Psicopatologia de La Psicomotricidadpdf
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Psicopatología de la psicomotricidad
J. M. Menchón
PUNTOS CLAVE
• Las á reas cerebrales relacionadas con la actividad sustancias o aparecer en trastornos con síntomas
motora está n ampliamente distribuidas a lo largo psicó ticos; la agitació n que se presenta en trastornos
del cerebro e implican estructuras diversas, entre las de personalidad o ante situaciones vitales estresantes
cuales cabe destacar la corteza cerebral y los ganglios agudas suele ser transitoria y menos grave.
basales. • Las discinesias tardías se han asociado
• Muchas de las á reas cerebrales implicadas en la predominantemente a la utilizació n de antipsicó ticos.
psicomotricidad tambié n desempeñ an funciones de tipo • En los trastornos del estado de á nimo, el aumento
cognitivo y emocional. de la actividad psicomotora está má s asociada a la
• La agitació n puede ser debida a trastornos mentales manía, mientras que en la depresió n predominan el
orgá nicos, estar relacionada con el consumo de enlentecimiento o retardo psicomotor.
el cerebro (p. ej., insuficiencia renal, insuficiencia cardía- sociocultural a otro. Hay á mbitos socioculturales en los
ca, hipercapnia). En estos casos es frecuente que la agita- que las emociones y sentimientos se expresan de una ma-
ció n sea un síntoma má s de un síndrome confusional nera má s importante, mientras que en otros á mbitos la
(o delirium, término que no debe confundirse con el tér- expresió n está má s restringida. Por tanto, la exploració n
mino «delirio» que se refiere a idea delirante). Ante un de la psicomotricidad debe ser contextualizada en el ám-
cuadro de agitació n psicomotora es importante conside- bito sociocultural del que procede el individuo.
rar la presencia de este grupo de causas orgá nicas y llegar
Enlentecimiento o retardo psicomotor
a su diagnó stico (o a descartarlas), dado que pueden ser
particularmente graves. Para referirse a un enlentecimiento de la actividad psico-
Otro grupo de causas de agitació n son las relaciona- motora se utilizan diversos términos que se refieren a
das con el consumo de sustancias. El síndrome de absti- conceptos equivalentes. El término retardo psicomotor es
nencia al alcohol o las intoxicaciones por alcohol, cocaí- prá cticamente equivalente al enlentecimiento y se refiere
na, anfetaminas o fenciclidina pueden ocasionar cuadros a un progresivo enlentecimiento de la actividad mental y
de agitació n. Asimismo, todos los fá rmacos que puedan motora, evidenciada por mayor latencia en las respues-
producir un síndrome confusional (delirium) también tas, una disminució n en la velocidad del pensamiento y
pueden manifestarse con agitació n psicomotora. del habla y una menor actividad motora espontá nea, así
Otro gran grupo de pacientes con agitació n psicomo- como también una menor expresividad o reducció n en la
tora son los pacientes con trastornos que cursan con mímica (hipomimia y amimia). El término bradicinesia es
síntomas psicó ticos. Dentro de éstos hay que destacar la similar pero enfatiza má s el enlentecimiento motor. La
esquizofrenia. En estos casos, la agitació n no se relaciona facies puede dar la impresió n de una má scara por su falta
tanto con alteraciones del nivel de conciencia (como en de expresividad, el parpadeo es mínimo y el lenguaje
los síndromes confusionales) sino con la presencia de montó nico. Si llega hasta la inmovilidad (acinesia), como
síntomas psicó ticos, en particular de ideas delirantes. Los ocurre en los casos de estupor, la persona, aunque está
e-730 CAPÍTULO 47 Psicopatología de la
psicomotricidad
vigil, no come, puede dejar de hacer sus necesidades o Mutismo
mostrar una incontinencia y su aspecto puede ser tanto
de indiferencia como de tensió n interna. En el mutismo, el paciente se mantiene callado y no emi-
El enlentecimiento psicomotor se puede observar en te sonidos. Sin embargo, está vigil, consciente y entiende
una variedad de trastornos mentales orgá nicos. Por ejem- ó rdenes. Puede escribir de forma coherente y la expresió n
plo, una encefalitis, la enfermedad de Huntington, un corporal puede estar conservada. Trastornos en los cuales
tumor cerebral o la enfermedad de Parkinson pueden puede presentarse el mutismo son los trastornos depresi-
cursar con un notable enlentecimiento psicomotor. Tam- vos, en estados catató nicos, esquizofrenia. El mutismo
bién la intoxicació n por algunos sedantes, como los bar- también puede aparecer debido a lesiones, principalmen-
bitú ricos, puede presentarse con cuadros de enlenteci- te de fosa posterior que afectan al cerebelo.
