"Las Intenciones Del Tío Sam" de Noam Chomsky
"Las Intenciones Del Tío Sam" de Noam Chomsky
"Las Intenciones Del Tío Sam" de Noam Chomsky
Este tipo de poltica consigui buenos resultados. En 1949 el espionaje norteamericano en la Europa Oriental era dirigido por Reinhard Gehien, que anteriormente haba encabezado el servicio de inteligencia nazi en el frente oriental. Esta red formaba parte de la alianza nazinorteamericana que rpidamente absorbi a muchos de los peores criminales de guerra, y que extendi el campo de sus operaciones a Latinoamrica y al resto del mundo. Sus operaciones incluan un ejrcito secreto potenciado por la alianza anteriormente aludida, que facilit armas y agentes a pequeos ejrcitos creados por Hitler, que seguan operando dentro de la Unin Sovitica y de los pases de Europa Oriental, durante los primeros aos de la dcada de los cincuenta. (Este asunto es bien conocido en EEUU, pero considerado insignificante, aunque habra que ver las ampollas que hubiera levantado el hecho, por poner un ejemplo, de que la Unin Sovitica hubiera proporcionado armas y agentes a un ejrcito creado por Hitier en las montaas Rocosas).
Los analistas norteamericanos tildaban tal idea de comunismo, sin importar qu grupos la enunciaran. Podan ser grupos de la iglesia de base o cualquier otro, pero si sostenan esa hereja eran comunistas. Este enfoque se mantena tambin de forma pblica. Por ejemplo, una serie de altos estudios sostena, en 1955, que la amenaza real del comunismo, (en realidad el verdadero sentido del trmino comunismo) era su rechazo a ejercer su papel social, es decir, complementar la poltica industrial de Occidente. Kennan explicaba detalladamente los medios que se tenan que usar con los enemigos que sostenan semejantes herejas: La respuesta final puede ser desagradable, pero... no debemos vacilar ante la represin que ejerza un gobierno local. No es vergonzoso, ya que los comunistas son esencialmente traidores... es mejor tener un rgimen fuerte en el poder que un gobierno liberal que sea indulgente y blando e infiltrado por los comunistas. Este tipo de poltica no comenz con liberales de posguerra como Kennan. Como apunt el secretario de Estado de Woodrow Wiison 30 aos antes, el verdadero sentido de la doctrina Monroe era que Estados Unidos considerara sus verdaderos intereses. La integridad de las otras naciones americanas es puramente accidental, no un fin en s mismo. Wiison, el gran apstol de la autodeterminacin, afirmaba que ese argumento era incontestable, aunque fuera poco poltico presentarlo en pblico. Wiison no slo pensaba as, sino que tambin actuaba de la misma forma invadiendo Hait y la Repblica Dominicana, donde los soldados asesinaron y masacraron a la poblacin, destruyeron el sistema poltico, y dejaron el control total de la situacin en manos de las corporaciones norteamericanas, allanando el camino de dictaduras brutales y corruptas.
Kennan incluso sugera que Europa recibira un empujn psicolgico proporcionado por la explotacin de frica. Naturalmente nadie sugera que frica pudiera explotar a Europa para su propia reconstruccin. Estos documentos, ahora secretos desclasificados, son ledos por estudiosos que no encuentran en ellos nada extrao o chocante. La guerra de Vietnam surgi de la necesidad de asegurar este papel secundario. los nacionalistas vietnamitas no queran aceptarlo, y tuvieron que ser aplastados la amenaza no consista en que fueran a conquistar a alguien, sino que podran establecer un peligroso precedente, y un ejemplo a seguir de independencia nacional que podra contagiar a otros pases de la zona. El gobierno estadounidense tena dos papeles principales que seguir. El primero consista en asegurar los dominios de la Gran Zona. Para ello requera una postura intimidatoria de envergadura, de manera que se asegurase que nadie iba a entorpecer su tarea, lo que explica que haya habido una verdadera carrera nuclear. El segundo consista en asegurarse un slido apoyo pblico para la industria de alta tecnologa. Debido a varias razones, el mtodo elegido fue, en gran parte, el aumento de gastos militares. El libre comercio es un argumento magnfico para airear en departamentos econmicos o para los peridicos, pero nadie en el mundo de las empresas o en el gobierno se lo toma en serio. Los sectores de la economa norteamericana que pueden competir internacionalmente, son sobre todo, los subvencionados: la agricultura intensiva en manos del gran capital (la agroindustria, como se la denomina), los productos de alta tecnologa, los farmacuticos, la biotecnologa, etc. Esto mismo sirve para otras sociedades industriales. El gobierno apoya con dinero pblico la investigacin y desarrollo y garantiza, fundamentalmente a travs de la industria militar, un amplio mercado para la produccin. Si se obtienen beneficios y se puede aprovechar para otros mercados se traspasa al sector privado. Este sistema de subsidios pblicos y beneficios privados es denominado libre empresa.
realidad este hecho debi figurar en el primer captulo de cualquier historia honesta de la posguerra, pero en realidad ni siquiera se discute). El modelo fue establecido en 1942 cuando el presidente Roosevelt nombr a un almirante francs, Jean Darian, gobernador general de todo el norte de la rica francesa. Darian fue un sobresaliente colaborador de los nazis, y el autor de varias leyes antisemitas promulgadas por el Gobierno de Vichy, el gobierno ritere de los nazis en Francia. Pero mucho ms importante fue el primer nombramiento en la Europa liberada, el sur de Italia, donde Estados Unidos, impuso un gobierno de extrema derecha liderado por el hroe de guerra fascista el mariscal de Campo Badoglio, y por el rey Vctor Emmanuel III, tambin colaborador de los fascistas. los analistas norteamericanos reconocieron que la amenaza en Europa no consista en una posible agresin sovitica, (que analistas serios como Dwight Eisenhower no prevean) sino en la alianza de trabajadores y campesinos forjada en la lucha antifascista, con sus ideas democrticas y radicales, y en el papel poltico e influjo de los partidos comunistas. Para prevenir un colapso econmico que pudiera debilitar la influencia norteamericana, y para reconstruir las economas capitalistas de los pases de la Europa Occidental, Estados Unidos dise el Plan Marshall, que destin a Europa ms de 12.000 millones de dlares en subvenciones y cargas entre 1948 y 1951, fondos que se usaron para pagar un tercio de las exportaciones norteamericanas a Europa en el ao clave de 1949. En Italia el movimiento unitario de trabajadores y campesinos liderados por el Partido Comunista, haba derrotado a seis divisiones alemanas y haba liberado todo el norte del pas. Conforme se consolidaba el avance del Ejrcito norteamericano, se dispersaba a las tropas antifascistas y se iba restaurando las estructuras bsicas del rgimen fascista de antes de la guerra. Italia ha sido una de las zonas ms importantes de subversin de la CIA desde que sta fue fundada. La agencia tuvo mucho que ver en las cruciales elecciones de 1 948, cuando los comunistas arrancaron una importante parcela de poder legal. Se usaron una amplia gama de tcnicas, incluidas las que significaban una restauracin de los mtodos de la polica fascista, la de alimentos. De cualquier forma no quedaba claro que los comunistas fueran a ser derrotados. El primer memorndum del Consejo Nacional de Seguridad, NSC n 1, especificaba un nmero de acciones que EEUU podra llevar a cabo si los comunistas ganaban. Una de las alternativas contempladas era una intervencin armada mediante ayudas a un ejrcito secreto que operara en el pas. Algunas personas, especialmente George Kennan, defenda una intervencin armada antes de las elecciones, para no correr riesgos. Pero otras se encargaron de convencerle de que los mtodos subversivos eran ms eficaces, lo que a la postre se mostr correcto. En Grecia las tropas britnicas entraron cuando los alemanes se haban retirado. Impusieron un rgimen corrupto que provoc una reaccin de la Resistencia y Gran Bretaa, ya en su declinar de posguerra, fue incapaz de mantener la situacin bajo control. En 1947 Estados Unidos se traslad a ese escenario y apoy una guerra que cost 160.000 muertos. Esta guerra estuvo aderezada con torturas y el exilio de decenas de miles de griegos, y con lo que denominamos campos de reeducacin para otras decenas de miles, la destruccin sistemtica de los sindicatos y de cualquier posibilidad de establecimiento de partidos polticos independientes.
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Situ slidamente el pas en manos de inversores estadounidenses y de hombres de negocios locales, mientras gran parte de la poblacin tuvo que emigrar para sobrevivir. Entre los beneficiarios se encontraban colaboradores de los nazis, mientras que las principales vctimas fueron los trabajadores y los campesinos de la resistencia anti-nazi liderada fundamentalmente por el Partido Comunista. Nuestra triunfal defensa de Grecia contra su propia poblacin supuso el establecimiento de un modelo ms tarde usado en la guerra de Vietnam, como Adiai Stevenson se encarg de explicar en las Naciones Unidas en 1964. los consejeros de Reagan usaron exactamente el mismo modelo cuando explicaban la situacin en Amrica Central, y adems fue seguido en otras partes del mundo. En Japn, Washngton inici la denominada vuelta atrs de 1947 que vino a acabar con la democratizacin emprendida por la administracin militar del general MacArthur. la marcha atrs suprimi los sindicatos y otras fuerzas democrticas y dej el pas en manos de los elementos corporativos que haban conducido a Japn al fascismo: un sistema de poder estatal y privado que an hoy subsiste. Cuando las fuerzas norteamericanas entraron en Corea en 1945, dispersaron al gobierno popular establecido, formado mayoritariamente por antifascistas que se haban enfrentado a los japoneses, e inauguraron una poca de represin ejercida por policas fascistas japoneses y coreanos que haban colaborado con ellos. Alrededor de 100.000 personas fueron asesinadas antes de que estallara la guerra propiamente dicha, incluyendo los 30.000 o 40.000 campesinos muertos durante la represin de una revuelta en la pequea regin de la isla de Cheiu. Un golpe de Estado fascista en Colombia, inspirado en el de Franco, produjo pocas protestas en el gobierno de EEUU. Lo mismo sucedi con el de Venezuela, o con la llegada al poder de un admirador del fascismo en Panam. Pero el primer gobierno democrtico en la historia de Guatemala, que se haba inspirado en el Nuevo Pacto de Roosevelt, recibi el ms agrio antagonismo de Washington. En 1954 la CIA dise un golpe que convirti a Guatemala en un infierno. Esta situacin se mantiene hasta nuestros das con el apoyo y la intervencin regular norteamericana, especialmente durante las administraciones de Kennedy y Johnson. Otra consecuencia de la represin de la resistencia antifascista fue el reclutamiento de criminales de guerra como Klaus Barbie, un oficial de las SS, que haba sido jefe de la polica de lyon. Ah fue donde se gan su apodo: el carnicero de lyon. A pesar de que era responsable de innumerables y odiosos crmenes, el Ejrcito norteamericano le encarg la tarea de espiar a los franceses. Cuando finalmente Barbie fue extraditado a Francia en 1982 para ser juzgado como criminal de guerra, su utilizacin como agente fue explicada por el coronel retirado del Ejrcito norteamericano Eugene Kolb del Cuerpo de Contrainteligencia: las habilidades de Barbie fueron requeridas. Sus actividades se haban dirigido principalmente contra el ilegal Partido Comunista Francs y contra la resistencia, que constituyeron despus el blanco de la represin de los libertadores estadounidenses. Ya que EEUU iba recogiendo lo que los nazis dejaban, era perfectamente plausible emplear especialistas en actividades antisubversivas. Ms tarde cuando se hizo prcticamente imposible proteger a estos tiles camaradas en Europa, muchos de ellos fueron trasladados sigilosamente a Estados Unidos y a Latinoamrica, a menudo con la ayuda del Vaticano y de muchos curas fascistas.
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All se convirtieron en consejeros militares de las policas diseadas por EEUU, a menudo abiertamente, segn el modelo del Tercer Reich. Tambin se convirtieron en traficantes de drogas, de armas, terroristas y en profesores que enseaban a los campesinos latinoamericanos las tcnicas de tortura creadas por la Gestapo. Muchos acabaron en Amrica Central, llegando a establecer un vnculo directo entre los campos de exterminio y los escuadrones de la muerte, y todo esto gracias a la alianza de posguerra entre los USA y los SS.
introdujera un relativamente simple y superficial inters humano por las condiciones de los trabajadores, que podra tener un gran efecto psicolgico. El secretario de Estado, John Foster Dulles, estaba de acuerdo con esa poltica y le coment al presidente Eisenhower que para mantener tranquilos a los latinoamericanos es preciso darles una palmadita de vez en cuando, y hacerles creer que te gustan. Es debido a todas estas circunstancias que la poltica de EEUU en el Tercer Mundo es tan fcil de entender. Nos oponemos frontalmente a la democracia si sus resultados no pueden ser controlados. El problema con las verdaderas democracias es que caen fcilmente en la hereja de que los gobiernos deben satisfacer las necesidades de su pueblo y no las de los inversores norteamericanos. Un estudio sobre relaciones interamericanas del Royal instituto hoy Internacional Agaires en Londres concluye que, mientras EEUU defiende verbalmente la democracia, el compromiso real es con el capital privado y las empresas. Cuando los derechos de los inversores estn amenazados, la democracia se puede olvidar; si esos derechos estn salvaguardados se justifica la labor de los torturadores y los asesinos. Gobiernos parlamentarios han sido barridos o derrocados, con el apoyo o intervencin directa de EEUU: en Irn en 1953, en Guatemala en 1954, (y en 1963 cuando Kennedy respald un golpe militar destinado a impedir el retorno a la democracia), en la Repblica Dominicana en 1963 y 1965, en Brasil en 194, en Chile en 1973 y en muchos ms lugares y ocasiones, en El Salvador y en otras partes del globo. Los mtodos no son muy agradables. lo que la contra, sufragada por EEUU, hizo en Nicaragua, nuestros terroristas en El Salvador o en Guatemala, no son slo crmenes ordinarios. Un elemento comn es la tortura brutal y sdica, el arrojar nios contra las piedras, colgar a las mujeres por los pies y cortarles los pechos, arrancar la piel de su cara de manera que murieran desangradas, cortar las manos de las personas y exhibirlas clavadas en estacas. El objetivo es machacar la independencia nacional y a las fuerzas populares que pudieran establecer una verdadera democracia.
Desde la revolucin bolchevique de 1917 hasta el colapso de los regmenes comunistas de Europa Oriental de finales de los ochenta, era plausible justificar cualquier ataque estadounidense como una defensa contra la amenaza sovitica. De manera que cuando los marines invadieron Granada en 1983, el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, explic que en caso de un ataque sovitico a Europa Occidental, una Granada hostil podra haber bloqueado los suministros de petrleo desde el Caribe a Europa Occidental, y no hubiramos podido defender a nuestros asediados aliados. Ahora parece cmico, pero este tipo de patraas ayudan a movilizar a la opinin pblica para favorecer la agresin, el terror y la subversin. La agresin a Nicaragua fue justificada con el argumento de que los sandinistas no iban a parar ah, sino que se iban a extender a travs de la frontera, hasta Hariingen en Texas, a slo dos das de coche. (Para la gente con un nivel de educacin superior hubo variantes ms sofisticadas y ms plausibles). Por lo que concierne a la economa norteamericana Nicaragua podra no existir, as como El Salvador, y nadie lo notara. Pero ambos pases han sido agredidos por EEUU, con un costo de cientos de miles de vidas y muchos cientos de miles de dlares. Y hay una razn para ello. Cuanto ms pobre y dbil es un pas, ms peligroso es como ejemplo. Si que pequeo y pobre pas como Granada puede tener xito en brindar a su poblacin una mejor calidad de vida, en algn otro pas con mejores recursos se podran preguntar: por qu no nosotros? Esto era cierto incluso en indochina, que era bastante grande y dispona de importantes recursos. Aunque Eisenhower y sus consejeros no paraban de vociferar sobre su arroz, su estao y su caucho, el verdadero temor era que el pueblo de Indochina alcanzara la independencia y la justicia social, el pueblo de Thailandia tratara de emularlos, y si funcionaba luego fuera Malasia, pronto Indonesia, y entonces una significativa parte de la Gran Zona se perdiera. Si se desea un sistema global subordinado a las necesidades de los inversores estadounidenses, no se pueden dejar partes del sistema al azar. Esto queda meridianamente claro en los archivos documentales, incluso a veces, en los archivos pblicos. Tmese el caso de Chile bajo Allende. Chile es un pas grande, con gran cantidad de recursos naturales, pero tampoco en este caso se iba a hundir la economa norteamericana si Chile se converta en un pas independiente. Por qu estbamos tan obsesionados con l? Segn Kissinger Chile era un virus que poda infectar toda la regin hasta llegar a Italia. A pesar de 40 aos de subversin por parte de la CIA, Italia segua teniendo un movimiento sindical. Si contemplaba un gobierno democrtico y progresista que triunfaba en Chile quiz los votantes italianos recibiran el mensaje equivocado. Imaginemos que se les ocurren ideas descabelladas sobre tomar el control de su propio pas y revivir el movimiento sindical que la CIA aplast en 1940. Los planificadores de la poltica norteamericana, desde los tiempos del secretario de Estado Dean Acheson, de finales de los cuarenta hasta nuestros das, advierten sobre los peligros que puede acarrear una manzana podrida dentro de un barril. El peligro es que esa podredumbre, el progreso social y el desarrollo econmico, se pueda extender.
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La teora de la manzana podrida es presentada a la opinin pblica como la teora del domin. La versin usada para asustar a la gente es la imagen de Ha Chi Minh sentado en una canoa y desembarcando en California, y cosas por el estilo. Quiz algunas figuras relevantes de EEUU se crean este sinsentido, es posible, pero los verdaderos diseadores de la poltica norteamericana no. Comprenden perfectamente que la verdadera amenaza es un buen ejemplo. A veces la cuestin se explica con gran claridad. Cuando los polticos norteamericanos estaban planeando derrocar la democracia guatemalteco en 1954, un funcionario del Departamento de Estado seal que Guatemala se estaba convirtiendo en una amenaza para la estabilidad de Honduras y El Salvador. Su reforma agraria es una poderosa arma de propaganda; su amplio programa social consistente en ayudar a los campesinos contra la opresin de las clases dominantes y de las grandes empresas extranjeras ejerce un importante influjo sobre los pueblos vecinos de Amrica Central, donde se dan las mismas circunstancias. En otras palabras, lo que Estados Unidos quiere es estabilidad, lo que significa seguridad para las clases dominantes y las multinacionales. Si este objetivo puede ser alcanzado con una democracia formal, bien, si no la amenaza a la estabilidad ejercida por un buen ejemplo tiene que ser destruida antes de que infecte a otros. De esta manera la ms mnima partcula puede ser una amenaza y debe ser eliminada.
EL MUNDO TRIPOLAR
Desde principios de la dcada de los setenta el mundo ha sido empujado a lo que se ha dado en llamar tripolarismo o trilateralismo, tres grandes bloques econmicos que compiten entre s. El primero est basado en el yen con Japn en el centro y las antiguas colonias japonesas en la periferia. Durante los aos treinta y cuarenta Japn denomin a esta entidad la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia del Sudeste. El conflicto con EEUU tuvo su origen en el intento japons de ejercer el mismo control en su esfera que Occidente ejerca en las suyas. Pero despus de la guerra nos apresuramos a reconstruir para ellos su regin. Entonces ya no se tuvo problemas con la explotacin japonesa de la zona; ellos deban limitarse a ejercer su poder bajo nuestra supervisin. Existe una gran cantidad de tonteras escritas sobre el hecho de que Japn se haya convertido en uno de nuestros competidores, lo que viene a probar cun caballerosos somos y cmo permitimos la reconstruccin de nuestros enemigos. No obstante, las opciones polticas fueron menos timoratas. Una consista en restaurar el imperio japons, pero ahora bajo nuestro control, y en efecto sta ha sido la poltica seguida. La otra opcin consista en mantenerse fuera de la regin y permitir a Japn y al resto de Asia seguir su propio camino de independencia, excluyndolos de la Gran Zona bajo control estadounidense. Esto era impensable. Y adems, despus de la 11 Guerra Mundial, Japn no era contemplado como un posible competidor, ni siquiera en un remoto futuro. Se tena asumido que Japn, con el tiempo, podra producir gran cantidad de chucheras, pero no mucho ms. (Haba un fuerte elemento de
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racismo en esta concepcin). Japn se recuper debido en gran parte a la guerra de Corea y a la guerra de Vietnam, que estimularon su produccin y agigantaron sus beneficios. Unos pocos polticos norteamericanos fueron ms avispados, entre los que se encontraba George Kennan. Propuso que Estados Unidos alentara la industrializacin japonesa, pero con un lmite: nosotros controlaramos sus importaciones petrolferas. Kennan mantena que esto nos proporcionara un poder de veto sobre Japn, en caso de que quisiera propasarse. El gobierno escuch este consejo, y mantuvo un estrecho control sobre las importaciones y las refineras. Hasta principios de los aos setenta, los japoneses slo controlaban el 10% de sus suministros petrolferas. sta es una de las principales razones por la que Estados Unidos ha estado tan interesado en el petrleo de Oriente Medio. No necesitbamos petrleo para nosotros; hasta 1968 Norteamrica lideraba la produccin mundial de crudo. Pero necesitbamos tener bien sujeta en nuestras manos esta fuente de poder, y asegurar que los beneficios fueran a parar a Gran Bretaa y los propios EEUU. Y es precisamente por esto que hemos mantenido bases militares en Filipinas. Forman parte de un sistema global de intervencin que apuntaba a Oriente Medio, con el fin de asegurarnos que los nativos no sucumbieran al ultranacionalismo. El segundo bloque competitivo importante est basado en Europa y liderado por Alemania. Todava queda un largo trecho por recorrer para consolidar la Comunidad Europea. Europa tiene un sistema econmico ms vasto que EEUU, una mayor poblacin, y sta es ms culta. Si alguna vez consigue actuar unido e integrar su poder, Estados Unidos podra tornarse en una potencia de segundo orden. Esto sera an ms probable si Alemania lidera al resto de Europa en el proceso de reconstruir la economa de los pases del Este y situarles en su papel tradicional de corte colonial, bsicamente parte del Tercer Mundo. El tercer bloque est basado en el dlar y la dominacin norteamericana. Recientemente se extendi hasta englobar a Canad, nuestro principal socio comercial, y pronto incluir a Mxico y otras partes del hemisferio a travs de acuerdos de libre comercio, diseados fundamentalmente para satisfacer los intereses de los inversores norteamericanos y sus socios. Siempre hemos credo que Amrica latina nos perteneca por derecho. Como Henry Stimson (secretario de Guerra bajo Roosevelt y Taft, y secretario de Estado en la administracin Hoover), apunt una vez, es nuestra pequea regin, que nunca ha preocupado a nadie. Asegurar el bloque basado en el dlar significa frustrar el desarrollo y la independencia de Amrica Central y del Caribe. Hasta que no se comprenda nuestra lucha con nuestros rivales industriales y con el Tercer Mundo, la poltica exterior norteamericana parecer una serie de crasos errores, incoherencias y confusiones. En realidad, nuestros lderes han hecho una buena labor y han disfrutado de cierto xito en sus tareas rutinarias, siempre dentro de unos ciertos lmites.
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Y EN EL EXTERIOR DESTRUCCIN
El segundo paso consiste en usar a los militares. El Gobierno de los EEUU siempre ha tratado de establecer relaciones con los militares de los pases extranjeros, ya que stos son una de las mejores armas para derrocar un gobierno que se te ha ido de las manos. As se establecieron las bases para los golpes militares de Chile en 1973 e Indonesia en 1965. Antes de los golpes, el Gobierno de EEUU se mostraba extremadamente hostil a los Gobiernos chileno e indonesio, pero se seguan mandando armas. Conserva buenas relaciones con los oficiales de derechas y ellos harn el trabajo sucio por ti las mismas razones motivaron el flujo de armas norteamericanas hacia Irn va Israel, a principios de los aos ochenta, de acuerdo con los testimonios de altos oficiales israeles involucrados, hechos bien conocidos en 1982, mucho antes de que hubiera rehenes. Durante la administracin de Kennedy el objetivo de dominar militarmente a Latinoamrica cambi de concepto; de defensa del hemisferio pas a utilizarse el trmino seguridad interna, lo que bsicamente viene a significar guerra contra la propia poblacin. La proftico decisin condujo a la directa complicidad de los EEUU en utilizar los mtodos de los escuadrones de exterminio de Heinrich Himmler segn el criterio retrospectivo de Charles Maechling, responsable de los planes de contrainsurgencia desde 1961 a 1966. La administracin Kennedy allan el camino para el golpe militar de 1964 en Brasil, que destruy la democracia en un pas que estaba comenzando a convertirse en demasiado independiente. Estados Unidos prest un entusiasta apoyo al golpe, mientras los militares de alto rango instituan un estado de corte neo-nazi, con tortura incluida, represin, etc... Adems este golpe vino a inspirar experiencias similares en Chile, Argentina y en todo el hemisferio, desde mediados de la dcada de los sesenta hasta los ochenta, un perodo extremadamente sangriento. Creo, desde un punto de vista legal, que hay slidas evidencias para procesar a todos los presidentes de EEUU desde la 1 Guerra Mundial. Todos se han visto envueltos en crmenes de guerra, aunque en diferente grado, los militares normalmente proceden a crear un desastre econmico, siguiendo las recetas de los consejeros estadounidenses, y luego deciden hacerse con las riendas del poder. El control militar puede hacerse prescindible si nuevas opciones entran en juego, por ejemplo que el control sea ejercido por el Fondo Monetario Internacional, que como el Banco Mundial presta recursos al Tercer Mundo provenientes de las grandes corporaciones industriales. Como contrapartida por sus prstamos el FMI impone una liberalizacin: una economa abierta al control y la penetracin extranjera, grandes recortes en el captulo de gastos sociales, etc. Estas medidas aseguran firmemente el poder en manos de las clases dominantes y los inversores extranjeros, lo que los EEUU denominan estabilidad y apuntalan el modelo clsico del Tercer Mundo: una capa de superricos junto con una capa de profesionales bien remunerados que les sirven, al lado de una enorme masa de desposedos, los impagados y el caos econmico que dejan los militares refuerza la necesidad de que las normas del FMI sean seguidas, hasta que las fuerzas populares entran de nuevo en la arena poltica, en cuyo caso los militares vuelven a actuar para conseguir estabilidad. Brasil es un caso instructivo. Est tan bien provisto de recursos naturales que tendra que ser uno de los pases ms ricos del mundo, aparte de que dispone de un alto grado de desarrollo industrial. Pero gracias a las buenas medidas adoptadas tras el golpe militar del 64, y al subsiguiente milagro econmico, por no hablar de la tortura, asesinatos y otras formas de control de la poblacin, la situacin para gran parte de los brasileos est ahora, probablemente a la par con Etiopa, y mucho peor que la de los pases del Este europeo.
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El ministro de Educacin ha sealado que ms de un tercio del presupuesto destinado a educacin va a parar al captulo de comidas en la escuela, ya que la mayora de los estudiantes pblicos o comen en la escuela o se quedan en ayunas. De acuerdo con la revista Sur, una publicacin econmica que se ocupa del Tercer Mundo, Brasil tiene una tasa de mortalidad infantil ms elevada que Sri Lanka. Un tercio de la poblacin vive por debajo de la lnea de pobreza y siete millones de nios se dedican a la mendicidad, roban y esnifan pegamento en las calles. Para cientos de miles su casa son unos sacos en los suburbios... o, cada da ms, un pedazo de tierra debajo de un puente. Esto es Brasil, uno de los pases con ms riquezas naturales del mundo, la situacin es parecida en toda Amrica latina. Slo en Centroamrica, el nmero de personas asesinadas por las fuerzas respaldadas por Estados Unidos desde finales de la dcada de los setenta ronda los 200.000, diezmando a las Tuerzas que queran democracia y reformas sociales. Estos logros cualifican a los Estados Unidos como un inspirador del triunfo de la democracia en nuestros das segn las elogiosas palabras del liberal New Republic. Tom Wolfe nos recuerda que la dcada de los ochenta es uno de los grandes momentos dorados que la humanidad ha experimentado. Como Stalin sola decir estamos borrachos de xito.
