La Tentacion Sexual y La Santidad Del Sexo
La Tentacion Sexual y La Santidad Del Sexo
La Tentacion Sexual y La Santidad Del Sexo
SEXO
¿Por qué la tentación sexual es un problema mayor para
los hombres que para las mujeres?
Mientras que las mujeres de ninguna manera son inmunes a la tentación sexual,
generalmente, los hombres luchan con la tentación sexual en una mayor medida.
Más hombres que mujeres cometen adulterio. En las relaciones pre matrimoniales,
los hombres son más propensos a buscar el sexo de sus parejas que las mujeres.
¿Por qué es esto? ¿Por qué la tentación sexual es un problema mayor para los
hombres que para las mujeres? La Biblia no responde la pregunta del "por qué". Por
el contrario, la Biblia deja muy claro que la inmoralidad sexual es siempre un
pecado. “…En cambio el cuerpo no es para que lo usemos en relaciones sexuales
prohibidas. Al contrario, debemos usarlo para servir al Señor Jesús, pues
nuestro cuerpo es de El”. 1 Corintios 6:13.
El hecho de que vencer la tentación sexual a menudo es más difícil para los hombres,
definitivamente no es una excusa. "Es tan difícil resistirse" no es una explicación
que Dios aceptará. Sin eufemismos, la inmoralidad sexual es siempre un pecado.
Por lo tanto, la tentación sexual hay que vencerla 1 Corintios 6:18. “No tengan
relaciones sexuales prohibidas. Ese pecado le hace más daño al cuerpo que
cualquier otro pecado”.
Teniendo en cuenta que la Biblia específicamente no da una respuesta al por
qué la tentación sexual es una lucha mayor para los hombres que para las
mujeres, podemos buscar ayuda en la biología o en la fisiología.
Fisiológicamente, los hombres suelen tener un mayor impulso sexual que las
mujeres. Naturalmente, los hombres piensan en el sexo más a menudo y lo
desean con más frecuencia que las mujeres.
Esto se ve agravado por el hecho de que los hombres son fácilmente más
estimulados por la vista que las mujeres (lo que también explica por qué los
hombres son mucho más propensos a mirar la pornografía).
Simplemente, la visión de un atractivo femenino a veces es suficiente para
desencadenar el impulso sexual del varón. Si un pensamiento sexual no se
abandona inmediatamente (con la ayuda de Dios), puede convertirse de río en
cascada de tentación sexual, muy difícil de resistir.
No hay duda, el impulso sexual masculino es un hecho, no una excusa. Si un
hombre cede a la tentación sexual, no tiene que culpar a nadie. "No os ha
sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar“. 1 Cor 10:13.
¿Cómo vencer la tentación sexual?
El diablo usa la sexualidad como una de sus armas más poderosas.
Él quiere hacer que los puros se sientan impuros, con la esperanza de que también actúen de
manera impura.
Satanás desea socavar la obra santificadora de Cristo y sabe que todo cristiano ha sido “apartado”
de lo inmundo para ser limpio y de lo profano para ser santo.
También sabe que cuando los cristianos actúan como la gente santa que son, Dios hace maravillas
en medio de ellos. “Josué, por su parte, le dijo a todo el pueblo: ¡Prepárense para
presentarse ante Dios! Mañana Dios hará un gran milagro entre nosotros”. Josué 3:5
Sin pureza no hay poder, con pureza, el poder no tiene límites.
En 2 Samuel 11 se relata que cuando el rey David salió al balcón de su palacio vio bañándose
a Betsabé que era muy hermosa.
El proceso de la tentación se hizo presente, y David primero adulteró en su corazón y mente,
después la mandó a llamar y estuvo con ella abusando de su poder, no le importó que tenia
marido y maquinó un plan para que no se enterara.
Ante el fracaso de su plan planificó un asesinato, confirmando que un pecado llama a otro
pecado, que para encubrir una mentira, se inventa otra mentira llegando al punto de fabricar
un nido de mentiras.
