Marina Garone Gravier
Marina Garone Gravier es doctora en Historia del Arte (UNAM). Desde 2009 es investigadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (UNAM), donde fundó y coordina desde 2012 el Seminario Interdisciplinario de Bibliología. Desde 2014 es investigadora correspondiente del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas de la Universidad de Buenos Aires y en 2017 cofundó la Red Latinoamericana de Cultura Gráfica, que co-coordinó hasta 2022. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México desde 2010 (Nivel III) y delegada por México de Society for the History of Authorship, Reading and Publishing (SHARP) desde 2014. En septiembre de 2023 fue electa por unanimidad miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua (silla XXX). Sus líneas de investigación son: la historia del libro, la edición, la tipografía y la cultura visual de México y América Latina; la cultura impresa en lenguas indígenas, y las relaciones entre cultura escrita, edición y género.
Participa en varios programas de grado y posgrado como docente y directora de tesis: la licenciatura en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM); el Posgrado en Lingüística; el Posgrado de la Facultad de Artes y Diseño (UNAM); en el posgrado de Patrimonio artístico y cultura en Sudamérica colonial (Universidad de Buenos Aires).
Ha recibido varias distinciones: la Medalla de Oro al Mérito Universitario que otorga la UAM (1994). El Premio a la Mejor Tesis Doctoral en Antropología Social que otorgan CIESAS y la Universidad Veracruzana (2011); el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, en la categoría obra científica, por su libro Historia de la tipografía colonial para lenguas indígenas (2015), Premio García Cubas del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la categoría obra científica por su libro La tipografía en México (2013) y, en 2021, la Mención honorífica del mismo premio como su participación como autora de la colección México 500 con el libro Libros e imprenta en México en el siglo XVI; el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana la última vez Signos, letras y tipografías en América Latina (2020) y la Distinción de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana a la “Iniciativa editorial del año 2020” por el proyecto de podcast “Cultura Editorial en México. Historias sonoras”. Ha sido merecedora de la beca Hoffmitz Milken Center for Typography 2021 y la Mark Samuels Lasner Fellowship in Printing History 2021, concedida por la American Printing History Association (APHA).
Es autora, compiladora y editora de más de una docena de obras, por ejemplo Una historia en cubierta. Fondo de Cultura Económica a través de sus portadas (2011), Historia de la imprenta y la tipografía colonial en Puebla de los Ángeles (1642-1821) (UNAM, 2015) e Introducción a la Cultura visual y material en el libro antiguo (Uniandes, 2023).
Participa en varios programas de grado y posgrado como docente y directora de tesis: la licenciatura en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM); el Posgrado en Lingüística; el Posgrado de la Facultad de Artes y Diseño (UNAM); en el posgrado de Patrimonio artístico y cultura en Sudamérica colonial (Universidad de Buenos Aires).
Ha recibido varias distinciones: la Medalla de Oro al Mérito Universitario que otorga la UAM (1994). El Premio a la Mejor Tesis Doctoral en Antropología Social que otorgan CIESAS y la Universidad Veracruzana (2011); el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, en la categoría obra científica, por su libro Historia de la tipografía colonial para lenguas indígenas (2015), Premio García Cubas del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la categoría obra científica por su libro La tipografía en México (2013) y, en 2021, la Mención honorífica del mismo premio como su participación como autora de la colección México 500 con el libro Libros e imprenta en México en el siglo XVI; el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana la última vez Signos, letras y tipografías en América Latina (2020) y la Distinción de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana a la “Iniciativa editorial del año 2020” por el proyecto de podcast “Cultura Editorial en México. Historias sonoras”. Ha sido merecedora de la beca Hoffmitz Milken Center for Typography 2021 y la Mark Samuels Lasner Fellowship in Printing History 2021, concedida por la American Printing History Association (APHA).
