Catalogo-Yente-Prati
Catalogo-Yente-Prati
Catalogo-Yente-Prati
B
Buenos Aires, Argentina
2009
Malba – Fundación Costantini
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires
4
Buenos Aires, Argentina
2009
5
YENTE / PRATI
Del 21 de agosto al 5 de octubre de 2009
Exposición
Curadora invitada - Yente: Adriana Lauria
Investigadora invitada - Prati: María Amalia García
Producción: Victoria Giraudo
Diseño de exposición: Gustavo Vásquez Ocampo
Catalogación: Cintia Mezza y Socorro Giménez Cubillos
Catálogo
Diseño gráfico: Fabián Muggeri
Corrección: Silvia Pazos y Mariana Casajús
Traducción al inglés: Jane Brodie
Digitalización de fotografías de época y documentos: Enrique Llambías
Créditos fotográficos:
Oscar Balducci: pp. 8, 11 (abajo), 12, 13, 36, 41, 45 (abajo), 47, 52 (arriba), 53, 54 (arriba), 57, 59, 60, 61, 66 (arriba), 68 a 79,
103 a 106 y 108 a 149.
Gustavo Lowry: p. 107.
Enrique Llambías: pp. 43, 49 a 51, 62, 63, 66 (abajo) y 67.
Gustavo Sosa Pinilla: pp. 35, 37 a 40, 42, 44 (arriba), 45, 46, 48, 52 (abajo), 54 (abajo), 55, 56, 58, 64 y 65.
© Fundación Pan Klub - Museo Xul Solar: pp. 11 (abajo) y 12.
© Derechos reservados Fundación Pettoruti: p. 11 (arriba).
Agradecimientos
Malba-Fundación Costantini agradece a las siguientes personas e instituciones, sin cuya participación esta exposición y su catálogo no
hubieran sido posibles / Malba wishes to thank the following individuals and institutions, without whose collaboration these exhibition
and catalogue would have been imposible:
Embajadora Gloria Bender, Dirección General de Asuntos Culturales, Cancillería Argentina; Jorge F. Cordonet, Dirección General de
Asuntos Culturales, Cancillería Argentina; María Elena Montero Lacasa de Povarché, Fundación Pan-Klub/ Museo Xul Solar; Patricia
Artundo; Carlos Pedro Blaquier; Fabio Miniotti; David Weseley.
Muy especialmente a Liliana Crenovich; Nora E. Muller Schurman y Fernando Martínez.
Lauria, Adriana
Yente - Prati / Adriana Lauria ; Maria Analia García ; David Weseley. - 1a
ed. - Buenos Aires : Fund. Eduardo F. Costantini, 2009.
202 p. ; 23x27 cm.
6
9 Presentación
Eduardo F. Costantini
15 YENTE
33 Obras
81 Biografía de Yente
Adriana Lauria
85 PRATI
101 Obras
7
Lidy Prati
Composición serial, 1948 [1946]
Malba - Fundación Costantini
8
YENTE/PRATI
Se han realizado en nuestro país numerosas e importantes muestras en torno al arte abs-
tracto y concreto en particular, el que ha sido profusamente estudiado por Nelly Perazzo,
con sus exposiciones de 1976, 1980 y su libro fundamental sobre el arte concreto de 1983.
Y, si bien el arte concreto tuvo una recepción poco comprendida por el público general
inicial y contó con el aval de unos pocos críticos y amigos entusiastas como el doctor
Enrique Pichon Rivière, fue apadrinado y coleccionado por Ignacio Pirovano –conjunto
que fue donado al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires a pocos meses de su fa-
llecimiento, en 1980–, llegó a tener gran aceptación, incluso de mercado, y fue avalado
por coleccionistas internacionales focalizados específicamente en el arte concreto, como
los von Bartha de Suiza y luego los Cisneros en Caracas y Nueva York. Se organizaron
nuevas investigaciones y trabajos curatoriales como Arte Abstracto Argentino en la GAMeC
de Bérgamo, Italia 2002, y en la Fundación Proa de Buenos Aires 2003 o la presentación
de la Colección Cisneros en Malba 2003, entre otras.
Es por esto que Marcelo E. Pacheco, a quien agradezco la excelencia de esta muestra,
articuló esta exposición centrándose en dos núcleos independientes entre sí, que funcio-
nan como proyectos separados, dedicados en especial a cada una de estas artistas que
son presentadas a través de una ajustada selección de antecedentes del arte abstracto.
Se exhiben las primeras obras no figurativas realizadas por un argentino: dibujos en
lápiz de Emilio Pettoruti de 1914 y 1915 (Dinamica Spaziale, Forze centrifughe y Espanzio-
ne-violenza), en las que están presentes ciertas características del futurismo italiano en
su inquietud por la dinámica de las formas, expresada en esbozos vectoriales, líneas
oblicuas y fuerzas centrífugas que dan sensación de vértigo; y su preocupación lumínica
en los haces de luz, presentes también en Vallombrosa, su óleo abstracto de inspiración
paisajística de 1916. Con una aproximación cercana al arte decorativo, Xul Solar elaboró
en 1918 sus diseños para tapices, donde la tradición avaló su empleo de lo geométrico
y puramente formal y colorístico. A su vez, la técnica empleada –acuarela sobre papel
montada sobre cartulina– nos remite a sus exploraciones en el campo pictórico, rela-
9
cionadas con las de Paul Klee. En otro camino, Juan del Prete integró en Europa el grupo
Création Abstraction non figurativ en 1932 y al año siguiente presentó en Amigos del Arte
en Buenos Aires la primera muestra sobre arte abstracto en la Argentina, con sus óleos
y collages no figurativos. Acto seguido, vendrían sus esculturas abstractas y lineales en
hierro o alambres y volumétricas en bloque de yeso.
El umbral de los años 40 presentaba un mundo fragmentado por la Segunda Guerra, un
país polarizado entre radicales y peronistas; y el arte, entre surrealismo versus arte abs-
tracto, que a su vez se dividía entre los más puros concretos y los abstractos más libres.
Es en ese ambiente hostil de polémicos debates en cafetines porteños, querellas y tomas
de posiciones encontradas, donde desarrollaron su obra y se abrieron el paso estas dos
artistas mujeres.
Eduardo F. Costantini
10
PIONEROS DE LA NO FIGURACIÓN
1914 - 1934
Emilio Pettoruti
Forze centrifughe, 1914
cat. 2
Xul Solar
Tapiz, 1918.
cat. 6
11
Xul Solar
Sin título [Tapiz], ca. 1919.
cat. 8
16
YENTE. UNA PIONERA EN LOS
MÁRGENES. POR ADRIANA LAURIA
Es importante tener bien presente que el conocimiento de los cristales era esencial, ya que sobre él
se había alzado, como una superestructura, todo un concepto de belleza. Para decirlo con brevedad,
el ideal era hacer cristales que, aun conservando la estructura propia de cada clase, se apartaran del
orden estricto natural de modo muy sutil. El placer estético consistía en percibir el grado de transgre-
sión entre la forma artificial y su prototipo natural, y la emoción estética más intensa la suscitaban los
cristales que más transgredían, dentro de los límites de lo probable.
Herbert Read, La niña verde, Buenos Aires, Ed. Minotauro, 1979 [ed. orig. 1935], p. 164.
“En el amplio y descuidado salón de pisos en deplorable estado y paredes despintadas de la Sociedad
Estímulo de Bellas Artes, esa valiosa artista que es Yente expone un nutrido conjunto de obras
–pinturas y algunas estructuras– realizadas desde 1937 hasta nuestros días”.1
Así comienza el comentario de Córdova Iturburu sobre la retrospectiva que la artista presentó en una institución de
prestigio histórico para nuestro arte, pero que a la sazón –el estado de abandono señalado lo confirmaba– estaba
lejos de ser consagratoria o, mejor dicho, no estaba en posición de otorgar un acabado reconocimiento a la obra de
una pionera del arte abstracto, luego de más de veinte años de trayectoria y profuso e incesante trabajo. Después
de resaltar su “originalidad”, “vastedad de recursos”, “fértil fantasía” y “sensibilidad”, el crítico se preguntó “[…]
dónde pueden residir las causas de que su nombre no goce de una mayor difusión, de un prestigio más dilatado
en nuestros medios artísticos”.2
Pareciera que el inconveniente con que tropieza su valoración se encuentra en las dificultades que se
plantean al tratar de abarcar su derrotero creativo, sus variaciones; de hacer manifiestos y comprensibles sus pe-
ríodos y heterodoxias. A ello hay que sumarle el vínculo conyugal que –en parte– es responsable del eclipse de su
figura. En forma deliberada, Yente escogió un papel secundario respecto de la carrera de Del Prete, porque consi-
deraba de menor importancia la visibilidad y repercusión de su trabajo.
Hacia fines de los 60, Hugo Parpagnoli, director del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, incorporó
pinturas de Yente de 1937 y 1938 a la colección, además de una veintena de témperas realizadas entre 1947 y 1949,
ya que deseaba contar con ejemplos de los comienzos de la abstracción anteriores a 1944.3 Trabajando en los de-
pósitos de esa institución,4 conocí su obra y pude advertir que me encontraba ante uno de los secretos mejor guar-
dados de nuestro medio artístico. El asombro frente a este descubrimiento no hizo otra cosa que resaltar mi supina
ignorancia. Así di con la pista de una artista que, recordada por unos cuantos, seguía siendo no muy bien conocida.
Esta parece ser una buena ocasión para pensar su trayectoria, evaluar su ubicación en el entramado del
desarrollo de los movimientos modernos argentinos y hacer el intento de que su producción no tenga que revalidar
1.
Córdova Iturburu, “Retrospectiva de Yente”, en revista El Hogar, Buenos Aires, 8 de agosto de 1958.
2.
Ibídem.
3.
Yente, carta manuscrita de la artista a Nelly Perazzo, Buenos Aires, 1979, Archivo Del Prete-Yente. Escrita a la entonces directora del Museo Sívori en
ocasión de recibir el catálogo de la muestra 100 años de pintura y escultura en la Argentina 1878-1978, editado por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires
en 1978, y del que Perazzo fue organizadora y autora junto a Adolfo Ribera y a Guillermo Whitelow. En la publicación Yente encuentra que, como en otras
ocasiones, no se da correctamente cuenta del papel desempeñado tanto por Del Prete como por ella misma en los inicios del arte abstracto argentino. En
este tipo de cartas –la mayor parte de ellas no enviadas a sus destinatarios–, Yente asume el rol de historiadora, de testigo privilegiado y protagonista a un
tiempo, poniendo siempre por delante el rol preponderante de Del Prete. En la parte de la carta en que se refiere a sí misma, señala que su aparición en el
catálogo se limita a un collage de 1963, cuando en el Museo de Arte Moderno hay obras que atestiguan su trabajo en la tendencia abstracta desde la década
del 30. Recuerda que la intención de Parpagnoli, al elegir las piezas que ingresarían al museo –las pinturas de los 30 fueron adquiridas y las témperas de los
40 donadas por su autora–, era que hubiera ejemplos del arte no figurativo producido antes de la aparición de la revista Arturo, que ya entonces se reconocía,
según Yente, como un momento clave.
4.
Ingresé al Museo de Arte Moderno como investigadora en 1983, llegando a ser curadora de la colección, puesto en el que permanecí hasta el año 2000.
17
títulos ante la frágil memoria cultural argentina.5 Tal vez sea posible dejarse influir por las obras reunidas para esta
exposición y ahondar en las sugerencias que puedan depararnos los textos visuales. Aquí se tratará solamente la
producción abstracta de Yente comprendida entre 1937 y 1960, pero se plantearán algunas hipótesis para una inves-
tigación que seguramente continuará desarrollándose.
INICIOS
Yente –nombre idish con el que la llamaban en su casa– mostró inclinaciones artísticas desde pequeña.
Fue la menor de cinco hijos de una familia judía llegada a la Argentina desde Rusia durante el siglo XIX. Sus prefe-
rencias e inclinaciones siempre tuvieron la atención familiar. Pronto recibió lecciones de dibujo domiciliarias y uno
de sus tíos paternos la suscribió a varias revistas europeas de arte. En algunas de ellas tuvo oportunidad de ver las
reproducciones en blanco y negro de los maestros clásicos del Renacimiento, el Barroco y el Neoclasicismo: decla-
ró en varias ocasiones que Leonardo, Miguel Ángel, Holbein e Ingres estaban entre sus preferidos. Pero también
pudo ver ejemplos, particularmente a partir de los años 20, de artistas modernos como Vlamink, Dufy o Dunoyer de
Segonzac, quienes vinculados al fauvismo y al cubismo, por entonces atravesaban la etapa de atemperamiento de
las búsquedas vanguardistas que eclosionaron durante la primera década del siglo xx. Las revoluciones formales,
luego de la Primera Guerra Mundial, se alineaban en el retorno al orden, para recuperar la inteligibilidad de las apa-
riencias y la armonía de la composición. Hacia 1925 las publicaciones a las que Yente accedía –L’Art Vivant, L’Amour
de l’Art, ambas editadas en París– también incluían secciones importantes dedicadas a la arquitectura, al diseño de
mobiliario, de objetos y de moda, marcado por el Art Decó y sus líneas geometrizantes.
En esa época, cuando cursaba la carrera de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires –de la que egresaría
en 1932–, ya asistía al taller del pintor Vicente Puig. Ilustró poemas y otros textos para Verbum, la revista del Centro de
Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, dirigida por su compañero Ángel Battistessa. Fue el momento de las cari-
caturas de sus profesores, de algunas actrices de cine como Greta Garbo o Lillian Gish –que aparecieron en revistas de arte
y espectáculos, Máscaras, por ejemplo–6 o de personajes de la cultura, como la del crítico de arte Atalaya,7 todas firmadas
como Eugenia Crenovich.8 No solo estaba involucrada con los claustros académicos, sino también con la actividad artís-
tica. La cercanía de la Facultad –entonces en Viamonte– con el epicentro de galerías e instituciones culturales en la calle
Florida le facilitaba la frecuentación de exposiciones, en las cuales conoció la obra de jóvenes artistas argentinos represen-
5.
Vale la pena mencionar aquí algunos esfuerzos de estos últimos años para restituir a Yente al discurso de la historia de la abstracción en la Argentina: la
inclusión que de su obra hizo Marcelo Pacheco como curador de la exposición Arte Astratta Argentina, presentada en la Galleria d’Arte Moderna e Con-
temporanea (GAMeC) de Bérgamo, Italia, en 2002, organizada por la Fundación Proa de Buenos Aires y presentada en esta institución en 2003. También
podemos considerar la mención que se hace en el catálogo Abstract Art from the Río de La Plata. Buenos Aires and Montevideo, 1933-1953, muestra curada
por Mario Gradowczyc y Nelly Perazzo, realizada en The Americas Society de New York en 2001 (pp. 29-30), aunque resulte curioso que no se exhibiera
ninguno de sus trabajos. En cuanto a los aportes propios, señalo su presencia en los capítulos correspondientes a los inicios de la abstracción: Lauria,
Adriana, dossier El arte concreto en la Argentina, Buenos Aires, Centro Virtual de Arte Argentino (CVAA), disponible en línea desde el año 2003.
http://www.arteargentino.buenosaires.gov.ar. También de mi autoría es el prólogo escrito para el catálogo de la exposición Centenario de Yente (1905-2005).
Homenaje a la primera pintora abstracta argentina, Buenos Aires, AMIA, del 12 de diciembre de 2005 al 5 de enero de 2006. Un par de años antes existió el
proyecto de dedicarle una muestra importante, de la que hubiera sido la curadora, en las nuevas salas de exposiciones que tendría el Centro Cultural Rojas,
idea que se originó en una entusiasta conversación que mantuve con Jorge Gumier Maier, quien ejercía en ese momento su segundo período como curador
de la galería de arte; pero al retirarse de ese cargo, la exposición bajó de la programación.
De todas maneras podemos convenir que estas iniciativas pueden resultar efímeras si no tienen como consecuencia que su obra sea visible en forma más
constante por medio de su inclusión en un guión museológico.
6.
“De Eugenia Crenovich”, en revista Máscaras Nº 3, año 1, Buenos Aires, marzo-abril de 1931, s.p.
7.
Originales, Archivo Del Prete-Yente.
8.
Nombre civil que mantendría en estos primeros años de producción hasta que, por sugerencia de Del Prete, adoptó el de Yente, más breve y sencillo,
que contribuiría a delinear su identidad artística. A pesar de que su obra aparece firmada como Yente desde 1937, en catálogos y reseñas periodísticas aún
figura como Eugenia Crenovich, y con frecuencia la aclaración “Yente” entre paréntesis, hasta 1949.
18
tantes de “lo nuevo”, como Spilimbergo, Bigatti, Horacio Butler, Héctor Basaldúa, Raquel Forner o Víctor Pissarro.9
Al terminar Filosofía, decidió pasar un tiempo en Santiago de Chile, donde vivía su hermana Dora, casada
y ya con varios niños. Yente, que la adoraba, prolongó su estadía. Dora le sugirió continuar sus estudios en la recién
reformada Escuela de Bellas Artes –devenida en Facultad de la Universidad de Chile–, a la que habían ingresado un
grupo de jóvenes profesores que venían de hacer su experiencia en los talleres parisinos. Con uno de ellos, Hernán
Gazmuri, tomó clases de pintura y composición de 1933 a 1935. Hasta ese momento se había formado principalmen-
te en un tipo de dibujo de rigurosa inspiración clásica: línea precisa y límpida para resolver en forma sintética una
representación naturalista. Gazmuri la introdujo, como a todos sus alumnos –Roberto Matta, entre ellos– en las en-
señanzas post-cubistas de André Lhote, a cuya academia el pintor chileno había asistido. Allí Yente aprendió a estruc-
turar lo representado con formas contundentes, monumentales y sólidas. Tal fue la manera en que, retorno al orden
mediante, los lenguajes modernos ingresaron en América, contrabandeados como figuraciones de tono clásico.10
Yente siguió estos postulados, y con trabajos que realizó bajo esta modalidad concretó su primera muestra
individual en Buenos Aires. Elena Sansinena de Elizalde, presidenta de la Asociación Amigos del Arte, ya había apre-
ciado ejemplos de su trabajo en la revista Verbum en 1932,11 así que no resultó extraño que le ofreciera una sala de la
institución para que expusiera dieciséis tintas y ocho dibujos a lápiz realizados entre 1932 y 1935, que se presentaron
en noviembre de ese último año.
A pesar de haber conquistado con ellos algunos primeros premios en Chile –Salones de Viña del Mar de 1934,
1935 y 1936 y del Centenario de Valparaíso en 1937–, no se conservan ejemplares de este conjunto, al menos en Buenos
Aires; solo una fotografía blanco y negro de una de aquellas tintas. Años después de la exhibición, bajo la influencia de
Del Prete, la artista los destruiría para que, como ella misma señaló, fuera “abriéndose un nuevo camino”.12
UN ENCUENTRO DECISIVO
De regreso a la Argentina, en el invierno de 1935, Ignacio Pirovano, que en ese momento era miembro de
la joven generación de pintores que seguían las huellas modernizadoras de la Escuela de París, la instó a ver la mues-
tra que Del Prete hacía en Amigos del Arte. “Entre, me dijo, es algo que encoge el pecho por lo grande”.13 A pesar de
que era día de inauguración, ocasiones que Yente rehuía, concurrió y se encontró con un conjunto de tintas de gran
formato que representaban figuras de mujeres con un estilo cercano a cierto expresionismo picassiano. La impresión
fue de rechazo: “[...] sus figuras desproporcionadas y deformadas (para mi concepto de entonces), hechas sobre papel
común y clavados con cuatro chinches sobre madera terciada, chocaron mi ordenado y mesurado sentido del dibujo
que trastabilló un poco”.14
Luego de su propia muestra de Amigos del Arte, el pintor Arancibia la invitó a visitar otra exposición de Del
Prete, esta vez en la pequeña sala de la revista Sur. En el trayecto fue consultada sobre la obra del artista que iban a ver:
“No es que me disguste, le dije, pero creo que no lo entiendo. A mí, me contestó, a veces me choca y otras me parece
genial”. El resultado esta vez fue positivo, aunque la originalidad de las pequeñas témperas la conmocionó:
9.
Cfr. Yente, manuscrito inédito Mi primer contacto..., Roma, 28 de junio de 1971, Archivo Del Prete-Yente.
10.
Con respecto a la actuación de Gazmuri en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, su posterior exclusión y la influencia sobre sus discí-
pulos, cfr. Muñoz, Ernesto, La modernidad extraviada, Santiago de Chile, Asociación Internacional de Críticos de Arte, s.d. [2009?], pp. 142-167. También
Mellado, Justo Pastor, Hernán Gazmuri: primera víctima (moderna) de la universitarización (conservadora) de la enseñanza de arte en Chile, mayo de 2003.
<http://www.latinartmuseum.net/gazmuri.htm>. Y además, consultar el sitio web de Hernán Gazmuri en <http://www.hernan-gazmuri.com>.
11.
Esquela firmada por Elena Sansinena de Elizalde, dirigida a Eugenia Crenovich, en la que le expresa su admiración por una acuarela que, ilustrando poe-
mas de Francis Jammes, aparece reproducida en la revista Verbum N° 81, Año XXV, Buenos Aires, 20 de junio de 1932, Archivo Del Prete-Yente.
12.
Cfr. Yente, op. cit. supra, nota 9.
13.
Ibídem.
14.
Ibídem.
19
“[...] algo entre surrealista y abstracto, con unos colores espléndidos. Del Prete estaba en la sala y yo
estaba con Pizarro (sic) y Arancibia y él se presentó. Allí nació mi vinculación con él. Esto sucedió en
diciembre de 1935. Para mí fue un acontecimiento fundamental: era la primera vez que entraba en
contacto con la obra de un creador. Y sobre todo con una gran libertad de creación, una libertad que
constituyó una revelación para mí.
[...] Mi encuentro con Del Prete y su obra significó un cambio radical, fue como si se abriera una gran
puerta y se me señalara el camino a seguir... Su obra fue una lección para mí, aunque él nunca fue mi
maestro. Su enseñanza fue su obra [...]”.
Así recordó Yente este decisivo encuentro en un reportaje que le hizo Raúl Vera Ocampo en 1979.15
Luego, se sucedieron otros, alguno casual, hasta que Del Prete la invitó al taller a ver su obra, esa inusita-
da producción vanguardista que había comenzado en París y que lo había llevado –en contacto con Torres García,
Magnelli y Hans Arp, entre otros– a adoptar la abstracción como lenguaje para desarrollar la máxima sensibilidad
con la mayor libertad posible. En 1932 integró el grupo Abstraction- Création: Art non-figuratif, en el que militaban vetera-
nos del arte abstracto como Kupka, Mondrian, Sophie Taeuber-Arp, Sonia Delaunay, Van Doesburg, Vantongerloo, Herbin
o Schwitters, y representantes de la nueva generación como Max Bill, Calder, Barbara Hepworth o Nicholson. Expu-
so con ellos, publicó su trabajo en el 2° número de la revista de la agrupación y enseguida tuvo que volverse, porque
el dinero se había acabado. Un destino de profeta –y como tal, de soledad y resistencia, cuando no de escarnio– lo
esperaba en Buenos Aires tras realizar la primera exposición integral de pinturas y collages abstractos en nuestro
país, presentada en 1933 en las salas de Amigos del Arte, y al año siguiente y en el mismo lugar, de esculturas no
figurativas con yesos tallados y alambres ensamblados.16
En el taller de la calle Arenales, Yente pudo contemplar todo aquello que, produciéndole un shock, al mismo
tiempo le aportaba una visión distinta de cómo hacer arte. Del Prete a su vez, interesado en estrechar la relación con la
joven, se ofreció a ver sus trabajos. Yente insistió en que fuera completamente franco y luego de algunas dudas, frente al
conjunto de dibujos que habían formado su primera exposición individual, el artista sentenció: “Son amanerados [...] y a
pesar de las muchas rayas, vacíos”. El despiadado dictamen salvó, sin embargo, una serie a lápiz que constituía un álbum
familiar, en la que Del Prete encontraba “gracia y espiritualidad”.17 Aquel juicio demoledor, lejos de ofenderla despertó su
agradecimiento, y sobre este acto de sinceridad la relación entre ambos tomó el rumbo de la consolidación. Algún tiempo
después, entre los dos destruyeron aquellos trabajos, decisión que alivió a su autora. Seguramente porque –como afirma-
ba– debía hacer lugar a una nueva etapa de su producción plástica.
Treinta y seis años después de estos sucesos, Yente evaluaba:
“Mi encuentro con la obra de Del Prete y su posición frente al arte fue para mí como emprender un
viaje. A través suyo conocí los nuevos y consolidados valores europeos y la revelación del arte no
figurativo. Poco después, sin presión alguna de su parte, pues siempre respetó mi libertad artística,
hacía mis primeras tentativas abstractas, sin esfuerzo alguno ni llevarme por la novedad. Por aquel
entonces, año 37, era un camino poco o nada transitado en Buenos Aires y mal acogido en general.
Pero ya estaba junto a un artista que conocía las luchas hacía años y cuya fuerza me daba coraje y
una libertad que no había conocido hasta entonces”.18
15.
Vera Ocampo, Raúl, “Óleos, relieves, collages, témperas de la pintora Yente. La obra libre”, La Opinión Cultural, Buenos Aires, domingo 19 de agosto de
1979, p. VIII.
16.
Cfr. Yente, “Lo realizado y lo destruido en la obra de Del Prete”, en Obra destruida de Del Prete, Buenos Aires, Ed. Del artista, 1971, pp. 8-9.
También Lauria, Adriana, op. cit. supra, nota 5.
17.
Cfr. Yente, op. cit. supra, nota 9.
18.
Cfr. Yente, op. cit. supra, nota 9.
20
DE 1937 A 1945: OBRAS PARA UNA MUESTRA INAUGURAL
A partir de aquel momento, Yente abandonó las concepciones de Lhote y comenzó a incluir planos que
rompían el dibujo de sus pinturas.19 En algunas de 1937 y 1938, la línea que describe detalles fisonómicos de la figura
corre paralela pero desplazada de ellos. En otras, las líneas se vuelven independientes de los planos de color que
compartimentan la superficie del cuadro. Estos últimos adoptan rasgos curvados y sugieren siluetas más o menos
evocadoras de cuerpos humanos o naturalezas muertas. Finalmente, al liberarse de toda anécdota, las formas flotan
entrelazadas en el campo antigravitacional de un fondo uniforme. Se trata de refinados temples y óleos en los que
utiliza de manera frecuente figuras lobuladas que se interceptan o imbrican en delicadas combinaciones cromáticas.
Son elementos de herencia cubista y de las geometrías orgánicas de Hans Arp que aparecen en estas composiciones
en arreglos inéditos.
Así, tras prescindir de aquellos trazos que aún la ligaban a la figuración, se sumergió de lleno en la abstrac-
ción. Pero sabemos que su derrotero nunca sería tan lineal. Como Del Prete, cuando sintió la necesidad de recurrir al
mundo de las apariencias, ya sea de un modo límpido y sintético o cargado de una materialidad expresiva, no dudó en
abordarla, para adaptar sus recursos plásticos al tema, la época, las pulsiones internas o, simplemente, al encuentro
fortuito con un elemento motivador, sobre todo en sus collages.
Sin embargo, estos planteos ponían la geometría al borde del colapso, porque las formas en su disposición
ingrávida tendían a disgregarse, o porque eran atravesadas por grafismos que se oponían a la disciplina de un polí-
gono o porque su misma irregularidad las volvía sospechosas de residuos figurativos, aun cuando fueran firmemente
controladas por un cerco negro.
En las tintas de 1938, la masa de grafismos –aquellas muchas rayas criticadas por Del Prete en 1935– se combi-
na de manera que provoca gradaciones y pasajes que dan sensación de volumen, impresión que refuerzan algunas zonas
iluminadas con témpera blanca. Estas y la pequeña pintura de 1944, titulada significativamente Construcción, resuelta
también en tonos pardos, pero con una más clara alusión espacial, anunciaban los relieves realizados a partir de 1945.
Recién mostró esta producción ese año en la Galería Müller y junto a ella exhibió su obra figurativa, a la que
sumó otros trabajos abstractos de conformación más libre. También presentó relieves en los que empleó un material
aglomerado, liviano y blando, fácil de tallar, llamado celotex, el cual al no ser obstáculo para su escasa fuerza manual,
le permitió encarar piezas cercanas a la escultura, disciplina que siempre le había atraído. En estos trabajos independi-
zó las formas de los fondos y multiplicó los niveles de planos y figuras, ahuecando y superponiendo. Con este sistema
también fabricó objetos exentos que, como estos relieves, fueron adquiriendo cada vez mayor rigor constructivo,
sobre todo los que integraron la muestra que, en la misma galería, realizó al año siguiente.
Ambas exposiciones fueron valoradas por algunos jóvenes artistas que se habían acercado a Del Prete, re-
conociéndole su papel de introductor de la abstracción en la Argentina. Con este gesto trataban de legitimar, con una
genealogía nacional, sus propias búsquedas en un arte que rechazaba toda mímesis. Tomás Maldonado, que entonces
organizaba la Asociación Arte Concreto-Invención, le hizo conocer a la pareja la revista Arturo –publicada en 1944 junto
a Arden Quin, Rhod Rothfuss, Gyula Kosice, Edgard Bayley y Lidy Prati–. Este gesto provocó el apoyo inmediato de Del
Prete, que fue retribuido por el grupo –del que también formaron parte Alfredo Hlito, Enio Iommi, Manuel Espinosa, los
hermanos Lozza, y Alberto Molenberg, entre otros–, el cual respaldó la estética del maestro y de su compañera. Desde
1937, año en que Del Prete hizo su última muestra abstracta en Amigos del Arte, ambos no solo lidiaban con la indiferen-
cia, sino también con la casi imposibilidad de exponer. Quizás esta fue la razón por la que Yente tardó tanto en mostrar
su nueva producción. La relación con los artistas concretos fue estimulante. Yente así lo recuerda:
19.
Vera Ocampo, Raúl, op. cit. supra, nota 15.
21
“El grupo que se denominó ‘Concreto-Invención’, dinámico, batallador, daba conferencias, lanzaba
folletos y manifiestos. Con su entusiasmo y actitud polémica removía el acomodado conformismo
y rompía, en parte, el aislamiento de Del Prete. Se hacían presentes en nuestras exposiciones (Yente en
Galería Müller en el 45 y 46) en especial en la de Del Prete, en el 49, en la Galería Cavalotti, viniendo
a diario y hasta ofreciendo una comida dedicada, al decir de uno de ellos, al ‘único sobreviviente de
una generación naufragada’. Con la colaboración de Del Prete se organizaron muestras de conjun-
to, en que se reunían los distintos grupos no figurativos: Concreto-Invención, Madí, Perceptismo y
nosotros que nos denominamos independientes. La primera en el 47 en Galería Kraft, de tres días
de duración, en el 48 ‘Nuevas realidades’ ocupando las cuatro salas de Galería Van Riel y otra al
año siguiente en la misma galería”.20
20.
Yente, manuscrito inédito Anotaciones para una semblanza, Buenos Aires, agosto de 1978, s.p., Archivo Del Prete-Yente.
21.
En el Archivo Del Prete-Yente se conserva un ejemplar de esta publicación en la que aparece un artículo ilustrado de Mazzini, José, “Las cerámicas de
los aborígenes de Chile”, en Revista de Arte N° 13, Año III, Santiago de Chile, 1937, pp. 8-17. Publicación bimestral de divulgación de la Facultad de Bellas
Artes de la Universidad de Chile.
