Macbett Eugene Ionesco
Macbett Eugene Ionesco
Macbett Eugene Ionesco
Ionesco
Macbett
Traduccin de Luis Vaisman,
para uso restringido al Seminario de Lectura Dirigida.
Departamento de Literatura,
Facultad de Filosofa y Humanidades
Universidad de Chile
Primer Semestre 2000
Personajes
Macbett (M)
Lady Duncan (LD)
Lady Macbett (LM)
Hechicera 1 (H1)
Hechicera 2 (H2)
La dama de compaa (Dc)
La sirvienta (S)
Glamiss (G)
Candor ( C )
Banco (B)
El monje (Mj)
El obispo (Ob)
Macol (Ma)
Soldados, generales. Cazador de mariposas. Comensales. Mujeres y
hombres de pueblo.
Vendedor de limonada, etc.
*
(Lugar: un campo. Glamiss y Candor.
G entra por la izquierda. Al mismo tiempo, C entra por la derecha.
Entran sin saludarse, se instalan de pie en medio del escenario, de frente
al pblico.
Permanecern as unos momentos.)
G: (volvindose hacia C) Buenos das, barn de Candor.
C: ( volvindose hacia G) Buenos das, barn de Glamiss.
G: Escuchadme, Candor.
C. Escuchadme, Glamiss.
G: Eso ya no puede continuar.
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G: Diez mil aves, diez mil caballos, diez mil jvenesQu hace con todo
eso? No puede
comrselo todo. Lo que sobra se pudre.
C: Y mil jovencitas.
G: Bien sabemos lo que hace con ellas.
C: Qu deuda tenemos con l? l es quien est en deuda con nosotros.
G: Y ms an.
C: Sin contar lo dems.
G: Abajo Duncan!
C: Abajo Duncan!
G: No vale ms que nosotros.
C: Yo pienso que bastante menos.
G: Incluso menos que el peor.
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C: Mucho menos.
G: Se me revienta la mandbula de slo pensarlo.
C: Yo me llego a elevar de pura rabia.
G: Mi honor!
C: Mi gloria!
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G: Independencia!
C: El derecho de aumentar nuestras riquezas. La autonoma.
G: La libertad!
C: Amo y seor de mi espacio.
G: Ocuparemos el suyo.
C: Ocuparemos el suyo.
G: Propongo que lo dividamos.
C: Mitad-mitad.
G: Mitad-mitad.
C: Administra mal.
G: Es injusto con nosotros.
C: Haremos justicia.
G: Reinaremos en su lugar.
C: Que ser en adelante el nuestro. (Candor y Glamiss se acercan el uno al
otro. Miran a la derecha,
por donde entra Banco.) Salud, Banco, valiente general.
G: Salud, Banco, gran capitn.
B: Salud, Glamiss; salud, Candor.
el grito agudo de
una mujer.
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Antes de la aparicin en escena de los personajes que van a entrar, es
preciso que los
efectos escnicos, las luces, los ruidos se extiendan por un buen rato. Los
efectos
lumnicos, los ruidos no deben, sobre todo hacia el final, jugar en contra
de la
verosimilitud. El trabajo del escengrafo, el iluminador y el sonidista son
aqu muy
importantes.
Al mismo tiempo que los ruidos, hacia el final, un soldado que entra por la
derecha y sale
por la izquierda representa en pantomima un duelo a espada: molinetes,
ataques de punta,
paradas, cuerpo a cuerpos, ataques al rostro etc. Todo muy rpido.
Despus de todos estos ruidos, una tregua silenciosa, antes de recomenzar
los molinetes,
ataques, etc., que se realizarn muy rpido, sin coreografa estetizante.
Una mujer desmelenada atraviesa a la carrera de izquierda a derecha,
gritando.
encima. Con
esto corto yo mi queso y mi pan.
V: Ya veo, seor soldado. Veo muy bien de lejos.
S: Tienes miedo?
V: (Asustado) Mi limonada mi limonada es buena para la tortcolis, el
resfro, la gota, la
rubola y la viruela
S: Es que pude masacrar, hacer papilla, y gritaban, y la sangre chorreaba
Qu fiesta! No las
hay tan buenas con frecuencia. Dame de beber.
V: Para usted es gratis, mi general.
S: No soy general.
V: Mi comandante.
S: No soy comandante . (El Vendedor le da de beber)
V: No cabe duda que lo ser.
S: (despus de echarse un par de tragos) No es buena. Meado de gato. No
te da vergenza?
Ladrn!
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V: Le devolver el dinero.
que se haban
lanzado. Ya no queda agua. Ni buitres suficientes para desembarazarnos de
esos cadveres.
Imaginaos, algunos quedan todava, y siguen combatiendo. Hay que acabar
con eso. Si los
descabeza un sable, saltan de sus gargantas, como si fueran fuentes,
toneladas de sangre en
la que se ahogan tambin mis soldados. Por batallones, brigadas,
divisiones, cuerpos de
ejrcito con sus jefes, comenzando por los generales de brigada, luego,
siguiendo la va
jerrquica, los generales de divisin, los generales de cuatro estrellas, los
mariscales, las
cabezas tronchadas de nuestros enemigos nos escupen e insultan. Los
brazos desgajados de
los cuerpos siguen blandiendo la espada o disparando sus pistolas. Los pies
amputados nos
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patean el culo. Eran traidores, se entiende. Enemigos de la patria. Y de
nuestro soberano
bienamado, Duncan, el archiduque, a quien Dios guarde. Queran
destronarlo. Con ayuda
de soldados extranjeros. Pienso que tuve razn. En la embriaguez de la
lucha, a menudo se
golpea a tontas y a locas. Espero no haber matado amigos sin querer.
Combatamos en filas
cerradas; espero no haberles aplastado los dedos de los pies. S, nosotros
tenamos la razn.