Es autora, compiladora y editora de más de una docena de obras, por ejemplo Una historia en cubierta. Fondo de Cultura Económica a través de sus portadas (2011), Historia de la imprenta y la tipografía colonial en Puebla de los Ángeles (1642-1821) (UNAM, 2015) e Introducción a la Cultura visual y material en el libro antiguo (Uniandes, 2023).
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Books by Marina Garone Gravier
How were the books made in the native languages of America, especially those of Mexico? Since when were they published? Who designed them? How did they look? What subject were they? These are some of the questions answered in this work. The compilation of nine essays provides a vast panorama that allows us to identify the com
las posibles formas de estudiar los fenómenos de lo escrito encontraremos una gran variedad de factores y actores que han llevado a cabo procesos sociales, proyectos políticos, en los que se han generado discursos y materializado documentos y objetos bibliográficos. A la producción y los repertorios bibliográficos clásicos que se elaboraron en suelo mexicano desde el periodo novohispano es posible sumar libros, capítulos, artículos y tesis que han aparecido en los últimos 30 años, evidencia clara de que ya contamos con valiosas piezas para encaminarnos a una historia de la cultura escrita en México. Sin embargo, también hay que señalar que muchas de esas producciones están dispersas, que en gran parte están fuera del alcance de los estudiosos y que la imagen que arrojan es la de una geografía discontinua y fragmentaria, por otro lado, también es innegable que en ellas existe una desproporción estructural: sobresale, por la atención prestada, lo acontecido en la Ciudad de México, causando la relativa invisibilización del mundo de lo escrito en otras regiones del país.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. En el primero se estudia el contexto histórico de la imprenta, se describen quiénes fueron los actores que posibilitaron el origen del proyecto y se explican los eventos de la inauguración de los talleres de litografía y tipografía. Asimismo, se expone la correspondencia entre Ignacio Cumplido y el gobernador mexiquense Mariano Riva Palacio. Se mencionan ambos talleres —litografía y tipografía— porque siempre estuvieron juntos, a pesar de que el primero dejó de funcionar durante ocho años, y se dan los nombres de las personas encargadas de la encuadernación de los libros. También se analiza la trascendencia de la imprenta para el Estado de México, pues en sus prensas se realizaron los libros elementales para la educación primaria y otros textos para alumnos del Instituto Literario y el gobierno estatal.
La organización interna del taller se analiza en el segundo capítulo. Se dan los pormenores de cómo se distribuyó el trabajo y qué horario tenían los alumnos para cursar los talleres de litografía y tipografía. De acuerdo con los inventarios consultados, se ofrecen los nombres de la maquinaria que se usaba para imprimir, para hacer litografía y encuadernar, y se da una reseña de las fábricas de donde procedían las prensas. En el capítulo tercero se estudian dos aspectos: cómo influyeron, por un lado, el avance tecnológico y, por otro, la publicidad en el siglo XIX en la fabricación y diversidad de los tipos móviles. Conforme se encontraban impresos, se identificaron varias decenas de tipografías que se usaron en el Instituto Literario. Éstas se compararon con catálogos tipográficos de las fundidoras estadounidenses del siglo xix; lo que permitió generar una hipótesis de la procedencia de las familias. Por último, se muestran los inventarios que realizaron las autoridades del Instituto Literario, documentos en los que aparecen las imágenes de las letras y grabados empleados en libros y publicaciones periódicas de la imprenta institutense.
En ese recinto educativo se imprimieron libros, revistas, carteles, cartas geográficas, esquelas, programas y otros documentos más, de allí que en el capítulo cuatro se analicen varios de ellos, de los que se ha procurado mencionar algunos aspectos materiales, como por ejemplo el formato, procedencia y tipo de papel, las pastas, partes internas y externas de los libros del Instituto Literario, así como periodicidad y género de publicación. Se concluye este apartado con referencias sobre el comercio y distribución de los impresos del Instituto.