miento psicomotor. El mutismo acinético (también llamado «coma vigil»)
En las depresiones, en particular cuando son de una es una forma de mutismo que se asocia un estado de in-
intensidad grave, se puede detectar un retardo psicomo- movilidad aunque la persona se mantiene alerta (que se
tor que puede llegar a una inhibició n psicomotora com- evidencia por los movimientos de seguimiento de los
pleta. En los pacientes con depresió n puede observarse la ojos), lo que lo diferencia del estupor. El mutismo acinéti-
denominada facies en forma de «omega» por la similitud co se puede presentar en personas con lesiones (habitual-
con la letra griega correspondiente. Consiste en la forma mente tumores) en el diencéfalo o en el tronco cerebral
de un pliegue de la frente, por encima de la raíz de la (por afectació n de la formació n reticular), lesiones bilate-
nariz, que se produce por una actividad aumentada del rales del ló bulo frontal y mesodiencefálicas o en el cerebe-
mú sculo superciliar (mú sculo corrugator) de forma bila- lo, así como también en la hidrocefalia obstructiva, en la
teral. La presencia de este signo suele asociarse a un en- enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, en accidentes cerebro-
lentecimiento psicomotor y, como se ha mencionado, a vasculares, en la leucoencefalopatía multifocal progresiva
depresiones de gravedad má s intensa. En casos de inhibi- por VIH o inducido por baclofeno. La descripció n clásica
ció n psicomotora importante en la depresió n puede ser de Cairns en 1941 (que fue quien introdujo el término) es
difícil de distinguirlos de la catatonía. En la tabla 47-1 se de un estado de aparente alerta junto con una ausencia de
exponen los síntomas que son considerados por escalas casi todas las funciones motoras, incluyendo lenguaje,
de evaluació n del enlentecimiento. gestos y expresió n facial, y fue descrito en una paciente
con un quiste epidermoide del tercer ventrículo. La mira-
da sigue a los objetos, y dirigir la mirada hacia ruidos y el
paciente puede aparentar realizar un esfuerzo para hablar
TABLA 47-1 Aspectos que se evalúan
pero no habla o só lo dice algunos monosílabos; ante la
en diversas escalas de
enlentecimiento y alteraciones repetició n de ó rdenes sencillas, en ocasiones realiza algú n
psicomotoras en la depresión movimiento, lento, para ejecutarlas. El mutismo acinético
puede formar parte o evolucionar hacia un síndrome apá-
Aprensión facial lico, esto es, el paciente está en coma vigil, no sigue con la
Inmovilidad facial mirada objetos, no hay ningú n tipo de respuesta a los es-
Inmovilidad corporal tímulos y muestra patrones motores primitivos (chupeteo,
Postura hundida automatismos). Este estado es consecuencia de una lesió n
Movimiento enlentecido de las á reas asociativas y secundarias sensoriomotoras,
Enlentecimiento en la marcha que puede estar causado por estados de anoxia, intoxica-
Enlentecimiento en movimientos de tronco y extremidades ció n por monó xido de carbono, encefalitis o traumatis-
Enlentecimiento en movimientos de cuello y cabeza mos craneales. El mutismo acinético puede parecerse a la
Retraso en la actividad psicomotora catatonía pero carece de otras características que suelen
Retraso en la respuesta verbal aparecer en ésta como manierismos, estereotipias, flexibi-
Respuestas verbales acortadas lidad cérea y la posició n catató nica.
Modulación de la voz En el mutismo electivo (o mutismo selectivo) la perso-
Volumen de voz reducido na, habitualmente niñ os, rehú sa hablar en determinadas
Enlentecimiento del ritmo del lenguaje situaciones sociales, lo que se puede asociar a timidez.
Fluencia verbal y del lenguaje
Ausencia de interacción
Ausencia de reactividad Negativismo
Atención disminuida
Pobreza de asociaciones El negativismo se refiere a aquella actitud por parte del
Disminución del lenguaje espontáneo paciente de oposició n a los movimientos que se le orde-
Experiencia subjetiva de rumiación nan. Se distingue un negativismo pasivo, en el que la re-
Percepción de enlentecimiento del tiempo sistencia no es activa (p. ej., mantiene los ojos cerrados
Menor concentración ante las preguntas), y un negativismo activo en el que el
paciente muestra una resistencia y oposició n activa
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psicomotricidad
haciendo incluso lo contrario de lo que se les pide. Con tipo de esquizofrenia, los movimientos expresivos están
frecuencia, el negativismo tiene como fundamento una alterados. El paciente presenta una facies inexpresiva y rí-
consciencia de actividad del Yo amenazada. gida y só lo los ojos parecen algo má s expresivos. No obs-
tante, estos estados catató nicos han ido desapareciendo de
la clínica habitual, y es cada vez má s raro en países indus-
Estupor trializados atender a pacientes que los presenten.
El estupor es un estado de disminució n de la reactividad La catatonía también se ha referido para estados de
a los estímulos que se puede acompañ ar de una cierta importante agitació n, la denominada catatonía agitada.
disminució n de la conciencia del entorno. Cuando no El paciente está extremadamente agitado, inquieto, hiper-
hay una alteració n de la conciencia, a veces se utiliza de activo, sin un propó sito u objetivo definido en esta hiper-
forma equivalente a mutismo. Cuadros de estupor pue- actividad y no se ve influido por el entorno. Una forma
den aparecer en diversos trastornos. especialmente grave es la denominada catatonía letal de
Estupor en trastornos mentales orgánicos. El Stauder (1934), en la que el paciente presenta agitació n
estupor puede aparecer en pacientes con trastornos psicomotora, conductas autolesivas y obnubilació n de la
mentales debidos a sustancias o a enfermedades médicas conciencia, que evoluciona en pocos días hacia un estado
(clásicamente conocidas como reacciones exógenas agudas) de postració n, rigidez muscular y mutismo, situació n que
como, por ejemplo, la encefalitis. En estos pacientes suele puede llevarle al fallecimiento en pocos días.
