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EL CAIMAN

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EL CAIMAN

Los caimanes son cocodrilos, o grandes reptiles depredadores


semiacuáticos, que se solo se encuentran en América Central y América
del Sur. Hay seis especies diferentes, todas pertenecientes a la familia
Aligatorina, que también incluye al cocodrilo americano. Ampliamente
distribuido por toda la cuenca del río Amazonas, el Caimán Negro
(Melanosuchus niger) es la especie de caimán más grande, y puede
alcanzar hasta 15 pies desde la cola hasta el hocico [1]. Dada su
preferencia por habitar ambientes húmedos, se pueden encontrar en
gran parte de la cuenca del Amazonas a través de Brasil y sus países
limítrofes.

Hábitat

Los Caimanes Negros se pueden encontrar a lo largo de las riberas de


los ríos y arroyos, pero especialmente prosperan en lagos de llanuras
aluviales, humedales y otros hábitats inundados con una cubierta
vegetal denso [2]. Su preferencia por corrientes lentas a veces los
superpone con el hábitat preferido de otra especie, el Caimán de
Anteojos (Caiman crocodilus), generando competencia entre las dos
especies por el hábitat y la comida [3].

Dieta y comportamiento

Los caimanes son consumidores oportunistas de dietas amplias. Los


Caimanes Negros jóvenes comen principalmente insectos y crustáceos,
pero a medida que crecen y aumenta la extensión de su mandíbula, su
dieta hace espacio para incluir vertebrados terrestres, caracoles y peces
[3].

Como todos los demás miembros de Alligatoridae, los caimanes hembras


construyen nidos en montículos dentro de los que ponen un promedio de
39 huevos en un puñado [2]. Se ponen tantos huevos porque no todos
tendrán la oportunidad de nacer. Un estudio realizado en Ecuador sugirió
que, en algunas áreas, la mayor amenaza a los huevos de Caimán Negro
son las inundaciones y no la depredación [4]. Para los caimanes (y
muchos otros animales que ponen huevos), la estrategia evolutiva de
producir una gran cantidad de huevos asegura que, a pesar de los
elevados riesgos de mortalidad embrionaria, al menos varias crías
sobrevivirán hasta llegar a ser adultos.
Amenazas

La caza furtiva de la piel de Caimán Negro ocurrida entre 1940 y 1970


causó tal disminución de la población durante la segunda mitad del siglo
XX, que la especie fue clasificada como en peligro de extinción [5].
Cuando disminuyó el tamaño de la cosecha del Caimán Negro, los
cazadores se cambiaron al caimán de anteojos [6]. La disminución de la
demanda mundial de pieles y las acciones de protección de la CITES
(Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora Silvestres) ha permitido que la población de caimanes
se recupere – todas las especies figuran ahora como de “menos
preocupación” según la UICN, aunque la designación depende de la
aplicación de las listas CITES. Estas especies fueron, en parte, capaces
de recuperarse debido a que el hábitat remoto e inaccesible en la
cuenca del Amazonas le proporcionó un refugio de la caza ilegal. Por
esta razón y muchas otras, proteger las franjas restantes del Amazonas
es crucial para la preservación de la vida silvestre.

Importancia ecológica

Los caimanes y otros depredadores superiores tienden a bioacumular*


toxinas en sus tejidos al consumir una gran cantidad de presas que
contienen cierto grado de exposición. Por lo tanto, tienen el potencial de
ser un reflejo de su medio ambiente. Un estudio reciente del 2015
demostró que las placas óseas de caimanes, que están hechas de
queratina, reflejan con precisión la exposición ambiental a toxinas
provenientes de metales pesados como el mercurio [7]. Esto presenta un
método no-invasivo para cuantificar la bioacumulación de un
contaminante en caimanes por aguas contaminadas.

En Florida compartimos nuestro ambiente con un reptil enorme, el


caimán americano (Alligator mississipiensis). Caimanes y humanos
interactúan frecuentemente debido al aumento drástico de la población
humana; esto ha incrementado la posibilidad de conflicto. Entender
dónde habitan los caimanes, cómo se comportan, y qué podemos hacer
para evitar conflictos es vital para poder compartir nuestro espacio de
forma segura (Imagen 1).
Imagen 1. Un caimán americano.
Créditos: UF/IFAS

¿Cuál es la historia natural de los caimanes?

Los caimanes americanos han sobrevivido al paso del tiempo; la familia


Alligatoridae apareció hace 35 millones de años. Hoy solo existen dos
especies de Alligator sp. en el mundo, el caimán americano (Alligator
mississippiensis) y el caimán chino (Alligator sinensis). Pensamos que el
nombre “alligator” se origina del nombre español “el lagarto” que
eventualmente fue cambiado a “aligarto” y luego “alligator” por los
colonizadores ingleses.