LA CRUCIFICACIN DE EL SALVADOR
Durante muchos aos los dictadores instalados y apoyados por nuestro gobierno han llevado a cabo un amplio programa de torturas y asesinatos, algo que no parece interesar demasiado en este pas. Ni siquiera se han tomado la molestia de encubrir los hechos. No obstante, a Finales de los setenta, el Gobierno de EEUU se vio implicado en un par de cosas. Una fue Somoza, el dictador de Nicaragua, que estaba perdiendo el control de la situacin. EEUU estaba perdiendo una zona crucial para su control militar de la regin. Un segundo peligro era an ms amenazante. En El Salvador se estaba experimentando un sensible crecimiento de las organizaciones populares, asociaciones de campesinos, cooperativas, sindicatos, grupos de base de la iglesia que se convertan en grupos de ayuda mutua, etc. Una amenaza para la democracia. En el mes de febrero de 1980 el arzobispo de El Salvador, Oscar Romero, envi una carta al presidente Carter en la que le rogaba no prestar ayuda militar a la junta que gobernaba el pas. Argumentaba que la ayuda sera usada para incrementar la injusticia y la represin hacia las organizaciones populares que estaban luchando por el respeto a los ms elementales derechos humanos. Malas noticias para Washington, no hace falta decirlo. Unas semanas ms tarde, Monseor Romero fue asesinado mientras estaba diciendo misa. Entre otras atrocidades, se le atribuye el asesinato al neo-nazi Roberto D'Aubuisson. ste era el lder vitalicio del partido ARENA, que ahora gobierna en El Salvador; miembros de este partido, como el actual presidente Alfredo Cristiani tenan que hacer un juramento de sangre a este personalmente. Miles de campesinos y de pobres de la ciudad tomaron parte en una misa de homenaje una dcada ms tarde, junto con obispos extranjeros, pero la ausencia de EEUU fue clamorosa la iglesia salvadorea propuso formalmente a Romero para su canonizacin.
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Todo esto sucedi sin apenas una breve mencin en el pas que haba entrenado y apoyado a su asesino. The New York Times el peridico liberal no public ningn editorial sobre el asesinato, y ninguna noticia o editorial sobre la conmemoracin. El 7 de marzo de 1980, dos semanas antes del asesinato, se haba establecido en El Salvador el estado de sitio, y haba comenzado la guerra contra su poblacin, con continuo apoyo e implicacin de Estados Unidos. El primer gran ataque fue una masacre efectuada en Ro Sumpul, una operacin coordinada entre los Ejrcitos de Honduras y El Salvador en la que al menos 600 personas fueron masacradas. Hubo nios cortados en pedazos a machete, y mujeres torturadas y estranguladas. Trozos de cuerpos se encontraron durante das en el Kio. Haba observadores de la iglesia, de manera que las noticias llegaron inmediatamente, pero la mayora de los medios de comunicacin estadounidenses juzgaron que no mereca la pena informar de la noticia. Los campesinos han sido las principales vctimas de esta guerra, as como las organizaciones sindicales los estudiantes, curas, o cualquiera sospechoso de trabajar por los intereses del pueblo. Durante el ltimo ao de la administracin Carter, 1980, la cuenta de muertos se elev hasta los 10.000, alcanzando los 13.000 cuando los reaganistas se hicieron cargo de la presidencia. En octubre de 1980 el nuevo arzobispo condena la guerra de exterminio y de genocidio contra una poblacin civil indefensa llevada a cabo por las fuerzas de seguridad. Dos meses despus fueron aclamadas por sus valientes servicios, junto con el pueblo, contra la subversin por el presidente Jos Napolen Duarte, candidato moderado favorito de EEUU, en el acto de toma de posesin de su cargo como presidente civil de la junta. El papel del moderado Duarte consisti en encubrir con una hoja de parra a los militares y asegurar el flujo de fondos estadounidenses despus de que los militares hubieran raptado y violado a cuatro monjas norteamericanas. Esto s acarre algunas protestas en EEUU; masacrar salvadoreos es una cosa, pero violar y asesinar monjas americanas es un craso error. Los medios de comunicacin diluyeron y tergiversaron la historia, siguiendo las directrices de la administracin Carter y su comisin investigadora. Los reaganistas fueron mucho ms lejos, tratando de justificar tamaa atrocidad, especialmente el secretario de Estado Alexander Haig y la embajadora ante Naciones Unidas Jeane Kirkpatrick. De todas maneras se juzg oportuno llevar a cabo un juicio farsa algunos aos ms tarde, mientras se exculpaba a la junta asesina y, por supuesto, al pagador. Los peridicos independientes de El Salvador, que hubieran podido informar sobre estas atrocidades, haban sido destruidos. A pesar de que estaban en la lnea general y a favor de las grandes corporaciones econmicas, eran demasiado indisciplinados para el gusto de los militares. Los hechos ocurrieron en 1980-81, cuando uno de los editores fue asesinado por las fuerzas de seguridad; los otros se marcharon al exilio. Como de costumbre los sucesos no merecieron ms que unas pocas lneas en los peridicos norteamericanos. En noviembre de 1989, seis jesuitas, su cocinera y su hija, fueron asesinados por los militares. Esa misma semana por lo menos 28 salvadoreos fueron asesinados, entre los que se encontraban un lder sindical, una responsable de una organizacin de mujeres universitarias, nueve miembros indgenas de una cooperativa agrcola, y diez estudiantes universitarios. Los teletipos llevaron una historia recogida por el corresponsal de la Associated Press, Douglas Grant Mine, en la que se contaba cmo los soldados haban entrado en un barrio obrero de la
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capital, haban capturado seis hombres, aadiendo un chico de catorce aos para redondear la cifra, los haban alineado contra un muro y los haban fusilado. No eran curas o militantes de los derechos humanos escribi Mine, de manera que la noticia pasar inadvertida. De la misma manera que sucedi con el reportaje de este periodista. Los jesuitas fueron asesinados por miembros del Batailn Atiacati, una unidad de lite, creada entrenada y equipada por Estados Unidos. Fue formada en marzo de 1981, cuando 15 especialistas en contrainsurgencia fueron enviados a El Salvador, procedentes de la Escuela Militar de Fuerzas Especiales de Estados Unidos. Desde el principio el Batalln estuvo implicado en matanzas masivas. Un instructor norteamericano describa a sus miembros como particularmente feroces... Nos falta tiempo para conseguir que hagan prisioneros, en lugar de coleccionar orejas. En diciembre de 1981, el Batalln tom parte en una operacin en la que ms de un millar de civiles fueron asesinados en una orga de muerte, violacin y cremaciones. Ms tarde se vio envuelto en los bombardeos de aldeas y en el asesinato de cientos de civiles por disparos, estrangulamientos y otros mtodos. la gran mayora de las vctimas eran mujeres, nios y ancianos. El Batalln Atiacati haba sido entrenado durante un corto perodo de tiempo por fuerzas especiales norteamericanas, justo antes de cometer la matanza de los jesuitas. Esto ha sido una constante durante toda la existencia del Batalln; algunas de sus peores matanzas han ocurrido cuando todava estaba fresco el entrenamiento recibido de sus instructores norteamericanos. En la joven democracia que era El Salvador, adolescentes de trece aos eran reclutados en los barrios de chabolas y en los campamentos de refugiados y forzados a ser soldados. Eran adoctrinados con rituales copiados de los nazis, que incluan brutalizacin y violacin, con el fin de prepararlos para los asesinatos, violaciones y ritos de carcter satnico que a veces se representaban. La naturaleza del Ejrcito salvadoreo fue descrita por un desertor que recibi asilo poltico en Texas en 1990, a pesar de la reclamacin efectuada por el Departamento de Estado para que fuera extraditado a El Salvador. (Su nombre fue ocultado por la corte a fin de protegerlo de los escuadrones de la muerte). Segn este desertor a los reclutas se les obligaba a matar perros y buitres mordindoles en la yugular y arrancndoles la cabeza, y tenan que mirar cmo otros soldados asesinaban y torturaban a sospechosos de disidencia, arrancndoles las uas, cortndoles la cabeza y descuartizando los cuerpos para jugar con sus miembros. En otro caso, un autoinculpado miembro de los escuadrones de la muerte salvadoreos, asociados con el Batalln Atiacati, Csar Vielman Joya Martinez, detaIl la participacin de los consejeros norteamericanos y del Gobierno salvadoreo en las actividades de los escuadrones de la muerte. La administracin Bush hizo todo tipo de esfuerzos para silenciarle y le embarc de vuelta a una probable muerte en El Salvador, a pesar de los ruegos de las organizaciones de derechos humanos y llamamientos del Congreso para que fuese odo su testimonio. (El tratamiento que se dio al principal testigo en el caso del asesinato de los jesuitas fue similar). Los resultados del entrenamiento militar del Ejrcito salvadoreo fueron grficamente descritos en el peridico jesuita Amrica por Daniel Santiago, un cura catlico que trabajaba en El Salvador. Hablaba de una campesina que volva a casa un da y encontr a sus tres hijos, su madre y su hermana sentados alrededor de la mesa, con su cabeza decapitada
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cuidadosamente colocada en frente de ellos, sobre la mesa, con las manos encima, como si los cuerpos estuvieran acariciando su cabeza. Los asesinos, de la Guardia Nacional Salvadorea, encontraron cierta dificultad en colocar debidamente la cabeza de un nio de dieciocho meses, de forma que tuvieron que atar sus manos en torno a sta. Un gran cacharro de plstico lleno de sangre estaba artsticamente colocado en el centro de la mesa. De acuerdo con el reverendo Santiago, tales macabras escenas no son inusuales. La gente no es simplemente asesinada por los escuadrones de la muerte en El Salvador,- se les decapita y sus cabezas son colocadas sobre picos que salpican el paisaje. Los hombres no son solamente destripados por la Polica de Hacienda, se les cortan los genitales y se les meten en la boca. Las mujeres no son solamente violadas por la Guardia Nacional; sus matrices son extirpados y colocadas sobre la cara a modo de sudario. No solamente se mata a los nios; son arrastrados sobre alambres afilados hasta que la carne se separa de los huesos, mientras sus padres son obligados a contemplar el suplicio. El reverendo Santiago seala que este tipo de violencia se acrecent cuando la Iglesia comenz a formar asociaciones de campesinos y grupos de ayuda mutua en un intento de organizar a los pobres. Nuestro apoyo a El Salvador ha constituido un verdadero xito las organizaciones populares han sido diezmadas, tal y como predijo Monseor Romero. Decenas de miles de personas han sido masacradas y ms de 100.000 se han convertido en refugiados. Este es uno de los episodios ms srdidos de la historia de los Estados Unidos, y eso que tena una dura competencia.
Nuestro embajador en la Organizacin de Estados Americanos tambin habl en favor de un somocismo sin Somoza, pero la OEA rechaz tajantemente la propuesta. Unos pocos das despus Somoza vol a Miami con lo que quedaba del tesoro nacional nicaragense, y la Guardia se rindi. La administracin Carter sac fuera del pas a los comandantes de la Guardia en aviones marcados con la Cruz Roja, lo que es un crimen de guerra, y comenz a reconstruirla en las cercanas de la frontera nicaragense. Tambin deleg en Argentina para los mismas tareas. (En ese momento Argentina estaba gobernada por una camarilla de generales neo-nazis, que distrajeron un poco del tiempo empleado en torturar y asesinar a su propio pueblo, en ayudar a restablecer la Guardia, que pronto pasaron a llamarse contras o luchadores de la libertad). Reagan los utiliz para llevar a cabo una guerra en gran escala de carcter terrorista contra Nicaragua, combinada con el sabotaje econmico que era an ms mortfero. Tambin se intimid a cualquier otro pas que quisiera mandar ayuda a Nicaragua. Y a pesar del astronmico nivel de apoyo econmico, Estados Unidos fracas en su intento de crear una fuerza militar viable en Nicaragua. Esto es sobresaliente si se piensa detenidamente en ello. Ninguna guerrilla en el mundo ha tenido los recursos, ni siquiera remotamente, que han tenido los contras. Probablemente se podra comenzar una guerrilla en cualquier zona montaosa de Estados Unidos con semejantes recursos. Por qu Estados Unidos fue tan lejos en el caso de Nicaragua? La organizacin internacional para el desarrollo Oxfam explica las verdaderas razones sealando que de toda su experiencia de trabajo internacional en 76 pases diferentes Nicaragua constitua un caso excepcional, de esfuerzo y compromiso del gobierno en mejorar las condiciones del pueblo y de promover activamente su participacin en el proceso de desarrollo. De los cuatro pases del rea donde Oxfam tena una presencia significativa, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, slo en este ltimo pas se haba hecho un sustancial esfuerzo en suprimir desigualdades en la posesin de la tierra, en extender la salud, la educacin y los recursos agrarios a las familias de campesinos pobres. Otros organismos cuentan historias similares. A principios de los aos ochenta, el Banco Mundial elogi sus proyectos en Nicaragua como extraordinarios en algunos sectores, mejores que en cualquier otra parte del mundo. En 1983 el Banco Interamericano de Desarrollo concluy que Nicaragua ha hecho notables esfuerzos en el sector social, lo que est creando las bases para un desarrollo socio-econmico sostenido. El xito de las reformas sandinistas aterrorizaba a los polticos norteamericanos. Teman que como dijo Jos Figueres, padre de la democracia costarricense- por primera vez Nicaragua tiene un gobierno que se ocupa de su pueblo. (Aunque Figueres ha sido una sobresaliente figura democrtica en Centroamrica durante cuarenta aos, sus inaceptables logros han sido totalmente censurados en los medios de comunicacin norteamericanos). El odio que levantaron los sandinistas por tratar de dirigir los recursos disponibles directamente a los pobres, y adems con xito, era realmente sorprendente. En 1981 un funcionario del Departamento de Estado alarde de que iban a convertir a Nicaragua en la Albania de Amrica Central, es decir, pobre, aislada, y polticamente radical, de manera que el sueo sandinista de crear un modelo poltico nuevo y ejemplar para Amrica Latina se hara aicos.
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George Shultz describi a los sandinistas como un cncer, aqu mismo, en nuestra propia tierra En el otro extremo del espectro poltico, el lder liberal del Senado Alan Craston dijo que si no era posible acabar con los sandinistas haba que dejarlos cocer en su propio jugo. As, Estados Unidos desarroll un ataque de triple vertiente contra Nicaragua. Primero se ejerci la mxima presin para obligar al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo para acabar con toda la asistencia y proyectos. Segundo, se desencaden la guerra de los contras junto con una guerra econmica ilegal para terminar con lo que Oxfam llam la amenaza de un buen ejemplo. Los ataques terroristas de los contras contra objetivos blandos, segn instrucciones de los EEUU, junto con el boicot econmico, no dejaron ninguna esperanza de alcanzar un grado de desarrollo econmico o de profundizar las reformas sociales. El terror norteamericano aseguraba que Nicaragua no podra desmovilizar su ejrcito y dedicara sus pauprrimos y limitados recursos a objetivos distintos de los de reconstruir las ruinas que haban dejado los anteriores dictadores respaldados por Estados Unidos y los crmenes de los reaganistas. Una de las corresponsales ms respetadas de Centro Amrica, Julia Preston, que estaba entonces trabajando para el Boston Globe, inform que los funcionarios de la Administracin afirmaban que estaban encantados con el debilitamiento que los contras estaban infligiendo al Gobierno sandinista al forzarlos a invertir en la guerra y no en los programas de carcter social. Esto era crucial, ya que los programas de mejora social constituan el ncleo del buen ejemplo que poda haber infectado a otros pases y, por lo tanto, erosionado el sistema norteamericano de robo y explotacin. Incluso se neg mandar ayuda contra los desastres. Despus del terremoto de 1972 Estados Unidos mand una enorme cantidad de ayuda a Nicaragua, la mayora de la cual fue robada por nuestro colega Somoza. En octubre de 1988 un desastre natural incluso peor devast Nicaragua, el huracn Joana. No mandamos ni un cntimo, porque si lo hubiramos hecho, probablemente hubiera ido a manos del pueblo, no a los bolsillos de una camarilla de ricos. Tambin presionamos a nuestros aliados para que mandaran la menor ayuda posible. El devastador huracn, con sus bienvenidos efectos de hambruna en la poblacin y desastre ecolgico, reforz nuestros esfuerzos. Queramos ver pasar hambre a los nicaragenses de forma que se pudiera acusar a los sandinistas de despilfarro econmico. Ya que estaban fuera de nuestro control era necesario que los nicaragenses sufrieran y murieran. En tercer lugar, utilizamos todas las triquiuelas diplomticas para aplastar Nicaragua. Como Tony Avirgan escribi en el peridico costarricense Mesoamrica los sandinistas cayeron en las trampas tendidas por el presidente de Costa Rica Oscar Arias, y del resto de presidentes centroamericanos, que les vinieron a costar las elecciones de febrero de 1990. Para Nicaragua el plan de paz de agosto del 87 era un buen trato, segn contaba Avigram: podran retrasar las anunciadas elecciones unos meses y permitir la presencia de observadores internacionales, como ya haban hecho en 1984, a cambio de conseguir la desmovilizacin de la contra y finalizar la guerra. El Gobierno nicaragense hizo todo lo que se le pidi, pero nadie prest la ms mnima atencin. Arias, la Casa Blanca y el Congreso nunca tuvieron intencin de cumplir con su parte del plan. Estados Unidos prcticamente triplic los fondos que la CIA destinaba a la contra. En un par de semanas el plan estaba muerto.
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En el mismo momento en que se abri la campaa electoral, Estados Unidos dej claro que el embargo que estrangulaba el pas y el terror impuesto por la contra iba a continuar si los sandinistas ganaban las elecciones. Hay que ser muy nazi o un conspicuo estalinista para creer que unas elecciones celebradas bajo esas circunstancias pudieran ser libres y limpias, y al sur de la frontera pocos sucumbieron a la desilusin. Si algo de esto hubiese sido hecho por nuestros enemigos... Prefiero dejar a la imaginacin de cada cual la reaccin de los medios de comunicacin. Pero la ms increble es que los sandinistas consiguieron mantener un 40% de los votos, mientras que The New York Times proclamaba que los americanos estaban unidos por una gran alegra por esta victoria del juego limpio norteamericano. Las maniobras norteamericanas realizadas durante los ltimos cincuenta aos en Amrica Central constituyen una enorme tragedia, no slo por el apabullante costo humano, sino tambin porque hace una dcada hubo un proyecto de progreso real hacia una verdadera democracia y de satisfaccin de las necesidades humanas, llevado a cabo en Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Los esfuerzos llevados a cabo pudieron haber fructificado y haber enseado valiosas lecciones a otros pases con similares problemas, lo que, por supuesto, aterrorizaba a los polticos norteamericanos la amenaza ha sido efectivamente abortada, quiz para siempre.
Segn la retrica poltica de los EEUU, esto le haca sospechoso de comunismo. De manera que si Guatemala le daba dinero para ganar las elecciones, se demostraba que Guatemala apoyaba a los comunistas. Y todava peor, el mismo documento de la CIA continuaba afirmando que la poltica radical y nacionalista del Gobierno democrtico y capitalista guatemalteco que inclua la persecucin de los intereses econmicos extranjeros, especialmente los de la United Fruit Company se haba ganado la simpata y apoyo de casi todos los guatemaltecos. El gobierno estaba procediendo a movilizar el tejido polticamente muerto de los campesinos con el fin de minar el poder de los grandes terratenientes. Y an ms, la revolucin de 1944 haba levantado un potente movimiento nacional para liberar a Guatemala de los dictadores militares, el control social y el colonialismo econmico que haban sido los cimientos del pasado e inspirado la conformidad y lealtad de los sectores ms concienciados de Guatemala al propio inters nacional. Las cosas fueron incluso a peor despus de acometerse con xito una reforma agraria, lo que podra llevar a amenazar la estabilidad en los pases vecinos donde sus maltratadas poblaciones seguan de cerca estos hechos. O sea que la situacin se estaba poniendo fea, de manera que la CIA llev a cabo con xito un golpe militar. Guatemala se convirti en el matadero que an es hoy, con intervenciones regulares de Estados Unidos cuando las cosas amenazaban con irse de las manos. Al final de la dcada de los setenta, las atrocidades subieron un grado por encima de lo normal, lo que provoc protestas formales. Todava, al contrario de lo que mucha gente crea, la ayuda militar a Guatemala continu afluyendo casi al mismo nivel anterior durante la administracin Carter de los derechos humanos. Tambin se implic a nuestros aliados, especialmente Israel, ya que se consideraba a este pas, un elemento estratgico dada su experiencia como Estado terrorista. Bajo la administracin Reagan, el apoyo al genocidio en Guatemala continu imperturbable. El ms furibundo admirador de Hitier, Ros Montt, era apoyado y elogiado por Reagan como un hombre enteramente dedicado a la causa de la democracia. A principios de los aos ochenta, el amigo de Washington masacr a decenas de miles de guatemaltecos, la mayora indgenas de las montaas, mientras un nmero incontable era torturado y violado. Grandes zonas fueron diezmadas. En 1988 un recin abierto peridico guatemalteco, La poca, fue dinamitado por terroristas pagados por el gobierno. En ese momento, los medios de comunicacin en Norteamrica hacan hincapi en el hecho de que el peridico fundado por EEUU en Nicaragua, La Prensa, hubiera dejado de salir dos das forzado por la carencia de papel prensa, lo que condujo a un torrente de crticas y despropsitos en el Washngton Post y en otros medios sobre el totalitarismo sandinista. Por otra parte, la destruccin de La poca no fue recogido en los medios norteamericanos, a pesar de que era bien conocido en los medios periodsticos. Naturalmente no podan informar que las fuerzas de seguridad respaldadas por EEUU, haban silenciado a la nica y diminuta voz que haba intentado hacerse or en Guatemala unas semanas antes. Un ao despus un periodista de La poca, Julio Godoy, que haba huido despus de la explosin volvi a Guatemala para una corta visita. Cuando regres a Estados Unidos, contrast la situacin de Amrica Central con la de Europa del Este. Los europeos del este son ms afortunados que los Centroamericanos escribi Godoy porque:
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... mientras el gobierno impuesto por Mosc en Praga ha degradado y humillado a los reformistas, el gobierno impuesto por Washington en Guatemala los hubiera matado. De hecho lo est haciendo en un virtual genocidio que ha causado ms de 150.000 vctimas, lo que Amnista Internacional llama un programa gubernamental de asesinatos polticos. La prensa o bien se conforma o bien desaparece como La poca. Uno est tentado a creer, continua Godoy, que alguien en la Casa Blanca adora a los dioses aztecas ofrecindoles la sangre de los centroamericanos. Y cita a un diplomtico occidental que afirm: si los norteamericanos no cambian su actitud sobre la regin, aqu no hay lugar para la verdad o la esperanza.
LA INVASIN A PANAM
Panam ha estado tradicionalmente controlada por una pequea lite europea, que constitua menos del 10% de su poblacin. Esta situacin cambi cuando el general populista Omar Torrijos dio un golpe que permiti a los negros y mestizos pobres participar en el poder instituido por el golpe. En 1981 Torrijos result muerto en un accidente de aviacin. Hacia 1983 el verdadero amo de la situacin era Manuel Noriega, un criminal que haba formado parte de la corte de Torrijos y de la del espionaje estadounidense. El Gobierno de EEUU saba que Noriega estaba envuelto en trfico de drogas, por lo menos desde 1972, cuando la administracin Nixon pens en asesinarle. Pero se encontraba bajo el paraguas de la CIA. En 1983 un comit del Senado concluy que Panam era un importante centro de trfico de drogas y lavado de dinero negro. El Gobierno de Estados Unidos sigui valorando los servicios que prestaba Noriega. En mayo de 1986 el director de la Agencia de la lucha contra la Droga elogi a Noriega por su vigorosa poltica de lucha contra el trfico de drogas. Un ao despus el director Felicitaba nuestra estrecha asociacin con Noriega, mientras que el fiscal general Edwin Meese par una investigacin del Departamento de Justicia sobre las actividades criminales del personaje. En agosto de 1987 una resolucin del Senado condenando a Noriega encontr la oposicin de Elliot Abrams, el funcionario del Departamento de Estado a cargo de la poltica norteamericana sobre Amrica Central y Panam. Y todava ms, cuando finalmente Noriega fue encausado en Miami en 1988, todos los cargos excepto uno eran relativos a actividades previas a 1984, cuando era nuestro colega, ayudando en la guerra sucia contra Nicaragua, cometiendo fraude en las elecciones con nuestra aprobacin, y en general sirviendo satisfactoriamente a los intereses generales de Estados Unidos. No tena nada que ver entonces con actividades gangsteriles y de narcotraficante sbitamente descubiertas ahora. Era totalmente previsible, como lo demuestra un estudio tras otro. Un brutal tirano, cruza la lnea que separa un admirable amigo de un villano y un escoria cuando comete el crimen de la independencia. Un error muy comn es ir ms all de robar a los pobres, lo que est bien, y empezar a interferir con los poderosos, ganndose la oposicin del poder econmico. A mediados de los ochenta Noriega era culpable de esos crmenes. Entre otras cosas, crea haberse asegurado el puesto ayudando a EEUU en su guerra contra Nicaragua. Pero su
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independentismo amenazaba nuestros intereses en el Canal de Panam. El 1 de enero de 1990 gran parte de la administracin del canal deba recaer en manos panameas, y en el ao 2000 deba estar terminado el proceso de transferencia. Tenamos que asegurarnos el control de la gente en que iba a recaer esa responsabilidad antes de esa Fecha. De manera que ya que no podamos confiar ms en Noriega, ste tendra que irse. Washington impuso severas sanciones econmicas que virtualmente destruyeron la economa, y las peores consecuencias recayeron sobre la mayora no blanca la poblacin entonces comenz a aborrecer a Noriega, no porque fuera el responsable del bloqueo econmico, (que era ilegal, si alguien se molesta en estudiarlo), sino porque le hacan responsable de la hambruna infantil. A continuacin se intent un golpe militar, pero fall. Ya en diciembre de 1989 Estados Unidos se aprest a celebrar la cada del muro de Berln y el final de la Guerra Fra invadiendo Panam al margen de todo derecho internacional y matando cientos o miles de personas, (nadie sabe, y pocos al norte de Ro Grande se molestan en averiguarlo). Inmediatamente se procedi a restaurar el poder de la lite blanca rica, que haba sido desplazada por el golpe de Torrijos, justo a tiempo de asegurar un gobierno lacayo antes de que se procediese al cambio de administracin del Canal el 1 de enero de 1990, como no dej de observar la prensa derechista europea. Durante todo el proceso la prensa norteamericana no dej de seguir las consignas de Washington seleccionando a los malos en base a las necesidades del momento. Acciones que habamos perdonado se convirtieron en crmenes. Por ejemplo en 1984 las elecciones presidenciales panameas haban sido ganadas por Arnulfo Arias. Noriega literalmente le rob la eleccin con una buena dosis de violencia y de fraude. Pero Noriega no se haba convertido todava en un chico dscolo. Era nuestro hombre en Panam, y se consideraba que el partido de Arias contena peligrosos elementos de ultranacionalismo, de manera que la administracin Reagan aplaudi sin tapujos la violencia y el fraude y mand al secretario de Estado George Shultz para legitimar la farsa y elogiar la versin de Noriega de la democracia como un modelo a seguir por los equivocados sandinistas. Los medios de comunicacin de Washington y sus aliados de los principales peridicos del pas se cuidaron muy mucho de criticar las elecciones fraudulentos, pero minimizaron y calumniaron las elecciones celebradas por los sandinistas en ese mismo ao, mucho ms honestas y libres ms all de cualquier duda, porque desconfiaban del resultado. En mayo de 1989 Noriega volvi a robar una eleccin, esta vez a un representante del sector econmico, Guillermo Endara. Noriega utiliz una dosis menor de violencia que en 84, pero la administracin Reagan haba lanzado la consigna de volverse contra Noriega. Siguiendo el libreto fielmente, la prensa expres sus crticas sobre el fraude cometido a nuestras normas democrticas. Tambin comenz a denunciar apasionadamente la violacin de los derechos humanos que previamente no haban llegado a llamar su atencin. En la poca en que se invadi Panam, diciembre de 1989, los medios de comunicacin haban demonizado a Noriega, de manera que se haba convertido en uno de los peores monstruos de la historia desde Atila, rey de los Hunos. Bsicamente era una repeticin del mismo proceso empleado para demonizar al libio Gadafi. Ted Koppel dictamin que Noriega pertenece a esa fraternidad especial de villanos internacionales, hombres como Gadafi, Idi Amin y el Ayatoiah Jomeini, que a los norteamericanos les encanta odiar. Dan Rather le situ a la cabeza de la lista mundial de
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criminales, traficantes y dems basura. En realidad Noriega era un secuaz de pequea categora, exactamente el mismo que cuando estaba bajo la cobertura de la CIA. Tmese a Honduras por ejemplo. Aunque no es un Estado tan terrorista y asesino como El Salvador o Guatemala, los abusos en el captulo de los derechos humanos son probablemente ms graves que los cometidos por Panam. De hecho hay un batalln entrenado por Estados Unidos que ha cometido ms atrocidades que el mismo Noriega. O considrese un dictador apoyado por EEUU como Trujillo en la Repblica Dominicana, Somoza en Nicaragua, Marcos en Filipinas, Duvalier en Hait, o toda una corte de gngsteres centroamericanos durante la dcada de los ochenta. Todos fueron mucho ms brutales que Noriega, pero Estados Unidos los apoy con entusiasmo a travs de dcadas de atrocidades, en la medida en que los beneficios siguieran saliendo de sus pases con destino al nuestro. La administracin Bush continu honrando a Mobutu Ceaucescu y Saddam Hussein entre otros, todos peores criminales que Noriega. El presidente de Indonesia Suharto, que razonablemente es el peor de todos los asesinos, contina siendo considerado por los medios de comunicacin de Washington como un moderado. En el mismo instante en que se invada Panam por sus abusos sobre los derechos humanos, la administracin de Bush anunciaba nuevas ventas de material de alta tecnologa a China, nada menos que 300 millones de dlares de volumen de negocio para empresas norteamericanas, justo unas pocas semanas despus de la matanza de Tiananmen. El mismo da, el de la invasin de Panam, la Casa Blanca tambin anunci planes (que fueron llevados a cabo inmediatamente), para conceder crditos a Irak. El Departamento de Estado anunci, con su cara ms seria, que esto se deba al intento de incrementar las exportaciones norteamericanas y situarnos en una mejor posicin para pactar con Irak su respeto a los derechos humanos... . El Departamento continuaba con su postura de ignorar la oposicin democrtica iraqu (banqueros, profesionales, etc..) y bloquear los esfuerzos del Congreso de condenar los atroces crmenes del antiguo amigo de Bush. Comparado con los colegas del presidente Bush en Bagdad y Pekn, Noriega pareca la Madre Teresa. Despus de la invasin, Bush anunci una ayuda de mil millones de dlares. De esta cantidad 400 millones consistieron en incentivos a la exportacin norteamericana con destino Panam, 150 millones tenan como fin pagar crditos bancarios y 65 millones fueron al sector privado y a garantizar las inversiones de EEUU en el pas. En otra palabras la mitad de la ayuda fue un regalo de los contribuyentes norteamericanos a las grandes corporaciones, tambin norteamericanas. Estados Unidos devolvi el poder a los banqueros despus de la invasin las conexiones de Noriega con el narcotrfico son insignificantes comparadas con las de estos personajes. El trfico de drogas ha sido siempre canalizado fundamentalmente por los bancos; el sistema bancario no est regulado, de forma que es el camino natural del dinero negro. Adems ha sido la base de la artificial economa panamea, y despus de la invasin se mantiene intacto, o quiz goza de mejor salud. Las fuerzas panameas de defensa han sido reconstruidas con los mismos oficiales a su mando. En general casi todo el sistema permanece estable, slo que nuestros servidores son ahora mucho ms fiables. Lo mismo sucede en Granada, que se ha convertido en uno de los mayores centros mundiales de lavado de narcodlares desde la invasin norteamericana. Nicaragua tambin es ahora una de las principales avenidas por donde circula la droga camino de los mercados norteamericanos, despus de la victoria de Washington en las elecciones de
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1990. El modelo permanece inalterable, de la misma forma que es estril intentar llamar la atencin sobre l.