haber una mayor alteració n de la conciencia. Esta etiología Sin embargo, en la actualidad el concepto de catatonía
de algunos cuadros de estupor demuestra la importancia se ha ampliado para referirse a estados que presentan di-
de realizar una evaluació n orgá nica y neuroló gica de los versas anormalidades psicomotoras importantes. Este
pacientes en estado de estupor. concepto ampliado de catatonía incluye manifestaciones
Estupor catatónico. Se describe má s adelante en el de alguno de los síntomas siguientes: inmovilidad motora
apartado de catatonía. (en forma de estupor o de cataplejía), actividad moto-
Estupor depresivo. En depresiones graves ra excesiva (equivalente a la agitació n catatónica y en la que,
la inhibició n psicomotora puede llegar a ser tan por el contrario a la inmovilidad, presenta un estado de
importante que el paciente se queda inmóvil y callado. agitació n sin objetivo aparente y que no se ve influida por
El paciente está vigil, lo que se evidencia por la mirada estímulos externos), negativismo extremo o mutismo, mo-
y la musculatura tensa, pero la claridad de la conciencia vimientos voluntarios peculiares (como estereotipias, ma-
puede estar disminuida. Internamente suele acompañ arse nierismos, adopció n de posturas extravagantes, gesticula-
de un estado de angustia marcado, sentimientos de culpa, ció n exagerada),ecolalia (repetición patoló gica de palabras
sentimientos de ausencia de energía vital y carencia de o frases aparentemente sin sentido justo después de haber-
impulsos. Estos estados pueden requerir alimentació n las oído de otra persona) o ecopraxia (imitació n repetitiva
artificial dado el riesgo de deshidratació n y desnutrició n. de movimientos de otra persona). Este concepto má s am-
Aunque la actividad psicomotora de algunos pacientes plio ha llevado a un ligero aumento de los diagnó sticos
© ELSEVIER. Es una publicació n M AS SON. Fotocopiar sin autorizació n es un delito.
depresivos estuporosos esté marcadamente enlentecida, que cursan con catatonía como característica asociada.
pueden estar extremadamente ansiosos. La catatonía no es un diagnó stico en sí mismo sino que
Estupor psicógeno. El estupor psicó geno puede es una característica que puede aparecer en diversos tras-
aparecer de forma reactiva a circunstancias ambientales tornos, entre los que se incluyen la esquizofrenia, los tras-
particularmente estresantes, sobre todo en situaciones de tornos del estado de á nimo (depresió n y trastorno bipolar
terror o pánico, en las que el paciente se «queda paralizado» o psicosis maníaco-depresiva), así como también en enfer-
por el miedo. medades neuroló gicas (como en la encefalitis). Efectos
secundarios de fá rmacos pueden causar manifestaciones
similares a las de la catatonía al cursar con rigidez muscu-
Catatonía lar, en particular el síndrome neuroléptico maligno (efecto
Enlentecimiento psicomotor importante con inmovilidad. colateral raro pero potencialmente grave de los neurolép-
En su definició n original una característica relevante era la ticos) o la hipertermia maligna (atribuida a agentes anes-
presencia de la rigidez catató nica, en la cual la postura se tésicos halogenados). También algunas distonías muscu-
mantiene fija, de forma continuada, con rigidez muscular lares debidas a los neurolépticos pueden causar síntomas
asociada y resistente al cambio. El paciente se mantiene que en ocasiones se han confundido con la catatonía.
vigil, aunque inmóvil y parece ser indiferente al entorno. En
general, se asocia un negativismo oponiéndose con fuerza a
los intentos de forzar movimientos pasivos por parte del
OTROS TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
examinador, aunque en algunos casos se ha descrito la obe-
diencia automá tica, en la que el paciente cambia la postura
Manierismos
si se le ordena. Clá sicamente, los estados catató nicos con Los manierismos son posturas o movimientos voluntarios
rigidez muscular se han atribuido a formas de esquizofre- realizados de forma repetida, cuyo resultado final resulta
nia (esquizofrenia catató nica). En pacientes con este ú ltimo extravagante, afectado o idiosincrá tico. Las posturas o
e-732 CAPÍTULO 47 Psicopatología de la
psicomotricidad
los movimientos tienen una finalidad pero son tan pro- en el tic (p. ej., un parpadeo) el movimiento es repetitivo,
nunciados, extravagantes o afectados que un observador simple y no es intencional (se considera movimiento invo-
externo los considera como inusuales. Ejemplos pueden luntario). Ademá s, las estereotipias suelen tener un movi-
ser movimientos inusuales de la mano al saludar a otros miento má s rítmico. En general, las diferencias suelen ser
o al escribir, o el uso extrañ o de palabras o expresiones. claras dado que la estereotipia son movimientos no tan
simples como los tics, aunque la diferenciació n entre un
tic complejo y una estereotipia puede ser má s difícil.
Estereotipias Catalepsia. En raras ocasiones se observa que un
Las estereotipias son repeticiones continuas de movi- paciente adopta una postura y se mantiene durante
mientos (gestos, posturas) o de palabras o frases que no largo tiempo inmóvil. El mantenimiento rígido de
tienen una finalidad. Las palabras o frases pueden ser una postura no natural durante mucho tiempo se ha
comprensibles o no tener significado aparente. Los mo- denominado catalepsia o estereotipia postural. Estos
vimientos pueden ser simples (como golpetear con los pacientes pueden perseverar en posiciones peculiares
dedos, balancearse con el cuerpo) o complejos, pero tam- en las que se les ha colocado mediante un movimiento
bién carecen de una finalidad, aunque puedan ser pasivo y se comportan como si fuesen «de cera», por lo
reminiscentes de alguna. Los movimientos son intencio- que se ha denominado flexibilidad cérea. La catalepsia es
nales pero sin finalidad aparente y no son funcionales. muy rara en la actualidad y cuando se observa suele ser
Las estereotipias son un síntoma que se asocia en ge- predominantemente en pacientes con esquizofrenia.
