Ensayo Integración
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Ensayo: Caso de estudio Quinta Monroy
Integración: Diseño y ambientación de espacios habitacionales
Por: Infante Krystal, Espinoza Alejandra y Trujillo Clausen
Este ensayo se propone a desarrollar de manera detallada un análisis visto desde aspectos como
el contexto del proyecto que lleva por nombre “La quinta Monroy”, antecedentes y el lenguaje
arquitectónico rescatado tras investigar. Este análisis busca no solo comprender la estructura
desde un punto de vista técnico, sino también hacer énfasis en la relevancia del proyecto como
un testimonio arquitectónico de la solución a una de tantas problemáticas frecuentes alrededor de
todo el mundo.
Antes que todo consideramos necesaria una introducción del proyecto abordando desde
quien diseñó el proyecto y porqué surge. La Quinta Monroy fue diseñada por el arquitecto
chileno Alejandro Aravena y su firma Elemental durante el año 2004, este proyecto de vivienda
social en Iquique, Chile, toma gran relevancia por su enfoque innovador al debatir y plantear
soluciones a problemas de espacio y recursos limitados. La idea principal del diseño se basa en el
concepto de incrementalidad dándole seguimiento al proporcionar una estructura que incluye las
necesidades básicas del ser humano y permitiendo una posible expansión y personalización en la
vivienda.
En el año 2002, Alejandro Aravena y su firma Elemental fueron contactados por el Programa
Chile-Barrio del gobierno de Chile, para trabajar en el campamento de Quinta Monroy ubicado
en el desierto chileno. Donde lo primero que debían tomar en cuenta era el sistema por medio
del cual la sociedad chilena había abordado la solución a la provisión de la vivienda.
El proyecto nace por la necesidad de radicar a 100 familias que por 30 años habían estado
ocupando ilegalmente un terreno de 0.5 hectáreas en el centro de la ciudad de Iquique, el
proyecto se enmarca dentro de lo que se llamó el programa de Vivienda Social Dinámica sin
Deuda también conocido como VSDsD y planteado debido al fuerte incremento abrupto en los
índices de pobreza por una crisis económica durante los años 90 en chile, el programa se enfocó
en personas sin capacidad de endeudamiento a quienes básicamente se les otorgó el equivalente a
US$7.500, lo que al día de hoy serían aproximadamente unos $5.250.000, esto para subsidiar los
costos de suelo, urbanización (redes de alcantarillado, agua, electricidad, etc.) y construcción de
“media vivienda buena” de 30 metros cuadrados con flexibilidad de ser ampliada lo cual debido
al escaso monto del subsidio imponía a los beneficiarios a ser ellos mismos quienes transformen
en el tiempo la mera solución habitacional en una vivienda digna, de esta imposición casi orden
surge el término dinámica en el nombre de programa.
Una vez que hemos explicado el proyecto y con el propósito de darle seguimiento creemos
apropiado desarrollar el mismo desde el ámbito contextual, manteniendo un carácter formal y de
igual modo continuando con un lenguaje referente al ámbito arquitectónico.
Iniciando por una breve recapitulación acerca de la región donde se desarrolló el proyecto de
Quinta Monroy, este se desarrolló en el centro de Iquique y respondió a las necesidades de
proveer soluciones habitacionales dignas a las familias que habitaban en condiciones precarias.
El enfoque del diseño y planificación se fundamentarón gracias a la comprensión integral del
contexto local, que a su vez atendió factores físicos, urbanos, históricos, sociales, económicos y
estéticos. El centro de Iquique cuenta con un clima árido, el cual cuenta con escasas
precipitaciones, temperaturas moderadas y alta exposición solar.
Pasando a la ejecución del proyecto, el terreno contaba con una superficie de 5,700 m2 y una
superficie construida de 3,620 m2, el proyecto tenía un costo restringido por ser una iniciativa de
vivienda social lo que llevó al proyecto a un diseño eficiente, en donde se consideraron las
necesidades familiares garantizando un modelo participativo de tal modo que se diseñaron
viviendas simples pero funcionales, recapitulando a los factores climáticos de la región de
Iquique, estos fueron tomados en cuenta al momento de determinar las decisiones constructivas
en la región, ya que la durabilidad y eficiencia de los materiales eran prioridad y es por ello que
se optó por materiales como el concreto, elementos prefabricados, hormigon armado y
carpinterías metálicas, los cuales fueron ideales, ya que estos resisten las condiciones climáticas
extremas de la región, por otra parte el suelo de la región contaba con una topografía plana y
compacta, lo cual facilitó la construcción y benefició económicamente, proporcionando una
buena disposición eficiente y ordenada de las viviendas.
Teniendo conocimiento previo del contexto del proyecto donde se señalan tanto aspectos como la
causa y el desarrollo del mismo, así como contextualización sobre la ubicación donde se realizó,
creemos pertinente el empezar a desglosar las observaciones desde un ámbito más formal con
respecto al lenguaje arquitectónico. La Quinta Monroy es un proyecto arquitectónico que destaca
por su enfoque flexible y sostenible que comenzó con dos formas clave de reducir los costos en
el plazo inmediato y, al mismo tiempo, crear oportunidades para que los residentes pudieran
hacer realidad sus aspiraciones de vivienda en un período de tiempo más prolongado.
