Apellidos

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Nuestra identidad a partir de nuestros apellidos

Se suele creer de manera superficial que los apellidos que tenemos nos vienen
porque han pertenecido a nuestros padre es en una unión legitima, eso forma de
pensar es ignorar las relaciones inequitativas entres grupos de poder, ya sea por
etnia o por poder económico, y la opresión de género. También ignorar que en
eventos violentos los cuerpos de las mujeres son un territorio para demostrar su
fuerza de poder al del enemigo al vencido. Las mujeres son violadas y ellas no saben
quien es el padre de su hijo. Si conocen el apellido chileno, no es porque un señor
que se apellido Chileno reconoció a ese niño, sino que la madre para poder decir
quien fue el engendrador nombro al niño por la característica más cercan que pudo
encontrar y muchas veces no fue un solo hombre sino un a violación grupal lo que
esta sufrió y sobrevivió. También sucedía que a las mujeres en algunas
circunstancias la cambiaran por algo, lo hacían sobre todo los hombres de las
familias. Por otro lado, que no se encuentren los apellidos quechuas en la red para
saber su significado tampoco es un signo que no se sabe que significa o que este no
exista, solo que aun nadie lo ha registrado en ese espacio.
Aquiles Bailo
Luz Rojas

Rosa Espinoza

Elsa
Pallo

Elsa Polindo
CONSTITVCIONES QVE DEXA EL VISITADOR EN LOS PVEBLOS PARA
REMEDIO DE LA EXTIRPACIÓN DE LA IDOLATRÍA.
ARRIAGA  1621.

ltem de aquí adelante ningún Indio, ny India se llamará con nombre de las Huacas,
ny del Rayo y assí no se podrá llamar Curi, Manco, Missa, Chacpa, ny Líbiac, sino
Diego; Santiago y al que a su hijo pusiere alguno de estos nombres le serán dados
cien azotes por las calles, y el Cura, y Vicario de esta dotrina procederá contra él,
como contra relapso en la Idolatría, y a los que hasta aquí se han llamado con
algunos de los dichos nombres mando se los quiten, y se acomoden a
llamarse con otros sobre nombres, de los Españoles, o de Santos.
ltem el Cura beneficiado deste dicho pueblo, tendrá muy particular cuidado de
estorvar las mingas que los Indios hazen en tiempo de las sementeras, para
hacerlas beviendo, y cantando de que se siguen muy grandes ofensas de Dios
nuestro Señor, &c. Procurará con todo cuidado que quando se hagan las dichas
mingas, sea dando a los mingados de comer, y no de bever con el exceso, y
demasía, que hasta aquí se ha hecho.
ltem de aquí adelante por ningún caso, ni color alguno, ni con ocasión de casamiento,
fiesta del pueblo, ny en otra manera alguna; los Indios, y Indias de este pueblo tocarán
tamborinos, ny baylarán, ny cantarán al vso antiguo, ny los bayles, y cánticos q' hasta aqui
an cantado en su lengua materna; porque la experiencia a enseñado, q' en los dichos
cantares invocavan los nombres de sus Huacas, Malquis, y del Rayo a quien adoravan, y
al Indio que esta constitucion quebrantare le serán dados cien azotes, y quitado el cabello
con voz de pregonero que manifiesta su delito, y si fuere Cacique el que baylare, o
cantare como dicho es el Cura y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al
Illustríssimo Señor Arzobispo, o a su Provisor, con el dicho Cacique culpado para que le
castigue. Item el Cura de este pueblo guardará muy exactamente las provisiones que
contra las borracheras, y Chicha de sora an despachado el Excellentíssimo de los Reyes;
por ser como es el medio más eficaz para destruir la Idolatría, quitar las dichas
borracheras assí en los Caciques como en los demás Indios; poniendo todos los medios
de rigor, y castigo, como de predicación, y enseñanza; prohibiendo, que assí en las
mingas, como en los días de Pascua, y fiestas de la advocación de los pueblos, no se
hagan juntas públicas, ny secretas en que los Indios se emborrachen castigando
severamente, y con demostración a los Indios que se emborracharen, y executando en los
Caciques las penas contenidas en las dichas provisiones; para que enmendándose las
cabezas, imiten el buen exemplo los demás Indios.
 Item de aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de idolatría, por ningún modo
curarán a los enfermos; por quanto la experiencia a enseñado, que quando curan
hazen idolatrar a los enfermos, y les confiessan sus pecados a su modo gentílico; y
si otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas,
examinará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sea ageno de toda
supersticion.

Item de aquí adelante ningún Indio, ny India tendrá Mullu, Paria, Lacsa, o hara
Sancu, ny Tecti, ny tendrá Asto, ny guardará el maiz que llaman Huantay, o Ayrigua, o
Misazara, o Callauzara, y lo mismo en las papas, Ocas, Camotes, y Yucas; .y al que
quebrantara esta constitución, le serán dados cien azotes, y quitado el cabello, y se
procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría.

Item cuando cogen las sementeras, no baylarán el bayle que llaman Ayrihua, que es
atando vnas mac;:orcas de maíz en vn palo, baylando con ellas, ny el bayle que
llaman ayja, ny Huanca, ny tañerán con las Succhas, y al que quebrantara esta
constitución, le serán dados cien azotes, y estará preso vna semana en la cárcel.
Item de aquí adelante los Indios, y Indias de este pueblo no ayunaren el ayuno,
que solían a su modo gentílico, no comiendo sal, ni agi; y al que quebrantare
esta constitución se procederá contra él, como contra relapso en la Idolatría; y
el cura, y Vicario de este pueblo escribirá la causa, y la remitirá al Illustríssimo
Señor Arzobispo, o a su Provisor para que lo sentencie.