neral a enfermedades mentales mayores y enfermedades Las estereotipias reflejan alteraciones graves del siste-
de cará cter neuropsiquiá trico. ma nervioso central. Sin embargo, la presencia de este-
Dentro de las enfermedades mentales, la estereotipia reotipias no só lo está relacionada con alteraciones gra-
es muy característica de la esquizofrenia. Las estereoti- ves del sistema nervioso central, dado que también se ha
pias que aparecen en la esquizofrenia suelen ser de tipo inducido la aparició n de estereotipias en animales me-
complejo. Aparte de la esquizofrenia, también se han des- diante manipulació n de factores ambientales (p. ej., en
crito en algunos otros trastornos que cursan con sínto- roedores enjaulados o en caballos en establos con poco
mas psicó ticos, como en episodios maníacos. Algunos espacio), lo que puede indicar la naturaleza multifacto-
autores consideran que los movimientos estereotipados rial de estas manifestaciones. Asimismo, también se ha
pueden representar un significado inconsciente. observado que la repetició n de estas conductas actú a
Otro grupo de trastornos en que aparecen estereoti- como efecto de refuerzo de las mismas. Desde el punto
pias son enfermedades neuropsiquiá tricas como la de- de vista bioquímico, es probable que el neurotransmisor
mencia, la encefalitis o en estados confusionales agudos. má s implicado en la aparició n de estereotipias sea la
Las estereotipias también pueden manifestarse en retra- dopamina, principalmente un aumento de la actividad
sos mentales, en el autismo y en otros trastornos genera- dopaminérgica.
lizados del desarrollo (como el trastorno de Rett, el tras-
torno desintegrativo infantil o el trastorno de Asperger).
En estos grupos de trastornos con mayor implicació n
Ecopraxia
neuroló gica y que refleja una desintegració n del sistema El término ecopraxia se refiere a la imitació n de movimien-
neuroló gico, las estereotipias suelen ser má s simples tos y gestos de la persona que el paciente está observando,
(p. ej., resoplar o frotar). En algunos niñ os las estereotipias al igual que la ecolalia se refiere a la imitació n del lenguaje.
pueden ser tan importantes que se diagnostican como
trastorno de movimientos estereotipados, caracterizado
por un comportamiento motor repetitivo, aparentemente
Automatismos
impulsivo, y no funcional, y las estereotipias pueden in- Son movimientos «automá ticos» involuntarios no con-
cluir agitar las manos, balancearse, jugar con las manos, trolados por la conciencia y abarcan desde conductas
golpetear con los dedos, girar objetos, dar cabezazos, simples a complejas. Por definició n, estos movimientos
morderse, pincharse la piel o los orificios corporales, o aparecen durante estados alterados de conciencia y, por
golpear distintas partes del propio cuerpo y, a veces, pue- tanto, no está n dirigidos hacia una intencionalidad. La
de dar lugar a lesiones corporales. persona realiza sus movimientos independientemente de
Movimientos estereotipados también pueden aparecer lo ajustado que sea al entorno y no suelen recordar el
en el contexto del consumo de diversos tó xicos. Por ejem- episodio. Ejemplos de algunos automatismos son chas-
plo, la intoxicació n por anfetaminas, por cocaína o por quidos de lengua, pronunciar palabras, hurgar en su ropa
otros estimulantes del sistema nervioso central puede in- o parpadear. Los automatismos aparecen habitualmente
ducir la aparició n de movimientos estereotipados. durante crisis epilépticas parciales o complejas y en oca-
La diferencia entre una estereotipia y un tic es que en siones pueden ser prá cticamente la ú nica manifestació n
la estereotipia subyace un cará cter má s intencional y, de dichas crisis. También pueden aparecer en traumatis-
aunque sin finalidad expresa, recuerda movimientos con mos craneoencefá licos, intoxicació n por sustancias, cata-
finalidades concretas aunque sean simples, mientras que tonía y estados disociativos.
CAPÍTULO 47 Psicopatología de la e-733
psicomotricidad
Parkinsonismo nida, si bien inicialmente las contracciones pueden ser
intermitentes. Las distonías pueden afectar a grupos mus-
El parkinsonismo se caracteriza por la presencia de bra- culares variados. La distonía puede ser idiopá tica o estar
dicinesia, temblor de reposo, rigidez muscular e inestabi- asociada a otros trastornos neuroló gicos como la enfer-
lidad postural. La bradicinesia se manifiesta por una dis- medad de Parkinson, la enfermedad de Wilson o la into-
minució n de la actividad motora con enlentecimiento, xicació n por monó xido de carbono entre muchas otras
disminució n de los movimientos espontá neos, facies con causas. Una causa muy frecuente de distonías son los
aspecto de má scara, hipomímica, reducció n del parpadeo efectos extrapiramidales de fá rmacos antipsicó ticos. Sue-
espontáneo o dificultad en el inicio de la marcha. El tem- le aparecer de forma brusca a las pocas horas o días del
blor es de reposo, es relativamente lento (3-6 ciclos por inicio o aumento de la dosis de una medicació n antipsicó -
segundo), empeora con la tensió n emocional y afecta a tica, por el bloqueo de los receptores dopaminérgicos; el
extremidades, cabeza, labios y lengua. La rigidez muscular tratamiento suele ser la administració n de anticolinérgi-
puede ser continua o en forma de «rueda dentada» cuan- cos (como el biperideno). Las distonías agudas má s típi-
do la extremidad es movida de forma pasiva. La combina- cas producen contracciones musculares que afectan al
ció n de bradicinesia y rigidez puede dar lugar a micro- cuello (tortícolis) y también son comunes las que afectan
grafía, hipofonía, sialorrea y alteraciones en la marcha con a la lengua (distonía lingual), a la mandíbula o las que
dificultad en el inicio de la misma y posterior propulsió n. provocan una desviació n de la mirada hacia arriba (crisis
El parkinsonismo puede ser causado por una gran va- oculó giras); en ocasiones pueden producir espasmos de
riedad de enfermedades. Destacan las enfermedades dege- los mú sculos paraespinales que ocasiona un opistó tonos.
