Psicopatologia de La Afectividad
Psicopatologia de La Afectividad
Psicopatologia de La Afectividad
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Psicopatología de la afectividad
J. M. Crespo
PUNTOS CLAVE
• La afectividad constituye una de las áreas objetivos como la apariencia externa, la conducta
psicopatológicas más relevantes en la exploración del motora, la expresividad o la actitud durante la
estado mental. entrevista.
• La afectividad es el conjunto de experiencias que • La tristeza y alegría patológicas, la anhedonia, la
definen y delimitan la vida emocional del individuo. ansiedad-angustia, la disforia, la inadecuación afectiva,
• La exploración de la afectividad se basa en datos la labilidad emocional, la ambivalencia, la neotimia,
subjetivos referidos por el paciente en cuanto a la alexitimia, la rigidez afectiva, la incontinencia y la
sentimientos, estado de ánimo, afectos o emociones frialdad o indiferencia son algunos de los síntomas
predominantes, aunque sin obviar aspectos más psicopatológicos más relevantes.
aparecer en las descripciones clínicas de las enfermedades dizaje infravalorando la motivación o las cogniciones. En
psiquiátricas. Hasta ese momento, la afectividad tenía un los últimos años y con el desarrollo de los modernos sis-
papel accesorio en detrimento de la razón o del intelecto temas de clasificación (DSM-IV y CIE-10), la psicopato-
que constituye, durante buena parte de los siglos previos, logía globalmente considerada adquiere menos valor en
una de las características humanas por excelencia. Los detrimento de los criterios diagnósticos puramente des-
criterios más utilizados para identificar un trastorno criptivos y en no pocas ocasiones confusos y escasamente
mental eran la irracionalidad y los trastornos de conduc- discriminativos. Por ejemplo, en la tabla 46-8 se recogen
ta, obviando el papel de la afectividad si no se acompa- los criterios diagnósticos del episodio depresivo mayor
ñaba de otros síntomas más aparentes. Estas circunstan- según el DSM-IV, y como veremos posteriormente en
cias pueden explicar el escaso desarrollo histórico de este otros capítulos, el diagnóstico de la depresión mayor es
término, la ambigüedad de conceptos relacionados con la fundamentalmente clínico, basado en la anamnesis y en
afectividad, así como contribuir a no pocos mitos que se la exploración del paciente (Paykel, 1992). Por ello es
han transmitido durante varios siglos y que han dificulta- importante conocer las bases psicopatológicas del diag-
do el estudio de los afectos a diferentes niveles, incluyen- nóstico, y poder diferenciar los aspectos objetivos y sub-
do el neurobiológico (Berrios y cols., 1985). Por ejemplo, jetivos de la sintomatología referida por el paciente. No
cuando los estudios de localización cerebral comienzan a pocos pacientes manifiestan síntomas semejantes a los
adquirir relevancia (finales del siglo xix-principios del si- recogidos en dicha tabla acompañados de otros senti-
glo xx), los trabajos centrados en conocer el sustrato mientos, en relación con factores psicosociales, circuns-
morfológico del estado de ánimo eran muy escasos, mien- tancia que nos puede llevar a sobredimensionar el diag-
tras adquirían un mayor desarrollo los estudios de otras nóstico de la depresión mayor en sujetos que presentan
áreas funcionales como el lenguaje, el movimiento o las otros cuadros clínicos. No cabe ninguna duda de que la
percepciones. Las obras de grandes psicopatólogos, como introducción de los criterios diagnósticos ha mejorado
Jaspers, Schneider o Bleuler, tampoco han profundizado la precisión diagnóstica y la interfiabilidad entre psiquia-
de manera exhaustiva en la semiología de la afectividad tras, pero en cuanto a la depresión mayor, ¿miden real-
y se han centrado en otras funciones psíquicas como la mente lo que dicen medir? Resulta extraño que los crite-
sensopercepción o el pensamiento. rios diagnósticos operativos para la depresión sean los
El vocabulario psicopatológico actual ha conservado que obtienen concordancias más bajas, sobre todo a ex-
algunos conceptos antiguos referentes a las formas de pensas de los casos más leves (Ramos Brieva, 1997). Si a
humor patológico. Históricamente se han utilizado tres estas circunstancias añadimos las diferentes interpreta-
términos para describir los afectos: la pasión, el humor y ciones del mismo criterio diagnóstico realizadas por dis-
el «thymos». La palabra «pasión» proviene del latín ecle- tintos especialistas, podemos configurar una variancia
siástico y se utilizaba para referir el sufrimiento de Cristo, que dificulta la globalización de los diagnósticos. El uso
pero posteriormente se extendió para nombrar todo tipo simultáneo de algunos síntomas en los criterios diagnós-
de movimiento del alma. Este concepto adquirió gran ticos de varios trastornos tampoco ayuda a conferir ma-
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relevancia en la psiquiatría del siglo xix aunque apenas yor especificidad. Por estos motivos parece criticable la
se utiliza hoy día. El término «humor» tiene raíces greco- excesiva facilidad con que las nuevas generaciones de
latinas y deriva de la concepción médica de la época que médicos utilizan los criterios diagnósticos operativos
consideraba que el matiz afectivo era el resultado del para justificar diagnósticos de trastornos afectivos, sobre
predominio relativo de uno de los cuatro humores clási- todo la depresión mayor o la distimia, obviando el cono-
cos: la sangre, la bilis negra, la bilis amarilla y la linfa. cimiento de la psicopatología de la afectividad. No pode-
Las últimas clasificaciones de trastornos mentales utili- mos olvidar que los criterios diagnósticos son instrumen-
zan indistintamente el concepto de trastornos afectivos o tos de trabajo con una utilidad concreta que no pueden
trastornos del humor para referirse a este grupo de pato- sustituir a una exploración psicopatológica rigurosa,
logías. «Thymos» deriva del griego, alma, y se convirtió base del diagnóstico tradicional (Crespo, 1999).