Voy a descansar en esta piedra. Hasta siento un poquito de nusea. Dej a
Banco solo
dirigiendo el ejrcito. Ms tarde ir a relevarlo. Es raro, pero despus de
tanto esfuerzo no
tengo mucha hambre. (Saca un enorme pauelo del bolsillo, se enjuga la
frente y el rostro.) He
golpeado un poco demasiado fuerte. Me duele la mueca. Nada
estropeado, por suerte.
Hace bien una diversin. (Se dirige a su ordenanza, que est entre
bastidores a la derecha) Eh,
t! Anda a limpiar mi espada al ro y treme de beber! (El ordenanza
entra, luego sale con la
espada. Vuelve de inmediato, sin siquiera haber desaparecido del todo del
escenario).
ORDENANZA: Aqu est su espada limpia, y esta jarra de vino.
M: (Toma la espada) Como nueva (la coloca en su funda y bebe de la jarra
en tanto que el ordenanza
sale por la izquierda.) No, nada de remordimientos; eran traidores. No he
hecho ms que
obedecer las rdenes de mi soberano. Obediencia debida. (Deja la jarra).
Muy bueno este
vino. Ya no siento el cansancio. Vamos (mira hacia el fondo). Ah est
Banco. Eh! En qu
estn?
VOZ DE BANCO, O BANCO, O LA CABEZA DE BANCO (que aparece
y desaparece): Estn
al borde de la derrota. Continuad vos en mi lugar. Descansar un momento
y despus me
reunir con vos.
M: (a Banco) Hay que impedir que Glamiss escape. Voy a rodearlos.
Rpido. (Sale por el
fondo)
(Macbett y Banco se parecen. El mismo traje, la misma barba.
Banco entra por la derecha. Est cansado; se sienta sobre un mojn.
Lleva la espada
desnuda en la mano. La mira.)
B: La hoja de mi espada est toda roja de sangre. He matado docenas y
docenas, con mi propia
mano. Doce docenas de oficiales y soldados que no haban hecho nada. He
hecho fusilar a
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jefes, comenzando por los generales de brigada, luego, siguiendo la va
jerrquica, los
generales de divisin, los generales de cuatro estrellas, los mariscales, las
cabezas
tronchadas de nuestros enemigos nos escupen e insultan. Los brazos
desgajados de los
cuerpos siguen blandiendo la espada o disparando sus pistolas. Los pies
amputados nos
patean el culo. Eran traidores, se entiende. Enemigos de la patria. Y de
nuestro soberano
bienamado, Duncan, el archiduque; a quien Dios guarde. Queran
destronarlo. Con ayuda
de soldados extranjeros. Pienso que tuve razn. En la embriaguez de la
lucha, a menudo se
golpea a tontas y a locas. Espero no haber matado amigos sin querer.
Combatamos en filas
cerradas; espero no haberles aplastado los dedos de los pies. S, nosotros
tenamos la razn.
Voy a descansar en esta piedra. Hasta siento un poquito de nusea. Dej a
Macbett solo
dirigiendo el ejrcito. Ms tarde lo relevar o le ayudar. Es raro, pero
despus de tanto
la archiduquesa.
(Entran por la Izquierda Lady Duncan y el archiduque; Lady Duncan
precede al
archiduque; lleva una corona y un largo vestido verde floreado; viste con
cierto lujo. Tras
el archiduque entra la Dama de compaa, una personita joven y bella,
que permanece de
pie cerca de la salida. Duncan va a instalarse; los otros dos a sus
costados).
O: Venid, venid, Monseor, la batalla se ha alejado. La metralla ya no
llega hasta aqu. No hay
balas locas. No temis. Hasta hay gente que se pasea.
D: Han vencido a Candor? Si lo han vencido, lo han ejecutado? Han
matado a Glamiss
como lo orden?
O: Hay que esperar. Deberais haberos acercado ms para ver. El horizonte
est
completamente rojo. Parece que sigue, pero a lo lejos, a lo lejos. Esperad
el fin. Tened
paciencia, Monseor.
D: Y si son Macbett o Banco los que van perdiendo?
LD: Vos mismo tomaris las armas, e iris al combate.
Mucha sangre.
D: Con este idiota no podremos obtener ninguna informacin.
S: (Enderezndose penosamente y tropezando) Es todo lo que os puedo
decir. No s ms.
D (A Lady Duncan) El muy desertor.
(Lady Duncan saca un pual, y lo eleva con la intencin de apualar al
soldado.)
S: Ah, Seora, puedo reventar sin ayuda (mostrando hacia la derecha).
Puedo reventar yo
solito all, al pie del rbol; no os molestis, no vale la pena que os
fatiguis para nada. (Se
va con paso titubeante, por la derecha)
LD: Por lo menos, es corts. Raro, para un soldado.
(Se oye, desde la derecha, el ruido de un cuerpo que cae)
D: (Al Oficial) Quedaos aqu para defenderme si es necesario. (A Lady
Duncan:)
Apresrate. Toma un caballo, ve hasta el frente y vuelve a decirme qu
pasaNo te
acerques demasiado, en todo caso Yo tratar de mirar por mi largavista.
(Lady Duncan sale por la derecha, seguida por su Dama de compaa.
Mientras Duncan
UN SOLDADO: El archiduque!
M: el archiduque!
LD He aqu al archiduque!
VOZ DE B: El archiduque!
UN SOLDADO: El archiduque!
M: El archiduque!
LD: he aqu al archiduque!
CABEZA DE BANCO: El archiduque!
UN SOLDADO: El archiduque!
LD: He aqu al archiduque!
(Fanfarrias brillantes. Se escuchan estruendosos aplausos.
Por la derecha entra Duncan. Cesan las fanfarrias)
La batalla ha terminado.
M: Salud, Alteza!
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CABEZA DE BANCO: Saludamos a Vuestra Alteza!
UN SOLDADO Saludamos a Vuestra Alteza!
M: Os saludo muy humildemente, Alteza!
D: Hemos ganado?
