Sesion 13
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ARBITRAJE
Decreto Legislativo N°
1071 LOS ARBITROS
DL. Nº 1071 - DECRETO
LEGISLATIVO QUE NORMA
EL ARBITRAJE
LOS ARBITROS:
NOMBRAMIENTO
Artículo 22.- Nombramiento de los árbitros.
1. En el arbitraje nacional que deba decidirse en derecho, se requiere ser
abogado, salvo acuerdo en contrario. En el arbitraje internacional, en
ningún caso se requiere ser abogado para ejercer el c argo.
2. Cuando sea necesaria la calidad de abogado para actuar como
árbitro, no se requerirá ser abogado en ejercicio ni pertenecer a una
asociación o gremio de abogados nacional o extranjera.
3. Los árbitros serán nombrados por las partes, por una institución arbitral o
por cualquier tercero a quien las partes hayan conferido el encargo. La
institución arbitral o el tercero podrán solicitar a cualquiera de las
partes la información que consideren necesaria para el cumplimiento
del encargo. (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS
1. Salvo acuerdo en contrario, una parte queda
vinculada por el nombramiento que ha efectuado
de un árbitro desde el momento en que la otra
parte haya sido notificada de dicho
nombramiento.
2. Si una parte no cumple con nombrar al árbitro que
le corresponde en el plazo establecido por las
partes o, en su defecto en este Decreto Legislativo,
podrá recurrirse a la institución arbitral o al tercero
designado por las partes para estos efectos o, en
su defecto, procederse según lo dispuesto por el
artículo 23.
LOS ARBITROS:
NOMBRAMIENTO
Artículo 23.- Libertad de procedimiento de nombramiento. Sin perjuicio de lo
dispuesto en los incisos d y e de este artículo, las partes podrán acordar
libremente el procedimiento para el nombramiento del árbitro único o de los
árbitros o someterse al procedimiento contenido en un reglamento arbitral,
siempre que no se vulnere el principio de igualdad. A falta de acuerdo, se
aplicarán las siguientes reglas:
a. En caso de árbitro único, o cuando las partes han acordado que el
nombramiento de todos los árbitros o del presidente del tribunal se efectúe
de común acuerdo entre ellas, tendrán un plazo de quince (15) días de
recibido el requerimiento de nombramiento para que cumplan con hacerlo.
b. En caso de tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro en el plazo de
quince (15) días de recibido el requerimiento para que lo haga y los dos
árbitros así nombrados, en el plazo de quince (15) días de producida la
aceptación del último de los árbitros, nombrarán al tercero, quien presidirá el
tribunal arbitral.
a. c. En caso de pluralidad de demandantes o de demandados, los demandantes
nombrarán de común acuerdo un árbitro y los demandados, también de común
acuerdo, nombrarán otro árbitro en el plazo de quince (15) días de recibido el
requerimiento para que lo hagan, salvo que algo distinto se hubiese dispuesto en el
convenio arbitral o en el reglamento arbitral aplicable. Los dos árbitros así nombrados,
en el mismo plazo, nombrarán al tercero, quien presidirá el tribunal arbitral.
b. Si en cualquiera de los supuestos anteriores no se llegue a nombrar uno o más árbitros,
el nombramiento será efectuado, a solicitud de cualquiera de las partes, por la
Cámara de Comercio del lugar del arbitraje o del lugar de celebración del convenio
arbitral, cuando no se hubiese pactado el lugar del arbitraje. De no existir una Cámara
de Comercio en dichos lugares, el nombramiento corresponderá a la Cámara de
Comercio de la localidad más cercana.
c. En el arbitraje internacional, el nombramiento a que se refiere el inciso d. de este
artículo será efectuado por la Cámara de Comercio del lugar del arbitraje o por la
Cámara de Comercio de Lima, cuando no se hubiese pactado el lugar del arbitraje.
LOS ARBITROS:
NOMBRAMIENTO
Artículo 25.- Nombramiento por las Cámaras de Comercio.
