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Reseras: MARTINEZ ESTRADA, Radiografia de La Pampa. Critica. Leo Pollmann

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RESErAS 787

edigao critica, que levou mais de quatro anos para ser concretizada. Aqui temos nao s6 a
necessiria genealogia dos originais, mas tambem a descri9io clara das colaqoes e a
explicitagao das razies porque o texto de 1959 foi tomrnado como base dessa Edicao.
O corpo do texto pr6prio, que ocupa mais de 550 paginas, a um primor, um exemplo
do mais alto profissionalismo editorial e academico. As cola9Oes seguem o texto
perfeitamente, e nenhuma modificaqao foi deixada ao acaso. E, afinal, o que nao p8de ser
incorporado ao texto foi colhido no "Apendice."
A terceira parte da Edigao Critica, e a "Cronologia", estabelecida por Mario Carelli;
a quarta parte, "Hist6ria do Texto", temrn mais duas contribuiqoes de MArio Carelli ("Crdnica
da CasaAssassinada: A consumaqao romanesca", e "A recep9ao critica"), e outra de Julio
Castaflon Guimaraes ("Alguns procedimentos na produgao do texto"). Na quinta parte,
"Leituras do texto", contribuem Octavio de Faria, Consuelo Albergaria, Guy Besancon,
Tereza de Almeida, Jose Geraldo Nogueira Moutinho, Sonia Breyer e Mario Carelli. Esses
ensaios, embora constrangidos pelo espago limitado, sio muito importantes para qualquer
leitor seja da Crdnica ou das demais obras de Cardoso, porque constituem apontamentos
criticos que podem, e devem, ser desenvolvidos e/ou discutidos.
A parte denominada "Dossier", a sexta do livro, traz tres divisoes: "Elaboraqao da
obra", "Entrevistas", e "Recepcao critica". Dessa ultima, sem desmerecer os demais
contribuidores, destaco a comovida homenagem que Clarice Lispector escreveu quando da
morte de Cardoso, e a 16cida anAlise feita por Andre do Carmo Seffrin em "Caincer e
violetas". A sdtima e iltima parte do livro, "Bibliografia", mais um exemplo do trabalho
de ourivesaria de Mario Carelli, o coordenador da Edigao Critica.
Para finalizar, gostaria de dizer que este volume, pelo cuidado de produgao, pela
profundidade e honestidade da pesquisa, e, sem favor nenhum, a edigao definitiva da
Cranicada CasaAssassinada,e deve fazer parte do acervo de todo leitor, profissional ou
amador, da literatura brasileira.

EVA PAULINO BUENO

EZEQUIEL MARTINEZ ESTRADA, Radiografia de la Pampa. Edici6n critica. Leo Pollmann,


coordinador. Paris/Madrid: Colecci6n Archivos No 19, 1991.

Radiografia de la Pampa tiene dos posibles lecturas: representa la mas lograda


expresi6n de una etapa bAsica tanto en la evoluci6n hist6rica de la imaginaci6n argentina
como en la estructura(ci6n) literaria de la identidad hispanoamericana. Es al mismo tiempo
un gran ensayo sobre la psicologia social del Cono Sur y, como dice G. Weinberg en su nota
liminar (xix), "uno de los ensayos dclave de la literatura hispanoamericana"; una obra a la vez
fundamental y fundacional, que escapa a todo gdnero y en la que un lenguaje de
extraordinaria intenci6n y calidad mitica traza un ejemplar mapa espiritual y propone una
original (de)codificaci6n de las implicaciones que definen el espacio hist6rico-cultural de
un pais y una dpoca. Segin opina en su ensayo L. I. Weinberg, Radiografiarepresenta un
hito en "la historia de las ideas en Amrica Latina" (475) y "ofrece una visi6n de la historia
argentina altemrnativa de toda visi6n de las ciencias sociales propiamente dichas" (489).
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Escrito y publicado cuando la crisis de las mitologias progresistas y nacionalistas del


