Tema 1

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TEMA 1: LAS ECONOMIAS PRECAPITALISTAS T EL TRABAJO

1.1 CONTEXTO HISTORICO, ECONOMICO Y INSTITUCIONAL.

El Antiguo Régimen fue el sistema económico, social y político que predominó en Europa y
EE.UU. entre los siglos XVI y XVIII. Surgió tras el feudalismo y coexistió con el capitalismo
mercantil. Se caracterizó por una sociedad estamental (desigualdad civil), economía
señorial, crisis demográficas y monarquías absolutas.

A mediados del siglo XVII y XVIII, surgieron nuevas actividades económicas, creció la
burguesía y se difundieron las ideas de la Ilustración, lo que debilitó este sistema y preparó
el terreno para las revoluciones liberales-burguesas y la llegada del mundo moderno.

LAS ECONOMIAS AGRARIAS.

Las economías agrarias preindustriales, vigentes hasta el siglo XVIII, eran


predominantemente rurales, con entre el 80 y el 90% de la población dedicada a la
agricultura, que representaba el 75% de la producción total de bienes. Este sistema
económico estaba profundamente enraizado en el feudalismo, una estructura en la que la
mayor parte de la tierra no era de propiedad privada, sino que pertenecía a la nobleza, la
Iglesia o la Corona, y no podía venderse libremente. Las tierras estaban vinculadas a títulos
y solo una pequeña parte podía ser comprada o vendida.

El sistema señorial, clave en el feudalismo, dividía la tierra en señoríos territoriales,


compuestos por la reserva señorial (las tierras más productivas, trabajadas directamente
para el señor feudal) y los mansos, que eran pequeñas parcelas entregadas a campesinos.
Estos campesinos, algunos hombres libres y otros siervos, debían pagar tributos o realizar
trabajos para el señor, además de entregar parte de su cosecha. Los señores también
controlaban los principales servicios locales (como molinos y forjas), cobrando a los
campesinos por su uso. Además, los señores feudales gozaban de poder político y militar
en sus territorios, actuando como jueces, gobernantes y recaudadores de impuestos.

La agricultura preindustrial era tecnológicamente atrasada, de subsistencia, centrada en el


cultivo de cereales, con poco comercio y escasa especialización regional. La producción
ganadera era limitada, ya que la alimentación para el ganado dependía de recursos básicos,
como los pastos comunales y rastrojos. El sistema feudal provocaba que las producciones
fueran en gran parte autoconsumo. Las crisis de subsistencia eran comunes debido a malas
cosechas, lo que elevaba el precio de los productos básicos y generaba hambre,
desnutrición y protestas populares.

A nivel demográfico, el feudalismo mantuvo un ciclo de estancamiento poblacional, con


una alta tasa de mortalidad y baja esperanza de vida (alrededor de 45 años). La población
vivía en condiciones precarias: la subalimentación, la falta de higiene y los recursos
médicos limitados provocaban una elevada mortalidad, especialmente en los recién
nacidos. Aunque la natalidad era alta, las crisis recurrentes de subsistencia y las epidemias
impedían un crecimiento sostenido. Cada vez que la producción de alimentos no podía
satisfacer el aumento poblacional, se generaban crisis demográficas, que diezmaban la
población y mantenían el crecimiento en niveles muy bajos a largo plazo.

Este sistema feudal persistió hasta la llegada de la Revolución Industrial, cuando nuevas
formas de producción y relaciones sociales transformaron las economías y las estructuras
de poder, poniendo fin progresivamente al feudalismo.

1.2 EL ESCLAVISMO Y LA SERVIDUMBRE.

EL ESCLAVISMO.

El esclavismo fue el sistema básico de trabajo en la Edad Antigua, surgido en regiones con
baja densidad de población y gran necesidad de mano de obra, especialmente en la
agricultura. La esclavitud fue fundamental en imperios como el Babilonio, Persa, Grecia y
Roma, donde los propietarios de grandes tierras dependían de esclavos ante la falta de
trabajadores locales.