nerativas (enfermedad de Parkinson primaria, parálisis
supranuclear progresiva, entre otras), mú ltiples microin-
fartos, trastornos metabó licos (hipotiroidismo, hipopa- Corea
ratiroidismo), traumatismos cerebrales, infecciones cere- La corea es un movimiento hipercinético, de una velocidad
brales (como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, o la intermedia entre la atetosis (más lenta) y la mioclonía (má s
encefalopatía por VIH), tumores cerebrales o hidrocefalia. rá pida). Consiste en sacudidas de una extremidad que pa-
También algunos fá rmacos pueden inducir parkinsonis- recen incorporadas en movimientos intencionados. Movi-
mo, principalmente antipsicó ticos clá sicos en los que hay mientos coreiformes aparecen en diferentes enfermedades
una alta acció n antagonista del receptor dopaminérgico. neuroló gicas, entre las que destacan la corea de Hunting-
Desde el punto de vista fisiopatoló gico se considera ton, la corea de Sydenham o la neuroacantocitosis.
que el parkinsonismo está ocasionado por una pérdida
de los efectos moduladores de las vías dopaminérgicas
que se proyectan de la pars compacta de la sustancia ne- Atetosis
gra hacia los ganglios basales (nú cleos caudado y puta- En la atetosis el paciente presenta movimientos lentos,
men) debido a una disminució n de los niveles de dopami- retorcidos, reptantes, sinuosos, de las extremidades y ge-
© ELSEVIER. Es una publicació n M AS SON. Fotocopiar sin autorizació n es un delito.
na. Como se ha descrito en el apartado de las bases neralmente se asocia a lesiones cerebrales perinatales.
neuroanató micas, las complejas interconexiones de los
ganglios basales con la corteza cerebral, el sistema límbi-
co y el tá lamo, pueden explicar las alteraciones emocio- Balismo
nales y cognitivas que se asocian al parkinsonismo. Habitualmente aparece en forma de hemibalismo y se
relaciona con lesiones del nú cleo subtalá mico. En el he-
Acatisia mibalismo aparecen movimientos violentos, de gran am-
plitud, unilaterales, de una extremidad que parece «dis-
La acatisia es una sensació n interna de inquietud que se pararse» desde la pelvis o el hombro.
manifiesta por la necesidad de estar en constante movi-
miento. El paciente no puede estar sentado, tiene la sen-
sació n de tensió n muscular por lo que constantemente Discinesia tardía
mueve las piernas, y se asocia una desagradable sensa- El término discinesia de forma general se refiere a la difi-
ció n interna de tensió n e inquietud. Generalmente está cultad o alteració n en la realizació n de movimientos mus-
causado por un efecto adverso extrapiramidal de fárma- culares involuntarios. Dentro de este amplio concepto de
cos antipsicó ticos que aparece a los pocos días o pocas discinesias se debe destacar la discinesia tardía. La disci-
semanas de iniciar el tratamiento. Es importante no con- nesia tardía es un trastorno del movimiento que puede
fundir la acatisia con una agitació n psicó tica dado que aparecer en tratamientos prolongados con antipsicó ticos.
las estrategias terapéuticas pueden ser opuestas. Se caracteriza por movimientos anormales involuntarios,
sin intencionalidad, repetitivos, que el individuo puede
suprimir voluntariamente durante un período transitorio.
Distonía Los movimientos son de naturaleza coreoatetó sica y dis-
La distonía es una contracció n tó nica involuntaria de un tó nica y afectan predominantemente a la regió n orofacial.
grupo muscular que provoca una postura anormal soste- Los movimientos típicos que pueden aparecer son de
e-734 CAPÍTULO 47 Psicopatología de la
psicomotricidad
protrusió n de lengua, fruncimiento y chasquido de labios, Tics
movimientos de masticació n, movimientos laterales de la
mandíbula, movimientos similares a soplar, hacer mue- Son movimientos, o vocalizaciones, repetitivos, rá pidos,
cas, parpadeos o fruncir el entrecejo. También puede no rítmicos, que reproducen gestos de la vida diaria
afectar a otras regiones como las extremidades superiores (parpadeos, tos, guiñ os). Aunque se experimentan como
(predominantemente á reas distales) e inferiores, cuello, irresistibles, pueden ser suprimidos voluntariamente de
tronco y, de hecho, puede afectar virtualmente a cualquier forma temporal. Los tics, tanto motores como vocales
grupo muscular. Los movimientos suelen aumentar con la pueden ser simples o complejos, aunque la diferencia
tensió n emocional y se reducen con la relajació n y desa- entre simples y complejos no está bien definida. Los tics
parecen durante el sueñ o. Como se ha mencionado, la son muy variados y en muchas ocasiones las formas son
discinesia tardía aparece en el transcurso de un trata- transitorias, que se exacerban con el estrés. Ejemplos de
miento prolongado con antipsicó ticos (principalmente tics simples pueden ser parpadeos, girar la cabeza, le-
con los antipsicó ticos denominados clásicos o neurolépti- vantar hombros, hacer guiñ os o muecas faciales, carras-
cos) y la incidencia aumenta cuanto mayor es el nú mero peos de la voz, tos, inspiraciones. Los complejos más
de añ os de tratamiento con los mismos. La hipó tesis fisio- frecuentes pueden ser gestos faciales, gestos relaciona-
patoló gica má s aceptada, aunque no la ú nica, atribuye la dos con el aseo, saltar, tocar, repetir palabras o frases
discinesia tardía a una hipersensibilidad de los receptores fuera de contexto, coprolalia (uso de palabras social-
dopaminérgicos en la vía dopaminérgica nigroestriatal. mente inaceptables, a menudo obscenas), palilalia (re-
petició n de los propios sonidos o palabras) y ecolalia
(repetició n del sonido, palabra o frase acabados de oír).