Dios no aceptó la conducta de David y tuvo que sufrir las consecuencias.
RECOMENDACIONES PRACTICAS PARA VENCER LA TENTACION SEXUAL.
1.- Acepte que será tentado. No ceda a la tentación. Será tentado sexualmente alguna vez
en su vida. Acepte ese hecho; es inevitable. La Biblia dice: “Cuando sean tentados”. Santiago
1:13, no dice: “Si son tentados”.
Pablo aconseja: “Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no han tenido. Y
pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran mas tentaciones de las que
puedan soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará como
vencerlas, y así podrán resistir”. 1 Corintios 10:13.
Lo que no debes aceptar es ceder a la tentación. “Dichoso el hombre que no cede a hacer lo
malo cuando es tentado, porque un día recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a
los que lo aman”. Santiago 1:12.
El diablo es el tentador, pero la tentación no está fuera de ti, sino adentro, en tu mente. Jesús
dijo: “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad
sexual…”, Marcos 7:21.
La Biblia nos dice que hay “un ejército de malos deseos dentro de nosotros”. Santiago 4:1.
Satanás intentara convencerte de que esos deseos: “serán reconfortantes”, “será la mejor
experiencia de tu vida”, “te hará sentir especial”. No lo escuches ni le creas. Aléjate de él y
de sus pérfidas sugerencias. Satanás es un experto en usar la técnica del susurro, su trilogía es:
“No pasa nada”, “todos lo hacen”, y “hazlo ahora”.
2.- Reconoce aquello que te tienta y prepárate.
Ciertas situaciones te hacen más vulnerables a la tentación que otras.
Algunas circunstancias te harán tropezar casi de inmediato, mientras que otras no te
molestarán mucho. Pregúntate: “¿Cuándo me siento más tentado? ¿Qué día de la
semana? ¿A qué hora del día? ¿Dónde me siento más tentado? ¿En el trabajo? ¿En casa?
¿En casa de un amigo? ¿Quién está conmigo cuando soy más tentado?”.
Presta atención si la tentación aparece cuando estás cansado, solo, aburrido, deprimido
o bajo estrés.
Debes identificar tu modelo particular de tentación y luego prepararte para evitar esas
situaciones tanto como sea posible.
3.- No te dejes engañar. La inmoralidad es una elección y no un accidente.
“No es algo que le ocurre a la gente. Es algo que la gente hace que le ocurra”.
En otras palabras, la inmoralidad no te elige, tú la eliges a ella, o tu eliges evitarla.
Si dependes de Dios cada día y tomas pasos deliberados y progresivos para cultivar la
pureza, podrás evitar caer frente a la tentación.
El que peca, lo hace porque quiere pecar.
4.-Coloca
freno a tus ojos.
La mayoría de las tentaciones comienzan por la vista.
“La mujer se fijó en que el fruto del árbol si se podía comer, y que solo de verlo se antojaba y daban
ganas de alcanzar sabiduría. Arrancó entonces uno de los frutos, y comió. Luego le dio a su esposo, que
estaba allí con ella, y también lo comió. Gen 3:6.
Cuatro palabras constituyen peldaños en la escalera descendiente del pecado: ver, codiciar,
tomar y esconder.
“Sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la
casa real; y vio desde el terrado a una mujer… y envió David mensajeros y la tomó…”. 2 Samuel 11:2-4.
No debes ignorar que tus ojos son órganos sexuales muy poderosos.
Jesús nos advirtió diciendo: “Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale
perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno”. Mateo 5:29.
Dios no te dice que andes tuerto, sino que seas radical frente a la tentación sexual.
Job tiene un buen consejo: “Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una mujer para
codiciarla?”, Job 31:1
Un pacto con los ojos (mayordomía) es una buena decisión para evitar todo pecado sexual.
.
5.- Sustituye un pensamiento malo por uno bueno.
