prohibidas en todas sus formas.

2. Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u


obligatorio. En los países donde ciertos delitos tengan señalada la
pena privativa de la libertad acompañada de trabajos forzosos,

6
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

esta disposición no podrá ser interpretada en el sentido de que


prohíbe el cumplimiento de dicha pena impuesta por juez o
tribunal competente. El trabajo forzoso no debe afectar a la
dignidad ni a la capacidad física e intelectual del recluido.

3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio, para los efectos de


este artículo:

a) los trabajos o servicios que se exijan normalmente de una


persona recluida en cumplimiento de una sentencia o resolución
formal dictada por la autoridad judicial competente. Tales trabajos
o servicios deberán realizarse bajo la vigilancia y control de las
autoridades públicas, y los individuos que los efectúen serán
puestos a disposición de particulares, compañías o personas
jurídicas de carácter privado;

b) el servicio militar y, en los países en donde se admite exención


por razones de conciencia, el servicio nacional que la ley
establezca en lugar de aquél;

c) el servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que


amenace la existencia o el bienestar de la comunidad, y

d) el trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas


normales.”

• El citado instrumento internacional establece una regulación


similar a la contenida en los diversos instrumentos que se han citado
en tanto que, por una parte, prohíbe la imposición de trabajos forzados
y, por otra parte, determina que tal prohibición no incluye el trabajo
que sea impuesto por un juez o tribunal mediante pena.

• De un análisis comparativo entre lo establecido en los


instrumentos internacionales de que se trata y lo que dispone la
Constitución Federal en relación la imposición de trabajo forzoso, se
aprecia que aquéllos confieren una mayor protección a las personas.
Esto es así, porque conforme a la Constitución el trabajo forzoso
puede imponerse tanto por autoridad judicial como por autoridad
administrativa. En cambio, de acuerdo con los instrumentos
internacionales únicamente las autoridades judiciales pueden imponer
dicho tipo de trabajo.

7
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

• Dado que los instrumentos internacionales protegen de mejor


manera la libertad de trabajo, esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación “determina que el parámetro de validez de las normas que
integran el ordenamiento jurídico mexicano es el siguiente: sólo
podrán imponerse como penas a los particulares la realización de
trabajos forzados u obligatorios, mediante una condena que derive de
una autoridad jurisdiccional.”

• Si el estándar anterior se aplica a los preceptos cuya


constitucionalidad se impugna se llega a la conclusión de que son
inconstitucionales. Esto es así, porque permiten la restricción de la
libertad de trabajo mediante la imposición de trabajo forzoso por
autoridad administrativa.

Como se puede apreciar de lo hasta aquí expuesto, la sentencia


dictada por la mayoría descansa en dos premisas fundamentales, a
saber:

1. El trabajo “a favor de la comunidad” establecido en el artículo


21 constitucional es un término que puede equipararse al
concepto “trabajo forzoso u obligatorio” previsto en los
instrumentos internacionales; y,

2. La protección que otorgan los instrumentos internacionales al


derecho humano de libertad de trabajo es más amplio que la
protección que confiere la Constitución General de la
República.

8
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

No pasa inadvertido que la primera de las mencionadas


premisas no se aduce de manera expresa, sin embargo, es claro que
se sostiene tácitamente en la medida en que la sentencia determina
que la protección más favorable a la libertad de trabajo se encuentra
en los instrumentos internacionales.

Consideramos que las dos premisas en las que se sostiene el


proyecto son inexactas. En efecto, el concepto establecido en el
artículo 21 constitucional relativo a “trabajo a favor de la comunidad”
no puede identificarse con el diverso concepto “trabajo forzoso u
obligatorio”, pues se trata de cuestiones disímiles. Para demostrar este
aserto es conveniente tener en cuenta que una lectura integral de los
instrumentos internacionales en cuestión revela que el “trabajo forzoso
u obligatorio” que proscriben está relacionado con la esclavitud, la
servidumbre y la trata de personas. Esta afirmación se corrobora si se
tiene presente que el Convenio 29 de la Organización Internacional del
Trabajo dispone que la expresión “trabajo forzoso u obligatorio”
designa todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza
de una pena cualquiera y para la cual dicho individuo no se ofrece
voluntariamente, esto es, se trata de un trabajo impuesto no sólo fuera
de una pena, o sea, como una sanción por la comisión de un ilícito,
sino que es anterior a ella de manera que sirve de amenaza. Así, por
ejemplo, se podría amenazar a una persona con llevarlo a la cárcel si
no accede a trabajar en las condiciones forzosas y gratuitas que se le
exigen y esta circunstancia (que es la que prohíben los instrumentos
internacionales) es radicalmente distinta al trabajo a favor de la
comunidad que establece la Constitución en tanto que no se trata de
trabajo en favor de un particular y de manera indefinida lo cual
constituye una esclavitud simulada. Además, tampoco se impone

9
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

como amenaza previamente al establecimiento de una pena o


sanción.

