La lava y las cenizas arrojadas provocaron el desalojo del pueblo aledaño llamado San Juan Parangaricutiro, en la Meseta Tarasca de Michoacán.
Para algunos el nombre antiguo: Parangaricutiro, significa: "tinaja en lo alto", para otros autores significa el pequeño, posiblemente por haber sido en sus inicios un pueblo muy chico; otros le atribuyen el significado de mesa, que proviene de la palabra tarasca parangari, ya que el pueblo se estableció en una meseta.
También hay quienes afirman que este nombre surgió de la unión del pueblo de Parangari y el de Cutirimi, de donde surge también el trabalenguas de Parangaricutirimicuaro, pues en dicha región tarasca es común que el nombre de los poblados tenga la terminación -cuaro, sin embargo este nombre es irreal.
30) el nombre de tarascos proviene del venerable dios engendrador Tharas Úpeme puesto que, citando a Sahagún: Mientras que citando a Pedro Ponce de León, contemporáneo de Sahagún: A pesar de que el estudio de José Corona, el pobre estudio y entendimiento de la cultura Tarasca-P'urhépecha ha permitido que se mantenga el malentendido de esta denominación durante mucho tiempo, sin que exista un acuerdo al respecto.
Verde, (Juátarhu - Región Meseta P'urhépecha), que nos expresa la fecundidad de los bosques serranos y la riqueza de las maderas comunales de los pueblos pertenecientes a la llamada Meseta P'urhépecha o Tarasca.
El nombre "tarasco", supuestamente les fue dado por los españoles, aunque de acuerdo a José Corona Núñez (Mitología tarasca, Instituto Michoacano de Cultura, 1999.
Al mando de Olid fue uno de los capitanes del grupo que tomó en 1522 la capital tarasca, Tzintzuntzan, con escasa resistencia debido a la impresión que causaron los caballos y la catadura de los propios soldados españoles, que no debía de ser mucho menos temible que los équidos, y a la debilidad de carácter del cacique tarasco.
Continúa diciendo que en el siglo XV, se veneraban en Pungarabato al dios Punguarancha que era el Mensajero de los dioses, en este caso del Apatzi el dios de la Muerte de la mitología tarasca cuyo único adoratorio estaba en Apatzingani hoy Cutzamala y que era la deidad del Cumiechúcuaro Sur cuyo color era el Negro.
Dice que la citada Relación de Ajuchitlán fue escrita en 1579 por el Corregidor Diego Garcés a quien apoya el gran conocedor de las lenguas tarasca y cuitlateca don Antón de Rodas y los más "viejos de los naturales" de los pueblos.
Santa Marta (departamento de Magdalena): nombrada en honor a la Santa, por haber sido descubierta el día de su fiesta, el 29 de julio. Tarascón: Donde según cuenta la leyenda Santa Marta derrotó a la Tarasca, un dragón que amenazaba a la ciudad.
Festividades que no se celebran, pero no se olvidan: El Reinado, como los de Hacinas, Cabezón de la Sierra y otras localidades de la comarca. La zamosta, por carnaval, semejante a la tarasca de Hacinas.
Según las relaciones geográficas de la diócesis de Michoacán, la palabra Pungarabato deriva de los vocablos purépechas y de la lengua tarasca: Pungari ó Pungare, que significa pluma o plumaje y huato, que quiere decir "cerro"; en conjunto se traduce como “cerro plumado”, “cerro con plumas” o cerro de plumaje.