Si la hembra permanece estacionaria y su compañero contacta su apertura con su gonopodio, la hembra es fertilizada. El esperma es conservado en el oviducto de la hembra.
En el momento del desove, el macho presenta un espermiducto corto, terminado en punta ligeramente inclinado hacia delante y en la hembra se observa un oviducto un poco más largo, grueso y redondeado, inclinado hacia atrás.
Por otro lado el estrógeno, producido en las glándulas suprarrenales, está involucrado con el desarrollo de los conductos de muller que van a dar lugar al útero, trompas de Falopio (oviducto), y extremo superior de la vagina.
En los corniños (en inglés Dog whelk), el crecimiento de un pene debido al imposex femenino, bloquea gradualmente el oviducto, aunque la producción de óvulos continúa.
El macho introduce uno de los pterigopodios en la cloaca de la hembra, donde se da un efecto de succión del esperma hacia el oviducto.
La ovoalbúmina (y, de hecho, toda la clara del huevo, también llamada albumen) no forma parte del óvulo original ni de sus cubiertas, sino que se forma por secreciones (mayoritariamente proteicas) del epitelio del oviducto durante su paso por él.
Los huevos se desarrollan varios meses dentro del oviducto de la madre, hasta que eclosional una multitud de diminutos escorpiones blancos, que trepan sobre el dorso de su progenitora, donde se alimentarán del vitelo residual.
En la parte anterior del ovario hay un ligamento suspensor que generalmente se inserta en la pared interior del cuerpo o en el diafragma dorsal. En la parte posterior hay un oviducto por el cual descienden los huevos hacia el exterior.
Son ovíparos y hermafroditas triáulicos, que cuentan con dos aberturas genitales femeninas separadas: oviducto y vagina, y un pene.
El huevo se forma en el aparato reproductor de la madre, la ovogénesis comienza en unos tubos largos llamados ovariolas, que desembocan en una cámara llamada oviducto.
La cecilias presentan una fertilización interna (con un período larval que suele durar entre 10 y 12 meses), siendo además ovovivíparas (aunque la mayoría tiene renacuajos nadadores) y dándose casos en que las larvas continúan desarrollándose en el oviducto o canal sexual, alimentándose de secreciones del cuerpo materno funcionalmente equivalentes a la leche.
Puede haber de 1 a 200 ovariolas pero por lo general hay de 4 a 8. Los huevos emergen de la parte terminal de las ovariolas y van madurando a medida que bajan por el oviducto.