en sinónimo de humor tras la creencia de que los senti-
mientos radicaban en aquélla. Las clasificaciones actuales
ASPECTOS CONCEPTUALES
utilizan el término «tímico» para designar trastornos
menores y persistentes como la ciclotimia o la distimia. Desde un punto de vista clínico, entendemos por afectivi-
La fenomenología de la afectividad ha avanzado con dad el conjunto de experiencias que definen y delimitan
una cierta lentitud, incluso durante el siglo xx. Aunque se la vida emocional del individuo. Está constituida por di-
ha avanzado en este campo, sin embargo, el conocimien- ferentes elementos, como los sentimientos, las emociones,
to se ha delimitado según la escuela dominante en cada los deseos y otros estados que definiremos posteriormen-
época, con los sesgos que esto conlleva. Así, por ejemplo, te. Por tanto, la afectividad representa el conjunto de es-
el psicoanálisis se centraba en aspectos motivacionales y tados y pasiones del ánimo que el individuo vive de forma
descuidaba la influencia de la cognición o del aprendiza- personal y subjetiva, que trascienden su personalidad y
je, mientras que otras escuelas radicalmente diferentes conducta, especialmente en su capacidad de comunica-
como el conductismo se apoyaban en el papel del apren- ción y que, por lo general, se distribuyen entre dos polos
e-712 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
TAB L A 46- 3 Clasificación de Schneider TA BLA 46-4 Trastornos del afecto más
de los sentimientos psíquicos relevantes
Emoción Humor
Instauración Más brusca Lenta
Duración Respuesta transitoria Más persistente
Factor desencadenante Frecuente y aparente Menos frecuente y aparente
Extensión Menos extensa Mayor (abarca más aspectos del sujeto)
Elaboración cognitiva Presente Presente (sobre todo estados negativos)
Síntomas físicos Alteraciones sistema vegetativo Más amplios (sistema vegetativo, sueño, alimentación,
ritmos hormonales, etc.)
e-714 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
TA B L A 46- 6 Tipos de estado de ánimo más de los niveles superiores de procesamiento y función del
relevantes SNC y estas áreas suelen implicarse en los signos y sínto-
mas de las enfermedades psiquiátricas.
Definición El sustrato neurobiológico de la afectividad en su con-
Deprimido Estado de ánimo bajo, como la tristeza junto asienta en el cerebro, incluso la teoría clásica de la
Disfórico Estado de ánimo desagradable con predominio de emoción en el cerebro humano era básicamente una hi-
la sensación de malestar pótesis anatómica. En la actualidad sabemos que las
Elevado Ánimo elevado con sentimiento exagerado de bases biológicas más directamente relacionadas con la
bienestar, euforia o alegría afectividad son el rinencéfalo, el sistema límbico, el hi-
Eutímico Ánimo normal pocampo, el locus coeruleus, la amígdala, el septum, el
Expansivo Ausencia de control sobre la expresión de los cíngulo, el hipotálamo y las cortezas de los lóbulos tem-
propios sentimientos con tendencia a la poral y frontal. En la década de 1930, Papez estudió este
desinhibición fenómeno en animales decorticados y observando la ex-
Irritable Fácilmente enojado presión de «falsa rabia» que presentaban sugirió que las
áreas que se proyectan al hipotálamo serían esenciales
para la experiencia de la emoción. Las emociones se iden-
una carencia o una atracción que se suele acompañar de tificaron con proyecciones sensoriales hacia el sistema
un sentimiento que los amplía) y las pasiones (movimien- límbico. En España durante la década de 1950, diversos
tos afectivos de duración más prolongada que los senti- autores, entre los que destacaba Pi Suñer, consideraban al
mientos y las emociones que monopolizan la vida afectiva sistema límbico como el sustrato anatómico de la emo-
de una persona impulsando actuaciones concretas con cionabilidad. La aparente especificidad del virus dela ra-
una gran determinación). Los instintos son las funciones bia por el sistema límbico con su repercusión clínica en
de los seres vivos que los capacitan para actuar de manera fases iniciales (episodios de rabia, furia o terror) o el es-
adecuada sin recurrir a la experiencia o el aprendizaje. Se tudio del papel del lóbulo temporal en la epilepsia psico-
pueden distinguir cinco tipos de instintos: nutritivos, re- motora constituyen fenómenos relevantes en la emoción
productores, defensivos, agresivos y de organización so- normal y en sus alteraciones. Las alteraciones del sistema
cial. Por ello las alteraciones más relevantes de las conduc- límbico y las estructuras subcorticales relacionadas (p. ej.,
tas instintivas se refieren a la alimentación, el sueño y la núcleos de sistemas monoaminérgicos) han permitido
regulación de la conducta sexual (Crespo, 2005). Este explicar razonablemente aspectos parciales de la clínica,
análisis de los diferentes términos pone de manifiesto la sobre todo los signos vegetativos (Gastó y Vallejo, 2000).
dificultad de encontrar una precisión en los conceptos re- Estas observaciones proporcionaron el punto de partida
lacionados con esta área psicopatológica. A pesar de estas de esfuerzos posteriores encaminados al conocimiento de
limitaciones consideramos importante delimitar estas fun- los mecanismos neuronales subyacentes. Más reciente-
ciones con la mayor precisión posible para conseguir pro- mente, y tras diversas investigaciones centradas en el
fundizar en la psicopatología de la afectividad de los dife- aprendizaje y en el comportamiento tras una amigdalec-
rentes pacientes que acudan a nuestra consulta, ya que no tomía, se ha llegado a la conclusión de que la amígdala es
podemos olvidar que esta función constituye una de las la estructura clave en la asignación de significado moti-
características básicas de la personalidad. vacional a los estímulos, incluso este papel puede ser in-
dependiente de la corteza (Adolphs y cols., 1995). En la
actualidad se considera que la amígdala desempeña un
NEUROBIOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD papel central en el condicionamiento y el procesamiento
La neurobiología proporciona explicaciones del compor- emocional en general, tanto desde la perspectiva de las
tamiento, la actuación o de la experiencia en sistemas emociones fisiológicas como en el estudio de las altera-
neuronales o en células individuales. Las modernas técni- ciones emocionales que aparecen en los trastornos clíni-
cas de investigación permiten reproducir modelos fisio- cos de la afectividad. Parece existir una cierta especifici-
patológicos, no sólo de trastornos afectivos sino también dad de la amígdala por la identificación de estímulos
de emociones normales. Este elemento de estudio es fun- emocionalmente negativos ya que, entre otras circuns-
damental para comprender la complejidad del funciona- tancias, diversos estudios de resonancia magnética fun-
miento de nuestro SNC, ya que no debe olvidarse que la cional (RMf) han demostrado que la amígdala puede
visión conexionista del cerebro se basa en su posible con- marcar la diferencia entre una cara temerosa enmascara-
tribución al conocimiento del funcionamiento normal y da con un rostro neutro y una cara feliz enmascarada
patológico del SNC. Sin embargo, en los últimos años el (Whalen y cols., 1998).