La tentación procura captar tu atención. La mejor manera de evitarla no es solo resistir a un
pensamiento malo, sino sustituirlo por uno bueno.
El secreto de tu éxito radica en tu mente. “Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que
luchar contra ella”. En cuanto tu mente está en otra cosa, la tentación pierde su poder.
Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor. Así que, cuando la tentación te llame por
teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!”
6.-Huye de la inmoralidad.
Aléjate de los sitios que te tienten a pecar. Saca la computadora de tu habitación y colócala a la
vista de todos.
Recuerda que tu primera tarea no es resistir, sino huir. Huye de la tentación, así como también de
la compañía de aquellos que pueden hacerte caer en el lazo de la seducción.
José fue un joven que enfrentó con éxito la presión sexual. “Lo agarró de la ropa y le exigió:
¡Acuéstate conmigo! Pero José prefirió que le arrebatara la ropa, y salió corriendo de la casa”.
Génesis 39:12.
Nuestra responsabilidad ética es: Huir de la inmoralidad sexual. “No tengan relaciones sexuales
prohibidas. Ese pecado le hace más daño al cuerpo que otro pecado”. 1 Corintios 6:18.
LA SANTIDAD DEL SEXO
Dios le dio al hombre y a la mujer el gozo y el placer de las relaciones sexuales
dentro de los límites del matrimonio, y la Biblia es clara acerca de la importancia
de mantener la pureza sexual dentro de los límites de esa unión entre el hombre y
la mujer. “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer,
para formar un solo cuerpo”. Efesios 5:31.
Los seres humanos son muy conscientes del efecto agradable de este don dado por
Dios, pero lo han extendido mucho más allá del matrimonio y prácticamente en
cualquier circunstancia.
La filosofía secular del mundo que dice "si te hace sentir bien, hazlo", permea las
culturas, hasta el punto donde la pureza sexual se considera como algo arcaico e
innecesario.
Pero examinemos lo que Dios dice acerca de la pureza sexual. "pues la voluntad de
Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de
vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de
concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios. . . . Pues no nos ha llamado
Dios a inmundicia, sino a santificación" . 1 Tesalonicenses 4:3-5,7.
Este pasaje describe las razones del llamado de Dios a la pureza sexual en las vidas
de sus hijos.
¿Qué es la sexualidad y en qué se diferencia del sexo?
Hay algunas diferencias básicas entre la sexualidad y el sexo. La sexualidad incluye
pensamientos, emociones, actitudes y expresiones relacionadas con el sexo.
Es decir, la sexualidad no solamente se expresa en el toque físico, en el momento
erótico al cual nosotros llamamos sexo o relación sexual.
La sexualidad va a un campo más amplio, demostrada en cada ser humano en su
forma de pensar, actuar y expresarse con referencia a sí mismo y los demás.
A Dios no le molesta nuestra sexualidad, pero está atento a como la utilizamos; por
ejemplo, una sexualidad desubicada y guiada a la satisfacción personal sin medir
consecuencias, es lo que la Biblia llama perversión.
La promoción que vemos hoy sobre el tema del sexo por películas, series y escritos,
está basada en la búsqueda del placer y en la satisfacción personal (Hedonismo)
Hay dos puntos totalmente opuestos uno dice: “bueno, la vida es muy corta, hay
que disfrutarla como se pueda y cuando se pueda”, otros dirían: “la vida es corta,
pero se necesita vivir con principios y valores para no causar problemas a nuestro
pasar por el mundo, por eso, me abstendré de todo lo que es moralmente malo”.
LA SANTIDAD DEL SEXO
Ser santos no significa tener mucho poder, decir “yo soy un hulk espiritual” o votar
rayitos brillantes, sino ser apartados para Dios.
“El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que
Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. Cuando Dios los salvó, en
realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben
dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios“. 1 Corintios 6:19-20.
Tres cosas espera Dios de nosotros con relación a nuestra sexualidad:
1- Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
Su cuerpo es como el templo al que asisten. ¿Podemos hacer lo que queramos en él?
