Caracter de Cristo en El Joven Cristiano
Caracter de Cristo en El Joven Cristiano
Caracter de Cristo en El Joven Cristiano
El carácter se expresa
en la manera como me relaciono con los demás y en la impresión que dejo
ante los otros. Hay diferentes caracteres: Hay personas amables,
simpáticas, egoístas, criticonas, mentirosas, agradables, antipáticas,
sencillas, orgullosas, colaboradoras, reparonas, ventajosas,
malintencionadas, burlonas, vanidosas, sinceras, malas amigas, buenas
amigas, vulgares …. El carácter se va formando día tras día. En la
formación del carácter tienen mucho que ver las amistades, las
costumbres, la educación del hogar, la televisión y las conversaciones.
◆ Manera de usar el tiempo: ¿Uso mi tiempo para Dios o para las cosas del
mundo? Usar bien el tiempo incluye pasar buenos tiempos en familia, hacer las
tareas, ver programas sanos en la T.V., recrearse sanamente …
1 Timoteo 4:12
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu,
fe y pureza.
D. Debe ejercitarse para la piedad, pues el ejercicio espiritual para todo aprovecha (v. 8).
E. Debe ser buen ejemplo (v. 12). Al imitar a Cristo y Pablo, sería buen ejemplo de estas cualidades.
El ejemplo es un “molde”, pues al seguir el ejemplo de Cristo nuestra vida estará moldeada conforme a la
imagen de El (Rom.8:28; 2 Cor. 3:18).
F. Esta exhortación es para un evangelista (Timoteo) y, por eso, para todo evangelista,
pero también es una exhortación muy apropiada para todos los jóvenes cristianos.
I. La importancia de ejemplos para los jóvenes.
A. Muchos son indiferentes hacia el evangelio y la iglesia. Creen que la iglesia no es importante, que
no ayuda a los de esta generación.
B. Pero el ejemplo de jóvenes cristianos, fieles, dedicados y entusiastas tiene mucha fuerza para atraer
a los jóvenes indiferentes.
C. Es necesario predicar la palabra, pero también es necesario vivir la palabra. El sermón del buen
ejemplo lleva mucho peso. Compárense 1 Ped. 3:1-4; 5:1-3.
II. Sé ejemplo en palabra.
B. Tito 2:6, “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote tú en todo como
ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que
decir de vosotros”.
C. Efes. 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyente”; Efes. 5:4, “ni palabras
deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”; Col.
4:6, “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis
responder a cada uno”.
D. El joven cristiano que quiera ganar a sus amigos debe entender la importancia de su conversación. La
plática de los jóvenes mundanos está llena de inmundicia, pero el habla del joven cristiano influye en sus
amigos. Les pone un buen ejemplo, para que se animen a abandonar sus palabras corrompidas.
E. El vocabulario de los libros, revistas y las películas más populares de cine y de televisión es
corrupto. Muchos de los artistas más populares son maldicientes y vulgares. “Quítense de vosotros
toda … maledicencia” (Efes. 4:31).
F. Por tanto, los padres y los maestros en la iglesia deben ayudar a los niños y jóvenes a combatir
estas influencias mundanas, insistiendo en que ellos sean buenos ejemplos en palabra.
G. Si el joven cristiano llena su corazón con la palabra de Dios (Sal. 119:11; Col. 3:15), y con himnos,
entonces, Mat. 12:34, “de la abundancia del corazón habla la boca … Mas yo os digo que de toda
palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus
palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
III. Sé ejemplo en conducta.
A. Que el comportamiento, costumbres y hábitos, concuerde con la profesión de fe. No se refiere
sólo a la conducta el domingo, sino a la conducta diaria. En esto somos la sal de la tierra y la luz
del mundo. Este es el sermón que el mundo oye.
B. 2 Cor. 3:2, “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas
por todos los hombres”. Así es la vida y conducta del cristiano. Somos como un documento
público, conocido y leído por todos los que nos rodean.
C. Es cierto que los mandamientos humanos en cuanto al duro trato del cuerpo, el abstenerse de
alimentos, etc. llevaban a la apostasía, pero al mismo tiempo los fieles deben tener mucho
cuidado de no ser acusados de conducta mundana. Es necesario evitar los dos extremos.
IV. Sé ejemplo en amor.
A. Timoteo practicaba el amor. Fil. 2:20, “pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan
sinceramente se interese por vosotros”. El entendió el amor de 1 Cor. 12:25-27, etc. También los
jóvenes deben estar preocupados por los que no son cristianos, aun por los enemigos, procurando
lo mejor para ellos.
B. ¿Cuántos jóvenes saben lo que es el amor bíblico? Todos dicen “yo te amo”, pero ¿qué
significa? Los jóvenes cristianos deben ser ejemplos del amor bíblico, para que sus amigos puedan
entenderlo.
C. 2 Cor. 8:24, “mostrad, pues, vuestro amor”. El amor es conocido por lo que hace.
Tiene que ser mostrado:
1.- Los jóvenes deben amar a sus padres, y mostrarlo en su obediencia. Efes. 6:1-3.
2.- 1 Cor. 13:4, “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta”. ¡Cómo los jóvenes necesitan ver ejemplos de esto!
V. Sé ejemplo en espíritu.
B. La palabra se usa en este sentido para hablar de cualidades morales. Por ejemplo, 1Ped. 3:4,
“espíritu afable y apacible”.
VI. Sé ejemplo en fe.
A. Que sinceramente creamos y aceptemos lo que la Escritura dice. Los hombres del mundo
tienen confianza sin límite en sí mismos, los unos en los otros, en los sistemas humanos, pero no
tienen confianza en la palabra de Dios.
A. 5:2, Exhortar “a los más jóvenes, como a hermanos, con toda pureza”. La relación entre el
joven cristiano y los hermanos más jóvenes es de suma importancia. Debe ser ejemplo de pureza y
enseñarles y exhortarles como si fueran sus propios hermanos.
B. 2 Tim. 2:22, “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y
la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”.