estudio del cerebro se ha dirigido preferentemente al En los últimos años se ha conseguido inducir humor
campo de los trastornos psiquiátricos y no tanto hacia el positivo o negativo en voluntarios sanos tras la activación
análisis de la psicopatología más fisiológica. Entre otros o desactivación de distintas áreas cerebrales. Así, se ha
aspectos, esto se debe a que la neuropsicología actual y la constatado que la corteza frontal inferior y la corteza
neurociencia cognitiva se enfocan hacia el conocimiento temporal presentaban una implicación relevante en este
CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad e-715
fenómeno, incluso en mayor medida que otras estructuras cos y depresión. De todo ello se deduce que existen dos
subcorticales como la amígdala (George y cols., 1996). áreas importantes en la modulación del afecto: el circuito
Las lesiones restringidas a la corteza frontal temporal no orbito-frontal, subcortical-frontal y el fascículo uncinado
parecen tener repercusiones significativas en las explora- (Mayberg, 2002; Phillips y cols., 2003). Por lo tanto, los
ciones psicométricas que evalúan funciones cognoscitivas circuitos frontales-subcorticales y específicamente las co-
superiores, aunque tienen una gran repercusión sobre la nexiones del lóbulo frontal con el sistema límbico tienen
conducta en general. El neurobiólogo portugués afincado un papel importante en el desarrollo de síntomas afecti-
en EE.UU. y Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias, vos, especialmente de tipo depresivo.
Damasio (1995), ha intentado estudiar este fenómeno di- En los últimos años y tras diversas investigaciones,
ferenciando entre un sentimiento de fondo y las emocio- Helen Mayberg ha propuesto dividir las estructuras rela-
nes extremas. Diversos experimentos en animales han cionadas con la regulación del estado de ánimo en dos
demostrado que los estímulos reforzantes primarios, compartimentos: uno límbico-ventral y otro cortical-
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como el gusto por ejemplo, se encuentran representados dorsal. Este segundo compartimento incluye estructuras
en un área sensorial secundaria englobada dentro de la neocorticales que analizan los aspectos cognoscitivos
corteza frontal inferior. Hornak y otros autores (1996) negativos de la depresión como la apatía, la inhibición
han constatado que tras lesiones en estas zonas aparecen motora o la alteraciones de la atención. El sistema límbi-
no sólo alteraciones en actividades ejecutivas o sociales co-ventral incluye principalmente regiones límbicas y
sino también afectación de la experiencias subjetivas de paralímbicas que intervienen en las alteraciones circadia-
las emociones. En resumen podemos señalar que tanto la nas, somáticas y neurovegetativas (fig. 46-1). No obs-
amígdala como la corteza prefrontal inferior desempeñan tante, a medida que mejore nuestro conocimiento del
un papel relevante en la neurobiología de las emociones sistema nervioso central se obtendrán modelos más con-
fisiológicas y por tanto son elementos claves en la fisiopa- trastados. A otros niveles neurobiológicos, como la neu-
tología de los trastornos afectivos en general. Diversos roquímica por ejemplo, son muy escasos los trabajos pu-
autores estudiaron mediante técnicas de neuroimagen blicados. En la actualidad se considera que los sistemas
funcional el sustrato de un paradigma caracterizado por neurotransmisores serotoninérgico, dopaminérgico y no-
los recuerdos autobiográficos que inducían tristeza. Ob- radrenérgico tienen un papel fundamental en la regula-
servaron cómo estos recuerdos se relacionaban con un ción afectiva, aunque la mayoría de hallazgos se centran
incremento en la actividad de las regiones límbicas ven- en estados patológicos o en rasgos temperamentales,
trales y paralímbicas (región del cíngulo anterior inferior, como la impulsividad o la búsqueda de sensaciones. Es
región anterior de la ínsula y el cerebelo). Asimismo, cons- evidente que en el análisis de las emociones normales
tataron disminución de la actividad en regiones neocorti- participan diversos elementos psicosociales, como la
cales (región prefrontal derecha, región parietal inferior y edad, el temperamento, el sexo, las relaciones sociales y
región posterior del cíngulo) (Mayberg y cols., 1999; familiares,el nivel socioeconómico, las experiencias tem-
Liotti y cols., 2000). Este patrón neurobiológico también pranas o incluso la posible existencia de distorsiones
se ha encontrado en pacientes con trastornos neurológi- cognoscitivas relacionadas con la personalidad.
e-716 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
las modificaciones del estado de ánimo ocupan un puesto bables (Beck, 1967). Las personas tristes tienden a ser
central, por ejemplo, el síndrome depresivo o el síndrome más taciturnas y a encontrar dificultad para concentrarse
maníaco por citar alguno de los más relevantes. sobre asuntos indiferentes. Se sienten desdichados y per-
ciben su entorno de esa manera. Como consecuencia de
la tristeza pueden aparecer pensamientos negativos en
Alteraciones sintomáticas de la afectividad torno al futuro, ya que la tristeza frecuentemente se
Tristeza patológica. La tristeza constituye el síntoma acompaña de pesimismo, desesperanza y disminución de
nuclear de la depresión, aunque también pueden expre- la motivación. Los componentes afectivos de este sínto-
sarse otros afectos, como la indiferencia, la apatía o la ma son conocidos de todos por propia experiencia, pero
irritabilidad. La tristeza representa el descenso del estado adquieren relevancia clínica cuando son persistentes e
de ánimo y se puede manifestar a través del plano psíqui- inadecuados a la realidad, y se experimenta una tristeza
co con predominio de síntomas de estirpe psicológica, cualitativamente distinta de la tristeza normal. La tristeza
pero también puede mostrar alteraciones que en aparien- como estado de ánimo constituye uno de los síntomas
cia son somáticas aunque traducen una alteración de la más relevantes de un síndrome depresivo, pero en ocasio-
afectividad. La tristeza puede presentar diferentes intensi- nes adquieren mayor protagonismo otros síntomas como
dades que oscilan desde un leve desaliento o malestar la anhedonía o el retardo psicomotor.
