Apellidos
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Se suele creer de manera superficial que los apellidos que tenemos nos vienen
porque han pertenecido a nuestros padre es en una unión legitima, eso forma de
pensar es ignorar las relaciones inequitativas entres grupos de poder, ya sea por
etnia o por poder económico, y la opresión de género. También ignorar que en
eventos violentos los cuerpos de las mujeres son un territorio para demostrar su
fuerza de poder al del enemigo al vencido. Las mujeres son violadas y ellas no saben
quien es el padre de su hijo. Si conocen el apellido chileno, no es porque un señor
que se apellido Chileno reconoció a ese niño, sino que la madre para poder decir
quien fue el engendrador nombro al niño por la característica más cercan que pudo
encontrar y muchas veces no fue un solo hombre sino un a violación grupal lo que
esta sufrió y sobrevivió. También sucedía que a las mujeres en algunas
circunstancias la cambiaran por algo, lo hacían sobre todo los hombres de las
familias. Por otro lado, que no se encuentren los apellidos quechuas en la red para
saber su significado tampoco es un signo que no se sabe que significa o que este no
exista, solo que aun nadie lo ha registrado en ese espacio.
Aquiles Bailo
Luz Rojas
Rosa Espinoza
Elsa
Pallo
Elsa Polindo
CONSTITVCIONES QVE DEXA EL VISITADOR EN LOS PVEBLOS PARA
REMEDIO DE LA EXTIRPACIÓN DE LA IDOLATRÍA.
ARRIAGA 1621.
ltem de aquí adelante ningún Indio, ny India se llamará con nombre de las Huacas,
ny del Rayo y assí no se podrá llamar Curi, Manco, Missa, Chacpa, ny Líbiac, sino
Diego; Santiago y al que a su hijo pusiere alguno de estos nombres le serán dados
cien azotes por las calles, y el Cura, y Vicario de esta dotrina procederá contra él,
como contra relapso en la Idolatría, y a los que hasta aquí se han llamado con
algunos de los dichos nombres mando se los quiten, y se acomoden a
llamarse con otros sobre nombres, de los Españoles, o de Santos.
ltem el Cura beneficiado deste dicho pueblo, tendrá muy particular cuidado de
estorvar las mingas que los Indios hazen en tiempo de las sementeras, para
hacerlas beviendo, y cantando de que se siguen muy grandes ofensas de Dios
nuestro Señor, &c. Procurará con todo cuidado que quando se hagan las dichas
mingas, sea dando a los mingados de comer, y no de bever con el exceso, y
demasía, que hasta aquí se ha hecho.
ltem de aquí adelante por ningún caso, ni color alguno, ni con ocasión de casamiento,
fiesta del pueblo, ny en otra manera alguna; los Indios, y Indias de este pueblo tocarán
tamborinos, ny baylarán, ny cantarán al vso antiguo, ny los bayles, y cánticos q' hasta aqui
an cantado en su lengua materna; porque la experiencia a enseñado, q' en los dichos
cantares invocavan los nombres de sus Huacas, Malquis, y del Rayo a quien adoravan, y
al Indio que esta constitucion quebrantare le serán dados cien azotes, y quitado el cabello
con voz de pregonero que manifiesta su delito, y si fuere Cacique el que baylare, o
cantare como dicho es el Cura y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al
Illustríssimo Señor Arzobispo, o a su Provisor, con el dicho Cacique culpado para que le
castigue. Item el Cura de este pueblo guardará muy exactamente las provisiones que
contra las borracheras, y Chicha de sora an despachado el Excellentíssimo de los Reyes;
por ser como es el medio más eficaz para destruir la Idolatría, quitar las dichas
borracheras assí en los Caciques como en los demás Indios; poniendo todos los medios
de rigor, y castigo, como de predicación, y enseñanza; prohibiendo, que assí en las
mingas, como en los días de Pascua, y fiestas de la advocación de los pueblos, no se
hagan juntas públicas, ny secretas en que los Indios se emborrachen castigando
severamente, y con demostración a los Indios que se emborracharen, y executando en los
Caciques las penas contenidas en las dichas provisiones; para que enmendándose las
cabezas, imiten el buen exemplo los demás Indios.
