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Las Autoridades de La Iglesia

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LAS

AUTORIDADES
DE LA IGLESIA
LA UNICA FORMA DE LA
IGLESIA
 "La fe dada una vez a los santos“
 La revelación divina se considera completa y fija en Jesucristo, lo que implica que no hay un progreso
adicional en la revelación para la Iglesia, sino más bien una comprensión más profunda del mensaje
revelado. La vida cristiana, sin embargo, es dinámica y progresiva, en constante avance hacia una
comprensión más profunda de la verdad y una experiencia espiritual más íntima con Cristo.
 La fe cristiana se basa en hechos objetivos y estables, no en opiniones subjetivas o experiencias
personales, lo que la distingue del enfoque del Modernismo. El Libro de Hechos y las reflexiones de Lucas
sobre la primitiva comunidad cristiana enfatizan la importancia de la práctica de los apóstoles y de la
Iglesia, llamando a la tarea salvífica de la Iglesia como una "obra" y a la Iglesia misma como un "Camino"
que cumple el plan salvífico de Dios.
 El apóstol Pablo subraya la importancia de los hechos fundamentales de la fe, como la muerte, sepultura y
resurrección de Cristo, y advierte contra interpretaciones distorsionadas que podrían amenazar la
integridad de la fe cristiana. Al referirse al nuevo "Israel de Dios" como "nacido según el Espíritu",
enfatiza que esta etapa inaugura una dimensión universal y sin fronteras de la salvación, visible en las
diversas comunidades locales.
EL MENSAJE DISTINTIVO DEL
CRISTIANISMO
 El mensaje distintivo del Cristianismo se centra en el concepto de seguir al Maestro,
representado por el término "Camino". La vida cristiana se compara con un éxodo y
peregrinación, simbolizando la salida del pecado, la redención a través de Cristo y el viaje
hacia la verdadera Tierra Prometida. El simbolismo del bautismo refleja la inmersión de la
muerte a la vida a través de la fe en Cristo, quien es el único puente de acceso al Padre,
unificando la naturaleza divina y humana en su única Persona.
 Cualquier enseñanza que disuelva la divinidad, humanidad o unidad de Cristo se considera
anticristiana. La fe en Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, constituye el único
Evangelio válido, y cualquier adición o alteración a este mensaje se considera anatema. Por lo
tanto, todas las enseñanzas de la iglesia deben contrastarse con este Evangelio fundamental,
que no puede ser modificado ni alterado y contra el cual se puede pecar al agregar o quitar.
 El apóstol Pedro enfatiza la importancia de este testimonio fundamental como uno de los
testigos presenciales de las experiencias de humillación y gloriosa manifestación de Jesucristo.
JESUCRISTO, SEÑOR DE LA
IGLESIA
 El texto destaca la importancia de Jesucristo como único Señor y Rey de la Iglesia. El término
"Señor", reservado para Jesús en el Nuevo Testamento, implica su posesión y soberanía sobre
cada individuo y cada iglesia. Su señorío es fundamental para la unidad de la Iglesia, y está
respaldado por su papel como Cabeza de la Iglesia, implicando su autoridad y liderazgo sobre
los redimidos.
 Jesucristo ejerce su señorío sobre la Iglesia por derecho de creación y fundación, derecho de
redención o rescate, y derecho de matrimonio. Su soberanía es total e implica una sumisión
completa de sus seguidores. El texto subraya la importancia de no servir a dos señores y de la
unidad en la sumisión a Cristo. Asimismo, se enfatiza que Cristo estableció la Iglesia visible,
instituyendo los medios de gracia y estableciendo los oficios y ministerios correspondientes.
 El uso del término "Señor" en relación con la Iglesia destaca la relación de Jesucristo con los
creyentes, mientras que el término "Rey" se asocia más con Israel. La idea central es que
Jesucristo, como único Señor y Rey de la Iglesia, es digno de ser glorificado y servido por
todos los creyentes y la Iglesia en su conjunto.
JESUCRISTO, ÚNICO
GOBERNADOR DE LA
IGLESIA.
 Jesucristo, junto con su Palabra y su Espíritu, es el único con poder y dominio en la Iglesia, mientras
que el ministerio pastoral tiene la responsabilidad de apacentarla y cuidarla. Aunque este ministerio
pastoral conlleva autoridad, se entiende más como una responsabilidad y un servicio a la comunidad,
en lugar de un poder sobre la congregación.

 El gobierno de Jesucristo en la Iglesia no es físico ni visible como el de los gobernantes humanos, sino
que se ejerce a través de su Espíritu y su Palabra. El Espíritu de Cristo otorga poder y comunica la
operación de la gracia divina en el individuo. Además, el gobierno de Cristo se manifiesta
objetivamente a través de su Palabra, que es la autoridad final y suprema en la Iglesia. La Palabra de
Cristo guía, instruye y moldea la vida y la práctica de la Iglesia.

 En resumen, el texto enfatiza que Cristo es el único Gobernador de la Iglesia, ejerciendo su autoridad a
través de su Espíritu y su Palabra, mientras que el ministerio pastoral tiene la responsabilidad de
apacentar y cuidar a la congregación sin ejercer un poder sobre ella.
EL ESPIRITU SANTO Y LA
IGLESIA
 El Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trina Deidad, es presentado como el "Aliento Santo
y santificador" que procede del Padre y del Hijo. Aunque se menciona en tercer lugar, no
implica inferioridad, ya que comparte la misma esencia divina con el Padre y el Hijo. El
carácter personal del Espíritu Santo se evidencia en los textos bíblicos que lo describen como
el "Paráclito" o Consolador, quien distribuye dones según su voluntad y puede ser entristecido.

 El Espíritu Santo no es una mera fuerza divina, sino una Persona divina con atributos y
acciones personales. Se le asocia con conceptos como el "templo de Dios" y "templo del
Espíritu Santo", y se enfatiza su relación con la divinidad en los pasajes que equiparan
mentirle a Él con mentirle a Dios. Su naturaleza personal y su papel en la santificación y en la
distribución de dones divinos lo distinguen como una figura esencial en la doctrina cristiana.

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