22.
Bajarlía, Juan Jacobo, “Abstractos y figurativos”, Clarín, Buenos Aires, domingo 2 de noviembre de 1947, p. 3.
22
guió con recursos cromáticos, provocando un efecto de inestabilidad visual en una composición que se organizaba
sobre una curva irregular, Yente lo planteó con el despegue real de los planos en relieve y por un desviarse levemente
de la regularidad ortogonal, a través de suaves pendientes y diagonales poco enfáticas, dadas por el conjunto de
figuras, ninguna de ellas regular, pero todas reminiscentes de cuadrados y rectángulos.
“Las discusiones entre los distintos grupos puso fin a estas muestras [conjuntas]. La vinculación con
nosotros tampoco fue de larga duración. Encerrados en una no figuración rigurosa, su exclusivismo no
admitía un Del Prete abierto a otras manifestaciones. Después de la muestra de Cavalotti, Del Prete co-
menzó una serie de ciclos retrospectivos en Galería Antú. Uno de los componentes del grupo al divisar
desde la entrada obras figurativas volviose a sus compañeros con un dramático ‘nos traicionó’”.23
23.
Yente, op. cit. supra, nota 20.
23
narraciones tenían como destinatarios a sus sobrinos–, pero pasados los años y habiéndolo intentado sin éxito no
solo en la Argentina, sino también en los Estados Unidos y en Europa, la artista se resignó a seguir creándolos sin
esta pretensión, pero sí con la consigna de que las láminas de cada uno no se disgregaran.24
Varios libros fueron realizados partiendo de historias preexistentes –Petrushka, Antiguo Testamento, La come-
dia italiana–. En otros, los relatos son de su propia autoría. Sus textos breves, realizados con amorosas letras dibuja-
das, acompañan las narraciones que se desarrollan por lo general en imágenes, por medio de témperas, acuarelas o
collages. Algunos de estos trabajos se presentaron en diversas exposiciones.25 Ciertas historias son autobiográficas,
sobre todo el ciclo titulado Vida venturosa de Onofrio Terra d’Ombra, nombre con el que personificó a Del Prete, y adop-
tó para sí el de Fragilina. Allí expresó con mucho humor algunos de los episodios de su vida compartida.26
En algunos de estos libros, la abstracción se hizo sentir, fuera porque conducía a una síntesis extrema en
la que hechos y personajes eran más sugeridos que descriptos, como en el caso de El Circo y Septem Dies –inspirado
en el Génesis– ambos de 1941, o porque formaban parte de la estructura central en la concepción de cada lámina.
Este fue el planteo desarrollado en La batuta mágica, una carpeta de 1949, ejecutada con lápices acuarelables, donde
los contextos escenográficos en que la historia tiene lugar se relacionan íntimamente con las pinturas geométricas
realizadas en la misma época, replicando los planteos diagonales y el uso de figuras romboidales y triangulares. Si
bien introdujo rasgos figurativos para definir a los personajes –principalmente al niño–, no dejó de geometrizar fuerte-
mente arquitecturas, atuendos y elementos, sobre todo en las escenas de encantamiento. La historia es una respuesta
al Aprendiz de brujo de Dukas –en La batuta el discípulo sale airoso, ya que derrota al maestro e incluso lo maravilla– y
fue realizada bajo la impresión que le causó a Yente la actuación en Buenos Aires de Pierino Gamba, un niño prodigio
que a corta edad dirigía orquestas sinfónicas.27
En esta línea de trabajo en serie cabe destacar una carpeta de 1951 que, bajo el título de Viaje nocturno, reúne seis
dibujos realizados en lápices, acuarela y témpera, en los que desarrolló una abstracción lírica, de trazos y pinceladas muy
libres. En una secuencia que va desde los azules, negros y violetas profundos de las primeras láminas, recorre distintas gamas
y motivos, hasta la claridad casi acromática de las últimas. Es así como sugiere un trayecto desde la oscuridad, bellamente
coloreada, hacia la luz. No tenemos certeza de que integraran uno de sus libros ilustrados, pero sí de que, como en otras
ocasiones, estos dibujos fueron la fuente de obras independientes, cuyos motivos se desarrollaron en un formato mayor.
24.
Yente, manuscrito inédito Textos breves para acompañar las ilustraciones de los libros, Buenos Aires, 1982, s.p., Archivo Del Prete-Yente.
25.
Libros inéditos de Yente, Galería Viau, 1952; Libros ilustrados, Galería Alcora, 1957; o integrando algunas de sus muestras retrospectivas como la de la
Asociación Estímulo de Bellas Artes de 1958 (Abstracciones 1937-1958).
26.
Constituyen seis carpetas realizadas entre 1949 y 1980. Ibídem.
27.
Ibídem y testimonios de Liliana Crenovich, sobrina de la artista, en entrevistas realizadas con la autora, Buenos Aires, mayo-junio de 2009.
24
concentradas en ello y la producción de Yente pareció resentirlo. De todas maneras, los viajes significaron ver museos y
exposiciones de arte contemporáneo que les reafirmaron la validez del camino emprendido hacía tanto tiempo. En 1954
vieron en París una muestra de Serge Poliakoff y Yente señaló en su diario de viaje cuánto se parecían sus pinturas a las
de Del Prete de 1932 y 1933, muchas destruidas por su autor al faltarle buena recepción en Buenos Aires y por la necesi-
dad de hacer espacio en el taller, siempre al borde del colapso por la desmesura de su producción.28
Algunas de las características enunciadas, que se irían profundizando con el correr de la década, fueron segu-
ramente ratificadas por lo visto en Europa. En estos años se fue imponiendo una abstracción que, desde la posguerra,
realizaba planteos más libres y expresivos, donde jugaba tanto la riqueza cromática como la espontaneidad y evidencia
de la pincelada.29 Las obras que Yente acometió en esta época transitan esa geometría relajada por un dibujo que no
oculta tanto los accidentes del pulso como los propios de una pasta pictórica aplicada con generosidad y, muchas ve-
ces, con insistencia. También se atrevió a gamas de color “femeninas”, con una proliferación de tonos rosados.
En 1957 comenzó el ciclo que denominó “impresionismo abstracto”. Esta serie nació con una obra en la que
el óleo fue aplicado con pincel ancho y cargado, o con espátula, de manera tal que cada toque pudiera ser leído como
una forma cuyo conjunto organiza un tejido sobre un fondo de diversos y diáfanos colores. La serie continuó en 1959
con trabajos donde, al igual que en el primero, predominan los azules, los celestes, los verdes, en atmosféricas evoca-
ciones del paisaje. En estos últimos, las pinceladas forman una pantalla única, sin registros superpuestos, matizada
por las variaciones de tono y los accidentes de las texturas. La producción de 1960 es más variada por la elección de
tintes e hizo más evidente la presencia de la mancha como motivo, en consonancia con las corrientes informalistas
que Yente asumió y reelaboró a su muy particular manera.30
A fines de 1958 exhibió un conjunto de tapices elaborados desde 1956.31 Estas obras presentan la particularidad de
que no se limitan a simples bordados con hilos o lanas sobre telas de trama abierta, sino que además están trabajadas con pin-
tura, a veces también aplicada sobre los mismos bordados. Algunas piezas de 1956 reiteran la trama de bandas trabadas entre
sí de los relieves y temples de 1946; sus planteos más o menos geométricos vuelven a aparecer en los tapices de 1957. En uno
de ellos, a los planos de colores superpuso diagonales negras bordadas, mientras que en otro de 1958 los sectores elaborados
en tonos lisos conforman figuras relativamente cuadrangulares que se yuxtaponen o superponen entre sí.
Ese año produjo también dos ejemplares en los que, contradiciendo toda la lógica del informalismo,
Yente bordó manchas y chorreaduras. En un juego de simulaciones y con colores vivos sobre fondos blancos tra-
bajados con pinceladas evidentes, rompió con toda la carga dramática y existencial de la ortodoxia informal, para
brindar esta versión gozosa y declaradamente subversiva de la pintura gestual, que para colmo de males ejecutaba
con una técnica muy vinculada a las labores domésticas.
Su desenfado no se detuvo allí. Del mismo año y con el mismo énfasis cromático realizó unas pinturas
sobre papel, al parecer inéditas, que también se organizan en torno a la mancha que se abre, a la línea sin con-
trol, a la salpicadura al acaso. Una general apariencia azarosa se devela premeditada en lavados transparentes de
amarillos, rosados, verdes, magentas, naranjas, violetas, azules, atravesados por garabatos de líneas negras –en el
mejor de los casos– o de chorreados plateados. Un informalismo hecho con gradaciones, colores pastel o fluo, que
haría las delicias de los pintores de los años 90, pero que decididamente no fue así en los 50, cuando los artistas
comenzaban a mostrar la tendencia en Buenos Aires.
Además, 1958 fue el año de la primera muestra de la Agrupación de Arte No figurativo (ANFA), que se
presentó como alternativa a la Asociación Arte Nuevo cuya tendencia se inclinaba –por lo menos hasta ese momen-
28.
Yente, op. cit. supra, nota 20.
29.
Nos referimos a artistas como Nicolas de Staël, Roger Bissière, Bram van Velde, Jean Bazaine, Alfred Manessier, María Elena Viera da Silva, Corneille,
Pierre Alechinsky, Achille Perilli, Emilio Vedova, entre otros.
30.
Bajo el título de Impresionismo abstracto, este conjunto de obras va a ser exhibido en Galería Yumar, Buenos Aires, del 1 al 15 de agosto de 1960.
31.
Tapices, Galería Heroica, Buenos Aires, del 17 al 26 de noviembre de 1958.
25
to– más a la abstracción constructiva. Por el contrario, ANFA se proponía mostrar todas las variantes, sin importar
si eran geométricas, libres o informales. Del Prete fue gran animador de esta agrupación; la presidió en los pri-
meros años y prestó su nombre para impulsar la carrera de los jóvenes artistas.32 Yente participó en sus muestras
hasta 1964, sosteniendo en los hechos lo alguna vez escrito:
“[...] la pintura no-figurativa es un campo nuevo, amplísimo, con sendas diversas que deben pro-
fundizarse. Como es un lenguaje nuevo que expresa nuevas concepciones plásticas va pasando por
experiencias distintas. Creo que es un error querer encauzarla dentro de una línea única y encerrarla
en unas pocas reglas rígidas [...] en mis experiencias abstractas abarco diversas modalidades, a
veces me aju sto a una composición geométrica un tanto rigurosa, otras a una composición en que
las formas y el color juegan más libremente, pero siempre ciñéndome a mi saber pictórico [adqui-
rido] a través de años de labor continua.
Para mí la pintura es una búsqueda constante, no trazo límites a mis experiencias tanto abstractas
como figurativas, alerta siempre a lo desconocido y sé que por ello desconcierto a muchos”.33
Si bien Yente realizó su última muestra personal en 1980 y siguió produciendo obras hasta por lo menos
1985, sus principales y más significativas investigaciones plásticas se desplegaron en el período comprendido entre
1937 y 1960. Aún habrá algunas pinturas sorprendentes, darán cuenta de su visión de los tiempos algunos de sus
collages, incursionará en la transformación de alguna técnica o explorará un nuevo material. Pero la batalla por
imponer un nuevo lenguaje artístico, por la tolerancia frente a los dogmatismos de cualquier índole, por la defensa
de la libertad expresiva, ya estaba planteada. Solo quedaba seguir tallando cristales para –como escribió Herbert
Read– al transgredir los modelos, provocar “la emoción estética más intensa”.
32.
En la primera muestra realizada en Galería H en octubre de 1958, participaron, entre otros, constructivos como Eugenio Abal, Martín Blazsko, Martha
Boto, Magda Frank o Gregorio Vardánega; abstractos libres como Paulina Berlatzky, Dora de la Torre, Domingo Di Stéfano, Pedro Gaeta, Aldo Massa, Elena
Tarasido y Yente; e informalistas como Del Prete, Kenneth Kemble, Abel Laurens, Aldo Paparella, Mario Pucciarelli, Testa y Towas. En salones posteriores
participaron también Juan Bay, Jaime Davidovich, Mané Bernardo, Luis Gowland Moreno, Noemí Di Benedetto, Osvaldo Svanascini, María Martorell, Julio
Geró, Ferruccio Polacco, por mencionar algunos. Los salones se sucedieron con continuidad hasta 1964, lapso en el que también hicieron presentaciones
en el interior del país y en el exterior, y llegaron a exhibir en La Paz, Bolivia (1960); en Caracas, Venezuela; y en The Riverside Museum, Nueva York (1962).
Además del material consultado en el Archivo Del Prete-Yente, debo esta información a la gentil colaboración de Natalia March que la obtuvo del archivo
y de las declaraciones del artista Pedro Gaeta.
33.
Yente, manuscrito inédito ¿Qué es la pintura abstracta?, Buenos Aires, s.d., Archivo Del Prete-Yente.
26
Yente en 1937, en el taller de Del Prete en la calle Arenales. Archivo Del Prete-Yente
27
Yente. Afiche Abstracciones 1937-1958, 1958,
témpera y tinta s/cartulina, 50,7 x 32,7 cm.
Afiche pintado a mano para la retrospectiva
en Sociedad Estímulo de Bellas Artes, Buenos
Aires, del 22/7 al 9/8/1958. Firmado: "Y.58"
abajo centro. Archivo Del Prete-Yente
Yente. Chiabra, 1928, lápiz s/papel, Yente. Caricatura de Greta Garbo, en el film
14,7 x 11,8 cm. Caricatura de Atalaya "Anna Christie". Publicada en Máscaras.
[Alfredo Chiabra Acosta]. Revista mensual de arte y teatro, año I, N° 3,
Archivo Del Prete-Yente Buenos Aires, marzo-abril de 1931. Lleva el
siguiente epígrafe: "Por lo singular merece
señalarse el caso de una mujer que logra Yente. Figuras, 1935, tinta. Seguramente expuesta en Amigos del Arte, 1935.
destacarse con rasgos relevantes en la Es una fotografía byn de una obra firmada como "E. Crenovich XXXV".
caricatura. La señorita Eugenia Crenovich Archivo Del Prete-Yente
marca esa excepción y una muestra de su
talento artístico nos la dan los trabajos que
aquí reproducimos".
28
Tapa del catálogo de la exposición Eugenia Crenovich (Yente),
Exposición Pinturas de Yente, Galería Müller, Buenos Aires, 22/9 al 4/10/1952. Galería Müller, Buenos Aires, 1 al 13/10/1945.
En la foto pueden verse composiciones abstractas de 1937. Archivo Del Prete-Yente Archivo Del Prete-Yente
29
Salón Arte Nuevo, Galería Kraft, Salón Arte Nuevo, Galería Kraft,
Buenos Aires, 30/10 al 1/11/1947. Panfleto. Buenos Aires, 30/10 al 1/11/1947. Panfleto.
Archivo Del Prete-Yente Archivo Del Prete-Yente
30
Exposición 2° Salón Argentino de Arte
No-Figurativo, Galería Van Riel, Buenos Aires,
23 al 31/10/1949. Vista del sector dedicado a Yente.
Archivo Del Prete-Yente
Exposición retrospectiva Yente. Abstracciones 1937-58, Asociación Estímulo de Bellas Artes, Buenos Aires, 22/7 al 9/8/1958. Vista general de la sala.
Archivo Del Prete-Yente
31
32
OBRAS
33
Composición curvilínea Nº3, 1937
cat. 18
35
Composición, 1937
cat. 17
36
Composición, 1938
cat. 19
37
Composición abstracta, 1938
cat. 22
38
Composición curvilínea, 1938
cat. 23
39
Composición Nº4, 1938
cat. 24
40
Figura, 1938
cat. 25
41
Composición, 1938 Composición, 1938
cat. 20 cat. 21
42
Construcción, 1944
cat. 28
43
Composición en relieve, 1945
cat. 29
44
Relieve Nº1 o Plástica N°1, 1945
cat. 30
Objeto, 1946
cat. 31
45
Objeto Nº1, 1946
cat. 33
46
Objeto, ca. 1946
cat. 32
47
Relieve, 1946
cat. 34
49
Sin título, 1946 Sin título, 1946
cat. 38 cat. 39
50
Sin título, 1946 Sin título, ca.1946
cat. 40 cat. 41
51
Relieve, 1946
cat. 35
53
Sin título, 1947
cat. 44
54
Composición. Planos y círculos, 1948
cat. 46
55
Composición en plano, 1948
cat. 47
57
Sin título, 1948
cat. 51
58
Sin título, 1948
cat. 54
59
Composición con incisión blanca o Composición con incisión blanca, 1949
Composición con incisión N°3, 1949 cat. 57
cat. 56
60
Composición con incisión N° 2, 1949
cat. 58
61
La batuta mágica, 1949 [Libro de artista. Réplica al “Aprendiz de brujo”. Portada.] cat. 59
La batuta mágica, 1949 [Libro de artista. Lámina I: “En el castillo del viejo mago”] cat. 60
La batuta mágica, 1949 [Libro de artista. Lámina III: “El bastoncillo encantado silencia sus poderes”] cat. 61
La batuta mágica, 1949 [Libro de artista. Lámina VIII: “Y comienza el encantamiento”] cat. 62
La batuta mágica, 1949 [Libro de artista. Lámina X: “Sonidos y colores alternan en vertiginoso juego”] cat. 63
62
63
Sin título, 1949
cat. 64
64
Sin título, 1949
cat. 66
65
Sin título, serie “Viaje nocturno”, 1952
cat. 73
66
Viaje nocturno, 1951 [Libro de artista. Lámina II] Viaje nocturno, 1951 [Libro de artista. Lámina IV]
cat. 68 cat. 70
Viaje nocturno, 1951 [Libro de artista. Lámina V] Viaje nocturno, 1951 [Libro de artista. Lámina VI]
cat. 71 cat. 72
67
Composición en rosa, 1957
cat. 75
68
Impresionismo abstracto, 1957
cat. 77
69
Composición, 1957
cat. 74
70
Composición en rosa, 1957
cat. 76
71
Tapiz Nº 2, 1957
cat. 78
72
Tapiz Nº4, 1957
cat. 79
73
Tapiz Nº 5, 1958 Tapiz Nº 6, 1958
cat. 80 cat. 81
74
Sin título, 1958
cat. 82
75
Sin título, 1958 Sin título, 1958
cat. 83 cat. 84
76
Sin título, 1959
cat. 85
77
Sin título, 1960
cat. 87
78
Sin título, 1960
cat. 88
79
Yente con el pájaro Del Pretiano, noviembre de 1939.
Archivo Del Prete-Yente
80
YENTE. BIOGRAFÍA
POR ADRIANA LAURIA
Yente es el seudónimo artístico de Eugenia Crenovich, quien nace en Buenos Aires el 6 de noviembre de 1905 y
fallece en la misma ciudad el 28 de noviembre de 1990. Es la menor de cinco hijos de una familia judía originaria de
Rusia –actual territorio ucraniano– que llega a la Argentina en el siglo XIX para integrarse a las colonias fundadas
por el barón Hirsch.
Pintora, ilustradora y ensayista, estudia Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, de donde egresa
en 1932. Realiza prácticas artísticas en el taller de Vicente Puig en Buenos Aires y en la Escuela de Bellas Artes de
la Universidad de Santiago de Chile. Allí asiste, entre 1932 y 1934, al taller de pintura y composición de Hernán
Gazmuri, estudios que continúa en el taller libre, abierto por el pintor chileno, luego de su forzada desvinculación
de la enseñanza oficial.
En 1935 se relaciona con Juan Del Prete, y desde 1937 –sin desdeñar la figuración que, en forma paralela,
cultiva a lo largo de toda su vida– participa en los inicios de la abstracción en la Argentina, y se constituye así en la
primera artista mujer de nuestro país que adhiere a esta corriente.
Con esta modalidad, en 1945 comienza a hacer relieves y objetos constructivos en celotex, un material blando
que le permite tallar sin dificultad. De 1956 a 1959 realiza tapices abstractos con lanas e hilos de colores combinados
con pintura. A partir de 1957 se vuelca hacia lo que denomina "impresionismo abstracto", una pintura no figurativa de
conformación libre, resuelta con breves pinceladas empastadas que hacen vibrar la superficie del cuadro.
Habiendo recurrido al collage desde los años 40, con el propósito de introducir acentos texturales a su
pintura –sobre todo en sus libros ilustrados–, a partir de los años 60 lo utiliza en forma decidida, aprovechando las
calidades expresivas y connotativas de los más diversos materiales encontrados, muy particularmente, en su entorno
familiar. Entre 1938 y 1980 confecciona más de veinte libros ilustrados –todos inéditos–, desarrollados sobre na-
rraciones preexistentes o propias, algunas autobiográficas. En estos trabajos, de manera ocasional, frases breves a
modo de índice, o títulos, estructuran historias que se despliegan básicamente por medio de imágenes.
Realiza su primera muestra individual en Amigos del Arte en 1935, donde presenta veinticuatro dibujos
figurativos ejecutados a partir de 1932. En 1945 y 1946 expone pinturas y relieves abstractos en Galería Müller. En
1950 exhibe originales para libros ilustrados en Galería Viau. Y nuevamente en Müller presenta, en 1952, una retros-
pectiva de obras abstractas y figurativas, realizadas desde 1937. En Galería Van Riel expone su obra no figurativa
en 1954, 1956 y 1957 y, en este último año, libros ilustrados en Galería Alcora. En 1958 realiza una retrospectiva de
obras abstractas en la Asociación Estímulo de Bellas Artes, que comprende ochenta piezas, entre pinturas, objetos
y relieves. También en 1958 exhibe sus tapices en Galería Heroica. En 1960 muestra sus obras del "impresionismo
abstracto" en Galería Yumar y, durante 1964, collages con fósforos quemados y papeles de envases –que realizó
en Italia– en Galería Witcomb. Al año siguiente presenta Ciudades de Italia, un conjunto de collages en Galería Van
Riel, donde también exhibe, en 1966, la serie del Antiguo Testamento, realizada con la misma técnica. En 1967, otra
vez en Van Riel, presenta El jardín del Edén, obras resueltas con papeles alquitranados; en 1968 sus fotomontajes
Turistas en Italia; y en 1969 óleos figurativos. Ocupa de nuevo ese espacio en 1971, con una retrospectiva de setenta
obras no figurativas, producidas entre 1937 y 1963. Dos años después hace una muestra personal de collages en
Galleria Schneider de Roma. Vuelve a exponer en la Galería Van Riel en 1976, lugar en el que exhibe las series Con
corona de martirio y Sin promesa de Paraíso, pinturas y collages que aluden a la violencia, en consonancia con la
convulsa época que la Argentina transita durante la dictadura militar. En 1979, en Galería Sarmiento, organiza una
muestra antológica con obras no figurativas de 1937 a 1962 y, allí mismo, expone su serie de pinturas y collages
Tiempos sombríos, en 1980.
Realiza importantes muestras colectivas dentro y fuera del país; entre las que se destacan: Arte Nuevo,
Salón Kraft, 1947; Nuevas realidades, Galería Van Riel, 1948; el 2° Salón argentino de arte no figurativo, Galería Van
81
Riel, 1949; 50 Años de pintura argentina, Museo Nacional de Bellas Artes, 1950; Salones de Arte Sacro Mediator Dei
de 1954 a 1957 y en 1959; La figura en la pintura argentina contemporánea, Museo Eduardo Sívori y Arte Abstracto.
Del Prete, Yente, Paparella, Testa, Galería Lerner, ambas en 1957.
Representa al país en la IV Bienal Internacional de São Paulo, Brasil, 1957, y en L’Art Visuel en Argentine,
Exposition Internationale et Universelle de Bruxelles, Bélgica, 1958. Con la Agrupación de Arte No Figurativo –a.n.f.,
luego conocida como ANFA, de la que es miembro fundador– expone en Buenos Aires, Paraná (Entre Ríos), Rosa-
rio (Santa Fe), La Paz (Bolivia) desde 1958 hasta 1964, y en The Riverside Museum de Nueva York en 1962.
En 1960 participa en 150 Años de arte argentino, Museo Nacional de Bellas Artes y en la Primera Ex-
posición Internacional de Arte Moderno, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; en 1961 lo hace en Pintura
argentina, Lima y Río de Janeiro y en Arte sagrado de la Argentina, Palazzo Ruspoli, Roma. En 1980 interviene en 50
Años de pintura argentina 1930/1980, Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, Rosario, y en 1984 en
Maestros argentinos. Homenaje al libro 22 pintores de Julio Payró, realizada en el Museo Sívori.
Recibe primeros premios en los Salones de Viña del Mar en 1934, 1935 y 1936, y en el Centenario de Val-
paraíso en 1937, en Chile; y en el Salón de Acuarelistas de Buenos Aires en los años 1940 y 1950. Asimismo obtiene
el Primer Premio Ilustración del Salón de La Plata en 1942, y con su obra Abstracción, el Premio Adquisición en el
Primer Salón Anual de Pintura del ACA (Automóvil Club Argentino) en 1958. Ese mismo año logra la Medalla de
Oro en la Exposición Internacional de Bruselas.
Complementando la praxis artística, desarrolla una labor teórica en torno a la figura de Del Prete, sobre
quien publica textos aún hoy fundamentales como “Cronología en la trayectoria artística de Del Prete” en Pintura
montada; Primicia (catálogo exposición), Buenos Aires, Galería Van Riel, junio de 1962; y “Lo realizado y lo destrui-
do en la obra de Juan Del Prete” en Obras destruidas de Del Prete, Buenos Aires, edición del artista, 1971.
En 1979 una de sus obras –Composición con relieve, 1945– es elegida como imagen de tapa del libro Arte de
América. 25 años de crítica de Rafael Squirru, publicado por Editorial Gaglianone, donde, a la vez, el crítico analiza el
trabajo de la artista, de quien también se ocupa en Arte argentino hoy, de la misma casa editora pero de 1983.
En las últimas décadas, su producción ha sido incluida en exposiciones como: Del constructivismo a la
geometría sensible, Harrod’s en el Arte, 1992; I Exposición de Artes Visuales DAIA, Casa de la Cultura de la Ciudad
de Buenos Aires, 1996; La tradición constructiva en el MAMBA, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 1998;
Muestra de arte y subasta por la reconstrucción de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), Alvear Palace
Hotel, 1999; Siglo xx argentino. Arte y Cultura, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, 1999/2000; Judaica Argen-
tina, Centro Cultural Borges, 2001; Arte Astratta Argentina, Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea (GAMeC)
de Bérgamo, Italia, 2002; y en la presentación de dicha muestra en la Fundación Proa en 2003. También ha estado
representada en Artistas argentinos con temática judía, exposición organizada por la AMIA en el Centro Cultural
Victoria Ocampo, Mar del Plata, 2006; en la Primera Bienal de Arte Geométrico, en el Museo de Arte Construido,
Buenos Aires, 2007; en la muestra histórica Aquellos años 40, realizada en Expotrastiendas 2007; y en la feria inter-
nacional Arte BA 2009.
En 1995 la Galería Vermeer organiza la muestra Yente y Juan, dedicada a su producción y a la de Del Prete,
y en 2005, en homenaje al centenario de su nacimiento, la AMIA presenta un conjunto de veintinueve obras –casi
todas abstractas– realizadas entre 1937 y 1971.
Un conjunto significativo de sus trabajos forma parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Buenos
Aires, así como integra los acervos del Museo Eduardo Sívori, del Fondo Nacional de las Artes, del Museo Provincial de
Bellas Artes de Santa Fe, Rosa Galisteo de Rodríguez, del Museo Municipal de Bellas Artes de Rosario Juan B. Castagni-
no, del Museo de Bellas Artes de Jerusalén, de la Casa Argentina en dicha ciudad y de la AMIA, además de formar parte
de colecciones particulares de la Argentina, Chile, Italia, Alemania, Israel y los Estados Unidos.
82
Su obra, plena de sugerencias, atraviesa diversas fases que la vinculan tanto al post-cubismo y al cons-
tructivismo geométrico como a la abstracción libre. Más tarde practica una gestualidad propia del informalismo,
en la que emplea los gruesos empastes de una materia densamente expresiva, matizada con tonalidades sutiles y
finas transparencias. La figuración está en el origen de su producción y la mantiene a lo largo del tiempo, y así con-
serva siempre una inclinación por el dibujo de trazo preciso y acabado delicado. Exhibe los recursos de un lenguaje
elaborado y probado en técnicas como el dibujo, la pintura, los relieves y objetos, el collage y el tapiz.
83
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85
María Amalia García
(Buenos Aires, 1975). Doctora de la Universidad de
Buenos Aires en el área Historia y Teoría del Arte,
licenciada en Artes por la misma casa de estudios y
Profesora Nacional de Pintura de la Escuela Nacional
de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón; becaria
posdoctoral por el Consejo Nacional de Investigacio-
nes Científicas y Técnicas (Conicet). Su investigación
sobre arte abstracto en Argentina y Brasil se encuentra
radicada en el Instituto de Teoría e Historia del Arte
Julio E. Payró, de la Facultad de Filosofía y Letras
(UBA), donde también participa en proyectos grupales
sobre arte latinoamericano. Sus investigaciones han
sido difundidas en congresos y coloquios especializa-
dos nacionales e internacionales. Se desempeña como
docente en la cátedra Introducción al Lenguaje de las
Artes Plásticas, en la carrera de Artes.
86
LIDY PRATI Y SU INSTANCIA DIFERENCIAL
EN LA UNIDAD DEL ARTE CONCRETO.
POR MARÍA AMALIA GARCÍA
intuyo el universo porque lo contiene mi naturaleza
nací con mis vértebras y mis pupilas.
cuando logro saturar el agua comprendo que estoy dentro.
mi retina, en la atmósfera.
atomizo el sonido
mis intenciones
el círculo
mis sentidos
la brisa y el violeta
realizan lo que cambia los pliegues y el curso de los ríos
En 1982, después de más de treinta años de actividad en la vanguardia invencionista argentina, Lidy Prati (Lidia
Elena Prati, 1921-2008) volvía a estudiar a través del dibujo los problemas centrales de ese debate artístico. Estos
dibujos en birome resucitaban aquellas preguntas sobre las características del soporte bidimensional y los modos
perceptivos. Con pequeños círculos azules –en tensión entre la repetición inconsciente del garabato telefónico y
la obsesión de una diestra mano que borda– Lidy indagaba en torno a los esquemas del conocimiento visual y al
problema de la representación.
En primera instancia, percibimos estos dibujos como un continuum de pequeños círculos; repentinamen-
te, en esa superficie en apariencia uniforme visualizamos figuras. Estos dibujos operan sobre nuestra capacidad
perceptiva de construir –aun en difíciles circunstancias– visiones representativas; en términos más generales, estos
trabajos indagan acerca de nuestra capacidad de leer forma dentro de un campo visual. En suma, los dibujos re-
flexionan sobre las acciones perceptivas de la organización de elementos gráficos en una superficie. Este episodio
de los 80 se conectaba directamente con los debates acontecidos durante los años 40. De hecho, podría pensarse
este conjunto como un diálogo desfasado; una propuesta en diferido con las acciones de otrora. Un pensamiento
visual tardío, cruzado por los avatares de la pintura y de la vida.
