Bienvenidos a:

DISCIPULADO
NIVEL
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La Armadura de Dios
En carta a los Efesios del Apóstol Pablo encontramos
una gran riqueza de información respecto a la unión
del creyente con Cristo, tanto a nivel de doctrina
como en su práctica.
 
Podemos dividir esta carta en dos secciones. Los tres
primeros capítulos hablan sobre nuestro llamado y
posición en Cristo, quienes somos en Él. También
vemos que la persona principal en el Capítulo 1 es
Dios; en el segundo es Jesús y en el tercero es el
Espíritu Santo y así en estos tres capítulos se nos
muestra el plan redentivo y el crecimiento de la
Iglesia.
 
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La Armadura
de Dios

Los últimos tres capítulos son la sección

práctica, la aplicación de la nueva realidad en
Cristo en nuestra vida. En el capítulo cuatro
vemos como este plan es dado a la Iglesia por
medio de los cinco dones ministeriales, el
capítulo cinco habla de cómo vencemos el
pecado usando la Palabra en nuestra vida, y por
último el capítulo seis habla de nuestra conquista
sobre el diablo y nuestro testimonio al mundo.
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La Armadura
de Dios
Ahora, viendo esta progresión en esta carta a los
Efesios llegamos a mediados del Capítulo 6 (v.10-
17) y vemos que el Apóstol Pablo nos habla de la
Armadura de Dios.
 
Es importante preguntarnos ¿por qué el Apóstol
espera al final de la carta para dar tan importante
explicación? La respuesta la encontramos en la
progresión de la Carta, nosotros realmente no somos
un reto para el enemigo hasta que empezamos a poner
en práctica la Palabra, en otras palabras cuando
somos hacedores y no solamente oidores.
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La Armadura
de Dios

Esta carta comienza con información, con

conocimiento y termina con la aplicación de ese
conocimiento que nos ha proporcionado. Es aquí
cuando empezamos a vivir la Palabra, que el
enemigo toma nota de nosotros y vemos sus
ataques. Pero gloria a Dios, tenemos todo lo
necesario para ser más que vencedores en Cristo.
Dios nos ha provisto con Su armadura la cual es
capaz de detener “TODOS” los dardos del maligno
v.16.
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La Armadura
Efesios 6:10-17 (RV) de Dios
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el señor, y en
el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra las asechanzas de
diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto,
tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en
el día malo, y habiendo acabado todo, estad firmes. Estad,
pues, firmes, ceñidos vuestro lomos con la verdad, y
vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con
el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el
escudo de la fe, con que podrá apagar todos los dardos de
fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la
espada el espíritu, que es la palabra de Dios”
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La Armadura
de Dios
La versión NVI del v.10, comienza con las
palabras “Por ultimo”, la versión NTV lo empieza
“Una palabra final”. El simple comienzo de este
pasaje nos debe mostrar la importancia de lo que
el Apóstol Pablo está a punto de decirnos
después de escribir tan majestuosa carta.
 
Este v.10 nos da la clave que va ser indispensable
para poder mantener una vida victoriosa en
Cristo. La vida del creyente no está basada en
una vida de cambios, pero si en una vida de
intercambio Gálatas 2:20.
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La Armadura
de Dios

Dos palabra de gran importancia en este pasaje

son: “poder” y “fuerza”. La palabra poder en el
griego (KRATOS) nos habla de un poder para
gobernar, regir, tener dominio; y la palabra fuerza
(ISCHUS) nos da la connotación de la fuerza que
crea, la cual proviene del Creador y nos es dada a
nosotros. Por lo tanto esta frase habla de nuestra
capacidad y el derecho dado de vivir una vida
estable y victoriosa regida o gobernada por medio
del Él en nosotros.
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La Armadura
de Dios

v.11, nos dice que tenemos que ponernos “toda”

la armadura de Dios, por lo tanto el solo ponernos
una parte y no la otra no tendría la misma
efectividad como al usarla “toda”. Esto es
importante porque generalmente la gente suele
hacer solo la parte de la Palabra que les es más
conveniente y más fácil. Pero en este caso, no
tenemos esta opción, si queremos mantener
nuestra victoria tenemos que ponernos “toda” la
armadura.
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La Armadura
de Dios

Por otra parte fijémonos que dice la “armadura de

Dios” por lo tanto no es la nuestra. No es lo que
nosotros pensemos que sea efectivo o suficiente.
Es la armadura de Dios la cual nos asegura la
victoria contra todas las asechanzas del enemigo.
La palabra “asechanzas” habla de algo
engañador, de emboscada, de una maquinación
con el objetivo de que uno caiga en la trampa.
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La Armadura
de Dios

Una pregunta muy válida es la siguiente: ¿Por qué

tenemos que usar la armadura en contra del
enemigo si Jesucristo lo derrotó en la cruz, y ya
nosotros tenemos la victoria en Él Colosenses
2:15 (RV) “y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió

públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”)?