Occidente estaba encantado en hacer negocios con el nuevo lder moderado de Indonesia, como el Christian Science Montor describa al general Suharto, despus de que se hubiera lavado parte de la sangre de sus manos, mientras aada a su cuenta cientos de miles de nuevos cadveres en Timor Oriental y en otros lugares. Esta espectacular matanza en masa es benigna de corazn segn nos asegura el respetado diario econmico The Economist, refirindose sin duda a su actitud hacia las grandes corporaciones econmicas occidentales. Despus de que la guerra del Vietnam terminara en 1975, el mayor logro de la poltica estadounidense fue maximizar la represin y el sufrimiento de los pases que nuestra violencia haba devastado. El grado de crueldad empleado es asombroso. Cuando los Menonitas trataron de enviar una partida de lpices a Camboya, el Departamento de Estado trat de evitarlo. Cuando Oxfam intent mandar diez estaciones de bombeo que funcionaban mediante energa solar, la reaccin fue la misma. Y se volvi a repetir cuando algunos grupos religiosos intentaron mandar excavadoras para desenterrar algunas bombas norteamericanas que no haban llegado a explotar. Cuando la India intent mandar 100 bfalos de agua a Vietnam para reemplazar los grandes rebaos que haban sido destruidos por los ataques estadounidenses, y recurdese que en este pas retrasado un bfalo de agua significa fertilizantes, tractor, supervivencia, los Estados Unidos de Amrica trataron de cancelar a la India el programa de ayuda Alimentos para la Paz. Esto es algo que Orwell hubiera podido imaginar. No hay un grado de crueldad suficiente para el sadismo de Washington. las clases educadas saben bien cundo mirar hacia otro lado. Con el fin de seguir desangrando a Vietnam hemos estado ayudando indirectamente a los Khemeres Rojos a travs de nuestros aliados, China y Thailandia los camboyanos han tenido que pagar con su sangre nuestro rencor hacia Vietnam los vietnamitas tenan que ser castigados por haberse resistido a la violencia norteamericana. Contrariamente a lo que cualquiera, bien sea de derechas o izquierdas sostiene, Estados Unidos consigui sus principales objetivos en Indochina. Vietnam fue demolido. No hay peligro de que un desarrollo independiente tenga xito y sirva de modelo para otras naciones en la regin. Por supuesto no fue una victoria total para nosotros. Nuestra meta final era incorporar Indochina a nuestro sistema global de dominacin y eso no se logr totalmente. Pero una de las metas, la crucial, la que realmente contaba, era destruir el virus y lo conseguimos. Vietnam est destrozado y Estados Unidos hace todo lo que puede para mantenerlo en ese estado. En octubre de 1991, Estados Unidos desde las tmidas objeciones de sus aliados en Occidente y de Japn y renov el bloqueo y las sanciones contra Vietnam. El Tercer Mundo tiene que aprender que nadie puede levantar la cabeza de forma desafiante. El amo del sistema global perseguir sin descanso a quien se atreva a cometer este inenarrable crimen.
En primer lugar se nos dijo que la agresin de Irak era un crimen singular, por lo que mereca una respuesta singular y una reaccin dura. Amrica permanece donde estuvo siempre, contra las agresiones, contra aquellos que usan la fuerza para reemplazar la ley, fuimos informados por el presidente Bush, el invasor de Panam, y el nico jefe de Estado condenado por la Corte Mundial por su ilegal uso de la fuerza (segn la condena emitida por esa misma Corte, en el caso de la agresin norteamericana a Nicaragua), los medios de comunicacin y las clases altas repetan obedientemente las consignas dictadas por su lder, sucumbiendo al temor de la magnificencia de tan altos principios. En segundo lugar, los mismos agentes proclamaban como una letana que por fin la ONU estaba funcionando en la forma en que fue primitivamente diseada. Sealaban que no haba sido posible antes del final de la Guerra Fra, debido a los obstculos que planteaba la Unin Sovitica y a la obtusa oposicin anti-occidental del Tercer Mundo. Ninguna de estas quejas se sostienen si se realiza un escrutinio cuidadoso. Estados Unidos no estaba sosteniendo ningn alto principio en el caso del Golfo, ni ante cualquier otro conflicto la razn para que se produjese esta respuesta sin precedentes ante la brutal agresin de Saddam Hussein era que se haba equivocado de camino. Saddam Hussein era un gangster asesino, exactamente el mismo que antes de la guerra del Golfo, cuando era nuestro amigo y un socio favorecido en nuestro comercio exterior. Su invasin de Kuwait era sin duda una atrocidad, pero de similar naturaleza que otros crmenes llevados a cabo por EEUU y sus aliados, y quiz no tan terrible como otros. Por ejemplo la invasin de Indonesia de Timor Oriental alcanz las proporciones de un verdadero genocidio, gracias al decisivo apoyo de Estados Unidos y sus aliados. Quiz un cuarto de sus 700.000 habitantes fue asesinado, una matanza que super a la de Pol Pot, si se tiene en cuenta las respectivas proporciones. Nuestro embajador ante la ONU en aquellos tiempos, ahora senador por Nueva York, Daniel Moyniham explic sus logros en la reunin de Naciones Unidas sobre Timor Oriental: Estados Unidos deseaba que las cosas se produjeran como han sucedido, y han trabajado por su consecucin. El Departamento de Estado deseaba que Naciones Unidas tomase medidas completamente intiles. Esa tarea me fue confiada a m, y la llev a cabo con notable xito. El ministro australiano de Asuntos Exteriores justific la aquiescencia de su pas ante la Invasin y anexin de Timor Oriental, y de paso la participacin de Australia junto con Indonesia en el robo de las riquezas petrolferas de Timor, diciendo simplemente que el mundo es un lugar sucio, enlodado con ejemplos de adquisiciones por la fuerza. No obstante, cuando Irak invadi Kuwait su gobierno public una declaracin en la que se afirmaba que los grandes pases no pueden invadir a sus vecinos ms pequeos y que no pase nada. La magnitud de este cinismo no empa la ecuanimidad de los moralistas occidentales. Respecto al hecho de que la ONU finalmente actuara como deba ser, condenando la invasin, los hechos hablan por s solos, aunque empaados y manipulados por los guardianes de la ortodoxia poltica, que controlan tambin los medios de comunicacin con mano de hierro. Durante muchos aos las Naciones Unidas han estado bloqueadas, pero por Estados Unidos, no por la Unin Sovitica o el Tercer Mundo. Desde 1970 los EEUU han vetado ms resoluciones de la ONU que cualquier otro pas, y en este ranking, Gran Bretaa ocupa el segundo lugar, Francia el tercero y la Unin Sovitica la cuarta plaza. Nuestro record en la Asamblea General es similar y la obtusa y anti-occidental retrica del Tercer Mundo normalmente se convierte en una llamada a observar las leyes internacionales, una lastimosa y dbil barrera contra la depredacin de los poderosos.
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Las Naciones Unidas estaban listas para responder a la agresin iraqu porque, por primera vez, Estados Unidos lo permita. La severidad sin precedentes de las sanciones era el resultado de las presiones y amenazas de EEUU. Las sanciones tenan una inusual posibilidad de funcionar tanto por su dureza como porque los habituales vetos de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaa no se haban producido en esta ocasin. Pero incluso despus de permitir los sanciones, Estados Unidos se aprest con celeridad a desmarcarse de la opcin diplomtica despachando una fuerte fuerza militar a la zona, a la que se uni Gran Bretaa y que era apoyada por los dictadorzuelos que gobernaban los Estados petroleros del Golfo, y con la participacin nominal de otros pases. Una fuerza ms pequea de carcter disuasivo poda haber esperado a que las sanciones surtieran efecto; un ejrcito de medio milln no poda. El propsito de la rpida escalada militar trataba de evitar que Irak se retirara de Kuwait por medios pacficos. Por qu era tan poco atractiva la opcin diplomtica? A las pocas semanas de la invasin de Kuwait, el 2 de agosto, las lneas generales para un posible acuerdo poltico estaban claras la resolucin 660 del Consejo de Seguridad reclamaba la retirada iraqu de Kuwait, a la vez que llamaba a una negociacin simultnea sobre los lmites territoriales. A mediados de agosto el Consejo de Seguridad Nacional consider una propuesta iraqu para retirarse de Kuwait en esas condiciones. Aqu pareca haber dos problemas: primero el acceso iraqu al Golfo, que haba quedado vinculado al control sobre dos llanuras ridas y deshabitadas asignadas por Gran Bretaa a Kuwait despus de su retirada, y que haba dejado a Irak prcticamente aislado. En segundo lugar, la resolucin de la disputa sobre un campo petrolfero que se adentraba dos millas en territorio iraqu en una zona en que no estaban trazadas las fronteras. Estados Unidos rechaz desdeosamente la propuesta, o cualquier negociacin. El 22 de agosto sin haber hecho pblica la propuesta iraqu, que aparentemente pareca conocer el gobierno, The New York Times inform que la administracin Bush estaba determinada a bloquear la opcin diplomtica por miedo a que se pudiera difuminar la crisis los principales hechos se publicaron una semana ms tarde en el peridico de long Island Newsday, pero los medios de comunicacin en general guardaron silencio. La ltima oferta conocida antes de los bombardeos, dada a conocer por oficiales norteamericanos en la zona, propona una retirada total iraqu de Kuwait. No haba connotaciones sobre conflictos territoriales pero se enmarcaba con otras propuestas vinculadas: las armas de destruccin masiva en la zona y el conflicto rabe-israel. Un propuesta posterior apuntaba la ocupacin ilegal de Israel del sur del Lbano, en violacin de la resolucin 425 de marzo de 1978 del Consejo de Seguridad, que haba reclamado una inmediata e incondicional retirada del territorio que los israeles haban invadido, la respuesta norteamericana fue que ya no era tiempo para la diplomacia, los medios de comunicacin no informaron de los hechos, Newsday aparte, pero alabaron los altos principios de Bush. Estados Unidos se opuso a considerar los hechos relacionados porque estaban opuestos a usar la diplomacia en todos los hechos relacionados. Esto se haba puesto de manifiesto meses antes de la invasin de Kuwait, cuando EEUU rechaz la oferta iraqu de negociar sobre las armas de destruccin masiva. En su oferta Irak propona la destruccin de todas las armas qumicas o biolgicas si otros pases de la regin tambin desmantelaban sus armas de destruccin masiva.
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Saddam Hussein era en aquel entonces amigo y aliado de Bush, de manera que s recibi respuesta. Washington le dijo que daba la bienvenida a la propuesta iraqu de destruir sus propias armas, pero no quera vincular este hecho a sistemas armamentsticos u otras propuestas. No se haca mencin sobre los otros sistemas armamentsticos y haba una buena razn para no hacerlo. Israel no slo posea armas qumicas y biolgicas, sino que es el nico pas en Oriente Medio que posee armamento nuclear, probablemente 200 artefactos. Pero la frase armamento nuclear israel no puede ser escrita o pronunciada por ninguna fuente oficial norteamericana. Esa frase pondra de relieve la cuestin de por qu cualquier tipo de ayuda a Israel es siempre legal, aunque segn la legislacin sobre ayudas a pases extranjeros est prohibida desde 1977 a cualquier pas que desarrolle en secreto un programa nuclear. Al margen de la invasin iraqu, Estados Unidos siempre ha bloqueado cualquier proceso de paz en Oriente Medio que incluyera una conferencia internacional de paz y el derecho palestino a su propia autodeterminacin. Durante veinte aos Estados Unidos ha mantenido esta actitud en solitario. Los votos de las Naciones Unidas ilustran claramente la situacin: de nuevo, en diciembre de 1990, justo en medio de la niebla levantada por la crisis del Golfo, la llamada a una conferencia internacional, obtuvo un resultado de 142 votos a favor y 2 en contra, Estados Unidos e Israel. Esto no tena nada que ver con Irak y Kuwait. Estados Unidos tambin se neg tajantemente a permitir la retirada iraqu por los medios pacficos que prescriben las leyes internacionales. En su lugar prefiri evitar la diplomacia y situar el conflicto en la esfera de lo violento, en el cual una superpotencia siempre se impondr a cualquier adversario del Tercer Mundo. Como ya hemos visto, EEUU lleva a cabo agresiones de forma regular, o bien las apoya, an en casos ms criminales que el de Kuwait. Slo el ms empecinado papista puede dejar de entender estos hechos. En el extrao caso de que EEUU se oponga diplomticamente a alguna accin ilegal de algn cliente o aliado, estarn dispuestos a admitir las vinculaciones de sus propuestas. Tmese la ocupacin sudafricana de Namibia declarada ilegal por la Corte Mundial y las Naciones Unidas en los aos 60. Estados Unidos predic durante aos una tranquila accin diplomtica o un acuerdo constructivo, respaldando un pacto que otorgaba a Sudfrica amplio apoyo a sus atrocidades y barbarie, amn del mayor puerto de Namibia, y admita las vinculaciones de esta ocupacin con el Caribe, a la vez que bendeca los beneficios que se derivaban de la invasin para los intereses econmicos internacionales. Las tropas cubanas que haban defendido a Angola, el vecino de Namibia, de los ataques de Sudfrica fueron retiradas. A pesar de ello, y tal como sucedi en Nicaragua tras los acuerdos de paz de 1987, Estados Unidos continu apoyando al ejrcito terrorista junto con sus aliados Zaire y Sudfrica y preparando unas elecciones para 1992 al estilo de las nicaragenses, donde la gente tena que acudir a las urnas bajo la amenaza del estrangulamiento econmico y los ataques terroristas si votaban por el candidato equivocado. Mientras tanto Sudfrica segua saqueando y destruyendo Namibia, y usndola como base para agredir a sus vecinos. Slo durante la poca Reagan-Bush (1980-88) Sudfrica caus unos daos valorados en ms de 60.000 millones de dlares y ms de medio milln de personas asesinadas en los pases vecinos, excluidos Namibia y la propia Sudfrica. Pero los comisarios polticos estadounidenses eran incapaces de afrontar estos hechos, y en su lugar, elogiaban la fascinante panoplia de principios con la que Bush vinculaba estos hechos, cuando alguien te pisa los callos.
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Es decir, ahora s se admitan vinculaciones que equivalan a un rechazo diplomtico, pero Light, es decir, de menor rango que un rechazo diplomtico. En el caso de Kuwait, la posicin estadounidense fue particularmente dbil. Despus de que Saddam Hussein se nos fuese de las manos, la administracin Bush insisti en que deba ser eliminada la capacidad iraqu de ataque y agresin, una posicin correcta en contraste con el anterior apoyo que se haba brindado a las atrocidades y agresiones del pasado, y se hizo un llamamiento para lograr un pacto regional que garantizase la seguridad. Bien, en esto consisten las vinculaciones. Cuando nuestro opositor condiciona sus posiciones a otras premisas, no se permite que se d la vinculacin; es el caso de Irak. Sin embargo, si nuestro aliado es el condenado, vinculamos su agresin a otros factores: el avance del comunismo, etc., para protegerle. La cruda realidad es que, en el caso iraqu, Estados Unidos tema que la diplomacia difuminase la crisis y por lo tanto se cerr en banda a aceptar sus vinculaciones mientras se preparaba para la guerra. Al rechazar la senda diplomtica, Estados Unidos consegua sus mayores metas en el Golfo. Sabamos con claridad que los incomparables recursos energticos de Oriente Medio deban permanecer bajo nuestro control y los enormes beneficios que proporcionaban deban continuar dando soporte a las economas de los propios Estados Unidos y de su cliente britnico. Tambin reforzbamos nuestra posicin dominante y ensebamos la leccin de que el mundo debe ser gobernado por la fuerza. Estos objetivos han sido alcanzados, Washington procedi a mantener la estabilidad, impidiendo cualquier amenaza de cambio democrtico en las tiranas de los Estados del Golfo y permitiendo que Saddam Hussein machacase los levantamientos populares de los chitas en el sur, a pocos kilmetros de nuestras lneas, y de los kurdos en el norte. Pero la administracin Bush todava no ha conseguido lo que el portavoz de The New York Times y jefe de la seccin internacional, Thomas Friedman llama lo mejor del mundo: una junta de puo de hierro sin Saddam Hussein. Esto, contina Friedman, supondria el retorno a la feliz poca en que el puo de hierro de Saddam mantena unido Irak, para satisfaccin de los aliados de Estados Unidos, Turqua y Arabia Saudita para no hablar de la del patrn de Washington. la actual situacin del Golfo refleja las prioridades de las superpotencias para quedarse con todas las cartas, otra verdad que permanece invisible ante los guardianes de la fe.
En febrero de 1982 las figuras ms importantes de los israeles, cuyos nombres ms tarde se vieron implicados en la vista del caso Irn-Contra, aparecieron en la cadena de televisin inglesa BBC describiendo cmo haban ayudado a organizar el trasvase de armas al rgimen de Jomeini. En octubre de 1982, el embajador de Israel ante EEUU declar pblicamente que Israel estaba mandando armas al rgimen de Jomeini con la cooperacin de Estados Unidos... casi al ms alto nivel, los altos oficiales israeles involucrados tambin manifestaron las razones: establecer lazos de unin con elementos militares en Irn que pudieran derrocar al rgimen, restaurando el que haba bajo el Sha, es decir, el procedimiento habitual. Al igual que en la guerra de la contra, los actores bsicos de las operaciones ilegales CIANorth eran conocidos en 1985 (un ao antes de que la historia estallase, cuando se derrib un avin de suministros norteamericano en Nicaragua y Eugene Hasenfus, un agente yanqui, fuera hecho prisionero), los medios de comunicacin simplemente optaron por mirar hacia otro lado. De manera que qu es lo que gener el escndalo Irn-Contra? Se produjo en el momento en que ya no se pudo ocultar por ms tiempo. Cuando Hasenfus fue derribado en Nicaragua llevando suministros de la CIA a los contras y la prensa libanesa inform que el consejero nacional de Seguridad norteamericano llevaba biblias y chocolates a Tehern, la historia no pudo silenciarse durante ms tiempo. Despus de eso, la conexin entre los dos hechos se hizo patente. Entonces se pas a la siguiente Fase: control de daos. De eso fue de lo que se sac provecho.
Ceaucescu era tan brutal y despiadado entonces como lo fue despus, pero ya que se haba retirado del Pacto de Varsovia y estaba siguiendo una senda de corte independiente, cremos que estaba, en parte, de nuestro lado en la batalla internacional. (Estamos a favor de la independencia siempre y cuando se produzca en el imperio del enemigo, no en el nuestro). En cualquier otro lugar de Europa del Este los levantamientos fueron increblemente pacficos. Hubo alguna represin, pero desde el punto de vista histrico 1989 fue un ao nico. No puedo recordar un caso semejante. Creo que las perspectivas para Europa del Este son bien negras. Occidente tiene un plan meridianamente claro; quiere convertir grandes zonas de ese territorio en parte del Tercer Mundo. Siempre ha habido una especie de relacin seudocolonial entre Occidente y Europa del Este; de hecho el bloqueo sovitico de esa relacin constituy una de las causas de la Guerra Fra. Ahora se estn reestableciendo y hay un serio conflicto sobre quin va a ser el ganador en la carrera para asegurar la explotacin y la depredacin en esa zona del planeta. Va a ser Europa Occidental liderada por Alemania, actualmente primera en la lnea de salida, Japn aguardando a ver el tamao de los beneficios, o Estados Unidos tratando de sumarse al botn? Hay una buena cantidad de recursos para apropiarse, y cantidad de mano de obra barata para emplear en las empresas de ensamblaje. Pero primero tenemos que imponerles el sistema capitalista. No lo aceptamos para nosotros mismos, pero insistimos cuando se trata del Tercer Mundo. Es el sistema del Fondo Monetario Internacional. Si podemos conseguir que lo acepten, sern fcilmente explotados, y los llevaremos con facilidad a ejercer su nuevo papel de Mxico o Brasil. En muchos aspectos Europa del Este es ms atractiva para los inversores que Amrica latina. Una razn es que su poblacin es blanca y de ojos azules, y por lo tanto mucho ms presentable para inversores que proceden de sociedades profundamente racistas como las de Europa Occidental y Estados Unidos. Y an ms significativo, Europa del Este tiene un nivel de salud general y de educacin mucho ms elevado que la media latinoamericana que, excepto sectores aislados y de gente acomodada, es un desastre total. Una de las pocas excepciones es Cuba, que supera el estndar occidental en salud y tasas de alfabetismo, pero sus perspectivas son ms bien pesimistas. Una razn para esta disparidad entre Europa del Este y Latinoamrica radica en los diferentes niveles de terror ejercidos en ambos casos despus de los aos de Stalin. Una segunda razn se establece en trminos de economa poltica. De acuerdo con los servicios de espionaje norteamericanos, la Unin Sovitica gast alrededor de 80.000 millones de dlares en Europa del Este durante la dcada de los setenta. La situacin fue bien diferente en Amrica Latina. Entre 1982 y 1987 alrededor de 150.000 millones de dlares fueron transferidos de Amrica Latina a Estados Unidos. The New York Times estima que las transacciones ocultas (incluyendo dinero del narco, beneficios ilegales etc.) podran haber alcanzado la cifra de 700.000 millones de dlares, los efectos en Centroamrica han sido particularmente odiosos, pero casi lo mismo sucede en todo el subcontinente, donde hay una rampante pobreza, malnutricin, mortalidad infantil, destruccin ecolgica, estados terroristas, y colapso generalizado de las condiciones de vida hasta llegar a niveles de dcadas precedentes.
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La situacin en frica es todava peor. La catstrofe del capitalismo fue particularmente grave en los aos ochenta, una pesadilla inconmensurable en los dominios de las potencias occidentales, segn los trminos de la Organizacin para la Unidad Africana. Cifras facilitadas por la Organizacin Mundial de la Salud estiman que 11 millones de nios mueren cada ao en el mundo subdesarrollado, un silencioso genocidio que hubiera podido ser conducido a un rpido final si los recursos estuvieran dedicados directamente a satisfacer las necesidades humanas en vez de al enriquecimiento de unos pocos. En una economa global diseada para satisfacer los intereses y necesidades de las corporaciones internacionales y financieras, y los sectores que las sirven, la mayora de las especies se convierten en superfluas. Hubieran sido suprimidas si las estructuras institucionales de control y privilegio hubieran funcionado sin un desafo o cierto grado de control popular.
