Principio #03 - Dios, Jesucristo
Principio #03 - Dios, Jesucristo
Principio #03 - Dios, Jesucristo
JESUCRISTO
Creemos que Jesucristo ya existía en
forma de Dios en el cielo, antes de venir
a la tierra.
Juan 1:1, 2
Filipenses 2:5, 6
Colosenses 2:9
Juan 1:14
Miqueas 5:2
Creemos que Jesucristo es el hijo de
Dios; es la imagen misma de su Padre.
Hebreos 1:1-3, 8
1 Timoteo 3:16
Por medio de Él creó Dios todas las cosas.
Colosenses 1:16, 17
Juan 1:1-3
Juan 1:14
Crucifixión
“Cuando le hubieron
crucificado, repartieron
entre sí sus vestidos,
echando suertes, para
que se cumpliese lo
dicho por el profeta:
Partieron entre sí mis
vestidos, y sobre mi
ropa echaron suertes.”
(Mat. 27:35)
Resurrección
Jesús se reveló como
el Salvador. Es el
único Mediador entre
Dios y la humanidad
caída. Su vida es un
ejemplo singular para
toda la humanidad y
especialmente para
todos sus seguidores.
Hechos 4:12 1 Timoteo 2:5, 6
7:24, 25
4:15, 16
9:24 – 26
Es importante tomar en consideración el
nombre que se aplica a Jesús como el
pensamiento de Dios en la carne en Juan
1:1 ”Cuando todo comenzó, ya existía la
Palabra; y aquel que es la palabra estaba
con Dios y era Dios”. Y la Palabra, es decir,
Cristo ”Y la Palabra se hizo carne, y puso
su morada entre nosotros” Juan 1:14.
Además la Palabra, Jesús, poseía algo
inherentemente ”En él estaba la vida, y la
vida era la luz de los hombres” Juan 1:4.
Así pues, a Jesús se le llama también: ”Lo
que existía desde el principio, lo que
hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que contemplamos y
tocaron nuestras manos acerca de la
Palabra de vida”. 1 Juan 1:1
Mientras que el Nuevo
Testamento nos informa
acerca de la vida y obra de
Jesús en esta tierra, el
Antiguo Testamento nos lo
presenta por adelantado, ya
que Cristo mismo hizo
referencia a ello en Juan 5:39
”Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece
que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mí”.
Cuando uno de los discípulos de
Jesús, Felipe, habló de Su Maestro
a su amigo Nataniel presentó a
Cristo de la siguiente forma:
”Hemos hallado a aquel de quien
escribió Moisés en la ley, así como
los profetas: a Jesús, el hijo de
José, de Nazaret” Juan 1:45. El
mismo Salvador aclaró a sus
discípulos dónde las Escrituras
daban testimonio de El: ”Y
comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas,
les declaraba en todas las
Escrituras lo que de él decían”.
Lucas 24:27
”Cristo, el Verbo, el
Unigénito de Dios, era
uno solo con el Padre
Eterno, uno solo en
naturaleza, en carácter y
en propósitos; era el
único ser que podía
penetrar en todos los
designios y fines de
Dios”.
Patriarcas y Profetas, 12
La primera definición de Cristo en las Sagradas
Escrituras la encontramos unida a la primera
promesa de un Redentor en Génesis 3:14, 15 ”Y
Jehová Dios dijo a la serpiente: …Pondre enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar”. A Abrahán se le renovó esta promesa en
Génesis 22.18 ”En tu simiente serán benditas todas
las naciones de la tierra”. Esta simiente prometida
se refería a Cristo, tal como se describe en Gálatas
3:16 ”Ahora bien, a Abraham fueron hechas las
promesas , y a su simiente. No dice: Y a las
simientes, como si hablase de muchos, sino de uno:
Y a tu simiente, la cual es Cristo”.
Durante el peregrinaje
de Israel por el desierto,
Cristo se encontraba
presente entre ellos en
una forma especial: ”Y
todos bebieron la misma
bebida espiritual;
porque bebían de la roca
espiritual que los seguía,
y la roca era Cristo”.