positivismo y del modemrnismo, es decir en afios de profunda decepci6n econ6mica y
politica, Radiografia documenta la relaci6n que se desarrolla en la metaf6rica camrne del
cuerpo hist6rico y geogrAfico de Argentina entre la crisis psicol6gica y social del pais y la
crisis de crecimiento, pensamiento y conciencia del propio autor, que renuncia a la poesia
para dedicarse a la prosa y al ensayo. En este sentido L. Sigal puede afirmar que "el libro
represent6 el mayor intento de analizar el conjunto de los problemas nacionales con los de
lavidapersonal" (491). En efecto, a comienzos de latercera decada del siglo Argentinapas6
de golpe del desarrollo a la crisis en lo econ6mico, de la ilusi6n a la decepci6n en lo politico,
de una prometedora articulaci6n literaria y periodistica auna codificaci6n mucho mAs rigida
de su panorama cultural; este radical cambio, preludio de una dicada infame, puso de
manifiesto dos problemas:

1) el gran problema de la identidad argentina (e iberoamericana), debido a lanaturaleza


ilusoria y ret6ricatanto del modelo nacional-federal (la identidad como folklore americano)
como del modelo progresista (la identidad como proyecto de europeizaci6n);

2) el gran problema de un lenguaje que, alrededor de los agotados esquemas de la


poesia modernista y de la prosa positivista, aun no habia logrado una sintesis satisfactoria
entre mitologia popular y literatura culta.