Mioclonías El trastorno de Gilles de la Tourette cursa con tics mo-
Las mioclonías son breves contracciones musculares, rít- tores mú ltiples y tics vocales. Los tics también pueden
micas o arrítmicas, de suficiente intensidad como para aparecer como consecuencia de fá rmacos (p. ej., la levo-
mover una extremidad. Pueden aparecer en la enfermedad dopa) o de forma secundaria a otras enfermedades neu-
de Creutzfeldt-Jakob, en la epilepsia miocló nica, en algu- roló gicas (postencefalítica, intoxicació n por monóxido
nos casos pueden ser formas hereditarias, también como de carbono).
alteraciones del sueñ o (mioclonías nocturnas, sobre todo
de las extremidades inferiores) y también pueden estar
inducidas por fá rmacos (p. ej., algunos antidepresivos).
SIGNOS NEUROLÓGICOS MENORES
El término de signos neuroló gicos menores fue utiliza-
do por primera vez por Loretta Bender en la década de
Temblor 1940 para referirse a pequeñ as anormalidades senso-
Es un trastorno del movimiento de tipo hipercinético re- riales y/o motoras observadas en niñ os que presentaban
gular. Son movimientos involuntarios de oscilació n rítmi- esquizofrenia. Algunos de estos signos son normales
ca y regular, má s o menos amplia, que afectan a las partes durante las etapas de desarrollo infantil pero se consi-
distales de las extremidades. El temblor puede ser ocasio- deran anormales en el adulto, mientras que otros se
nado por numerosas enfermedades y estados. consideran anormales a cualquier edad. El examen de
Suelen considerarse tres tipos de temblores: de reposo, estos signos se realiza mediante exploraciones y prue-
postural e intencional. El temblor de reposo (alrededor bas que ponen de manifiesto la presencia de estas anor-
de 4-6 Hz) es típico en la enfermedad de Parkinson, malidades. Existen signos que está n relacionados con
desaparece en el sueñ o y está presente cuando el reflejos primitivos, con la ejecució n motora de movi-
paciente está alerta e inactivo y es suprimido por el mientos repetidos o con la integració n de la informa-
movimiento voluntario. Otro tipo de temblores son los ció n sensorial. En la tabla 47-2 se exponen algunos de
denominados temblores posturales (10-12 Hz) que los signos menores que se pueden explorar. Estos signos
aparecen cuando se mantienen posturas de forma activa neuroló gicos menores han sido objeto de investigació n
en contra de la gravedad (como mantener los brazos clínica dado que si bien éstos no representan una pato-
estirados en frente de uno). Estos temblores logía neuroló gica focal en sí mismos, no obstante, su
disminuyen con el reposo y no aumentan al realizar presencia indica sutiles disfunciones neuroló gicas. Sig-
movimientos intencionados. Los temblores pos- turales nos neuroló gicos menores han sido hallados en diver-
son temblores fisioló gicos exagerados y pueden ser sos trastornos psiquiá tricos, principalmente en la es-
debidos a estados diversos como la fatiga muscular, quizofrenia y en trastornos del desarrollo en la infancia,
hipoglucemia, hipertiroidismo, de causa tó xica o farma- pero también en trastornos afectivos y neuró ticos. El
coló gica (litio, antidepresivos, simpaticomiméticos) o significado de estos signos neuroló gicos es, por un lado,
debidos a ansiedad. El temblor esencial (10-12 Hz), que parecen reflejar alteraciones en el desarrollo y or-
que es un temblor postural, puede aparecer de forma ganizació n cerebral durante etapas tempranas de la
esporá - dica o tener un componente hereditario. Los vida y, por otro lado, son indicativos de disfunciones
temblores intencionales (temblor cinético) (3-5 Hz) se cerebrales que se dan en el contexto de los trastornos
manifiestan principalmente al realizar movimientos psiquiátricos.
intencionados y suelen ser signo de patología cerebelosa.
