Za Quinta Parte. La Demanda de Dinero
Za Quinta Parte. La Demanda de Dinero
Za Quinta Parte. La Demanda de Dinero
LA DEMANDA DE DINERO
DOCTOR PERCY REGENTE PACHECO
regentepercy@hotmail.com
1
TEMAS
1. INTRODUCCION
2. LA DEMANDA DE DINERO COMO MEDIO DE PAGO: LA TEORÍA
CUANTITATIVA
2.1. La Teoría Cuantitativa Tradicional
2.2. EL ENFOQUE DE INVENTARIOS
3. LA DEMANDA DE DINERO COMO ACTIVO
3.1. Keynes y la Demanda de Dinero como una decisión de Portafolio
3.2. El Enfoque Portafolio.
3.3. La Nueva Teoría Cuantitativa: el modelo de Fridman
4. LA EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA DEMANDA DE DINERO
4.1. La definición más apropiada de dinero
4.2. Las variables explicativas más importantes en la Función de demanda de
dinero,
4.3. Diferencias en la Demanda de dinero para paises Desarrollados y en vías
de Desarrollo.
4.4. La Estabilidad de la demanda de dinero.
5. LA EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA DEMANDA DE DINEROEN EL PERÚ.
5.1. Los problemas de Ajuste Parcial y de las variables con expectativas
5.2. Funciones de demanda de largo y corto plazo.
5.3. La evidencia empírica sobre la demanda de dinero en el Perú.
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1. INTRODUCCIÓN
• El dinero es un bien que brinda satisfacciones a las personas que lo
consumen, a cambio de las cuales ellas están interesadas en sacrificar
recursos. También existen agentes interesados en dedicarse a producir
dinero, como si fuera una actividad rentable cualquiera.
• La mayoría de países suelen otorgar al Estado el privilegio monopólico
para la emisión de billetes y monedas; los intermediarios financieros
también emiten activos que actúan como dinero. De esta manera
tenemos lo que podríamos llamar un mercado de dinero, donde la oferta y
la demanda determinan su valor.
• El valor del dinero no es otra cosa que su poder de compra, el cual está
representado por la inversa del nivel general de precios.
• No existe razón para pensar que el mercado de dinero sea distinto al de
cualquier otro mercado. La ley de la oferta y la demanda permite explicar
el valor del dinero como si fuera cualquier otro bien.
• Existen dos enfoques competitivos: uno que enfoca el dinero como un
medio de pago y el otro que lo enfoca como un activo. Si bien ambos
enfoques no son totalmente contradictorios, tienen ciertas diferencias en
lo que se refiere a las variables que explican la demanda de dinero.
3
2. LA DEMANDA DE DINERO COMO MEDIO DE PAGO: LA
TEORÍA CUANTITATIVA
• Diversas son las teorías que tratan de explicar cómo se
determina el valor del dinero en cierto momento dado y cuáles
son las fuerzas que hacen variar este valor a través del
tiempo.
• La idea de que los cambios en el valor del dinero dependen fundamentalmente de la cantidad de
dinero en circulación relativa al volumen de transacciones queda expresada en la siguiente
ecuación:
(1)
(1)’
• En efecto, si P es el total de soles que hay que entregar por una unidad promedio de los
bienes que existen en la economía, 1/P es, entonces, el total de bienes que hay que entregar
a cambio de un sol.
• En este enfoque, a diferencia del enfoque moderno de la teoría cuantitativa (que se verá más
adelante), la determinación de la velocidad del dinero se da por factores institucionales
exógenos al comportamiento optimizador de los agentes. 6
FACTORES DETERMINANTES DE LA VELOCIDAD DEL DINERO,
• Donde M es la oferta de dinero, k es la relación entre el medio circulante y el ingreso, y tanto P como y
tienen el mismo significado que en el enfoque de transacciones.
1. Está formulado en términos de oferta y demanda, lo que facilita la inclusión de la teoría monetaria
dentro de la teoría general del valor. Es decir, mientras que M es la oferta de dinero, kPy
representa la cantidad deseada de dinero.
2. Relaciona de una manera más clara el proceso de determinación del valor del dinero con las
valoraciones subjetivas individuales, que constituyen la fuerza generadora detrás de toda la actividad
económica: k vendría a representar la fracción del ingreso que los agentes desean mantener en
forma de saldos monetarios.
3. Se recalca la función del dinero como depósito de valor: receptáculo temporal de poder adquisitivo
en el intervalo entre la venta y la compra de bienes. Esto permite considerar como dinero otras reservas
de valor como los depósitos de ahorro y a plazo, que no son transferibles mediante cheque, mientras que
el enfoque basado en las transacciones hace natural definir el dinero sólo como aquellos activos que
sirven de medio de cambio para liquidar obligaciones.
4. Subraya las variables que tienden a afectar la utilidad del dinero como activo: los costos y los
rendimientos de la tenencia de dinero en lugar de otros activos, la incertidumbre respecto al futuro, etc.
Es decir, destaca la función que desempeña el dinero en una cartera de activos, a diferencia del
enfoque de transacciones que resalta los aspectos mecánicos del proceso de pago. 10
• Cada persona o empresa tiende a ajustar sus tenencias de dinero al nivel que promete la mayor
ventaja neta, considerando sus recursos, sus necesidades presentes y futuras, y otras condiciones
importantes.
• Mantener saldos monetarios demasiado reducidos puede originar inconvenientes tales como no
cubrir deudas a tiempo, dejar pasar una buena ocasión para comprar artículos o valores, etc. La
posesión de una importante reserva de poder adquisitivo en dinero permite evitar estos problemas,
pero también puede significar costos importantes. Deshaciéndose de algunas de sus existencias de
dinero, el individuo puede comprar bienes durables o realizar alguna inversión en capital físico que
reporte un flujo de ingresos, o incluso convertir parte del dinero en activos que generen intereses,
como por ejemplo bonos. Comparando las ventajas y las desventajas de guardar más o menos
dinero, cada empresa o persona determina la cantidad de dinero que necesita.
• Se puede pensar, de esta manera, que las existencias de dinero que los miembros de la
comunidad tratan de ajustar en relación a sus gastos, de forma que se obtenga el máximo
beneficio neto, dependen de la riqueza total y de las tasas de rendimiento que el público
espera de los activos. El mayor o menor deseo de mantener dinero va a estar así expresado en el
valor del parámetro k de la ecuación (3).
OTROS FACTORES QUE VAN A INFLUIR EN ESTE TÉRMINO K SON:
1- El grado de desarrollo del sistema financiero y crediticio: en la medida en que éste se encuentre más
desarrollado y sea utilizado con amplitud, de modo que los préstamos puedan hacerse y asegurarse
rápidamente y que las inversiones puedan liquidarse sin dilación y a un costo pequeño, el público
tenderá a poseer inversiones antes que dinero como portador de valor. Esto significa un valor
más pequeño de k.
2. El sistema de pagos de uso en la sociedad: en la medida, en que los ingresos sean frecuentes y
regulares, y las fechas de cobros y desembolsos se encuentren más estrechamente coordinadas,
menor será k.