Martinez Estrada supo very vivir estos dos problemas como si fueran las dos caras de
una misma esquizofrenia. Tanto la identidad como el lenguaje son expresiones solidarias
y sociales. La desarticulaci6n de la realidad hist6rica y geogriafica del pais (tanto urbana
como rural), consecuenciade unaviolencia originariay fundacional, hace de ladesproporci6n,
de la soledad y del aislamiento (en el tiempo como en el espacio) la estructura fundamental
del ser argentino. Civilizar es medir. El hombre americano, condenado a vivir en un mundo
que trasciende su medida, vive en perpetuo exilio de su propio ser social y nunca logra
incorporarse a la historia como sujeto. Su historia es ilusi6n, engaflo. Radiografiatiene en
este sentido dos niveles de lectura, uno argentino (con "hermanos mayores" como
Sarmiento, Hernandez, Lugones, Quiroga)y otro hispanoamericano (Marti, Rod6, Henriquez
Urefla, Paz, Zea, etc.). Su "psicoanAlisis literario de la Argentina" (Pollmann, 459) se
centra, pues, en la idea de que el pais tuvo "en la infancia o prehistoria ... una experiencia
traumAtica por la que todo el desarrollo ulterior fue viciado" (450).
Argentina se nos presenta en la obra de Martinez Estrada como el organismo falto de
conexiones de un gran monstruo biblico. Sobre la hirviente anatomia de este Behemoth de
cicl6picas entrafias el autor intenta la (nica operaci6n analitica que se pueda intentar con la
materia viva: la radiografia, es decir la bisqueda de un esqueleto que, por debajo del caos,
sepa reconstruir el mapa de una organizaci6n funcional. La estructura vertebral ausente se
identifica gradualmente con la causa (a lavez eficiente y final) de su ausencia: "Radiografiar
es asi dar sentido" (L. I. Weinberg, 490); el objeto de la radiografia es un espacio vacio: la
Pampa, un laberinto cuya estructura real difiere de su pretendida estructuraci6n racional; la
Pampa es muchas cosas: segun sugiere Pollmann es un espacio metonimico que reune en
sus contradicciones ciudad y campo, civilizaci6n y barbarie; ademas, segun Sigal, es la
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metiAfora de un saber espectral, "una prision, un laberinto ... el inico escenario autentico de
la pseudo historia argentina ... una ilusi6n" (513), un espejismo que transforma el hombre
en un violador, un marginado, un fantasma. Una irreductible desproporci6n domina este
espacio mental y cultural y condenaal desequilibrio antropol6gico la conciencia del hombre
argentino. Si como decia Turner la frontera es la estructura de la historia de EE.UU., la
Pampa es para Martinez Estrada la gran sinopsis de la historia argentina.
Con su "filosofiamoral de pequeiio burgues, hijo de inmigrante de primera generaci6n"
(G. Weinberg xx), y su itinerario de autodidacta, Martinez Estrada supo ver como nadie los
limites culturales de la implantaci6n y del planteamiento sarmientinos. Esto lo tenia
clarisimo: el gran problema de Argentina pertenece al Ambito de la cultura y de la identidad,
no al de la tarea civilizadora. El error mas grande de Sarmiento "fue el de ignorar que la
civilizaci6n y la barbarie no eran antagonistas diferenciados ... sino una mezcla entrafiable
en el seno de una sociedad primitiva" (Sigal 364).
Una obra tan compleja en su ideologia, en su lenguaje y en su proceso de formaci6n,
no podia analizarse satisfactoriamente por medio de la tradicional ret6rica de los generos
literarios, ni mucho menos con los tradicionales instrumentos de la erudici6n critica. Por
esta raz6n tenemos que considerar la iniciativa de Archivos como una importante aportaci6n
para una mejor explicaci6n de las relaciones entre el texto y su contexto. Cuidar la edici6n
critica de una obra de nuestro siglo no puede limitarse a documentar (y neutralizar) la
historia material del texto; una edici6n critica moderna tiene que ofrecernos una biografia
y una historia social de la genesis textual, "una biografia social que traduce la peculiar forma
de incorporaci6n del artista a su sociedad como intelectual en un periodo peculiar" (L. I.
Weinberg 476). Asi se explica la paradoja aparente de una edici6n critica dedicada a una
obrade lacual no hay manuscrito (el autor los destruia)y que, a diferenciade otras del mismo
autor, casi no ha conocido variantes en las sucesivas ediciones. Lo que cambia no es nuestra
imagen documental del texto, sino nuestra imagen de su historia y de su estructura verbal.
Es una edici6n dedicada a la genesis del texto y de su lenguaje. Es, tanto en sus vertientes
lingiiisticas (Rojas) y psicol6gicas (Sigal), como en sus vertientes biograificas (Cvitanovic)
sociol6gicas (L. I. Weinberg) e ideol6gicas (Earle, Pollmann, Guerin, D. Vifias), un estudio
sobre las correspondencias simb6licas entre dos metamorfosis: la de Argentina, de tierra
del porvenir a tierra de enajenaci6n, y la del propio Martinez Estrada, de hacedor a analista,
de "poeta brillante" a "Aspero y trascendente ensayista" y "pensador" (G. Weinberg xv),
capaz de transfigurar la historia y la geografia como si fueran una "proyecci6n biogrAfica".
Los aparatos al texto, establecido y anotado por D. Cvitanovic (3-258), incluyen un
cuantioso indice analitico (259-317), recopilado por E. M. Rojas y dedicado a aclarar la
estructura l6xica de la obray la identidad hist6rico-cultural de los personajes citados, lo que
permite al lector no argentino una mejor y mas fAcil comprensi6n del texto en sus
muchisimos niveles. La tabla cronol6gica, recopilada por Cvitanovic (321-23), resume la
parAbola artistica y biogrAfica del autor estableciendo paralelismos y relaciones con los
acontecimientos mas importantes de la 6poca y de la historia cultural y politica de Argentina.
El propio Cvitanovic abre la secci6n dedicada a la historia del texto, subrayando la
importancia de algunas circustancias biograficas, como los origenes provincianos del autor,
su condici6n de autodidacta, la lectura de Spengler y Sarmiento, el ejercicio de la profesi6n
docente y el progresivo aislamiento profetico en el que fue encerrAndose despues de
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Radiografia;para desentrafiar las muchas y complejas sugerencias ideol6gicas y psicol6gicas