Después de las consideraciones finales, el libro cierra con dos anexos: la relación de los materiales presentes en los inventarios del taller a lo largo del tiempo y una bibliografía de la imprenta del Instituto Literario del Estado de México (1851-1888), que partiendo de las existentes, se ha complementado con numerosas obras que no se habían registrado con anterioridad.
La obra aporta información valiosa y original para la historia regional de la imprenta en América Latina y está destinada a los interesados en la historia del libro, la imprenta y la tipografía mexicana, la de esa ciudad en particular y la de México en general, así como a los profesionales de la comunicación visual, la cultura escrita y la literatura. También podrán interesarse aquellos preocupados por el desarrollo de las instituciones educativas del siglo XIX, y público en general que quiera conocer uno de los momentos más interesantes de la vida política y cultural del Estado de México.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. En el primero se estudia el contexto histórico de la imprenta, se describen quiénes fueron los actores que posibilitaron el origen del proyecto y se explican los eventos de la inauguración de los talleres de litografía y tipografía. Asimismo, se expone la correspondencia entre Ignacio Cumplido y el gobernador mexiquense Mariano Riva Palacio. Se mencionan ambos talleres —litografía y tipografía— porque siempre estuvieron juntos, a pesar de que el primero dejó de funcionar durante ocho años, y se dan los nombres de las personas encargadas de la encuadernación de los libros. También se analiza la trascendencia de la imprenta para el Estado de México, pues en sus prensas se realizaron los libros elementales para la educación primaria y otros textos para alumnos del Instituto Literario y el gobierno estatal.
La organización interna del taller se analiza en el segundo capítulo. Se dan los pormenores de cómo se distribuyó el trabajo y qué horario tenían los alumnos para cursar los talleres de litografía y tipografía. De acuerdo con los inventarios consultados, se ofrecen los nombres de la maquinaria que se usaba para imprimir, para hacer litografía y encuadernar, y se da una reseña de las fábricas de donde procedían las prensas. En el capítulo tercero se estudian dos aspectos: cómo influyeron, por un lado, el avance tecnológico y, por otro, la publicidad en el siglo XIX en la fabricación y diversidad de los tipos móviles. Conforme se encontraban impresos, se identificaron varias decenas de tipografías que se usaron en el Instituto Literario. Éstas se compararon con catálogos tipográficos de las fundidoras estadounidenses del siglo xix; lo que permitió generar una hipótesis de la procedencia de las familias. Por último, se muestran los inventarios que realizaron las autoridades del Instituto Literario, documentos en los que aparecen las imágenes de las letras y grabados empleados en libros y publicaciones periódicas de la imprenta institutense.
En ese recinto educativo se imprimieron libros, revistas, carteles, cartas geográficas, esquelas, programas y otros documentos más, de allí que en el capítulo cuatro se analicen varios de ellos, de los que se ha procurado mencionar algunos aspectos materiales, como por ejemplo el formato, procedencia y tipo de papel, las pastas, partes internas y externas de los libros del Instituto Literario, así como periodicidad y género de publicación. Se concluye este apartado con referencias sobre el comercio y distribución de los impresos del Instituto.
Después de las consideraciones finales, el libro cierra con dos anexos: la relación de los materiales presentes en los inventarios del taller a lo largo del tiempo y una bibliografía de la imprenta del Instituto Literario del Estado de México (1851-1888), que partiendo de las existentes, se ha complementado con numerosas obras que no se habían registrado con anterioridad.
La obra aporta información valiosa y original para la historia regional de la imprenta en América Latina y está destinada a los interesados en la historia del libro, la imprenta y la tipografía mexicana, la de esa ciudad en particular y la de México en general, así como a los profesionales de la comunicación visual, la cultura escrita y la literatura. También podrán interesarse aquellos preocupados por el desarrollo de las instituciones educativas del siglo XIX, y público en general que quiera conocer uno de los momentos más interesantes de la vida política y cultural del Estado de México.