M: El peligro ha sido eliminado.
D: Tena un peso en el corazn. Se ha ejecutado a Candor? (Ms fuerte)
Se ha ejecutado a
Candor?
M: No, mi buen soberano. Pero es nuestro prisionero.
D: Qu esperis para matarle?
M: Una orden vuestra, mi buen soberano.
D: La doy. Que le corten la cabeza. Y que se eleve por los aires. Qu
habis hecho con
Glamiss? Le habis arrancado los miembros?
M: No, mi buen soberano. Pero est cercado. Le echaremos mano
incesantemente. No temis,
Monseor.
D: Bueno. Entonces, felicitaciones y gracias.
(Se escuchan los hurras de los soldados y de la multitud que no se ven, a
menos que se usen
proyecciones)
M: Estamos tan contentos y orgullosos de haberos servido, mi buen
soberano.
presencia porque
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an vuestra ausencia estar presente ante los ojos de todos los que
contemplarn vuestra
imagen, visible o no, de Epinal , vuestra presencia sealar la ruta del
bien que tan bien
iluminis para aquellos que, maana y pasado maana, podran sentirse
tentados de no
seguirla. Desde este momento, continuad, como lo habis hecho en el
pasado, ganndoos
siempre tan valerosamente el pan cotidiano con el sudor de vuestra frente,
bajo el sol
ardiente y la vigilancia de vuestros seores y sus delegados, que os aman a
pesar de
vuestras cualidades y que os estiman, gracias a vuestros defectos, mucho
ms de lo que os
podis imaginar. Idos.
(Durante el discurso de Duncan, entra por la derecha la Dama de
compaa.
Se oyen las fanfarrias unos instantes ms, y tambin los hurras)
M: Bravo!
UN SOLDADO: Bravo!
Vencido, no soy ms
que un cobarde y un traidor. Por qu no habr ganado yo esta batalla! La
Historia, en su
marcha, no lo ha querido as. Y la Historia tiene razn, objetivamente. No
soy ms que un
desecho histrico. Por lo menos, que mi suerte sirva de ejemplo a todos y a
la posteridad.
No sigis nunca sino a los ms fuertes. Cmo saber quin es el ms
fuerte, antes de la
batalla? Que la mayora no entre en la batalla. Que otros no sigan ms que
a los que ganan.
La lgica de los acontecimientos es la nica que vale. No puede haber otra
razn que la
razn histrica. No hay trascendencia alguna que pueda menoscabarla. Soy
culpable.
Nuestra revuelta fue sin embargo necesaria para probar hasta qu punto era
yo criminal.
Estoy feliz de morir. Mi vida no cuenta. Que mi cuerpo y el de todos los
que me han
seguido sirvan de abono en los campos, para que crezca el trigo, para las
cosechas del
porvenir. Soy el ejemplo de lo que no hay que hacer.
D: (con una voz dulce a LD) Este discurso es demasiado largo. No os
dada por Duncan. Las cabezas caen a la voz de Banco, que oprime el
botn)
B: Rpido!Rpido!Rpido!Rpido! (Despus de cada rpido!, cae la
cuchilla. Cabeza al
canasto).
D: (A Macbett) Tened la bondad de sentaros, querido amigo, junto a mi
noble esposa.
(Macbett se sienta junto a LD. Es necesario que el pblico pueda verlos
muy bien, para
que pueda captar fcilmente lo que ocurrir entre ambos a continuacin.
LD puede estar, por ejemplo, de frente a los espectadores y tener la
guillotina tras de s
Eso no impedir que ella haga como que sigue atentamente las
ejecuciones, y que cuente
las cabezas.
Simultneamente, el sirviente sirve otra taza de t a uno u otro de los
personajes, ofrece
galletitas, etc., siempre ayudado por la Dama de compaa)
M: Me siento emocionado, Seora, de estar tan cerca de vos.
LD (contando): Cuatro, cinco, seis, siete, diecisiete, veintitrs, treinta y
tres, Ah! Creo que me
salt una.
B: Voy a ver si no pasa algn carro entoldado por el camino, que nos
pueda llevar.
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M: Os espero aqu. (Banco se va)
B1: Salud, Macbett, barn de Candor!
M: Me habis asustado. No saba que haba alguien aqu. (Para s:) No es
ms que una anciana.
Parece que fuera una bruja. (A la bruja) Cmo sabes que ya soy barn de
Candor? Es que
el rumor popular ha hecho coro con los estremecimientos del bosque? El
viento y la
tempestad se han hecho eco de esta noticia?
B2: (a Macbett) Salud, Macbett, barn de Glamiss!
M: Barn de Glamiss? Glamiss no ha muerto. Y es a Banco que Duncan
prometi su ttulo y
sus tierras. (Dndose cuenta de que es otra bruja la que le ha hablado:)
Bah! sta es otra
B1: Glamiss est muerto. Acaba de ahogarse, con su caballo, arrastrado
por la crecida.
M: Qu significa esta broma de mal gusto? Os har cortar la lengua a
ambas, brujas, mulas
viejas!
B1: Caballero Macbett, Duncan est muy desconforme con Banco, porque
dej escapar a
Glamiss.
M: Cmo lo sabis?
B2: l quiere aprovecharse de esta falla. Te dar el ttulo que haba
prometido a Banco, pero
dejar todas las tierras para el trono.
M: Duncan es leal. Mantiene lo que promete.
B1: Sers archiduque, soberano de este pas.
M: Mientes, yo no tengo ambicin. O ms bien tengo slo una: servir a mi
soberano.
B1: El soberano sers t. Ests predestinado. Veo la estrella en tu frente.
M: En primer lugar, eso no es posible. Duncan tiene un hijo, Macol, que
est estudiando en
Cartago. l es el heredero natural y legtimo del trono.
B2: Tiene incluso otro, que est terminando sus estudios superiores en
Ragusa, donde se ha
especializado en economa y en ciencias de la navegacin. Y que se llama
Donalban.
