La entrevista clínica es una herramienta fundamental en la práctica psicológica que permite obtener información valiosa para el diagnóstico y brindar apoyo terapéutico inicial. La entrevista diagnóstica típicamente consta de cuatro partes: inicio, motivo de consulta, antecedentes y cierre. Dentro de cada parte, el clínico realiza preguntas para recopilar datos relevantes de manera comprensible y sin condicionamientos.
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La entrevista clínica es una herramienta fundamental en la práctica psicológica que permite obtener información valiosa para el diagnóstico y brindar apoyo terapéutico inicial. La entrevista diagnóstica típicamente consta de cuatro partes: inicio, motivo de consulta, antecedentes y cierre. Dentro de cada parte, el clínico realiza preguntas para recopilar datos relevantes de manera comprensible y sin condicionamientos.
La entrevista clínica es una herramienta fundamental en la práctica psicológica que permite obtener información valiosa para el diagnóstico y brindar apoyo terapéutico inicial. La entrevista diagnóstica típicamente consta de cuatro partes: inicio, motivo de consulta, antecedentes y cierre. Dentro de cada parte, el clínico realiza preguntas para recopilar datos relevantes de manera comprensible y sin condicionamientos.
La entrevista clínica es una herramienta fundamental en la práctica psicológica que permite obtener información valiosa para el diagnóstico y brindar apoyo terapéutico inicial. La entrevista diagnóstica típicamente consta de cuatro partes: inicio, motivo de consulta, antecedentes y cierre. Dentro de cada parte, el clínico realiza preguntas para recopilar datos relevantes de manera comprensible y sin condicionamientos.
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MG.
ETHEL CAMARENA JORGE
La entrevista diagnóstica La entrevista clínica es un instrumento fundamental en la práctica psicológica. La entrevista, que es la vía en el diagnóstico, es una relación privilegiada y confidencial que se establece entre el clínico, el paciente y la familia. En este acto, clave en la psicopatologia, podemos obtener informaciones útiles y también podemos dar un primer apoyo terapéutico. En esa situación se establece una comunicación verbal y no verbal, parcialmente afectiva, de respeto y confianza mutuos. La entrevista directa proporciona una información que no podría obtenerse a través de otras fuentes, como el grado de sufrimiento personal, información relativa a afectos y fenómenos mentales que no se pueden observar (p.ej., ansiedad, pensamientos suicidas, pensamientos obsesivos, alucinaciones), y otras informaciones como conductas antisociales o abuso sexual. La finalidad de la entrevista puede ser evaluativa o terapéutica
Evaluativa de los diversos aspectos de la clínica psiquiátrica
propia del adolescente, es decir; semiológica, nosográfica, psicopatológica, psicodinámica, individual, intrafamiliar Terapéutica ya que las tentativas de clarificación de las dificultades y síntomas, su desarrollo y la reflexión sobre todo ello puede tener un efecto resolutivo. LOS COMPONENTES DE LA ENTREVISTA DIAGNOSTICA
La entrevista diagnóstica puede tener de distintas
modalidades. La más habitual consta de cuatro partes: 1.- Inicio o apertura 2.- Información sobre el motivo de consulta y la enfermedad actual 3.- Información sobre los antecedentes 4.- Final o cierre. 1.- INICIO O APERTURA En esta fase se establece la toma de contacto entre el profesional, el paciente y, en caso de que exista, su acompañante. Contenidos: Presentación Información sobre los datos básicos: nombre, edad, profesión, fecha y lugar de nacimiento, lugar de residencia. Preguntar por el motivo de consulta (¿Qué le pasa?) 2.- INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DE CONSULTA Y LA ENFERMEDAD ACTUAL Ésta es la fase decisiva de la entrevista. La información que se obtenga en ella va a orientar el diagnóstico y, en gran medida, el tratamiento. Es crucial que sea la mejor información posible, la que permita formular las hipótesis diagnósticas más acertadas, sin distorsiones ni condicionamien- tos. Por tanto, es en esta fase donde las habilidades de comunicación cobran su mayor importan- cia. Contenidos de información: El profesional tiene que terminar esta parte de la entrevista habiendo obtenido información sobre: por qué ha acudido el paciente (y por qué lo ha hecho en ese momento). qué tiene el paciente: en qué sentido lo que refiere constituye un cambio, cómo estaba antes; cómo lo ha detectado. desde cuándo lo tiene o cuándo se hallaba previamente bien a qué lo atribuye qué atenua o agrava el problema; qué hace el paciente para controlarlo el “coste” del problema, entendido en términos de las limitaciones que introduce en la autonomía de la persona los recursos que ha desarrollado el propio paciente y su entorno para sobrellevar de la mejor forma posible el problema que ha aparecido, es decir, qué recursos han generado para adaptarse al cambio Esta fase tendría que cerrarse sólo cuando el profesional estuviera en grado de formular las dos o tres hipótesis diagnósticas más probables (o plausibles) con razonable seguridad, o, como mínimo, tuviera una idea de qué órgano o aparato puede ser el responsable 3.- INFORMACIÓN SOBRE LOS ANTECEDENTES Esta fase puede faltar si no es la primera vez que el paciente acude a ese profesional, porque ya constan los datos en la historia clínica previamente realizada. Esta fase se destina a obtener información de contexto, tanto personal como familiar, que pueda matizar o confirmar los datos obtenidos en la fase anterior y permita valorar la repercusión del cambio en la vida del paciente. También tiene como objetivo obtener algunas de las informaciones necesarias para elaborar el programa terapéutico: por ejemplo, horarios, preferencias, condiciones laborales, etc. Contenidos de información: Los antecedentes personales fisiológicos y los hábitos y estilos de vida. Los más importantes y generales son sueño, ingesta, sexo y trabajo. Hábitos y factores de riesgo. Los antecedentes personales p atológicos Los antecedentes familiares, en los que se busca, sobre todo, si existe alguna enfermedad que se repita en la familia y la información habitual sobre enfermedades tales como la hiper tensión, hipercolesterolemia, diabetes, etc. 4.- CIERRE En esta fase, que va precedida, habitualmente, por la exploración física, se informa sobre las pruebas complementarias que se van a solicitar y su fundamento o propósito, formulando, siempre que se pueda, una orientación diagnóstica básica para el paciente. Contenidos: Comunicar la impresión diagnóstica, estando preparados para contestar (o no contestar) a la pregunta: ¿Es grave? Formular y justificar la petición de exploraciones complementarias Citar para la próxima visita. TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN LA PREPARACIÓN ha de entenderse en el sentido de tener un conocimiento funcional. los esquemas de contenidos (por ejemplo, dolor) para asegurarse de recoger en cada caso toda la información pertinente. las preguntas más eficaces para obtener la información correspondiente a cada contenido. los posibles retos o momentos conflictivos de una entrevista y del bagaje de recursos (verbales o no) para evitarlos o resolverlos adecuadamente. Para adquirir estos conocimientos, existen diversos medios: - realizar entrevistas simuladas es uno de ellos y muy eficaz. Pero el más importante es recurrir al más válido y universal de los recursos: la observación de los profesionales expertos. 1.- TRANSICIONES En toda entrevista diagnóstica existen, por lo menos, dos momentos que pueden resultar problemáticos sobre todo para el profesional menos experto.
. El paso de una fase de la entrevista a otra puede ser muy
suave. Por ejemplo, en la descripción del motivo de consulta el paciente ha explicado que últimamente le cuesta conciliar el sueño. El profesional puede hacer referencia a esta información (Me ha dicho que tiene dificultad para dormirse. Hábleme más de sus hábitos de sueño) y seguir con el resto de los hábitos y antecedentes fisiológicos, para pasar a los patológicos del paciente y de su familia. 2.- VALORACIÓN DE LA GRAVEDAD En cualquier momento de la entrevista, pero típicamente al final, antes de despedirse, suele producirse otro momento potencialmente problemático: cuando el paciente o el acompañante preguntan: ¿Es grave? ¿Tiene cura?
Si tiene experiencia y empatía, el profesional prevé estas fuentes de
preocupación y se anticipa a ellas, haciendo referencia, sin esperar la pregunta, al pronóstico o a lo que es previsible que preocupe al paciente.