Las preguntas por la percepción espacial y la autorreferencialidad de la pintura en tanto superficie bidi-
mensional habían sido centrales en la investigación plástica desarrollada por los invencionistas. Desde la aparición
de la revista Arturo, el debate en torno al quiebre con el modelo figurativo y la inscripción de la imagen abstracta
fue un punto clave en la agenda de los grupos invencionistas y, fundamentalmente, de la Asociación Arte Concreto-
Invención (AACI), agrupación en la que Prati participaba junto a artistas y poetas como Edgar Bayley, Tomás Maldonado,
Alfredo Hlito, Raúl Lozza y Manuel Espinosa, entre otros. Siguiendo las propuestas del constructivismo ruso, este grupo
entendió que “la exaltación objetiva del plano”1 era el eje del cuestionamiento de la estructura plástica tradicional. Esta
investigación se dio en primera instancia a través del marco recortado –estructuras irregulares que combinan for-
mas geométricas simples– para después centrarse en la superficie ortogonal y en la experimentación de problemas
perceptivos y de organización de la superficie. La trayectoria artística de Lidy Prati siguió este derrotero, al igual que
sus compañeros de la AACI.
1. Maldonado, Tomás, “Lo abstracto y lo concreto en el arte moderno”, en Arte Concreto-Invención Nº 1, Buenos Aires, agosto 1946, pp. 5-7.
87
Luego de las experiencias mencionadas, Lidy Prati se llamó a un silencio pictórico. O, por lo menos, eso exteriorizó
al no volver a exhibir nuevas producciones durante su vida. Evidentemente, los cuestionamientos a los que se llevó a la pin-
tura durante aquellos prolíficos años derivaron en un momento de clausura que no todos los artistas tuvieron intenciones de
abordar. Este fenómeno silente puede verse no solo en Prati, sino también otros miembros de la AACI como Alberto Molen-
berg, Antonio Caraduje y Tomás Maldonado, el esposo de Lidy Prati por esos años. Tal vez, luego de la separación –durante
los primeros años de la década del 50– algo de la pintura quedó adormecido entre ambos.
I.
Lidy Prati participó en la 1ª Exposición de la Asociación Arte Concreto-Invención, en el Salón Peuser, en
marzo de 1946. Era la única mujer en un grupo de muchachos artistas y poetas; posteriormente, se integraron la
artista plástica Nélida Fedullo y la música Matilde Werbin. Prati tenía 25 años, Tomás Maldonado, 24; Raúl Lozza
y Edgard Bayley eran varios años mayores. La AACI sobrevino al fraccionamiento del grupo de Arturo provocado
por diferencias teórico-estéticas y disputas personalistas. Dicha fragmentación impuso la urgencia por definir cuál
era esa nueva realidad inventiva y por constituir un aparato que sostuviera y extendiera la propuesta. Proliferaron
nombres, grupos y asociaciones, manifiestos y panfletos, boletines y revistas. Durante el transcurso de 1946, la
AACI realizó muestras donde exhibieron sus marcos recortados y lanzaron dos números de la revista Arte Concreto-
Invención, con fotografías de las obras y textos sobre los fundamentos de esa postura artística.2
Tomás Maldonado fue el artista teórico del grupo. Si bien tanto él como su hermano, Edgar Bayley, tuvieron –en ese
momento– mayor capacidad de conceptualización de las búsquedas, los debates y las investigaciones plásticas en diálogo
con dichas teorías, fueron producto de la interrelación grupal. En el primer número de Arte Concreto-Invención, Maldonado
expuso su propuesta en función del derrotero del arte moderno. Siguiendo la línea ya planteada en textos propios y de Bayley,
Maldonado articulaba interpretaciones sobre el discurso modernista y la teoría y el vocabulario marxista, con el objetivo de
analizar los desarrollos artísticos iniciados con el cubismo. Allí explicitaba el objetivo: “La batalla fundamental librada por el
arte auténticamente revolucionario de nuestros días ha estado enderezada a concretar el espacio y las formas, a promover
una nueva práctica estética eximida en absoluto de toda sujeción a lo abstracto e ilusorio”.3
El desarrollo artístico iniciado a finales del siglo XIX encontraba en el cubismo un punto clave, ya que
ponía al desnudo el mecanismo abstracto de toda representación en la exaltación de la bidimensionalidad del
soporte. La AACI comprendía al cubismo en la misma línea en la que fue considerado por los artistas y teóricos
involucrados con el movimiento: “El primer paso en la época contemporánea por objetivar la pintura, por exaltar
en ella sus elementos objetivos (colores, formas, materiales, etc.) y no las ficciones figurativas”.4 Precisamente en
esta conceptualización radicaba la distinción entre abstracto y concreto: mientras la noción de arte abstracto indi-
caba un proceso de síntesis (de abstracción) de lo real, arte concreto implicaba a la creación que se concentraba
en la investigación sobre los propios medios anulando el correlato con los fenómenos exteriores. Si el objetivo era
concretar (materializar/objetivar) el espacio y las formas, el problema a resolver fue planteado por Maldonado en
función de las investigaciones de los artistas rusos; para él fueron los constructivistas quienes establecieron el
punto desde donde volver a replantear una cadena de búsquedas irresuelta por casi treinta años:
2. Sobre estudios detallados de la vanguardia invencionista, cfr.: García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina y Brasil. Inscripción regional
e interconexiones del arte concreto (1944-1960)”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2008; Pérez-Barreiro, Gabriel (cur.),
The Geometry of Hope. Latin American Abstract Art from the Patricia Phelps de Cisneros Collection, Austin, The Blanton Museum-University of Texas
at Austin, 2007; Rossi, María Cristina, “En el fuego cruzado entre el realismo y la abstracción”, en Arte argentino y latinoamericano del siglo XX: sus
interrelaciones. VII Premio Fundación Telefónica a la investigación en la historia de las artes plásticas, Buenos Aires, Fondo para la investigación del arte
argentino (FIAAR) - Fundación Espigas, 2004, pp. 85-125; Lauria, Adriana, “Arte abstracto en la Argentina. Intermitencia e instauración”, en Pacheco,
Marcelo (cur.), Arte Abstracto Argentino, Buenos Aires, Proa, 2003, pp. 23-47; Gradowczyk, Mario H. y Perazzo, Nelly (cur.), Abstract Art from the Río
de la Plata 1933-1953, Nueva York, Americas Society, 2001; Perazzo, Nelly, El Arte Concreto en la Argentina, Buenos Aires, Ed. Gaglianone, 1983.
3. Maldonado, Tomás, op. cit. supra, nota 1.
4. Ibídem, p. 5.
88
“Malevich y Rodchenko, en 1913, se esfuerzan por tornar más sutil la lucha por la objetivación de
la pintura […]. Malevich y Rodchenko reparan que, si bien se trabaja con elementos geométricos,
el espacio y el tiempo siguen representados sobre sus telas y, por ende, también las cosas, cosas
menos cotidianas, de naturaleza geométrica, pero cosas al fin. Es precisamente aquí cuando co-
mienza a plantearse el problema [...]: MIENTRAS HAYA UNA FIGURA SOBRE UN FONDO, ILUSO-
RIAMENTE EXHIBIDA, HABRÁ REPRESENTACIÓN”.5
Los artistas concretos que entendían haber incorporado críticamente la teoría marxista y las modalidades
vanguardistas iban a ubicar su propuesta en tanto superación de las búsquedas artísticas del siglo XX. Maldonado,
luego del minucioso análisis realizado en “Lo abstracto y lo concreto en el arte moderno”, había logrado desenma-
rañar esta sucesión de problemas sin solución: la pregunta había estado mal formulada. Hacer valer la superficie
como tal y lograr una estructura no representativa es parte de la misma economía de problemas: “El problema de
la exaltación objetiva del plano y el de la estructura plástica son inseparables”.6 El cuadro, el tableaux7 es en sí un
signo representativo; no relativizar y cuestionar el soporte, no poner en duda su tradicional función de “organismo
continente” había sido el principal error de las investigaciones anteriores y el hallazgo de la AACI.
En primera instancia, la solución se planteó en función de las posibilidades del marco recortado. Este
concepto que había sido expuesto en Arturo desde un punto de vista discursivo mostró sus expresiones plásticas en
las agrupaciones surgidas luego de su fraccionamiento: además de la AACI, Arte Madí, integrada por Gyula Kosice,
Arden Quin; y Rhod Rothfuss, autor del texto: “El marco: un problema de la plástica actual”, para quien la regulari-
dad del soporte fragmentaba la forma de modo que la obra –aunque abstracta– seguía el concepto de ventana de
los cuadros naturalistas.8 A través de esta indagación, estructuras irregulares que combinan formas geométricas
simples se convirtieron en el soporte utilizado por estos grupos.
Investigaciones posteriores de la AACI llevaron a la puesta en cuestión del marco recortado para hacer
énfasis en la investigación espacial. Para la AACI, en el coplanar –estructura de elementos interrelacionados– el es-
pacio circundante se interrelacionaba con la forma, adquiriendo relevancia plástica. Maldonado lo entendía como:
“El descubrimiento máximo de nuestro movimiento: la separación en el espacio de los elementos constitutivos del
cuadro sin abandonar su disposición coplanaria (Molenberg, Raúl Lozza). De este modo, el cuadro, como ‘organis-
mo continente’ quedaba abolido”.9
En la revista Arte Concreto-Invención se reproducían varios marcos recortados y dos coplanares de Molenberg y
Lozza que representaban este proceso de investigación que explicaba Maldonado. Si bien en este texto Maldonado sola-
mente rescataba la realización del coplanar en los artistas mencionados, también es posible pensar en esta línea la pieza de
Prati: Concreto, 1945 [cat. 95]. Precisamente, la investigación “coplanaria” fue desarrollada por varios miembros de la AACI.
Siguiendo esta dirección, Raúl Lozza dio forma a su propuesta, el Perceptismo. En los cuadernos y apuntes de estudio de
Prati están documentadas sus indagaciones sobre el tema.
La actividad de la AACI se fue desintegrando hacia 1947; nuevas investigaciones y contactos signaron las
búsquedas de varios de los miembros del grupo. En este sentido, la separación de Raúl Lozza implicó un quiebre
fuerte en la asociación. A partir de estos momentos registramos una nueva formación dentro de la AACI integrada
por Claudio Girola, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Maldonado y Prati. Esta fue la agrupación de arte concreto que
decantó de las sucesivas búsquedas y asociaciones acontecidas desde 1944. Este quinteto de artistas inició hacia
89
1948 un replanteo de las pesquisas realizadas hasta el momento, abrevando en cambios de distinto tipo. Desde el
punto de vista estético, el abandono del marco recortado y la vuelta al formato rectangular en pintura fue una de las
transformaciones más significativas. Las investigaciones realizadas sobre líneas heterogéneas del arte moderno se
homogeneizaron a partir de la concentración en la propuesta del arte concreto.10 En estos años se cerró la escena
del grupo de vanguardia con panfletos y manifiestos. Tanto el alejamiento del PC como el establecimiento de dis-
tintas asociaciones con espacios diferentes del circuito cultural dieron cuenta de este nuevo momento.
El viaje que Maldonado realizó a Europa en el primer semestre de 1948 fue por demás significativo. Si
estos artistas –que no habían viajado a Europa en su etapa de formación– propusieron un aparato teórico-visual
que desafiaba las conquistas de las vanguardias, el viaje abría un momento de confrontación con dichas manifes-
taciones. El desplazamiento de Maldonado involucró una interrelación directa con la tradición del arte moderno
que, hasta ese momento, se había recuperado y discutido a través de publicaciones, algunas exposiciones y relatos
de los exiliados en Buenos Aires. Italia, Francia y Suiza fue su recorrido. En París visitó a Georges Vantongerloo. En
Zürich, se encontró con Max Bill y con el grupo Allianz, integrado por los artistas concretos Richard Lohse, Camille
Graeser y Verena Loewensberg. En Italia estableció vinculaciones con Max Huber, Bruno Munari, Gillo Dorfles y
Gianni Dova. Allí también fue testigo de los debates acontecidos en el seno del PC italiano.11
De estos nuevos contactos, el vínculo con Bill resultó el más significativo; tuvieron una intensa relación
creativa que perduró hasta mediados de los 50. Bill ya era mencionado en 1946 en el primer número de Arte Concre-
to-Invención, pero fue a partir del viaje de Maldonado y del conocimiento directo cuando establecieron un profundo
entendimiento. Ambos tenían un fuerte compromiso con la causa concretista y sus búsquedas se concatenaban
desde varios puntos. Luego del primer contacto con Maldonado, otros argentinos establecieron fructíferos vínculos
con el suizo: Jorge Romero Brest lo conoció a fines de 1948; Ignacio Pirovano proyectó la compra de una obra y
Hlito, Prati y Girola entablaron también una valorada relación.12
Bill consideraba que la producción plástica del grupo argentino era de los escasos ejemplos de “verdade-
ro” arte concreto en el panorama internacional.13 A través de fotografías de obras que Maldonado le enviaba, Bill
confirmaba la potencia que adquirían las búsquedas concretistas del otro lado del Atlántico: “las fotos me dieron
mucho gusto. sobre todo las obras de su mujer, suyas y las de hlito, pero también la construcción de iommi. creo
que todos ustedes tuvieron un buen progreso. y yo estoy feliz de saber que existe un movimiento tan claro allí”.14
Ahora bien, si no se sabe exactamente a qué obras se estaba refiriendo Bill, sí resulta claro que no eran
los marcos recortados que circularon en Buenos Aires en 1946, sino producciones como Ritmos cromáticos III
(1949) de Alfredo Hlito, o Concret A4 (1948) y Composición serial (1948) de Lidy Prati. En este momento de tantos
replanteos, la resolución que aportaba el marco recortado y los coplanares –en tanto concretización del espacio y
las formas– también era sometida a prueba. El marco recortado llevaba a una exaltación del muro arquitectónico
que provocaba la lectura perceptiva en tanto fondo; se reincidía de este modo en el meollo de la cuestión. Por ende,
Hlito, Maldonado y Prati volvieron al estudio de la problemática de figura versus fondo sobre una superficie.15
Era evidente que las expectativas de los jóvenes artistas vanguardistas y las posibilidades y limitaciones
de pintura en tanto medium se encontraban en extrema tensión. Años más tarde, Alfredo Hlito con lucidez reflexio-
10. García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina…”, op. cit. supra, nota 2.
11. Longoni, Ana y Daniela Lucena, “De cómo el ‘júbilo creador’ se trastocó en ‘desfachatez’. El pasaje de Maldonado y los concretos por el Partido
Comunista 1945-1948”, en Políticas de la Memoria Nº 4, Buenos Aires, CEDINCI, 2004, pp. 118-128.
12. García, María Amalia, “Abstracción entre…”, op. cit. supra, nota 2.
13. Cfr. lista por países “Konkrete/ Abstrakte/ Surrealisten/ Andere”; Archivo Max, Binia + Jakob Bill Foundation, Zürich.
14. Bill Max, Carta a Tomás Maldonado, Zürich, 25 de enero de 1949; Archivo Max, Binia + Jakob Bill Foundation, Zürich. Agradezco a Verónica Tell
las traducciones del francés. Minúsculas en el original.
15. Maldonado, Tomás, “El arte concreto y el problema de lo ilimitado. Notas para un estudio teórico. Zürich, 1948”, Buenos Aires, Ramona, 2003.
Edición facsimilar del texto manuscrito.
90
naría: “El requisito planista no podía ser llevado más allá de ciertos límites sin colocar a la pintura en una situación
sin salida”.16 La vuelta al formato ortogonal implicaba un retorno al estudio y a la reflexión acerca de las diversas
propuestas realizadas en las últimas décadas. En un texto que escribía desde Zürich, Maldonado analizaba –acom-
pañado de bocetos de obras vistas en colecciones privadas y talleres de artistas en los márgenes del papel– los
intentos suprematistas de “concentración temática” y los proyectos neoplasticistas de exaltación del soporte por
medio de estructuras lineales.
“Había que traer el fondo al mismo nivel óptico de la figura pero no por medio de una valorización
lineal (neo-plasticismo) sino tensional en las figuras. Prácticamente se trataba de una síntesis de
los dos aspectos más positivos del neo-plasticismo y del suprematismo. Sin embargo, los resulta-
dos en general son objetables. El problema queda en pie. Es por esto que últimamente dos grandes
artistas concretistas Vantongerloo y Bill han sugerido que quizás la ruta sea superar las figuras limi-
tadas. Liquidar las figuras, en una palabra, y hacer (por medio de sutiles elementos no figurables)
vibrar al máximo el fondo, sería uno de los modos. El otro consistiría en diluir el perímetro de las
figuras. Esfumar ya sea cromática o tonalmente el contorno de las figuras”.17
Es interesante observar que la segunda opción, representada en el texto por una obra de Vantongerloo,
resultó para Maldonado una elección poco satisfactoria, ya que la consideraba un regreso al sfumatto representa-
tivo. Unbegrenzt und begrenzt [Ilimitado y limitado, 1947] de Bill es una obra precisamente inscripta dentro de estas
características. También sigue esta línea Referencia sensible de un espacio definido (1953) de Prati, en la cual se plan-
tea la dicotomía entre la concentración y el esfumado cromático. Refiriéndose a esta pieza y a Vibración al infinito
(1953), Prati reflexionaba en carta a Georges Vantongerloo: “He enviado a São Paulo dos trabajos (pinturas) que
realicé a principio de año (1953). No están contenidos dentro de los límites del marco; yo trato de atomizar el color
para luego concentrarlo en algunos puntos fundamentales”.18
La primera opción, hacer vibrar el fondo por medio de sutiles elementos no figurables, según parece con-
tó con mayor adhesión. De hecho, si se observa Concret A4 (1948), Composición serial (1948), Sin título (ca.1948)
[cat. 102] y Vibración al infinito (1953) de Prati se ve precisamente que la atención está puesta en exaltar la super-
ficie a partir de la tensión generada entre los distintos elementos inscriptos en dicho soporte. Pequeñas unidades
geométricas del mismo tipo (rectángulos, cuadrados, círculos) organizan la superficie pero esta regularidad com-
positiva es desestabilizada, fundamentalmente, por el factor cromático.
Un conjunto importante de las obras de Prati trabaja a partir de la organización de elementos de una
misma cualidad formal y diversidad cromática: el eje de su planteo parece ser la puesta en tensión de nuestras mo-
dalidades perceptivas. La reflexión opera sobre el juego visual entre el “sobresalir” de las configuraciones visuales y
la búsqueda por la exaltación de la superficie. En este sentido, las investigaciones en torno a la Teoría de la Gestalt
fueron fuertes improntas en la búsqueda creadora del arte concreto. Richard Lhose, artista del grupo suizo Allianz
y fundamentalmente los artistas concretos paulistas, como Geraldo de Barros, Luiz Sacilotto y Waldemar Cordeiro
fueron algunos de los que más trabajaron esta fructífera línea. En el Brasil, la introducción de dichas teorías se dio
a través del crítico Mário Pedrosa, quien había entrado en contacto con algunos psicólogos gestálticos durante su
estadía en Berlín en la década del 20.19 En el archivo Prati se conserva Forma e personalidade, el libro de Pedrosa
obsequiado al matrimonio Maldonado-Prati cuando, en enero de 1951, viajaron a Brasil para participar en los cur-
16. Hlito, Alfredo, “El tema del espacio en la pintura actual”, Nueva Visión Nº 8, Buenos Aires, 1955, pp. 10-13.
17. Ibídem, subrayado en el original.
18. Prati, Lidy, Carta a Georges Vantongerloo, Buenos Aires, 2 de octubre de 1954, Archivo Lidy Prati.
19. Arantes, Otilia (org.), Mário Pedrosa: forma e percepção estética, São Paulo, EDUSP, 1996.
91
sos internacionales de enseñanza musical y artística organizados por Hans-Joachim Koellreutter en Teresópolis.
En esta oportunidad, la pareja de artistas argentinos estableció contacto con los actores centrales del concretismo
brasileño.20
Respecto de la circulación de estas teorías de la percepción en el ámbito porteño, es preciso recordar que
Pellegrini publicó Psicología de la forma de W. Köhler, en su editorial Argonauta, en 1949. Esto es resaltable ya que
en el archivo de Prati se encuentra abundante material de estudio, tanto sobre la Teoría de la Gestalt como sobre
las teorías del color. El trabajo de Prati, que se concentra en tensionar nuestros esquemas de percepción visual, se
orienta en dos direcciones. Por un lado, sobre la búsqueda de perturbar la lectura figura-fondo exaltando el soporte.
Eso ocurre en Vibración al infinito donde la sucesión de cuadrados –que se proyecta por fuera del soporte– se inte-
rrumpe casi en el centro del cuadro, obligándonos a reparar en la acción de la superficie. Por otro lado, Prati busca
desestabilizar cromáticamente la regularidad propuesta desde lo formal. La indagación por la desestabilización
perceptiva se da a través del color.
Visualícese Concret A4 (1948), Sin título (ca.1948) [cat. 102] y Vibración al infinito (1953) de Prati. ¿Qué
hace de ellas obras tan parecidas y, a la vez, tan diferentes? Dado que los tres cuadros trabajan a partir de la simi-
litud formal (rectángulos, círculos y cuadrados, respectivamente) inclinan nuestra percepción a la agrupación de
elementos: esta tendencia es desvirtuada a través del uso del color. En estos cuadros la artista trabaja la superficie
desde tres colores diferentes: negro, “blanco” y gris azulado. En los tres utiliza casi la misma paleta de colores: na-
ranja o amarillo-naranja; rojo y azul. En dos, utiliza verdes muy distintos; y en otro, violeta. Aunque la paleta resulte
similar a nivel cromático, la pesquisa a través del valor del color se impone como elemento de ajuste. En Vibración
al infinito, la búsqueda que señalaba Prati en torno a “atomizar el color” aparece a través de las divisiones del valor
y sus relaciones. Siguiendo el sólido de color de la Teoría de Ostwald, el trabajo a partir del valor del color -la mezcla
del color con grises- implicó para Prati una fructífera investigación.21
En estas obras, nuestro modo perceptivo de agrupación –fuertemente provocado por la similitud y la
direccionalidad de los elementos– es conmovido por el color que acciona de manera opuesta. Si, por ejemplo, en la
esquina inferior izquierda de Sin título (ca.1948) [cat. 102] estamos compelidos a formar una configuración a partir
de los cuatro círculos, esto es frenado a nivel cromático por el círculo naranja.
Otro conjunto de la obra de Prati está en línea con la investigación sostenida por los otros pintores de
esta Allianz porteña. El desarrollo del proceso generativo de la forma fue una investigación central en la obra de
Maldonado, interés que también compartieron Hlito y Prati. Si pensamos en Estructura vibracional desde un círculo
(1951) de Prati y en Desarrollo de un triángulo de Maldonado el objetivo parece estar centrado en la concepción y de-
sarrollo de “problemas plásticos”; en tensionar y agotar las posibilidades generativas de la forma. En este sentido,
es importante marcar la vinculación con la propuesta billina; Bill había establecido un mojón sobre esta cuestión
con sus 15 variations sur un même théme.
Además, por ejemplo, Serie c + d Nº 10 (1955) de Prati está muy próxima de la propuesta de Vantongerloo,
artista con el cual Lidy sostuvo un importante vínculo. Conoció personalmente a Vantongerloo en el viaje a Europa
que realizó en 1952 y continuó el contacto durante los difíciles años de 1952-1953, momento en el cual devino su
separación de Maldonado. El vínculo epistolar entre ambos resultó profundo, ya que tanto ella utilizó la correspon-
dencia como una manera de canalizar sus vivencias como él buscó acercarse y ayudarla en ese tránsito, además de
valorar e incentivar su producción.22 En una carta dirigida a Vantongerloo, Lidy expresaba:
20. García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina…”, op. cit. supra, nota 2.
21. Caivano, José Luis, “Armonías del color”, Revista GAC Nº 19, Buenos Aires, abril 2004, pp. 2-21. Agradezco a Graciela Schuster las conversacio-
nes sobre el tema.
22. Cfr. correspondencia Prati-Vantongerloo, Archivo Prati.
92
“Me sentí muy tocada por el recuerdo de su expresión ‘en el fondo uno nunca debe manifestarse
de manera espectacular’. Lo recordaré toda mi vida, y cuando me encuentro delante de mi mesa de
trabajo esto toma un carácter fuerte y se transforma hasta en símbolo. Siento la necesidad de decir-
le que la mise en scène nunca me hizo feliz, encuentro cada día la responsabilidad de pertenecer al
tipo de artista que solamente usted elevó a lo mejor, que usted ha inyectado en eso que llamamos
genéricamente hoy arte concreto”.23
Vantongerloo fue, a nivel plástico y espiritual, un valor de orientación para nuestra artista. Sin embargo,
es necesario leer el afianzamiento de la relación con el artista belga en paralelo con su propio alejamiento de Bill.
Es importante señalar que ella entendió que la fuerte vinculación entre Maldonado y Bill, en ese momento la dejaba
afuera de los contactos artísticos con el suizo: recuérdese que Maldonado en 1954 se radicó en Ulm (Alemania)
para participar -invitado por Bill- en la experiencia de la Hochschule für Gestaltung (HfG). Sin duda, quedar fuera
del proyecto ulmiano, que se perfilaba como la experiencia más renovadora del constructivismo de posguerra debió
afectarla profundamente. Indignada con Bill en una carta, Prati le comentaba: “En la actualidad, vivo en Buenos
Aires, ‘extraña’ en un medio que también yo y por muchos años he sustanciado; en consecuencia alejada de todo
lo que fue mi vida artística general y de relación”.24
Evidentemente, los términos de la separación con Maldonado fueron un factor clave en la discontinuidad
del desarrollo hasta ese momento desplegado, pero también, es necesario marcar que tal vez ese extrañamiento,
alejamiento y exclusión al cual Prati refería, mucho se debía a su condición de artista mujer.
Antes de este intricando momento conclusivo, existió un mítico comienzo.
II.
A una cubierta de carácter expresionista le seguía en el interior-tapa y en letras verdes, la máxima: “IN-
VENCIÓN contra AUTOMATISMO”: Arturo. Revista de Artes Abstractas despuntaba con gestos vanguardistas en
el campo artístico porteño en el verano de 1944. La revista renunciaba a cualquier intento de traducir en repre-
sentación realidades ajenas al propio universo estético. Este posicionamiento, que se entendía como avanzado,
implicaba una actuación protagónica en una lectura revolucionaria de la historia.25 Estos jóvenes artistas se veían,
se entendían… eran, un núcleo (pequeño) aislado y anticipado que inscribía sus valores en un espacio cultural
ampliado. La revista inventaba la forma de lo nuevo.
Arturo se transformó en una leyenda: la generativa imprecisión de sus planteos reafirma este carácter
mítico. La revista representa un momento embrionario y aglutinador de ideas en ebullición. Si bien el concepto
primero que guió la publicación fue el imaginario abstracto, en sus páginas recuperó un recorrido de lo nuevo desde
las primeras décadas del siglo XX.
Efectivamente, marcar las contradicciones presentes en Arturo ha sido un punto común de la crítica aca-
démica: la confrontación de la máxima “INVENCIÓN contra AUTOMATISMO” con la cubierta de carácter expre-
sionista de Maldonado es un tópico recurrente en dichos análisis.26 Además, es necesario anotar que en la Revista
23. Prati, Lidy, Carta a Georges Vantongerloo, Buenos Aires, 28 de octubre de 1953, Archivo Prati.
24. Prati, Lidy, Carta a Max Bill, Buenos Aires, s.d., 1953, Archivo Prati.
25. Sobre posicionamientos respecto de la vanguardia, cfr. Foster, Hal, El retorno de lo real. La vanguardia a finales de siglo, Madrid, Akal, 2001; Raymond Willia-
ms, La política del modernismo. Contra los nuevos conformistas, Buenos Aires, Manantial, 1997; Bürger, Peter, Teoría de la vanguardia, Barcelona, Península, 1987;
Hadjinicolaou, Nicos, “Sobre la ideología del vanguardismo”, en Arte, sociedad e ideología Nº 7, s.d., pp. 39-57.
26. Pérez-Barreiro, Gabriel, The Argentine Avant-Garde 1944-1950, Department of Art History and Theory, University of Essex, 1996, Tesis Doctoral, mimeo;
Harris, Derek, “Arturo and the Literary Avant-garde”, The Place of Arturo in the Argentinian Avant-garde, Aberdeen, University of Aberdeen. Centre for the Study of
the Hispanic Avant-garde, 1994, pp. 1-7; Maistre, Agnès de, “Les groupes Arte Concreto-Invención et Madí”, en Art d´Amérique Latine 1911-1968, París, Musée
National d´Art Moderne. Centre Georges Pompidou, 1992, pp. 336-348; Perazzo, Nelly, El Arte Concreto..., op. cit. supra, nota 2.
93
de Artes Abstractas, varias de las obras reproducidas remiten a propuestas que, incorporando las lecciones vanguar-
distas, operan con repertorios figurativos. Asumiendo cierto eclecticismo en la propuesta,27 el invencionismo se
formulaba como un nuevo modo conceptual de abordar el hecho estético. Se privilegiaba la autonomía, los valores
inventivos y las capacidades intelectivas prescindiendo de cualidades descriptivas.
El comité editorial del único número de Arturo estuvo integrado por Carmelo Arden Quin, Rhod Rothfuss,
Gyula Kosice y Edgar Bayley. Además de sus noveles impulsores, la publicación reunió a “vanguardistas consagra-
dos” activos en la renovación estética desde las primeras décadas del XX: participaron Joaquín Torres-García, Vi-
cente Huidobro, Murilo Mendes y Maria Helena Vieira da Silva. También se reproducían obras de Vasily Kandinsky
y Piet Mondrian. La cubierta roja fue realizada por Tomás Maldonado. La autoría de las viñetas estaba a cargo de
Lidy Maldonado.
De las imágenes aparecidas en la publicación, estas viñetas son las que adquieren más claramente un
posicionamiento no figurativo: la utilización de la línea, a veces más orgánica y en otros momentos más geometri-
zada, está en función de una reflexión autorreferencial. Además, es posible pensar que las viñetas están operando a
partir del concepto del marco recortado. Libres de una organización ortogonal, estas imágenes están compuestas
por pequeñas estructuras geométricas lineales interconectadas. Triángulos, círculos y otras figuras menos regu-
lares se ordenan en las páginas en función de un recorrido dibujístico que se recorta de manera autónoma. En
función del carácter organizativo y cognoscitivo de la línea es posible entender estas viñetas como proposiciones
“descriptivas”, como prototipos del proyecto del marco recortado.
Esto resulta sumamente interesante ya que, si bien en Arturo aparece el texto de Rothfuss en el cual teo-
riza sobre el marco, no aparecen en la revista obras con este procedimiento.28 Precisamente, esto lleva a pensar
que en 1944 primaban las reflexiones teórico-poéticas por sobre las propuestas plásticas. En esta línea es preciso
considerar Trabajo en estudio de Rhod Rothfuss e Invención Nº 2 de Maldonado reproducidas en el anverso del índi-
ce. Si bien estas obras tienen un formato irregular es difícil entender estas dos producciones como obras de marco
recortado, ya que aparentan ser imágenes concebidas con formato rectangular y posteriormente cortadas. Por lo
tanto, estas obras como algunas de las viñetas de Prati nos permiten pensar en la simultaneidad y coexistencia
con la que se estaban produciendo las reflexiones. En las mismas páginas donde Rothfuss publicaba “El marco: un
problema de la plástica actual”, las viñetas –como las otras dos obras mencionadas– ejecutando los lineamientos
básicos de esta teoría, adoptaban de modo experimental y embrionario un formato irregular.