Item de aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de idolatría, por ningún modo
curarán a los enfermos; por quanto la experiencia a enseñado, que quando curan
hazen idolatrar a los enfermos, y les confiessan sus pecados a su modo gentílico; y
si otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas,
examinará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sea ageno de toda
supersticion.
Item de aquí adelante ningún Indio, ny India tendrá Mullu, Paria, Lacsa, o hara
Sancu, ny Tecti, ny tendrá Asto, ny guardará el maiz que llaman Huantay, o Ayrigua, o
Misazara, o Callauzara, y lo mismo en las papas, Ocas, Camotes, y Yucas; .y al que
quebrantara esta constitución, le serán dados cien azotes, y quitado el cabello, y se
procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría.
Item cuando cogen las sementeras, no baylarán el bayle que llaman Ayrihua, que es
atando vnas mac;:orcas de maíz en vn palo, baylando con ellas, ny el bayle que
llaman ayja, ny Huanca, ny tañerán con las Succhas, y al que quebrantara esta
constitución, le serán dados cien azotes, y estará preso vna semana en la cárcel.
Item de aquí adelante los Indios, y Indias de este pueblo no ayunaren el ayuno,
que solían a su modo gentílico, no comiendo sal, ni agi; y al que quebrantare
esta constitución se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría; y
el cura, y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo
Señor Arzobispo, o a su Provisor para que lo sentencie.
Item de aqui adelante los indios deste pueblo, no pondrán sobre las sepulturas
de los difuntos cosa alguna cocida, ny asada, por quanto es común error de los
Indios, y hasta oy están en él, que las almas de los difuntos comen, y beven; y
el Cura deste pueblo tendrá muy particular cuidado, de que las puertas de las
Iglesias tengan buenas llaves, guarda, y custodia, y que tenga las dichas llaves
persona de confianc;:a por quanto la esperiencia a enseñado, que suelen
desenterrar los cuerpos Christianos de las Iglesias, y llevarlos a los sepulchros
de sus progenitores gentiles, y el que quebrantara esta constitución, se
procederá contra él como contra relapso en la Idolatría.
Item, el Cura, y Vicario de esta dotrina, estará advertido, que todos los Indios, y Indias
de esta dotrina adoravan sus Huacas, Conopas, Huancas, o Chichic, el Sol, Luna, y
Estrellas; especialmente a las Siete Cabrillas, que llaman Oncoy, y a las tres Marías,
que llaman Chacra, y el Trueno, y Rayo, y tenían en sus casas Idolos Penates, que
llaman Conopas, y assí mismo adoravan a sus progenitores que llaman Malquis, y a
los Huaris y a sus Pacarinas. Y hazían cada año fiesta a las dichas Huacas con
sacrificios de Llamas, y Cuyes y ofrendas de Chicha, Mullu, Paria, Llacsa, Sancu,
Coca, y Sebo quemado; y ayunaban ciertos días no comiendo sal ni agí, y se
abstenían de dormir con sus mugeres; y los Hechizeros ministros de Idolatría los
confessavan sus pecados a su modo gentílico, los cuales dichos hechizeros solían
predicar su fiesta diziéndoles que el Dios de los Españoles era para sólo los
Españoles; y las Huacas para los Indios, y que de sus Pacarinas salieron sus
progenitores, para lo cual niegan el origen de todos los hombres de Adan y Eva, y
assi mismo dizen, que ay vn lugar diputado donde van las almas que llaman
Vpaymarca, y que las almas comen y beven, y assí lo principal es que el Cura
de esta dotrina ponga particular cuidado en la predicación.
Antes no existía un registro
civil con personal que sabia
escribir y escribía como lo
entendía de allí que se
encuentren apellidos
parecidos que de una
misma familia sus
miembros tengas
variaciones de un mismo
apellido.
Tal vez debido a ello, se nota una clara intención en cronista Guamán Poma de Ayala de relacionar a sus
antepasados con los españoles, explicando en su obra "Nueva Crónica y Buen Gobierno" el origen de su
apellido Ayala como resultado de un beneficio otorgado a su padre, Guamán Mallqui, debido a que
durante las guerras de los conquistadores habría salvado la vida del capitán español Luis Ávalos de
Ayala, quien estaba a punto de ser victimado por sus enemigos, que ya habían logrado derribarlo del
caballo.