Item de aqui adelante los indios deste pueblo, no pondrán sobre las sepulturas
de los difuntos cosa alguna cocida, ny asada, por quanto es común error de los
Indios, y hasta oy están en él, que las almas de los difuntos comen, y beven; y
el Cura deste pueblo tendrá muy particular cuidado, de que las puertas de las
Iglesias tengan buenas llaves, guarda, y custodia, y que tenga las dichas llaves
persona de confianc;:a por quanto la esperiencia a enseñado, que suelen
desenterrar los cuerpos Christianos de las Iglesias, y llevarlos a los sepulchros
de sus progenitores gentiles, y el que quebrantara esta constitución, se
procederá contra él como contra relapso en la Idolatría.
Item, el Cura, y Vicario de esta dotrina, estará advertido, que todos los Indios, y Indias
de esta dotrina adoravan sus Huacas, Conopas, Huancas, o Chichic, el Sol, Luna, y
Estrellas; especialmente a las Siete Cabrillas, que llaman Oncoy, y a las tres Marías,
que llaman Chacra, y el Trueno, y Rayo, y tenían en sus casas Idolos Penates, que
llaman Conopas, y assí mismo adoravan a sus progenitores que llaman Malquis, y a
los Huaris y a sus Pacarinas. Y hazían cada año fiesta a las dichas Huacas con
sacrificios de Llamas, y Cuyes y ofrendas de Chicha, Mullu, Paria, Llacsa, Sancu,
Coca, y Sebo quemado; y ayunaban ciertos días no comiendo sal ni agí, y se
abstenían de dormir con sus mugeres; y los Hechizeros ministros de Idolatría los
confessavan sus pecados a su modo gentílico, los cuales dichos hechizeros solían
predicar su fiesta diziéndoles que el Dios de los Españoles era para sólo los
Españoles; y las Huacas para los Indios, y que de sus Pacarinas salieron sus
progenitores, para lo cual niegan el origen de todos los hombres de Adan y Eva, y
assi mismo dizen, que ay vn lugar diputado donde van las almas que llaman
Vpaymarca, y que las almas comen y beven, y assí lo principal es que el Cura
de esta dotrina ponga particular cuidado en la predicación.
Antes no existía un registro
civil con personal que sabia
escribir y escribía como lo
entendía de allí que se
encuentren apellidos
parecidos que de una
misma familia sus
miembros tengas
variaciones de un mismo
apellido.

En algunos casos el apellido


se ha castellanizado
alejándose de su origen
primigenio. Por ejemplo:
Escribir en vez de Yanallaye
o Yanallalle por yanaylle
Un personaje conocido tiene
los dos apellidos de origen

Yanaylle Yana ylle español sin embargo la


abuela fue indígena, el
apellido se perdió en las
generaciones sucesivas. El
Yanallalle Yana llalle Indio Mayta retoma el
apellido de su abuela como
Yanayalle nombre artístico, cultiva el
arte de la música ancestral
Yana yalle con matices mestizos.
Interpreta a los migrantes
nativos de las zonas rurales
en las zonas urbanas y su
sentimiento y choque en la
cultura citadina.
APELLIDOS QUECHUAS QUE FUERON Taphya a Tapia, Ch’akun a Chacón,
MODIFICADOS AL ESPAÑOL PORQUE ERAN Haramillu a Jaramillo, Kiruka a Quiroga,
DIFÍCILES DE PRONUNCIAR EN LA COLONIA Kamachu a Camacho, Kkollantis a Collantes,
En la revista “Tradición”, N° 21, 1958, Cuzco, el Kkalle a Calle, Muntuya a Montoya,
sacerdote Jorge A. Lira escribe sobre “Los apellidos Missa a Meza, Mat’u a Matto,
indígenas”, y da cuenta de haber hallado un Auto de Yahuar a Yabar, Pachicu a Pacheco,
Visita español, según el cual se obligó a los indígenas Siwayllus a Zevallos o Ceballos,
con apellidos quechuas difíciles de pronunciar a Tamayu a Tamayo, Uchuwa a Ochoa,
cambiarlos por su traducción al español. Así, informa Xespe a Quispe, etc
Lira, pasaron los Kkallo a Lengua.
Se indigna Lira y dice: “Haber leído el auto me dio la clave
Los Wassi a Casas, Willka a Santos, justa del fanatismo colonial antindigenista, enfurecido contra lo
Punku a Puerta, Aukka a Guerra, nativo. Ninguna causa valedera descubro para cambiarle a uno
Killa a Luna, Tikka a Flores o De la Flor, el apellido mediante un Auto de Visita”. En la foto se ve al
Mayu a Ríos, Wayllas a Prado o Del Prado, sacerdote Lira, quien era muy amigo de Jose Maria Arguedas.
Kkocha a Laguna.

Mientras que se asimilaron al español por su fonética,


Los Muya a Moya, Willka a Vilca,
Madre
nítidamente afro
Hija evidencias
raciales de la
madre sin el
color de piel de
la madre
Nieta no evidencia
directa de su
descendencia, es
decir en tercera
generación de
cruces no afro
aparece un
mestizaje biológico
nítido, salvo con un
examen de ADN
La variación del apellido ni la
Miguel Ángel Silva Rubio
apariencia física hacen perder la
Nació en una familia de origen humilde en Cajamarca
herencia cultural tal el caso del artista
En los años 40 se trasladó, con su familia, a la ciudad
Miguel Ángel Silva Rubio
de Trujillo, ahí se dedicó a los más diversos trabajos
Cuya abuela tuvo por apellido Mayta
para subsistir, laboró como lustrador de zapatos,
de origen quechua
vendedor de periódicos y tamales. Luego se
desempeñó como empleado en una fábrica de
Indio Mayta helados. Nunca dejó de lado su afición por el canto.
Nombre real
Miguel Ángel Silva Rubio El Gobierno Revolucionario de las Fuerzas
Armadas encabezado por el general Juan Velasco
Nacimiento
25 de diciembre de 1931 Alvarado lo contrató para promover la Reforma
Origen
Oxamarca, Celendín,  Perú Agraria en el país, en una de estas giras que conoce a
Nacionalidad
Peruana un promotor musical que le brindaría la oportunidad
de su vida: un viaje a México, en ese país se relaciona
Muerte
19 de junio de 2010 (78 años)
con su compatriota Pepe Ludmir, quien reconoció en el
Ocupación
Cantante y Maestro Actor Indio Mayta un invalorable talento. Entre muchas de
sus presentaciones se le ofreció la oportunidad de
Información artística participar en Cine: “México en Lima”, de esa manera
Otros nombres
Indio Mayta regresó al Perú y posteriormente participó de dos
películas más.
Género(s)
Carnaval, Huayno, Chuscada
Cuando baje de mi tierra
De poncho y sombrerito. (bis)
(autor: Guillermo Arias C. - Interprete:
Pero al llegar a la costa Indio Mayta) (introducción: es una
Me llamaban serranito. (bis) conversación hablada y sin música)
cantante: Good afternoon mister, buenas
Por una calle del pueblo tardes señor varón con acento inglés: good
Distraído caminaba (bis) afternoon choulo cantante: ¿tiene usted
Con mi alforjita en el hombro trabajo?
Al patrón iba buscando (bis) varón con acento inglés : nou nou Cantante
exclama : inti paishunki mana shamuni
Varón con acento inglés: what??
Todo el día pase andando
Cantante (Se rie): jajaja (abre melodía)
De hambre y de sed, no podía (bis)
Patrón negaba trabajo
Ay que triste me sentía (bis) Mencionar a Pariacaca Divinidad
acogedora
La noche se vino encima,
Por Dios pedía posada. (bis)
Pero la gente del pueblo
https://www.youtube.com/watch?v=sBGVXXfAPdk
Todos todos me negaban. (bis)
¿Por qué Guamán Poma se apellida Ayala?
(Construyendo juntos el conocimiento de la Historia)

Durante la conquista y posteriormente en el virreinato, los indígenas supieron dolorosamente cuán


perjudicial resultaba para ellos ser de sangre andina, en vista de la marcada estratificación social
aplicada por los españoles. De ese modo, resultaba conveniente buscar elementos de vinculación con
los españoles que, de algún modo les permitieran estar mejor ubicados socialmente en la compleja
sociedad mestiza que empezaba a formarse.

