Ejemplos ?
En una parte de ella había unos paquetes de cecina de atún, y en la otra un par de docenas de crustáceos rojos, el bicho antipático que es todo tripa y tenazas.
Víolo San Laurencio, católo feamientre, primió'1 en el brazo tres vezes duramientre; quessóse don Estevan bien entro en el bientre, no'l primiren tenazas de fierro tan fuertmientre.
Temblando lo toma Pérez y va a partir; mas le traba el brazo con mano dura, más dura que unas tenazas, el rey; en su helado rostro ojos del infierno clava, diciendo: «Secreto y priesa, y yo soy quien te lo encarga.» Marchó Pérez, y Felipe tomando el estoque y capa, salió solo, y dirigiose de la princesa a la casa.
Luego se seguían los cirujanos cargados de pinzas, tientas y cauterios, tijeras, navajas, sierras, limas, tenazas y lancetones; entre ellos se oía una voz muy dolorosa a mis oídos, que decía: -Corta, arranca, abre, asierra, despedaza, pica, punza, ajigota, rebana, descarna y abrasa.
Cada vez que me despertaba la idea de que Uriah durmiera en la habitación de al lado me oprimía como una pesadilla y me hacía sentir sobre el corazón como un peso de plomo, como si tuviera de huésped al demonio. Las tenazas candentes también me venían a la memoria en mis sueños sin poder desecharlas.
«Ven -grita un tosco verdugo con una risada aguda-, ven a casarte conmigo; hecha está la cama, bruja.» Otro, asiéndole los brazos con una mano más dura que unas tenazas, le dice: «No volarás hoy a oscuras.» Y otro, atándole las piernas: «¿Y el bote con que te untas...?
-¡Ah! ¿Aquel? -dijo Steerforth dando con las tenazas sobre el carbón-. ¿Y sigue tan simple como antes? ¿De dónde le has desenterrado?
Mientras hablaba, la mujer cogió unas tenazas y atizó el fuego; y cuando vio que había bastantes carbones encendidos, dijo sin reflexionar: -He aquí un buen fuego, me gustaría tener un alna de morcilla para cenar, podríamos asarla fácilmente.
La joroba dio un saltito y se puso en las faldas de la Princesa, que ya estaba prevenida y con las tenazas en la mano, cogió la joroba y la echó en el aceite hirviendo, en el que se hizo un chicharrón.
Cogió el amante las tenazas y rompió la cabeza al padre de la dama, que estuvo mucho tiempo a la muerte, y aún tiene la señal de la herida; la princesa desalentada se tiró por la ventana y se estropeó una pierna, de modo que aún el día de hoy se le conoce que cojea, aunque tiene hermoso cuerpo.
Venga ese martillo y tenazas que decís, que yo haré por junto a este quicio lugar por donde quepa, y le volveré a cubrir y tapar con barro; que, puesto que dé algunos golpes en quitar la chapa, mi amo duerme tan lejos desta puerta, que será milagro, o gran desgracia nuestra, si los oye.
Un hombre cuya primera pasión era cortar un dedo, tiene como segunda la de asir un pedazo de carne con unas tenazas candentes; corta con tijeras aquel pedazo de carne, luego quema la herida.