El hecho resulta irmprobable, dado que las fechas de la permanencia en Perú de los personajes
implicados en el suceso narrado por el cronista, no coinciden con lo descrito.
Sin embargo, es cierto que la madre del cronista, estando casada con Guamán Mallqui, tuvo un hijo con
el capitán Luis Ávalos de Ayala, por lo que el hermano de Guamán Poma, se llamaba Martín de Ayala. Lo
curioso es que, tanto el esposo legítimo, padre de Guamán Poma, como el propio Guamán Poma,
terminaron asumiendo el apellido Ayala
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Por: Huascar Rodríguez García
25 de julio de 2009
Bolpress.
Cuando los españoles arribaron por primera vez a las zonas andinas su tropa carecía de mujeres, los cruces
raciales se desarrollaron rápida e ininterrumpidamente desde el choque primigenio. El producto de los frecuentes
encuentros sexuales planteó una problemática que en algunos sentidos no era tan novedosa: la palabra "mestizo",
del latín mixticius -que significa simplemente "mezclado"-, ya tenía tradición en España y en Europa en general,
y fue aplicada inmediatamente al nuevo contexto americano para definir a la "raza híbrida" que estaba surgiendo
como resultado de los cruces biológicos entre indígenas y peninsulares.
En un primer momento los matrimonios y las uniones "ilegítimas" entre conquistadores y princesas indias
respondían a ambiciones políticas, dado que los advenedizos españoles pretendieron aprovecharse de la
reciprocidad andina creando redes de parentesco con importantes autoridades originarias a fin de asegurarse el
control de los territorios conquistados.
La suerte de los "híbridos raciales" varía dependiendo del rango de sus progenitores y la elite de la primera
generación mestiza jugó un papel importante dentro la historia colonial andina.
Estas primeras generaciones racialmente mixtas y descendientes de las elites fueron bien vistas a un principio:
parecían indicar que los mestizos estaban destinados a cumplir una función de nexo entre el mundo europeo y el
mundo indio y se trataba, en cierta medida, de la consagración de una alianza.
Por: Huascar Rodríguez García
Sin embargo, el número y actividades de los mestizos empezaron a inquietar a los españoles y desde 1549 Carlos
V les prohibió la concesión de cargos públicos sin previa autorización real. Con el transcurrir de los años las
personas con sangre mezclada fueron convirtiéndose en un fermento de complicaciones por ser ellas de "mala
inclinación" y en 1567 corrieron noticias de un motín de mestizos en alguna región del Perú. Hacia 1570 los
denominados mestizos ya constituían un sector importante de las poblaciones andinas, produciendo una
sensación de malestar y amenaza tanto a indios como a españoles.
¿Pero quiénes eran estos mestizos que convulsionaban las incipientes urbes coloniales? En efecto, no sólo eran
los nacidos de padre español y madre india -mestizos biológicos-, sino también aquellos indios que se habían
lanzado a un proceso de movilidad social aprendiendo la lengua castellana y adoptando la vestimenta, las
costumbres y ciertos oficios de los invasores.
En el primer caso, la llamada miscegenación, la mezcla biológica, fue una actividad desaforada que no conoció
límites, pues los blancos se mezclaron con indios y con negros traídos de África, de modo tal que los cruces se
reprodujeron a todo nivel.
La mezcla de sangres diversas se vuelve insondable a medida que pasa el tiempo y se suceden las generaciones,
pero las múltiples uniones, forzadas o no, junto a la importancia asignada a la procedencia de la personas,
crearon una nueva terminología socio racial basada en el desprecio y en la jerarquización: aparte del español
estaba el criollo, pero también existía el negro, el mulato, el zambo y el indio, sin mencionar aquí las decenas de
inverosímiles palabras inventadas para designar a los hijos resultantes de las distintas posibilidades de cruces
sanguíneos.
Por: Huascar Rodríguez García
Otro elemento significativo es también el hecho de que los mestizos, aparentemente desde las primeras
generaciones, estaban eximidos de pagar tributo, exoneración tributaria que confirió a los "mezclados de sangre"
una notoria superioridad social respecto a los indios y es ahí donde se encuentra una de las razones por la que
muchos indígenas empezaron a adoptar los trajes de los españoles y a migrar a las ciudades pasando por
mestizos, a fin de evadir el sistema fiscal y escapar del estigma que pesaba sobre quienes estuvieran enmarcados
dentro la categoría "indio". Desde luego esto podía hacerse únicamente después de aprender prolijamente la
lengua española, requisito indispensable para todos aquellos que habían decidido convertirse en "mestizos".