¿Alguna vez has visto hermanos de tu congregación bebiendo bebidas alcohólicas,
jugando juegos de apuesta en el templo? Incluso no hablamos en el templo como
hablamos fuera, pues pensamos que en la Iglesia ciertas palabras son ofensivas e
irreverentes.
Pero aquí viene el punto: ¿Si llegamos a sentir respeto por un montón de bancos y
sillas? ¿Cuánto mayor respeto deberíamos considerar cuando sabemos que tenemos
al Espíritu Santo sobre nosotros?.
2- Ustedes no son sus propios dueños:
¿Significa esto que Dios nos va a manejar como títeres? No, claro que no.
Significa que nuestras acciones tienen consecuencias. Muchos viven una vida como si
no tuvieran dueños, no les importa lo que Dios piensa ni cuáles son sus reglas.
Una de las posturas principales en estos días es el egocentrismo, por mucho tiempo el
hombre ha querido demostrarle a Dios que pueden vivir sin Él.
La generación de estos días le dice a sus padres, que ellos hacen lo que les plazca con
sus cuerpos. Si tienen relaciones sexuales o no, si van a las fiestas o no, a ellos no les
importa el sentir de sus padres, tan solo quieren divertirse y hacer lo que les da la
gana.
El pensar que tenemos el derecho de hacer con nuestros cuerpos lo que queramos
porque somos libres, demuestra todo lo contrario, es decir: “Somos esclavos de
nuestras bajas pasiones y deseos desordenados”.
No somos dueños de nuestro cuerpo porque hemos sido “comprados por precio”,
ahora somos voluntariamente esclavos comprados en una subasta realizada en la
cruz. Si vivimos en un edificio no podemos violar las normas establecidas.
Ahora nuestro cuerpo le pertenece a Cristo y no podemos violar las normas
establecidas en su Palabra.
3- Honren con su cuerpo a Dios.
Debemos ser santos y disponernos a actuar con inteligencia; si permitimos que el
Espíritu Santo tome el control de nuestras vidas podemos tener dominio propio;
debemos saber que los pecados atentan contra nuestra relación con Dios, y
nosotros debemos cuidar eso más que cualquier otra cosa en el mundo.
Las invitaciones que el mundo nos haga, nunca será a vivir una vida de seriedad y
valor sino de perversión y descontrol.
Como hijos obedientes, no podemos amoldarnos a los malos deseos que teníamos
cuando vivíamos sin Dios y en la ignorancia. “Más bien, ser santos en todo lo que
hagamos, como también es santo quien nos llamó”. 1 Pedro 1:13-15.
Es imposible ser santos y vivir como queramos, el apóstol Pedro dice: “no se
amolden a los malos deseos”, pero a pesar de que son malos, siguen siendo deseos,
en otras palabras, lo que nosotros hacíamos cuando vivíamos sin Dios y lo que nos
gustaba, cuando venimos a los pies del Señor esto se transforma en tentación, que
de caer en ella sería pecado.
Toda clase de actos sexuales, toda forma de descontrol, como drogas, alcoholismo
y pornografía, tienen que cesar una vez que estamos a los pies de Dios.
La pornografía destruye tu sexualidad
La pornografía es una de las prácticas más antiguas y aceptadas socialmente, que más
daño hace a la verdadera masculinidad y sexualidad de los hombres.
Es un arma de destrucción masiva que acaba con miles de hogares y afecta a millones de
hombres que no saben por qué les pasa lo que les está pasando, sin imaginarse que la raíz
del problema tiene un nombre muy conocido: PORNOGRAFIA.
No vamos a hablar sobre lo que es la pornografía, pues como ya dijimos, es muy conocida
por la sociedad.
Algunos datos que nos ayudan a ver lo bien conocida que es la pornografía muestran que
hay más de 500 millones de sitios web con contenido pornográfico y mueve la increíble
cifra de $4.9 billones de dólares al año.