Los esclavos provenían de diversas fuentes, principalmente prisioneros de guerra, pero


también por nacimiento, deudas o delitos. Los esclavos eran propiedad absoluta de sus
dueños, aunque con el tiempo algunos derechos fueron limitados, como el derecho a
matarlos.

En Grecia, los esclavos pasaron de trabajos domésticos a agrícolas e industriales, siendo


vitales para su economía, aunque el sistema esclavista no dependía tanto de avances
técnicos como de la acumulación de mano de obra. En Roma, los esclavos trabajaban en
todas las actividades, desde la agricultura hasta las artes, pero la competencia de los
esclavos afectó negativamente a los trabajadores libres.

La crisis del esclavismo en el mundo antiguo se debió a varios factores: la devaluación del
trabajo libre frente al esclavo, la falta de calidad en el trabajo forzado, la escasez y el alto
costo de los esclavos al detenerse las conquistas militares. A medida que el Imperio
Romano se debilitaba, muchos esclavos agrícolas fueron liberados y convertidos en
colonos, lo que sentó las bases para el feudalismo posterior, donde los colonos quedaron
adscritos a la tierra bajo la protección de un señor.

LA SERVIDUMBRE COMO PRINCIPAL FORMA DE ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN EL


FEUDALISMO.

El feudalismo fue un sistema social y económico basado en la economía agraria, donde


gran parte de la población, especialmente los campesinos, estaba sujeta a los propietarios
de tierras o directamente a la tierra que trabajaban. Este sistema abarcó todos los niveles
de la sociedad, desde el económico hasta el político e institucional. Los campesinos,
conocidos como siervos, estaban vinculados a la tierra y al señor feudal, debiendo trabajar
para él y pagar rentas en especie o dinero.

El poder feudal se manifestaba en tres formas principales: posesión de la tierra (aunque no


de forma absoluta), control sobre los siervos, y señorío jurisdiccional, que daba al señor
autoridad sobre la justicia, impuestos y gobierno en su territorio. Los campesinos, siervos
de la gleba, no podían abandonar la tierra sin permiso del señor y estaban sujetos a
diversas obligaciones, incluyendo servicios militares.

El sistema feudal tuvo su apogeo entre los siglos XI y XIII, conocido como feudalismo pleno,
cuando los señores feudales consolidaron su poder sobre los siervos, quienes eran
completamente dependientes de ellos. La crisis del sistema comenzó a partir del siglo XIV,
debido a factores como la peste negra y las revueltas campesinas, que marcaron el inicio
de su declive. A medida que avanzaba la monetización de la economía, las rentas
comenzaron a pagarse en dinero, mejorando la situación de algunos siervos.

El declive del feudalismo continuó entre los siglos XVI y XVII, dando paso gradualmente a
relaciones capitalistas. Aunque la tierra seguía siendo la principal fuente de riqueza, el
crecimiento de las ciudades y el comercio empezó a transformar la estructura social. En las
ciudades, los siervos podían convertirse en ciudadanos libres si lograban huir y trabajar
durante un tiempo. A partir del siglo XIV, las ciudades se diferenciaron del campo, y aunque
interdependientes, el comercio y las actividades artesanales se consolidaron como rasgos
distintivos de la vida urbana.

EL ESCLAVISMO EN LA EDAD MODERNA.

Entre los siglos XVI y XVIII, la expansión europea liderada por potencias como España,
Portugal, Holanda, Gran Bretaña y Francia impulsó un comercio mundial. España explotó
América mediante saqueos y sometimiento indígena, mientras que Portugal creó enclaves
comerciales en África y Asia, financiados con metales preciosos americanos.

Debido a la muerte de indígenas por guerras, trabajo forzado y enfermedades, las colonias
recurrieron al tráfico de esclavos africanos, llevando unos veinte millones de africanos a
trabajar en plantaciones de azúcar, cacao, tabaco y algodón en América. El comercio
triangular conectaba Europa (manufacturas), África (esclavos) y América (productos
coloniales y metales), con Asia intercambiando tejidos y especias por plata americana.

A finales del siglo XVIII, el movimiento abolicionista ganó fuerza con el liberalismo. Gran
Bretaña abolió la esclavitud en 1833 y España lo hizo en sus colonias a finales del siglo XIX.

DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ESCLAVITUD Y SERVIDUMBRE.

Diferencias:
1. Condición legal:
o Esclavos: Eran propiedad de sus dueños, sin derechos legales.
o Siervos: Estaban vinculados a la tierra y no eran propiedad del señor.
2. Movilidad:
o Esclavos: Podían ser vendidos y trasladados.
o Siervos: No podían dejar la tierra sin permiso del señor.
3. Obligaciones laborales:
o Esclavos: Trabajaban sin remuneración y en cualquier actividad.
o Siervos: Debían realizar prestaciones de trabajo y podían cultivar su propia
tierra.
4. Libertad:
o Esclavos: Podían obtener libertad solo si el amo lo permitía.
o Siervos: Podían huir a una ciudad para obtener la libertad.
5. Contexto económico:
o Esclavos: Fueron fundamentales en las plantaciones coloniales.
o Siervos: Formaban parte de una economía feudal agrícola.
Semejanzas:
1. Dependencia: Ambos vivían en relaciones de subordinación, limitando su libertad
personal.
2. Hereditariedad: La condición de esclavo o siervo era hereditaria.
3. Control limitado: Carecían de control sobre sus vidas y el resultado de su trabajo.
4. Rol productivo: Eran esenciales para la producción agrícola en sus sociedades
1.3 EL TRABAJO MANUFRACTURERO PREINDUSTRIAL.

Las economías preindustriales en Europa, entre los siglos XI y XIV, eran mayoritariamente
rurales, pero comenzaron a revitalizarse con el resurgimiento de la actividad urbana tras la
caída del Imperio Romano. Aunque la agricultura predominaba, la producción
manufacturera fue ganando importancia a través de pequeños talleres familiares y la
creación de gremios que regulaban el trabajo. El sector de servicios, especialmente con la
participación de mujeres, también se consolidó en las ciudades, sentando así las bases para
la futura revolución industrial.

LOS GREMIOS.

Los gremios surgieron entre los siglos XI y XII como organizaciones profesionales que
agrupaban a artesanos de un mismo oficio, reguladas por las autoridades municipales.
Inicialmente voluntarios, su pertenencia se convirtió en obligatoria, lo que les otorgó un
monopolio en la producción y los llevó a defender sus intereses económicos. Su estructura
organizativa era tripartita, comprendiendo aprendices, oficiales y maestros, y la familia
jugaba un papel fundamental como unidad de producción.

Los gremios establecían normas para el acceso al oficio y controlaban la calidad de los
productos, buscando eliminar la competencia y mantener precios altos. A menudo, el
trabajo femenino era excluido formalmente, pero muchas mujeres participaban en tareas
auxiliares, lo que contribuía a la economía familiar.

La jerarquía gremial presentaba dificultades para la ascensión de los oficiales a maestros,


quienes enfrentaban una creciente regulación. Los maestros, que representaban la cúspide
del sistema, dependían también de comerciantes para materias primas y mercados. Las
tensiones entre maestros y oficiales eran comunes, debido a la retención de cartas de
trabajo y el endeudamiento de estos últimos.

Aunque los gremios cumplían un papel importante en la organización laboral, su influencia


comenzó a decaer en la edad moderna debido a cambios demográficos y al crecimiento de
una economía de mercado. La intervención del Estado absolutista buscó limitar su
independencia, y durante la Revolución Francesa, los gremios fueron abolidos en muchos
lugares, aunque algunos persistieron hasta el siglo XIX en ciertas regiones de Europa.
LA INDUSTRIA DOMESTICA: Putting out system al Domestic system.

El putting-out system fue una etapa intermedia en la transición de la producción gremial a la


fabril. Este sistema permitió a los comerciantes-fabricantes externalizar la producción a varios
maestros artesanos, estableciendo especificaciones y plazos, lo que facilitó la estandarización y
el control de la producción.