Jesucristo si derrotó al enemigo en la cruz, pero
nosotros tenemos que reforzar (mantener)
nuestra victoria después de la cruz.
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La Armadura
de Dios

1 Pedro 5:8 (RV)

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”
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La Armadura
de Dios

Aunque fue derrotado, el sigue en la tierra

buscando a quien pueda devorar, pero podemos
ver que no puede devorar a quien quiera, solo a
aquellos que se lo permitan. Fijémonos en estas
dos palabras “a quien”, nosotros tenemos que ser
uno de ellos “a quien” no pueda tocar, porque
estamos establecidos en Él, manteniendo nuestro
puesto de victoria con toda la armadura de Dios.
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La Armadura
de Dios

CUESTIONARIO

 
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La Armadura
Efesios 6:10-18 (RV) de Dios
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el señor, y en el
poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las asechanzas de diablo. Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estad
firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestro lomos con la verdad, y
vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el
apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la
fe, con que podrá apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y
tomad el yelmo de la salvación, y la espada el espíritu, que es la
palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica
en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica
por todos los santos”
 
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La Armadura
de Dios

La primera parte del v.12 es de gran importancia, si

realmente lo entendemos nos daríamos cuenta que la
gran mayoría del tiempo en vez de estar peleando y
argumentando con la gente para al final no llegar a
nada, tenemos es que entender “quien” está detrás de
todo ello.

El enemigo es un ser espiritual al igual que nosotros I

Tesalonicenses 5:23, pero vivimos en este mundo
natural (físico), por lo que para él poder hacer algo en
este mundo lo tiene que hacer a través de personas,
las cuales le permiten ser influenciadas por él II
Corintios 2:11.
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La Armadura
de Dios

Si entendemos esto, nos damos cuenta el por qué

la gente hace lo que hace, que desde un punto
lógico y moral no sería aceptado. La razón es que
no estamos en contra de la gente, estamos en
contra de la influencia que está detrás de las
personas, “no tenemos lucha contra sangre y
carne”.
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La Armadura
de Dios

La segunda parte del mismo v.12, nos muestra los

diferentes rangos o jerarquías del enemigo.
 
Independientemente de su organización, una cosa
tenemos que tener absolutamente clara, no hay
poder alguno del enemigo que venga en contra de
nosotros, ni el mismo diablo que pueda contra el
nombre de Jesús.
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La Armadura
de Dios
El v. 13 nos dice “resistir”, no dice ganar, simplemente
porque la batalla ya está ganada, ahora nosotros solo
tenemos que mantenernos, guardar nuestro puesto de
victoria Santiago 4:7. “En el día malo” se refiere al día en el
que estamos teniendo ataques del enemigo, sea el día que
sea, ese es el día malo.

La siguiente frase tiene gran importancia, “y habiendo

acabado todo”, en el griego habla de algo que está en
nosotros y que está trabajando de dentro hacia fuera (poder
del Espíritu Santo en nosotros) dándonos la victoria en el
día malo, resistiendo en fe y manteniéndonos firmes en lo
que es nuestro.
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La Armadura
de Dios

Una vez que tomamos la armadura, no debemos

salir corriendo en duda y temor, al contrario
venga lo que venga estamos seguros de lo que
tenemos puesto, de quienes somos en Él y las
armas que tenemos a nuestra disposición.
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La Armadura
de Dios
El v.14 empieza a mostrarnos la armadura de
Dios, que está compuesta por siete piezas (el
cinturón, la coraza, el calzado, el escudo, el
casco, la espada y la oración).
 
“ceñidos vuestros lomos con la verdad”, otra
versión (NVI) dice “ceñidos con el cinturón de la
verdad”. Esta primera pieza es nuestro centro,
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida…” Teniendo el cinturón de la
verdad significa que nuestra mirada siempre está
fija en Jesús Juan 8:32.
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La Armadura
de Dios

“la coraza de justicia”, la función de la coraza es

cubrir el corazón y los órganos vitales del cuerpo.
Un punto importante es que la coraza, como era
llevada por los romanos, iba conectada al
cinturón. La coraza de justicia es el siempre estar
consciente, el tener presente que somos la
justicias de Dios en Él. Sin esta parte de la
armadura, saldríamos a la batalla con una
conciencia de pecado y de esa manera
pelearíamos desde la derrota.
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La Armadura
de Dios
No debe ser así, cuando nosotros salimos a la batalla
lo hacemos desde el punto de victoria, con un corazón
que está protegido por la realidad de lo que somos,
justos delante de Dios II Corintios 5:21, ésta en
nuestra posición.
 