Con estas premisas, es natural que la administracin Bush haya contemplado la respuesta militar como el principal instrumento poltico, prefirindola a las sanciones y a la diplomacia, como en la crisis del Golfo. Pero desde que Estados Unidos ha perdido la base econmica para imponer estabilidad y orden en el Tercer Mundo, debe confiar en otros para asegurarlos, ya que es ampliamente asumido que debe haber alguien que garantice el respeto a los amos. El flujo de beneficios provenientes de la produccin petrolfera del Golfo no es desdeable, pero Japn y la Europa liderada por Alemania debe pagar su cuota por el papel desempeado por Estados Unidos, el de mercenario, asumido siguiendo los consejos de la prensa econmica internacional. El editor financiero del derechista Chicago Tribune ha estado haciendo hincapi sobre estos temas con especial claridad. Debemos ser mercenarios voluntarios pagados en concepto de nuestros amplios servicios por nuestros rivales, usando nuestro poder monopolstico en el mercado de la seguridad para mantener nuestro control sobre el sistema econmico mundial. Debemos extender una red de proteccin aconseja, vendiendo proteccin a las otras potencias mundiales que debern por tanto pagarnos un canon de guerra. Y eso es en Chicago donde los palabras son perfectamente entendidas: si alguien te molesta, se llama a la mafia para que le rompa los huesos. Y si no se obtiene la recompensa suficiente, tambin tu salud puede resentirse. Quede claro que el uso de la fuerza para controlar el Tercer Mundo es slo un ltimo recurso. El Fondo Monetario Internacional es un instrumento ms barato que los marines o la CIA si puede encargarse de la tarea. Pero el puo de hierro debe poder ser contemplado en el horizonte, disponible para cuando se necesite. Nuestro papel de gorila de alquiler tambin causa sufrimientos en casa. Las grandes corporaciones industriales siempre han confiado en el Estado para proteger e incrementar sus enormes intereses econmicos en casa, para dirigir dinero pblico a las necesidades de los inversores, etc. y esa ha sido una de las razones de su poder. Desde 1950 Estados Unidos ha conseguido estos objetivos a travs del sistema del Pentgono, que incluye a la NASA y al Departamento de Energa que produce armas nucleares. Pero ahora estamos amarrados a estos mecanismos para mantener los componentes electrnicos, las computadoras y la industria de la alta tecnologa en general. Los militantes keynesianos de la poca de Reagan se excedieron aadiendo nuevos problemas. La transferencia de recursos a las minoras acaudaladas y otro tipo de polticas gubernamentales condujeron a una enorme ola de manipulacin financiera y a una orga consumiste. Y adems, se haca poco en relacin a inversiones en el aparato productivo, y d pas estaba repleto de deudas: gubernamentales, corporativas, inmobiliarias y la incalculable deuda nunca superada de los programas sociales, a medida que Estados Unidos iba girando hacia un modelo tercermundista, con islas de gran riqueza y enormes privilegios en un ocano de miseria y sufrimiento. Cuando un Estado adopta tales polticas, se debe encontrar el mtodo de distraer a la gente, evitando que adviertan lo que est sucediendo a su alrededor. Y no hay muchas maneras de hacerlo. La ms clsica es inspirar temor a terribles enemigos que nos amenazan, y confiar en nuestros grandes lderes que nos rescatarn en el ltimo momento. ste ha sido el modelo seguido durante toda la dcada de los ochenta, que requiere no poca ingenuidad por parte del pblico, una vez que la amenaza habitual, la Unin Sovitica, se hubiera evaporado. De manera que la amenaza para nuestra existencia han sido Gadafi y sus hordas de terroristas, Granada y su ominosa base area, los sandinistas marchando hacia Texas, los narcotraficantes hispanos conducidos por el archimanaco Noriega y los rabes,
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locos en general. Ms recientemente ha sido Saddam Hussein despus de que cometiera su nico crimen, el de la desobediencia, en agosto del 90. Ahora es ms necesario que nunca reconocer lo que siempre ha sido verdad: que el principal enemigo es el Tercer Mundo, que amenaza con escapar a nuestro control. stas no son leyes naturales. Los procesos y las instituciones que las han engendrado pueden ser cambiadas. Pero el proceso requiere cambios culturales, sociales e institucionales no coyunturales, que incluyan a las estructuras democrticas ya que la democracia no slo consiste en elegir peridicamente entre una seleccin de representantes del mundo econmico para que manejen los asuntos internacionales y domsticos.
manteniendo claro un principio: si se quiere entender la Guerra Fra, se debe prestar atencin a los sucesos de la Guerra Fra. Si se hace de esta forma emerge un cuadro muy diferente. En el lado sovitico, los sucesos de la Guerra Fra consistieron en repetidas intervenciones en Europa Oriental: tanques en Berln Oriental, en Praga y en Budapest. Estas intervenciones tuvieron lugar en el mismo escenario que se us para atacar y casi virtualmente destruir a Rusia tres veces slo en este siglo. La invasin de Afganistn es el nico ejemplo de desviacin en este teatro de operaciones, aunque tambin se encuentre tocando la frontera sovitica. En el lado estadounidense, las intervenciones se llevaron a cabo a lo ancho de todo el planeta, reflejando el estatus obtenido por EEUU como primera potencia global de la historia. Desde un punto de vista interno, la Guerra Fra ayud a mantener en el poder a una capa burocrtica militar, y dio a EEUU un mtodo para amedrentar a su poblacin y para subsidiar la industria de alta tecnologa. No es sencillo vender esta historia a las respectivas poblaciones. La tcnica usada era la nica posible: el miedo a un gran enemigo. Esto tambin lo facilitaba la Guerra Fra. No importaba cuan estpida pudiera parecer la idea de que la Unin Sovitica estaba estrangulando con sus tentculos a Occidente, el imperio del mal pareca en efecto maligno, era un imperio y era brutal. Cada superpotencia controlaba a su principal enemigo, sus propios pueblos, aterrorizndoles con los crmenes de su enemigo, por otra parte reales. En sus aspectos ms relevantes, la Guerra Fra era un especie de acuerdo tctico entre EEUU y la URSS, bajo el cual Estados Unidos llevaba a cabo sus guerras en el Tercer Mundo y controlaban a sus aliados occidentales, mientras que los gobernantes soviticos mantenan una tenaza de acero sobre su propio imperio y sus satlites en la Europa Oriental, usando cada uno a su oponente para justificar la represin y la violencia en sus propios dominios. As, por qu termin la Guerra Fra y a qu situacin condujo ese fin? Durante los aos setenta los gastos militares soviticos tuvieron que estancarse mientras que los problemas internos se incrementaban, as como la recesin econmica y la presin popular que clamaba por el fin de la tirana. El poder sovitico haba ido declinando durante los ltimos 30 aos, como mostraba claramente un estudio del Centro de Informacin para la Defensa hecho pblico en 1980. Unos pocos aos despus el sistema sovitico se colaps. La Guerra Fra finaliz con la victoria de los que haban sido siempre los ms ricos y los ms poderosos adversarios. El colapso sovitico formaba parte de la catstrofe econmica general de los aos ochenta, ms severa en la mayora de los dominios occidentales del Tercer Mundo que en el imperio sovitico. Como hemos visto, la Guerra Fra encerraba significativos elementos del conflicto Norte-Sur, para usar el eufemismo contemporneo con el que se designa la conquista occidental del mundo. La URSS jugaba un papel independiente, facilitando asistencia a blancos seleccionados para los ataques occidentales y disuadiendo a los ms violentos. Con el colapso de la tirana sovitica, gran parte de la zona puede esperar un regreso a su papel tradicional, con las anteriores capas burocrticas ejerciendo el mismo papel que juegan los lites del Tercer Mundo, es decir enriquecerse mientras sirven a los intereses de los inversores extranjeros. Pero mientras esta particular fase ha terminado, el conflicto Norte-Sur contina. En una parte se habr podido terminar la partida, pero Estados Unidos sigue operando como siempre aunque ms libremente, ya que la disuasin sovitica es cosa del pasado. A nadie le hubiera debido sorprender que George Bush celebrara el smbolo del final de la Guerra Fra, la cada del muro de Berln, invadiendo inmediatamente Panam y anunciando alto y claro que Estados Unidos boicoteara el resultado de las elecciones en Nicaragua mediante ataques militares y
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estrangulamiento econmico, a no ser que ganaran los suyos. Como tampoco debi sorprender a nadie que Elliot Abrams observara que la invasin estadounidense de Panam era singular ya que poda llevarse a cabo sin miedo a la reaccin sovitica en cualquier otra parte, o los numerosos comentaristas que aadieron durante la crisis del Golfo que ahora EEUU y Gran Bretaa eran completamente libres para usar ilimitadamente su fuerza contra sus enemigos del Tercer Mundo, ya que no se vean constreidos por la fuerza disuasorio sovitica. Por supuesto el final de la Guerra Fra tambin trae aparejados sus problemas. Sobre todo, que las tcnicas para mantener controlada a la poblacin deben cambiar, un problema reconocido durante los aos ochenta como ya hemos visto. Deben inventarse nuevos enemigos. Se hace ms difcil aparentar que los verdaderos enemigos han sido siempre los pobres que quieren saquear a los ricos, particularmente en el momento en que el Tercer Mundo quiere sacudiese el yugo de su papel de servidor.
Tambin era blanco de las persecuciones la marihuana, de la que no se conoce ningn muerto por su uso entre los 60 millones de adictos. De hecho esta ofensiva ha exacerbado el problema de las drogas, ya que muchos adictos a la marihuana se han pasado de sta, relativamente inocente droga, a otras ms peligrosas sin lugar a dudas, como la cocana, que es mucho ms fcil de esconder. Al mismo tiempo que se lanzaba la campaa contra la droga, con grandes alharacas en septiembre de 1989, la Cmara de Comercio estadounidense sostena una entrevista en Washington a peticin de la industria del tabaco, para que se impusiesen sanciones a Thailandia por sus restricciones a las importaciones y anuncios de tabaco. Mientras, se haba impuesto la adiccin al tabaco a los consumidores de Japn, Corea del Sur y Taiwn, con los costes humanos antes sealados. El ministro de Salud norteamericano, Everet Koop, testific ante la audiencia solicitada por la Cmara de Comercio que si estamos intentando que los Gobiernos extranjeros intenten parar el trfico de cocana, es un enorme acto de hipocresa que Estados Unidos se dedique a exportar tabaco. Y aadi dentro de unos aos observaremos nuestra poltica de libre comercio y la encontraremos escandalosa. Los thailandeses tambin protestaron y predijeron que las consecuencias de las sanciones norteamericanas constituiran una marcha atrs en la campaa emprendida por su Gobierno contra el uso del tabaco. Respondiendo a las protestas de las compaas tabaqueras norteamericanas que alegaban que sus productos eran los mejores del mundo, los thailandeses afirmaron que sin duda en el Tringulo de Oro se obtienen excelentes productos, pero nunca hemos invocado el principio de libre comercio para comercializarlos. De hecho intentamos suprimirlos. Las crticas recordaron la Guerra del Opio de hace 150 aos, cuando el Gobierno britnico oblig a China a abrir sus puertas al opio procedente de su colonia india, santificando el concepto de libre comercio e imponiendo a China una adiccin a la droga a gran escala. Esto s constitua la noticia del da sobre el trfico de drogas. Me imagino los titulares: El Gobierno norteamericano se convierte en el mayor traficante de drogas del mundo. Hubiera hecho vender muchos peridicos. Pues bien, la historia pas prcticamente inadvertida, sin una sola mencin a las obvias conclusiones. Otro aspecto del problema de las drogas, que tambin recibe poca atencin, es el papel relevante de Estados Unidos durante la 1 Guerra Mundial en estimular el trfico de drogas. Esto sucedi en la zona donde EEUU comenz su labor de posguerra de destruir la resistencia antifascista, convirtindose el movimiento sindical en uno de los principales objetivos. En Francia la creciente importancia poltica e influencia del movimiento sindical y popular trataba de impedir que el flujo de armas al Ejrcito francs sirviera para reconquistar sus antiguas colonias de Indochina con la ayuda norteamericana, lo que para stos ltimos s constitua una amenaza. La CIA comenz a infiltrar y sabotear el movimiento sindical con la ayuda de los lderes sindicales estadounidenses, que estuvieron orgullosos de su trabajo. La tarea requera de rompehuelgas y esquiroles y haba un suministrador obvio, la Mafia. Por supuesto no participaron en el trabajo slo por diversin. Queran una recompensa por sus esfuerzos. Y se les concedi: fueron autorizados a restablecer la red de trfico de herona que haba sido desmantelada por los gobiernos fascistas, la famosa French Connection que domin el trfico mundial hasta los aos sesenta. En esa poca el centro mundial del comercio de drogas se haba trasladado a lndochina, fundamentalmente a Laos y Thailandia. De nuevo se encontraba en terreno propicio para las operaciones de la CIA, y en efecto, se llev a cabo una guerra paralela y secreta con
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mercenarios durante la guerra del Vietnam. Pero stos tambin queran su recompensa. Cuando despus la CIA traslad su teatro de operaciones a Pakistn y Afganistn las bandas dedicadas al narcotrfico florecieron en el sudeste asitico. La guerra clandestina contra Nicaragua tambin proporcion buenas oportunidades a los narcotraficantes de la regin, ya que los vuelos ilegales de la CIA para proporcionar armas a sus mercenarios eran una oportunidad excelente para aprovechar la vuelta y enviar droga a EEUU, a menudo a travs de las bases areas norteamericanas, segn testimonios de los propios traficantes. La estrecha relacin entre el terrorismo internacional, a veces llamado contrainsurgencia o guerras de baja intensidad segn el eufemismo de moda, no constituye una sorpresa. Las operaciones clandestinas requieren grandes cantidades de dinero, que debe ser indetectable. Tambin necesita operaciones criminales. El resto viene por s solo.
intenciones de la guerra estn hoy ms all de cualquier discusin, los guardianes de la poltica correcta, pueden estar orgullosos de un logro que difcilmente podra conseguirse en un Estado totalitario bien gestionado. O echemos una mirada al trmino proceso de paz. Los ingenuos pueden pensar que se refiere a los esfuerzos para alcanzar la paz. Bajo este significado podramos decir que el proceso de paz en Oriente Medio incluye, por ejemplo, la oferta de un tratado de paz completa a Israel hecha por el presidente Sadat de Egipto en 1971, en la lnea defendida virtualmente por todo el mundo, incluidos funcionarios estadounidenses; la resolucin del Consejo de Seguridad de enero de 197 introducida por los pases rabes con el respaldo de la OLP, haca un llamamiento para el establecimiento de dos Estados en trminos prcticamente aceptados por toda la comunidad internacional. La OLP ofreci durante todo el ao 1980 negociar con Israel para lograr un reconocimiento mutuo, y anualmente se vota en la Asamblea General de las Naciones Unidas resoluciones en este sentido. Pero los sofisticados analistas norteamericanos entienden que estos esfuerzos no forman parte del proceso de paz. las razones, segn los guardianes de la poltica correcta es que el trmino, proceso de paz, se refiere tan slo a lo que hace el gobierno, en el caso mencionado, bloquear un proceso de paz verdadera. Los esfuerzos anteriormente sealados no forman parte del proceso de paz, ya que EEUU vet la resolucin del Consejo de Seguridad y se opuso a las negociaciones y al mutuo reconocimiento de Israel y la OLP, y sigue vetando regularmente cualquier intento de paz auspiciado por la ONU o cualquier otro organismo. (Como anteriormente sealaba N. Chomsky, esto es valido hasta que el proceso de paz sea conducido segn los intereses norteamericanos. En el momento actual se est produciendo el reconocimiento mutuo y se est firmando, un acuerdo de paz, pero segn los intereses de EEUU y su aliado sionista, desoyendo las precedentes resoluciones de la ONU que llamaban a una retirada total e incondicional de los territorios ocupados ilegalmente por Israel. El proceso de paz est limitado por los intereses norteamericanos, que reclaman un acuerdo concreto sin el reconocimiento de todos los derechos nacionales palestinos. As funciona el asunto, los polticos que no sean capaces de desarrollar esta habilidad pueden ir buscndose otra profesin. Hay muchos otros ejemplos. Tomemos el trmino inters especial. La bien engrasada maquinaria del Partido Republicano acusaba regularmente durante los aos ochenta a los demcratas de ser el partido de los intereses especiales: mujeres, trabajadores, tercera edad, jvenes, granjeros etc., es decir, el pueblo en general. Slo haba un sector de la poblacin que nunca sala en las listas: las corporaciones y el mundo de los negocios en general. Tiene sentido. En el discurso de los guardianes de la correccin poltica sus intereses especiales son los intereses nacionales ante los que todo el mundo debe inclinarse. los demcratas argumentaban airadamente que ellos no formaban parte de intereses especiales: ellos servan tambin a los intereses nacionales. Era cierto, pero su problema es que no tenan en cuenta la falta de conciencia y la simplicidad de la gente a la que iba destinado el mensaje de sus oponentes, los republicanos no tenan ninguna duda de a quin representaban, a los ricos y a los propietarios, quienes estaban sosteniendo una agria batalla de clases contra la poblacin en general, a menudo adoptando conceptos y retrica marxista vulgar, invocando la histeria, el miedo y el terror, clamando por grandes lderes y otros mecanismos de control de la poblacin. los demcratas son menos claros en sus alianzas, y por lo tanto menos efusiva su propaganda. Finalmente analicemos el trmino conservador, que se ha convertido en referencia para los defensores de un Estado poderoso que interfiere masivamente en la vida econmica y social de los pueblos. Reclamaron grandes inversiones pblicas y un buen cmulo de medidas proteccionistas para despus de la guerra contra los riesgos del mercado, estrechar las
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libertades individuales a travs de la legislacin y la jurisprudencia, proteger al Santo Estado (En efecto, Israel concede una autonoma limitada de parte de los territorios ocupados por la fuerza de las armas y sigue negando la posibilidad de un Estado palestino. Es decir, el acuerdo d ez legitima lo conquistado por la violencia. (N. T.)) De las inspecciones arbitraras de irresponsables ciudadanos etc., es decir, todo aquello que era precisamente lo contrario del conservadurismo ms rancio. Su alianza es con la gente duea del pas y que por lo tanto debe gobernarlo, segn las palabras de la Fundacin del Padre John Jay. En realidad no es difcil de entender, una vez que se le coge el truco. Para conseguir que el discurso poltico tenga sentido, es necesario traducirlo correctamente, decodificar el doble sentido que aparece en los medios de comunicacin, en los discursos de los cientficos sociales de carcter academicista, y en las rdenes religiosas seculares. Su funcin est clara: se trata de imposibilitar que las palabras tengan un sentido coherente en asuntos de ndole social. Podemos estar seguros de que poco ser inteligible de cmo funciona nuestra sociedad y de qu est pasando en el mundo. Una gran contribucin a la democracia, en el sentido que los guardianes de la poltica correcta entienden.
sobre sus instituciones, y atencin a las necesidades humanas y respeto a los derechos humanos. Si el socialismo es la tirana de Lenin y Stalin, la gente consciente lo rechazar. Y si es la nica alternativa al Estado capitalista, nadie se someter a sus autoritarias estructuras. Con el derrumbe del sistema sovitico existe una posibilidad de revivir los vigorosos ideales del socialismo libertario ya que no dar ms cobertura a uno de los ms represivos sistemas de poder. No podemos saber si la esperanza sobrevivir. Pero se ha apartado uno de los obstculos que se hallaban en el camino. En ese sentido la desaparicin de la Unin Sovitica es una pequea victoria para el socialismo, mayor que la derrota del fascismo.
sistemticamente. Pero hay buenas razones para opinar que representa los mismos intereses que los medios de comunicacin. El sistema doctrinal que produce lo que llamamos propaganda tiene dos principales objetivos bien diferenciados. Uno es la que a veces se ha dado en llamar la clase poltica, aproximadamente el 20% de la poblacin que tiene un relativo buen nivel de educacin, est ms o menos vertebrada y juega algn papel en la toma de decisiones. Su aceptacin de la doctrina es crucial ya que estn en situacin de disear e implementar determinadas polticas. Luego est el 80% restante, el resto de la poblacin. Segn Lippman son espectadores de la accin, a los que se refiere como un rebao sin voluntad. Se les supone slo para recibir rdenes y para mantenerse apartados de la gente importante. Son el objetivo de los verdaderos medios de comunicacin de carcter masivo: los tabloides, la prensa amarilla, etc. Estos sectores del sistema doctrinal sirven para distraer a las masas y para reforzar los valores sociales bsicos: pasividad, sumisin a la autoridad, las sempiternas virtudes de la ganancia personal y la avaricia, la falta de inters por los dems, el miedo a los enemigos reales o inventados etc. El objetivo consiste en mantener al pasivo rebao sin hacer nada. Para ellos es innecesario preocuparse de lo que sucede en el mundo. De hecho a nadie le interesa, si ven parte de la realidad podran intentar cambiarla. Todo lo anterior no quiere decir que los medios de comunicacin no puedan ser influenciados por la poblacin en general. las instituciones dominantes, polticas econmicas o doctrinales, no son inmunes a las presiones populares. los medios independientes, o lo que es lo mismo alternativos, pueden jugar un importante papel. A pesar de su falta de recursos, casi por definicin, ganan en importancia de la misma forma que las organizaciones populares: juntando gente de recursos limitados de forma que su efectividad se multiplique as como su propio conocimiento de la realidad, a travs de estas interacciones. Precisamente la amenaza que aterroriza a las lites dominantes.
EL FUTURO
masacrados. Entonces la protesta se hizo significativa. Por el contrario tan pronto como Reagan apunt que se iba a intervenir directamente en Amrica Central, las protestas explotaron de forma espontnea a escala suficiente como para obligar a la administracin a recurrir a otros medios. Los lderes pueden graznar sobre el fin del sndrome de Vietnam pero conocen la realidad. La Revista Poltica de Seguridad Nacional de la administracin Bush, filtr en el momento del ataque terrestre en la Guerra del Golfo que en casos en que Estados Unidos se enfrenta a enemigos ms dbiles, los nicos a los que se atreve a enfrentar un verdadero estadista, nuestro objetivo es no slo derrotarlos, sino derrotarlos rpida y efectivamente. Cualquier otro resultado podra ser embarazoso y cortocircuitar el apoyo poltico, bien entendido que adems, ste es muy estrecho. Por ahora, una intervencin clsica ni siquiera se contempla como opcin. Los medios se limitan a operaciones terroristas clandestinas, mantenidas en secreto a la opinin pblica, o a rpidos y decisivos golpes a enemigos mucho ms dbiles, despus de una vasta campaa destinada a pintarlos como monstruos de indescriptible poder. Este mismo proceso de respuesta se puede observar en la actualidad. Por ejemplo 1992. Si la celebracin del Quinto Centenario hubiese sucedido en 1962, hubiera constituido una celebracin de la liberacin del continente. En 1992 las celebraciones han obtenido una rpida respuesta, un factor que ha causado la histeria de los gurs de la cultura que han ejercido un control totalitario sobre todo el proceso. Ahora se apresuran a sealar los fanticos excesos de los que instan a respetar a otros pueblos y culturas. Tambin en otras reas hay mas apertura y conocimiento, ms escepticismo y cuestionamiento de la autoridad. Por supuesto las ltimas tendencias son un arma de doble filo. Pueden conducir a un pensamiento independiente, a la organizacin popular y a la presin para que cambien las instituciones. O pueden proporcionar una masa de gente aterrorizada que derrame lderes nuevos y ms autoritarios. Esta posibilidad no es puramente especulativa, es algo para tomar en serio y actuar en consecuencia, adoptando las medidas oportunas para detener el fenmeno.
QU HACER?
En cualquier pas siempre hay un grupo que ostenta el verdadero poder. No es un gran secreto dnde radica ese poder en Estados Unidos. Bsicamente reside en manos de personas que determinan las inversiones, qu se produce y qu se distribuye. Ocupan cargos a lo largo y ancho del gobierno, escogen a los analistas y programadores de la poltica, e imponen las condiciones generales que rigen el sistema doctrinal. Una de las cosas que desean es la aquiescencia y la pasividad de la poblacin. De manera que una de las cosas que les puede hacer la vida menos cmoda es no ser pasivo y sumiso. Incluso plantear preguntas tiene un efecto importante. Las manifestaciones, escribir cartas y votar puede ser significativo, depende de las circunstancias. Pero lo principal es estar organizado. Si se va a una manifestacin y luego a casa, es importante, pero los poderosos pueden soportarlo. Con lo que no pueden vivir es con una presin sostenida que funcione, con
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organizaciones que hagan cosas, gente que aprenda lecciones para mejorar su actuacin en el futuro. Cualquier sistema de poder, incluso una dictadura fascista, reacciona ante la disidencia popular. Esto es cierto en un pas como ste donde, afortunadamente, el Estado no dispone de mucha fuerza para coaccionar a la poblacin. Durante la guerra de Vietnam, la resistencia contra el conflicto fue directa y el gobierno tuvo un alto coste que pagar. Si las elecciones son una cita donde una parte de la poblacin acude y presiona un botn cada par de aos, no se preocupan. Pero si los ciudadanos se organizan para presionar sobre un determinado aspecto, y a su vez presionan a los elegidos sobre ese asunto, las elecciones pueden tener una importancia significativa. Los miembros del Congreso son ms fcilmente influenciables que los del Senado, y los senadores ms que el presidente, que es prcticamente inmune. Cuando se llega a ese nivel, la poltica est prcticamente decidida por los ricos y poderosos que controlan y manejan el pas. Se puede organizar mtodos de presin sobre nuestros representantes. Se les puede llevar al barrio para que se enfrenten a las quejas de los vecinos, o se pueden realizar sentadas en sus oficinas si se dan las circunstancias apropiadas. Esto puede significar la diferencia, una sustancial diferencia. Tambin se pueden realizar nuestras propias investigaciones. No slo se debe confiar en los libros convencionales de historia y en los textos de ciencia poltica, hay que estudiar las monografas de los especialistas y las fuentes originales: los archivos ministeriales y documentos similares, la mayora de las buenas bibliotecas tienen departamentos donde pueden encontrarse. Esto requiere un poco de esfuerzo. La mayora del material es basura, y hay que leer una tonelada antes de encontrar algo bueno. Existen guas que nos pueden orientar sobre dnde buscar, y a veces se encuentran indicios en las fuentes de segunda mano. A veces son malinterpretadas, pero no obstante sugieren lugares donde investigar. No es un gran misterio, y no supone ningn especial esfuerzo intelectual. Supone trabajo, pero cualquiera puede dedicar parte del tiempo que destina a un hobby particular. Y los resultados de la investigacin pueden cambiar la manera de pensar de la gente. Las verdaderas investigaciones son siempre fruto de un trabajo colectivo, y sus resultados pueden contribuir significativamente a incrementar la conciencia de la gente, aumentando la capacidad de crtica y de conocimiento de la realidad, y conducir a una accin constructiva.
LA LUCHA CONTINA
La lucha por la libertad no acaba jams. La gente del Tercer Mundo necesita nuestra solidaridad, nuestra comprensin, y mucho ms que eso, nuestra ayuda. Podemos proporcionarles un margen de supervivencia mediante nuestra lucha en Estados Unidos. Su xito en su lucha contra la brutalidad que les imponemos depende, en gran medida, de lo que suceda aqu. El coraje que muestran es encomiable. He tenido el privilegio personal de percibir de primera mano un destello de ese coraje en el sudeste asitico, en Amrica Central y los Territorios Ocupados. Es una experiencia sobrecogedora e inspiradora, e invariablemente trae a mi mente
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una desdeosa cita de Rousseau sobre los europeos que haban abandonado los ideales de libertad y justicia sustituyndolos por la paz y el reposo que disfrutan con sus cadenas: Cuando veo multitudes de salvajes desnudos despreciar los lujos de los europeos y arrastrar el hambre, la espada y la muerte para conservar su independencia, siento que no les incumbe a los esclavos razonar sobre la libertad. La gente que piense que estas son meras palabras comprenden muy poco el mundo actual. Y sta es slo una parte de la tarea que tenemos por delante. Hay un creciente Tercer Mundo en casa. Hay mtodos para deslegitimar a la autoridad en todas las esquinas del mundo social, poltico, econmico o cultural. Por primera vez en la historia, nos hemos enfrentado al problema de la preservacin del medio ambiente que tiene que sustentar una vida digna del ser humano. No sabemos cunto esfuerzo digno y decente ser suficiente para solventar o al menos mitigar problemas como stos. Sin embargo, creemos firmemente que su ausencia nos conducira irremediablemente al desastre.