La afirmación relativa a que “trabajos forzosos u obligatorios” y


“trabajos a favor de la comunidad” se trata de conceptos disímiles se
robustece si se tiene en cuenta que no podría aceptarse válidamente
que la Constitución General de la República en algún momento haya
autorizado la imposición de “trabajos forzosos” en la connotación que
prohíben los instrumentos internacionales toda vez que, como se vio,
dicho concepto está relacionado con la esclavitud la cual se proscribió
desde el texto original de la Constitución de 1917 cuyo artículo 2° en lo
conducente disponía:

“Artículo 2°. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos


Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio
nacional, alcanzarán, por ese sólo hecho, su libertad y la
protección de las leyes.”

En el orden de ideas expuesto, es claro que lo determinado en


los tratados internacionales y lo dispuesto en la Constitución Federal
en relación con la libertad de trabajo y su restricción, lejos de oponerse
se complementan. En este sentido, ante la ausencia de oposición
entre los instrumentos internacionales y la propia Constitución, resulta
innecesario contrastar o confrontar ésta con aquéllos y, en
consecuencia, no puede válidamente hacerse una aplicación del
principio pro homine en la medida en que no se está en el caso de
decidir qué derechos deben prevalecer (si los previstos en los tratados
internacionales o los establecidos en la Constitución General).

De acuerdo con lo hasta aquí expuesto, en el caso los preceptos


legales cuestionados deben analizarse exclusivamente a la luz de lo
dispuesto por el artículo 21 constitucional sin necesidad de tener que

10
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

recurrir a los tratados internacionales dado que lo dispuesto en ellos


no tiene que ver con el trabajo a favor de la comunidad.

Con independencia de lo anterior, aun en el supuesto de que


pudiese considerarse que lo dispuesto en la Constitución Federal en
relación con el trabajo a favor de la comunidad y lo determinado por
los tratados internacionales respecto del trabajo forzoso u obligatorio
constituye un mismo tema -cuestión que como ya apunté no comparto-
y que, en consecuencia, es jurídicamente dable hacer la confrontación
correspondiente entre éstos y aquélla, lo cierto es que en todo caso
tendría que prevalecer lo dispuesto en el artículo 21 constitucional y no
lo establecido en los instrumentos internacionales. En efecto, el
artículo 1° constitucional en lo que interesa dispone:

“Artículo 1°. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse,
salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.”

Conforme a la disposición constitucional transcrita todas las


personas gozan de los derechos humanos reconocidos tanto en la
Constitución como en los tratados internacionales suscritos por el
Estado Mexicano, cuyo ejercicio no puede restringirse ni suspenderse
salvo en los casos y bajo las condiciones que establece la propia
Constitución. De aquí se sigue que es la Constitución la única que
puede válidamente imponer restricciones a los derechos humanos
contenidos en los tratados internacionales lo que implica que está por
encima de éstos. Al respecto, conviene apuntar lo que uno de los
firmantes (Ministro Luis María Aguilar Morales) manifestó durante la

11
VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

discusión que tuvo lugar en la sesión plenaria de dos de febrero de


dos mil doce:

“Es necesario analizar la relación jurídica que se da entre aquellos


-o sea, los tratados- y lo dispuesto por la Constitución, lo que
resuelve el artículo 1°, parte final, y 133 constitucionales, de los
que deriva que las normas previstas en la Constitución tienen una
parcial fuerza jurídica activa o derogatoria sobre normas que en
materia de derechos humanos prevén los referidos tratados, pues
en abono a que todo instrumento internacional para ser válido
debe apegarse a lo previsto en la Constitución, el párrafo primero
en comento precisa con toda claridad en su parte final, que las
únicas restricciones al ejercicio de los derechos humanos
reconocidos tanto en la Norma Fundamental como en los tratados
internacionales, serán las previstas en la propia Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que si en ésta se
prevé una restricción a un derecho humano por ejemplo, que no
se encuentra contemplado -en este caso en un tratado
internacional- deberá prevalecer la restricción establecida en el
texto constitucional, dada su mayor jerarquía, y que no obsta a la
anterior conclusión lo previsto en el párrafo segundo del artículo
1° constitucional, ya que dicho párrafo establece reglas de
interpretación de las normas relativas a derechos humanos,
recogiendo el principio pro persona, lo que permite fijar el alcance
de dicha norma, buscando la mayor protección de los derechos
humanos, como por ejemplo, tornar en plenamente exigibles las
prerrogativas de esa índole previstas en tratados internacionales,
aun cuando no se refiera a ello la Constitución, pero de ninguna
manera permite desconocer las restricciones a los derechos
humanos señaladas en la Constitución Federal.”

