Sudetes

Sudetes (Sudety)

 
Cadena montañosa de Europa central, entre Bohemia (República Checa) y Silesia (Polonia), extendida desde los Cárpatos a los márgenes del Elba. Su sección más alta esta en los montes de los Gigantes o Riesengebirge (pico Sněžka, 1 603 m).
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Los alemanes de los Sudetes, que pedían su incorporación a Alemania, habían desencadenado el desmantelamiento de Checoslovaquia, acordado en los Acuerdos de Múnich de 1938.
Creó también la VOMI o Volksdeustsche Mittelstelle, que era una oficina para enlaces de los alemanes étnicos en el extranjero y que las SS usaron ampliamente para penetrar en territorios tales como en los Sudetes y desestabilizar a gobiernos como el de Checoslovaquia.
Cuando Hitler lanzó sus amenazas contra Checoslovaquia utilizando la Crisis de los Sudetes como pretexto a mediados de 1938, Francia eludió hacer efectiva su alianza político-militar con los checoslovacos hasta que no lo hiciera Gran Bretaña.
El territorio limita al sur con los montes llamados en sorabo Lužické hory y en alemán Lausitzer Gebirge (en ambos casos: Montes de Lusacia), que enlazan al oeste con los Montes Metalíferos y al este con los Sudetes, teniendo una altitud máxima de 793 msnm en el Lausche.
Gran relevancia tomo durante la II Guerra Mundial, ya que fue parte del Borde de los Montes Sudetes, la cual fue lo primero que tomo Hitler y después finalizada la guerra fue donde se instauró los Decretos de Edvard Beneš.
En 1938 toma parte en la anexión de los Sudetes por parte del Reich, denominada esta operación Guerra de las Flores, como Jefe del Estado Mayor General de los ejercitos al mando del coronel general Ritter von Leeb.
El oeste de Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos.
Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un conjunto de informes con supuestas atrocidades cometidas contra habitantes alemanes en los Sudetes.
La anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi.
La incorporación de los Sudetes a Alemania y la posterior partición de Checoslovaquia hizo que fuera muy distinta la presencia política de fascistas o nazis locales en el protectorado de Bohemia y Moravia (que mantuvo un gobierno local considerado poco fiable por los nazis, y se administraba en la práctica con un gobierno militar alemán) y en la República Eslovaca (1939-1945), más afín a la ideología del III Reich, en la que los simpatizantes nazis locales gobernaban dirigidos por el sacerdote católico Jozef Tiso y el Hlinka (Unidad Nacional) o Partido del Pueblo Eslovaco, que desde 1939 era el único legal, junto con el Deutsche Partei (Partido Alemán, para los alemanes radicados en Eslovaquia) y el Partido Húngaro Unificado (para los húngaros).
Schindler convenció al Hauptsturmführer —capitán— de las SS Amon Göth, comandante del cercano campo de concentración de Plaszow, para que le permitiera trasladar su factoría a Brünnlitz, en la región de los Sudetes, evitando de esa manera que sus empleados judíos acabaran en las cámaras de gas.
En los días previos a la crisis de los Sudetes en 1938, Goebbels tomó la iniciativa y de nuevo utilizó la propaganda para generar simpatía entre los alemanes de los Sudetes mientras desprestigiaba al gobierno checo.