Además del caimán americano, el caimán de anteojos (Caiman


crocodilus) y el cocodrilo americano también viven en Florida. La familia
Alligatoridae incluye cinco especies de caimanes que son nativas de
Centroamérica y Sudamérica. Los caimanes de anteojos, los cuales son
más pequeños que los caimanes americanos, se han establecido en el
sur de Florida. Se cree que esto es el resultado de las personas que
liberan mascotas en la naturaleza. Los cocodrilos americanos son parte
de la familia Crocodylidae y son nativos de Florida. Los caimanes
prefieren el agua dulce mientras que los cocodrilos se encuentran
exclusivamente en las aguas costeras marinas y salobres del extremo
sur de Florida. Los cocodrilos – una especie en peligro de extinción– son
mucho menos abundantes y tienden a ser más tímidos que los
caimanes. Por eso, es más probable que haya conflictos entre humanos
y caimanes que con cocodrilos. La distribución histórica de los caimanes
se extendía desde el sur de Virginia hasta los Cayos de Florida, al oeste
hasta el Río Grande y hasta el sur de Oklahoma. Hoy, los caimanes
americanos viven en el sudeste de los Estados Unidos, desde las
Carolinas hasta Texas y al norte hasta Arkansas (Imagen 2). Las
poblaciones de caimanes más grandes se encuentran en Florida, en el
sur de Georgia y en Luisiana.

Imagen 2. El rango de distribución del caimán americano (donde viven)


en el sudeste de los Estados Unidos (área anaranjada, o área
sombreada, en el mapa).
Créditos: Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida

Los caimanes son comunes en cualquier lugar donde haya agua


incluyendo lagos, estanques, ríos, humedales, pantanos y canales
artificiales. Aunque viven casi exclusivamente en agua dulce, también se
han observado en aguas salobres y aguas marinas. Los caimanes tienen
un gran impacto ecológico por ser depredadores y porque a menudo
excavan o se revuelcan para crear “agujeros de caimanes” que retienen
agua durante los periodos secos. Los agujeros de caimanes son una
característica importante en los Envergadles porque a menudo son los
únicos lugares donde se encuentra agua durante la época seca y
proporcionan un hábitat crítico para peces y otros animales. Estos
agujeros también aseguran que haya un suministro continuo de
alimentos para los caimanes. Estos agujeros son tan importantes que los
ecólogos consideran al caimán una “especie clave” porque sus acciones
crean hábitat para muchas otras especies. Además de los agujeros, a
veces cavan madrigueras en las orillas de los arroyos las cuales ocupan
todo el año, pero son particularmente importantes durante el invierno
para protegerse del frío.

¿Qué comen los caimanes?

Los caimanes cazan principalmente al anochecer o durante la noche.


Yacen inmóviles a la espera de presas. Su selección de presas parece
estar fundamentalmente determinada por el tamaño. La dieta de un
caimán depende de lo que tenga disponible, como por ejemplo peces,
ranas, aves, tortugas, insectos, serpientes, mamíferos pequeños, otros
caimanes, venados de cola blanca, cerdos salvajes y, a veces, incluso
mascotas. Por lo general, tragan a sus presas enteras después de que
las atrapan. Los caimanes tienen mandíbulas extremadamente
poderosas que pueden aplastar caparazones de tortugas y huesos de
mamíferos pequeños. Tienen una adaptación en la garganta que les
permite capturar presas bajo el agua sin que les entre agua en sus vías
respiratorias.

Cuando las presas son demasiado grandes para ser tragadas enteras
(como los venados y cerdos salvajes), el caimán las guardas sumergidas
bajo el agua mientras espera que se descompongan. Una vez esté lo
suficientemente suave la consume por pedazos. Sus dientes no son
afilados como los de linces o lobos, son chatos porque están diseñados
para aplastar y agarrar fuerte a las presas.

¿Cómo se mueven los caimanes?

Todos los caimanes y cocodrilos tienen adaptaciones en los hombros, la


pelvis y la columna que les permiten nadar y caminar. Los caimanes
mueven su cola musculosa de lado a lado (ondulaciones laterales) para
impulsarse por el agua. Además, tienen patas parcialmente palmeadas
que también les ayudan a moverse en el agua. Aunque los cocodrilos
han sido documentados nadando a velocidades de 10 mph (16 km/h), no
hay una respuesta definitiva sobre qué tan rápido pueden nadar. Los
caimanes pueden caminar rápido en la tierra y son capaces de correr a
velocidades de 7,5 a 9 mph (12 a 14,5 km/h) por distancias cortas. Las
velocidades en que los caimanes pueden moverse los hacen
potencialmente peligrosos tanto en el agua como en la tierra.