El objetivo de satanás es hurtar, matar y destruir; una de las formas mas dañinas es
haciendo que las personas cedan ante sus deseos sexuales fuera de la intimidad del
matrimonio.
El enemigo de nuestras almas usa las imágenes inmundas de la pornografía, para tomar el
control completo de la mente de una persona.
Satanás es muy astuto y tiene la capacidad de ocultar las consecuencias de la pornografía,
apelando al imperio de los sentidos para que la persona pierda de vista el panorama
general.
Los peligros de la pornografía
1.- Es altamente adictiva
La pornografía en estos días es muy común y el internet es un medio de expansión muy
poderoso para la misma, lo que la hace realmente peligrosa. En cuarentenas por la
pandemia, se calcula que hubo aproximadamente 150 millones de búsquedas al día.
Creer que algo es inofensivo porque todos lo hacen o mucha gente lo consume es un grave
error. Que la pornografía sea popular no significa que sea buena, por el contrario, nos
muestra que la pornografía es muy adictiva, y las adicciones hacen vulnerables a los
adictos frente a sus proveedores.
Cuando usted entra a este mundo, así esté consumiendo contenido gratuito, usted ha
comenzado a estar a merced de los productores de pornografía a nivel mundial, y pronto
va a necesitar cierta cantidad de la misma como si fuera una dosis mínima.
Esta adicción esclaviza por igual a hombres y mujeres de cualquier edad y condición:
casados y solteros, todos estamos expuestos a caer en este peligroso vicio.
El 70% de los hombres entre los 14 y 25 años, por ejemplo, consumen pornografía al
menos una vez al mes, y la mayoría de casos de adicciones en niños se da como daño
colateral del consumo de pornografía por parte de sus papás, dañando la infancia,
juventud y matrimonio de sus hijos.
2.- Consecuencias físicas.
Mucho se habla del peligro de la pornografía pero poco se cuenta sobre sus
consecuencias físicas, sí, físicas.
Entre algunas de las duras consecuencias que tienen que afrontar los hombres que
consumen pornografía se encuentran la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la
pérdida de apetito sexual, esta última termina supeditada al consumo de pornografía
previo o durante una relación sexual.
3.- Daño emocional.
Aunque comúnmente tendemos a ignorar las emociones de los hombres, los hombres
estamos expuestos a dañar nuestras emociones si consumimos pornografía.
Este vicio va llevando a los hombres a cambiar su manera de pensar acerca de las
relaciones sentimentales y de las maneras en las que se expresan las diferentes
emociones que sentimos. Para un consumidor de pornografía habitual, casual o social,
o como quiera llamarlo, las personas comienzan a perder su verdadero valor y
comienzan a convertirse en objetos para ser usados más que en personas para ser
amadas.
La pornografía es una forma de infidelidad oculta, físicamente pueden ser fieles a su
pareja, pero su infidelidad “secreta” también es destructiva.
4.- Destruye la hombría y capacidad de amar.
El consumo de pornografía, además de dañar las emociones del hombre, destruye su
hombría en dos sentidos:
A.- Pierde su capacidad de amar y destruye su autoestima. Como vimos en el punto
anterior, el hombre que daña sus emociones pierde su capacidad de expresar y
experimentar el amor, pues las mujeres se convierten en simples objetos de
satisfacción.
B.- En este mismo sentido, el autoestima del hombre se ve afectada al querer llevar
a la realidad las fantasías que la pornografía vende.
Los cuerpos, tanto de hombres como mujeres, se guardan en la imaginación como
modelos a encontrar, creando frustraciones que afectan la hombría, pues su definición
como hombre sólo se va a basar en su desempeño sexual o en la cantidad de mujeres
con quien pueda acostarse (o masturbarse) perdiendo importancia roles importantes
como la paternidad o el desarrollo personal como esposo.