Respecto de la actuación de Lidy Prati en Arturo, existe otro hecho que resulta relevante. De modo recu-
rrente, ella señalaba haber encontrado la imagen de la obra de Piet Mondrian (reproducida en Arturo) en la revista
Art News y haber propuesto la reproducción de Composition en blanc, noir et rouge.29 A su vez, Prati ha señalado en
varias oportunidades que, dado los costos de reproducción en color, ella había pintado a mano la línea roja del mar-
gen inferior de la obra en cada uno de los ejemplares de la revista. Este recuerdo fue uno de los tantos relatos que
contribuyeron a reforzar el carácter mítico de la publicación. Sin embargo, a partir del trabajo con el archivo Prati
se confirma dicho recuerdo: están, entre los documentos guardados por esta artista, las imágenes sueltas en papel
ilustración que fueron pegadas en la revista. En esta reproducción sin pintar, Composition en blanc, noir et rouge es
27. Cfr. Arden Quin, Carmelo, Carta a Maria Helena Vieira da Silva y Arpad Szenes, Buenos Aires, 6 de noviembre de 1943. Centro de Documentação,
Fundação Arpad Szenes - Vieira da Silva, Lisboa, Portugal. García, María Amalia, “Abstracción entre…”, op. cit. supra, nota 2.
28. Rothfuss, Rhod, “El marco: un problema de la plástica actual”, op. cit. supra, nota 8.
29. Intervención en la mesa redonda con Manuel Espinosa, Enio Iommi y Lidy Prati coordinada por Jorge López Anaya en ocasión de la exposición
Utopía de la Forma, Galería Del Infinito, Buenos Aires, abril-mayo 2004. Cfr. además Bertone, Carla, “Muchachas de vanguardia”, Ramona Nº 62,
Buenos Aires, julio de 2006, pp. 49-77. Se consultó la revista Art News entre los años 1942-1944, pero no se ha ubicado dicha reproducción. También
es probable que se haya extraído esta reproducción de publicaciones del Museum of Modern Art, MoMA, New York, ya que dicha institución adquirió
Composition en blanc, noir et rouge en 1937.
94
una grilla negra sobre blanco donde el rojo está ausente. También en relación al material sito en este archivo, es
importante señalar la aparición de pequeños marcos recortados en cartón, sin firma y fechados 1944.
Ahora bien, esta primera inscripción artística de Lidy bajo el apellido de su esposo habilita a un abordaje
desde la teoría crítica feminista. Esto no solo es necesario para comprender la acción artística de esta mujer en las
filas masculinas, sino también para repensar al concretismo desde esta perspectiva. No me interesa reflexionar en
torno a la producción de Lidy Prati como representativa de su género, ni tampoco buscar elementos en su obra
que remitan a las “caracterizaciones de lo femenino”.30 Realizar una reconstrucción sexualizada del discurso con-
cretista y de la inscripción de Prati en las acciones de esta vanguardia resultará una fructífera línea investigativa. A
continuación, solo algunas reflexiones sobre este hecho que está a la espera de ser revisado y que esta exposición
habilita, a partir de la reubicación de la producción de esta artista.
En primera instancia, la inscripción de la mujer con el apellido de su marido responde, sin duda, a los
modelos sociales de una estructura patriarcal y falocéntrica. Implica una necesaria construcción de lo femenino en
relación a la normatividad masculina, que tanto en la familia, la educación y en los marcos sociales de comporta-
miento es la instancia dominante. En este sentido, Griselda Pollock ha reflexionado acerca de que, si la sociedad se
encuentra estructurada en base a relaciones de inequidad en el aspecto de la producción material, también se halla
estructurada sobre divisiones y desigualdades sexuales: “La naturaleza de las sociedades en las que se produce
arte no ha sido solamente, por ejemplo, feudal o capitalista, sino patriarcal y sexista”.31 El hecho de que Lidy haya
utilizado el apellido de su marido en la primera acción de la vanguardia invencionista da cuenta de que el grupo
aceptaba –o por lo menos, no cuestionaba– las estructuraciones sociales sexistas. Sin embargo, a partir de 1946
Lidy retomó la utilización de su apellido paterno -solo vuelve a aparecer con el apellido Maldonado como autora de
Objeto Estético, aparecido en la tapa del Cuaderno Invención Nº 2 de Edgar Bayley. Por parte de ella, esto da cuenta
de una reubicación respecto de su identidad artística.
En segunda instancia, resulta interesante abordar la formación artística de Lidy Prati. En 1938 terminó el
curso de magisterio y es probable que luego de la finalización de estos estudios haya decidido dedicarse a las artes
plásticas. El ingreso de Prati al aprendizaje artístico no se dio por la vía convencional, ya que no asistió a la Acade-
mia. Este es un hecho relevante para analizar su derrotero artístico. La Academia de Bellas Artes estuvo abierta a la
concurrencia femenina desde finales del siglo XIX, y en la primera década del siglo XX era transitada por numerosas
mujeres de distintas clases sociales.32 Además, otras mujeres artistas que la precedían en la escena vanguardista
-como Raquel Forner- habían pasado por dicha casa de estudios. Sin embargo, este no es el caso de Prati. ¿Por qué
no asistió a la Academia? Me inclino a pensar que la decisión de nuestra artista de no concurrir a la academia radicó
en un desinterés por la enseñanza impartida en ese ámbito y en una búsqueda abierta a las posibilidades de un
“arte nuevo”. Además, esta elección de una búsqueda visual diferente se confirma en la elección docente: no eligió
ser discípula de un artista consagrado en el medio durante los años 40, sino que priorizó el panorama moderno
que le presentó el joven Maldonado.
En tercera instancia, es necesario repensar la apuesta concretista a partir de una mirada sexualizada. La
diferencia de géneros no tuvo lugar en la agenda invencionista: la transformación que debía exceder las fronteras
del arte buscaba una reconciliación entre los “seres humanos” y su entorno. El género no se inscribió como instan-
cia crítica en estos grupos: la reconexión entre arte y vida que en tanto grupo de vanguardia sostenían, apuntaba
30. Pollock, Griselda, “Diferenciando: el encuentro del feminismo con el canon”, en Cordero Reiman, Karen e Inda Sáenz (comp.), Crítica feminista
en la teoría e historia del arte, México, Universidad Iberoamericana, 2007, pp. 141-158. Agradezco a Irupé Domínguez, Natalia Pineau y Cintia Mezza
algunas reflexiones en torno a este tema.
31. Pollock, Griselda, “Visión, voz y poder: historias feministas del arte y marxismo”, en Cordero Reiman, Karen e Inda Sáenz (comp.), Crítica femi-
nista en la teoría…, p. 46, op. cit. supra, nota 30.
32. Baldasarre, María Isabel, “La revista de los jóvenes: Athinae”, en Artundo, Patricia M. (dir.), Arte en Revistas. Publicaciones culturales en la Argentina
1900-1950, Rosario, Beatriz Viterbo, 2008, pp. 25-60; Malosetti Costa, Laura, Collivadino, Buenos Aires, El Ateneo, 2006.
95
a una utopía sexualmente neutral.33 La aspiración de neutralidad responde al canon y “políticamente el canon está
‘en lo masculino’ así como culturalmente es ‘de lo masculino’”.34 Asimismo, en esta poética en particular, el énfasis
en la actividad racional e intelectiva de lo artístico y la beligerancia de los textos se enmarcan en las caracteriza-
ciones de lo masculino. Si entendemos que los significados de “hombre” y “mujer” se anclan a un continuum de
sentidos política e históricamente construidos, el análisis estructural del planteo concretista y la objetividad de los
procedimientos se contraponen a las caracterizaciones circulantes de lo femenino, vinculadas a lo decorativo, lo
doméstico y la destreza manual.35
Esta lectura no es una mirada desfasada a la luz de la crítica feminista: asociaciones vinculadas a la vi-
rilidad del concretismo habían estado presente en las consideraciones de la época. Esta vez el intérprete fue Juan
Jacobo Bajarlía. Abogado y poeta y muy amigo de Edgar Bayley, participaba en las actividades de la AACI propagan-
do sus ideas. En su libro Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas poéticas de 1946, dedicaba un
capítulo a “La batalla por el invencionismo estético” en la Argentina.36 Allí, además de sus interpretaciones sobre
marxismo y arte moderno, Bajarlía realizaba algunos señalamientos interesantes para este argumento:
Estas ideas de Bajarlía permiten reconstruir las formaciones discursivas circulantes en el momento. Tanto
la caracterización de “obras asexuadas” como la lucha contra las connotaciones físicas y espirituales de la curva
permiten releer las ideas concretistas, aparentemente “puras” y sin género, a la luz del canon enunciativo de la
masculinidad occidental. Los artistas invencionistas actuaron el canon y Lidy Prati también lo hizo. Las posibili-
dades de cuestionar y de readaptar la hegemonía de ese modelo no encontraron espacio en este contexto. Si bien
existieron importantes antecedentes internacionales en torno a la reflexión de género durante este período, fue
a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando el feminismo –en tanto conjunto de teorías sociales y prácticas
políticas– adquirió impacto social.
Recuperando una interpretación de Beatriz Sarlo sobre Victoria Ocampo, es posible pensar que la cons-
titución vincular de Prati se sostuvo en la tensión entre su pertenencia a la alta burguesía y las relaciones con la
gente de la cultura.38 Luego de abandonar la pintura, su acción en el ámbito profesional -como diagramadora y
diseñadora- fue bastante reducida; en los años 70 ingresó como administrativa en la Cancillería argentina. Este
corrimiento debió resultar significativo.
Paulatinamente su figura se fue aislando del espacio cultural –o “fue borrada”39 como ella prefería enten-
derlo– quedando absorbida por los escasos espacios que una sociedad conservadora le habilita a una mujer sin
referencia masculina. Estar fuera de la norma, en ámbitos acríticos a los modelos sociales fue ubicando a Prati en
33. Pollock, Griselda, “Diferenciando: el encuentro del feminismo con el canon”, en Cordero Reiman, Karen e Inda Sáenz (comp.), Crítica feminista
en la teoría..., pp. 141-158. En este libro, cfr. también Nochlin, Linda “¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres?” y Schor, Mira, “Linaje
paterno”, op. cit. supra, nota 30.
34. Ibídem, p. 143.
35. Ibídem, p. 151.
36. Bajarlía, Juan Jacobo, Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas poéticas, Buenos Aires, Araujo, 1946.
37. Ibídem, p. 175.
38. Sarlo, Beatriz, La máquina cultural, Buenos Aires, Seix Barral, 2007, p. 77.
39. Prati, Lidy, entrevista con Carla Bertone, en “Muchachas de vanguardia”, op. cit. supra, nota 29.
96
zonas de marginalidad (social, cultural y psíquica). Ella asumió, actuó y compartió este desplazamiento imposibi-
litándose, así, la construcción de otra representación. Este texto intentó leer más allá de ese borramiento, la marca
indeleble de su producción en la vanguardia invencionista.
97
Serie "Inconclusos".
Dibujo en birome azul, 1982
Colección particular
99
100
OBRAS
101
Sin título, 1945 (anverso y reverso)
cat. 96
103
Sin título, ca. 1944-45
cat. 92
104
Arturo. Revista de Artes Abstractas, N°1, 1944
cat. 89
105
Concreto, 1945
cat. 95
106
Concret A4, 1948
cat. 97
107
Sin título, 1948
cat. 98
108
Sin título, 1948.
cat. 99
109
Sin título, ca. 1948
cat. 100
110
Sin título, ca. 1948
cat. 101
111
Sin título, ca. 1948
cat. 102
112
Vibración “a.10”, ca. 1950
cat. 104
113
Tensiones contrapuestas, 1951
cat. 107
114
Sin título, ca. 1951-1952
cat. 108
115
Sin título, s/f.
cat. 168
116
Sin título, s/f.
cat. 167
117
Sin título, s/f
cat. 171
118
Sin título, s/f.
cat. 172
119
Estructura vibracional Nº 3, 1951
cat. 105
120
Estructura vibracional desde un círculo, serie b, 1951
cat. 106
121
Referencia sensible de un espacio definido, 1953
cat. 110
122
Vibración al infinito, 1953
cat. 112
123
Apreciación distributiva de una porción de espacio, serie c.1, 1953
cat. 111
124
Sin título, 1953
cat. 113
125
Sin título, ca. 1953
cat. 115
126
Serie c + d Nº 10, 1955 (1954)
cat. 117
127
Homenaje a Max Bill o Guatemala, 1954-1955
cat. 116
128
Carré, 1955 (1963)
cat. 118
129
Sin título, s/f
cat. 165 Sin título, ca. 1962-1965
cat. 135
130
Sin título, 1963
cat. 136
131
Sin título, 1962
cat. 120
132
Sin título, 1962 (Cuaderno de viaje)
cat. 121
Sin título, 1962 (Cuaderno de viaje) Sin título, 1962 (Cuaderno de viaje)
cat. 122 cat. 123
133
Sin título, 1963
cat. 137
134
Sin título, 1963
cat. 139
135
Sin título
1963. cat. 141
136
Sin título, 1963
cat. 143
137
Sin título, 1963
cat. 146
Sin título, 1963
cat. 145
138
Sin título, 1963
cat. 148
139
Sin título, 1963
cat. 149
140
Sin título, ca.1963
cat. 150
141
Túnez, 1980 Túnez, 1980
cat. 151 cat. 152
142
Túnez, 1980
cat. 153
143
Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982
cat. 154
144
Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982
cat. 155
145
Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982
cat. 156
146
Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982
cat. 157
147
Sin título, s/f. Sin título, s/f.
cat. 174 cat. 175
148
Sin título, s/f. Sin título, s/f.
cat. 178 cat. 179
149
150
BIOGRAFÍA Y
CRONOLOGÍA
151
LIDY PRATI. BIOGRAFÍA Y CRONOLOGÍA.
POR DAVID WESELEY
VIDA TEMPRANA
Lidia Elena Prati nació el 9 de enero de 1921 en Resistencia, provincia del Chaco, en
el seno de una familia inmigrante italiana y suizo-alemana. Sus padres fueron
Olinto Prat i–oriundo de Longiano, cerca de Rímini, Italia– e Hilda Usinger, de
Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe.
Olinto e Hilda se casaron cerca de 1916. Olinto Prati se había recibido de con-
tador público en Italia, pero en la Argentina se dedicó al desmote y acopio de
algodón, y llegó a ser un importante industrial textil. Era conocido como “El rey
del algodón” del Chaco. Según relata la familia, alcanzó a tener en el Chaco y
Formosa catorce desmotadoras (operaciones de máquinas que separan la semi-
lla de la fibra del algodón). Además del negocio industrial algodonero, producía
caolín, fibra de madera, productos químicos, y también tenía concesionarias de
autos (Ford, Renault e IKA). Los colegas de Lidy de la vanguardia artística de
los años 40 dijeron que el apoyo económico de Olinto Prati en la publicación de
Arturo resultó una importante ayuda para la concreción de la revista.
En los años 30, Lidy y su hermana Pierina se trasladaron a Rosario, donde fue-
ron inscriptas como alumnas pupilas en el colegio Nuestra Señora de la Mise-
ricordia. Los Prati consideraban que la educación en el Chaco no era pertinente
para sus hijas y optaron por la enseñanza religiosa en Rosario.
En 1936, cuando tenía 15 años, sus padres la enviaron a Buenos Aires. En este
período, alejada de ellos y de sus tíos maternos, fue tutelada por la familia de
Olinto Prati, como alumna pupila pero esta vez en la gran ciudad. Asistió al
instituto del Inmaculado Corazón de María “Adoratrices”, tradicional colegio
católico que fue fundado en 1888 y todavía existe en la calle Paraguay, entre Pa-
raná y Uruguay.
Si bien comenzó siendo una alumna pupila, pronto fue invitada a vivir en el de-
partamento de su tío Francisco Prati, vicepresidente del Grupo Fabril –constituido
en 1888, popularmente conocido como el Grupo Italiano– del cual formaban par-
te empresas como Fabril Financiera o Celulosa Argentina. Don Francisco y su
esposa María Cristina Spada vivían en los últimos dos pisos del lujoso edificio
racionalista ubicado en Avenida Alvear 1999, esquina Schiaffino. En esta casa,
Lidy tuvo contacto con la cultura, el arte y, en especial, con la música.
153
En 1938 recibió su título de maestra en las Adoratrices. Entre 1940 y 1941, sus
padres dejaron el Chaco y se mudaron a Buenos Aires. Lidy se fue a vivir con ellos
al departamento de Avenida Callao 1382. Después de muchos años de haber sido
tutelada por sus tíos, finalmente recuperaba la proximidad de sus padres.
Cerca de 1942, la prima de Lidy, María Victoria Bimbi Prati y su novio Amaro Fer-
nández conocieron al joven artista plástico Tomás Maldonado. Según parece, a
raíz de este encuentro surgió la idea de que Lidy tomase con él clases particulares
de arte. Este casual encuentro fue determinante para su futuro afectivo y artístico,
ya que comenzó a estudiar arte en el taller de Maldonado. Las sencillas clases de
dibujo en el colegio y las posteriores enseñanzas de su maestro fueron sus únicos
estudios plásticos formales. Por esta razón, Lidy siempre manifestaba con orgullo
su formación autodidacta. Es posible que el poco respeto de Maldonado por la
Escuela de Bellas Artes, cuyos estudios había abandonado por no estar de acuer-
do con su orientación academicista, haya ejercido influencia en su decisión de no
cursar tampoco una carrera formal en el arte. Lidy con Tomás Maldonado.
Archivo Prati
TRAYECTORIA ARTÍSTICA
1943
Pintó el cuadro figurativo Figura, septiembre. Exposición: xxix Salón Anual de la
Sociedad de Acuarelistas y Grabadores, Salas Witcomb, Buenos Aires, octubre.
Con Tomás Maldonado, Edgar Bayley, Gyula Kosice, Rhod Rothfuss y Carmelo
Arden Quin integraba el grupo de jóvenes artistas y escritores que se reunían
en el café Rubí –ubicado en la esquina de Pueyrredón y Rivadavia, en Buenos
Aires– y que al año siguiente crearían la revista Arturo.
Figura, 1943
1944
Publicó sus viñetas abstractas en la revista Arturo. Según contaba Lidy, este
proyecto fue financiado en parte con dinero cedido por sus padres. El 11 de
marzo se casó con Tomás Maldonado, en Buenos Aires. Su familia, que se opo-
nía al matrimonio, no asistió a la ceremonia que, según los colegas de ambos
y parientes de ella, se realizó solo por civil y con una fiesta íntima. Los novios
viajaron a Montevideo, donde se reunieron con Joaquín Torres García, a quien le
compraron un cuadro de 1943.
De regreso a Buenos Aires, vivieron con los padres de Maldonado en Rivadavia
2864, frente a Plaza Once. Posteriormente, en la calle Pozos 272, hasta que los
padres de Lidy les alquilaron un departamento en Uriburu 1170, entre Avenida
Santa Fe y Arenales.
1945
Exposición: Galería Comte de Ignacio Pirovano, Buenos Aires. También parti-
ciparon Arden Quin, Maldonado, Manuel Espinosa, Kosice y Rothfuss. Si bien
1946
Exposición: Primera Exposición de la Asociación Arte Concreto-Invención, Salón
Peuser, Buenos Aires, del 16 de marzo al 3 de abril. Firmó el Manifiesto Inven-
cionista, publicado en el catálogo de esta muestra, junto con Bayley, Antonio
Caraduje, Simón Contreras, Espinosa, Girola, Hlito, Iommi, Rafael Lozza, Raúl
Lozza, Rembrandt VD Lozza, Maldonado, Molenberg, Primaldo Mónaco, Oscar
Núñez y Jorge Souza. En la inauguración, se escuchó un concierto de música
dodecafónica del compositor Juan Carlos Paz. Exposición: Tercera exposición de
pintura a cargo de la Asociación Arte Concreto-Invención, Centro de Profesores
Diplomados de Enseñanza Pública, Buenos Aires, inaugurada el 5 de septiem-
bre. También participaron Bayley, Caraduje, Espinosa, Hlito, Obdulio Landi, Raúl
Lozza, Rembrandt VD Lozza, Maldonado, Molenberg, Mónaco, Núñez, Souza y
Matilde Werbin. La presentación “Introducción al arte concreto” estuvo a cargo
de Edgar Bayley. Exposición: Arte Concreto-Invención, Sociedad Argentina de
Artistas Plásticos, Galería de Artistas, Buenos Aires, del 11 al 23 de octubre.
Formaron parte de esta muestra Caraduje, Contreras, Espinosa, Hlito, Iommi,
Lozza, Maldonado, Molenberg, Mónaco, Núñez, Souza, Juan Mele, Gregorio
Vardánega y Virgilio Villalba. En la inauguración, Raúl Lozza expuso sobre “Lo
inventivo como realidad concreta en el arte”. La obra Concreto (1945) de Prati se
reprodujo en el primer número de la revista Arte Concreto-Invención, publicada
en Buenos Aires en agosto.
1947
Prati participó en los encuentros de los artistas concretos (Maldonado, Hlito,
Iommi, Girola y Bayley) y de varios intelectuales. Estas reuniones tuvieron lugar
en la casa que compartían en la calle Uriburu 1170. Exposición: Arte Nuevo-
Pintura Joven, Salón Kraft, Buenos Aires, del 30 de octubre al 1 de noviembre.
Foto de Lidy tomada por Tomás Entre los artistas que intervinieron se hallan Arden Quin, Blaszko, Juan del Pre-
Maldonado, 1947 te, Espinosa, Girola, Hlito, Kosice, Maldonado, Molenberg, Souza, Vardánega,
Archivo Prati
Villalba y Yente.
1
Cfr. Pérez Barreiro, Gabriel, “Breaking the Frame”, en The Geometry of Hope, Pérez Barreiro, G. (edi-
tor), Blanton Museum of Art, Austin, Texas, 2007, pp. 28-37.
155
1948
En su casa de la calle Uriburu realizó encuentros entre los artistas concretos y los
estudiantes de la Facultad de Arquitectura. Asistían Horacio Baliero, J. M. Borthaga-
ray, F. Bullrich, E. Polledo y otros, quienes posteriormente integraron la Organización
de Arquitectura Moderna (OAM). Exposición: Nuevas realidades 48, arte abstracto
concreto no figurativo, Galería Van Riel, Buenos Aires, del 12 al 25 septiembre. Lidy
expuso tres obras: Composición serial, Sin título [cat. 102], y Concret A4. Y en el cierre,
Ernesto N. Rogers leyó su texto “Ubicación del arte concreto”. Entre algunos de los
que también intervinieron, se pueden mencionar: Arden Quin, Blaszko, Del Prete, Es-
pinosa, Fedullo, Girola, Hlito, Iommi, Jannello, Maldonado, Mele, Molenberg, Mimó
Mena, Rogers-Belgiojoso-Peressutti, Rothfuss, Souza, Vardánega, Villalba, Vainstein y
Yente. Exposición: su obra Composición serial en Galerías Pacífico, Buenos Aires, oc-
tubre. La obra Sin título [cat. 102] fue publicada en Cahier des Réalités Nouvelles Nº 2,2
junto con obras de Espinosa, Fontana, Hlito, Iommi, Maldonado, Mele, Molenberg,
Kosice, Rothfuss, Biedma y Laañ. Exposición: José Mimó Mena y el grupo Concreto-
Invención de Buenos Aires, Taller Libre de Arte, Caracas, Venezuela, inaugurada el 24
de octubre. También participaron Mimó Mena, Souza, Mele, Hlito, Nélida de Souza
y Del Prete. Se publicó su obra Concret A4 en el primer número de la revista Ciclo,3
dirigida por Aldo Pellegrini, Enrique Pichon-Rivière y Elías Piterbarg, para la que ella Catálogo de exposición: José Mimo
tradujo el texto de Ernesto N. Rogers “Ubicación del arte concreto”. Mena y el grupo concreto invención
de Buenos Aires. Taller Libre de Arte,
Caracas, 1948. Archivo Prati
1949
Exposiciones: Arte Concreto, Librería Salto, Milán, del 22 de octubre al 4 de no-
viembre. Participaron Catalano, Del Prete, Espinosa, Girola, Hlito, Jannello, Iommi,
Maldonado, Mele, Molenberg y Vardánega; 2° Salón Argentino de Arte No Figurativo,
Abstracto, Concreto, Madí-Madinemsor, Galería Van Riel, Buenos Aires, del 23 al 31
de octubre. Prati expuso dos obras: Concreta No 2-B (1948) y Estructura vibracional
(1949). Arden Quin, Biedma, Blaszko, Bresler, Del Prete, Eitler, Fedulio, Hlito, Iommi,
Kosice, Laañ, Maldonado, Rothfuss, Souza, Villalba, Vainstein y Yente formaron parte
de la muestra.
1951
En enero, Lidy participó en el Segundo Curso Internacional de Ferias Pro Arte Teresó-
polis –organizado por Koellreutter–, y fue ayudante de cátedra de Tomás Maldonado
en sus cursos sobre Arte Concreto y Diseño Industrial, en Teresópolis, Estado de
Río de Janeiro, Brasil. Allí entró en contacto con varios críticos, artistas y músicos,
incluyendo Mário Pedrosa, Geraldo de Barros, Abraham Palatnik e Ivan Serpa. Ex-
posición: Arte Concreto. Exposición de pinturas, esculturas, dibujos: Enio Iommi,
Tomás Maldonado, Lidy Prati, Instituto de Arte Moderno, Buenos Aires, septiembre. Invitación de la exposición Arte
El matrimonio Maldonado se mudó a la Avenida Santa Fe 2656, pero también vivió Concreto. Instituto de Arte
por un tiempo en una casa de Olinto Prati sobre la calle Julio Costa en San Isidro, en Moderno, Buenos Aires, 1951.
Archivo Prati
las afueras de Buenos Aires. Lidy pintó las obras: Tensiones contrapuestas y Estructura
vibracional desde un círculo, serie b.
2
Revista publicada en París en 1948.
3
Noviembre / diciembre, 1948, Buenos Aires.
156
1952
Aunque Lidy se separó de Tomás Maldonado, siguió viviendo en el departamen-
to que compartían en la Avenida Santa Fe 2656. Viajó a Europa con sus padres,
y el 10 de diciembre regresó a Buenos Aires. En ese viaje conoció Italia, Suiza y
París. Estudió artes gráficas y visitó al pintor George Vantongerloo, en París; a
Max Bill, en Zürich; a coleccionistas particulares suizos; y también a Gillo Dorfles y
al arquitecto Ernesto N. Rogers. Estudió pintura del Renacimiento en el Louvre
y en Italia, donde conoció al pintor futurista Giacomo Balla y a su obra. Tomó
contacto con jóvenes pintores de Roma, Florencia, Milán y Venecia, incluyendo
a Piero Dorazio. Lidy relataba que cuando visitó el Vaticano y vio el cuadro La
Asunción y Coronación de la Virgen de Rafael, su padre le dijo: “Questa e’ la pittu-
ra”, comentario que para ella significó que su padre no entendía ni aprobaba el
arte de su hija. Exposición: Grupo de Artistas Modernos de la Argentina. Pintu-
ra. Esculturas. Dibujos, Galería Viau, Buenos Aires, junio.
Exposición: Galeria di Arti Visivi, Roma, Italia.4
1953
Exposiciones: 2nd International Contemporary Art Exhibition, Galerie of Fine Arts,
Nueva Delhi, India, del 5 al 20 de mayo. Prati mostró dos obras: Estructura vibracio-
nal Nº 1 (1953) y Estructura vibracional Nº 3 (1951); Grupo de Artistas Modernos
Argentinos, Museu de Arte Moderna, Río de Janeiro, agosto. Muestra Acht
Argentijnse Abstracten, Stedelijk Museum, Ámsterdam. Allí, Prati expuso:
Tensiones contrapuestas (1948), Tensiones contrapuestas (1951), Estructura vibra-
cional desde un círculo, serie b (1951), y Vibración a.10 (1951). En la Segunda Bienal
de São Paulo, Museo de Arte Moderno, San Pablo, diciembre. Exhibió dos obras:
Referencia sensible de un espacio definido (1953) y Vibración al infinito (1953).
Lidy fotografiada por Max Jacoby.
Foto publicada en la revista París en 1954
América, N°. 29, marzo, 1954. Exposición individual y conferencia: Asociación Amigos de Ver y Estimar, Bue-
Archivo Prati
nos Aires, inaugurada el 5 de agosto. Exposición: Pintura, escultura, arquitectu-
ra, urbanismo, mueble, Galería Müller, Buenos Aires, del 20 de septiembre al 2
de octubre. Lidy también diagramó el catálogo. En este período, inició el juicio
de divorcio de Tomás Maldonado.
1955
Exposición: Pintura, escultura, arquitectura, urbanismo, Gath y Chaves, Buenos
Aires, del 28 de octubre al 16 de noviembre. Pintó los cuadros Guatemala [Ho-
menaje a Max Bill], Carré y Serie c + d Nº 10.
157
VIDA DESPUÉS DE 1955 Y DESARROLLO PROFESIONAL
Hasta donde se sabe, a partir de 1956 Prati no volvió a pintar, pero siguió di-
bujando. Dos series de dibujos sobre papel merecen especial mención: una de
pasteles y papel carbónico de 1962-63, y otra de birome azul de 1982.
Entre 1949 y fines de los años 50, colaboró en forma voluntaria con la Agrupa-
ción Nueva Música, liderada por Juan Carlos Paz; al principio como secretaria, y
luego como vicepresidenta de la Comisión Directiva.
158
Prati padeció desde 1960 algunos episodios psiquiátricos. Fue internada en el
Hospital Pirovano a principios de la década del 60, y en 1980 sufrió trastornos
psíquicos en Túnez y fue internada en la Clínica San Agustín de esa ciudad.
159
1992 - Exposiciones: Latin American Artists of the Twentieth Century, The
Museum of Modern Art, New York. Itinerario: Estación Plaza de Armas, Sevilla;
Centre Georges Pompidou, París; y Kunsthalle Museum Ludwig, Colonia.
Aussergewohnlichen Kunstlergruppen. Arte Concreto Invención Arte Madí,
Galerie Michael, Darmstadt, febrero; Del constructivismo a la geometría sensible,
Feria de Arte de Buenos Aires - Harrods en el Arte, Buenos Aires, de abril a mayo;
Le Sud est notre Nord. L’Art latino-americain, Centre Georges Pompidou, París,
octubre.
1994 - Exposición: Art from Argentina 1920-1994, Museum of Modern Art,
Oxford, Inglaterra.
1995 - Exposición: A cincuenta años de la Asociación Arte Concreto-Invención,
Instituto Cultural Iberoamericano, Buenos Aires, julio.
1996 - Exposición: El espíritu de la colmena, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires.
Lidy creó una obra, convocada por la artista plástica Inés Bancalari.
1998 - Exposición: Kunst in Aufbruch Abstraktion zwischen 1945 und 1959, Wilhelm-
Hack-Museum Ludwigschafen am Rhein, del 18 de octubre al 31 de enero, 1999.
2001 - Exposición: Abstract Art from the Río de la Plata, Buenos Aires and
Montevideo, 1933-1953, The Americas Society, New York, del 11 de septiembre
al 9 de diciembre.
