¿No estarían tristes vuestros rostros si fuésemos cogidos por los guerreros en sus muros a causa de vosotros, oh Los de las Espinas.
En la torre apoyada entre los muros la logia al exterior sobresalía, de suerte que el camino y campos puros de lejos al curioso descubría.
Y queriendo hacer ver, que también ellos eran capaces de dar útiles consejos, han grabado estas máximas sobre los muros del edificio.
Cuando una va a entrar, ya la otra está yendo hacia la puerta, y nunca el palacio acoge entre sus muros a ambas, sino que siempre una de ellas fuera del palacio da vueltas por la tierra y la otra espera en la morada hasta que llegue el momento de su viaje.
-exclamó ella, mientras pasaban por delante de viejos castillos del tiempo de los caballeros, cuyos rojos
muros y recortados frontones se reflejaban en los canales donde nadaban cisnes, y a lo largo de los cuales se extendían antiguas y frescas avenidas.
Hans Christian Andersen
En una de las callejas más oscuras y tortuosas de la ciudad imperial, empotrada y casi escondida entre la alta torre morisca de una antigua parroquia mozárabe y los sombríos y blasonados
muros de una casa solariega, tenía hace muchos años su habitación raquítica, tenebrosa y miserable como su dueño, un judío llamado Daniel Leví.
Gustavo Adolfo Bécquer
La azotea, la blanquísima azotea, cegaba con el blancor de sus bien enjalbegados muros y con los espléndidos tonos de las flores, que en numerosas macetas adornaban el murete corno una greca florida, a los ardientes rayos del sol que parecía querer incendiar el zafir de los cielos y el cristal purísimo del espacio.
Mas quiero un poco postergar a un lado la historia de la pérfida Orrigila, que había a sus amantes traicionado no ya una sola vez, sino una pila; e ir a ver el haz desmesurado de los doscientos mil que ahora se apila alrededor de la ciudad del Sena, y causan a sus muros daño y pena.
Alrededor de las caladas franjas del ajimez, y enredándose por la columnilla de mármol que lo partía en dos huecos iguales, subía desde el interior de la vivienda una de esas plantas trepadoras que se mecen verdes y llenas de savia y lozanía sobre los ennegrecidos
muros de los edificios ruinosos.
Gustavo Adolfo Bécquer
Con razón me tendrían todos por loco, si mientras viejos y mujeres amontonasen carros para fortificar los muros, y la juventud armada puertas adentro esperase o pidiese la señal para salir, mientras que los disparos hostiles golpeasen las puertas y además el sol temblase, todo escavado de minas y pasadizos subterráneos, yo siguiera ocioso y plantease estos problemas: (ejemplo de clásico de silogismo sofistico, que también se encuentra en Eubelides de Megara y en Gellius) Y otras ocurrencias delirantes por el estilo.
No compares con ella los muros de Babilonia que allanó Alejandro; no los castillos de Cartago y Numancia, ganados con un ejército; no el Capitolio y su Alcázar, que todos ellos tienen las señales de los enemigos; pero las que defienden al sabio están seguras del fuego y de los asaltos, sin que haya portillo por donde entrar, porque son altas, excelsas e iguales a los dioses.
Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana, La de las torres viejas y del jardín callado, La de la yedra muerta sobre los muros rojos, La de la niebla azul y el arrayán romántico.