Escrito / Pintado explora la tensión y compenetración de las actividades principales de Rojo, como pintor y diseñador, que podría definirse como una tensión creativa modernista. En una gran parte de su carrera, Rojo sostuvo una diferenciación funcional y práctica de esas dos esferas de su trabajo, que refrendaba la oposición entre lo utilitario y lo estético, lo social y lo personal, lo comunicativo y lo enigmático, el gesto y la letra. No obstante, esa voluntad de diferenciación, que hace de Vicente Rojo un paradigma de las alternativas modernistas en el mundo de habla española, es a veces suspendida a través de los puentes establecidos por la señal, la letra o el signo, motivos recurrentes en su producción. Obras como Artefacto (1969), su mostrador de libros pintados, la lógica gráfica de series como Señales y Negaciones, en los años 60 y 70, lo mismo que su contribución a la historia del libro de artista —desde los Discos Visuales que produjo para Octavio Paz en 1968, hasta sus experimentos recientes de no-textos como Novela (2007) y Jaque Mate (2011)— configuran un espacio intermedio entre los campos estrictamente disciplinarios donde Rojo se desempeña.
De igual forma, en las múltiples colaboraciones que Rojo ha tenido con poetas, ensayistas y narradores —tales como José Emilio Pacheco, José-Miguel Ullán, Bárbara Jacobs, Miguel León Portilla, entre muchos otros— ha puesto en constante tensión el vínculo entre la imagen y la letra, en donde la primera conserva una determinada autonomía, al mismo tiempo que está ligada al tema y a lo que la letra enuncia.
Escrito/Pintado aborda este eje troncal de la obra de Vicente Rojo ofreciendo, a la vez, una excavación hacia el pasado y una presentación de obra reciente. Por un lado, reúne una selección de obras de diseño gráfico y editorial, libros de artista, series de escultura y pintura, así como dibujos que buscan desplegar la multitud de tensiones entre la letra y la pintura en el trabajo de Rojo de los años 60 al presente. En una segunda parte de la muestra, se presenta por primera vez la serie Casa de Letras, que Rojo ha venido realizando entre 2012 y 2015.
La obra, que fue prologada por la profesora Ana Utsch (UFMG), fue realizada en coautoría entre los jóvenes comunicadores visuales uruguayos Andrés Berrutti y Luis Blau y la historiadora argentino-mexicana Marina Garone Gravier,
El libro fue editado por el Museu Tipografia Pão de Santo Antônio, y cuenta con los auspicios del Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República y la Red Latinoamericana de Cultura Gráfica. El libro está en formato PDF y disponible para descarga libre y gratuita.
How were the books made in the native languages of America, especially those of Mexico? Since when were they published? Who designed them? How did they look? What subject were they? These are some of the questions answered in this work. The compilation of nine essays provides a vast panorama that allows us to identify the com
las posibles formas de estudiar los fenómenos de lo escrito encontraremos una gran variedad de factores y actores que han llevado a cabo procesos sociales, proyectos políticos, en los que se han generado discursos y materializado documentos y objetos bibliográficos. A la producción y los repertorios bibliográficos clásicos que se elaboraron en suelo mexicano desde el periodo novohispano es posible sumar libros, capítulos, artículos y tesis que han aparecido en los últimos 30 años, evidencia clara de que ya contamos con valiosas piezas para encaminarnos a una historia de la cultura escrita en México. Sin embargo, también hay que señalar que muchas de esas producciones están dispersas, que en gran parte están fuera del alcance de los estudiosos y que la imagen que arrojan es la de una geografía discontinua y fragmentaria, por otro lado, también es innegable que en ellas existe una desproporción estructural: sobresale, por la atención prestada, lo acontecido en la Ciudad de México, causando la relativa invisibilización del mundo de lo escrito en otras regiones del país.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. En el primero se estudia el contexto histórico de la imprenta, se describen quiénes fueron los actores que posibilitaron el origen del proyecto y se explican los eventos de la inauguración de los talleres de litografía y tipografía. Asimismo, se expone la correspondencia entre Ignacio Cumplido y el gobernador mexiquense Mariano Riva Palacio. Se mencionan ambos talleres —litografía y tipografía— porque siempre estuvieron juntos, a pesar de que el primero dejó de funcionar durante ocho años, y se dan los nombres de las personas encargadas de la encuadernación de los libros. También se analiza la trascendencia de la imprenta para el Estado de México, pues en sus prensas se realizaron los libros elementales para la educación primaria y otros textos para alumnos del Instituto Literario y el gobierno estatal.