2002-2003 - Exposición: Arte Astratta Argentina, Galleria d’Arte Moderna e
Contemporanea, Bérgamo, Italia, de diciembre a marzo 2003. Itinerario: Obra presentada en la muestra
Fundación Proa, Buenos Aires, de julio a septiembre 2003. El espíritu de la colmena, 1996
2004 - Exposición: Utopía de la forma. Espinosa, Girola, Hlito, Iommi, Lozza,
Maldonado, Mele, Prati, Galería Del Infinito, Buenos Aires, inaugurada el 20 de
abril. Lidy participó, con Espinosa y Iommi, en la mesa redonda coordinada por
Jorge López Anaya en ocasión de la exposición. Itinerario: Galería Alejandra von
Hartz, Miami, de noviembre a enero 2005.
> Entrevistas
160
Prati, Lidy (entrevistas y frecuentes conversaciones, de 2007 a 2008).
161
162
LISTA DE OBRAS
163
Notas
1. La lista de obras en exhibición está organizada en núcleos por artista, en concordancia con el criterio curatorial,
y bajo un criterio cronológico- alfabético, con la variante de agrupaciones por técnica cuando se trata de obras sin
fecha (s/f) y sin título.
2. En el caso de obras sin posibilidad de fijar una fecha exacta de realización, se propone una fecha aproximada,
antecedida por la convención ca. (circa), o bien se expresa una fecha y otra posible catalogación, a continuación,
entre paréntesis.
3. Todas las medidas están expresadas en centímetros, alto x ancho x profundidad, y en casos específicos se consig-
nan ø diámetro, h. altura y la duración temporal.
164
Emilio Pettoruti Xul Solar 68 x 62 x 39
La Plata, Buenos Aires, Argentina, San Fernando, Buenos Aires, Ar- Colección particular
1892 - París, Francia, 1971 gentina, 1887 - Tigre, 12.
Buenos Aires, 1963 Estructura en hierro, 1933
1. Hierro y pigmentos sobre madera
Dinamica spaziale, 1914 5. pintada
Lápiz graso y lápiz color sobre papel Tapiz, 1918 36 x 41 x 23
encolado sobre cartón Acuarela sobre papel Colección particular
39,5 x 53,5 14,5 x 11 13.
Colección particular Colección Fundación Pan Klub Sin título, 1933
Reproducida en el catálogo razonado “Pettoruti”,
editado en 1995 por la Fundación Pettoruti,
6. Alambre, chapas y caños esmaltados
ficha Nº 27 Tapiz, 1918 sobre base de madera pintada
Derechos Reservados Fundación Pettoruti Acuarela sobre papel montada sobre 33 x 20,5 x 15,5
Telefax: 0054-11-4312-4005
cartulina Colección particular
www.pettoruti.com
14,5 x 11 14.
2.
Colección Fundación Pan Klub Ángel, 1933-41
Forze centrifughe, 1914
7. Yeso tallado
Lápiz graso y óleo sobre papel encola-
Tapiz (15), 1918 59 x 19 x 19
do sobre cartón
Acuarela sobre papel montada sobre Colección particular
47,5 x 40,5
cartulina 15.
Colección particular
Reproducida en el catálogo razonado “Pettoruti”, 16 x 12 Torso, 1933-43
editado en 1995 por la Fundación Pettoruti, Colección Fundación Pan Klub Yeso tallado
ficha Nº 20
Derechos Reservados Fundación Pettoruti 8. 54 x 31 x 21
Telefax: 0054-11-4312-4005 Sin título [Tapiz], ca. 1919 Colección particular
www.pettoruti.com Acuarela sobre papel montada sobre 16.
3. cartulina Arlequín abstracto o Relieve, 1934
Espanzione-violenza, 1915 16 x 12 Óleo sobre cartón recortado y
Carbón sobre papel Colección Fundación Pan Klub láminas de cobre, bronce y zinc
37 x 47 53,5 x 27,5
Colección particular Juan del Prete Colección particular
Reproducida en el catálogo razonado “Pettoruti”,
editado en 1995 por la Fundación Pettoruti, Vasto, Italia, 1897 - Buenos Aires,
ficha Nº 45 Argentina, 1987 Yente (Liliana Crenovich)
Derechos Reservados Fundación Pettoruti
Telefax: 0054-11-4312-4005 Buenos Aires, Argentina,
www.pettoruti.com 9. 1905 – 1990
4. Abstracción, 1932
Vallombrosa, 1916 Óleo sobre cartón 17.
Óleo sobre tela 38,5 x 32,3 Composición, 1937
50,5 x 40 Colección particular Óleo sobre hardboard
Malba – Fundación Costantini 10. 61,5 x 46,8
Abstracción, 1933 Colección particular
Óleo sobre madera 18.
29 x 19 Composición curvilínea Nº 3, 1937
Colección particular Témpera sobre cartón
11. 23,7 x 17,8
Estructura en alambre, 1933 Colección particular
Estructura metálica de paraguas
165
19. 28. 36.
Composición, 1938 Construcción, 1944 Relieve N° 3, 1946
Óleo sobre madera Témpera sobre papel montado Óleo sobre celotex inciso
77,5 x 30,5 sobre cartón 28 x 21,5
Colección particular 23,7 x 20 Colección particular
20. Colección particular 37.
Composición, 1938 29. Relieve N° 4, 1946
Tinta sepia y gouache sobre papel Composición en relieve, 1945 Óleo sobre ensamblado de madera
36, 5 x 22,5 Óleo sobre celotex inciso y celotex
Colección particular 73 x 51 21,5 x 27,7 x 1
21. Colección particular Colección particular
Composición, 1938 30. 38.
Tinta sepia y gouache sobre papel Relieve Nº 1 o Plástica N° 1, 1945 Sin título, 1946
39,1 x 23,4 Óleo sobre celotex inciso Témpera sobre papel recortado
Colección particular 30 x 44 x 1 montado sobre cartón pintado
22. Colección particular 24 x 18
Composición abstracta, 1938 31. Colección particular
Óleo sobre madera Objeto, 1946 39.
23,5 x 18,7 Celotex tallado y policromado Sin título, 1946
Colección particular y madera Témpera y tinta sobre papel montado
23. 26,5 x 26,5 x 10,3 sobre cartón pintado
Composición curvilínea, 1938 Colección particular 26,4 x 17
Óleo sobre cartón 32. Colección particular
24,3 x 18,2 Objeto, 1946 40.
Colección particular Celotex tallado y pintado Sin título, 1946
24. 23 x 27 x 13 Témpera y tinta sobre papel recortado
Composición N° 4, 1938 Colección particular montado sobre cartón
Óleo sobre madera 33. 30,5 x 23
22 x 17,2 Objeto N° 1, 1946 Colección particular
Colección particular Celotex tallado y pintado y madera 41.
25. 56,5 x 29 x 14,5 Sin título, ca.1946
Figura, 1938 Colección particular Témpera sobre papel recortado mon-
Óleo sobre madera 34. tado sobre cartón
77,5 x 30,2 Relieve, 1946 14,9 x 9,2
Colección particular Óleo sobre celotex Colección particular
26. 28,3 x 21,3 42.
(Felicidad a Juan), 1941 Colección particular Sin título, 1947
Tinta sepia sobre papel 35. Témpera y tinta sobre papel recortado
25,1 x 15,3 Relieve, 1946 montado sobre cartón pintado
Colección particular Celotex y madera policromados y 23 x 19,4
27. ensamblados Colección particular
Sin título, 1943 35,5 x 29 x 5 43.
Témpera sobre papel recortado y Colección particular Composición lineal, 1947
montado sobre cartón Témpera sobre papel
24,7 x 17,2 65 x 42,5
Colección particular Colección particular
166
44. 49 x 36,2 38 x 30,4
Sin título, 1947 Colección particular Colección particular
Témpera y lápiz sobre cartulina 53. 61.
33,1 x 23,8 Sin título, 1948 La batuta mágica, 1949 (Libro de
Colección particular Acuarela y lápiz acuarela sobre papel artista. Lámina III: “El bastoncillo
45. 49,5 x 35,8 cm encantado silencia sus poderes”)
Sin título, 1947 Colección particular Lápiz acuarela y témpera sobre papel
Celotex y pigmentos 54. 38 x 30,4
41 x 23 x 18 Sin título, 1948 Colección particular
Colección particular Lápiz acuarela sobre papel 62.
46. 49,7 x 35,8 La batuta mágica, 1949 (Libro de
Composición. Planos y círculos, 1948 Colección particular artista. Lámina VIII: “Y comienza el
Lápiz acuarela sobre papel 55. encantamiento”)
48,5 x 36 Sin título, 1948 Lápiz acuarela y témpera sobre papel
Colección particular Témpera sobre cartón 38 x 30,4
47. 38,5 x 56,5 Colección particular
Composición en plano, 1948 Colección particular 63.
Témpera sobre papel 56. La batuta mágica, 1949 (Libro de
36,2 x 48 Composición con incisión blanca o artista. Lámina X: “Sonidos y colores
Colección particular Composición con incisión N° 3, 1949 alternan en vertiginoso juego”)
48. Óleo sobre celotex inciso Lápiz acuarela, témpera y tinta sobre
Composición en rojo o Composición 85,5 x 53,5 papel
con incisión N° 1, 1948 Colección particular 38 x 30,4
Óleo sobre celotex inciso 57. Colección particular
81,5 x 47,5 Composición con incisión blanca, 64.
Colección particular 1949 Sin título, 1949
49. Óleo sobre celotex inciso Témpera sobre papel
Objeto, 1948 100,7 x 69,5 32,5 x 44,5
Celotex tallado y policromado Colección particular Colección particular
y madera 58. 65.
31,7 x 30,3 x 10 Composición con incisión N° 2,1949 Sin título, 1949
Colección particular Óleo sobre celotex inciso Témpera sobre papel
50. 80,5 x 113,5 32,5 x 44
Objeto N° 4, 1948 Colección particular Colección particular
Celotex tallado y policromado 59. 66.
y madera La batuta mágica, 1949 (Libro de Sin título, 1949
35,5 x 38 x 10,5 artista. Réplica al “Aprendiz de brujo”. Óleo sobre celotex inciso
Colección particular Portada) 89,5 x 54,5
51. Lápiz acuarela sobre cartulina Colección particular
Sin título, 1948 38 x 30,4 67.
Témpera y lápiz acuarela Colección particular Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista.
47,8 x 67,5 60. Tapa)
Colección particular La batuta mágica, 1949 (Libro de Témpera sobre papel Canson negro
52. artista. Lámina I: “En el castillo del 33 x 44,5
Sin título, 1948 viejo mago”) Colección particular
Acuarela sobre papel Lápiz acuarela y témpera sobre papel
167
68. 75. 84.
Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista. Composición en rosa, 1957 Sin título, 1958
Lámina II) Óleo sobre hardboard Tintas de color sobre papel
Lápiz acuarela y témpera montado 119,5 x 42,5 110 x 77,8
sobre papel Canson negro Colección particular Colección particular
39 x 30,8 76. 85.
Colección particular Composición en rosa, 1957 Sin título, 1959
69. Óleo sobre hardboard Óleo sobre hardboard
Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista. 122,5 x 122,5 49,4 x 46,4
Lámina III) Colección particular Colección particular
Témpera montado sobre papel 77. 86.
Canson negro Impresionismo abstracto, 1957 Impresionismo abstracto, 1959
29,7 x 41 Óleo sobre cartón Óleo sobre cartón
Colección particular 99,7 x 64,3 70 x 64,8
70. Colección particular Colección particular
Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista. 78. 87.
Lámina IV) Tapiz N° 2, 1957 Sin título, 1960
Lápiz acuarela y témpera montado Lanas y pintura sobre arpillera Óleo sobre cartón
sobre papel Canson negro 99 x 55 58 x 46,5
40 x 31,5 Colección particular Colección particular
Colección particular 79. 88.
71. Tapiz N° 4, 1957 Sin título, 1960
Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista. Lanas y pintura sobre arpillera Óleo sobre hardboard
Lámina V) 87,7 x 59 91,5 x 75,2
Lápiz, lápiz acuarela y témpera Colección particular Colección particular
montado sobre papel Canson blanco 80.
41,7 x 31 Tapiz N° 5, 1958 Lidy Prati
Colección particular Lana y pintura sobre canevás Resistencia, Chaco, Argentina,
72. 122 x 43,3 1921 – Buenos Aires, Argentina,
Viaje nocturno, 1951 (Libro de artista. Colección particular 2008
Lámina VI) 81.
Lápiz acuarela montado sobre papel Tapiz N° 6, 1958 89.
Canson blanco Lana y pintura sobre canevás Arturo. Revista de Artes Abstractas,
41,7 x 30,8 121 x 46,9 Nº1, Buenos Aires, 1944
Colección particular Colección particular Colección David Weseley
73. 82. 90.
Sin título, serie “Viaje Sin título, 1958 Arturo. Revista de Artes Abstractas,
nocturno”, 1952 Tintas de color sobre papel Nº1, Buenos Aires, 1944
Témpera sobre papel 66,8 x 82,5 Colección particular
49 x 63 Colección particular 91.
Colección particular 83. Sin título, 1944
74. Sin título, 1958 Óleo sobre cartón (Marco recortado)
Composición, 1957 Tintas de color y aguada sobre papel 13,5 x 9,8
Óleo sobre hardboard 69,8 x 48,8 Colección particular
122,5 x 122,5 Colección particular
Colección particular
168
92. 100. 109.
Sin título, ca. 1944-1945 Sin título, ca. 1948 Sin título, ca. 1951-1952
Lápiz negro y óleo sobre cartulina Tinta y corrector líquido sobre papel Óleo sobre tela
(Marco recortado) 49,3 x 63,5 74 x 59
11,5 x 20 Colección particular Colección particular
Colección particular 101. 110.
93. Sin título, ca. 1948 Referencia sensible de un
Sin título, ca. 1944-1945 Tinta sobre papel Schoeller espacio definido, 1953
Témpera sobre cartulina (Marco 30,2 x 40 Óleo sobre tela
recortado) Colección particular 99 x 69
7,5 x 9 102. Colección particular
Colección particular Sin título, ca. 1948 111.
94. Óleo sobre madera terciada Apreciación distributiva de una
Sin título, ca. 1944-1945 40 x 47 porción de espacio, serie c.1, 1953
Tinta sobre cartón (Marco recortado) Colección particular Óleo sobre tela
16,5 x 27 103. 69 x 49
Colección particular Sin título, ca. 1948 Colección particular
95. Óleo sobre tela 112.
Concreto, 1945 50 x 50 Vibración al infinito, 1953
Óleo sobre madera Colección particular Esmalte sintético sobre tela
62 x 48 104. 40 x 50
Colección particular Vibración “a.10”, ca. 1950 Colección particular
96. Óleo sobre tela 113.
Sin título, 1945 60 x 60 Sin título, 1953
Témpera sobre papel Colección particular Tinta y témpera sobre papel
21 x 26,5 105. 50 x 35
Colección particular Estructura vibracional Nº 3, 1951 Colección particular
97. Óleo sobre tela 114.
Concret A4, 1948 100 x 73 Sin título, 1953
Óleo sobre hardboard Colección particular Tinta sobre papel
84 x 60 106. 50 x 35
Colección Ministerio de Relaciones Estructura vibracional desde un Colección particular
Exteriores, Comercio Internacional y círculo, serie b, 1951 115.
Culto, Argentina Óleo sobre tela Sin título, ca. 1953
98. 80 x 30 Témpera sobre papel
Sin título, 1948 Colección particular 29 x 40,5
Tinta y témpera sobre papel 107. Colección particular
29,5 x 22 Tensiones contrapuestas, 1951 116.
Colección particular Óleo sobre tela Homenaje a Max Bill o Guatemala,
99. 80 x 60 1954-1955
Sin título, 1948 Colección particular Óleo sobre tela
Tinta y témpera sobre papel 108. 50 x 50
27,5 x 22 Sin título, ca. 1951-1952 Colección particular
Colección particular Témpera sobre cartulina 117.
37,5 x 27,7 Serie c + d Nº 10, 1955 (1954)
Colección particular Óleo sobre tela
169
80 x 60 126. 135.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, ca. 1962-1965
118. Papel carbónico frotado sobre papel Témpera sobre papel
Carré, 1955 (1963) 21 x 16 43,7 x 33
Óleo sobre hardboard Colección particular Colección particular
61,5 x 59,5 127. 136.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
119. Papel carbónico frotado sobre papel Témpera sobre papel
Sin título, 1962 21 x 16 32,5 x 43,5
Lápiz color sobre papel Colección particular Colección particular
54,5 x 49,5 128. 137.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
120. Papel carbónico frotado sobre papel Tinta sobre papel
Sin título, 1962 21 x 16 37,5 x 53,5
Lapicera color turquesa sobre papel Colección particular Colección particular
57,5 x 37,5 129. 138.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
121. Papel carbónico frotado sobre papel Tinta sobre papel
Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) 21 x 16 37,5 x 53,5
Papel carbónico frotado sobre papel Colección particular Colección particular
21 x 16 130. 139.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
122. Papel carbónico frotado sobre papel Tinta negra sobre papel
Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) 21 x 16 37,5 x 53,5
Papel carbónico frotado sobre papel Colección particular Colección particular
21 x 16 131. 140.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
123. Papel carbónico frotado sobre papel Tinta negra sobre papel
Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) 21 x 16 37,5 x 53,5
Papel carbónico frotado sobre papel Colección particular Colección particular
21 x 16 132. 141.
Colección particular Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
124. Papel carbónico frotado sobre papel Tinta negra sobre papel
Sin título, 1962 21 x 16 37,5 x 53,5
Papel carbónico frotado sobre papel. Colección particular Colección particular
(Cuaderno de viaje) 133. 142.
21 x 16 Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
Colección particular Papel carbónico frotado sobre papel Tinta negra sobre papel
125. 21 x 16 37,5 x 53,5
Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Colección particular Colección particular
Papel carbónico frotado sobre papel 134. 143.
21 x 16 Sin título, 1962. (Cuaderno de viaje) Sin título, 1963
Colección particular Papel carbónico frotado sobre papel Tinta negra sobre papel
21 x 16 37,5 x 53,5
Colección particular Colección particular
170
144. 153. 161.
Sin título, 1963 Túnez, 1980 Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982.
Tinta negra sobre papel Lápiz color sobre papel (Cuaderno de viaje)
37,5 x 53,5 21 x 16 Birome azul sobre papel
Colección particular Colección particular 21 x 10,5
145. 154. Colección particular
Sin título, 1963 Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. 162.
Tinta negra sobre papel (Cuaderno de viaje) Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982.
53,5 x 37,5 Birome azul sobre papel (Cuaderno de viaje)
Colección particular 21 x 10,5 Birome azul sobre papel
146. Colección particular 21 x 10,5
Sin título, 1963 155. Colección particular
Pastel graso sobre papel Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. 163.
37 x 53,5 (Cuaderno de viaje) Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982.
Colección particular Birome azul sobre papel (Cuaderno de viaje)
147. 21 x 10,5 Birome azul sobre papel
Sin título, 1963 Colección particular 21 x 10,5
Pastel graso sobre papel 156. Colección particular
37 x 53,5 Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. 164.
Colección particular (Cuaderno de viaje) Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982.
148. Birome azul sobre papel (Cuaderno de viaje)
Sin título, 1963 21 x 10,5 Birome azul sobre papel
Tinta y témpera sobre papel Colección particular 21 x 10,5
49,5 x 55 157. Colección particular
Colección particular Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. 165.
149. (Cuaderno de viaje) Sin título, s/f
Sin título, 1963 Birome azul sobre papel Fibra de color sobre papel
Témpera sobre papel 21 x 10,5 33 x 43,5
48 x 63 Colección particular Colección particular
Colección particular 158. 166.
150. Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. Sin título, s/f
Sin título, ca. 1963 (Cuaderno de viaje) Témpera sobre papel
Témpera sobre papel Birome azul sobre papel 48 x 63
50 x 65 21 x 10,5 Colección particular
Colección particular Colección particular 167.
151. 159. Sin título, s/f
Túnez, 1980 Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. Lápiz color y lápiz negro sobre papel
Lápiz color sobre papel (Cuaderno de viaje) 19,5 x 13
21 x 16 Birome azul sobre papel Colección particular
Colección particular 21 x 10,5 168.
152. Colección particular Sin título, s/f
Túnez, 1980 160. Lápiz color y lápiz negro sobre papel
Lápiz color sobre papel Sin título, Serie “Inconclusos”, 1982. 22 x 18
21 x 16 (Cuaderno de viaje) Colección particular
Colección particular Birome azul sobre papel
21 x 10,5
Colección particular
171
169. 178.
Sin título, s/f Sin título, s/f
Lápiz color y lápiz negro sobre papel Pastel graso sobre papel
22 x 18 21 x 16
Colección particular Colección particular
170. 179.
Sin título, s/f Sin título, s/f
Lápiz color, lápiz negro y tinta sobre Pastel graso sobre papel
papel cuadriculado 21 x 16
44,5 x 70 Colección particular
Colección particular
171.
Sin título, s/f
Lápiz color y lápiz negro sobre papel
21 x 27,5
Colección particular
172.
Sin título, s/f
Lápiz color y Rotring sobre papel
21 x 27,5
Colección particular
173.
Sin título, s/f
Lápiz color y lápiz negro sobre papel
21 x 27,5
Colección particular
174.
Sin título, s/f
Pastel graso sobre papel
21 x 16
Colección particular
175.
Sin título, s/f
Pastel graso sobre papel
21 x 16
Colección particular
176.
Sin título, s/f
Pastel graso sobre papel
21 x 16
Colección particular
177.
Sin título, s/f
Pastel graso sobre papel
21 x 16
Colección particular
172
ENGLISH TEXTS
173
174
Yente / Prati
Malba is now presenting an exhibition of the work of two artists joined together here on the basis of their work in the non-figurative move-
ments that took place in Argentina in the mid-20th century. These artists are Eugenia Crenovich, known as Yente (1905-2005), and Lidy
Prati (1921-2008). Because both women were married to major figures in the art world, they were often relegated to secondary roles and
not considered as truly important and original as they, in fact, were. But time has shown that, thanks to their experimental pictorial meth-
odologies in the field of geometrical art, they produced unique works, making them undeniably major figures from that period.
In organizing this exhibition, we are aware that numerous major exhibitions of abstract art in general and Concrete Art in particular have
been held in Argentina. Such art was thoroughly examined by Nelly Perazzo in the exhibitions she organized in 1976 and 1980, and in
her seminal book on Concrete Art dated 1983. Initially, Concrete Art was not well received or understood by the general public. Few critics
supported it, though its enthusiasts, who were small in number, included Dr. Pichon Rivière. It was, however, sponsored and collected
by Ignacio Pirovano (his collection of Concrete Art was donated to the Museo de Arte Moderno de Buenos Aires a few months after his
death in 1980) and eventually well accepted, even in the market. There are international collectors– the von Bartha in Switzerland and the
Cisneros in Caracas and New York– focused specifically on Concrete Art. New investigations and curatorial projects centered on Concrete
art have been organized: Arte Abstracto Argentino at GAMeC in Bergamo, Italy (2002) and at the Fundación Proa in Buenos Aires (2003),
and the presentation of the Cisneros Collection at Malba (2003), and others.
Marcelo Pacheco has assembled this exhibition around two independent clusters on each of these two artists that serve as separate proj-
ects, as well as a small introductory selection of abstract works. The first non-figurative works made by an Argentine are in this exhibition
(pencil drawings by Emilio Pettoruti from 1914 and 1915 (Dinamica Spaziale, Forze centrifughe and Espanzione-violenza). These works
partake of Italian Futurism in their concern with the dynamic of forms, manifest in vectorial sketches, slanted lines and centrifugal forces
that give a sense of vertigo; Pettoruti’s concern with light was also evidenced by the beams, which are also present in Vallombrosa, a land-
scape-inspired oil painting from 1916. From a somewhat decorative approach, in 1918 Xul Solar designed tapestries, using tradition to
support his use of geometrical shapes, as well as purely formal and color elements. At the same time, the use of the “watercolor on paper
mounted on cardboard” technique indicate his explorations of the pictorial field, explorations related to the work of Paul Klee. Meanwhile,
in Europe Juan del Prete joined the group Création Abstraction non figurativ in 1932, and the next year he presented at the Amigos del Arte
in Buenos Aires his non-figurative oil paintings and collages, the first show of abstract art ever held in Argentina. Soon thereafter, he would
make abstract and linear sculptures in iron and wire, as well as voluminous blocks in plaster.
At the dawn of the 1940s, the world was fragmented by the Second World War, the country polarized between members of the Radical Party
and Peronists, and art between Surrealism and abstract art, which in turn was subdivided between pure Concrete artists and abstract art-
ists who worked using freer forms. It was in this setting of heated debates in Buenos Aires cafes, of disputes and confrontational stances,
that these two women artists hit the scene and produced their work.
We believe that it is important to have an exhaustive knowledge of the works of Yente and Prati as individual artists. We hope that
their work helps us to understand a bit of history, how representation was left aside, how abstraction was discussed, how Con-
crete Art and the cut frame took hold. We hope through them to better understand the nature of the relationship to constructive
universalism, and Madismo and its advances. We are also interested in bringing together and reinforcing the account offered by
the Malba Collection with its different brands of Latin American abstraction, Concrete artists, Brazilian neo-Concrete artists and
finally contemporary work by artists like Lucio Fontana.
I would like to thank Adriana Lauria, curator of the Yente section, for her professionalism and dedication, and Marita García for allowing us
to take a look at her doctoral research in the essay published here on Lidy Prato. I would also like to thank David Weseley for his biographi-
cal chronology. Finally, I thank the families of the two artists for allowing us access to the valuable patrimony presented at Malba.
Eduardo F. Costantini
175
Yente. A pioneer at the margins
By Adriana Lauria
It is important to realize that the knowledge of crystals was of this formal nature, because upon it was built,
like a superstructure, the whole concept of beauty. To put the matter briefly, their whole aim was to make
crystals which, while retaining the apart structure of each class, departed from the strict natural order in
some subtle way. Aesthetic pleasure was a perception of the degree of transgression between the artificial
form and its natural prototype, and the greatest aesthetic emotion was aroused by the crystals which trans-
gressed most within the limits of probability.
Herbert Read, La niña verde, Buenos Aires, Ed. Minotauro, 1979 [ed. orig. 1935], p. 164.
“In the Sociedad Estímulo de Bellas Artes’s spacious and neglected hall, with its dilapidated floors and faded walls, this worthy
artist Yente exhibits an abundant group of works –paintings and a few sculptures– made from 1937 to the present”.1
Thus begins Córdova Iturburu’s remark on the retrospective that the artist presented at a historically prestigious Argentine art institution
that was, in those years due to aforementioned neglect, by no means fit to confer prestige. Indeed, it was in no position to offer resounding
recognition of the work of a pioneer in the field of abstract art, an artist who had been working and exhibiting tirelessly and profusely for
more than twenty years. After speaking of her “originality,” “vast resources,” “fertile imagination” and “sensibility,” the critic asked himself
“[…] for what reasons does her name not enjoy greater recognition and wider prestige in the art milieu?”2
It would seem that the obstacle to recognition of the value of her work lies in how difficult it is to grasp the breadth of her creativity and its
variations, to render manifest and comprehensible her various stages and heterodoxies. Furthermore, her marriage to Del Prete was partly
responsible for eclipsing her figure. Yente deliberately chose to make her career secondary to that of Del Prete, because she considered the
visibility and repercussion of her work less important.
In the late 1960s, Hugo Parpagnoli, director of the Museo de Arte Moderno in Buenos Aires, included paintings by Yente produced in
1937 and in 1938 into the Museum’s Collection. He also acquired some twenty temperas produced between 1947 and 1949, since he
wanted to have some examples of early (pre-1944) abstraction.3 While working in the Museum’s storage area,4 I first saw Yente’s work; I
was quickly aware that I was before one of the best-kept secrets in all of Argentine art. My astonishment in the face of this discovery only
served to emphasize my gross ignorance. And so I came across the trace of an artist who, though remembered by many, was still not very
well known.
This exhibition at Malba seems to be an apt opportunity to think about her artistic development and her place in the complex Argentine
modern movements; an opportunity to keep her production from providing further evidence of Argentina’s weak cultural memory.5 It
might be possible here to truly take in the works gathered for this exhibition, to delve into what these visual texts suggest. Though this
essay deals only with Yente’s abstract work from 1937 and 1960, it will formulate hypotheses for ongoing research.
Beginnings
From the time she was young Yente –the Yiddish name she was called at home– had definite artistic intentions. She was the youngest of five
in a Jewish family that had arrived in Argentina from Russia in the 19th century. Since her family always heeded her inclinations, she soon
received drawing classes at home; one of her paternal uncles gave her subscriptions to a number of European art magazines. In them, she
saw black-and-white reproductions of Renaissance, Baroque and Neo-Classical masters. She often stated that Leonardo, Michelangelo,
Hans Holbein the Younger and Ingres were among her favorites. After the 1920s, she was also able to see, in these publications, works by
Vlamink, Dufy and Dunoyer de Segonzac, modern artists connected to Fauvism and Cubism, the early avant-garde searches. At that time,
these artists were engaged in tempering the avant-garde movements that had emerged in the 1910s. After the First World War, the formal
revolutions were united in the return to order, an attempt to recover the intelligibility of appearances and the harmony of composition. By
around 1925, the publications that Yente saw –L’Art Vivant, L’Amour de l’Art, both of which were published in Paris– also included major
sections on architecture and furniture, object and fashion design influenced by Art Deco and its use of geometrical forms.
By the time she was studying philosophy at the Universidad de Buenos Aires –she would graduate in 1932– she was already taking studio
classes with the painter Vicente Puig. She illustrated poems and other texts for Verbum, the journal published by the students’ organiza-
tion at the Universidad de Buenos Aires School of Philosophy under the direction of Yente’s classmate Ángel Battistessa. Common in the
publication were caricatures of professors and of movie stars like Greta Garbo or Lillian Gish –who appeared in art and entertainment
magazines like Máscaras,–6 and of cultural figures, like the art critic Atalaya.7 She signed all these illustrations with the name Eugenia
Crenovich.8 She was involved not only in academic circles but also in art. The proximity of the School of Philosophy –then on Viamonte
Street– to Florida Street, the epicenter of galleries and cultural institutions, made it easy for her to frequent exhibitions. This is how she
176
first saw the work of young Argentine artists and new tendencies, artists like Spilimbergo, Bigatti, Horacio Butler, Héctor Basaldúa, Raquel
Forner and Víctor Pissarro.9
When she graduated, she decided to spend some time in Santiago de Chile, where her sister Dora, who was married and had several
children, lived. Yente adored her sister, and ended up extending her stay. Dora suggested that Yente further her studies at the recently es-
tablished Escuela de Bellas Artes –later a part of the Universidad de Chile–, where a group of young professors who had recently returned
from Parisian art studios had started working. With one such professor, Hernán Gazmuri, she took painting and composition classes from
1933 to 1935. Until that point, she had primarily been trained in a rigorously classical sort of drawing that used precise and clear lines to
synthetically produce naturalistic renderings. Gazmuri introduced Yente, and the rest of his students –who included Roberto Matta– to the
post-Cubist teachings of André Lhote, whose academy Gazmuri had attended. With Guzmari, Yente learned how to structure the image
using forceful, monumental and solid forms. Indeed, this was how, through the return to order, the languages of Modern Art reached the
Americas: they were smuggled in as somewhat classic figurations.10
Following these premises, Yente continued working and eventually held her first solo show in Buenos Aires. By 1932, Elena Sansinena de
Elizalde, president of the Asociación Amigos del Arte, had seen Yente’s works in Verbum,11 so it was no surprise that she offered her a hall
at that institution to house, in November of 1935, sixteen ink drawings and eight pencil drawings produced from 1932 to 1935.
