Hebreos 5
Hebreos 5
Hebreos 5
A) Llamamiento divino.
Llamiento Divino
Llamamiento divino. Familia de Aarn. Pero a Jess Dios mismo lo llama,
(Salmo 2:7) Mi Hijo eres t, yo te engendrado hoy. Este hoy en la mente del autor es el da de la entronizacin de Cristo como Seor, y exaltado como Sumo sacerdote. Es Hijo y Sumo Sacerdote permanente. V.5 Sal. 110, v. 4. Las palabras iniciales/testimonia mesianismo de Jess. Pero hebreos toma v.4 y se lo aplica a Cristo, no tiene precedente alguno. Corriente juda distincin mesas laico (Israel, David) Mesas sumo sacerdote (Mesas de Aarn). Doble esperanza mesinica. Se asegura que Jess es aclamado por Dios como el Mesas davdico Sal. 2:7 y sumo sacerdote Sal. 110:4. V.6
Llamamiento Divino
1) Los cristianos no reconocen dos mesas sino uno que es rey y sacerdote. 2) El problema de integrar a Jess (Jud) en la lnea sacerdotal de Aarn
(Lev). No hay base bblica, no hay necesidad porque ya est dicindolo hebreos, que habla de otro orden sacerdotal y designa al rey davdico como sacerdote de este orden. Aunque David tomo titularmente ese oficio cuando conquisto Jerusaln, pero la monarqua segua siendo sujeta al sacerdocio. No hay referencias de que nadie pudiese tener los dos oficios, aunque pudiera ser que si creyesen en que en un futuro se levantara un rey y sumo sacerdote, pero eso se ver cap. 7.
No est hablando de un hijo ordinario, sino del Hijo de Dios, a pesar de ser Hijo, no se le concedi excepcin alguna de la ley comn de que el aprendizaje viene a travs del sufrimiento. En qu sentido, entonces, el Hijo de Dios aprendi la obediencia por lo que padeci? Sabemos que el sentido en que estas palabras se aplican a nosotros; aprendemos a ser obedientes debido a las consecuencias desagradables que siguen a la desobediencia. Pero no fue as con l; l march desde el principio en el camino de obediencia a Dios, y a prendi por los padecimientos que se presentaron en su camino, en consecuencia, slo lo que la obediencia a Dios significaba en la prctica en las condiciones de la vida humana en la tierra. La disposicin de siervo para or la voz de Dios lo expone al ridculo y al mal trato, pero lo acepta como algo inseparable de su obediencia (Isaas 50:5) As que los sufrimientos que soport Jess eran el precio necesario de su obediencia, el medio mismo por el cual l cumpli la voluntad de Dios. l silencio la objecin de Juan el bautista con las palabras para que cumplamos la gente iba a bautizarse sabiendo su condicin pecaminosa, pero Cristo no tena pecado, l acept esa condicin de colocarse sin reservas a disposicin de Dios para llevar a cabo su propsito salvador y, al hacerlo, se asoci pblicamente con los pecadores, que era algo que iba a hacer a travs de su ministerio, hasta que fue contado con los transgresores en la cruz. La carrera de obediencia pblica que fue inaugurada con el bautismo temprano, fue coronada por el segundo bautismo, el cumplimiento de toda justicia por su capacidad para sobrellevar hasta el mximo la prueba y el sufrimiento, como lo haba anticipado el primer bautismo. Los cristianos a quienes estaba dirigida esta carta comprobaban que el mantenimiento de su fe y lealtad los expona a prueba y sufrimiento, de los que poda escapar renunciando a su confesin, o posiblemente aun prestando menos atencin pblica a ella. Pero la pregunta iba a retroceder y perder todo, o iban a continuar hacia la perfeccin? Nuestro autor los urge a seguir adelante, a pesar de todos los sufrimientos que pudiera ocasionales, y les coloca como ejemplo el de Jess, quien puso su rostro como un pedernal negndose a volver, y, po r lo tanto, fue hecho perfecto a travs de los sufrimientos. Su ejemplo y su ayuda presente pueden muy bien alentarlos a perseverar; nada sera tan difcil de enfrentar para ellos, como para que carecieran de la simpata de l.
Exhortacin a la madurez
El autor deja a un lado la explicacin del sacerdocio de Jess segn el orden de
Melquisedec para dirigir algunas palabras de amonestacin prctica a la condicin espiritual de sus lectores. Si no son maduros no pueden comprender estas explicaciones espirituales. Ellos que deberan ser maestros todava son nios, y no solo necesitan comprender los misterios de Dios, sino el mismo ABC de la revelacin divina. La inmadurez se deba a una falta de inclinacin a perseverar en el camino cristiano. Su pobreza se mostraba en una disposicin a permanecer en el punto que haban alcanzado, ya que ir ms adelante significara un rompimiento demasiado severo con los lazos antiguos.