1 Corintios 10:4
Este par de ejemplos nos permiten
constantar como Cristo se encontraba
presente en el Antiguo Testamento,
aunque no en la forma humana que
conocemos por los Evangelios, aunque su
existencia era anterior, tal como se nos
describe en Juan 17:5 ”Ahora pues,
Padre, glorifícame tú para contigo, con
aquella gloria que tuve contigo antes
que el mundo fuese” La unidad con el
Padre en gloria es clara, así como su
eternidad que se describe en Miqueas
5:2 ”…y sus salidas son desde el principio,
desde los días de la eternidad” pues el
mismo declara en Juan 10:30 ”Yo y el
Padre uno somos” en naturaleza,
pensamientos y propósitos.
Es importante tomar en consideración
las cualidades divinas que se
encuentran en Isaías 44:6 ”Así dice
Jehová Rey de Israel, y su redentor,
Jehová de los ejércitos: Yo soy el
primero, y yo soy el postrero, y fuera
de mí no hay Dios” y que se
encuentran en el último libro del
Nuevo Testamento referidas a Cristo:
“…Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin, el primero y el
último” Apocalipsis 22:13. En ambos
versículos se encuentra la misma
expresión, la cual es aplicada a Cristo,
tomando como referencia la cita del
Antiguo Testamento.
La divinidad de Cristo en
una forma explicita se
encuentra detallada en
Colosenses 2:9 ”Porque en
él habita corporalmente
toda la plenitud de la
Deidad” así como su
humanidad pues apareció
en la tierra de la siguiente
manera: ”Os ha nacido hoy,
en la ciudad de David, un
Salvador, que es Cristo el
Señor”. Lucas 2:11
La Divinidad actúa siempre
en completa armonía, lo
cual se constata, una vez
más, en el modo en que
Cristo fue engendrado en la
carne: ”…El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder
del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de
Dios”. Lucas 1:35
Era necesario que Cristo naciera de este modo y que
participara de la naturaleza humana, pues su venida a
la tierra tenía un propósito muy claro, de acuerdo a
Hebreos 2:17 ”Por lo cual debía ser en todo semejante
a sus hermanos, para venir a ser misericordiosos y fiel
sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo”
En su vida y obra en esta tierra dejo tras si una
importante lección: ”Por tanto, teniendo un gran sumo
sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
ertengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en
todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
Hebreos 4:14, 15
”El Rey de gloria se rebajó a revestirse de
humanidad. Tosco y repelentefue el
ambiente que le rodeó en la tierra. Su gloria
se veló para que la majestad de su persona
no fuese objeto de atracción. Rehuyó toda
ostentación externa. Las riquezas, la honra
mundanal y la grandeza humana no pueden
salvar a una sola alma de la muerte; Jesús
se propuso que ningún halago de índole
terrenal atrajera a los hombres a su lado.
Unicamente la belleza de la verdad celestial
debía atraer a quienes le siguiesen. El
carácter del Mesías había sido predicho
desde mucho antes en la profecía, y él
deseaba que los hombres le aceptasen por
el testimonio de la Palabra divina”.
El Deseado de todas las gentes, 29
Características
Cristo se definió a sí
mismo mediante cinco
características vitales,
de acuerdo a Juan 14:6
”Yo soy, el camino, la
verdad, la vida nadie
viene al Padre, sino por
mí” . Expresando los
mismos pensamientos
en otras palabras
podría decirse:
1. ”Yo soy”: Sublime
nombre de la Deidad.
2. ”Camino”: Vía por la
cual conducirse.
3. ”Verdad”:
Conocimiento auténtico.
4. ”Vida”: Existencia.
5. ”Viene al Padre”:
Acceso a Dios Padre.
La condición del ser humano antes de
recibir la vida que Cristo concede a través
de su aceptación es realmente
lamentable: ”Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que
nos amó, aun estando nosotros muertos
en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo”. Efesios 2:4, 5
Pero cuando uno recibe verdaderamente
a Cristo, recibe la vida de El, tal como se
describe en Gálatas 2:20 ”Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no
vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó
a sí mismo por mí”.
El Padre obró por medio de su Hijo en la creación
de todos los seres celestiales. ’Porque en él
fueron criadas todas las cosas… sean tronos,
sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue criado por él y para él.’ (Col.