Tal vez debido a ello, se nota una clara intención en cronista Guamán Poma de Ayala de relacionar a sus
antepasados con los españoles, explicando en su obra "Nueva Crónica y Buen Gobierno" el origen de su
apellido Ayala como resultado de un beneficio otorgado a su padre, Guamán Mallqui, debido a que
durante las guerras de los conquistadores habría salvado la vida del capitán español Luis Ávalos de
Ayala, quien estaba a punto de ser victimado por sus enemigos, que ya habían logrado derribarlo del
caballo.

El hecho resulta irmprobable, dado que las fechas de la permanencia en Perú de los personajes
implicados en el suceso narrado por el cronista, no coinciden con lo descrito.

Sin embargo, es cierto que la madre del cronista, estando casada con Guamán Mallqui, tuvo un hijo con
el capitán Luis Ávalos de Ayala, por lo que el hermano de Guamán Poma, se llamaba Martín de Ayala. Lo
curioso es que, tanto el esposo legítimo, padre de Guamán Poma, como el propio Guamán Poma,
terminaron asumiendo el apellido Ayala
http://
www.lav
anguardi
a.com/
vida/
2009102
2/538080
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mayoria-
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blancos.h
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Por: Huascar Rodríguez García
25 de julio de 2009
Bolpress.
Cuando los españoles arribaron por primera vez a las zonas andinas su tropa carecía de mujeres, los cruces
raciales se desarrollaron rápida e ininterrumpidamente desde el choque primigenio. El producto de los frecuentes
encuentros sexuales planteó una problemática que en algunos sentidos no era tan novedosa: la palabra "mestizo",
del latín mixticius -que significa simplemente "mezclado"-, ya tenía tradición en España y en Europa en general,
y fue aplicada inmediatamente al nuevo contexto americano para definir a la "raza híbrida" que estaba surgiendo
como resultado de los cruces biológicos entre indígenas y peninsulares.

En un primer momento los matrimonios y las uniones "ilegítimas" entre conquistadores y princesas indias
respondían a ambiciones políticas, dado que los advenedizos españoles pretendieron aprovecharse de la
reciprocidad andina creando redes de parentesco con importantes autoridades originarias a fin de asegurarse el
control de los territorios conquistados.
La suerte de los "híbridos raciales" varía dependiendo del rango de sus progenitores y la elite de la primera
generación mestiza jugó un papel importante dentro la historia colonial andina.
Estas primeras generaciones racialmente mixtas y descendientes de las elites fueron bien vistas a un principio:
parecían indicar que los mestizos estaban destinados a cumplir una función de nexo entre el mundo europeo y el
mundo indio y se trataba, en cierta medida, de la consagración de una alianza.
Por: Huascar Rodríguez García

Sin embargo, el número y actividades de los mestizos empezaron a inquietar a los españoles y desde 1549 Carlos
V les prohibió la concesión de cargos públicos sin previa autorización real. Con el transcurrir de los años las
personas con sangre mezclada fueron convirtiéndose en un fermento de complicaciones por ser ellas de "mala
inclinación" y en 1567 corrieron noticias de un motín de mestizos en alguna región del Perú. Hacia 1570 los
denominados mestizos ya constituían un sector importante de las poblaciones andinas, produciendo una
sensación de malestar y amenaza tanto a indios como a españoles.
¿Pero quiénes eran estos mestizos que convulsionaban las incipientes urbes coloniales? En efecto, no sólo eran
los nacidos de padre español y madre india -mestizos biológicos-, sino también aquellos indios que se habían
lanzado a un proceso de movilidad social aprendiendo la lengua castellana y adoptando la vestimenta, las
costumbres y ciertos oficios de los invasores.
En el primer caso, la llamada miscegenación, la mezcla biológica, fue una actividad desaforada que no conoció
límites, pues los blancos se mezclaron con indios y con negros traídos de África, de modo tal que los cruces se
reprodujeron a todo nivel.
La mezcla de sangres diversas se vuelve insondable a medida que pasa el tiempo y se suceden las generaciones,
pero las múltiples uniones, forzadas o no, junto a la importancia asignada a la procedencia de la personas,
crearon una nueva terminología socio racial basada en el desprecio y en la jerarquización: aparte del español
estaba el criollo, pero también existía el negro, el mulato, el zambo y el indio, sin mencionar aquí las decenas de
inverosímiles palabras inventadas para designar a los hijos resultantes de las distintas posibilidades de cruces
sanguíneos.
Por: Huascar Rodríguez García

Otro elemento significativo es también el hecho de que los mestizos, aparentemente desde las primeras
generaciones, estaban eximidos de pagar tributo, exoneración tributaria que confirió a los "mezclados de sangre"
una notoria superioridad social respecto a los indios y es ahí donde se encuentra una de las razones por la que
muchos indígenas empezaron a adoptar los trajes de los españoles y a migrar a las ciudades pasando por
mestizos, a fin de evadir el sistema fiscal y escapar del estigma que pesaba sobre quienes estuvieran enmarcados
dentro la categoría "indio". Desde luego esto podía hacerse únicamente después de aprender prolijamente la
lengua española, requisito indispensable para todos aquellos que habían decidido convertirse en "mestizos".