3. Las expectativas de los miembros de la comunidad sobre la trayectoria en el tiempo de sus
ingresos y de los precios de los bienes y servicios: en la medida en que se prevea que el
ingreso y los precios tengan fluctuaciones sincronizadas, menor será la necesidad de mantener el
poder de compra en forma líquida y menor será, por lo tanto, el valor de k.
• Como se puede apreciar, dado que k es la inversa de V en la versión de transacciones, las variables
que la determinan son de la misma índole.
• En síntesis, los partidarios de la versión de los saldos en efectivo plantean que ella está mucho más
cerca de la teoría cuantitativa moderna - que será vista más adelante - que la versión de
transacciones, puesto que ella permite diferenciar entre los factores que determinan la cantidad
11
nominal de dinero en tenencia (es decir, las condiciones determinantes de la oferta) y los factores
que determinan la cantidad real de dinero que desea tener la colectividad (es decir, las condiciones
determinantes de la demanda).
• En síntesis, los partidarios de la versión de los
saldos en efectivo plantean que ella está mucho
más cerca de la teoría cuantitativa moderna que
la versión de transacciones, puesto que ella
permite diferenciar entre los factores que
determinan la cantidad nominal de dinero en
tenencia (es decir, las condiciones
determinantes de la oferta) y los factores que
determinan la cantidad real de dinero que desea
tener la colectividad (es decir, las condiciones
determinantes de la demanda).
12
2.2. EL ENFOQUE DE INVENTARIOS
15
• De acuerdo con la Figura anterior, al comienzo de cada período el individuo cuenta con un
stock inicial de dinero que va gastando en forma uniforme durante un intervalo de tiempo
igual a 1/N, donde N es el número de veces que el individuo cambia bonos por dinero.
• El individuo, en principio, podría tratar de maximizar los ingresos por intereses
conservando el íntegro de sus ingresos en forma de bonos para ir cambiándolos
periódicamente por dinero cada vez que tiene que realizar un pago. Pero, por otro
lado, el intercambio de bonos por dinero es costoso. Por motivos de simplicidad se
supone que el costo de cada transacción es independiente del monto de dinero
involucrado.
• Si el individuo opta por mantener todos sus activos en dinero e ir realizando los gastos
conforme lo requiera, no tendrá costos de transacción; sin embargo, existirá un alto costo por
pérdida de intereses: el dinero pierde los intereses que si ganan los bonos. Se obtendría en
promedio una demanda de dinero M = Y/2 y el costo de oportunidad del dinero sería el total de
intereses que se dejan de ganar por la demanda de dinero promedio, esto es, r*Y/2.
• Lo mejor es, por lo tanto, no mantener todo el ingreso en forma de dinero, pues ello supone un alto costo
de oportunidad; ni tampoco en bonos, ya que equivale a incurrir en altísimos costos de transacción, es
decir, se tendría que estar cambiando bonos por dinero todos los días.
• La idea detrás de este razonamiento es que el individuo toma una decisión óptima del número de
transacciones u operaciones de conversión de bonos en dinero que realizará en cada período (N*
óptimo), dado que el stock inicial de dinero se gasta en forma uniforme a lo largo de cada intervalo (1/N) y
termina en cero. Al comienzo del siguiente intervalo, el individuo vuelve a convertir bonos en dinero por el
mismo monto para reponer su inventario óptimo. Los movimientos de la tenencia de saldos monetarios
toman la forma de los dientes de un serrucho, como se aprecia en la Figura.
• Para un número dado de transacciones (N), el stock inicial de saldos monetarios al inicio de cada
período será Y/N, y el stock promedio va a ser, por lo tanto, Y/2N. El costo de oportunidad
promedio a lo largo de todo el período será r*(Y/2N).
• El costo total de transacción, suponiendo que cada operación de conversión de
bonos en dinero tiene un costo fijo (), será (N). El costo total de mantener saldos
monetarios eligiendo un determinado número de transacciones (N) puede ser
representado, por lo tanto, por la siguiente ecuación:
(4)
16
• Gráficamente, el costo de oportunidad y el costo de transacciones son funciones decrecientes
y crecientes de N, respectivamente, como se aprecia en la Figura siguiente.
• El costo total será una función primero decreciente y luego creciente de N, en la medida en
que vayan prevaleciendo los costos de transacción. Gráficamente, el mínimo del costo total se
obtiene en aquel valor de N donde se cortan las curvas que representan el costo de
oportunidad y el costo de transacción de N*:
• El principal aporte de Keynes a la teoría monetaria consiste en la nueva perspectiva con que
él comenzó a enfocar el dinero. Keynes vio al dinero no sólo como un medio de pago, sino
como un activo financiero que compite con otros dentro del portafolio de un individuo o
empresa, como por ejemplo los bonos y las acciones.
• Keynes señalaba que la demanda total de dinero por parte de un agente podría ser
descompuesta analíticamente en dos partes: una demanda de dinero para
transacciones y precaución, que es una función del ingreso del agente, y una
demanda de dinero para la especulación, que está en función de la tasa de interés de
los bonos, es decir:
• La tasa de interés está determinada por la preferencia sicológica de los agentes por el
tiempo. Dichas preferencias son, a su vez, función de dos clases de decisiones que
se interrelacionan. La primera es lo que Keynes denomina la propensión a consumir, que
determina la fracción del ingreso que el agente utilizará para gastar y la parte que
mantendrá en forma de algún tipo de activo para el consumo futuro. La segunda es la
manera en que los agentes deciden conservar la fracción del ingreso no consumido hoy,
que Keynes denomina preferencia por liquidez. Los agentes pueden desear conservar el
poder adquisitivo de su consumo futuro en forma de liquidez inmediata (es decir, dinero), o
en forma de algún activo que gane intereses.
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• La tasa de interés es, por lo tanto, la recompensa por haberse privado de
liquidez y no, como muchos suponen, una recompensa al ahorro. Para
Keynes uno de los principales errores de la teoría clásica había sido, justamente,
considerar al interés como una recompensa al tiempo de espera propiamente
dicho, y no como la recompensa por el hecho de no atesorar. Desde esta
perspectiva, las tasas de rendimiento de los préstamos o de las inversiones, que
implican diversos grados de riesgo, no deben ser consideradas como una
recompensa a la espera propiamente dicha, sino al hecho de correr un riesgo.
• Sólo en caso que el dinero se use exclusivamente para transacciones, y no como
depósito de valor, podría ser correcto el argumento clásico que deriva la tasa de
interés únicamente de la propensión a ahorrar de los agentes.
• En consecuencia, la tasa de interés no es el “precio” que pone en equilibrio
la demanda de recursos para invertir con la disposición para abstenerse
del consumo presente. Es, más bien, el “precio” que equilibra el deseo de
conservar la riqueza en forma de efectivo con la cantidad disponible de
este efectivo.
• Sólo en caso que el dinero se use exclusivamente para transacciones, y no
como depósito de valor, podría ser correcto el argumento clásico que
deriva la tasa de interés únicamente de la propensión a ahorrar de los
agentes.