M: Jams he odo hablar de Donalban.
B1: Ni lo recuerdes, caballero Macbett, no vale la pena; en lo que sigue ya
no se volver a
saber de l. (A la B2:) No es navegacin lo que ha estudiado, sino ciencias
comerciales, y
dentro de ellas, naturalmente, comercio martimo.
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M: (a las brujas:) Puras pamplinas. (Saca su espada ) Morid, brujas!
(Blande su espada en molinete,
da golpes en el vaco. Se oye rer a las brujas, con voces aterradoras,
naturalmente) Demonacas
criaturas! (Han desaparecido) Las he visto de verdad, las he odo acaso?
Se han convertido
en lluvia y tormenta. Se han convertido en races de rboles.
VOZ DE BRUJA 1 (pero esta vez es una voz armoniosa de mujer): No soy
el viento. No soy un
sueo, Macbett, hermoso caballero. Te volver a ver pronto. Conocers mi
poder y mi
encanto.
M: Vaya, vaya(Sigue dando un par de molinetes, se detiene) Qu voz
es sta, que me parece
reconocerla? Oh, voz! Tienes cuerpo? Tienes rostro? Dnde ests?
LA VOZ (melodiosa): Estoy muy cerca, estoy muy cerca. Y estoy lejos.
Hasta pronto, Macbett.
Viejas brujas
inmundas! Sois espas enviadas por los enemigos de Duncan, nuestro
querido y leal
soberano! (Trata de cortarlas en dos con la espada, pero ellas se le escapan
y desaparecen a la
carrera, la primera por la derecha, la segunda por la izquierda).
B1 (antes de desaparecer): Macbett es el que ser soberano! Tomar el
lugar de Duncan!
B2: Subir al trono. (Desparece. Banco, blandiendo la espada, intenta
atravesarlas, corriendo a
derecha e izquierda del escenario)
B: Dnde estis, malditas vagabundas? Criaturas demonacas! (Se instala
en medio del
escenario y envaina la espada) Las he visto y odo de verdad? Se han
convertido en lluvia y
tormenta. Se transformaron en las races de los rboles. O fue una
alucinacin? Macbett,
Macbett!
VOZ DE B2: Banco, escchame, escchame! (la voz de la bruja se hace
fresca y melodiosa)
Escchame bien: no sers soberano. Pero sers ms grande que Macbett.
Ms grande que
Macbett. Sers el origen de una dinasta de prncipes que reinar mil aos
en nuestro pas.
Sers ms grande que Macbett, padre, abuelo, tataratatarabuelo de reyes.
B: Vayavaya! (sigue asestando un par de molinetes al aire, y se
detiene.) Qu voz es sta, que
me parece reconocerla? Oh, voz! Tienes cuerpo? Tienes rostro? Dnde
ests?
LA VOZ (melodiosa): Estoy muy cerca, estoy muy cerca. Y estoy lejos.
Hasta pronto, Banco.
M: Me estremezco. Es el fro? Es la lluvia que me penetra? Es el
temor? Es el horror? O
es la nostalgia misteriosa que esta voz despierta en m? Estoy ya
embrujado? (Cambiando
de tono) Pero si no eran ms que un par de brujas espantosas. Espas,
intrigantes,
mentirosas.Padre de reyes yo? Cuando nuestro soberano bienamado
tiene hijos? Macol,
que estudia en Cartago, heredero natural y legtimo del trono? Y tambin
Donalban que
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acaba de terminar su diploma de altos estudios comerciales en Ragusa?
Puras pamplinas.
No pensemos ms en ello
anteojos capaces
de dirigir la vista a centenares o miles de leguas para captar las imgenes y
trarnoslas
vivitas y coleando? Tiene instrumentos que amplifican el odo
confirindole una agudeza
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insospechada? Un oficial del archiduque acaba de traerme la noticia de la
muerte de
Glamiss, y con ella la de mi desposeimiento. Intrig Macbett para obtener
l el ttulo, en
mi lugar? Ser este amigo leal, este compaero de luchas, nada ms que
un hipcrita?
Ser Duncan tan ingrato, al punto de despreciar los esfuerzos y riesgos
que enfrent, los
peligros que arrostr para defenderlo y salvarlo? Debo desconfiar de todo
el mundo, hasta
de mi hermano? Del ms fiel de mis canes, y hasta del vino que bebo?
Del aire que
respiro? No, no. Conozco demasiado a Macbett como para no estar seguro
de su lealtad y
de su virtud. Seguramente la decisin de Duncan viene de l mismo. Nadie
se la ha
inspirado. Esa decisin lo desenmascara. Pero seguramente Macbett no lo
sabe an.
Cuando lo sepa, rehusar. (Se dirige hacia la izquierda, luego regresa al
centro del escenario). Esta
monstruosas hijas del demonio han visto a travs de los espacios. Podrn
ver el povenir?
Me han predicho que ser el antepasado de toda una dinasta de reyes. Es
extrao e
increble. Quisiera que estas brujas me dijeran ms. Tal vez conocen el
futuro? Me
gustara verlas. No las veo. Sin embargo, aqu estaban.
(Sale por la derecha. Macbett entra por la izquierda; antes de su entrada,
se oye a Macbett
gritar:)
VOZ DE M: Banco! Banco! (Avanza. Llama una vez, dos veces:)
Banco!
M: Dnde se habr escondido, el animal? Me dijeron que andaba por
estos lados. Hubiera
querido hablarle. Un enviado del archiduque me ha llamado a la corte. El
soberano me ha
informado que Glamiss haba muerto y que yo heredaba los ttulos, aunque
no las tierras.
Se cumple as lo que me dijeron las brujas. Trat de decirle a Duncan que
yo no quera que
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B1 (A Macbett): Te he escuchado. Escucho los pensamientos tan bien
como los leo. S lo que
ests pensando, todo lo que acabas de pensar en voz baja. Tratabas de
creer que era para
burlarte que queras volverme a ver. Te confesaste que tenas miedo.
