Si yo recordase al señor Carnerero que en su vida ha hecho ninguna obra literaria completa y original, sino es cuatro loas y cancioncillas de circunstancias; si yo le dijese que tiene el prurito de llamar arreglos e imitaciones a sus traducciones literales; que con mudar el nombre a los productos literarios de otros toma posesión de ellos, de modo que para él es la literatura como para otros la inclusa: en viendo un hijo que no tiene padre conocido, le adopta (y dirán que no es caritativo); que hasta para escoger estos hijos escoge los peores, como Gustavo y Poleska, que no ha caído por la gran misericordia del Señor; si yo le recordase las oleadas del segundo acto...
Actualmente se le llama Nesita) cortando por el medio todas las calas, Estando ya tan adentro que tanto daba para mí ir como volver, se deshizo aquella calma que me había arrebatado; no era todavía la tempestad, pero sí el encrespamiento del mar y las oleadas cada vez más frecuentes.
¡Las
oleadas de la muchedumbre me arrastraron a casa del conde de Fuensalida, donde supe que Isabel de Portugal, emperatriz de Alemania y reina de España, acababa de abandonar la Tierra al dar a luz un niño muerto!
Pedro Antonio de Alarcón
Diez millones de almas estaban retorciéndose en las llamas ardientes, y mientras las
oleadas hirvientes los lanzaban violentamente contra las rocas ennegrecidas e inflexibles, maldecían con blasfemias desesperadas, y cada maldición hacía eco con los truenos.
William Harrison Ainsworth
Un momento después la procesión había pasado, la gente se arremolinaba para volver a salir a su encuentro, y yo perdí de vista a mi hombre entre las
oleadas de la muchedumbre.
Pedro Antonio de Alarcón
Una llamarada brotó de los ojos apagados del viejo y la sangre en
oleadas hirvientes se agolpó a su corazón y a su cerebro, devolviéndole por un instante el vigor de la juventud.
Baldomero Lillo
Llamaron a la puerta días difíciles, días de prueba; arremetió la desgracia; a grandes
oleadas irrumpió en aquella casa, otrora tan próspera.
Hans Christian Andersen
Celtas, fenicios, romanos, godos, los mismos árabes, de que parece usted tan prendado, fueron poco más que
oleadas, tempestuosas si se quiere, pero
oleadas al fin, que influyeron muy poco en la base sub-histórica, en el pueblo que calla, ora, trabaja y muere.
Miguel de Unamuno
Le respondí que estaba dispuesto a acompañarle; cogí lo necesario para la Extremaunción y bajé a toda prisa. En la puerta resoplaban de impaciencia dos caballos negros como la noche, y de su pecho emanaban oleadas de humo.
Era un pueblo inmenso, que afluía de todas partes y se precipitaba en oleadas, llenando el espacio que media entre Bellavista y el Callao; que se apoderaba de las alturas, y enarbolando estandartes atronaba el aire con belicosas aclamaciones.
Un rumor sordo, como de rompientes lejanas, desembocaba por aquellos huecos en
oleadas cortas e intermitentes: chirridos de ruedas, voces humanas confusas, chasquidos secos y un redoble lento, imposible de localizar, llenaba la maciza bóveda de aquella honda caverna donde las tinieblas limitaban el círculo de luz a un pequeñísimo radio tras el cual sus masas compactas estaban siempre en acecho, prontas a avanzar o retroceder.
Baldomero Lillo
A sus pies, y sujeto por pesadas anclas, un navío suavemente mecido por blandas oleadas envía hasta las frondas de la opuesta ribera los reflejos de una brillante iluminación.