• En consecuencia, la tasa de interés no es el “precio” que pone en equilibrio
la demanda de recursos para invertir con la disposición para abstenerse
del consumo presente. Es, más bien, el “precio” que equilibra el deseo de
conservar la riqueza en forma de efectivo con la cantidad disponible de
este efectivo.
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• Una aplicación interesante del nuevo enfoque planteado por Keynes
es su famosa “trampa de liquidez”. Ésta es una situación en la cual la
tasa de interés se encuentra a un nivel históricamente tan bajo, que todos
los agentes están convencidos de que en algún momento tiene que
aumentar. Y como el precio de los bonos está inversamente relacionado
con la tasa de interés (PB = 1/r), esto significa que su precio está próximo
a disminuir. Para evitar una pérdida de capital, los agentes decidirán
deshacerse de todos los bonos de su cartera.
21
LA TRAMPA DE LA LIQUIDEZ KEYNESIANA
22
3.2, EL ENFOQUE DE PORTAFOLIO
• El enfoque de portafolio se originó con los trabajos de Tobin, Markovitz y Sharpe en las
décadas de los 50 y 60, todos ellos basados en la teoría de la utilidad frente al riesgo
elaborada en los años 40 por Von Neumann y Morgenstein (1947).
• La extensión de este enfoque al análisis de la tenencia de dinero tiene como uno de
sus principales resultados la afirmación de que la demanda de dinero es
inestable. Este ha sido uno de los principales temas de conflicto entre los monetaristas
y los neokeynesianos hasta bien entrados los años 70.
• La idea central de este enfoque es que las personas tienen a su disposición
distintos activos financieros con diferente rendimiento y riesgo, y tratan de elegir
la mejor combinación de estos activos sobre la base de su riqueza y de sus
preferencias. Este proceso de elección es idéntico al de un consumidor racional
que trata de seleccionar la canasta de bienes que maximiza su satisfacción.
• El conjunto de oportunidades disponibles está determinado, en este caso, por la
riqueza del individuo, o más específicamente por aquella parte de su riqueza que él
elige mantener en forma de activos financieros. Las preferencias del individuo están
referidas a su actitud frente al riesgo, es decir, al grado en que el individuo está
dispuesto a asumir un mayor riesgo para disfrutar de una mayor rentabilidad.
• Para cada activo se puede definir una distribución de probabilidades de los
distintos rendimientos que puede ofrecer. El rendimiento esperado en un
determinado activo será el valor esperado de dichos rendimientos, y el grado de
riesgo estará dado por la dispersión de estos rendimientos, es decir, por la
desviación estándar de esta distribución de probabilidades.
• Un caso especial de activo sería el dinero, cuyo rendimiento esperado y riesgo, en una
economía donde éste no paga intereses y no hay inflación, son iguales a cero.
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• En términos generales, un activo puede ofrecer n rendimientos posibles R, donde i
=1, ..., n. Para cada rendimiento Ri, existe una probabilidad p(Ri) que se supone
conocida. El rendimiento medio de este activo está dado por el valor esperado de
la distribución de probabilidades de la variable aleatoria R, con n resultados
posibles R¡:
n
E ( R) R1 * p( Ri )
i 1 (8)
El grado de riesgo de este activo está dado por la varianza de esta variable
aleatoria R, o sea:
n
2
Var ( R) ( R1 ) 2 * p( Ri )
R i 1 (9)
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• El ejemplo más simple es el de una persona que sólo puede elegir
entre dinero y bonos, tal y como lo presentó Tobin en su modelo de
preferencia por liquidez frente a situaciones de riesgo.
• Tobin supone que la utilidad que las personas obtienen con sus activos
está positivamente relacionada con el rendimiento esperado de su
portafolio de activos y negativamente relacionada con el riesgo de este
portafolio, representado por la varianza (o la desviación estándar) de
sus rendimientos.
25
CURVAS DE INDIFERENCIA EN EL MODELO DE PREFERENCIA POR
LIQUIDEZ DE TOBIN
Las curvas de indiferencia tienen pendiente positiva y las más altas de ellas
indican que la utilidad es mayor, o sea, U3 > U2 >U1.
26
• Las personas eligen entre mantener saldos de dinero, que tienen un rendimiento seguro
igual a cero, y bonos cuyo rendimiento es:
(10)
B R i g
• Donde i es la tasa de interés del bono y g es la ganancia de capital. Tobin supone que
la ganancia de capital esperada es cero y que su varianza es g2. Es decir:
E(g) 0
• Y en consecuencia:
E( RB ) i 0 i (11)
Var( g ) Eg E ( g ) E ( g ) g
2 2 2 (12)
• La media y la varianza del rendimiento del portafolio, que están representados por y
2, se calculan de la siguiente manera:
E( R) E( AR ) AE( R ) Ai
B B
(14)
E ( R ) E A (i g ) Ai E ( Ag ) A E ( g ) A g
2 2 2 2 2 2 2 2 (15)
27
a partir de esta ecuación podemos despejar A:
1
A (16)
g
28
ELECCIÓN ÓPTIMA DE LA FRACCIÓN DEL PORTAFOLIO EN BONOS
*
A * (18)
g
• La ecuación (16) es una recta que pasa por el origen con una pendiente 1/g,.
Dado *, esta recta nos permite obtener el valor óptimo de A, es decir, A*. Ahora ya
sabemos cómo es que la persona distribuirá su portafolio entre bonos y dinero.
30
• Veamos ahora cuáles serían las consecuencias de una variación en la
tasa de interés de los bonos. En la Figura siguiente se analiza el caso de
un aumento en la tasa de interés de i1, a i2.
• Dado que g, se mantiene constante, la ecuación (17) nos dice que el lugar
geométrico de las oportunidades de inversión rota hacia arriba tal como
aparece en la Figura. La persona maximiza su utilidad en el punto C, donde
la curva de indiferencia U3 es tangente al nuevo lugar geométrico. El lector
puede apreciar que el nivel óptimo de riesgo se ha visto incrementado de
1* a 2*, y que la fracción óptima del portafolio invertida en bonos crece de
A1* a A2*.
31
EFECTO DE UN AUMENTO DE LA TASA DE INTERÉS SOBRE LA FRACCIÓN DEL
PORTAFOLIO EN BONOS
La tasa de interés de los bonos se eleva de i1, a i2 y hace rotar hacia arriba el lugar
geométrico de las oportunidades de inversión. La persona maximiza ahora su utilidad en el
punto C, donde la curva de indiferencia U3 es tangente al nuevo lugar geométrico. El nivel
óptimo de riesgo aumenta de 1* a 2*.
La parte de abajo de la figura muestra que la fracción óptima del portafolio en bonos
32 se
incrementa de A1* a A2*.
• Sin embargo, el modelo de Tobin contiene elementos que
Keynes no considera en su teoría: las personas
diversifican sus portafolios y detentan dinero y bonos al
mismo tiempo. Aun si el rendimiento esperado de los bonos
es mayor que el rendimiento esperado del dinero, las
personas seguirán detentando dinero como un depósito de
riqueza, porque su rendimiento es más seguro.