Valor, por mil
demonios, gran capitn! Qu deseas saber de mis labios?
M: Deberas saberlo mejor que yo, por lo que dices.
B1: Hay cosas que s. Pero no lo s todo. Incluso nuestro saber tiene
lmites. Pero leo lo
bastante en ti como para comprender que, a espaldas tuyas, la ambicin
acaba de nacer en
tu corazn pese a todas las explicaciones que te des, y que son falsas; son
slo mscaras.
M: No deseo ms que una cosa: servir a mi soberano.
B1: Con qu farsa pretendes engaarte!
M: Quieres hacerme creer que soy otro que el que soy; no lo logrars.
B1: Si no le fueras til, te querra muerto.
M: Es el dueo de mi vida.
B1: No eres ms que su instrumento. Ya viste como te hizo combatir
antes que t.
B1: Detestaba su independencia.
B2: Recuper lo que les haba dado.
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B1: Ese es un buen ejemplo de su generosidad.
B2: Glamiss y Candor eran orgullosos.
B1: Y nobles. Duncan no poda soportar eso.
B2: Y valerosos.
M: No ser otro Glamiss. Ni otro Candor. No hay otro Macbett para
derrotarlos.
B1: Comienzas a comprender.
B2: Ji, ji, ji, ji!
B1: Si no tienes cuidado, se tomar todo el tiempo que sea necesario. Y
despus, encontrar
un nuevo Macbett.
M: No he manchado mi honor. He obedecido a mi soberano. Esta ley nos
viene del cielo.
B2: Manchaste tu honor al combatir a tus pares.
B1: Pero su muerte te resultar til.
B2: Se hubiera servido de ellos contra ti.
B2: Envaina (Macbett lo hace). Y ahora, Macbett, mira bien: abre los ojos,
abre las orejas.
(B2 da vueltas en torno a B1 como en un acto de magia.
Da vueltas saltando dos o tres veces, despus los saltos se convertirn en
una danza
graciosa a medida que se develen las nuevas apariencias de las dos
brujas. Hacia el final,
la danza se har lenta.)
B2 (girando en torno a la B1:) Quis, quid, ubiquibus auxiliis, cur,
quomodo, quando, Felix qui
potuit regni cognoscere causas. Fiat lux hic et nunc et fiat voluntas tua. Ad
augusta per
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angusta, ad augusta per angusta. (B2 toma el bastn de B1 y lo arroja
lejos.) Alter ego surge,
alter ego surge.
(B1, que estaba encorvada, se endereza. En esta escena, que es una escena
de
transformacin, B1 est en el centro del escenario, muy iluminada por un
proyector.
B2 pasa girando por zonas de luz cuando se encuentra delante de B1 y por
zonas sombras
M: No s qu escrpulos podemos?
LD: S que eres valiente. Incluso los valientes pueden experimentar
debilidades y cobardas.
Sobre todo si se sienten culpables, si sufren esa enfermedad mortal.
Snate. Jams tuviste
miedo de matar cuando era otro quien te lo ordenaba. En este momento, el
miedo podra
aplastarte. Apyate en m. Yo puedo tranquilizarte, prometerte que nunca
sers vencido por
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hombre alguno nacido de mujer, que tu ejrcito no ser jams vencido por
otro ejrcito, a
menos que el bosque se convierta en un ejrcito y marche contra ti.
Dc: Lo que es prcticamente imposible. (A Macbett:) Decos que
queremos salvar el pas.
Vosotros dos juntos construiris una sociedad mejor, un mundo nuevo y
feliz.
(Poco a poco, la oscuridad se aduea del escenario.
Macbett rueda a los pies de Lady Duncan. No se ve ya sino a Lady
Duncan en su desnudez
respandeciente. Se oye la voz de la Dama de compaa, que dice:)
Dc: Omnia vincit amor.
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M: En la medida, evidentemente, en que la perfeccin es posible en este
mundo. Es una
perfeccin que no excluye ciertas imperfecciones.
B: Una perfeccin imperfecta es perfeccin de todos modos.
M: Personalmente no tengo nada que reprocharle. No tiene que ver
conmigo. No puede
tratarse sino de nuestro amado pas. Oh, es un buen soberano. Debera sin
embargo poner
atencin a consejeros desinteresados, como vos, por ejemplo.
B: O como vos.
M: Como vos y yo
B: Ciertamente.
M: Es un poco absoluto.
B: Muy absoluto.
M: Es un monarca absoluto. El absolutismo en nuestra poca no es el
mejor sistema de
gobierno. Es lo que piensa por otra parte Lady Duncan, que siendo una
rapazuela tiene la
cabeza muy bien puesta. Difcil conciliar estas dos cosas, pero en su
persona ella las
concilia.
B: Es raro.
M: Ella podra darle consejos, consejos interesantes en cuanto al modo
de hacer entender, a
nuestro soberano, ciertos ciertos principios de gobierno que ella nos
dara desinteresadamente. Nosotros tambin somos desinteresados.
B: Hay que vivir, ganarse el pan.
M: Eso, Duncan lo entiende muy bien.
B: Es muy comprensivo con vos, querido amigo. Os ha colmado.
M: No he pedido nada. Ha pagado, ha pagado bien, me ha pagado ms o
menos bien, no me ha
pagado demasiado mal los servicios que le hice, que deba hacerle, ya que
es nuestro seor.
B: Y a m no me pag absolutamente nada. Como sabis. Se qued con las
tierras y os entreg
el ttulo de barn de Glamiss.
M: S a lo que aluds. Me sorprende de Duncan. No me sorprende mucho,
me sorprende un
poco. A veces es distrado. En todo caso no fueron intrigas mas, os lo
aseguro.
B: S, con fuerza.