Though with this work she had won some prizes in Chile –Salones de Viña del Mar in 1934, 1935 and 1936, and Centenario de Valparaíso
in 1937–, there are no surviving pieces from that exhibition, at least not in Buenos Aires; there is just a black-and-white photograph of
one of the ink drawings. Years after that exhibition, Yente, under the influence of Del Prete, would destroy the works in it in order to, as she
said, “open up a new course.”12
A Decisive Encounter
Back in Argentina, in winter of 1935, Yente, at the urging Ignacio Pirovano, part of a young generation of painters who followed the mod-
ernist tendency of the Paris School, went to see the Del Prete show at the Amigos del Arte. “I walked in, and my chest swelled from the
greatness of what I saw”.13 Though it was the opening, the sort of occasion that Yente usually avoided, she went. There she saw a group
of large-format ink drawings depicting female figures in a style reminiscent of a certain Picasso-like Expressionism. She by no means liked
what she saw: “[...] the figures were, to my mind at that time, disproportionate and deformed figures, [they were] made on common paper
and stuck to plywood with four tacks. [This work] clashed with my ordered and moderate sense of drawing, which floundered a bit.”14
After her own show at the Amigos del Arte, the painter Arancibia invited her to see another Del Prete exhibition, this time in the small hall
associated with the journal Sur. On the way there, she was asked her opinion of the work of the artist they were going to see: “It’s not that
I don’t like it, I told him, but I don’t think I understand it. He told me that he sometimes found it jarring and sometimes wonderful.” This
time, her response was more favorable, though the originality of the small temperas disturbed her:
“[...] somewhere between surrealist and abstract, with wonderful colors. Del Prete was in the hall and I was with Pizarro (sic) and
Arancibia. He introduced himself. That was the origin of our connection. That was in December of 1935. For me, it was a crucial
event: it was the first time that I came into contact with the work of a creator. And, most of all, with such enormous creative
freedom, which was a revelation for me.”
“[...] My encounter with Del Prete and his work meant a radical change; it was as if an enormous gate had opened and I was
shown the way forward... I learned a great deal from his work, though he was never my teacher. His teaching was his work [...]”.
This is how, in an interview with Raúl Vera Ocampo in 1979, Yente recalled that decisive encounter.15
After that first one, there were other chance encounters, until Del Prete invited her to his studio to see his work, that unusual avant-garde
production that he had begun in Paris and that had led him –in conjunction with Torres García, Magnelli, Hans Arp and others– to consid-
er abstraction the language that most freely manifest their sensibility. In 1932, he joined the Abstraction- Création: Art non-figuratif group,
which had included veteran militants of abstract art like Kupka, Mondrian, Sophie Taeuber-Arp, Sonia Delaunay, Van Doesburg, Vantonger-
loo, Herbin and Schwitters, as well as representatives of the new generation like Max Bill, Calder, Barbara Hepworth and Nicholson. He
exhibited with those artists, published his work in the second issue of the Group’s journal and, soon thereafter, had to return to Argentina
because his money had run out. A prophet’s destiny –and, hence, one of solitude and resistence, and at times of mockery– awaited him
in Buenos Aires after he held the first exhibition of exclusively abstract paintings and collages in Argentina at Amigos del Arte in 1933. The
next year, at the same venue, he held a show of non-figurative sculptures in carved plaster and intertwining wire.16
In Del Prete’s studio on Arenales Street, Yente saw things that, though shocking, also gave her a different vision of how to make art. Inter-
ested in getting closer to the young woman, Del Prete offered to take a look at her work. Yente insisted that he be completely frank and,
after hesitating a bit before the group of drawings that had constituted her first solo exhibition, he declared: “They are affected [...] and,
despite all the lines, empty.” A series of pencil drawings that constituted a family album were spared his ruthless judgment. In those works,
Del Prete found “grace and spirituality.”17 Rather than offending her, she was thankful for Del Prete’s devastating opinion, and its sincerity
177
strengthened their relationship. Some time later, and much to Yente’s relief, together they destroyed those works in order to, as the artist
stated, make way for a new stage in her production.
Thirty-seven years later, Yente would say:
“Encountering Del Prete’s work and his stance on art was, for me, like embarking on a journey. Through him I came into contact
with the new and major players in European art and the revelation of non-figurative art. Soon thereafter, though not due to any
pressure from him –he always respected my artistic freedom– I, effortlessly and with no intention of following the latest trends,
made my first tentative attempts at abstraction. At that time, 1937, it was a highly unusual sort of art in Buenos Aires, and it was
generally poorly received. But by then I was by the side of an artist who had known these struggles for years, and his strength gave
me courage and freedom I had never before experienced.”18
178
The Contribution of the Reliefs
With the reliefs and three-dimensional carved celotex objects that she also exhibited in those group shows, Yente participated in the debate
on the cut frame and the co-planar layout of shapes independent of the background. Her work entailed a fairly simple empirical solution:
she separated the geometrical figures from the surface of the support, and highlighted them in relief. This allowed her to avoid the illusion
of space that, due to chromatic interaction, can be created by planes juxtaposed on a single level, and to achieve instead a frank presenta-
tion. The figures moved forward towards perception, taking on visual importance due to their significant presence. This meant she did not
have to be rid of the background, since it had strikingly lost importance.
A series of reliefs from 1946 had a certain particularity. Due to both the use of color and certain shapes, some jagged and other consisting
of interlocking strips, these works are reminiscent of pre-Colombian textile and ceramic designs. These motifs appeared in her abstract
compositions carved in celotex and in the small tempera sketches– some of which were produced in 1943, though most in 1946. The
explicit counterpart to such motifs was a group of contemporary works entitled Relieve con motivo totémico (Relief with Totem Motif),
whose details suggest an unspecified mythical character. The wholly abstract Objeto N° 1 (Object N° 1) also seems to be inspired on this
iconography. The origin of this theme, which the artist used again in later works –specifically an oil painting from 1947, tapestries from
1958 and reliefs from the early 1960s– might lie in the articles she could well have read in the 1930s on the ceramics and arts of native
Andean peoples, articles published in the magazine put out by the School of Fine Arts of the Universidad de Chile.21
In an article published in Clarín newspaper in 1947, Juan Jacobo Bajarlía –who also followed Concrete art from the pages of Cabalgata– re-
marked on Yente’s intervention in the Arte Nuevo show,22 held on October 30 and November 1 at the Salón Kraft (Florida 681). Of the fifty-
five abstract and figurative artists representing the young art of the time, Bajarlía takes special notice of the artist whom he calls Eugenia
Crenovich. He also mentions Del Prete as a well-established figure, Arden Quin and Martín Blaszko as the greatest representatives of the
Madí Group, and Tomás Maldonado as the public face of the Asociación Arte Concreto-Invención. At that show, Yente exhibited one of
her constructive reliefs; it was hung next to a very interesting composition by Lidy Prati in which circles of vivid colors floated on a black
background. The dynamic concurrence of the two works is striking: what Prati achieved using chromatic resources –mainly, the effect of
visual instability in a composition that was organized around an irregular curve– Yente formulated by using relief and by deviating slightly
from orthogonal regularity by means of gentle slopes and diagonals that arise from the group of figures, none of which is regular, but all
of which are reminiscent of squares and rectangles.
179
it in 1944, this time using tempera. At first Yente insisted that some of these books be published as children’s books –indeed, many of the
stories were made for her nieces and nephews. But as the years went by and she tried unsuccessfully to have them published not only in
Argentina but also in the United States and Europe, she no longer insisted that that be the case, though she did insist that the illustrations
be kept together.24
Many of her books were based on pre-existing stories –Petrushka, Antiguo Testamento, La comedia italiana–, whereas she wrote others
herself. Her short texts in tender handwriting accompany the stories which, generally speaking, are told through images rendered in tem-
pera, watercolor or collage. Some of these works were included in different exhibitions.25 Some of her stories are autiobiographical, like the
series entitled Vida venturosa de Onofrio Terra d’Ombra (The Fortunate Life of Onofrio Terra d’Ombra) –the name of the Del Prete character
whereas she called herself Fragilina. In these stories, she comically tells some of the episodes of their life together.26
Her interest in abstraction can be sensed in some of these books, sometimes because they entail extreme synthesis whereby events and
characters are suggested rather than described. This is the case with El Circo (The Circus) and Septem Dies –inspired on Genesis– both
from 1941. Sometimes abstraction was essential to the structure of each illustration, as was the case in La batuta mágica (The Magic
Wand), a work from 1949 in watercolor pencil, where the settings in which the story takes place are tightly bound to her geometrical draw-
ings from the same years, mostly in terms of the diagonal structure and the use of rhomboidal and triangular figures. Though in this work
she used figurative elements to depict the characters –especially the child–, she did make use of geometrical shapes in the architecture,
clothing and other elements, especially in the scenes with spells. The story is a response to Dukas’s The Sorceror’s Apprentice; in The Wand
the apprentice is triumphant as he beats, and even amazes, his master. The story was written under the influence of a performance in
Buenos Aires of Pierino Gamba, a child prodigy who conducted orchestras, that greatly impressed Yente.27
Another outstanding project is a work from 1951. Entitled Viaje nocturno (Nighttime Journey), it brings together six works in pencil, wa-
tercolor and tempera. These images entail a playful abstraction, with very free lines and brushstrokes. In a sequence that goes from the
deep blues, blacks and purples of the first illustrations to the almost achromatic paleness of the final ones, this work explores an array of
gradations and motifs. Thus, she suggests a path that goes from beautifully colored darkness to light. We cannot be certain that these
illustrations were part of one of her illustrated books, though we do know that these drawings, like others, were the source of later, larger-
format independent works.
180
In late 1958, she exhibited a group of tapestries she had been working on since 1956.31 These works were not simply embroideries using
thread and wool; they also involved paint, which was sometimes applied on the tapestries themselves. Some of the works from 1956
repeat the interlocking strips seen in the reliefs and temperas from 1946; her more or less geometrical formulations reappear in the tap-
estries from 1957. In one of them, she superimposed embroidered black diagonals on color planes. In another, dated 1958, the tonally
uniform areas compose relatively quadrangular figures that are juxtaposed or layered.
In these years she also made two pieces that contradict the logic of Informalism by embroidering blotches and drips. Through simula-
tions and vivid colors on white backgrounds with evident brushstrokes, she made a break with the existential dramaticism of the Informal
orthodoxy to make a joyful and openly subversive rendering of gestural painting. To top it off, these pieces made use of a technique as-
sociated with domestic work.
Her insolence did not stop there. In the same year, and using the same chromatic emphasis, she made, apparently for the first time,
paintings on paper that were also organized around blotches of color and chance drippings. This overall random appearance reveals itself
to be premeditated by transparent yellow, pink, green, magenta, orange, purple and blue washes that are sometimes riddled with black
scribbling and sometimes with silver drippings. This is an Informalism with gradations, pastel colors and a fluo that, though it would
delight painters from the 1990s, received a decidedly different reception in the 1950s, when artists were just beginning to show this sort
of work in Buenos Aires.
Furthermore, 1958 was the year that the Agrupación de Arte No figurativo (ANFA) Group held its first show. That Group was established
as an alternative to the Asociación Arte Nuevo that was, at least until those years, more inclined to constructive abstraction. ANFA, on the
other hand, set out to show all brands of non-figurative art, regardless of whether they were geometrical, free abstraction or Informalist.
Del Prete was one of the forces behind this Group; he lent it his name to encourage young artists and was even the president of the orga-
nization in its early years.32 Yente participated in its shows until the year 1964, and in so she lived out what she had once written:
“[...] non-figurative painting is a very wide new field, with an array of paths worth pursuing. Since it is a new language that ex-
presses new visual conceptions, it entails a range of different experiences. I believe it is a mistake to attempt to channel it into
a single line, to enclose it in a few rigid rules [...] In my own incursions into abstraction I have embraced different modalities,
sometimes somewhat rigorous geometrical compositions, sometimes a composition that entails a freer interplay of shapes and
colors. But my work has always been anchored on a pictorial knowledge [acquired] through years of work.
Painting is, for me, a constant search. I make no clear distinction between my experiences with abstraction and figuration, and I
am always open to the unknown, which is why I have disconcerted so many.”33
Though Yente did not hold her final solo exhibition until 1980 and she kept making work until at least 1985, her primary and most
important visual investigations took place from 1937 to 1960. There would be a few more surprising paintings from later periods,
a few more collages that evidenced her vision, and a few attempts to transform a certain technique or explore a new material. But
the battle to impose a new artistic language, to foster tolerance despite all forms of dogmatism, to defend expressive freedom had
already been formulated. In the words of Herbert Read, all that was left to be done was keep carving crystals to transgress models
and arouse “the greatest aesthetic emotion.”
1.Córdova Iturburu, “Retrospectiva de Yente”, in El Hogar magazine, Buenos Aires, August 8,1958.
2.Ibid.
3.Yente, handwritten letter from the artist to Nelly Perazzo, Buenos Aires, 1979, Del Prete-Yente Archive. The letter was written to the
then director of the Museo Sívori upon receiving the catalogue for the exhibition 100 años de pintura y escultura en la Argentina 1878-1978,
published by the Banco de la Ciudad de Buenos Aires in 1978. Perazzo was the director of the publication and its author along with Adolfo
Ribera and Guillermo Whitelow. Yente found that this publication, like many others, did not duly recognize the role played by Del Prete and
Yente herself in the beginnings of Argentine abstract art. In letters of this type, most of which were never sent, Yente plays is a historian,
privileged witness and major player. She always emphasizes the dominant role played by Del Prete. In the part of the letter where she
speaks of herself, she points out that she is only mentioned in the catalogue in relation to a collage from 1963, when at the Museo de Arte
Moderno in Buenos Aires there are other pieces that attest to her work in abstract art starting in the 1930s. She points out that Parpagnoli’s
intention, upon choosing the pieces for the Museum –the paintings from the 1930s were purchased and the temperas from the 19450s
donated by the artist– was to include in the Collection non-figurative works produced before the appearance of the magazine Arturo which
by then, Yente said, had been recognized as a key period.
4.I started working as a researcher at the Museo de Arte Moderno in 1983, and then became the curator of the Collection, a post
I held until 2000.
5.In recent years, there have been attempts to recognize Yente in the discourse on the history of abstract art in Argentina: curator Marcelo
Pacheco included her work in the Arte Astratta Argentina exhibition at the Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea (GAMeC) in Ber-
181
gamo, Italy, in 2002, organized by Fundación Proa in Buenos Aires and presented there in 2003. She is also mentioned in the catalogue
Abstract Art from the Río de La Plata. Buenos Aires and Montevideo, 1933-1953, a show curated by Mario Gradowczyc and Nelly Perazzo,
and held at The Americas Society in New York in 2001 (pp. 29-30), though strangely none of her works were included in the show. I myself
have spoken of her work in early abstraction in Lauria, Adriana, dossier El arte concreto en la Argentina, Buenos Aires, Centro Virtual de
Arte Argentino (CVAA), available online since 2003 at <http://www.arteargentino.buenosaires.gov.ar>. I also wrote the prologue to the
catalogue for the exhibition Centenario de Yente (1905-2005). Homenaje a la primera pintora abstracta argentina, Buenos Aires, AMIA, from
December 12, 2005 to January 5, 2006. A few years earlier there was also a project to hold a major show of her work, a show that I would
have curated, in the new exhibition rooms at the Centro Cultural Rojas. The idea was born from an enthusiastic conversation I had with
Jorge Gumier Maier, then in his second period as curator of the Rojas Gallery. When he resigned, though, the show was removed from
the exhibition program.
In any case, these attempts will be too fleeting if they do not lead to her work becoming more consistently included in museum pro-
grams.
6.“De Eugenia Crenovich”, in Máscaras magazine, issue 3, year 1, Buenos Aires, March-April, 1931, no page number available.
7.Originals, Del Prete-Yente Archive.
8.She used this name at the beginning of her career until, at the suggestion of Del Prete, she adopted the shorter and simpler name Yente,
which would help define her artistic identity. Though starting in 1937 her work was signed Yente, in catalogues and reviews she was still
called Eugenia Crenovich, often with “Yente” in parenthesis, until 1949.
9.See Yente, unpublished manuscript “Mi primer contacto...”, Rome, June 28, 1971, Del Prete-Yente Archive.
10.On Gazmuri’s tenure at the Fine Arts School at the Universidad de Chile, his later dismissal and influence on his disciples, see Muñoz,
Ernesto, La modernidad extraviada, Santiago de Chile, Asociación Internacional de Críticos de Arte, undated [2009?], pp. 142-167. And Mel-
lado, Justo Pastor, Hernán Gazmuri: primera víctima (moderna) de la universitarización (conservadora) de la enseñanza de arte en Chile, May,
2003. <http://www.latinartmuseum.net/gazmuri.htm>. And the Hernán Gazmuri’s website: <http://www.hernan-gazmuri.com>.
11.Note from Elena Sansinena de Elizalde addressed to Eugenia Crenovich, in which she expresses her admiration for a watercolor illus-
trating poems by Francis Jammes that appeared in Verbum magazine Issue N° 81, Year XXV, Buenos Aires, June 20, 1932, Del Prete-Yente
Archive.
12.See Yente, op. cit. supra, note 9.
13. Ibid.
14.Ibid.
15.Vera Ocampo, Raúl, “Óleos, relieves, collages, témperas de la pintora Yente. La obra libre”, La Opinión Cultural, Buenos Aires, Sunday
August 19, 1979, p. VIII.
16.See Yente, “Lo realizado y lo destruido en la obra de Del Prete”, in Obra destruida de Del Prete, Buenos Aires, Del artista publishing
house, 1971, pp. 8-9. Also Lauria, Adriana, op. cit. supra, note 5.
17. Cfr. Yente, op. cit. supra, note 9.
18. Cfr. Yente, op. cit. supra, note 9.
19.Vera Ocampo, Raúl, op. cit. supra, note 15.
20.Yente, unpublished manuscript “Anotaciones para una semblanza”, Buenos Aires, August, 1978, no page number available, Del Prete-
Yente Archive.
21.In the Del Prete-Yente Archive there is a copy of this publication with an illustrated article by Mazzini, José, “Las cerámicas de los
aborígenes de Chile”, in Revista de Arte issue N° 13, year III, Santiago de Chile, 1937, pp. 8-17. Bimonthly publication of the School of Fine
Arts of the Universidad de Chile
22.Bajarlía, Juan Jacobo, “Abstractos y figurativos”, Clarín newspaper, Buenos Aires, Sunday November 2, 1947, p. 3.
23.Yente, op. cit. supra, note 20.
24.Yente, unpublished manuscript “Textos breves para acompañar las ilustraciones de los libros”, Buenos Aires, 1982, no page number
available, Del Prete-Yente Archive.
25.Libros inéditos de Yente, Viau Gallery, 1952; Libros ilustrados, Alcora Gallery, 1957; or in some of her retrospective exhibitions like the one
at the Asociación Estímulo de Bellas Artes de 1958 (Abstracciones 1937-1958).
26.These are six binders made from 1949 to 1980. Ibid.
27.Ibid, and the words of Liliana Crenovich, the artist’s niece, in interviews with the author, Buenos Aires, May-June, 2009.
28.Yente, op. cit. supra, note 20.
29.I am speaking of artists like Nicolas de Staël, Roger Bissière, Bram van Velde, Jean Bazaine, Alfred Manessier, María Elena Viera da
Silva, Corneille, Pierre Alechinsky, Achille Perilli, Emilio Vedova and others.
182
30.Entitled Impresionismo abstracto (Abstract Impressionism), this group of works was exhibited in Yumar Gallery, Buenos Aires, from
August 1 to 15, 1960.
31.Tapices, Heroica Gallery, Buenos Aires, from November 17 to 26, 1958.
32.The participants in the first show at H Gallery held in October of 1958 included Constructivists like Eugenio Abal, Martín Blazsko,
Martha Boto, Magda Frank and Gregorio Vardánega; Free Abstract Artists like Paulina Berlatzky, Dora de la Torre, Domingo Di Stéfano,
Pedro Gaeta, Aldo Massa, Elena Tarasido and Yente; and Informalists like Del Prete, Kenneth Kemble, Abel Laurens, Aldo Paparella, Ma-
rio Pucciarelli, Testa and Towas. Later exhibitions included Juan Bay, Jaime Davidovich, Mané Bernardo, Luis Gowland Moreno, Noemí
Di Benedetto, Osvaldo Svanascini, María Martorell, Julio Geró, Ferruccio Polacco, to name a few. Such exhibitions continued to occur
regularly until 1964; they were also presentations in other Argentine provinces and abroad, and even in La Paz, Bolivia (1960); Caracas,
Venezuela; and The Riverside Museum, New York (1962). This information is derived from the Del Prete-Yente Archive as well as the cor-
dial collaboration of Natalia March who found it in the Archive and in statements by the artist Pedro Gaeta.
33.Yente, unpublished manuscript “¿Qué es la pintura abstracta?”, Buenos Aires, undated, Del Prete-Yente Archive.
Adriana Lauria
Curator and art critic, professor and researcher in the field of modern and contemporary art history at the Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Buenos Aires. She is a full professor at the Universidad del Museo Social Argentino and at the Instituto del
Servicio Exterior de la Nación, and co-curator of the Centro Virtual de Arte Argentino (CVAA). She is a member of the Asociación
Argentina de Críticos de Arte and the International Association of Art Critics.
She has given lectures, and participated in symposia, art juries and roundtables. She has published numerous articles in books
and art catalogues. Her most outstanding recent works include Liliana Maresca. Transmutaciones (Museo Castagnino+Macro/
Malba/Centro Cultural Recoleta, 2008), the book-catalogue published in conjunction with an exhibition that she curated; and
Una mirada al arte argentino del siglo XX, a collaborative work with Enrique Llambías and the first publication in 2009 in the “Los
papeles del CVAA” collection.
She has worked as an art critic at Radio Nacional and contributed to the newspapers La Nación, Página 12, Perfil as well as the
magazines ADN Arte al día and Art Nexus. For three years she has been a visual arts journalist for the radio program El refugio de
la cultura (Radio Ciudad AM 1110).
Yente. Biography.
Yente is the pseudonym of Eugenia Crenovich, who was born in Buenos Aires on November 6, 1905 and died there on November
28, 1990. She was the youngest of five children to a Jewish family originally from Russia –in what is now the Ukraine– that came
to Argentina in the 19th century to join the colonies founded by Baron Hirsch.
A painter, illustrator and essayist, she studied philosophy at the Universidad de Buenos Aires and received her degree in 1932.
She began her work as an artist at the studio of Vicente Puig in Buenos Aires and at the Fine Arts Academy of the Universidad de
Santiago de Chile. There, from 1932 to 1934, she attended the painting and composition studio of Hernán Gazmuri. She would
later continue her studies at that Chilean artist’s studio after he was forced to resign from his professorship.
In 1935, she met Juan Del Prete, and in 1937 she was involved in introducing abstraction in Argentina –although she would never
condemn figurative art and, indeed, would continue to produce it for the rest of her life. Yente thus became the first female artist
in Argentine to form part of the abstract movement.
As part of her work in abstract art, in 1945 she started making reliefs and constructive objects in celotex, a pliable material that
she could easily carve. From 1956-1959, she produced abstract tapestries with wool and colored threads combined with paint.
Starting in 1957, she turned to what is known as abstract impressionism –free, non-figurative painting involving small impasto
brushstrokes that would make the surface of the painting vibrate.
While Yente had made use of collages since the 1940s to add texture to her paintings –especially in her illustrated books– she
began making collages decisively in the 1960s. She took full advantage of the expressive and connotative features of a wide range
of materials, especially those found in her family environment. From 1938-1980, she made more than twenty illustrated books –none of
them published–, based on existing stories or her own stories, some of which were autobiographical. In these works, short phrases are
occasionally used as a sort of table of contents or title to structure stories that are mainly presented through images.
Her first solo show was held at Amigos del Arte in 1935, where she presented 24 figurative sketches made since 1932. In 1945
and 1946, she exhibited abstract paintings and reliefs at Müller Gallery. In 1950, her original book illustrations were shown at
Viau Gallery. In 1952, she returned to Müller for a retrospective of her abstract and figurative works dating back to 1937. At Van
183
Riel Gallery, she exhibited her non-figurative work in 1954, 1956 and 1957 and, that same year, her illustrated books were shown
at Alcora Gallery. In 1958, a retrospective of her abstract works was held at the Asociación Estímulo de Bellas Artes; the show
included 80 pieces, including paintings, objects and reliefs. In 1958, she also showed her tapestries at Heroica Gallery. In 1960,
her abstract impressionist works were exhibited at Yumar Gallery, and in 1964 collages made with burned matches and packaging
paper that she had done in Italy were shown at Witcomb Gallery. The next year, she presented Ciudades de Italia (Cities of Italy),
a set of collages at Van Riel Gallery. In 1966, at that same gallery, she presented the Antiguo Testamento (Old Testament) series,
also in collage. A year later at Van Riel, she presented El jardín del Edén (The Garden of Eden), works done on tar-covered papers;
in 1968, she exhibited the photomontages Turistas en Italia (Tourists in Italy), and in 1969, figurative paintings. She returned to
that venue again in 1971, with a retrospective of 70 non-figurative works done between 1937 and 1963. Two years later, she did
a solo exhibition of her collages at the Schneider Gallery in Rome. In 1976, she returned to Van Riel Gallery, with the Con corona
de martirio (With a martyr's crown) series and Sin promesa de Paraíso (No promise of paradise). These paintings and collages
speak of violence, a theme that reflected the turbulent times of the military dictatorship in Argentina. In 1979, at Sarmiento Gallery,
she organized an anthological show with non-figurative works from 1937-1962, and at the same gallery she exhibited her series of
paintings and collages entitled Tiempos sombríos (Dark Times) in 1980.
Yente also participated in major group shows both in Argentina and abroad, including: Arte Nuevo, Salón Kraft, 1947; Nuevas reali-
dades, Van Riel Gallery, 1948; el 2° Salón argentino de arte no figurativo, Van Riel Gallery, 1949; 50 Años de pintura argentina, Museo
Nacional de Bellas Artes, 1950; Salones de Arte Sacro Mediator Dei from 1954-1957 and in 1959; La figura en la pintura argentina
contemporánea, Museo Eduardo Sívori and Arte Abstracto. Del Prete, Yente, Paparella, Testa, Lerner Gallery, both in 1957.
She represented Argentina at the IV San Pablo Biennial in Brazil, 1957, and at L’Art Visuel en Argentine, Exposition Internationale
et Universelle de Bruxelles, Belgium, 1958. With the Agrupación de Arte No Figurativo (first known as a.n.f. and later as ANFA,
the Non-Figurative Art Group), of which she was a founding member, she exhibited in Buenos Aires, Paraná (Entre Ríos), Rosario
(Santa Fe), La Paz (Bolivia) from 1958-1964 and at The Riverside Museum in New York in 1962.
In 1960, she participated in 150 Años de arte argentino at the Museo Nacional de Bellas Artes and in the Primera Exposición In-
ternacional de Arte Moderno at the Museo de Arte Moderno in Buenos Aires; in 1961, she was part of the show Pintura argentina
in Lima, Peru and Rio de Janeiro, Brazil and at the Arte sagrado de la Argentina at the Palazzo Ruspoli in Rome. In 1980, she was
part of 50 Años de pintura argentina 1930/1980 at the Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino in Rosario and in 1984,
of Maestros argentinos. Homenaje al libro 22 pintores of Julio Payró, held at Museo Sívori.
She won awards at the Salones de Viña del Mar in 1934, 1935 and 1936, and at the Centenario de Valparaíso in 1937, both in
Chile; and at the Salón de Acuarelistas of Buenos Aires in 1940 and 1950. She also obtained the Primer Premio Ilustración at the
Salón de La Plata in 1942, and with her work Abstracción (Abstraction), she took first prize at the Primer Salón Anual de Pintura
of the ACA (Automóvil Club Argentino) in 1958. That same year, she won first prize at the International Exhibition in Brussels.
In addition to making art, she worked in art theory, mainly around the figure of Del Prete. In fact, her works on him are still being
published. Her writings have included “Cronología en la trayectoria artística de Del Prete” in Pintura montada; Primicia (exhibition
catalogue), Buenos Aires, Van Riel Gallery, June 1962; and “Lo realizado y lo destruido en la obra de Juan Del Prete”.
In 1979, one of her works –Composición con relieve (Composition with Relief, 1945) – was chosen for the cover of the book Arte de
América. 25 años de crítica by Rafael Squirru and published by Editorial Gaglianone. In that book, Squirru analyzes Yente’s work,
which he also examines in Arte argentino hoy, a book released by the same publishing house in 1983.
Over the past few decades, her works have been included in shows such as Del constructivismo a la geometría sensible, Harrod’s
en el Arte, 1992; I Exposición de Artes Visuales DAIA, Casa de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, 1996; La tradición con-
structiva en el MAMBA, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 1998; Muestra de arte y subasta por la reconstrucción de AMIA
(Asociación Mutual Israelita Argentina), Alvear Palace Hotel, 1999; Siglo XX argentino. Arte y Cultura, Centro Cultural Recoleta,
Buenos Aires, 1999/2000; Judaica Argentina, Centro Cultural Borges, 2001; Arte Astratta Argentina, Galleria d’Arte Moderna e
Contemporanea (GAMeC) of Bergamo, Italy, 2002; and at the presentation of that same show at Fundación Proa in 2003. She was
also included in a show on Argentine artists who deal with Jewish themes, a show organized by the AMIA at the Centro Cultural
Victoria Ocampo, Mar del Plata, 2006; at the Primera Bienal de Arte Geométrico, in the Museo de Arte Construido, Buenos Aires, 2007;
in the historical art exhibit entitled Aquellos años 40, held at Expotrastiendas 2007; and at the international art fair Arte BA 2009.
In 1995, Vermeer Gallery organized Yente y Juan, a show dedicated to her work and the works of Del Prete, and in 2005, in homage to the
100th anniversary of her birth, the AMIA presented a group of 29 works –almost all of them abstract– made between 1937 and 1971.
184
A significant number of her works are part of the collection of the Museo de Arte Moderno of Buenos Aires, Museo Eduardo Sívori,
Fondo Nacional de las Artes, Museo Provincial de Bellas Artes de Santa Fe, Rosa Galisteo de Rodríguez, Museo Municipal de Bel-
las Artes de Rosario Juan B. Castagnino, the Fine Arts Museum in Jerusalem, la Casa Argentina in Jerusalem and at the AMIA. Her
work is also included in private collections in Argentina, Chile, Italy, Germany, Israel and the United States.
Her suggestive work has gone through different phases, post-Cubism, geometric Constructivism as well as freer forms of abstrac-
tion. Later, she developed her own type of Informalism, in which she applied thick impastos of a densely expressive material
tinged with subtle colors and fine transparencies. The origin of her production lay in figurative art, and she remained faithful to it
over time, with a persistent inclination towards sketches done using well-defined lines and delicate, well-executed technique. Her
work evidences an elaborate language, one that made use of techniques such as drawing, painting, reliefs and objects, collages
and tapestries.
Lidy Prati and Her Occasion of Difference in the Unity of Concrete Art.
María Amalia García
In 1982, after having worked for more than thirty years in the Argentine Inventionist avant-garde, Lidy Prati (Lidia Elena Prati,
1921-2008) resumed studying, through drawing, the problems and debates formulated by that movement. These ballpoint pen
drawings interrogated once again the nature of the two-dimensional support and perception. By means of small blue circles that
embodied a tension between the unconscious repetition of the doodles and the obsessiveness of a skillful hand embroidering,
Lidy questioned the structure of visual knowledge and the problem of representation.