La importancia y la función de la vestimenta como indicadora de status es universal y vestirse con la ropa de
otro implica en cierto modo adquirir sus cualidades. En lo concerniente al lenguaje ocurre algo parecido
ya que cambiar de lengua supone la adquisición de conceptos y sensibilidades distintas. De este modo los
problemas de la evasión fiscal y el incremento de nuevos "mestizos" plantearon varios dilemas a la
administración colonial, lo que explica la notoria ambivalencia de sus políticas: a veces las autoridades
preconizan la enseñanza del castellano o bien postergan esa decisión bajo distintos pretextos; y respecto a la ropa
pasa lo mismo: en ocasiones los burócratas peninsulares prohíben el uso de vestimenta europea a los que no
provengan del viejo continente y en otros momentos imponen los atuendos españoles.
Por: Huascar Rodríguez García *

No se previó el fenómeno del mestizaje, imprevisión evidenciada por los titubeos e incoherencias surgidas al
intentar establecer normas dirigidas a esta inquietante población en crecimiento.
El principio básico de la estratificación social colonial consistió en la separación, interdependiente según los
españoles, del mundo de los conquistadores por una parte y del mundo de los conquistados por otra. Mas pese a la
necesidad invasora de realizar transacciones con los indios en el fondo los peninsulares se empeñaron en mantener
funcionalmente separadas la "República de españoles" y la "República de indios", y esta dicotomía negaba el
surgimiento de una categoría intermedia, por lo que el mestizo se vio de alguna manera condenado a la ilegalidad.

El miedo a los mestizos se fue agudizando en virtud de que no todos ellos se dedicaron a los trabajos manuales en
las ciudades pues otros se dedicaron al vagabundeo o a actividades ilícitas y peligrosamente marginales. Los
mestizos se convirtieron en individuos que inspiraban desconfianza porque podían manejar dos códigos sociales y
sistemas de valores diferentes, y de ahí que estén vinculados con la posibilidad de atravesar fronteras políticas,
geográficas y culturales. Finalmente, el mestizo termina fundiéndose en una masa indefinida, omnipresente e
inquietante que los textos coloniales tardíos empiezan a llamar "chusma" o "vulgo". Itinerarios marginales, captados
por escritores y dibujantes del siglo XVIII, la vida callejera de la plebe, sus diversiones y miserias, la cotidianidad
de las amas de casa, de los ebrios, de los vagabundos, de las empleadas domésticas y de los comerciantes
minoristas, muestran la inevitable faceta urbana y moderna del proceso de mestizaje que llega hasta nuestros días.
Lo que podemos concluir es que no podemos ser ciegos al realidad histórica y
que a partir de las evidencias individuales podemos reconocernos en cada, uno
qué compartimos en común situaciones similares de origen y en base a ello
reconstruir los vínculos que la migración ha debilitado respecto de nuestros
orígenes y nuestras relaciones se ven ahora empobrecidas. E incluso en las
familias que no saben cuales son sus orígenes.

En las ciencias sociales es necesario partir del reconocimiento de uno mismo y


del lugar que ocupa y de lo que comparte su grupo nacional, regional, local.
De otro modo, reflexionar para saber cómo deben ser las relaciones entre las
diversas comunidades, para que realmente se formalicen como una perfección
para el ser humano, dejaría de lado los aportes importantes de las raíces uno
mismo.
https://www.youtube.com/watch?v=q0x6EeQmjJ0
Victor Mazzi Huaycucho y el pensamiento filosófico del Tahuantinsuyo

El docente universitario y autor de libros sobre el pensamiento filosófico


en el Perú, Víctor Mazzi Huaycucho, afirma que en el Tahuantinsuyo sí
hubo pensamiento filosófico. "No empieza con los españoles sino mucho
antes", recalca. En tal sentido, señala que la comunidad filosófica peruana
debe replantear su punto de vista sobre el origen del pensamiento en el
Perú. También habla sobre Juan Yumpa, personaje al que el cronista
Felipe Guamán Poma de Ayala llamó filósofo, y al que tiene como
protagonista principal de su libro "Presentación de Juan Yunpa".
MOSTRAR MENOS
ETNOFILOSOFIA INTERCULTURAL

Josef Estermann- teologia y descolonizacion


https://www.youtube.com/watch?v=4bF5TrUsJwI

Mario Polia: El curanderismo y la visión religiosa andina

El antropólogo y arqueólogo italiano Mario Polia Peconi, autor de numerosas publicaciones sobre la
medicina tradicional y curanderismo andino, explica el significado de “medicina tradicional”,
“curandero”, “sombra”, “síndromes culturales” y afirma que para el hombre andino, el mundo está
animado, es decir, cada cosa tiene su contraparte espiritual (la roca, la fuente, ciertos animales), con
los cuales se puede establecer contacto.

Dice que encima del mundo andino se ha sobrepuesto el mundo cristiano. “Los viejos dioses andinos
(wiracocha, sol…) han sido sustituidos por el sistema religioso cristiano, por lo cual es falso decir que
los curanderos no son cristianos. En el cristianismo andino el dios es la función suprema, es el dios,
pero comparte la atención y la práctica ritual con los espíritus (encantos) de los lugares. Por eso, reza
a dios y también puede pedir a los encantos cosas referidas a la vida cotidiana: pide que llueva, que
los animales se reproduzcan…”.

(Más información en: http://www.librosperuanos.com/autores...)


https://www.youtube.com/watch?v=r-AXHXp5eT4&t=72s

Documental: Quinua y Kiwicha, Cultivos con historia (Amaranto)