M: Me dio tierras, est claro. Pero conserva derecho de caza en mis
dominios. Parece que es
para gastos del Estado.
B: As dice.
M: El Estado es l.
B: De mis dominios, que l no aument, se lleva diez mil aves al ao,
incluyendo los huevos.
M: Es inaceptable.
B: He combatido por l, vos lo sabis, a la cabeza de mi ejrcito personal.
Quiere ahora
integrarlo a su ejrcito. A mis propios hombres, que l podra lanzar
despus en contra ma.
M: Tambin en contra ma.
B: Cosa nunca vista.
M: Nunca, desde que mis antepasados
B: Y tambin los mos.
M: Con todos esos que pululan y farfullan a su alrededor.
B: Que engordan con el sudor de nuestra frente.
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M (A Banco:) Es mi novia.
B: La futura Lady Macbett? Vaya! (a ambos) Mis felicitaciones. (Besa
la mano a Lady Duncan)
LD: Hasta la muerte!
(Los tres sacan sendos puales, levantan la mano, cruzan los puales.
Juntos:) Juramos
matar al tirano!
M Al usurpador.
B: Abajo el dictador!
LD: Al dspota.
M: No es ms que un descredo.
B: Un ogro.
LD: Un asno.
M: Un ganso
B: Un piojo.
LD: Juremos exterminarlo!
LOS TRES: Juramos exterminarlo!
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(Fanfarrias. Los tres conjurados desaparecen rpidamente por la
izquierda.
bendecido. Va hacia
Duncan y coloca la corona sobre la cabeza de ste, que se arrodilla.)
En el nombre de Nuestro Seor todopoderoso, te confirmo en tus poderes
soberanos.
D: Que Nuestro Seor me haga digno de ellos.
(El oficial entrega el manto de prpura al monje, quien viste con l a
Duncan)
Mj: Que el Seor te cubra con su proteccin, y que nada te dae mientras
lleves sobre ti este
manto.
(Entra por la derecha un sirviente, trayendo el cliz para la comunin. Se
lo entrega al
sacerdote, que presenta la hostia a Duncan)
D: Domine non sum dignus.
Mj: Corpus Christi.
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D: Amen.
(El monje devuelve el cliz al sirviente, que sale. El oficial vuelve a poner
el cetro en
manos del monje.)
Mj: Renuevo el don de curacin que el Seor nuestro Dios te transmite por
medio de m, su
indigno servidor. Que Nuestro Seor cure nuestras almas como cura las
enfermedades de
nuestros pobres cuerpos. Que nos cure de la celosa, del orgullo, de la
lujuria, de nuestros
deseos malsanos de poder y que nos abra los ojos para poder ver la
vanidad de los bienes
del mundo.
D: Escchanos, Seor.
O (arrodillndose:) Escchanos, Seor.
Mj: Seor, escchanos. Que el odio y la clera se disipen como el humo en
el viento, que el
orden humano revierta el orden natural en que medran el sufrimiento y el
espritu de
destruccin. Que el amor y la paz sean librados de sus cadenas y que sean
encadenadas las
fuerzas negativas, que la alegra resplandezca en la luz celestial, que la luz
nos inunde y nos
bae. As sea.
D y O: As sea.
Mj (a Duncan:) He aqu tu cetro, que bendigo, con el que tocars a los
enfermos.
(Duncan se levanta, seguido por el oficial, mientras que el monje, a su vez,
se arrodilla
delante de Duncan, que sube las gradas del trono y se instala sobre l. El
oficial se tiene
de pie a la izquierda de Duncan. Esta escena debe ser actuada creando
una atmsfera
seria y grave.)
D: Que se haga entrar a los enfermos.
(El monje se pone de pie, y se instala a la derecha de Duncan.
Llega el primer enfermo, por el fondo a la izquierda. Est curvado,
camina penosamente,
con un bastn en la mano. Cubre su cabeza con un capuchn y lleva una
capa. Se le ve el
rostro, una mscara estragada como la de un leproso. Duncan, al primer
enfermo (E1):)
Acrcate. Acrcate ms. No tengas miedo.
(El enfermo se acerca y se arrodilla sobre uno de los ltimos escalones del
trono. Est de
espaldas al pblico.)
E1: Gracia, Monseor. Vengo de lejos. Vivo en un a regin del otro lado
de los ocanos. Ms
all est el continente, ms all siete pases que atravesar antes de llegar a
otro ocano, ms
all estn las montaas. Habito al pie de la otra vertiente de esas montaas,
en el valle
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sombro y hmedo. La humedad roe mis huesos, estoy lleno de chancros,
de tumores y de
pstulas que rezuman por todas partes. Todo mi cuerpo no es ms que una
llaga viva.
Hiedo. Mis hijos, mi mujer me expulsan de la casa. Salvadme, Seor.
Sanadme.
D: Te sanar. Creme. Espera. (Toca con el cetro la cabeza del enfermo.)
Por la Gracia de Nuestro
Seor, por el don y la fuerza de que estoy investido en este da, te absuelvo
del crimen que
has cometido y que ha manchado tu alma y tu cuerpo. Que tu alma sea tan
pura como el
agua lmpida, como el cielo del primer da de la creacin.
(E1 se endereza, se vuelve hacia el pblico, despliega toda su altura, deja
caer el bastn,
eleva las manos al cielo.
Su rostro es sonriente y fresco .Lanza un grito de alegra y sale corriendo
por la izquierda.
Te lo ordeno. Obedece.
(E2, que estaba crispado, da, por la expresin de los hombros, la
impresin de que se
distiende y se calma. Lentamente se levanta, deja caer los brazos a los
costados, se vuelve
y el pblico puede ver distenderse el rostro crispado, e iluminarse.
Despus se le ve partir hacia la izquierda con paso ligero, casi bailando.)
O: El siguiente!
(Un tercer enfermo se aproxima al soberano, que lo sana del mismo modo.