Después de caer en la trampa de la pornografía la persona sea hombre o mujer,
llega a sentirse sucia, derrotada y avergonzada.
La mujer se ilusionara con un cuerpo esbelto y tentador y el hombre tendrá la
obsesión de tener un miembro viril descomunal.
Cómo enfrentar a la pornografía
1.- Aceptar que hay que enfrentarla
Lo primero que una persona debe hacer para enfrentar la pornografía y ser libre de ésta
es cambiar su manera de pensar y aceptar que la misma es una adicción, una que trae y
traerá múltiples e incómodos problemas.
La pornografía no es algo normal ni es algo que traiga beneficios a un hombre, esa es la
verdad que debes cambiar en tu mente acerca de la pornografía.
2.- Enfrentar la vergüenza y pedir ayuda.
El mayor engaño alrededor de las adicciones es que no es necesario pedir ayuda.
Muchas veces este engaño se crea para protegerse de algo que es más difícil de
enfrentar: La vergüenza.
Hay que enfrentarla y vencerla. Hay que dar este paso porque es la que nos mantiene
cautivos de la adicción pornográfica. Una vez vencida, pedir ayuda es primordial.
Las adicciones, de todo tipo, son difíciles de vencer, por eso es importante encontrar a
alguien de confianza, confesar su adicción y tener el acompañamiento de alguien.
Si usted es casado, su esposa debería ser esa persona. ¿Por qué es importante confesar y
tener alguien a quién rendir cuentas? Porque confesarlo y aceptarlo enfrente de alguien,
te hace libre de algo que normalmente se mantiene oculto.
3.- Cuidar el entorno.
Nadie puede salir de un problema si no cambia su entorno, pues si queremos
resultados diferentes necesitamos hacer las cosas de una manera diferente.
Es necesario evaluar qué hace fácil que puedas consumir pornografía y qué
situaciones te llevan a hacerlo para así poder parar esas situaciones. ¿Ves
pornografía en tu celular? ¿Lo haces después de haber visto alguna imagen
provocativa en una red social? ¿Consumes pornografía cuando has tenido un día difícil
o cuando peleaste con tu novia o esposa?
Estas son preguntas que debes comenzar a hacerte para encontrar qué cambios hacer.
Por ejemplo, si la ves en tu celular, dale todas tus claves a tu esposa o padres para
que puedan auditar constantemente tu Smartphone; también es importante poner
límites a su uso como apagarlo después de cierta hora o no usarlo cuando estás solo y
la tentación pueda venir.
Si, además, las redes sociales son un punto de partida, puedes cerrar tu cuenta o
bloquear todos los amigos o cuentas que publiquen contenido sexual provocativo.
Si el problema es el televisor, sácalo de tu cuarto y ponlo en un lugar común de la
casa. Si lo haces para llenar un vacío encuentra maneras más productivas y efectivas
de salir de esto como orar, leer un libro o empezar el estudio sistemático de la Biblia.
4.- No estás solo.
La adicción a la pornografía es más común de lo que crees. Millones de hombres
luchan secretamente con ésta sin resultados positivos.
Ya es hora de parar, toma la decisión, comienza a vivir en libertad y a disfrutar
de tu sexualidad en orden.
5.- Biblioterapia.
“Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al
trono de Dios. El nos ayudara, porque es bueno y nos ama”. Hebreos 4:16.
El clamar a Dios para romper el hábito de ser adicto a la pornografía siempre es
oportuno, el poder del Espíritu Santo se manifestará rompiendo ataduras.
El Espíritu Santo no hace que las tentaciones desaparezcan, pero nos dará las
fuerzas y aliento para clamar: ¡Jesús ayúdame a vencer!.
“E invócame en el día de la angustia; te librare, y tu me honraras”. Salmos 50:15.
Cuando el tentador intente nuevamente tentarlo clame el nombre del Señor:
“Torre fuerte es el nombre de Jehová; a el acudirá el justo, y será levantado.
Proverbios 18:10.