que el texto deja entrever bajo la deslumbrante riqueza de su lenguaje, Cvitanovic evidencia
tambidn algunas correspondencias temiticas, estilisticas y bibliogrificas entre el texto de
Radiografiay los ensayos de los aflos cuarenta (La cabeza de Goliath, Sarmiento, Muerte
y transfiguracidnde Martin Fierro). En la parte final, Cvitanovic intenta colocar al autor
por un lado en el contexto representado por la vida cultural argentina de la 6poca (difusi6n
del ultraismo, revistas, polemica literaria y politica Boedo-Florida) y por otro en la gran
tradici6n del irracionalismo europeo (Schopenhauer, Nietzsche, Spengler, Kafka).
"Martinez Estrada construy6 en su obra una imagen de si, su mito personal"; con estas
palabras L. Sigal (349) empieza su andlisis de la autobiografia ideal de Martinez Estrada,
asi como resulta de sus ensayos biogrificos, su producci6n podtica y sus cuentos; el nicleo
de este mito (auto)biografico arraiga en la transfiguraci6n que el autor hace de sus origenes
inmigratorios, de su infancia y de su hogar provinciano. La vida adulta se le presenta como
una tragedia, Ilevadora de ansias, apuros, vergiienza e inseguridad; contratodo dsto e1 busca
amparo en la lectura y en la reivindicaci6n del autodidactismo como forma libre y pura de
la asimilacidn intelectual: "contra las condiciones impuestas, contra el tiempo, contra si
mismo, el autodidactainstauraun saber vital, organico" (359). En estos afios el autor se veia
a si mismo como a "un joven triste, prematuramente envejecido y sabio" (373). A travds
de sus lecturas y de su escritura este joven se construy6 "un pante6n portitil", "una vasta
familia espiritual de progenitores, hermanos y unos pocos hijos" (360) la cual, aunque
incluya personajes como el gaucho Martin Fierro, la escritora V. Ocampo y la ciega
sordomuda Helen Keller, se estructura en torno a dos parejas de personajes antitdticos:
Sarmiento/Hudson y Lugones/Quiroga. "Hudson y Sarmiento personifican dos actitudes
contrapuestas en el pante6n de Martinez Estrada. En ambos reunidos, figura la serie de
conflictos que se producen entre el anhelo de arraigo y la tentaci6n del exilio ..., entre la
literatura como misi6n ... y el compromiso con la vida piblica" (368). La alternativa entre
Lugones ("un Lugones viril, masculino, un padre omnipotente, creador, inmortal", 369) y
Quiroga ("hermano mayor", "padre bondadoso y protector", 370) adquiere particular
importancia en relaci6n con la reorientaci6n literaria de los aflos treinta y, por ende, con la
genesis de Radiografia: "Aunque Lugones nunca perdi6 sujerarquia ... su fascinaci6n fue
temperada por el encuentro, en 1928, con H. Quiroga .... Quiroga, modelo de la fidelidad
del artista a si mismo y a su obra, se coloca asi en el origen de su (de Martinez Estrada)
conversi6n" (375-376). Dichareorientaci6n de la"biografiaprofunda de Martinez Estrada"
(377) alcanzaniveles casi obsesivos en la dpocaperonista, cuando el exilio interior se vuelve
llaga fisica, signo exterior de un papel profdtico y expiatorio de "Job reencamrnado". Los
cuentos de esos afos, escritos al estilo de Kafka, preludian a la ultima metamorfosis del mito
personal de Martinez Estrada, intento de rescatar su propia imagen asumiendo, con los
viajes a Mexico y Cuba, un papel de profeta continental. La iltima gran figura del pante6n
portitil de Martinez Estrada, la que resume y resuelve el largo "exilio interior" al que se
conden6 en vida el autor de Radiografia, es la de Jose Marti, "la prueba de que se puede
lograr a la vez ser el lider politico ... de la revoluci6n anticolonialista y el escritor
latinoamericano por excelencia" (368).
Pero id6nde estn las raices de esta actitud de profeta herido, manidtico y misintropo?
Segtin Gudrin en el concepto de soledad: "para Martinez Estrada la soledad fue un agudo
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y contradictorio sentimiento personal que document6 en sus cartas, expuso en su poesia,