1. Cuando por disposición de este Decreto Legislativo corresponda el
nombramiento de un árbitro por una Cámara de Comercio, lo hará la
persona u órgano que la propia Cámara determine. A falta de previa
determinación, la decisión será adoptada por el máximo órgano de la
institución. Esta decisión es definitiva e inimpugnable.
2. Para solicitar a una Cámara de Comercio el nombramiento de un árbitro, la
parte interesada deberá señalar el nombre o la denominación social y
domicilio de la otra parte, hacer una breve descripción de la controversia
que será objeto de arbitraje y acreditar la existencia del convenio arbitral y,
de ser el caso, de la solicitud de arbitraje efectuada a la otra parte.
3. Si la Cámara respectiva no tuviera previsto un procedimiento aplicable, la
solicitud será puesta en conocimiento de la otra parte por un plazo de cinco
(5) días. Vencido este plazo, la Cámara procederá a efectuar el
nombramiento.
1. La Cámara de Comercio está obligada, bajo responsabilidad, a efectuar el
nombramiento solicitado por las partes en los supuestos contenidos en los incisos d.
y e. del artículo 23 y en el artículo 24, dentro de un plazo razonable. La Cámara
únicamente podrá rechazar una solicitud de nombramiento, cuando aprecie que,
de los documentos aportados, no resulta la existencia de un convenio arbitral.
2. La Cámara de Comercio tendrá en cuenta, al momento de efectuar un
nombramiento, los requisitos establecidos por las partes y por la ley para ser árbitro
y tomará las medidas necesarias para garantizar su independencia e imparcialidad.
3. En el arbitraje nacional, la Cámara de Comercio efectuará el nombramiento
siguiendo un procedimiento de asignación aleatoria por medios tecnológicos,
respetando los criterios de especialidad. (*)
4. En el arbitraje internacional, tratándose de árbitro único o del presidente del tribunal
arbitral, tendrá en cuenta asimismo la conveniencia de nombrar un árbitro de
nacionalidad distinta a la de las partes.
LOS ARBITROS:
NOMBRAMIENTO
iii)
i) Tratándose de árbitro único, resuelve la recusación la institución arbitral que lo ha nombrado o,
a falta
• de ésta, la Cámara de Comercio correspondiente, conforme a los incisos d. y e. del artículo 23.
ii) Tratándose de un tribunal arbitral conformado por más de un árbitro, resuelven la recusación los
demás árbitros por mayoría absoluta, sin el voto del recusado. En caso de empate, resuelve el
presidente del tribunal arbitral, a menos que él sea el recusado, en cuyo caso resuelve la
institución arbitral que hubiese efectuado su nombramiento o, a falta de ésta, la Cámara de
Comercio correspondiente, conforme al inciso d y e del artículo 23.
iii) Si se recusa por la misma causa a más de un árbitro, resuelve la Cámara de Comercio
correspondiente, conforme a los incisos d y e del artículo 23. Sin embargo, si el presidente no se
encuentra entre los recusados, corresponde a éste resolver la recusación. 3. Salvo pacto en
contrario, una vez que se inicie el plazo para la emisión de un laudo, es improcedente cualquier
recusación. Sin embargo, el árbitro debe considerar su renuncia, bajo responsabilidad, si se
encuentra en una circunstancia que afecte su imparcialidad e independencia.
ARTÍCULO 29.- PROCEDIMIENTO DE
RECUSACIÓN.
1. Cuando un árbitro se vea impedido de hecho o de derecho para ejercer sus funciones, o
por cualquier otro motivo no las ejerza dentro de un plazo razonable, cesará en su cargo si
las partes acuerdan su remoción. Si existe desacuerdo entre las partes sobre la remoción y
no han estipulado un procedimiento para salvar dicho desacuerdo o no se encuentran
sometidos a un reglamento arbitral, se procederá según lo dispuesto en el artículo 29. Esta
decisión es definitiva e inimpugnable. Sin perjuicio de ello, cualquier árbitro puede ser
removido de su cargo mediante acuerdo de las partes.
