Cuartel General, noviembre 12 de 1815. Se remitirán los Reverendos pp.s Otazu y Lamas en la Lancha S.n Fran.co Solano en vitud dela utilidad, q.e VS.
Y Francisco Solano de Morales...
Martha Patricia Rivera Pérez; C. José Zuppa Núñez; José de Jesús Miramontes Jiménez; Arnoldo A. Solano Zamora.- Rúbricas.- Diputado Vicepresidente.- C.
27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del Solano, siete años serán de hambre.
Cuando andábamos con taparrabos en Brasil y en Argentina, Francisco Solano López tenía ferrocarriles, altos hornos de fundición, era el país más industrializado y ahí fuimos a esa guerra que no quiero ni acordarme el nombre porque todavía me da vergüenza como argentina a abortar una experiencia fascinante como fue la de Solano López y Gaspar Rodríguez de Francia.
Bonavita) LO IDENTIFICA EN SU RELATO”. La anotación del diario del “DIARIO” de don Francisco Solano Antuña, que ahora reproduce el Dr.
El hijo de
Solano Herrera, que era un clérigo, quiso obligar a su padre a que desistiese de tal determinación; pero no cediendo éste, convinieron en someter el asunto a la decisión de la suerte.
Ricardo Palma
Y el amor no lo encontrarás en los salones, no lo encontrarás en los pretendientes que te salgan, no lo encontrarás sino en mí, Francisco Javier
Solano, la calamidad...
Emilia Pardo Bazán
20 Asirán de él terrores como aguas: Torbellino lo arrebatará de noche. 21 Lo antecogerá el solano, y partirá; Y tempestad lo arrebatará del lugar suyo.
6 Tomólos allí temblor; Dolor, como á mujer que pare. 7 Con viento solano Quiebras tú las naves de Tharsis. 8 Como lo oímos, así hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Afirmarála Dios para siempre.
Solano Herrera le contestó que caudal tenía para ambas fundaciones; pero pocos días antes de morir, pretendió que lo gastado ya por él en Guatemala se reintegrase en beneficio del hospital de Lima.
Ricardo Palma
22 Vi también soñando, que siete espigas subían en una misma caña llenas y hermosas; 23 Y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del Solano, subían después de ellas: 24 Y las espigas menudas devoraban á las siete espigas hermosas: y helo dicho á los magos, mas no hay quien me lo declare.