La organización interna del taller se analiza en el segundo capítulo. Se dan los pormenores de cómo se distribuyó el trabajo y qué horario tenían los alumnos para cursar los talleres de litografía y tipografía. De acuerdo con los inventarios consultados, se ofrecen los nombres de la maquinaria que se usaba para imprimir, para hacer litografía y encuadernar, y se da una reseña de las fábricas de donde procedían las prensas. En el capítulo tercero se estudian dos aspectos: cómo influyeron, por un lado, el avance tecnológico y, por otro, la publicidad en el siglo XIX en la fabricación y diversidad de los tipos móviles. Conforme se encontraban impresos, se identificaron varias decenas de tipografías que se usaron en el Instituto Literario. Éstas se compararon con catálogos tipográficos de las fundidoras estadounidenses del siglo xix; lo que permitió generar una hipótesis de la procedencia de las familias. Por último, se muestran los inventarios que realizaron las autoridades del Instituto Literario, documentos en los que aparecen las imágenes de las letras y grabados empleados en libros y publicaciones periódicas de la imprenta institutense.
En ese recinto educativo se imprimieron libros, revistas, carteles, cartas geográficas, esquelas, programas y otros documentos más, de allí que en el capítulo cuatro se analicen varios de ellos, de los que se ha procurado mencionar algunos aspectos materiales, como por ejemplo el formato, procedencia y tipo de papel, las pastas, partes internas y externas de los libros del Instituto Literario, así como periodicidad y género de publicación. Se concluye este apartado con referencias sobre el comercio y distribución de los impresos del Instituto.
Después de las consideraciones finales, el libro cierra con dos anexos: la relación de los materiales presentes en los inventarios del taller a lo largo del tiempo y una bibliografía de la imprenta del Instituto Literario del Estado de México (1851-1888), que partiendo de las existentes, se ha complementado con numerosas obras que no se habían registrado con anterioridad.
La obra aporta información valiosa y original para la historia regional de la imprenta en América Latina y está destinada a los interesados en la historia del libro, la imprenta y la tipografía mexicana, la de esa ciudad en particular y la de México en general, así como a los profesionales de la comunicación visual, la cultura escrita y la literatura. También podrán interesarse aquellos preocupados por el desarrollo de las instituciones educativas del siglo XIX, y público en general que quiera conocer uno de los momentos más interesantes de la vida política y cultural del Estado de México.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. En el primero se estudia el contexto histórico de la imprenta, se describen quiénes fueron los actores que posibilitaron el origen del proyecto y se explican los eventos de la inauguración de los talleres de litografía y tipografía. Asimismo, se expone la correspondencia entre Ignacio Cumplido y el gobernador mexiquense Mariano Riva Palacio. Se mencionan ambos talleres —litografía y tipografía— porque siempre estuvieron juntos, a pesar de que el primero dejó de funcionar durante ocho años, y se dan los nombres de las personas encargadas de la encuadernación de los libros. También se analiza la trascendencia de la imprenta para el Estado de México, pues en sus prensas se realizaron los libros elementales para la educación primaria y otros textos para alumnos del Instituto Literario y el gobierno estatal.