1 p
M / P f W , y, , Rm , Rb , Re , , u (19)
p t
36
4. LA EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA DEMANDA DE DINERO
• La demanda de dinero es una de las funciones de comportamiento que mayor atención
ha recibido por parte de los economistas durante la segunda mitad del presente siglo.
Ello se debe, en primer lugar a que esta función ha sido una de las primeras en haber
contado con fundamentos microeconómicos sólidos, gracias a los estudios pioneros de
Baumol y Friedman. En segundo lugar, el desarrollo de las computadoras, y más
recientemente de toda una variedad de paquetes econométricos utilizables en
computadoras personales, ha reducido enormemente el costo en tiempo y recursos
que significaba estimar una función de demanda de dinero en la década del cincuenta.
Y, en tercer lugar, no hay que dejar de destacar el desarrollo de nuevas técnicas
econométricas para resolver los problemas de autocorrelación (o correlación serial de
errores) y de estabilidad de parámetros, que son los más comunes en este campo.
• El hecho de que prácticamente no exista país con economía de mercado en el mundo
donde no se haya estimado una función de demanda de dinero, nos da una idea de la
enormidad de casos de estudio disponibles. De los múltiples problemas y debates
que han surgido de estos estudios, hemos seleccionado los cuatro que
consideramos más importantes:
1. La definición más apropiada de dinero a emplearse como variable dependiente, es
decir, M1,M2 o un agregado monetario más amplio.
2. La determinación de las variables independientes que deben utilizarse. Más
precisamente, ¿qué variable de escala y qué costos de oportunidad deben
considerarse en la función?
3. El esclarecimiento sobre si existen o no diferencias significativas entre los países
desarrollados y subdesarrollados en cuanto a la especificación de la demanda de
dinero, esto es, las variables que los agentes toman en cuenta para decidir la tenencia
óptima de dinero.
4. La comprobación de que la demanda de dinero es una función estable, como sostiene
la nueva teoría cuantitativa del dinero.
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4.1. LA DEFINICIÓN MÁS APROPIADA DE DINERO
• El primer paso para estimar una función de dinero es, obviamente, definir qué es lo
que se entiende por dinero. Los estudiosos del tema han tratado muchas veces de
responder a esta pregunta recurriendo primeramente a un marco teórico
predeterminado, pero en última instancia siempre han tenido que rendirse a la
evidencia empírica y emplear aquella definición que ofrece resultados más próximos
a la teoría.
• En general, los partidarios del enfoque de transacciones prefieren una versión
estrecha del dinero, que comprende únicamente el circulante y los depósitos a la
vista, es decir, M1. Sin embargo, no dejan de reconocer la posibilidad de que el
marco institucional de un determinado país permita que ciertos depósitos bancarios
puedan ser emplead con la misma flexibilidad que las cuentas corrientes y puedan
ser considerados como dinero. En otros casos, la aceptación de un agregado
monetario más amplio que M1 se basa en un criterio únicamente econométrico.
• Uno de los principales estudios empíricos que trató de dilucidar este problema fue el
de Henry Latané, en un artículo publicado en 1960. Latané estudió la relación entre
la velocidad-ingreso y los tipos de interés a largo plazo en los Estados Unidos,
profundizando los resultados de un trabajo previo aparecido en 1954. En este nuevo
trabajo se utilizaron las series temporales de dinero (M), ingreso (Y) y los
rendimientos de bonos de sociedades (r), para el período 1908-1958, con el fin de
determinar si había una relación estable entre la velocidad de circulación del dinero
y la tasa de interés. Latané concluyó su artículo señalando que la utilización de M1
como agregado monetario era suficiente para obtener una relación estable y no
creyó necesario ensayar ninguna otra definición del dinero.
38
• Allan Meltzer, en un estudio sobre la demanda de dinero empleando las series monetarias de los Estados
Unidos para el período 1900-1958, llegó a la conclusión de que la definición M1 de dinero era la más
apropiada, ya que otras definiciones más amplias no contribuían significativamente a una función de
demanda más estable. Meltzer también señaló que la utilización de agregados monetarios más amplios
aumenta el riesgo de que se entremezclen los efectos de cambios generales y relativos de los tipos de
interés, y que se oscurezca así la interpretación de su efecto sobre la demanda de dinero. Es decir, cuando
el dinero es definido empleando los depósitos de ahorro y a plazo, es difícil interpretar el valor de la
elasticidad-tasa de interés de la demanda como el resultado de un aumento general de las tasas de interés, o
de la sustitución entre los depósitos de ahorro y a plazo y otros depósitos no considerados.
• David Laidler, en otro estudio sobre la demanda de dinero para Estados Unidos, para el período 1920-1960,
ensayó varias definiciones de dinero y concluyó que la mejor estimación era la que consideraba la definición
más amplia, que incluye los depósitos a plazo en los bancos, es decir, M2.
• Friedman y Schwartz emplearon un enfoque empírico distinto para llegar a la misma conclusión que Laidler,
es decir, que la definición de dinero más apropiada es M2, pues permite “predecir más fácil y precisamente
las consecuencias de un cambio en las condiciones de la oferta o demanda de dinero sobre las variables
económicas importantes”. Su estudio consideró diferentes definiciones de dinero para la economía
norteamericana en el período 1867-1960, demostrando que M2 fue, para todo el período considerado, el
agregado más homogéneo y mejor correlacionado con el ingreso global.
• J. Tobin, en un comentario crítico al trabajo de Friedman y Schwartz, señala que dos son las razones por las
que ambos autores terminaron eligiendo a M2 como el agregado monetario ideal. En primer lugar, el hecho
de que para todo el siglo XIX y comienzos del presente siglo era muy difícil distinguir entre depósitos a plazo
y depósitos a la vista, hacía compleja la especificación de M1. La segunda razón, y la más importante, es
que para Friedman el dinero no es sólo un medio de pago, sino lo que él denomina un depósito temporal de
poder de compra, esto es, un depósito de valor. Sin embargo, Tobin termina preguntándose por qué
Friedman y Schwartz no consideraron los depósitos en otras entidades financieras no bancarias (fondos
mutuos, cooperativas de ahorro y crédito, etc.), que también son depósitos de valor.
• En otro estudio empírico donde Friedman quiso determinar cuan predecible era el impacto de los cambios
en la cantidad de dinero sobre el ingreso nominal, es decir, el efecto de transmisión del dinero sobre el gasto,
volvió a encontrar que la mejor definición de dinero era M2. El criterio empleado fue el grado de correlación
entre los cambios de un conjunto determinado de activos monetarios con el ingreso global.
39
• El debate no quedó resuelto aquí puesto que otros trabajos empíricos,
contemporáneos a los de Friedman y Laidler, reafirmaron la superioridad de
M1 como agregado monetario.
