Otra de las razones por la cual crece la barba en los machos de la especie humana es la de aparentar mayor tamaño del mismo modo que los leones con su melena y así intimidar a otros machos en la lucha por aparearse con las hembras.
Además de estas restricciones al intercambio de genes entre poblaciones existen otras ―denominadas mecanismos de aislamiento reproductivo― las cuales son el conjunto de características, comportamientos y procesos fisiológicos que impiden que los miembros de dos especies diferentes puedan cruzarse o aparearse entre sí, producir descendencia o que la misma sea viable o fértil.
Un costo adicional del sexo es que los machos y las hembras deben buscarse entre ellos para aparearse y la selección sexual suele favorecer caracteres que reducen la aptitud de los individuos.
Un estudio realizado en carneros demostró que entre un 2% y un 3% de los sujetos estudiados no mostraba ningún interés en aparearse con miembros de cualquier sexo.
Tienen una fecundación externa que se efectúa en el agua. El amplexus (forma de aparearse de los anuros) puede ser axilar o inguinal.
Puerto Madryn recibe entre los meses de junio y diciembre a la ballena franca austral que regresa a la zona cada año para aparearse y procrear.
Cada canto está constituido por una serie de temas, sintagmas y sub-sintagmas (véase fraseo) y hay diferencias entre los cantos de las yubartas que viven en el Atlántico norte, las del Pacífico norte y las del hemisferio sur.Los cantos de las ballenas jorobadas tienen un papel importante en la reproducción; se ha demostrado que solo cantan los machos adultos (de manera similar a lo que ocurre en los pájaros), que comunican mediante los cantos su disponibilidad para aparearse en las hembras y su posición.
La época de apareamiento dura aproximadamente desde septiembre hasta marzo, aunque hay diferencias regionales. En esta época, las hembras pueden aparearse en repetidas ocasiones.
Los cachalotes forman asociaciones similares, llamadas «unidades», en la que los machos no permanecen con las hembras y las crías, sino que a la edad de unos cinco años emprenden un largo viaje hacia latitudes más altas, donde hay más alimento, para completar su desarrollo. A partir de entonces, se mueven de una unidad a otra para aparearse con más hembras.
A las crías de un año que todavía son lactantes, no se les permite aparearse. Sin embargo, hay ocasiones en que estas se encuentran entre un macho en busca de una hembra y su madre, por lo que las que ya han crecido son expulsadas del territorio de su madre.
Durante un periodo determinado de tiempo (que suele variar de unas regiones a otras), que normalmente va de diciembre a febrero, las iguanas entran en celo y centran toda su actividad en intentar aparearse.
Las obreras no pueden aparearse; sin embargo, debido al sistema haplodiploide de determinación sexual de las hormigas, las obreras de ciertas especies pueden poner huevos no fertilizados que resultan en machos haploides completamente fértiles.