Capitulo_8_Los_economistas_en_el_gobiern
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lítica económica en equilibrios cambiantes de acuerdo a las circunstancias,
experimentaron desarrollos institucionales intensos. Poco a poco, los eco-
nomistas fueron ingresando a estas instituciones. Como se verá, a medida
que ganaron influencia política, los economistas fueron contribuyendo a
transformarlas. Al cabo de medio siglo de desarrollo institucional, el país
cuenta con tres estructuras política y técnicamente potentes, que contribu-
yen decisivamente a que, con independencia del signo ideológico del elenco
de gobierno, la política económica se maneje profesionalmente.
Tanto la opp como el bcu, en el contexto de la conmemoración de sus
cincuenta años de instalación, han merecido la atención de distintos equi-
pos de investigación. Bértola y sus colaboradores (2018), siguiendo la huella
de algunos trabajos previos (Garcé, 2002, 2014; Álvarez, 2008), ofrecieron
una reconstrucción de la dinámica reciente de la opp. Otros dos equipos
trabajaron sobre la evolución del bcu desde su fundación hasta el 2017.3
Gracias a estos esfuerzos disponemos de un panorama global de dos de las
tres instituciones que inciden directamente en la política económica. Sin
embargo, hasta la fecha, no hay estudios sistemáticos sobre el desarrollo del
mef. Este capítulo se apoya en la acumulación anterior, pero pone especial
énfasis en la reconstrucción de la dinámica institucional del mef.
Hay muchas maneras de narrar una historia. Hemos privilegiado una
dimensión específica. Nos interesó especialmente entender de qué modo
fueron ingresando economistas en estas instituciones y de qué manera se
fueron conformando las oficinas técnicas en las que los economistas se han
ido desempeñando. Este énfasis no es novedoso. A partir de la década del
noventa del siglo xx, en el marco de un creciente interés por el papel de los
expertos en las élites en el gobierno se fue acumulando una literatura po-
tente acerca de las razones globales y peculiaridades locales del ascenso de
los economistas.4 Como se verá, decidimos reservar el término economista
para denotar a personas que han cursado estudios universitarios en Econo-
mía, ya sea de grado o posgrado.5
3 Uno de los equipos estuvo integrado por Ariel Banda, Julio de Brun, Gabriel Oddone
y Juan Andrés Moraes. El otro por Silvana Harriet (coordinadora), Adolfo Garcé, Ni-
colás Posé y Milton Torreli.
4 El mejor libro sobre los desafíos contemporáneos de la tecnocracia a escala global
es Bertsou y Caramani (2020). Sobre expertos y política en América Latina hay mu-
cha bibliografía, desde Drake (1989) a Dargent (2015), pasando por Centeno y Silva
(1998) y Montecinos y Markoff (2016). Un repaso muy ordenado de la literatura la-
tinoamericana sobre el tema, con breves pero provocativos estudios de caso, puede
leerse en Estrada Álvarez y Puello-Socarrás (2005).
5 Cualquier historia de los especialistas en Economía no titulados, es decir, previos a la
fundación de la fcea y a la institucionalización de esta disciplina, debe incluir algu-
nos nombres que tuvieron especial destaque en la cátedra o la gestión pública. Entre
ellos cabe mencionar a Carlos de Castro (primer catedrático de Economía Política en
la Facultad de Derecho), Eduardo Acevedo Vásquez (catedrático de Economía Políti-
ca, rector, ministro), Eduardo Acevedo Álvarez (otro funcionario fundamental, hijo
del anterior), Pedro Cosio (figura clave en el «primer» batllismo), Gabriel Terra (cate-
drático de Economía Política, ministro, presidente) y Julio Martínez Lamas (determi-
nante en el desarrollo de las estadísticas económicas, autor de Riqueza y pobreza en el
Uruguay, único denominado economista por Arturo Scarone en su detalladísima obra
Uruguayos contemporáneos).