• Edgar Feige, sobre la base de observaciones para el período 1949-1959 de
las tenencias de diferentes activos líquidos (depósitos a la vista, de ahorro en
los bancos, financieras, mutuales y cooperativas) por parte de las familias
norteamericanas, encontró que una definición más restringida (M1) era
preferible a cualquier otra definición más amplia. Su trabajo demostró que la
tenencia de dinero de cada uno de estos activos era bastante sensible a su
propia tasa de rentabilidad, pero no a las de los demás activos. En otros
trabajos posteriores con nueva evidencia empírica, Feige reafirmó este
resultado y señaló, además, que los depósitos de ahorro en los bancos se
sustituían mucho más fácilmente con los otros depósitos que con los depósitos
a la vista.
• Michael Hamburger rechaza la utilización de una definición amplia de dinero,
al estilo de Tobin y Gurley y Shaw, que incluya las obligaciones de todos los
intermediarios financieros. Las elasticidades cruzadas de sus funciones de
demanda de activos financieros mostraron que, si bien los depósitos de ahorro
y a plazo eran sustitutos muy cercanos, no sucedía lo mismo entre estos
activos y las acciones o los bonos. También encontró que los depósitos en los
bancos y en las otras instituciones financieras eran buenos sustitutos entre sí,
pero que no existía suficiente evidencia para considerarlos como dinero.
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4.2 LAS VARIABLES EXPLICATIVAS MÁS IMPORTANTES EN LA
FUNCIÓN DE DEMANDA DE DINERO
• A partir del modelo de Baumol, las variables que influyen sobre la demanda de dinero son de
tres tipos: (i) variables de escala, (ii) costos de oportunidad y (iii) costos de transacción. Sin
embargo, la mayor parte de las estimaciones conocidas a nivel internacional incluyen sólo
las dos primeras variables, debido a las grandes dificultades que representa la medición de
la tercera.
• La variable de escala está referida a la restricción presupuestaria que se debe considerar
en el momento de definir el programa de optimización. Algunos prefieren utilizar el ingreso
corriente y otros una variable presupuestaria más estable. Esta última puede estar
constituida por el ingreso permanente o la riqueza en sus formas humana y no humana.
• La variable costo de oportunidad se refiere al tipo de interés que se debe utilizar. Es decir,
puede elegirse entre tasas para operaciones de corto, mediano o largo plazo; tasa para
diferentes activos (acciones, bonos o cualquier otro activo financiero); etc.
A. EL PROBLEMA DE LA VARIABLE DE ESCALA
• Las primeras estimaciones empíricas relacionadas con la demanda de dinero datan
fundamentalmente de la década de los cuarenta y estuvieron inspiradas en la propuesta de
Keynes sobre la preferencia por liquidez. Por ello, se consideró al ingreso corriente como la
variable que mejor daba cuenta de los motivos de transacción y precaución que llevan al
público a mantener dinero.
• Para Keynes, el volumen de transacciones de la economía estaba adecuadamente
representado por el ingreso corriente, esto es, el valor de la producción de los bienes finales
(lo que hoy en día llamaríamos el Producto Bruto Interno o PBI). Por esta razón, él suponía
que la demanda de dinero por motivo transacción era una función del ingreso corriente. En
lo que se refiere a la demanda de dinero por motivo precaución, Keynes también la suponía
proporcional al volumen de transacciones. En última instancia, ambos motivos podrían ser
considerados como una función del ingreso corriente o PBI.
41
• Baumol, proponía que la tenencia óptima de dinero era una función del volumen de transacciones que
desean hacer las personas; es decir, la gente sólo utiliza dinero para transacciones. Estas se explican
por la necesidad de realizar un volumen total de gastos durante un cierto período, que para Baumol son
proporcionales al ingreso corriente percibido por la persona durante dicho lapso de tiempo. La
estimación que realizó Latané en 1954 sobre la demanda de dinero para Estados Unidos también
consideraba al dinero como medio de pago, y empleaba como variable de escala el PBI, que en
términos macroeconómicos es el equivalente más cercano al ingreso corriente de las personas.
• Friedman, por el contrario, consideraba al dinero como un bien de consumo duradero que se mantiene
por los servicios que presta, tal como ocurre con las casas, los autos y otros bienes durables. Esto lo
llevó a sostener que la demanda de dinero debía depender de una variable más estable que el ingreso
corriente, y él terminó proponiendo la utilización del ingreso permanente como variable de escala.
• Si la demanda de dinero es una fracción del ingreso permanente, en consecuencia, sus fluctuaciones
tienen que ser mucho más suaves que las del ingreso corriente. En efecto, Friedman sostenía que la
demanda de dinero podía aumentar durante las expansiones y disminuir durante las contracciones. No
obstante, lo más probable era que ella se incrementara menos que el riesgo corriente durante las
expansiones y que disminuyera menos durante las contracciones. Esto se debe a que el dinero no
cumple un rol de amortiguador de los shocks de ingreso de las personas. Esta función es desempeñada
por otros activos como los bienes duraderos, el crédito personal y los valores bursátiles, cuya demanda
sí puede caer abruptamente en períodos de recesión y aumentar explosivamente en períodos de auge.
• Para la estimación de la demanda de saldos reales, Friedman empleó una serie de ingreso permanente
que él mismo había estimado anteriormente, utilizando un proceso de expectativas adaptativas, para un
estudio sobre la función de consumo. Con datos de los Estados Unidos para el período 1870 -1954,
Friedman obtuvo la siguiente ecuación de demanda de saldos reales, expresada en términos per cápita:
• Donde M representa la demanda de dinero; N, la población total; P, el nivel de precios general; e Yp, el
ingreso permanente. De acuerdo con esta función, la elasticidad-ingreso de la demanda de dinero es
1.810, con lo que Friedman llega a la conclusión de que el dinero es una especie de “bien de lujo”. Esto
significa que, en la medida en que una economía va accediendo a mejores niveles de vida, lo que
implica un ingreso permanente más alto, las personas van demandando más dinero a una velocidad
que casi duplica el ritmo de crecimiento de sus ingresos.
42
• Meltzer, trató de enfocar la demanda de dinero dentro de una teoría general de la demanda
de activos. Él consideraba que si el dinero es un activo que se posee por los servicios que
proporciona, el análisis de su demanda debería considerar como restricción la riqueza total
de las personas.
• Meltzer se planteó inicialmente la posibilidad de trabajar tanto con la riqueza humana como
con la no humana, pero por motivos prácticos terminó incluyendo sólo a la segunda. Para
ello tomó las estadísticas de Goldsmith sobre la riqueza consolidada de la economía
americana con algunos ajustes para incluir los pasivos netos del sector gobierno con el
público. No se mostró partidario de trabajar con el ingreso permanente de Friedman, debido
a que ello implicaba la aplicación de procedimientos de estimación indirectos (a través de
rezagos de Koyck), que no son necesariamente confiables.
• David Laidler, en cambio, era más bien partidario de emplear el ingreso permanente en vez
de la riqueza, tomando los mismos argumentos de Friedman. En la medida en que sus
estimaciones favorecían la inclusión de los depósitos a plazo dentro de la definición de
dinero, éste debía ser visto más como un bien duradero que como un medio de pago y, en
consecuencia, su demanda debía depender de una variable más estable como el ingreso
permanente.
