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Laguna El Peral

Laguna El Peral

Vista panorámica de la laguna.
Situación
País Chile
División El Tabo
Coordenadas 33°30′18″S 71°36′24″O / -33.5051, -71.60662222
Datos generales
Grado de protección Santuario de la Naturaleza
Fecha de creación 1975
Legislación 31 de julio de 1975
Superficie 25 hectáreas
Laguna El Peral
Cuenca 055, que incluye la zona alrededor de El Tabo.
Cuenca 055, que incluye la zona alrededor de El Tabo.

La Laguna El Peral es un humedal situado en la comuna de El Tabo, Chile, considerado una reserva ecológica. Es Monumento Nacional en categoría de "Santuario de la Naturaleza", así dictado por el Ministerio de Educación, según decreto N.º 631, del 31 de julio de 1975.[1]​ Es administrada por CONAF, a partir de 1983; cuando es cercada y se instalan guardaparques[2]

Está ubicada entre los balnearios de Las Cruces y Playas Blancas. Es sitio de anidación de cisnes de cuello negro, huairavo, garza grande, garza boyera, gaviota cáhuil, tagua común, pidén y picurio, entre otras.

Hidrografía

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La laguna tiene en invierno una profundidad máxima de 4 metros, cuando es alimentada por un pequeño estero que se seca en verano. Su área total es de aproximadamente 16 hectáreas.[3]

Arqueología

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En la década de 1980, se encontraron en la zona complejos funerarios a lo que se suman otros descubrimientos precerámicos, pero sin esqueletos de hombres, que se han hallado en Curaumilla, El Convento y Algarrobo norte, los que se dataron en alrededor de 1500 a 2000 años a. C., teniendo a la fecha unos 4.000.[4]​ Se han encontrado conchales con cerámicas e instrumentos líticos.[5]

Aves

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Hasta antes de 2012, llegaron a avistarse más de 106 especies de aves, 55 de ellas acuáticas.[6]

Mamíferos

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Contaminación y sequía

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En octubre de 2012, la laguna fue severamente contaminada por una empresa contratista de Esval, con el vaciamiento de aguas servidas provenientes de pozos sépticos de cabañas aledañas; y también por vaciamientos de camiones limpiafosas, según indican vecinos del lugar. La contaminación del agua y del suelo provocó la proliferación de microorganismos anaeróbicos por la falta de oxígeno (dando un color rojizo al agua), lo que llevó a la muerte y migración de gran parte de las especies que habitaban el Santuario (a esto hay que sumar la falta de agua a causa de las pocas lluvias desde 2010). A comienzos de 2012, la laguna fue cerrada para el público.

Con el objetivo de mejorar la salud de la laguna; se comenzó un trabajo conjunto, donde participaron diversos organismos públicos y privados, además de las juntas de vecinos de Las Cruces y Playas Blancas. Se determinó como urgente, eliminar los focos de contaminación y controlar la población de ranas africanas (considerada dañina).[7]

En marzo de 2016 la laguna estuvo a punto de desaparecer, tras la sequía y las altas temperaturas de los últimos 7 años.[8][9]​ Sin embargo, gracias a las lluvias en abril de 2016; la laguna recuperó parte de su nivel normal de agua, y parte de su población de flora y fauna.[10]

Véase también

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Referencias y notas

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Notas

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Bibliografía

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  • Falabella, Fernanda y M. Teresa Planella. 1987. Informe de investigaciones arqueológicas. Sitio Laguna El Peral-C. Actas del I Congreso de Antropología
  • Informe de investigaciones arqueológicas. Sitio Laguna El Peral-C. Actas del Primer Congreso de Antropología, pp. 526-539. Santiago.

Enlaces externos

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