6 En la última página de The general theory of employment, interest and money, escribió
John Maynard Keynes: «the ideas of economists and political philosophers, both when
they are right and when they are wrong, are more powerful than is commonly unders-
tood» (Keynes, 2013[1936], p. 383).
8 En el avance del liberalismo es clave el cambio ideológico que empieza a ocurrir den-
tro del Partido Colorado, que había sido el baluarte del «dirigismo». Jorge Batlle y
Francisco Forteza juegan un papel especialmente relevante. Junto a ellos, Alejandro
Végh Villegas y Ted Beza componen los nodos fundamentales de la red informal que
propició el avance del liberalismo económico en los gobiernos de fines de los sesenta
y comienzos de los setenta. El papel de Jorge Batlle ha sido señalado muy frecuente-
mente. Él ya era muy crítico del «dirigismo» y del proteccionismo a comienzos de
los cincuenta. Sin embargo, consolidó su visión y la profundizó gracias su contacto
familiar con la élite empresarial argentina. Gracias a su suegro, el industrial argenti-
no Raúl Lamuraglia, Jorge Batlle tuvo contacto durante la década del cincuenta con
economistas liberales argentinos de primer nivel. Además, en 1957, en el campo de
su suegro, Batlle pudo conversar largamente sobre temas económicos nada menos
que con Von Hakey, que había sido invitado a dictar conferencias (Rodríguez Metral,
2017, pp. 71-73). Hay muy poca información sobre Sterie T. Beza. Era norteamericano
y trabajó entre 1961 y 1994 en el Departamento del Hemisferio Occidental del fmi.
9 Francisco Forteza fue subsecretario del Ministerio de Hacienda entre 1967 y 1970.
Según recuerda Steneri, «hacía unas grandes cenas en su casa y reunía gente para dis-
cutir de economía» (entrevista realizada el 1.o de junio de 2020). En 1972, al comienzo
de la presidencia de Juan María Bordaberry, asumió la titularidad del mef hasta la
ruptura de la 15 con el presidente.
«¿Qué es un economista?»
A comienzos de los setenta se verificó un punto de inflexión en la trayecto-
ria de los economistas. Por un lado, aumentó la oferta: comenzaron a egre-
sar los primeros licenciados en Economía del plan de estudios de 1966, que
diferenció claramente, por primera vez, las carreras de economista y de con-
tador. Por el otro, empezó lentamente a aumentar la demanda: fueron cam-
biando algunas estructuras del Estado, reflejando la creciente preocupación
por la modernización de la gestión pública de la élite dirigente. Cancillería
y opp fueron las dos instituciones que alojaron a los primeros economistas.
El año 1971 es un momento clave. El 19 de agosto, Carlos Steneri, Isi-
doro Hodara, Waldemar Sarli y Alfredo Echegaray se graduaron con una
tesis sobre Plusvalía agropecuaria del Uruguay 1930-1954.10 Según recuerda
Steneri, contaron con el apoyo para esta investigación del Departamento de
Investigaciones Económicas del bcu, que había pasado desde el Banco de
la República Oriental del Uruguay (brou) a la nueva institución. No había
calculadoras: «Todos los cálculos los hicimos a mano, lápiz Faber y goma de
pan».11 El 30 de setiembre fue el turno de Jorge Caumont y Heber Camelo.
Pero ninguno de los seis primeros economistas del plan 1966 tenía un hori-
zonte laboral claro.