La importancia y la función de la vestimenta como indicadora de status es universal y vestirse con la ropa de
otro implica en cierto modo adquirir sus cualidades. En lo concerniente al lenguaje ocurre algo parecido
ya que cambiar de lengua supone la adquisición de conceptos y sensibilidades distintas. De este modo los
problemas de la evasión fiscal y el incremento de nuevos "mestizos" plantearon varios dilemas a la
administración colonial, lo que explica la notoria ambivalencia de sus políticas: a veces las autoridades
preconizan la enseñanza del castellano o bien postergan esa decisión bajo distintos pretextos; y respecto a la ropa
pasa lo mismo: en ocasiones los burócratas peninsulares prohíben el uso de vestimenta europea a los que no
provengan del viejo continente y en otros momentos imponen los atuendos españoles.
Por: Huascar Rodríguez García *
No se previó el fenómeno del mestizaje, imprevisión evidenciada por los titubeos e incoherencias surgidas al
intentar establecer normas dirigidas a esta inquietante población en crecimiento.
El principio básico de la estratificación social colonial consistió en la separación, interdependiente según los
españoles, del mundo de los conquistadores por una parte y del mundo de los conquistados por otra. Mas pese a la
necesidad invasora de realizar transacciones con los indios en el fondo los peninsulares se empeñaron en mantener
funcionalmente separadas la "República de españoles" y la "República de indios", y esta dicotomía negaba el
surgimiento de una categoría intermedia, por lo que el mestizo se vio de alguna manera condenado a la ilegalidad.
El miedo a los mestizos se fue agudizando en virtud de que no todos ellos se dedicaron a los trabajos manuales en
las ciudades pues otros se dedicaron al vagabundeo o a actividades ilícitas y peligrosamente marginales. Los
mestizos se convirtieron en individuos que inspiraban desconfianza porque podían manejar dos códigos sociales y
sistemas de valores diferentes, y de ahí que estén vinculados con la posibilidad de atravesar fronteras políticas,
geográficas y culturales. Finalmente, el mestizo termina fundiéndose en una masa indefinida, omnipresente e
inquietante que los textos coloniales tardíos empiezan a llamar "chusma" o "vulgo". Itinerarios marginales, captados
por escritores y dibujantes del siglo XVIII, la vida callejera de la plebe, sus diversiones y miserias, la cotidianidad
de las amas de casa, de los ebrios, de los vagabundos, de las empleadas domésticas y de los comerciantes
minoristas, muestran la inevitable faceta urbana y moderna del proceso de mestizaje que llega hasta nuestros días.
Lo que podemos concluir es que no podemos ser ciegos al realidad histórica y
que a partir de las evidencias individuales podemos reconocernos en cada, uno
qué compartimos en común situaciones similares de origen y en base a ello
reconstruir los vínculos que la migración ha debilitado respecto de nuestros
orígenes y nuestras relaciones se ven ahora empobrecidas. E incluso en las
familias que no saben cuales son sus orígenes.
El antropólogo y arqueólogo italiano Mario Polia Peconi, autor de numerosas publicaciones sobre la
medicina tradicional y curanderismo andino, explica el significado de “medicina tradicional”,
“curandero”, “sombra”, “síndromes culturales” y afirma que para el hombre andino, el mundo está
animado, es decir, cada cosa tiene su contraparte espiritual (la roca, la fuente, ciertos animales), con
los cuales se puede establecer contacto.
Dice que encima del mundo andino se ha sobrepuesto el mundo cristiano. “Los viejos dioses andinos
(wiracocha, sol…) han sido sustituidos por el sistema religioso cristiano, por lo cual es falso decir que
los curanderos no son cristianos. En el cristianismo andino el dios es la función suprema, es el dios,
pero comparte la atención y la práctica ritual con los espíritus (encantos) de los lugares. Por eso, reza
a dios y también puede pedir a los encantos cosas referidas a la vida cotidiana: pide que llueva, que
los animales se reproduzcan…”.