La organización interna del taller se analiza en el segundo capítulo. Se dan los pormenores de cómo se distribuyó el trabajo y qué horario tenían los alumnos para cursar los talleres de litografía y tipografía. De acuerdo con los inventarios consultados, se ofrecen los nombres de la maquinaria que se usaba para imprimir, para hacer litografía y encuadernar, y se da una reseña de las fábricas de donde procedían las prensas. En el capítulo tercero se estudian dos aspectos: cómo influyeron, por un lado, el avance tecnológico y, por otro, la publicidad en el siglo XIX en la fabricación y diversidad de los tipos móviles. Conforme se encontraban impresos, se identificaron varias decenas de tipografías que se usaron en el Instituto Literario. Éstas se compararon con catálogos tipográficos de las fundidoras estadounidenses del siglo xix; lo que permitió generar una hipótesis de la procedencia de las familias. Por último, se muestran los inventarios que realizaron las autoridades del Instituto Literario, documentos en los que aparecen las imágenes de las letras y grabados empleados en libros y publicaciones periódicas de la imprenta institutense.
En ese recinto educativo se imprimieron libros, revistas, carteles, cartas geográficas, esquelas, programas y otros documentos más, de allí que en el capítulo cuatro se analicen varios de ellos, de los que se ha procurado mencionar algunos aspectos materiales, como por ejemplo el formato, procedencia y tipo de papel, las pastas, partes internas y externas de los libros del Instituto Literario, así como periodicidad y género de publicación. Se concluye este apartado con referencias sobre el comercio y distribución de los impresos del Instituto.
Después de las consideraciones finales, el libro cierra con dos anexos: la relación de los materiales presentes en los inventarios del taller a lo largo del tiempo y una bibliografía de la imprenta del Instituto Literario del Estado de México (1851-1888), que partiendo de las existentes, se ha complementado con numerosas obras que no se habían registrado con anterioridad.
La obra aporta información valiosa y original para la historia regional de la imprenta en América Latina y está destinada a los interesados en la historia del libro, la imprenta y la tipografía mexicana, la de esa ciudad en particular y la de México en general, así como a los profesionales de la comunicación visual, la cultura escrita y la literatura. También podrán interesarse aquellos preocupados por el desarrollo de las instituciones educativas del siglo XIX, y público en general que quiera conocer uno de los momentos más interesantes de la vida política y cultural del Estado de México.
Escrito / Pintado explora la tensión y compenetración de las actividades principales de Rojo, como pintor y diseñador, que podría definirse como una tensión creativa modernista. En una gran parte de su carrera, Rojo sostuvo una diferenciación funcional y práctica de esas dos esferas de su trabajo, que refrendaba la oposición entre lo utilitario y lo estético, lo social y lo personal, lo comunicativo y lo enigmático, el gesto y la letra. No obstante, esa voluntad de diferenciación, que hace de Vicente Rojo un paradigma de las alternativas modernistas en el mundo de habla española, es a veces suspendida a través de los puentes establecidos por la señal, la letra o el signo, motivos recurrentes en su producción. Obras como Artefacto (1969), su mostrador de libros pintados, la lógica gráfica de series como Señales y Negaciones, en los años 60 y 70, lo mismo que su contribución a la historia del libro de artista —desde los Discos Visuales que produjo para Octavio Paz en 1968, hasta sus experimentos recientes de no-textos como Novela (2007) y Jaque Mate (2011)— configuran un espacio intermedio entre los campos estrictamente disciplinarios donde Rojo se desempeña.
De igual forma, en las múltiples colaboraciones que Rojo ha tenido con poetas, ensayistas y narradores —tales como José Emilio Pacheco, José-Miguel Ullán, Bárbara Jacobs, Miguel León Portilla, entre muchos otros— ha puesto en constante tensión el vínculo entre la imagen y la letra, en donde la primera conserva una determinada autonomía, al mismo tiempo que está ligada al tema y a lo que la letra enuncia.
