This review may contain spoilers.
Analizarr’s review published on Letterboxd:
Yo tengo una regla, más grande que las otras, para decidir si una peli se me hace buena o no: Si la historia tiene suficiente material como para escarbarle y encontrar detalles y pensamientos que a primera vista no están ahí, tanto así que me sienta en necesidad de platicarlo saliendo del cine, algo se hizo bien.
Anora, para mí, es muy buena.
Cuando un guionista o director (en el caso de ésta peli siendo ambos, una misma persona) nombra su narración con el nombre del personaje busca transmitir algo muy claro: La historia ES aquella de la búsqueda de lo que el nombre del protagonista significa, quién es, y por qué es como es. Anora no fue la excepción, y sospecho que Mickey 17 tampoco lo será.
Anora, en un inicio es presentada como “Ani”, un nombre aún más corto, sencillo, y común. Y así nos dan a entender que es este personaje a primera vista. Trabajando en el club, es una de muchas chicas que viven a partir de los deseos y placer de los hombres, y la muestran satisfecha, dentro de lo que cabe, con su estilo de vida. Ani no es una víctima, es una trabajadora, y la situación en la que vive está bajo su control, nadie la está obligando. Tanto la cinematografía, como la música, y vestuario en las primeras escenas, muestran la noche en el club como un espacio fantasioso lleno de color, luces, incluso de cierta forma libertad, aún estando en un espacio limitado. Y creo que eso resume quién ella es en el club; Una princesa, protagonista libre y brillante, pero realmente en un espacio muy pequeño. No deja de estar contenida, pero en una jaula que ella escoge. (Una jaula voluntaria como lo puede ser cualquier trabajo en que tu identidad y valor se reduzca a la actividad que haces, y nada más). En cambio, al amanecer y salir del club, Ani se muestra completamente cubierta por su ropa baggy, seria, pálida. Los días son grises, aburridos, y el glamour desaparece. Es incluso como si dejara de ser esa figura fantástica que es en las noches (quizás porque así es) pero hablaré de eso más tarde.
He visto a muchas personas quejarse de que no hay un contraste con el resto de la película si no se le ve sufriendo, buscando salir de dónde está, o aspirando por una mejor vida en las primeras escenas, pero para mí funciona perfectamente con ella NO siendo una víctima. El mismo viaje de Ani conociendo a Vanya, y su familia, a Igor, y el resto de los personajes es justo lo que la lleva a preguntarse dónde está parada cuando no está en el club, al salir el sol y apagarse las luces de colores que tanto le favorecen. Quién es ella, y quién se preocupa por ella cuando no está en control. No es una pregunta que se hiciera antes, ella no podía extrañar una vida que jamás había experimentado, ni buscar un amor que jamás había sentido.
Ani está satisfecha trabajando y ganando terreno frente a sus rivalidad con Diamond, su némesis en el club, pero ante la primera oportunidad de salir de ahí, y vivir una aventura, por supuesto que la toma. La primera vez que vemos a Ani con un outfit “nocturno” incluso en el día, es al visitar a Vanya por primera vez. Claro que también va a ofrecerle un servicio, pero me gusta pensar que ese momento refleja cómo Ani está extendiendo el glamour de su vida nocturna hasta las horas del día. Y toda su relación con Vanya es precisamente eso; extender la aprobación que recibía en las noches, sentirse alguien por unos momentos más, fuera de las paredes que normalmente la contenían. Sin embargo, al ser de nuevo esta princesa del baile exótico y del placer masculino, recibiendo una paga, sin que alguien se preocupe desinteresadamente por ella (aunque Vanya pretendiera demostrar la contrario), sigue estando en esa jaula voluntaria, solo que ahora es de día, y su prisión es más grande y lujosa.
No hay mucho que decir de Vanya, es un niño que está jugando y para él, hasta los juguetes más bonitos son desechables. El matrimonio con Ani era él invirtiendo un poco más en un juguete específico, y tal vez jugaría con ella por un poco más de tiempo, pero la soltaría más pronto que tarde.
Me gusta mucho la discusión que he visto acerca de si Vanya en algún momento si la quiso o no. Argumentos como “la forma en que la mira”, “las promesas que le hizo”, “los regalos que le dio”. Yo recuerdo el montaje en que Vanya tiene detalles con ella después de casarse, como regalarle un abrigo, poner su foto en la casa, etc…interrumpiendo cada uno de esos momentos “cute” con un corte brusco a él teniendo relaciones con Ani de una forma rápida y automática, recordándonos , que antes de todo, Ani sigue trabajando para él. Esto, sumándole la canción que suena al fondo: “Greatest day”. Específicamente los lyrics “Today this could be the greatest day of our lives, before it all ends, before we run out of time…” El día eventualmente llega a su fin, y Ani y Vanya se quedarán sin tiempo, porque la relación entre ellos es superficial, y especialmente para Vanya, es pasajera. Los signos estaban ahí, pero tanto Ani, como nosotros como público, podemos confundir amor por una relación transaccional en que nos sentimos en control.