El cronista indio Felipe Huamán Poma de Ayala (¿1534-1615?)*
Si el Inca Garcilaso es la expresión más auténtica de la historia inca y cuzqueña –la visión dorada y
suave del Imperio paternal–, en Sarmiento de Gamboa está la leyenda épica antagónica del señorío
tiránico y turbulento de los Hijos del Sol, en Gutiérrez de Santa Clara la pasión y el estrépito de la
guerra civil entre los mismos conquistadores y en Pedro Cieza de León la visión integral y ecuánime
del Incario unida a los más nobles y humanos impulsos del colonizador. El indio Felipe Huamán Poma
de Ayala, en cambio, hasta por sus nombres totémicos –huamán y puma: halcón y león– aparece
póstuma y sorpresivamente, como una reencarnación de la behetría anterior a los Incas. Su Nueva
crónica y buen gobierno no sólo trata de revivir épocas remotas, casi perdidas para la propia
tradición oral en los fondos milenarios de la raza, sino que es también por la confusión y el embrollo
de sus ideas y noticias, y por el desorden y barbarie del estilo y de la sintaxis, pura behetría mental.
Extravío y Hallazgo
El nombre de Huaman Poma de Ayala fue absolutamente desconocido para sus contemporáneos, y
para la historia posterior hasta 1908. En este año el Director de la Biblioteca de Gottinga, Richard
Pietschmann, descubrió en la Biblioteca de Copenhague, encuadernado en pergamino, el manuscrito
Nº 2232 de la Colección Real que contenía, con numerosos dibujos, en 1,179 páginas, la crónica del
indio peruano. Numerosas divagaciones y las inevitables sospechas de los detractores de España, han
surgido alrededor del viaje de este manuscrito hasta Dinamarca. Markham, sobre todo, patetiza,
según su costumbre: "Es un misterio cómo el libro con todas estas ilustraciones escapó a la
destrucción y aún cómo se permitió su envío a España. Por fin esta obra importantísima se halló en
manos compasivas". El presunto destierro, la fuga o la vía crucis del voluminoso códice, no fueron
acaso sino la ocasional odisea de tantas otras producciones de la época, como la de los manuscritos
de Cieza, Betanzos o Santa Cruz Pachacutic y del propio Sarmiento de Gamboa, el defensor de las
tesis oficiales españolas, hallado después de tres siglos en Gottinga por el mismo Pietschmann. El
manuscrito mártir no fue, sin embargo, ni quemado ni destruido, sino probablemente remitido a
España para ser conservado en las cámaras imperiales, como una expresión curiosa de las
civilizaciones primitivas de América. Me parece hallar la huella del camino seguido por la Nueva
Los estudios de Pietschmann publicados en Nachrichten de la Real Sociedad de
Goettingen, en 1908 y en las Actas del Congreso de Americanistas de Londres de 1912,
revelaron la importancia del cronista autóctono y hasta entonces totalmente ignorado.
Este no pudo ser cabalmente conocido e interpretado en el Perú, sino a partir de 1936, en
que el manuscrito de Huamán Poma fue publicado en edición facsímil por el Instituto de
Etnología de París. La historiografía peruana se empeña, desde entonces, por desentrañar
y comprobar el enorme y confuso material aglomerado en las páginas apretadas y
bilingües del grueso códice. Los profesores Tello, Varallanos y Lastres han estudiado
particularmente el aspecto arqueológico, folklórico, jurídico y científico de la obra de
Huamán Poma, abriendo el camino, aún difícil, de una estimativa total. La reciente edición
boliviana, hecha por Posnansky, en que se traduce por primera vez íntegramente, a la
letra impresa, el manuscrito únicamente reproducido en la edición facsimilar de París,
puede contribuir eficazmente a ese esclarecimiento, necesario para nuestros estudios
históricos.
La época en que esta crónica fue escrita puede situarse, a primera vista, entre los años
1567 y 1615. En el pórtico de la obra hay una carta del padre del autor Martín de Ayala al
Rey de España, Felipe II, fechada en Concepción de Huayllapampa, a 15 de mayo de 1587
(págs. 5 a 7). En ella dice al Rey que su hijo, Teniente de Corregidor de la Provincia de
Lucanas, ha escrito su historia empleando en su trabajo veinte años. Debería haberla
comenzado, pues, en 1567. Pero hay indicios de que la obra se escribió más tarde.
Desde las primeras páginas de la crónica se comprueba que ésta fue escrita, en su forma
presente, no sólo después de 1587 sino después de 1600 y quizás entre 1613 y 1615. Así
en la página 9 se alude a los virreyes que gobernaron el Perú después de 1600. Se
nombra primeramente a los virreyes del siglo XVI, Cañete (1556-1561), Toledo (1569-
1581), Enríquez (1581-1583), Conde del Villar (1585-1589), García Hurtado de Mendoza
(1590-1595), y luego a los virreyes Luis de Velasco (1596-1604), el Conde de Monterrey
(1604-1606) y el Marqués de Montesclaros que gobernó de 1607 a 1615. Esta página
pudo, sin embargo, haber sido corregida y cambiada, pero hay otras referencias más
claras. En la página 20 hay una alusión al Obispo del Cuzco fray Gregorio de Montalvo que
gobernó esa diócesis de 1590 a 1592. En la página 435 se menciona el año 1613, en la
470, el año 1615, en la página 473 se habla de los legados del Obispo del Cuzco fray
Antonio de la Raya, fallecido en 1606; en la 498 se cita el año de 1612, en la 515 el 1612,
en la 518 el año 1608, en la 581 el 1610, en la 624 el 1608, en la 673 el 1613, en la 679
el 1611 y la visita del Obispo del Cuzco, en la 690 el año 1611, en la 696 al Obispo del
Cuzco Lartaún (1573-83), en la 698 nuevamente al Obispo Antonio de la Raya (1598-
1606) como ya fallecido; en la 700 al año 1611, en la 919 al año 1613, en la 930 al 1611
y en la 1104 al año 1614. No hay referencia alguna posterior a 1615. El Virrey Príncipe de
Esquilache que entró a gobernar en diciembre de 1615 no es considerado en la lista de
virreyes ni figura para nada.
No hay duda, pues, que el manuscrito actual se escribió entre 1613 y
1615. Pietschmann, quien ha estudiado el códice directamente, cree
que toda la obra se escribió en 1613 (no menciona las referencias a
1614 y 1615). Según él, no hay en la grafía del cronista, esas
variaciones de pulso y de caracteres que deberían existir en un
manuscrito hecho en épocas sucesivas. El trazo es idéntico, desde el
principio hasta el fin, sin vacilaciones ni decaimientos. Sin embargo,
puede notarse que, salvo la lista de virreyes de la página 9, que pudo
ser revisada, las referencias a años posteriores a 1600 sólo se
presentan en la Segunda Parte o sea en el "Buen Gobierno". Podría
establecerse, pues, que Huamán Poma escribiese la primera parte de