Sea por iniciativa propia o como respuesta a la cuestión del paciente, el
profesional ha de ser honesto, hacer referencia a la falta de información y evitar aventurarse en afirmaciones que carecen de fundamento o que no está autorizado a hacer, por un mal entendido deseo de tranquilizar al paciente a toda costa. No tengo elementos para decir si se trata de algo banal o más importante. Aún no me puedo pronunciar. 3.- TIPOS O ESTILO DE PREGUNTAS
El principal procedimiento para obtener información son
las preguntas. Pueden equipararse los datos que el profesional necesita.
Las preguntas pueden ser:
a) Preguntas relevantes y concretas. El tiempo es limitado y es probable que el paciente no sepa exactamente lo que quiere saber el profesional. Para ello va a ser necesario utilizar preguntas relevantes, para el proceso en cuestión, que van a ayudar a centrar al paciente y a impedir que se pierda en relatos sin interés. La relevancia de las preguntas depende también de los conocimientos del psicólogo y de lo acertadas que sean las primeras hipótesis que el profesional ha formulado. Se suele obtener mejor información con preguntas concretas. Por ejemplo: Preguntar por una cantidad específica, en lugar de una estimación global. ¿Cuántas veces se levanta para orinar, durante la noche? es preferible a ¿Orina a menudo durante la noche? En general, ¿cuántas horas pasa sentado al día? es mejor que ¿Es de hábitos sedentarios? Siempre que se pueda, se obtiene una información más objetiva haciendo referencia a indicadores, en lugar de pedir al paciente una impresión global, que puede ser distinta de la nuestra. B) PREGUNTAS COMPRENSIBLES Para que las preguntas sean comprensibles hay que escoger y adaptar cuidadosamente las palabras, el lenguaje al paciente y conseguir que la construcción de la pregunta sea lo más simple posible. Otras veces es la comprensión del profesional la que se trata de comprobar. Por ejemplo, preguntando ¿En qué sentido dice Ud. que se cansa mucho? O bien A ver si le he entendido correcta- mente. Así dice que... C.-PREGUNTAS GENÉRICAS O PARTICULARES Al profesional le interesa conocer las tendencias generales de lo que le pasa al paciente. Pero la respuesta que se obtenga a la pregunta directa (por ejemplo En general, ¿se encuentra cansado?) puede informar mal, porque lo general, lo habitual y, sobre todo, lo normal, para un paciente puede ser muy distinto que para un profesional. Para obtener esta información puede resultar más conveniente preguntar la descripción de algo concreto y particular y pedir al paciente que valore en qué grado es representativo de una pauta general. ¿Qué comió ayer? ¿En que se distingue de lo que come cualquier otro día? D) PREGUNTAS ABIERTAS O CERRADAS. Las preguntas abiertas requieren una respuesta amplia y permiten obtener una información relatiVamente poco condicionada por el profesional. Dentro del contexto de una anamnesis, y para recabar información sobre los hábitos y estilos de vida del paciente, el procedimiento de obtención de información más amplia y menos condicionadora posible es pedirle la descripción de un día típico.
Las preguntas cerradas son aquellas que se pueden contestar con
una palabra y, en su máxima expresión, con monosílabos (Sí o No). ¿Cuántas veces se despierta durante la noche? ¿Cuántas cucharaditas de azúcar se pone en el café? ¿Le duele al levantarse? Ejemplos: ¿Se despierta Ud. a menudo? (pregunta cerrada) en contraposición a ¿Cómo duerme en la actualidad? (pregunta abierta). 4.- PROCEDIMIENTOS DE FACILITACIÓN CUANTITATIVA. SEÑALES DE ESCUCHA
Dentro de este apartado se encuentran los recursos para
conseguir que el entrevistado dé el máximo de información, hable o se revele lo más posible. Son señales para el paciente de que se le escucha e interesa lo que dice. Muchos de ellos, asimismo, son señales de atención social, que es, como se sabe, un poderoso reforzador
Tony En El País De Tortugolandia/ Tony in the Land of Turtleville: La Otra Cara Del Déficit De Atención\ the Other Side of Attention Deficit Hyperactivity Disorder (Tdah)