At first, these drawings look like a continuum of small circles; suddenly, on that seemingly uniform surface we see figures. These drawings
act on our ability, even in difficult circumstances, to construct representative visions. More generally, these works interrogate our ability
to read form within a visual field. They reflect on the perceptive act of organizing graphic elements on a surface. This episode from the
1980s, then, is directly connected to the debates of the 1940s. Indeed, that group of drawings could be conceived as a dialogue out of
time, a deferred proposal on the basis of past actions. A belated visual thought, laden with the avatars of painting and life.
The questions of spatial perception and the self-referential nature of painting as a two-dimensional surface were central to the Inven-
tionists’ visual investigation. From the time that the magazine Arturo was first published, the debate around the break with the figurative
model and establishing the abstract image was crucial to the agenda of the Inventionist groups, mostly the Asociación Arte Concreto-In-
vención (AACI), an organization in which Prati –along with artists and poets like Edgar Bayley, Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Raúl
Lozza, Manuel Espinosa and others– participated. Following the ideas of Russian Constructivism, this association understood that “the
objective exaltation of the plane”1 was key to questioning the traditional structure of visual art. Initially, their investigations involved the
cut frame –irregular structures that combined simple geometrical shapes– and later focused on the orthogonal surface and experimen-
tation with problems of the perception and organization of the surface. Like her fellow members of AACI, Lidy Prati’s work and career
followed the course of these concerns.
After these early experiences, Lidy Prati engaged in a pictorial silence. Or, at least, she did not show her work again during her lifetime.
Evidently, the questions that she brought to her painting during those prolific years that did not affect all artists. This period of silence was
experienced not only by Prati, but by other members of AACI as well, like Alberto Molenberg, Antonio Caraduje and Tomás Maldonado,
husband of Lidy Prati in those years. Perhaps after their separation in the early 1950s, painting was somehow put to rest by them both.
185
I.
Lidy Prati participated in the 1ª Exposición de la Asociación Arte Concreto-Invención, in the Peuser Salon, in March of 1946. She
was the only woman in a group of young artists and poets; later, the visual artist Nélida Fedullo and the musician Matilde Werbin
would join. Prati was 25 years old, and Tomás Maldonado 24; Raúl Lozza and Edgard Bayley were several years older. AACI sur-
vived the splintering of the Arturo group due to theoretical-aesthetic difference as well as personal conflicts. After the splintering
of Arturo, it was urgent to define the new Inventionist vision and to build an apparatus capable of upholding and extending that
vision: there was a proliferation of names, groups and associations, manifestos and pamphlets, newsletters and magazines.
During 1946, AACI held shows of works with cut frames and published two issues of the magazine Arte Concreto-Invención, with
photographs of works and texts on their artist tenets. 2
Tomás Maldonado was the group’s theoretical artist. While both he and his brother, Edgar Bayley, were, at that time, more able
than the others to conceptualize their concerns, debates and visual investigations in relation to theories, these conceptualizations
were the product of the entire group and its interactions. In the first issue of Arte Concreto-Invención, Maldonado developed a
proposal that reflected his view of the course of modern art. Following notions formulated in previous texts that he wrote as well
as texts by Bayley, Maldonado interpreted the modernist discourse, as well as Marxist theory and vocabulary, in order to assess
the artistic developments started by Cubism. His aim was explicit: “The battle basically unleashed by today’s truly revolutionary
movement has been geared to rendering space and form concrete, to fostering a new aesthetic practice wholly devoid of any
subjection to the abstract and the illusory.”3
Cubism was crucial to the advances in art that emerged in the late 19th century. It exposed the abstract mechanism of all repre-
sentation by exalting the two dimensional nature of the support. AACI’s understanding of Cubism was in keeping with that of the
artists and theorists involved in that movement: “The first step for the contemporary age is to objectivize painting, to exalt its
objective elements (color, form, material, etc.) as opposed to figurative fictions.”4 In this conceptualization lay the distinction be-
tween the abstract and the concrete: whereas abstract art entailed a process of synthesis (that is, abstraction) of the real, Concrete
art implicated a creation that was the focus of investigations into the media themselves, doing away with any correlate to external
phenomena. If the aim was to concretize (materialize /objectivize) space and form, the problem to be resolved was formulated
by Maldonado in terms of the Russian artists. In his view, it was the Constructivists who had established the place from which to
reformulate a series of interconnecting concerns that had not been resolved in over thirty years:
“In 1913, Malevich and Rodchenko strived to make the struggle for the objectivization of painting more subtle […]. Malev-
ich and Rodchenko point out that, though geometrical elements are what is at hand, space and time are still represented
on their canvases and, therefore, so are things, geometrical things, things less daily, but, in the end, things. That is where
the problem begins to be conceived [..]: AS LONG AS THERE IS A FIGURE EXHIBITED IN AN ILLUSORY MANNER ON
A BACKGROUND, THERE WILL BE REPRESENTATION.”5
The Concrete artist who believed that they had critically absorbed Marxist theory and the methods of the avant-garde set out to
propose an overcoming of the artistic searches of the 20th century. After an exacting analysis in his “Lo abstracto y lo concreto en
el arte moderno” (The Abstract and the Concrete in Modern Art), Maldonado had managed to untangle this series of unsolved
problems: the problem, he said, had been poorly formulated. Asserting the surface as such and effecting a non-representative
structure is part of the same economy of problems: “The problem of the objective exaltation of the plane and of visual structure
are inseparable.”6 The painting, the tableaux7 is, in and of itself, a representational sign; not relativizing and questioning the sup-
port, not questioning its traditional function as “containing organism” was the primary error of the earlier investigations and the
discovery of AACI.
Initially, the solution was formulated in relation to the possibility of the cut frame. This idea has been put forth discursively in Arturo, and
its visual expressions emerged in the groups that were born after that magazine’s splintering: in addition to AACI, Arte Madí, whose
members were Gyula Kosice, Arden Quin and Rhod Rothfuss, author of the text “El marco: un problema de la plástica actual” (The Frame:
A Problem for Current Art), for whom the regular nature of the support fragmented form such that the work –even if abstract– ended up
upholding the notion of the window characteristic of naturalist paintings.8 On the basis of this thinking, these groups started using as
supports irregular structures that combined simple geometrical shapes.
Later AACI investigations questioned the cut frame and emphasized instead spatial investigation. For AACI, through the use of a copla-
nar structure of interconnected elements, the surrounding space interacted with the form and became visually significant. Maldonado
understood this as “The greatest discovery of our movement: the separation in space of the elements that constitute the painting without
186
abandoning their coplanar layout (Molenberg, Raúl Lozza). Thus, the painting as ‘containing organism’ is abolished”.9
There were several reproductions of cut frames in the magazine Arte Concreto-Invención, as well as images of two coplanar works
by Molenberg and Lozza that demonstrated the process Maldonado explained. Though in this text Maldonado only mentioned
the coplanar work of these artists, his notion can also be applied to the Prati piece reproduced on page 9 (Concreto, (Concrete)
1945). Indeed, the coplanar research was carried out by several members of AACI. Along these same lines, Raúl Lozza formulated
his notion, Perceptismo. Prati’s notebooks and annotations document her investigation into this issue.
In around 1947, AACI began to decline; several members of the organization undertook new investigations and relationships. Raúl
Lozza’s departure from the group constituted a major shift. After that year, the members of AACI changed; they now consisted
of Claudio Girola, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Maldonado and Prati. This was the core group of Concrete artists involved in the
projects and associations starting in 1944. Starting in around 1948, these five artists reformulated the inquiries that had thus far
been undertaken, giving rise to different changes. In terms of aesthetics, the abandonment of the cut frame and the return to the
rectangular format for painting was one of the most important transformations. The heterogeneous studies of the various lines
of modern art were homogenized through the proposal of Concrete Art.10 In these years, the avant-garde group issued pamphlets
and manifestos to bring their activity to a close. This new movement was evidenced by both the distancing of the PC and the
establishment of new associations with new cultural circuits.
Maldonado’s trip to Europe in the first part of 1948 was also significant. If these artists –who had not traveled to Europe during
their formative years– proposed a technical-visual apparatus that challenged the victories of the avant-gardes, the journey offered
an opportunity to confront those schools. Maldonado’s trip entailed a direct connection with the modern art tradition which, until
that moment, had been examined and discussed through publications and some exhibitions, as well as the accounts of artists
exiled in Buenos Aires. He visited Italy, France and Switzerland. In Paris, he visited Georges Vantongerloo. In Zurich, he met with
Max Bill and the Allianz group, whose members were the Concrete artists Richard Lohse, Camille Graeser and Verena Loewens-
berg. In Italy, he came into contact with Max Huber, Bruno Munari, Gillo Dorfles and Gianni Dova. There, he also witnessed the
debates taking place at the heart of the Italian CP.11
Of these new contacts, his connection with Bill turned out to be the most significant; they enjoyed an intense creative relationship
that lasted until the mid-1950s. As early as 1946, Bill was mentioned in the first issue of Arte Concreto-Invención, but it was after
Maldonado’s trip and their direct contact that a truly deep understanding developed. Both men were highly committed to the
cause of Concrete Art and many aspects of their searchings were linked. After Maldonado, other Argentines established fruitful
relationships with Bill: Jorge Romero Brest met him in late 1948; Ignacio Pirovano planned to buy one of his works, and Hlito, Prati
and Girola also established fruitful ties to him.12
Bill believed that the art produced by the Argentine group was one of the few examples of “true” Concrete Art anywhere in the world.13 On
the basis of photographs of works that Maldonado sent him, Bill verified the importance of the Concrete art being created on the other side
of the Atlantic: “i really liked the photos, especially the ones by your wife, hers, and the ones by hlito, but also the constructions by iommi.
i think you are making great progress. and i am happy to know that there is such a clear movement over there.”14
While we don’t know exactly what works Bill was speaking of, it is clear that they were not the cut frames that circulated in Buenos Aires
in 1946, but rather works like Ritmos cromáticos III (Chromatic Rhythms III, 1949) by Alfredo Hlito, or Concret A4 (1948) and Composición
serial (Serial Composition, 1948) by Lidy Prati. At this time when so much was being reformulated, the cut frame and coplanar work as
the concretization of space and form was also subject to doubt. The cut frame led to an exaltation of the architectural form of the wall
that, in turn, led to a perceptive reading of the question of background; the core of the question was once again affected. Therefore, Hlito,
Maldonado and Prati once again started studying the problem of figure versus background on a surface.15
There was clearly great tension between the expectations of the young avant-garde artists and the possibilities and limitations of
painting as a medium. Years later, Alfredo Hlito would lucidly reflect that, “the requirements of planar art could not go beyond
certain limits without putting painting on a dead-end road.”16 The return to the orthogonal form meant a return to studying and
reflecting on the various formulations put forth in recent decades. In a text that he wrote in Zurich, Maldonado offered an analysis
–which he illustrated with sketches, drawn at the margin of the page, of works in private collections and studios– of the Suprema-
tists’ attempts at “thematic concentration” and the neo-Plasticist project of exalting the support by means of linear structures.
“It is necessary to bring the background to the same optical level as the figure but not by means of the line (neo-Plasti-
cism) but rather a certain tension of the figure. In practical terms, this means a synthesis of the two most positive aspects
of neo-Plasticism and Suprematism. Nonetheless, the results, generally speaking, are objectionable. The problem stands.
That is why two great Concrete artists Vantongerloo and Bill have recently suggested that perhaps the best option is to go
beyond limited figures. One way to do this would be to liquidate the figures, and by use of subtle elements that cannot be
187
rendered figure make the background vibrate as much as possible. The other would be to dilute the outline of the figures.
Blur them, whether chromatically or tonally.”17
It is interesting to observe that the second option, represented in the text by a work by Vantongerloo, was, in Maldonado’s view,
not a very satisfactory solution; he considered it a return to the representaional sfumatto. Unbegrenzt und begrenzt (Unlimited and
Limited, 1947) by Bill is certainly a work with those characteristics, as is Prati’s Referencia sensible de un espacio definido (Sensory
Reference to a Defined Space, 1953), which formulates the dichotomy between concentration and chromatic blurring. In letters to
Georges Vantongerloo, Prati reflected on this piece and on Vibración al infinito (Endless Vibration, 1953): “I have sent to São Paulo
two works (paintings) that I made early this year (1953). They are not bound by the limits of the frame; I attempt to atomize the
color to later concentrate it on certain fundamental points”.18
It would seem that the first option –making the background vibrate by means of subtle elements that cannot be rendered figures
– won more support. In fact, Prati’s Concret A4 (1948), Composición serial (Serial Composition, 1948), Sin título (Untitled, ca.1948)
[cat. 102] and Vibración al infinito (Endless Vibration, 1953) clearly attempt to exalt the surface through the tension between the
different elements on the support. Small geometrical units of a single type (rectangles, squares, circles) organize the surface, but
this compositional regularity is destabilized, mostly by the use of color.
A major group of works by Prati is based on the organization of chromatically diverse elements with a single formal quality: the
crux of her formulation seems to be straining perception. She operates on the visual interplay of “highlighting” the visual con-
figurations, on the one hand, and attempting to exalt the surface, on the other. In this sense, research into Gestalt Theory was
important to Concrete Art. Richard Lhose, a member of the Swiss group Allianz, and San Pablo-based Concrete artists like Geraldo
de Barros, Luiz Sacilotto and Waldemar Cordeiro were among those who worked most along this fruitful line. In Brazil, Gestalt
Theory was introduced by critic Mário Pedrosa, who had come into contact with some Gestalt therapists during his stay in Berlin
in the 1920s.19 The Prati Archive contains Forma e personalidade, the book by Pedrosa that had been given to Maldonado and
Prati when, in January of 1951, they went to Brazil to participate in international courses on music and art teaching organized in
Teresópolis by Hans-Joachim Koellreutter. On that occasion, these two Argentine artists came into contact with crucial players in
the Brazilian Concrete Art movement.20
Regarding the circulation of these theories of perception in Buenos Aires, Pellegrini’s publishing house Argonauta published W.
Köhler’s Psicología de la forma (Psychology of Form) in 1949. This is relevant since in the Prati Archive there is a great deal of study
material, both on Gestalt Theory and on color theory. Prati’s work, which is concerned with straining our scheme of visual perception,
has two distinct orientations. On the one hand, an attempt to disturb the figure-background reading by exalting the support. This is
the case in Vibración al infinito (Endless Vibration), where the series of squares that project beyond the support is interrupted almost
at the center of the painting, forcing us to focus on what the surface is doing. On the other, Prati attempts to chromatically destabilize
the regularity put forth by the form. This interrogation of perceptive destabilization is effected through color.
Take a look at Prati’s Concret A4 (1948), Sin título (Untitled, 1948) [cat. 102] and Vibración al infinito (Endless Vibration, 1953).
What makes these works at once so similar and so different? Since all three of them are based on formal similarity (rectangles,
circles and squares, respectively), they tend to make us group elements. But this inclination is compromised by the use of color.
In these paintings, the artists develops the surface on the basis of three different colors: black, “white” and blue grey. In all three
she makes use of almost the same palette: orange or yellow-orange, red and blue. In two of them, she uses very different greens; in
the other, purple. While the palettes of the three are similar on a chromatic level, the inquiry effected through the shading defines
the work. In Vibración al infinito (Endless Vibration), Prati’s attempt to, as she says, “atomize the color” takes place through the
difference in its shades and their relations. Following the notion of the color solid in Ostwald’s Theory, and working on the basis
of the shade –mixing the color with grays– was, for Prati, a fruitful line of investigation.21
In these works, the way we perceive through grouping –which is strongly provoked by the similarity and directionality of the ele-
ments– is set in motion by color, which acts in the opposite manner. If, for example, in the lower left hand corner of Sin título
(Untitled, 1948) [cat. 102] we are compelled to construct a configuration on the basis of four circles, this process is put to a halt
chromatically by the use of the orange circle.
Another set of works by Prati is in keeping with the research done by the other painters in this sort of Buenos Aires Allianz. The
development of the generative process of the form was crucial to the work of Maldonado, an interest that he shared with Hlito
and Prati. If we think of Prati’s Estructura vibracional desde un círculo (Vibrational Structure from a Circle, 1951) and Maldonado’s
Desarrollo de un triángulo (Development of a Triangle), the intention seems to be focused on the formulation and development
of “visual problems,” and on straining and even exhausting the generative possibilities of the shape. Along these lines, it is im-
portant to point out the connection to Max Bill’s formulation; Bill’s 15 variations sur un même théme was a landmark in terms of
this question.
188
In addition, Prati’s Serie c + d Nº 10 (1955) is very close to Vantongerloo’s formulation; indeed, he was an artist to whom Lidy
was very closely connected. She met Vantongerloo personally during a trip to Europe in 1952, and they stayed in touch during
1952-1953, the difficult period that led to her separation with Maldonado. Their correspondence was deep: she used it as a way to
channel her experiences and, in addition to valuing and encouraging her art, he used it as a way to get close to her and help her
through.22 In a letter to Vantongerloo, Lidy said:
“I was very moved by your words ‘in the end, one must never express himself spectacularly.’ I will remember it my whole
life, and when I find myself at my work table those words become even stronger, indeed they are a symbol. I feel the need
to tell you that the mise en scène never made me happy. Every day, I feel the responsibility of being the sort of an artist that
only you were able to understand, in whom you have injected what we generically call Concrete Art”.23
On a visual and spiritual level, Vantongerloo helped orient Prati. It is, however, crucial to understand that her relationship to this
Belgian artist grew closer as she moved away from Bill. She understood that the strong tie between Maldonado and Bill meant
that, at that moment, her artistic contact with the Swiss was curtailed: remember that in 1954 Maldonado settled in Ulm (Germa-
ny) to participate, at the invitation of Bill, in Hochschule für Gestaltung (HfG). Most certainly, being left out of the Ulm project,
which promised to be the most innovative experience in Constructivism during the post-War period, must have upset her greatly.
Indignant at Bill, in a letter to him Prati wrote, “I am currently living in Buenos Aires, ‘a stranger’ in a milieu that I have nourished
for many years, and therefore entirely removed from my artistic life and my relationship.”24
Evidently, the terms of her separation from Maldonado were key to the interruption in her production, but perhaps the estrange-
ment, distancing and exclusion to which Prati refers was also due to the fact that she was a woman.
II.
The expressionist cover was followed by an inside-cover which, in green letters, said: “INVENTION against AUTOMATISM”: Artu-
ro. Revista de Artes Abstractas and its avant-garde actions stood out in the Buenos Aires visual arts scene in the summer of 1944.
The magazine abandoned any effort to render realities beyond the aesthetic universe. This stance, which was called advanced,
entailed an important role in the revolutionary reading of history.25 These young artists saw themselves, understood themselves to
be… indeed were a (small) isolated and advanced core group that participated in a broader cultural sphere. The magazine invented
the form of the new.
Arturo became a legend, and the imprecise and generative nature of its formulations reinforced that mythical status. The maga-
zine represents an embryonic and unifying moment of brewing ideas. Though the publication’s first and guiding concept was the
abstract imaginary, its pages explored the new starting in the first decades of the 20th century.
Indeed, pointing out the contradictions in Arturo has been a topic of much academic criticism: the confrontational nature of the
word “INVENTION against AUTOMATISM” on Maldonado’s expressionist cover is a recurring topic of analysis.26 Furthermore,
many of the works reproduced in the Revista de Artes Abstractas make reference to formulations that, after absorbing the lessons
of the avant-garde, make use of figurative repertoires. Assuming the eclecticism of this formulation,27 Inventionism understood
itself to be a new way to conceive and approach aesthetic manifestations. The privileged terms were autonomy, inventiveness and
intellectual capacity devoid of descriptiveness.
The editorial board of the only issue of Arturo ever published consisted of Carmelo Arden Quin, Rhod Rothfuss, Gyula Kosice and
Edgar Bayley. In addition to the young people who were its driving force, the publication brought together “established members
of the avant-garde” who had been active in aesthetic innovation starting in the very early 20th century: Joaquín Torres-García,
Vicente Huidobro, Murilo Mendes and Maria Helena Vieira da Silva. Works by Vasily Kandinsky and Piet Mondrianre were repro-
duced on its pages. The red cover was made by Tomás Maldonado. The author of the vignettes was Lidy Maldonado.
Of the images that appeared in the publication, these vignettes are the most clearly non-figurative: the sometimes organic and
sometimes geometrical use of the line entails self-referential reflection. It is also conceivable that the vignettes are based on the
concept of the cut frame. Devoid of any orthogonal organization, these images are composed of small interconnected linear
geometrical structures. Triangles, circles and other less regular shapes are organized to form an autonomous, drawing-based
journey. On the basis of the organizational and cognitive function of the line, these vignettes can be understood as “descriptive,”
as prototypes of the cut-frame project.
189
This is highly interesting since, although Arturo contained the text by Rothfuss in which he theorizes the frame, there are no works in the
magazine that make use of it.28 Indeed, that makes one think that in 1944 theoretical-poetic reflections, as opposed to visual formulations,
predominated. In these terms, it is interesting to consider Rhod Rothfuss’s Trabajo en estudio (Studio Work) and Maldonado’s Invención Nº
2 (Invention Nº 2 ), reproduced on the back of the index. Although the format of these works is irregular, it is difficult to understand these
two pieces as cut-frame productions, since they seem to be conceived for a rectangular format and later cut. Hence, these works, like some
of Prati’s vignettes, suggest the simultaneity and coexistence of various lines of thought. On the same pages where Rothfuss published
“El marco: un problema de la plástica actual”, the vignettes –like the other two works mentioned– enacted the basic tenets of the theory,
experimentally and embryonically adopting an irregular format.
There is another relevant fact in relation to Lidy Prati’s work in connection to Arturo. She often said that she had found the image of the
work of Piet Mondrian reproduced in Arturo in Art News, and that she had proposed the reproduction of Composition en blanc, noir et rouge
in the magazine.29 Prati also stated on several occasions that, due to the high cost of color reproduction, she had hand painted the red line
on the lower edge of the work in each copy of the magazine. This anecdote is was of the many stories that helped reinforce the mythical
nature of the publication. Research in the Prati Archive confirmed her memory: among the documents that the artist saved are images on
paper that were stuck to the magazine. In this unpainted reproduction, Composition en blanc, noir et rouge is a black grid on white with no
red. This archive also contains small unsigned cut cardboard frames dated 1944.
This first appearance of Lidy using her husband’s last name enables an approach based on feminist theory. Such an analysis is
necessary not only to understanding the work of a woman in the ranks of men, but also to rethinking Concretism from a different
perspective. I am not interested in thinking about Lidy Prati’s work as representative of her gender, nor am I interested in looking
for aspects of her work that suggest “feminine traits.”30 But undertaking a sexualized reconstruction of the Concrete discourse and
of Prati’s participation in that avant-garde school would be a fruitful line of research to follow in research. I will now offer a few
reflections on facts in need of revision, one that this exhibition may enable by effecting a reassessment of Prati’s work.
First, a woman’s use of her husband’s name most certainly reflects patriarchal and phallocentric models and structures. It entails
a necessary construction of the female in relation to a masculine norm, which in terms of family, education and social behavior is
dominant. Along these lines, Griselda Pollock has stated that if society is structured on the bases on unequal relations in terms
of material production, it is also structured on the basis of sexual divisions and inequalities: “The nature of the societies in which
art has been produced has been not only, for example, feudal or capitalist, but also patriarchal and sexist.”31 The fact that Lidy
used her husband’s name in the first action of the Inventionist avant-garde evidences that the group accepted –or at least did not
question– existing sexist social structures. Nonetheless, starting in 1946 Lidy began using her own paternal last name –she only
uses Maldonado again as the author of Objeto Estético (Aesthetic Object), which appeared on the cover of Cuaderno Invención Nº
2 by Edgar Bayley. This indicates a repositioning of her identity as an artist.
Second, it is interesting to consider Lidy Prati’s art education. In 1938, she finished her teaching degree and it is likely that at that
point she decided to become an artist. She did not begin studying art in the conventional venues; she did not attend the Fine Arts
Academy, and this is important to analyzing her artistic development. The Fine Arts Academy was open to women starting in the
late 19th century, and in the 1910s it had many female students from different social classes.32 Furthermore, other women artists
who had preceded her on the avant-garde scene –Raquel Forne, for instance– had studied there.
But not Prati. Why didn’t she attend the Academy? I am inclined to think that she decided not to because she was not interested in
the teaching offered there and was, rather, concerned with the search for a “new art.” This choice of a different visual orientation
is confirmed in her choice of teachers: she did not become a disciple of an established artist in the mid-1940s, but rather chose
the modern scene that the young Maldonado introduced her to.
Third, it is necessary to rethink the Concretist vision from a sexualized perspective. Gender difference had no place on the In-
ventionist agenda: the transformation that should go beyond the sphere of art was concerned with the reconciliation of “human
beings” and their environment. Gender was not included as a critical component for these groups: the reconnection of art and
life that, as an avant-garde, it upheld was geared towards a sexually neutral utopia.33 The aspiration to neutrality reflects the canon
and “politically the canon is ‘in the masculine just as culturally it is ‘of the masculine.’”34 Similarly, in this particular poetic, the
emphasis on the rational and intellectual side of art and the belligerence of the texts are in keeping with masculine traits. If we
understand that the concepts of “man” and “woman” are in a continuum of politically and historically constructed meanings, the
structural analysis of the Concretist formulation and the objective nature of its procedures contrast with dominant ideas of the
feminine, which is linked to the decorative, the domestic and manual skill.35
This is not a retrospective reading in light of feminist criticism: indeed, the association of Concretism with virility were present
during the period that the movement was active; it was seen by Juan Jacobo Bajarlía. A lawyer, poet and close friend of Edgar Bay-
ley, he participated in AACI activities by spreading its ideas. His book Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas
190
poéticas (Avant-Garde Literature. From Joyce’s “Ullysis” to the Poetic Scools), dated 1946, contained a chapter on “The Battle for
Aesthtic Inventionism” in Argentina.36 There, in addition to his interpretations of Marxism and modern art, Bajarlía made obser-
vations relevant to this topic:
“The artists who exhibited at Peuser did not lose heart. They kept on researching and established new principles. They did
away with the unitary plan and waged war on the curve. Their aesthetic entailed asexual works, and it was not well seen
for a concave or convex artist to create an even vaguely figurative image that suggested a physical person. Depending on
their placement on the plane, they might seem like males and females, and that would go against the pure concept”.37
Bajarlía’s ideas make it possible to reconstruct the discourse of the moment. Both the notion of “asexual works” and the struggle
against the physical and spiritual connotations of the curve facilitate a re-reading of the seemingly “pure” and ungendered Con-
certist ideas in light of the canon of Western masculinity. Inventionalist artists, including Lidy Prati, enacted that canon: there was
no way to question or re-adapt the hegemony of that model in that context. Although there was, on an international level, signifi-
cant reflection on gender during this period, it was not until the second half of the 20th century that feminism –as a set of social
theories and political practices– began to have real social impact.
In keeping with Beatriz Sarlo’s interpretation of Victoria Ocampo, it is possible to think that Prati experienced the tension of being
a member of the upper bourgeoisie, on the one hand, and her relations with the cultural milieu and its figures, on the other.38
After she stopped painting, her work as a professional designer was fairly limited. In the 1970s she got an administrative job at the
Argentine Foreign Office, which must have been a major change.
Gradually, she moved away from the cultural milieu or, as she put it, she “was erased,”39 with access only to the limited spaces
that a conservative society afforded a single woman. In realms that were not critical of existing social models, living outside the
norm meant, for Prati, marginalization in social, cultural and psychic terms. She accepted, enacted and shared this marginality,
hindering the construction of another representation. This essay is an attempt to read beyond that erasing, to trace the indelible
mark of her avant-garde Inventionist production.
1. Maldonado, Tomás, “Lo abstracto y lo concreto en el arte moderno”, in Arte Concreto-Invención issue 1, Buenos Aires, August
1946, pp. 5-7.
2. For detailed studies of the Inventionist avant-garde, see: García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina y Brasil. Inscrip-
ción regional e interconexiones del arte concreto (1944-1960)”, School of Philosophy and Literature, Universidad de Buenos
Aires, 2008; Pérez-Barreiro, Gabriel (cur.), The Geometry of Hope. Latin American Abstract Art from the Patricia Phelps de Cisneros
Collection, Austin, The Blanton Museum-University of Texas at Austin, 2007; Rossi, María Cristina, “En el fuego cruzado entre el
realismo y la abstracción”, in Arte argentino y latinoamericano del siglo XX: sus interrelaciones. VII Premio Fundación Telefónica a la
investigación en la historia de las artes plásticas, Buenos Aires, Fondo para la investigación del arte argentino (FIAAR) - Fundación
Espigas, 2004, pp. 85-125; Lauria, Adriana, “Arte abstracto en la Argentina. Intermitencia e instauración”, in Pacheco, Marcelo
(cur.), Arte Abstracto Argentino, Buenos Aires, Proa, 2003, pp. 23-47; Gradowczyk, Mario H. y Perazzo, Nelly (cur.), Abstract Art
from the Río de la Plata 1933-1953, New York, Americas Society, 2001; Perazzo, Nelly, El Arte Concreto en la Argentina, Buenos Aires,
Ed. Gaglianone, 1983.
3. Maldonado, Tomás, op. cit. supra, note 1.
4. Ibid., p. 5.
5. Ibid., capital letters in the original.
6. Ibid., p. 7.
7. Menna, Filiberto, La opción analítica en el arte moderno, Barcelona, Gustavo Gili, 1977.
8. Rothfuss, Rhod, “El marco: un problema de la plástica actual”, in Arturo, Buenos Aires, 1944, page number unavailable.
9. Maldonado, Tomás, op. cit. supra, note 1.
10. García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina…”, op. cit. supra, note 2.
11. Longoni, Ana and Daniela Lucena, “De cómo el ‘júbilo creador’ se trastocó en ‘desfachatez’. El pasaje de Maldonado y los
concretos por el Partido Comunista 1945-1948”, in Políticas de la Memoria issue 4, Buenos Aires, CEDINCI, 2004, pp. 118-128.
12. García, María Amalia, “Abstracción entre…”, op. cit. supra, note 2.
13. See list by country “Konkrete/ Abstrakte/ Surrealisten/ Andere”; Archivo Max, Binia + Jakob Bill Foundation, Zurich.
191
14. Bill Max, letter to Maldonado, Zürich, January 25, 1949; Max ARchive, Binia + Jakob Bill Foundation, Zurich. I would like to
thank Verónica Tell for her translations of the French. Lower case letters in the original.
15. Maldonado, Tomás, “El arte concreto y el problema de lo ilimitado. Notas para un estudio teórico. Zurich, 1948”, Buenos
Aires, Ramona, 2003. Facsimile edition of the manuscript.
16. Hlito, Alfredo, “El tema del espacio en la pintura actual”, Nueva Visión issue 8, Buenos Aires, 1955, pp. 10-13.
17. Ibid., underlined in the original.
18. Prati, Lidy, Letter to Georges Vantongerloo, Buenos Aires, October 2, 1954, Lidy Prati Archive.
19. Arantes, Otilia (org.), Mário Pedrosa: forma e percepção estética, São Paulo, EDUSP, 1996.
20. García, María Amalia, “Abstracción entre Argentina…”, op. cit. supra, note 2.
21. Caivano, José Luis, “Armonías del color”, Revista GAC Nº 19, Buenos Aires, April 2004, pp. 2-21. I would like to thank Graciela
Schuster for conversations on this topic.