su obra –la Nueva crónica– antes de 1600, para lo que recogería
datos durante 20 años, y que se decidiera a escribir la segunda parte
–el Buen Gobierno– precisamente el año 1613, mencionado en la
página 435 en que termina la primera parte y comienza la segunda.
El cronista copiaría entonces de nuevo el manuscrito, ya envejecido,
de la primera parte para uniformarlo con la nueva. De ahí la
identidad de la escritura observada por Pietschmann.
El Rastro Autobiográfico
La Estirpe de Los Yarovilcas. El Abuelo y El Padre
Se carece hasta ahora, absolutamente, de toda huella documental sobre la vida de Felipe Huamán
Poma de Ayala. Los únicos datos biográficos que de él se saben son los que él mismo consigna en su
crónica. Tenemos que creerle, provisoriamente, bajo su palabra, prescindiendo de sus errores,
jactancias, contradicciones y absurdos frecuentes. Y la aclaración biográfica es tanto más necesaria,
porque de ella depende la valoración de muchos juicios del cronista y hasta la sinceridad y
certidumbre de sus noticias y testimonios.
El primer hecho desconcertante en la autobiografía de Huamán Poma es que se dice descendiente de
una dinastía de los Yarovilcas de Huánuco, señores del Chinchaysuyo, muy anteriores a los Incas y
antes por nadie mencionados, de cuya rancia nobleza se ufana el cronista. Los Yarovilca Allauca
Huánucos fueron señores del Chinchaysuyo hasta que fueron conquistados por Auqui Topa Ynga,
capitán del Inca Topa Inca Yupanqui (págs. 111 y 160). Túpac Yupanqui concedió los más grandes
honores a los miembros de la antiquísima casta de los Yarovilcas, los que entraron a formar parte
del Consejo del Inca y Guaman Chava Allauca Huánuco, quien fue el que "se dio de paz con el
Inca" (75) fue designado "segunda persona" de éste y su Visorrey en todo el reino "como en Castilla
al Excmo. señor duque de Alva" (341 y 1030). Este fue el abuelo del autor, aunque alguna vez le
llama "mi bisaguelo" (948), y en otra "abuelo" de su padre (111). Los títulos que le concedió el Inca
eran de Capac Apo, Incap rántin, taripac, Tahuantinsuyo runata, que equivalían a los de príncipe,
duque, conde y marqués en España (341). Entonces, o más tarde, un hijo de Huaman Chava
llamado Huaman Malqui casó con Curi Ocllo, hija menor del Inca Túpac Yupanqui, quienes fueron los
padres de Huaman Poma. Así, se fundieron, según el cronista, las dos estirpes reales del Perú, la de
los Yarovilcas Allauca Huánucos y la dinastía real de los Incas del Cuzco.
Huaman Chava-Yarovilca Allauca Huánuco –el abuelo del cronista–, fue para éste, un
personaje de altísima prestancia en el Incario. Gobernó 50 años, como segunda persona del Inca
Túpac Yupanqui y como Virrey y Capitán General de los Chinchansuyo y de todo el reino (341 y 111).
Acompañaba al Inca en sus paseos (339), fue con él a las conquistas de Chile y de Quito y fue
quemado vivo en el Cuzco por Pizarro y Almagro, quienes le exigían oro y plata (397 y 399). De éste
último hecho no queda huella alguna en ninguna de las crónicas o documentos acusatorios de la
conquista. El propio Huaman Poma afirma, en otro lugar de su crónica, que Huaman Chava "con
guayna capac ynga acabó su vida" (166), lo que ofrece mayor presunción cronológica.
El cronista se ufana, a menudo, de la importancia de su abuelo y nos da su retrato, dibujado por él
mismo, una vez con sus insignias de mando y su escudo con un halcón y un puma (165) y llevado,
en otra, en andas imperiales, como los Incas, en la leyenda "Incaprantin Capac" (340). Nos dice
también orgullosamente, que se sentaba en una tiana de plata finísima, y un codo más alta que la de
todos los demás funcionarios reales (453). La mujer de Huaman Chava, abuela del cronista, fue
Cápac Guarmi Pomagualca Chinchaysuyo, tan noble como su marido y de la misma casta de los
Yarovilcas Allauca Huánucos (174). El cronista la retrata, con la uniformidad característica de sus
dibujos, con la indumentaria de las Coyas –lliclla, acxo, chumbe y topo– diciendo que fue la "primera
reyna y señora Capac Guarmi Poma Guallca Chinchaysuyo, muy bizarra y muy hermosa muger que
de tan buena governaba todo el reyno" (173 y 174). De algunos otros datos confusos, se puede
entresacar que Huaman Chava fue hijo de Cápac Apo Chava (741) y nieto de Yarovilca (111), y que
tuvo un hermano menor Apo Huamán Poma, que fue señor de los Chinchaysuyos (453). También
fueron sus parientes coetáneos Francisco Huamán Guachaca de Ayala y Juan Huamán Guachaca,
principales de Andahuaylas "nietos legitimos" no se sabe de quien; don Martín Cápac Apo Quicyavilca
de Ayala "sobrino legitimo" que gobernaba "la provicia de los angarays chocorbos de uaytara
santiago yauyos y de cordoba vilcanchos" (809), y don Diego Quicyavilca hanan yauyo de Santiago
de Quirahuaura, también principal con salario.
Huamán Poma se afana, también, por encumbrar la biografía de su padre, humilde cacique de Lucanas y
sirviente de un hospital en la época española y hacerla más espectacular. Nos asegura que su padre, como su
abuelo y seguramente a título hereditario, fue también "segunda persona del Inca" Túpac Yupanqui, su
suegro, y su visorrey en todo el reyno (736), sin explicarnos cómo descendió después a la modesta categoría
de curaca de la apartada región de Lucanas. Apunta, también, que "vido y comido con Topa Inga Yupanqui",
con Huayna Cápac y con Huáscar, aunque para ello tenga que sostener que cuando murió, en tiempo de
cristianos era ya "muy viejo de edad de ciento y cincuenta años". Huaman Mallqui, con otros grandes señores
de las cuatro partes del Imperio, fue en 1532 a recibir a los españoles a Tumbes, de parte de Huáscar, "a
darse la paz y besar los piés" del Emperador Carlos V, aunque bastaba para la importancia de la Embajada
que estuviera sólo su padre (47, 376, 550, 957). Un dibujo reproduce la escena del abrazo del "Excmo. señor
don Martin Guaman Mallqui de Ayala" con Pizarro y Almagro (375). Esta embajada, omitida por todos los
cronistas presenciales de la conquista, consignada tan sólo por cronistas tardíos y sospechosos, como
Montesinos y Torres Naharro, parece, como muchas de las afirmaciones de Huamán Poma, una leyenda
popular que el cronista ha capitalizado en favor de su progenie. Garcilaso duda de que Huáscar pudiese enviar
embajador alguno en la aflictiva situación en que le tuvieron, después de apresarle, los generales de
Atahualpa y sugiere que la embajada pudo ser de la iniciativa privada de algún curaca compasivo, que se