Esa es una manera amable de decir que se iba a ejercer una gran represin sobre los trabajadores productivos y a coartar las posibilidades de producir localmente. Por supuesto tambin es una manera de incrementar los beneficios de las empresas. Y es mucho ms fcil hacerlo con la libre circulacin de capitales, el desarrollo de las telecomunicaciones etc. De esta globalizacin se deducen dos grandes consecuencias. La primera es que se extiende el modelo del Tercer Mundo a los pases industrializados. En el Tercer Mundo existen dos clases interconectadas: un sector de extrema riqueza y enormes privilegios y otro de enorme miseria y desesperacin, de gente desempleada, superflua. Las polticas impuestas por Occidente estn profundizando esta divisin. Se est imponiendo un sistema de libre mercado neoliberal que dirija los recursos a los ricos y a los inversores extranjeros, con la idea de que algo funcionar como por arte de magia, cuando aparezca el Mesas. Esto est sucediendo en todo el mundo industrializado, pero con mayor crudeza en los tres pases anglfonos. Durante la dcada de los ochenta la Inglaterra de Margaret Thatcher, Estados Unidos con Reagan y Australia bajo un gobierno laborista, adoptaron algunas de las doctrinas que haban apadrinado para el Tercer Mundo. Por supuesto, nunca iban a tomarse la racin completa. Sera demasiado alarmante para los ricos. Pero rondaban en torno a la idea. Y se le tema. Quiero decir que la sabia la poblacin en general. Tomemos por ejemplo el barrio del sur de los ngeles. Ah hubo alguna vez fbricas. Ahora se han trasladado a Europa del Este, Mxico, Indonesia, all donde hay campesinas que abandonan las tierras. Para los ricos estupendo, igual que en el Tercer Mundo. La segunda consecuencia, que tambin es importante, tiene que ver con las estructuras gubernamentales. A travs de la historia, stas han tendido a fundirse con otras formas de poder, recientemente con el poder econmico. As, cuando se tienen economas nacionales, se obtienen Estados nacionales. Bien, ahora tenemos una economa internacional y nos movemos hacia un Estado internacional, lo que al final, viene a significar un gobierno internacional. Para citar a la prensa econmica estamos creando una nueva edad imperial con un gobierno mundial de facto. ste tiene sus propias instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, estructuras comerciales como el Tratado de Libre Comercio Norteamericano y el GATT, Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio, reuniones de tipo ejecutivo como el Grupo de los Siete, los siete pases ms industrializados del mundo, Estados Unidos, Japn, Alemania, Gran Bretaa, Francia, Canad e Italia, que se renen peridicamente para discutir la poltica econmica, y la burcrata Comunidad Europea. Y como se puede esperar, esta compleja estructura de toma de decisiones responde bsicamente a los intereses de las grandes corporaciones, los bancos internacionales etc. Tambin es una barrera efectiva para la democracia. Todas estas estructuras elevan sus decisiones a nivel ejecutivo, dejando lo que se denomina un dficit democrtico, parlamentos y pueblos enteros con una sustancial merma de poder. Y no slo eso, la gente no sabe lo que est sucediendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe. Como resultado se produce una alienacin de las instituciones. la gente siente que stas no les sirven. Y por supuesto que no sirven. La gente no sabe lo que sucede en ese remoto y secreto nivel de toma de decisiones. Esto ha constituido un gran xito en la tarea a largo plazo de desproveer de sustancia a las estructuras democrticas.
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- En la conferencia dada por Clinton en Little Rock y en otras partes del pas, se hacan multitud de referencias sobre el despegue econmico y la recuperacin de la competitividad. El economista poltico Gar Alperovitz escribi en The New York Times que lo que se haba propuesto no profundizaba en nuestros problemas econmicos. Simplemente estamos instalados en una larga y dolorosa era de receso econmico sin resolver. Est usted de acuerdo con esto? - Todava no he podido echar una mirada a ese artculo, pero el Financial Times, el influyente diario econmico londinense, ha estado comentando con placer el conservadurismo fiscal de Clinton y sus asesores. Y eso tiene serias consecuencias. En primer lugar debemos ser cuidadosos con el uso de los trminos. Cuando alguien afirma que Amrica est en un largo perodo de decadencia, habra que ver qu se entiende por Amrica. Si se quiere sealar el rea geogrfica de Estados Unidos estoy de acuerdo, las nuevas polticas implementadas slo van a tener un efecto cosmtico. Ha habido decadencia y seguir habiendo decadencia. El pas est adquiriendo muchas de las caractersticas del Tercer Mundo. Pero si se est hablando de las corporaciones que tienen sus sedes en Estados Unidos, entonces no estoy de acuerdo. los indicadores muestran lo contrario; el ndice de productos manufacturados se mantiene estable o est probablemente creciendo, mientras que los ndices que miden a Estados Unidos arrojan cifras descendentes. sta es una consecuencia directa de trasladar la fuerza productiva al exterior. General Motors, como sealan constantemente los peridicos, est cerrando unas 24 fbricas aqu. Pero en la letra pequea se puede leer que est abriendo otras, incluyendo una de alta tecnologa en la antigua Alemania del Este con un costo aproximado de 700 millones de dlares. sta es una zona de alto ndice de paro donde General Motors puede ahorrarse un 40% en salarios y quedarse con todos los beneficios. Apareca una bonita historia en la portada de The Financial Tmes, en la que se aplauda la idea. Como decan, la General Motors ya no tiene que preocuparse por los mimados trabajadores de Europa Occidental. Ya pueden sobre explotar a los trabajadores de Alemania del Este que han sido empujados a su tradicional papel de tercermundistas. Lo mismo est sucediendo en Mxico, Thailandia etc. - Las recetas para nuestra economa son parecidas dejemos actuar al mercado. Hay una exaltacin del libre mercado, que ya comienza a ser asumido como un mito: corrige todos los problemas. Hay alternativas? - Primero hay que separar la ideologa de la praxis, porque hablar en este momento de libre mercado es una broma. Al margen de los idelogos, los acadmicos y la prensa, nadie piensa que el capitalismo es un sistema viable, y nadie lo ha pensado en los ltimos 60 o 70 aos. Herman Daly y Robert Goodland, dos economistas del Banco Mundial, han difundido, recientemente, un interesante estudio. En l sealan que la teora econmica, la teora clsica en la que se suponen estn basadas las principales decisiones en este rea, dibujan el panorama de un ocano de mercado libre con pequeas islas firmemente enclavadas. Estas islas, por supuesto, no estn internacionalmente aisladas, sino que estn controladas desde el centro. Pero no hay problema, porque no son ms que pequeas islas en un ocano. Se supone que tenemos que creer que esos enclaves no son mucho ms diferentes que la tienda de ultramarinos de la esquina.
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Daly y Goodiand tambin sostienen que tales islas se estn aproximando al tamao de un mar. Un gran porcentaje del comercio fronterizo se realiza dentro de un solo enclave, por lo que es difcil denominarlo comercio transnacional, lo que s existe en realidad son transacciones comerciales controladas centralmente por una mano muy visible que lo dirige, el entramado de las grandes corporaciones. Y hay que aadir que el ocano soporta solamente una de las caracterizaciones, y adems parcial del libre comercio. De manera que se puede afirmar que una de las alternativas al sistema de libre mercado es la que ya tenemos, porque a menudo no confiamos en el mercado, donde poderosos intereses pueden verse daados. Nuestra actual poltica econmica es una mezcla de proteccionismo, intervencionismo, libre mercado y medidas liberales. Y est fundamentalmente dirigido a satisfacer las necesidades de aquellos que ponen en prctica la poltica social, la mayora pertenecientes a los ricos y los poderosos. Por ejemplo, Estados Unidos siempre ha tenido una poltica industrial pblica muy activa. Es comnmente aceptado que un sistema de empresa privada slo puede sobrevivir si se produce una intervencin estatal masiva. Es necesaria para regular la anarqua del mercado, y para proteger el capital privado de los efectos destructivos del sistema de mercado, y para organizar los subsidios pblicos destinados a objetivos de la industria punta. Pero nadie lo llama poltica industrial, porque a lo largo de medio siglo se ha enmascarado con el sistema del Pentgono. Internacionalmente el Pentgono era una fuerza de intervencin, pero en casa la realidad es que era un mtodo mediante el cual el gobierno poda coordinar la economa privada, subsidiar a las principales corporaciones y apoyarlas, dirigir el dinero de los contribuyentes a la investigacin y desarrollo, facilitar una garanta estatal para controlar el exceso de produccin, y seleccionar industrias para un ulterior desarrollo. Todos los xitos de la industria norteamericanos se han basado en este apoyo gubernamental. - En la conferencia de Littie Rock escuch a Clinton hablar acerca de los problemas estructurales y de reconstruir las infraestructuras. Una participante, Ann Markusen, economista y autora del libro Desmantelando la economa de la Guerra Fra intervino para sealar los excesos del sistema del Pentgono y los daos y las distorsiones que ese sistema ha causado a la economa norteamericana. De forma que parece que hay alguna discusin sobre esos temas, lo que es algo que no me hubiera atrevido a aventurar antes. - La razn es que no se puede mantener intacto el sistema del Pentgono. Tienen que empezar a hablar de ello porque se le est cayendo la mscara. Es difcil conseguir ahora que la gente reduzca su nivel de consumo y frene sus deseos de que los fondos pblicos no sean destinados a la industria de alta tecnologa con la excusa de que vienen los rusos. O sea, que el sistema tiene problemas. Los economistas y los banqueros han estado clamando durante cierto tiempo que una de las principales razones por las que el actual receso es tan profundo es que el gobierno ha sido incapaz de proporcionar los recursos necesarios para incrementar los gastos militares, con todos sus efectos multiplicadores, el mecanismo tradicional de estimular la economa. Aunque estn en marcha varias iniciativas para lograrlo, y segn mi opinin las operaciones en Somalia suponen un gran esfuerzo de relaciones pblicas del Pentgono, ya no es posible continuar actuando como si nada hubiera sucedido. Y hay otro factor a considerar, las restricciones de fondos pblicos a la industria han sido destinadas a otros sectores, alejados de la industria basada en la electrnica de la posguerra, y dirigidos ahora hacia la industria y el comercio basados en la biologa. La biotecnologa, la ingeniera gentica, la creacin de nuevas semillas y drogas, incluso el diseo de nuevas especies, etc., estn destinadas a proporcionar grandes beneficios a la
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industria. El enorme campo abierto es ms importante que la electrnica. En realidad si se compara la biotecnologa, que puede extenderse hasta la esencia de la vida, con la electrnica, sta queda reducida a una menudencia. Pero es difcil disfrazar las aplicaciones del gobierno en estas reas bajo la cobertura del Pentgono, incluso si los rusos estuvieran ah, amenazantes, sera difcil. Existen diferencias entre los dos partidos polticos sobre lo que debe hacerse. El de Reagan y Bush, ms fanticos ideolgicamente, es ms reacio a una apuesta ilimitada. Son un poco ms dogmticos. El de Clinton est decididamente a favor. De hecho fue una de las principales razones por las que Clinton recibi un apoyo significativo del mundo empresarial. Tomemos la cuestin de las infraestructuras o del capital humano, una forma vulgar de decir que hay que mantener a la gente viva y permitirles tener una educacin. Por ahora el mundo empresarial es bien consciente de que existe un problema. The Wall Street Journal por ejemplo, era el ms ardiente defensor de la poltica luntica de Reagan hace 10 aos. Ahora estn publicando artculos en los que deploran las consecuencias, sin reconocer, por supuesto, su responsabilidad. Publicaron un gran reportaje sobre el colapso del sistema educativo en California, sobre el que se mostraban muy negativos. los empresarios de la zona de San Diego haban confiado en el sistema pblico para que les proveyera de trabajadores cualificados, gerentes en prcticas, investigadores especializados, etc. Ahora el sistema est en bancarrota. La razn es obvia, los grandes recortes en gastos sociales del presupuesto federal y las medidas fiscales y de otro tipo que han incrementado el dficit federal, apoyadas por The Wall Street Journal, simplemente se han dirigido a mantener a la gente viva y al funcionamiento de los Estados. stos no son capaces de soportar la carga. Se encuentran con grandes problemas y han tratado de pasar la patata caliente a los ayuntamientos, que por cierto, tambin tienen considerables problemas. Lo mismo es aplicable a los ricos que pueblan las zonas residenciales de Boston. Les gustara subirse a sus limusinas y bajar al centro por una buena carretera. Pero est llena de baches. Tambin les gustara pasear por la ciudad e ir al teatro sin que les apualen. De manera que los ejecutivos estn quejndose. Quieren que el gobierno retorne a su intervencin y que les facilite lo que necesitan. Esto supone una marcha atrs en el fanatismo con que The Wall Street Joumal y otros medios han aplaudido la situacin durante los aos anteriores. - Hablar de ello es una cosa, pero de verdad saben qu hacer? - S creo que tienen una pista. Si se escucha a economistas listos como Bob Solow, que comenz el debate en Litfle Rock, te das cuenta de que tiene un puado de bonitas ideas. Lo que quieren hacer lo hacen abiertamente Japn y Alemania y cualquier economa funcional; bsicamente confiar en las iniciativas gubernamentales que proporcionan las bases del beneficio privado. En la periferia de Japn, Corea del Sur y Taiwn por ejemplo, estamos asistiendo a una salida del modelo del Tercer Mundo, y una entrada en un modelo de sociedad industrializada a travs de una intervencin estatal masiva. No solamente el Estado es suficientemente poderoso para controlar a los trabajadores, tambin es capaz de controlar al capital. Durante los aos ochenta Amrica latina tuvo un gran problema de evasin de capitales porque estaba abierta a los mercados internacionales de capital. Corea del Sur no tiene ese problema, existe la pena de muerte para ese delito. Como cualquier
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analista con sentido comn, usan el mercado para atraer capitales, pero controlados por una direccin central. Estados Unidos lo ha estado haciendo indirectamente a travs del sistema del Pentgono, que es el paradigma de la ineficacia. Ya no va a funcionar tan bien como antes, de manera que a nuestros gobernantes les gustara ahora mantenerlo sin tapujos, la cuestin es si se va a poder hacer. Un problema es el enorme dficit que nos ha legado la administracin Reagan, federal, a nivel de Estado, local e incluso a nivel de ama de casa, lo que hace extremadamente difcil implementar programas constructivos. - No hay capital disponible. - En efecto. Probablemente eso form parte intencionadamente del programa de Reagan de endeudarse y gastar. - Eliminar el capital? - Recuerdo hace 10 aos, cuando David Stockman, director de la Oficina del Presupuesto en los primeros aos de Reagan, fue despedido y mantuvo algunas entrevistas con el periodista econmico William Greider. Entonces Stockman sostuvo que se trataba de poner coto a los gastos sociales, por el camino de la deuda. Pero siempre habra suficiente para subsidiar a los ricos. Aunque no se poda ayudar a las madres con hijos a su cargo; el dinero slo para los ejecutivos de las grandes empresas. De cualquier forma el problema de la deuda, en lo que a su volumen se refiere, no debera ser un gran obstculo. Ya hemos tenido dficits mucho mayores, no en valores absolutos, pero s comparados con el Producto Interior Bruto. El monto total de la deuda esta sujeto a sus diferentes formulaciones estadsticas. Se la puede revestir de distintos ropajes segn se formule. En cualquier caso no supone algo que no pueda ser solucionado. La cuestin es qu se ha hecho con todo ese dinero? Si todo lo que se ha gastado en los ltimos 10 aos hubiese sido destinado a propsitos constructivos, infraestructuras o inversiones productivas por ejemplo, estaramos de acuerdo. Pero, de hecho, los gastos han ido a parar al bolsillo de los ricos, o han estado destinados al consumo, lo que significa incrementar las importaciones, y por lo tanto el dficit comercial. A la manipulacin financiera o a pura especulacin. Todos, objetivos dainos para la economa. Y hay otro problema, un problema de ndole cultural o ideolgico. El gobierno ha confiado durante aos en el aparato propagandstico que negaba estas evidencias. Son otros los pases que soportan intervencin gubernamental y gastos sociales, nosotros somos individualistas feroces. Por supuesto que la IBM no recibe nada del gobierno. Recibe y mucho, pero a travs del sistema del Pentgono. La propaganda oficial ha desatado la histeria sobre el tema de los impuestos, y eso que si nos comparamos con pases similares estamos muy por debajo de ellos en este tema. Y tambin se ha dirigido contra la burocracia que se lleva parte de los beneficios, por ejemplo protegiendo a los trabajadores y los derechos de los consumidores. Claro est que la burocracia que se dedica a subsidiar a la banca y a la industria es muy conveniente. Al margen de la propaganda, la gente en este pas es realmente muy individualista, y no le gusta recibir rdenes. No va a ser fcil venderle una poltica industrial de ayudas y subsidios. Estos factores culturales son importantes.
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En Europa existe una especie de contrato social. Ahora est declinando pero ha estado impuesto durante largo tiempo por la fuerza de los sindicatos y la relativa debilidad de la patronal, que por razones histricas no tiene la misma fuerza que aqu. los gobiernos europeos velan por supuesto, por los intereses empresariales pero han tejido una importante red para el resto de la poblacin. Hay un sistema pblico sanitario, unos servicios razonables, etc. Nosotros no los tenemos en parte porque la clase trabajadora no ha tenido ni la misma fuerza ni la misma organizacin, y porque adems la patronal s tiene una conciencia ms clara y una organizacin ms firme. En Japn se dan casi los mismos resultados que en Europa, pero debidos fundamentalmente a una cultura de corte totalitario. La gente hace lo que se le dice. Slo hay que decirles que bajen el nivel de consumo o que trabajen ms y obedecen. Esto sera impensable aqu. Por otra parte su nivel de vida es muy bajo si lo comparamos con el nivel de riqueza del pas. - Dada la situacin econmica, debera ser una buena ocasin para que la Izquierda, el movimiento progresista, planteara propuestas concretas. Pero la izquierda parece atascada en una guerra de aniquilacin mutua, con un modelo de actuacin puramente reactivo. No toma iniciativas. - Lo que la gente llama la izquierda, los movimientos pacifistas y de las libertades o lo que sea, se ha expandido enormemente a travs de los aos. Pero son muy localistas. Se centran sobre problemas particulares y consiguen resultados. Pero no tienen una visin ms amplia o una estructura organizativa. La izquierda no puede fundirse con los sindicatos, porque stos prcticamente ya no existen. Para desarrollarse es necesaria cierta estructura. Prcticamente no existe una inteligencia de izquierda, es decir un grupo o clase diferenciado de intelectuales. Nadie plantea lo que debe hacerse, o est disponible para dar charlas. La lucha de clases de las ltimas dcadas ha conseguido sus objetivos de debilitar a las organizaciones populares. La gente est aislada. Tambin debo decir que los problemas que debemos arrastrar son muy profundos. Siempre es bueno conseguir reformas. Sera magnfico conseguir ms dinero para los nios que pasan hambre. Pero hay otros problemas objetivos que nos encontramos si recorremos el pas. Un problema fue amablemente planteado a la administracin Clinton por un artculo de portada de The Wall Street Joumal el otro da. Se preguntaba que sucedera si la administracin se tomara en serio su propia retrica, como la del gasto en programas sociales. Ojo, no va a suceder, pero y si alguien se tomara en serio su propio discurso? Estados Unidos est en manos de la comunidad financiera internacional a causa de la deuda. Ellos tienen la llave de la poltica norteamericana. Si algo sucediera aqu que no gustara a nuestros acreedores, por ejemplo que se incrementaran los salarios de los trabajadores y les disminuyesen los beneficios a corto plazo, podran retirarse del mercado de la deuda pblica estadounidense. Esto hara subir las tasas de inters, lo que deprimira la economa, que a su vez elevara el dficit. The Wall Street Joumal sealaba que el programa de gastos de Clinton de 20.000 millones de dlares, podra costarle al gobierno ms de esa cantidad, ya que producira significativos cambios en la compra y venta de bonos de deuda pblica. De esta forma los programas sociales, incluso en un pas tan rico y poderoso como el nuestro, el ms rico y poderoso de todos, estn hipotecados a la comunidad financiera internacional. Estos son problemas que hay que resolver, y significan enfrentarse a cambios revolucionarios.
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Se ha publicado que existe un debate en el seno de la administracin Clinton, con Laura Tyson y Robert Reich manteniendo posturas aparentemente enfrentadas, sobre la necesidad de proteger a los trabajadores norteamericanos. De acuerdo con las informaciones facilitadas, la posicin de Reich consiste en que hay que protegerlos, no importando a quien pertenezca la empresa; la de Tyson consiste en protegerlos pero slo si la empresa esta radicada en Estados Unidos. Todos estos debates asumen de antemano que son los inversores quienes tienen el derecho de decidir lo que vaya a suceder. De forma que las cosas hay que hacerlas lo suficientemente atractivas para que las acepten. Pero si son los inversores los que llevan la batuta, poco va a cambiar. Es como tratar de cambiar el sistema proporcional de representacin popular u otro tipo de sistema representativo, usando el parlamento de un Estado totalitario como foro de discusin, las cosas pueden cambiar un poco, pero no significativamente. Hasta que no se llegue a la fuente del poder, esto es, a los propios inversores, todos los cambios posibles son slo cosmticos, y slo pueden tener lugar de forma muy limitada. Si fueran demasiado lejos, los inversores tomaran otro tipo de decisiones y nada se hubiera avanzado. Desafiar el derecho de los inversores a decidir quin vive, quin muere, y cmo se vive y se muere, significara un paso adelante en direccin a los ideales liberales, los verdaderos ideales liberales. Eso sera un cambio revolucionario. - Me gustara introducir otro actor. Psicolgicamente es mucho ms fcil criticar algo que proponer ideas constructivas. Aqu juegan dinmicas totalmente diferentes. - Se ven cantidad de cosas que estn mal. Se pueden proponer pequeos cambios. Pero para ser realista, los cambios sustanciales, los que alteran la direccin de los acontecimientos y propician problemas de ndole diferente, requieren una profunda democratizacin de la sociedad y del sistema econmico. Una empresa o una gran corporacin esconden un sistema interno de corte fascista. El poder est en la cspide. las rdenes llegan hasta el escaln ms bajo. O se siguen las rdenes o te vas. La concentracin de poder en esas estructuras hace que cualquier iniciativa poltica o ideolgica se vea constreida. No todo est controlado al cien por cien, pero est agudamente constreido. Esto son hechos. La economa internacional impone otro tipo de limitaciones. No se pueden obviar estas caractersticas. Si alguien se preocupa de leer a Adam Smith en lugar de parlotear sobre l, se dar cuenta de que Smith sostiene que la poltica social est basada en las clases sociales. Admiti que se basaba en anlisis de clase. Si se estudia la materia con seriedad en la Universidad de Chicago, reducto de Milton Friedman y otros economistas de derechas, se aprende que Adam Smith denunci el sistema mercantilista y el colonialismo porque estaba a favor del libre comercio. Esto es slo la mitad de la verdad. la otra mitad es que tambin dijo que el sistema mercantilista y el colonialismo eran muy beneficiosos para los mercaderes y los manufactureros... los principales arquitectos de la poltica, pero perjudicial para los propios ingleses. Para abreviar, era una poltica de clase la que trabajaba en favor de los ricos y los poderosos en Inglaterra. El pueblo ingls sufra las consecuencias. Smith se opona a esto porque era un
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- sa es la idea. El NAFTA degradar tambin el medio ambiente. Por ejemplo las corporaciones argumentarn que las regulaciones ambientales violan los acuerdos del NAFTA. Esto est ya pasando con las regulaciones del NAFTA que afectan a las relaciones econmicas EEUU-Canad. Sus efectos generales degradarn los niveles de calidad de vida y aumentarn los beneficios. Es curioso observar cmo se ha llevado el tema. La opinin pblica no tena la ms mnima idea de qu estaba pasando. De hecho no podan saberlo. Una razn es que el NAFTA es secreto, es un acuerdo entre los gobiernos que an no ha sido hecho pblico. En 1974 el Acta de Comercio pas por el Congreso. Una de sus resoluciones fue que el Comit laboral Consultivo, que tiene su base en los sindicatos, tena que pronunciarse en cualquier acuerdo comercial. Obviamente el Comit tiene que emitir su informe sobre el NAFTA, que es un acuerdo de los tres gobiernos y tiene que ser firmado por el Presidente. A mediados de agosto del 92 se le notific al Comit que su informe deba estar listo el 2 de septiembre de ese mismo ao. No obstante el texto se le entreg apenas 24 horas antes de esa fecha. Ni siquiera pudieron discutirlo y menos escribir un informe mnimamente serio. Adems ese tipo de lderes laborales son bastante conservadores, no son ese tipo de gente que se permite criticar al gobierno. Pero escribieron un informe bastante cido. Dijeron que a pesar del poco tiempo de que haban dispuesto para estudiarlo, pareca que iba a ser un verdadero desastre para los trabajadores, para el medio ambiente, para los mexicanos, y un chollo para los inversores. El Comit destac que aunque los defensores del tratado mantenan que no perjudicara a muchos trabajadores americanos, quiz slo a los no cualificados, su propia definicin de no cualificados abarcaba al 70% de la fuerza productiva. Tambin rese que el Acuerdo haca un especial esfuerzo en garantizar el derecho a la propiedad, pero no aparecan muchas menciones a los derechos de los trabajadores. Tambin condenaba agriamente el desprecio a la democracia que haba supuesto recibir el texto con tan poca antelacin. Y qu partes del Acuerdo seguan siendo secretas. El GATT es prcticamente parecido, nadie sabe de que va a no ser que sea un verdadero especialista en el tema. Y tiene un contenido que abarca ms que el NAFTA. Uno de los aspectos sobre lo que se ha presionado ms ha sido lo que denomina derechos de propiedad intelectual. Es decir, proteccin para las patentes, software, grabaciones etc. Se trata de garantizar que la tecnologa del futuro permanezca en manos de las grandes corporaciones internacionales, para las que trabajan los distintos gobiernos mundiales. Hay que asegurarse, por ejemplo, de que la India no pueda producir medicinas para su poblacin al 1O% de costo que las producidas por Merck Pharmaceutical, una empresa apoyada y subsidiada por el gobierno, la Merck utiliza extensivamente la investigacin proveniente de los laboratorios universitarios de biologa, que estn apoyados y financiados por fondos pblicos, y otras formas de intervencin gubernamental. - Ha podido estudiar los detalles de esos tratados? - Bueno, ahora es tericamente posible conseguir un texto. Pero lo que he podido estudiar son los comentarios secundarios al texto, como el informe del Comit Consultivo laboral, y el informe de la Oficina del Congreso de Asesora Tecnolgica, que es muy parecido.
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Lo verdaderamente importante es que aunque usted o yo podamos obtener el texto, qu es lo que esto significa para el sistema democrtico? Cunta gente est enterada de lo que se est llevando a cabo? Segn lo que yo s, el informe del Comit y el hecho de que el Acuerdo fuera criticado por el Comit, nunca ha aparecido en la prensa. Acabo de regresar de un viaje de dos semanas por Europa, donde el GATT es un objetivo importante para la gente de los pases de la Comunidad Europea. Estn preocupados por el vaco que se est produciendo entre las decisiones del ejecutivo, que son secretas, y las instituciones democrticas, parcialmente democrticas, como los parlamentos, que cada vez son ms incapaces de influir en las decisiones que se toman a nivel de Comunidad Europea. - Parece que la administracin Clinton-Gore va a encontrarse en un grave problema. Apoya tanto el NAFTA como el GATT, pero al mismo tiempo, por lo menos retricamente, habla sobre su compromiso con la proteccin ambiental y la creacin de puestos de trabajo para los norteamericanos. - Mucho me sorprendera que se produjera un gran conflicto basado en esos problemas. Su trmino retrico es totalmente apropiado. Su compromiso es con las corporaciones radicadas en EEUU es decir con las corporaciones internacionales. Y stas aprueban los trminos en que est redactado el NAFTA, proteccin especial para la propiedad, desproteccin para los derechos laborales, as como los mtodos empleados para desregular la proteccin ambiental. El acuerdo forma parte de sus intereses. Dudo que haya algn problema gubernamental a no ser que se ejerza una fuerte presin popular.