Esto, cada vez ms rpido: se ve un cuarto, un quinto, un sexto un
dcimo, un undcimo
enfermo entrar por la derecha, salir por la izquierda, salir por el fondo a
la derecha, venir
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por el fondo a la derecha, salir por la izquierda despus de haberse hecho
tocar por el
cetro de Duncan.
Cada llegada de cada enfermo est precedida por el anuncio: El que
sigue!, dicho por
el oficial.
Algunos enfermos pueden llegar en angarillas, o en silla de ruedas,
acompaados o no.
Lo que se acaba de indicar, hacia la segunda mitad de la serie de
movimientos, debe
hacerse muy ordenadamente, acompaado de una msica que se acelera
ms y ms.
Durante todo este tiempo, el monje se ha dejado caer de a poco, ms
sentado en el suelo
que de rodillas
Despus del undcimo enfermo el movimiento se hace ms lento, al tiempo
que la msica
se aleja.
Un penltimo y un ltimo enfermo hacen su entrada, uno por la izquierda,
el otro por la
derecha. Estos tambin llevan largas capas y capuchones que les ocultan
el rostro.
El oficial que ha repetido El que sigue! no ve al ltimo enfermo, que
llega por su
espalda.
Bruscamente, la msica se calla. En ese momento el monje se saca el
capuchn o la
mscara, y el pblico ve la cabeza de Banco, que saca un largo pual.)
D: (a Banco:) T?
D (a Banco:) Asesino!
(Duncan retrocede hacia el trono; los otros tres lo rodean estrechando
lentamente el crculo)
D (a los tres:) Asesinos!
LOS TRES (a Duncan:) Asesino!
(Cuando Duncan llega cerca del primer escaln del trono, Lady Duncan
le arranca el
manto. Duncan sube retrocediendo los escalones, tratando de cubrirse el
cuerpo con los
brazos, porque se siente desnudo y desarmado sin el manto.
No sube ms que un par de escalones, porque los otros lo siguen; su cetro
cae por un lado
y la corona por otro; Macbett le da un tirn y lo hace caer)
D: Asesinos! (Rueda por tierra. Banco le da la primera pualada.)
B (gritando:) Asesino!
M (le da la segunda pualada, gritando:) Asesino!
LD (le da la tercera pualada, gritando:) Asesino!
(Los tres se enderezan, rodeando siempre a Duncan)
D: Asesinos! (Menos fuerte) Asesinos! (Dbilmente) Asesinos!
(Los tres personajes se van separando; Lady Duncan permanece ms
por la multitud.
Van hasta la salida izquierda del escenario.)
M: Madame
LA VIUDA DE DUNCAN: Os agradezco que me hayis acompaado
hasta mis habitaciones.
Ahora reposar, despus de tantos trabajos y fatigas.
M: Reposad, Seora. Bien lo merecis. Vendr a buscaros maana a las
diez para la ceremonia
de la boda. La entronizacin tendr lugar a medioda. En la tarde, a las
cinco, ser el festn,
el verdadero matrimonio. Nuestro matrimonio.
LA VIUDA DE DUNCAN (dando a Macbett su mano a besar:) Hasta
maana, pues, Macbett.
(Sale. Macbett atraviesa el escenario para salir por la derecha: Se
escuchan algunos
hurra todava.
Los dos sirvientes (S1 y S2) que se haban escondido reaparecen en medio
del escenario,
junto a las candilejas.)
S1: Todo est preparado para la ceremonia y para el festn.
S2: Habr vinos de Italia y de Samos.
Parece reflexionar
unos instantes.
Por el fondo, algo a la izquierda, aparece Macbett)
M: Ah, aqu est Banco. Qu viene a hacer aqu, solo? Escondmonos.
Escuchemos lo que
va a decir. (Hace un gesto como cerrando cortinas invisibles)
B: As pues Macbett ser rey. Barn de Candor, barn de Glamiss, y
despus soberano, desde
maana. Una a una las predicciones de las brujas se han realizado en el
orden anunciado.
No predijeron el asesinato de Duncan al que yo prest mi contribucin.
Pero cmo habra
llegado Macbett a ser el jefe de este Estado sin que muriese Duncan o sin
que hubiese
abdicado a favor de Macbett, lo que era imposible constitucionalmente?
Un trono se toma
por la fuerza. Lo que tampoco estaba dicho era que Lady Duncan se
convertira en Lady
Macbett. As Macbett lo tiene todo. Qu carrera extraordinaria: la riqueza,
la gloria, el
poder, la mujer!Est colmado. Apual a Duncan, le tena rencor. En
qu aporta eso a
de su raza? Soy
presa de una maquinacin siniestra. Ah! No pasarn as las cosas!
Veremos si mi libertad
y mi iniciativa pueden o no desarmar las trampas del destino que el diablo
me prepara!
Destruyamos en la misma semilla la posteridad de Banco; es decir, en el
mismo Banco. (Se
dirige hacia la derecha; llama:) Banco! Banco!
VOZ DE B: Ya voy, Macbett, aqu estoy! (Aparece Banco)
B: Para qu me quieres, Macbett?
M: Cobarde es as como queras agradecerme los beneficios que tena la
intencin de
otorgarte? (Hunde el pual en el corazn de Banco.)
B (desplomndose:) Ah! Dios mo! Perdonadme!
M: Dnde estn ahora todos esos reyes? Se pudrirn contigo y dentro de
ti! He aniquilado su
porvenir. Se estn congelando ya en tu semilla. Maana ser coronado!
(Sale)
(Apagn)
*
(Se oyen gritos de Viva Macbett! Viva Lady Macbett! Viva nuestro
soberano
bienamado! Viva la desposada!
Por la izquierda entran Macbett y Lady Macbett. Lucen atavos de
soberanos. Llevan
corona y manto de prpura.