1.Si alguno de los árbitros rehúsa a participar en las actuaciones o
está reiteradamente ausente en las deliberaciones del tribunal
arbitral, los otros árbitros, una vez que hayan comunicado dicha
situación a las partes y al árbitro renuente, están facultados para
continuar con el arbitraje y dictar cualquier decisión o laudo, no
obstante la falta de participación del árbitro renuente, salvo
acuerdo distinto de las partes o del reglamento arbitral aplicable. En
la determinación de si se continúa con el arbitraje, los otros árbitros
deberán tomar en cuenta el estado de las actuaciones arbitrales,
las razones expresadas por el árbitro renuente para no participar y
cualesquiera otras circunstancias del caso que sean apropiadas.
• Si en cualquier momento, los otros árbitros deciden continuar
con el arbitraje sin la participación del árbitro renuente,
notificarán su decisión a las partes. En este caso, cualquiera de
ellas podrá solicitar a la institución que efectuó el
nombramiento, o en su defecto, a la Cámara de Comercio
correspondiente conforme a los incisos d) y e) del artículo 23, la
remoción del árbitro renuente y su sustitución conforme el
numeral 1 de este artículo.
TÍTULO ACTUACIONES
IV ARBITRALES
Artículo 33.- Inicio del arbitraje. Salvo acuerdo distinto de las partes, las actuaciones arbitrales
respecto de una determinada controversia se iniciarán en la fecha de recepción de la solicitud
para someter una controversia a arbitraje.
Artículo 34.- Libertad de regulación de actuaciones.
1. Las partes podrán determinar libremente las reglas a las que se sujeta el tribunal arbitral en sus
actuaciones. A falta de acuerdo o de un reglamento arbitral aplicable, el tribunal arbitral
decidirá las reglas que considere más apropiadas teniendo en cuenta las circunstancias del
caso.
2. El tribunal arbitral deberá tratar a las partes con igualdad y darle a cada una de ellas
suficiente oportunidad de hacer valer sus derechos.
3. Si no existe disposición aplicable en las reglas aprobadas por las partes o por el tribunal arbitral,
se podrá aplicar de manera supletoria, las normas de este Decreto Legislativo. Si no existe
norma aplicable en este Decreto Legislativo, el tribunal arbitral podrá recurrir, según su criterio, a
los principios arbitrales así como a los usos y costumbres en materia arbitral. 4. El tribunal arbitral
podrá, a su criterio, ampliar los plazos que haya establecido para las actuaciones arbitrales,
incluso si estos plazos estuvieran vencidos.
• Artículo 35.- Lugar del arbitraje:
• 1. Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. A falta de
acuerdo, el tribunal arbitral determinará el lugar del arbitraje, atendiendo a
las circunstancias del caso y la conveniencia de las partes.
• 2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral anterior, el tribunal arbitral
podrá, previa consulta a las partes, reunirse en cualquier lugar que estime
apropiado para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para examinar
o reconocer objetos, documentos o personas. El tribunal arbitral podrá llevar
a cabo deliberaciones en cualquier lugar que estime apropiado.
ARTÍCULO 39.- DEMANDA Y
CONTESTACIÓN.
1. Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por el tribunal arbitral y a
menos que las partes hayan acordado algo distinto respecto del contenido de la
demanda y de la contestación, el demandante deberá alegar los hechos en que se
funda, la naturaleza y las circunstancias de la controversia y las pretensiones que
formula y el demandado deberá establecer su posición respecto a lo planteado en
la demanda.
2. Las partes, al plantear su demanda y contestación, deberán aportar todos los
documentos que consideren pertinentes o hacer referencia a los documentos u otras
pruebas que vayan a presentar o proponer.
1. Salvo acuerdo en contrario, en el curso de las actuaciones,
cualquiera de las partes podrá modificar o ampliar su demanda o
contestación, a menos que el tribunal arbitral considere que no
corresponde permitir esa modificación en razón de la demora con
que se hubiere hecho, el perjuicio que pudiera causar a la otra
parte o cualesquiera otras circunstancias. El contenido de la
modificación y de la ampliación de la demanda o contestación,
deberán estar incluidos dentro de los alcances del convenio
arbitral.
2. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral no puede disponer la
consolidación de dos o más arbitrajes, o disponer la realización de
audiencias conjuntas.
EL TRIBUNAL
ARBITRAL
Artículo 40.- Competencia del tribunal arbitral. El tribunal arbitral
es competente para conocer el fondo de la controversia y
para decidir sobre cualesquiera cuestiones conexas y
accesorias a ella que se promueva durante las actuaciones
arbitrales, así como para dictar las reglas complementarias
para la adecuada conduc c ión y desarrollo de las mismas.
ARTÍCULO 41.- COMPETENCIA PARA DECIDIR LA
COMPETENCIA DEL
TRIBUNAL ARBITRAL.
1. El tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las
excepciones u objeciones al arbitraje relativas a la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del
convenio arbitral o por no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera otras
cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran comprendidas en este ámbito las
excepciones por prescripción, caducidad, cosa juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la
continuación de las actuaciones arbitrales.
2. El convenio arbitral que forme parte de un contrato se considerará como un acuerdo independiente de las demás
estipulaciones del mismo. La inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de un contrato que
contenga un convenio arbitral, no implica necesariamente la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o
ineficacia de éste. En consecuencia, el tribunal arbitral podrá decidir sobre la controversia sometida a su
conocimiento, la que podrá versar, incluso, sobre la inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del
contrato que contiene un convenio arbitral.
3. Las excepciones u objeciones deberán oponerse a más
tardar en el momento de presentar la contestación, sin
que el hecho de haber nombrado o participado en el
nombramiento de los árbitros impida oponerlas. La
excepción u objeción basada en que el tribunal arbitral ha
excedido el ámbito de su competencia deberá oponerse
tan pronto como sea planteada durante las actuaciones
arbitrales, la materia que supuestamente exceda su
competencia. El tribunal arbitral sólo podrá admitir
excepciones u objeciones planteadas con posterioridad si
la demora resulta justificada. El tribunal arbitral podrá
considerar, sin embargo, estos temas por iniciativa propia,
en cualquier momento.
4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral
decidirá estas excepciones u objeciones con
carácter previo o junto con las demás cuestiones
sometidas a su decisión relativas al fondo de la
controversia. Si el tribunal arbitral desestima la
excepción u objeción, sea como cuestión previa
o sea en el laudo por el que se resuelve
definitivamente la controversia, su desición sólo
podrá ser impugnada mediante recurso de
anulación contra dicho laudo.
5. Si el tribunal arbitral ampara la excepción como
cuestión previa, se declarará incompetente y ordenará la
terminación de las actuaciones arbitrales. Esta decisión
podrá ser impugnada mediante recurso de anulación. Si
el tribunal arbitral ampara la excepción como cuestión
previa respecto de determinadas materias, las
actuaciones arbitrales continuarán respecto de las
demás materias y la desición sólo podrá ser impugnada
mediante recurso de anulación luego de emitirse el
laudo por el que se resuelve definitivamente la
controversia.
ARTÍCULO 42.-
AUDIENCIAS.
1. El tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse audiencias para la presentación
de alegaciones, la actuación de pruebas y la emisión de conclusiones, o si las
actuaciones serán solamente por escrito. No obstante, el tribunal arbitral
celebrará audiencias en la fase apropiada de las actuaciones, a petición de
una de las partes, a menos que ellas hubiesen convenido que no se
celebrarán audiencias.
2. Las partes serán citadas a todas las audiencias con suficiente antelación y
podrán intervenir en ellas directamente o por medio de sus representantes.
3. Salvo acuerdo distinto de las partes o decisión del tribunal arbitral, todas las
audiencias y reuniones serán privadas.
4. De todas las alegaciones escritas, documentos y demás información que una
parte aporte al tribunal arbitral se pondrá en conocimiento de la otra parte.
Asimismo, se pondrá a disposición de las partes cualquier otro material
perteneciente a la controversia que sea entregado al tribunal arbitral por las
partes o por cualquier tercero y en los que puedan fundar su decisión.
MUCHAS GRACIAS.