¿Cómo se reproducen los caimanes?

La temporada de apareamiento de los caimanes ocurre de mediados de


abril hasta finales de mayo. Los machos golpean sus cabezas contra el
agua y producen un bramido profundo y retumbante para atraer a las
hembras. Cuando se forma una pareja de hembra-macho, nadan juntos,
se tocan hocicos y hacen burbujas. El apareamiento se lleva a cabo en el
agua y cuando se completa, el macho se dispersa y la hembra se queda
en busca de un lugar para construir su nido.

Las hembras construyen nidos en lugares protegidos alrededor de o en


el agua; amontonan vegetación, palos, hojas, y barro para construir sus
nidos (Imagen 3). Ellas usan todo su cuerpo durante la construcción del
nido: el cuerpo y la cola para despejar el área, las mandíbulas para
recoger y arrastrar vegetación, y las patas traseras cavan el hueco en el
montículo para los huevos. Después de completar el nido, la hembra
deposita de 20 a 50 huevos y los cubre con más vegetación para
incubarlos. La hembra mueve la vegetación para mantener los huevos a
una temperatura constante. Ellas se mantienen cerca del nido durante la
incubación y lo defienden de depredadores como los mapaches. Los
nidos de caimán nunca deben ser rodeados; las hembras pueden ser
agresivas con los humanos y a menudo sisean y pueden llegar a atacar
si sienten que su nido es amenazado.
Imagen 3. Un nido de caimán americano (grama seca). ¿Ves a la madre
caimán protegiendo su nido? (En la foto ella está hacia el lado superior
del nido).
Créditos: UF/IFAS

Los huevos de caimán se incuban por aproximadamente 65 días.


Durante este tiempo, los embriones de caimán se desarrollan y el sexo
es determinado por la temperatura de incubación. Una temperatura de
30°C (86°F) o menos produce hembras y una temperatura de 33°C
(91,4°F) o más, produce machos. Entre esas temperaturas, a 32°C
(89,6°F), hay una oportunidad de 50% de obtener hembras y 50% de
obtener machos.

Las crías (Imagen 4) gimen cuando la incubación ha finalizado y están


listas para eclosionar (salir de sus huevos). Cuando algunas crías
empiezan a gemir, estimulan a las otras crías a hacer lo mismo; esto le
indica a la hembra que los huevos están a punto de eclosionar para que
la madre abra el nido con cuidado. Las crías tienen un diente en la punta
del hocico que usan para romper su huevo coriáceo. Este diente se
conoce como el diente de huevo y se cae después de unos días. La
madre caimán también puede ayudar a sus crías a eclosionar usando su
boca. Ellas ruedan los huevos entre su lengua y su paladar; esto ayuda a
asegurar que todos los huevos eclosionen a la misma vez.

Imagen
4. Crías de caimán americano (bebés/juveniles). Las rayas amarillas
funcionan como camuflaje temporal que los ayuda a confundirse con la
vegetación. Las crías eclosionan en agosto y septiembre en Florida y a
menudo permanecen cerca del área del nido por varios años. Por lo
general, las crías tienen de 6-8 pulgadas (15-20 cm) de largo.
Créditos: UF/IFAS

¿Cómo puedo estar seguro alrededor de los caimanes?

Los caimanes y los floridanos por lo general tienen una convivencia


tranquila, pero lamentablemente ha habido reportes de ataques,
algunos fatales. Mantenerse alerta sobre la presencia de caimanes es
clave para mantenernos seguros. Nunca alimente a los caimanes, ni
entre en aguas donde es probable que haya caimanes grandes,
especialmente al anochecer o de noche (cuando normalmente se
alimentan). Es ilegal alimentarlos. Cuando los humanos los alimentan,
ellos pierden su miedo [natural] a los humanos y asocian a los humanos
con la comida. No importa si los están alimentando con comida humana
(como malvaviscos) o con tripas de pescado, este tipo de actividad tiene
el potencial de modificar el comportamiento del caimán negativamente.

Normalmente los caimanes evitan a los humanos, pero los caimanes que
han sido alimentados por humanos pueden sentirse más cómodos y
volverse agresivos. Estos caimanes son peligrosos y deben ser
reportados a la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de
Florida.

Es importante mantener a niños y mascotas alejados de la orilla de


aguas donde sea probable que haya caimanes. No permita que los
perros naden o exploren aguas que tienen caimanes porque los perros
pueden parecer presas para los caimanes. Hay muchos más ataques de
caimanes a perros que a humanos. Los caimanes seleccionan sus presas
basándose mayormente en su tamaño y no necesariamente las
distinguen como animales específicos

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