Macbett lleva su cetro en la mano. Se detiene en medio del escenario y,
mientras que se
escuchan los mismos gritos entusiastas de la multitud y que se oye el feliz
repicar del
carilln que suena muy hermoso, Macbett y lady Macbett, de espaldas al
pblico, saludan
a la multitud imaginaria, luego de haber entrado majestuosamente.
Saludan a la derecha,
saludan a la izquierda.
Se oye a la multitud: Hurra! Viva el archiduque! Viva la
archiduquesa!
Macbett y Lady Macbett se vuelven y saludan al pblico de la sala,
haciendo seas con las
manos y lanzando besos. Despus, Macbett y lady Macbett se enfrentan
uno al otro.)
M: Ya hablaremos de nuevo, Seora, de esta historia.
LM (perfectamente calmada:) Te explicar, querido.
tena que ver y tocar. Pero sal airosa. Bes una puaj! Qu desagradable!
(Mientras tanto, la
dama la desviste) Oigo un ruido, aprate.
Dc: Ya, querida, ya.
LM o B1: Vamos, vamos, vamos! Que encuentre mis vestimentas! (No
lleva encima ms que
una especie de camisa sucia) Y mi vestido viejo y piojoso. Y mi delantal
todo vomitado. Y
mis borcegues cagados, rpido! Qutame esta peluca! Que aparezca mi
cabellera gris y
sucia! Y devulveme el mentn! toma mis dientes! Rehaz mi nariz
puntuda como estaba,
y mi bastn con su punta de fierro envenenada.
(La dama de compaa toma el bastn de uno de los peregrinos que se
encontraba en el
escenario
A medida que LM o B1 da las rdenes, Dc o B2 hace lo que se le dice)
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B1: Aprate! Ms rpido!
B2: Ya, ya, querida.
B1: Nos estn esperando en otro sitio. (B2 saca un viejo y largo chal de la
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S: Aqu est Lady Macbett. (Aparece Lady Duncan). Vena del subsuelo,
subiendo las escaleras.
(Sale)
(Aparece Lady Macbett. Lady Macbett, o ms bien Lady Duncan, est un
poco diferente
de la que se haba visto hace un momento. Es decir, no lleva corona, y su
traje est algo
arrugado.)
Co1 y Co2 (juntos:) Lady Macbett!
Co3 y Co4 (juntos:) Lady Macbett!
Co4: Lady Macbett!
M: Madame, habis tardado bastante. He puesto el pas patas arriba
buscndoos. Dnde
estabais todo este tiempo? Me daris las explicaciones ms tarde. (A los
cuatro comensales)
Volved a vuestros asientos, seores. La cena de bodas puede comenzar.
Comamos y
bebamos. Vos aqu, querida ma. En el lugar principal. Festejemos y
regocijmonos junto a
nuestros queridos amigos que os aman como yo y que os han esperado.
vengador! Dbil
psicosomtico! Idiota ridculo! Nulidad heroica! Ladilla incongruente!
Zopenco,
chambn!
Ma: Te matar, basura! Y despus arrojar la espada impura!
M: Pobre pelotudo! Sigue tu camino. Mat al cretino de tu padre, y
quisiera evitarte la
muerte. No puedes nada contra m. Est predicho que ningn hombre
nacido de mujer
podr matarme.
Ma: Te han engaado, Macbett! Te han hecho leso! (Cantado o hablado,
pero wagneriano) Yo no
soy el hijo de Duncan, no soy ms que su hijo adoptivo. Soy el hijo de
Banco y de una
gacela, que una hechicera haba metamorfoseado en mujer. Banco
ignoraba que la haba
fecundado. Volvi a convertirse en gacela antes de echarme al mundo.
Lady Duncan haba
abandonado secretamente la corte antes de mi nacimiento, para que no se
supiera que no
estaba encinta. Volvi a la corte trayndome a m. Se me ha consider hijo
suyo y de
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(Hombres y mujeres se dirigen hacia el centro del escenario donde estn
Macbett y Macol. Llevan sea
una pancarta con un rbol dibujado, o simplemente ramas. Estas dos
soluciones no deben ponerse en
prctica sino all donde no existan las disponibilidades tcnicas adecuadas:
en realidad, todo el decorado debera cercar lentamente a Macbett.)
Ma: Vulvete y vers el bosque en marcha!
(Macbett se vuelve)
M: Mierda!
(Macol mata a Macbett dndole con la espada en la espalda. Macbett se
desploma.)
Ma: Que se lleven esta carroa!
(gritos de la multitud invisible: Viva Macol! Viva Macol! El tirano ha
muerto! Viva
Macol, nuestro soberano bienamado! Viva Macol!)
M: Que me traigan un trono!
(Dos comensales toman el cuerpo de Macbett, al mismo tiempo que se trae
el trono.)
UN COMENSAL: Instalaos, Monseor.
(Llegan los otros comensales. Unos instalan paneles en los que se lee
Macol is always
right)
LOS COMENSALES: Viva Macol! Viva la dinasta de Banco! Viva
Monseor!
(Se oyen sonar las campanas. Macol est cerca del trono. Por la derecha
llegan un obispo y
un monje)
Ma (al obispo:) Es para el sacramento?
Ob: S, Alteza!
(Una mujer del pueblo entra por la izquierda)
MUJER:Que vuestro reinado sea feliz!
OTRA MUJER (entrando por la derecha:) Que seis bueno con los
pobres!
UN HOMBRE (entrando por la derecha:) Que no haya ms injusticia!
OTRO HOMBRE: El odio ha destruido nuestras viviendas El odio ha
emponzoado nuestras
almas!
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OTRO HOMBRE: Que vuestro reinado sea el de la paz, la armona y la
concordia.
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Personajes
Soldados, generales. Cazador de mariposas. Comensales.
Mujeres y hombres de pueblo. Vendedor de limonada, etc.
Table of Contents
Personajes
Soldados, generales. Cazador de mariposas. Comensales. Mujeres y
hombres de pueblo. Vendedor de limo
G: (mofndose) Nuestro soberano