Paz, y comprubese si puede competir o subsistir. Se ha creado un panorama en que slo se puede cultivar para la exportacin. El campesino no es idiota. Producir el producto que rinda ms, es decir coca. Tampoco es que reciban ingentes cantidades de dinero por hacerlo, y se enfrentar a las armas y los helicpteros de la DEA, pero por lo menos podr subsistir. Y el mundo se inundar de coca. Los beneficios van a parar a las mafias, o a los bancos neoyorquinos. Nadie sabe cuntos cientos de miles de dlares procedentes de los beneficios del negocio de la coca pasan por los bancos de Nueva York o de sus filiales, pero sin duda, muchos. Tambin reciben su tajada las compaas qumicas estadounidenses, que como es bien sabido, exportan los reactivos necesarios para la produccin de cocana en Amrica Latina. De manera que hay montones de beneficios. Tambin supone un pico en las venas de la economa norteamericana. Y adems contribuye amablemente a la proliferacin mundial de drogas, incluido Estados Unidos. En esto consiste el milagro econmico boliviano. Y no slo es este caso. Echemos una mirada a Chile. Ah hay tambin un gran milagro econmico. La pobreza se ha incrementado desde un 20% en tiempos de Allende, recuerdas, el presidente asesinado por un golpe propiciado por EEUU, a un 40% ahora, tras el gran milagro. Y esto es as pas por pas. Estos son los tipos de consecuencias que se derivan de lo que se ha llamado apropiadamente fundamentalismo del FMI. All donde se aplica, los efectos son desastrosos. Pero desde el punto de vista de los que perpetran estas recetas los resultados son todo un xito. Si se venden bienes pblicos, se puede hacer una gran cantidad de dinero y recuperar el capital invertido en Amrica Latina. El mercado lo est haciendo muy bien. Los negociantes y los profesionales estn muy contentos. Adems son los que escriben los artculos en la prensa, los que trazan los planes a seguir, etc. Mtodos idnticos se estn aplicando en Europa del Este. Estn siendo destacados all los mismos consejeros. Despus de que Sachs perpetrara el milagro econmico boliviano, se fue a Polonia y Rusia a ensear las mismas recetas. Se oyen montones de elogios del proceso tambin aqu en EEUU, ya que son una copia ampliada y exagerada de lo que est pasando en nuestros lares. La gente adinerada lo est pasando muy bien, pero la poblacin en general se enfrenta a un serio problema. Es suave si se compara con el Tercer Mundo, pero la estructura es la misma. - Entre 1985 y 1992 la cifra de norteamericanos que pasaban hambre iba de los 20 a los 30 millones de personas. Y todava el novelista Tom Wolfe describi los aos ochenta como uno de los momentos dorados que la humanidad ha experimentado. - Hace un par de aos el Hospital Municipal de Boston, el que atiende a los pobres y al pblico en general, no el sofisticado hospital de prcticas de Harvard, tuvo que crear una unidad de cuidados para la malnutricin, porque se estaban alcanzando niveles tercermundistas. Gran parte de la enorme hambruna y malnutricin que se daba en EEUU se erradic mediante los programas de la Gran Sociedad de 1960. A principios de los aos ochenta el fenmeno remont y ahora las ltimas estimaciones cifran en unos 30 millones las personas que pasan hambre en EEUU.
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Es mucho peor durante el invierno porque los padres tienen que tomar una agnica decisin entre alimentos o calefaccin, y los nios mueren porque no tienen arroz que echar al agua que cuecen. - El grupo World Watch dice que una de las soluciones para el problema del hambre es el control demogrfico. Apoya usted los esfuerzos de limitar el crecimiento demogrfico? - En primer lugar no existe un problema de escasez de alimentos. Hay un serio problema de distribucin. Dejando esto bien claro, creo que debera hacerse un esfuerzo por controlar el crecimiento demogrfico. Hay una buena forma de hacerlo, mejorar las condiciones de vida. La poblacin se est reduciendo drsticamente en las sociedades industrializadas, la mayora no hace ms que reemplazar su propia poblacin. En Italia por ejemplo, un pas industrializado tardamente, la tasa de natalidad no llega a cubrir la tasa de mortalidad. Es un fenmeno tpico. - Junto con la educacin? - Por supuesto el control de la natalidad tiene que ir acompaado de un esfuerzo educativo. Estados Unidos ha jugado un papel terrible en esta materia. Ni siquiera ha destinado fondos a los organismos internacionales que se dedican a la educacin sobre el control de la natalidad.
La hambruna peor ya ha pasado y los combates han cedido. (Han vuelto a recrudecerse porque ahora EEUU trata de implementar su poltica de intervencin clsica, para aprovechndose de la coyuntura internacional, es decir bajo los auspicios de la ONU.) Hay buenas oportunidades para hacerse unas fotos. Uno espera que se ayude a los somales ms que daarles, pero eso no es lo importante. Lo importante es que forman parte de las relaciones pblicas del Pentgono. Estados Unidos fue el que apoy y mantuvo en el poder a Siad Barre, una especie de gemelo de Saddam Hussein, desde 1978 hasta 1990, una historia bien reciente. l destroz el pas de arriba a abajo. Destruy las estructuras sociales y civiles, de hecho cre las bases de lo que ahora est sucediendo, y de acuerdo con la organizacin frica Watch, mat entre 50 o 60.000 de sus paisanos. Estados Unidos estuvo respaldndole. Sus fuerzas recibieron todo tipo de apoyo de Kenia, un fiel aliado de EEUU en la zona. Estados Unidos se encontraba en Somalia por una razn especfica. Tena bases militares que formaban parte del sistema montado en la poca de la Guerra del Golfo. No obstante, dudo que sa haya sido la principal causa de la intervencin. Hay lugares ms seguros y ms estables para establecer bases militares. Lo que se necesitaba desesperadamente era hallar un mtodo de impedir que el presupuesto del Pentgono siguiera bajando. Cuando los comentaristas y la prensa dicen que Estados Unidos no tiene intereses en Somalia se equivocan. Tienen una visin muy estrecha de los acontecimientos. Mantener el sistema del Pentgono es un inters de gran importancia para la economa norteamericana. -En un documento de la Marina publicado en septiembre de 1992 se mantena que los militares tienen que cambiar su mbito de actuacin, pasando de intervenir contra los amenazas a enfocar su actuacin en los retos que se plantean en las diversas regiones del mundo incluyendo ayuda humanitaria y esfuerzos de reconstruccin en los pases del Tercer Mundo. -En realidad sa ha sido siempre la cobertura usada por los militares para intervenir en el Tercer Mundo, pero el presupuesto militar est dedicado en realidad a la intervencin armada. De hecho, las fuerzas estratgicas nucleares son bsicamente fuerzas de intervencin. Estados Unidos constituye un poder global. No es como la Unin Sovitica, que sola intervenir en pases fronterizos, donde tenan una gran ventaja en fuerzas convencionales. Estados Unidos interviene en todos los sitios en el Sudeste Asitico, en Oriente Medio y en lugares donde no gozamos de esa ventaja. As, tenemos que mantener una postura extremadamente intimidatoria para asegurarnos de que nadie nos plante cara. Esa desventaja requiere un paraguas nuclear, unas armas estratgicas poderosas para intimidar a todo el mundo, de forma que las fuerzas convencionales puedan ser un instrumento del poder poltico. De hecho, casi todo el sistema militar, en su aspecto puramente militar ,no econmico, est diseado para intervenir. Pero a menudo, la cobertura usada ha sido la reconstruccin nacional .En Vietnam, en Amrica Central siempre hemos prestado ayuda humanitaria. -Qu tipo de impacto va ha producir la intervencin norteamericana en Somalia? Un oficial nuestro describi al pas como Dodge City y a nuestros marines como Wyatt Earp. Qu sucede cuando el sheriff abandona una ciudad?
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-En primer lugar la descripcin no tiene nada que ver con Somalia .Uno de los aspectos ms sorprendentes de esta intervencin es que no hay inters por Somalia. Nadie que realmente supiera algo de este pas estuvo relacionado con los planes previos a la intervencin, y no hay nadie somal implicado en las operaciones, por lo menos que yo sepa. Desde que los marines han desembarcado han estado tratando con los llamados seores de la guerra, los mayores gngsteres del pas. Pero Somalia es un pas. Hay gente que lo conoce bien y que se preocupa por lo que sucede all ,solo que no tienen ni voz ni voto en esta operacin. Uno de los expertos en el tema es una mujer somal, Rakiya Omaar, que era directora ejecutiva de Africa Watch, un grupo que vela por los derechos humanos en la zona y que tiene su base en Washington. Ella se encargaba de la mayora del trabajo sobre derechos humanos ,escriba cartas, etc., hasta la intervencin. Se opuso vigorosamente a la intervencin y la echaron de Africa Watch. Otra persona que tiene mucho que decir sobre el tema es Alex de Waai, subdirector del mismo organismo. Renunci en protesta por el despido de Rakiya. A dems de su trabajo en pro de los derechos humanos es un especialista en la zona. Ha escrito infinidad de artculos y ha publicado en Oxford University Press el libro ms importante sobre el hambre en Sudn. Es decir, no slo conoce Somalia, conoce muy bien toda la zona. Y hay muchos ms .Su anlisis es totalmente distinto del que hoy se ofrece en EEUU. La mayora de las atrocidades cometidas por Siad Barre tuvieron lugar en la parte norte del pas, que haba sido una colonia britnica. La zona se estaba recuperando de los ataques de Barre, que estuvieron respaldados por EEUU, y se estaba reorganizando con eficacia y recibiendo la ayuda internacional. La sociedad civil estaba emergiendo, una sociedad tradicional con sus consejos de ancianos, etc., pero con nuevos grupos sociales asumiendo nuevos papeles. Por ejemplo grupos de mujeres. La zona que se hallaba en una verdadera crisis era el sur. En parte se deba a la intervencin de las fuerzas del General Mohammed Hersi que estaban apoyadas por Kenia. Hersi, conocido por Morgan, es yerno de Siad Barre. Sus tropas as como las del General Mohammed Fara Aidid y All Mahdi, eran las que estaban cometiendo las peores atrocidades, la situacin era un verdadero volcn, en la que la gente empua balas, armas slo para sobrevivir. Los saqueos eran constantes y haba una gran cantidad de pequeos. Hacia septiembre-octubre, la regin estaba tambin recuperndose. A pesar de organizaciones como US Care, y de las extremadamente torpes operaciones de la ONU, otros grupos asistenciales como la Cruz Roja Internacional, Save the Children, o grupos ms pequeos como American Friends Service Committee o Australian Care estaban consiguiendo hacer llegar la ayuda a sus destinatarios. A principios de noviembre el 80% o 90% de la ayuda era entregada, y a finales de noviembre la cifra superaba el 95%. La razn es que se estaba trabajando en cooperacin con la sociedad civil somal. En este meridional y apartado rincn de hambre y violencia las cosas estaban empezando a funcionar, de la misma forma que funcionaban en el norte. Una gran parte del xito se deba a las iniciativas del negociador de la ONU ,el argelino Mohammed Sahnoun ,que era muy respetado por todas las partes. Trabajaba en contacto con los grupos de ancianos y con los nuevos grupos sociales emergentes, especialmente con los grupos de mujeres, que estaban estructurndose con el resto de la sociedad bajo su actuacin, o al menos bajo su iniciativa.
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Pero Sahnoun fue cesado por Butros Ghali porque haba criticado pblicamente la incompetencia y corrupcin de la actuacin de la ONU. Fue reemplazado por un iraqu, que aparentemente ha conseguido bien poca cosa. La intervencin norteamericana fue planificada para un poco despus de que se celebraran elecciones. La historia oficial es que fue decidida a finales de noviembre, cuando George Bush vio unas estremecedoras imgenes por televisin. Pero de hecho, periodistas norteamericanos pudieron ver en Baidoa a principios de noviembre a oficiales de marines vestidos de civil explorando la zona, y planeando dnde iban a establecer su base. Esto era ms racional. Lo peor de la crisis ya haba pasado, la sociedad estaba recomponindose, y se poda estar bien seguro del xito del reparto de la ayuda porque de hecho ya estaba siendo correctamente repartida. Ya se poda enviar 30.000 marines. No habra mucho combate, porque la lucha no entraba en los primeros planes. De manera que no era en absoluto Dodge City. Bush tena la posibilidad de hacerse la foto y dejar al siguiente que afrontara los problemas que se iban a plantear ms tarde. Nadie se preocupaba de lo que pasaba en Somalia .Si la cosa sala bien, estupendo, aplaudiramos nos besaramos unos a otros y nos desharamos en autoalabanzas. Si se converta en un desastre, bueno, tendramos que actuar como en otras intervenciones desastrosas. Despus de todo tenamos una larga experiencia La de Granada por ejemplo. Fue una intervencin humanitaria . bamos a salvar a la gente de la tragedia y a convertir la isla en lo que Reagan llam un escaparate de la democracia o un escaparate del capitalismo. Estados Unidos derram ayuda a manos llenas. Granada tuvo la ayuda percpita mayor del mundo al ao siguiente, al ao siguiente la sociedad se colaps lo nico que ahora funciona es el lavado de dinero proveniente de la droga. Pero nadie quiere enterarse. A las cmaras de televisin se les dijo que enfocaran hacia otro lado. De esta forma si la intervencin de los marines resulta un xito, lo que es probable, se le prestar la debida atencin y nos desharemos en auto alabanzas sobre lo maravillosos que somos. Si se convierte en un desastre, no existe, el pas desaparece del mapa, olvidmoslo. En cualquier caso, as no podemos perder.
de un tipo de sociedad que funcionaba y en la que cada parte ejerca su papel. Ahora se ha vuelto a la situacin de los aos cuarenta, pero sin partisanos. Serbia es la heredera de los chetniks y de su ideologa. Croacia es la heredera de los ustachs y de su ideologa, menos feroz que la nazi, pero similar. Es posible que ahora se conduzcan con mayor violencia que lo hubieran hecho en los aos cuarenta, aun sin los partisanos. Por supuesto el liderazgo de estos elementos proviene del partido comunista, pero por la razn de que cualquier canalla de esta zona se encontraba dentro del aparato de poder. Yeltsin, sin ir ms lejos, fue un responsable del PCUS. Es instructivo comprobar cmo los elementos ms derechistas de Occidente, por lo menos los elementos ms honestos, defienden lo que est pasando. Por ejemplo Nora Beloff, una reaccionaria comentarista britnica enviada a Yugoslavia, escribi una carta al londinense The Economist en la que condenaba a aquellos que denuncian a los serbios de Bosnia. Mantiene que son los musulmanes los agresores. stos haban rechazado convivir con los serbios, y stos, a su vez, no hacen ms que defenderse. Esta comentarista haba sido una entusiasta de los chetniks desde haca mucho tiempo, de forma que ahora no haba razn para que no continuara apoyando la violencia chetnik. Pero tambin hay otro factor. Es una fantica sionista, y el hecho de que aparezcan los musulmanes en el conflicto los sealaba a sus ojos como culpables. - Algunos dicen que, as como los aliados deberan haber bombardeado la lnea Frrea que conduca a Auschwitz para evitar las matanzas en los campos de concentracin, ahora deberamos bombardear las posiciones de la artillera serbia que rodean Sarajevo y mantienen a la ciudad bajo sitio. Defiende usted el uso de la fuerza? - En primer lugar, hay una buena oportunidad para entablar un debate sobre los efectos que hubiera tenido el bombardeo de la lnea frrea que conduca a Auschwitz. Dejando eso de lado, me parece que un juicioso uso de la fuerza, no por fuerzas occidentales, sino por una fuerza multinacional o internacional, podra, en una etapa temprana, haber suprimido gran parte de la violencia y posiblemente habra bloqueado. No s si ahora servira para algo. Si fuera posible detener los bombardeos sobre Sarajevo amenazando con bombardear algunos emplazamientos, y quiz convirtiendo en realidad la amenaza, creo que sera un argumento de peso a favor. Pero el s condicional es demasiado grande. No es slo un problema moral, hay que preguntarse por las consecuencias, y stas pueden ser muy complejas. Y si se extendiera la guerra a los Balcanes? Una consecuencia sera la agitacin de las fuerzas militares conservadoras dentro de Rusia. Estn, de hecho, dispuestos a apoyar a sus hermanos eslavos en Serbia. Podran movilizarse en masa. Por cierto que esto forma parte de la tradicin. Repsense las novelas de Tolstoy y comprubese cmo los rusos se internaron hacia el sur para salvar a sus hermanos eslavos de los ataques que estaban sufriendo. Ahora est sucediendo de nuevo. En este estado de cosas hay dedos suspendidos sobre los botones del armamento nuclear. Es completamente posible que un ataque contra los serbios, que se sienten la parte agraviada, pueda inspirarles a actuar contra Kosovo, la zona albanesa. Esto podra desencadenar una guerra a gran escala con Grecia y Turqua implicadas. No es sencillo. Y qu pasara si los serbios de Bosnia, con el apoyo de Serbia y otras regiones eslavas, comenzaran una guerra de guerrillas? los expertos militares occidentales han sugerido que seria necesaria una fuerza de 100.000 hombres aproximadamente para controlar la zona. Probablemente es cierto.
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- Hay que hacerse muchas preguntas sobre las consecuencias de una intervencin en la zona. Bombardear la artillera serbia parece simple, pero hay que preguntarse cunta gente va acabar despus muerta. Repito, no es sencillo. - Zeliko Ranziatovic, conocido por el sobrenombre de Arkan, un fugitivo buscado tras un asalto a un banco en Suecia, fue elegido para el parlamento serbio en diciembre de 1992. Su milicia, los Tigres, estn acusados de matar civiles en Bosnia. Figura entre las 10 personas sealadas en una lista del Departamento de Estado norteamericano de criminales de guerra. Arkan desprecia los cargos diciendo que hay una gran cantidad de gente en los EEUU que yo podra incluir en una lista de criminales de guerra. - Bueno, eso es verdad. Segn los criterios establecidos en Nuremberg, hay una buena cantidad de gente en Occidente que podra ser incluida en una lista de criminales de guerra. Por supuesto, esto no le absuelve en absoluto.
LA TIERRA PROMETIDA
- Las condiciones de la alianza norteamericana-israel han cambiado, Pero se ha producido algn cambio estructural? - No ha habido ningn cambio estructural significativo a pesar del acuerdo entre la OLP e Israel de septiembre de 1993, lo que ha sucedido es que la capacidad israel de servir a los intereses norteamericanos, por lo menos a corto plazo, se ha incrementado. La administracin Clinton ha dejado muy claro que va seguir la senda de total apoyo al rgimen israel, establecida por la anterior administracin de Bush. Clinton ha nombrado a Martin Indyk, anteriormente miembro del Comit de Asuntos Pblicos Americanoisrael -un grupo de presin-, para ocupar el despacho de Oriente Medio del Consejo de Seguridad Nacional. Indyk preside un fraudulento instituto de investigaciones, el Instituto de Washington para el Estudio de Oriente Prximo. Es sobre todo a ese instituto adonde se dirigen los periodistas que quieren publicar propaganda israel, pero quieren hacerlo con ciertos visos de objetividad poniendo en boca de alguien de su personal lo que ellos querran decir sin tapujos. Estados Unidos siempre ha mantenido la esperanza de que las llamadas radiaciones de paz, la alianza tcita entre Israel y la familia de dictadores que gobierna los Estados petrolferos del Golfo, se convirtiera de alguna forma en algo ms slido y manifiesto. Y es comprensible. No obstante hay un gran problema. los planes de Israel de tomar e integrar lo que deseen de los territorios ocupados, planes que nunca han cambiado, estn enfrentndose a problemas objetivos. Israel siempre ha mantenido la esperanza de que a largo plazo una gran parte de la poblacin palestina fuera expulsada de sus territorios. Se han hecho infinidad de maniobras con el fin de acelerar el proceso. Una de las razones por las que los israeles han instituido un sistema educativo en la Franja Oeste, consista en su esperanza de que la gente con un nivel ms elevado de educacin quisiera marcharse al no encontrar ninguna posibilidad de empleo. Durante un largo perodo de tiempo funcion, un gran nmero de gente se march, pero ahora estn de nuevo atascados con el problema de la poblacin. Esto va a causar enormes
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problemas, ya que Israel trata de quedarse con el agua y con la tierra cultivable. Y esto no va a ser fcil. - Cul es el grado de obediencia de Israel a las ms de 20 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU condenando su poltica? - Es de una categora especial. - No hay sanciones, no se les obliga a cumplir las resoluciones? - Ninguna. Tomemos una al azar, la resolucin 425 del Consejo de Seguridad de marzo de 1978. En ella se exiga la inmediata e incondicional retirada israel del Lbano. An sigue all, aunque la exigencia fue reiterada por el Gobierno libans en febrero de 1991, cuando todo el mundo marchaba contra Irak. Estados Unidos bloquear cualquier intento para cambiar las cosas. Del gran nmero de resoluciones del Consejo de Seguridad vetadas por EEUU, muchas tienen que ver con las agresiones o atrocidades de los israeles. Tomemos, por ejemplo, la invasin del Lbano de 1982. Al principio Estados Unidos secund la condena del Consejo de Seguridad. Pero unos pocos das ms tarde vet la principal resolucin del Consejo de Seguridad que llamaba a las partes a retirarse y parar los combates, y un poco ms tarde vet otra de contenido similar. - Estados Unidos ha respaldado las pocas y ltimas resoluciones de Naciones Unidas sobre las deportaciones. - Estados Unidos las ha respaldado pero ha limado convenientemente sus aristas. la pregunta crucial es va a hacer algo al respecto Estados Unidos? Por ejemplo, EEUU respald la resolucin del Consejo de Seguridad que condenaba la anexin de los Altos del Goln. Pero cuando lleg el momento de actuar se neg. - Las leyes internacionales trascienden a las leyes de mbito estatal, pero Israel mantiene que esas resoluciones no son aplicables. Cmo es que no son aplicables? - De la misma forma que no son aplicables a Estados Unidos, que siempre ha sido condenada por la Corte Mundial. EEUU hace lo que le viene en gana, aunque por supuesto los pequeos Estados tienen que obedecer su dictamen. Israel no es un Estado pequeo. Es un apndice de una superpotencia mundial, de manera que hace lo que le permite Estados Unidos. Ellos le dicen: no tienes que obedecer esas resoluciones, ya que son nulas, de la misma forma que eran nulas cuando se condenaba a EEUU. Nosotros nunca hemos sido condenados por una resolucin del Consejo de Seguridad por la razn de que previamente nos habamos preocupado de vetarlas. Por ejemplo, la invasin de Panam. Haba dos propuestas de resolucin en el Consejo de Seguridad que nos condenaba por la invasin. Vetamos ambas. Se pueden encontrar repetidos casos de resoluciones que no han conseguido la aprobacin del Consejo para condenar a Estados Unidos y que habran pasado si se hubieran referido a un pas indefenso. Y en la Asamblea General se toman resoluciones constantemente, pero no son condenas, son slo recomendaciones. - Recuerdo una charla en Ramallah con Mona Rishmawi, una abogada de la organizacin de derechos humanos Al Haq. Me dijo que cuando actuaba ante los tribunales nunca saba si el
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fiscal israel intentara condenar a sus clientes apelando a la ley de emergencia de la poca britnica, a la ley jordana, a la ley israel o a la ley otomana. - En sus propias leyes existen regulaciones de tipo administrativo, algunas de las cuales nunca han aparecido publicadas. Como cualquier abogado palestino puede testimoniar, el sistema legal de los territorios es una broma. No hay ley, slo pura autoridad. La mayora de las pruebas estn basadas en confesiones, y todo el mundo sabe lo que esto significa. Despus de 60 aos, un veterano del Ejrcito druso-israel que haba confesado y haba sido sentenciado, pudo probar que era inocente. Entonces estall el escndalo. Hubo una investigacin y el Tribunal Supremo estableci que durante 60 aos los servicios secretos le haban estado mintiendo. stos, como todo el mundo sabe, han estado torturando a la gente pero negando ante el Tribunal que lo haban hecho. Hubo un gran alboroto sobre el hecho de que estuvieran mintiendo al Tribunal Supremo cmo podemos tener un sistema democrtico cuando se miente al Tribunal Supremo? Pero nadie se escandaliz de la tortura, todo el mundo estaba al cabo de la calle. Amnista Internacional entrevist al juez del Tribunal Supremo Moshe Etzioni en Londres en 1977, le pidieron que explicara por qu obtenan un porcentaje tan alto de confesiones entre los rabes... Dijo, es parte de su naturaleza. ste es el sistema legal israel en los territorios ocupados. - Podra explicar los trminos orwellanos de zona de seguridad y zona de amortiguacin? En el sur del Lbano? As es como lo llama Israel y as aparece en los medios de comunicacin. - Israel invadi el sur del Lbano en 1978, la invasin se enmarcaba en el clima creado por los acuerdos de Camp David. Era obvio que esos acuerdos iban a tener las consecuencias que tuvieron. Es decir, liberar a Israel para que pudiera atacar al Lbano e integrar los territorios ocupados, ahora que Egipto haba sido eliminado como factor de disuasin. Israel invadi el Lbano y lo mantuvo en su poder a travs de sus clientes, en esa poca mediante la milicia del mayor Sa'ad Haddad, bsicamente una fuerza mercenaria al servicio de los israeles. Fue entonces cuando se dict la resolucin 425 de la ONU, a la que me he referido un poco antes Cuando Israel volvi a invadir la zona en 1982 haba habido una buena dosis de violencia previa en la frontera, toda por cuenta de los israeles. Hubo un alto el fuego, patrocinado por EEUU que la OLP respet escrupulosamente, renunciando a las acciones que traspasaban la frontera. Israel por su parte, llev a cabo miles de acciones provocadoras, incluyendo el bombardeo de objetivos civiles, para tratar de que la OLP interviniera y poder tener una excusa para la invasin. Es interesante ver cmo se relat este perodo en la prensa estadounidense. Todo lo que apareci fueron relatos de bombardeos de la OLP a asentamientos israeles, una parte tan slo de la verdadera historia, y en el ao previo a la invasin ni siquiera eso. La verdad fue que Israel bombarde e invadi el norte del pas y la OLP no respondi a los ataques. De hecho estaban buscando un acuerdo negado. El relato periodstico de los aos precedentes era similar, como yo denunci en reiteradas ocasiones, sin ningn resultado, por supuesto.
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Sabemos lo que sucedi despus de que Israel invadiera Lbano. Fueron forzados a tomar esta determinacin por lo que denominaban terrorismo, o lo que es ms apropiado, la resistencia de la gente que no estaba dispuesta a acobardarse. Israel tuvo xito en inspirar un movimiento fundamentalista sin posibilidad de control. Se quedaron en el sector sur, que empezaron a llamar zona de seguridad, aunque no haba ninguna razn para creer que tena algo que ver con la seguridad. Simplemente era la huella de Israel en el territorio. Ahora est controlada por un ejrcito mercenario, el Ejrcito del Sur del Lbano, respaldado por el propio Ejrcito israel. Son brutales, y tienen unas eficaces salas de tortura. No podemos conocer todos los detalles porque siempre se han negado a ser inspeccionados por la Cruz Roja Internacional o cualquier otro organismo. Pero se han llevado a cabo investigaciones por comits de derechos humanos, periodistas y otros grupos independientes, as como de algunos grupos israeles, que atestiguan su brutalidad. Hubo incluso un soldado israel que se suicid porque no poda soportar lo que estaba contemplando. Otros escribieron a su propia prensa para contar lo que estaba pasando. El campamento principal es el de Ansar. Est situado en la ciudad de Khiyam, como recordatorio de la matanza perpetrada all por los israeles en 1948. En 1978 la milicia de Haddad realiz una nueva masacre bajo la mirada del Ejrcito israel, despus de aos de bombardeos destinados a los pobladores libaneses que no queran cooperar con el Ejrcito del Sur del Lbano. En esto consiste la zona de seguridad. - Israel deport a grandes cantidades de palestinos al Lbano entre 1970 y 1980. Por qu ha cambiado la actitud libanesa? Por qu se niegan ahora a aceptarlos? - No hace mucho que se niegan. Si Israel deporta palestinos en helicptero y los abandona en las afueras de Sidon, Lbano no puede rechazarlos. Pero creo que esta vez Israel ha cometido un error tctico. La deportacin de los 415 rabes-israeles de diciembre del 92 va a traer graves consecuencias para ellos. Segn la prensa israel, esta deportacin en masa se realiz al azar, una forma brutal de castigo colectivo. Le en Ha'aretz, el principal peridico israel, que la Shabak, la polica secreta, tena slo seis nombres de personas que pudieran comportar algn riesgo, y aadieron uno ms, el sptimo, cuando el gobierno laborista de Rabin les pidi un mayor nmero. Los otros 400 fueron aadidos por el propio gobierno sin ninguna informacin policial. De forma que no existira razn alguna para creer que los deportados pertenecieran a Hamas, la organizacin islmica fundamentalista. De hecho Israel deport a la prctica totalidad de una facultad de cierta universidad islmica. La mayora era, pues, intelectuales, gente involucrada en programas de tipo social, etc. Pero coger a este tipo de gente y llevarles a las montaas del sur del Lbano, donde hiela en invierno y hace un calor espantoso en verano, no iba a quedar muy bien delante de las cmaras de televisin. Y eso es lo nico que importa. Porque Israel no los va a traer de vuelta a no ser que reciba una gran presin internacional. - He escuchado a Steven Solarz, antiguo diputado en el Congreso por Brooklyn, en la BBC. Dice que el mundo aplica un doble rasero: 700.000 yemenes fueron expulsados de Arabia Saudita y nadie dio una palabra, lo que es verdad; 415 palestinos son deportados de Gaza y la Franja Oeste y todos se ponen a gritar.