“y calzados los pies con el apresto del evangelio de la
paz”, apresto es aquello que da firmeza, el Evangelio
son la Buenas Nuevas y el Evangelio habla de Jesús
Romanos 1:3, calzarnos con la firmeza que nos da
Jesús nos garantiza permanecer inamovibles y firmes
ante cualquier circunstancia.
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La Armadura
de Dios
Cuando hablamos el Evangelio, hablamos de Jesús, lo que
hizo por y para nosotros y entre otras cosas que nos dio paz
para con Dios Romanos 5:1. El mensaje de la paz, es el
mensaje de la reconciliación Efesios 2:14-17. La razón por
la que es el calzado, es para siempre estar listo, firme y
seguro al ir a compartir estas Buenas Nuevas Isaías 52:7.
 
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe”, el escudo en este
caso era un escudo conocido en los tiempos de los romanos
como el escudo de “puerta”, siendo tan alto como el mismo
soldado que lo llevaba. Por lo tanto el soldado lo único que
tenía que hacer era estar justo detrás del escudo y de esta
forma todo su cuerpo estaba protegido. Gran importancia
tiene la “fe” en la vida del creyente Hebreos 11:6; 12:2.
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La Armadura
de Dios

La frase “sobre todo” habla de la importancia y la

necesidad, de otra forma el resto de la armadura
sería ineficaz, dejándonos expuestos al enemigo.
Pero cuando caminamos, vivimos, ejercitamos
nuestra fe y tomamos el escudo, no hay dardo
que nos pueda penetrar, por lo tanto completa y

absoluta victoria en la vida del creyente es

posible. “Todos los dardos” significa “TODOS”, sin
excepción alguna.
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La Armadura
de Dios
“Y tomad el yelmo (casco) de la salvación”,
veamos este v.17 a la luz de I Tesalonicenses 5:8
“...habiéndonos vestido con la coraza de fe ..., y
con la esperanza de salvación como yelmo”. De
suma importancia es la siguiente relación, la
coraza nos cubre el corazón y del corazón
proviene la fe, es decir la coraza de fe protege
nuestro corazón. La esperanza viene del alma y el
alma viene del entendimiento, el entendimiento
viene de la cabeza, el yelmo (casco) nos cubre la
cabeza, el yelmo cubre y protege nuestra
esperanza y nuestro entendimiento.
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La Armadura
de Dios
Tengamos también en cuenta que la esperanza es
lo que alimenta a nuestra fe Hebreos 11:1, si
dejamos de tener esperanza nuestra fe no tiene
con que trabajar y sostenerse. Por ello nunca,
nunca, nunca nos debemos permitir perder la
esperanza, esta es el área en la cual el enemigo
atacará, porque sabe que si uno pierde la
esperanza, no hay nada que podamos hacer.

Pero, Gloria a Dios!!! “Mantengamos firme, sin

fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió” Hebreos 10:23.
 
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La Armadura
de Dios

Esto lo podemos ver en los dones espirituales,

para poder ser usados por el Espíritu Santo,
tenemos que estar abiertos a ello, una vez que
fluimos en ese empoderamiento, es manifestado
al mundo natural por medio de nosotros, sin que
se altere nuestra personalidad o forma de ser.

“y la espada del Espíritu, que es la palabra de

Dios”, Hebreos 2:12 (RV) nos dice “diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio
de la congregación te alabaré”.
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La Armadura
de Dios

La espada del Espíritu siendo la Palabra de Dios,

se refiere a la Palabra hablada (RHEMA), la misma
arma que utilizo Jesús cuando fue tentado por el
enemigo en Lucas 4. Por ello vemos las Palabras
de Jesús en Lucas 4:4 (RV) “Jesús,
respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios” Es
vital que estemos llenos de la Palabra y ponerlas
en acción constantemente en nuestras vidas.
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La Armadura
de Dios

Por último nos encontramos con “orando…..”,

manteniendo nuestra comunión con Él, Dios, que
es de completa necesidad en nuestras vidas. Este
versículo habla de “oraciones”, dando a entender
que hay más de una, tenemos la oración de
petición, de intercesión, de agradecimiento, de
dedicación, de acuerdo, por lo tanto cuando
nuestra vida está enfocada en la comunión con
Dios, nos mantenemos encaminados en el camino
correcto “Jesús”.
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La Armadura
de Dios

CUESTIONARIO