apiadó de la suerte de su señor 1.Pero un cronista tardío del siglo XVII, el padre Anello Oliva aporta una
confirmación desconcertante y no exhibida hasta ahora por ninguno de los comentaristas de Huamán Poma.
Dice el padre Oliva en su Historia del Perú: "Con este fin y blanco despachó Huáscar una embaxada a
Huamán Mallqui Topa Yndio Orejón de la sangre real a don Francisco Pizarro pidiéndole que pues era hijo del
sol y venía a deshacer agravios, deshiciese el muy exorbitante que padecía de su hermano Atahualpa. El
governador respondió que ya iba de camino para ayudar con la verdad y justicia a quien la tubiese y
favorecer a quien lo mereciese2.Anello Oliva, contemporáneo de Huamán Poma, pudo conocer a éste y
recoger de él, la inédita versión y aun el nombre de su padre como embajador de Huáscar a Pizarro. Huamán
Poma se declara gran amigo de los jesuitas y Anello Oliva manifiesta en toda su obra, como los demás
cronistas postoledanos, gran interés por las tradiciones populares indígenas.
Nada se sabe de la suerte de Huaman Mallqui, después de su aparatosa embajada, hasta 1539. El cronista
afirma que su padre fue el fundador de la ciudad de Huamanga, en compañía de don Hernando
Cacyamarca, aunque sabemos que la ciudad fue fundada de orden de Pizarro, por Vasco de Guevara, en
1539. Al establecerse la ciudad recibiría unas tierras en Santa Catalina de Chupas (1050). Declara,
también, que su padre sirvió al Rey, al lado de Vaca de Castro, contra don Diego de Almagro el Mozo y
estuvo en la batalla de Chupas (Chupaspampa uaraco urco) (413 y 736). También habría servido al Rey en
las insurrecciones de Gonzalo Pizarro y de Hernández Girón. En la primera, afirma que, después de la
defección de Juan de Saavedra, teniente de Gonzalo en Huánuco y de la salida de éste de la ciudad para
incorporarse al servicio del Rey, Gonzalo envió un capitán con "300 hombres" para que quemase Huánuco.
Los indios, a cuyo frente se hallaba el "capitán general segunda persona del ynga, capac apo don martin
guaman malque de ayala allauca huanuco yarovilca, el excmo señor destos rreynos y otros capitanes",
defendieron entonces la ciudad contra el rebelde (421). La jactanciosa afirmación del cronista se halla,
esta vez, rectificada por la propia crónica del Palentino, que en esta parte le sirve de guía para su relato. El
cronista español consigna que Gonzalo envió, en esa ocasión, a Francisco de Valladolid, con sólo quince
soldados, para tomar el pueblo, pero que no pudo hacerlo porque "todos los indios estaban alzados y de
guerra.3 La hazaña disminuye en proporciones.
El servicio más importante prestado por su padre a la causa del Rey de España, y a la vez el hecho más
decisivo en la biografía del cronista, es el ocurrido en la batalla de Huarina, entre las fuerzas de Gonzalo
Pizarro y las del Rey acaudilladas por Diego Centeno. En esta batalla, dice el autor, hallándose el capitán
Luis Avalos de Ayala, combatiendo en el bando de su Majestad, cayó del caballo e iba a ser victimado por
Martín de Olmos, cuando surgió Huaman Mallqui, quien desjarretó al caballo del contrario y "le mato al
dicho traydor martin de olmos" (16).4 Por este servicio –dice el cronista– ganó onrra y merito y se llamo
ayala" (16). Después de entonces el antiguo Virrey Yarovilca se llamó don Martin Huamán Mallqui de
Ayala, nombre símbolo de fidelidad, pues "los yndios guanocos (son) fieles como en castilla los vizcainos"
(341 y 1030) y los Ayala eran vizcaínos.
El hecho parece, a primera vista, incierto. El Palentino afirma que Martín de Olmos, capitán del bando de
Gonzalo, se pasó al bando del Rey, antes de la batalla de Huarina, en la que no pudo, por tanto, combatir
contra Avalos de Ayala, si éste militaba también en el bando del Rey, como afirma Huamán Poma.
Huamán Poma nos refiere además que Luis Avalos de Ayala, fue uno de los defensores de Lima en 1536,
cuando, a raíz del alzamiento de Manco Inca en el Cuzco, los indios pusieron cerco a la ciudad de los Reyes.
Según Huamán Poma, el capitán Avalos de Ayala, mató personalmente a Quiso Yupanqui, el jefe de los
sitiadores, que corría como un gamo y a quien Avalos sorprendió en una acequia (393). Quiso Yupanqui era
hijo de Túpac Yupanqui y por lo tanto hermano de Curi Ocllo y tío del autor, pero esto no amengua el
entusiasmo de Huamán Poma por el capitán Avalos (393 y 1032). Más tarde, nos dice el cronista, fue capitán
de a caballo de la Gasca (425).
El error de estas noticias de Huamán Poma sobre el capitán Avalos de Ayala, es patente. En ningún
documento de las guerras civiles se halla el capitán Avalos, en el Perú, antes de 1548. Por diversos
testimonios puede afirmarse que éste vino a Indias con el Licenciado la Gasca, que pasó con éste a
Buenaventura y luego con Benalcázar a Quito. En 1548 o sea un año después de la batalla de Huarina,
ingresa al Perú y asiste al lado de la Gasca a la batalla de Xaquixaguana en que es derrotado Gonzalo
Pizarro. Ejerce luego una comisión en Charcas, llevando el oro del Rey de Potosí a Lima. Sirvió, enseguida, en
el bando real en las sublevaciones de Sebastián de Castilla y Hernández de Girón. En ésta última, juntó 200
soldados, a los que proveyó de lo necesario y mandó como capitán de infantería. Estuvo en el ejército de los
Oidores contra Girón, en Pachacamac y le siguió hasta el valle de Villacuri. El Palentino menciona a Avalos en
esta batalla, entre los amigos del Oidor Santillán y Garcilaso le cuenta entre los heridos de esa desastrosa
jornada. En una información hecha en 1578 se dice que el capitán Avalos "fue herido de un arcabuzazo en el
brazo izquierdo y mano del cual quedó manco". Perdió también toda su ropa, plata y cabalgadura. Siguió sin
embargo, en el servicio real, hasta la batalla de Pucará en que fue derrotado Hernández Girón y donde "se
señaló mucho". Fue enseguida a Lima y luego a Potosí donde recibió como prisioneros al Adelantado Sanabria
del Río de la Plata y a Juan Núñez de Prado, gobernador de Tucumán y los condujo a Lima, entregándolos al
Marqués de Cañete. En 1559 se le encuentra en Arequipa firmando con don Pedro Luis de Cabrera, el gordo
pariente de Garcilaso, un contrato de transporte de maíz de Cuzco a Arequipa en unas recuas de llamas que
poseía.
Por sus señalados servicios al Rey envió al Virrey una cédula en 18 de agosto de 1559, recomendando
a Avalos para que se le diese alguna renta.5 El Conde de Nieva Otorgó por esto a Avalos, en 29 de abril
