Son lo que la vida moderna ha aportado al ideal antiguo de la amistad. El que escriba un nuevo De amicitia tendrá que encontrarles un nicho y elogiarlos en prosa tusculana.
Hirtio mantuvo correspondencia con César durante la guerra de África. Dejó su villa tusculana para reunirse con él a su regreso a Italia, y lo acompañó a Roma.
C., el trato entre Hirtio y Cicerón se renovó, y el orador volvió a dar lecciones en oratoria a Hircio y su colega electo, Vibio Pansa Hirtio dejó Campania para asistir al Senado convocado por Antonio para el primero de junio, pero al verse en peligro por los veteranos de guerra, regresó a su casa tusculana En otoño de este año Hirtio no pudo asistir al Senado debido a una enfermedad, del cual nunca se recuperó completamente.
Así, se reclutó a los jóvenes de la ciudad y marcharon hacia Roma, donde una vez superado el temor al verlos (pensaron que se trataba de los ecuos y volscos que aprovechaban la ocasión) fueron conducidos al Foro donde se sumaron a las tropas del cónsul Publio Valerio Publícola. La legión tusculana conducida por Lucio Mamilio secundó el ataque para recuperar el Capitolio.