Este modelo se expandió al campo, donde comerciantes trasladaron la producción rural para
aprovechar costos laborales más bajos y evitar las regulaciones gremiales. Así, se produjo una
división del trabajo, donde el campo se dedicó a la manufactura de productos sencillos y el lujo
quedó reservado a las ciudades. Las familias rurales se convirtieron en mano de obra
autoexplotada, generando ingresos más bajos, pero permitiendo a los comerciantes acumular
capital y fomentar innovaciones.

Este fenómeno se desarrolló en un contexto de comercio en expansión y una economía


internacionalizada. La protoindustrialización se refiere al proceso donde muchas familias
rurales hicieron de la producción manufacturera su actividad principal, complementando sus
ingresos con el trabajo agrícola. Este modelo era sostenible solo si había suficiente producción
agrícola cercana para alimentar a la población creciente.

La industria doméstica fue clave para el crecimiento industrial en regiones como Alemania,
Francia y España hasta el siglo XIX. Este sistema, que explotó la mano de obra, especialmente
de mujeres y niños, fue fundamental antes de la llegada de la producción en serie y la
proletarización. A pesar de su carácter preindustrial, la manufactura doméstica mostró una
capacidad significativa para adaptarse y responder a las demandas del mercado, sentando las
bases para la industrialización posterior.

EL CAMINO HACIA LA FABRICA.

A partir del siglo XVI, la mayor amenaza para los gremios fue la industria que operaba fuera de
su control. Los comerciantes buscaban mano de obra barata y sin restricciones, lo que desplazó
a los gremios. La industria doméstica, inicialmente urbana, se trasladó al campo para evitar
regulaciones, y la manufactura comenzó a centralizar la producción en un solo lugar,
integrando varias fases del proceso y concentrando a los trabajadores.

La manufactura introdujo una mayor división del trabajo y permitió el uso de maquinaria más
costosa y avanzada, lo que aumentó la dependencia de los pequeños productores. Esto llevó a
la separación entre capital y trabajo, con empresarios controlando el proceso productivo. La
manufactura fue un paso importante hacia la industrialización moderna, especialmente en
áreas rurales, marcando el inicio del capitalismo industrial, con innovaciones organizativas y
técnicas que aumentaron la productividad.

En resumen, la transición al capitalismo en la manufactura implicó el surgimiento de industrias


domésticas rurales y manufacturas centralizadas, sentando las bases para la Revolución
Industrial.
1.4 FORMAS PREINDUSTRIALES DE RESISTENCIA.

Durante el régimen feudal en Europa, hubo frecuentes levantamientos populares contra la


explotación laboral y económica que sufría el campesinado bajo la servidumbre, sistema
impuesto por la nobleza y la Iglesia.
Las revueltas se centraron en tres áreas principales:
1. Motines antifiscales: Protestas contra los abusos en la recaudación de impuestos, que
agravaban la situación de los campesinos.
2. Revueltas anti quintas: Oposición a la conscripción forzosa de campesinos para servir
en los ejércitos de los señores o la monarquía.
3. Motines de subsistencia: Levantamientos provocados por la escasez de alimentos y las
duras condiciones de vida.
Estos movimientos reflejaron el descontento general del campesinado contra las injusticias
del sistema feudal.

LOS MOTINES DE SUBSISTENCIA O MOTIN DEL PAN

Las formas de enriquecimiento de la nobleza feudal se basaban en la explotación y la


desigualdad económica y jurídica. Aunque predominaba la sumisión, las protestas surgían
cuando factores sociales y políticos permitían una mayor conciencia crítica, como subidas
de precios, nuevos impuestos o el alojamiento de tropas. Las protestas no eran
desorganizadas ni "pre-políticas", sino que perseguían cambios económicos y sociales,
lideradas por campesinos enriquecidos y comerciantes que rechazaban los privilegios de la
nobleza. Estas revueltas buscaban frenar los abusos feudales, mitigar las cargas fiscales y
defender el bien común.

1.5 LA BENEFICIENCIA EN EL ANTIGUO REGIMEN.

LA IDEA DE POBREZA EN LA ESTAPA PREINDUSTRIAL.