• E. Feige señaló que si en una estimación de la demanda de dinero el ingreso permanente
aparece como una variable de escala más confiable que el ingreso corriente, ello no significa
necesariamente que el dinero deba ser considerado como un activo.
• Esta opinión, contraria a la de Friedman y a la de Laidler, está basada en un resultado de
J.F. Muth según el cual, si el proceso que genera el ingreso corriente es tal que sus
primeras diferencias siguen un promedio móvil de primer orden, entonces el ingreso
esperado calculado por el método de expectativas adaptativas es un buen predictor del
ingreso corriente. En este sentido, las estimaciones de Friedman y de Laidler, cuyos
cálculos del ingreso permanente están basados en un proceso de expectativas adaptativas,
no son incompatibles con el hecho de que el público demande dinero principalmente como
medio de pago.
43
B. EL PROBLEMA DE LAS VARIABLES DE COSTO DE OPORTUNIDAD
• Otro de los rasgos característicos de la demanda de dinero estimada por Friedman,es que ésta no
considera ninguna variable de costo de oportunidad. Friedman era de la opinión de que si bien la
tenencia de saldos reales estaba correlacionada negativamente con el rendimiento de los bonos de
sociedades, dicha relación no era lo suficientemente importante ni regularmente consistente como
para explicar los cambios en la demanda de dinero.
• Como Friedman señala, si bien es cierto que durante los ciclos de expansión las tasas de interés de
corto y largo plazo sobre las obligaciones públicas y privadas muestran movimientos paralelos hacia
arriba y permiten, de esta manera, una explicación consistente de por qué la demanda de dinero crece
más lentamente que el ingreso real observado, durante los ciclos de recesión su efecto se oscurece.
Cuando se tienen depresiones profundas, las tasas de interés de corto y largo plazo comienzan a
divergir; las tasas de corto plazo declinan durante toda la fase y las de largo plazo primero descienden
y luego se recuperan a mitad de la contracción. Durante los ciclos con depresiones suaves, las tasas
de corto y largo plazo tienen movimientos parecidos y su comportamiento es consistente con una
caída menos rápida de la demanda de dinero. Sin embargo, en opinión de Friedman, los movimientos
del ingreso real permanente serían más que suficientes para explicar cómo cambia la demanda por
saldos reales, de tal manera que se haría innecesario introducir el efecto de las tasas de interés.
• Por otro lado, en lo que se refiere a la variación esperada de los precios como indicador del costo de
oportunidad de tener saldos reales en lugar de activos reales, Friedman reconoce que ésta es una
variable importante en los países con experiencias hiperinflacionarias -como bien lo demuestra el
estudio de Cagan- pero no en el caso de los Estados Unidos. La tasa de cambio de los precios en este
país se mueve paralelamente a las tasas de interés y, en consecuencia, las razones para excluir esta
variable son las mismas que señalamos en el párrafo anterior.
• No obstante, estudios posteriores han contradicho la opinión de Friedman, y podemos citar de manera
especial los resultados obtenidos por Meltzler[ y Laidler[. Hoy es para todos evidente que la variable
tipo de interés juega un papel importante en la función de demanda de dinero, y así lo han
comprobado diferentes estudios realizados en Estados Unidos, Gran Bretaña y en otros países del
mundo tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Donde subsiste todavía cierto debate es
respecto a cuáles son los activos cuyos rendimientos son más relevantes como costo de oportunidad
de mantener saldos monetarios.
44
• Las estimaciones para Estados Unidos con datos posteriores a la
Segunda Guerra Mundial demuestran que las tasas de rendimiento de los
sustitutos más próximos al dinero, es decir, los activos de rendimiento
seguro tales como los bonos del gobierno, han jugado un papel
preponderante en la función de demanda de dinero. Hamburger, sin
embargo, demostró que el rendimiento de las acciones de las empresas
también afecta a la demanda de dinero.
• Lee, empleando una definición amplia de dinero, encontró que el
diferencial entre la rentabilidad de los depósitos en los bancos y la de los
depósitos en las cooperativas y las empresas de fondos mutuos también
podía ser considerado como una variable explicativa importante.
• Goldreld demostró que la tasa de interés de los depósitos de ahorro y a
plazo en los bancos podía ser considerada, junto con el interés de los
bonos de corto plazo (de 4 a 6 meses), dentro de una función de demanda
de dinero.
• Todos estos resultados son consistentes con los encontrados por E.
Feige en 1964, 1967 y 1976: la demanda de dinero, definida en sentido
restringido, se ve afectada por los rendimientos de una amplia gama
de activos. Las restricciones al empleo de estos rendimientos son
más empíricas que teóricas, en el sentido de que algunos de ellos
pueden estar fuertemente correlacionados, en cuyo caso bastaría
con tomar en cuenta la rentabilidad de aquel activo que pueda ser
considerado como el más representativo. 45
4.3. DIFERENCIAS EN LA DEMANDA DE DINERO PARA PAÍSES DESARROLLADOS
Y EN VÍAS DE DESARROLLO
• Joseph O. Adekunle es uno de los economistas monetarios que mejor ha
contribuido a demostrar la proposición monetarista de que las relaciones del
sector monetario son estables y susceptibles de predicción, sin importar cuán
industrializada o subdesarrollada es la economía que se está estudiando.,
Adekunle realizó un estudio sistemático tratando de detectar las diferencias
que pueden haber entre las economías industrializadas y las economías en
vía de desarrollo, con respecto a la demanda de dinero. Es decir, en qué
medida las diferencias de corte estructural y de otra índole que afectan los
entornos económicos pueden influir sobre el comportamiento de los agentes
en su decisión de mantener saldos monetarios.
• La hipótesis que se planteó inicialmente Adekunle fueron las
siguientes:
1. Tanto en las economías industrializadas como en las poco desarrolladas, la
demanda de dinero es una función susceptible de predicción por parte de un
número limitado de variables.
2. La forma específica que toma la función de demanda de dinero es distinta para los
diferentes grupos de países.
• El modelo que utilizó Adekunle estuvo basado en los planteamientos de
Feige sobre la función de demanda de dinero. De acuerdo con la
propuesta metodológica de Feige, la demanda de saldos reales
deseados depende de la renta real esperada, el tipo de interés corriente
y de la tasa de cambio esperada de los precios.
46
• Para relacionar las variables observadas con las esperadas, se recurre a un modelo de
expectativas adaptativas. En efecto, Adekunle planteó la siguiente función:
e
dp
M t a b1 Yt b2 rt b3 ut
e
( 21)
dt
Donde M*t representa los saldos deseados; Yet, el ingreso real esperado; rt, la tasa de
interés; y (dp/dt)e, la variación esperada de los precios.
• Por fines de simplicidad, Adekunle supone que los saldos reales deseados se ajustan a
la demanda efectiva anual durante el período de análisis (el año natural), de tal manera
que Mdt = M*t, donde Mdt es la demanda observada de saldos reales. Por otro lado, las
expectativas con respecto al ingreso y a la variación de los precios (tasa anual de
inflación) se forman de acuerdo con la función de expectativas adaptativas de Nerlove:
(22)
N et N et 1 ( N t N et 1 )
• De acuerdo con esta ecuación, los agentes revisan en cada período su noción respecto
al valor esperado de una variable cualquiera N, en forma proporcional a la diferencia
entre el valor observado o medido de ésta y el valor esperado considerado previamente.