indag6 en sus cuentos ... y utiliz6 como versitil instrumento explicativo en su obra de
ensayista" (385); en Radiografia la soledad es aislamiento, a la vez cultural y social. El
hombre de la Pampa y de la ciudad estitn solos en el espacio y en el tiempo, aislados de la
historia y perdidos en la geografia: "los habitantes rurales y urbanos de la pampa no
conforman una sociedad" (386). Hay un proceso de m6ltiple polarizaci6n yjerarquizaci6n:
indio/blanco; blanco costeiio/gaucho, etc. Martinez Estrada, a diferencia de otros ensayistas
como Alberdi y Rojas, nunca asumi6 una perspectiva exterior al desierto y a la Pampa. La
Pampa no es su objeto de indagaci6n sino su punto de vista. La soledad es el nicleo de la
herencia espiritual que elnifio Martinez Estrada dej6 al poetay que 6ste transmiti6 al profeta.
La soledad existencial del autor llega asi a ser el "elemento central de su cosmovisi6n" hasta
transfigurarse porun lado en "soledad esencial del hombre" y por otro en signo de un destino
de heroe y profeta social.
D. Viias, cuya contribuci6n propone muchas preguntas interesantes, aunque responda
a muy pocas, habla de "una especie de jansenismo rioplatense" a traves del cual Martinez
Estrada vino a ser despues de la caida de Per6n "un precursor ... de lo que podia ser en la
Argentina un intelectual de izquierda" (411); el autor de Radiografia"estaba en el centro
de la dramitica cultural de ese momento y todo se definia por su pro o su contra" (412). En
los ailos siguientes, seducido por la vertiente ut6pica del castrismo, radicaliz6 su posici6n
y se desliz6 "de la Argentina hacia America Latina", "de Florida hacia Boedo". Todo lo de
antes es en la biografia politico-literaria de Martinez Estrada mucho menos claro. El texto
de Radiografia,con su "difusa ambigiledad" de "es asi pero", con su "tono epigramitico"
y con sus "pretensiones totalizadoras", reproduce segin D. Vifias la compleja relaci6n de
Martinez Estrada con el modelo representado por Lugones: "Radiografia es una
prolongaci6n, prosificada e invertida deArgentina, poemario de 1927, al mismo tiempo que
una sinuosa pero ineludible replica a Lapatriafuertey a La grandeArgentina del Lugones
de 1930" (415). En este sentido Radiografiarefleja el eclecticismo cultural y la ambigiuedad
politica de la decada liberal. Todo esto sigue, seg6n Viias, hasta la publicaci6n en 1948 de
Muerte y transfiguracionde M Fierro. El aislamiento de estos aios seria mis bien un
ademin literario que una realidad concreta: "Puede ser que imaginariamente Martinez
Estrada se viviera en un ademin roussoniano ... pero su cotidianeidad ... de 1930 a 1943 esti
punteada ... por una participaci6n activa en la vida literaria. Incluso en la mas institucional
... De su marginalidad, entonces, nada o muy poco. Y mis bien todo lo contrario" (420).
"S61o despues de la caida de Per6n, en 1955, Martinez Estrada, al radicalizarse, se corre
nitidamente hacia la izquierda.... Incluso hasta su exilio concreto" (421). Se remonta a estos
aiios la ruptura con Sur. Las peregrinaciones geogrificas e ideol6gicas de su (ltima etapa
dejan la impresi6n de que "toda su obra, a partir sobre todo de Radiografia,pudiera ser leida
como un Bildungsroman" (423).
Esta ambigiledad se refleja tambien en las reacciones de la critica, analizadas en detalle
por R. Borello (desde las negativas de Borges y de los contemporineos a las positivas de
Murena y de los parricidas,que supieron encontrar en la denuncia profetica de Martinez
Estrada un valor 6tico desarrollado en conceptos como la soledad, la dependencia, la
desposesi6n, la enfermedad, lo telirico).
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La 6ltima secci6n nos propone cinco lecturas del texto. La primera, de Pollmann, se