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- Todos los estalinistas dicen lo mismo: mandamos a Sajarov al exilio y todo el mundo empez a vociferar. Cul de estas barbaridades es peor? Siempre hay alguien que ha hecho algo peor. Por qu no usar el mismo principio con este imitador de Stalin? Adems hay una diferencia: los yemenes fueron deportados a su propio pas, y los palestinos de su propio pas. Reclamara Solarz que todos nos mantuviramos en silencio, en el caso de que l y su familia fueran deportados al desierto de Mxico ? - La actitud de Israel hacia Hamas ha evolucionado con el paso de los aos. Al principio les favoreci, no? - No solamente les favoreci, trataron de organizarlos y motivarlos. Israel estuvo apoyando activamente a los fundamentalistas sinicos en los comienzos de la Intifada. Si haba una huelga de estudiantes en alguna universidad de la Franja Oeste, el Ejrcito israel a veces llevaba al lugar en autobs a fundamentalistas para romper la huelga. Sheikh Yaseen, un manaco antisemita de Gaza y lder de los Fundamentalistas islmicos, estuvo protegido durante largo tiempo. Les gustaba. Yaseen proclamaba a voz en grito: matemos a todos los judos. Es algo que se repite en la historia. Ya hace 70 aos Chaim Weizman deca: el peligro para nosotros son los rabes moderados, no los extremistas. Con la invasin del Lbano sucedi lo mismo. Israel quera destruir a la OLP porque eran laicos y nacionalistas, y estaban haciendo un llamamiento para conseguir un acuerdo diplomtico. sa era la amenaza, no los terroristas. Los comentaristas israeles han sido desde el principio muy francos en esta cuestin. Israel sigue cometiendo los mismos errores, con los mismos previsibles resultados. En Lbano trataron de destruir la amenaza de la moderacin y se encontraron con Hezbdlah, los fundamentalistas respaldados por Irn. En la Franja Oeste trataron de repetir la jugada, y se dieron de bruces con Hamas, que est organizando una guerrilla que lleva a cabo eficaces ataques contra su Ejrcito. Es importante sealar lo terriblemente incompetentes que son los servicios secretos cuando tratan con personas y asuntos polticos. Los servicios secretos cometen los errores ms groseros, de la misma Forma que los expertos. En una situacin de ocupacin o dominacin, el ocupante, el dominante, tiene que justificar lo que est haciendo. Slo hay una manera de hacerlo, convirtindose en un racista. Hay que denostar a la vctima. Una vez que te has convertido en racista rabioso en defensa propia, ya has perdido la capacidad de comprender lo que est pasando. Estados Unidos sigui el modelo al pie de la letra en Indochina. Nunca pudieron comprender la situacin, hay excelentes ejemplos en los archivos. Y aqu el FBI hace lo propio, cometen los errores ms increbles, por razones similares. - En una carta a The New York Times, el director de la Liga Contra la Difamacin Abraham Foxman, escriba que el Gobierno de Rabin estaba demostrando sin ninguna ambigedad su compromiso con el proceso de paz y asumiendo su papel de tirar del carro. Israel es la ltima parte que tiene que demostrar su deseo de paz aada. Cul ha sido la verdadera actitud del Gobierno laborista de Rabin? - Es perfectamente cierto que Israel quiere la paz. Tambin la quera Hitler. Todo el mundo quiere la paz. La cuestin es en qu trminos.
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El Gobierno de Rabin, exactamente como se predijo, endureci la represin en los territorios ocupados. Esta misma tarde he estado hablando con una mujer que ha pasado los dos ltimos aos en Gaza desarrollando una labor humanitaria y de vigilancia de los derechos humanos. Ella cuenta lo que todo el mundo sabe, todo el mundo con cerebro, que tan pronto como Rabin accedi al poder la cosa se puso mucho peor. EI es el hombre de mano de hierro. Ciertamente el Likud tiene mejor prensa en los territorios ocupados que los laboristas. La tortura y los castigos colectivos acabaron con Beguin. Slo hubo un breve perodo negro cuando Sharon estuvo al frente, pero con Beguin las cosas mejoraron. Cuando los laboristas llegaron de nuevo al poder en 1984 volvieron a comenzar los castigos colectivos y la tortura, y un poco ms tarde empez la Intifada. En febrero de 1989 Rabin les dijo a un grupo de dirigentes de Paz Ahora que las negociaciones con la OLP no significaban nada, eran un pretexto para permitir ganar tiempo y aplastar definitivamente a los palestinos. Y los aplastaremos, dijo, los reduciremos a ceniza. No ha sucedido. S ha sucedido, la Intifada estaba apagada, muerta y Rabin la ha vuelto a prender con su propia violencia. Ha continuado con los asentamientos en los territorios ocupados, exactamente como haban vaticinado los que tenan los ojos abiertos. Aunque hubo un cierto parn ampliamente publicitario, estaba claro que era un fraude, Foxman lo saba. Estoy seguro que lee la prensa israel. Lo que detuvo Rabin fueron parte de los planes ms delirantes de Sharon. ste se dedicaba a construir casas por todas partes, incluso en lugares adonde no iba a acudir nadie, y que el pas no poda financiar. Rabin dise un plan de asentamientos ms racional. Creo que la cifra correcta es de 11.000 nuevas viviendas. Los laboristas tienen una poltica ms racional que el Likud, y sa es una de las razones de por qu EEUU ha preferido siempre a los laboristas. Los dos hacen lo mismo, pero stos lo hacen ms tranquilamente, sin tanto alboroto. Son ms modernos en sus orientaciones, sintonizan mejor con la hipocresa occidental. Tambin son ms realistas. En lugar de tratar de establecer siete zonas de asentamientos apuestan por cuatro. Pero el objetivo es el mismo, instalar asentamientos que dividan Palestina. Conectarn los asentamientos judos mediante una bueno red de carreteras que rodeen los pueblecitos rabes de las cimas de las colinas. Se quieren asegurar que ninguna autonoma local se convierta en el embrin de un Estado independiente. Todo esto est sucediendo y EEUU contina apoyndolo. (Como se ha encargado de decir claramente Rabin en Washington durante la firma de los acuerdos de paz, de su paz. No habr nunca un Estado). - Crticos del movimiento palestino han apuntado que lo que ellos llaman Intrafada, el hecho de que haya palestinos matando otros palestinos, pudiera justificar el control israel y deslegitimar las aspiraciones palestinas. - Volvamos la mirada al movimiento sionista. Ha habido una gran cantidad de judos muertos a manos de otros judos. Han matado a colaboradores, traidores y a gente que crean que eran traidores. Y no estaban bajo las extremas condiciones que sufren los palestinos. Como han apuntado muchos israeles, los britnicos no eran estupendos, pero eran verdaderos caballeros comparados con nosotros.
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La fuerza de defensa Haganah basada en el partido laborista, dispone de salas de tortura y de asesinos profesionales. Le el relato del primer asesinato en la historia oficial de Haganah. Lo describa con gran claridad. Sucedi en 1921. Un judo alemn llamado Jacob de Haan tena que ser ejecutado, ya que trataba de iniciar una aproximacin a los palestinos de la zona y comprobar cmo iban a ser las relaciones entre stos y los nuevos pobladores judos. Su asesinato fue asumido por la que sera la esposa del primer presidente de Israel. Dijeron que otra causa que lo haba motivado era su condicin de homosexual. Yizhak Shamir se convirti en el lder de la banda Stern asesinando al que estaba designado para ejercer ese papel. Por varias razones no le gustaba. Shamir le invit a dar un paseo por la playa. Nunca volvi. Todo el mundo sabe que Skamir le asesin. La Intifada comenz a convertirse en un proceso autodestructivo bajo una tremenda represin, y las ejecuciones escaparon a todo control. Empez a ser una manera de dirimir viejas rencillas y los gngsteres mataban a quien se les antojaba. Al principio estuvo perfectamente disciplinada, pero se convirti en algo catico, de asesinatos indiscriminados, algo que encandila a los israeles. As pueden sealar lo locos que son los rabes. - Los israeles son una peligrosa vecindad. - Cierto. Ayudan a que cualquier cosa se convierta en algo peligroso.
Por otra parte, los judos europeos no tenan mucho donde escoger en las circunstancias en las que se encontraban, que eran bochornosas a los ojos de todo el mundo. - Orwell aadi que despus de la guerra Gandhi justific sus posiciones diciendo que los judos hubieran muerto de cualquier forma y podran haber muerto de manera significativa. De nuevo esta formulando una propuesta tctica no un principio. Hay que preguntarse por las consecuencias que la accin que l recomendaba hubieran podido tener. Esto es especular sin base ni evidencia. Pero si l hubiera propuesto lo que usted seala antes del final de la guerra hubiera sido grotesco. Lo que debe ser enfatizado es lo siguiente. Mira, la gente desprovista de cualquier tipo de poder que es llevada al matadero no puede hacer nada. Por lo tanto corresponde a otros impedir que sea masacrado. Aconsejarles sobre la forma en que deben ser sacrificados es poco edificante, por usar una expresin suave. Se puede afirmar lo mismo sobre montones de cosas. Por ejemplo, sobre la gente que est siendo torturada y asesinada en Hait. Habra que decirles: lo que tienes que hacer es dirigirte al carnicero y presentarle tu cabeza para que te la corte, y as quiz el mundo quiera enterarse. Puede ser. Pero sera una idea mucho ms positiva decir a las personas que estn facilitando a los matarifes los cuchillos, que podran dedicarse a otra cosa. Predicar la no violencia es fcil. Se puede tomar en serio cuando lo dice alguien como Dave Dellinger, un pacifista y activista durante toda su vida, que se uni a las vctimas en su sacrificio. - La India est plagada de movimientos separatistas. En Cachemira hay una confusin tremenda, est militarmente ocupada por el Ejrcito hind y se producen asesinatos, detenciones y una conculcacin masiva de los derechos humanos. Me gustara que comentara algo sobre la tendencia en el Tercer Mundo de culpar a los antiguos amos colonialistas de los problemas que asolan sus pases hoy en da. Parecen decir bien, la India tiene problemas pero es culpa de los britnicos, antes esto era un pas feliz. - Es difcil sealar culpables de los desastres histricos. Es como intentar sealar al culpable de la salud de una persona previamente hambrienta y enferma. Existe una enorme cantidad de factores diferentes. Pongamos por caso que esa persona ha sido torturada, lo que sin duda ha tenido graves efectos. Pero cuando finaliz la tortura esa persona tuvo una dieta deficiente, llev una vida disoluta y muri por los efectos combinados de todo lo anterior. se es el caso del que estamos hablando. No hay duda de que el rgimen imperialista que sufrieron fue un completo desastre. En la India, cuando los britnicos al principio de la conquista llegaron hasta Bengala, esa tierra era uno de los lugares ms ricos del mundo, los britnicos mitad mercaderes mitad soldados lo describieron como un paraso. Esa zona se llama ahora Bangla Desh y Calcuta, los smbolos de la desesperacin y la falta de futuro. Haba grandes rea de cultivo que producan un algodn extraordinariamente fino. Tenan un sistema manufacturero avanzado para la poca. Por ejemplo una firma india teji una de las banderas del buque insignia de un almirante ingls durante las guerras napolenicas. No fue tejida en las fbricas inglesas, se teji en las hindes. Se puede leer lo que sucedi en los libros de Adam Smith, escritos hace 200 aos. Smith deploraba lo que los ingleses estaban haciendo en Bengala. Como escribi, primero
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destruyeron la economa agrcola y luego convirtieron la escasez en hambre. Uno de los mtodos que usaron fue dedicar los campos de labranza al cultivo de la adormidera, ya que el opio era uno de los pocos productos que podan venderles a los chinos. Fue entonces cuando se produjo una enorme hambruna en Bengala. Los britnicos tambin trataron de destruir, en las zonas de la India que controlaban, el sistema de manufactura existente. Empezaron hacia el ao 1700 imponiendo duros aranceles a los productos indios para que no compitieran con los britnicos. Tenan que paralizar su produccin y destruir su industria textil ya que stos contaban con considerable ventaja. Usaban un algodn de mayor calidad y su tejido era comparable, si no mejor que el britnico. Los ingleses tuvieron xito, la India fue desindustrializada, y empujada a adoptar de nuevo una economa rural. Mientras la revolucin industrial se extenda por Inglaterra, la India se estaba convirtiendo, de la mano de sus amos ingleses, en una economa pobre, agrcola y rural. Fue en 1846, cuando sus competidores haban sido prcticamente destruidos y los britnicos estaban a la cabeza del comercio mundial, cuando stos descubrieron el libre comercio. Se hace preciso leer a los historiadores liberales ingleses, los grandes defensores del libre comercio, los amigos de James Hill lo tenan muy claro. En esa poca afirmaban mira, lo que se est haciendo en la India no est bien, pero no hay otra solucin si queremos que sobrevivan los campos de Lancaster. Tenemos que destruir a nuestros competidores. Y as lo siguieron haciendo. Podemos analizar caso por caso. En 1944 Nehru escribi un libro bien interesante, El descubrimiento de la India, en una prisin britnica. En l se manifestaba que si se observaba el control y la influencia de los britnicos en cada regin de la India, podra observarse cmo se corresponde con su progresivo empobrecimiento. Cuanto ms tiempo los britnicos estuvieron en una zona ms pobre se converta. La peor parte le toc a Bengala, lo que hoy es Bangla Desh. Se pueden seguir los mismos acontecimientos en Canad y en Norteamrica. Diezmaron a la poblacin. Esto lo mantienen no slo los polticos de ahora; se puede corroborar en los escritos de los padres fundadores. El primer secretario de Defensa, el general Henry Knox dijo que lo que los ingleses hicieron con la poblacin indgena era peor que lo que haban hecho los espaoles en Mxico o Per. Tambin afirm que los futuros historiadores contemplaran la destruccin de estos pueblos, lo que ms tarde denominaramos genocidio, y la pintaran con tenebrosos colores. Esto siempre se ha sabido. Tiempo despus de que John Quincy Adams, el padre intelectual del Destino Manifiesto, abandonara el poder, se convirti en un adversario de la esclavitud y de la poltica contra los indgenas. Mantuvo que ni l ni sus compaeros, se veran envueltos, en un crimen de exterminio de tal magnitud y que sin duda Dios les castigara por sus enormes pecados. Amrica Latina fue un caso ms complejo, pero la poblacin inicial fue prcticamente destruida en poco ms de 150 aos. Mientras tanto, a los africanos se les arranc de sus tierras para traerlos de esclavos. Esto contribuy a devastar frica antes del perodo colonial, y as se pudo llevar a cabo la conquista con ms facilidad.
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Despus de que Occidente saqueara los colonias a conciencia, lo que contribuy a nuestro desarrollo, se instituy un mal llamado neocolonialismo, unas relaciones que significan dominacin sin administracin directa. Despus de eso vino el desastre. - Divide y conquistars. Para continuar con la India, hblenos de la poltica de divide y vencers del virrey britnico, que enfrent a hindes con musulmanes. Todava hoy pueden apreciarse los resultados. - Naturalmente todo conquistador trata de enfrentar a unos contra otros. Por ejemplo, estoy pensando en que el 90% de las fuerzas que los britnicos usaron para controlar la India eran hindes. - Existe esa sorprendente estadstica de que en la poca de mayor apogeo del imperio britnico en la India, no haba ms de 150.000 britnicos en la zona. Esto sucede en todas partes. Fue cierto cuando las fuerzas estadounidenses conquistaron Filipinas, matando un par de cientos de miles de personas. Fueron ayudados por las tribus autctonas, explotando en su favor los conflictos entre ellas. Hubo miles que se enrolaron en las tropas conquistadoras. Pero dejemos por un momento el Tercer Mundo, contemplemos la conquista nazi de hermosos y civilizados lugares de la Europa Occidental como Holanda, Blgica o Francia. Quin se dedicaba a acosar a los judos? A menudo los propios habitantes. En Francia lo hicieron a ms velocidad de lo que permita la maquinaria nazi, los nazis utilizaron tambin a los judos contra los propios judos. Si los rusos hubieran conquistado Estados Unidos, Ronald Reagan, George Bush, Elliot Abrams y el resto de esa banda probablemente hubieran colaborado con los invasores para mandar a parte de la poblacin a campos de concentracin. Tienen todos los rasgos precisos para hacerlo. se es el modelo tradicional. los invasores tratan siempre de usar a colaboradores para que les hagan parte de la tarea sucia. Juegan con gran naturalidad con las rivalidades existentes entre los distintos grupos para enfrentarlos unos contra otros. Est sucediendo ahora con los kurdos. Occidente est tratando de movilizar a los kurdos iraqus para que destruyan a los kurdos turcos, que son de lejos el grupo ms numeroso y ms reprimido de esta etnia. Aparte de lo que podamos pensar de esas guerrillas, no hay duda de que gozan de considerable apoyo popular en el sudeste de Turqua. Las barbaridades que han hecho los turcos con el pueblo kurdo no aparecen en la prensa occidental, ya que los turcos son nuestros aliados. En mitad de la Guerra del Golfo estuvieron bombardeando enclaves kurdos y cientos de miles de personas tuvieron que abandonarlos. Ahora el objetivo occidental es utilizar a los kurdos iraqus para restaurar la estabilidad en Irak, es decir el sistema de dominacin occidental. Adems se est tratando de utilizarlos para destruir a los kurdos turcos y asegurar el crecimiento e influencia de Turqua como potencia en la zona. En octubre de 1992 hubo un vergonzoso incidente en el que se produjo una operacin de pinza entre el Ejrcito turco y la guerrilla kurda iraqu para destruir a los kurdos de Turqua.
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Y sus lderes junto con una parte de su pueblo estn colaborando en el proceso porque pueden sacar algo positivo. Se puede entender la postura, no aceptarla, pero s entenderla. Han sido pueblos que han recibido palos desde todos lados. Si para sobrevivir tienen que agarrarse a un clavo ardiendo lo hacen. Si eso significa ayudar a destruir a sus propios primos al otro lado de la frontera lo hacen. As se conquistan zonas enteras. Siempre ha Funcionado as. En la India tambin. No es que la India fuera un lugar idlico antes, no lo era, claro que el hemisferio occidental tampoco era una utopa pacifista. Pero no hay duda que a casi todos los lugares a los que llegaban los europeos la violencia se incrementaba significativamente. Hay historiadores militares serios que no lo ponen en duda, y ya era evidente en el siglo XVIII. De nuevo puede leerse en Adam Smith. Una razn es que Europa ya haba tenido su buena racin de violencia interna, lo que haba edificado una cultura de la violencia ms importante que la propia tecnologa que era de menor rango. La descripcin de lo que haban hecho los europeos es monstruosa. Los comerciantes holandeses y britnicos, en realidad comerciantes guerreros, fueron a Asia, a zonas que haban estado funcionando perfectamente, con reglas establecidas. Eran zonas que podramos denominar de libre comercio. Los europeos destruan todo lo que encontraban a su paso. Y as en todo el mundo, con pocas excepciones. Las guerras de los europeos eran guerras de exterminio. Si furamos honestos podramos describirlas como invasiones brbaras. Los nativos nunca haban visto algo parecido. Los nicos que pudieron defenderse durante cierto tiempo fueron China y Japn. China tena la tecnologa y el gobierno necesario para sostener la defensa hasta el siglo XIX. Japn pudo arreglrselas para mantenerse inclume. Esto explica su posterior desarrollo econmico dentro del Tercer Mundo. Parece sorprendente, pero la nica parte del Tercer Mundo que no fue colonizada ha sido la nica capaz de industrializarse. No es una coincidencia. Y este hecho viene refrendado por la historia de la propia Europa, las zonas que fueron colonizadas, como Irlanda, son las que han sufrido un mayor grado de tercermundizacin. Cuando la gente del Tercer Mundo maldice el imperialismo por sus consecuencias, tiene buenas razones para hacerlo. Es interesante comprobar cmo se contempla este fenmeno hoy en da en Occidente. El 7 de enero de 1993 haba un fantstico articulo en The Wall Street Journal que criticaba la intervencin en Somalia. Estaba firmado por un miembro del Hoover Instituto de Stanford, Angelo Codevilla y vena a decir lo siguiente: el problema occidental es que sus intelectuales odian su propia cultura y reniegan del colonialismo. Slo las civilizaciones de gran generosidad pueden asumir tareas tan nobles como el colonialismo, que trata de rescatar a los brbaros de todo el mundo de su miserable destino. los europeos fueron capaces de hacerlo, y por supuesto les report enormes riquezas y beneficios. Pero esos intelectuales que abominaban de su propia cultura les obligaron a retirarse. El resultado est hoy a la vista. Realmente hay que remontarse hasta los archivos de los nazis para encontrar algo semejante. Aparte de la supina ignorancia, tan colosal que slo puede aparecer en un peridico poblado de
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intelectuales, el nivel moral es tan bajo que para encontrar parangn hay que remitirse a los nazis. Y esto aparece en las pginas de opinin de The Wall Street Joumal. Seguramente no levant mucha crtica adversa. Es tambin interesante leer los peridicos ms derechistas de Inglaterra, Sunday Telegraphy Daily Telegraph cuando Rigoberta Mench gana el Premio Nobel de la Paz. Estaban furiosos, especialmente su corresponsal en Centroamrica. Su punto de vista era que, bueno, s haba habido algunas atrocidades en la zona, pero, o haban sido cometidas por la guerrilla izquierdista, o eran una respuesta razonable de la sociedad bienpensante guatemalteca a las atrocidades de los marxistas. Vamos, que darle el Nobel de la Paz a una persona que ha estado torturando indgenas durante tantos aos, a Rigoberta Mench! Me es difcil reproducir esto. Hay que leer el original. De nuevo hay que remitirse a los archivos de los nazis o de los peores estalinistas para encontrar algo parecido. Pero son elementos tpicos de la cultura britnica o norteamericana.
- Alemania tuvo la poltica de asilo ms liberal del mundo, y ahora quiere limitar las libertades pblicas y prohibir los partidos polticos. - Se habla mucho sobre el racismo alemn, y con razn. Por ejemplo, expulsar a los gitanos de vuelta a Rumania es un escndalo inconcebible. Se les trat como a los judos en el holocausto, pero nadie movi un dedo, porque a nadie le importa un comino los gitanos. Pero deberamos recordar que estn sucediendo otras cosas que tienen incluso menos publicidad. En Espaa, por ejemplo. Se la admiti en la Comunidad Europea con varias condiciones. Una era que deba establecer una barrera para proteger a Europa de las hordas del Norte de frica, que algunos europeos teman que fueran a anegar sus pases. Se han producido cientos de actuaciones de la polica y la marina espaolas para expulsar a la gente que consegua cruzar el estrecho y devolverles a su pas. Es terrible. Por supuesto existen razones por las que los africanos tratan de llegar a Europa y no se dirigen hacia otra direccin; 500 aos de razones. Pero est sucediendo y los europeos se niegan en redondo a admitirlos. Quieren preservar su riqueza y mantenerla fuera del alcance de los pobres. En Italia est sucediendo lo mismo. la liga lombarda, que contiene una buena cantidad de elementos fascistas en su seno, gan recientemente unas elecciones. No quieren mezclarse con los pobres del sur de su propio pas. Y mucho menos con los africanos que llegan a travs de Sicilia. Los italianos del norte no quieren pobres, quieren gente rica y blanca. - Esto nos lleva a la cuestin de la raza y el racismo y cmo intervienen estos conceptos en las relaciones entre el Norte y el Sur. Siempre ha habido racismo. Pero se desarroll como un principio de percepcin y pensamiento en el contexto del colonialismo. Era comprensible. Cuando se tiene la bota sobre el cuello de alguien, hay que justificarlo. La justificacin sola consistir en su depravacin. Esto es ms sorprendente en el caso de pueblos muy parecidos entre s. Echemos un vistazo a la conquista britnica de Irlanda, la primera de las conquistas occidentales. Fue descrita en los mismos trminos que la conquista de frica. Los irlandeses eran una raza distinta. No eran humanos. No eran como nosotros. Haba que destruirlos. - Algunos marxistas sostienen que el racismo es producto del sistema capitalista. Acepta usted esta teora? - No. Tiene que ver con la conquista, con la opresin. Si se est robando a alguien, oprimindole, dictando su vida, habra que ser muy singular para decir: Mira, soy un monstruo. Hago esto por mi propio beneficio. Ni siquiera Himmler lo dira. Una tcnica clsica de desarrollo de las creencias se relaciona ntimamente con la opresin, bien se est conduciendo a alguien a la cmara de gas, o cobrndole de ms en la tienda de la esquina. La reaccin clsica es pensar que lo que se est haciendo es a causa de su propia depravacin, para hacerle un bien. Si es por su propia depravacin debe haber algo que le haga diferente de m. La diferencia puede consistir en cualquier cosa que encuentre. - Y sa es la justificacin.