hasta la tristeza vital más profunda y que abarca todas Alegría patológica. La alegría debe considerarse como la
las funciones psíquicas del sujeto provocando un retardo emoción primaria positiva y fundamental del hombre. La
de todo pensamiento y acción. Constituye un síntoma alegría patológica o excesiva adquiere relevancia clínica
que por sí solo no delimita un cuadro depresivo ya que cuando no es adecuada a la realidad, resulta desproporcio-
han de coexistir otras manifestaciones clínicas como la nada y se acompaña de un bienestar patológico que en-
anhedonia, las ideas depresivas o alteraciones cronobio- globa a otras funciones psíquicas. La alegría patológica no
lógicas, por citar algunos ejemplos. La tristeza también tiene una causa aparente, tiende a reducir la capacidad de
puede aparecer en situaciones normales no patológicas, juicio, su intensidad puede llevar al consumo de alcohol y
ya que constituye un estado de ánimo universal. Las dife- es lábil, ya que el sujeto se muestra irritable y hostil al ser
rencias entre la aflicción normal y la tristeza patológica se contrariado (Vieta y cols., 2000). La alegría patológica
exponen en la tabla 46-7. Este estado de ánimo bajo pue- constituye un síntoma de varias enfermedades mentales,
de aparecer de forma aguda (más típico en las depresio- aunque adquiere su mayor relevancia en el síndrome ma-
nes endógenas) o instaurarse de forma insidiosa y pro- níaco. El humor maníaco o hipertímico consiste en una
gresiva sin aparente sensación de ruptura biográfica. La variante patológica del estado de ánimo caracterizada por
tristeza vital de la depresión endógena consiste en un va- una elevación del estado de ánimo o euforia, aceleración
cío emocional, en una pérdida absoluta del interés por el del curso del pensamiento e hiperactividad psicomotriz.
entorno y en ocasiones se acompaña de ausencia de otros La alegría patológica representa una exaltación del
sentimientos. Hablamos de tristeza vital cuando estos humor que se caracteriza por un aumento del tono vital a
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sentimientos emergen del plano psicofísico más profundo todos los niveles. El paciente eufórico se muestra locuaz,
del sujeto y engloban otras funciones psíquicas. optimista y satisfecho, y parece rebosar dicha y felicidad.
La tristeza presenta componentes cognitivos que se Sin embargo, en ocasiones presenta importantes estados
centran, básicamente, en los pensamientos sobre sucesos de tensión interna con irritabilidad ante mínimas interfe-
negativos sucedidos hace ya tiempo y en los pensamien- rencias. No es rara la coexistencia de estos dos sentimien-
tos sobre sucesos negativos futuros, subjetivamente pro- tos antagónicos, la euforia y la irritabilidad. La exaltación
del humor se acompaña de un sentimiento de bienestar
general importante que, en ocasiones, puede llevar a inter-
TAB L A 46- 7 Diferencias entre aflicción normal ferir en el sentido crítico de la realidad. La euforia patoló-
y depresión gica conlleva una mayor libertad, y facilidad de palabra y
de movimiento, así como una estimulación de toda activi-
Aflicción normal Tristeza patológica dad psicológica que se traducen en síntomas típicos de los
Estímulo desencadenante Desencadenante posible cuadros maníacos como, por ejemplo, la falta de inhibi-
ción, la rapidez de la reacción psicológica, la distraibilidad
Proporcionalidad Desproporción
estímulo-reacción estímulo-reacción o el aumento de la presión al habla.
La alegría patológica puede aparecer en diferentes
Duración ajustada del estímulo Duración desproporcionada trastornos mentales, sobre todo en los cuadros maníacos
Escasa afectación del Disminución notable del o hipomaníacos de los pacientes bipolares. También pue-
rendimiento rendimiento de aparecer en cuadros maniformes de otros trastornos
psicóticos, como la esquizofrenia o el trastorno esquizo-
Síntomas físicos mitigados o Síntomas físicos acusados afectivo. En los trastornos orgánico-cerebrales puede sur-
ausentes
gir sintomatología hipertímica con este síntoma; sin em-
De Gastó, C. y Vallejo, J. (2001). bargo, cuando existen lesiones estructurales del SNC
e-718 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
asociadas con deterioro cognitivo es más frecuente la Existen múltiples definiciones de la ansiedad, pero to-
presencia de moria (alegría estúpida, sin contenido afec- das concuerdan en que consiste en una respuesta emocio-
tivo, con tendencia al chiste perpetuo y acompañada de nal compleja, potencialmente adaptativa y fenomenoló-
una conducta pueril). gicamente pluridimensional, en la que coexisten una
Anhedonia. La anhedonia es la disminución o la percepción de amenaza al organismo (más o menos defi-
desaparación de la capacidad para obtener placer en nida) con una activación biológica orientada a reaccionar
circunstancias que con anterioridad sí lo procuraban. Es ante tal percepción (Martín Santos y cols., 2000). Esta
uno de los síntomas depresivos por excelencia. En las respuesta se presenta mediante tres sistemas o ejes dife-
formas leves puede expresarse como una dificultad para rentes, aunque integrados, que pueden aparecer de forma
mantener la concentración y el interés en las actividades simultánea o aislada. Los tres sistemas son el sistema fi-
habituales, con lo que se aprecia una tendencia cada vez siológico, el cognitivo y el conductual. El primero se re-
menor a tomar parte en dichas actividades. La anhedonia fiere a los síntomas somáticos o físicos de la ansiedad,
refleja un bloqueo de la capacidad de recompensa ante como opresión torácica, dificultad respiratoria, debilidad
estímulos habitualmente placenteros y reforzantes, que generalizada, síntomas vegetativos (como sequedad de
lleva al sujeto al aislamiento o a la improductividad. boca, temblor, sudación, palpitaciones, taquicardia o po-
Constituye un concepto complejo que presenta difi- laquiuria), mareos, dificultad al tragar, náuseas, dolor
cultades a la hora de poder diferenciarla de otros sínto- abdominal, disfunción sexual, parestesias y cefaleas. Asi-
mas semejantes, como la apatía o la alexitimia. Olivares mismo, el paciente ansioso puede quejarse de una sensa-
(2000) ha realizado recientemente un análisis de los dife- ción de nudo en el estómago y en la garganta, así como
rentes conceptos de anhedonia. Así, distingue la incapaci- de una sensación de estar flotando. El sistema o eje cog-
dad para sentir placer (anestesia o insensibilidad), para nitivo consiste en el conjunto de pensamientos, ideas,
ser consciente del placer (placer embotado), para ser creencias o imágenes que acompañan a la ansiedad. Nor-
consciente de ningún tipo de emoción (afecto embotado) malmente los pensamientos giran en torno a posibles
o para expresar el placer (placer aplanado). La definición peligros, ya sean presentes o futuros. El paciente ansioso
se puede centrar también en la incapacidad para expresar es un individuo tenso, expectante, inseguro, nervioso,
todo tipo de sentimientos (afecto aplanado o alexitimia) angustiado y con la sensación de que algo malo le va a
o en la pérdida de interés (apatía) e incluso en la pérdida ocurrir. Se muestra vigilante e infravalora su capacidad
de la motivación y el deseo (abolición, abulia). de adaptación. Por último, el eje conductual se centra en
Es uno de los síntomas depresivos más habitual, pero la conducta específica resultado de la emoción ansiosa.