centra en el ciclo de metamorfosis de la decepci6n padecida por los Conquistadores (trauma
basico de la historia argentina): "la Conquista es, seg6n Martinez Estrada, una manera de
autoengafio que ain continia" (452); esta decepci6n tiene como consecuencias geogrAficas
y psicol6gicas la soledad, el aislamiento, el deterioro moral, lamentira, el miedo yen general
"las seudo estructuras que produce el autoengafio" (457). La soluci6n esta en "enfocar sin
ilusiones la realidad como es y aceptarla" (459).
P. G. Earle enfoca el tema de la identidad, desde una perspectiva continental: "La
Pampa simb6lica de Martinez Estrada podria compararse con el laberinto simb6lico de
Octavio Paz... ya que ambos configuran un sentimiento de soledad colectivay de desengafio
hist6rico" (464). La "experiencia de vivir al margen de la historia" (461) define el espacio
literario del hombre argentino y latinoamericano, condenado a vivir en un "mundo patetico"
(470), cuya historia tiene un posible n6cleo simb6lico en la contraposici6n entre Rosas,
"lider en funci6n centrifuga", y Sarmiento "organizador centripeto" (467).
Esta condici6n parad6jica es, segun L. I. Weinberg, un elemento caracteristico en la
estructuraci6n estilistica y conceptual de Radiografia. No es nada fAcil radiografiar un
paisaje que no tiene sino una estructura simb6lica, "una regi6n convertida en simbolo y mito
fundador de lanacionalidad argentina" (472). La actitud profdtica, muchas veces explicada
con motivaciones psicol6gicas, "en realidad obedece mias bien a factores sociales e
ideol6gicos" (477). La perspectiva marginal entonces viene a ser "un modelo alternativo
de la historia argentina" (473); las paradojas se multiplican: "la tierra vence espacial y
temporalmente al humano" (481); avanzando "hacia atras" el conquistador resulta
conquistado, pierde las raices de su identidad y se pierde en el paisaje y en la historia; el
mestizo "no es hijo de nadie biol6gica sino culturalmente" (487); la civilizaci6n argentina
no es sino "barbarie encubierta" (482); "la barbarie no se ha extinguido; s6lo se ha
ocultado"; "en Argentina se ha pasado de una Trapalanda a otra" (486); todo esto no es sino
una forma de cobrar "algin premio que no existe de alguna loteria que no se juega" (488-
489). Esta sociedad elige como prototipos a unos heroes parad6jicos, marginados, social
y moralmente deformes.
Sobre esta deformidad y sus origenes teratol6gicas vuelve tambidn el ensayo de Sigal:
"Martinez Estrada repite... el catalogo heterogeneo de las acusaciones sobre lamonstruosidad
de Amdrica ... ve a America con los ojos europeos" (501), asume una perspectiva
"eurocentrica pero invertida" (510); en este sentido "El Estado ofrece el caso mas
interesante. Es la estructura deforme, por excelencia" (519); un monstruo militar y
burocrAtico, "un esqueleto" que "no tiene vida por dentro", pero que falsea la historia e
impone al pais "una unidad formal y mecAnica" (521). Con la burocracia nacen tambien
otros monstruos: la ciudad y la clase media, con sus rasgos de frustraci6n y cursileria
consumista. Este repertorio teratol6gico hace de Radiografiala "negaci6n del discurso
iluminista oficial y para-oficial" y nos introduce en el "ciclo de un drama eterno sin salida"
en el que el hombre "para olvidar su soledad, se niega a aceptar la realidad inventando
utopias" (500). Todo 6sto desemboca en "una utopia para siempre diferida" (536), porque
Radiografla tiene una estructura mitica circular: el autor procede "como el mit6logo-
bricoleurde Levi-Strauss, que organiza su campo instrumental en funci6n de su objetivo"
(505). En el lenguaje, a la vez profetico y poetico, "la metAfora asume un papel director"
(506), a pesar de un lxico lleno de terminos cientificos (iRadiografia!)
RESE9AS 793

