os aché ("hombre", según su autodenominación) popularmente conocidos en la literatura etnográfica como guayakí, guaiaqui, guayakí, ' y 'guoyagui' (que significa "ratas rabiosas" o "ratas feroces"), son una etnia guaranizada, como otros pobladores originarios del Paraguay.
"Introducción (Sonidos de la guerra)" - 2:45 "La increíble vida de un ser vulgar" - 1:50 "Ratas rabiosas" - 2:09 "Cualquier lugar" - 1:23 "Mierda, mierda, mierda" - 1:36 "Rogad a Dios por los muertos" - 3:36 "El exterminio de la raza del mono" - 2:40 "Antes de las guerras" - 1:11 "Sociedad insociable" - 2:35 "Os engañan" - 1:43 "Mucha policía, poca diversión" - 1:31 "¡Oh no!
La vocación de la muchacha es el patinar practicando roller-derby, un deporte de contacto sobre patines quad que conoce estando de compras con su madre. Bliss entra a través de Malice in Wonderland en un equipo perdedor de rabiosas rollers, pero mintiendo sobre su edad.
Del resto de canciones, se pueden mencionar: «L'entrepà», cuyo título significa «El bocadillo», con letra (en castellano, a pesar del título) de Mimosín, el cantante de Subterranean Kids, acerca del dominio del instinto animal en el modo humano de actuar; «Piel roja», acerca de la suerte de los amerindios en la Historia de Estados Unidos; «Lentejas», en torno a la situación del proletariado; las confusas y rabiosas imágenes de la curiosamente titulada «Zombie slalom» (también conocida como «Carreras de obstáculos paseantes»)...
Generalmente, las diferencias con la música rock tradicional vienen definidas por unas bases de bajo muy marcadas y, a menudo, unas voces desgarradas y rabiosas, con un sonido muy “crudo” y afilado, que marca la diferencia con el rock más estandarizado y aceptable que abanderaban artistas de rock veteranos como Miguel Ríos o Módulos.
En realidad, yo soy una persona muy emotiva y uso palabras rabiosas, pero la mayoría están dirigidas contra idiotas y callejeros.
Pero pronto conocieron que éste no era criollo; su voz gutural, netamente ibérica, acentuaba con rudeza décimas extrañas llenas de exasperadas reivindicaciones, de rabiosas ironías y hasta de sanguinarias amenazas, que parecieron a don Ramón una verdadera profanación del rústico instrumento pampeano de cantar amores.
En vano el bronce fratricida truena y de las armas rompe el estallido, y al recrujir el carro de la guerra, se siente en torno retemblar la tierra; y el atroz silbo de rabiosas sierpes que la Discordia enreda a su melena en sed mortal los pechos enfurece...
Tuitos éramos unos, Y en
rabiosas peléas Empapamos en sangre La idolatrada tierra, Hasta que un día, acomodáos los grandes, De la patria infeliz tuvieron pena.
José Alonso y Trelles
Si Lucina te asistió alguna vez en partos verdaderos, te suplico por tus hijos, por este vano honor de la púrpura, por Jove que reprueba tus maldades, me digas qué te mueve a mirarme como ceñuda madrastra o como fiera castigada por el hierro.» Apenas el niño tembloroso prorrumpe en tales lamentos, despojando del vestido su tierno cuerpo que podría enternecer el pecho feroz de un tracio, Canidia, ceñida la fronte y el áspero cabello de rabiosas víboras, ordena quemar en las llamas de Colcos las ramas del fúnebre ciprés y del cabrahigo que crece en los sepulcros, los huevos de la inmunda rana teñidos en sangre, las plumas del búho nocturno, las hierbas que produce Yolcos o Iberia, fértil en venenos, y los huesos arrancados a la boca de una perra hambrienta.
Las continuas y rabiosas inundaciones del río Jubones hacían un lugar temido e inhóspito, convirtiéndose sus tierras en extensas ciénegas infructíferas y estériles, que daba origen a un limo nocivo que destruía y corrompía los cascos del ganado.
Las continuas y rabiosas inundaciones del río Jubones hacían un lugar temido e inhóspito, convirtiéndose sus tierras en extensas ciénegas y estériles, que daba origen a un limo nocivo que destruía y corrompía los cascos del ganado.