Esta batalla enfrentó a las fuerzas coaligadas de Seleuco (emperador de Babilonia y de los sátrapas orientales), de Casandro (rey de Macedonia) y de Lisímaco (soberano de Tracia) contra los ejércitos de Antígono y de su hijo Demetrio I Poliorcetes ("asediador de ciudades"), que habían conseguido agrupar bajo su égida el Levante: Siria, Asia Menor y Grecia (en 302 a.
Karmavati condujo a las mujeres de la ciudadela a la muerte por el fuego, mientras que los hombres hicieron una salida a la desesperada contra el ejército musulmán asediador.
C.), apodado Poliorcetes (Griego: Δημήτριος Πολιορκητής), que significa "el asediador de ciudades", rey de famoso en la antigüedad en razón de tal quehacer.
C.) y la abundancia de provisiones almacenadas en la ciudad, hicieron fracasar el intento; Lúculo, que estaba cerca de la zona, cortó las líneas de suministro a Mitrídates y el ejército asediador comenzó a sufrir de hambre y finalmente abandonó el asedio y sufrió fuertes pérdidas.
Suponiendo que estaba muerto, los nobles de la ciudad abrieron las puertas de Tarnovo al ejército asediador bizantino y aceptaron a Iván Asen III como emperador.