puede aparecer en otros cuadros clínicos como la esqui- Generalmente consiste en un afrontamiento o en una
zofrenia, sobre todo en formas negativas (aunque desde conducta evitativa.
una perspectiva estrictamente psicopatológica no se ase- La ansiedad puede aparecer en situaciones diferentes,
meja la anhedonia del depresivo a la pérdida de motiva- entre las que se incluyen una ansiedad normal o fisiológi-
ción o interés del paciente esquizofrénico, ya que son ca, que consiste en una reacción de adaptación ante un
síntomas cualitativamente diferentes). suceso estresante y que tiene como objetivo mejorar la
Ansiedad y angustia. La ansiedad y la angustia son capacidad de respuesta del sujeto. También puede apare-
emociones experimentadas por todas las personas y que cer en «crisis existenciales» o «reacciones vivenciales».
acompañan al ser humano a lo largo de su existencia. La ansiedad como síntoma puede encontrarse en multi-
Hoy día se utilizan de forma prácticamente indistinta, tud de cuadros clínicos, prácticamente en todos los tras-
aunque la primera está más relacionada con el compo- tornos mentales. Es importante diferenciar una «ansiedad
nente psíquico y la segunda con el componente físico o neurótica» de una «ansiedad psicótica». En la primera el
somático. La ansiedad puede ser considerada como «es- sujeto presenta síntomas ansiosos ante un peligro psíqui-
tado» o como «rasgo». La ansiedad como estado consis- co inconsciente que no se neutraliza mediante los recur-
te en la presencia de síntomas ansiosos en un momento sos de afrontamiento o mecanismos de defensa del pa-
concreto y definido, mientras que la ansiedad-rasgo es ciente, lo que provoca diversas manifestaciones clínicas
una tendencia durante un largo período de tiempo a en- de la esfera neurótica. En estos casos, la inseguridad ad-
frentarse o interactuar con el entorno con un excesivo quiere un papel relevante. La angustia o la ansiedad sur-
grado de ansiedad (se puede corresponder con la perso- gen libremente, y se apoderan del sujeto sin motivo clara-
nalidad ansiosa). Estos pacientes presentan una ansiedad mente identificable o aparecen en situaciones que no son
flotante que se puede definir como una emoción ansiosa peligrosas para la población general. La ansiedad neuró-
persistente y mantenida sin causa aparente pero que se tica aparece en las fobias, trastornos por crisis de angus-
pone de manifiesto ante diversos acontecimientos o suce- tia, trastornos somatomorfos, distimias y otros cuadros
sos (p. ej., tendencia a presentarse muy preocupado ante de trasfondo neurótico. En la ansiedad psicótica el temor
la salida nocturna de los hijos). La ansiedad situacional es más primitivo y angustioso, y se centra sobre todo en
sólo se presenta en relación con situaciones u objetos el miedo a la pérdida de la propia identidad. La ansiedad
concretos (p. ej., en la aracnofobia se produce una ansie- de los cuadros psicóticos, como la esquizofrenia, se rela-
dad importante ante el contacto con una araña). ciona con las vivencias propias de las fases productivas
CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad e-719
de los delirios y de las alucinaciones, así como de las vi- síndromes afectivos primarios como cuadros depresivos
vencias de irrealidad iniciales. Suele aparecer al inicio del o maniformes. Al valorar este síntoma se debe diferenciar
trastorno e incluso este humor característico ha recibido entre la vivencia afectiva y la expresión externa de ésta.
denominaciones específicas («trema», «temple delirante» Por ejemplo, en la esquizofrenia residual se aprecia una
o «humor delirante»). La ansiedad también puede apare- inadecuación afectiva en ambos niveles, mientras que al-
cer en la depresión e incluso en ocasiones puede dominar gunos cuadros orgánicos con afectación del SNC presen-
la presentación o patoplastia del cuadro constituyen- tan una inadecuación afectiva con alteraciones en la ex-
do una «depresión ansiosa». Tampoco debemos olvidar presión externa de la misma, como ocurre en los
mencionar la ansiedad secundaria a una causa médica paroxismos de risa incontrolada que pueden aparecer en
(p. ej., hipertiroidismo, feocromocitoma o hipertensión la patología seudobulbar.
arterial [HTA]), o al consumo de tóxicos (cannabis, cafeí- Labilidad emocional. Consiste en rápidos cambios en
na, alcohol, etc.) e incluso debido a fármacos (hipogluce- cuanto al estado emocional y en general independientes
miantes orales o corticoides, entre otros). de estímulos causales externos. Por ejemplo, un paciente
Disforia. La disforia es un síntoma de difícil definición maníaco que presenta llanto e intensificación de sus emo-
que se utiliza para señalar la sensación de malestar que ciones al recordar un suceso concreto, por ejemplo, el
predomina en algunos cuadros afectivos. Es un humor estado de sus hijos. La labilidad emocional dura casi
displacentero, común en ciertos estados depresivos y que siempre poco tiempo (segundos-minutos), aunque puede
engloba diferentes emociones o sentimientos como ansie- reaparecer varias veces en el mismo paciente. Este sínto-
dad, malhumor, sufrimiento angustioso o irritabilidad, ma puede aparecer en síndromes afectivos (depresivos,
por citar alguno de los más frecuentes. Todos ellos tienen maníacos o disfóricos), en pacientes con enfermedades
en común la tonalidad negativa o displacentera que con- orgánicas (generalmente con afectación del SNC), en su-
lleva una importante sensación de malestar general y di- jetos infantiles-inmaduros y en otras afecciones como los
fuso que presentan estos pacientes. Se puede utilizar para episodios psicóticos agudos. La aparición de labilidad
referirse a un estado de ánimo depresivo en el que predo- emocional y de incontinencia afectiva en el mismo pa-
mine dicha sensación de malestar. En ocasiones este sín- ciente es típica de ciertos trastornos orgánico-cerebrales
toma adquiere tal relevancia que puede constituir un sín- como la epilepsia, las demencias o los cuadros seudobul-
drome disfórico. Son pacientes sensibles a todo estímulo bares (Bulbena, 1998).