¿Qué pasa cuando Vanya huye? También se aleja el glamour de Ani, el control que ella solía sentir que tenía, su ilusión de ser alguien más que una bailarina exótica, misma ilusión que tener el título de “esposa” le daba. Por eso, para Ani su anillo era tan importante, era ese signo de poder, de importancia, que nunca le habían dado antes. Cuando se lo arrebatan, ella opone fuerte resistencia, no está dispuesta a soltar esa ilusión tan fácilmente porque eso implicaría encontrar su valor de otra manera, y hacerse preguntas que aún no está lista para responder. Pero logran quitárselo, un hombre se lo dio, y otro hombre se lo quitó. En ese momento, ella se apaga, comienza a perder su poder, y al quitársele ese poder y empezar el arduo proceso de dejar de ser esa princesa que pensaba ser, Ani (esa versión superficial, controlada, resistente y glamurosa de la protagonista), abre paso a Anora (la parte interior de ella misma que es vulnerable, humana, y no se permitía conocer).
Ahora, Igor. Igor es ese puente entre Ani, y Anora. Desde el primer momento en que se conocen, Igor es capaz de ver un poco de Anora, aunque Ani no lo vea. Él puede ver a través de los berrinches, de los golpes, la resistencia, y groserías de Ani. Se da cuenta de que son las armas que ella trata de utilizar para protegerse del mundo fuera de la jaula en que ella normalmente habita, nota el miedo detrás de su resistencia a aceptar que Vanya nunca la quiso, que era un cliente más, y que la vida no sólo ser esa princesa en el club y en la mansión, hay más, ella es más.
He escuchado comparaciones entre Anora y Cenicienta. Y lo veo acertado en algunos puntos. Ambas fueron escogidas para salir de una jaula, ambas fueron “rescatadas” por un príncipe azul simplemente porque el príncipe así lo quiso, el valor de ambas se ha determinado por hombres que las escogieron. Pero realmente a ninguna la escogieron, a Cenicienta simplemente le quedó un zapato, y Ani… bueno Ani entendía ruso. Cenicienta no se llamaba así, Ani tampoco, son apodos, y nombras algo o a alguien para conocerlo. Nadie se dio la tarea de conocerlas, no realmente. Ni siquiera ellas mismas.
Pero regresemos a Igor. Igor sí quiso conocer a Ani. Se interesó por su nombre, y no solo eso, le devolvió su anillo. Este hombre le está regresando, simbólicamente ese poder, esa importancia a la que Ani se aferraba, sin esperar nada a cambio. Se lo da porque él considera que Anora lo merece, simplemente por ser, no por lo que ella pueda darle a él (especialmente cuando durante todo el tiempo de conocerla todo lo que ella le había dado era rechazo).
Pero Ani no está acostumbrada a ser Anora, o a que la vean como ella. Todo valor que un hombre le había dado antes estaba relacionado con su estatus de princesa del placer en el club. Toda atención que había recibido implicaba una transacción, y en ese momento siente que le debe lo mismo a Igor. Pero Igor no siente esa deuda, él ve en Anora a alguien fuerte, que escondiéndose tras Ani, pataleando, tratando de construirse una armadura a base de insultos para protegerse, no sabía lo que era ser amada solo por ser ella. Ella se había sentido una princesa, pero era tratada como un objeto por los hombres. Igor sabía que ella es una persona y no un objeto, que ella es Anora, además de ser Ani. Pero para ella, ser Anora duele mucho…duele menos reducir su nombre a tres letras, es más fácil estar en control cuando hay menos qué controlar.
Y en la escena final, no deberle su valor a alguien más no cabe en la cabeza de Ani, Igor es un hombre después de todo. Ella se dispone a pagarle, pero Igor intenta besarla, un acto que ella no solía realizar ni recibir como parte de sus servicios, probablemente porque se siente más personal y cercano que el acto corporal por sí mismo. Él constantemente le está dando espacio para que Anora pueda salir, que pueda sentir y dejar caer su armadura, pero no es sino hasta ese momento que Ani suelta el control, suelta la resistencia, y finalmente llora. Llora todo lo que no había llorado, se humaniza, siente, es Anora.
No creo que esta película sea una crítica a el tipo de trabajo que Ani tiene, sino todo lo contrario. Es un recordatorio de que es solo un trabajo más. Es una historia que desafía la mentalidad de las personas que lo consideran poco digno, o de bajo nivel, de personas que valen poco.
Ani es un fragmento de sí misma en el club. Ella es una persona completa, es más que su trabajo, como cualquier otra persona. Un doctor es más que un doctor, una maestra es más que ser maestra. Ani es más que su persona nocturna, es Anora, es humana, es compleja, tiene miedo, tiene valor. Todos tenemos miedo. Todos valemos.
Las mujeres en el club valen lo mismo que una doctora, que una maestra. Porque nadie es solo lo que hace para ganarse la vida, y todos merecemos tener un nombre completo.