La más antigua mención de Sarapis se encuentra en la narración de la muerte de Alejandro, tomada de los diarios reales (Arriano, Anábasis, VII.
erapis (también Sérapis, Sarapis y Sárapis; en griego Σέραπις; nombre egipcio User-Hep) era una deidad sincrética greco-egipcia a la que Ptolomeo I declaró patrón de Alejandría y dios oficial de Egipto y Grecia con el propósito de vincular culturalmente a los dos pueblos.
Según un texto de Tácito, Sarapis fue el dios de la cercana población de Racotis antes de que formara parte de la gran capital de Alejandría; pero es improbable que se construyeran templos dedicados a los Apis muertos, excepto en su tumba menfita, el Serapeum de Saqqara.
Según ella, Sarapis tiene un templo en Babilonia y es de tal importancia que sólo lo nombra a él al ser consultado el rey agonizante.
Parece poco probable que este Sarapsi-Sarapis se adoptara en Sinope y de esta ciudad se tomara como origen del dios egipcio, en Alejandría; pero independientemente de si el nombre egipcio de Sarapis proviene realmente del Sarapsi babilónico, la importancia que éste tuvo en los últimos días de Alejandro podría haber determinado la elección del egipcio Osiris-Apis para aportar el nombre y algunas de las principales características al dios de Alejandría.
Así, Sarapis sería la forma literaria y oficial del nombre; podría ser la tradicional, fechada quizás en el reinado de Amasis o a partir del período persa.
Sin embargo, se ha afirmado que la existencia paralela de los nombres de Sarapis y Osorapis (Userhapi) apunta a un origen independiente para el primero; sin embargo, los dobletes, como Petisis - Petsis, son comunes en los nombres egipcios helenizados.