Al lenguaje es dedicado tambien el ultimo ensayo de E. Rojas. Segin la autora, el


"discurso literario" de Martinez Estrada tiene varios niveles de estructuraci6n (macro y
micro estructuras). Su prosa alienta "un discurso ciclico", "un circulo que gira en torno al
t6pico central de la tierra, la naturaleza" (548). Los nombres de lugares (reales e
imaginarios) tienen en algunos casos una fuerte ambivalencia simb6lica: "Trapalandaes
sin6nimo de ilusi6n y de desilusi6n al mismo tiempo" (549). El pesimismo del autor luce
en la obsesiva presencia de negaciones, coordenaciones adversativas, etc. El lxico lleno
de tecnicismos y nombres propios es cuidado y presenta descomunal "profundidad
semintica" (554). El estilo se caracteriza por periodos extensos, Ilenos de repeticiones,
antitesis, simetrias, enumeraciones, formas verbales no personales, pronombres y adjetivos
indefinidos, metiforas y comparaciones. El ritmo, establecido mediante estos recursos y un
uso peculiar de la puntuaci6n (para favorecer la elipsis verbal), tiene una gran importancia
en el estilo de Radiografla,verdadera edici6n critica de la Pampa, libro-espejo de un mundo
en que "las cosas no son lo que parecen ser" (565).
Con esta cuidada edici6n, ejemplar en su manera de enfocar en sus varios niveles
(artisticos, psicol6gicos e hist6rico-sociales) la genesis del texto, la Colecci6n Archivos
incluye ahora en su representativo y original catilogo de clasicos contemporineos la obra
sin duda mis importante (aunque tal vez no la mis lograda) de E. Martinez Estrada.

Universiti di Genova MARCO CIPOLLONI

RICARDO GIIRALDE, Don Segundo Sombra. Edici6n critica. Paul Verdevoye, coordinador.
Paris/Madrid: Colecci6n Archivos No 2, 1988.

En las primeras lineas de su nota introductoria, el oordinador del volumen, el Profesor


Paul Verdevoye, subraya el lugarpreponderanteque ocupa la novela de Ricardo GiUiraldes,
Don Segundo Sombra, en la literatura argentina, tanto por el numero de ediciones que se han
sucedido desde su primera aparici6n, en 1926, como por la cantidad de trabajos criticos y
hermeneuticos que ha venido suscitando:'

Unos sesenta aflos despues de la primera edici6n, esa novela no ha dejado de interesar a
los argentinos, y su fama se ha extendido al extranjero a traves de traducciones en varios
idiomas .... Conforme se iban multiplicando las ediciones, cundia la labor de los criticos
e investigadores, hasta ocupar acerca de esta novela la mayor parte de la bibliografia
general que Horacio Jorge Becco consagrara a Ricardo GUiraldes (xvii).

El desaflo mayor en la preparaci6n de la edici6n critica de una novela como Don


Segundo Sombra ---definitivamente instalada entre las obras clcsicas de la literatura
nacional argentina y acerca de la cual todo parece haber sido dicho ya- es evidentemente

' ElidaLois, en su "Estudio filol6gico preliminar", seflala que solamente la editorial Losadade Buenos
Aires -que en 1985 publicaba la 50a edici6n de la novela- imprimi6 mas de medio mill6n de
ejemplares de la misma (xviii).

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