1:16) … el Hijo, el Ungido de Dios, ’la misma
imagen de su sustancia,’’el resplandor de su
gloria’ y sostenedor de ’todas las cosas con la
palabra de su potencia,’ tiene la supremacía
sobre todos ellos. Un ’trono de gloria, excelso
desde el principio,’ era el lugar de su santuario;
una ’vara de equidad,’ el cetro de su reino.
’Alabanza y magnificencia delante de él: fortaleza
y gloria en su santuario.’ ’Misericordia y verdad
van delante de tu rostro’,
(Heb. 1:3, 8, Jer. 17:12; Sal. 96:6; 89:14)
Patriarcas y Profetas, 12
El advenimiento de Cristo a la
tierra fue descritó a través de
una hermosa figura poética en
el Antiguo Testamento:
”Saldrá Estrella de Jacob, y se
levantará cetro de Israel”
Números 24:17 y en el Nuevo
Testamento se aplica esta
misma figura a Jesús en
Apocalipsis 22:16 ”Yo soy la
raíz y el linaje de David, la
estrella resplandeciente de la
mañana”.
Nacimiento
•Profecía: ”He aquí que la
virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre
Enmanuel”.
Isaías 7:14
•Cumplimiento: ”Todo esto
aconteció para que se cumpliese
lo dicho por el Señor por medio
del profeta, cuando dijo: He
aquí, una virgen concebirá y
dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Emanuel, que traducido
es: Dios con nosotros”.
Mateo 1:22, 23
Lugar de Nacimiento
•Profecía: ”Pero tú, Belén
Efrata, pequeña para estar
entre las familias de Judá,
de ti saldrá el que será
Señor en Israel”.
Miqueas 5:2
•Cumplimiento: ”Jesús
nació en Belén de Judea en
días del rey Herodes”.
Mateo 2:1
RECEPCIÓN DE CRISTO
•Profecía: ”Depreciado y
desechado entre los hombres,
varón de dolores,
experimentado en quebranto; y
como que escondimos de él el
rostro, fue menospreciado, y no
lo estimamos” Isaías 53:3
•Cumplimiento: ”En el
mundo estaba, y el mundo por
él fue hecho; pero el mundo no
le conoció. A los suyos vino, y
los suyos no le recibieron” Juan
1:10, 11
ENJUICIAMIENTO DE CRISTO
•Profecía: ”Angustiado él, y
afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja
delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su
boca” Isaías 53:7
•Cumplimiento: ”Pilato
entonces le dijo: No oyes
cuántas cosas testifican
contra tí? Pero Jesús no le
respondió ni una palabra; …”
Mateo 27:13, 14
”El Hijo de Dios, el glorioso Soberano del cielo, se conmovió de
compasión por la raza caída. Una infinita misericordia conmovió
su corazón al evocar las desgracias de un mundo perdido. Pero
el amir divino había concebido un plan mediante el cual el
hombre podría ser redimido. La quebrantada ley de Dios exigía
la vida del pecador. En todo el universo sólo existía uno que
podía satisfacer sus exigencias en lugar del hombre. Puesto que
la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, sólo uno igual a
Dios podría expiar su transgresión. Ninguno sino Cristo
podía salvar al hombre de la maldición de la ley, y
colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo
cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado,
que era tan abominable a los ojos de Dios que
iba a separar al Padre y su Hijo. Cristo descen-
dería a la profundidad de la desgracía para
rescatar la raza caída.” Patriarcas y Profetas, 48
”Cuando Cristo vino a nuestro mundo en forma humana todos
estaban interesados en seguirle mientras recorría paso a paso
su sendero salpicado de sangre desde el pesebre hasta el
Calvario. El cielo notó las afrentas y las burlas que él recibía, y
supo que todo era instigado por Satanás. Presenció la obra de
dos fuerzas contrarias: Satanás arrojando constantemente
tinieblas, angustia y sufrimientos sobre la raza humana, y Cristo
oponiéndosele. Observó la batalla entre la luz y las tinieblas a
medida que se reñía con más ardor. Cuando Cristo exclamó en
la cruz en su expirante agonía: ’Consumado es,’ un grito de
triunfo resonó a través de todos los mundos, y a través del
mismo cielo.
”Finalmente se había decidido la gran contienda que tanto
había durado en este mundo, y Cristo era el vencedor.”
Patriarcas y Profetas, 56
DIOS TE BENDIGA