Volterra

Volterra

 
C. de Italia, en la Toscana, prov. de Pisa; 14 000 h. Restos etruscos.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
A Escipión, que preveía una campaña pausada, similar a la del año anterior, se le enfrentó el enemigo en formación de combate en Volterra .
También se vincula con los ritos funerarios, habiéndose encontrado numerosas esculturas etruscas en las tumbas, especialmente en Perugia, Volterra y Chiusi, que representan objetos o sujetos mitológicos.
Sin derivativas espaciales). Modelos clásicos de crecimiento poblacional y de Lotka y Volterra. Ecuaciones diferenciales parciales (Tiempo continuo con derivativas espaciales).
Los trabajos de edificación sufrieron diversas interrupciones debido a la falta de recursos, pero los arquitectos que continuaron las obras (Bernardino Valperga, Francesco da Volterra, etc.) respetaron el proyecto original.
Igualmente pueden verse unas seiscientas urnas funerarias, de terracota y también de alabastro, en el Museo Guarnacci de Volterra.
Incluso Bella reconoce que es muy apuesto. Durante su estancia en Volterra, los Vulturis le nombraron Conde. Psicológicamente, es muy noble y "humano", es decir, trata de que sus actos no sean los propios de un vampiro y beneficiosos ante las comunidades humanas.
Pueden verse sus obras en algunos de los grandes museos italianos, principalmente en la Villa Giulia (ocupada desde 1889 por el Museo Nazionale Etrusco) y el Museo Gregoriano del Vaticano, ambos en Roma; el Museo Archeologico de Florencia, el «Museo Archeologico Nazionale Etrusco della Città di Chiusi» y el «Museo Etrusco Guarnacci» en Volterra.
La persona que se ocupó de esta labor, por orden de Pío V, fue Daniele da Volterra, discípulo de Miguel Ángel, a quien, por este trabajo se colocó el sobrenombre de «Braghettone» (Pintacalzones); Daniele murió dos años después de iniciar el trabajo, sin haberlo terminado.
Las puertas de la época tardo-etrusca, como por ejemplo la Porta all'Arco de Volterra, estaban además decoradas con frescos y bajorrelievee en sus partes principales (la clave del arco y el plano de imposta).
En Roma, encargó al pintor Daniele da Volterra que cubriese en parte las figuras trazadas en la Capilla Sixtina por Miguel Ángel, que las había pintado desnudas en su mayoría.
La composición, que guarda gran similitud con la famosa de Roseti en Volterra, está bien estudiada, aunque resulte excesivamente correcta y fría, si se la compara con las anteriores obras analizadas.
La Cámara del Cardenal ya fue pintada en el 1547 por Daniele da Volterra (fresco superior), mientras la Sala de los Fastos Farnesios fue pintada por Francesco Salviati entre el 1552 y el 1556 y completada por Taddeo Zuccari a partir del 1563.