El vestido bruscamente echado hacia atrás, sube en forma de polisón encima de un ahuecador, una “semi – jaula” emballenada cuyo volumen entre 1860 y 1890 va cambiando hasta desaparecer.
Desde allí se introdujo en España, coincidiendo con el reinado de Isabel II, siendo denominada como miriñaque: en la corte española se había utilizado anteriormente el tontillo, un ahuecador usado durante el siglo XVIII.