que se quejan amargamente, se muestran pesimistas, irri- Ambivalencia o ambitimia. Se denomina ambivalencia
tados, enfadados, amargados y pueden presentar episo- de sentimientos la coexistencia de sentimientos positivos
dios de agitación. y negativos con respecto a un mismo objeto, contenido
La disforia puede aparecer en diferentes situaciones, vivencial o representación. Por ejemplo, un sujeto puede
incluso en la vida cotidiana cuando se está excitado o presentar sensaciones positivas, como amor, y negativas,
tenso por un motivo concreto. Existen trastornos de per- como odio, en relación con una persona concreta y sin
sonalidad con síntomas disfóricos persistentes, así como que se anulen mutuamente. También puede existir una
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trastornos por uso de sustancias tóxicas que conllevan ambivalencia intencional o ambitendencia (coexistencia
estados de disforia. No es rara su aparición en cuadros de tendencias contrapuestas) e incluso una ambivalencia
psicóticos como la esquizofrenia o el trastorno delirante intelectual (coexistencia de una idea o representación
crónico, sobre todo el paranoide. Como hemos visto con mental y su contraria).
anterioridad, existen variantes depresivas de la disforia. La ambivalencia es un síntoma inespecífico que puede
No podemos dejar de mencionar los síntomas disfóricos aparecer en diferentes situaciones, tanto normales como
que pueden aparecer en algunos trastornos cerebrales patológicas, incluyendo trastornos de personalidad, suje-
como la epilepsia o los traumatismos craneoencefálicos tos inmaduros, trastornos de ansiedad, depresiones (no
con afectación del SNC. confundir con la indecisión como síntoma afectivo) e in-
Inadecuación afectiva o paratimia. Existe inadecuación cluso puede aparecer en cuadros psicóticos como la es-
afectiva cuando las emociones del sujeto no se quizofrenia.
corresponden de un modo natural con el contenido de Incontinencia afectiva. Se denomina así a la falta de
sus vivencias, incluyendo la conciencia de sí mismo y su control afectivo, existiendo estados afectivos o emocio-
entorno; por ejemplo, un paciente explica que está siendo nes que surgen de modo exageradamente rápido, que
maltratado de diversas maneras y al mismo tiempo que alcanzan una intensidad excesiva y que no pueden ser
lo explica se ríe de una manera incontrolada. En este dominados (Scharfetter, 1988). Por esta causa, afectos o
ejemplo la respuesta afectiva del paciente no parece estímulos muy superficiales motivan intensas emociones
apropiada al contexto situacional en el que se desarrolla. que se manifiestan en la mímica y la gesticulación. Por
Esta inadecuación puede abarcar aspectos cuantitativos ejemplo, un sujeto al que se le pregunta el nombre de un
(intensidad) o cualitativos (matización o tonalidad). La familiar cercano y comienza a llorar desconsoladamen-
paratimia es un síntoma que se observa con relativa fre- te, apreciándose durante la entrevista dificultades en el
cuencia en pacientes esquizofrénicos y en trastornos or- control de la afectividad, con reacciones de intensidad o
gánico-cerebrales aunque es excepcional su aparición en duración excesivas. La incontinencia afectiva puede
e-720 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
un conjunto de síntomas que identifican un estado de cluso de anestesia afectiva pueden suceder hasta en un
humor dominante de tonalidad triste, pesimista o som- 10-15% de los casos.
brío, y de naturaleza diversa. El término clásico de me- También pueden aparecer síntomas de pensamiento y
lancolía se utilizó como sinónimo de depresión hasta el de percepción. Las cogniciones del paciente siguen un
comienzo de la era psicofarmacológica (en la actualidad curso lento (bradipsiquia) y se caracterizan por conteni-
la psiquiatría americana equipara la melancolía con la dos de tonalidad negativa. El paciente pierde su autoesti-
depresión endógena). Los síntomas básicos de la depre- ma y puede verbalizar ideas sobrevaloradas de inutilidad,
sión son el estado de ánimo deprimido (tristeza) y la hiponcondría, desesperanza o ruina. No son raros los
pérdida del interés o capacidad de obtener placer (anhe- sentimientos de incapacidad o culpa excesiva e inapropia-
donia). Estos dos síntomas pueden variar en cuanto a da. En los síndromes depresivos más leves los pacientes se
intensidad y repercusión de acuerdo con el tipo y con la sienten culpables de su estado y se reprochan no esforzar-
gravedad del cuadro depresivo. Podemos encontrar pa- se por mejorar. En otros cuadros de mayor intensidad los
cientes con una tristeza vital y profunda que engloba to- pensamientos de culpa pueden adquirir características so-
das las áreas de la vida de relación del sujeto y que mani- brevaloradas o delirantes. La culpa, desde un punto de
fiesta una imposibilidad absoluta de anticipar o conseguir vista antropológico y cultural, constituye un sentimiento
un cierto placer, mientras que otros pacientes pueden de inadecuación que los europeos expresamos de esta
manifestar una tristeza menos vital, más reactiva e im- manera; sin embargo, en otras culturas, como la africana,
pregnada de ansiedad, así como una pérdida de la capa- no aparece como tal sino que se manifiesta como vergüen-
cidad de anticipar y buscar placer, pero conservando la za o equivalentes. Las ideas del paciente depresivo giran
capacidad de experimentarlo si la situación es propicia. constantemente en torno a los mismos temas e incluso
El síndrome depresivo no constituye una categoría diag- el paciente no las puede controlar, siendo causa de gran
nóstica homogénea sino que, al igual que ocurre con ansiedad. En ocasiones las ideas pueden adquirir caracte-
otros síndromes médicos como el síndrome febril o la rísticas delirantes de diversas temáticas como las ideas
insuficiencia respiratoria, puede englobar diferentes cua- delirantes hipocondríacas, de culpa, de ruina e incluso
dros clínicos según diversos factores, como su naturaleza, ampliarse hasta un delirio nihilista (la negación de la pro-
etiología, clínica u otras características. En este capítulo pia existencia). No son raras las ideas de muerte que pue-
nos centraremos de manera general en el síndrome de- den conducir a gestos suicidas o al suicidio consumado.
presivo, sin mencionar los subtipos concretos que se ana- No todos los sujetos que presentan ideación autolítica o
lizan con profundidad en otros capítulos del libro. En la realizan intentos de autólisis presentan un cuadro depre-
tabla 46-8 recogemos las características clínicas de uno sivo ya que, en ocasiones, constituye un intento de atraer
de estos subtipos, concretamente, el trastorno depresivo la atención de los demás para reclamar su ayuda o se co-
mayor según el DSM-IV. rresponden con otros cuadros clínicos. La autoestima del
La tristeza es el síntoma nuclear de la depresión, pero paciente deprimido suele aparecer disminuida de forma
pueden aparecer otros estados emocionales como la an- invariable. Las percepciones del paciente pueden estar al-
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siedad o la irritabilidad, pero secundarios al estado de teradas, generalmente presentan una disminución intensi-
ánimo. En ocasiones un paciente con un cuadro depresi- ficada de las vivencias perceptivas que puede afectar a
vo puede quejarse acerca de un vacío o de un sentimiento todas las esferas sensoriales (Scharfetter, 1988).