Escrito/Pintado aborda este eje troncal de la obra de Vicente Rojo ofreciendo, a la vez, una excavación hacia el pasado y una presentación de obra reciente. Por un lado, reúne una selección de obras de diseño gráfico y editorial, libros de artista, series de escultura y pintura, así como dibujos que buscan desplegar la multitud de tensiones entre la letra y la pintura en el trabajo de Rojo de los años 60 al presente. En una segunda parte de la muestra, se presenta por primera vez la serie Casa de Letras, que Rojo ha venido realizando entre 2012 y 2015.
La obra, que fue prologada por la profesora Ana Utsch (UFMG), fue realizada en coautoría entre los jóvenes comunicadores visuales uruguayos Andrés Berrutti y Luis Blau y la historiadora argentino-mexicana Marina Garone Gravier,
El libro fue editado por el Museu Tipografia Pão de Santo Antônio, y cuenta con los auspicios del Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República y la Red Latinoamericana de Cultura Gráfica. El libro está en formato PDF y disponible para descarga libre y gratuita.
personajes y figuras que encarnan y representan a cabalidad la idea de modernidad en
la comunicación visual, uno de esos perfiles es indiscutiblemente el de Vicente Rojo
(15 de marzo de 1932, Barcelona, España-17 de marzo de 2021, Ciudad de México). En
el presente artículo ofreceré información sobre los principales proyectos gráficos y
editoriales en los que participó, a partir del análisis material de las ediciones que están
en la Biblioteca Nacional de México, así como de entrevistas que le realicé en vida,
deteniéndome en las características visuales de su obra. Algunas de las preguntas que
intentaré responder es ¿en qué reside la modernidad de Rojo?, ¿Cómo se estructura
el discurso y el concepto de que es un pionero del diseño mexicano moderno?
Considerando lo anterior, tras la lectura de este artículo el lector podrá comprender
el papel e impacto que ha tenido Rojo en la configuración del concepto del diseño
mexicano moderno.
los procesos culturales, políticos y sociales de la conquista de América; esto visto a través de la mirada
extranjera que comparó los usuarios, soportes, estructuras materiales y sistemas de notación indígena con
el alfabeto latino y los libros europeos, lo que permitirá obtener un breve panorama del intercambio cultural.
o catálogos de tipos, permite una clase de investigación de fuentes primarias que combina las facetas histórica, tecnológica, artística y visual y, por extensión, arroja luz sobre otros aspectos de la cultura impresa. Si bien esas fuentes ofrecen una aproximación material al conocimiento del patrimonio gráfico regional, en América Latina se ha investigado poco sobre ellas. El objetivo principal de este trabajo es describir y analizar la estructura y el contenido de dos muestras tipográficas colombianas que fueron elaboradas durante la primera mitad del siglo XX, en el contexto de la enseñanza de artes y oficios en los colegios de los salesianos. El estudio de ambos documentos y su compa- ración con otras muestras (norteamericanas, europeas, y de dos países de América Latina), así como la revisión de bibliografía especiali- zada, permitirá establecer el origen de algunas de las fundiciones tipográficas utilizadas en Colombia y visualizar una parte de las relaciones de la cultura gráfica colombiana con otras tradiciones tipográficas que a la fecha no se han planteado.
identifican las características
materiales del único ejemplar
conocido del Laudationes Quinque.
La obra es el primer libro impreso en
la ciudad de Córdoba (1766) durante
el periodo colonial, que pertenecía
al virreinato del Río de la Plata
(actualmente Argentina). Empleando
la perspectiva material y considerando
los elementos de tecnología gráfica de
la imprenta manual antigua, así como
la mirada del diseño gráfico, se llevó a
cabo un análisis visual del documento.
Ese trabajo reveló aspectos
compositivos del diseño de las páginas
y elementos de la comunicación
gráfica que han sido frecuentemente
relegados por los historiadores y
bibliógrafos. Este trabajo se suma a un
estudio previo que se llevó a cabo a
partir de un facsímil de la obra; por lo
tanto, tomamos aquellos resultados
como un estudio preliminar y ahora
ofrecemos resultados sobre la base del
análisis material.