Muchos jerarcas de la época no tenían todavía un conocimiento cabal
sobre la profesión de economista. Así lo recuerda Caumont:
En 1972 Bordaberry designó a Ricardo Zerbino y Alberto Bensión como
director y subdirector respectivamente de la opp. Bensión había sido profe-
sor nuestro en la facultad, así que ingresé a opp. A mediados de año asume
el contador Moisés Cohen en sustitución de Zerbino. Al hacer la recorrida
por la oficina nos presentamos y le dije que era economista. Me dijo: «¿Qué
es un economista?». Le expliqué y, de paso, le recomendé a Steneri.12
En la Caja de Profesionales no tenían información sobre la nueva carre-
ra. Dijo Steneri:
15 Idem.
16 Entrevista a Isidoro Hodara, realizada el 11 de junio de 2020.
12
10
8
6 6
6 5
4
4 3 3
2 2 2 2
2 1 1 1
0
0
1970-1979 1980-1989 1990-1999 2000-2009 2010-2019
46 Idem.
Conclusiones
Desde 1970, cuando el Ministerio de Hacienda pasó a denominarse Minis-
terio de Economía y Finanzas, hasta el presente, pasó medio siglo. Durante
esas cinco décadas, el mef cambió mucho. Su influencia creció y se potenció
técnicamente. La opp y el bcu, las otras dos instituciones que comparten
con el mef la gestión de la política económica y que habían sido crea-
das en la reforma constitucional de 1967, también experimentaron cam-
bios relevantes. Cuando se mira el proceso de forma global, la conclusión
que se impone es sencilla y poco controvertible: la capacidad técnica del
Estado uruguayo en lo que refiere al gobierno de la economía ha crecido
sensiblemente.
La dinámica de las tres instituciones es inseparable de dos grandes in-
fluencias doctrinarias que, a su vez, guardan estrecha relación con procesos
ideológicos transnacionales. La conversión del Ministerio de Hacienda en
Ministerio de Economía y Finanzas, la creación del bcu como escisión del
brou y la incorporación de la cide al entramado institucional con el nom-
bre de opp tienen como antecedente inmediato la tarea de planificación del
desarrollo que se plasmó en el pndes, en el contexto de apogeo del desarro-
llismo cepalino en la región. Sin embargo, la dinámica institucional ulterior,
especialmente a partir de la década del noventa, no puede desvincularse del
giro hacia el liberalismo económico. No deja de ser una paradoja: las tres
instituciones, pese a su designio desarrollista inicial, terminaron jugando
un papel clave en la liberalización económica posterior.
La evolución institucional del mef, el bcu y la opp es muy difícil de ex-
plicar sin dar cuenta, a la vez, del despegue de la economía como disciplina.
Hemos pasado del tiempo de los economistas vocacionales al de los profe-
sionales, de los autodidactas a los formados en procesos universitarios exi-
gentes. Hemos pasado de una época en la que había información escasa y
de mala calidad sobre la dinámica económica a la construcción de datos
sistemáticos por parte de instituciones confiables. Hemos pasado de una
gestión económica autorreferida, provinciana, escasamente conectada con
los debates internacionales, a procesos decisorios globalizados. Hemos pa-
sado del tiempo de los emprendedores aislados (José Serrato, Juan Eduardo
Referencias bibliográficas
Álvarez, T. (2008). Descripción y análisis de la evolución de la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto. Monografía final de la Licenciatura en Ciencia Política. Montevideo: Fa-
cultad de Ciencias Sociales, Udelar.
Entrevistas realizadas
Ricardo Zerbino (11/10/2019); Luis Mosca (11/11/2019); Javier de Haedo
(21/11/2019); Carlos Steneri (1/6/2020); Titina Batista (10/06/2020); Mario Ber-
gara (10/06/2020); Isaac Alfie (11/06/2020); Isidoro Hodara (11/06/2020); Juan Ig-
nacio García Peluffo (22/06/2020); Gustavo Licandro (24/06/2020); Ariel Davrieux
(3/07/2020); Danilo Astori (14/09/2020); Jorge Caumont (16/09/ 2020); Conrado
Hughes (22/09/2020); Julio de Brun (23/09/2020); Alejandro Ramos (23/09/2020);
Kenneth Coates (24/09/2020); Humberto Capote (25/09/2020); Fernando Lorenzo
(5/10/2020); Gabriel Oddone (5/11/2020).