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Entonces se convierte en racismo. Siempre se puede encontrar algo, el color del pelo o de los ojos, que son gordos o homosexuales. Se encuentra algo que sea lo suficientemente diferenciador. Por supuesto tambin se puede mentir. Obsrvese a serbios y croatas. No se pueden distinguir unos de otros. Usan diferente alfabeto pero la misma lengua. Pertenecen a distintas ramas de la Iglesia catlica. Esto es todo. Pero parte de ambos grupos estn dispuestos a asesinar y destruir al contrario. No pueden imaginar tarea ms elevada. - Se supone que ideologa y propaganda son fenmenos de otras culturas. No existen en Estados Unidos. Al concepto de clase le sucede lo mismo. Usted lo ha llamado la inmencionable palabra de cinco letras. - Es interesante comprobar como funciona. Las estadsticas sobre calidad de vida, mortalidad infantil, esperanza de vida, estn siempre compartimentadas por razas. Siempre demuestran que los negros tienen unos ndices espantosos comparados con los de los blancos. Pero Vicente Navarro, profesor en Johns Hopkins y estudioso de la salud publica, ha realizado un interesante trabajo. Decidi volver a analizar las encuestas separando los factores de raza y clase. Por ejemplo analizaba a trabajadores negros y trabajadores blancos comparados con ejecutivos negros y ejecutivos blancos. Descubri que muchas de las diferencias entre blancos y negros son diferencias de clase. Si se comparan a trabajadores blancos pobres con ejecutivos blancos, la diferencia es enorme. Obviamente su estudio tena mucho que aportar sobre epidemiologa y salud pblica as que lo envo a las principales revistas medicas norteamericanas. Todas lo rechazaron. Entonces lo envo a la revista mas prestigiosa del mundo en el tema, la britnica Lancet. La aceptaron sin problemas. La razn estaba clara. En Estados Unidos no se puede hablar de diferencias de clase. De hecho, solo se le permite a dos grupos tener conciencia de clase. Uno es el mundo de los negocios, que es agudamente consciente. Cuando se lee la literatura que producen, se comprueba que esta preada de temor a las masas; habla de su creciente poder y de la forma en que hay que defenderse de ellas. Es como una inversin vulgar del marxismo. El otro grupo es el de los polticos de altura del gobierno. Hablan de la misma forma, de cmo hay que preocuparse acerca de las aspiraciones del hombre comn y de las masas empobrecidas que tratan de mejorar su condicin y salir de su pobreza, alterando el clima econmico. Ellos pueden tener conciencia de clase. Tienen un trabajo que hacer. Pero es extremadamente importante hacer creer al resto de la poblacin que no existen cosas como clases sociales. Todos somos iguales, todos somos americanos, vivimos en armona, trabajamos juntos, y todo es maravilloso. Tmese por ejemplo el libro Mandato para el cambio publicado por Progressive Policy Institute, el cofre de donde salen casi todas las ideas de Clinton. Es un libro que se puede comprar en los quioscos de los aeropuertos, forma parte de la campaa de Clinton. Tiene un captulo dedicado a la economa empresarial que es la que va a superar las posiciones de izquierda y derecha. Combate las viejas ideas liberales sobre el Estado de bienestar, ya se sabe, sobre los derechos de la poblacin y ayudar a los madres a que alimenten a sus hijos, eso est pasado. No vamos a seguir en la misma poltica caduca. Ahora se va a desarrollar una poltica econmica
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competitiva, se van a incrementar las inversiones y el crecimiento. A la nica gente que queremos ayudar es s los trabajadores y a las empresas donde trabajan. Segn este cuadro todos somos trabajadores. Hay empresas donde trabajar y queremos mejorarlas, de la misma forma que uno mejora una cocina, se compra una nevera nueva etc. Pero se echa en falta a alguien en esta historia. No hay gerentes, no hay jefes, no hay inversores. No existen. Slo hay trabajadores y las empresas donde trabajamos. Y lo que le interesa a la administracin es ayudar a la gente en sus empresas. La palabra empresarios slo aparece una vez, creo. Slo hay gente que ayuda a los trabajadores y si las empresas donde trabajan. La palabra beneficios tambin aparece slo una vez- No se cmo consiguieron meterla a hurtadillas, es otra fea palabra, corno clase. O tomemos la palabra empleo. Ahora se usa para denominar a los beneficios. As cuando Bush aterriz en Japn con Lee Lacocca y el resto de ejecutivos del sector del automvil, sus palabras mgicas eran empleos, empleos, empleos". Era todo lo que iban buscando. Ya sabemos cunto se preocupa Bush por el empleo. Slo hay que mirar lo que ha sucedido durante su mandato, cuando el nmero de parados o trabajadores en precario lleg a 17 millones, habindose registrado durante su presidencia un incremento de 8 millones. Estaba creando las condiciones para exportar empleos. Debilitar a los sindicatos y bajar el nivel de vida. De forma que qu quiere decir cuando l y los medios de comunicacin se desgaitan gritando empleos, empleos, empleos? Obviamente beneficios, beneficios, beneficios. Una manera de incrementar los beneficios. La idea es pintar un cuadro para que la gente crea que todos somos una familia feliz. Somos americanos, tenemos un inters nacional, todos trabajamos juntos. Todos somos excelentes trabajadores, incluidas las empresas en las que trabajamos y al gobierno que trabaja para nosotros. Son nuestros servidores. Y lo que aqu existe puede aplicarse a todo el mundo. No hay conflictos, no hay distintas categoras de personas, no hay estructura que trascienda al sistema. Por supuesto no hay clases. A no ser que se pertenezca a la clase dominante, en cuyo caso la conciencia de clase estar bien establecida. - De manera que fenmenos exticos como la opresin de clase y la lucha de clases slo ocurren en libros siniestros y en Marte? - O en la prensa y la literatura econmica, donde no deja de escribirse sobre ellos. Existen ah porque tienen que preocuparse sobre ellos. - USA utiliza el trmino ste. El bien conocido economista poltico e historiador Samr Amin dice que les concede demasiada Importancia. El prefiere el trmino clase dominante. Adems es mucho ms reciente el trmino la clase dominante. - La nica razn por la que no utilizo el trmino clase es porque la terminologa del discurso poltico est tan descentrada, tan desarraigada, que es difcil encontrar los trminos precisos. Esto forma parte del objetivo del propio discurso poltico, que sea imposible hablar. Adems la palabra clase provoca distintos tipos de asociaciones. En cuanto se pronuncia hay personas que se desmayan. Piensan: Aqu huele a marxista.
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Otro inconveniente es que se tiene que realizar un concienzudo anlisis de clases, no se puede hablar slo de la clase dominante. Son parte de la clase dominante los profesores de Harvard? Y los editores de The New York Times? Y los burcratas del Departamento de Estado? Hay una gran cantidad de distintas categoras de personas. De forma que se puede hablar slo vagamente acerca del establishment o de las lites o de los sectores dominantes. Pero, estoy de acuerdo, no se puede obviar que existen agudas diferencias sociales basadas en hechos que, en ltimo trmino, se enrazan en el sistema econmico. Se puede hablar de amos si se quiere. Son palabras de Adam Smith, y este autor est nuevamente de moda. la lite son los amos, que pretenden lo que l llam la mxima ruindad, esto es, todo para nosotros y nada para los dems. -Usted dice que esencialmente el concepto de clase trasciende al de raza. - Sin duda. Por ejemplo Estados Unidos podra convertirse en una sociedad sin prejuicios de color. Es posible. No creo que vaya a suceder, pero sera perfectamente posible. Pero no cambiara el sistema de poltica econmica. De la misma forma que las mujeres han atravesado el hielo y esto no ha cambiado el sistema econmico en absoluto. - sta es una de las razones por las que normalmente se verifica que la clase dominante no tiene ningn problema en apoyar las iniciativas tendentes a la supresin de la discriminacin sexual y racial. No importa demasiado. Se pueden perder algunos ejecutivos blancos masculinos, pero no importa siempre y cuando el sistema de dominacin permanezca intacto. -Y se puede pagar menos a los mujeres. - O se les puede pagar lo mismo. En Inglaterra aguantaron pacientemente 10 largos aos con la Dama de Hierro en el gobierno. Peor incluso que Reagan. - As que para huir abundando en las zonas oscuras de la democracia liberal, donde existe esta pirmide control y dominacin, donde hay discriminacin de clase raza y sexo, existe la coercin, la fuerza. - Proviene del hecho de que el poder objetivo est concentrado. Reside en varios lugares, en el patriarcado, en el factor raza. Especialmente en la propiedad. Si se piensa en la forma en que la sociedad funciona, se asemeja mucho a la que describieron nuestros padres fundadores. Como dijo John Jay, el pas debera ser gobernado por los que poseen, y los propietarios tienden a seguir la cita de Adam Smith, la mxima ruindad. se es el ncleo de las cosas. Puede seguir existiendo incluso si cantidad de cosas cambian. Por otro lado, son ciertamente peores otras formas de opresin. Para la vida de la gente el racismo y el sexismo puede ser mucho peores que la opresin de clase. Cuando un nio fue linchado en el sur del pas, ese suceso fue sin duda mucho ms grave que los bajos salarios que se estaban pagando. De manera que cuando hablamos de las races del sistema de opresin, no puede cuantificarse en trminos de sufrimiento. El sufrimiento constituye una dimensin distinta que trata de evitarse.
- No creo que ninguna de las dos posibilidades sea cierta. No hay duda de que la naturaleza humana es rica y compleja. No somos piedras. Cualquiera en su sano juicio sabe que gran parte de lo que somos viene genticamente determinado, incluidos aspectos de nuestra conducta o actitudes. No hay duda. Cuando se intenta ir ms all, y preguntarse sobre qu es eso, se entra en un captulo de ignorancia general. Sabemos que hay algo en la naturaleza humana que nos fuerza a que nos crezcan brazos, no alas y que va ms all de la pubertad, hasta la edad madura. Y ahora sabemos que la adquisicin del lenguaje, o el sentido de la vista, son parte de la naturaleza humana en sus aspectos ms fundamentales. Cuando nos referimos a modelos culturales, sistemas de creencias o cosas parecidas, la opinin del tipo que te encuentra en la parada del autobs es tan correcta como la del mejor cientfico. Nadie sabe nada, la gente puede especular pero en realidad no se sabe nada. En este aspecto particular lo nico que podemos hacer razonablemente por tanto, es especular. Creo que la que he subrayado puede ser una suposicin razonable. No es que el racismo est en nuestros genes. Lo que est en nuestros genes es la necesidad de proteger nuestra propia imagen. Probablemente resida en nuestra naturaleza encontrar una forma de reconvertir lo que hacemos en algo que nos permita vivir con nuestros actos sin traumas. Es lo mismo que sucede en la esfera social, incomparablemente mayor, donde funcionan las instituciones y los sistemas de opresin y de dominacin. la gente que esta al mando, que est oprimiendo a otros, tiene que justificarse a s misma. Se puede realizar de forma sencilla o sofisticada, pero tiene que hacerse. Es propio de la naturaleza humana. Una de esas consecuencias puede convertirse en racismo. Tambin puede convertirse en otra cosa. Tomemos a los sofisticados. Uno de los gurs intelectuales de los ltimos tiempos en Estados Unidos es Reinhold Niebuhr. Se le ha llamado el telogo del sistema. Ha sido reverenciado por los tpicos liberales de la era de Kennedy, por gente como Georges Kennan. Se le ha considerado como un maestro moral de las generaciones contemporneas. Es instructivo echar una mirada a las causas por las que ha sido tan exaltado. Tuve que estudiar su material una vez. Se supona que iba a haber un captulo dedicado al tema en uno de mis libros, pero el editor pens que iba a ser demasiado oscuro para el pblico y no lo inclu. Su nivel intelectual es increblemente bajo, es difcil permanecer serio durante su lectura. Pero hay algo que lo hace llamativo, su concepto de la paradoja de la gracia. lo que viene a decir es que no importa lo bien que pretendas comportarte, al final siempre vas a causar dao. Por supuesto es un intelectual, de forma que todo el concepto est adornado de grandes palabras, pero al final lo que se deduce es slo eso. Es realmente un consejo edificante para la gente que est pensando en engrosar las filas del crimen. No importa cunto te esfuerces en hacer el bien, siempre vas a causar dao a otras personas. No se puede evitar. Es una idea maravillosa para un padrino de la mafia. Puede hacer lo que quiera. Si hace dao a alguien debe limitarse a exclamar: Oh Dios mo, la paradoja de la gracia. Esto explica porqu Niebuhr era tan atrayente para los intelectuales norteamericanos de despus de la 1 Guerra Mundial. Se estaban preparando para arrastrar una vida de grandes crmenes. Iban a ser los ejecutores o los apologetas de un perodo de grandes conquistas globales.
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Controlar el mundo significa obviamente arrastrar enormes crmenes. Pero no es magnfico tener esa doctrina respaldndonos? Por supuesto que queremos ser bondadosos y humanos pero no podemos evitar la paradoja de la gracia. Vuelvo a sealar que si se es un intelectual, se puede revestir la teora de hermosos ropajes y escribir artculos sobre ella, pero el mecanismo es bien simple. Supongo que todo esto forma, si se quiere, parte de nuestra naturaleza. Pero no se puede teorizar tan groseramente; ni siquiera llega a ser una teora propiamente dicha. Todo el mundo sabe por propia experiencia cmo es la naturaleza del ser humano, cmo acta y porqu, si uno se para a pensar en ello. No es Fsica Cuntica. - Qu me dice de lo que se ha denominado la tica de la competitividad? Hay alguna evidencia de que seamos competitivos por naturaleza? Muchos defensores del mercado libre y del capitalismo mercantil afirman que hay dar a la gente la posibilidad de competir ya que es algo consustancial. - Existen ciertas condiciones en que la gente compite y ciertas condiciones en que la gente coopera. Por ejemplo supongamos en una familia en que la persona que traiga el dinero para alimentarla, l o ella, pierda su trabajo, y no haya suficiente dinero para alimentos. Probablemente el padre sea el individuo ms fuerte. Robara toda la comida a la familia y dejara que los nios mueran de hambre? Supongo que hay gente que lo hace, pero entonces se la encierra. En todas partes hay mentes patolgicas. Lo normal es compartirla. Significa esto, que no son competitivos? No. Significa que en esas circunstancias se comparte. Esas circunstancias pueden extenderse rpidamente, por ejemplo pueden extenderse a toda la clase trabajadora. Es entonces cuando se producen perodos de solidaridad entre los trabajadores, cuando la gente lucha junta para crear sindicatos y mejorar las condiciones de trabajo. Y esto ocurre tambin en Estados Unidos. Recurdese la huelga de Homestead de hace un siglo, cuando Andrew Carnegie cerr su acera a los trabajadores en huelga. Ese fue un perodo de enorme rivalidad tnica y racismo, dirigida fundamentalmente a los emigrantes procedentes de Europa del Este, hngaros y eslovacos. Pero durante ese conflicto lucharon codo con codo. Es uno de los pocos perodos de armona tnica. Todos luchaban juntos, los anglosajones, los alemanes y el resto de trabajadores. Djeme que le cuente una historia personal. Yo no soy particularmente violento, pero en el instituto aprend boxeo. Para ello tenamos que pelear con un amigo como sparring. Bien, despus de un rato de golpes, realmente quera hacer dao a mi mejor amigo. Poda notar cmo creca en m el sentimiento de querer matarle. Significa esto que el sentimiento de matar es innato? En ciertas circunstancias surge ese deseo incluso con tu mejor amigo. Se dan circunstancias bajo las cuales este aspecto de la humanidad prevalece. Pero hay otras circunstancias en que prevalecen otros aspectos del gnero humano. Si se quiere crear un mundo ms humano, hay que cambiar las circunstancias. - En todo esto qu grado de determinismo juegan los condicionantes sociales? Pongamos que se es un nio que vive en Somalia en este momento.
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- O un nio que vive a dos manzanas de aqu, en Cambridge. El verano pasado un estudiante del MIT, Instituto Tecnolgico de Massachussets, fue apualado y muerto por un par de adolescentes del instituto local. Estaban practicando un deporte singular: caminaban por el barrio y tenan que encontrar a alguien. Entonces uno de los chicos tena que golpearle y derribarlo de un solo golpe. Si fallaba el otro chico le golpeaba a l. As que estaban caminando y se encontraron con el estudiante del MIT. El chico que deba actuar en esta ocasin le derrib de un solo golpe. Por razones desconocidas tambin le apual y mat. El chico no crey que hubiera hecho nada especialmente atroz. Se fueron a un bar la polica los detuvo porque alguien los haba visto. No trataron de huir. Estos chicos han crecido en Cambridge. No en la zona residencial, probablemente en un barrio de la periferia. No en un barrio de Somalia. No creo que los chicos de barrios ms srdidos actuaran de igual forma. Significa que son diferentes genticamente? No. Existe algo en su medio que hace que esta conducta sea aceptable, incluso natural. Cualquiera que haya nacido en un rea urbana lo sabe y toma sus precauciones para no verse envuelto en tales incidentes. Recuerdo que en mi infancia haba barrios vecinos donde te reciban a pedradas si pasabas por all. Se supona que no debas ir. Los chicos que defendan esta postura crean que les asista todo el derecho del mundo. Estaban defendiendo su parcela. Tenan acaso alguna otra cosa que defender?
Es un fenmeno que tambin se puede apreciar en las encuestas. Estuve estudiando el trabajo de un socilogo norteamericano, publicado en Londres, en el que se comparaban las tendencias religiosas de la gente en varios pases, las cifras eran sorprendentes. Las tres cuartas partes de la poblacin norteamericana crea en los milagros religiosos. El nmero de los que crean en el diablo, en la resurreccin, en un dios que hace y deshace es igualmente espectacular. Esas cifras no se repetan en cualquier pas industrializado del mundo. Para encontrar algo semejante hay que dirigirse a las mezquitas iranes o a las ancianas de Sicilia. ste sigue siendo el perfil de la sociedad norteamericana. Hace un par de aos se realiz una encuesta para determinar lo que la gente opinaba sobre la evolucin. El porcentaje de gente que crea en las teoras de Darwin rondaba el 60%, no hay margen, pues, a ningn error estadstico significativo. Aproximadamente la mitad de la poblacin crea en la doctrina catlica de que Dios haba creado al hombre. El 40% pensaba que el mundo haba sido creado hace unos pocos miles de aos. De nuevo hay que dirigirse a una sociedad pretecnolgica, o a sociedades profundamente agrarias para encontrar unos datos como estos. Esos son los sistemas de creencias que se impulsan en las reuniones tipo Dios y Patria. El fundamentalismo religioso puede llegar a ser un fenmeno a tener muy en cuenta. Puede constituir la base de un movimiento de masas francamente peligroso. Los lderes fundamentalistas no son estpidos. Disponen de grandes cantidades de dinero, estn organizados y se mueven en la direccin correcta, empezando por tomar el control de pequeas organizaciones locales donde es ms difcil advertirlos. En la ltima eleccin se produjo un fenmeno alarmante que lleg a ocupar las portadas de los peridicos. En muchas partes del pas, fundamentalistas de extrema derecha se han presentado candidatos sin identificarse. No cuesta demasiado trabajo formalizar la candidatura, la gente no prestar demasiada atencin. No hay que decir quin eres realmente. Se aparece por ah con una cara amable y una gran sonrisa diciendo: Me voy a ocupar del futuro de tus hijos. Mucha gente los votar. Muchos candidatos han sido elegidos a travs de las campaas organizadas por las estructuras locales, una vez que se hicieron con su control. Esto lleva aparejado un cierto tipo de poder carismtico a la persona que afirma soy vuestro lder, seguidme. Es peligroso. Estamos avanzando hacia el pasado. - Tambin se ha producido un gran incremento del fundamentalismo en los medios de comunicacin, especialmente en los electrnicos. No se puede recorrer el pas sin advertirlo. - Comenz aos atrs. Recuerdo una vez viajando que puse la radio. En cada emisora que pude sintonizar haba un ministro fundamentalista predicando. Ahora es mucho peor y adems est la televisin.
LA PARADOJA DE HUME
- Usted ha afirmado que desde 1776 el verdadero drama ha sido el ataque sin tregua de los pocos prsperos sobre los derechos de los muchos desposedos. Quisiera preguntarle sobre los muchos desposedos. Les quedan cartas por jugar?
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- Ciertamente. Han salido victoriosos de muchas batallas. El pas es mucho ms libre de lo que era hace 200 aos. Por lo menos no tenemos esclavos. Es un gran cambio. La meta de Thomas Jefferson, un liberal de izquierda, era crear un pas libre de sangre mestiza, es decir sin indios de piel roja, sin negros; slo blancos anglosajones. Esto era lo que queran los liberales de izquierda. No tuvieron xito. Se desembarazaron de gran parte de la poblacin nativa, casi los exterminan, como se deca por aquella poca, pero no pudieron deshacerse de los negros, y al cabo del tiempo tuvieron que incorporarlos de algn modo a la sociedad. La libertad de palabra se ha extendido por todas partes. Ciento cincuenta aos despus de la revolucin las mujeres pudieron votar. Los trabajadores acabaron por conquistar algunos derechos, despus de una sangrienta guerra en la dcada de los treinta, con 50 aos de retraso respecto a Europa. Se estn perdiendo paulatinamente despus de esa fecha, pero la conquista se realiz con intencin de que perduraran. En muchos sentidos grandes grupos de la poblacin han sido integrados a un sistema de bienestar relativo y de libertad relativa, a menudo casi siempre fruto de la lucha popular. De manera que la poblacin en general dispone de cartas que jugar. Esto es algo que el filsofo ingls David Hume seal hace un par de siglos. En su teora poltica sealaba la paradoja de que en cualquier sociedad la poblacin se somete a los gobernantes, aunque la fuerza reside siempre en las manos de los gobernados. Los gobernantes slo pueden dirigir un pas si controlan las opiniones, no importa de cuntos fusiles dispongan. Esto es as incluso en las sociedades despticas, o en las ms libres. Si el pueblo no acepta las cosas, sus gobernantes estn acabados. Esta teora subestima el papel de la violencia, pero, no obstante, expresa realidades tangibles. Hay una batalla constante entre la gente que rechaza aceptar la dominacin y la injusticia y los que tratan de imponerlas. - Cmo quebrar el sistema de adoctrinamiento y propaganda? Usted ha dicho que es casi imposible hacerlo individualmente, que es necesario actuar colectivamente. Qu impide a la gente asociarse? - Hay poderosos factores implicados. Todo el mundo vive dentro de un sistema cultural y social que tiene ciertos valores y ciertas oportunidades. Asigna costos a ciertas formas de accin y beneficios a otras. Se vive en l, es inevitable. Vivimos en un sistema que asigna beneficios a los esfuerzos que se dirigen a lograr ventajas individuales. Pongamos que soy el cabeza de familia, hombre o mujer. Qu hago con mi tiempo? Tengo 24 horas al da. Tengo nios a los que cuidar, y un futuro del que preocuparme. Qu hago? Una posibilidad es dedicarme en exclusiva a mi jefe y ver si puedo obtener un dlar ms por hora. O quiz pegar una patada en la cara a alguien que pase a mi lado; no hace falta hacerlo fsicamente, existen mecanismos en la sociedad capitalista para hacerlo figuradamente. Otra posibilidad es dedicar mis tardes a tratar de organizar a otra gente, lo que me llevar a pasarlas en reuniones, formar parte de piquetes y sostener una larga lucha en la cual seremos golpeados por la polica y algunos perdern su trabajo. Al final hemos conseguido reunir a cierta gente de forma que podamos decir que hemos alcanzado una pequea victoria, que puede ser o no mayor que la que hubiramos conseguido siguiendo mtodos individualistas.
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En determinados juegos, este tipo de situacin se llama el dilema del prisionero. Se puede tratar de presentar las cosas como si fueran juegos, es decir, tratar de provocar interacciones mediante las cuales cada participante gana ms si otra persona participa colaborando contigo. Si la otra persona trata de maximizar su propio beneficio, pierde. Voy a explicar un caso sencillo, el de ir en coche al trabajo. Puede llevar ms tiempo ir al trabajo en metro que en coche. Si todos furamos en metro y si se invirtiese en l, en lugar de en carreteras, todos iramos en metro y ms rpidamente. Pero tenemos que ir todos. Si hay un sector de gente que sigue utilizando el coche, se seguir invirtiendo en el transporte privado en lugar del pblico. Si todos nos empeamos en hacer las cosas de otra forma, todos seremos los beneficiados. los costes que pueden suponer a una sola persona hacer que se trabaje en grupo pueden ser elevados. Slo si mucha gente empieza a trabajar unida, y de manera seria, se pueden alcanzar importantes beneficios. Este esquema ha funcionado en casi todas las luchas que se han llevado a cabo. Supongamos que se sea el chico negro de 20 aos del Instituto de Atlanta en 1960. Se tienen dos opciones. Una consiste en decir: Voy a intentar conseguir un empleo en otra parte. Quiz alguien quiera contratar a un gerente negro. Ser humilde y servil. As puede que llegue a vivir en una casa de clase media. La otra sera afiliarse al SNCC, Comit de Coordinacin de Estudiantes No violentos, un grupo que luchaba por los derechos civiles de los negros en 1960, en cuyo caso se corre el riesgo de ser asesinado. Con seguridad me difamarn y golpearn. Durante un largo periodo tendr una dura existencia. Quiz al final se consiga apoyo suficiente para que yo y mi familia vivamos mejor. Es difcil tomar una decisin como la que adopt este muchacho, dadas las alternativas posibles. La sociedad est estructurada de forma que fuerza a los individuos a tomar decisiones de tipo individual. Es realmente significativo que muchos jvenes elijan la segunda opcin, sufran por ello y ayuden a crear un mundo mejor. - Usted ha apuntado que hay encuestas que sealan que el 83% de la poblacin contempla el sistema econmico como una desgraciada herencia. Pero esto no se traduce en nada. - Slo se traduce en algo si la gente esta dispuesta a hacer algo. Esto es as tanto si se habla de asuntos generales, como esa pesada herencia econmica, como de cosas de menor rango. Tomemos por caso la sanidad pblica. En pblico nadie reclama el sistema canadiense. Un sistema extendido por todo el mundo, un sistema de sanidad pblica eficiente, organizado y estatal, que garantiza a todo el mundo la salud, y si est mejor organizado que el canadiense, contempla tambin la salud preventiva. Y de acuerdo con las encuestas dos terceras partes de la poblacin est a favor, aunque apenas se oiga a alguien defenderlo. Alguien toma medidas? No. Tiene que haber algn tipo de empresa sustentada por las aseguradoras que se toma las necesarias molestias para que nadie ponga en cuestin los enormes beneficios de las compaas aseguradoras y la medicina privada. Slo hay dos maneras para conseguir el sistema de salud que la mayora de la poblacin desea. Una requiere movilizaciones populares de consideracin, lo que significa profundizar la democracia, algo que nadie en el poder desea, o que las grandes empresas decidan que este sistema es conveniente para ellas. Podra ocurrir.
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El sistema actual, burocratizado y extremadamente incompetente, diseado para beneficiar a un solo sector de las compaas mdicas privadas, puede estar daando los intereses de otros sectores. las aseguradoras del sector del automvil estn pagando aqu en concepto sanitario, ms que en otros pases. Lo saben. Podran presionar para conseguir un sistema ms eficiente que rompa con el actual basado en el sistema capitalista.
El grupo surgi de la huelga de la Universidad de Columbia de 1968. Originalmente se llamaba Convencin Nacional de Comits de Trabajadores, un grupo marxista de gente joven y seria que iban a vivir en barrios de clase trabajadora y a tratar de organizarlos. Puede gustar ms o menos pero es algo perfectamente racional. Este tipo, Lyndon LaRouche, que ha tenido otros 10 nombres ms, era el gur. Al principio pareca el tpico ex-trotskista. Al cabo de un cierto tiempo se poda advertir lo que estaba pasando. Los chicos haban renunciado a sus vidas, a sus carreras, y el nico territorio que frecuentaban era el que les rodeaba. Su gur empez a introducir progresivamente teoras absolutamente disparatadas en su ideologa. lo hizo poco a poco. A cada paso todos los componentes del grupo, chicos de 19 aos, tenan que tomar una decisin: Voy a continuar con esto o voy a desperdiciar mi vida? Gran cantidad decidi continuar adelante. En poco tiempo estaban vagando por la estratosfera. Las posiciones del grupo eran tan absurdas y perniciosas que no pueden siquiera describirse. Entonces se volvieron violentos. Comenzaron lo que denominaron operacin limpieza. Iban a conquistar la hegemona en el sector de la izquierda, acudiendo a sus reuniones y pegando con un bate de bisbol a los congregados. Al principio de la operacin nadie saba qu hacer pero luego pensaron, vale, volveremos con unos bates de mayor tamao. Lo siguiente consisti en montar una verdadera red de extorsin. Gran parte de los chicos pertenecan a la clase media. La idea consista en acudir a sus padres y pedirles que dieran dinero a LaRouche, o se convertiran en enemigos de la raza humana, fascistas objetivos, y nunca les volveran a ver el pelo. Esto dur un tiempo. Empezaron a acercrseme algunos padres durante mis charlas. Recuerdo una pareja, l tena una pequea tienda no s dnde, y me contaron lo que les decan sus hijos. Me preguntaron qu deban hacer. Habitualmente no suelo dar consejos. Esta vez me dije si queris la verdad os dir la verdad. Una semana ms tarde recib un mensaje que deca: Nuestro Servicio de Inteligencia se ha enterado de que Vd. anda esparciendo rumores sobre el partido. Dispone de una semana para rectificar y librarse de los cargos. Estaba Firmado por el Comit del Servicio de Inteligencia de los Trabajadores, o algo por el estilo. Lo tir a la papelera. Poco despus, su peridico empez a publicar una serie de enloquecidos ataques personales. El ms gracioso fue un panfleto que sacaron para el Bicentenario, el 4 de Julio de 1976. Se titulaba Comandantes Terroristas. Aparecan fotos de mi persona y de Mark Raskin. Era increble. Se nos describa como agentes de la KGB, la CIA, la OLP, la reina de Inglaterra y el Instituto Tavistock y de cualquier otro organismo que, en ese momento, estuviera conspirando contra ellos. Aadan que estbamos planeando poner bombas atmicas en las principales ciudades de Estados Unidos coincidiendo con el Bicentenario. Consegu otro muy parecido en agosto, un mes ms tarde. Seguan afirmando que en un mes ms cometeramos los atentados. Estaba en el parabrisas de mi coche, y tena aadida una amenaza de muerte. No voy a entrar en detalles de lo que sucedi luego. Supe quin era el responsable y habl con sus padres. No volv a saber de ellos durante cierto tiempo. Luego comenzaron de nuevo.
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