En esta fórmula, es el coeficiente de las expectativas respecto a N y su valor está
comprendido entre cero y uno. Si es igual a la unidad, Nte = Nt, la expectativa respecto
al valor de N se basa por completo en su valor actual, y se dice que las expectativas son
estáticas. Por otro lado, cuando es inferior a la unidad, el valor esperado de N depende
de sus valores previos y sigue el siguiente esquema:
N et N t (1 ) N t 1 (1 ) 2 N t 2 ... (1 ) n N t n ... (23)
47
• El análisis se realizó en una muestra de 18 países, los cuales se dividieron en tres entornos económicos y se
agregaron los datos correspondientes a cada grupo.
• La evidencia que presenta Adekunle sugiere que, tal como se plantea en la segunda de sus hipótesis, las
diferencias estructurales entre las economías desarrolladas y las poco desarrolladas implican ciertas
diferencias en el comportamiento de la demanda de dinero.
• En primer lugar, debido a la mayor estabilidad económica y política, los agentes económicos de los países
desarrollados tienen horizontes de planeamiento mucho más largos. Esto significa que, en su función de
formación de expectativas, las variables de períodos pasados juegan un rol muy importante, aún después de
muchos períodos ( es pequeño). En los países subdesarrollados, en cambio, los cambios políticos y
económicos son tan frecuentes y marcados que los agentes tienen una memoria mucho más corta.
• En segundo lugar, debido al escaso desarrollo de los sistemas financieros en los países subdesarrollados y
la consecuente escasez de sustitutos financieros, la elasticidad-ingreso de la demanda de dinero es bastante
mayor en comparación con los países industrializados.
• Y, en tercer lugar, los costos de oportunidad de mantener dinero relacionados con los activos reales (la tasa
esperada de cambios en los precios) son más importantes en estos países, mientras que en las economías
industrializadas la mayor parte de los efectos sustitución pueden incluirse en los rendimientos de los activos
financieros.
• Estas diferencias estructurales tienen las siguientes implicancias para las funciones de demanda de
dinero:
A. Cuanto menos desarrollado es el entorno económico, los agentes tienden a basar sus decisiones en
eventos inmediatos y difícilmente suelen considerar los hechos que han transcurrido más de un período
hacia atrás. En términos prácticos, esto significa que mientras que en los países industrializados la demanda
de dinero depende del ingreso permanente, en los países menos desarrollados depende del ingreso
corriente.
B. Debido al importante desarrollo de sus sistemas financieros, la sustitución entre los activos reales y los
saldos monetarios tiende a ser muy débil en los países industriales, mientras que en los países poco
desarrollados con sistemas financieros precarios, esta sustitución sí parece ser muy importante. Entonces,
en los países industrializados, los saldos reales deseados dependen exclusivamente de los tipos de interés y
del ingreso permanente, mientras que en los países poco desarrollados dependen de las tasas de cambio
esperadas de los precios y del ingreso corriente.
C. Es importante tener presente que las variables específicas a un cierto entorno económico no tienen por
qué ser necesariamente válidas para un país distinto. Esto, a su vez, impide extender las recomendaciones
de política para un país con un entorno económico específico a otros países con diferente entorno.
Así, por ejemplo, en los países industrializados, los movimientos de los precios no parecen jugar un papel
importante en la explicación de las tenencias de dinero, pero en los países poco desarrollados sí
desempeñan un rol fundamental. En este último grupo de países, los cambios en la tasa de inflación 48
corriente no sólo producen ajustes en los saldos deseados, sino que también son de gran importancia para la
4.4. LA ESTABILIDAD DE LA DEMANDA DE DINERO
• Laidler encontró que la elasticidad de la demanda de dinero (definida como M2) con
respecto a la tasa de interés de corto plazo había variado aproximadamente entre -0.12 y
-0.15; y, con respecto a la tasa de interés de largo plazo, entre -0.2 y -0.6. Un estudio
similar para Gran Bretaña realizado por Laidler y Parkin en 1970, con datos del período
1900-1965, arrojó los mismos resultados. Es decir, al menos en lo que se refiere al efecto
de la tasa de interés de corto plazo, no habían cambios importantes.
• En lo que se refiere a la estabilidad del efecto ingreso permanente, los resultados
son bastante distintos. En otro estudio realizado por el mismo Laidler en 1970, con
datos anuales para Estados Unidos, se encontró que la elasticidad de la demanda de
dinero (incluyendo depósitos a plazo) con respecto al ingreso permanente había sido de
1.39 para el período 1900-1916, 1.28 para 1919-1940 y 0.65 para 1946-1965. Para Gran
Bretaña, empleando la misma definición de dinero, Laidler encontró que esta elasticidad
había descendido de 1.24 a 0.79 y luego a 0.68 en los mismos períodos.
• Al parecer, a medida que un país se va desarrollando y su sistema financiero va
ofreciendo activos más atractivos para el público, el dinero va perdiendo importancia como
activo y se vuelve menos sensible al ingreso permanente.
• Teigen estimó separadamente funciones de oferta y de demanda de dinero para Estados
Unidos tomando datos previos y posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El encontró
que no había mayores diferencias en ambos subperíodos respecto a la elasticidad-interés
de la demanda de dinero, a pesar de que el primero de ellos estuvo dominado por la
fuerte depresión de los años treinta. Para su análisis, Teigen utilizó un tipo de interés de
corto plazo y una definición restringida del dinero (M1).
• Brunner y Meltzer realizaron otro estudio excluyendo los datos correspondientes a los
años 1941-50, debido a que durante este período se aplicó una política monetaria que
intentaba mantener fijos los tipos de interés. Ellos encontraron que las regresiones
calculadas tomando promedios móviles de diez años producían una función que permitía
predecir la velocidad de circulación de los años cincuenta con la misma exactitud que para
cualquier otro período. Dichas regresiones utilizaron como variables explicativas la riqueza
no humana y la tasa de interés de largo plazo, y como variable dependiente se ensayaron 49
las dos definiciones del dinero: la amplia y la restringida.
• Goldfeld, puso en evidencia la existencia de un cambio estructural
importante en la demanda de dinero para Estados Unidos a partir de 1973.
Goldfeld comprobó que los coeficientes de la ecuación de demanda de
dinero calculada con la información disponible antes de 1974, al momento
de ser empleados para proyectar la demanda de saldos para períodos
posteriores, producían sobreestimaciones importantes. Es decir, la función
de demanda de dinero había sufrido un desplazamiento hacia abajo.
Goldfeld atribuyó este resultado a los desarrollos del sector financiero que
se aceleraron a comienzos de la década del 70, redujeron sensiblemente
los costos de transacción y pusieron en manos del público una amplia
gama de buenos sustitutos del dinero que antes no estaban disponibles.