22. See the Prati-Vantongerloo correspondence, Prati Archive.
23. Prati, Lidy, Letter to Georges Vantongerloo, Buenos Aires, October 28, 1953, Prati Archive.
24. Prati, Lidy, Letter to Max Bill, Buenos Aires, undated, 1953, Prati Arhive.
25. On stance of the avant-garde, see Foster, Hal, The Return of the Real. The Avant-garde at the End of the Century, Madrid, Akal,
2001; Raymond Williams, The Politics of Modernism. Against the New Conformists, Buenos Aires, Manantial, 1997; Bürger, Peter,
Theory of the Avant-Garde, Barcelona, Península, 1987; Hadjinicolaou, Nicos, “Sobre la ideología del vanguardismo”, in Arte, so-
ciedad e ideología issue 7, undated, pp. 39-57.
26. Pérez-Barreiro, Gabriel, The Argentine Avant-Garde 1944-1950, Department of Art History and Theory, University of Essex, 1996,
doctoral thesis; Harris, Derek, “Arturo and the Literary Avant-garde”, The Place of Arturo in the Argentinian Avant-garde, Aberdeen,
University of Aberdeen. Centre for the Study of the Hispanic Avant-garde, 1994, pp. 1-7; Maistre, Agnès de, “Les groupes Arte Con-
creto-Invención et Madí”, in Art d´Amérique Latine 1911-1968, Paris, Musée National d´Art Moderne. Centre Georges Pompidou,
1992, pp. 336-348; Perazzo, Nelly, El Arte Concreto..., op. cit. supra, note 2.
27. See Arden Quin, Carmelo, Letter to Maria Helena Vieira da Silva and Arpad Szenes, Buenos Aires, November 6, 1943. Centro
de Documentação, Fundação Arpad Szenes - Vieira da Silva, Lisboa, Portugal. García, María Amalia, “Abstracción entre…”, op.
cit. supra, note 2.
28. Rothfuss, Rhod, “El marco: un problema de la plástica actual”, op. cit. supra, note 8.
29. At a roundtable with Manuel Espinosa, Enio Iommi and Lidy Prati coordinated by Jorge López Anaya on the occasion of the
exhibition Utopía de la Forma, Del Infinito Gallery, Buenos Aires, April-May, 2004. See also Bertone, Carla, “Muchachas de van-
guardia”, Ramona issue 62, Buenos Aires, July 2006, pp. 49-77. Issues of Art News from 1942-1944 were consulted, but the repro-
duction was not found. It is also likely that the reproduction has been removed from the publications of the Museum of Modern
Art, MoMA, New York, since that museum acquired Composition en blanc, noir et rouge in 1937.
30. Pollock, Griselda, “Differencing the Canon: Feminisms at the History of Art”, in Cordero Reiman, Karen and Inda Sáenz
(comp.), Crítica feminista en la teoría e historia del arte, Mexico, Universidad Iberoamericana, 2007, pp. 141-158. I would like to
thank Irupé Domínguez, Natalia Pineau and Cintia Mezza for their reflections on this topic.
31. Pollock, Griselda, “Vision, Voice and Power: Feminist Art Histories and Marxism”, in Cordero Reiman, Karen e Inda Sáenz
(comp.), Crítica feminista en la teoría…, p. 46, op. cit. supra, note 30.
32. Baldasarre, María Isabel, “La revista de los jóvenes: Athinae”, in Artundo, Patricia M. (dir.), Arte en Revistas. Publicaciones
culturales en la Argentina 1900-1950, Rosario, Beatriz Viterbo, 2008, pp. 25-60; Malosetti Costa, Laura, Collivadino, Buenos Aires,
El Ateneo, 2006.
33. Pollock, Griselda, “Differencing the Canon: Feminism in the History of Art”, in Cordero Reiman, Karen e Inda Sáenz (comp.),
Crítica feminista en la teoría..., pp. 141-158. In that book, also see Nochlin, Linda “Why Have There Been No Great Woemn Artists?”
and Schor, Mira, “Patrilineage”, op. cit. supra, note 30.
34. Ibid, p. 143.
35. Ibid, p. 151.
36. Bajarlía, Juan Jacobo, Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas poéticas, Buenos Aires, Araujo, 1946.
192
37. Ibid, p. 175.
38. Sarlo, Beatriz, La máquina cultural, Buenos Aires, Seix Barral, 2007, p. 77.
39. Prati, Lidy, entrevista con Carla Bertone, in “Muchachas de vanguardia”, op. cit. supra, note 29.masculine just as culturally it is
‘of the masculine.’”1 Similarly, in this particular poetic, the emphasis on the rational and intellectual side of art and the belligerence
of the texts are in keeping with masculine traits. If we understand that the concepts of “man” and “woman” are in a continuum of
politically and historically constructed meanings, the structural analysis of the Concretist formulation and the objective nature of
its procedures contrast with dominant ideas of the feminine, which is linked to the decorative, the domestic and manual skill.2
This is not a retrospective reading in light of feminist criticism: indeed, the association of Concretism with virility were present
during the period that the movement was active; it was seen by Juan Jacobo Bajarlía. A lawyer, poet and close friend of Edgar Bay-
ley, he participated in AACI activities by spreading its ideas. His book Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas
poéticas (Avant-Garde Literature. From Joyce’s “Ullysis” to the Poetic Scools), dated 1946, contained a chapter on “The Battle for
Aesthtic Inventionism” in Argentina.3 There, in addition to his interpretations of Marxism and modern art, Bajarlía made observa-
tions relevant to this topic:
“The artists who exhibited at Peuser did not lose heart. They kept on researching and established new principles. They did away
with the unitary plan and waged war on the curve. Their aesthetic entailed asexual works, and it was not well seen for a concave or
convex artist to create an even vaguely figurative image that suggested a physical person. Depending on their placement on the
plane, they might seem like males and females, and that would go against the pure concept”.4
Bajarlía’s ideas make it possible to reconstruct the discourse of the moment. Both the notion of “asexual works” and the struggle
against the physical and spiritual connotations of the curve facilitate a re-reading of the seemingly “pure” and ungendered Con-
certist ideas in light of the canon of Western masculinity. Inventionalist artists, including Lidy Prati, enacted that canon: there was
no way to question or re-adapt the hegemony of that model in that context. Although there was, on an international level, signifi-
cant reflection on gender during this period, it was not until the second half of the 20th century that feminism –as a set of social
theories and political practices– began to have real social impact.
In keeping with Beatriz Sarlo’s interpretation of Victoria Ocampo, it is possible to think that Prati experienced the tension of be-
ing a member of the upper bourgeoisie, on the one hand, and her relations with the cultural milieu and its figures, on the other.5
After she stopped painting, her work as a professional designer was fairly limited. In the 1970s she got an administrative job at the
Argentine Foreign Office, which must have been a major change.
Gradually, she moved away from the cultural milieu or, as she put it, she “was erased,”6 with access only to the limited spaces
that a conservative society afforded a single woman. In realms that were not critical of existing social models, living outside the
norm meant, for Prati, marginalization in social, cultural and psychic terms. She accepted, enacted and shared this marginality,
hindering the construction of another representation. This essay is an attempt to read beyond that erasing, to trace the indelible
mark of her avant-garde Inventionist production.
1. Ibid, p. 143.
2. Ibid, p. 151.
3. Bajarlía, Juan Jacobo, Literatura de vanguardia. Del “Ulises” de Joyce y las escuelas poéticas, Buenos Aires, Araujo, 1946.
4. Ibid, p. 175.
5. Sarlo, Beatriz, La máquina cultural, Buenos Aires, Seix Barral, 2007, p. 77.
6. Prati, Lidy, entrevista con Carla Bertone, in “Muchachas de vanguardia”, op. cit. supra, note 29.
193
María Amalia García
(Buenos Aires, 1975). She holds a doctorate degree in art theory and history, and a master’s degree in art from the Universidad de Buenos
Aires, as well as an art teaching degree from the Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. She received a post-doctoral fel-
lowship from the Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Her research into abstract art from Argentina
and Brazil is based at the Instituto de Teoría e Historia del Arte Julio E. Payró, at the School of Philosophy and Literature of the Universidad
de Buenos Aires, where she also takes part in group projects on Latin American art. Her work has been presented at conferences and
symposia in Argentina and abroad. She teaches Introduction to the Language of Visual Arts at the Art Department of the Universidad de
Buenos Aires School.
EARLY LIFE
Lidia Elena Prati was born in Resistencia, Chaco Province, Argentina, on January 9, 1921, to an Italian and Swiss-German
family. Her parents were Olinto Prati, born in Longiano, near Rímini, Italy, and Hilda Usinger, from Cañada de Gómez, Santa Fe Prov-
ince, Argentina.
Olinto and Hilda were married around 1916. Olinto Prati was a certified public accountant in Italy, who in Argentina entered the cotton
ginning and storage business, becoming a powerful textile industrialist who was known as the “Cotton King” of Chaco. According to the
family, in time he came to own fourteen cotton gin operations (cotton gins are machines that separate the seed from the cotton fiber) in
Chaco and Formosa. In addition to the cotton business, he produced kaolinite, wood fiber, chemical products and he also owned several
car dealerships (Ford, Renault and IKA). According to Lidy’s colleagues from the artistic vanguard in Buenos Aires in the 1940s, Olinto
provided financing for the magazine Arturo that was instrumental to its publication.
The family lived in Charata, Chaco, where Olinto Prati’s business was based. When Lidy was six years old, she spent a year with her pa-
ternal grandparents in Rímini, Italy. This experience gave Lidy a strong grounding in Italian language and culture.
In the 1930s, Lidy and her sister Pierina were sent to live and study at the school, Nuestra Señora de la Misericordia in Rosario, Argen-
tina. The Pratis did not believe that the education available in Chaco was appropriate for their daughters and opted for a religious board-
ing school in Rosario.
In 1936, at the age of 15, the Pratis sent Lidy to Buenos Aires, once again as a boarder, only this time far away from her parents and her
maternal aunts and uncles. In this period in the big city, Lidy was under the care of her father’s family. She attended the Instituto Inmac-
ulado Corazón de Maria “Adoratrices,” a traditional Catholic school that had been founded in 1888 and that is still located on Paraguay
Street between Paraná and Uruguay.
Although Lidy began as a boarder, she was soon invited to live in the apartment of her uncle Francisco Prati, vice-president of Grupo
Fabbril, founded in 1888 and popularly known as the “Italian Group,” which was comprised of companies such as Fabril Financiera and
Celulosa Argentina. Don Francisco and his wife, María Cristina Spada, lived in the top two floors of the luxurious racionalista building
located at 1999 Alvear Avenue at the corner of Schiaffino. Here Lidy came into contact with culture, art and especially music.
In 1938, she received her teaching degree from Las Adoratrices. In 1940 or 1941 her parents left Chaco and moved to Buenos Aires. Lidy
moved in with them in an apartment at 1382 Callao Avenue; after so many years under the protection and guidance of her maternal and
paternal aunts and uncles, she was finally near her parents again.
Around 1942, Lidy’s cousin Maria Victoria “Bimbi” Prati and her boyfriend, Amaro Fernández, met a young artist named Tomás Mal-
194
donado. Apparently, from this meeting came the idea that Lidy take classes with Maldonado. This chance encounter would be decisive
for Lidy’s personal and artistic future, as Lidy began to study art at Maldonado’s art studio. The basic drawing classes at her school and
the later instruction of Maldonado would be her only formal artistic training. For this reason, Lidy always proudly maintained that she
was self-taught. It is possible that Maldonado’s lack of respect for the Escuela de Bellas Artes, from which he had dropped out in disap-
proval of its academicist orientation, influenced Lidy’s decision not to pursue a formal artistic education.
ARTISTIC CAREER
1943
Lidy painted the figurative work, Figura [Figure], September. Exhibition: XXIX Salón Anual de la Sociedad de Acuarelistas y Grabadores, Sa-
las Witcomb, Buenos Aires, October. Together with Maldonado, Edgar Bayley, Gyula Kosice, Rhod Rothfuss y Carmelo Arden Quin, she
was one of a group of young artists and writers who met at the Café Rubí at the corner of Avenidas Pueyrredon and Rivadavia in Buenos
Aires and who would create Arturo magazine the following year.
1944
She published her abstract drawings in Arturo magazine, April. According to Lidy, this project was partially financed with money provided
by her parents. She married Tomás Maldonado in Buenos Aires on March 11. Her family, which was opposed to the marriage, did not
attend the wedding, which, according to the couple’s colleagues and Lidy’s relatives, was a civil ceremony followed by a small reception.
The newlyweds travelled to Montevideo, Uruguay, where they met with Joaquín Torres García, from whom they bought a painting from
1943. The couple lived at first in the apartment of Maldonado’s parents at 2864 Rivadavia Avenue in front of the Plaza Once, and later at
272 Pozos Street, until Lidy’s parents rented them an apartment at 1170 Uriburu Street between Santa Fe and Arenales.
1945
Exhibition: Galería Comte directed by Ignacio Pirovano, Buenos Aires. Arden Quin, Maldonado, Manuel Espinosa, Kosice and Rothfuss
also participated. Although this exhibition appears in the gallery’s bulletin, some investigators have questioned whether it actually took
place.1 Nevertheless, work with the Prati archive has provided indications that the exhibition did take place. Lidy’s work, Objeto estético
[Aesthetic Object] (1945) (according to Lidy, later destroyed by her) appeared on the cover of Bayley’s Invención 2 magazine. Lidy, togeth-
er with Alfredo Hlito, Maldonado, Espinosa, Raúl Lozza and others, signed their names to the catalogue of the Salón Independiente, “in
support of the democratic principles demonstrated by the country’s intellectuals,” Buenos Aires, September. Together with Maldonado
(the group’s leader and theoretician), Bayley, Hlito, Lozza, Alberto Molenberg, Espinosa and others, she founded the Asociación Arte
Concreto-Invención. In November, Lidy participated in an exhibition at Maldonado’s studio at 1557 San José Street, Buenos Aires. Mal-
donado, Hlito, Enio Iommi and Claudio Girola also participated. Lidy created her first irregularly shaped paintings.
1946
Exhibition: Primera Exposición de la Asociación Arte Concreto-Invención, Salón Peuser, Buenos Aires, March 16 to April 3. Lidy signed the
Manifiesto Invencionista published in the exhibition catalogue, together with Bayley, Antonio Caraduje, Simón Contreras, Espinosa, Girola,
Hlito, Iommi, Rafael Lozza, Raúl Lozza, Rembrandt VD Lozza, Maldonado, Molenberg, Primaldo Mónaco, Oscar Núñez and Jorge
Souza. Juan Carlos Paz performed a dodecaphonic musical concert at the opening. Exhibition: Tercera exposición de pintura a cargo de la
Asociación Arte Concreto-Invención, Centro de Profesores Diplomados de Enseñanza Pública, Buenos Aires, opening September 5. Bayley,
Caraduje, Contreras, Espinosa, Hlito, Obdulio Landi, Raúl Lozza, Rembrandt VD Lozza, Maldonado, Molenberg, Monaco, Nuñez, Sou-
za and Matilde Werbin also participated. At the opening, Bayley presented his text, “Introducción al arte concreto.” Exhibition: Arte Con-
creto Invención, Sociedad Argentina de Artistas Plásticos, Galería de Artistas, Buenos Aires, October 11 to 23. Caraduje, Espinosa, Hlito,
Iommi, Lozza, Maldonado, Molenberg, Mónaco, Núñez, Souza, Juan Mele, Gregorio Vardánega and Virgilio Villalba also participated.
1 Cf., Gabriel Perez Barreiro, “Breaking the Frame,” in The Geometry of Hope, ed. Gabriel Perez Barreiro (Austin, Texas: Blanton
Museum of Art, 2007), pp.28-37.
195
At the opening, Raúl Lozza gave a talk on, “Lo inventivo como realidad concreta en el arte.” Prati’s work, Concreto [Concrete] (1945), was
reproduced in the first issue of Arte Concreto-Invención magazine, August.
1947
Prati participated in the encounters between the Concrete artists (Maldonado, Hlito, Iommi, Girola y Bayley) and various intel-
lectuals. These encounters took place at the Maldonados apartment at 1170 Uriburu Street. Exhibition: Arte Nuevo – Pintura
Joven, Salón Kraft, Buenos Aires, October 30 to November 1. Arden Quin, Blaszko, Del Prete, Espinosa, Girola, Hlito, Kosice,
Maldonado, Molenberg, Souza, Vardánega, Villalba and Yente among others, also participated.
1948
Meetings were held at Uriburu Street of the Concrete artists and students from the Architecture School (UBA), including H. Baliero, M.
Borthagaray, F. Bullrich, and E. Polledo, among others, who would later form the Organización de Arquitectura Moderna (OAM). Exhibi-
tion: Nuevas Realidades 48, Arte Abstracto, Concreto, No Figurativo, at Galería Van Riel, Buenos Aires, September 12 to 25. Prati exhibited
three works, Composición serial [Serial Composition] (1948), Sin título [Untitled] [cat. 102], and Concret A4 [Concrete A4] (1948). At the
closing, Ernesto N. Rogers read his text, “Ubicación del arte concreto.” Arden Quin, Blaszko, Del Prete, Espinosa, Fedullo, Girola, Hlito,
Iommi, Jannello, Maldonado, Mele, Molenberg, Mimó Mena, Rogers-Belgiojoso-Peressutti, Rothfuss, Souza, Vardánega, Villalba, Vain-
stein and Yente, among others, also participated. Prati exhibited the painting, Composición Serial [Serial Composition] (1948) in Galerías
Pacífico, Buenos Aires, October. The painting, Sin título [Untitled] [cat. 102], was published in the magazine Cahier Salon des réalités
nouvelles Nº 2,2 together with works by Espinosa, Fontana, Hlito, Iommi, Maldonado, Mele, Molenberg, Kosice, Rothfuss, Biedma, and
Laañ. Exhibition: Jose Mimó Mena y el grupo concreto invención de Buenos Aires, Taller Libre de Arte, Caracas, Venezuela, October 24. José
Mimó Mena, Jorge Souza, Juan Mele, Alfredo Hlito, Nélida de Souza and Juan Del Prete also participated. Lidy’s work, Concret A4 [Con-
crete A4] (1948) was published in the first issue of Ciclo magazine,3 edited by Aldo Pellegrini, Enrique Pichon-Rivière and Elías Piterbarg,
in which she translated Ernesto N. Rogers text, “Ubicación del arte concreto.”
1949
Exhibitions: Arte Concreto, Salto Bookstore, Milán, October 22 to November 4. Catalano, Del Prete, Espinosa, Girola, Hlito, Jannello,
Iommi, Maldonado, Mele, Molenberg and Vardánega also participated. 2do Salon Argentino de Arte No Figurativo, Abstracto, Concreto,
Madi – Madinemsor, Galería Van Riel, Buenos Aires, October 23 to 31. Prati exhibited two works, Concreta No. 2-B [Concrete No. 2-B]
(1948) and Estructura vibracional [Vibrational Structure] (1949). Arden Quin, Biedma, Blaszko, Bresler, Del Prete, Eitler, Fedulio, Hlito,
Iommi, Kosice, Laañ, Maldonado, Rothfuss, Souza, Villalba, Vainstein and Yente also participated.
1951
In January, Lidy participated in the Segundo Curso Internacional de Ferias Pro Arte Teresópolis organized by Koellreutter, where she acted as
teacher’s assistant to Tomás Maldonado in his courses on Concrete art and industrial design, in Terezopolis, Rio de Janeiro State, Brazil.
There she made contact with various critics, artists and musicians, including Mário Pedrosa, Geraldo De Barros, Abraham Palatnik,
and Ivan Serpa. [PHOTO 9] Exhibition: Arte Concreto. Exposición de pinturas, esculturas, dibujos. Enio Iommi, Tomás Maldonado, Lidy
Prati, Instituto de Arte Moderno, Buenos Aires, September. The Maldonados moved to a new apartment at Avenida Santa Fe 2656, and
they also lived for some time at Olinto Prati’s house on Julio Costa Street in San Isidro in the outskirts of Buenos Aires. Lidy painted the
works, Tensiones contrapuestas [Opposed Tensions] and Estructura vibracional desde un circulo, serie b [Vibrational Structure from a Circle,
Series B].
2 París (1948).
3 Buenos Aires (November/December 1948).
196
1952
Lidy and Tomás Maldonado separated. She continued to live in the apartment that they had shared at 2656 Santa Fe Avenue. She
traveled to Europe with her parents, visiting Italy, Switzerland and Paris, returning to Buenos Aires December 10. She studied graphic
arts and visited the painter Georges Vantongerloo in Paris. In Zürich she visited Max Bill and met with private Swiss art collectors. She
studied Renaissance painting at the Louvre and in Italy, where she also visited Gillo Dorfles and Ernesto N. Rogers; met the futurist
painter Giacomo Balla and was introduced to his work; and made contact with young painters in Rome, Florence and Venice, including
Piero Dorazio. Lidy told how when she visited the Vatican and saw Rafael’s painting, The Assumption and Coronation of the Virgin, her
father told her, “Questa e’ la pittura,” a comment that to Lidy meant that her father neither understood nor approved of her art. Exhibi-
tion: Grupo de Artistas Modernos de la Argentina. Pintura. Esculturas. Dibujos, Galería Viau, Buenos Aires, June. Exhibition: at Galería di Arti
Visivi, Roma, Italy.4
1953
Exhibitions: 2nd International Contemporary Art Exhibition, Galerie of Fine Arts, New Delhi, India, May 5 to 20. Prati exhibited two paint-
ings, Estructura vibracional no. 1 [Vibrational Structure No. 1] (1953) and Estructura vibracional no. 3 [Vibrational Structure No. 3] (1951).
Grupo de Artistas Modernos Argentinos, Museu de Arte Moderna, Rio de Janeiro, August. Acht argentijnse abstracten, Stedelijk Museum,
Amsterdam. Prati exhibited Tensiones contrapuestas [Opposed Tensions] (1948), Tensiones contrapuestas [Opposed Tensions] (1951), Es-
tructura vibracional desde un circulo serie b [Vibrational Structure from a Circle, Series B] (1951), and Vibracion a.10 [Vibration a.10] (1951).
Segunda Bienal de Sao Paulo, Museo de Arte Moderno, Sao Paulo, December. Prati exhibited two works, Referencia sensible de un espacio
definido [Sensitive Reference to a Defined Space] (1953) and Vibración al infinito [Vibration to Infinity] (1953).
1954
Individual exhibition and conference: Asociación Amigos de Ver y Estimar, Buenos Aires, opening on August 5. Exhibition: Pintura, escul-
tura, arquitectura, urbanismo, mueble, Galería Müller, Buenos Aires, September 20 to October 2. Lidy also designed the catalogue. Lidy
began divorce proceedings from Tomás Maldonado.
1955
Exhibition: Pintura, escultura, arquitectura, urbanismo, Gath y Chaves, Buenos Aires, October 28 to November 16. Lidy painted Homenaje
a Max Bill o Guatemala [Homage to Max Bill or Guatemala], Carré [Square] and Serie c + d Nº 10 [Series C + D No. 10].
As far as we know, Prati did not paint again after 1955, although she did continue to draw. Two series of drawings deserve special atten-
tion, a series of pastels and carbon paper from 1962/3, and a series of blue ballpoint pen on paper executed in 1982.
Beginning in the mid-1950s, Lidy worked as a graphic and layout designer. She worked on several projects with Amancio Williams’
architectural firm: designing New Year’s cards in 1954 and 1955; in 1966, working on the design, typography, and construction
oversight for the Bunge y Born stand at the 1966 annual exhibition of the Sociedad Rural Argentina, Buenos Aires. also designed
the graphic presentation for the 1969 annual exhibition of the Sociedad Rural Argentina, for the Junta Nacional de Carnes, and
for Celulosa Argentina, Buenos Aires. In 1972, she did the graphic design for the Argentine participation in the XXXVI Venice
Biennale. She did the graphic design and layout for several magazines between the 1950s and 1970s, including Mundo Argentino
(1955-1956) directed by Ernesto Sábato, Lyra (1956-8), and Artinf (1970). She also designed clothing and jewelry, participating in
an exhibition of jewelry at Galería Rubbers in 1963.
4 This exhibition is mentioned in “Lidy Prati, nuevas búsquedas a través del arte Concreto,” Paris en America, no. 29 (March
1954), pp. 36-38.
197
From 1949 to the end of the 1950s, Lidy volunteered at the Agrupación Nueva Música, led by Juan Carlos Paz, at first as secretary, and
later as vice president of the board.
In 1960, she travelled to Europe, visiting Norway, Denmark, Sweden, Germany, Belgium, Holland, Austria, England, Switzerland, Italy
and France.
After Olinto Prati’s death in 1964, the Prati’s were not able to sustain the family businesses, and after several years Lidy found herself in
precarious economic circumstances.
Presented by Delfina Gálvez de Williams and with a recommendation from Hernan Lavalle Cobo, Lidy worked at the Argentine Ministe-
rio de Relaciones Exteriores from 1971 to 2001, when she retired. Because of her knowledge of languages, in the 1980s she was secretary
to diplomatic directors of the Department of Western Europe, Fernando Petrella and then Vicente Berazategui. She also performed
purely administrative tasks in Ministerio, the area of personnel files. In 1980 she travelled to Tunisia as secretary to the Argentine Ambas-
sador to that country, Giménez.
From 1970 to 1974, Lidy worked as an art critic in magazines and on the radio. From 1970 to 1974, she was art critic on the program,
“La mujer y su mundo” [Woman and her World] on Radio Municipal. Lidy co-founded the art magazine, Artinf, together with Silvia de
Ambrosini, Odile Baron Supervielle and Germaine Derbecq. She was a member of the magazine’s editorial committee for the first four
issues, and wrote art criticism.
After 1960, Lidy had several psychiatric episodes. She was hospitalized at Hospital Pirovano in Buenos Aires in the early 1960s and she
suffered psychiatric problems in 1980 in Tunisia, where she was hospitalized at the San Agustin Clinic.
Lidy had profound friendships and collaborated professionally with a number of cultural figures, including the designer Fridl Loos (Lidy
wrote a text for the retrospective exhibition of Loos’ designs at the Centro Cultural Recoleta in 2000), the architect Amancio Williams and
his wife Delfina Gálvez de Williams, the composer Juan Carlos Paz, the writer Erneso Sábato (they worked together on Mundo Argentino
magazine), and the referents of Concrete art in Europe, Max Bill and Georges Vantongerloo.
198
Today’s Half Century, Albright-Knox Gallery, Buffalo, New York, March 3 to April 14. She exhibited the painting, Homenaje a Max Bill o
Guatemala [Homage to Max Bill or Guatemala] (1955).
1972 - Exhibition: Homenaje a Mondrian, Galería Lirolay, Buenos Aires.
1976 - Exhibition: Homenaje a la vanguardia del 40, Galería Arte Nuevo, Buenos Aires. Exhibition organized by Nelly Perazzo, based on
research she led as teacher at the Facultad de Filosofia y Letras in the 1970s.
1980 - Exhibition: Vanguardias de la década del 40, Arte Concreto – Invención, Arte Madi, Perceptismo, Museo Sivori, Buenos Aires,
curated by Nelly Perazzo.
1991 - Exhibitions: Arte Concreto-Invención-Arte Madi, Argentinien 1945-1960, Haus für Konstruktive und Konkrete Kunst, Zürich,
April to July. Organized by galerie Von Bartha. Arte Concreto Invención Arte Madi; peintures – sculptures 1945 1953, Galerie Lahu-
mière, Paris, September to October.
1992 - Exhibitions: Latin American Artists of the Twentieth Century, The Museum of Modern Art, New York. Itinerary: Estación
Plaza de Armas, Sevilla, Spain, Centre Georges Pompidou, Paris and Kunsthalle Museum Ludwig, Cologne, Germany. Ausserge-
wohnlichen Kunstlergruppen. Arte Concreto-Invención, Arte Madi, Galerie Michael, Darmstadt, February. Del constructivismo a la
geometría sensible, Feria de Arte de Buenos Aires – Harrods en el Arte, Buenos Aires, April to May. Le Sud est notre Nord. L’Art
latino-americain, Centre Georges Pompidou, Paris, October.
1994 - Art from Argentina 1920 1994, Museum of Modern Art, Oxford, England.
1995 – Exhibition: A cincuenta años de la Asociación Arte Concreto-Invención, Instituto Cultural Iberoamericano, Buenos Aires, July.
1996 - Exhibition: El Espíritu de la Colmena, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires. Lidy created a work, proposed by the artist Ines Bancalari.
2001 - Exhibition: Abstract Art from the Rio de la Plata, Buenos Aires and Montevideo, 1933 – 1953, The Americas Society, New York, Septem-
ber 11 to December 9.
2002 – 2003 - Exhibition: Arte Astratta Argentina, Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea, Bergamo, Italy, December to March 2003.
Itinerary: Fundación Proa, Buenos Aires, July to September 2003.
2004 - Exhibition: Utopía de la forma. Espinosa, Girola, Hlito, Iommi, Lozza, Maldonado, Mele, Prati, Galería Del Infinito, Buenos Aires, in-
auguración April 20. Lidy participated, together with Espinosa and Iommi, in a round table discussion in conjunction with the exhibition
moderated by Jorge López Anaya . Itinerary: Alejandra von Hartz Gallery, Miami, November to January 2005.
Select Bibliography
Benvenuto, Daniel, La Poética de la Industria: vida y obra de Francisco Prati. Buenos Aires: Editorial Fraterna, 1990.
Bertone, Carla, “Muchachas de Vanguardia” in Ramona Magazine, No. 62. Buenos Aires: July 18, 2006.
Escot, Laura, Tomás Maldonado: Itinerario de un Intelectual Técnico. Buenos Aires: Patricia Rizzo, 2007.
Garcia, Maria Amalia, “Cronología artística y biográfica” in ed. Siracusano, Gabriela, Mele, Buenos Aires: Fundación Mundo Nuevo, 2005.
Perazzo, Nelly,
- El Arte Concreto en la Argentina. Buenos Aires: Ediciones de Arte Gaglianone, 1983.
- Hlito (1923 – 1993). Buenos Aires: Centro Cultural Recoleta, 2003.
Battiti, Florencia and Rossi, Cristina, Biografía y bibliografía in ed. Pacheco, Marcelo, Arte Abstracto Argentino. Buenos Aires: Fundación
Proa, 2003.
Interviews
Prati, Lidy (interviews and frequent conversations, 2007 to 2008)
Bancalari, Ines; Blaszko, Martin; Benvenuto, Daniel; Benvenuto de Sojo, María Ángela; Borthagaray, Manuel; Bullrich, Francisco; Córdova,
Carmen; Fernandez Prati, Cristian; Gálvez de Williams, Delfina; Henríquez Ureña de Hlito, Sonia; Iommi, Enio; Kosice, Gyula; Kröpfl,
Francisco; Maldonado, Hector; Maldonado, Tomás; Martínez, Fernando; Melé, Juan; Méndez Mosquera, Carlos; Molenberg, Juan Alberto;
Müller de Polastri, Nora; Petrella, Fernando; Pinto, Felisa; Polastri, Eduardo; Polastri, Juan Alberto; Prati de Fernandez, Maria Victoria;
Prati, Leonardo; Prati, Maria Marta; Ragno, Mora; and Usinger, Owen.
199
Impreso y encuadernado en agosto de 2009
en La Stampa SA
Hipólito Yrigoyen 1189 2B-(C.A.B.A.)- Argentina
laestampa@ciudad.com.ar
200