La población trabajadora preindustrial vivía en una constante vulnerabilidad, donde la


pobreza era parte integral de la vida laboral. La condición pauperizable de estos
trabajadores se debía a varios factores como el ciclo demográfico familiar, crisis de
subsistencia y circunstancias imprevistas como enfermedades o fallecimientos. Las
mujeres, especialmente viudas, sufrían mayor precariedad debido a la discriminación
laboral y la falta de oportunidades.

La pobreza no siempre comprometía el estatus social si no afectaba la honestidad. Sin


embargo, desde el siglo XVI, se empezó a distinguir entre la "pobreza verdadera" (aceptada
socialmente) y la "pobreza falsa" (asociada a la depravación). La pobreza falsa, vinculada a
la mendicidad y vagabundeo, motivaba la represión y legislación punitiva, con instituciones
que aplicaban medidas duras para evitar que se convirtiera en una forma de vida. Esta
distinción reflejaba el miedo al desorden social y moral, afectando a quienes no encajaban
en la estructura comunitaria de la época.
SISTEMA BENEFICO ASISTENCIAL

El sistema benéfico asistencial en sociedades preindustriales se organizó mediante diversas


instituciones urbanas y rurales, que ofrecían asistencia formal, con raíces que datan del
medievo y un desarrollo significativo en el siglo XVIII, influenciado por la ilustración. Las
principales instituciones eran los hospitales generales, que surgieron en los siglos XIV y XV,
encargados de asistir a enfermos pobres, expósitos y dementes, bajo la gestión del
municipio y la iglesia, y las casas de misericordia, que brindaban apoyo a ancianos, niños
desamparados y contenían a vagabundos.

Las hermandades y cofradías ayudaban a sus miembros en enfermedades y funerales, con


acceso limitado por requisitos económicos, beneficiando principalmente a la población
trabajadora. Se diferenciaban entre pobres "notorios", conocidos en la comunidad, y
pobres "vergonzantes", que recibían apoyo de forma discreta por prejuicios sociales.

Además, existían organizaciones parroquiales que apoyaban a los pobres y legados


testamentarios que financiaban iniciativas para hospitales y escuelas. En resumen, el
sistema asistencial respondía a las necesidades de la población, promoviendo la caridad y
el patronazgo, y ofrecía dignidad y apoyo a los más vulnerables.

El sistema benéfico-asistencial preindustrial tenía varios rasgos clave:


1. Objetivo: No buscaba erradicar la pobreza, sino mitigar sus efectos más severos y
apoyar a quienes estaban en situaciones extremas.
2. Responsabilidad: Las instituciones benéficas tenían una administración múltiple, con
una fuerte influencia de la Iglesia, que colaboraba con los poderes públicos y grupos de
notables.
3. Ambivalencia: Muchas instituciones combinaban socorro y represión, imponiendo
control sobre los beneficiarios, como en el caso de los asilos.
4. Difusión y falta de especificidad: El sistema era difuso, con múltiples instituciones y
responsabilidades, lo que dificultaba su gestión.
5. Estigmas sociales: Los trabajadores a menudo evitaban las instituciones que
comprometían su honor social, acudiendo a ellas solo como último recurso.
6. Redes comunitarias: Existían formas de asistencia más personalizadas a través de la
familia y la vecindad, que preservaban la dignidad de los beneficiarios.
En resumen, el sistema ofrecía asistencia en situaciones críticas, pero frecuentemente
perpetuaba estigmas y control social.

LAS MANUFRACTURAS REALES.


Durante la crisis de la Baja Edad Media, las monarquías, con apoyo de las burguesías
urbanas, consolidaron su poder sobre el sistema feudal y crearon los primeros estados
modernos, controlando ámbitos como el judicial, fiscal y militar. Esto dio lugar al
mercantilismo, una teoría que vinculaba el poder del monarca con la riqueza del país,
protegiendo la economía nacional de la competencia externa.
El mercantilismo impulsó la creación de manufacturas, destacando el "colbertismo" en
Francia, que fomentó la industria mediante aranceles y regulaciones. Estas manufacturas, a
menudo descentralizadas y sostenidas por trabajadores rurales bajo estricta disciplina,
ofrecían exenciones fiscales. Sin embargo, el sistema resultó ineficiente y no aprovechó
bien los recursos.
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