de falta de sentimiento. Esta situación generalmente se En la depresión se puede evidenciar una pobreza y
combina con una intensa disminución de todos los senti- ausencia de ideas, incapacidad para pensar y decidirse, así
mientos vitales. Aparece con mayor frecuencia en depre- como incapacidad volitiva. El paciente depresivo se mues-
siones endógenas o melancólicas aunque, en ocasiones, tra pesimista y pierde interés por su entorno o futuro. El
puede aparecer en depresiones neuróticas con importante tiempo transcurre muy lentamente e incluso se detiene.
ansiedad. Estas situaciones de intensa indiferencia e in- Puede aparecer llanto como expresión de este malestar
emocional, pero en ocasiones el paciente se queja de no
poder llorar. La disminución de la capacidad para pensar
TAB L A 46- 8 Síntomas de la depresión mayor
o concentrarse que se traduce en indecisión puede apare-
según el DSM-IV
cer en una depresión, e incluso puede evidenciarse una
1. Estado de ánimo deprimido disminución de la atención y diversas quejas mnésicas. En
2. Disminución de la capacidad de obtener placer la depresión pueden aparecer trastornos cognoscitivos,
3. Pérdida de peso tanto cuantitativos como cualitativos, la mayor parte de
4. Hipersomnia o insomnio los cuales desaparecen con la remisión clínica del cuadro.
5. Enlentecimiento o agitación psicomotora Las alteraciones de la psicomotricidad son frecuentes en
6. Fatiga los síndromes depresivos, tanto cuadros de inhibición/re-
tardo psicomotor como cuadros de agitación con impor-
7. Ideas de inutilidad o culpa
tante inquietud psicomotriz. Es más frecuente la inhibi-
8. Disminución de la capacidad de pensar o concentrarse
ción psicomotriz que se evidencia tanto en la expresividad
9. Pensamientos recurrentes de muerte
facial (facies hipomímica) como en los movimientos y el
e-722 CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad
lenguaje (bradifasia). El lenguaje puede ser escaso y mo- TA BLA 46-9 Síntomas del episodio maníaco
nótono, lo que se traduce en un empobrecimiento de la según el DSM-IV
capacidad asociativa, así como en una tendencia a la per-
severación en sus ideas o cogniciones negativas. 1. Período diferenciado del estado de ánimo anormal y
La vida instintiva y los ritmos biológicos pueden estar persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dura al
afectados. Son típicas las alteraciones del sueño del tipo menos una semana
de insomnio o hipersomnia, e incluso pueden constituir 2. Durante la alteración del estado de ánimo han persistido tres
la clave del subtipo diagnóstico. Por ejemplo, ante un o más de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo
es sólo irritable):
paciente deprimido con un despertar precoz hemos de
a) Autoestima exagerada o grandiosidad
descartar la existencia de un cuadro depresivo endógeno
b) Disminución de la necesidad de dormir
o melancólico. También son importantes las alteraciones c) Verborreico o más hablador de lo habitual
del apetito (anorexia/hiperfagia/apetencia por alimentos d) Taquipsiquia o fuga de ideas
concretos como hidratos de carbono o chocolate) y la e) Distraibilidad
disminución del impulso sexual. Existen depresiones que f) Aumento de la actividad intencionada o agitación
se caracterizan por presentar una ritmicidad circadiana o psicomotora
estacional. Por ejemplo, la depresión endógena presenta g) Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen
un mayor pico de incidencia en primavera/otoño, así un alto potencial para producir consecuencias graves
como una mejoría clínica vespertina. El síndrome depre- (compras irrefrenables con grandes gastos, indiscreciones
sivo puede tener otros síntomas somáticos o físicos, so- sexuales, etc.)
bre todo la fatiga o pérdida de energía. Otros síntomas 3. Los síntomas no cumplen criterios diagnósticos para un
somáticos son la disminución de la secreción de saliva en episodio mixto
la boca, estreñimiento, dolores de cabeza, sensación de 4. La alteración del estado de ánimo es lo suficientemente grave
globo en la garganta, opresión en el pecho, impresión de como para provocar un deterioro laboral o en las relaciones
con los demás, o provocar hospitalización o la existencia de
dificultad respiratoria, sensación de cuerpo hinchado,
síntomas psicóticos
etc. En medicina existen afecciones somáticas muy rela-
5. Los síntomas no se deben a los efectos fisiológicos directos de
cionadas con el estado afectivo y emocional del paciente,
una sustancia (droga o fármaco) o una enfermedad médica
en las que la presencia de estos síntomas físicos es impor- (p. ej., hipertiroidismo)
tante e incluso pueden aparecer antes del diagnóstico de
las mismas, como ocurre por ejemplo en la hipertensión
(Dimsdale, 1997). No podemos olvidar mencionar la completa en cada paciente. Es importante realizar un
posible repercusión de los síntomas sobre el rendimiento diagnóstico riguroso y específico, ya que se trata de un
funcional del paciente en todos los ámbitos. Socialmente trastorno con una alta incidencia y una importante mor-
el sujeto se muestra menos comunicativo, más aislado y bilidad asociada, susceptible de beneficiarse significati-
en general tiende al retraimiento social. Laboralmente los vamente de un tratamiento adecuado.
síntomas que constituyen un síndrome depresivo pueden Síndrome maníaco. A diferencia del síndrome
limitar la capacidad del paciente para realizar sus tareas depresivo, el síndrome maníaco constituye una exaltación
habituales e incluso en ocasiones la psicopatología de la de las funciones vitales caracterizado por un estado de
afectividad puede constituir una limitación importante. ánimo hipertímico o aumentado. En el maníaco la alegría
La presentación de estos cuadros depresivos es suma- no es normal sino patológica e invade todas las funciones
mente variable, ya que pueden predominar síntomas psíquicas. En la tabla 46-9 se recogen los criterios
específicos que configuran la patoplastia o apariencia diagnósticos para un episodio maníaco según el DSM-IV.