CAPÍTULO 47 Psicopatología de la e-735
psicomotricidad
TABLA 47-2 Signos neurológicos menores TABLA 47-3 Exploración del paciente inhibido
izquierda) personales
EXPLORACIÓN Reacción ante estímulos inesperados (ruido, luz)
DE LA PSICOMOTRICIDAD Lenguaje
Se esfuerza en no hablar
La exploració n de la psicomotricidad se realiza esencial-
Susurra o movimientos de labios
mente mediante la observació n de los movimientos es- Recoger frases (relación con temas delirantes)
pontá neos generales y el examen de la facies, las extremi- Escritura
dades, las posturas y gestos, el lenguaje y la marcha. En Ofrecer papel y lápiz
casos de inhibició n psicomotora también se evaluará si el Anamnesis, catamnesis y otras exploraciones
paciente es capaz de obedecer ó rdenes (tabla 47-3). Antecedentes somáticos (en particular, historia de enfermedades
Inicialmente se realiza una evaluació n general de la neurológicas, endocrinológicas, metabólicas, autoinmunes
actividad psicomotora y de los movimientos espontá neos e infecciosas)
para determinar si hay un aumento de la actividad (in- Historia de tóxicos pasados y recientes
quietud, agitació n) o si por el contrario está disminuida Historia de medicamentos pasados y recientes (cambios recientes
o muy enlentecida. de tratamientos)
Durante el examen pueden ser evidentes una amplia Exploración física, que incluya temperatura y otras constantes
vitales
variedad de conductas motoras que sean relevantes pa-
(presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria)
ra un diagnó stico: la observació n de movimientos anor- Exploración neurológica. Examinar la presencia de reflejos primitivos
males en la facies o en las extremidades, como temblor, Historia psiquiátrica (en particular, antecedentes de trastornos
movimientos coreicos, estereotipias, tics motores, entre psiquiátricos, de conductas autolíticas o de episodios similares)
otros. La facies puede ser hipomímica, lo que puede suge- Considerar exploraciones complementarias: analítica (hemograma,
rir un parkinsonismo, o pueden ser evidentes tics, o mo- bioquímica), radiografía de tórax, EKG, EEG, tomografía
vimientos discinéticos que sugieran la presencia de disci- computarizada craneal y otras (hormonas, particularmente
nesias tardías. Los movimientos espontá neos de las tiroideas,
Modificado serologías, punción lumbar, resonancia magnética
de Bulbena
cerebral)
(1998).
e-736 CAPÍTULO 47 Psicopatología de la
psicomotricidad
extremidades pueden evidenciar la presencia de enferme- ció n por sedantes (benzodiazepinas, barbitú ricos) también
dades neuroló gicas concretas, sobre todo por la presencia pueden observarse sedació n, progresiva inhibició n, in-
de hipercinesias. Las hipercinesias incluyen la corea, ate- coordinació n motora, marcha inestable y estupor y coma;
tosis, balismo, discinesias, tics, mioclonías y temblor, en la abstinencia a sedantes, también similar a la abstinen-
siendo las primeras trastornos irregulares y el temblor cia del alcohol, se producen temblor, inquietud y agitació n
una hipercinesia regular. psicomotora. Las intoxicaciones con estimulantes del
También se recogerá si el paciente realiza gestos o SNC y cocaína suelen asociarse a inquietud y agitació n,
adopta posturas extrañ as, extravagantes, como manieris- mientras que con la abstinencia se producen apatía y ten-
mos, y si estas posturas o gestos pueden tener un signifi- dencia a la inhibició n psicomotora. En la intoxicació n por
cado para él. Algunas posturas determinadas pueden indi- alucinó genos las manifestaciones psicomotoras pueden
car enfermedades concretas: por ejemplo, los pacientes ser de inquietud, temblores y cierta incoordinació n. Las
con parkinsonismo suelen mostrarse con una postura en- intoxicaciones por opiá ceos pueden cursar inicialmente
corvada, de flexió n del tronco, mientras que en la parálisis con agitació n y euforia inicial, pero luego suele evolucio-
supranuclear progresiva la rigidez de tronco y cuello lleva nar hacia una sedació n con progresivo retardo psicomo-
a una postura má s recta y estirada. El examen también tor e incoordinació n motora, mientras que la abstinencia
debe incluir las alteraciones en la marcha. La presencia de a opiá ceos se asocia a inquietud piscomotora.
alteraciones que sugieran una enfermedad neuroló gica se En la esquizofrenia se han descrito alteraciones psico-
complementaría con un examen neuroló gico formal. motoras diversas. En esta enfermedad, la presencia de
Alteraciones del habla y del lenguaje suelen asociarse desorganizació n conceptual o de delirios diversos y ex-
a alteraciones psicomotoras generales. Los pacientes inhi- travagantes puede llevar tanto a estados de agitació n
bidos suelen hablar poco, puede haber una latencia au- como a cuadros con una importante inhibició n psicomo-
mentada de las respuestas que indica un enlentecimiento tora, incluso con mutismo. Una de las alteraciones psico-
general, el volumen es bajo, en ocasiones susurrante, motoras má s conocidas de la esquizofrenia es la catato-
mientras que el habla de una persona agitada tendrá ca- nía, aunque en su forma clá sica (estupor, flexibilidad
racterísticas opuestas. La actividad psicomotora no es cérea, inmovilidad) es infrecuente en la actualidad. Otras
independiente del resto de la actividad mental por lo que manifestaciones psicomotoras que pueden observarse
la comprensió n de la misma debe realizarse en el contex- con má s frecuencia en pacientes con esquizofrenia son
to del estado emocional y de las cogniciones asociadas. manierismos, estereotipias, ecopraxia, posturas extrava-
gantes, discinesias. Las discinesias tardías se han asocia-
do a la utilizació n de antipsicó ticos (sobre todo los lla-
PSICOMOTRICIDAD
mados neurolépticos clá sicos) en el tratamiento en la
EN LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS esquizofrenia aunque la presencia de discinesias no es
Los trastornos mentales orgá nicos pueden manifestarse só lo debida a la medicació n pues antes de la introducció n
con variadas alteraciones de la psicomotricidad. Los esta- de estos fá rmacos ya se habían descrito movimientos
dos confusionales (delirium) pueden manifestarse tanto discinéticos en estos pacientes.