50
• Cabe remarcar que esta aparente inestabilidad de la demanda de dinero no
parece ser sino la lógica consecuencia de haber obviado sistemáticamente
los costos de transacción como argumento de la función de demanda de
dinero. Esta variable, que es muy difícil de medir, no había sufrido cambios
importantes antes de la década del 70, por lo que su exclusión no producía
resultados visibles. No obstante, el importante desarrollo del sistema
financiero en los 70’s y los 80’s debe haber producido reducciones tan
importantes en los costos de transacción que la relación observada entre
demanda de saldos reales y las variables clásicas (ingreso y tasa de
interés) ha tenido que sufrir necesariamente cambios drásticos.
51
5. LA EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA DEMANDA DE DINERO EN EL PERÚ
5.1 Algunas cuestiones previas: los problemas del ajuste parcial y de las variables con
expectativas
• Los modelos tradicionales de demanda de dinero suelen tener una especificación del siguiente tipo:
mt 0 1 yt 2 rt 3 t t
* e (24)
Donde, m*t es el stock deseado de los saldos reales, y, es el ingreso real, rt es la tasa de interés, e
es la tasa de inflación esperada y , es un término de error.
• La estimación de los coeficientes de esta ecuación bastante sencilla suele verse dificultada, sin
embargo, por dos problemas típicos. El primero es que el stock deseado de dinero m* puede no
coincidir necesariamente con el stock observado m. El stock que los agentes mantienen, que es el
valor observado m, puede irse ajustando gradualmente al stock deseado m* mediante un proceso
conocido como de ajuste parcial:
mt mt 1 ( m t mt 1 )
* (25)
• Según ello, el público revisa sus expectativas de inflación en una proporción dada (,) del error
asociado con las expectativas anteriormente formuladas. El coeficiente mide la elasticidad de las
expectativas de inflación. Puede comprobarse que a partir de la ecuación (26) se puede resolver la
inflación esperada como una función de todas las tasas pasadas de inflación:
mt* 0 1 yt 2 rt 3 te t ( 31)
mt mt 1 ( mt* mt 1 ) (32)
• De acuerdo con esta última ecuación, el stock real de dinero observado mt depende no
sólo de las variables tradicionales que afectan la demanda de dinero, sino también del
valor rezagado de la variable dependiente. El coeficiente de mt-1 permite calcular el
valor de la elasticidad de ajuste. Los otros coeficientes de la ecuación (33) son los
coeficientes originales de la función de demanda de dinero (31) multiplicados por la
velocidad de ajuste .
• Finalmente, debe remarcarse que cuando el ajuste del nivel observado al deseado se
completa en un solo período, es decir, cuando =1, la ecuación (33) se convierte en
(31). 55
B. EL MODELO DE EXPECTATIVAS ADAPTATIVAS
• Si las expectativas de una variable, como la inflación, se forman de manera adaptativa, es decir,
basándose en los valores pasados de la misma variable, se puede reemplazar la ecuación (27) en (31)
para obtener:
mt 0 1 t 2rt 3 t (1 ) t 1 (1 )2 t 2 ... t (34)
Podemos simplificar esta última ecuación tomando el valor rezagado de m*t multiplicado por (1 - ):
(1 )m*t 1 (1 ) 0 (1 ) 1 1t (1 ) 2 rt 1 (1 ) 3 t 1 (1 ) t 2 (1 ) 2 t 3 ... (34)’
(1 ) t 1
Restando (34) de (34)’ obtenemos:
m*t 0 1 t (1 ) 1 1t 2 rt (1 ) 2 rt 1 3 t (1 )m*t 1 t (1 ) t 1 (35)
zt t (1 ) t 1 ) (36)
56
Y, si planteamos que z, sigue un proceso auto regresivo de primer orden:
zt zt 1 t
(37)
• Luego, dado (36):
57
C. MODELO DE AJUSTE PARCIAL CON EXPECTATIVAS
ADAPTATIVAS
• Una teoría alternativa es que los dos esquemas analizados se
presenten simultáneamente. En este caso se tendrá que reemplazar
(32)’ en (35):
58
5.2. FUNCIONES DE DEMANDA DE LARGO PLAZO Y DE CORTO
PLAZO
• De acuerdo con la disponibilidad de información y los objetivos de investigación,
la estimación de la función de demanda de dinero se realiza a veces con datos
anuales y otras con datos mensuales o trimestrales.
• Donde mt es el stock real de dinero per cápita, empleando la definición restringida del dinero (M1); y,
representa el PBI real per per; y es la tasa de inflación anual, definida como la variación del
deflactor implícito del PBI. Esta variable nos da una información más completa que la inflación anual
que calcula el (INEI), puesto que esta última sólo considera los precios de los bienes y servicios
que consumen los hogares. El deflactor del PBI considera además los precios de los bienes de
capital, los bienes que consume el gobierno y los bienes sujetos a comercio internacional.
• Puede observarse que la tasa de interés no ha sido considerada como variable explicativa, pese a
que la mayor parte de los modelos estimados para otros países sí la incluyen. Esto se debe a que
durante mucho tiempo las tasas de interés bancarias estuvieron controladas, sin reflejar el costo de
oportunidad del dinero.
• La variable que mejor se comporta como costo de oportunidad para todo el período analizado es la
tasa de inflación, lo que vendría a reflejar que el único sustituto importante del dinero han sido los
60
activos reales.
• En el Gráfico siguiente se muestra la evolución de los saldos reales en
la economía peruana entre 1960 y 1998,se han registrado dos fuertes
descensos a lo largo de todo este período.
• El primero se produce durante el gobierno militar, a mediados de los
años setenta, cuando se inicia el proceso inflacionario.
• Después de una breve recuperación a mediados de los ochenta, se
produce una caída aún más fuerte durante la segunda mitad del
gobierno de Alan García, entre 1988 y 1990, que coincide con el
proceso hiperinflacionario.
• Luego, a partir de 1992, se inicia una lenta recuperación que coincide
con el proceso de estabilización llevado a cabo por el gobierno del
presidente Alberto Fujimori.
61
COEFICIENTES DE LA FUNCIÓN DE DEMANDA DE
DINERO DE LARGO PLAZO PERÚ: 1963 -1998
Variables Coeficientes
C 0.001
d2y 1.690
d2 -0.013
MA(2) -9.980
R2 0.920
D.W. 2.112
62
SALDOS REALES ANUALES DE DINERO PER CÁPITA
63
• De acuerdo con el esquema de Feige, el hecho de que la
única variable rezagada presente en la ecuación de
regresión sea la variable dependiente mt, sin que exista
un problema de auto correlación en los errores, nos indica
que el público ajusta sus saldos de dinero al nivel deseado
con cierto retraso. Es decir, existe un problema de ajuste
parcial.
65
SALDOS REALES MENSUALES DE DINERO PER CÁPITA
66
COEFICIENTES DE LA FUNCIÓN DE DEMANDA DE DINERO DE CORTO PLAZO EN EL PERÚ
(Período setiembre 1985-diciembre 1998)
Dependent Variable: DM1R
Method: Least Squares
Sample(adjusted): 1985:09 1998:12
67