de 1563, una merced de 5 000 pesos de oro situados en la Caja Real de Potosí, sobre indios vacos y
por dos vidas. En 1578 había muerto y su hijo, Luis Dávalos de Ayala, reclamaba la herencia. En 1608
solicitaba la merced real en Lima, el nieto, capitán Juan Avalos de Ayala, hijo de otro Juan de Avalos
que fue hijo segundo del viejo capitán.
Estos documentos no dejan lugar a dudas y descubren el enredo mental del cronista. El capitán Avalos
de Ayala no estuvo en el sitio de Lima (1536) ni fue herido en la Huarina (1547). Llegó un año más
tarde de este suceso y siete años después cayó herido en Villacuri (1554) o en Chuquinga según otros
documentos. Es posible que en este trance le auxiliara Huaman Mallqui, pues los indios Lucanas
intervinieron en esta campaña. En cuanto al capitán Martín de Olmos, que según Huamán Poma estuvo
a punto de matar a Ayala en la batalla, estuvo en Chuquinga en el mismo bando que Avalos o sea en el
campo del Rey.
El episodio más dudoso de la biografía paterna es el referente a la vinculación sui generis que, desde la
batalla de Huarina, o de Chuquinga tuvo el capitán Avalos con Huaman Mallqui y su familia. El cronista
nos habla de un hermano suyo, mestizo, llamado Martín de Ayala, quien fue hijo del capitan Luis Avalos
de Ayala y de la madre del cronista doña Juana Curi Ocllo. Huamán Poma elude explicar la forma y el
tiempo en que el capitán Ayala sedujo a su madre, pero de sus propias afirmaciones y de la cronología
se deduce que estas relaciones se contrajeron, hallándose ya unida a Huaman Mallqui, quien ajeno a
las susceptibilidades occidentales, tomó esta colaboración como un gran honor, que el cronista
comparte, según se desprende de sus continuas alabanzas al caballero Ayala y a su linaje (1107). La
familia Huamán vivió agradecida y guardó con respeto el nombre de don Luis Avalos de Ayala, pero lo
que es más pintoresco, Huaman Mallqui, el cónyuge agraviado, adoptó el nombre de su competidor
conyugal y lo trasmitió a sus hijos.
El padre del cronista sirvió también al Rey en la revolución de Hernández Girón. Huamán Poma repite
varias veces, según su costumbre, que los indios Lucanas dirigidos por su padre y por Apo Uasco
Changa y Guamán Uachaca Lurinchanga, principales de la provincia de Andahuaylas, combatieron
contra el rebelde después de la batalla de Chuquinga y le derrotaron en el sitio de Huachahuapiti
Huancacocha, junto a Huatacocha (págs. 409, 431 y 736). Según el cronista, quien recoge
indudablemente tradiciones populares indígenas de su provincia, su padre y los principales que le
acompañaban vencieron a "trecientos españoles y cien yanaconas mestizos y mulatos del bando de
Hernándes de Girón en el alto de Uachauapite, junto a Uatacocha Uraya Uma Uancacocha" (433),
obligando al rebelde a huir a las montañas de Jauja, donde, según las mismas tradiciones indias que
recoje Huamán Poma, fue apresado por los indios Jaujas. Un grabado presenta a Huamán Malqui
amenazando con su lanza a Hernández Girón que huye con otros españoles. En todas estas noticias,
referentes al paso de Hernández Girón por los Lucanas y a su brillante e inesperado triunfo de
Chuquinga, que hirió la memoria popular indígena, resalta la inseguridad y la tendencia legendaria de
la tradición oral que el cronista transmite.
Los indios Lucanas convirtieron el episódico combate del alto de Huachahuapiti, habido después de
Chuquinga, como la derrota decisiva de Hernández Girón, después de la que éste huye a Jauja,
eludiendo la batalla de Pucará, a la que se refiere después, y en que el rebelde fue efectivamente
deshecho. La prisión del rebelde realizada por capitanes españoles se atribuye a los caciques indios de
Jauja (434 y 435), en especial a Choquillanqui, uno de cuyos hijos fue amigo de Huamán Poma y le
favoreció en uno de sus viajes (1120).
Los indios Lucanas, según el Palentino y otros documentos, tampoco se limitaron a atacar a
Hernández Girón, después de la batalla de Chuquinga. Atacaron a los dos bandos, al del mariscal
Alvarado que defendía al Rey y al que le mataron treinta hombres y al del rebelde Hernández Girón,
cargando sobre ambos después de la batalla y robándoles sus equipajes. Huamán Poma convierte este
acto de represalia indígena en un servicio a la causa del Rey. 6
Todavía Huaman Mallqui, indio colaboracionista toma parte en la prisión de Túpac Amaru en Vilcabamba
realizada por el capitán Martín García de Loyola, de orden del Virrey Toledo. El cronista afirma que el
Virrey le nombró por capitán de Vilcabamba y que en esa circunstancia ganó merced de armas y salario
de dicho Virrey, la que confirmaron los Virreyes don García Hurtado de Mendoza y don Luis de Velasco
(903). No está claro, sin embargo, por la confusión de las frases del cronista, si la capitanía y las
mercedes fueron otorgadas a Huaman Mallqui o al capitán Dávalos de Ayala, su asociado conyugal. Me
inclino a lo segundo.7
La última etapa de la vida de Huaman Mallqui transcurre en el Cuzco y en Huamanga. De Virrey y
"segunda persona" del Inca el desafortunado descendiente de los Yarovilcas, Allauca Huánucos, señores
del Chinchaysuyo, desciende a ser mayordomo y mandadero, primero del Hospital de Naturales del
Cuzco y luego del de Huamanga. En uno y otro sirvió treinta años "de sacar servidores y limpiar la casa y
comprar de comer para los pobres del hospital" (736 y 819). "Y acabó su vida muy viejo de edad de
ciento y cincuenta años" (76 y 1078).
De su unión con doña Juana Curi Ocllo tuvo Huaman Mallqui de Ayala cuatro hijos varones, Felipe,
Francisco, Juan y Melchor y una hija llamada Isabel Huamán Poma de Ayala. Doña Juana tuvo a su vez
un hijo mestizo, el padre Martín de Ayala, hijo de don Luis Avalos de Ayala. El cronista no hace mención
mayor de sus demás hermanos, pero el Palentino nombra a un clérigo llamado Francisco Huamanes de
Ayala, a quien Hernández Girón envía desde Guamanga, como emisario suyo ante el Arzobipo Loayza
para convencerlo a su favor. El clérigo engañó a Lope Martín y llegado el Arzobispo, éste le hizo prender
y le remitió enseguida a España junto con otro clérigo alborotador llamado Baltasar de Loayza. 8 Huamán
Poma, buen alegador de sus servicios familiares al Rey, calla todas estas cosas. Es indudable, sin
embargo, por la coincidencia de nombres, que se trata de un hermano suyo mestizo por el hecho de ser
clérigo. Este hermano que actuaba ya en 1556, como eclesiástico, debió ser mayor que Felipe el cronista.

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