Esta iglesia tiene aportaciones de estilo claramente visigodo y soluciones nuevas que aportan los mozárabes, y además recuerdos del estilo romano: Aportaciones visigodas: el arco de herradura que sostiene la bóveda del ábside, que sobrepasa en ⅓ del radio.
En este año se libró la Batalla del río Guadalete en la que las tropas visigodas del rey Don Rodrigo fueron derrotadas por el ejército musulmán, iniciándose la conquista de la península ibérica.
En todo el territorio conquistado se produce este poderoso fenómeno, pero se muestra una acentuación en comarcas visigodas, pues limitaban con el Imperio, por un lado, y con los ostrogodos, por el otro, mientras que estos últimos poseían la retaguardia desprotegida ante invasiones hunas y de otros grupos bárbaros.
La zona pervivió en época visigoda, en cuyo ámbito cronológico se ubican las tumbas visigodas del foro y restos decorativos de una posible basílica, hasta alcanzar el mundo medieval, entre cuyos restos destacan: La necrópolis rupestre del río (altomedieval).
En estos arcos se puede ver la evolución de la construcción: las columnas visigodas con sus arcos de herradura les resultaron demasiado bajos a los musulmanes por lo que decidieron añadir pilares sobre las columnas y disponer arcos más altos sin derribar los anteriores y policromando en rojo y blanco todos con lo que se construyó la célebre y más conocida imagen de la Mezquita de Córdoba.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de Bullaso. En el pórtico tiene incrustada una piedra con inscripciones en letras visigodas fechada entre los siglos VIII y X.
De la Edad Antigua permanecen restos oretanos y romanos localizados a orillas del río Ojailén. De la Edad Media se encuentran las necrópolis visigodas de la Loma de las Sepulturas.
Las fuerzas visigodas dirigidas por Alarico I iniciaron a partir del año 395 una expedición hacia la península itálica que llegó a Roma en el 410.
Diversos usos y tradiciones visigodas de la administración fueron recuperadas e incorporadas por el rey Alfonso II el Casto en la corte de Oviedo, entre ellas, la de los Comes o condes.
Los restos de castros descubiertos en el concejo y en zonas limítrofes, así como la existencia de una calzada romana que, proveniente del puerto de Tarna, atravesaba el concejo, nos indican la presencia humana durante las etapas visigodas y romanas.
Gibraltar siguió el devenir de la costa meridional de la Península Ibérica, pasando del dominio romano al vándalo, posteriormente al visigodo, para ser parte del Imperio bizantino después, volver de nuevo a manos visigodas, pasando finalmente en 711 a manos musulmanas, junto con el resto del reino visigodo.
La administración propia de las ciudades hispano-visigodas se basaba en un modelo de división con fines militares y civiles, heredado de la diferenciación entre población y leyes romana y germana, donde el Comes Civitati era un funcionario militar y el Iudex, que hacia labores de juez civil aunque subordinado al Comes.