-Pos lo que me ha dicho ha sío... ¡mal sudeste le coja y lo tumbe y lo convierta en salitre! ¡Pos no me ha dicho que sa menester que tú te cases con él antes que llegue el verano!
La esperanza de Subercasaux era tan grande que no se inquietó lo necesario ante el aspecto equívoco del agua enturbiada, en un río que habitualmente da fondo claro a los ojos hasta dos metros. —Las lluvias —pensó— no se han obstinado aún con el
sudeste...
Horacio Quiroga
Simplemente que en esta etapa de la historia, así como hubo un ciclo histórico del derecho y el intercambio comercial que favoreció a las naciones desarrolladas manufactureras, el surgimiento precisamente del sudeste asiático y de Indias es lo que tuerce ese sino histórico que teníamos nosotros de ser solamente productores de comodities y baratos además, porque comienzan a tener que alimentar a todos ellos que producen barato – como señala Dilma – y nos hacen dumping por muchas cosas, pero que necesitan también que alimentar a millones de personas que antes no comían.
Al ponerse el sol, el tiempo se había descompuesto, soplaba fuerte el sudeste, la playa estaba aun más desierta que de ordinario, las embravecidas olas se levantaban como montes, y empujadas unas por otras, venían a estrellarse en el barranco de la costa.
Relieve: En el noroeste, las montañas de los Andes y la depresión del Lago de Maracaibo; en el centro, los Llanos; en el sudeste, las tierras altas del Macizo de la Guayana.
Y clavados los ojos en el rincón
sudeste del cuarto, sin sonreír, con una expresión casi dolorosa en el semblante sucio, con barba de tres días, Barsut monologaba lentamente, contaba sus terrores de hombre de veintisiete años, la preocupación que le había dejado en el entendimiento el guiño de un pez tuerto, y relacionando el pez tuerto con la mirada fisgona de una anciana alcahueta que quería que se casara con su hija que se dedicaba al espiritismo, derivaba la conversación hacia cada absurdo que de pronto, Erdosain, olvidándose de su rencor, se preguntaba si el otro no estaría loco.
Roberto Arlt
Al Sudeste, la isla Bouvet de Noruega y, en la parte Sur, se sitúa la región del conflicto que nos ocupa: las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ocupadas por el Reino Unido y cuya soberanía es reclamada por la República Argentina.
-Poique me parece -continuó el patrón, siempre gritando para poder dominar los agudos silbos del viento y el rugir de las olas- que esto va tomando malas jechuras y que el Sudeste viée cargao de muchísimas esazones.
Es un año en el que nos enfrentamos a la difícil tarea de mantener la paz en el Sudeste de Asia y en el potencialmente explosivo Oriente Medio.
ARTÍCULO 4 El Estado de Honduras comprende todo el territorio que en tiempo del Gobierno Español se ha conocido con el nombre de provincia, circunscripto por los límites siguientes: por el oeste con el Estado de Guatemala; por el sur, sudoeste y oeste con el del Salvador; por el sur con la ensenada de Conchagua en el Mar Pacífico; por el este, sudeste y sur con el Estado de Nicaragua; por el este, nordeste y norte con el Océano Atlántico; y las islas adyacentes a sus costas en ambos mares.
Su tez es negra, sus cabellos del mismo color, cortos, finos y encrespados como lana; su cráneo comprimido, la frente aplastada, la nariz chata, los labios abultados y salientes. Se divide en rama etiópea, en el centro del África; cafre en toda la costa sudeste y hotentote en la parte meridional.
Dejó atrás Emmaús, y guiado por instinto superior a su voluntad, siguió caminando al Sudeste, dejando a la izquierda a Jerusalén, cuyas murallas le parecieron de fuego.