En congruencia con lo anterior, lo que en el caso debe


prevalecer es la restricción establecida en el artículo 21 constitucional
lo que necesariamente conduce a la conclusión relativa a que no
podrían aplicarse las disposiciones contenidas en los instrumentos
internacionales que se citaron con anterioridad.

Sentado lo anterior, debe tenerse presente que en un control


abstracto de la constitucionalidad y en particular en la vía de acción de
inconstitucionalidad la validez de la norma debe juzgarse únicamente
en cuanto a la existencia de un fundamento constitucional y, en el
caso concreto, existe un fundamento de validez formal y material

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VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

expreso en la Constitución, concretamente en el artículo 21. En efecto,


este precepto establece como restricción válida al derecho a la libertad
de trabajo la imposición por autoridad administrativa de la sanción
consistente en trabajo a favor de la comunidad. Esto determina la
validez de las disposiciones legales cuestionadas, máxime que en
ellas subyace el interés de proteger el bienestar y la salud de las
personas al obligar a los padres a no desatender el programa
terapéutico y de rehabilitación determinado en favor de sus hijos, con
lo que se cumple con otra finalidad constitucional que es la protección
de la salud establecida en el artículo 4° de la Ley Fundamental.

No podemos dejar de mencionar que en una acción de


inconstitucionalidad la validez de las normas impugnadas deriva de su
no oposición con lo dispuesto en la Constitución General y no con lo
determinado por los Tratados Internacionales, pues conforme al
artículo 105, fracción II, de la propia Constitución, las acciones de
inconstitucionalidad proceden contra normas generales que tengan el
carácter de leyes o tratados internacionales. En congruencia con lo
anterior, no podemos coincidir con el proyecto que propone hacer caso
omiso del texto expreso del artículo 21 constitucional para invalidar
una norma secundaria aduciendo para ello directamente y sin
cortapisa alguna el contenido de un tratado internacional. Esta forma
de proceder excede el control abstracto de la constitucionalidad y no
se apega al procedimiento regulado en el artículo 105 constitucional.
Al respecto, resulta aplicable la jurisprudencia sustentada por el
Tribunal Pleno con número de registro 194283, visible en la página
257, del Tomo IX, correspondiente al mes de abril de mil novecientos
noventa y nueve, de la Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta que dice:

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VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

“ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. SÓLO PROCEDE CONTRA


NORMAS GENERALES QUE TENGAN EL CARÁCTER DE LEYES O
DE TRATADOS INTERNACIONALES. Del análisis y la interpretación
de la fracción II del artículo 105 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se advierte que: a) Si las acciones de
inconstitucionalidad tienen por objeto plantear la posible
contradicción entre una norma de carácter general y la Constitución,
entonces sólo son procedentes contra normas de carácter general;
b) En el propio precepto se habla sólo de leyes y tratados
internacionales entendidos como normas de carácter general.
Consecuentemente, las acciones de inconstitucionalidad proceden
contra normas de carácter general, pero no contra cualquiera de
éstas, sino sólo contra aquellas que tengan el carácter de leyes, o
bien, de tratados internacionales. En iguales términos, la Ley
Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 Constitucional,
tratándose de acciones de inconstitucionalidad, se refiere
únicamente a normas generales, leyes y tratados internacionales;
por lo tanto, también debe concluirse que prevé la procedencia de
las acciones de inconstitucionalidad exclusivamente en contra de
esas normas. La intención del Constituyente Permanente, al
establecer las acciones de inconstitucionalidad, fue la de instituir un
procedimiento mediante el cual se pudiera confrontar una norma de
carácter general con la Constitución y que la sentencia que se
dictara tuviera efectos generales, a diferencia de lo que sucede con
el juicio de amparo, en el que la sentencia sólo tiene efectos para las
partes. No puede aceptarse su procedencia contra normas diversas,
ya que en tales casos, por la propia naturaleza del acto combatido, la
sentencia no tiene efectos generales, sino relativos. Por ello, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 59 y 19, fracción VIII,
de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación
con el artículo 1o. de la misma ley y con la fracción II del artículo 105
constitucional, las acciones de inconstitucionalidad sólo son
procedentes contra normas de carácter general, es decir leyes o
tratados, y son improcedentes en contra de actos que no tengan tal
carácter.”

MINISTRO

GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA

MINISTRO

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VOTO DE MINORÍA EN LA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD 155/2007

LUIS MARÍA AGUILAR MORALES

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