Se proporcionaron dos tipos de diseños de casas, uno a nivel del suelo y otro en el piso superior,
que podían ampliarse en espacios asignados según lo permitieran los recursos de los residentes.
El proyecto se volvió un "Edificio Colectivo" en lugar de viviendas individuales y utilizó
técnicas de producción en masa formalizadas e impulsadas por contratistas para crear 13 bloques
que contienen 93 casas alrededor de cuatro patios. Estos bloques de poca altura y repetibles eran
"porosos" y estaban diseñados para que los residentes pudieran complementar la estructura
construida formalmente con extensiones construidas por ellos mismos. Lo que permite que el
proyecto se ajuste a las necesidades cambiantes de las familias, comenzando con un área de 30
metros cuadrados, que puede expandirse hasta 72 metros cuadrados mediante la adición de
módulos.
La distribución del espacio está cuidadosamente pensada para separar de forma clara las zonas
públicas y privadas, lo que facilita una circulación eficiente. Los materiales elegidos para la
construcción, como ladrillos de cemento, madera, vidrio, pintura y estuco, no sólo armonizan con
el entorno, sino que también han sido seleccionados para minimizar el impacto ambiental,
promoviendo una edificación energéticamente eficiente y responsable con el entorno.
Las fachadas y estructuras tienen un diseño simple pero efectivo, utilizando materiales que
pueden ser fácilmente modificados o ampliados por los propios habitantes, lo que permite que
cada vivienda evolucione conforme a las posibilidades económicas de sus ocupantes. Además,
los materiales seleccionados, aunque modestos en su apariencia, lograron crear un ambiente
cómodo y funcional para las familias, sin generar una sensación de precariedad. El uso de estos
materiales refleja una conciencia social y ecológica, optimizando los recursos disponibles y
contribuyendo a un modelo sostenible de urbanización.
Considerando la pregunta para realizar esta reflexión, creo que la vivienda en Tijuana gracias a
su creciente e incontrolado aumento de población se ha visto vulnerable a la llegada de
problemáticas socioeconómicas que radican en el desarrollo de la vivienda formal y digna en la
ciudad, creo que es notorio el gran contraste que existe entre las clases sociales en Tijuana
debido a la falta de planeación urbana y el hecho de que sigan apareciendo asentamientos
irregulares es una prueba de la inexistente organización y la poca contemplación de obvias
dificultades al ser una ciudad fronteriza con un país desarrollado.
Ahora si bien el proyecto Quinta Monroy surge como una respuesta a una problemática similar a
la que se vive en gran parte de la ciudad, pues se diseñó vivienda para un grupo de familias
quienes tomaron un terreno para habitar, pienso que de hecho la relación entre ambos casos
haciendo referencia a la vivienda en mi ciudad y al proyecto quinta monroy radica en la
respuesta ante la problemática de vivienda enfocada a la población con bajos recursos
económicos. Creo que la propuesta de generar vivienda que cumpla con las necesidades básicas
dejando posibilidad de ampliación a través de la autoconstrucción asistida es una solución que
podría dar respuesta a la problemática que se da en Tijuana, es por eso que considero que la
propuesta de la quinta monroy puede ser adaptable.
Infante Krystal:
Personalmente creo que es un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede ser una herramienta
para transformar realidades sociales complejas, lo que me impacta de este proyecto es la forma
en que, a través de un diseño modular y participativo, se logra no solo resolver una necesidad
básica de vivienda, sino también empoderar a las familias para que puedan personalizar y
ampliar sus hogares según sus propios recursos y necesidades.
Me parece un punto muy interesante como el permitir que las familias participen activamente en
el proceso de construcción y expansión de sus viviendas, logre fomentar un sentido de
pertenencia y cohesión social lo cual creo es fundamental para la estabilidad y el bienestar de la
comunidad. Es un enfoque que no solo da acceso a una vivienda digna, sino que también
promueve la autonomía y el protagonismo de los residentes en la construcción de su propio
futuro. Creo que este proyecto plantea una reflexión más amplia sobre cómo las políticas
públicas pueden usar la arquitectura para crear comunidades más inclusivas y sostenibles., al
centrarse no solo en la infraestructura, sino en las relaciones sociales y la dignidad humana.
Espinoza Alejandra:
En Tijuana, muchas familias viven en condiciones similares a las de las comunidades que habitan
en Quinta Monroy. La lección de Elemental de usar materiales simples y accesibles, junto con un
diseño flexible y expansivo, puede inspirar a replantearnos como ciudad cómo la
autoconstrucción y el apoyo social pueden ser herramientas clave para mejorar la calidad de vida
en zonas de alta demanda habitacional en nuestra ciudad.
Referencias:
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● Aravena, A. (2004). Quinta Monroy. Recuperado de
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https://www.archdaily.cl/cl/02-2794/quinta-monroy-elemental