Se ve peor por donde va la rueda delantera en terreno difíciles y en los cruces para otear el tráfico hay que introducir más la bici en la intersección.
Mayor facilidad al alimentarse de los árboles. Mayor facilidad al otear el horizonte; ver por encima de los pastos para poder vigilar en caso de peligro.
Cuando es posible, a menudo recorre los márgenes de los campos de cultivo y otras zonas de vegetación baja, deteniéndose frecuentemente a otear el suelo para atrapar por sorpresa a sus presas.
Herbario Aún en construcción y proyectos de pronta ejecución se encuentran: Centro de visitantes con su mirador, para otear todo el horizonte; la dirección Centro científico, con biblioteca, herbario y locales para la investigación Residencia científica Instalaciones socio administrativas necesarias.
Los zorzales viven en zonas arboladas, frecuentan los árboles para otear y esconderse, pero sus patas son robustas y relativamente largas, adaptadas para desplazarse en el suelo.
El mirador donde se jalona la cruz, es un excelente “palco” para disfrutar de una vistas únicas de los olivares que rodean al municipio, su entorno natural, los principales caminos y mestas de acceso a la localidad; también se divisan la figura de varias localidades de Comarcas como la Loma, Mágina, la Campiña, etc. así como se puede otear la exuberante y frondosa naturaleza que emana del huerto de este emblemático Palacio.
Sin embargo, y dado que son muchas las localidades españolas (y portuguesas) que comparten este topónimo y ninguna de ellas se encuentra en pendientes o altozanos, se ha llegado a la conclusión de que podría provenir de la palabra céltica miro-randa, en la que aparece el componente randa (frontera), algo que sí se da en estas localidades, de las cuales la más conocida es Miranda de Ebro. Si bien hay quien sitúa su origen en el latín tardío: Miranda atalaya para otear el horizonte.
El humano hereda de los prosimios la visión estereoscópica y pancromática (la capacidad de ver una amplia tonalidad de los colores del espectro visible); los ojos en la parte delantera de la cabeza posibilitan la visión estereoscópica (en tres dimensiones), pero si esa característica surge en los prosimios como una adaptación para moverse mejor durante la noche o en ambientes umbríos como los de las junglas, en Homo sapiens tal función cobra otro valor; facilita la mirada a lontananza, el otear horizontes, en este aspecto la visión es bastante más aguda en los humanos que en los otros primates y en los prosimios.
Situados entre las dos, nosotros, todos protagonistas, no podemos evitar la mirada atrás, como tampoco podemos dejar de otear el horizonte.
Una nueva etapa que debe caracterizarse por el aprovechamiento íntegro del impulso adquirido en el pasado, para alcanzar nuevas metas y otear las exigencias del dinámico México de nuestros días.
Aunque no pueden ver a distancias demasiado largas, los hámsteres están más relajados y curiosos cuando se les ubica en una posición más alta que el suelo (por lo menos 65 cm), desde la que puedan otear a su alrededor.
El Fortín, todo un distintivo que sirvió como atalaya para otear el horizonte, junto a él una estrella que nos habla del mañana y a la izquierda, el mangrullo que nos acercó a poblaciones hermanas.