con agitació n como con inhibició n, mutismo o incluso En los trastornos del estado de á nimo las alteraciones
estupor. En las demencias pueden aparecer apraxia, este- predominantes son la agitació n o la inhibició n. En los
reotipias y patrones motores arcaicos en general. En casos estados de manía es típico el aumento de la actividad psi-
avanzados los pacientes pueden mostrarse inquietos o comotora, en forma de conductas dirigidas hacia un fin
agitados o, por el contrario, evolucionar a cuadros de in- (actividades sociales, laborales) y también como simple
hibició n marcada que pueden llegar al mutismo. Otras inquietud psicomotora que puede llegar a una agitació n
enfermedades neuroló gicas que en ocasiones pueden extrema en casos graves. La conducta es desinhibida y el
plantear problemas en el diagnó stico diferencial con en- paciente que se muestra alegre o eufó rico puede presentar
fermedades psiquiá tricas, presentarán las alteraciones rá pidamente irritabilidad ante las contrariedades de sus
psicomotoras propias de ellas, como por ejemplo parkin- deseos. En los trastornos depresivos predomina el enlen-
sonismo en la enfermedad de Parkinson, que al inicio tecimiento o retardo psicomotor, sobre todo en los casos
puede manifestarse con predominio de sintomatología de- má s graves y con características melancó licas, o en las
presiva, o movimientos coreicos en la corea de Hunting- fases depresivas de un trastorno bipolar. El retardo se
ton la cual puede cursar con alteraciones de la conducta. observa por la latencia en las respuestas cuando se les
Los estados de intoxicació n o abstinencia a sustancias formula una pregunta, la brevedad de las mismas, el len-
se pueden manifestar con diversas alteraciones psicomo- guaje enlentecido o la escasez de comentarios espontá-
toras. En el caso del alcohol, la intoxicació n se asocia a neos. La facies suele estar hipomímica. Se asocian también
una conducta má s desinhibida, incoordinació n motora, una menor acitividad motora con progresiva inhibició n
marcha inestable, estados de agitació n y estupor y coma. que puede llegar al mutismo y estupor en casos particu-
La abstinencia puede manifestarse con temblor distal larmente graves. En la tabla 47-1 se exponen los signos
(predominantemente en manos) y generalizado en casos valorados por varias escalas que evalú an el enlenteci-
má s graves, así como también agitació n. En la intoxica- miento en la depresió n. No obstante, en algunos pocos
CAPÍTULO 47 Psicopatología de la e-737
psicomotricidad
casos de depresió n grave, en lugar de inhibició n psicomo- Chaiken, S. R., Kyllonen, P. C. , y Tirre, W. C . (2000). Organization
tora el paciente está marcadamente inquieto y ansioso, and components of psychomotor ability. Cognitive Psychology,
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estado al cual se ha denominado «depresió n agitada».
DeLong, M . R. (2000). The Basal Ganglia. En E. R. Kandel, J. H.
En los trastornos de ansiedad no suelen haber impor- Schwartz, y T. M . Jessell (dirs.), Principles of Neural Science
tantes alteraciones psicomotoras. No obstante, durante (pp. 853–872). Nueva York: McGraw Hill.
un episodio de crisis de angustia el individuo puede mos- Gordon, N. (2001). Mutism: elective or selective, and acquired.
trar inquietud psicomotora que se asocia a los temores o Brain Dev., 23, 83–87.
Graybiel, A. M . (1995). The basal ganglia. Trends Neurosci., 18,
sensació n de pá nico que aparecen durante estas crisis.
60–62.
Los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo suelen Joseph, A. B., y Young, R. R. (1999). Movement Disorders in
realizar conductas repetitivas, de cará cter compulsivo, Neurology and Neuropsychiatry (2.a ed.). Boston: Blackwell
que está n relacionadas con las obsesiones que padecen; Science.
en estos pacientes también se puede observar con mayor Katsetos, C . D., Hyde, T. M . , y Herman, M . M . (1997). Neuro-
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frecuencia la presencia de tics motores.
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Finalmente, en los trastornos de personalidad más Luque, R., Olivares, J. M . , y Rodríguez-Cano, T. (1996). El inven-
que alteraciones psicomotoras se observan patrones de tario neuroló gico de Cambridge: Un instrumento clínico para
comportamiento que está n en congruencia con los rasgos la evaluació n de los signos neuroló gicos menores en pacientes
de personalidad subyacentes. Así, por ejemplo, las perso- psiquiá tricos. Psiquiatría Biológica, 5, 167–184.
Martin, P., y Albers, M . (1995). Cerebellum and schizophrenia:
nalidades esquizoides suelen ser retraídas y en la esqui-
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vas, y en los de personalidad histrió nica predominan las B. J. Sadock y V. A. Sadock (dirs.), Kaplan & Sadock’s Com-
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trones de comportamiento de los pacientes con trastor- ture of the C O R E system En G . Parker, y D. Hadzi-Pavlovic
nos de personalidad son conductas má s elaboradas, en (dirs.), Melancholia: A Disorder of Movement and Mood
muchas ocasiones con un contenido má s simbó lico, y (pp. 82–129). Nueva York: Cambridge University Press.
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