externa del cuadro clínico. Así, algunos pacientes El estado de ánimo de un paciente maníaco no siempre es
manifiestan quejas físicas y síntomas neurovegetativos, alegre o eufórico, también puede ser expansivo o irrita-
negando sentimientos de tristeza. Otros pueden presen- ble. Los pacientes maníacos presentan una importante
tar importantes síntomas de ansiedad e incluso no son sensación de bienestar, se sienten superiores y predomi-
infrecuentes los pacientes depresivos que refieren déficit nan en ellos los sentimientos autoexpansivos y de omni-
cognoscitivos y sólo más tarde admiten la presencia de potencia. En ocasiones aparecen neotimias, por las que se
otros síntomas. En la práctica clínica no es raro que un creen especiales o elegidos para convertirse en modelos
paciente minimice los síntomas o los remita a un acon- del resto de la humanidad. No es rara la presencia de
tecimiento específico de su vida. Incluso en algunas oca- síntomas disfóricos, sobre todo al inicio del cuadro clíni-
siones los síntomas son percibidos por primera vez por co (Post y cols., 1989). En un síndrome maníaco pueden
familiares, mientras que el paciente los niega. Tampoco aparecer síntomas depresivos e incluso cuando adquieren
podemos olvidar las diferencias transculturales entre gran relevancia pueden conformar un episodio mixto
pacientes de diferentes entornos culturales, circunstan- como se analizará en el capítulo correspondiente al tras-
cia que también repercute en la psicopatología del sín- torno bipolar. La labilidad emocional es un síntoma fre-
drome depresivo (Fernandes da Fonseca, 1987). Todas cuente de la manía y no se debe confundir con una clínica
estas variaciones individuales requieren una evaluación depresiva, sino con una exaltación de los sentimientos.
CAPÍTULO 46 Psicopatología de la afectividad e-723
Las alteraciones de la psicomotricidad adquieren especial TA BLA 46-10 Síntomas del episodio mixto
protagonismo en el síndrome maníaco, sobre todo en según el DSM-IV
cuanto a la presencia de un aumento del tono psicomotor
a todos los niveles. El paciente se muestra hiperexpresivo, 1. Se cumplen los criterios diagnósticos tanto para un episodio
inquieto, intranquilo y en ocasiones presenta importantes maníaco como para un episodio depresivo mayor (excepto en
cuadros de agitación motora. El tono de voz es elevado, la duración) casi cada día durante al menos un período de una
semana
apremiante y exagerado. El lenguaje es presivo y puede
ser tangencial, circunstancial, descarrilado y en ocasiones 2. La alteración del estado de ánimo es lo suficientemente grave
como para provocar deterioro laboral o en las relaciones con los
incoherente. Son pacientes con tendencia a la verborrea y
demás, provocar la hospitalización o la existencia de síntomas
a los que les cuesta interrumpir durante su discurso. No
psicóticos
es rara la presencia de neologismos y asonancias.
3. Los síntomas no se deben a los efectos fisiológicos directos de
La manía presenta evidentes repercusiones en la esfera una sustancia (droga o fármaco) o una enfermedad médica
del pensamiento, tanto en su curso como en su contenido. (p. ej., hipertiroidismo)
Diferentes autores han constatado que los trastornos del
pensamiento son más frecuentes en los pacientes manía-
cos que en los esquizofrénicos (Marengo y cols., 1985). forma que todos son positivos y egocéntricos. No se fal-
En el síndrome maníaco, a diferencia de lo que ocurre en sean los recuerdos sino que sólo se seleccionan los positi-
la bradipsiquia del síndrome depresivo, los pensamientos vos (hipermnesia selectiva). No existe alteración de la
siguen un curso acelerado (taquipsiquia) que incluso pue- inteligencia. En algunos casos, cuando la alteración es
de llegar a la fuga de ideas (incoherencia total). El pacien- muy intensa, pueden producirse cuadros confusionales.
te refiere una importante afluencia de pensamientos y de En la manía hay una alteración del juicio crítico de la
ideas, con dificultad para ordenarlas o para conseguir realidad. El paciente presenta una importante distorsión
controlar su curso. Las construcciones gramaticales pier- del «insight», con negación total o parcial de la enferme-
den una estructura lógica, sobre todo en cuanto al verbo, dad, así como una incapacidad para tomar cualquier de-
que puede desaparecer o adquirir un papel secundario, y cisión organizada o racional.
cuando aparece se utiliza preferentemente en las formas El aspecto del paciente maníaco es característico, ya
del presente en detrimento del pasado o futuro. No es que se trata de pacientes con ropas vistosas y coloridas
rara la presencia de frases encadenadas por asociaciones que suelen maquillarse o arreglarse en exceso. En ocasio-
de sonidos, rimas o juegos de palabras. En la exploración nes descuidan el aspecto personal y portan combinacio-
del contenido del pensamiento de un paciente maníaco es nes de ropa bizarras o extravagantes. Durante la entre-
típico encontrar ideas de grandeza, incluyendo grandes vista siguen un comportamiento peculiar, son intrusivos,
capacidades y aumento de planes, alta autoestima y ego- indiscretos, excesivamente joviales y pueden mostrarse
centrismo. No es raro encontrar sujetos maníacos con hiperexcitados e incluso amenazantes y agresivos en oca-
ideas paranoides o místico-religiosas. Pueden aparecer siones. Se muestran desinhibidos a todos los niveles, in-
© ELSEVIER. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
a la complejidad de su presentación clínica, todavía se Gastó, C., y Vallejo, J. (2001). Manual del Diagnóstico
cuestiona si son estados de transición de manía a depresión Diferencial y Tratamiento en Psiquiatría (2.a ed.). Barcelona:
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o viceversa, si están asociados con ciclación ultrarrápida, George, M. S., Setter, T. A., Parekh, P. I., Herscovitch, P., y Post,
si son la sobreposición de dos tipos de psicopatología y R. M. (1996). Gender differences in regional cerebral blood
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sobre otros. El paciente puede presentar un cuadro de Madrid: Aula Médica.
inquietud psicomotriz, verborrea, taquipsiquia, disminu- Hornak, J., y Rolls, E. T. (1996). Wade D. Face and voice
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mismo, sensación de malestar, ideas de culpa e inutilidad, Kleinginna, P. R., y Kleinginna, A. M. (1981). A categorized list
así como ideas de muerte. Las ideas autolíticas constitu- of emotion definitions, with suggestions for a consensual
yen un síntoma relevante en estos estados mixtos, ya que definition. Motivation and Emotion, 5, 345–379.
presentan un alto riesgo de suicidio. Este síndrome clíni- Liotti, M., Mayberg, H. S., Brannan, S. K., y cols. (2000).
Differential limbic-cortical correlates of sadness and anxiety in
co no es homogéneo ya que, como hemos comentado con healthy subjects: implications for affective disorder. Biological
anterioridad, unos síntomas pueden adquirir mayor tras- Psychiatry, 48(1), 30–42.
cendencia que otros. Los estados mixtos suponen alrede- Mac Kinnonn, R. A., y Yudofsky, S. C. (1986). The psychiatric
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