-Esta noche -dijo el Niño amorosamente- he querido favorecerte, Lucía, y en vez de nacer en el
pesebre, naceré en la celda donde tantas veces me has invocado.
Emilia Pardo Bazán
Hubo de parecer á todos sesuda la proposición, se comunicó lo resuelto á don Pascual, y éste labró la imagen del santo, que diz (fue salió una obra de arte El día de la fiesta y estreno de la imagen, le cantaron al santo las siguientes coplas: Glorioso san Saturnino, qué nunca os olvidéis vos de que fuisteis escogido para ser madre de Dios. Naciste en el Romeral, en frente de ño Pachurro, y el pesebre de su bxirro vuestro hermano natural.
Un silencio profundo reinaba en ellas, silencio que sólo interrumpían, ora el lejano ladrido de un perro, ora el rumor de una puerta al cerrarse, ora el relincho de corcel que piafando hacía sonar la cadena que lo sujetaba al
pesebre en las subterráneas caballerizas.
Gustavo Adolfo Bécquer
El adereso deberá componerse de silla, brida con bocado, estribos de fierro, correaje entero, cavezadas de pesebre, cavesón, saco de cevada, brusa, almohada, mandil, trabas, morral, manta, y cinchuela.
Un galgo viejo que dormitaba en el umbral gruñó al vernos llegar y permaneció echado. El zaguán era oscuro, lleno de ese olor que esparce la yerba en el pesebre y el vaho del ganado.
Pero lo mejor, allá en lo alto, era el Portal, especie de cueva tapizada de papel dorado, con el
pesebre de plata lleno de pajuelitas de oro, y en él, de un grandor desproporcionado al resto de las figuras, el Niño echado y con la manita alzada para bendecir a unos pastores mucho más pequeños que él, que le traían, en ofrenda, borregos diminutos...
Emilia Pardo Bazán
Veía otro Niño regordete, colorado, con pelusa en el cráneo, con un corpezuelo hecho a torno; otro Niño como el del
pesebre, con una risa tempranera y una gracia candorosa al buscar el seno de la madre...
Emilia Pardo Bazán
Los hombres decían cantares, los ángeles melodía, festejando el desposorio 300. que entre tales dos había. Pero Dios en el
pesebre allí lloraba y gemía, que eran joyas que la esposa al desposorio traía. 305.
San Juan de la Cruz
Todos los afanes anticipados de la Perjuicia eran para tener libre el día siguiente, a fin de fabricar, en compañía de Cleto Villa, y de algunos chicos, el
pesebre del Tullido.
Tomás Carrasquilla
Desde niña había sido una de las más asiduas a estas deliciosas faenas, en las que tomaban parte, especialmente para acarrear los materiales, casi todos los muchachos de la escuela, razón por la cual el tal
pesebre era clásico en el pueblo.
Tomás Carrasquilla
Como el corcel avezado a bañarse en la cristalina corriente de un río, cuando se ve atado en el establo, come la cebada del
pesebre y rompiendo el ronzal sale trotando por la llanura, yergue orgulloso la cerviz, ondean las crines sobre su cuello, y ufano de su lozanía mueve ligero las rodillas encaminándose al sitio donde los caballos pacen; de aquel modo, Paris, hijo de Príamo, cuya armadura brillaba como un sol, descendía gozoso de la excelsa Pérgamo por sus ágiles pies llevado.
Homero
Terminada su tarea, no volvía en todo el día, pues Carlos, al volver a casa, metía él mismo su caballo en la cuadra, quitaba la silla y pasaba el ronzal, mientras que la muchacha traía un haz de paja y la echaba como podía en el pesebre.